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SUMARIO Editorial ............................................................................................................................ 3 Ortega hoy, por José Lasaga ........................................................................................... 5 Proyecto de creación de una Revista de la Asociación ................................................. 7 Reseñas de libros .............................................................................................................. 9 - Abellán, José Luis: El Filósofo "Antonio Machado", por Antonio Jiménez ................... 9 - Carpintero, Helio: Historia de la Psicología en España, por Antonio Jiménez Garcia .. 9 - Díaz Díaz, Gonzalo: Hombres y documentos de la filosofía española (Vol. V), por Juana Sánchez-Gey Venegas ..................................................................................................... 10 - Domínguez, Atilano, Ed.: Spinoza y España, por Antonio Jiménez García ................. 13 - García Alonso, Rafael: Ensayos sobre literatura filosófica, por José Luis Mora. ........ 14 - Jiménez Moreno, Luis, Dir.: Filósofos y Textos, por Amable Fernández ..................... 15 - Laín Entralgo, Pedro: Alma, cuerpo, persona, por José A. de Lorenzo Cáceres .......... 18 - Murillo, Ildefonso, Ed.: La Filosofía ante la encrucijada de la Nueva Europa, por Ángel Casado ................................................................................................................... 19 - Neuschäfer, Hans-Jörg: Adiós a la España eterna: La dialéctica de la censura. Novela teatro y cine bajo el franquismo, por Diego Núñez ......................................................... 22 - Peñas Bermejo, Francisco J.: Poesía existencial española del siglo XX, por José Luis Mora ................................................................................................................................. 23 - Quesada, Julio: Ateísmo difícil, por José Luis Mora ..................................................... 25 - Sobrevilla, David y García Belaúnde, Domingo, ed.: Lógica, razón y humanismo, por Mariano Martín Isabel ...................................................................................................... 28 - VV.AA.: Mundo hispánico. Nuevo mundo: Visión filosófica, por Juana Sánchez-Gey Venegas ............................................................................................................................ 30 Encuentros, Congresos, Seminarios ............................................................................. 33 - Seminario de Filosofía Española 1995 .......................................................................... 33 - Jornadas iberoamericanas y VIII Asamblea del Consejo Español de Estudios Iberoamericanos ............................................................................................................... 34 - Pensamiento Medieval I. Filosofía Árabe en España .................................................... 35 Tesis doctorales .............................................................................................................. 37 In Memoriam .................................................................................................................. 40 Lista de Socios. ............................................................................................................... 42 Dirección y comité de Redacción: Diego Núñez, José Luis Mora, Pedro Ribas, Antonio Jiménez García, Roberto Albares, Amable Fernández Sanz y Ángel Casado. EDITORIAL De Boletín a Revista La Asociación de Hispanismo Filosófico pretende que este número del Boletín anual sea el último que se publique. Se cerrará así una etapa que se inicio ¡hace ya siete años! con el número correspondiente a 1989. Afortunadamente no se trata de un cierre por cese de actividad o decaimiento: sobran en esta ocasión pesares y frustraciones. El Boletín, cual crisálida, está a punto de transformarse en hermosa mariposa, de convertirse en Revista, de tomar otros vuelos. Durante estos primeros años de existencia la Asociación ha mostrado que era funcionalmente necesaria, se ha ido afianzando y consolidando, de forma pausada pero firme. De hecho creemos que se ha ido convirtiendo en la institución que propugnara Laverde en 1856, "una Academia que tenga por principal objeto fomentar en España los estudios filosóficos". Es cierto que don Gumersindo venía a identificar la filosofía con una historia de la filosofía que sirviera para concentrar "cuantos destellos de sabiduría... nos legaron nuestros antepasados". Pero no es menos cierto que el plano en el que nos movemos de hecho, en tanto que Asociación, no es el plano de una filosofía dogmática determinada, ni el de alguna filosofía particular, ni siquiera el de una filosofía crítica del presente. En tanto que Asociación nos mantenemos en el terreno de la historia de la filosofía, en el terreno del estudio y análisis, desde diferentes perspectivas y con metodologías distintas, de los filósofos, las filosofías y las consecuencias de esas guerras de Ideas. Además hoy sabemos que la sabiduría principal que "nos legaron nuestros antepasados" para poder entender el mundo en toda su complejidad es la lengua. Cada lengua es el resultado de una historia que no se puede ni olvidar ni inventar; tampoco improvisar, por mucha voluntad que se ponga en el empeño. El español, como lengua al servicio de la filosofía, alcanzó precisamente su madurez al tener que enfrentarse con los problemas de escala universal que supuso la irrupción de América, precisamente en los momentos en los que puede comenzar a hablarse propiamente de Humanidad, una vez circunnavegada la Tierra, conocidos sus límites y sus pueblos, imposibles nuevas tierras incógnitas. El hispanismo, entendido como comunidad de lenguas y culturas es lo que da unidad a nuestra Asociación. Y conceptos como Hispanoamérica, Latinoamérica o Iberoamérica, que, según los tiempos y los lugares, han ido acompañados de distintos matices doctrinales y políticos, no siempre armónicos, sirven para definir ese transfundo cultural común. La Asociación busca llegar a convertirse en la institución que agrupe a todos aquellos que se dediquen al estudio de asuntos relacionados con la historia de la filosofía, del pensamiento y de las ideas, en nuestro ámbito (tanto desde perspectivas históricas, sociológicas, educativas, bibliográficas, &c., como más propiamente filosóficas). La Asociación busca contar entre sus miembros a todos aquellos que, en cualquier lugar del mundo, se interesan por el estudio de la filosofía en cualquiera de nuestras lenguas. La Asociación pretende integrar, por tanto, a quienes se dediquen al estudio de las distintas tradiciones filosóficas nacionales de los países de lengua española y portuguesa. A este mismo objeto tratará de servir la Revista que sobre las cenizas de este Boletín, nacerá en breve. Sería deseable que aquellos profesores que viajen a España y desean ponerse en contacto con la Asociación, lo anuncien de antemano para facilitar las informaciones o los contactos pertinentes. ORTEGA HOY El privilegio del clásico es volver, cada cierto tiempo, para hacer presente su obra a las nuevas generaciones. Quizá se discuta todavía si Ortega es o no "nuestro clásico" en filosofía, clásico, pues, sin aquiescencia o "clásico prematuro" como lo llamó uno de sus discípulos mas cercanos. La recepción de su pensamiento no ha estado exenta de avatares que algún día habrá que contar por menudo. Pero tiene una obra que no se deja soslayar. ¿Está teniendo lugar en los últimos años una vuelta a Ortega? Establezcamos un punto final de capítulo de nuestra reciente historia hacia 1975-78. Con la instauración del nuevo habrían tenido lugar las consabidas revisiones y balances, la fijación de activos y deudas tanto en el plano político como en el cultural. En lo que respecta a Ortega, esta revisión habría cuajado unos pocos años después, con ocasión del centenario de su nacimiento en 1983. Fue más celebración y culto que estudio. Las grandes instituciones, desde la Casa Real, hasta el partido en el gobierno, pasando por los grandes medios de comunicación, dedicaron su atención, presupuesto y buenas intenciones a "recuperar" la figura histórica de Ortega y Gasset. Como un santo amable que se saca en procesión porque ha llegado su día, así Ortega fue homenajeado. Pero la fiesta pasa y el santo vuelve al ostracismo de su ornacina. (Una pregunta no exenta de interés para comprender lo que nos viene pasando sería la siguiente: ¿a qué tipo de necesidad respondió la celebración del centenario?). Lo que dejó todo aquel ajetreo no fue gran cosa: una reedición de las Obras Completas que añadía a las anteriores un volumen de inéditos, tres libros con calado, aunque muy distintos en sus respectivas orientaciones, y algunos artículos que sobrepasaron la mediocridad, improvisación y desdén con que la mayoría de nuestros intelectuales respondieron a las múltiples invitaciones que por aquellos días cursaron las instituciones del ramo. En su centenario, Ortega compareció como figura histórica (y hasta simbólica), pero no como filósofo. Desde la perspectiva de 1995 cabe afirmar que la conmemoración no trajo cambio alguno en la forma en que venía siendo investigada su obra —antes bien, consolidó las tendencias presentes desde finales de los sesenta. Sus discípulos siguieron publicando estudios dotados de hondura y precisión que no encontraban lectores. Los tópicos marxistas campearon de nuevo sobre el perfil histórico-político del pensador. En esta ocasión fue Elorza —premio Anagrama de ensayo 1984 con La razón y la sombra. Una lectura política de Ortega y Gasset— el encargado de cocinar el refrito de lugares comunes para describir su evolución política: socialismo de juventud, liberalismo, elitismo (por supuesto), autoritarismo y criptofascismo, en crescendo. Académicamente hablando, fue el momento de los hispanistas. Morón Arroyo, Silver y Orringer publicaron investigaciones que despertaron respeto entre los estudiosos españoles. Se había descubierto —o quizá sea mejor decir redescubierto— el gran filón de las fuentes y las influencias, del que surgía el perfil de un Ortega cuya obra venía a ser un conjunto de comentarios ingeniosos a ideas ajenas. La presencia de Ortega nunca fue tan equívoca. De entonces acá, algo está cambiando. Se trata de pequeñas variaciones de actitud, nada ruidosas, alejadas de los grandes gestos. Se estudia la obra de Ortega desde dentro de ella misma, en la perspectiva de sus problemas, no como fenómeno cultural, histórico o literario, sino como filosofía viva, lectura directa sin preconcepciones ni mediaciones políticas. No escasean en los últimos años los cursos y seminarios universitarios dedicados a examinar la obra orteguiana, tesis doctorales, artículos y libros que tratan a Ortega con la naturalidad y el rigor que se dedican a cualquier otro "grande" de la filosofía contemporánea, que tiene algo que decir en esta hora tardía de la modernidad. No estoy en condiciones de asegurar que no se trate de una acumulación de casualidades en los últimos tres o cuatro años, trabajo de francotiradores aislados. O puede ser que esté cuajando una nueva sensibilidad en la que la filosofía española, harta de redactar notas a pie en libros escritos en otras lenguas y tradiciones, se vuelva hacia su propio legado, tan rico como desentendido, pues sería a la tradición que fundan Unamuno y Ortega, continuada por Zubiri, Gaos, Zambrano, García Bacca, Nicol, Xirau, Marías, Rodríguez Huescar, Granell, Aranguren, Ferrater, la que se estaría deseando recuperar. En este sentido, me gustaría pensar que Ortega es la cifra que convoca a un reencuentro del pensamiento español consigo mismo. Bien entendido que eso no significa provincianismo. La tradición se funda en la lengua, pero el contenido, así como la perspectiva de las preguntas son irremediablemente europeos y universales, como ya lo fue en los fundadores. En resumen, mi impresión es que por fin se está rescatando a Ortega del "limbro glorioso del pretérito perfecto"- para decirlo con la perspicaz expresión de Rodríguez Huéscar- en que estaba recluido desde las procesiones del aniversario. La prenda que pagamos por su rescate es simple: su estudio. El de su obra y la de aquellos que trabajaron en su estela. José Lasaga Medina PROYECTO DE CREACIÓN DE UNA REVISTA DE LA ASOCIACIÓN Desde hace algún tiempo, un grupo de socios inició gestiones para tantear las posibilidades de poner en marcha una revista que sustituyera a nuestro modesto Boletín. Las gestiones no surgieron de ninguna iniciativa por cuenta propia, sino de conversaciones mantenidas dentro del seminario de Fe y Secularidad a lo largo de 1993, conversaciones que desembocaban siempre en lamentaciones sobre el hecho mismo de carecer de un órgano científico en el que los investigadores pudieran hacer públicos sus trabajos. En 1994 se celebraron varias reuniones, presididas por la Junta Directiva y con asistencia de varios socios, con vistas a iniciar contactos con distintos rectorados o decanatos de diversas universidades. De estos contactos surgieron pronto compromisos firmados por las universidades Autónoma de Madrid, Complutense, y Oviedo. Salamanca no ha podido llegar a concretar su compromiso, pero los socios de esa universidad siguen intentando arrancarlo. En estos momentos se cuenta, pues, con el apoyo financiero firme de tres universidades, aparte de nuestra base mas sólida, que es nuestra propia Asociación. Hemos hecho gestiones con la Editorial Fondo de Cultura Económica como empresa que tiene buen soporte de difusión en América. La verdad es que estos contactos con Fondo de Cultura Económica han sido poco alentadores, debido a la lentitud en la toma de decisiones por parte de la editorial, cuyas dependencias de Madrid se ven supeditadas a las órdenes de Méjico, donde, al parecer, no ven con excesivo entusiasmo las revistas científicas. Por fin, recibimos noticias de que los obstáculos están a punto de ser vencidos y de que la magnífica disposición de los responsables en Madrid de la editorial —todo hay que decirlo— ha doblegado una serie de resistencias que había. Puestas así las cosas, el camino para echar a andar parece abierto. Se han solicitado ya artículos para el primer número, artículos que han sido aceptados y algunos incluso recibidos. El proyecto esta, pues, en una fase que podemos llamar próxima a botadura, ya que contamos con financiación suficiente, con reglamento provisional (pendiente de aprobación por la asamblea) y con un consejo de redacción también provisional (igualmente pendiente de aprobación por la asamblea) y contamos, sobre todo, con el entusiasmo de los socios dispuestos a emplear horas de trabajo en una tarea que realmente las merece. No se hace constar aquí ni el título de la revista ni otros detalles formales del reglamento (los socios ya tienen esta información). Una de las cuestiones en las que la revista necesita más apoyo de los socios es en hacer llegar al consejo de redacción los datos (nombre, dirección, obra realizada, etc) de especialistas en el ancho campo del hispanismo que puedan servirnos para ir formando un repertorio de expertos. Estos expertos no sólo nos interesan como posibles colaboradores, sino como representantes, en distintos lugares de Europa y América, de una revista científica que quisiéramos tuviese acogida en un ámbito tan amplio como indica su título. Pedro Ribas Ribas Secretario provisional del Consejo de Redacción Desde el Boletín de la AHF, solicitamos de nuevo su colaboración a todos los miembros de la Asociación para que aporten información acerca de las actividades: encuentros, congresos, etc., que sobre cualquier tema de Hispanismo Filosófico tengan lugar en su entorno. Asimismo, la notificación de las Tesis de Licenciatura y Tesis Doctorales que sean leídas en las distintas universidades de la misma manera que reseñas de libros que aparezcan sobre el Hispanismo Filosófico. RESEÑAS DE LIBROS ABELLÁN, JOSÉ LUIS: El Filósofo "Antonio Machado". Pre-Textos. Valencia, 1995, 123 pp. Desde hace ya varios anos vienen apareciendo publicaciones que insisten en la consideración de Antonio Machado como filósofo. El autor del presente libro, en escritos anteriores, había tratado este tema sobre todo a partir de la teoría de lo apócrifo, confesándonos que a raíz de su estancia en la Universidad de Puerto Rico en 1961 entró en contacto con una serie de profesores que le orientaron por ese camino. En su libro Abellán va desgranando la concepción filosófica de Machado a lo largo de toda su obra que tiene como coordenada principal la contraposición entre la lógica racional y la lógica poética que ya aparece manifiesta en Campos de Castilla y que completará en la conceptualización de la homogeneidad del pensar y la heterogeneidad del ser, desarrollada plenamente en Juan de Mairena y en Los complementarios. La reflexión filosófica machadiana se articula en una serie de capítulos en los que Abellán analiza su poesía de la solidaridad, una vez superada la actitud estetizante de la lírica subjetivista, el arquetipo cristiano como mística comunitaria, la teoría de "lo apócrifo" o la noción de "pueblo" como categoría cultural. Entre las conclusiones de la obra habría que destacar como principal la de que Antonio Machado es un verdadero filosofo, si bien dentro de la tradición asistemática y ametódica de la filosofía. Igualmente también que su filosofía se halla estrechamente vinculada a la poesía, porque surge principalmente como una reflexión filosófica sobre la misma. Y por último, que este modo de hacer filosofía en Antonio Machado está plenamente enraizado en nuestra propia tradición filosófica, que se expresa preferentemente en formas literarias. Antonio Jiménez García CARPINTERO, HELIO: Historia de la Psicología en España. Eudema, Madrid, 1994, 349 pp. El profesor Helio Carpintero, Catedrático de Psicología Básica en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, fundador y primer presidente de la Sociedad Española de Historia de la Psicología, nos ofrece con este libro la primera historia de la psicología española pues, aunque hace unos quince años apareció otra obra de semejante título, es tan deleznable que ni siquiera merece que mencionemos a su autor. En un largo recorrido por la rica y variada tradición cultural española el profesor Helio Carpintero expone a los distintos autores desde el renacimiento hasta el momento presente. Desde Vives, Gómez Pereira, Huarte de San Juan, Sabuco, Vallés, a lo largo de los siglos se van sucediendo las distintas concepciones y escuelas: frenólogos, krausistas, neoescolásticos, positivistas, hasta la aparición de la psicología científica en España, a finales del siglo XIX. Y a partir de aquí se detiene en los grandes nombres de la psicología española: Simarro, Cajal, Turró, Rodríguez Lafora, Pi Sunyer, Marañón, Ortega, Mira, Germain, Yela, Pinillos y Siguán. Merece destacarse el capitulo introductorio donde el autor hace unas reflexiones muy sugerentes sobre la psicología española destacando una serie de constantes o invariantes que sirven para caracterizarla a través del tiempo. Una psicología definida como eclecticismo conceptual y espiritualismo, orientada fundamentalmente hacia su aplicabilidad ya desde sus orígenes renacentistas, de aquí la importancia de los temas relacionados con la personalidad y las diferencias individuales, y con una actitud claramente funcionalista. Antonio Jiménez García DÍAZ DÍAZ, Gonzalo: Hombres y documentos de la filosofía española. Vol V. Centro de Estudios Históricos. CSIC, Madrid, 1995. LXVIII+851 págs. Acaba de ser publicado el volumen cinco de la monumental obra del Investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Dr. D. Gonzalo Díaz Díaz Hombres y documentos de la filosofía española. Este volumen corresponde a las letras M, N y Ñ. La obra, conocida por todos los estudiosos del pensamiento español, los cuales esperamos año tras año, desde su primer volumen en 1980, que se vaya produciendo su entrega, tiene —como repetidas veces se ha dicho— méritos muy importantes. Tal vez sea el primero, su novedad, es decir, llena un hueco necesario, que Marcelino Menéndez Pelayo denuncia ya en 1876 en una carta a Gumersindo Laverde. Hasta ahora, ningún esfuerzo se había encaminado en este sentido. Al primer mérito mencionado, hay que añadir que su autor recorre toda la historia cronológicamente, desde los inicios del pensamiento hasta nuestros días, lo cual tiene un valor muy estimable, porque pone a nuestro alcance pensadores remotos y también a nuestros contemporáneos. Tarea difícil tanto en un caso como en el otro. Esta amplia documentación, nos permite un mejor y profundo conocimiento, puesto que hay voces con una extensión de más de cincuenta páginas. Hemos de mencionar, en tercer lugar, su especial tratamiento: apertura máxima, puesto que acoge todos los saberes que lindan con el estrictamente filosófico como es la teología, la literatura, la sociología, la psicología, el derecho, etc... Recorrer las páginas de esta obra supone conocer a autores como Moderato de Gades (siglo I), San Martín de Braga (siglo VI), al gran teólogo San Martín de León (siglo XII), al discípulo de San Alberto Magno y condiscípulo de Santo Tomás, Ramón Martí o a Mosé Ben Nahmán (siglo XIII). Igualmente podremos conocer una larguísima lista de teólogos, escritores espirituales, ascéticos o místicos, canonistas, pensadores escolásticos del enriquecedor siglo XVI español, entre los que podíamos destacar al tratadista político Juan de Mariana, a Felipe de Meneses cuya obra Luz del alma cristiana cita Cervantes en El Quijote, al gran teólogo Luis de Molina y las escritoras ascéticas como María de la Antigua o María de San José amiga epistolar de Jerónimo Gracián. En el siglo XVII podríamos señalar al Abate Marchena, al tratadista de economía política Francisco Martínez de Mata, al lógico Montalbán o Miguel de Molinos. En el XVIII conoceremos ilustrados como el gran humanista Gregorio Mayans y Siscar, Pedro Montengón y Paret, el primer historiador del pensamiento político español, Francisco Martínez Marina o el médico Martín Martínez. El siglo XIX constituye también un rico y complejo siglo de variados movimientos filosóficos y grandes figuras como Luis Marichalar y Monreal, el primer sociólogo español; también podemos destacar un gran grupo catalán como Ramón Martí de Eixalá, Francisco de Asís Masferrer y Arquimbau; médicos, como Pedro Mata; representantes de los conflictivos debates entre pensadores católicos como Nicomedes Martín Mateos, Francisco Mateos-Gago Fernández, José Joaquín de Mora García, Estebán Moreno Labrador, José Moreno Nieto, Francisco Navarro Villoslada y krausistas y liberales como Miguel Morayta Sagrario, Alfonso Moreno Espinosa o sensualistas como José de Jesús Muñoz Capilla, Segismundo Moret, o el positivista Martín Nieto Serrano, etc ... Merece especial atención mencionar ilustres pensadores como Antonio Machado al que dedica treinta y cinco páginas, o Salvador Madariaga, Ramiro de Maeztu, Gregorio Marañón, José Antonio Maravall, José Martínez Ruiz "Azorín", al que le dedica quince páginas, Vicente Marrero, José Medina Echavarría, Marcelino Menéndez Pelayo con una documentación de cincuenta y dos páginas, Juan Montseny Canet, Eduardo Nicol. etc ... Igualmente constituye una enorme fuente documental las extensas y completas citas de actuales profesores de filosofía, todos ellos investigadores en ejercicio que nosotros hemos contado en número de cuarenta dos y que mencionaremos a vuela pluma a título de ejemplo, ya que no podemos citarlos a todos. Estos son los profesores Maceiras, Salvador Mañero, Julián Marías, Osvaldo Market, Luis Martínez Gómez, Tomás Melendo, Ménendez Ureña, Millán Puelles, Millás Villacrosa, Mindán Manero, Montero Moliner, Mora García, Morón Arroyo, Jesús Mosterín, Javier Muguerza, Múñoz Alonso, Múñoz Delgado, Ildefonso Murillo, Dalmacio Negro, Diego Núnez... entre otros. Como vemos Gonzalo Díaz ha estudiado a pensadoras y pensadores, de conocido renombre y desconocidos, de los grupos periféricos como mallorquines, escuela de Barcelona, de ultramar cubanos, mexicanos, y del centro... filósofos estrictos o canonistas, teólogos, sociólogos, psicólogos, humanistas, penalistas etc.. Sin embargo, estos méritos sobradamente conocidos, resultan pálidos al lado del que consideramos su valor máximo, esto es, el de ser una auténtica historia de la filosofía española impregnada de dos cualidades fundamentales que, por serlo, justifican el talante y el modo de su autor, como buen investigador: a) Gonzalo Díaz escribe, ante todo, una historia de la filosofía española. Y ésta la ha ido elaborando al hilo de un trabajo documental que no recurre al elemento narrativo propio del historiador. Así, va exponiendo uno a uno los numerosos autores dejando, además, constancia de su pensamiento, que analiza en relación con el momento histórico del autor, las influencias que recibe, es decir, la corriente filosófica en la que se inserta, y su mayor o menor aportación a la historia de la filosofía española y universal. De este modo, nos presenta un panorama histórico completo de los autores y corrientes filosóficas en España, aunque el elemento narrativo de su historia no sea el acostumbrado. b) Al importante mérito de esta historia rica en su discurrir en el tiempo y en el hallazgo de autores de primera fila, a los que era imposible sustraerse, pero también de otros escasamente conocidos e incluso algunos no conocidos, que nos ha sabido rescatar de la oscuridad e ignorancia, hay que añadir el indiscutible valor de su imparcialidad. Gonzalo Díaz, con un talante poco común en nuestro suelo, se ha empeñado en la empresa de analizar sin reducir, de exponer sin valorar, de sopesar el juicio y la presentación los autores y sus obras sin rechazar ni excluir; posiciones que a veces se practican sin argumentos rigurosos. Parecería que el autor, reconocido como prestigioso investigador, galardonado con premios como el Humboldt en l992, con lo dicho ha justificado ya sobradamente cuántos méritos ha cosechado a lo largo de su trayectoria profesional. Sin embargo, conviene añadir que esta obra consta de una segunda parte que expondrá resumidamente lo ya hecho. Es decir, resumirá dicha Historia de la Filosofía Española en unos Índices, que vertebrará los principales movimientos filosóficos en España según los autores, las líneas de pensamiento, las órdenes religiosas y sus planteamientos reflexivos, los Centros de Investigación ... todo ello permitirá tener en una sola obra, ideada por un solo autor, de un solo golpe la riqueza de nuestro pasado filosófico. Entonces sí podremos valorar el peso cultural de España en el panorama filosófico de Occidente. Podremos recomponer la aportación de nuestra cultura, porque habremos podido contemplar en toda su extensión una historia que recoge y dinamiza nuestro pasado; entonces los juicios precipitados y estéticos caerán por sí mismos. En fin, debemos, además, sumar el inestimable repertorio de revistas y libros utilizados, que, citados cumplidamente y estrictamente numerados, dan una completa información a los estudiosos, que se inicien en este campo de investigación, y a los entendidos porque el panorama de información es realmente vasto. Difícil se nos hace pensar que todo ello haya podido ser la obra de un solo autor, pero nuestro suelo tan pobre en otros menesteres nos tiene, sin embargo, acostumbrados a estas empresas quijotescas que Gonzalo Díaz en alguna ocasión debió soñar y hoy, gracias a su empeño, nos ofrece. Juana Sánchez-Gey Venegas Spinoza y España. Edición preparada por Atilano Domínguez. Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 1994, 348 pp. Durante los días 5 y 7 de noviembre de 1992 se celebró en Almagro un Congreso Internacional que abordó el estudio de las relaciones entre Spinoza y España dirigido por el profesor Atilano Domínguez, reputado traductor de las obras de Spinoza al castellano. El libro que ahora comentamos recoge los trabajos presentados a dicho congreso desde una triple perspectiva: un marco de referencia que estudia la presencia de Spinoza en diferentes países como Holanda, Francia, Italia y Portugal; el impacto y la influencia de diversos autores españoles en Spinoza y, para finalizar, la presencia de Spinoza en España durante los dos últimos siglos. Aunque Spinoza era hijo de emigrantes judeo-portugueses y holandés de nacimiento y de nacionalidad, estaba muy interesado por la cultura española y conocía bien la lengua castellana. El inventario de su biblioteca reseña diecisiete obras en castellano (mientras que en holandés aparecen sólo quince títulos) y otras siete relacionadas con nuestro país y nuestra cultura. A destacar la presencia de los autores clásicos del siglo de oro como Cervantes, Góngora, Gracián, Quevedo, Saavedra Fajardo o Antonio Pérez, además de la Biblia de Ferrara o la Institutio Religionis Christianae de Calvino en la traducción castellana de Cipriano de Valera. La presencia, por tanto, de la cultura española en Spinoza tiene su importancia y toda una serie de estudios tratan de ponerla de manifiesto. Desde autores hispano-musulmanes como Avempace o Abentofail, hasta heterodoxos como Servet y protestantes como Calvino, en la traducción e interpretación de Cipriano de Valera. Otras aportaciones insisten en la posible influencia de Quevedo, Gracián, Antonio Pérez, Huarte de San Juan, Saavedra Fajardo o la Escolástica tardía española, para finalizar con el judaísmo del Amsterdam spinoziano a partir de Juan de Prado y Orobio de Castro. Por lo que respecta a la influencia y presencia de Spinoza en España durante los siglos XIX y XX, éstas se abordan desde Palmes, Pi y Margall, Menéndez Pdayo, González Serrano, Ortega y Gasset, Pío Baroja, Serra Hunter, Maria Zambrano, Tierno Galván y la ética española actual. Asímismo se estudian las primeras traducciones de Spinoza al castellano y sus fuentes. Antonio Jiménez García GARCIA ALONSO, RAFAEL, Ensayos sobre literatura filosófica, Madrid, Siglo XXI, 1995 ¿Es posible comprometer a la Estética con la apuesta por la autenticidad? En algunos momentos de esta última parte del siglo, la respuesta debería ser negativa por cuanto la falta de compromiso, en ocasiones, de esta tradicional rama de la filosofía no ya con la ontología o la epistemología a las que podría aspirar a sustituir, sino ni siquiera con alguna forma de antropología, así podría sugerirlo. La Estética se habría distanciado de la crítica cultural realizada por el discurso ético-político o el religioso y, a veces, podría haberse instalado en la banalidad. En este sentido, el titulo que aglutina esta colección de diversos ensayos podría hacernos pensar en una propuesta más o menos ligera y, sin embargo, resulta todo lo contrario. Ha reunido el Profesor García Alonso una serie de estudios en torno a cinco figuras fundamentales: Robert Musil, Rilke, Karl Kraus, Walter Benjamin y Joseph Roth, todos ellos intelectuales de lengua alemana de la primera mitad de este siglo que presentan bien a las claras cómo el arte ha sido también una forma de abordar críticamente las distintas escisiones del hombre occidental. Estos autores muestran, pues, el punto en que el arte se compromete con la dignidad del hombre y, por consiguiente, donde retoma la superación de los viejos dualismos. Conquistar la realidad sin perder los sueños, ¿es posible? ¿o estamos condenados a un mundo escindido? Es verdad que ciertas estéticas ante estas preguntas han optado por el escapismo pero no las más comprometidas. Rafael García hace ya tiempo está ocupado en recuperar con lucidez estas estéticas para mostrar que la crítica a la modernidad no conduce inevitablemente al adorno estéril. Es más, que el arte, p.e. la novela para Benjarnin, es una apuesta por patentizar el sentido de la vida sin renunciar a lo cotidiano y ordinario pero tampoco a la globalidad frente al papel jugado por la prensa, atenta sólo con lo actual. Mas las nuevas tecnologías hacen preciso un análisis distinto del tradicional acerca de las formas de alienación, de las redes en que puede quedar preso el hombre. La literaturización de la filosofía, propia de las épocas de crisis como nos dijera Sartre, tiene realmente este significado. Pocos autores como los estudiados en este libro podrían ejemplificarlo mejor y desde esta perspectiva debe entenderse el título. La lectura de estos textos deja un poso de solidez y consistencia mostrando con claridad y, al tiempo, con rigor el verdadero papel del arte en la sociedad contemporánea: la superación de las disociaciones que se esconden en términos biensonantes acuñados por la modernidad cuya trampa no es siempre fácil detectar sino a través de ópticas oblicuas como las empleadas por las técnicas artísticas. De paso, el libro de Rafael García Alonso constituye una buena defensa de esta literatura filosófica, objeto de atención de la Estética que ocupa, a su vez, un puesto de dignidad. José Luis Mora Filósofos y Textos. Colección dirigida por Luis JIMÉNEZ MORENO, Ediciones del Orto, Madrid. El programa de estas ediciones pretende poner al alcance de los amantes del pensamiento y la filosofía estudios breves y rigurosos, pero a la vez con un marcado carácter didáctico, de los grandes filósofos representativos de todas las épocas. De cada autor se incluyen algunos de los textos más significativos de sus escritos en estrecha relación con el estudio teórico. De los libros ya aparecidos reseñamos a continuación aquellos que tienen una conexión directa con el Hispanismo filosófico. IBN GABIROL (1021/22-1059/60), por Juan Fernando Ortega Muñoz, 1995. 96 pp. Gabirol, durante muchos años olvidado, es sin duda uno de los máximos representantes de la filosofía judía en España y uno de los grandes metafísicos. En él se logra una armonía perfecta entre poesía y filosofía. Juan Fernando Ortega da un repaso sustancial al pensamiento de Gabirol comenzando por la metafísica, "lo más original de su sistema". Para ello analiza su obra principal El manantial de la vida. Tres temas son los fundamentales: a) El Dios trascendente, pues Gabirol coloca a Dios por encima de toda realidad y conocimiento; b) el hilemorfismo universal, que Sto Tomás combatirá posteriormente "sin comprender la verdadera naturaleza de los términos de Gabirol"; c) la Voluntad, puente entre Dios y el mundo. Aspecto, este último, que Juan Fernado Ortega destaca como el mas original de Gabirol, pues la Voluntad se convierte en el puente que une y separa al mismo tiempo lo finito y lo infinito. Del estudio de la metafísica se pasa a la concepción de Gabirol sobre el hombre, el mundo físico y la ética. Resaltar, por último, que la selección de textos final apuntala certeramente su análisis teórico. LLULL (1232/35?-1315), por Sebastià Trías Mercant, 1995, 96 pp. La importancia y la influencia de Llull en el pensamiento español y europeo es hoy un hecho contrastado. Sebastià Trías nos ofrece en este libro una lúcida panorámica del pensamiento de Llull, sus ambiciones y proyectos. Se tratan la génesis del Arte y las diferentes redacciones; el uso especulativo de la razón artística (el arte como ciencia universal y la aplicación del arte a las ciencias y su clasificación); la filosofía práctica (las condiciones de la moralidad y el paso de la ética a la política); la mística (el arte de la contemplación y la ciencia de la amancia); la antropofagia (el hombre como acto de ser y los útiles, reglas y símbolos). Se concluye con una aproximación al lulismo como corriente filosófica y una selección de textos final que responde adecuadamente a los planteamientos enunciados. MOLINA (1535-1600), por Marcelino Ocaña García, l995, 96 pp. Molina se presenta como un teólogo, pero que aborda los problemas desde una perspectiva absolutamente filosófica, es decir, intenta probar sus tesis a través de la razón. El profesor Ocaña lleva a cabo un estudio riguroso, pero claro y didáctico, que viene complementado con los textos más significativos del autor sobre los problemas planteados. Después de un planteamiento general sobre la significación de la obra de Molina, se centra en el análisis de los dos núcleos sustanciales de su pensamiento: el problema del libre albedrío y la justicia y el derecho. Es sabido que en el siglo XVI las propuestas y explicaciones sobre el problema del libre albedrío y la predestinación se multiplicaron, pero como advierte Marcelino Ocaña, va ser Molina el marco inevitable de referencia. La obra Concordia liberi arbitrii cum gratiae donis, divina praesciencia, povidentia, praedestinatione et reprobatione- será, sin duda, el punto de inflexión de todas las reflexiones y debates posteriores. No en vano se trata del mejor intento de conciliar la libertad humana ante Dios y los demás. Molina se va a esforzar en demostrar que no hay incompatibilidad entre su concepción del libre albedrío y las verdades impuestas por el dogma. En cuanto a la Justicia y el derecho Molina va a seguir las líneas fundamentales trazadas por Vitoria y la Escuela de Salamanca. UNAMUNO (1864-1936), por Manuel Padilla Novoa, l994, 96 pp. Manuel Padilla consigue en este libro, al igual que en otras publicaciones suyas anteriores, irradiar claridad en el oscuro y a veces contradictorio Unamuno. Se trata de un estudio que sin ser desapasionado -pues esto es imposible al enfrentarse con la obra de Unamuno-, sí vislumbra visos de objetividad y, desde luego, allana el camino en la comprensión de Unamuno. El libro se estructura en seis capítulos que van desde el proyecto metafísico unamuniano, persona y nación, la conciencia, la raíz instintiva del conocimiento y la conciencia total, para concluir apuntando un posible hilo conductor del pensamiento unamuniano. La selección de textos final -muy variados- ilustran a la perfección los diferentes aspectos de la exposición doctrinal. Los títulos de próxima aparición —relacionados con la filosofía hispánica— son los siguientes: Avempace, por J. Lomba. Bartolomé de las Casas, por M. Beuchot. Jovellanos, por A. Fernández. Títulos en preparación: Averroes, Balmes, Ciruelo, Feijóo, García Morente, Gracián, Ibn Arabí, Ibn Paquda, Ibn Tufail, Leopoldo Zea, Luis de León, Mariana, Ortega y Gasset, P. Mata, Piquer, Santayana, Sanz del Río, Sebastián Izquierdo, Vasconcelos, Vaz Ferreira, Vitoria, Vives, Zubiri. Amable Fernández Sanz LAÍN ENTRALGO, PEDRO: Alma, cuerpo, persona. Barcelona, 1995. Esta monografía culmina la trilogía de Laín sobre el problema del cuerpo humano, mejor, del hombre pensado desde su cuerpo. ¿Qué es el hombre? es la pregunta que martillea a la filosofía y a la ciencia desde el inicio del pensar. Pese a las respuestas, siempre penúltimas, es obvio que su vigencia persiste. Nos encontramos ante una sugerente y problematizadora invitación a inquirir sobre la realidad humana, entendida como actividad psicoorgánica, desde un monismo dinamicista no excluyente de la trascendencia. ¿Qué es el hombre, qué sentido tiene él mismo, la evolución y el cosmos? ¿Podemos hablar de "naturaleza" humana como algo diferenciable del resto de la evolución? La respuesta lainiana es, a la par, metafísica y científica: encuentra convergencia fecunda entre los conceptos de realidad radical de Ortega y de estructura dinámica de Zubiri; asume la doctrina cosmológica emergentista; analiza y coteja el concepto de hombre obtenido de estas tres instancias con los hallazgos de la neurofisiología, la etología comparada y la paleontología. El hombre, pues, se le presenta como simultáneo binomio de revelación y ocultamiento. El aparecer del hombre, su ser, tiene en su haber el doble envés de enigma y misterio; aquel es descifrable y escible, asintóticamente cognoscible mediante la ciencia y la filosofía; éste, últimamente oculto e insondable para ambas. El primero es objeto de saber —principios de cognoscibilidad y de enigmaticidad—, el último de creencia. La condición enigmática del hombre, entendido como dinamismo estructurado —simultáneo holon e intus—, que puede inquirir acerca de su realidad y por todo aquello que no es él, viene dada por su propia realidad neurofisiológica. La conducta humana, para Laín, tiene como referencia el nivel biológico encefálico —intus corporal y holon de su dinamismo, así como holon de sí mismo—, cuya actividad, simultáneamente totalizadora y analítica mediante la complementariedad hemisférica, establece la realidad y el límite de las posibilidades humanas. En este doble juego dinámico se asienta, para nuestro autor, la "conciencia de numinosidad", la posibilidad de apertura a la trascendencia y, por lo tanto, el hallazgo de un sentido a las realidades cósmica y personal. ¿Excluye la ciencia a la filosofía o, más radicalmente, a la metafísica, en su pesquisa sobre la realidad del hombre? Por otro lado, ¿son incompatibles ciencia y creencia? La respuesta de Laín es negativa en ambos casos. Para un Intelectual exigente, afirma, la complementariedad entre análisis y descubrimientos científicos e investigación y análisis radical sobre la realidad del hombre debe ser máxima. También cree compatible la actividad astrofísica de búsqueda de la realidad cósmica anterior al "bigban" con la creencia en la creatio ex nihilo del cristianismo. El Dios creador, activo, fundamento y sustentador del universo de la creencia escatológica es trascendente "en" la realidad creada, no trascendente "a" ella. El cosmos es, por otro lado, natura naturans, que opera mediante causas segundas. No hay incompatibilidad, pues, entre el atenimiento a la experiencia y la pesquisa metafísica ni la convicción creencial. El hombre es imagen y semejanza divina por lo que es, en tanto realidad dinámica. Sugerente, incitador y, hasta cierto punto polémico, Alma, cuerpo, persona, es una atalaya para seguir interrogando. José Arturo de Lorenzo-Cáceres MURILLO, I. (Ed.): La Filosofía ante la encrucijada de la Nueva Europa. Diálogo Filosófico/Nossa y J. Editores, 1995, 648 págs. El título del presente volumen recoge el lema de las "I Jornadas de Dialogo Filosófico", organizadas por dicha revista, y celebradas en Madrid, en enero de 1994. La obra que ahora se publica, con las ponencias y comunicaciones presentadas en dicha actividad, permite al lector un acercamiento sosegado a los temas debatidos en la misma, centrados en la aportación -desde la Filosofía- de ideas clarificadoras sobre el presente y el futuro de Europa. E1 volumen se abre con unas palabras de presentación de Ildefonso Murillo, editor y coordinador de la obra, justificando la necesidad de este tipo de debates en torno al actual proceso de construcción europea. El elevado número de trabajos incluidos, con una amplia representación de corrientes y perspectivas, y la imposibilidad práctica de entrar en pormenores sobre cada uno de ellos, obliga a que el presente comentario se centre básicamente en las ponencias presentadas, que contribuyeron sin duda a enriquecer el diálogo filosófico de las Jornadas. Las tres ponencias de la Parte Primera (Concepciones filosóficas de Europa), de los profesores Mariano Álvarez, Juan Masiá y Leopoldo Zea, participan de una común preocupación: la defensa del diferencial cultural que, como apunta el prof. Álvarez, enriquece a los pueblos y les invita a "reconocer lo otro, lo diferente de sí mismo, asimilarlo, sin perder por ello la propia identidad". El trabajo de este profesor (Concepción filosófica de Europa desde Europa), parte del concepto de nihilismo, como elemento característico de la cultura europea. Además de una necesaria "naturalización del pensamiento" (la naturaleza, no dominada o humanizada, sino entendida como "interlocutor" para el hombre), el autor recuerda que, junto a la "lógica de las cosas", está la "lógica de la conciencia y de la libertad", con su propio lenguaje, que es el lenguaje de los pueblos y de los ciudadanos, no sólo de los técnicos y los expertos. La aportación del prof. Masía (Actitudes ambivalentes frente a Europa de los filósofos japoneses) se centra en la obra de tres filósofos japoneses contemporáneos: T. Watsuji, cuya problemática recuerda los temas planteados por Ortega y Unamuno sobre la "identidad" personal y cultural de los españoles; Y. Yuasa, discípulo del anterior, que propugna una nueva fenomenología que pueda conducir a otra clase de metafísica como metapsíquica, es decir, a un "trascender hacia adentro más que hacia afuera o hacia arriba" (p. 48); y Nishida, quien, a pesar de su fuerte tradición oriental, considera que "lo europeo" puede complementar las carencias de "lo oriental". El profesor Leopoldo Zea (Concepción filosófica de Europa desde Iberoamérica) profundiza en los problemas de identidad que se han venido planteando en España e Iberoamérica: la identidad del hombre concreto, como punto de partida imprescindible para una universalización, que "debe descansar en la multiplicidad de expresiones e identidades en que se hace expreso el hombre" (p. 62). Conceptos como "Homo europeo", "Europa mater" o "raza cósmica" (Vasconcellos), no implican segregación o reducción, sino síntesis e integración de razas y culturas. La Parte Segunda, sobre el tema Filosofía y religión en Europa, se abre con un trabajo del prof. Queiruga (Filosofía y religión en Europa), en el que aboga por una síntesis "posible", un diálogo "fecundo", aunque inestable y en continua revisión, entre fe y razón, entre filosofía y teología. El concepto de teonomía describiría esta perspectiva: ni heteronomía alienante ni autonomía desfondada. Por encima del "racionalismo vulgar", se trata de asegurar la legitimidad de todas las dimensiones de lo real: ética y estética, metafísica y religiosa. Sólo así, apunta, la situación de crisis europea puede convertirse en una nueva ocasión de avance. El prof. Possenti (Los componentes ideales de la Nueva Europa), parte de la idea de Europa como posibilidad, no cumplida, sino por conquistar: "el alma de la casa común de los pueblos europeos reside... en la 'europeidad' -conjunción de verdad y libertad- más que en el 'occidentalismo' -apelación al progreso, al mercado, a la ciencia-técnica-". Recuerda las tres claves que Giorgio La Pira señala para la Casa europea: la piedra profética, la metafísica y la jurídica, que se corresponden con las tres disciplinas (teología, filosofía, derecho) sobre cuya base se ha edificado la Universidad europea. La salida a la crisis europea sólo será posible desde una Europa multicultural y multireligiosa, donde reine la cultura de la acogida y la solidaridad. En la Parte Tercera (Filosofía y ciencia en Europa) la ponencia del prof. Echeverría (Filosofía y ciencia en Europa), aborda el problema de la identidad y de la pluralidad europeas desde "un nuevo sistema de coexistencia social, y sobre todo de comunicación social, al que llamamos Telépolis" (p. 340). Insiste en que la distinta capacidad de "adaptación" de la ciencia y de la filosofía a Telépolis, constituye un aspecto sustancial de la situación de ambos ámbitos en Europa. Tras esbozar algunos aspectos básicos de Telépolis, concluye con la esperanza de que pueda surgir un pensamiento filosófico "que llegara a saber expresarse conforme a los modos de expresión de Telépolis" (p. 350). Por su parte, el prof. G. Fourez (La Filosofía de las ciencias en Europa) pasa revista a los "cambios profundos" acontecidos en los últimos cincuenta años en las representaciones de la ciencias, provocados por diversas "anomalías": cuestiones epistemológicas (Chalmers, Popper...), denuncias de ciencia y técnica como "ideologías" (Habermas), los "paradigmas" de Khun... Quebrantado definitivamente el "mito de la ciencia", el autor apunta una nueva "representación", donde las prácticas científicas vuelven a resituarse "en la historia, en un mundo social", y donde hay una articulación nueva entre "la producción de lo verdadero y el compromiso ético y político" (p. 372). La Parte Cuarta (Filosofía y política europea), última de la obra, incluye los trabajos de los prof. Adela Cortina y Dalmacio Negro. La prof. Cortina (¿Qué puede aportar la filosofía a una presunta política europea?) señala claramente la meta del pensamiento filosófico en política: hacer a los hombres mejores. La evidente devaluación de lo político en los países "occidentales" (sobre todo en los mediterráneos) tiene dos causas básicas: la corrupción de la actividad política y el "estado electorero" (compra con dinero público de los votos necesarios para gobernar). Al hilo del ideal ilustrado de "paz perpetua" (Kant), la autora piensa que la salida pasa por una auténtica democracia (democracia radical), que atienda a la raíz de la política, que son los hombres "concretos", y que articule una relación apropiada entre "sociedad civil" y "estado". El prof. D. Negro (Situación de la filosofía política y de la inteligencia política europea) subraya el anacronismo de los vocablos políticos -Estado, Nación, Sociedad- propios de la primera mitad del s. XIX, pero que se gestaron en el s. XVIII. Tras pasar revista al "proceso moderno", la "crisis de estatalidad" y "la crisis de la Sociedad", piensa que en "el umbral de la nueva época hay que volver a ser griegos" (p. 476): huir de los viejos mitos y elaborar categorías políticas "para saber a qué atenernos". En suma: una obra de lectura aconsejable, en la que se prodigan elementos para una sólida reflexión sobre la perspectiva filosófica de una "teoría de Europa". Sin despreciar las propuestas de expertos y técnicos, se percibe a la persona humana concreta, su dignidad y libertad indeclinables, como garantía de una alternativa válida frente a la "Europa de los mercaderes". Ángel Casado NEUSCHAFER, HANS-JÖRG: Adiós a la España eterna: La dialéctica de la censura. Novela, teatro y cine bajo el franquismo, Madrid: Editorial Anthropos, l994. El presente libro, recién aparecido en España, constituye sin duda el primer intento sistemático de estudiar las manifestaciones literarias, teatrales y cinematográficas del periodo indicado de modo conjunto e históricamente contextualizado, a la par que con intención metodológica especifica en la línea de la historia de las mentalidades. Su autor, catedrático de Filología Románica en la Universidad del Saarland y que ya cuenta en su haber con valiosas contribuciones en el campo de la hispanística, nos presenta el hecho literario, no como una creación supratemporal, sino como fruto de un compromiso personal y como expresión eficaz de la realidad vital e histórica. Los textos y las películas seleccionados son explicados tanto en sus motivaciones genéticas como en sus condiciones de recepción. Y al mismo tiempo, se explicita en qué medida la literatura y el cine no sólo reflejan el cambio de la mentalidad, sino también cómo ellos mismos lo codeterminan. Como ya indica significativamente el título, el hilo conductor del contenido de la obra radica en el forcejeo entre la creación literaria y artística y la intervención de la censura. A pesar de la poderosa presencia de ésta en la actividad intelectual de esos años, no pudo impedir sin embargo que la vida cultural se sustrajera a la opresión estatal, apelando a veces a recursos sumamente ingeniosos, y propiciara así, de manera decisiva, el camino del cambio y de la modernidad. El autor destaca asimismo cómo se establecen en este ambiente los lazos de continuidad con el pasado liberal español anterior al franquismo. A lo largo de las páginas de este libro podemos asistir a la excitante aventura creadora de un amplio repertorio de autores, tales como Juan Antonio Bardem, Luis G. Berlanga, Antonio Buero Vallejo, Luis Buñuel, Camilo José Cela, Miguel Delibes, Federico García Lorca, Juan Goytisolo, Antonio Machado, Carmen Martín Gaite, Alfonso Sastre, Carlos Saura, etc., así como percibir el vigoroso empuje expresivo de sus obras. La comparación entre los textos originales y los dossier de la censura -ahora ya accesibles al publico y examinados aquí de modo ejemplar- ofrece en suma una viva imagen de la lucha entre espíritu y poder. Diego Núñez PEÑAS BERMEJO, FRANCISCO J.: Poesía existencial española del siglo XX, Madrid, Pliegos, 1993, 218 pp. Desde hace ya algún tiempo el Departamento de Lenguas Románicas de la Universidad de Georgia, en el Estado norteamericano del mismo nombre, viene realizando una excelente labor en la formación de profesores e investigadores que se ocupan del estudio de las culturas española y latinoamericana. Profesores como José Luis Gómez-Martínez, Manuel Mantero y otros han sabido trasmitir desde hace ya bastantes anos la sensibilidad intelectual y la metodología necesarias para acceder al conocimiento de nuestras culturas hasta formar un centro importante de hispanismo. El libro de Francisco Javier Peñas, en la actualidad profesor de la Universidad de Dayton (Ohio), es fruto de ese ambiente ya que inicialmente fue su tesis doctoral dirigida por Manuel Mantero cuya mano palpa las páginas del mismo pues no en vano es también uno de los poetas estudiados. Tres importantes aportaciones realiza el libro del profesor Peñas: la acertada síntesis temática que ofrece del pensamiento existencial de los poetas españoles; la recuperación de autores que suelen figurar en la letra pequeña de los libros de texto y que, sin embargo, presentan un riguroso pensamiento; y, finalmente, reforzar una tesis cada vez más presente en los estudios sobre literatura y filosofía: la intima relación que mantienen el pensamiento filosófico y la poesía sin cuyo entendimiento es difícil comprender buena parte de la cultura occidental y, más concretamente, de la española. El período estudiado en esta monografía ocupa un lugar de privilegio para observar con detenimiento esa proximidad. El libro se organiza básicamente en siete capítulos donde el tema de la existencia ocupa el núcleo en torno al cual van definiéndose todos los temas que constituyen la base del pensamiento existencialista. El profesor Peñas analiza, desde una lectura detenida de los poemas, cada uno de ellos: el tiempo, la muerte, la Nada, Dios, la Trascendencia... y pone de manifiesto la posición ambivalente de los autores respecto de cada uno de ellos desentrañando la, en ocasiones, difícil simbología que utilizan para elaborar unos conceptos que pretenden captar realidades evanescentes pero frente a las cuales se dilucida la propia existencia. Para ello Francisco Peñas hace una minuciosa y acertada selección de textos y los interpreta con fidelidad reconociendo sus fuentes y sus referencias con objeto de cubrir todos los flancos de un movimiento intelectual y poético tan complejo y disperso. Ahí reside el mayor mérito del libro en este apartado que se asienta firmemente, primero, en una sintonía intelectual conseguida tras años de estudio de este periodo y, segundo, con el correcto manejo de las técnicas filológicas y el aparato crítico. Se echa sólo en falta una más completa periodización cronológica únicamente apuntada en el capítulo preliminar y al final de la conclusión. Esto le hubiera permitido realizar una historia de los principales conceptos, el nacimiento y evolución de los mismos en un elenco de autores algunos de los cuales ya escribían hace un siglo y otros aún viven. Sin embargo esto se ha sacrificado para obtener una imagen más fija, para lograr una síntesis más cerrada de un pensamiento que aparece así, lógicamente, como sistemático. Esta es la única duda que queda tras la lectura del texto del profesor Peñas. Apreciamos, en segundo lugar, su atención a poetas que han sido menos leídos, al menos por un público menos especializado, y que obtienen así un justo reconocimiento. Pedro Rodríguez Pacheco, Victoriano Crémer, Claudio Rodríguez, José Luis Hidalgo, Francisco Brines, Ramón de Garciasol, Jesús Hilario Tundidor y otros son estudiados en igualdad de condiciones con los más consagrados para mostrar que el existencialismo ha sido en España un fenómeno más extenso de lo que se ha considerado tradicionalmente, con una gran riqueza de matices y acordes. Finalmente, hemos de considerar su atención a las relaciones entre Filosofía y Poesía a las que aludíamos al comienzo. Sabíamos por Sartre que la filosofía en tiempos de crisis se "literaturiza" pero esto parece aludir sólo a una cuestión de géneros. Ha sido, sin embargo, Heidegger con su consideración de la poesía como "forma de expresión fundadora" (p. 33) quien ha ido al fondo del asunto pues, en definitiva, la gran revolución filosófica del siglo XX ha sido de naturaleza filológica desde que Nietzsche optó por remontarse al pensamiento prefilosófico (si entendemos por filosofía la forma de pensamiento al estilo socrático). El profesor Peñas da fe de esta interrelación en las conclusiones (p. 206) pero, en realidad, todo el libro es un testimonio de las mismas y el material que se ofrece, el estudio de las fuentes poéticas y la reelaboración temática que hacen los poetas refuerza poderosamente esta tesis cada vez más consistente. En este sentido, aun no siendo el tema central del libro como el propio autor declara, hubiera merecido la pena ahondar un poco más en la originalidad de Unamuno, incluso frente al propio Kierkegaard como ya ha hecho François Meyer, e igualmente haber prolongado un poco hasta incluir a María Zambrano cuyo pensamiento aparece como heredero de ambas tradiciones. Es verdad que hay algunas alusiones pero hubiera merecido la pena cerrar más este flanco. Como sucediera con los aspectos históricos, el profesor Peñas seguramente no ha querido ceder a estas tentaciones para que aparezca más nítida su tesis: la presencia de una "actitud existencial" en buena parte de la poesía española. Eso le ha llevado a centrarse en los poemas y en sus temas nucleares, prescindiendo de otras formas de prosa poética que le hubieran planteado problemas metodológicos de otra índole y dificultado la obtención de una síntesis tan clara como la conseguida. En este sentido, el libro de Francisco Peñas realiza una importante aportación a los estudiosos de la poesía española del siglo XX apoyado en la completa bibliografía que cierra el libro y el aparato crítico y documental en que se asientan todas sus afirmaciones. Al tiempo, deja sugeridas o planteadas cuestiones sobre todo en relación con el último punto sobre las que merece la pena profundizar. José Luis Mora QUESADA, JULIO: Ateísmo difícil, Barcelona, Anagrama, 1994. 309 pp. Suele decirse que cada uno conduce como es. En verdad somos a fuerza de conducirnos de maneras determinadas. Y esto sucede con este libro, finalista del premio Anagrama del pasado año, donde el alma de su autor queda al descubierto y, por consiguiente, se nos muestra que ambas cosas son ciertas. Que estas páginas nos hacen reconocer a su autor pero que el largo esfuerzo de su escritura ha servido, no menos, para conformar a Julio tal como hoy es. Como un denso diálogo con buena parte de la filosofía y aun de la cultura hecha en Occidente, con las claves que ofrece ser un buen lector de Nietzsche y haber sido tostado de pequeño por el sol mediterráneo, esta densa reflexión de Julio Quesada se ofrece, tras siglos de apuesta por las palabras con mayúsculas y de años por pensamientos débiles, como recuperación de lo importante, o sea, de lo sencillo, lo cotidiano, y del individuo de carne e historia. Claro que esto no se consigue de cualquier manera y nada más lejos de una interpretación simplificadora o de latiguillo periodístico. Para empezar, si el libro es, al tiempo que reflexión acerca de como debería (y no debería) ser el hombre presente, expresión de esa misma forma de pensar, nos damos de bruces con un denso conocimiento de múltiples campos de la cultura, fruto de un esfuerzo necesario cuando se apuesta por la desaparición de las seguridades. Ser ateo no es apostar por la nada sino por la pluralidad, saber que no existe la Meta sino las metas. Menos aún consiste en refugiarse en el esteticismo de la evanescencia del sujeto, al contrario, tenemos que tentarnos las carnes y saber que estamos aquí, que esta es la única vida que tenemos y que hemos de vivirla con estilo. Leamos de nuevo a Ortega sin prejuicios, nos dirá Quesada, y podremos descubrir una dimensión menos sesgada de su famoso aristocratismo, hecha desde el progresismo facilón de la España de los inicios de la transición. Así pues, rechácense el historicismo y los sustancialismos, ambos adversarios de la creación, la curiosidad y la vida: recuperense la sinceridad, la valentía y el deleite y aparquense los universales vacíos; permitásenos vivir nuestra propia muerte porque eso nos obliga a la invención, la curiosidad en cada momento y no el fácil refugio en la segura inmortalidad. Es casi seguro que buena parte del cambio acaecido en la filosofía alemana de los finales del XIX tras el racionalismo, primero, y el positivismo-naturalismo, después, fuera el fruto de una lectura germanizada de valores ya cultivados por el barroco español. No fue casual la lectura de Gracián o Calderón por parte de Schopenhauer o Nietzsche. El pensamiento español del XVII, por razones históricas conocidas fue la otra cara de la modernidad —modernidad al fin y al cabo—, la del fracaso, la mueca escéptica por la razón, recordarnos la presencia de las circunstancias, recuperado por el posromanticismo alemán como antes los propios románticos alemanes habían hecho con El Quijote. Las criticas a la modernidad no eran, pues, muy originales pero sí hechas de manera brillante y satinadas con elementos de la tradición germánica. ¿Seria posible volver a dar un carácter mediterráneo a la música? O sea, ¿a la filosofía? ¿Es posible volver a jugar? ¿Es posible superar las agarraderas conceptuales y sus encarnaciones políticas, es decir, los autoritarismos, las pedagogías domesticadoras, la beatería cientista heredera del escolasticismo, los nacionalismos sustancialistas, el Estado…? Y una vez producida esta desacralización de los viejos mitos, y de experimentar las sensaciones del náufrago, abandonar la tragedia unamuniana y seguir la estela orteguiana tal como lo hace Julio Quesada en la tercera parte de su libro: superando el hombre contemplativo pero también el plebeyo. Esta creo que es la principal apuesta de este libro. Pero, una vez "mediterraneizada" la filosofía, libre del espíritu de manual y del recetario repetitivo de los éticos, liberarnos también de ese pensamiento sureño que piensa sin poner los pies en la tierra y volver a la tensión entre la espontaneidad y la cultura, entre la nación y la comunidad europea, entre el singular y el plural (no el genérico). Creo que esta propuesta no saca al hombre del mar pero lo convierte en un nadador y no simplemente en un náufrago a la deriva. Así pues, Julio Quesada no se refugia en ningún antiracionalismo ni nihilismo pero tampoco en el utilitarismo sanchopancesco a la manera como lo hace Unamuno, por una vez, en su artículo Elogio del burro. La reflexión de Quesada nos hace preferir siempre a D. Quijote porque obra por ideales, aunque esto nos conduzca a la melancolía frente al optimismo tontorrón de los mediocres que terminan por adorar otros dioses seguros que les hacen pagar el precio de la repetición. Ese sobrenombre—traslación orteguiana—como ideal moral y político hecho no de renuncias ascéticas sino de afrontar las tensiones de la vida, pensamiento y pasión, cultura y espontaneidad sería la expresión del ¡ojalá la palabra no estuviera ya gastada! humanismo a la altura de nuestro tiempo. Esa creo que es la segunda apuesta de este libro: un humanismo que nos permita vivir por nosotros mismos y no de manera vicaria en las grandes ideas forjadas ya de antemano. Vivir con los puños cerrados para retener la vida y vivirla el doble. Tras tantos años de vivir para esta o aquella idea ¡ya era hora! podemos exclamar con el autor del libro. Cuando en el horizonte de la filosofía aparece la literatura, carece de sentido su dimensión magisterial y debe colocarse donde siempre debió estar: en el ensayo. La ironía novelesca ha sido durante la modernidad la crítica más acerada al mito de la profundidad filosófica y de otras profundidades. Claro que esto sólo se descubre y se acepta cuando uno no siente miedo por atenerse a las consecuencias de vivir problemáticamente. Me refiero, claro, a la vida académica. El diálogo que mantiene Quesada con esa cultura académica afronta estos riesgos y no renuncia a la claridad -incluso alguna vez al exabrupto- de llamar a las cosas por su nombre. Sin embargo no renuncia a su formación metafísica con una salvedad: la reflexión no es sobre la Totalidad sino sobre los hombres todos con las cosas y las situaciones que forman parte de nuestras vidas. Por sus páginas pasan innumerables situaciones y referencias a cosas que el lector habrá visto en otros escenarios y eso es uno de los argumentos más claros para dotar a la reflexión de consistencia. Por eso, más que la conclusión de las dos últimas páginas, el interés radica en la fuerza, el vigor y la frescura de cada línea, correlatos en el libro con los instantes de la vida por los que Julio aboga. Esto hace de la lectura de sus páginas, también, una experiencia que deja finalmente las ganas de seguir pensando y… viviendo. Con la catarsis de la lectura comienza una vida por ensayar. En la línea del buen ensayo de la tradición española, en la estela de su apuesta por la recuperación de un Ortega libre de beatos y con las referencias del escenario que pueblan sus múltiples lecturas filosóficas y literarias, este libro de Julio Quesada es, por encima de otra cosa, una fuente de energía. Juguemos al ataque que la partida tiene una duración limitada. José Luis Mora SOBREVILLA, DAVID Y GARCÍA BELAÚNDE, DOMINGO (ed.): Lógica, razón y humanismo. Universidad de Lima, 1992. Francisco Miró Quesada Cantuarias es, en palabras de Alberto Cordero, el último renacentista que queda en Perú. Concebido en 1988 como un homenaje por sus 70 años, este libro sólo ha visto la luz en noviembre de 1992. Hay que lamentar que en el intervalo hayan fallecido dos de sus colaboradores: Héctor Neri Castañeda y José Ferrater Mora. El libro se divide en cinco partes, que muy bien pueden condensarse en cuatro. En la primera se hacen las presentaciones oficiales, y se incluyen tres interesantes páginas de los editores. La segunda, la más extensa de todas (349 páginas), incluye todas las colaboraciones sobre Miró Quesada, clasificadas en cuatro bloques temáticos (lógica, filosofía teórica, filosofía práctica y problemas latinoamericanos); en ella escriben, entre otros, José Ferrater Mora, Héctor Neri Castañeda, Lorenzo Peña, Mario Bunge, Leopoldo Zea, David Sobrevilla... al lado de genuinos representantes de la escuela analítica de Buenos Aires y de las filosofías peruana y mejicana. La tercera parte del libro, de 55 paginas de extensión, contiene las respuestas de Miró Quesada a las objeciones y críticas que se le han hecho. Y la cuarta es una bibliografía de y sobre la obra filosófica de Miró Quesada, preparada por David Sobrevilla. Por todas estas razones este libro debe leerse como un diálogo: a la lectura de cada artículo debe seguir la de la respuesta que le da Miró Quesada. La dinámica de la lectura se hará muy animada y el lector experimentará la sensación de estar en el centro mismo de la controversia. Francisco Miró Quesada ha bebido en las fuentes de Platón, Aristóteles, Leibniz, Kant, Hegel, Marx, Russell, Camus, Sartre y Leopoldo Zea. Reconoce a Newton da Costa como su principal maestro en cuestiones de lógica, y rechaza el marxismo por carecer de teorías o de hipótesis empíricamente verificables. Entre sus méritos esta el haber forjado las expresiones "lógica paraconsistente" y "lógica paracompleta" para designar, respectivamente, a las lógicas que no eliminan las contradicciones como falsas, y a aquellas en que, como el intuicionismo, puede haber proposiciones tales que ellas y sus negaciones sean ambas falsas. Preocupado por fundamentar el humanismo, Miró Quesada ha de empezar por el principio, que es fundamentar previamente la razón. La razón es lo que se opone a la fuerza, y como la fuerza es arbitrariedad, lo razonable debe ser lo no arbitrario: el principio supremo de la razón es el principio de no arbitrariedad. Ahora bien, Miró Quesada reconoce que no se puede demostrar racionalmente que se debe ser racional. "La razón", dice, "funciona como un faro que va alumbrando los territorios que explora"; las lógicas regionales se aplican a regiones objetivas, pero hay una lógica básica con que se utiliza la luz del faro que ilumina las diferentes regiones al enfocarlas. Por eso comenta Newton da Costa que "de que haya varias lógicas alternativas no se desprende la falta de unidad de la razón". Mas hay una discrepancia entre Miró Quesada y Newton da Costa sobre la historicidad de la razón: para este último, la razón se va construyendo en el curso de la historia; a lo que retorca el primero que la razón es absoluta, porque cuando la ciencia cambia y los conocimientos se transforman es como si reveláramos una fotografía: "los trazos van mostrándose poco a poco, aunque ya estuviesen allí más o menos ocultos". En consonancia con este platonismo de partida, surge la filosofía (dice Ferrater Mora) como "la ocupación de la razón sobre la razón", y filosofar es para Miró Quesada enfrentarse a la realidad para transformarla. Tras rechazar lo que llama "uso impuro de la razón" (todo esfuerzo por demostrar racionalmente la imposibilidad de la razón), Miró Quesada afirma que hay al menos tres principios racionales invariantes: el de no contradicción; el del tercio generalizado (generalización del tercio excluso a las lógicas polivalentes); y el principio de rebosamiento (por el que la razón es capaz de exceder sus propias consecuencias deductivas, como en la síntesis dialéctica, el teorema de Gödel o la ideologización de las teorías). La tarea es ahora fundamentar la razón en los distintos campos de la lógica, la ética, el derecho y la política. Tras proponer en 1978 una "lógica transmisiva", Miró Quesada sienta las bases de una "lógica jurídica idiomática": sus insuficiencias son destacadas en este libro por Raúl Vernengo, David Sobrevilla y Héctor Neri Castañeda, entre otros. La ética, el derecho y la política pueden fundamentarse a partir del principio de simetría. Si A exige a B que se comporte de cierta manera, B tiene el mismo derecho moral de exigir a A que se comporte de modo semejante. El principio de simetría es, según Miró Quesada, a priori, universal, objetivo, y no remite a ningún aspecto material de la ética; o sea que cumple los requisitos exigidos por Kant. Trasladados a la política, el derecho y la ética no han de realizar justificaciones ideológicas de los grupos privilegiados, sino esclarecimientos ideológicos. Miró Quesada no entiende la ideología en sentido marxista, sino a la manera de Destutt de Tracy, como la suma de tres factores: unos principios tipológicos (la imagen de una sociedad ideal); unos principios metamórficos (las transformaciones necesarias para realizar esa utopía); y la exigencia de realizarla. En toda ideología así entendida las proposiciones verdaderas deben deducirse de conjuntos alternativos de hipótesis no falsas, entre las que la filosofía crítica deberá pronunciarse. Se descarta como criterio explicativo el que las hipótesis sean o no compatibles con cualesquiera intereses; el único criterio aceptable es el de la verdad y la coherencia. Toda ideología, entendiéndola en este sentido, debe ser axiomatizable. Hay escasos defectos en este libro: algún error de impresión, como el artículo 660 del código civil peruano (p. 405), que pasa en la p. 407 a convertirse en el 6160; o un error más trascendente como es el no incluir en la bibliografía todas las obras que son citadas en el libro. Ello no oscurece para nada el interés que éste suscita entre nosotros. Un libro cuya tarjeta de presentación es un poema del escritor peruano José María Arguedas, defensor de los indios contra la opresión de los blancos y, por tanto, enemigo declarado de las viejas familias acomodadas como la de Miró Quesada. "Con tu corazón de niño harás revivir a los hombres de sangre congelada", le dice Arguedas a nuestro filósofo: "no te canses hermana! Pero no descanses!" Francisco Miró Quesada aúna hoy sus esfuerzos con los del profesor Mejía Huamán, volcados en la tarea de traducir Aristóteles al quechua. Arguedas no se equivocó viendo en él a un hermano. Un precioso libro, en suma, de homenaje constructivo: pero sin concesiones. Mariano Martín Isabel VV. AA.: Mundo hispánico. Nuevo mundo: Visión filosófica. Ed. Universidad de Salamanca, 1995. 591 págs. Esta obra recoge el VIII Seminario de Historia de la Filosofía española e Iberoamericana, realizado en Salamanca del 28 de septiembre al 2 de octubre de 1992. Como bien dice el profesor Dr. D. Antonio Heredia Soriano, Coordinador y "alma" de este Seminario, que inicia su andadura en 1978, el hecho de que el Seminario de l992 se dedicara a América como tema central se debe a que "el pensamiento excogitado en aquellas latitudes lo consideramos básico, no sólo para la comprensión de una parte muy principal de la historia filosófica española, sino lo que es acaso más importante, para la vitalidad y renovación de nuestro propio horizonte filosófico" (pág 15). Así ha sido desde su comienzo y esta obra, como otras que puedan realizarse en dicho Seminario Salmantino, constituyen el esfuerzo común más importante que se está realizando en España en orden a una investigación de lo que es y representa la filosofía iberoamericana. Este Seminario, de reconocido prestigio, lo es porque: a) lejos de ser tan sólo un evento social es un Seminario interno de hispanistas del interior y del exterior con un afán común: la filosofía española e iberoamericana; b) porque sus promotores, el profesor Heredia Soriano y el profesor Roberto Albares, que se ha sumado en los últimos años en las tareas de coordinación, se preocupan por idear un programa amplio y profundo. De este modo, el Seminario del 92 daba cuenta de unos apartados que respondían a serios intereses filosóficos, como: I. Elementos de la hispanización americana: Derecho, Misión, Universidad, Mestizaje. Cara y cruz de una realidad histórica. II. América en el pensamiento europeo y norteamericano. III. Pensamiento iberoamericano: Temas y figuras. IV. Iberoamérica en su pensamiento: Problemas, modelos y proyectos. En el primer grupo, se presentaron ponencias como las de Ramón Hernández (Salamanca) que trató la "Proyección internacionalista del "ius belli" de Vitoria y Soto" o la de de Mauricio Beuchot (México) "Bartolomé de Las Casas y la esclavitud de los indios". Enormemente interesante es la de Enrique Rivera de Ventosa que profundiza en los problemas teóricos y morales que ha suscitado el encuentro de España con América en su ponencia titulada "Lo vivo y lo muerto del pensamiento hispánico ante el problema de América". Los profesores Trías Mercant y Rodríguez Cruz trataron el modelo antropológico-teológico de las misiones franciscanas y la raíz universitaria en América. El tema del mestizaje fue analizado por Leopoldo Zea y Michelle Pallotini. El segundo tema fue abordado por los hispanistas extranjeros Alain Guy (Toulouse) y Nelson Orringer (EE.UU) y por la profesora de la Universidad de Salamanca, Mª del Carmen Paredes. El tercer bloque de ponencias es muy esclarecedor en el estudio concreto de pensadores iberoamericanos como los conocidos Andrés Bello e Hipolito Yrigoyen (Rogelio García Mateo), Eugenio Mª de Hostos (Manuel Baldonado Denis), José Martí (Ignacio Delgado), José Enrique Rodó (Luis Jiménez Moreno) y la de otros pensadores menos conocidos como Nimio de Anquín (Esteban Bobadilla Muñoz). El bloque cuarto se interesó por la indagación creativa, acerca de los problemas del filosofar iberoamericano. Así Armando Savignano se hace la pregunta siempre vieja y siempre nueva de "Existe una filosofía latinoamericana?" y los profesores José L. Gómez-Martínez (Athens) y Raúl Fornet-Betancourt siguen ahondado en sus ya maduras líneas de investigación acerca el primero, de la filosofía de la liberación y el segundo, sobre el pensamiento iberoamericano como base de un modelo de filosofía intercultural, entre otros trabajos presentados. Por último, el Seminario se dedicó a dos temas que tienen también una larga tradición investigadora. Uno es el estudio de las regiones y nacionalidades, que en esta ocasión se centró en el pensamiento filosófico en el País vasco y en el humanismo renacentista de Aragón; y el segundo tema cuyo título es varío, que trató interesantes temas como el de los comienzos de la historiografía filosófica en España, por Antonio Jiménez (Madrid) o una reflexión sobre el pensamiento marxista en España a cargo de Cruz Hernández. Juana Sánchez-Gey Venegas ENCUENTROS, CONGRESOS, SEMINARIOS Seminario de Filosofía Española 1995 Durante el mes de marzo de 1995, el Departamento de Filosofía III de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense, celebró el VI Seminario de Filosofía Española, bajo la dirección del Dr. Luis Jiménez Moreno, cuyo tema general fue Filosofía, ciencia y cultura en la Ilustración española, reuniendo a una serie de especialistas en la materia que discutieron sobre las características y alcance de nuestra ilustración desde dos posturas enfrentadas: la de quienes hablan de una "ilustración insuficiente" o la de quienes defienden una "ilustración posible". La conferencia inaugural estuvo a cargo de la historiadora Mª Victoria López-Cordón que se refirió a la política cultural de los Borbones y a su reformismo progresista. José Luis Abellán, por su parte, abordó el estudio de las utopías de la España ilustrada señalando que el elemento utópico, uno de los rasgos esenciales del pensamiento español, define muy adecuadamente los sueños de la razón ilustrada. La figura de Feijoo fue abordada por Álvaro Ruiz de la Peña que incidió, sobre todo, en el tema de la civilidad. Los aspectos literarios de la ilustración española fueron desarrollados por José Checa, quien analizó las poéticas del siglo XVIII con especial atención a la de Ignacio Luzán; Emilio Palacios, que habló del teatro popular frente a la reforma neoclásica; y Luis Jiménez Moreno, que se centró en José Cadalso señalando muy acertadamente la crítica cultural y social ejercida por este célebre militar a través de las Cartas marruecas. El aspecto pedagógico, una de las preocupaciones más constantes entre los ilustrados, fue abordado por Anastasio Martínez, el cual señaló la primacía de los planteamientos pragmáticos sobre los teóricos que se tradujo en un gran interés por los estudios técnicos y las ciencias útiles. El campo de la historia fue tratado por Antonio Mestre, quien se centró en el erudito valenciano Mayans y Siscar desde la perspectiva de la crítica histórica como ilustración; hizo especial hincapié en su ataque a los falsos cronicones y a las historias fabulosas que habían sembrado la historia de España de toda una serie de errores y patrañas. Dentro de las ideas filosóficas, el capítulo más desarrollado del Seminario, se pasó revista a diversos autores y temas representativos del momento. Mª Ángeles Jiménez Perona abordó el problema del feminismo en Ilustración española y Modernidad: Una perspectiva del género con referencias a Josefa Amar y Borbón, una feminista ilustrada. Amable Fernández Sanz estudió la presencia de Rousseau en los ilustrados españoles, deteniéndose especialmente en Meléndez Valdés, Montegón, Marchena, Foronda, Jovellanos y Olavide. Jorge Ayala desarrolló el humanismo filosófico de Andrés Piquer tomando, sobre todo, como referencia su Lógica moderna (1747), eminentemente práctica y orientada a evitar el error, y su Philosophia moral (1755), donde combina los aspectos prácticos con toda una serie de consideraciones teóricas. Antonio Jiménez García haba de la introducción y desarrollo del empirismo y del sensismo en España; primero, a través de Feijoo y Verney analizó cómo se fueron desarrollando las ideas de Bacon, Locke y Newton; y luego, por medio de las obras de Condillac, cómo el empirismo fue evolucionando hacia posiciones claramente sensistas que estarán vigentes en las primeras décadas del siglo XIX. Ricardo Marín Ibáñez se refirió al pensamiento crítico de Juan Pablo Forner desde el ámbito de la lengua y de la historia, insistiendo en las numerosas polémicas que llevó a cabo durante su vida. Santiago Sagredo García analizó el pensamiento de la figura central de la ilustración española, Jovellanos, deteniéndose principalmente en su sentido de estado, el localismo y la universalidad. El último bloque del Seminario estuvo dedicado a la ciencia de la ilustración. Antonio Lafuente García abordó el tema de las instituciones culturales españolas del siglo XVIII a partir del papel que jugó el estado para conseguir una verdadera institucionalización del saber y de la ciencia. José Martínez Pérez señaló los avances producidos en la cirugía y la renovación de los estudios de Medicina ante las necesidades de la armada y los ejércitos reales. Por último, Javier Puerto Sarmiento habló del papel de la botánica en las investigaciones científicas de la época y de la Institución del Real Jardín Botánico de Madrid. La conferencia de clausura estuvo a cargo de Alfonso E. Pérez Sánchez, ex-director del Museo del Prado, sobre Goya y el pensamiento ilustrado español; a través del estudio de sus cuadros y retratos mostró cómo el pintor aragonés estuvo en contacto con las figuras mas destacadas de la ilustración española, mientras que la visión de sus grabados nos presenta la denuncia de unos modos y unos usos españoles anclados en la tradición y en el pasado frente a los cuales el espíritu ilustrado ejerció una feroz crítica. Antonio Jiménez García Jornadas Iberoamericanas y VIII Asamblea del Consejo Español de Estudios Iberoamericanos Durante los días 7 y 8 de abril de 1995 tuvieron lugar, en el marco incomparable de la Sala Capitular del Monasterio de Guadalupe, organizadas por el Centro Extremeño de Estudios y Cooperación con Iberoamérica (CEXECI), unas Jornadas Iberoamericanas y la VIII Asamblea del Consejo Español de Estudios Iberoamericanos. Los actos fueron presididos por el Rector de la Universidad de Extremadura, D. Cesar Chaparro Gómez, que pronunció la conferencia inaugural. Hubo dos mesas redondas: la primera sobre Comunidad Iberoamericana, y la segunda en torno a Los estudios sobre América en España. Estado de la cuestión. En ambas intervinieron destacados miembros de la Asociación de Hispanismo Filosófico como José Luis Abellán y Tomás Mallo. La clausura corrió a cargo del Director General de Universidades de la Junta de Extremadura. Antonio Jiménez García Pensamiento medieval I. Filosofía Árabe en España Durante los meses de febrero y marzo ha tenido lugar una nueva convocatoria de la Fundación Fernando Rielo sobre pensamiento español. El ciclo que se ha inaugurado este curso académico versa sobre el Pensamiento Medieval y tratará la filosofía árabe, la judía y la cristiana sucesivamente. En este primer año se ha analizado la Filosofía Árabe en España. La primera conferencia fue impartida por el catedrático de la Universidad Complutense, Dr. D. Rafael Ramón Guerrero, con el título "Al-Farabi, maestro de los filósofos andalusíes" quien analizó ampliamente la obra de Al-Farabi deteniéndose en la influencia directa de este autor sobre numerosos filósofos del pensamiento andalusí, tanto primeras figuras como algunos otros menos conocidos, los cuales fue estudiando siglo tras siglo. La segunda conferencia del ciclo, "Amor y Belleza en Ibn/Hazm de Córdoba", fue impartida por el catedrático de la Universidad de Zaragoza, Dr. D. Joaquín Lomba Fuentes. En su conferencia analizó la obra de El collar de la Paloma destacando los grados de amor y el sentido personal de esta vivencia, además de su carácter de eternidad y la importancia de la contemplación de la belleza en el amor. "Tradición e innovación en el pensamiento andalusí", fue el título de la conferencia del Dr. D. Miguel Cruz Hernández, catedrático Emérito de la Universidad Autónoma de Madrid. Para el profesor Cruz Hernández, el Aristóteles "árabe", cargado de elementos neoplatónicos, y el pensamiento de Plotino son los dos elementos principales de la tradición en los filósofos de Al-Andalus. Citó a Al-Farabi como el verdadero iniciador; a Avempace, con su visión del vivir y pensar de un sabio en la práctica; y a Averroes, inventor del comentario literal filosófico, el introductor de un Aristóteles integral, el liberador de la filosofía respecto a otros conocimientos, y el que invoca un criterio de conocimiento basado en la experiencia. Por último, constató que las innovaciones que suponen estos filósofos andalusíes no las aprovecha tanto el Islam como la filosofía cristiana, la escolástica latina. E1 Dr. D. José Puig Montada trató el tema de "El pensamiento de Avempace y Averroes" y señaló el aristotelismo de Avempace, aún reconociendo que ha sido más estudiado su platonismo. Comentó algunos textos de Avempace, especialmente los referidos a estudios sobre la física para incidir en la influencia de éste sobre Averroes, destacando que lo que sólo era un esbozo en Avempace llegó a ser en Averroes un tratado más sustancial. Señaló la influencia de Al-Farabi en ambos. Por último la Mesa redonda que se celebró en el salón de actos de la Biblioteca Nacional contó con la participación del Director del Departamento de Filosofía de la UNED, el Dr. D. Andrés Martínez Lorca que actuó de Moderador. El coloquio, al que asistió numeroso público, subrayó la importancia e influencia de la Filosofía árabe en España donde cuenta con una larga tradición de estudios, que siguen vigentes. Juana Sánchez-Gey Venegas TESIS DOCTORALES Tesis doctorales leídas en el Departamento de Filosofía y Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Salamanca Curso 1988-89 LABAJOS ALONSO, José: "Pedro Martínez de Osma y su Comentario a la Metafísica de Aristóteles". Director: D. Mariano Álvarez Gómez. RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ, VICENTE: "La filosofía socio-económica del 'integrismo neo-católico' español del siglo XIX a través de la Revista 'La Defensa de la Sociedad' (1)". Director: D. Antonio Heredia Soriano. FLECHA ANDRÉS, FRANCISCO: "Filosofía de la educación en el pensamiento y la obra de Jovellanos". Director: D. Antonio Heredia Soriano. Curso 1989-90 MORENO RODRÍGUEZ, MARÍA PILAR: "El pensamiento de Miguel de Molinos". Director: D. Joaquín Lomba Fuentes. Curso 1990-91 WESSEL, LEONARD P.: "El realismo radical de X. Zubiri. Valoración crítica". Director: D. Mariano Álvarez Gómez. TABERNERO DEL RÍO, Serafín: "Fundamentación filosófica de la educación en Ortega". Director: D. Mariano Álvarez Gómez. Curso 1991-92 ANDRÉS MARCOS, Luis: "Miguel de Unamuno: una filosofía hermenéutica española". Director. D. Cirilo Flórez. BORREGO HERNÁNDEZ, NICOLÁS: "El puesto de Caramuel en la Historia de la Lógica". Director: D. Jorge Pérez Ballestar. PAZ MARCOS, MANUEL: "El concepto de Ciencia en Francisco Sánchez". Director: D. Cirilo Flórez Miguel. ALBARES ALBARES, ROBERTO: "Aproximación al estudio del Krausismo en la Universidad de Salamanca en la segunda mitad del siglo XIX". Director: D. Antonio Heredia Soriano. VELASCO FERNÁNDEZ, FERNANDO: "Integrismo y kraus-institucionismo: contraste y enfrentamiento de dos antropologías". Director: D. Antonio Heredia Soriano. Curso 1992-93 ARBIZU PÉREZ, JOSÉ MARÍA: "Sancho, primer intérprete de Don Quijote". Director: Mariano Álvarez Gómez. VELILLO LAFUENTE, ELOÍSA: "Formación clásica de D. Marcelino Menéndez Pelayo: El priscilianismo como síntesis y modelo de su visión del mundo antiguo". Director: D. Antonio Heredia Soriano. PASCUAL MEZQUITA, EDUARDO: "La intrahistoria del último Unamuno". Director. D. Mariano Álvarez Gómez. Curso 1993-94 EGUIZABAL SUBERO, JOSÉ IGNACIO: "María Zambrano y el conflicto de la temporalidad". Director: D. José Luis Aranguren. Tutor: D. Cirilo Flórez Miguel. Curso 1994-95 BURGUEÑO ARJONA, SUSANA: "El saber astrológico a finales del siglo XV en la Universidad de Salamanca". (Transcripción y estudio del "Opus Astrologicum" de Diego de Torres). Director: D. Antonio Heredia Soriano. OFILA DAMINA, MACARIO: "El sentido experiencial del conocimiento de Dios en San Juan de la Cruz". Director: D. Mariano Álvarez Gómez. Tesis sobre pensamiento español leídas en la Universidad Autónoma de Madrid Curso 1994-95 CHACÓN, RAMÓN: "Fernando de Castro y el problema del catolicismo liberal en España". Director: D. Diego Núñez. CRESPO CABORNERO, JUAN ANTONIO: "Teoría económica, estructura legal y educación popular en la obra de Adolfo Álvarez Buylla". Director: D. José Luis Mora. HERMIDA, FERNANDO: "Ricardo Macías Picavea y la interpretación del regeneracionismo español". Director: D. Diego Núñez. LLERA, LUIS: "María Zambrano y la mística española". Director: D. Diego Núñez. MARTÍN CABRERO, FRANCISCO: "Lenguaje y vida en Ortega". Director: D. Julio Quesada. TUR FERRER, ANTONIO: "El pensamiento social de Gumersindo de Azcárate". Director: D. Pedro Ribas. IN MEMORIAM D. Julio Caro Baroja. El pasado mes de agosto falleció en su casa de Itzea, en Vera de Bidasoa (Guipúzcoa), D. JULIO CARO BAROJA. Aunque su delicada salud era conocida, todos esperábamos mantenerlo entre nosotros. La Asociación de Hispanismo Filosófico debe recordar aquí la personalidad y el magisterio de quien fue uno de sus miembros más sobresalientes. Quienes además de aprender en su ingente obra le conocieron personalmente, le recordarán siempre como un espíritu libre y generoso que mereció muchos de los más altos galardones nacionales e internacionales por su rigor en el trabajo, por la universalidad de sus conocimientos, por su ausencia de afectación y por su aprecio por lo auténtico. Fue heredero de una gran tradición intelectual y artística (los Caro Raggio, los Nessi, los Baroja) y acrecentó más que ningún otro su legado. En su monumental biblioteca y en sus numerosos escritos no quedaron inconexas la Filosofía y la Antropología, la reflexión estética o la crítica literaria, la Ética y la Historia, España y el País Vasco, la vida y la cultura. Muchos experimentaron con él la pasión por la verdad que en todo lugar y tiempo distingue al Sabio y el acierto del consejo aristotélico: "El filósofo no debe recibir leyes, y sí darlas; ni es preciso que obedezca a otro, sino que debe obedecerle el que sea menos filósofo". Ramón Emilio Mandado Gutiérrez D. Victor Ouimette. Una vez más la muerte ha segado la vida de uno de nuestros más queridos y distinguidos miembros de la Asociación de Hispanismo Filosófico. Victor Ouimette, canadiense, nacido en la British Columbia, ha muerto en plena madurez intelectual, cuando aún esperábamos logrados frutos de incansable actividad investigadora y de un entusiasta amor por todo lo español. Se había doctorado en Yale University (EE.UU.) en 1968 y actualmente era profesor de literatura Española en McGuill University (Montreal), donde además dirigía el Departamento de Estudios Hispánicos. Su especialidad eran las corrientes intelectuales del siglo XX español, habiendo escrito libros importantes como Reason Aflame: Unamuno and the Heroic Will (1974) y José Ortega y Gasset (1982). Descubrió numerosos artículos desconocidos de Azorín, de los que hizo primorosa edición con el título La hora de la pluma (1987); también hizo lo mismo con Unamuno, recogiendo artículos nunca aparecidos en el libro y que fueron publicados entre 1931 y 1936 con el título de Ensueño de una patria (1984). Al morir estaba trabajando en un largo texto sobre El Intelectual y la política, para el que trataremos de buscar editor. En el triste "adiós" que desde aquí le dirigimos va envuelta una larga y entrañable amistad. José Luis Abellán LISTA DE SOCIOS ABELLÁN GARCÍA, José Luis. C/ Gravina, 7. 28004 MADRID. ALBARES ALBARES, Roberto. Avda. de la Ermita, 12. MONTERRUBIO DE ARMUÑA 37184 (Salamanca). ALONSO, José Ramón, C/ Reyes de España, 26, 37008 SALAMANCA ÁLVAREZ GONZÁLEZ, Mercedes, Donato Argüelles, 19, 9° D. 33206 GlJÓN (Colaborador) ASCUNCE, J. A. Paseo Berio, 43-2ºB, 20009 SAN SEBASTIAN AZANZA, Ana. C/ San Ignacio, 10, 2°, 31002 PAMPLONA (Colaboradora) AMENGUAL COLL, Gabriel. Pl. García Orell, 15. 6° 07006 PALMA DE MALLORCA. ANTHROPOS, Editorial. C/ Vallés, 47. Apdo. 347. 08190 SANT CUGAT DEL VALLES (Barcelona). AYALA, Jorge. C/ San Antonio Mª Claret, 9. 50005 ZARAGOZA. AZEVEDO, Jorge. Fac. Fª y Humanidades. Avda. Ignacio Carrera Pinto, 1025, SANTIAGO DE CHILE. BARRIENTOS GARCÍA, José.- P° Carmelitas, 64-72. 37007 SALAMANCA. BEUCHOT, Mauricio. Ap. Postal 23-161, Xochimilco, 1600, MEXICO D.F. BIAGINI, Hugo. C/ Pampa, 2536. 1428 BUENOS AIRES (Argentina). BIURRUN, José Javier. C/ Panueva, 2, 31300 TAFALLA (Colaborador) BOLADO, Gerardo. C/ Alsedo Bustamante, 3. 39001 SANTANDER. BOTTI, Alfonso. Vía Teodosia, 1. 20131 MILAN (Italia). BUENO SÁNCHEZ, Gustavo. S. Pedro de Mestallón, 8. 33009 OVIEDO CANTARINO, Elena. C/ Virgen del Olivar, 11. 46900 TORRENT (Valencia) CARCHIDI, Laura. Vía Padana. VIMODRONE (MI) 20090 Italia. CASADO MARCOS DE LEON, Ángel. C/ Marqués de Lozoya, 29. 28007 MADRID. CERUTTI GULDBERG, Horacio. C/ de Abasolo, 540, casa 5. 16020 Tepepan, Xoch., MEXICO D.F. CINDOC. Luis R. Yunta. C/ Pinar, 25. 28006 MADRID. CISNEROS, Marcelino. C/ Alcalde Sainz de Baranda, 55. 28009 MADRID COLLADO, Eugenio. C/ Los Nardos, 61. 28925 ALCORCON (Madrid). CORTIJO, Esteban. P. Rodrigo Ledesma, 10, 5ºB. 10001 CACERES CRESPO, Juan Antonio. C/ Juan XXIII, 8, 3°b, 28760 SAN SEBASTIAN DE LOS REYES (Madrid) (Colaborador) CRUJEIRAS, Mª José. Trav. de la Iglesia, portal 5B, 4° V8. 15407 CAMBRE (La Coruña). CRUZ HERNANDEZ, Miguel. C/ Francisco Gervás, 9. 28020 MADRID. CHACON GODAS, Ramón. C/ Antonio Toledano, 4. MADRID. CHAMIZO, Pedro José. C/ Rosa, 1. 29010 MALAGA. CHAVES, Concepción. C/ Magnesia, 4, 2802 l MADRID {Colaborador) D'AGOSTINO, Emilia. C/ Juan de Dios, 3. 28015 MADRID. DIALOGO FILOSOFICO. Ctra. Miraflores, 1. 28770 COLMENAR VIEJO (Madrid). DIAZ, María Dolores. C/ Casino, 8, 5°D 28005 MADRID (Colaborador) DIAZ GARCÍA, Elías. C/ Emilio Rubín, 7. 28033 MADRID. DIEZ DEL CORRAL, Luis. C/ Jorge Juan, 7. 28016 MADRID. EGUILAZ ALSUA, Carmen Mª. C/ Pedro IV el Ceremonioso, 10. 50005 ZARAGOZA. ESPINOS, Jesús Ángel. P° Extremadura, 36, 2°. 28011 MADRID. ESTEBAN, Eloísa. C/ Puerto Rico, 23. 28016 MADRID. EYMAR, Carlos C/ del Reloj, 8. 28013 MADRID. FERNÁNDEZ GAÑAN, Isabel. P° Extremadura, 36-2° izda. 28011 MADRID FERNANDEZ FERNANDEZ, José Luis. Galera, 6. 28042 MADRID FERNANDEZ SANZ, Amable. C/ Ignacio Ellacuría, 3-4°D. 28017 MADRID. FORNET BETHANCURT, Raúl. Goethestr. 43, postfach 1110 AACHEN (Alemania) FOX, Inman. Dept. of Hispanic Studies, Northwestern Univ. EVASTON, Illinois, 60201 USA. GAMBIN, Felice. Vía Forca, 20. 37041 ALBAREDO D'ADIGE (Verona) Italia. GARCIA ALONSO. Rafael. C/ Manuel Ferro, 7. 28036 MADRID (Colaborador) GARCIA CASANOVA, Juan Francisco. C/ Poeta Manuel de Góngora, 17-6ºD 18008 GRANADA GARCIA PEREZ, Arcadio. C/Faisanes (Urb. Valdelagua), 48, 37194 SALAMANCA (Colaborador) GARCÍA SIERRA, Pelayo. Avda. Constitución, 92, 1º, 33207 GIJÓN (Colaborador). GARCIA VALDIVIESO, Jesús. Avda. Pío XII, 38. 45600 TALAVERA (Toledo) GOMEZ MARTINEZ, José Luis. 315 Ponderosa Dr., ATHENS, Georgia 30605 USA. GOMEZ BLESA, Mercedes. C/ Mayor, 8 2° B, 45, 100 SONSECA (TOLEDO). GOMEZ, Raul, C/ Padul Sambara, 83, 28041 MADRID (Colaborador). GONZÁLEZ MARTIN, Fco. Javier. C/ Sambara, 83. 28027 MADRID. GONZALEZ SANDOVAL, José, C/ Huerto Marió, 15, 7º D 30009 MURCIA. GORSKI, Eugeniusz. Inst. Filozofii, Nowy Swiat, 72. 00330 WARSZAWA (Polonia). GUTIERREZ LABOY, Roberto. Apdo. 23154. Estación Universidad. 00931-3154 SAN JUAN (Puerto Rico) GUY, Alain. B.P. 7. BREMIL-LAFAGE 31280 (Francia) HEREDIA CORREA, Roberto. Biblioteca Nacional, Ciudad Universitaria. MÉXICO D.F. 04510. HEREDIA SORIANO, Antonio. C/ Crespo Rascón, 1. 37002 SAIAMANCA HERMIDA, Fernando, C/ Francisco Silvela, 77, MADRID (Colaborador) HERMIDA DEL LLANO, Cristina. C/ Santo Tomé, 6, 4° A. 28004 MADRJD. IGLESIAS ORTEGA, Luis. C/ Rodrigo de Triana, 63. 41010 SEVILLA. ILLERA BALLESTEROS, Amadeo. Hachioji-Shi, Katakura-Cho, 1074-55 TOKIO (Japón). ISEGORIA, Rev. de Filosofía. C/ Pinar, 25. 28006 MADRID. JIMÉNEZ GARCIA, Antonio. C/ María de Guzmán, 54. 28003 MADRID. JIMENEZ MORENO, Luis. Avda. de Badajoz, 15. 28027 MADRID. JIMÉNEZ ROYO, Ana Mª. Avda. del Ferrol, 21. 28006 MADRID. LAIN ENTRALGO, Pedro. C/ Ibáñez Martín, 6. 28015 MADRID. LANGELLA, Simona. C/ Meléndez, 8, 37002 SALAMANCA (Colaboradora) LANGON, Mauricio. Manzana G, 12, Solar 3. 15005 SOLYMAR (Uruguay). LARRUBIA PRADO, Paco. Dept. of Spanish Language, Georgetown Univ. WASHINGTON 20057- 0989 LASAGA, José. C/ Cuesta de Santo Domingo, 20, 3ª 4, 28013 MADRID LEYRA, Ana. Andrés Mellado, 65. 28015 MADRID. LIPP, Solomon. Univ. McGill, Dpto. Hispanic Studies, 1001 Sherbrooke West, MONTREAL H3A 1G5 (Canadá) LIZCANO, Manuel. Jardín San Federico, 5. 28009 (MADRID). LÓPEZ ALVAREZ, Juan. Fac. Filosofía y Letras, Universidad de Cádiz. C/ Bartolomé Llompart, s/n. CÁDIZ. LÓPEZ BENEDI, Juan Antonio. Parada Real, 1. 28260 GALAPAGAR (Madrid). LÓPEZ MORILLAS, Juan. Ashbel Smith Prof., Dept. of Spanish & Portuguese, Univ. of Texas, AUSTIN, Texas 78712-1155, USA. LORENZO CACERES, José A. Av. Mesa y López, 36. 35007 LAS PALMAS. LUCIO, Sergio, Río Miño, 3, 1° A. 37004 SALAMANCA (Colaborador) LLERA, Luis, Pl. de los Alamillos, 5 (Miramonte), 28200 SAN LORENZO DE EL ESCORIAL (Madrid) (Colaborador) MAILLARD, Mª Luisa, Po. Infanta Isabel, 21, 6°A, 28019 MADRID (Colaborador) MALLO, Tomás. P° de Santa María de la Cabeza, 26. 28045 MADRID. MANDADO GUTIERREZ, Ramón Emilio. C/ Gomera, 17. 28420 LA NAVATA (Madrid). MARCOS, Luis Andrés. Pedro Mendoza, 13. 37003 SALAMANCA. MARICHAL, Juan. C/ Caracas, 15. 28004 MADRID. MARTIN, Francisco José, Strada di Valdipugna, 10, 53100 SIENA (Italia). MARTIN CAMPILLO, Javier. Piscis, 4. 28007 MADRID. MARTIN PEÑASCO, Luis E. Ctra. de Galapagar, 17. 28250 TORRELODONES (Madrid) MARTINEZ ARAUJO, José Mª. Avda. Badajoz, 22. 7350 ELVAS (Portugal) MARTINEZ, Fernando. C/ Arturo Soria, 192, 2°E 28043 MADRID MARTINS, José Mª. Avda. de Badajoz, 22, 3°, 7350 ELVAS MERMALL, Thomas. 60 Plaza St. Apto. 6 N, BROOKLYN, NY 11238 USA MESA, Enrique. C/ General Pardiñas, 42, 5°Dcha. 28001 MADRID (Colaborador) MONTEIRO, María Joao. C/ Blanca de Navarra, 5, 3°C 28010 MADRID MORA LLADO, Antoni. C/ Belén, 10-2° dcha. 28004 MADRID. MORA GARCIA, José Luis. Foresta, 3, 5ºB 28760 TRES CANTOS (Madrid) MORALEJA, Alfonso. C/ Pinar del Rey, 4, 4° izda. 28033 MADRID (Colaborador) MORENO ROBLES, Carlos. Avda. de Leyva, 88. 28019 MADRID. MORON ARROYO, Ciriaco. 946 Cayuga Heights R.D.- Ithaca nº 4, 14850-1020 USA. MUÑOZ ALONSO, Gemma. C/ Federico Agustí, 11. 28023 MADRID. MUÑOZ DELGADO, Vicente. Avda. de la Merced, 27. 37005 SALAMANCA. MAESSENS, Ilse. Avda. Mate de Luna, 3125. 4000 TUCUMAN (Argentina). NAVARRO ALCALA-ZAMORA, Pura. C/Almansa, 110. 28004 MADRID. NUÑEZ RUIZ, Diego. Avda. Toscana, 12, Urb. Parquelagos. 28420 LA NAVATA (Madrid). ORRINGER, Nelson. 42, Ellise Road, STORRS, Conn. 06268 USA. ORTEGA VILLALOBOS, Julio. C/ F. García Lorca, 3. 28830 SAN FERNANDO DE HENARES (Madrid) PADILLA, Manuel. C/ La Paz, 1. 28294 ALCORCON (Madrid). PAJON, Enrique. C/ Andrés Mellado, 65. 28015 MADRID. PALLOTINI, Michele. Universitá de Parma. Vía J.F. Kennedy, 6. PARMA 43100, Italia. PECELLIN LANCHARRO, Manuel. C/ Oropéndola, 4. 06003 BADAJOZ. PEDRERO SANCHO, Luis Ignacio. C/ Trozo, 37. 40400 EL ESPINAR (Segovia). PÉREZ GONZALEZ, Fernando T. Pl. América, 2. 10001 CACERES. (Cáceres). PINEDO CASTRO, Fco. Javier. Casilla, 176. TALCA (Chile). PIÑERO, Ricardo, C/ Zamora, 49-55, 2°C, 37002 SALAMANCA (Colaborador). PIQUERO ALVAREZ, Fco. Javier. General Elorza, 25 6° p.4 33001 OVIEDO (Colaborador) RAEZ CANO, José Manuel. C/ Vital Aza, 96. 28017 MADRID. RIBAS, Pedro. Fco. de Quevedo, 11. 28700 SAN SEBASTIAN DE LOS REYES (Madrid) RODRIGUEZ, Luis. C/ Pinar, 25, 3° 28006 MADRID RODRIGUEZ DE LECEA, Teresa. C/ Joaquín Mª López, 68. 28015 MADRID. ROMERO BARO, José Mª. Fac. de Filosofía, Dpto. Filosofía Teorética. 08028 BARCELONA. ROZALEN MEDINA, José L. C/ Madre Antonia París, 4. 28027 MADRID. SALAS, Jaime de. C/ Pedro de Valdivia, 4. 28006 MADRID. SALGUERO, Ana Isabel. C/ Ibiza, 29, esc. izda. 7° B. 28009 MADRID. SALMERON, Fernando. C/ Congreso, 70, Tlaplan. 14000 MEXICO D.F. SANCHEZ, Jacinto, Crta. de Madrid, 68, 37900 SALAMANCA (Colaborador). SANCHEZ BERNARDO, Álvaro C. C/ Ricardo Ortiz, 112. 28017 MADRID. SÁNCHEZ-GEY VENEGAS, Juana. C/ Hermosilla, 5. 28001 MADRID. SANTANDREU, Margarita. C/ Aragón, 323 a. 07009 PALMA DE MALLORCA. SANTIAGO ALMAZAN, Donald. Waidmannteige, 14. 1700 WURZBURG 25 (Alemania). SANTIAGO BOLAÑOS, Mª Fernanda. Ap. 23. 40400 EL ESPINAR (Segovia). SANTOS, Ana María, República Argentina, 33 24004 LEON SANTOS GUERRERO, Julián. Pl. Sta. Isabel, 4. 45002 TOLEDO. SANTOS RODRIGO, Rosa. C/ Utiel, 3. 46020 VALENCIA. SARANYANA, Josep-Ignasi, Universidad de Navarra (Facultad de Teología) 31080 PAMPLONA (Colaborador) SERVERAT, Vicent. Saint Dominique 11, 75007 Paris SEVILLA, Elvira. Polifemo, 42, Pinar Plantío. 28220 MAJADAHONDA (Madrid) SHIMIZU, Norio. Sophia Univ. 7. 1 KIOICHO CHIYODA KY. TOKYO 102 (Japón). SIMANCAS, Moisés, C/ Maestro Bretón, 2, 28850 TORREJON DE ARDOZ (Madrid) (Colaborador) SUAREZ DOBARRIO, Fernando. P. Claret, 9. 28002 MADRID. TRIAS MERCANT, Sebastiá. Pza. de Barcelona, 20. 07011 PALMA. TRUYOL SERRA, Antonio. C/ Juan Bravo, 32. 28006 MADRID. VEGANZONES RUEDA, Jesús. C/ P. Jesús Ordóñez, 5. 28002 MADRID. WOSCIESZAK, Janusz. Ul. Petogiego, 6 m 17, WARSZAWA 01-97 (Polonia). ZARAGOZA, Mª Carmen. C/ Literato Azorín, 45. 46006 VALENCIA. ZULEMA ALVAREZ, Enrique. C/ Lamadrid, 753, Dpto.2. 5500 MENDOZA (Argentina). BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN NOMBRE Y APELLIDOS CALLE TEL. CIUDAD D. P. PAÍS deseo abonar mi cuota de 5.000 ptas., a la Asociación de Hispanismo Filosófico, por el procedimiento siguiente: ORDEN BANCARIA Banco o Caja de Ahorros Calle Código cuenta: Sucursal Ciudad Muy Sres. míos: En lo sucesivo y hasta nueva orden sírvanse atender y cargar a mi cuenta los recibos de 5.000 ptas. que con periodicidad anual les presentará a mi nombre la Asociación de Hispanismo Filosófico. Atentamente, Firma