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Flores de oración de y para la Santa Virgen María
Recopilación de todas las oraciones dictadas por María a
“Toda alma es una rosa en las manos de Dios.
Yo soy la Jardinera Celestial. Yo quiero contraer una santa Alianza con
cada alma, que consiste en que el alma se entregue a Mí TOTALMENTE: Corazón, espíritu,cuerpo y voluntad, para completar la obra de Dios,
y que Yo me entregue TOTALMENTE a esa alma para que la rosa se
pueda abrir completamente, y que florezca para la primavera eterna de
la fundación del reino de Dios en la tierra.”
(María - Señora de Todas las Almas, 20 de mayo de
2008)
02/03/2011 (3)
Oraciones para la mañana
211. Consagración matutina de mi alma a María
Querida Madre María,
desde el más profundo anhelo de mi corazón deposito mi alma en Tus
manos. Te pido, oh Reina Celestial, dígnate llenarla de Tu santidad para
que todo mi ser sea compenetrado de Tu luz celestial.
Dígnate consumar hoy el enlace entre Tu alma y la mía, para que Tú, sin
restricciones, vivas por mí y en mí y yo irradie Tu santidad a mi alrededor.
Que la fusión de mi alma con Tu alma me proteja de todo mal y haga
encender el corazón de mis semejantes con el deseo de dejar consumar
también en sus almas el enlace Contigo, para que realmente Tus hijos
siempre quieran ser cada vez más Tuyos.
***
Si la mayoría de las almas en este mundo se consagrara totalmente a
María, este mundo estaría limpio en corto tiempo de todo lo malo, de miseria, hambre, criminalidad y todas las manifestaciones de las obras de
Satanás.
Comencemos por nosotros mismos, consagrémonos completamente a
María, vivamos así en completa entrega y recemos y ofrezcamos sacrificio, para que tantas personas como sea posible sigan nuestro ejemplo.
Construyamos una cadena de luz con amigos y conocidos, alentémonos
unos a otros, recemos con y por los demás y seamos nosotros mismos
una luz para nuestros semejantes mediante un contagioso amor al prójimo. Nuestro ejemplo dice más que mil palabras. Seamos propiedad de
María, pertenezcamos a Ella y procuremos que nuestro comportamiento,
nuestras palabras y deseos sean dignos de Ella, y que Ella resplandezca sobre nuestros semejantes. Así, tocaremos los corazones, aún cuando no siempre lo veamos con nuestros ojos.
***
Querido Jesús,
con esta luz queremos unirnos con la Luz Eterna, que por nosotros tanto
sufrió. Que Ella encienda en nuestros corazones una luz para que podamos ver qué es lo que podemos cambiar y mejorar en nosotros, para
así mitigar los sufrimientos de la Luz Eterna.
(Myriam, 30 de Junio de 1999)
***
2
Oh Cordero de Dios, Tú has muerto por mí, dígnate ahora vivir verdaderamente en mí.
(Myriam 28 de Marzo 2002)
540. Llamado matutino a los ángeles
Ángeles de Dios,
debido a que mis sentimientos son tan titubeantes, y el mundo está tan
lleno de tinieblas pido a vosotros vuestra constante presencia junto a mí,
en todo momento del día y de la noche.
Que vuestra presencia haga descender la bendición de Dios como una
nube de paz celestial sobre nuestra casa, para que sea un pedacito de
cielo que reciba a todos sus visitantes en el corazón de Dios.
Dignaos vivir en mi corazón, para que vuestra paz, vuestra alegría,
vuestro fuego de amor y vuestra pureza hagan de mí un ángel en la tierra.
Sed hoy la ternura de mis manos, el aliento de mis palabras, la brisa de
mi espíritu, y un escudo de luz para mi cuerpo y mi alma, para que en mí
ahora gobierne la vida santa de la corte celestial y destierre de mí cualquier influencia mundana.
Dignaos acompañarme en los servicios a los que Dios me ha llamado
este día.
Todo esto os lo pido en nombre de la Madre de Dios, María Reina y Señora vuestra y mía.
694. Corta consagración matutina a María
Querida Madre María,
yo me entrego a Ti hoy con todo lo que soy y tengo.
Dígnate iluminar con la luz de Dios todas mis experiencias y mis encuentros de este día para que nada en mi vida proporcione alimento al
maligno. Ayúdame a perdonar todo lo que las personas han cometido
contra mí.
Dígnate guiarme y dirigirme en todo lo que hago y digo, y haz latir en mí
Tu corazón purísimo para que yo pueda ser un Evangelio viviente.
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787. Oración matutina a María por protección.
Querida Madre María, protectora de los hijos de Dios,
yo me deposito en este día en Tus manos y pido Tu compañía en todos
los caminos que hoy tengo qué recorrer.
A Tí te confío todas mis pruebas que se crucen hoy en mi camino. Gobierna en mi corazón, mi espírtu y mi cuerpo en todas las tentaciones.
Sé mi Señora sobre todos mis sentimientos, pensamientos y deseos.
No permitas que pronuncie palabras que no sean benditas por Ti.
Dirige mis manos en todos mis trabajos.
Dígnate protegerme de todas las amenazas y peligros del mundo, y dignate preservar hoy mi alma de todos los pecados.
Que los ángeles de Dios me acompañen hoy y me enseñen a servirte a
Ti, la Señora de todo mi ser.
813. Pedido matutino a María, Señora de la Divina Providencia
Querida Madre María, Señora de la Divina Providencia,
a Ti te confío todo el camino de mi vida. Sé en cada metro de él mi
Guiadora y mi Señora.
Dígnate ejercer Tu poder sobre todo lo que hoy me suceda, y sobre el
momento en que me suceda.
Enséñame a ver todos los acontecimientos y situaciones de este día
como una manifestación del perfecto amor de Dios por mí, para que yo
me comporte ante ellos en completa entrega, aceptación y amor, sin resistencia y sin rechazo.
Dios te ha dado poder sobre todo, también sobre los caminos de Su
Providencia. Y porque yo mismo(a) me he entregado en Tus manos,
confío en que Tu poder me concederá las gracias que Dios día a día
dispone para mí.
Vive y gobierna en mí, oh Madre celestial, para que en este nuevo día
de mi vida pueda brindarte una ofrenda que dentro del plan de Dios,
pueda dar frutos para todas las almas.
***
“Te doy las gracias, mi Señora, por todas las pruebas; pues las cruces
que yo cargo, están benditas, y lavadas con Tus propias lágrimas” (Myriam, al comiezo de la consagración matutina a María, 5 de Mayo 2006)
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842. Oración matutina a la Señora de las almas por protección durante el día
María, todopoderosa Señora de las almas,
en la más profunda humillación me arrodillo ante Ti.
Te pido que todos los demonios que hoy tratan de robarme la paz del
corazón, de inquietar mi espíritu, de desanimarme, de apagar la luz del
buen humor y de la alegría o de alejarme del servicio a Ti, sean obligados a postrarse a Tus pies, para ser castigados y humillados por Ti, para
la glorificación de Tu poder sobre ellos.
Dígnate escuchar mis ruegos para gloria Tuya y como testimonio de la
victoria de la luz de Dios Santísimo.
María, todopoderosa Señora sobre los demonios, yo confío en Ti.
Alabados sean Tu belleza y Tu poder, que nos han hecho Tus esclavos.
1072. Oración de la mañana a María, patrocinadora de mi alma
(Por Myriam van Nazareth)
Querida Madre María, aurora de la Luz de Dios en mi camino por la vida:
Lleno(a) de esperanza te saludo en este día, que Dios me ha dado como
simiente de salvación.
Oh, las más hermosa de las flores, yo te pido:
Que hoy tengas a bien protegerme de todas las influencias mundanas, y
de todo lo que pueda dañar mi alma.
Que hoy tengas a bien velar por las gracias que Dios me quiera conceder.
Que hoy tengas a bien resguardarme de todo pecado, de todo vicio y de
toda decisión que contraríen los efectos del Plan de Dios.
Sé la protectora de la puerta de mi corazón, para que pueda recibir en
mí el amor de Dios y que yo mismo sea un rayo de sol para toda la
creación.
Yo te confío mi alma, para que esté protegida en Tí; pues todo lo que te
pertenece completamente produce frutos perfectos para el Reino de
Dios y está dispuesto a toda hora a regresar a su Creador para una vida
de eterna primavera en el Reino Celestial.
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1163. Oración efusiva por la unión con María durante el día
Querida Madre María, purísima Señora de mi alma,
a Tus pies te suplico la unión con tu ser perfectamente santo, para que
yo, como Tu propiedad y posesión, sea fecundo(a) en todo lo que haga,
diga, piense, sienta y desee.
Dígnate acoger completamente en Ti mi alma, mi corazón, mi espíritu,
mi cuerpo y mi voluntad para que hoy realice sólo Tus obras, y pueda
sembrar en las almas sólo lo que sea la luz de la verdadera esperanza y
el calor del verdadero amor.
Que mi camino por la vida sea hoy como una vereda a través de un vergel de flores celestiales, precusoras del Reino de Dios en la tierra.
Haz queTu corazón lata en mí, para que yo sea penetrado(a) por el verdadero amor divino.
Hazme respirar el aliento santo de Tu alma, para que el oxígeno del Espíritu Santo despierte mi alma a una vida de verdadera santidad.
Revísteme del conocimiento de Tu presencia y Tu senorío en el centro
de mi alma, para que conozca la verdadera paz del alma, en la que el
sol de la promesa nunca se pone.
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Oraciones para la noche
16. Oración vespertina a María por la purificación
Querida Madre María,
blanca Lilia, Rosa luciente, Perla de pureza, Luz del cielo y de la tierra, a
Tí vengo con mi oración suplicante por la purificación de toda mancha
que hoy ha ensuciado mi alma.
Oh Madre de Misericordia,
Yo he confiado mi pequeño corazón completamente, sin condiciones y
para siempre a Tu corazón inmaculado.
Hazlo puro y ardiente; pues en el ardor del Amor Divino no es posible
que haya más pecado.
223. Consagración a María para la noche
Querida Madre María,
permíteme esta noche consagrarme a Tu virginal regazo materno, el paraíso de la pureza, para que allí yo esté protegido(a) de la oscuridad de
la noche.
Que Tu luz penetre en mí esta noche de tal modo que mañana yo pueda
resplandecerla a mi alrededor y que en mí consuma todo lo que me ata
a este mundo para que yo pueda ser realmente Tuyo(a), oh purísima flor
celestial.
Dígnate irradiar mi alma con Tu santa luz para que, alimentada con la
sangre que Jesús plasmó, pueda saludar a la luz de la aurora como un
espejo de Tí misma.
Oh jardín de rosas celestiales, lávame esta noche en el perfume de Tu
perfecto amor para que yo mañana me asemeje a Tí.
***
Aunque la noche haya sido muy oscura la mañana aporta nueva luz. Por
ello aún para el peor pecador nunca es demansiado tarde para convertirse, pues él puede siempre tratar de dar una forma mejor al futuro (el
nuevo día) que la que ha tenido en su pasado. En las tinieblas (el pasado) no puede vivir un hijo de la luz. Aquí se esconde uno de los significados más profundos de la consagración para la noche. Las tinieblas del
espíritu pueden asfixiar al alma de modo que no esté en condiciones de
encontrar a Dios ni de producir frutos para el reino de la luz. Regalarnos
a María para la noche es, desde más de un punto de vista, una acción
eficiente para la salud de nuestra alma, así como para la de otras almas.
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***
Querida Madre María, qué maravilloso es sentir Tu corazón latir en el
mío, sentir en lugar de mis preocupaciones y alegrías también Tus preocupaciones y Tus alegrías, saber que soy uno completamente Contigo y
oir, a través de Tu presencia, el murmullo de la brisa del Espíritu Santo
en mí.
(Myriam, 3 de Mayo de 1999)
***
Querida Madre María, con toda mi humildad y en profundo amor te entrego mi corazón como un cautivo.
(Myriam, 11 de Nov. de 1998)
401. Consagración nocturna del alma atormentada a María
Querida Madre María, Reina de la noche,
ahora, cuando la providencia de Dios me ha llamado a velar contigo en
esta hora nocturna, te consagro todos mis semejantes cuya alma, espíritu, corazón o cuerpo esté envuelto en tinieblas. Quiera Tu amor llenarlos
en la quietud, para que el albor del día los encuentre en forma de flores
que se abren realmente a la luz de Dios.
Enciende esta noche las luces de muchas almas en el fuego de Tu santidad para que las tinieblas sean humilladas aún antes de la nueva aurora.
Extiende esta noche tu manto como una capa de amor ardiente sobre
las almas que duermen, para que en ellas sean despertadas las llamas
agonizantes del espíritu.
Besa esta noche los corazones que necesitan consuelo, para que la fiebre de sus heridas se convierta en un fuego de amor santo que saluda al
sol de la aurora.
Acaricia esta noche con Tus santas manos las flores de las almas que
se han cerrado al irrumpir la oscuridad, para que anhelen nuevamente la
luz de la mañana eterna.
Canta esta noche en los corazones la canción de amor del cielo para
que los falsos cantos de las confusiones mundanas no encuentren eco
en ellos.
Mezcla esta noche las lágrimas de los que sufren con Tus propias lágrimas, para que sus ojos vean los planes de Dios al alba.
Oh Reina de la luz lleva esta noche a todas las almas al éxtasis con los
rayos de Tu amor, para que la capa de tinieblas que las ha cubierto la
extiendan bajo Tus pies como un testimonio del sol que nunca se pone.
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***
“Oh Madre llévame a Tu corazón, hoguera de paz y amor donde yo me
pueda curar de mi desconsuelo” (Myriam, a fines de Febrero 2002)
477. Solicitud a María al caer la noche
Querida Madre María,
dígnate esta noche acogerme en Tu regazo, y hacer que mañana nazca
de él como hijo(a) de la luz.
Dígnate encerrarme completamente en Tu corazón, para que yo viva en
Ti y Tú en mí en una unificación de alma, espíritu, corazón y cuerpo, y
así poder florecer mañana junto Contigo, como una flor a la luz de la
cruz y bajo los rayos del espíritu de Dios.
Dígnate aceptar mis pruebas de este día como mi contribución para la
realización del plan salvador de Dios, sobre el cual Tú has recibido la
administración, y mis alegrías de este día como agradecimiento por todo
lo que has hecho por mí y por todo lo que me has dado, sobre todo en lo
más remoto de mi corazón y de mi alma
478. Llamado nocturno por la unidad con María
Querida Madre María,
ahora que cae la noche sobre la creación de Dios, vengo a pedirte que
te apiades de mi pequeñez; pues en Ti sólo ha habido luz eternamente.
Dígnate tocarme, oh madre para que yo me purifique completamente del
polvo que ha cubierto mi alma en este día, para que yo pueda ser acogido totalmente en Tu infinita santidad, y dígnate dejar llevar en mí una
parte de Tu corazón. Entonces, todo lo que salga de mi boca, y todo lo
que proceda de mis manos, brotará siempre de Tu fuente, como frutos
de la simiente que Tú has confiado en el suelo de mi alma.
Entonces también en mí serán vencidas las tinieblas.
***
A veces se dice que el último pensamiento, el último sentimiento, la última palabra en nuestra vida, podrá tener un gran significado durante
nuestro juicio ante el trono de Dios. Sin duda esto está también determinado por el gran valor de una consagración nocturna como última acción
de nuestro día. Entregarnos nosotros mismos a María al terminar el día
significa partir con ella hacia la noche. Podemos estar seguros que Ella
está ciertamente con nosotros si Dios nos llamara a Él durante esa noche.
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La siguiente oración está dedicada principalmente a personas que tienen miedo a la noche, por sueños angustiantes, por crisis de enfermedad, etc.
486. Oración de ruego a María por Su protección durante la noche
Querida Madre María,
ahora que me voy a dormir, mi cuerpo y mi espíritu serán entregados a
la oscuridad de la noche.
Por eso deposito con toda confianza todo mi ser con toda su debilidad,
en Tus santas manos; pues Tú eres luz y amor.
Ningún poder será capaz de hacer algo contra mí, cuando Tú velas a mi
lado.
Ninguna enfermedad podrá vencerme, si Tu mano descansa sobre mí.
Ningún sueño podrá hacerme daño, si permites a mi espíritu descansar
en Tu corazón.
Dígnate inclinarte ahora sobre mí, oh Madre amada, para que Tu beso
de amor me acompañe durante la noche, y dígnate no apartarte de mi
lado hasta el amanecer, para que sólo Tu mano abra mis ojos a un día
en la luz de Dios. Pues Tú eres la reina de la noche y la promesa de la
aurora.
Ante Tu sonrisa huye todo miedo.
La oscuridad se aparta ante la luz de Tus ojos.
Ninguna enfermedad o inquietud puede vivir bajo Tus manos de las que
brota la gracia de Dios.
Acógeme esta noche en Ti, oh Madre que tanto me amas, para que no
me toque ninguna desgracia, y la paz de Cristo estará en mí al nacer el
nuevo día.
507. Oración de agradecimiento a María antes de ir a dormir
Querida Madre María,
te agradezco a Ti; pues me fue permitido vivir un día más.
Te agradezco a Ti; pues hoy tuve qué comer.
Te agradezco a Ti; pues tengo un techo sobre mi cabeza.
Te agradezco a Ti; pues tengo una cama donde dormir.
Te agradezco a Ti; pues hay personas que se ocupan de mí.
Te agradezco a Ti; pues he encontrado gracias, en la alegría y en el dolor.
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Te agradezco a Ti; pues mi sufrimiento ha rescatado a un alma de la
perdición.
Te agradezco a Ti; pues en mi jardín en el cielo se ha sembrado una
nueva flor.
Te agradezco a Ti; pues Jesús y Tú me preparan la eterna felicidad.
Te agradezco a Ti; pues sobre las nubes Alguien me sonríe.
Agradezco a Dios, oh Madre mía; por Su bondad, por mi ángel custodio
y por tenerte a Ti a mi lado.
546. Invocación vespertina a María, reina de la noche
Querida Madre María, reina de la noche,
con confianza arrojo a Tus pies mi ser amenazado por las tinieblas, pues
toda fuerza que teme la luz huye de Tu poder.
Dígnate esta noche bañar mi alma en la luz santísima que de Ti resplandece.
Dígnate purificarme de todo lo que me atrae a las tinieblas, y de todo lo
que las tinieblas ocasionan en mí.
Oh déjame fundirme en la luz de la santidad perfecta para que yo pueda
ser uno Contigo; pues en Ti no hay noche, y ninguna sombra ha oscurecido jamás los rayos de Tu alma glorificada.
Oh luna en el cielo de Dios, deslúmbrame con Tu encantadora belleza
para que ninguna tiniebla llene los ojos de mi alma; pues la eterna aurora reinará en el corazón que se ha colocado bajo Tus pies al caer el sol.
***
La vida en la tierra es una lucha constante entre la luz y las tinieblas. El
cambio del día a la noche se efectúa en el alma también incesantemente, bajo la influencia de muchos elementos que continuamente actúan en
nosotros. María es en muchos aspectos un símbolo de la luz, y en mis
diferentes oraciones de consagración vespertina, se hace ostensible,
cuánto María quiere recordar a Sus consagrados el poder y el valor de
esos símbolos. Ella desea que en toda ocasión evoquemos Su ayuda
cuando las tinieblas tratan de hacerse dueñas de nosotros. Ella puede
iluminar nuestro corazón, y guiar a nuestra alma a cada vez más altos
niveles de perfección. Ninguna noche puede gobernar en el alma que
sin ninguna inhibición se postra a Sus pies., para ser gobernada, guiada,
conducida e inspirada por Ella. Lo único que María nos pide es amor, fe
en Su poder y total entrega. Dejemos a María ser nuestra guía, así como
una luna llena que nos indica el camino en una noche oscura.
***
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“Abre, pues, mi corazón, bajo los rayos piadosos del fuego del Espíritu
Santo, al que ningún corazón se resiste.” (Myriam, invocación al Espíritu
Santo durante la oración silenciosa, Junio 2003)
830. Consagración vespertina a la Señora de las almas
María, poderosa Señora de las almas,
Dios te ha dado el poder de crear nuevamente cada alma que se entregue totalmente a Ti como un instrumento de santificación para el mundo.
Por eso vengo ahora, para enterrar todo mi ser y toda mi vida en Tu corazón, para que Tú vivas y gobiernes completamente en mí y que todo lo
que se interponga en mi camino de la bienaventuranza sea triturado bajo
Tus pies.
Yo te entrego este día y todo lo que me ha aportado.
Yo te entrego todo mi sufrimiento, la aflicción, los tormentos de mi cuerpo, mis sentimientos y pensamientos, todas las pruebas, cruces, cargas
y cansancios de este día. Dígnate derramar todo ello junto con el contenido de Tu doloroso corazón en la cruz de Jesús para la redención de
las almas y para mi propia santificación. Dios te salve María....
Yo te entrego todos mis momentos de debilidad, mis defectos, mis deficiencias y mis negligencias, mis errores y todas las tentaciones que me
han conducido a los vicios, al extravío o al pecado. Dígnate acrecentar
mi amor y aumentar mi sabiduría para que consiga la visión y la perseverancia para seguir el único camino de la santificación. Dios te salve
María...
Yo te entrego todas las tendencias a la rebelión, resistencia, protesta,
insatisfacción o discordia de este día y te pido por la fuerza para la completa aceptación de todo lo que el plan de Dios me ha destinado para
cada día, para que yo ya durante mi vida terrestre encuentre la verdadera felicidad y la paz interior. Dios te salve María...
Oh María poderosa Señora de mi alma, vive y gobierna pues en mí, para
que yo te sirva completamente en todo lo que haga y deje de hacer, en
todas mis palabras y afanes, mañana y en todos los días venideros de
mi vida.
El 4 de Febrero 2006, María reveló los siguientes cinco puntos como
Sus más importantes intenciones de oración y llamó para su realización
a todas las almas a la oración y a la penitencia, para acelerar la venida
del reino de Dios a la tierra.
1. Reparación por la negativa de los ángeles rebeldes de reconocerme como su Señora por la eternidad, de postrarse a Mis pies y de
servirme en perfecta obediencia.
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2. Reparación por todos los pecados de todos los tiempos.
3. Reparación por todos los sacrilegios contra Dios, y contra Mí.
4. Fomentar la total consagración de las almas a Mí, y el cumplimiento
estricto de esta consagración por esas almas.
5. Mi reconocimiento por parte de las almas como su poderosa Señora.
843. Oración vespertina a la Señora de las Almas por protección
durante la noche
María, todopoderosa Señora de las almas,
en la más profunda humillación me arrodillo ante Ti.
Te pido que en esta noche me proporciones Tu protección.
Dígnate librar mi espíritu de todo aquello que lo inquieta y de todas las
impresiones, recuerdos y pensamientos de este día, así como de todas
las cavilaciones en los días venideros.
Dígnate también gobernar en mis sueños, para que esta noche yo encuentre la verdadera paz en cuerpo y espíritu, para mañana poder servirte totalmente.
Te pido que todos los demonios que tratan de robarme mi paz nocturna,
sean obligados por Ti, a arrodillarse a Tus pies, para ser castigados y
humillados por Ti para glorificación de Tu poder sobre ellos.
Que cada instante de vigilia provenga exclusivamente de Tu voluntad,
como un sacrificio para la liberación de las almas de sus agitaciones.
María, todopoderosa Señora sobre los demonios y reina de la noche, yo
confío en Ti.
1050. Consagración de una noche de insomnio a María
Santa Virgen María, Reina de la noche,
te doy las gracias por el privilegio de poder servirte con Tus ángeles, en
estas horas de oscuridad.
Yo deposito mi cuerpo cansado, mi espíritu inquieto, mi corazón atormentado, mi pobre alma y mi voluntad rebelde a Tus pies, para que Tú
sepultes todo mi ser en el suelo santo de Tu corazón, para mi perfecta
purificación.
Dígnate reinar totalmente en mí, para que mis propios deseos se derritan en Tu voluntad, que realiza las obras de Dios; porque yo también he
sido llamado(a) a apresurar la victoria de la luz mediante mi lucha contra
la noche en mi alma.
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Sé la Señora de todo mi ser, para que el sacrificio que esta noche puedo
ofrecer me consiga la gracia de la perfecta victoria sobre todas mis tinieblas; pues Tú eres la luna llena en la noche oscura de mi ánimo.
Oh espejo perfecto de la luz de Dios, dígnate irradiarme con Tu amor
celestial y con la verdadera paz interior, para que yo pueda aceptar esta
cruz como un regalo para mi propia liberación y para el rompimiento de
las tinieblas en muchas almas.
Oh promesa de la aurora, ahora brilla en mí la esperanza, que florece en
cada suelo donde Tus poderosos pies descansan
Entra pues en mi corazón, para que yo encuentre en el calor de Tu corazón la quietud que esta noche me ha robado.
Invocación
"María Señora de mi alma, consígueme la luz de tu alegría, el calor de
Tu ternura, y la piadosa ablución de Tu pureza, para que el jardín de mi
alma herede Tu fecundidad."
Muy vigorosas invocaciones
"Alabada sea la gloria y el poder de María, nuestra Reina y Señora."
"María, Señora de las almas, todas las almas alaban Tu gloria y Tu poder."
Oh María, poderosa Señora de las almas, yo alabo Tu poder y Tu gloria
incomparables. Te pido, condúceme hacia dentro del corazón de Dios."
1063. Consagración vespertina a beneficio de mis semejantes
Oh María, mi Señora celestial,
te traigo la ofrenda en sacrificio del día transcurrido, de todo lo que me
ha sobrevenido, de todo lo que ha pasado en mí, de todas mis acciones
y palabras e incluso de mis más profundos y escondidos pensamientos y
deseos.
Dígnate utilizar todo esto como una llave para abrir la cámara del tesoro
de las gracias para todas las almas que la Providencia Divina ha traído a
mi camino, para que tomen parte en la alegría de la verdadera luz.
1071. Oración vespertina a María, Bendita Estrella de la Mañana
Querida Madre María, Reina de la Noche,
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en esta hora del atardecer te invito a entrar en mi corazón, que hoy ha
padecido tribulaciones e influencias de la vida terrena.
Te entrego todo lo que me ha pasado.
Te entrego todo lo en mí ha acontecido, mis estados de ánimo más ocultos, mis pensamientos,sentimientos y anhelos.
Te entrego todo lo que ha salido de mí, todas mis obras y palabras, mis
imperfecciones y los resultados de mis errores y negligencias hacia mi
propia alma y hacia otras almas.
Dígnate purificar todo esto de toda tiniebla y con el poder infinito de tu
Amor, convertirlo en Luz.
Oh, bendita Estrella de la Mañana, Mensajera de la Aurora del día de
Dios, que nunca terminará., dígnate tomar posesión de mí de tal forma,
que yo pueda heredar tu perfecta fecundidad; pues Tú llevas en Tí el
Sol, que es Jesucristo, y el Agua de la misericordia que dá la vida.
Por eso vengo ahora, para depositar este día que ha pasado, en el fondo de tu Inmaculado Corazón, de modo que de mis tinieblas surja la Estrella Matutina de la Esperanza.
1169. Oración de ruego por protección durante la noche
Querida Madre María,
dígnate protegerme esta noche de todo mal, de todas las tinieblas, de
todo lo que me inquieta, de todo lo que pudiera estorbar o ensuciar Tus
obras en mí, o que trate de hacerlas ineficaces.
Dígnate revestirme con un escudo de fuego que sea impenetrable para
toda fuerza que no sea compatible con Dios.
Haz que mi alma, mi corazón, mi espíritu y mi cuerpo participen de Tu
paz y Tu quietud.
1188. Consagración a María, Reina de la noche
Querida Madre María, Reina de la noche,
te pido Tu poderosa protección para la noche venidera.
Dígnate protegerme de todo lo malo, sea cual sea la forma o el origen.
Protégeme esta noche de toda obra de las tinieblas.
Protégeme de todo de lo que en esta noche me pueda inquietar o que
me pueda quitar la paz interior.
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Protégeme de todo lo que pueda perturbar mi paz nocturna.
Protégeme de todo lo que pueda inutilizar en mí Tus obras, y de toda
fuerza que no es compatible con Tu señorío sobre mi alma, mi corazón,
mi espíritu y mi cuerpo.
Dígnate purificarme esta noche y modelarme según Tu criterio, para que
yo mañana, bajo Tu guía e inspiración, y con la fuerza que esta noche
me concedas, yo me entregue totalmente a mí mismo(a) para la consumación de las obras de Dios para las almas.
Te pido todo esto en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
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