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MEDIO AMBIENTE Y MANEJO DE LOS OCEANOS
Dos terceras partes de la superficie de la Tierra están cubiertas por océanos, que
constituyen una fuente de infinitos recursos: alimento, energía, agua,
hidrocarburos y recursos minerales. El mar, en interacción con la atmósfera, la
litosfera y la biosfera, favorece unas condiciones que posibilitan las distintas
formas de vida en el planeta. De los océanos se obtienen toneladas de pescado
cada año, sal y agua dulce. Además, el desarrollo de reservas petroleras y de gas
natural en ellos abastece gran parte de la demanda mundial de hidrocarburos
combustibles.
El día Mundial de los Océanos fue una iniciativa canadiense que tuvo lugar en
1992 en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro –aunque no ha sido oficialmente
designado por las Naciones Unidas- El Día Mundial de los Océanos es una
oportunidad para celebrar cada año la importancia de todos nuestros océanos y
nuestra conexión con el mar.
Los océanos, indispensables para la supervivencia del planeta, pasan por un mal
momento. Las zonas costeras, superpobladas, están degradadas, y la
contaminación marina acarrea la proliferación de algas que envenenan los
ecosistemas. Además, los 19 millones de toneladas de carbono inyectados
diariamente por la actividad humana pueden perturbar los recursos oceánicos.
Desde hace 45 años, la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la
UNESCO se afana por conocer mejor al “gran azul”. El doble desafío de llevar a
cabo un seguimiento global y de compartir los datos es esencial para facilitar la
activación de alertas de tsunami y crear modelos fiables, claves para nuestra
adaptación a las perturbaciones futuras. [25]
La paradoja es que los océanos atenúan el recalentamiento climático. En efecto,
absorben gran parte del principal gas de efecto invernadero, el dióxido de carbono
o CO2.
El análisis de los datos recogidos durante los últimos diez años revela un aumento
de la concentración de dióxido de carbono. Y ése no es el único problema: el
equilibrio químico de la capa superficial oceánica está amenazado por la
acidificación del agua debida a la disolución del CO2. Este fenómeno podría
causar la degradación de los ecosistemas marinos, ya que en aguas más ácidas el
coral, el fitoplancton calcáreo y los crustáceos tendrán mayor dificultad para
secretar el carbonato que forma su esqueleto. De aquí a mediados de siglo, los
arrecifes de coral, ya debilitados por el aumento de la temperatura del agua,
podrían desaparecer más rápido de lo que se regeneran. Igualmente, estos
organismos componen uno de los ecosistemas más ricos del mundo, del que
dependen miles de personas. [24]
Los Roles del Océano en el Cambio Climático
En términos generales, el océano interactúa con la atmósfera en dos principales
formas. La primer forma es física, a través del intercambio de calor, agua, y
momentum. Cubriendo más del 70 por ciento de la superficie de la Tierra y
conteniendo cerca del 97 por ciento del agua de la superficie, el océano almacena
inmensas cantidades de energía en forma de calor. Es más, el océano tiene una
inercia de temperatura relativamente grande, o resistencia para el cambio. [22]
Previamente, los científicos veían al océano como un “desierto” inmutable debido
a su lenta circulación (relativa a la circulación de la atmósfera) y su baja
productividad biológica. Sin embargo, actualmente conocemos que el
funcionamiento biológico y físico del sistema oceánico puede cambiar rápidamente
tanto en áreas pequeñas como grandes (durante un evento de El Niño). Debido a
que toma su tiempo y son modelos de cambio climático, el océano recientemente
fue catalogado por algunos científicos como la "máquina global de calor”.
Los incrementos de calor y eventualmente los escapes del océano calientan la
atmósfera, éstos a su ves generan incrementos de temperatura aéreas y, por
consiguiente, vientos. Consecuentemente, los vientos se dirigen horizontalmente
contra la superficie del mar y generan los actuales modelos del océano.
Entretanto, las variaciones en la temperatura y salinidad (o salobridad) controlan
las corrientes calidas oceánicas verticales, el agua fresca asciende, mientras la
mas fría, densa (o mas salada) tiende a sumergirse. Con el tiempo, un complejo
modelo de circulación es establecido, por lo cual, la superficie de las aguas calidas
se mueve en sentido del movimiento de la tierra donde el calor escapa mas fácil al
espacio exterior, dando lugar al establecimiento de corrientes profundas y frías en
las profundidades del océano. A través de este complejo sistema circulatorio del
océano, los océanos y la atmósfera trabajan unidos para distribuir el calor y
regular el clima. Esta circulación transporta grandes cantidades de calor,
produciendo climas más moderados en lugares cercanos al océano. Por ejemplo,
Londres es más caluroso en invierno que Toronto, aunque Londres está mas
cerca al Polo Norte.
Los modeladores del clima global estimaron recientemente que sobre el
transcurso del siglo XX, el océano ha reducido cerca de la mitad del calentamiento
de la superficie esperado debido al incremento en los niveles de gases de efecto
invernadero. Los científicos han observado una tendencia de enfriamiento global
en el Este a pesar del fuerte y frecuente evento de El Niño después de 1975. Los
modeladores concluyeron que como consecuencia de los intercambios de calor y
momentum (o interacción del aire y corrientes del agua) entre el océano y
atmósfera, la temperatura del Océano Pacífico se aumentó en menor medida que
si únicamente existiera un intercambió de calor. Así, dado su eficacia a redistribuir
el calor en sentido del movimiento de la tierra, el océano está retrasando y
regulando eficazmente el calentamiento global.
Pero los científicos no saben si el papel del océano como "moderador del clima"
persistirá a largo plazo. Hay evidencia que los grandes y abruptos cambios en la
circulación del océano han tenido impactos mayores en el clima global en el
pasado. Algunos científicos cuestionan si el modelo de circulación del océano
existente es lo suficientemente estable para resistir las tensiones del incremento
de la temperatura, el incremento de los gases de efecto invernadero y la
escorrentía del agua dulce debido a la fundición de los glaciares. Como la
proporción de escorrentías de agua dulce aumenta, se disminuye la salinidad y
densidad de la superficie del agua, incrementando su punto de congelación. Más
superficie helada impedirá el escape de calor y podría producir una mayor
reorganización del sistema de circulación del océano que a su vez, afectaría el
clima global.
Interacciones Químicas con la Atmósfera
La segunda forma de interacción entre el océano y la atmósfera es química,
debido a que el océano es tanto una fuente como un depósito de gases de efecto
invernadero. Gran cantidad del calor que se escapa del océano se encuentra en
forma de agua evaporada, el gas de invernadero más abundante en la Tierra. Sin
embargo, el vapor de agua también contribuye a la formación de nubes que
oscurecen la superficie y tienen un efecto refrescante. Finalmente, los científicos
no conocen cual proceso (nubes que oscurecen o retención del calor por el vapor
del agua) ejercerá una influencia mayor en las temperaturas globales.
De los gases de invernadero, el CO2 es quizás el más importante debido a su
vínculo con las actividades humanas. La mayoría del carbono del mundo reside en
el océano, y los procesos que resultan de los intercambios entre la superficie del
océano y la atmósfera, y entre la superficie del océano y el océano profundo, es
crítico. La química del carbono regula la transferencia entre estos sistemas, pero
los procesos biológicos, tales como la fotosíntesis que convierte al CO2 en
material orgánico, también juegan un papel importante. La disolución de este
carbono orgánico en el océano profundo es llamada “bomba biológica”. En parte,
la superficie del océano tiene concentraciones más bajas de carbono en total que
el océano profundo como resultado de las acciones de esta bomba. Algunos
científicos especulan que si el modelo de circulación del océano se rompe, podría
convertirse en una fuente en lugar de un deposito para el carbono y los niveles de
CO2 atmosféricos podrían subir aún más que lo que están actualmente. [22]
Se sabe que los eventos a corto plazo, como El Niño, afectan dramáticamente las
concentraciones de fitoplancton en el Pacífico oriental, los científicos no están
seguros de cómo, a largo plazo, los cambios en la circulación del océano y la
fuerza atmosférica afectarán la productividad del océano. Durante un evento de El
Niño, la cadena alimenticia marina completa se rompe. Los peces más grandes y
mamíferos deben pasar hambre o moverse a dónde el fitoplancton sea más
abundante.
NATURALEZA Y SEVERIDAD DE PROBLEMAS
Es probable que los cambios significativos del ambiente marino estén
acompañados con un aumento de temperatura superficial entre 1ºC - 3.5ºC para el
2100. Los cambios en la frecuencia de eventos meteorológicos extremos (sequías,
inundaciones, huracanes) podrían generar un daño significativo a los ecosistemas
de la zona costera. Altas temperaturas y humedad pueden llevar a aumentos de
episodios de enfermedades e infecciones en la piel, tejidos y huesos. Los cambios
del nivel del mar pueden llevar a la pérdida de hábitats costeros bajos. Los
cambios en los modelos de circulación de océano/atmósfera podrían afectar la
dinámica de poblaciones de peces. Adicionalmente los cambios en la capa de
hielo y el ozono estratosférico pueden llevar a un incremento de estrés en muchas
especies polares (GESAMP No. 71, 2001).
Especificando la naturaleza y particularmente la severidad de los problemas (es
decir, impactos en ambientes marino-costeros y de agua dulce resultados de las
actividades realizadas en la tierra) deben ser preparados en varias escalas. En
escalas locales, pueden percibirse los problemas y priorizarse de manera diferente
que en una más grande (regional y global). Cada revisión regional ha intentado
definir la naturaleza y la importancia relativa de los problemas a escala regional y,
en muchos casos, especificar la importancia relativa de los problemas específicos
al componente (es decir, nacional). Desde una perspectiva global, los problemas
contemporáneos pueden ser divididos en dos categorías: (i) daño real o
comprendido a los recursos marinos y conveniencias; y (ii) amenazas potenciales
de daño. En escalas locales y regionales, la naturaleza específica de los
problemas está muy pocas veces lo suficientemente específica como para hacer
posible una asignación inequívoca a ambas categorías.
Reduciendo la incertidumbre científica sobre el papel de los océanos en el cambio
climático, cómo los océanos afectarán y responderán a él, así como las
consecuencias a las poblaciones biológicas de la Tierra, incluyendo humanos, son
una prioridad científica internacionalmente reconocida. Cualquier lista de temores
globales con respecto a la deterioración del ambiente marino contendría los
siguientes puntos que no están presentados en orden implícito de severidad o
importancia:
 Eutrofización
 Efectos de Anoxia en las Aguas Costeras Poco profundas
 Afloramiento de Algas Nocivas
 Efectos de Contaminantes Clásicos
 Efectos de la deforestación
 Disminución o Pérdida de Pastos Marinos
 Efectos del incremento o disminución de la movilización de los sedimentos
 Disminución o Pérdida de los Arrecifes de Coral
 Pérdida de Humedales
 Declives en los Manglares
 Alteración y Destrucción de los Hábitats y Ecosistemas
 Transferencia de especies peligrosas en áreas costeras
 Cambio Climático
 Aumento en el Nivel del Mar
 Inundaciones como Consecuencia de Alteraciones Físicas
 Cambio en las Corrientes
 Incremento de Riesgos en la Salud Humana
 Reducción de la Biodiversidad
 Efectos de la Maricultura Intensiva
 Sobrepesca
 Prácticas Pesqueras Destructivas
 Disminución y Alteración de Pesquerías
 Efectos de la Operación de Recursos Minerales Costeros, Particularmente
Arena y Grava
 Enfermedades
 Desechos
Adicionalmente existen otros problemas, entre los que se encuentran los
problemas con las pequeñas islas y un eventual ascenso en el nivel del mar, el
turismo y el incremento de la población en zonas costeras.
ALGUNAS ACCIONES MUNDIALES REALIZADAS PARA PREVENIR Y
MONITOREAR LOS CAMBIOS EN NUESTROS OCÉANOS
Monitoreamiento de los Océanos
Apoyado por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental -COI, este proyecto
trata de comprender mejor el papel que los océanos desempeñan en el cambio
climático. Desde 2000, barcos y aviones han arrojado al mar varias boyas con
instrumentos de medición, a un ritmo constante de unas 80 boyas al mes. A finales
de agosto de 2005 había un total de 1.955 aparatos instalados, frente a los 3.000
previstos, lo que significa una cobertura casi mundial, aunque no uniforme.
Sin embargo, aunque los conocimientos progresan, los océanos aún no han
librado todos sus secretos. Ocupan el 71% de la superficie terrestre y
desempeñan un papel esencial en la regulación del clima, pero son imposibles de
reproducir en laboratorio, por lo que su estudio pasa solamente a la observación.
Además, la oceanografía es una ciencia joven que cuenta todavía con las
inmensas redes de medición que tiene, por ejemplo, la meteorología. Su objetivo
es recopilar datos sobre el medio marino y hacerlos extensivos a los Estados
Miembros.
Mejoramiento de modelos para la prevención
Más de la mitad de la población mundial vive a menos de 200 km. de las costas.
Esta concentración es la causa principal de contaminación del litoral, causada en
70% por aguas sucias y desechos domésticos e industriales vertidos en el mar. La
pesca, de la que dependen muchos países en desarrollo, es también un factor
inquietante. La explotación de los recursos pesqueros es tal que en quince años
han desaparecido de 50 a 90% de los mayores peces predadores. [21]
Por otra parte, las corrientes marítimas propagan a gran escala anomalías
climáticas como El Niño, cuyos efectos devastadores como la dispersión o
disminución de peces, sequía, lluvias torrenciales, entre otros, se sienten desde
Alaska a Australia y desde África a Brasil. En 1997 este fenómeno afectó al menos
a 125 millones de personas y causó 30.000 millones de dólares en daños debido a
inundaciones, incendios forestales y ciclones.
Dinámica de Ecosistemas Oceánicos Globales
GLOBEC (Global Ocean Ecosystem Dynamics) fue una iniciativa del Comité
Científico de Investigaciones Oceánicas (Scientific Committee on Oceanic
Research -SCOR) y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental -COI, de la
UNESCO en 19991, para entender como el cambio climático afectará la
abundancia, diversidad y productividad de las poblaciones marinas
comprendiendo un mayor componente de ecosistemas oceánicos.
El propósito de GLOBEC es avanzar en el entendimiento de la estructura y
funcionamiento de los ecosistemas oceánicos globales, sus mayores subsistemas
y la respuesta de fuerza física para que la capacidad pueda ser desarrollada para
prevenir las respuestas de los ecosistemas marinos al cambio global. [11]
Perspectivas Regionales
Existen esfuerzos regionales para proteger el ambiente marino y costero los
cuales empezaron desde hace 20 años. El Programa de las Naciones Unidas para
el Medio Ambiente -PNUMA inició su Programa de Mares Regionales en 1974, el
programa es el canal para la mayoría de los trabajos del PNUMA para proteger el
ambiente marino y costero. El Plan de Acción Mediterráneo, el primero de los
planes de acción de Mares Regionales del PNUMA fue adoptado en 1975, y su
marco legal (Convención de Barcelona) en 1976. Aproximadamente al mismo
tiempo, los acuerdos de los mares regionales para la protección del ambiente
marino se adoptaron, independientemente del Programa de Mares Regionales del
PNUMA, para el Mar Báltico (Convención Helsinki, 1974) y el Atlántico Noroeste
(Convención de Oslo, 1972 y Convención de París, 1974).
La protección de océanos, mares y zonas costeras es un complejo problema que
demanda un acercamiento integrado multisectorial. El PNUMA trabaja en la
protección del ambiente marino y refleja ese acercamiento, específicamente a
través de sus programas de mares regionales y su implantación en el programa
global de Acción para la Protección del Ambiente Marino de las Actividades
realizadas en Tierra (GPA). PNUMA apoya la acción práctica para proteger el
ambiente marino a través de Global Environment Facility (GEF). [34]
Aumento en el Nivel del Mar
Las estimaciones de proyecciones del aumento en el nivel del mar en un futuro, se
han realizado desde los años 80’s cuando se estimaba que el nivel del mar
aumentaría entre 50 y 200 cm. para el año 2100; esto asumiendo que la
temperatura global del planeta aumentaría en 4ºC en los próximos 75 a 100 años.
En los años 90’s a través del Panel Internacional de Cambio Climático
(Intergovernmental Panel on Climate Change -IPCC 1990ª; 1992) se produjeron
mejores estimativos que oscilaban entre 100 y 50 cm., dándose una voz de alerta
a todas las naciones costeras del mundo para que se preparasen para dicho
cambio.
En el resumen realizado por el Grupo de Trabajo I del IPCC (Summary for
Policymakers –SPM, 2001), las últimas predicciones, muestran un aumento global
del nivel medio del mar entre 0.1 y 0.2 metros durante el siglo XX (INVEMAR,
2003).
De igual forma se afirma que, el calor oceánico global, se ha incrementado desde
finales de los años 50, periodo desde el cual se han obtenido mediciones
confiables de temperatura subsuperficial del mar. El promedio mundial del nivel del
mar, está proyectado a aumentar entre 0.09 a 0.08 m. entre 1990 y 2100. Se
asume que este aumento estará provocado principalmente por la extensión termal
de la masa de agua marina y a la pérdida en las capas de hielo glacial (INVEMAR,
2003).
Respuesta Colombiana ante un rápido ascenso en el nivel del mar
Numerosos esfuerzos se ha realizado para tratar de entender si las tendencias
actuales de ascenso del nivel del mar van a llegar a niveles tan críticos que
afecten la vida humana en las zonas costeras. Sin embargo, es poco lo que se
sabe sobre están tendencias en Colombia y si las tendencias globales son válidas
para sus zonas costeras, reconociendo que el aumento del nivel del mar afecta las
regiones de manera diferente y según las circunstancias propias de cada una
(INVEMAR, 2003).
Atendiendo el mandato de la Segunda Conferencia ambiental y de Desarrollo
(UNCED-2) llevada a cabo en Junio de 1992; de la Convención de Diversidad
Biológica (CBD) en el Mandato de Jakarta 1995 y de la Convención Marco de
Cambio Climático (CMCC) de las Naciones Unidas, Colombia, un país con
extensas costas sobre el mas Caribe y el océano Pacífico, se ha observado la
necesidad de manejar sus recursos marinos y costeros de una manera integral,
holística, ordenada y sostenible, de forma muy distinta a la llevada a cabo hasta el
momento.
Manejo de Zonas Costeras
Las presiones económicas, ambientales y demográficas convergen de forma
brusca en las regiones costeras del mundo, creando una situación compleja que
presenta un desafío multidimensional a su manejo eficaz, sostenible y de
gobierno. Las aguas costeras son las áreas más productivas y biodiversas de los
mares (90% de la captura global de peces provienen de aguas costeras), las
tierras costeras están intensamente pobladas (60% de la población humana
mundial vive dentro de los 200 km de la costa) y numerosos episódicos de eventos
físicos son el resultado de la interacción océano-atmósfera, así como las
actividades antropogénicas, sucesos e impactos en las zonas costeras incluyen:
tsunamis, huracanes, afloramiento de algas nocivas, derrames de petróleo y
eutrofización.
Adicionalmente, muchas de las consecuencias de cambio climático global se
manifestarán en las áreas costeras (aumento del nivel del mar, inundaciones
costeras, erosión costera, cambios en los modelos del clima, etc.). Es más, la alta
concentración de diversos actores involucrados que compiten a menudo por los
diferentes usos del mismo espacio crea conflictos; pesca comercial, pesca
artesanal, turismo y recreación, transporte marítimo, extracción de recursos no
vivos (petróleo, gas, corales, etc.), acuacultura, intereses de seguridad industriales
y nacionales están todos activos en la zona costera. Además, como la población y
la industrialización aumentan, la importancia económica, ambiental y social de
esta área aumenta también, intensificando las presiones en los recursos
costeros.[5]
Definición de Contaminación Marina
Contaminación del ambiente marino significa “La introducción por el hombre,
directa o indirectamente, en el medio marino (incluyendo estuarios) de sustancias
o de energía que provocan efectos nocivos que dañan a los seres vivientes, ponen
en peligro la salud humana, dificultan las actividades marinas, incluida la pesca,
perjudican la utilización del agua del mar y reducen su disfrute” (GESAMP No. 30,
1986).
El manejo ambiental consiste en formular y aplicar estrategias para que puedan
utilizarse recursos de un determinado ecosistema de una manera eficaz y
sostenible en el contexto de las metas socio-económicas y políticas globales y
específicas de una sociedad.
Contaminación Marina y Vertimientos
Globalmente, las principales fuentes de contaminación marina son las escorrentías
y las descargas por trabajos terrestres (44%), descargas por trabajos terrestres
hacia la atmósfera (33%), actividades de transporte marítimo (12%) y
producciones de petróleo y gas cercanas a la costa (1%). En cuanto a los
vertimientos, su contribución relativa a la contaminación marina se estima en un
10%.
Vertimientos
Los vertimientos son definidos bajo la Convención de Londres de 1972 como toda
evacuación deliberada en el mar de desechos u otras materias, efectuada desde
buques, aeronaves, plataformas u otras construcciones en el mar; y todo
hundimiento deliberado en el mar de buques, aeronaves, plataformas u otras
construcciones en el mar. Excluye además como vertimientos a la evacuación en
el mar de desechos y otras materias que sean incidentales a las operaciones
normales de buques, aeronaves, plataformas u otras construcciones en el mar y
de sus equipos o que se deriven de ellas, excepto los desechos y otras materias
transportados por o a buques, aeronaves, plataformas u otras construcciones en el
mar, que operen con el propósito de eliminar dichas materias o que se deriven del
tratamiento de dichos desechos u otras materias en dichos buques, aeronaves,
plataformas o construcciones.
Tierra y Mar
Casi todos los problemas de los océanos comienzan en la tierra. Aquí es donde
virtualmente toda la contaminación se origina, proveniente de los trabajos de
fábricas y aguas residuales dirigidas a las costas, de fertilizantes o pesticidas
diluidos en ríos y arrojados al mar, u originados por metales y químicos emitidos
de las descargas de automóviles e industria y llevados a grandes distancias por la
acción de los vientos a los océanos. Las actividades humanas en la tierra -desde
rellenos de humedales con basura a la venta de elementos extraídos de los
arrecifes de coral, desde la tala del mangle hasta los cambios en la línea de costageneran una gran presión sobre los ecosistemas y hábitats del mar y la costa. Las
actividades realizadas en tierra son responsables de casi todas las emisiones de
los gases de efecto invernadero y el debilitamiento de la capa de ozono que tienen
gran efecto en los océanos. Incluso las decisiones que guían las flotas pesqueras
y otras naves que navegan los mares son tomadas principalmente en tierra.
(GESAMP No 70, 2001).
Generalmente no se puede culpar los efectos en los mares sobre las fuentes
individuales o actividades. Estas son principalmente el resultado del efecto
acumulativo de una gran variedad de ellos, los cuales varían en importancia de un
lugar a otro, y no siempre puede encontrarse con gran certeza. De hecho, puede
ser difícil de medir cantidades incluso de pequeños cantidades de contaminantes
que llegan a los océanos, particularmente cuando provienen de las tales fuentes
diversas como la agricultura o el tráfico. Pero es posible describir la naturaleza y
consecuencias de las categorías particulares de las actividades realizadas en la
tierra basándose en condiciones cualitativas (y en ocasiones cuantitativas).
Los procesos ambientales y los sistemas ecológicos están fuertemente
influenciados por los sistemas sociales y económicos y, a su vez, se influyen
mutuamente. Una alta proporción de la población mundial vive en las áreas
costeras, y muchas de estas personas se derivan de los beneficios del uso de los
recursos marinos y costeros, del empleo relacionado con actividades costeras y
marítimas, y de las oportunidades de recreación costeras. Sin embargo, la presión
de la población, los modelos de consumo, y las crecientes demandas para los
espacios y recursos -combinado con el pobre desempeño económico y el
empobrecimiento de una gran parte de la población global- debilitan el uso
sostenible de océanos y áreas costeras, y de sus recursos (GESAMP No 71,
2001).
Colombia, el país más septentrional de Suramérica, está bañado en el norte por el
Mar Caribe y en el occidente por el Océano Pacífico con sus extensos litorales.
Las zonas costeras de la región del Caribe, presentan un alto grado de
contaminación causado principalmente por desechos domésticos e industriales.
Las descargas domésticas no están sujetas a tratamiento y son vertidas
directamente en las aguas costeras o a través de los ríos, como el Magdalena, el
cual drena la hoya hidrográfica del mismo nombre y que a su vez está constituida
por 31 ríos, de los cuales el Cauca y Bogotá, son los mayores receptores y
conductores de toda índole de contaminantes (INVEMAR, 2005).
La franja costera del Pacífico colombiano está siendo afectada por descargas de
desechos industriales. Igualmente se observa en determinadas áreas un impacto
local por las actividades humanas, en particular en los departamentos del Valle del
Cauca y Nariño. En la región del Pacífico la mayor parte de los desechos que se
producen se vierten al río Cauca, y a través de él, al río Magdalena, el cual se
extiende a lo largo del país (INVEMAR, 2005).
Con el fin de continuar el seguimiento sobre los impactos causados por los
contaminantes que afectan la calidad del agua marino-costera y que son
tributados por las diferentes fuentes de contaminación, desde 2001 se cuenta con
una red de estaciones, las cuales han permanecido en general invariables, salvo
en los casos en que los resultados y necesidades han requerido la realización de
ajustes. Dichas estaciones incluyen: las vías de entradas y conexión al mar,
comprendiendo estas los principales ríos, desembocaduras, estuarios, ciénagas y
playas fundamentalmente.
Acción
La acción para proteger y conservar los océanos (y la solución del daño) no se
está dando con las continuas amenazas que se presentan a sus recursos y
servicios. Ha habido algunos éxitos importantes en la última década en el
mejoramiento de la calidad del ambiente de las costas y mares. Pero, en general,
su degradación ha continuado y, en muchos lugares, se ha intensificado. Mientras
el océano abierto permanezca todavía relativamente inalterado, los impactos en
las áreas costeras (tanto en la tierra como en el mar) siguen creciendo,
particularmente en los aumentos de la población mundial y el consumo.
Causas del Fracaso
La principal causa de los problemas que afligen a los mares del mundo y sus
costas radica en parte en el fracaso de los gobiernos para proporcionar un
compromiso político y financiero que sea suficiente y en la falta de capacidad que
deben tomar para realizar acciones eficaces aun cuando se planeaba. Pero
también se debe mejorar en las fuerzas que impulsan las acciones sociales,
políticas y económicas. Las cuales constantemente están confrontando a los
gobiernos, particularmente en los países en vías de desarrollo, con las
necesidades a corto plazo que deben ser satisfechas, limitando así su habilidad
para adoptar e implementar soluciones eficaces a largo plazo.
Ciencia y Política
Científicos, administradores y políticos deben trabajar unidos eficazmente para
que los mares y las costas sean protegidos y desarrollados, y sus recursos
puedan ser usados sosteniblemente. Cuando no interactúan de una manera
equilibrada es difícil desarrollar soluciones racionales. Por ejemplo, las
prohibiciones de las descargas de basuras al mar no han estado justificadas para
la protección del ambiente o la salud pública. De hecho la disposición en el mar
puede ser la mejor opción para algunos materiales en ambas lados; pero esta
importante opción se ha excluido.
La mayoría de las decisiones que afectan al ambiente son tomadas por razones
sociales y económicas, influenciadas altamente por la política. Es cierto que estas
decisiones deben ser políticas; pero se deben documentar científicamente, y no
manejar a corto plazo las consideraciones financieras. No se puede manejar los
océanos y sus recursos sabiamente sin la información confiable y oportuna que
sólo la investigación científica interdisciplinaria y la observación puede
proporcionar. Estas necesidades están aumentando así como el rápido y
constante cambio ambiental y se debe ver como valioso, incluso en condiciones
económicas. El método científico es la única base racional por estimar vacíos e
incertidumbres en nuestro conocimiento y para trabajar en las probabilidades de
los riesgos involucrados en las distintas decisiones sobre políticas y manejo.
Desafortunadamente, administradores y tomadores de decisiones reciben sólo una
pequeña proporción de conocimiento científico existente que puede servir. Los
científicos, por su parte, no involucran a los administradores y tomadores de
decisiones lo suficiente en el diseño de la investigación y en la definición de qué
información espera para recibir de dichos informes.
El objetivo de la política y el manejo debe ser el de lograr el más grande beneficio
a largo plazo a la sociedad generando opciones sabias y consistentes en los
intercambios entre el desarrollo económico y la protección del ambiente. Hay
varias técnicas para establecer tales “beneficios sociales netos”; el elemento más
importante en todos es valorar los beneficios que un ambiente saludable da a la
sociedad que en la actualidad no tiene un precio en el mercado o tienen un precio
demasiado bajo. A menudo esto involucra juicios de valores que sólo la sociedad
puede hacer, normalmente a través de gobiernos y líderes elegidos.
UN ACERCAMIENTO INTEGRADO
Muchos de los problemas ambientales de los mares y costas no pueden conllevar
al aislamiento. Se entrelazan fuertemente entre sí. Los ambientes de tierra y mar
son interdependientes, unidos por complejas interacciones atmosféricas,
geológicas, físicas, químicas, y biológicas. Las actividades humanas las afectan, e
incrementan, estos ambientes también dependen de factores económicos y
sociales. Y los problemas cruzan los límites físicos e institucionales, para que
puedan tener una cooperación internacional para establecer objetivos comunes e
implementar políticas compatibles y programas.
Los administradores ambientales y políticos actualmente están concientes cada
vez más de que sólo se pueden lograr soluciones duraderas a través de un
acercamiento comprensivo, sistemático y sostenible y ese manejo planteado para
los mares y líneas costeras y ríos y sus cuencas debe ser coordinado.
Esto, a menudo es llamado Manejo Costero Integrado (MCI). El cual provee un
marco para la integración de los intereses ambientales, económicos, sociales,
culturales y de salud pública para asegurar un desarrollo sostenible. Puede operar
en niveles diferentes. Así el MCI, como ejemplo, podría evolucionar de un acuerdo
en un programa local con unos problemas urgentes como la protección de hábitats
o el tratamiento de aguas residuales a programa más comprensivo nacional o
regional.
El concepto de MCI es simple, pero implementarlo es a menudo difícil e
inconsistente en la práctica. Como allí tanto ganadores como perdedores tendrán
intereses diferentes, las políticas son determinadas a menudo eficazmente por
aquéllos con gran poder de influencia para asegurar que sus opiniones e intereses
prevalezcan. La falta de fondos y habilidades pueden limitar el MCI, y muchos
países pueden necesitar ayuda técnica y financiera.
Hay tres acercamientos amplios hacia el MCI:
 Un mecanismo institucional integrado
 Un acercamiento institucionalmente coordinado,
 La coordinación institucional lograda a través de la consulta
En la última década se ha vuelto práctica común para los Estados costeros llevar a
cabo estudios de factibilidad sobre Manejo Integrado de Zonas Costeras,
seleccionando una o más áreas para proyectos pilotos. El estudio de factibilidad
entonces determina si el Manejo Integrado de Zonas Costeras es apropiado para
el país al mismo tiempo que provee información sobre el diseño de programas
nacionales o regionales (Steer et al, 1997).
Colombia, al igual que la mayoría de las naciones del mundo, ha venido manejado
sus recursos marinos y costeros a través de su legislación existente. Por ejemplo
se ha tenido un estatuto para el manejo de los recursos naturales renovables, un
estatuto para el manejo de la pesca y un sistema nacional de áreas protegidas. La
autoridad marítima ha ejercido funciones sobre los litorales marinos aplicando
principalmente la norma constitutiva, dentro de la cual estuvieron regulados hasta
finales de los años 80 la mayoría de los actos administrativos sobre el litoral, como
es el caso de las concesiones.
Los esfuerzos realizados antes de los años 80’s para iniciar una administración de
la zona costera integrada sobre bases científicas no fueron fructíferos. Hasta 1984
el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas (CIOH) de la
Dirección General Marítima y Portuaria (DIMAR) de la Armada Nacional, hizo la
primera aproximación multisectorial y holística aunque no integrada al tema de
manejo costero en Colombia. Posteriormente se han venido efectuando algunas
acciones de seguimiento aislado. Solo hasta después de la creación del Ministerio
el Medio Ambiente (MMA) (Ley 99 de 1993) y la reestructuración del Instituto de
Investigaciones Marinas y Costeras INVEMAR como Institución de carácter
Nacional en el tema marino y costero, se ha comenzado a atender, discutir y
asumir el tema de MIZC a un nivel adecuado en el Estado, a través del liderazgo
asumido por dicho Ministerio con el apoyo científico y técnico del INVEMAR (MMA,
2001).
DEFINICIÓN DE LA ZONA COSTERA COLOMBIANA
La zona costera colombiana es un espacio del territorio nacional definido con
características naturales, demográficas, sociales, económicas y culturales propias
y específicas. Está formada por una franja de anchura variable de tierra firme y
espacio marítimo en donde se presentan procesos de interacción entre el mar y la
tierra; contiene ecosistemas muy ricos, diversos y productivos dotados de gran
capacidad para proveer bienes y servicios que sostienen actividades como la
pesca, el turismo, la navegación, el desarrollo portuario, la explotación minera y
donde se dan asentamientos urbanos e industriales. Es un recurso natural único,
frágil y limitado del país que exige un manejo adecuado para asegurar su
conservación, su desarrollo sostenible y la preservación de los valores culturales
de las comunidades tradicionalmente allí asentadas (MMA, 2001).
El desarrollo en los litorales dio origen a una serie de actividades que se insertaron
en las zonas costeras, las cuales, vienen potenciando un marcado deterioro
ambiental de los ecosistemas marinos y costeros. Estos usos múltiples del
territorio no siempre son compatibles y algunos son excluyentes unos de los otros,
generándose conflictos. Entre las actividades que generan importantes impactos
ambientales en los espacios oceánicos y la zona costera colombiana se
encuentra:
 Población y patrones de asentamiento
 Pesca y acuicultura
 Disposición final de residuos
 Puertos y transporte marítimo
 Infraestructura costera (alteraciones ocasionadas por la construcción vial)
 Actividades agropecuarias y agroindustriales
 Minas y energía
 Turismo y recreación
 Desarrollo industrial y comercial
 Áreas protegidas para la conservación de los ecosistemas costeros y marinos y
sus recursos
Áreas protegidas para la conservación de los ecosistemas costeros y
marinos
El establecimiento de áreas protegidas en el País de carácter estricto ha sido un
elemento clave para la conservación de la naturaleza y el Estado ha definido en
este contexto, la estrategia de conservación más clara y contundente, utilizando
como instrumento fundamental el Sistema de Parques Nacionales.
El Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) cuenta en la actualidad cuenta
con 51 Áreas Naturales Protegidas con una extensión aproximada de 10.5
millones de ha dentro del Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN), el
cual es manejado por la Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques
Nacionales Naturales (UAESPNN), adscrita al Ministerio de Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Territorial –MAVDT, antiguamente Ministerio de Ambiente -MMA. Esta
cifra representa el 9.0 % del territorio nacional, si consideramos únicamente la
parte terrestre (1.138.914 km2) (MMA, 2001), pero en realidad cubre sólo 4.4% del
territorio nacional, si contemplamos también la parte marina (988.000 km2). Es
decir, Colombia tiene protegido menos del 0.5 % de sus áreas marinas, lo cual
resulta insuficiente para proteger la representatividad ecosistémica marino-costera
presente en el territorio nacional, de acuerdo con los estándares internacionales y
las metas propuestas a futuro dentro del Convenio de Diversidad Biológica –CDB
(Alonso, 2005).
Dentro del Marco del Convenio de Diversidad Biológica (CDB), Las Partes del
Convenio se reunieron en la denominada COP-7 en Kuala Lumpur, Malasia, en
febrero del 2004, con la finalidad de discutir, por primera vez en sus doce años de
existencia, el tema de las áreas protegidas. En esta reunión se adoptó, mediante
la Decisión 28 (COP-7/28) un Plan de Trabajo para Áreas Protegidas, cuya
finalidad es apoyar el establecimiento y mantenimiento al 2010 para las zonas
terrestres y al 2012 para las zonas marinas de sistemas nacionales y regionales
completos, eficazmente gestionados y ecológicamente representativos de áreas
protegidas, las cuales colectivamente, entre otras cosas, por conducto de una red
mundial, contribuyen al logro de los tres objetivos del convenio y a la meta del
2010 de reducir significativamente la tasa actual de pérdida de la diversidad
biológica en los planos mundial, regional, nacional y subnacional y a la reducción
de la pobreza, apoyando así los objetivos del Plan Estratégico del Convenio, el
Plan de Aplicación de la Cumbre de Desarrollo Sostenible y las metas de
desarrollo del milenio.
Para el 2012, Colombia como país firmante, debe tener listo un Sistema Regional
o Nacional de redes de AMP bajo el concepto de Manejo Integrado de Zonas
Costeras –MIZC (SCBD, 2004). De estas áreas, en Colombia solo doce (12) son
de carácter marino, marino costero o costero únicamente (8 en el Caribe y 4 en el
Pacifico).
En la COP- 7, siete ONGs internacionales, The Nature Conservancy, entre ellas,
presentaron el Joint NGO Statement and Joint NGO Pledge on Protected Areas,
documento donde manifiestan su voluntad y compromiso de apoyar la
implementación del PTAP, mediante la activa participación y aporte a largo plazo
en los esfuerzos de las Partes dirigidos a establecer sistemas de áreas protegidas
efectivos y representativos, la financiación de áreas protegidas y el fortalecimiento
de la capacidad.
Por lo anterior se firmó un Memorando de Entendimiento como un mecanismo
para atender los compromisos establecidos en la COP-7, que se constituyen en
una oportunidad sin precedentes para elaborar una agenda efectiva que permita la
consolidación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) de Colombia, el
cual esta constituido no solamente por las áreas protegidas de diferentes niveles,
si no por los aportes o acciones de diferentes organizaciones que son
protagonistas en la consolidación del sistema. Los firmantes de este Memorando
de Entendimiento son: Invemar, TNC, UAESPNN, el Instituto de Investigación de
Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt (IAvH); La Asociación Colombiana
de Autoridades Ambientales (ASOCARS); la Asociación Red Colombiana de
Reservas Naturales de la Sociedad Civil; Conservación Internacional (CI); y World
Wildlife Fund, Inc. Programa Colombia (WWF).
En la actualidad el Sistema cuenta con 49 Áreas de las cuales once (11) son de
carácter costero y marino, siete (7) de ellas en el Caribe y cuatro (4) en el
Pacifico:
 Parque Nacional Natural Tayrona
 Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta
 Parque Nacional Natural Corales del Rosario y San Bernardo
 Parque Nacional Natural Old Providence McBean Lagoon
 Santuario de Fauna y Flora los Flamencos
 Vía Parque Isla de Salamanca
 Santuario de Fauna y Flora Ciénaga Grande de Santa Marta
 Santuario de Fauna y Flora Mono Hernandez
 Parque Nacional Natural Gorgona
 Parque Nacional Natural Utría
 Parque Nacional Natural Sanquianga
 Santuario de Fauna y Flora Malpelo
En Colombia, la Política Nacional Ambiental para el Desarrollo Sostenible de los
Espacios Oceánicos y las Zonas Costeras e Insulares de Colombia –PNAOCI,
tiene como objetivo general el de propender por el desarrollo sostenible de los
espacios oceánicos y las zonas costeras, que permita mediante su manejo
integrado, contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la población
colombiana, al desarrollo armónico de las actividades productivas y a la
conservación y preservación de los ecosistemas y recursos marinos y costeros.
Programa para el ordenamiento ambiental territorial de los espacios
oceánicos y zonas costeras
Las tres grandes regiones Oceánicas y costeras colombianas, ofrecen elementos
biofísicos, sociales, económicos y culturales que las hacen unidades geográficas
substancialmente diferentes entre sí, a pesar de los elementos comunes que
comparten como su identidad nacional.
Regiones Oceánicas y Costeras colombianas:
 Pacífica (incluyendo la plataforma, islas continentales y espacios oceánicos),
 Caribe (incluyendo la plataforma, islas continentales y espacios oceánicos);
 Caribe insular (Archipiélago San Andrés, Providencia, Santa Catalina, los
Cayos y sus áreas marinas, submarinas y plataforma arrecifal).
Para el país se establecen para los propósitos de esta Política doce Unidades
Ambientales, unas de carácter costero y otras oceánicas -UAOC´s-, las cuales
constituyen en conjunto los espacios oceánicos y la Zona Costera Nacional, así:
Región Caribe Insular
Unidad Ambiental Caribe Insular: Comprende todo el territorio del Archipiélago de
San Andrés, Providencia y Santa Catalina, los terrenos emergidos así como los
recursos de la plataforma arrecifal y prearrecifal, y los espacios oceánicos.
Región Caribe Continental y Oceánica
Unidad Ambiental Costera de la Alta Guajira: Desde Castilletes (frontera con
Venezuela) hasta la Boca del Río Ranchería en el Dpto. de la Guajira.
Unidad Ambiental Costera de la Vertiente Norte de La Sierra Nevada de Santa
Marta: Desde la Boca del Río Ranchería (inclusive) hasta la Boca del Río Córdoba
(inclusive) en el Dpto. del
Magdalena.
Unidad Ambiental Costera del Río Magdalena. Complejo Canal del Dique –
Sistema Lagunar de la Ciénaga Grande de Santa Marta: Desde la Boca del Río
Córdoba y hasta el Delta del Canal del Dique (inclusive) en el Dpto. de Bolívar.
Incluye el Archipiélago de Islas del Rosario.
Unidad Ambiental Costera Estuarina del Río Sinú y el Golfo de Morrosquillo:
Desde el Delta del Canal del Dique hasta Punta Caribaná en el Dpto. de Antioquia.
Incluye el Archipiélago de Islas de San Bernardo.
Unidad Ambiental Costera del Darién: Desde Punta Caribaná hasta Cabo Tiburón
(Frontera con Panamá) en el Dpto. del Chocó.
Unidad Ambiental Caribe Oceánico: representada por todas las áreas marinas
jurisdiccionales de Colombia en el Mar Caribe a partir de la isóbata de los 200 m.,
límite convencional de la plataforma continental o insular.
Región Pacífico
Unidad Ambiental Costera del Alto Chocó: Desde la frontera con Panamá (Hito
Pacífico) hasta Cabo Corrientes en el Dpto. del Chocó.
Unidad Ambiental Costera del Frente Río Baudó - Río Docampadó: Desde Cabo
Corrientes hasta el Delta del Río San Juan en el Dpto. del Chocó.
Unidad Ambiental Costera del Complejo de Málaga - Buenaventura: Desde el
Delta del Río San Juan (inclusive) hasta la Boca del Río San Juan de Micay en el
Dpto. del Cauca.
Unidad Ambiental Costera de la Llanura Aluvial Sur: Desde la Boca del Río San
Juan de Micay (inclusive) hasta la Boca del Río Mataje (Hito Casas Viejas Frontera con Ecuador) en el Dpto. de Nariño. Incluye las Islas de Gorgona y
Gorgonilla.
Unidad Ambiental Pacífico Oceánico: representada por todas las áreas marinas
jurisdiccionales de Colombia en el Océano Pacífico a partir de la isóbata de los
200 m., límite convencional de la plataforma continental o insular.
ALGUNAS INICIATIVAS POLÍTICAS GLOBALES RELACIONADAS CON EL
MEDIO AMBIENTE Y EL MANEJO DE LOS OCÉANOS
1992. La Cumbre de la Tierra - Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Ambiente y Desarrollo (UNCED) - adoptó la Agenda 21 (Programa de Acción para
el Desarrollo Sostenible). El Capítulo 17 está dirigido a la "protección de los
océanos, todos los tipos de mares, incluyendo mares cerrados y semicerrados, y
las áreas costeras, y la protección, uso racional y desarrollo de sus recursos
vivientes”.
1993. Convención de Basilea sobre el Control de Movimientos Transfronterizos de
Desechos Peligrosos y su Disposición Final, la Convención Sobre Diversidad
Biológica, y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático
entró en vigor.
1994. La Convención de los Naciones Unidas sobre la Ley del Mar entró en vigor.
Fue reconocida por la UNCED como "la base internacional para perseguir la
protección y el desarrollo sostenible del ambiente marino y costero y sus
recursos".
1995. El Programa Global de Acción para la Protección del Ambiente Marino de
las Actividades realizadas en Tierra fue adoptado.
1995. El Código de Conducta para las Pesquerías Responsables y el Acuerdo
para la Implementación de las Provisiones de la Convención de las Naciones
Unidas sobre la Ley del Mar de diciembre de 1982 que se Relaciona a la
Conservación y el Manejo de las Poblaciones de Peces Transzonales y las
Poblaciones de Peces Altamente Migratorias fue adoptado.
1996. El Protocolo de la Convención de Londres fue adoptado. Una vez entrado
en vigor reemplazará a la Convención de 1972 sobre la Prevención de
Contaminación Marina Causada por Vertimientos de Desechos y Otros Materiales,
y prohibirá el vertimiento de la mayoría de los desechos, excepto el material
dragado.
1997. Las negociaciones empezaron a formular un acuerdo internacional sobre los
controles de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs). Esto dirigirá los
llamados compuestos “Docenas Sucia” de preocupación contemporánea
predominante y puede incluir medidas para otras Substancias Tóxicas
Persistentes.
2002 - 2003. La adopción planeada de un nuevo instrumento internacional sobre el
control del agua de lastre y su manejo.
Convención internacional Relacionada a la Intervención en Alta Mar en
Casos de Accidentes de Contaminación por Hidrocarburos, 1969
La Convención firma el derecho de un Estado Costero para tomar medidas en alta
mar así como las necesarias para prevenir, mitigar o eliminar el peligro en su litoral
o los intereses relacionados con la contaminación por hidrocarburos o su
amenaza, generadas en un accidente marítimo. El Protocolo de 1973 extendió la
Convención para cubrir substancias distintas de hidrocarburos.
Convenio de Londres 1972
El Convenio sobre la prevención de la contaminación del mar por vertimientos de
desechos y otras materias, 1972 (Convenio de Londres 1972) se adoptó en la
Conferencia intergubernamental para el Convenio sobre vertimiento de desechos
en el mar, convocada en Londres del 30 de octubre al 13 de noviembre de 1972, a
invitación del Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. El
Convenio de Londres 1972 entró en vigor el 30 de agosto de 1975, 30 días
después del depósito del decimoquinto instrumento de ratificación o de adhesión.
Protocolo de 1996 relativo al Convenio de Londres 1972
El Protocolo de 1996 relativo al Convenio sobre la prevención de la contaminación
del mar por vertimiento de desechos y otras materias, 1972 (Protocolo de 1996) se
adoptó en la reunión especial de las Partes Contratantes del Convenio de Londres
1972 convocada en Londres del 28 de octubre al 8 de noviembre de 1996 a
invitación de la Organización Marítima Internacional. En virtud de su artículo 25, el
Protocolo de 1996 entrará en vigor el trigésimo día después de la fecha en que 26
Estados hayan depositado sus instrumentos de ratificación o de adhesión, de
entre los cuales al menos 15 deberán serán ser Partes Contratantes del Convenio
de Londres 1972.
Convención Internacional para el Control y Manejo del Agua de Lastre y
Sedimentos de las Embarcaciones
El problema de las especies invasoras es debido principalmente al comercio
extendido y al alto volumen de tráfico en las últimas décadas. Los efectos en
muchas áreas del mundo han sido devastadores. Los datos cuantitativos muestran
la proporción de bio-invasiones está aumentando continuamente a una proporción
alarmante, en muchos casos exponencialmente, y están invadiendo nuevas áreas
a cada momento. Los volúmenes de comercio marítimo continúan aumentando en
conjunto y el problema no ha alcanzado su clímax todavía.
En 1991 el Comité de Protección Ambiental Marina (Marine Environment
Protection Committee -MEPC) de la Organización Marítima Internacional adoptó la
resolución 50(31) de la MEPC -Guías para Prevenir la Introducción de Organismos
No deseados y Patógenos de Agua de Lastre y Descargas de Sedimento de las
Embarcaciones; en la Conferencia de las Naciones Unidas Sobre el Medio
Ambiente y Desarrollo (UNCED), realizada Río de Janeiro en 1992, se reconoció
el problema como una preocupación internacional muy importante.
Convención Internacional para Prevenir la Contaminación desde las
Embarcaciones - MARPOL 73/78
La Convención de MARPOL es la principal convención internacional que cubre la
prevención de la contaminación del ambiente marino por las embarcaciones de las
causas operacionales o accidentales. Es una combinación de dos tratados
adoptados en 1973 y 1978 respectivamente y actualizados por enmiendas a través
de los años.
La Convención Internacional para Prevenir la Contaminación desde las
Embarcaciones - MARPOL 73/78, se adoptó el 2de noviembre de 1973 por la OMI
y cubre la contaminación por hidrocarburos, químicos, substancias peligrosas en
forma general, aguas residuales y desechos. El Protocolo de 1978 que relaciona a
la Convención Internacional para la Prevención de la Contaminación por
Embarcaciones de1973 (Protocolo MARPOL de 1978) se adoptó en una
Conferencia sobre la Seguridad de los Buques Petroleros y la Prevención de la
Contaminación en febrero de 1978 realizado en respuesta a confusos accidentes
de buques petroleros en 1976-1977. (Medidas relacionadas al diseño y operación
de buques petroleros también fueron incorporadas en un Protocolo de 1978
relacionado a la Convención de 1974 sobre la Seguridad de la Vida Humana en el
Mar, 1974).
La Convención incluye regulaciones concernientes a prevenir y minimizar la
contaminación de las embarcaciones tanto contaminación accidental como por las
operaciones rutinarias y actualmente incluye seis anexos técnicos:
 Anexo I Regulaciones para la Prevención de la Contaminación por
Hidrocarburos
 Anexo II Regulaciones para el Control de la Contaminación por Sustancias
Líquidas Nocivas a granel
 Anexo III Prevención de la Contaminación por Sustancias Peligrosas Llevadas
por Mar en Forma de Embalaje
 Anexo IV Prevención de la Contaminación por Aguas Residuales de las
Embarcaciones
 Anexo V Prevención de la Contaminación por los Desechos del las
Embarcaciones
 Anexo VI Prevención de de la Contaminación Aérea de las Embarcaciones
(entro en vigor el 19 de mayo del 2005)
Convención de los Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
En 1958, en la Conferencia sobre Derecho del Mar se adoptaron cuatro
Convenciones: mar territorial y zona contigua; alta mar; plataforma continental, y
pesca y conservación de los recursos vivos de la alta mar. Para diciembre de
1973, en la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar la
ONU reunió a los Estados para la firma, Su trabajo terminó nueve años después,
con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
(CONVEMAR). La CONVEMAR es un instrumento del derecho internacional que
establece el marco para todos los aspectos de soberanía, jurisdicción, utilización y
derechos y obligaciones de los Estados en relación con los océanos.
La CONVEMAR regula el espacio oceánico y su utilización en todos sus aspectos:
Navegación, Sobrevuelo, Exploración y explotación de recursos, Conservación y
contaminación, pesca y tráfico marítimo. Así mismo, Determina las cuestiones del
mar territorial, la zona económica exclusiva, la contaminación marina, los
Pequeños Estados Insulares y la explotación de los fondos marinos.
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