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El mundo comunista En: Ministerio de Educación y Cultura de España, MEC (2006h), Kairos– Historia del Mundo Contemporáneo, http://iris.cnice.mec.es/kairos/ensenanzas/bachillerato/mundo/comunista_00.html Tras el anuncio de la doctrina Truman, el lanzamiento del Plan Marshall aceleró la ruptura entre los Estados Unidos y la Unión soviética. Rápidamente se iban a romper los lazos entre la Europa occidental y la oriental. El ministro de exteriores soviético, Molotov, denunció el Plan Marshall como una tentativa de imponer a los países europeos un conjunto de controles que les restarían independencia política y autonomía económica. La respuesta soviética llegó en breve con la creación del Kominform, un organismo cuya finalidad era la de coordinar los programas y las políticas de los partidos comunistas en Europa, oriental y occidental. Se buscaba así deteriorar la integración económica del Oeste y crear una zona de influencia política e ideológica en el Este. En Yugoslavia y Bulgaria se había procedido a la comunistización plena, mientras que en Checoslovaquia, Hungría y Rumanía el camino estaba aún a medio recorrer. Entre 1947 y 1949 las resistencias fueron quebradas definitivamente y completada la identificación entre Estado y partido. Los matices del socialismo fueron anulados al quedar absorbidos por las fuerzas del Comunismo tanto los partidos socialdemócras como las fuerzas nacionalistas y patrióticas. Las economías populares fueron colectivizadas, dándose en la Unión Soviética y en los países del Este un proceso de integración de modo que la URSS controlaba la mayor parte de los sectores de la economía de las repúblicas vecinas. Economías populares. Calco de la soviética, las economías de las repúblicas socialistas se copiaron en sistemas centralizados y planificados. La uniformidad de los sistemas productivos en la Europa comunista fue la tónica más llamativa. La agricultura se organizó en cooperativas controladas por el Estado, mientras que la industria y el comercio se nacionalizaron. Solo en Polonia y en Hungría se adoptaron formas económicas menos rígidas, descentralizadas, que hacía posible –caso polaco- la supervivencia de pequeñas propiedades agrarias, o una liberalización parcial de las actividades y del mercado, en el caso húngaro. En su conjunto, sin embargo, estas economías crecieron lentamente y sufrieron pronto un estancamiento. 1 Como respuesta a la integración de la Europa occidental y a la ayuda norteamericana, por vía del Plan Marshall, la URSS creó en 1949 el Consejo de Ayuda Económica Mutua, CAEM. Pero la cooperación y el intercambio entre las repúblicas socialistas se vio obstaculizada por el modo en que las prioridades del sistema autárquico de la URSS controlaban la producción y el comercio de los países satélites. Desde la CAEM la URSS buscaba armonizar las economías vecinas en función de sus propias necesidades internas. Conscientes de que sus necesidades se veían mejor cubiertas desde Occidente, la República Democrática de Alemania, Checoslovaquia o Polonia eran además forzadas a consumir los excedentes producidos por los trabajadores de la Unión Soviética. La inoperancia de la CAEM solo condujo a su inactividad real y a su supresión en 1991. Economías populares - Estancamiento 2 La centralización de las economías, las serias dificultades en los procesos de distribución y la irregularidad, cuando no ausencia de innovación, se aliaron para hacer fracasar la planificación. Hacia el inicio de la década de los años sesenta la Unión Soviética contaba ya con las infraestructuras y los elementos básicos de una industria estatal. Sin embargo, la calidad de sus producciones se resentía. Carente de demanda que hiciera al productor afinar en el trabajo, el único objetivo consistía en cubrir la estadística prevista por la autoridad, pasando la calidad del producto a un segundo lugar. La organización vertical –todos los pasos de la producción se daban en el mismo complejo- de las enormes industrias pesadas y de transformación las hacía ineficientes, sin que ningún tipo de competencia viniese a suponer un estímulo para una producción más eficaz. Las industrias militar y espacial, de rango estratégico y en consecuencia con un enorme interés para el Partido Comunista en lo referente a la eficacia de sus procedimientos, se convirtieron en la excepción a la desidia. A pesar de las notables victorias del sistema soviético en los países del Tercer Mundo, la gigantesca economía fue incapaz de responder al reto del compromiso mundial determinado por la confrontación con los Estados Unidos. Economías populares - Trabajadores En la URSS y en los países del socialismo real, el sistema premiaba los esfuerzos heroicos de la colectividad. El esfuerzo del grupo antes que el del individuo, reflejado en la construcción de obras públicas, y de complejos industriales y militares gigantescos. Hazañas tecnológicas como la conquista del espacio, a mayor gloria del Estado soviético, se exponían dentro y fuera de la URSS como propaganda. En los primeros tiempos de la construcción del Estado Comunista el sacrificio y la abnegación en la realización de las obras venían acompañados de la recompensa de la promesa de un crecimiento económico y un bienestar de rango occidental. Tras la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, la mecánica del trabajo había normalizado unas rutinas que dejaban de lado el esfuerzo y la superación de los trabajadores. Frente al desinterés generalizado, se hizo uso de la coerción del mando. Reformas Stalin murió en 1954 a los setenta y cuatro años de edad. Fue sucedido por una dirección colectiva entre cuyos miembros se encontraban Georgi Maliénkov y Nikita Jruschev. Finalmente, tras años de tensión interna, en 1957 el Partido Comunista confió la Secretaría General a Jruschev. Con el nuevo líder, la imagen de la URSS iba a cambiar. Tras décadas de indudable inmovilismo y opacidad, de dureza en la planificación, la dirección de Jruschev introdujo una cierta flexibilización y apertura. Los planes quinquenales se convirtieron en septenales y se hizo un esfuerzo por mejorar la producción para el consumo. El carácter abierto y espontáneo de Jruschev tuvo sus réditos en el panorama internacional. Sus maneras rudas pero joviales le granjearon el favor de la opinión pública y contribuyeron a aminorar la tirantez de las relaciones con los Estados Unidos. La URSS rompía su aislamiento y, sin menoscabo de la persistente confrontación con Occidente, dio pie al diálogo y la apertura de relaciones económicas con países no comunistas. Pese a la vuelta del país al inmovilismo tras la caída de Jruchev en 1964, no hubo marcha atrás en muchas de las reformas ya operadas en la Unión Soviética. Reformas-Inmovilismo 3 Entre 1964 y 1985, fecha en que la dirección política de Gorvachov devolvió una cierta esperanza en la apertura y la transparencia política, la URSS protagonizo veinte años de opacidad y desmoronamiento. Frente a la incertidumbre introducida por Jruschev, se abrió una etapa de certidumbre interna y exterior protagonizada por Breznev. Se reactivaron algunos de los aspectos más rígidos del sistema de la mano de la militarización de la vida civil y, sobre todo en los años setenta, se hizo evidente que la centralización productiva, aquejada del lastre de la desidia y la corrupción, conducían al sistema comunista al declive. Los sectores más afectados por la reducción de inversiones fueron los del consumo. La productividad agraria no era capaz de remontar, y tan sólo las industrias militares, estratégicas, se beneficiaron de algunas inversiones en innovación. En el exterior, se reactivaron las formas más conservadoras de la confrontación. Kairos– “Historia del Mundo Contemporáneo: El mundo comunista” Mijaíl Gorbachov http://iris.cnice.mec.es/kairos/ensenanzas/bachillerato/mundo/textos/comunista_gorbachov.doc Nacido en 1931 en el pueblo de Privolnoie, en la región de Stávropol, cercana al Cáucaso, el político ruso queda indeleblemente asociado a las decisivas trasformaciones que ha experimentado la historia de la humanidad en los decenios finales del siglo XX, sobre todo por sus intentos de abrir y modernizar la anquilosada maquinaria soviética y de clausurar la época de la guerra fría. Expansión A partir de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética desempeñó una intensa tarea de difusión del Socialismo en el mundo. Al engrosamiento del Bloque Comunista con la incorporación de las Repúblicas de la Europa del Este y de la China de Mao Zedong (1949), hay que unir los efectos de la revolución en Cuba (1959) y la adscripción prosoviética de algunos jóvenes Estados recientemente independizados en Asia y África. Egipto (1952), Líbia (1969) o Afganistán (1973) ejemplifican, para tres décadas distintas, el poder de simpatía de la política soviética en el tiempo de la guerra Fría. La derrota norteamericana en Vietnam (1975), infringida por las fuerzas comunistas, se mostraba como la culminación del éxito del modelo socialista. 4 5