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1) Descripción de los cuantos. Se concibe el universo como un conglomerado de cuantos, porciones de materia. No existe el vacío como tal, es decir, espacio sin materia. El “vacío” seria entonces el menor grado de densidad de la materia. A pesar de la uniformidad básica de ese estado de mínima densidad, es posible identificar entes que llamaremos cuantos, a los que atribuimos una simetría más o menos uniforme (figura1). Al negar el vacío sin materia tenemos que aceptar una forma de estos cuantos no esférica, para que llenen todos los intersticios entre ellos. No existe reposo absoluto; los cuantos por su propia naturaleza están en continua agitación, cambiando sus fronteras, expandiéndose y contrayéndose. Precisamente la “energía” es esa propiedad que mantiene los cuantos en agitación. 2) Reposo Cuando no hay movimiento neto de un cuanto respecto a su entorno diremos, no obstante su estado de agitación, que está en reposo. Pero a veces las expansiones y contracciones se dan coordinadas y producen un movimiento neto del cuanto (figura 2). En un Δt, intervalo de tiempo, definido y medido con base en procesos similares de cambio, un Δm, porción de materia del cuanto, que llamaremos masa, pasa una frontera imaginaria. Aceptemos como ley que se cumple: Energía que paso la frontera masa que salta la frontera velocidad x t Expansión Compresión Δx Δx Δt Δt Precisemos los términos. Δm: porción, delta de materia, masa, kilogramos. Δt: intervalo de tiempo, segundos, que dura el salto del delta de masa –Δm-- a través de la frontera. ΔEnergía: se acepta como el producto Δmc2, Joules, donde c es una constante. V: velocidad, metros por segundo. Cociente del espacio ocupado – Δx-- y por el tiempo del proceso –Δt--. Obsérvese que para avanzar el cuanto debe abrirse paso entre los demás cuantos. Pero no existe fricción, ni pérdidas de energía; el cuanto conserva integra su energía inicial para poder seguir indefinidamente su movimiento, como lo establece el principio de inercia. La ecuación anterior se escribe: mc 2 mv x t mc 2 mv x mvv t Asumimos como postulado que se pueden utilizar las matemáticas más elementales: d mc 2 d mvv c 2 dm v 2 dm mvdv c 2 v 2 dm mvdv dm vdv 2 m c v2 Integrando entre la pareja de valores mo, vo y m, v: m mo m dm vdv 2 mo c v 2 m ln m m m o ln c 2 v 2 2 V VO m ln mo ln c c 2 vo 2 2 vo 2 Y definiendo mo como la masa en reposo, cuando vo=0; es decir, cuando solo hay oscilaciones, no traslado neto: m mo v2 1 2 c Este resultado en cierta forma, pone de acuerdo a Aristóteles con Galileo. Se acepta que se requiere energía para mantener el movimiento, aún en el “vacío” (que en realidad no existe), de algo que atraviesa el entorno; pero como no hay pérdidas de energía, se cumple la ley de la inercia. Ahora, es un resultado ajeno a la Relatividad. Todos los observadores, no importa su estado de movimiento, deben obtener idéntica relación si utilizan medidas acordes con el entorno del cuanto. En cambio, si usan para medir los delta de t relojes enormemente acelerados o aplastados por gigantescos campos gravitatorios, es lógico que tengan que transformar sus lecturas para acomodarlas al entorno del cuanto en movimiento. 3) Dualidad onda partícula El movimiento de expansión y contracción puede asimilarse a un movimiento ondulatorio idéntico al predicho por DeBroglie, como se verá más adelante. Así termina el misterio de la dualidad onda-partícula. Esos movimientos ondulatorios de los cuantos se asemejan a los de una ameba cuando se desplaza en un cultivo, pero tienen mas uniformidad. Sus semejanzas con las oscilaciones de las cuerdas en las modernas teorías terminan cuando se precisa que las cuerdas oscilan en un espacio tiempo que no es creado por ellas mismas. 4) Energía en reposo En reposo los cuantos oscilan con expansiones y contracciones de diversa frecuencia y forma de onda (ver figura), asemejándose así a las modernas cuerdas y supercuerdas. , Estas oscilaciones cuando se dan circularmente dan lugar a las características de las partículas conocidas como espines. Como no existe el vacío, todos los movimientos de los cuantos se deben sincronizar con los movimientos de los vecinos. Incluso podríamos hablar de un continúo material con tendencia a condensarse en nódulos o gránulos, solo limitados por la pertenencia a un centro de movimiento, pero reacuérdese que se prohíbe el vacío entre los entes. 5) Principio de incertidumbre. Hablando metafóricamente, este principio establece que es sumamente peligroso dejar jaulas vacías o peceras sin pececillos. Pueden aparecer animales gigantescos en esos encierros sin que se viole ninguna de las leyes de la naturaleza; si desea un dinosaurio consígase una jaula minúscula, si apetece una ballena, consiga un dedal con agua. Este principio se ha entendido de muchas maneras, las más completamente absurdas. Aquí proponemos la siguiente interpretación. Si el universo es cuantizado sus procesos son cuantizados y podríamos aceptar un proceso mínimo de este tipo: Δ(Energía mínima para cada proceso ).Δ (tiempo para que se efectúe el proceso) =h Donde h es la constante de Planck. En el mundo cuántico no toda energía desencadena un proceso, se requiera una dada cantidad de energía para cada proceso; y una vez alcanzado ese umbral de energía el fenómeno desencadenado se desarrolla en un tiempo dado. El producto de la energía requerida y el tiempo de duración del proceso es igual al valor de h. 6) Principio de mínima acción El producto entre la energía y el tiempo suele llamarse “acción”. Desde hace mucho se usa el principio de mínima acción para calcular las posibles historias o trayectorias de muchos procesos, entre ellos la propagación de la luz. Nosotros reinterpretamos el principio de incertidumbre para que incluya el de mínima acción así: “En procesos cuánticos la acción siempre es mínima, siendo el valor mínimo h.” tb En Tn Sea un proceso entre ta y tb (figura). Calculemos su acción: b Hab E nt n E n t n b a a Asumamos que el proceso es una sucesión de procesos cuánticos regidos por el principio de incertidumbre. Como son procesos idénticos podemos asignar un Δt promedio: t t n Y como E n t n h 2 E n b H ab E n t n a b H ab a t a tb n h h.n 2t n 2 (t a t b ) (t a t b ) h.n 2 (t a t b ) n h n.h 2 2 Pero n es arbitraria, se puede escoger tan grande como se desee. Por lo tanto, la acción calculada ó medida será siempre más grande que cualquier número escogido arbitrariamente. Es un absurdo. Nótese que no se trata de afirmar que a menor Δt escogido sus medidas de energía tendrán más incertidumbre… lo que se afirma es que tienen que ser mayores, precisamente para dar cabida a la mayor incertidumbre. En cambio, si se acepta que un proceso cuántico cumple sin incertidumbres: E.t h Tomando como Δt un cuanto de tiempo dado por la naturaleza y no escogido arbitrariamente, se tiene: n (t a t b ) t Plank E por cuanto h t Plank b b b ht t ht t n.ht b t a .ht b t a H por cuanto E.t b a b a a a nt t t.n a t.n Con la acción por cuanto se puede calcular la acción total multiplicando por el número de procesos cuánticos. El método científico establece que los resultados son el último comprobante de una teoría. Si se obtiene de esta forma exactamente la acción de un proceso es bueno cuestionarse seriamente sobre la validez del principio de incertidumbre. 4) Ecuación básica. La ecuación básica de la presente teoría es una simple generalización de las ecuaciones anteriores: d E dt d m.vdx h.N Donde: d(E): diferencial de energía total, que entra al proceso. d(t): diferencia de tiempo correspondiente al cambio de energía d(E). d(m.v): diferencial de cantidad de movimiento total. d(x): diferencial de espacio recorrido en el dt. N: número de procesos cúanticos. Cuando una partícula está en un potencial, es decir, esta rodeada de cuantos de ese potencial, recibe energía de ese potencial y aumenta su cantidad de movimiento. La ecuación ahora queda: V .v d m.c 2 V potencial dt d m.v 2 c Obsérvese que el mismo potencial puede adquirir o perder cantidad de movimiento como se establece en el término de la derecha. Para una carga eléctrica en un potencial eléctrico Ve V .v d m.v 2 d m.c V potencial c dx dt 2 d Ve d Ve.v d m.v d m.c 2 dx dt c dt dx 2 El campo eléctrico viene a representar el término entre corchetes, pero generalmente se escribe: Ecampo eléctrico 1 d Ve d Ve.v 1 1 A 2 q dx dt c q x q t Con: q: Carga eléctrica de la partícula Φ: potencial eléctrico escalar A : Potencial magnético vectorial. Para describir la fuerza de Lorentz y, por tanto el comportamiento en el campo magnético, se debe introducir una velocidad relativa entre el potencial y la partícula. Como el tratamiento matemático es más complejo se deja para capítulos posteriores. 8) La relatividad. Con la ecuación básica podemos acercarnos a la Relatividad. Basta especificar la cantidad que transformación. se desee invariante y obtendremos las ecuaciones de Por ejemplo, para la relatividad especial consideramos dos sistemas en movimiento relativo (figura) Se acepta que la velocidad de la luz es invariante y se obtienen las masas de una partícula en ambos sistemas: m´ mo (en reposo ) m´ Para la masa 1: mo v2 1 2 c (en el sistema en movimiento) d m.c 2 dt d (mv)dx d (m´c 2 )dt´d (m´v´)dx´ 2 2 mo c mo v d dt d dx d (mo c 2 )dt´d mo .o .dx´ 2 2 1 v 1 v 2 c c2 Cancelando mo: c 2 dt´ v dx c2 v2 1 2 c dt dt c v dx 2 v2 1 2 c dt´ Ecuación que es la versión diferencial de la ecuación de Lorente para la transformación del tiempo. Para obtener las demás transformaciones consideramos una masa igual pero estática en el otro sistema, obtendríamos: v dx´ c2 v2 1 2 c dt´ dt Entonces despejamos dt´: dt , dt 1 v2 v 2 dx´ 2 c c Para igualarla con la ecuación de dt obtenida antes: v2 dx 2 dt v2 v dt , c dt 1 2 2 dx´ c c v2 v2 1 2 1 2 c c v v dx´ 2 2 c c v2 1 2 1 dx dt c 2 2 v v 1 2 1 2 c c dx´ dx v dt 1 v2 c2 Completamos así las llamadas transformaciones de Lorentz. Para la Relatividad General se toman dos sistemas similares en un mismo punto (figura). Uno Uno de los sistemas se considera en caída libre y el otro, por estar en reposo, si experimenta el campo gravitatorio. La ecuación genérica queda para ambos sistemas: v´V d m.c 2 dt d m.v dx d m´c 2 V dt´d m´v´ 2 c dx´ Aprovechamos para explicar el significado de igualar dos expresiones iguales a cero entre si. Significa que si un proceso está bien descrito en un sistema y su ecuación se anula con unos valores de unas variables, la transformación deducida garantiza que en el otro sistema el resultado de los cálculos también es nulo, o sea es el correcto. Si consideramos que para velocidades pequeñas podemos despreciar los efectos cruzados del espacio y el tiempo, estamos en condiciones de igualar por separado la transformación del tiempo y del espacio: v´V d m.c 2 dt d m´c 2 V dt´ y d m v dx d m´v´ 2 dx´ c Para velocidades pequeñas las masas también pueden asumirse iguales, dm=dm´; de donde: dV dt dt 1 2 dm c dV dx´ y dx 1 2 dm c El potencial Newtoniano sobre una masa m producido por una gran masa M es: V De modo que GMm r dV GM dm r Si expresamos la masa productora del potencial como una masa distribuida con densidad σ, tendremos: dVolumen dV G dm r y como Einstein define x significado de la relatividad”) 8 G , llegamos a las formulas Einstenianas (“El c2 x dVolumen dx 1 dx´ r 8 x dVolumen dt 1 dt´ r 8 Fórmulas que relacionan los tiempos y las longitudes entre ambos sistemas. No insistiremos mucho en la poca importancia que en adelante tendremos que darle a las teorías relativistas para interpretar los fenómenos físicos, pues las consideramos meras elucubraciones matemáticas, parecidas a los que desarrollamos arriba. 9) La radiación, el átomo de Bohr Evidentemente la mecánica cúantica no puede explicar porque los electrones no emiten radiación cuando orbitan los núcleos. Incluso Bohr solo pudo “postular” que existían órbitas para las cuales no existía radiación; pero “postular” es lo mismo que aceptar sin explicación. Algunos autores se atreven a decir que la explicación reside en que esas órbitas de electrones se comportan como ondas estacionarias, sin caer en cuenta que esto equivale a contradecir el principio de incertidumbre, pues de una onda estacionaría se conoce exactamente la energía, posición, momento, etc, sin incertidumbre ninguna. En nuestro caso la explicación es obvia: las partículas son conglomerados de fotones que mantiene su cohesión siempre y cuando no se sometan a excitaciones que superen el límite impuesto por el principio de mínima acción: Δ Energía suministrada a la partícula x Δ t que dura el suministro = h Pero energía es fuerza por distancia: F .dx Energía Fdx masa aceleració n dx Energía m a x t h h m x t aceleració n Por ejemplo en el movimiento orbital (figura) en un Δt (medio período) el electrón cambia su velocidad de +v a –v, siendo la aceleración en este proceso a v 2v t t Si igualamos a la aceleración límite: 2v h t m x t Y como el espacio recorrido Δx, es πR: 2v h m R mR h 2 v Combinamos este resultado con la ecuación de fuerzas Obtenemos así la velocidad en la primera órbita de Bohr. Para una órbita oscilatoria (figura) el cambio de la velocidad se da en cada semiperiodo: La ecuación de fuerzas es Con , para nosotros la constante de estructura fina, hc 2 e 10 7 c 2 2 Por lo tanto no es que existan “orbitas estables” ni cosas por el estilo, lo que existe es un límite en los cambios de movimiento ante el cual los fotones siguen unidos a la partícula y no existe radiación. Mucha atención con nuestra constante de estructura fina. Nosotros la definimos como el inverso de la constante de estructura fina de Sommerfeld ; es decir, para nosotros la constante de estructura fina es el famoso número 137.0359996799. Número con propiedades extrañas, una de las más sencillas es su relación con las constantes universales h, constantes de Planck, e carga elemental y G constante de Newton: heG 254 / 210 2.72222222222222..... *10 50 10) Aplicación a la gravitación Veamos que ocurre si en lugar de la fuerza eléctrica como en el caso anterior, encaramos una fuerza gravitatoria que hace orbitar una masa m, respecto a otra masa M. la aceleración límite sin radiación es Pero De donde Resultados que combinados con la fuerza gravitacional m R m R GM m v2 GM m h 2 2 v v GM m v h 2 Con estas fórmulas es difícil resolver, por ahora, el sistema solar, pues no se trata de un caso límite: por eso veamos que ocurre en ejemplos extremos. Si hacemos , la velocidad de la luz, y a las dos masas las igualamos llegamos a O sea la famosa “masa de Planck”. Si con este valor de la masa calculamos el radio de la órbita obtenemos Es decir, la llamada “longitud de Planck”. No es tiempo aun de tratar estas cantidades de Planck y solo diremos que están ligadas a procesos cuánticos límites, como la emisión fotónica por masas orbitantes. Para nosotros un fotón es solo un cuanto llevado a la velocidad límite, y, por lo tanto, no se diferencia intrínsecamente de los demás cuantos. 11) Ecuación de Schrodinger Como siempre partimos de la ecuación fundamental V v d (m c 2 V ) d m v 2 v c En la que m: masa de la partícula V: potencial v: velocidad de la partícula Pero como aceptamos que en los procesos cuánticos Escribimos la ecuación así V v d (m c 2 V ) d t d m v 2 d x h c Que dividiremos en los términos Cambiando el incremento por la diferencia como corresponde en procesos cuánticos Ahora, si , en lugar de corresponder a una partícula, corresponde a un grupo de partículas que experimentan el mismo proceso, tendremos: Si asumimos que el número de partículas involucradas es función del tiempo, podemos escribir 2 N t t t El signo significa que “definimos”, creamos una función de tiempo derivada en el tiempo nos suministra el número de partículas multiplicado por cuya y dividido por el cambio cuántico del tiempo Para la otra parte de la ecuación escribimos (m v Si se trata de las Vv ) x (cantidad de movimiento ) x h c2 partículas mencionadas tendremos (cantidad de movimiento ) h N h N 2 x x 2 Aceptando que el número de partículas también puede variar con la posición, por ejemplo, por efectos de dispersión, escribimos o mejor definimos: 2 N x x x El resultado de ambos términos será ( Energía ) h t 2 t (cantidad de movimiento ) Por fin, construimos la función completa h x 2 x Siendo “a” un parámetro para determinar, e “i” el “versor” de la parte compleja de los complejos. Obteniendo la derivada parcial respecto al tiempo de la nueva función = De donde despejamos Y llegamos a lo que llamamos el operador energía energía E h t h i 2 t 2 t Para la cantidad de movimiento transformada en el proceso escribimos V v h x p (cantidad de movimiento ) m v 2 c 2 x Aceptamos que la función es “entrópica” o sea simplemente cumple una relación del tipo de las ecuaciones de gradiente Lo cual es regla común para los conglomerados. Derivando parcialmente respecto al espacio x 1 2 x cons tan te x x 2 x x Para abreviar llamaremos a la constante que precede la expresión de la izquierda Ahora volvamos a la función compleja y derivémosla respecto al espacio x e t e i a x e t e i a x i a x x x Derivemos de nuevo respecto al espacio Pero como se cumple x 2 i a 2 a 2 A x x 2 Volviendo al momento involucrado en el proceso h2 p2 Escogemos los parámetros 2 y 2 2 x2 1 a2 de modo que cumplan a2 ia 1 A ai 2 Por ejemplo i a A y A 2 3 Remplazando estos valores a2 i a i 2 A 2 i 2 i 2 3 1 2 3 Al fin y al cabo se trata de una simple cuadrática a2 ia 1 0 A Con solución a i 2A 1 1 4 A2 Bastaría dar valores a A para obtener los apropiados de a. Remplazamos los valores de A y a en la expresión de h p 2 2 2 1 2 2 x Ahora tomamos el “Hamiltoniano”, una función que expresa la energía Y remplazamos las expresiones de y h i 1 2 t 2m 2 h 2 1 2 V 2 x h 2 Ecuación que llevamos a la forma h 1 i 2 t 2m 2 2 V x2 En definitiva llegamos a la ecuación de Schrodinger. El que usamos se puede interpretar como el numero total de partículas de una mayor partícula que sufre el proceso y en este caso “función de onda” de la partícula mayor, o se entiende como la puede interpretarse como el número de cuantos por diferencia de volumen de una masa mayor y en este supuesto se interpreta como una densidad de probabilidad de encontrar la partícula. En este ultimo caso, la ecuación con que introdujimos el quedaría Por lo tanto, el máximo valor de la función de onda seria una medida de donde se encuentra el mayor número de cuantos de la partícula “dueña” de esa función de onda, y resulta que la función de onda se puede interpretar como medida de probabilidad de encontrar una partícula en un punto dado del espacio en un tiempo dado. Sin embargo, un análisis mas profundo nos permite concluir que no se trata simplemente, de la medida de probabilidad de encontrar un electrón por ejemplo en un punto dado, sino de una medida de la intensidad de la energía transformada por el electrón en ese punto. Por lo tanto, un electrón libre tiene una función de onda “monoperiódica” no porque se encuentre en cualquier punto con igual probabilidad, sino porque su energía es constante en toda su trayectoria. El valor de nulo en las paredes de las cajas donde se estudian los electrones confinados no es porque en esos puntos nunca se encuentra el electrón sino porque ahí se detiene, y no recibe ni entrega energía. 12) Valores esperados Cuando se desea rescatar de la función la información de la energía y la del momento se procede así: Donde es la conjugada de la función Veamos como se procede con la energía De la misma forma puede calcularse el momento. 13) Temperatura, definición ¿Es la temperatura un concepto solo aplicable a grandes conglomerado de partículas en estado de equilibrio? Nos podemos preguntar si este concepto, generalmente, empleado en grandes concentraciones de partículas se puede extender al nivel de los cuanto? La respuesta categóricamente es si, como mostraremos en las paginas siguientes Para lograr que el concepto de temperatura se generalice para todo tipo de procesos, aventuramos esta nueva definición: “Temperatura es la cantidad total de acción transformada en un proceso, dividida por el tiempo de duración de la transformación” los modos de transformación, se suelen llamar “grados de libertad” Esta cantidad, la temperatura, se representa por el producto , donde es la constante de Boltzman y la temperatura propiamente dicha. Como el cambio o transformación de la acción consiste, en la transformación de la energía, que, puesto que es una cantidad que se conserva, tiene siempre una variación igual a dos veces la cantidad neta de energía transformada, la expresión de la temperatura es: Como el numero de modos de transformación es adimensional, resulta que las unidades de son las mismas de la energía. Si en una caja imaginamos tres partículas sincronizadas para chocar con las paredes en las tres dimensiones, veremos que la temperatura se puede definir como: Obsérvese que el numero de modos de transformación es tres ( en las direcciones x, y, z) y el numero de partículas es tres también. No teniendo en cuenta sino los modos de transformación correspondientes a los movimientos de las tres dimensiones, la “temperatura” de N partículas encerradas en una “caja” será: Pero la transformación de una cantidad de energía esta regida por el principio de mínima acción: Así que: Tomando como energía transformada la energía cinética promedia: Por lo tanto para encontrar la cantidad media o el intervalo bastaría medir esa energía cinética que dura su trasformación. Pero la definición de temperatura se asocio también con el concepto de estado en equilibrio para asociarla se empleo la idea de que las partículas se comportan como ondas. Esta idea concuerda perfectamente con nuestra teoría de que las partículas no se mueven en el vacío, sino en un mar de otras partículas transformando su energía en cantidad de movimiento como se vio en los primeros numerales (numeral) Entonces, el equilibrio se pudo considera como un movimiento de partículas cuya longitud dividida por 2, cabía un numero entero de veces entre las paredes opuestas del recipiente (figura) Esa longitud de onda depende del , el tiempo que dura la transformación de la energía, así: Longitud de onda que puede relacionase con el radio clásico de la partícula, y la constante de estructura fina : El radio clásico de una partícula se expresa como: Y la “constante de estructura” fina se toma como el inverso de la constante usada comúnmente: El de transformación queda Y expresando Obtenemos Expresión que llevamos a la definición de temperatura: La velocidad a la a la se define la constante de Boltzman se encuentra con los valores conocido de esas mismas constante. En realidad se definieron simultáneamente la constante y la temperatura correspondiente. dividió la expresión anterior en factores: Por definición Y De donde despejamos Para ello se Velocidad que tiene una importante interpretación física, como se vera mas adelante. Por ahora, definimos la constante de Boltzmann como La temperatura correspondiente es En general la temperatura de un proceso cuántico se define así: se parte de: Remplazamos la constante de Boltzman Volviendo a le expresión Comprobemos la ecuación anterior para la temperatura con el caso de limite de planck, aunque sabemos que las unidades de planck se definen bajo otros criterios: Remplazando en la expresión mencionada Temperatura que nos da exactamente temperatura de Planck Para no definir una nueva escala de temperatura simplemente aceptamos el factor como parte de la “definición” del concepto de temperatura, y lo añadimos a la expresión que obtuvimos. El resultado es solo un ajuste en la escala para medir las temperaturas Por lo tanto al incluir este factor se obtiene una “definición de la temperatura en función de la energía promedia por partícula en un estado dado de la materia 14) El cero absoluto El caso del “punto triple” del agua es importantísimo para nuestra definición de temperatura. Cuando de calcula la energía promedia de una partícula que oscila entre los tres estados, nos da casi exactamente Remplazando la definición de temperatura Obtenemos Lo cual nos fija de inmediato el famoso “cero absoluto” de la escala de temperatura. 15) La relación fundamental de una partícula No existe el espacio vacío. El espacio es un atributo de la materia. Otro atributo natural de esa materia es la tendencia a formar corpúsculos de mayor o menor densidad, es decir, un corpúsculo puede absorber masa y disminuir el espacio que ocupa (contraerse) o dejar escapar masa y aumentar el espacio ocupado (expandirse). Resulta así una “ley de la naturaleza” que nos atrevemos a enunciar de la forma siguiente Como en condiciones isotrópicas el volumen debe ser mas o menos simétrico escribimos: Recordando la expresión que nos da el “radio clásico” de las partículas Donde es la carga unitaria y remplazando en la ultima ecuación El parecido del numero familiaridad entre ellos. con el numero aureo hace sospechar una En efecto siendo el numero aureo vemos que podemos expresar la constante A como De modo que Relación de la cual obtenemos Sin embargo, resulta mas lógico que la naturaleza nos emplee el número aureo de Fibonaci sino una versión “recortada” así el numero aureo natural que modela el crecimiento de caracoles, pétalos y otros naturales seria 16) Fuerzas en la naturaleza Las partículas pueden tender a contraerse o expandirse. Cuando se contraen atraen otras partículas vecinas y tendremos una fuerza de atracción. Cuando se expanden repelen las partículas vecinas y tenemos una fuerza de repulsión. Que ocurra una cosa o la otra, depende tanto del estado de las partículas que interactúan como del medio donde se encuentran. Incluso puede darse que una partícula “neutra” se convierta en partícula “cargada” o una cargada “positivamente” intercambie su carga eléctrica con otra. Todos esos casos parecen deberse solo al mecanismo de concentración o de expansión de la masa. Veamos como definimos las “fuerzas” en esta teoría De la ecuación que relaciona el volumen con la masa llegamos a: Diferenciando Multiplicando por la velocidad de la luz al cuadrado Precisamente, el cociente del diferencial de energía sobre el diferencial de distancia seria la “fuerza” sobre ese diferencial de materia y, lógico la fuerza sobre la partícula que lo transforma. El signo menos se entiende, como es usual, como una indicación del sentido de la fuerza; pero como este sentido depende también del signo de las diferenciales; solo nos interesamos en las magnitudes de las fuerzas. La fuerza anterior es “ la fuerza eléctrica “ y se cree debido a la presencia de la carga eléctrica e. Existen partículas que no la experimentan, que llamamos neutras. partículas con carga negativa. También se dan Poco a poco iremos intentando explicar estas diversas formas de presentarse la “carga eléctrica y como se relaciona con la estructura de las partículas. Afortunadamente tenemos una expresión que nos libera de la carga relacionada con la temperatura: Cuando remplazamos en la expresión de la fuerza llegamos a: Ahora, si consideramos la temperatura de un electrón como: Obtenemos: En cambio, si remplazamos en la ecuación de la fuerza la temperatura de Planck sobre , siendo nuestra “constante de estructura fina” obtenemos Veamos el valor de la cantidad entre llaves, teniendo en cuenta que: Y para nosotros ahora es evidente que la fuerza eléctrica y la gravitacional no solo se “unen” a temperaturas cercanas a la de Planck, sino que son manifestaciones del mismo fenómeno. Podemos decir abiertamente Temperatura exacta de unión de la fuerza eléctrica y gravitacional 17) Otras fuerzas Las otras fuerzas fundamentales se denominan electro débil e interacción fuerte. Como se aplican a muchos fenómenos distintos no bien estandarizados solo veremos algunos casos, Por ejemplo La interacción nuclear capaz de pasar energía de un neutrón a un protón de modo que al final el neutrón queda como protón y el protón como neutrón Las distancias a las cuales ocurre este intercambio son del orden del radio del mismo protón. Con estos datos apliquemos le ecuación de la fuerza Pero y Temperatura cercana a la que se atribuye a las interacciones no gravitatorias. Con este método volvemos a la ecuación De donde: Como Esta sencilla ecuación nos permitirá no solo explorar la relación de la temperatura con las cuatro interacciones fundamentales sino redefinir el concepto de entropía. En efecto, considere las masas como agregados del cuanto mínimo, cuya masa designaremos por Si la energía que fluye la llamamos Que con , tendremos definido como Ln (probabilidad) nos conduce a 18) Las cuatro interacciones Estamos en capacidad de unificar las cuatro interacciones bajo un mismo hilo conductor. Se trata de interacciones resultantes del intercambio de fotones a diferentes temperaturas. Es decir, son intercambios fotonicos comunes pero con frecuencias que forman espectros correspondientes a ciertas temperaturas. Veamos el desarrollo de esta idea 18-1) Temperatura de Planck = se asume que fue la imperante al inicio del big bang. Es posible que ya no existan fotones organizados como el espectro correspondiente a esta temperatura, pero la tomaremos como base para hacer nuestros cálculos. Partimos de la ecuación de la fuerza entre dos entes separados la distancia R Remplazamos los valores Y obtenemos Escogemos: y El resultado es Que nos da para , la que denominamos newtons Nos damos cuenta que para obtener la conocida fuerza gravitacional correspondiente, debemos bajar la temperatura a: El resultado es el conocido Para la fuerza eléctrica la única temperatura que nos proporciona la fuerza experimental el la temperatura: Que nos da: Remplazando en la expresión de la fuerza: Para la fuerza electrodebil, la temperatura que cumple con el valor esperado es muy extraña, pero en perfecto acorde con nuestra teoría De donde: Para la fuerza fuerte la temperatura resulta: D modo que la fuerza fuerte queda: Al determinar estas temperaturas avanzamos mucho en el conocimiento de su fenomenología 19) Constantes de acoplamiento Las fuerzas fundamentales se suelen expresar en función de parámetros adimensionales llamados “constantes de acoplamiento” para obtener esas constantes se dividen las fuerzas que obtuvimos por una fuerza base que se calcula como Donde masa solar o estelar media Entonces: Pero, desafortunadamente, no hay consenso el cálculo de estas constantes de acoplamiento. A veces se toma como fuerza base la fuerza fuerte y las constantes quedan: A propósito, esta falta de consenso ha logrado esconder hasta el momento la relación entre las constantes de acoplamiento en todos los sistemas que se usen en calculadoras: Ahora cuando se mide la constante de interacciones entre quark se pasa a otro nivel partículas y temperaturas multiplicadas por estas masas corresponderían a la de quark S, que generalmente no se creen que existan en neutrones y protones. De modo que se puede pensar en una momentánea transformación de otro quark. Calculando con una masa de Obtenemos: Valor muy cercano a las últimas estimaciones 20) Alcance de las fuerzas fundamentales Las “fuerzas” son transmitidas por “chorros”, “corrientes” de fotones que tienen el espectro correspondiente a una temperatura dada. Para los casos de la fuerza gravitacional y la fuerza eléctrica, esas corrientes corresponden a temperaturas bien definidas que producen espectros extremadamente coherentes. El resultado es que esas corrientes pueden viajar grandes distancias sin perder esa coherencia, y se dice que se trata de “fuerzas de largo alcance”. En cambio, para la fuerza electro débil y la fuerza fuerte tenemos ases de fotones de dos temperaturas distintas. Estos rayos de fotones no viajan mucho sin que se dispersen y pierdan su coherencia. A cierta distancia recorrida, muy corta, los chorros electro débiles se desdoblan en chorros gravitacionales y chorros electromagnéticos y chorros electromagnéticos; es decir, en chorros cuyos fotones se acomodan a los espectros de las temperaturas básicas de la interacción gravitacional y le interacción eléctrica. A su vez, los fotones de la fuerza fuerte se desdoblan en dos grupos de fotones electromagnéticos, luego de un pequeño recorrido. Por eso las interacciones débil y la fuerte se denominan “interacciones de corto alcance” 21) Partículas características de las interacciones Son partículas en cuyo interior los fotones tienen la temperatura característica de la interacción Para la interacción gravitacional la temperatura característica es La masa de la partícula característica se calcula así: Los únicos candidatos para representar estas partículas serian los micro agujeros negros. Obsérvese que una partícula característica, no es la partícula responsable de una interacción; solo esta formada por fotones con la temperatura correspondiente. Si el universo fuera homogéneo y sus fotones estuvieran a la misma temperatura en todo ese universo solo existieran esas partículas. Para la fuerza eléctrica tendremos: Un buen candidato es el quark S con su masa casi igual a este valor. En el caso de la fuerza electrobebil, la masa de la partícula característica es: Obsérvese que esta masa es algo así como medio millón de protones. En otra parte su relación con la interacción que lleva su nombre. Para la fuerza fuerte la masa es: Solamente como ejercicio, calculemos la longitud de onda y el radio clásico de estas partículas Masa Kgs mts R mts Gravitacional Débil Eléctrica Fuerte Para las interaccione gravitacionales y las eléctricas, que corresponden a una sola temperatura sus longitudes de onda son múltiplos de Planck. por la longitud de En cierta forma están sincronizadas con la longitud de Planck y su alcance es enorme. En cambio las interacciones débil y fuerte, que corresponden a dos temperaturas no tiene longitudes de onda sincronizadles con la longitud de Planck y, rápidamente, sus emisiones fotónicas se dividen en conjuntos correspondientes a otras interacciones. El alcance de esta dos últimas interacciones es pequeño y esta dado, precisamente por la longitud de onda correspondiente. 22) Partículas portadoras de “fuerza” Las interacciones gravitacional y eléctrica corresponden a las mismas temperaturas, sus intercambios energéticos no cambian la estructura misma de las partículas que intervienen. Solo cambian su “temperatura externa”, es decir, su estado de movimiento respecto a otras partículas. Entonces, sus partículas de intercambio, o “Portadoras de fuerza” tienen masa extremadamente pequeñas. Se dice que no tiene “masa en reposo”, para indicar que su masa se distribuye en el campo que rodea las partículas. Las interacciones débil y fuerte, en cambio varían o pueden variar de temperatura interna de las partículas que la experimentan, por ejemplo la débil puede pasar la temperatura interna desde la temperatura eléctrica a la gravitacional. Es decir, pude disociar parte de la partícula en el fondo cósmico. Por lo tanto, antevienen en la aniquilación de partículas y en la disociación de partículas en otras partículas y en fotones. Procesos conocidos como desintegraciones. La interacción fuerte puede transformar un neutrón en un protón, o a un quark, en otro quark, para lograr estas transformaciones se requiere el intercambio de partículas de gran masa. Llevando a una ecuación fenomenológica anteriores llegamos a una ecuación de tipo Veamos algunos cálculos con los datos calculados previamente en la tabla siguiente: Interacción Temperaturas Gravitacional Tiene temperatura propia e igual a Débil Es dependiente de la gravitación y la eléctrica Eléctrica Fuerte Dependiente igual a Tiene dos versiones Observando la tabla anterior se puede concluir que las interacciones en la naturaleza, aunque se basan en el mimo mecanismo básico, se basan en muchas escalas correspondientes a valores de temperatura con saltos de: Nosotros nos circunscribimos a la descripción de solo las cuatro fuerzas conocidas ampliamente .Para ello expresamos la temperatura de la interacción en la forma Para las interacciones gravitacional, eléctrica y la temperatura mayor es igual a la temperatura menor y la temperatura de la portadora resultaría cero, así como la mas de partícula portadora (se entiende que se trata de la mas en reposo) Esas partículas portadoras serian el “gravitón”, el “fotón”, y el “gluón”. Para la interacción “débil” tendríamos: Masa que corresponde a las partículas hoy la masa atribuida a la partícula en promedio. Hasta el día de es de 80.4 G eV, y a la partícula 91.26 eV, cuyo promedio da: 85.263 G eV. es Estas partículas se denomina “virtuales” aunque paradójicamente, son completamente reales. Su enorme mas proviene de las partículas que rodean a los que interactúan y forman el substrato que conocemos como “vacio” Para la interacción tenemos: Temperatura de una partícula de masa: Masa en el promedio de la masa de los piones la masa estimada para estas partículas es: Y Cuyo promedio resulta 137.28 m eV. Las discrepancias no deben extrañar pues la ecuación que ensayamos es fenomenológico como dijimos antes. 23) La partícula más estable Hemos aceptado una relación entre la masa y el radio de todas las partículas neutras o cargadas: Donde m es masa de todos los cuantos de materia que forman la partícula y R es radio de la región, mas o menos simétrica que ocupan esos cuantos. Esto no quiere decir que tomemos las partículas como esferas salidas de radio R. Poco sabemos de la organización de los cuantos que forman las partículas, pero, según la evidencia experimental, solo presentan la coherencia propia de las esferas macroscópicas en colisiones de muy baja energía. A mayores energías los cuantos de las partículas que colisionan forman una nueva entidad para separase luego y seguir las trayectorias que implican conservación de energía y momento. Muchas veces esas trayectorias dan la impresión que una partícula paso a través de la otra, engañando sobre el verdadero tamaño de ambas entidades. Luego es lógico que el radio clásico solo tenga una ligera influencia sobre la “sección recta” que se encuentran en los experimentos de colisión. Ahora si combinamos el postulado de la relación masa Radio con el postulado de la cuantizacion que asegura que debe de existir una masa mínima no divisible en otras menores, podemos escribir Precisamente a esa partícula de masa mínima y radio máximo la denominamos “cuanto” y le atribuimos un esquema como el mostrado en la figura. La tendencia también postulada, es que estos cuantos tratan de asociarse de modo que la masa crece y el radio disminuye. Si representamos partículas formadas por muchos cuantos; cuya coherencia a provocado una disminución del tamaño; por un grafico m R como el grafico del cuanto anterior obtendremos los mostrados en la figura. Observe que la acumulación de masa provoca una disminución del espacio. El limite contrario al caso del cuanto, y que se deduce del postulado de cuantización que impone una longitud mínima correspondería a una partícula cuyo esquema m – R mostramos en la figura. Es evidente que las tendencias en esta partícula es contraria a las partículas de menor masa. Ahora debe tender a perder masa y gana radio. Es de sentido común que si aceptamos la fenomenología anterior lleguemos a la conclusión que la partícula mas estable es aquella en que las dos tendencias se equilibren la partícula media con igual proporción de cuantos de masa y cuantos de espacio Esquema mR de la partícula mas estable del universo Para esa partícula: Pero Aunque existen varas formas de explorar el significado de la ecuación anterior, escogimos el mas directo para hacernos entender. De acuerdo a muchas propuestas, el cuanto de longitud es la “longitud de Plack” Y la partícula mas masiva tiene la masa Planck: Su producto al cuadrado es Observe como multiplicamos por y dividimos por la misma cantidad. Observamos entonces De modo que: Si escribimos Podemos igualar: Se puede comprobar que la escogencia para conexión entre espacio y masa es: que representa la intima Con esta escogencia obtenemos Ahora abordemos la cuestión de la partícula mas estable, evidentemente ya tenemos herramientas para buscar en la forma “matemática”, pero aceptaremos por ahora, la evidencia física contundente y la señalamos como el electrón. Con esta escogencia y sabiendo que: Podemos calcular el “entero” Número cuyo carácter entero se discute después. 24) Valores limites y valores extremos Para nosotros una partícula de masa cero simplemente no existe. Entonces llamamos al cero un valor “extremo” que nunca se alcanza en ninguna formación natural ni en masa ni en radio. En cambio aceptamos que las partículas pueden llegar a tener una masa mínima o un radio mínimo, cuyos valores llamaremos valores limites. Dad la simetría del universo aceptamos que se presenta la misma situación hacia los extremos superiores de la masa y el radio. En medio, como ilustramos en el esquema m - R estará el electrón como partícula mas estable. Nuestro razonamiento del numeral anterior se resume así: Pero De modo que obtuvimos Con lo cual calculamos Lo que nos permite hallar Y obtener de la mima forma No debe extrañar que existan partículas tan enormes. Téngase en cuanta que solo son conglomerados de cuanto ligados por fuerzas pequeñísimas, como nubes de algún gas. Estas enormes partículas se conocen entre los físicos como “resonancias” y generalmente tienen vidas efímeras. Evidentemente no esta a la alcance de los laboratorios terrestres observar las partícula extremadamente grandes; pero la astrofísica puede intentar su observación en los rincones “ vacios del firmamento. 25) El tiempo Si nos agrandan las perogrulladas podemos decir que el tiempo es la duración de las transformaciones energéticas. Así la unida natural de tiempo seria la duración de la transformación de la partícula d masa máxima y se definiría de la siguiente forma: Al otro extremo de este pequeñísimo intervalo de tiempo encontramos el tiempo que dura la transformación de la masa mínima, transformación muy lenta a causa del poco contenido energético de esa partícula Cuyo valor se puede determinar con la expresión Lo cual nos permite llegar al valor exacto de G la constante de gravitación Y como Entonces Y Llegando a Examinando las unidades de encontramos: unidades de = Por esta conexión de G con las unidades de tiempo es que trataremos esta constante en el presente numeral dedicado al tiempo 26) Algo sobre cosmología Ya que encontramos el valor de G supuestamente “correcto”, entremos a un tema íntimamente ligado a esta constante la cosmología La primera observación al respecto es que con la masa del universo comúnmente aceptada el radio calculado por la expresión Seria mucho menor que el cuanto de longitud. Para no incurrir en la aceptación de “singularidades” no necesarias, abandonamos la pretensión de simular el universo con una de nuestras partículas. En cambio, la idea de que el universo primigenio era un conjunto de masas de Planck divididas por , de modo que la suma de todas sus masa se igualaba a la masa del universo (figura) se acomoda bien al punto de partida tipo Big Bang para el universo. Antes de este conglomerado nada sabemos; literalmente solo Dios sabe que ocurriría antes. Al no tener formas de transformación, la energía de las masas ni se haría un desdoblamiento de partículas, disminuyendo la masa de las partículas originales. Tanto las partículas creadas como las anteriores aumentarían el volumen del universo y empezaría el proceso de expansión. Veamos los cálculos para el universo inicial. Si M es la masa del universo, el numero de partículas iníciales es: Coocemos el radio de la masa de Planck: Calculamos su volumen Por lo tanto el universo inicial tendrá un volumen Mas tarde abordaremos el caso de la entropía y estudiaremos desde ese aspecto la escogencia de la masa del universo. Por ahora dejemos sorprender por el hecho maravilloso de que si tomamos , el radio inicial del universo como el radio del electrón, la partícula mas estable, obtenemos para la masa del universo el valor: Valor muy cercano a las mejores estimaciones actuales. En realidad en el centro de esas estimaciones Sin aportar ninguna prueba nos quedaremos con este valor y continuaremos nuestros cálculos. El valor del radio inicial del universo es: El número de partículas individuales de ese universo primigenio es: Este número de partículas resulta muy útil para determinar teóricamente el número de Avogadro: , el número de partículas en el universo primigenio resulto entonces del cubo de cuantos en el electrón: Por ultimo el número de cuantos en el universo resulto: Lo que nos permite desarrollar la siguiente escala usando en número N básico 27) Evolución del número de partículas en el universo Aceptamos como inherente a la naturaleza de las partículas la tendencia a ganar mas y contraerse o a perder mas y expandirse, de acuerdo a condiciones diversa aun no estudiadas. La velocidad de estos procesos siempre es proporcional a la más instantánea de la partícula. Luego es lógico que asumamos que el número de partículas crece como función de la masa de la partícula mayoritaria en el universo. Ahora, como el número de partículas existente también incide en el número de partículas producido unimos los dos factores de crecimiento y aventuramos una relación del tiempo: La función anterior se lee así: El crecimiento de partícula en el tiempo es igual a una constante multiplicada por el número de partículas actual y por la masa de la partícula mayoritaria elevada a un exponente b. Pero sabemos que: Para evaluar el exponente b consideremos tiempos para los cuales el numero de partículas haya superado ampliamente el numero de partículas inícial: Tendremos Entonces Pero Para lo cual consideramos Con K la constante de Boltzman conseguimos Suponemos una rápida expansión inicial de modo que en un instante Ya se cumplía que numero de partículas era mucho mayor que el numero inicial para ese tiempo estimamos la temperatura como la de Planck, Para aceptamos las consideraciones en boga y tomemos , y para la temperatura la conocida de anteriores: remplazando en las expresiones Ahora si escogemos los valore limites nuestros Obtenemos Estos resultados nos permiten escoger como más plausible el valor de 2 para b. Máxime cuando se trata de procesos cuanticos. Con nos queda: Y Volvemos a utilizar las parejas de valores: Y Para estimar los últimos parámetros obtenidos: Recuérdese que Es un viejo conocido (desde el numeral 25 donde nos permito calcular el valor “exacto” de G); y 28) Primeras formulas del universo Vemos en forma tabulada las expresiones que podemos obtener hasta el momento sobre el universo: Cantidad Expresión Valor sobre unidad M masa del universo m masa m inicial= partícula preponderant M actual= e N numero de particulas volumen del universo , Radio del universo Velocidad de expansión Parámetro de Hubble Solo adelantaremos por ahora, algunas explicaciones sobre los valores anteriores. En primer lugar hacemos caer en cuenta que el crecimiento del radio en el tiempo no es equiparable a una velocidad pues el concepto de velocidad se refiere al fenómeno de atravesar un espacio pre existente, y lleno de energía en un intervalo de tiempo, y el crecimiento del espacio en si es otro fenómeno completamente diferente. Entre los muchos ejemplos que se nos ocurre de espacio que ocurren a velocidades mayores que la de la velocidad de la luz, el más, a nuestro entender, fácil de asimilar es el crecimiento del espacio entre dos puntos de unión, o encuentro de dos tijeras abriéndose simultáneamente, pues es bien conocido que este punto de encuentro de las hojas puede “viajar” a velocidades superiores a la de la luz. En segundo lugar para calcular el parámetro de Hubble es incorrecto situarnos en el “centro” del universo, aunque se puede hacer esa suposición para otros cálculos. Pero en el caso presente la otra galaxia cuya distancia medimos no puede asumirse en la periferia del universo. Lo más cuerdo es asumir nuestra galaxia y la otra como puntos promedios homólogos del universo. Haciendo los cálculos relativistas. Pero como Con Y Obtenemos: Sin embargo, debemos aclarar que el método para calcular el parámetro de Hubble depende mucho de la forma como se interprete la geometría del universo, y por ende, de cómo se interpreten las medidas de tiempo, distancia y velocidad entre galaxias. Por el momento, con imaginarnos un universo esférico, expandiéndose en un “espacio” al que no prestamos atención metal, nos basta. 29) La densidad del universo Siguiendo con la imagen mental sencillísima del numeral anterior podemos calcular la densidad del universo: M mplanck 4 ( 2 7tplanck ) 2 2 melectrón3electrón(7 3 / 2t 2 7tplanck ) 2 La densidad inicial del universo es: i M 1.6864248 10 98 Kg / mt 3 electrón inicial ( 2 7 tplanck ) 2 inicial (2 14tplanck 2 ) (7 3 / 2 t 2 7 tplanck ) 2 (7 3 / 2 t 2 7 tplanck ) 2 Pero resulta que la constante de gravitación es: G Re lectrón 3 3 4 Re lectrón 3 2 4 3M M tp 2 tp G 3 6.674238856 10 11 m 3 /( sg 2 Kgs) 2 4 tp i G 3 4 tp 2 G Y reemplazando en la expresión de la densidad: (2 14 tplanck 2 ) 3 4 tp 2 G (7 3 / 2 t 2 7 tplanck ) 2 3 13 2 7 tplanck 2 G 49 t 3/ 2 7 3 2 8 G 3 8 13 3 49 2t 1 2 2 2 7 tplanck 7 3 / 2 t 2 2 2 7 tplanck 8 G 4 14 1 3 3 49 2 t 2 7 3 / 2 t 8 G 13.218176 4.1014 10 44 1 3 t t2 Tomando el parámetro de Hubble simplemente como: Ha Llegamos a: 1 dRu 2 Ru dt 3t t 2 , 3H 8 G 29.741H 2 4.1168 10 42 H 3 3 Esta ecuación tiene una contrapartida en las ecuaciones de Friedmann: KuC 2 8 G 2 M 3 R2 Ecuación en la que Ku representa la curvatura gaussiana. Cuando el universo es plano, Ku = 0, y la ecuación de Friedmann queda muy parecida a la nuestra, pues el término en H3 es pequeñísimo comparado con el término en H2. En definitiva, podemos resaltar que la densidad calculada por nosotros es unas treinta veces mayor que la del correspondiente modelo relativista. 30) La constante gravitacional de Einstein Einstein introdujo en sus ecuaciones de Campo una constante X que se vincula con la constante newtoniana de gravitación G, por la relación: G XC 2 8 Como ahora sabemos que G está relacionada con la densidad inicial del universo y con el cuanto de tiempo por la ecuación: G 3 4 inicialuni verso tcuanto 2 3 4 i tp 3 XC 2 G 8 4 i tp 2 Y podemos interpretar la constante Einsteniana asi: X 6 tp i C 2 2 6 DensidadIn icial Cuanto deEnergíad elUniverso deTiempo 2 Es tal la importancia de este parámetro, que vemos su significado como más profundo y nos atrevemos a escribir: 6 X 1 8 Densidad Edad deMasadelU niverso C 2 Universo 2 8G C2 De donde despejamos EdaddelUniverso 6 64G DensidadMa saUniverso Que coincide plenamente con la expresión para la edad del universo deducida de la Relatividad General en muchos textos de Astrofísica: t 3 32 G Pero logramos esta coincidencia añadiendo el factor 1/8. En síntesis, para muchos autores que siguen la Relatividad, tenemos: Densidadde Masa 2 3 3 t 32G 4 XC 2 delUniversoenelTiempo(t ) Para nosotros: Densidadde Masa 2 3 6 t 4G XC 2 delUniversoenelTiempo(t ) 31) Distancia al Big – Bang Según la Relatividad entre dos puntos del espacio – tiempo se cumple el invariante: x 2 (ct ) 2 0 (ct ) 2 x 2 Combinando este resultado con el numeral anterior tendremos: x 2 (ct ) 2 x 6 64 3 X DensidadMa saUniverso X M u 3 XM u 8 G M u G M u Ru 8 8 C 2 C2 De modo que para nosotros el universo sería un agujero negro, en términos relativistas. El tiempo no transcurre para los observadores situados en la periferia y el radio no cambia, permanece constante. Para la cosmología relativista ocurre lo siguiente: 1 6C 2 6 4 x 3 x 3 x 2 (ct ) 2 8 XC 2 8 XM 3 XM x 8GM 8GM Radio de agujero negro C2 C2 Es decir, el universo no es un agujero negro; en la periferia el tiempo transcurre; pero el radio se mantiene constante y no existe el Big – Bang… Este ligero problema tiene muchas soluciones satisfactorias para los relativistas. Solo queremos hacer ver que este modelo que presentamos engloba una versión, como se dedujo en los primeros numerales de la Relatividad que no presenta en absoluto esas pequeñas inconsistencias. Como hemos trabajado demasiado en cosas intangibles, como el radio del universo y la edad del mismo, es bueno un regreso a terrenos más familiares. Por eso iniciaremos un estudio de nuestro Sistema Solar. 32) Sistemas orbitantes Partimos de un concepto: energía es tendencia a la contracción o a la expansión. En cierta forma puede mirarse esta tendencia como una absorción o una emisión de espacio. Por ejemplo, podemos colocar una rejilla coordenada fija, centrada en la partícula que absorbe materia y considerar que el “espacio” es fijo y lo que se mueve hacía la partícula es la materia que llena ese espacio. Incluso podemos imaginar el espacio como curvo y relacionar esa curvatura con el movimiento de la materia en el, y decir que el movimiento es producido por la curvatura misma. En la otra concepción asumimos el sistema coordenado fijo a la materia y ahora pensamos que la partícula engulle al mismo espacio que la rodea, pues el sistema coordenado parece, y en efecto lo es, ser tragado por la partícula. Para que la imagen sea más ilustrativa dibujamos la rejilla en forma de embudo centrado en la partícula. En este trabajo se usa con preferencia los sistemas de coordenadas fijos, sobre los cuales se “mueve” la materia. Otro movimiento mas frecuente es una contracción seguida por una expansión, que crea un traslado neto de una partícula alrededor de otra. Estos movimientos los llamamos orbitantes. Estos traslados tan frecuentes en la naturaleza se pueden describir como movimientos ondulatorios, con un periodo, una longitud de onda, etc. Trataremos de estudiar las leyes que rigen esos movimientos. 33) Fuerza centrífuga Aunque sabemos que en nuestro sistema se aceptan las leyes de la física clásica casi sin modificación, también asumimos que esas leyes pueden deducirse del principio de cuantización y del principio de mínima acción. Nuestro primer paso, entonces, es lograr una expresión cuántica para la fuerza centrífuga. Para ello nos tenemos que separar algo de nuestro propósito de solo emplear las matemáticas más sencillas, y empleamos la sofisticada figura siguiente. Se hacen las consideraciones comunes: los ángulos son pequeños, la velocidad tangencial cambia muy poco, etc. Entonces, argumentamos: La energía transformada por la fuerza radial en el trayecto desde el punto a hasta el punto b, multiplicada por el tiempo que dura la transformación, Δt, tiene que ser igual a un número entero, NR de cuantos de acción, h. En ecuación: FR S sen t N R h 2 Este número de cuantos de acción debe corresponder al número de cuantos de acción que cambia la energía cinética de la partícula en sentido radial: 1 1 2 2 2 mvR b 2 mvR a t N R h Igualando los cuantos de acción: 1 2 N R h FR S sen t mv R bt 2 2 1 2 De donde: FR S sen t mvR b 2 2 Pero resulta, y el diagrama lo pone de manifiesto, que: Como los ángulos son pequeños: sen 2 2 Por lo cual: v R b 2 (vsen ) 2 v 2 ( ) 2 S R' En definitiva: 2 2 mv ( ) FR R' 2 2 FR mv 2 R' Esta es la famosa fueraza centrífuga. Obsérvese que no es una fuerza centrífuga “ficticia”: es una fuerza completamente real, correspondiente a una transformación efectiva y calculable de energía. 34) La fuerza tangencial Cuando el movimiento orbital no es completamente circular la fuerza central tiene componente radial y tiene componente tangencial (ver figura siguiente). El cambio de energía en el sentido tangencial también debe cumplir el principio de mínima acción. Ft St N t h Esta ecuación la dejaremos así. Es decir, no procederemos como en el caso de la fuerza centrífuga, a igualar los cambios en los cuantos de acción, para poder mantener en evidencia los efectos cuanticos en el movimiento orbital. Llamando al ángulo entre la tangente y la fuerza central podemos escribir: mv 2 FR Fsen R' Ft F cos Nt h St Estudiaremos los casos donde la fuerza central se puede expresar así: F A(cons tan te) A 2 2 ( Rdis tan ciaentremyM ) R De donde obtenemos: FR A mv 2 sen R' R2 Ft Nh A cos t 2 St R sen R 2 mv 2 AR' cos R2 Nt h ASt Entonces: 2 R4 Nt h2 R 4m2v 4 sen cos 1 2 A ( R' ) 2 A 2 S 2 t 2 2 2 Ahora, la relación de la distancia entre los cuerpos y el radio de curvatura está afectada tanto por la relación de las masas como por la velocidad finita de propagación de los cambios energéticos. Solo consideraremos el efecto de masas. Tomando en cuenta los dos cuerpos girando alrededor de un centro común: GMm mw 2 R ' Mw 2 R ' ' 2 R R' ' mR' M R R' R' ' R' R' R R' (m M ) M Reemplazando en la ecuación de la fuerza: m M R 4 m 2 v 4 (m M ) 2 N t h 2 1 S 2 A2 R 2 M 2 2 R4 A 2 t 2 Como el arco recorrido depende de la velocidad y el Δt, podemos escribir: ΔS = vΔt, y llegamos a la expresión: 2 1 R 2 m 2 v 4 (m M ) 2 N t h v 2 R 4 2 2 A2 M 2 S A Ahora, consideremos una órbita estable. En esa órbita los procesos cuánticos deben ser repetitivos e idénticos. Tomamos, por lo tanto, el término Nt h S 2 como un parámetro de la órbita y escribimos: Nt h S 2 b R 2 m 2 v 4 (m M ) 2 b 2 v 2 R 4 1 A2 M 2 A2 Despejando: R4 R2 R 2 m 2 v 2 (m M ) 2 A2 0 b2M 2 b2v 2 m 2 v 2 (m M ) 2 2b 2 M 2 m 4 v 4 (m M ) 4 A2 4b 4 M 4 b2v 2 Pero una órbita estable se debe diferenciar de las demás en algún máximo o mínimo. Derivando respecto a v2: 2m 4 v 2 ( m M ) 4 A2 2 4 4b 4 M 4 b v d (R 2 ) m 2 (m M ) 2 1 0 2 2 2 2 m 4 v 4 (m M ) 4 d (v ) 2b M A2 2 2 4b 4 M 4 b v m 4 (m M ) 4 b4M 4 m 4 v 4 (m M ) 4 A2 2 2 4b 4 M 4 b v m 4 v 2 (m M ) 4 A2 2 4 2b 4 M 4 b v 2 m 8 v 4 (m M ) 8 m 4 A 2 (m M ) 4 m 8 v 4 (m M ) 8 A 2 m 4 v 2 (m M ) 4 A4 4 8 4b 8 M 8 b 4 M 4b 2v 2 4b 8 M 8 b v v 4b6 M 4 2 A 2 m 4 (m M ) 4 A4 v 2b 6 M 4 b4v8 A2b 2 M 4 v 2m 4 ( m M ) 4 6 Reemplazando en la expresión de R2: 8 4 4 A 6b 6 M 6 8 26 86 6 2 m (m M ) m 2 (m M ) 2 R 2b 2 M 2 2 8 8 m 4 (m M ) 4 A 6 b 6 M 6 8 4 4b 4 M 4 2 6 (m M ) 6 m 4 R2 4 A 6 m 6 (m M ) 8 8 2 6b 6M 2 R 2 4 4 4 2 3 2 3 8 2 A 2 2 6 (m M ) 6 2 4 8 4 b2 A 6b 6 M 6 8 8 A 6 (m M ) 6 m 2 2 4 6 6 A 3 m 3 (m M ) 2 3b 3M 6 6 16 6 16 b 6M 8 6 16 6 m 8 6 6 8 6 1 2186 mA(m M ) 1 8 1 2 2 2 2 b M 2 3 En definitiva, tendremos para las órbitas estables: AbM 2 v 2 2 2 (m M ) m Am(m M ) R 2Mb 2 1 1 3 3 35) Orbitas estables y la Ley de Kepler Encontramos la relación entre v y R con el parámetro cuántico b para las órbitas estables; tratemos de anular este parámetro haciendo el producto: Am(m M ) A2b 2 M 4 v R 2 4 4 2 Mb 2 (m M ) m 1 3 2 v 2 R 3 3 3 2 (m M ) m v 2 R A3 M 3 1 3 AM 2 (m M )m Este resultado requiere una explicación pues el 2 del denominador no aparece en la expresión conocida universalmente como la ley de Kepler. Es fácil caer en cuenta que la presencia del 2 se debe a la forma de obtener la velocidad media y la distancia media al centro de fuerza. Es decir, se entiende la expresión como una relación entre valores medios ponderados. Veamos un ejemplo ilustrativo al respecto. Para no enredarnos con integrales elípticas, nos imaginamos la elipse dividida en n trozos. Entonces proponemos dos formas de interpretar la ley de Kepler. La forma usual: vo v máxima v mínima 2 Ro Rmáxima Rmínima 2 GM vo Ro 2 Y la forma ponderada: GM 2 1 n 1RmáximaVmínima2 Rmínimav máxima 2 n Llamando: vo o v mínima v máxima Bo Ro o Rmínima Rmáxima Bo 2 vo R 1 2 2 n 1Bo Ro 2 o N o Bo o o 2 n GM GM Ro v o n 2 2 Bo Bo n 1 o 2 o 2 Teniendo en cuenta que GM vo Ro , se obtiene: 2 n 1 Bo o 2 Bo 2 o n 2 Lo que nos permite despejar n: Bo 2 o n B o 2 o2 o 2 o BO 1 B n o2 2 o Bo 2 o o o 2 Bo 3 2 2 2 Bo o Bo 1 2 o 2 Bo Con esta expresión obtenemos dos límites: o Bo 1 y o 2 2Bo Ahora, como o 1 y Bo 1 , por definición, la primera desigualdad no tiene interés; pero la segunda resulta muy diciente cuando hacemos Bo ≈ 1 o 2 2 o 1.1892 . 36) Comprobación astronómica Nuestra ley de Kepler dio sorprendentemente: AM m M m Encontramos como explicación al GM 2 Rv 2 2 2 , que no aparece en las leyes originales de Kepler, la forma de promediar los valores de R y v. Para explicar este promedio definimos: Ro o Rmínima Rmáxima Bo vo o v mínima v máxima Bo Los productos de las distancias y las velocidades extremas dan: Rmínimav máxima Rmáximav mínima A B C Rmínimav máxima 2 Rmáximav mínima 2 2 2 R o o B 2 Bo v o 2 o Ro v o 2 o B Ro Bo o o Bo 2 o 2 Bo o 1.009 1.1892 1.199 Rmínimav máxima Ro vo Bo o 1 Rmáximav mínima o Ro Bo vo Rmáximav máxima Ro Bo v o Bo 2 2 Bo o 2 Bo 1.45 Rmínimav mínima Ro v o o o Ro v o 2 Rmáxima Ro Bo V o Bo 1.199 E max o Bo 1.199 Rmínima Ro v min o D Veamos que dicen los valores experimentales sobres esas cantidades: Rmínima Rmáxima Vmínima Vmáxima x 1010mts x 1010mts x103m/s x103m/s Mercurio 4.6002 6.9818 38.860 Venus 10.7473 10.8938 Tierra 14.7102 Marte Planeta A B C D E 58.98 1.5181 1.0002 2.3030 1.5177 1.5174 34.790 35.26 1.0070 0.9967 1.0241 1.010 1.0136 15.2098 29.290 30.29 1.0343 1.0002 1.0693 1.034 1.0339 20.6657 24.9323 21.970 26.50 1.2063 1.0001 1.4547 1.206 1.2060 Júpiter 74.0565 81.6203 12.440 13.72 1.1038 1.0009 1.2153 1.103 1.1019 Saturno 135.0065 150.8761 9.090 10.18 1.1223 1.0021 1.2019 1.119 1.1175 Urano 274.1959 300.0820 6.490 7.11 1.0939 0.9986 1.0428 1.095 1.0971 Neptuno 446.4019 454.5012 5.370 5.50 1.0303 1.0059 2.7348 1.024 1.0181 Plutón 444.2536 738.9237 3.710 6.10 1.6253 0.9885 1.4963 1.644 1.6633 Valores Promedios Experimentales 1.193 0.9993 1.477 1.195 1.196 Valores Teóricos 1.199 1.000 1.45 1.199 1.199 El significado de los resultados anteriores es claro, desde el punto de vista estadístico, las órbitas de los planetas se separan de sus valores “ideales” por perturbaciones mutuas; pero esas perturbaciones, como en todo sistema conservativo; producen efectos contrarios en la órbita perturbadora. Esos efectos, en promedio, tienden a anularse, y al sacar los valores medios se obtienen límites muy parecidos a los teóricos. El sistema Solar resulta ser, entonces, un extraordinario mecanismo de relojería que funciona en armonía completa… pero al costo de pequeñas perturbaciones entre sus partes que se compensan entre sí. Esto nos da una pista de cómo tratar esas perturbaciones, que deben de ser del orden de (2)(1/12), para corregir los valores que obtengamos para nuestras órbitas “perfectas” y acercarlos a los valores perturbados reales. El valor (2)(1/12) se deduce de una observación somera de la tabla anterior. 37) Velocidades planetarias Obtuvimos la expresión: AbM 2 v 2 2 2 (m M ) m 1 3 Donde b es el parámetro cuántico N t h / S 2 . Para el sistema Solar A = GMm y M, la masa del sol, es mucho mayor que m, la masa de los planetas. Luego, sin introducir errores apreciables, se puede escribir: GMN t h v 2 2mS 1 3 Cuando estudiamos la ley de Kepler nos resultó la expresión: GM v 2 R , que 2 explicamos aduciendo que R y v eran valores promediados en forma diferente a los usuales valores medios de la astronomía tradicional. Para seguir refiriéndonos precisamente a los valores empleados comúnmente escribimos: v o v 2 1 6 GMN t h 2 mS 1 3 Para hallar los parámetros cuánticos debemos consultar tanto las leyes de la mecánica cuántica como las leyes gravitacionales e interpretar, a la luz de estas leyes, las ecuaciones encontradas. Es precisamente lo que hicimos. Pero para la exposición procederemos al revés: primero mostraremos los resultados y luego veremos como llegamos a las ecuaciones consideradas. Empezaremos con la velocidad: GMN t h vo 2 mS 1 3 GM 2 2 22ng 7 2 2 1 3 Tomando para nuestro sol el archiconocido valor de 1.989 x 10 30 Kgs como su masa, M, procedemos a llenar la tabla siguiente con los valores experimentales y los calculados. Téngase en cuenta que el único dato requerido es M, la masa del sol. Orbita ng 1 Planeta Velocidad Velocidad Velocidad Velocidad Mínima Máxima Media Calculada m/s m/s m/s m/s Velocidad Corrección Corregida m/s Vulcano* Vulcanoides ** 22 23 Mercurio 38860 58980 47873 47891 2(0/12) 47891 24 Venus 34790 35260 35021 36704 2(-1/12) 34644 25 Tierra 29290 30290 29786 28130 2(+1/12) 29803 26 Marte 21970 26500 24131 21558 2(+2/12) 24198 27 Ceres*** 17900 16522 2(+3/12) 19648 28 Júpiter 12663 2(+1/12) 13416 2(0/12) 9705 29 Orbita ng 30 Saturno Planeta Urano 31 Neptuno 32 Plutón 12440 13720 13070 9090 10180 9672 9705 Velocidad Velocidad Velocidad Velocidad Mínima Máxima Media Calculada m/s m/s m/s m/s 6490 7110 6335 7438 2(-2/12) 6626 5700 2(-1/12) 5380 4749 4369 2(+1/12) 4629 4531 4369 2(0/12) 4369 5370 3740 5500 6100 5478 Velocidad Corrección Corregida m/s 2005FY9, 2003EL61, **** 32 Quaoar, 2002TC302 Orcus, Varuna, Caos, Ixión…. 33 Eris 3436 3348 2(0/12) 3348 37 Sedna 1040 1155 2(-1/12) 1090 Notas: *Vulcano: Planeta inexistente propuesto por Leverrier para explicar el adelanto del perihelio de Mercurio. **Vulcanoides: Asteroides no detectados, situados en órbitas menores que la órbita de Mercurio. ***Ceres: Asteroide representante del llamado “cinturón de asteroides”, restos de un primitivo o abortado planetoide. ****Plutón: forma parte de los restos de un gigantesco planeta, fragmentado o abortado, que corresponde a la órbita 32, junto con los planetoides recién descubiertos. 38) Velocidades de los satélites Como solo calculamos “órbitas perfectas” y los satélites, debido a su pequeña masa, son más expuestos a sufrir perturbaciones apreciables, como las producidas por el paso de un cometa en su vecindad, es mas seguro que encontremos discordancias entre los datos calculados para sus órbitas y sus valores experimentales. Aquí no consideraremos el caso de los anillos planetarios que serán estudiados a su debido tiempo. Llenaremos una tabla empleando la misma fórmula: GM 2 2 22 n g v 7 2 2 1 3 La única diferencia será que en lugar de la masa del sol usaremos la masa del planeta. Planeta Satélite Velocidad Velocidad Masa Masa experimental calculada Kgs Kgs m/s m/s 47873 47891 Mercurio Corrección 2(0/12) Velocidad Número corregida Orbital m/s ng 47891 23 3.303x1023 Venus 4.869x1024 Tierra 5.976x1024 Luna 7.349x1022 Marte 6.421x1023 Fobos 1.08x1016 Deimos 1.8x1015 Jupiter 1.900x1027 Metis 9.56x1016 Adrastea 1.91x1016 35021 36704 2(-1/12) 34644 24 29786 28130 2(+1/12) 29803 25 1020 1176 2(-2/12) 1048 21 24131 21558 2(+2/12) 24198 26 2140 2112 2(0/12) 2112 16 1350 1240 2(1/12) 1314 18 13070 12663 2(1/12) 13416 27 31570 30324 2(0/12) 30324 16 31450 30324 2(0/12) 30324 Planeta Satélite Velocidad Velocidad Masa Masa experimental calculada Kgs Kgs m/s m/s 26470 23241 23920 Amaltea 7.17x1018 Tebe 7.77x1017 Io 8.94x1022 Europa 4.80x1022 Ganimedes 1.48x1023 Calisto 1.08x1023 Leda 5.68x1015 Himalia 16 Velocidad Número corregida Orbital m/s ng 2(2/12) 26087 17 23240 2(0/12) 23240 17 17330 17812 2(0/12) 17812 18 13740 13651 2(0/12) 13651 19 10880 10462 2(0/12) 10426 20 8210 8018 2(0/12) 8018 21 3380 3609 2(0/12) 3609 24 3330 3609 2(0/12) 3609 24 Corrección 9.56x1018 Lisitea 7.77x1016 Elara 7.77x1017 Ananke 3.82x1016 Carme 9.56x1016 Pasifae 1.91x1017 Sinope 7.77x1016 Saturno 5.6632x1026 3290 3609 2(-1/12) 3190 24 3290 3609 2(-1/12) 3190 24 2440 2120 2(+2/12) 2380 26 2380 2120 2(+2/12) 2380 26 2330 2120 2(+2/12) 2380 26 2270 2120 2(+1/12) 2246 26 9672 9705 2(0/12) 9705 29 Velocidad Número corregida Orbital m/s ng Planeta Satélite Velocidad Velocidad Masa Masa experimental calculada Kgs Kgs m/s m/s Pan 16890 15548 2(+1/12) 16472 17 Atlas 16630 15548 2(+1/12) 16472 17 16530 15519 2(+1/12) 16442 17 16400 15519 2(+1/12) 16442 17 15860 15519 2(0/12) 15519 17 15860 15519 2(0/12) 15519 17 14320 15519 2(-1/12) 14648 17 12680 11894 2(+1/12) 12601 18 11350 11894 2(-1/12) 11226 18 Telesto 11350 11894 2(-1/12) 11226 18 Calipso 11350 11894 2(-1/12) 11226 18 Saturno 5.6632x1026 Prometeo 2.7x1017 Pandora 2.2x1017 Epímeteo 5.6x1017 Jano 2.01x1018 Mimas 3.8x1019 Encelado 8.4x1019 Tetis 7.55x1020 Corrección Dione 1.05x1021 Helene Rea 2.49x1021 Titán 1.35x1023 Hiperion 1.77x1019 Japeto 1.88x1021 10030 9115 2(+2/12) 10231 19 10030 9115 2(+2/12) 10231 19 8480 9115 2(-2/12) 8120 19 5570 5354 2(+1/12) 5672 21 5060 5354 2(-1/12) 5053 21 3260 3145 2(+1/12) 3332 23 Velocidad Número corregida Orbital m/s ng Planeta Satélite Velocidad Velocidad Masa Masa experimental calculada Kgs Kgs m/s m/s Saturno Febe 5.6632x1026 4.0x1018 1710 1847 2(-1/12) 1743 25 6835 7438 2(-2/12) 6626 30 Cordelia 10800 10845 Ofelia 10390 10845 2(-1/12) 10236 16 Bianca 9900 10845 2(-2/12) 9662 16 Crésida 9690 10845 2(-2/12) 9662 16 9662 16 Urano 8.6513x1025 Corrección 16 Desdémona 9620 10845 2(-2/12) Julieta 9490 10845 2(-2/12) 9662 16 9662 16 Porcia 9370 10845 2(-2/12) Rosalinda 9110 10845 2(-2/12) 9662 16 Belinda 8780 8311 2(+1/12) 8805 17 Puck 8210 8311 2(0/12) 8311 17 6680 6370 2(+1/12) 6749 18 5520 6370 2(-2/12) 5675 18 4670 4882 2(-1/12) 4608 19 3640 3741 2(0/12) 3741 20 Miranda 6.33x1019 Ariel 1.27x1021 Umbriel 1.27x1021 Titania 3.49x1021 Oberon 3150 2867 2(+1/12) 3037 21 5478 5700 2(-1/12) 5380 31 Nayade 11860 11454 2(0/12) 11454 16 Thalassa 11670 11454 2(0/12) 11454 16 11454 16 10811 16 Velocidad Número corregida Orbital m/s ng 9300 17 3.03x1021 Neptuno 1.01925x1026 Despina 11410 11454 2(0/12) Galatea 10520 11454 2(-1/12) Planeta Satélite Velocidad Velocidad Masa Masa experimental calculada Kgs Kgs m/s m/s Larisa 9650 8778 Proteo 7620 6728 7552 18 4390 3952 4436 20 1100 1045 2(+1/12) 1107 25 4749 4369 2(+1/12) 4629 32 220 208 2(+1/12) 220 20 2002KX14 4770 4369 2(+1/12) 4629 32 2003VS2 4750 4369 2(+1/12) 4629 32 2003AZ84 4700 4369 2(+1/12) 4629 32 4629 32 Neptuno 1.01925x1026 Triton 2.14x1022 Nereida Plutón 1.4875x1022 Coronte 1.77x1021 Corrección 2(+1/12) Orcus 4680 4369 2(+1/12) Ixión 4660 4369 2(+1/12) 4629 32 4629 32 1995SM55 4600 4369 2(+1/12) 2002MS4 4580 4369 2(+1/12) 4629 32 2002UX25 4540 4369 2(0/12) 4369 32 Varuna 4530 4369 2(0/12) 4369 32 Quaoar 4520 4369 2(0/12) 4369 32 4369 32 2002TX300 4520 4369 2(0/12) 1996TO66 4510 4369 2(0/12) 4369 32 4369 32 2003EL61 4484 4369 2(0/12) 2005FY9 4419 4369 2(0/12) 4369 32 4369 2(0/12) 4369 32 Caos 4393 2000AW 197 4310 4369 2(0/12) 4369 32 4124 32 2001UR163 4070 4369 2(-1/12) 2002TC302 3930 4369 2(-1/12) 4124 32 3547 33 2880 34 Velocidad Número corregida Orbital m/s ng 1029 37 ERIS 3436 3348 2(+1/12) 1996TL66 2980 2566 2(+2/12) Planeta Satélite Velocidad Velocidad Masa Masa experimental calculada Kgs Kgs m/s m/s 1040 1155 Sedna Corrección 2(-1/12) Obsérvese que faltan por descubrir los planetas correspondientes a las órbitas 35 y 36. Ahora, se podría interpretar la corrección como una expresión del tipo 2(± n/12), y considerar n como un segundo número cuántico, pero no encontramos evidencias de reglas fijas para el cálculo de ese número. Preferimos entender esta corrección como producto de un desvío accidental de la estabilidad. 39) Radios de las órbitas Considerando los valores medios tradicionales para la velocidad y la distancia al centro de fuerzas, vimos que se podían expresar aproximadamente: v media AbM 2 2 6 vo 2 6 2 2 2 (m M ) m Rmedia Rmedia v 1 1 2 Am(m M ) 2 6 Ro 2 2 Mb 2 1 media 1 1 1 3 3 6 Am(m M ) A2b 2 M 4 Mb 2 (m M ) 4 m 4 1 3 Rmedia v 2 media AM A ( M m) (m M )m m De las mismas relaciones dedujimos que las correcciones entre los valores calculados y los experimentales están en el (2)(± 2/12). Veamos como resultan ahora los valores de R calculados comparados con los valores medidos astronómicamente. Rmedio R Tenemos: A mv 2 medio GMm GM 2 mv 2 v GM 2 2 22 ng v 7 2 2 Reemplazando: R3 Obtenemos: 1 3 , G 3 M 3 49 4 G M 4 2 2 2 22 ng 2 2 GM 49 5 R 8 2 2 n g 22 13 Empleando como único dato la masa del sol para calcular la distancia media del mismo sol a cada planeta, y la masa del planeta para hallar la distancia media de cada satélite a su planeta, llenaremos una tabla parecida a la precedente. Planeta Masa Kgs Sol 1.989x1030 Mercurio 3.303x1023 Venus 4.869x1024 Distancia al Sol mts x 1010 0 Satélite Distancia al Distancia Número Planeta corregida Orbital mts x Corrección 108 Mts x 10 0 ng 0 5.7910 2(0/12) 5.788 23 10.8200 2(1/12) 10.440 24 Planeta Distancia al Masa Sol Kgs Tierra 5.976x1024 mts x Distancia al Satélite 1010 mts x 6.421x1023 Ceres 9.5x1020 Júpiter 1.90x1027 Saturno 5.688x1026 Corrección 108 14.9600 Luna Marte Planeta 3.844 22.794 Distancia Número corregida Orbital Mts x 10 ng 2(-2/12) 14.946 25 2(5/12) 3.846 21 2(-4/12) 22.670 26 Fobos 9.380 2(0/12) 10.096 16 Deimos 23.460 2(-3/12) 23.30 18 41.438 2(-3/12) 40.891 27 77.833 2(-1/12) 78.143 28 Metis 1.2797 2(-1/12) 1.2977 16 Adrastea 1.2897 2(-1/12) 1.2977 16 Amaltea 1.8130 2(-4/12) 1.8579 17 Tebe 2.2189 2(-1/12) 2.2094 17 Io 4.2160 2(0/12) 3.9852 18 Europa 6.7090 2(0/12) 6.7849 19 Ganimedes 10.70 2(-1/12) 10.9030 20 Calisto 18.83 2(-1/12) 18.5625 21 Leda 110.94 2(2/12) 108.934 24 Himalia 114.80 2(3/12) 115.411 24 Lisitea 117.20 2(3/12) 115.411 24 Elara 117.37 2(3/12) 115.411 24 Ananke 212.20 2(-4/12) 223.268 26 Carme 226.00 2(-4/12) 223.268 26 Pasifae 235.00 2(-3/12) 236.54 26 Sinope 237.00 2(-3/12) 236.54 26 2(0/12) 140.951 29 2(-2/12) 1.3950 17 Distancia Número corregida Orbital 142.940 Pan Planeta Distancia al Masa Sol Kgs mts x 1010 1.3358 Distancia al Satélite Planeta mts x 108 Corrección Mts x 10 ng Saturno 5.688x1026 Atlas 1.3764 2(-2/12) 1.3950 17 Prometeo 1.3935 2(-2/12) 1.3950 17 Pandora 1.4170 2(-1/12) 1.478 17 Epímeteo 1.5142 2(0/12) 1.5659 17 Jano 1.5147 2(0/12) 1.5659 17 Mimas 1.8552 2(3/12) 1.8622 17 Encelado 2.3802 2(-2/12) 2.3751 18 Tetis 2.9466 2(2/12) 2.9924 18 Telesto 2.9466 2(2/12) 2.9924 18 Calipso 2.9466 2(2/12) 2.9924 18 Dione 3.774 2(-3/12) 3.8167 19 Helena 3.774 2(-3/12) 3.8167 19 Rea 5.2704 2(3/12) 5.3976 19 Titán 2.2185 2(-1/12) 12.4176 21 Hiperión 4.810 2(2/12) 14.767 21 Japeto 35.613 2(-2/12) 33.973 23 129.52 2(3/12) 131.444 25 2(3/12) 285.375 30 Febe Urano 8.686x1025 287.099 Cordelia 0.4975 2(0/12) 0.4916 16 Ofelia 0.5376 2(1/12) 0.5208 16 Bianca 0.5916 2(3/12) 0.5846 16 Cresida 0.6177 2(4/12) 0.6194 16 Desdémona 0.6266 2(4/12) 0.6194 16 Julieta 0.6436 2(5/12) 0.6562 16 Porcia 0.6610 2(5/12) 0.6562 16 Rosalinda 0.6993 2(6/12) 0.6995 16 Belinda 0.7526 2(-2/12) 0.7457 17 0.8601 2(1/12) 0.8867 17 Distancia Número corregida Orbital Puck Planeta Distancia al Masa Sol Kgs mts x 1010 Urano 8.686x1025 Distancia al Satélite Planeta Corrección mts x 108 Mts x 10 ng Miranda 1.2978 2(-2/12) 1.2695 18 Ariel 1.9124 2(5/12) 1.9021 18 2.6597 2(2/12) 2.7231 19 Titania 4.3584 2(1/12) 4.3759 20 Oberón 5.8260 2(-3/12) 5.9132 21 2(2/12) 458.586 31 0.48 2(-1/12) 0.49019 16 Thalassa 0.50 2(-1/12) 0.49019 16 Despina 0.5250 2(0/12) 0.5193 16 Galatea 0.6200 2(3/12) 0.6176 16 Larisa 0.7360 2(-3/12) 0.7435 17 Proteo 1.1760 2(-4/12) 1.1948 018 Tritón 3.5480 2(-3/12) 3.6690 20 Nereida 55.1340 2(-2/12) 55.602 25 2(-2/12) 6196.78 32 2(-2/12) 0.1949 20 Distancia Número Umbriel Neptuno 1.024x1026 450.43 Náyade Plutón 1.29x1022 591.3520 Caronte 0.1964 PLANETOIDES MAS ALLÁ DE PLUTÓN Planetoide Distancia al sol Masa Distancia calculada Corrección Corregida Orbital 2(-3/12) 584.89 32 2002KX14 5837864 2x1020 2003VS2 6298735 2.7x1020 2(-2/12) 619.68 32 2003AZ84 5898905 4.1 x1020 2(-3/12) 584.89 32 Orcus 5896946 6.5 x1020 2(-3/12) 584.89 32 Ixión 5935999 5.8 x1020 2(-3/12) 584.89 32 1995SM55 6867313 3.6 x1020 2(0/12) 695.56 32 2002MS4 6272155 0.78 x1020 2(-2/12) 619.68 32 Distancia Número Planetoide Distancia al Sol Masa Distancia calculada Corrección Corregida Orbital x1020 2(-2/12) 619.68 32 2002UX25 6361548 7.9 Varuna 6451398 5.9 x1020 2(-1/12) 656.53 32 Quaoar 6493296 2 x1021 2(-1/12) 656.53 32 2002TX300 6453572 2 x1020 2(-1/12) 656.53 32 1996TO66 7251168 4 x1019 2(1/12) 736.93 32 2(-4/12) 552.08 32 2(0/12) 695.56 32 2003EL61 54846 2005FY9 68502 4.2 x1021 4 x1021 50269 2(-6/12) 491.84 32 2000AW 197 7073647 2(0/12) 695.56 32 2001UR163 7693969 2(1/12) 736.93 32 2(3/12) 827.17 32 Caos 2.7 x1020 1 x1020 2002TC302 8231011 ERIS 1012x1013 1.8 x1021 1.184x1013 2(-2/12) 1055.01 33 1996TL66 12401x1013 2.6 x1020 1.184x1013 2(1/12) 1254.42 33 Sedna 7.8668x1013 4 x1021 9.949x1013 2(-4/12) 7.897x1013 37 Se debe observar que ahora las correcciones tienen un vaira mas amplio que en las velocidades debido a que el número cuántico aparece al cuadrado en la expresión de la distancia respecto a como aparece en la expresión de la velocidad. 40) Periodos orbitales de Planetas y Satélites Veamos ahora el estudio de los tiempos que demoran los objetos del Sistema Solar para dar una vuelta completa a su centro de fuerzas. Partimos de las expresiones: GM 2 2 22ng v 7 2 2 1 3 , GM 49 5 2ng 22 R 8 2 1 3 Asumimos, las órbitas como circulares, lo que, evidentemente, introduce errores, y calculamos el período: 2R GM 49 5 7 2 T 2 2 22 n g 22 n g v 8 GM 2 2 2 2 Que se simplifica en la extraordinaria expresión: 1 3 2 7 2 T 2 2 2 ng 22 segs Expresión aparentemente adimensional, pero que, en realidad, contiene el Δt asociado a un cuánto, 7 2 / 6 : T t cuanto 7 n g 22 2 2 segs Para llevar el período a días hacemos: T 7 5 2 2 2 n g 22 seg 1 min uto 1hora dia 60segs 60 min utos 24horas T 39.5645155 2 ng 22 dias Como las perturbaciones provocadas por los cuerpos vecinos no se cancelan cuando se dividen R y v, sino que se incrementan, también debemos corregir los resultados obtenidos. Antes de empezar a llenar una tabla de comprobación con los datos experimentales, debemos sorprendernos antes el hecho curiosísimo de que estos períodos son completamente determinados por la mecánica cuántica. Nos pareció tan extraordinario este resultado que escribimos la expresión del periodo así: T 2 2t cuanto 2 15 112 n 2 2 ng Expresión que se interpreta simplemente como si el período fuera determinado por ng, el número cuántico principal, y n el número cuántico secundario. Incluso, menos números cuánticos que los requeridos para el átomo en la mecánica cuántica. Planeta / Satélite ng n Tcalculado, días Texperimental, días Mercurio 23 0 87.890 87.969 Venus 24 2 219.153 224.701 Tierra 25 -3 364.714 365.256 Luna 21 7 26.685 27.3216 Marte 26 -6 681.287 686.98 Fobos 16 -1 0.3107 0.3191 Deimos 18 -4 1.2895 1.2624 Ceres 27 -4 1698.779 1679.82 Júpiter 28 -2 4235.88 4332.71 Metis 16 -2 0.2933 0.2948 Adrastea 16 -2 0.2933 0.2983 Amaltea 17 -7 0.4881 0.4982 Tebe 17 -1 0.6903 0.6745 Io 18 +1 1.7213 1.7691 Europa 19 -1 3.4065 3.5519 Ganimedes 20 -2 7.1427 7.1545 Calisto 21 -1 16.8106 16.6890 Leda 24 +3 231.18 238.72 Himalia 24 4 246.00 250.57 Lisitea 24 5 260.62 259.22 Elara 24 5 260.62 259.65 Ananke 26 -7 643.05 -631 Carme 26 -6 681.29 -692 Pasifae 26 -4 764.72 -735 Sinope 26 -4 764.72 -758 Saturno 29 0 10562.09 10759.50 Pan 17 -4 0.5805 0.5750 Atlas 17 -3 0.6150 0.6019 Prometeo 17 -3 0.6150 0.6130 Pandora 17 -3 0.6150 0.6285 Epímeteo 17 -1 0.6903 0.6942 Jano 17 -1 0.6903 0.6945 Mimas 17 4 0.9214 0.9424 Encelado 18 -3 1.3662 1.3702 Tetis 18 2 1.8236 1.8878 Telesto 18 2 1.8236 1.8878 Calipso 18 2 1.8236 1.8878 Dione 19 -5 2.7038 2.7369 Helena 19 -5 2.7038 2.7369 Rea 19 +4 4.5472 4.5175 Titán 21 -2 15.8672 15.9454 Hiperión 21 +3 21.1801 21.2766 Japeto 23 -2 78.3013 79.3302 Febe 25 3 546.4542 -550.48 Urano 30 4 29561.62 30685.00 Cordelia 16 0 0.3292 0.3350 Ofelia 16 2 0.3695 0.3764 Bianca 16 5 0.4395 0.4346 Cresida 16 6 0.4656 0.4636 Desdémona 16 6 0.4656 0.4736 Julieta 16 7 0.4933 0.4931 Porcia 17 -6 0.5171 0.5132 Rosalinda 17 -5 1.5479 0.5584 Belinda 17 -3 0.6150 0.6235 Puck 17 +1 0.7748 0.7618 Miranda 18 -2 1.4474 1.4135 Ariel 18 7 2.4343 2.5204 Umbriel 19 2 4.0511 4.1442 Titania 20 2 8.9992 8.7059 Oberón 21 -5 13.3426 13.4632 Neptuno 31 3 61983.66 60190.00 Náyade 16 -2 0.2933 0.2944 Thalassa 16 -1 0.3107 0.3115 Despina 16 0 0.3192 0.3346 Galatea 16 4 0.4148 0.4287 Larisa 17 -5 0.5479 0.5546 Proteo 18 -6 1.1488 1.1223 Tritón 20 -6 5.6692 -5.8768 Nereida 25 -3 364.71 360.1362 Plutón 32 -4 91899 90800 Caronte 20 -4 6.3634 6.3872 2002KX14 32 -4 91899 89041.26 2003VS2 32 -4 91899 89870.24 2003AZ84 32 -4 91899 90441.42 Orcus 32 -4 91899 90396.4 Ixión 32 -4 91899 91295.85 1995SM55 32 -3 97364 98189.24 2002MS4 32 -3 97364 99159.77 2002UX25 32 -2 103153 101287.19 Varuna 32 -2 103153 103440 Quaoar 32 -2 103153 104449.92 2002TX300 32 -2 103153 103492.89 1996TO66 32 -2 103153 103752.95 2003EL61 32 -2 103153 104234 2005FY9 32 0 115786 113179 Caos 32 2000AW 197 32 2001UR163 32 +2 129964 134721.21 2002TC302 32 +4 145881 149069.95 ERIS 33 -4 204148 203600 1996TL66 33 +1 272505 275701 Sedna 37 -6 4429085 4404480 Se debe atribuir la mayor n a los satélites mas perturbados por colisiones con meteoritos. Tal es el caso de nuestra luna que recibió un tremendo impacto en el 1179, observado por cinco monjes de la Abadía de Canterbury. Ahora pasemos a algo un poco más pequeño que el Sistema Solar. 41) Transición gravitacional a eléctrica Para una masa m orbitando una gran masa M, bajo una fuerza central F = A/R 2, hemos deducido como valores promedios: vo 3 AbM 2 Ro 3 m m M 2 2 Amm M Mb 2 Con b Nt h S 2 Nt : número de transformaciones cuánticas en un ΔS de recorrido. h : constante de Planck. Tomando M >>> m caso que facilita los cálculos y no introduce problemas interpretativos: vo 3 AN t h ; S 2 m 2 Ro 3 AmS 4 2 Nt h2 El objetivo es interpretar estas expresiones, y la metodología será compararlas con expresiones aceptadas para las mismas cantidades. Primero haremos el simple trabajo algebraico y luego profundizaremos en la significación física de los resultados y en el análisis dimensional. Para diferenciar los casos de la gravitación y la electricidad llamaremos las masas orbitantes mog y moe, respectivamente. Para abrir paso posteriormente al estudio de los Quarks, asumiremos las cargas contenidas en las masas como, e, la carga unitaria multiplicada por un parámetro a. Empecemos con la velocidad en las órbitas de la gravitación, y comparamos la expresión general con la que ya hemos puesto a prueba: vo 3 GMmog N t h S 2 mog AN t h GM 2 2 2 2 S m 7 2 2 22 n g Para las órbitas eléctricas: vo 3 ae 2 10 7 C 2 N t h S 2 moe 2 AN t h aheN t h c3 S 2 m 2 2S 2 moe 2 3 ne 3 Utilizamos la comprobada expresión c/αne, deducida por Bohr para las órbitas eléctricas. También hicimos el reemplazo: e210-7c2 = hc / 2πα. Aceptando la igualdad de los parámetros básicos para Ng = 0 y Ne = 1 Nt S 2 m og 22 2 2 h7 2 2 Nt S 2 m 2 oe c 2 2 h 2 2 a Dividiendo las expresiones anteriores: Nt S 2 moe m 2 2 oe 2 Nt mog S mog h7 2 2 2 mog moe 2 7 c2 2 2 ah 21 21 Pasamos a las distancias orbitales por la ley de Kepler: A 2 N t2 h 2 AmS 2 A3 v R 3 S 4 m 4 N t2 h 2 m 6 o Para el caso gravitacional: 3 o 22 h 2 2 a c 2 2 3 G 3 M 3 mog 7 2 4 2 A3 R 3 6 3 mog vo mog G 2 M 2 4 2 44 3 o GM 7 2 5 R 23 3 o 2 44 Esta relación no aporta nada al cálculo de los parámetros y debemos pasar al caso eléctrico: A3 ae 2 10 7 c 2 v R 3 3 moe moe 6 o 3 o Ro 3 a 3 h 3c 3 3 moe 2 3 3 3 ahc mo 2 Comparamos esta distancia con el radio de Bohr para n e = 1 y la misma carga: ahc ae 2 10 7 2 Ro moe 2 meléctron De donde: moe = meléctron = me 42) Parámetros completos Podemos calcular los diversos parámetros que son básicos en las órbitas estables gravitacional y eléctrica. moe me mog 7 c2 ah 21 2 2 me Nt 2c 2 me2 S 2 ah 2 2 Ahora, veamos las dimensiones. Para moe = me, no hay problema; y en cuanto al parámetro “a” es adimensional. Como sabemos la masa del cuánto: me h 6 , 7c 2 2 Tendremos: mog 7 c2 ah mog m2 e amc 21 2 me2 h 6 m 7c 2 2 c 21 2 6 2 Y queda resuelto el problema de unidades de m og. En cuanto a las unidades de Nt/ΔS2 un cuidadoso estudio nos lleva a la equivalencia: Nt 2c 2 me2 mc2 2 S 2 ah 2 2 a 2 3 me2 l planck Equivalencia que contiene el extraordinario descubrimiento: 2 l planck G mc2 h 2 2 hG h 4 10 2c 3 4 2 c 2 me4 3 8c 6 me4 7 2 4 h 3 11 4c 3 me4 7 2 4 El parámetro “a” es libre y, su valor, por ahora, se puede tomar como la unidad. 43) Velocidad y distancia para diferentes orbitales Escribimos los parámetros así: moe me 7 c 2 me2 2 mog 2ah Nt 2c 2 me2 S 2 ah 2 2 2 Ng 22 1 N e3 Las fórmulas generales son: AN t h ; v S 2 mo2 3 o Para la gravitación tomamos: Amo S 4 R N t2 h 2 3 o A = GMmo, Ng ≠ 0, y Ne = 1, y reemplazamos los parámetros: GMN t h GMh 2ah v S 2 mo 7 c 2 me2 2 22 3 o GM 2 2 v 7 2 2 3 o 2c 2 me ah 2 2 2 22 n g ng GMmo2 S 4 GM 2 7 2 c 4 me4 R 2 2 2 4 4 h 2 N t2 h 2a 4 c me 3 o GM 7 2 5 R 23 3 o 44 2 2 2 2 22 n g 2 ng a h 2 4 4 Por la electricidad: A = ae210-7c2; Ng = 0, Ne ≠ 0, y reemplazamos parámetros: ae 2 10 7 c 2 h2c 2 me2 hc 2c 2 c3 v me2 ah 2 2 N e3 2h 2 N e3 3 N e3 3 o ae 2 10 7 c 2 mo S 4 ahcme a 2 h 4 4 N e6 a 3 h 3 3 N e6 R 3 3 3 N t2 h 2 2h 2 4 2 c 4 me4 c me 8 3 o Ro ahN e2 aRBorh N e2 cme 2 Así terminamos nuestro estudio que nos mostró que en la base de las interacciones gravitacionales y eléctricas hay una parte común, cuántica, y que la parte que las diferencia estriba en el número de transformaciones cuánticas por cada intervalo cuántico de recorrido ΔS. El parámetro “a” es lo mas curioso; nos dice que podemos cambiar la carga por partícula, como en los quarks, sin modificar las velocidades orbitales, pero si las distancias orbitales. Pero por ahora nos interesaremos solo en los extraños y sugerente periodos orbitales, fundamento de los precisos relojes atómicos. 45) Periodos orbitales Se dice que Galileo cayó en cuenta de los periodos estables observando el lento balanceo de las lámparas de la Catedral… y es una observación que hay que agradecerle. Estudiemos algo parecido. Partimos de los conocidos resultados para órbitas estables: vo 3 AN t h ; S 2 m 2 Ro 3 y AmS 4 2 Nt h2 El tiempo que dura, en promedio, una órbita, asumida casi circular es: R3 2Ro To 2 3o vo vo 1 3 Amo S 4 S 2 mo2 2 2 2 N h AN h t t 1 3 2mo S 2 To Nt h Lo que significa que en gravitación, electricidad, y en general, todas las interacciones, el período de las órbitas estables es eminentemente cuántico. Ahora reemplacemos los parámetros obtenidos. Gravitación: 22 mog 7 c 2 me2 2 , a 2h Nt 2c 2 me2 S 2 ah 2 2 Ng 2 1 N 3 ; Ne = 1 e 2 7 c 2 me2 ah 2 2 2 Tog ha 2h2c 2 me2 7 2 2 Tog 2 22 N g 22 N g Ya vimos como se maneja esta expresión, que también se puede llamar otra ley de Kepler. Electricidad: moe me 0 2 1 3 N e Nt 2c 2 me S 2 ah 2 2 Toe 2me ah 2 2 N e3 ah 2 N e3 h2c 2 me2 me c 2 Estos periodos se pueden expresar en función del tiempo de Planck corregido: t planck corregido Tog t planck t planck me mc t planck me Toe mc mc2 7 me2 7 2 segs 2 211 2 14 2 ng a 2 3 N e3 Estas expresiones nos deben familiarizar con la íntima relación entre gravitación y electricidad. Pero el hallazgo más importante respecto a estos periodos orbitales es el siguiente. Expresémoslo en función del tiempo que demora la transformación de un cuánto de masa: Tog h 2 mc c h Toe 2 mc c Ahora, 210 15 2 Ng 6h 3 7m c 2 2 N e e t planck me h210 2 15 mc c mc 2 t Entero 4.216 planck , Entero Pues todo tiempo debe ser múltiplo, al menos racional, del tiempo de Planck corregido o del tiempo que demora un cuánto al transformarse, que a su vez es múltiplo del tiempo de Planck corregido. Para lograr que se mantenga esa condición, al menos aproximadamente, cuando se multiplica por el factor deben introducir las correcciones (2)n/12 que vimos anteriormente. Entonces: 112 2 99 233 2 112 233 , múltiplo racional 2 99 2 Lo que nos lleva a una interesante aproximación del número π: 233 2 992 1 12 3.141592788 3.141592654…= π 46) Número de electrones por orbital 2 se Cuando una masa mo orbita una masa M requiere un ΔS, para efectuar sus transformaciones cuánticas. En el átomo la masa que orbita es un electrón y sabemos que los electrones se repelen entre si. Luego, es lógico que si varios electrones ocupan un mismo orbital se acomoden lo más separados posibles, cada uno en su propio ΔS. La situación, entonces, es más ó menos como se ilustra en la figura. Cada electrón requiere un ΔS para que todo el sistema sea estable, pues es el recorrido que requiere para transformar la energía que lo mantiene en órbita. Partimos de las expresiones: Rorbitaleléctrico Roe ah N e2 cme 2 S 2 ah 2 2 2 Nt 2c 2 me 2 N g 0 N e3 El parámetro “a” se introdujo en la demostración general pensando en los Quarks que tienen cargas fraccionarias. Pero como en este caso tenemos cargas normales, tomamos a = 1 hasta que sea necesario introducirlo de nuevo. Calcularemos el número de electrones en la primera órbita y consideraremos las demás como múltiplos de esa primera órbita: 2πR para cualquier Ne = (2πR Ne = 1) Ne2 Entonces: 2R Ne 1 N e2 2 # de electrones en orbital Ne = S N t Se toma Nt, el número de transformaciones cuanticas por ΔS como la unidad y obtenemos: h 2 2cm e N e2 2 2 h 2m e2 c 2 # de electrones en orbital Ne 2 N e2 entero 2 N e2 entero Podemos expresar ahora el número de electrones que se acomoda en cada órbita: Nivel n orbital 1 2 3 4 5 6 7 # de electrones 2 8 18 32 50 72 98 En la figura se insinúa la colocación de los electrones de cada orbital, pero dibujados en un plano. La realidad es que pueden ocupar un espacio tridimensional. 47) Número de masas por orbital Si en la gravitación las masas orbitantes se repelieran, como lo hacen los electrones, tendríamos un resultado similar al obtenido para las cargas por orbital y para las masas por orbital. Pero las masas se atraen entre sí y esto cambia completamente el problema. Ahora varias masas orbitantes se amontonan en cada ΔS y este intervalo no corresponde al ideal calculado. Pero la consecuencia más relevante es que ahora Nt, el número de transformaciones cuánticas por ΔS y por masa orbital debe ser función del número de masas orbitantes. Nt 1 # demasasorbi tan tesn Con esta apreciación calculamos: (# de masas orbitantes) (# de masas orbitantes) 2R S 2 N t 2R (# de masas orbitantes)n/2 S (# de masas orbitantes) 1 n 2 2 h 2me2 c 2 2 2 GM 7 2 5 23 2 me c GM 7 2 5 (# de masas orbitantes) 2 n 2 h 23 3 2 2 2 1.05537 10 6 M 3 2 1 44 2 22 n g 13 1 3 2 2n g 3 2n g 3 Si aceptamos a Mercurio como un caso “ideal”, aunque no lo sea, y como sabemos que la masa orbitante es: 22 mog 7 c 2 me2 2 , entonces: 2h mog = 4.847817964 x 10-16 Kgs Podemos estimar el número de masas orbitantes en Mercurio, pues sabemos que está en el orbital 23: masaMercurio 3.303 10 23 (# de masas orbitantes Ng = 23) mog 4.847817964 10 16 6.8133746 1038 Reemplazando este número y la masa del Sol, M = 1.989x10 30 en la ecuación del número de masas orbitantes: 2 n 38 2 6.8133746 10 1.05537 10 6 1.989 10 30 1 3 2 2 23 3 2 n ln 2.741686248 10 21 0.552051 2 ln 6.8133746 10 38 n 0.895896 2 n 11 2 20 (# de masas orbitantes) 1.0553 10 6 M (# de masas orbitantes) 8.94633 1010 M 20 1 3 1 3 2 2 ng 3 11 2.631258n g Como este número de masas orbitantes no tiene contrastación experimental directa, comprobaremos la fórmula con la masa de los planetas. Masa planeta = (# de masas orbitantes) x (masa orbitante) 8.9463315 1010 M Reemplazando 20 33 2.63126n g 4.8478179 10 16 M 1.989 10 30 Kgs , tendremos: M 1 1014 2.63126 g Kg n Planeta Orbital Masa Kgs Masa Calculada Kgs Mercurio 23 3.303 x 1023 4.6107 x 1023 Venus 24 4.869 x 1024 1.2132 x 1024 Tierra 25 5.976 x 1024 3.1923 x 1024 Marte 26 6.421 x 1023 8.3996 x 1024 Asteroides 27 1.5198 x 1021 2.2101 x 1025 Júpiter 28 1.90 x 1027 5.8155 x 1025 Saturno 29 5.688 x 1026 1.5302 x 1026 Urano 30 8.686 x 1025 4.0264 x 1026 Neptuno 31 1.024 x 1026 1.05944 x 1027 Plutón 32 1.290 x 1022 2.7876 x 1027 2.669 x 1027 4.4962 x 1027 Total Era de esperar las enormes discrepancias en este cálculo. Pero debemos considerar que a cada planeta le debemos sumar la masa de sus satélites y la masa de los planetoides que tienen igual órbita. Para los asteroides, por ejemplo, sumamos la masa de los mas representativos; y eso debemos hacer también en el caso de Plutón, y considerar todos los planetoides en su orbital. Pasemos ahora a calcular la masa de algunos satélites. Para calcularla necesitamos el número de su orbital y la masa de su planeta. Planeta Satélite Orbital Masa Kgs Masa calculada Kgs Luna 21 7.349 x1022 2.997 x1019 Satélite Orbital Masa Kgs Masa calculada Kgs Marte Fobos 16 1.08 x1016 6.147 x1016 6.421x1023 Deimos 18 1.80 x1015 4.256 x1017 Jupiter Metis 16 9.56 x1016 1.90x1027 Adrastea 16 1.91 x1016 Masa Kgs Tierra 5.976x1024 Planeta Masa Kgs 1.15 x1017 Amaltea 17 7.17 x1018 Tebe 17 7.77 x1017 7.80 x1018 7.95 x1018 2.05 x1019 Io 18 8.94 x1022 5.40 x1019 Europa 19 4.80 x1022 1.42 x1020 Ganímedes 20 1.48 x1023 3.74 x1020 Calisto 21 1.08 x1023 9.84 x1020 Leda 24 5.68 x1015 1.79 x1022 Himalia 24 9.56 x1018 Lisitea 24 7.77 x1016 9.64 x1018 Saturno Pan 17 4.90 x1015 5.6638x1026 Atlas 17 6.60 x1015 Prometeo 17 2.7 x1017 Pandora 17 2.2 x1017 Epimeteo 17 5.6 x1017 Jano 17 2.01 x1018 Mimas 17 3.80 x1019 4.11 x1019 Planeta Masa Kgs Encelado 18 8.40 x1019 Tetis 18 7.55 x1020 Telesto 18 Calipso 18 Satélite Orbital Masa Kgs 9.86 x1018 Masa calculada Kgs 2.59 x1019 Saturno 5.6638x1026 1.79 x1022 Dione 19 Helene 19 Rea 19 1.05 x1021 2.49 x1021 6.82 x1019 Titan 21 1.35 x1023 Hiperion 21 1.77 x1019 1.35 x1023 4.72 x1020 Japeto 23 1.88 x1021 3.27 x1021 Febe 25 4.00 x1018 2.27 x1022 5.00 x1016 Urano Cordelia 8.6513x1025 Ofelia 16 5.00 x1016 Bianca 16 9.20 x1016 Cresida 16 3.40 x1017 Desdémona 16 2.30 x1017 Julieta 16 8.20 x1017 Porcia 16 1.70 x1018 Rosalinda 16 2.50 x1017 3.53 x1018 Belinda 17 4.90 x1017 Puck 17 2.90 x1018 2.39 x1018 Miranda 18 6.66 x1019 Ariel 18 1.27 x1021 1.20 x1018 3.15 x1018 1.33 x1021 8.31 x1018 Umbriel 19 1.27 x1021 2.19 x1019 Satélite Orbital Masa Kgs Masa calculada Kgs Titania 20 3.49 x1021 5.75 x1019 Oberón 21 3.03 x1021 1.51 x1020 Neptuno Náyade 16 1.90 x1017 1.02x1026 Thalassa 16 3.50 x1017 Despina 16 2.10 x1018 Galatea 16 2.12 x1018 Planeta Masa Kgs Plutón 1.487x1022 4.76 x1018 1.33 x1018 Larisa 17 4.20 x1018 3.50 x1018 Proteo 18 4.40 x1019 9.18 x1018 Tritón 20 2.14 x1022 6.36 x1019 Nereida 25 2.20 x1019 8.01 x1021 Caronte 20 1.77 x1021 3.01 x1017 Ya vimos que para los sistemas gravitacionales lo común es que la situación “ideal”, cuántica, no persista indefinidamente y se den perturbaciones de todo tipo. Por eso no es de extrañar que los resultados teóricos se alejen de los experimentales. Una de las causas primordiales de estas discrepancias es el limitado número inicial de gránulos de masa que se conglomeran para formar el sistema solar. Debido a esta limitación en el material es que los orbitales superiores se van quedando sin masa, exactamente como en los átomos los niveles externos se quedan si electrones a pesar de poder acomodar mas si los tuvieran disponibles. Las ecuaciones que usamos funcionan perfectamente para los anillos planetarios, pero no los estudiaremos todavía. 49) Saltos cuánticos En los sistemas gravitacionales, planetas y satélites son alejados de sus posiciones estables por muchas perturbaciones, y permanecen en esas órbitas anómalas por muchos siglos de los nuestros. Resulta que en el caso de los sistemas eléctricos ocurre exactamente lo mismo. Un electrón perturbado regresa a su órbita normal emitiendo un fotón en un proceso que dura muchos siglos de Planck. Solo hay diferencias de escala. En nuestra escala el proceso de emisión es tan corto que ha inducido a la peligrosa idea del “salto cuántico”, durante el cual el electrón está y no está, es y no es, salta y no salta, emite y no emite. Como Parménides, no aceptamos esas peregrinas y fantasiosas figuraciones y respetamos el principio de identidad. Comencemos estudiando la probable duración de un salto cuántico. Asumamos que la única transformación de energía es la conversión de la energía cinética del electrón, al pasar de un nivel al otro nivel, en la energía del fotón emitido: E fotón 1 1 me v 2f me vi2 E f 2 2 Donde vf y vi son las velocidades en los niveles Nf y Ni respectivamente. Como sabemos, las velocidades orbitales son: vf c N f vi y m c2 E f e 2 2 c N i N i2 N 2f N 2N 2 i f Como todo proceso, esta transformación de energía cumple el principio de mínima acción, de modo que la duración del proceso es: 2 2 hN i2 N 2f h t E f me c 2 N i2 N 2f Para Ni = 2 y Nf = 1 t 2 2 h4 4.05287961 10 16 seg 2 me c 3 Tiempo que, en la escala corregida de Planck, equivale a: 8 2 h t 8.800196602 10 28 Unidades de Planck 2 3me c t planck Tiempo gigantesco en esta escala; millones de veces el tiempo de duración del universo en segundos. Considerarlo instantáneo es una apreciación muy pobre. 50) Descripción del salto cuántico Así como es de pobre la consideración de que su duración es nula, es de paupérrima la descripción del mismo salto. El electrón salta de órbita y aparece en la otra órbita acompañado del fotón. Eso es todo. En realidad lo que ocurre es más rico y sugerente. El electrón pierde su estabilidad en la órbita inicial y es atraído por el núcleo; el electrón acelerado provoca la producción del fotón, que, al salir emitido, aplica una fuerza del frenado sobre el electrón deteniendo su caída hacía el núcleo; la fuerza de reacción del fotón y la de atracción del núcleo se combinan para llevar al electrón a su segunda órbita estable. Para lograr la máxima sencillez y claridad y a la vez enfatizar los procesos claves, haremos una descripción algo incompleta del salto. Asumimos un mar girando exactamente a la velocidad del electrón en su orbita inicial. Así veremos estático al electrón al comenzar su salto cuántico. Además, podemos olvidar la engorrosa fuerza centrífuga en los balances de fuerza. Claro que al no considerar la fuerza centrífuga tampoco hemos de considerar la fuerza total de atracción del núcleo, pues no se trata de una transformación relativista de coordenadas. Entonces la fuerza de atracción del núcleo la llamamos Fc simplemente y la consideramos solo una porción de la fuerza total entre el protón y el electrón. En nuestra concepción, cuando una fuerza no se percibe en un marco de referencia no significa que la geometría la hizo desaparecer sino, simplemente, que otra fuerza igual y contraria la está anulando, o que una aceleración conveniente del mareo la está enmascarando. En el presente caso la fuerza centrífuga hace desaparecer la mayoría de la fuerza central y solo queda una fuerza residual. Esta fuerza residual la asumimos haciendo un ángulo θ con el eje central (ver figura), pues no solo tenemos presente que el protón esta ligeramente desviado del centro de giro, como corresponde a los sistemas de masa central finita, sino que, además, no existe razón para considerar que la resta de la fuerza central entre el protón y el electrón y la fuerza centrífuga tenga exactamente la dirección del centro de giro. En la figura, no obstante, la dibujamos como dirigida hacia el protón aunque, estrictamente, puede tener cualquier dirección ( figura ). Suponemos que el fotón, al salir emitido, ejerce una fuerza de reacción sobre el electrón, fuerza que tomamos haciendo un ángulo B con el eje central. Por ultimo, para la ecuación de equilibrio se toma una fuerza contraria a la masa del electrón por la aceleración. Fuerza que asumimos con un ángulo φ respecto al eje central. Con todo lo supuesto la ecuación de fuerzas sobre el electrón queda: A) FF CosB me Aceleració nCos Fc Cos B) FF SenB me Aceleració nSen Fc Sen Veamos ahora cada una de las fuerzas. Tomaremos para Fc el promedio de las fuerzas de atracción entre el protón y el electrón en los dos niveles, multiplicado por un parámetro a: Fi F f Fc a 2 ae 2 10 7 c 2 2 1 1 2 2 r f ri Pero como: e 2 10 7 c 2 hc e 2 10 7 c 2 me vi2 ; 2 ri ri 2 ri hc 2me vi2 Y como: vi c n i Tenemos: ri hN i2 2me c Por lo tanto: 2 2 ahc 2me c 2me c Fc 4 hN i2 hN 2f Fc ame2 c 3 h 3 N i4 N 4f 4 4 N i N f Para hallar la fuerza de reacción del fotón escribimos: FF masa Aceleracio nFotón Energía c t c2 Como se cumple el principio de mínima acción t Nt h Energía Donde Nt es el número de veces que se transforma la energía del fotón en el proceso total de emisión del fotón y cambio de órbita del electrón. FF 2 Energía N t hc me2 v 2f vi2 4 N t hc 2 me3 c 3 N 2f N i2 4 N t 4 hN 4f N i4 Terminamos con el, producto de la masa del electrón por su aceleración: me Aceleració n me v f vi me Aceleració n t CosB B) SenB N t h2 N f N i N 2f N i2 me2 c 3 2 N t h 3 N 3f N i3 Volvamos a las ecuaciones de fuerza escritas así: A) me v f vi me v 2f vi2 me Aceleració n F Cos c Cos FF FF me Aceleració n F Sen c Sen FF FF Hagamos los cocientes de las fuerzas: 2 3 2 2 4 4 4 me Aceleració n me c N f N i N f N i 4 N t hN f N i 2 FF 2 N t h 3 N 3f N i3 me2 c 3 N 2f N i2 2N f N i B N f Ni 2 3 4 4 4 4 4 Fc ame c N i N f 4 N t hN f N i 2 FF h 3 N i4 N 4f me2 c 3 N 2f N i2 a 4N t N i4 N 4f N 2 f N 2 2 i A Con estas definiciones las ecuaciones quedan: A) CosB ACos BCos B) SenB ASen BSen Elevando al cuadrado y sumando: Cos 2 B Sen 2 B 1 A 2 B 2 2 ABCosCos SenSen 1 A 2 B 2 2 ABCos Ecuación cuadrática en A y B que puede resolverse en: A1, 2 BCos B 2 Cos 2 B 2 1 B1, 2 ACos A 2 Cos 2 A 2 1 De donde: A1, 2 BCos 1 B 2 Sen 2 B1, 2 ACos 1 A 2 Sen 2 Tomando uno de los casos extremos: B 1 Sen 1 B 1 Sen B B2 1 A1 A2 BCos B2 1 B aN t A N i2 N 2f 2 4 N i4 N 4f Lo que nos permite llenar la siguiente tabla para Nf = 1 y Ni de 2 a 9 (Serie de Lyman). Nf = 1 B 2N f N i 1 Sen B A B2 1 1 aN t A N i2 N 2f Ni N f Ni 2 182.7147 0.3136 182.7119 0.05619 3 205.5540 0.2787 205.5515 0.09316 4 219.2576 0.2613 219.2553 0.11147 5 228.3933 0.2509 228.3911 0.12203 6 234.9188 0.2439 234.9167 0.12884 7 239.8130 0.2389 239.8109 0.13358 8 243.6195 0.2352 243.6174 0.13705 9 246.6648 0.2323 246.6628 0.13970 2 4 N i4 N 4f Interpretamos estos resultados como si bastara un pequeño desequilibrio entre la fuerza central y la fuerza centrífuga, Fc, para llevar el electrón de la órbita inicial a la final mientras emite el fotón. En conclusión, el “salto cuántico” no es ningún proceso extremo sino, más bien, un proceso normal de enorme duración en la escala de Planck. 51) Número de orbitales electrónicos Podemos calcular aproximadamente el ángulo φ que sigue, en promedio, el electrón, al cambiar de órbita. En efecto, en la figura podemos apreciar que: S ri r f Tan 1 La diferencia entre los radios orbitales es: ri r f h N i2 N 2f , 2me c Y el arco recorrido ΔS, es: ΔS = Velocidad media x Δt ΔS v i v f 2hN t 2me vi2 v 2f hN t N i N f hN t me v f v i me cN i N f Tan 1 hN t N i N f 2me c me cN i N f h N N 2 i 2 f N t 2N f Tan 1 2 2 N i N f N i N f Tomando Nt, el número de transformaciones de la energía del fotón por salto, como 2 y considerando el nivel final como el nivel uno, es decir, tomando Nf = 1; la expresión para φ es: 4N i 2 N i 1 N i 1 Tan 1 De la que obtenemos los valores siguientes dando valores a Ni: Ni φ 2 3 4 5 6 7 8 9 83.193º 67.00º 48.16º 38.20º 23.31º 16.98º 12.84º 10.02º Observamos que el salto cuántico es más abrupto a medida que se distancian los niveles entre los que se presenta. Aunque esta observación no se puede plasmar en un límite matemático estricto para el máximo número de niveles, o al menos para el máximo distanciamiento entre los niveles para el cual se puede dar un salto cuántico, si nos permite conjeturar que la posibilidad de que se den saltos cuánticos entre niveles muy distanciados es muy remota. Cualquier mínima alteración del entorno hará que el electrón se desvíe del nivel final. Abandonemos por ahora este fascinante mundo de los saltos cuánticos, que tanta información nos podrá dar en adelante cuando se utilice a fondo el poderoso arsenal de la tecnología moderna, y regresamos a las relaciones y transformaciones fundamentales. 52) Cuantización del momento angular En nuestra concepción, un poco aristotélica, una partícula requiere de su energía cinética para moverse a través de las demás partículas que conforman el espacio. Las atraviesa por medio de procesos que llamamos transformaciones de energía que cumplen el principio galileano de inercia, es decir, sin perder un ápice de la energía inicial, y el principio de mínima acción: mv 2 t h 2 Donde mv 2 2 es la energía que se transforma, Δt el tiempo que demora la transformación y h la constante de Planck. Precisamente, esta transformación cíclica de la energía es la que da el carácter ondulatorio a las partículas. Cuando pensamos en una órbita estable, imaginamos un número entero de transformaciones por órbita. Si llamamos n ese entero, Δt el tiempo de una transformación y T el período orbital, tendremos: T = n Δt Como la energía transformada en cada Δt es la energía cinética: 1 mv 2 t h 2 1 T mv 2 h 2 n Y como mv 2 T 2nh vT = 2πR mvR 2nh 2 Siendo este el famoso principio del cuantización de Bohr, extendido luego por Wilson y Sommerfeld a cualquier ciclo en cualquier coordenada, presentación que coincide exactamente con nuestra interpretación del principio de mínima acción. Veamos este principio partiendo de las expresiones nuestras para las órbitas estables: vo 3 Tendremos: AN t h ; S 2 m 2 y Ro 3 AmS 4 2 Nt h2 v o Ro 3 3 m 3 v o Ro 3 3 A 2 S 2 N t hm A 2 S 2 m2 Nt h Si deseamos esta expresión sin contenido cuántico reemplazamos: S 2 A2 3 N t h m 2 vo m 3 v o Ro 3 3 A2 m 2 A vo mvo Ro 3 A3 vo 3 A vo En cambio, si queremos su expresión dual, enfatizando su contenido cuántico, reemplazamos: 3 2 R N h2 Am o t4 S S 2 Ro N t4 h 4 N t hS 8 6 m 3 v o Ro 3 3 6 m v o Ro 3 3 3 Ro N t3 h 3 S 6 2 R Nh mvo Ro o 2t S Para la interacción eléctrica tenemos: A e 2 10 7 c 2 y vo c N e mvo Ro e 2 10 7 c 2N e hcN e N e h c 2c 2 Y obtenemos la formulación explícita del postulado de Bohr para el momento angular. Ahora, comparando con la forma cuántica de la expresión: N e h Ro2 N e h , Ro v o m 2 S 2 Nos permite calcular: S 2Ro Nt N e 2 De donde: 2Ro 2N e S Nt Y concluimos que la órbita real no es un circulo perfecto, y que R o y vo no son sino valores promedios de los verdaderos R y v de la órbita. De otra forma ΔS sería la circunferencia, 2πRo, dividida por un número entero, como corresponde a la cuantización del espacio recorrido. 53) Masa orbitante en la interacción eléctrica Veamos que masa cumpliría el postulado de cuantización del momento angular en la interacción eléctrica. Tenemos: v c N e Ro Rborh N e2 Re 2 N e2 Reemplazamos en: Ro vo m N e h mcRe 2 N e2 2 N e m h me 2cRe Como ya sabíamos. Por lo que resulta más interesante indagar sobre el valor de ΔS: Ro2 N t h N e h Ro v o m 2 S 2 S 2Ro Nt N e 2 S 2Re 2 N e2 Nt N e 2 S Re 2 2N e3 N t Expresión que esconde una información muy valiosa, pero que no usaremos por el momento. 54) Cuantización del momento angular en gravitación Merced al genio Galileo sabemos que la trayectoria seguida por una piedra arrojada con cierta velocidad inicial es la misma que la seguida por dos piedras unidas de alguna forma y lanzadas en forma similar a la primera. Ahora a ese conocimiento podemos añadir la cuantización y sabemos que toda masa que orbite en órbitas estables debe ser múltiplo de una pequeña masa orbitante. Esa pequeña masa orbitante debe cumplir el principio de cuantización del momento angular: m x v o Ro Nh 2 Es decir, nos preguntaremos cual es la masa que siguiendo las órbitas planetarias, que vamos a considerar estables, ó muy cercanas a las estables, tal como lo comprobamos antes, cumple el postulado de Bohr de la cuantización del momento angular. Para encontrarla, calcularemos: mx h N 2vo Ro Con los mejores valores para los parámetros orbitales de los planetas que listamos enseguida. Planeta Ro x 1010mts vo m/s mx Kgs x 10-50 N mx Nmc mx teorice Nmc Mercurio 5.79091 47870.0 3.80422189 85.234831 86.77788 Venus 10.8209 35021.4 2.78278269 62.349139 66.506427 Tierra 14.9598 30287.0 2.32752330 52.148918 50.970473 Marte 22.7937 24130.9 1.917289682 42.957500 39.063729 Ceres 41.4704 17882.0 1.422072598 31.862000 29.938411 Júpiter 77.8412 13069.7 1.036575504 23.224812 22.944774 Saturno 142.6700 9672.4 0.7642037658 17.122234 17.584856 Urano 287.0970 6835.2 0.5373981933 12.040582 13.477020 Neptuno 449.8250 5477.8 0.427982807 9.589078 10.328777 Plutón 591.3520 4749.0 0.3755154789 8.413547 7.9159663 Al observar el resultado vemos que estas masas tienen un valor muy cercano al de la masa cuántica; procedemos a dividir por ese cuánto de mas, m c. Luego, con la convicción de que tiene que existir la regularidad cuántica, buscamos la función que representa ese comportamiento, logrando la siguiente: N 280 3 mx 1Kg 2 Nmc M central 4M universoM cuanto 2 M electrón M sol N 3 Listamos los valores teóricos generados por esta función en la última columna de la tabla anterior, y con ellos procedemos a calcular la constante de estructura fina: mx 1 Nmc M sol 2 N 280 3 h 2vo Ro mc Con el valor conocido: mc 1 M sol h 6 c 2 7 2 N 280 3 2 3 N 280 3 2 vo Ro 2 7c 2 M sol 7 2 hc 2 7 2 2vo Ro h 6 Los valores de α calculado con esta función se dan en la tabla siguiente: Planeta α calculada N vreal m/s Vcalculada m/s Mercurio 138.6849 1 47870.0 48754.96 Venus 143.0606 2 35021.4 37365.76 Tierra 134.1269 3 30287.0 28637.09 Marte 128.6250 4 24130.9 21947.44 Ceres 131.4635 5 17882.0 16820.50 Júpiter 135.9273 6 13069.7 12891.22 Saturno 139.1157 7 9672.4 9879.82 Urano 147.7261 8 6835.2 7571.89 Neptuno 143.0480 9 5477.8 5803.09 Plutón 143.7825 10 4749.0 4447.48 Valor medio = 138.55605 Este valor medio “calculado” para α es bastante aceptable; incluso, es mejor que el obtenido es algunos experimentos cuánticos. Por lo tanto reiteramos nuestra observación sobre la factible detección de efectos cuánticos en fenómenos macroscópicos. 55) Velocidad de Planetas y satélites Solo por curiosidad extenderemos nuestros cálculos a otros cuerpos del sistema solar. Del “postulado” de cuantización del momento angular comprobamos que: m x v o Ro A Nh v o 2 Llamaremos m1 la masa para la cual N = 1 m1 v o Ro A h v o 2 Para el caso gravitacional: A GMm1 GMm1 h vo 2 Pero sabemos que: mx Nhvo 1 2 mc 2GMmc M N 280 3 N 280 3 2Gmc 2 vo h Sabemos: mc vo h 6 c 2 7 2 2 G 2 3 2 c 7 7 N 280 3 Es decir, podemos hallar la velocidad aproximada de un cuerpo orbitante en la interacción gravitacional con solo conocer el entero asignado a su orbital. A propósito, se notará, que, aprovechando la uniformidad de la repartición de los orbitales, modificamos el número de orden de los planetas para que a Mercurio le correspondiera el número 1. Esto se logra simplemente restando o sumando 1 2 3 . enteros al exponente de En la tabla del numeral 54 listamos los orbitales y las velocidades reales y calculadas con esta nueva formulación. En la tabal siguiente mostramos los mismos valores para algunos satélites del sistema solar. También incluimos el cálculo de la constante de estructura fina. Satélite Ro x 106mts vo m/s N αcalculada vo calculada m/s Luna 384.4 1020 16 126.63 901.25 Fobos 9.380 2140 13 131.29 2002.07 Deimos 23.460 1350 14 149.01 1534.38 Metis 127.969 31570 3 128.90 28637.09 Adrastea 128.971 31450 3 129.25 28637.09 Amaltea 181.300 26470 3 144.58 28637.09 Tebe 221.895 23920 4 129.50 21947.44 Io 421.600 17330 5 134.20 16820.50 Europa 670.900 13740 6 131.23 12890.00 Ganímedes 1070 10880 7 128.40 9879.82 Calisto 1883 8210 8 129.91 7571.89 Leda 11094 3380 11 137.76 3408.55 Himalia 11480 3330 11 139.54 3408.55 Lisitea 11720 3290 11 140.18 3408.55 Elara 11737 3290 11 140.48 3408.55 Ananke 21200 2440 12 142.96 2612.31 Carme 22600 2380 12 146.74 2612.31 Parsifae 23500 2330 12 148.49 2612.31 Sinope 23700 2270 12 146.76 2612.31 Pan 133.583 16890 5 137.01 16820.5 Atlas 137.640 16630 5 138.33 16820.5 Prometeo 139.350 16530 5 138.91 16820.5 Pandora 141.700 16400 5 139.73 16820.50 Epimeteo 151.422 15860 5 142.83 16820.50 Satélite Ro x 106mts vo m/s N αcalculada vo calculada m/s Jano 151.472 15860 5 142.86 16820.50 Mimas 185.520 14320 6 127.94 12891.22 Encelado 238.020 12630 6 138.93 12891.22 Tetis 294.660 11350 7 124.92 9879.82 Telesto 294.660 11350 7 149.16 9879.82 Calipso 294.660 11350 7 149.16 9879.82 Dione 377.400 10030 7 135.67 9879.82 Helena 377.400 10030 7 135.67 9879.82 Valor medio = 136.96 El valor medio obtenido es todavía mas cercano al valor aceptado de α. Confiamos en que medidas astronómicas mas precisas ajusten aún mas el resultado al valor verdadero. 56) La deflexión o flexión de la luz cerca de cuerpos masivos La famosa flexión de la luz por los campos gravitacionales tiene un origen cuántico y los experimentos que se han realizado para medirla ponen de manifiesto su naturaleza cuántica por una evidente “dispersión” cuántica. En el numeral anterior llegamos a la expresión: m x vo Ro GMmx N 2 h vo 2 Como resultado de la cuantización del momento angular. Pero este resultado se refiere a órbitas completas con valores medios Ro y vo. Para el rayo de luz que no orbita completamente la masa M, y solo sufre la acción gravitacional cuando la energía supera el mínimo de Planck, no podemos usar lo valores medios orbitales sino los valores instantáneos deducidos originalmente. Entonces: v 3 vo3 2 Ro3 R3 2 AN t h 2m 2 S 2 AmS 4 2 N t2 h 2 m x GM N 2 h vo 2 vo m x GM 2 N2h Multiplicando por c2 y dividiendo por la misma cantidad: vo m x GM 2 c 2 N2h c2 Pero mxc2 es la energía del fotón que se transforma en el proceso: mx c 2 vo N1 h t GM 2N1 h GM 2N1 N 2 hc 2 t N 2 c 2 t S o vo t GM 2N1 N 2c 2 vt S 2v 3 GM 2N 1 1 2 6 N 2c 2 1 3 t Dividimos ambos términos por R y sabiendo que el ángulo de flexión es: S , R Tenemos: S GM 2N 1 R c 2 R 2 16 N 2 Los valores de N1 y N2 que corresponden al ángulo predicho por la Relatividad General son 10 y 14 respectivamente. Pero numerosos y cuidadosos experimentos han puesto de manifiesto las variaciones de N 1 y N2 por la presencia de una “dispersión cuantizada” en los resultados de las medidas. Examinemos algunos de esos experimentos. 57) Flexión de la luz en eclipses Se tomas fotos de una porción del firmamento oscurecido por el eclipse, y fotos de la misma porción del cielo sin la presencia del sol y la luna. Evidentemente con todas las precauciones para que exista correspondencia lo mas exacta posible entre las fotos. Al superponer las dos fotos se percibe el corrimiento de la posición de la estrella. Se aplica estadística y se llevan los valores, por regla de tres, a que correspondan a una distancia igual al radio del sol. El cálculo del ángulo desviado se hace con los valores G 6.67427 10 11 metros 3 / KgSeg 2 M sol 1.989 10 30 Kgs R 6.96 10 8 mts C 299792458m / s GM 2N 1 1 c 2 R2 6 N 2 180 60 60 2.450427 N1 N2 En la Relatividad General no hay lugar para la dispersión y el ángulo es: RG GM 4 180 60 60 1.7510299" c2R Entonces tabulemos los resultados de algunos eclipses y los comparamos con los teóricos. Observatorio Año Lugar Resultado Relatividad General N1/N2 Resultado Nuestro Greenwich 1.98 1.7510 13/16 1.99097 1919 Brasil 0.93 1.7510 6/16 0.91891 1.61 1.7510 10/15 1.63362 1.77 1.7510 10/14 1.7503 Victoria 1.75 1.7510 10/14 1.7503 1922 Australia 1.42 1.7510 8/14 1.4002 Greenwich 1919 Príncipe Adelaide 1922 Australia Lick I 1922 Australia Lick II 1922 Australia Potsdam I 1929 Sumatra Observatorio Año Lugar Stemberg 2.16 1.7510 14/16 2.1441 1.72 1.7510 10/14 1.7503 1.82 1.7510 12/16 1.83782 2.24 1.7510 13/14 2.2753 Resultado Relatividad N1/N2 General Resultado Nuestro 2.73 1.7510 18/16 2.756 Sendai 2.13 1.7510 14/16 2.14412 1936 Japón 1.28 1.7510 8/16 1.225 2.01 1.7510 10/12 2.0420 1.70 1.7510 9/13 1.69645 1.66 1.7510 11/16 1.68467 1936 URSS Yerkes I 1947 Brasil Yerkes II 1952 Sudan 1973 Mauritania Promedio = 1.80687 Evidentemente la estadística es enemiga de las dispersiones en muchos caso; pero en otros casos ayuda a discernir entre las dispersiones al azar, debidas a efectos erráticos, y dispersiones sistemáticas, que siguen algún patrón. Veamos sí el valor promedio de las lecturas nos da alguna luz sobre nuestra propuesta. Para nosotros la desviación de la luz obedece a la ley: GM 2 180 60 60 1 c 2 R2 6 N1 N 2.450427 1 N2 N2 Con N1 y N2 enteros cercanos a 10 y 14 respectivamente. Si hacemos el promedio aritmético de n valores de Δφ: 1 n 2.450427 N1 i N n 1 n 2 i ; Obtenemos: 1 n N1 n i 1 N 2 i númeroRacional 2.450427 Haciendo el promedio de las 16 lecturas que se dieron en la tabla: Δφ = 1.806875 1 16 2.450427 n N1 1 . 806875 i 16 i 1 16 i 1 N 2 1 n N1 16 i 1 N 2 i 72.999777 i 0.737371486 99 Como se aprecia, el resultado es sorprendente. Lamentamos no contar con mas datos sobre eclipses pero parece que la dispersión cuántica, al no ser entendida, ha desalentado a los investigadores que no tratan de medir la deflexión de la luz estelar durante los eclipses, o, peor aún, “esconden” los resultados cuando no coinciden con los valores predichos por la Relatividad, Podemos de nuevo, poner a trabajar la estadística a favor de nuestra propuesta examinando la media geométrica de las 16 lecturas de la tabla. 16 geometrica 16 i 1.758197003 i 1 Este promedio está mucho más cercano al valor de la Relatividad que el valor de la media aritmética. Pero nos interesa su aporte respecto a la dispersión cuántica. El promedio en nuestra teoría sería: 16 N geometrico 16 2.450427 1 N2 i 1 N 1 i 1 N 2 16 geometrico i 2.450427 i 16 0.717506378 16 1 202.6691968 3 Número racional como predica nuestra teoría 38 16 Por último, si la estadística es confiable, el valor más probable de la deflexión es segundos de arco que sufre la luz al pasar tangente al sol es: 3 probable 2.450427 38 16 1 16 1.758198373 Que corresponde a un valor 1.004111 veces la predicción de Einstein. 58) Análisis estrella por estrella Afortunadamente, antes de que cundiera el desaliento entre los que medían la deflexión gravitacional durante los eclipses, se publicó excelente material fotográfico de los resultados de bastantes eclipses. Con ese material hemos logrado un estudio de la dispersión cuántica estrella por estrella. Lo que hicimos fue utilizar las fotos publicadas, del tipo que ilustramos a continuación, y, con ayuda de diversos artículos, desarrollar gráficas del ángulo de deflexión de cada estrella contra su distancia al sol medida en radios solares (distancia al sol / radio del sol). La Relatividad General establece que el espacio alrededor del sol se curva, curvando la trayectoria de la luz. Si ocurren explosiones solares y movimientos de grandes masas, esas curvaturas se verán afectadas por ondas gravitacionales y la deflexión sufrirá una dispersión errática. Nuestra teoría alega que se producen intercambios energéticos entre los cuantos del campo solar y los cuantos de los fotones que desvían la trayectoria de estos últimos. Se demostró en los primeros numerales que existía correspondencia matemática entre la Relatividad General, la Especial, las ecuaciones de Maxwell y la ecuación de Serondinger, con nuestra teoría. Por eso es de esperar que los resultados de la General, y de cualquiera de esas formulaciones, aparezcan como casos particulares de esta formulación. Pero como la Relatividad no es cuantizada y la teoría nuestra si, mientras el patrón esperado para la dispersión Relativista es errático, y continuo, el patrón esperado en nuestra teoría es cuantizado y predecible. Esa diferencia es lo que vamos a estudiar, aunque el análisis estadístico del numeral anterior es contundente a favor de nuestra opinión. Procedemos, pues, a graficas la deflexión Einsteniana: Einstein 4GM 180 60 60 1.75103" , R Rsol c2R Y nuestra deflexión: 2GM 180 60 60 N1 2.450427" N1 ´ 1 R Rsol N 2 N2 2 6 c2R que coincide con la Einsteniana para N1 10 N 2 14 1919 Greenwich. El famoso eclipse de Eddington. Mucho se ha dicho sobre supuesta manipulación de datos, pero nuestro análisis muestra otra cosa. Es tan sorprendente la coincidencia de los datos de Eddington con nuestra teoría que hace prácticamente imposible que se hayan tergiversado para apoyar la Relatividad. 1922 Lick I. Mejor preparados, los astrónomos tomaron datos de muchas estrellas. Pero la dispersión de los datos fué enorme. Empezaron las desviaciones negativas solo explicables, por fluctuaciones del campo debidas a ondas gravitacionales. 1922 Lick II. Se trata de otra fotografía del mismo eclipse anterior. Por la escala que tuvimos que usar para acomodar tantas estrellas y tantas deflexiones se pierde algo de la espectacularidad del resultado; sin embargo, se puede observar que la inmensa mayoría de las mediciones se acomodan con las deflexiones cuánticas. 1922 Victoria. En esta observación se obtiene una muy buena confirmación de nuestra teoría. 1929 Potsdam. La escala tan buena que permite este gráfico deja ver pequeñas desviaciones de la teoría nuestra, muy explicables por razones de metrología. 1936 Sternberg. También vemos una muy buena coincidencia con la propuesta, aunque la escala no se presta mucho. 1936 Sendai. Fue muy difícil descifrar la escala en que se presentaron los resultados, pues los gráficos que consultamos parece que eran meramente ilustrativos; pero de todas formas comprueba nuestra teoría. 1947 Yerkes. Obtuvimos muy buena coincidencia con este eclipse observado en Brasil. 1952 Yerkes. Los datos originales presentaban dificultades de escala. Pero observamos una excelente concordancia después de corregir algunas anomalías. 59) Deflexión gravitatoria de microondas Sin tener que depender de los escasos eclipses, la medición de la deflexión gravitatoria de las trayectorias de las radiaciones de microondas se convirtió rápidamente en uno de los chequeos más espectaculares de la Relatividad. la cantidad observada en estos experimentos es el desfase entre la onda desviada y su posición, simulada o calculada, si no existiera desviación. Las fuentes de microondas iniciales eran objetos astronómicos, pero, incluso, se emplean ahora satélites artificiales que orbitan al sol de modo que queden “detrás” de este en algunas ocasiones. Para el experimento pionero de 1974, que usó una fuente astronómica, encontramos que la desviación de las ondas, según la Relatividad, se podía expresar con mucha exactitud con la función. LO QUE ESTA ENTE LAS GRAFICAS PAGINA 115-116 Desfase = ConstanteΔRelativistaCos (wt) Con w una constante que depende de la velocidad de la fuente respecto al sol, y t, el tiempo medido desde la máxima deflexión en períodos de seis minutos. Reemplazamos en la expresión anterior la desviación relativista por nuestra propia expresión: Cons tan teGM 2N 1 coswt 1 c 2 R2 6 N 2 Donde las variables tienen la misma significación que en el estudio de la deflexión de la luz de las estrellas. Entonces ya podemos comprobar si, como nosotros sostenemos, la desviación de las medidas no depende tanto de los errores de experimentadores y de equipo, pues siempre confiamos en la extraordinaria pericia de los científicos modernos, sino del fenómeno cuántico consistente en una variación del número de cuantos intercambiados entre el campo del sol y los fotones de la radiación. Por lo tanto, las deflexiones dispersas deben coincidir con incrementos o decrementos enteros del entero N1. N1 es el número que corresponde al caso Relativista, para el que: N1 5 10 20 N 2 7 14 28 Ahora, N2 depende de la energía de los fotones y decrece cuando aumenta dicha energía. Para N2 pequeño, un cambio en N1 significa mas cambio en la energía; para N2 grande, en cambio, el mismo incremento o decremento en N 1 implica un menor cambio energético. Si en los eclipses, para la luz visible, el N2 coincidió con 14, para variaciones de N1 respecto a 10, para las microondas, con fotones 100000 veces menos energéticos, creemos que N2 debe corresponde a 28 con variaciones de N1 alrededor de 20. Como los autores de este extraordinario experimento publicaron sus resultados puntuales, es decir, los resultados medición por medición, podemos confrontar nuestra teoría. Abril 7 1974. Este experimento se deja expresar bastante bien por la expresión: 20 90º 22.68 Cos t 28 25 Como solo nos interesa comparar resultados, no pondremos cuidado en detallar como se encuentra la ecuación anterior y que unidades usamos. Para obtener la familia de curvas que reflejen la variación cuántica escribimos: 22.68 N 1 90º t Cos 28 20 25 En las gráficas siguientes procedemos a confrontar estas curvas con los resultados experimentales. La idea es que la mayoría de los datos debe quedar sobre o muy cerca de las curvas. Como N1 es el parámetro variable y el caso promedio corresponde a N1 = 20, la versión final de la función es: N 90º 16.2 1 Cos t 25 20 El resultado global parece contundente y solo algunas mediciones se apartan de la teoría. En conclusión podemos asegurar que este tipo de experimentos sirven, entre otras cosas, para detectar ondas gravitacionales emitidas por el sol. En efecto, esas fluctuaciones en las medidas son en realidad saltos de niveles cuánticos producidos por fluctuaciones gravitacionales. En los siguientes días los experimentos repitieron sus mediciones y nosotros las sometimos a chequeos idénticos. PAGINA 123 Abril 8, 1974. Los experimentadores que efectuaron las mediciones, Fomalot y Sramek, detectaron, sin caer en cuenta, una serie de perturbaciones gravitacionales, tipo amortiguado, claramente discernibles por nuestra teoría. La función que nos permitió modelar el comportamiento de los resultados y sus fluctuaciones fue: N 90º 23.4 1 Cos t 25 20 Con N1 = 20 para el caso Einsteniano, y variaciones cuánticas dadas por variaciones enteras de N1 alrededor de este valor. Abril 9, 1974. Un análisis a vuelo de pájaro nos muestra un día de poca actividad solar con generación de pequeñas ondas gravitacionales, lo que hace, que las variaciones en las medidas se centren más en el comportamiento promedio que corresponde a: N 1 20 N 2 28 Las variaciones, incluso, se acomodan a las mismas franjas señaladas por la teoría nuestra, mostrándose mas grandes en donde mas separadas están las curvas teóricas. Nótese como se van “estrechando” a medida que se juntan esas curvas teóricas. Abril 12, 1974. Invertimos la presentación de los datos originales, tal como fueron presentados por los autores, para acomodarlos al patrón de los anteriores. De modo que quienes consulten el trabajo de Fomalot y Sramek encontrarán estas gráficas invertidas. Utilizamos la función: N 90º 27.2 1 Cos t 26.5 20 60) Adelanto del perihelio de mercurio. Hagamos una recapitulación. Para nosotros, el espacio es un conjunto de cuantos. Los cuerpos masivos alcanzan a ordenar los cuantos que los rodean hasta una distancia dada por el principio de mínima acción. Más allá de esa distancia la influencia del cuerpo masivo no alcanza el nivel energético para actuar sobre los cuantos. Cuando otro cuerpo se acerca al primero, atravesando el “mar de cuantos” experimenta la fuerza de ese primer cuerpo cuando alcanza el límite de influencia y sufre desviaciones cuánticas de su trayectoria. Estas desviaciones se miden por el ángulo: Donde: G: constante de gravitación universal. C: velocidad de la luz en el vacío. M: masa del cuerpo que produce el desvío. R: distancia del cuerpo que produce el desvío. N1/N2: número racional que depende de la cantidad de cuantos que interactúan. Cuantos no ordenados V v Trayectoria no desviada N∆φ Límite de influencia M m sale de la zona de influencia m queda en órbita N2, depende del número de cuantos de la partícula que se deflecta y N 1, del número de cuantos de la partícula que produce el campo. Ahora estudiemos que ocurre cuando del cuerpo m queda orbitando al cuerpo M. El ángulo de deflexión total en una vuelta debe ser aproximadamente 2πradianes. Reemplazando : Debemos tomar un valor promedio para 1/R: Excentricidad = a b θ a Rmin a Ahora, Rmax aceptando órbitas casi elípticas tenemos: Y como: Despejamos: Para Mercurio, y tomando N1 y N2 con valores que coinciden con la deflexión de la luz ya estudiada: Con este número tenemos una aproximación al valor de desfase: Convertidos estos radianes/ órbita a segundos de arco en cien años: Utilizando el dato experimental para el avance del perihelio de mercurio por centuria 43.5’’ En lugar de un entero encontramos un número racional. Tenemos, entonces, que abandonar la idea de un número entero de desviaciones cuánticas por órbita para completar por adelanto del perihelio, y aceptar un número entero de desviaciones en varias órbitas. O sea, decimos que se presentan 33 desviaciones cuánticas en 7 vueltas completas de la órbita. Luego, el adelanto promedio por revolución queda: Es interesante caer en cuenta que 7x7 revoluciones de mercurio corresponden a: Los que nos permite sospechar una relación entre el adelanto del perihelio de mercurio y el periodo famoso de la actividad solar. Ahora convirtamos el adelanto de radianes/revolución a segundos de arco/centuria: Como no existe diferencia con la expresión relativista no tenemos necesidad de comparar resultados con los de esa teoría, y solo comprobaremos los nuestros con los valores experimentales. Planeta Mercurio Venus Tierra Marte Asteroides Júpiter Saturno Urano 57.91 108.2 149.6 227.9 413.7 T (dias) 87.97 224.7 365.26 686.98 1681.3 Excentricidad 0.206 0.007 0.017 0.093 ∆φ exp. 42.98 8.54 3.80 1.34 42.99 8.63 3.84 1.35 Neptuno Plutón a, semieje mayor x 109 778.3 1427.0 2871.0 4497.1 5913.5 4332.7 10760 30685 60082 90767 0.097 0.048 0.046 0.010 0.248 0.3044 0.0623 0.0137 (m) ∆φ calc. (arcosegundo/siglo) 0.056 0.0024 0.0008 0.0004 La coincidencia tan perfecta entre teorías y datos experimentales ahora no nos causa extrañeza, dada la enorme difusión de la exactitud de las predicciones relativistas en este campo, predicciones que numéricamente son iguales a las nuestras. Volveremos a tratar este adelanto de las órbitas cuando someramente nos refiramos a los pulsares y las estrellas binarias. Por el momento, saltemos a las órbitas que los electrones realizan alrededor de los núcleos atómicos. 61) Adelanto de la órbita en los átomos. Fue Sommerfeld quien encontró esta precisión. En su intercambio epistolar Einstein y el mismo Sommerfeld comentaron los dos adelantos orbitales per, aparentemente, no vieron nunguna evidencia del origen similar de ambos. La expresión de Sommerfeld para el adelanto órbital es: Donde: Resulta que, a pesar de la aparente discrepancia, esta expresión y la Einsteniana son casi idénticas y solo se diferencian por un factor de G. Veamos como se aplica al caso de los planetas. Velocidad Planeta máxima (m/s) rad/rev arcosegundo/centuria Mercurio Venus 48920 35025 1-1.2748 x10-9 1-6.823 x10-9 x10-9 Tierra 29790 1-5.103 Marte 24235 1-3.239 x10-9 Asteroides 17900 x10-9 Júpiter Saturno 13080 9672 1-1.779 1-9.5 x10-10 1-5.2 x10-10 x10-10 Urano 6835 1-2.6 Neptuno 5478 1-1.67 x10-10 Plutón 4749 1-1.25 x10-10 5.020209 x107 2.572964 x107 1.861205 x107 1.23163 x10-7 6.721752 x108 3.588955 x108 1.960354 x108 9.801769 x109 6.2957516 x10-9 4.7123889 x10-9 42.98 8.6269 3.8390 1.3507 0.3012 0.0624 0.0137 0.0024 0.00079 0.00039 Comparando estos resultados con los relativistas llegamos a concluir que son los mismos, y, por tanto, basta multiplicar por G la expresión de Sommerfeld, para obtener la de Einstein. Este factor entero es otro argumento a favor de la naturaleza cuántica por adelanto. Si en el caso gravitacional se presentaban 33 desviaciones en 7 órbitas completas, en el eléctrico se presentan 11 desviaciones en 14 órbitas completas. Posteriormente indagaremos si en los famosos cuásares binarios la precesión también se puede enfocar como un proceso cuántico. 62) Curvatura del espacio y adelanto del perihelio. Considerar el factor de G como indicio de una naturaleza diferente del origen de los dos adelantos del perihelio es problemático, teniendo en cuenta que, las expresiones para estos adelantos pueden quedar iguales cambiando el número de cargas eléctricas interactuantes. En efecto, consideraremos el caso de dos órbitas, una gravitacional y otra eléctrica, ambas con excentricidad despreciable, y calculemos el arco correspondiente al adelanto del perihelio por revolución. m Vg ∆φg m ∆S g Rg Ahora si se cumple: e m Ve ze ∆φe Re ∆Se Con z=6 tendríamos exactamente el mismo arco de avance por revolución. Es decir, con una carga central de 6 coulombios tendremos exactamente la misma expresión para el avance del perihelio en el caso eléctrico y en el caso gravitacional. Como curiosidad calculemos ese ΔS, el arco de avance por revolución, en ambos casos: Es curioso constatar que el arco de avance por revolución es un invariante para un sistema y solo depende de la masa central. Por ejemplo, para el sistema solar: Para cualquier cuerpo orbitante del sistema solar en m/s. Incluso podemos escribir ese avance de una forma bastante singular: Como los 43’’ de mercurio están tan arraigados, desafortunadamente, en la imaginería popular, calculemos por este lado: Teniendo en cuenta la excentricidad de la órbita de mercurio que no es despreciable: Teniendo en cuenta la excentricidad de la órbita de mercurio que no es despreciable: Abandonemos este tema seguros que aún falta mucho por decir sobre estos adelantos del perihelio, tanto eléctricos como relativistas. Sin embargo, no podemos esperar para informar sobre una curiosidad muy interesante acerca del posible origen común, y; por consiguiente acerca de la identidad de la explicación física de ambos adelantos del perihelio. 63) Posibles paralelismos formales en las expresiones del adelanto del perihelio relativista y del adelanto del perihelio eléctrico. En el numeral anterior logramos expresar el adelanto del perihelio relativista de una trayectoria con poca excentricidad, medido como el arco adelantado y no como el correspondiente ángulo (Figura), con la expresión: Final órbita ∆Sg Inicio órbita ∆φ Para el adelanto, en el caso de la órbita tipo Sommerfeld, encontramos: La diferencia de expresiones aún puede dar cabida a la consabida frase: “Se trata de fenómenos sustancialmente distintos”, que se lee en tantos textos relativistas. Pero, multiplicando por ℮, la carga elemental, numerador y denominador dela ecuación anterior, obtenemos: Aunque el paralelismo ahora es contundente, falta explicar el inocente G de la expresión relativista. Para ello llevemos las expresiones a una forma conceptual equivalente. Dividamos en el caso gravitacional por el volumen imaginando unas masas “diluidas” para hallar el cociente de las densidades. Como volumen escojamos el volumen de Plank: Y tenemos: En el casi eléctrico, para obtener una densidad de masa, debemos recurrir a la densidad de energía almacenada en el campo eléctrico: Por lo tanto: De modo que podemos escribir en definitiva: En definitiva, para nosotros no hay ninguna diferencia entre los fenómenos gravitatorios y eléctricos, a no se de las diferencias que se infieren naturalmente de los mecanismos conocidos de estas interacciones. En el caso gravitatorio, un cuerpo que recibe energía de un campo gravitacional se ve impulsado por esa energía a través de un entorno que a su vez está sujeto al mismo campo gravitatorio, y recibe energía de éste en la misma proporción que el cuerpo. En el casi eléctrico, si el entorno no tiene carga eléctrica, el cuerpo electrizado recibe energía del campo y se mueve por un entorno que no recibe energía de ese campo. Esa característica den entorno: corresponde a la misma fuerza que la partícula, hace posible la aproximación geométrica; pero esta aproximación geométrica queda desvirtuada por muchos hechos y consideraciones. Hechos y consideraciones que despiertan mucha suspicacia y que omitiremos en consecuencia. 64) Energía de enlace por nucleón. El objeto de nuestras últimas pesquisas ha sido el comportamiento orbital. Por eso no es extraño que miremos ahora el núcleo atómico que algunos modelos suponen conjuntos de nucleones moviéndose en órbitas regulares alrededor de un centro en común. Partícula Para que las partículas se muevan en cualquier medio requieren energía. Esa energía se refleja en la expresión: Órbita Núcleo Es decir, para que un partícula de masa en reposo m 0, no se mueva a la velocidad v, necesita una energía mc2-m0c2. Esa energía le permite “reptar” entre sus compañeros de núcleo. Como desconocemos el mecanismo verdadero que rige este comportamiento, y solo sospechamos que debe asemejarse al movimiento en superconductores o en superfluidos, asumimos que es del tipo de los movimientos orbitales gravitacionales y eléctricos que ya estudiamos. Estos movimientos se modelan por ecuaciones como las siguientes: Para el caso gravitacional y para el caso eléctrico. Aceptando el modelo de Bohr podemos escribir la energía de enlace de un nucleón con una expresión similar a la que expresa la energía de enlace de un electrón al núcleo: Donde faltaría discernir tanto la masa como la velocidad. Para esta última asumimos que es una combinación de las tipos gravitacional y eléctrico. Escogemos: La energía de enlace quedaría: De modo que obtenemos reemplazando las expresiones de las velocidades: Lo ideal para lograr representar el efecto diferencial de protones y neutrones; pero, por el momento, solo llegamos a una relación de la energía con el número total de partículas en el núcleo: Para simplificar la expresión ensayamos para varios valores de las masas m y M y para el parámetro a, llegando a la conclusión que una forma plausible de la ecuación era: Con cuatro valores experimentales calculamos tanto el valor constante como las incógnitas x, y, y z, obteniendo: Para números másicos, A, pequeños, se obtienen discrepancias significativas con las energías de enlace verdaderas. Esto se debe a que no tomamos en cuenta el efecto diferencial de protones y neutrones. Sin embargo, nuestro propósito por el momento es obtener un comportamiento global de esta energía de enlace. En numerales posteriores desarrollaremos nuestra usual contrastación con los resultados experimentales. 65) Radio nuclear y densidad nuclear. V Nucleó n Fuerza central Centro De acuerdo al modelo tipo Bohr que estamos siguiendo, la energía de enlace corresponde a un nucleón moviéndose bajo una fuerza central. La constante de fuerza debe estar relacionada con el número de nucleones totales A: Expresión donde K y N se deben evaluar con la energía de enlace: Tendríamos: Sin embargo, una contrastación con los radios nucleares experimentales favorece enormemente a una expresión como la siguiente: Lo que nos dice que la fuerza central en de naturaleza más complicada que la asumida hasta el momento. Precisamente, aceptando que la expresión para la radio, abalada por la experimentación, tenemos: Por último, calculemos la densidad de materia nuclear: De esta última expresión vemos que la densidad de la materia nuclear no es precisamente una constante, como asumen muchos modelos nucleares. 66) Valores numéricos, tablas y gráficos. Recordando que A representa el número de nucleones veamos como quedan las expresiones de las cantidades nucleares que vimos en el numeral anterior: Con estos valores procedimos a la comparación con los resultados experimentales obtenidos de tantas fuentes que las omitimos como es nuestra costumbre. Pero todos esos valores corresponden a valores publicados en internet fácilmente localizables por los interesados. De algunos isótopos encontramos las energías de ligadura mas no encontramos los radios nucleares. Optamos por no omitir ninguno llenando los espacios vacios ya sea con informaciones de medidas dispersas o referencias de terceras, o interpolando libremente, y, en el caso de los radios, utilizando la conocidísima fórmula R= R0A1/3. En este último caso lo que deseábamos era comparar nuestros resultados con este modelo tan socorrido. Para quienes creen que incluimos un inmensa cantidad de datos “innecesarios” les hacemos caer en cuenta que estamos recibiendo constantemente información sobre novedosos experimentos con multitud de isótopos nuevos y las tablas nos sirven para una consulta rápida y ágil sobre la validez de nuestros cálculos. 67) Más información sobre la cuantización. Si la estructura del universo es granular y los procesos se dan a saltos, es natural que los números enteros estén presentes en toda cuantificación exacta, tanto de sustancias como delos mismos procesos que las transforman. Toda cantidad de sustancia, sea cual sea, es un número entero de “cuantos” de esa sustancia y todo macroproceso es un número entero de microprocesos de transformación de cuantos. En el numeral 23 culminamos un desarrollo que nos condujo a señalar como posibles cuantos de longitud y tiempo a las cantidades. En realidad, obtuvimos un tiempo mínimo algo mayor: Pero a falta de comprobaciones contundentes, preferimos buscar la simetría y lo reducimos al valor anterior. Con esta escogencia respetamos la relación sencilla: Precisamente, terminamos el numeral 23 dejando en veremos el carácter del número entero de: Para estos análisis nos tropezamos con la necesidad de incertidumbre en las medidas físicas y en los cambios de definición de algunas unidades y patrones como el reciente remezón en los patrones del metro y el segundo. Sin embargo, después de algunos cálculos con varias posibilidades nos inclinamos por: Reconocemos que esta interpretación es meramente transitoria, pues las mediciones actuales no cubren todavía el número suficiente de dígitos, de modo que el número anterior puede diferir del verdadero en unas cuantas unidades. Pero sabemos que una pequeña variación de unas escasas unidades se traduce en una descomposición en factores primos muy distinta a la del número inicial. Ahora, en la naturaleza la descomposición en factores primos tiene una importancia primordial. Precisamente, en los numerales siguientes exploraremos algo de ese aspecto fascinante de la realidad física. 68) Elementos cuánticos de las órbitas. ∆S V0 m M Varias vueltas sin cerrarse la trayectoria Así como hicimos en el numeral 52, partimos de las expresiones que determinan el comportamiento de las órbitas estables en cualquier tipo de fuerza central. Donde: m: masa orbitante h:constante de Planck A: expresión para la fuerza central. Solo hemos trabajado con: G es una constante de Newton y ℮ la carga elemental. ΔS: es un elemento de órbita en el que ocurren Nt transformaciones de energía y abarca un miniciclo repetitivo de estos procesos. Nt: número de transformaciones de energía en ΔS y se repite en forma repetitiva en los demás ΔS de la órbita. Entendemos por transformaciones de energía simplemente la absorción o emisión de fotones del medio por el cuerpo orbitante, intercambio fotónico que se traduce en la fuerza que mantiene el movimiento orbital. Dividamos las expresiones de velocidad y radio: 185 Multiplicamos por mR02 para obtener el momento angular: Ahora, la trayectoria del móvil no tiene por que cerrarse después de una sola vuelta. Si llamamos N0 el número de las órbitas o vueltas que requiere una trayectoria cerrada con Ns recorridas iguales a ΔS: De modo que el “momento angular” nos queda: Expresión que explica el principio de cuantificación de Sommerfeld – Wilson, que se escribe: La expresión de ese principio para valores orbitales medios es: 186 Nuestros V0 y R0 son simplemente los mismos valores medios, pero promediados en forma diferente a los valores medios para órbitas atómicas y solares. Si dividimos las dos expresiones del principio obtenemos: Invocando la simetría aceptamos: Podemos, entonces, esperar resultados numéricos que sigan el tipo: Pasemos a las comprobaciones utilizando el conocido átomo de Bohr. El radio de la órbita más cercana al núcleo es el “Radio de Bohr”: Con este valor medio obtenemos: 187 Donde D es el entero mencionado en el numeral anterior. Para el mismo átomo la Vmedia es C/α: Y por lo tanto: Resultado aparentemente desconsolador para nuestra teoría. Pero basta elevarlo al cuadrado para que emerja la hermosura del diseño del mundo: A partir de estos valores cuánticos podemos volver a los valores usuales: 188 Y de la cuantización del momento angular tendremos: En estos valores numéricos solo existe duda sobre los últimos dígitos; pero, como ya lo advertimos, estos pocos dígitos pueden afectar mucho las expresiones fraccionales. Mientras se alcanzan mediciones más precisas, obtengamos la información que podamos de estas relaciones. 69) Constante de Rydberg y distancia de Rydberg. Esta constante nos proporciona información sobre la longitud de onda, y, por lo tanto, de la energía, emitida por los electrones atómicos al saltar entre órbitas estables en forma de fotones. Al inverso de la constante de Rydberg lo llamaremos “distancia de Rydberg” y lo designaremos con las letras Ry. 189 Utilizando la expresión obtenida para Rbohr en el numeral anterior, tendremos: Valor supremamente cercano al aceptado hasta el momento para esta valiosa constante. Es importante caer en cuenta que las expresiones que estamos trabajando no cumplen “aparentemente” las condiciones de dimensionalidad; pero ya sabemos que energía, tiempo y espacio son categorías íntimamente ligadas y se relacionan por transformaciones tan simples que se traducen en constantes puramente numéricas o geométricas. Estudiemos el caso gravitacional para ver si ocurren estos mismos entrelazamientos espacios temporales. 70) Elementos de órbitas gravitacionales. Se trata del mismo análisis del numeral 68, pero enfocado a la gravitación. Todas las órbitas estables están regidas por: 190 Donde Pero esta cantidad no viene a interesar mucho como se verá: Multiplicamos por para obtener el “momento angular” que es lo mismo que el cambio de cuantos de acción en una órbita: Como la trayectoria puede comprender varias órbitas antes de cerrarse, llamamos No el número de órbitas que contiene en recorrido cerrado L y cíclico, claro está que contiene un número Ns de recorridos iguales a Ns. El momento angular queda entonces: 191 Pero ésta cantidad es un número entero de cuantos de acción: Como en el caso del electrón, resolvemos la discrepancia escribiendo: Como se puede observar no existe diferencia “formal” entre el caso gravitacional y el eléctrico. Incluso, si imaginamos que m, la masa que recorre la órbita, es igual a la del electrón, tendríamos que admitir que R0 y v0 deben también ser equivalentes a la R0 y v0 del átomo. Entonces, admitimos que: Y tendremos: No resulta difícil comprobar que para el sistema solar, N0 = D, quedando en definitiva: Comprobamos la ecuación última con la tabla de radios orbitales medidos. 192 Planeta Radio orbital x1010 m Medida Calculada Rbohr*D* Mercurio 5,7910 5,791089 10,80043673x1010 Venus 10,820 10,82067 10,80043673x1010 Tierra 14,960 14,96065 10,80043673x1010 Marte 22,794 22,79410 10,80043673x1010 Ceres 41,438 41,43801 10,80043673x1010 Júpiter 77,833 77,78330 10,80043673x1010 Saturno 142,940 142,9401 10,80043673x1010 Urano 287,099 287,09901 10,80043673x1010 Neptuno 450,430 450,43000 10,80043673x1010 Plutón 591,352 591,35200 10,80043673x1010 Poca cosa hemos obtenido de estas pesquisas, excepto la extraordinaria coincidencia numérica en el caso de la órbita del planeta Venus. Encontramos de nuevo la tendencia a estructuras estables, que obedecen al intercambio cuántico de energías y siguen leyes simples y estrictas, pero que son muy susceptibles a perturbaciones externas y fácilmente pierden la situación de equilibrio. 193 71) Más comparaciones entre elementos gravitacionales y elementos atómicos. De la discusión anterior, se desprende que la cuantización del momento angular nos lleva no solo a: Sino además a aceptar que necesariamente: En la tabla siguiente exploramos esta relación. Planeta Velocidad media en m/s (c/α) Mercurio 47873 47872,963 2187691,254 Venus 35021 35020,83 Tierra 29786 29785,5 Marte 24131 24131,1 Ceres 17900 17900,3 Júpiter 13070 13069,5 Saturno 9672 9672,9 Urano 6835 6834,6 194 Neptuno 5478 5477,9 Plutón 4749 4747,8 Y como el radio medio y la velocidad media, están relacionados en forma similar el periodo orbital gravitatorio tendrá esta misma relación con el periodo orbital del átomo de Bohr. Salta a la vista que podemos incluir el número entero D en la expresión, tal como se incluía en la expresión del radio: Comparemos resultados en la tabla siguiente. Planeta Periodo orbital en días 3,5902229 Mercurio 87,968877 87,96819 3,5902229 Venus 224,68026 3,5902229 224,68022 195 Tierra 365,24605 365,24605 3,5902229 Marte 686,92821 686,92827 3,5902229 Ceres 1683,4952 1683,49521 3,5902229 Júpiter 4330,6622 4330,6622 Saturno 10747,405 10747,4050 3,5902229 Urano 30546,347 30546,347 Neptuno 59795,899 59795,8990 3,5902229 Plutón 90554,498 90554,498 3,5902229 3,5902229 3,5902229 Nuestro propósito está claro, es hallar una ley de formación para éstos números racionales. Desafortunadamente nuestro éxito es muy limitado hasta ahora y nos contentamos con utilizar la ley de Kepler para relacionar los racionales entre sí, tomando como base los racionales más sencillos. Planeta días Mercuri 4788 o 6 Venus Tierra 2562 6 1853 47872,96 5,791008493x1010 87,9691 35020,83 1,082136239x1011 224,7096 29785,56 1,495971471x1011 365,2445 196 7 Marte 1216 7 24131,14 2,279183305x1011 686,8590 Ceres 6695 17900,34 4,142019906x1011 1682,7378 Júpiter 3569 13069,51 7,769914057x1011 4323,3763 Saturno 1955 9672,96 1,418456433x1012 10664,0633 Urano 976 6834,56 2,841272876x1012 30232,087 627 5477,97 4,50430000x1012 58713,98 471 4742,80 5,887648253x1012 90180,263 Neptun o Plutón 72) Forma definitiva de las relaciones entre los elementos orbitales gravitacionales y los elementos atómicos. La relación entre la velocidad orbital y la velocidad del electrón mas interno del átomo de Bohr es bastante sugerente: Veamos si la relación entre los radios también adopta una forma especial. Hemos obtenido: Consultando la forma usual de la ley de Kepler, concluimos que la constante anterior debe depender de la masa del sol, es decir: 197 Un rápido y sencillo cálculo nos permite hallar la constante y la masa desconocida. La relación final nos queda bastante sorprendente: De modo que volviendo a la ley usual de Kepler: El mismo camino nos conduce al periodo orbital: Resumiendo los últimos avances tendremos para la gravitación: 198 = Parámetro que depende de la órbita. Reemplazando los conocidos valores del átomo de Bohr obtenemos: Si denominamos y , tendremos: De nuestra amiga, la luna, averiguaremos que se traslada alrededor de la Tierra a 1023,055 m/s. Podemos hallar el parámetro 199 Como se demora 27 días y unos 20 minutos en una órbita, calculamos: Tenemos así un ejemplo de cómo abordaremos otros sistemas gravitacionales, tales como las estrellas binarias. Para averiguar como en el caso de la luna, la separación y la masa de las componentes del par estelar. 73) La extraña masa X: mx En las órbitas estables gravitacionales hemos encontrado que existe una relación directa entre el radio promedio y la velocidad promedia del cuerpo orbitante y el radio y la velocidad del electrón que ocupa el primer orbital del átomo de Bohr. Esta relación incluye una masa, mx, cuyo valor, 37946.28834 Kgs, no corresponde a ningún ente físico conocido. Sin embargo su expresión como: Nos trae inmediatamente a consideración la famosa teoría de Mach acerca del origen de la inercia como atracción de la masa del universo entero. Incluso, si usamos la densidad fotónica y la multiplicamos por el volumen del universo 200 obtenemos una masa cercana a m x, lo que parece indicar una posible conexión entre la gravedad y los gradientes de densidad… pero hemos fallado en encontrar la expresión matemática correspondiente. Nos inclinamos, entonces, a considerar esta masa como un indicativo de alguna escala en el nivel de organización de los cuantos para manejar la fuerza que los hace reaccionar. Es decir, de la organización que convierte la fuerza de gravedad en la fuerza eléctrica. En busca de esta escala comparamos esa masa inquietante con otras masas conocidas y encontramos muy sugerente como se relaciona con la masa del protón. Veamos algunas de esas relaciones: La cantidad (3002/3000)1/25 se puede tomar como una corrección debida simplemente a problemas de medición que afectan las últimas cifras obtenidas en los diversos experimentos, o una corrección pequeñísima que hace la naturaleza en sus redondeos cuánticos. Escribámosla para tener idea de su significancia: Para determinar cual corrección usar debemos esperar que los científicos aumenten la precisión y exactitud de las medidas de las constantes universales. La relación numérica entre mp y mx se ven con más contundencia en las expresiones: 201 Pero la relación que posiblemente nos permita dilucidar cómo se forman las partículas estables de la naturaleza es: Como es de inmediata percepción, tan pequeña discrepancia se puede deber únicamente a errores de medida… Sin embargo, la cuestión más importante es saber por qué una fuerza es un número tan sencillo, como si las unidades con que se mide esa fuerza hubieran sido escogidas con ese propósito. 74) Fin de la primera parte Poco a poco empezamos a comprender el extraordinario orden implicado en el Universo. La cuantización o granulación impone su valor a muchas de las constantes que se consideran meramente “numéricas”. Por ejemplo, el valor π esta asociado con el hecho de que no existen círculos perfectos sino trayectorias poligonales, cuyo lado es la longitud de Planck. Y como esas trayectorias son recorridas en saltos cuya duración es el tiempo de Planck, las velocidades y otros parámetros orbitales quedan impregnados del valor numérico π. Cuando el hombre comienza a medir cantidades que limitan con lo cuántico, poco a poco redefine sus unidades acomodándolas a ese mundo minúsculo; entonces aparecen manifiestos los cocientes de números enteros que representan las pequeñas transformaciones cuánticas. Por lo tanto, una cuidadosa manipulación numérica y unas medidas escrupulosas y rigurosas nos conducen a formulas 202 extraordinarias donde todo aparece corresponder de tal manera que hasta se pierde la identidad dimensional. También juega un papel importante en este panorama racional y exacto el que el “principio de incertidumbre” sea, al fin y al cabo, una falacia sin ningún trasfondo físico ni filosófico. 203