Document related concepts
Transcript
POSEIDÓN- HADES A Poseidón se le atribuye el dominio del mar y de las olas. Puede provocar tempestades, terremotos, maremotos y hacer fluir manantiales con un golpe de su tridente. Su poder se extiende también a los lagos. Los ríos, sin embargo, poseen sus propias divinidades. Pero en su origen, quizás fuera el dios de los caballos, de ahí su papel en la Titanomaquia como conductor de los carros de guerra de los dioses. Al término de esta guerra, no contento con el reparto de poderes entre Zeus, Hades y él mismo, encabezó una rebelión contra Zeus, por lo que fue desterrado del Olimpo durante un año y condenado a vagar por la tierra como un mortal más. En la tierra, Poseidón participó en la construcción de las murallas de Troya durante ese año a las órdenes del rey Laomedonte. Tras ese tiempo, Laomedonte le negó la compensación que habían pactado. Poseidón hizo salir del fondo del mar a un monstruo terrible que asoló los pueblos troyanos. Walter Crane: Los caballos de Neptuno, 1892 Cuando los mortales se organizaron en ciudades, los dioses decidieron escoger cada cual una o varias ciudades para ser en ellas objeto de culto. A veces dos dioses elegían la misma ciudad y el enfrentamiento debía decidirse mediante un juicio divino. En Atenas, el dios hizo brotar un manantial de agua en la Acrópolis, pero Atenea plantó un olivo muy cerca de la fuente. La disputa por la ciudad fue elevada a Zeus y el tribunal, al mando del cual estaba Cécrope, uno de los primeros reyes de Atenas, falló a favor de Atenea. La cólera de Poseidón se saldó con una inundación de la región. Su esposa legítima fue una nereida (las nereidas son divinidades marinas) llamada Anfitrite. El rey del mar se enamoró de ella, pero Anfítrite, que había hecho voto de permanecer siempre virgen, se ocultó en los confines del Océano, más allá de las Columnas de Hércules. Los delfines la hallaron y la condujeron hasta Poseidón formando un cortejo nupcial. Este matrimonio no tuvo descendencia, aunque se les atribuye la patenidad de Tritón. Se suele representa a Poseidón en pie sobre las olas o en un carro conducido por caballos marinos. Se halla rodeado de peces, delfines, Nereidas, y toda clase de seres marinos. Su figura es muy parecida a la de Zeus: de cuerpo fuerte y con barba, su atributo es el tridente que tal vez simboliza su triple poder sobre el mar: calmarlo, Juan de Bolonia: Neptuno, 1566 mantenerlo o alterarlo. En los sacrificios ofrecidos en su honor, se ofrecía la hiel de las víctimas (caballos y toros), porque su sabor recordaba al del agua del mar. Hades, “el Invisible”, es el dios de los muertos. En el reparto de poderes con sus hermanos Zeus y Poseidón, se le otorgó el mundo subterráneo, al que se denominaba de varias formas: Infierno, Tártaro, Averno o Hades. En la Titanomaquia, recibió de los Cíclopes un casco que tenía el poder de hacer invisible a su portador. Este casco fue usado después por otras divinidades como Atenea e incluso por héroes mortales como Perseo. En sus dominios, está acompañado por demonios y genios múltiples que están a sus órdenes como las Erinias o Furias, divinidas vengadoras, y las Moiras o Parcas, en cuyas manos estaba el destino de los mortales. Su esposa es Perséfone. Raramente interviene Hades en las leyendas mitológicas salvo en el rapto de Perséfone. Su nombre no debía pronunciarse, de ahí que se le llamara Plutón, “el Rico”, porque la riqueza también estaba en las minas y grutas. Por eso uno de sus atributos es el cuerno de la abundancia, símbolo de esta riqueza. ¿Cómo iban a parar las almas de los mortales al reino de las sombras? Cuando Thánatos (la Muerte) se apoderaba de un ser humano, lo llevaba a las profundidades subterráneas emplazadas en el extremo occidental y separadas del mundo por el río Aqueronte, fangoso y estancado, formado por un brazo de la laguna Estigia. Cuando los difuntos llegaban a las riberas de este río les salía a recibir un barquero llamado Caronte, que los pasaba a la otra orilla previo pago de una moneda que sus allegados le colocaban en la boca. A Caronte se le suele representara como un viejo muy feo, sucio, con barba erizada y con un sombrero. Al llegar a la otra orilla, los recibía Cérbero, un perro de tres cabezas hijo de Tifón y Equidna con cola de serpiente y serpientes en su lomo que guardaba las puertas del Infierno para que no saliera de allí ningún alma. En las primeras versiones mitológicas, las almas vagaban eternamente por el mundo de las sombras, mientras que las almas especialmente perversas u odiosas a los dioses moraban en el Tártaro, las profundidades del infierno. Allí se encontraban Ixión, que intentó enamorar a Hera; Sísifo, blasfemo y sacrílego; Ticio, que intentó violar a Leto, madre de Apolo y Ártemis; Tántalo, y otros. Algunas versiones tardías nos transmiten la leyenda del Elíseo, Campos Elíseos o Islas de los Bienaventurados, lugares reservados para las almas nobles que eran en todo paraísos de ultratumba. 1