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Frank Vega- Lautaro Fiszman
"Bestiario" Recoleta 4-11-11 al 27-11-11
Anidamientos, alianzas, des-enlaces: Uno con otro no siempre es dos
El trabajo en encuentro de estos dos artistas plásticos da cuenta de una mirada aguda
y original sobre uniones y desencuentros que acontecen en la inter e intra subjetividad.
El resultado a la vista conmueve. Son visiones que plasman enigmas, pesares y
pesadillas del devenir de la constitución de los vínculos atravesados por el simbolismo
bestial del inconsciente.
Algunos comentarios del Libro de visitas evidencian el potente impacto emocional de
las obras: "Uy!, Están de la azotea. ¿Qué se tomaron?.Me fascinó, me sacudió
GRACIAS!!" M.R.
"¿Esto es el surrealismo?. Nos dio vuelta la cabeza. Una pesadilla" S.yT.
" Todavía estpy estremecida, anoche soñé con tentáculos largos, puntiagudos...
Hoy me parece que todavía no me desperté...¡Excelente!" S.L.
La temática es abordada con notable singularidad, transportando al expectador hacia
los vericuetos de las relaciones humanas, desde lo individual a lo colectivo.
Los dolores, las tensiones, las frustraciones, lo pletórico y lo mezquino se funden en
imágenes de particular belleza plástica, en una integración notable de figura y fondo.
Anudamientos, simbiosis, fusión, vínculos vampirizantes, caníbales, el horror al
vacío, al desamparo, a la pérdida de la identidad en escenas que desbordan detalles y
minuciosidad
hasta el abigarramiento opresivo de lo siniestro. En varias obras es recurrente el tema de
la asfixia, de la presencia violenta, amenazante o criminal del otro.
La resolución de lo original individual, ofrece en lo visual, interrogaciones sin
respuesta acerca de alianzas asfixiantes y anuladoras; tan sórdidamente presentes en
"Esto no es una pipa", un homenaje a” La tentativa de lo imposible” de René Magritte .
Aquí la alianza hombre-mujer, genera un insoportable costo a la identidad, hay en este
atrapamiento de tentáculos la vana ilusión de ventilar artificialmente, alli donde el
vinculo se torna irrespirable
En "Una casa con diez pinos". la borgiana afirmación : "no los une el amor sino el
espanto", el colecho del matrimonio sostiene la ficción del encuentro; el edificio de
sueños y fantasías, con héroes aventureros cinematográficos, y objetos faliformes, como
único escenario de placer, en el contexto de una proximidad corporal que produce
sofocación y aislamiento.
Como contrapartida hay el vínculo narcisista cosificante, manipulatorio y atrapante
de "En carne propia", un modelado caníbal del objeto amado.
En "Cuestión de facturación interna", surgen preguntas acerca del encuentro entre
subjetividades.¿Cuál es la factura/hechura del sujeto atravesado por los vínculos?: ¿Ser
con el otro?,¿ser en el otro?, ¿el otro es en mí?, ¿qué precio factura el sujeto que se
constituye en vínculo?, ¿cuánto cuesta la búsqueda de la completud?: ¿Se paga con el
borramiento de la propia identidad?, ¿es este el costo mutilante de la interependencia
desubjetivizante?.
En "Gayina", esta conexión canibalística, presente en la relación del sujeto con los
grandes poderes, da cuenta de la pérdida de la cabeza, como un ataque a la capacidad de
pensar, en beneficio de una única gran cabeza, en la inevitable devoración de lo
singular. Sólo hay los ojos de la supravisión digitada (¿El ojo de dios?, ¿la hegemonía
dominante de los templos?).
También persigue, domina, controla la mirada, destruye el poder mediático, el
periodismo intrusivo, que desinforma, ataca. El poder de la cámara/arma de fuego que
no tiene piedad, no tiene "¡Caridad!". Efecto muy logrado con sarcástica sordidez en
"La acción de la luz: la viveza conquistó el talento".
Estamos ante una pareja de creadores en pos de un lazo creativo. Es un hecho con
arte, donde cada uno preserva su libertad de imaginar, decir y mostrar.
Resulta notable el interjuego de dos... De dos que enuncian con su arte, su posibilidad
técnica y artística de desarrollar lo enigmático y fértil del mundo onírico.
Es un viaje desde el boceto complejo, fluyente, como una asociación libre, un diálogo
interiorizado entre fantasmas interlocutores, hacia la intervención en los oleos de
Fiszman como una elaboración en un segundo tiempo.
La "muestra" de Vega y Fiszman es una de-mostración versátil y original, una
verdadera Babel de emociones extremas, placeres, horrores, en un despliegue de lenguas
incontables que se unen y entrelazan en la narración visual del imaginario inagotable.
En "Sur", una construcción flotando casi sobre el apocalipsis, el atrapamiento, incluso
el voluntario, el refugio en la indiferencia (desde la ventana), en fascinada visión del
horror "ajeno". El inagotable quebranto de los inermes, negados como espejo del propio
quebranto.
El Consumo, el súper poder, grandioso, subyugante del comprar, las bolsas llenas,
como recurso hipnótico fascinante ante el horror del vacío sin consuelo.
La soledad, la angustia océanica, aparece en obras impactantes, donde el agua no
llega a ahogar tanta melancolía ("Necochea", "Miramar", "La espera ").
Retorna la temática en "Civilización y barbarie", en una propuesta de recupero del
encuentro con lo vital esencial, en oposición a la fatuidad (Cabeza de humo) del vacío
poder del dinero y la civilización tecnológica, o también presente en el sórdido
sarcasmo de cómic en "Todos los días son un sanguche entre el génesis y el
apocalipsis".
Hay en este Bestiario una obra personal de Fiszman: el retrato de "Enoch Soames",
personaje de un cuento de Max Beerbohm, bordeando liminarmente la temática figurafondo, ficción-realidad, presencia-ausencia, dos o uno, ser en el otro o ser a causa del
otro. Resulta una bella y dolorosa síntesis conceptual integradora de la interrelación
creativa de dos en encuentro.
Hasta pronto, cariños, ojalá que te interese, a la espera de tu respuesta, Mónica.