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México, D. F., a 13 de mayo del 2009 Versión estenográfica de la Jornada de Historia en la Universidad Pontificia de México, Iglesia, Independencia y Revolución, Mesa II: Iglesia, Estado y Sociedad, Marco Jurídico y Libertad Religiosa, efectuada la tarde de hoy. Presentador: Buenas tardes vamos a dar inicio a nuestra mesa siguiendo la línea temática que se nos proponía en la mañana de Iglesia y la Revolución Mexicana. En esta ocasión se presenta la Mesa titulada: Iglesia, Estado y sociedad, Marco Jurídico y Libertad Religiosa; moderará esta Mesa la doctora María Eugenia Chaul, del Instituto Mora a quien cedo la palabra. Srita. María Eugenia Chaul: Que tal, buenas tardes, tengo el gusto de presentarles en esta ocasión, primeramente al doctor Manuel Olimón Nolasco, con la ponencia titulada: Un Obispo Reflexiona Sobre la Iglesia en México en 1922, en torno a la III Carta Pastoral de don Manuel Asperita y Palomar, Obispo de Tepic. El doctor Manuel Olimón Nolasco, es sacerdote católico de la Diócesis de Tepic, Nayarit; realizó estudios de humanidades en el Seminario Diocesano de Tepic, de Filosofía y Teología en el Seminario Mexicano de Moctezuma, Montezuma, Nuevo México, Estado Unidos, ahí obtuvo el título de bachiller de filosofía en Ciencias, Bachelor Of Art., en la Catolic University of América de Washington, D. C. E.U., licenciado especializado en historia de la iglesia moderna por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, es doctor en historia por la Universidad Iberoamericana; fue Director General de la Comisión Nacional de Arte Sacro y Consultor de la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia en la Ciudad del Vaticano, así como miembro del Consejo Académico de Humanidades de la Universidad de las Américas de Puebla. Fue fundador de la Universidad Pontificia de México entre 1982 y 2003; es autor de varios libros de artículos y actualmente es miembro 2 de diversos consejos y universidades e instituciones; académico en el departamento de historia de la Universidad Iberoamericana y miembro de la Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras, correspondiente a la Real Española desde 2006, muchas gracias, hoy lo escuchamos doctor. Sr. Manuel Olimón Nolasco: Sí, buenas tardes, gracias a quienes me invitaron y a quienes participan, por poco la fuente en la que me basé se desbarata y ya no hubiera podido hacer gran cosa, pero sobrevivió hasta este momento. Al tratarse del Siglo XX Mexicano, de los vaivenes de la sociedad, de los gobiernos y las potestades regionales, así como de la inter acción de la comunidad católica en su jerarquía y en sus bases con esas entidades, la mirada de los historiadores incluida la mía, se ha dirigido sobre todo a sus perfiles históricos, abundantes desde luego en aportaciones, ricos en matices y en ocasiones desconcertantes. No obstante, en la ocasión presente voy a dirigir la mirada sobre algunos escritos episcopales, principalmente uno emitidos en las fechas en que pasada la ola carrancista, parecía que los tiempos eran propicios para construir en la paz y retomar algunas líneas de presencia, sobre todo en lo social que se habían manifestado en los años postreros del porfiriato. La promulgación de la Constitución de 1917, motivó una protesta enérgica del episcopado nacional y ello fue pretexto para que el gobierno de Carranza desterrara a los obispos del territorio mexicano, durante dos o tres años permanecieron unos en Cuba, otros en Estados Unidos y alguno en Europa y emprendieron el regreso poco a poco hasta encontrarse todos en México a finales de 1919. No pocos tomaron entonces la pluma para pensar el estado de su grey. El Arzobispo de Guadalajara, don Francisco Orozco y Jiménez, redactó en enero de 1920, una carta circular al retornar a su sede, expuso: me bastó dar una mirada general a lo que la Santa Iglesia pudo salvar después que la ola revolucionaria arrasó y destruyó cuanto encontraba a su paso. 3 Y con tristeza he visto que solamente rastros quedaron de la antigua grandeza de nuestra amada arquidiócesis, sus obras más necesarias, sus instituciones de caridad todo fue herido de muerte. El Obispo de Tacámbaro, Leopoldo Lara y Torres, vio los males presentes, valorando la problemática desde el punto de vista cultural y espiritual, escribió esto: hoy más que nunca la hidra del paganismo que parecería ya muerta y perdida en las ruinas del foro, como si fuera una momia egipcia, retuerce de nuevo sus anillos y se yergue furiosa con ojos cintilantes de fulgor infernal para acertar a la iglesia nuevos golpes y sepultarla si pudiera en la oscuridad misteriosa de sus solemnes y gloriosas catacumbas. En este mismo tiempo los obispos de la provincia eclesiástica de Durango, por ejemplo, exhortaron no sólo a quejarse de la situación, sino a no quedarse con los brazos cruzados. Y decía, por ejemplo, monseñor Ortiz, obispo franciscano de Tamaulipas, sin matices lo siguiente: que es una autocrítica a la iglesia en esta época. Nos quejamos de la indeferencia religiosa, de su poca fe, de la frialdad de muerte que nos invade, pero cuán de temer es que precisamente en muchas ocasiones seamos nosotros los que causantes de los males que lamentamos en el pueblo cristiano. Y en el marco solemne del Congreso Eucarístico Nacional de 1924, el joven prelado de Huejutla, José de Jesús Manríquez y Zarate dijo de frente: los sacerdotes hemos descuidado mucho la educación religiosa de las masas, engolfándonos en cierto misticismo inexplicable ante los furiosos ataques de la impiedad, las turbas famélicas de gozo y sedientas de sangre humana de la revolución son los desgraciados niños de antaño a quienes descuidamos enseñar la doctrina cristiana por andar entretenidos muchas veces en asuntos de vanidad. Y precisamente en este ambiente el obispo de Tepic de entonces se pone a reflexionar sobre la vida interior de la iglesia y la necesidad de fortalecer las fuerzas eclesiales. Dentro de esta, además desde luego de la importancia de que los laicos participaran en el apostado jerárquico a través de la acción 4 católica y de la continuidad de la acción social señalada sobre todo en un documento emitido en 1921, con motivo de los 30 años de la Renovaro, prevaleció como asunto capital el relativo a los sacerdotes, el cultivo de las vocaciones, la dedicación a la formación sólida de los candidatos, el vigor y el crecimiento en la espiritualidad y, desde luego, el impulso a la presencia cercana a las necesidades de los fieles. Un documento de gran longitud 71 páginas de apretado texto, con sustancioso contenido en consideraciones doctrinales e históricas, emitió en 1922 el obispo de Tepic Manuel Azpeitia y Palomar, que de paso sea dicho era tío de Palomar y Bizcara, uno de los grandes participantes en el movimiento católico en esta época. Ahora estando distantes 87 años la forma exhortativa de sus frases indudablemente nos suena extraña y quizá molesta, su constante comparación y calificación de impío e infernal al legado de la reforma liberal será quizá demasiado fuerte para nuestros oídos, pero dentro de los límites de su tiempo y de su circunstancias fue esta la forma que revistieron reflexiones y juicios valorales que no iban dirigidos a un público genérico, plural y abierto, sino a los fieles de la iglesia cuya responsabilidad recaía de modo particular en los obispos. Ninguno de ellos se reprimía para dirigirse a la conciencia moral de los fieles y gravarla con deberes, pues tenía claro el ejercicio de una paternidad de orden peculiar hacia ellos, pequeños o grandes, dotados de autoridad o subordinados. Esta posición elevada a convicción va unida a la comprensión tradicional de una sociedad civil jerárquicamente organizada y con responsabilidades en escala. En el caso particular de México además el perjuicio frente a lo anglosajón considerado monolíticamente protestante, la mención de las sociedades secretas como conspiradoras para diluir el catolicismo, presentes desde siglos atrás y un nada sutil antisemitismo fueron una constante en el intento de comprender la marcha de la historia que parecía dirigirse irremediablemente contra el cristianismo. 5 Así en este documento la parte central es una crítica demoledora al liberalismo. En el corazón del documento hace una demoledora crítica de liberalismo, alineada con la que desde principios del siglo XIX había formado un filón recio dentro de la iglesia católica y que había ocupado, sobre todo después de conocerse la posición del Papa Pío Onon, quien había experimentado en carne propia los aspectos revolucionarios de este movimiento las páginas de muchos escritos de intelectuales católicos y desde luego un buen número de predicaciones y enseñanzas que, de alguna manera, llegaban a los fieles comunes. Al leer a don Manuel Aspeitia nos encontramos con que usó textos antiliberales que pueden ahora ser considerados clásicos, y que recibieron amplia difusión a lo largo de décadas y configuraron una oposición sólida desde las filas católicas. Aquí en las notas a pie de página dice todo el desglose buscando las fuentes de las que don Manuel Aspeitia sacó estas posiciones antiliberales y resulta muy interesante los textos que utilizó, que quiere decir que trabajó además de la experiencia con la gente con una biblioteca con pocos libros pero todos antiliberales. A propósito del liberalismo se explaya la carta pastoral. Cito: “Afiliados muchos de los magnates de la tierra a estas ideas tan propicias a la satisfacción de las humanas pasiones, que han luchado por falsear en su esencia y en sus funciones prendas de la magnanimidad del creador que hacen grande a la criatura, la razón y la libertad, forjaron con éstas una espada de dos filos que hiriese a la vez al orden social y a la iglesia, que ha sido su apoyo y su defensa, esclavizando a ésta en nombre de la razón y de la libertad desenfrenadas para que muriese juntamente con las sociedades cristianas, protegieron las sociedades secretas nacidas de su tiranía que fraguaban el derrocamiento del altar y del trono, se revistieron las secretas agrupaciones de la misma piel de oveja de liberalismo, y dieron rienda suelta en las sombras a sus instintos de lobos”. Es el texto, que imagínenselo ustedes leído el domingo desde el púlpito de las iglesias, no era un texto para que lo leyera cada uno en su casa, sino para que se escuchara. 6 Explicaron, sigue diciendo, con la fórmula de libertad, igualdad y fraternidad el tema trabajado y preparado en los tenebrosos antros de las sociedades secretas, abajo el trono y el altar. Fórmula que sirvió de bandera a la nefasta revolución francesa procreada consiguientemente por el liberalismo y desarrollada y dirigida por las logias en combinación con el filosofismo, que es su engendro y que ahora puede decirse que está en su seno. Revolución, que es la vergüenza perpetua de la humanidad, como que ha sido el tipo y modelos de las posteriores que la han afligido, hundiéndola en el lodazal de todas las inmoralidades y precipitándola en el abismo del crimen y queriendo llevarla al extremo. Con eso dense cuenta del tono de la carta. En un intento por comprender las que considera tácticas de penetración del liberalismo sigue al historiador César Cantú, Cesare Cantú, quien expone que ésta comenzó con las capas inferiores de la sociedad, pero de modo metódico y creciente, según ese autor, llevó a las clases dirigentes e incluso a buen número de católicos intelectuales. Don tales tendencias, cito a monseñor Aspeitia, la generalidad de los hombres y muy particularmente los que profesan el repugnante catolicismo liberal, mil veces peor en sus efectos que el liberalismo puro han sido cómplices de los impíos, por lo mismo de Satanás, que contando con la inmortalidad ha venido realizando en el transcurso de varios siglos su programa e inspirándolo a sus adeptos, quienes a su vez viniendo madurándolo en el secreto de las logias. Llegado a este punto anuncia, haciéndose eco de una ideología que circulaba en su tiempo, en muchos ambientes, lo que considera el meollo de la conspiración anticristiana presente en el mundo. Cito: “El socialismo avanzada del liberalismo ha salido del seno de las logias, actualmente manejadas lo mismo que las sectas a que da vida, calor y robustez en su seno por el consejo poderoso de los 300. Compuesto de los judíos más ricos, impíos, sagaces y ambiciosos, que ha encadenado a las naciones, les impone gobiernos que dirige para que sirvan a sus planes diabólicos, para disponer de su fuerza bruta, dar leyes inicuas al mundo que ha subyugado mediante los magnates que lo rigen al antojo de aquel tirano consejo, cuyos miembros esperan todavía la venida del mesías que se aproxima, pero 7 que no llegara –dicen- mientras no consigan el cumplimiento de la promesa hecha por Dios a su padre habrán de dominar la tierra. Esta es la parte negativa, bastante negativa de su manera de ver filosóficamente la historia. Pero detrás de esto, hay una invitación a redignificar la vida de la iglesia y sobre todo, el sacerdocio. Una vez que con la vehemencia que hemos sentido –expuso el obispo su visión de las asechanzas que se cernían sobre la iglesia y el cristianismo da vuelta a la hoja y dibuja la forma de lo que considera el remedio, la redignificación del sacerdocio católico. Dice: “faltan capitanes expertos que adiestren a los fieles a la milicia de Cristo, que los alienten a la muerte si fuera necesario, que los conduzcan a esa lucha contra el poder, las armas, las riquezas y los elementos atractivos de prostitución con que encuentran los enemigos de Dios y de la iglesia, faltan sacerdotes y hay que reclutar a los candidatos para caldearlos en nuestro seminario “El alma”, hasta darles el temple apostólico”. Y hace algunas consideraciones sobre cómo el liberalismo en México ha hecho que la gente no quiera ingresar al sacerdocio, etcétera. A pesar de lo oscuro de la situación que reconoce, miran el porvenir, el surgimiento de una nueva aurora. Se trata de formar –dice nuestra diócesis- una organización compacta y que a ella concurran en santa unión todas las fuerzas de cristina actividad, bajo la dirección sacerdotal que será el lazo de esta unión para la gloria de Dios y salud de las almas. ¿Cuáles son las fuentes intelectuales de este documento? Los que corrieron de 1919-24, parecían ser un remanso en el conflicto armado revolucionario, parecían ser, igualmente, un buen momento para la reorganización institucional de la iglesia católica. En este punto, el restablecimiento de los seminarios, cuyas instalaciones habían quedado en estado ruinoso, a causa de la fuerte coloración anticlerical de la fase constitucionalista del movimiento armado se veía fundamental. 8 En 1910, monseñor Trisler, arzobispo de Yucatán, hizo público un memorial acerca de la necesidad de establecer en México un seminario interdiocesano a favor de las diócesis que no lo tienen propio. Y a ello respondió en 1916, al funcionamiento en territorio de Estados Unidos, en Castroville, pequeña población de los aledaños de San Antonio Texas, ese seminario interdiocesano que fue cerrado abruptamente en 1918, pensando que ya en México las cosas estaban seguras. Al pensar en la reestructuración de los seminarios, obviamente, había que pensar en el sacerdote católico y en un buen número de temas que había que tener en cuenta para su formación. Sobre esta línea se redactó la carta pastoral del Obispe Aspeitia, que hemos aquí tenido a la vista. Por regla general, el sacerdote, ésta se leía, que se leyó en partes durante las celebraciones de los domingos y días festivos. Si consideramos este documento simplemente como un escrito, como una producción literaria, la configuración de él, está dominada por una visión dicotómica de las realidades en las que se encuentra la vida de los mexicanos y de la iglesia por esos años. Por doquier se descubren rasgos de una lucha encarnizada y a muerte entre dos maneras de concebir al ser humano: las relaciones sociales y el mismo sentido de la vida. Y de tal modo, siguiendo la postura del Papa Pionono, manifestado sobre todo en el silabus omni urrerón de 1864, que la Concepción que la iglesia tenía de la civilización, de la política, de la vida social y de su papel en la historia, resultaba contrapuesta, contradictoria y no sólo contraria a las concepciones liberales. Ese radicalismo muestra, Monseñor Aspeitia, en su carta de 1922, que no dejaba resquicio alguno para la tolerancia aunque fuese mínima, a lo que consideraba diabólico y por consiguiente radicalmente distinto a la doctrina y práctica de la iglesia. 9 El texto aquí presentado está integrado por varias fuentes, nada extrañas por otra parte que se hacen notar al pie de sus páginas, hay referencias bíblicas, sobre todo del Evangelio, pero también de algunas cartas de San Pablo y de la Epístola a los Hebreos y abundan muchas citas del Antiguo Testamento, así como citas de los padres de la iglesia, San Jerónimo, San Agustín, San Pedro Crisólogo, San Hilario de Poatie, San Jerónimo y su comentario al libro de Job y podemos pensar que esta corriente erudita, muy erudita de citas bíblicas procede de las colecciones en quiridios y apoyos de la cultura eclesiástica que fueron muy usados en el Siglo XIX y hasta bien entrado el XX, como por ejemplo los formados por Conleis de la Pier o Cornelius Alápide en latín y algunos otros que ocupaban un lugar especial en cualquier biblioteca eclesiástica y eran muy consultados sobre todo para la predicación. La exégesis bíblica corría en estos tiempos, que prácticamente no habían cambiado desde el final del Concilio de Trento, por los caminos de la alegoría y la tropología, aquí en la cita pongo qué es eso. La aplicación de las citas era generalmente literal y no inspiradora, es decir, la cita se ponía para corroborar la afirmación doctrinal o moral y no era la palabra bíblica, la que indicaba el rumbo de la postura que habría de manifestarse, pedir más para la época, sin embargo sería absurdo y anacrónico. Además de las fuentes anteriores, en lugares claves del documento episcopal, se citan autores para corroborar algunas afirmaciones, quien sin duda inspiró al obispo en su oposición frontal a la corriente liberal fue don Félix Sarda y Salvani, autor de la célebre obra que se vendió como pan caliente en su tiempo, llamada: el Liberalismo es Pecado, a quien expresamente cita cuando califica a esa manera de pensar, es decir al liberalismo como forma sustancial de todos los grandes errores que han contaminado posteriormente a la humanidad y fuerza poderosísima que ha conmovido y minado por su base el orden social. A propósito del tema de las falsas libertades, ese como engaño que dice él que el liberalismo hace del término libertad, que propone la doctrina liberal, Azpeitia cita a un revolucionario italiano Franki, vuelto al catolicismo, es un sacerdote que en 1948 se metió de lado de la 10 Revolución Romana contra Pío Nono, dio clases de filosofía Hegeliana y luego regresó. Entonces el peso que tenía un convertido digamos o retro convertido era muy grande como para documentar que el liberalismo no tenía sentido. Dijo este señor Franki, la libertad de pensamiento se ha convertido en una depravación del corazón y la mente, la libertad de conciencia en una fanática teofobia, odio a Dios; la libertad de cultos en un odio frenético al catolicismo y a todo principio religioso; la libertad de imprenta en una pestilencial infección del sentido moral y del sentido común, la libertad política en una pública conjuración para profanar el nacimiento y el matrimonio, disolver la familia, envilecer la justicia, corromper las costumbres, hacer del estado un Dios y del hombre un bruto. La libertad de enseñanza es una patente omnímoda concedida a todo maestro o profesor para envenenar las almas de los niños y los jóvenes y para convertir la escuela en un noviciado de la escuela Epicuro. Además de la Historia Universal de Cantú a la que menciona más de una vez, la Carta Pastoral hace una larga referencia a un discurso pronunciado por el publicista y tribuno español, Juan Vázquez de Mella y Juan Hool, que es como el renovador del Carlismo que dejó de ser Carlismo y pasó a ser un tradicionalismo político en España. Dice así, A, dice Monseñor Azpeitia, sobre Mella y Juan Hool, tan insigne como cristiano, el cual a juzgar por incidente que relata a juzgar de la cita que hace de un discurso, lo hizo a fines de 1921 ó 22, dentro de una asamblea de la Confederación Mariana Española, donde hace una referencia al atentado a la imagen de la Virgen de Guadalupe que se acababa de hacer unos meses antes en la Ciudad de México. Y aquí el discurso de Vázquez de Mella es tan interesante que tiene cosas también un poco raras, como por ejemplo dice que la imagen de la Virgen de Guadalupe, el que la llevó en triunfo fue Hernán Cortés a través de las selvas del nuevo continente. Bueno, pues yo pongo aquí 11 que como licencia retórica se le pasa, pero no creo que Cortés haya llevado la Virgen de Guadalupe por las selvas de México. Y, bueno, termino, al recorrer las páginas de esta tercera carta pastoral de monseñor Azpeitia, hemos casi 87 años más tarde penetrado en la mente de este hombre que de acuerdo a los testimonios de quienes lo conocieron tenía una mirada penetrante y profunda en ojos de azul intenso, unas manos huesudas, largas y recias, pero sobre todo sólidas convicciones integradas en un carácter que denotaba además de la tendencia natural a ser fuerte, su peculiar formación y sensibilidad jurídica, él era abogado del Colegio de Abogados de Guadalajara antes de ser sacerdote, que siempre salieron a flote en sus palabras actitudes y decisiones. Sin embargo, también es testimonio de gente que lo conoció que dentro de esa estructura rígida latía un corazón que reconocía su responsabilidad de pastor y que buscaba por cuantos medios se encontraban a su alcance lo mejor para quienes estaba persuadido que le habían sido encomendados por el dueño de la amies y por consiguiente no eran sus súbditos, ni muchos su propiedad, es decir, no eran algo sobre lo que de acuerdo al derecho romano que bien había estudiado pudiese tener el ius utendi abutendi, el derecho a usar y abusar. Es evidente que los elementos que el obispo tepicense ata en su documento de 1922 pertenecen a una ideología fuertemente radical e intransigente. Visto pues de esa manera puede ser tenido por un político integrista y reaccionario, incapaz de comprender las ventajas que los modos de ver modernos presentaban para avanzar hacia una sociedad democrática y participativa donde la inspiración cristiana de las estructura podría tener lugar, pero no sería el pensamiento único, ni rector, sería, no obstante, garrafal error intentar si quiera un juicio en esos términos y no sólo a causa del anacronismo que podía surgir, sino sobre todo porque el mismo énfasis que se nota en la líneas que hemos seguido lo podemos ubicar sin cometer ningún exceso en el terreno del celo pastoral que indudablemente brotaba del corazón de alguien que sabe su oficio y que su oficio y responsabilidad no se 12 ejerce sobre cuestiones pasajeras, sino por realidades definitivas que traspasan los umbrales del mundo temporal. Comprender que la iglesia peregrina en México intermedios entre dos embates surgidos de desencadenadas de la revolución, es decir, entre 1919 otras preocupaciones que no podían resumirse en asomarse algunas de las palabras de sus obispos en estaría también conveniente y necesario. en los años las fuerzas y 1924 tenían la política y esta situación Estoy convencido que el asunto de la continuidad en el tiempo y la redignificación del sacerdocio católico, asentado en el territorio mexicano desde el Siglo XVI, fue la preocupación más interior y auténtica del Episcopado en los años que tenemos presentes y más adelante y lo que en ese terreno se hizo a pesar de los retrasos, marchas atrás, ensayos y otros sucesos que influyeron fue el fruto más tangible del paso por un periodo de pruebas digno de la iglesia de los primeros tiempos, todavía quedan por hacer muchísimos estudios detallados, tal vez estos años son los que menos se han estudiado, pero el camino parece ya estar trazado en sus líneas fundamentales. Muchas gracias. Sra. María Eugenia Chaoul: Muchas gracias, doctor. Ahora damos paso a la ponencia que nos tiene presentado el doctor Ives Solís. Él viene del TEC de Monterrey del Campus Santa Fe, y nos presenta una ponencia que tiene por título “Ojo por ojo. La U y la oposición católica radical a la Revolución mexicana”. El maestro Solís es nacionalidad mexicana y origen francés. Actualmente es Director del Departamento de Humanidades, División Preparatoria del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe. Es maestro en Historia por la University Jean Mule Luatra, de Francia. Fue becado por la región Uomalt, para realizar sus estudios de maestría en la Universidad Iberoamericana, Campus México. Es titular de un diplom de tue a profundie en Historia Religiosa por la University Jean Mule Lustra. Actualmente está preparando su doctorado de Historia en cotutela de tesis en la misma Universidad, y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. 13 Es investigador de la División Preparatoria del Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe. Tiene publicaciones en libros, revistas y periódicos de México y Francia. Ha impartido varias conferencias y participado en coloquios y congresos nacionales e internacionales en la ciudad de México, Monterrey, Las Vegas, Sevilla, Leident, entre otros. Tuvo la oportunidad de realizar dos estancias de investigación en Roma, desde la apertura del Archivo Secreto Vaticano del Fondo del Papa Pío Once. Muchas gracias. Le damos la palabra. Sr. Ives Solís: Ante todo quisiera agradecer al padre Juan Carlos Casas por su invitación. Justamente nos encontramos en una estancia de investigación en la ciudad del Vaticano y coincidimos en el archivo secreto. También quisiera agradecer a mi esposa Ana María Martínez por su apoyo incondicional, y también quisiera agradecer mucho al Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe, y en particular al licenciado Salvador Garza, a la maestra Carolina Rivas y al maestro Eduardo Lazareno. Con la apertura de los Archivos Secretos Vaticanos en 2006 los historiadores que se interesan a la historia de la iglesia católica mexicana tuvieron la oportunidad de encontrarse con documentos que nunca se habían visto. Entre esos documentos tuve la oportunidad de consultar unos archivos que se llaman las sesionis. Esas sesionis son juntas extraordinarias que el Santo Padre convoca para resolver problemas muy puntuales de las diferencias naciones, y en particular el caso de México es un caso muy interesante, no nada más por la Cristiada, no nada más por la creación del modus vivendi o por la cuestión escolar, sino va a ser un caso ejemplar para toda la cristiandad. En el caso de las sesionis sobre México cuatro casos interesaran al Santo Padre. El primero es el de una asociación secreta mexicana, 14 creada para destruir al Estado revolucionario que es la U, y que hoy vamos a conocer un poco más de ella. El segundo caso es la expulsión de monseñor Phillipi en 1923. El tercer caso fueron las banderas rojinegras que se pusieron en las iglesias católicas. Y el último caso es en 34, cuando el Santo Padre tuvo que decidir qué hacer para luchar contra la educación socialista y sexual, impulsada por el gobierno de Lázaro Cárdenas. La sesioni que nos interesa el día de hoy fue motivada por el propio delegado apostólico Ernesto Phillipi antes de su expulsión en 1923. Es un caso muy interesante, porque quien quiere promover la destrucción de la asociación es el mismo delegado apostólico, mientras que la jerarquía católica quiere apoyar a esta asociación. El día de hoy vamos a tomar tres momentos para acercarnos al conocimiento de esta asociación. El resolver, el mantener o el destruir la asociación fue el primer acto de política internacional que tuvo que hacer el Papa Pío XI. La U es una asociación muy polémica en el caso de México, porque han participado en ella beatos y siervos de Dios, y en particular su fundador es el siervo de Dios Luis María Martínez, arzobispo de México. También han participado en ella, personajes de la política mexicana como Adalberto Abascal, que era el padre de Salvador Abascal y el abuela del ya difundo Carlos Abascal; es decir, que hay una gran trayectoria en cuento a grupos de derecha y la U es considerada en varios casos como el génesis u origen de los movimientos de derecha en México. Lo que voy a presentar el día de no espero que sea demasiado polémico, me voy a interesar más bien a la presentación de la U, a su organización y su funcionamiento. 15 La primera parte se basa, principalmente, en los estatutos de la asociación que se encuentran en Roma. Aquí nada más quisiera hacer una aclaración, para los que ya han consultado los archivos del arzobispado de México, que los estatutos que se encuentran aquí en Durango 90 y los que se encuentran en el archivo secreto son diferentes. Los archivos mexicanos únicamente son los archivos que tenían las personas de grado 4 y 3 de la asociación. Las personas con los mayores grados, tenían acceso a los estatutos que se encuentran hasta el momento en el archivo secreto. Por eso es que hay cierta discusión en cuanto a lo que era la U. La U fue fundada por un canónico de Morelia, Luis María Martínez quien en esa época estaba a cargo del seminario de la arquidiócesis michoacana. La UCM como se le conocía también, se creó en la pentecostés de 1915, el 25 de mayo para ser exacto, media hora antes de que los miembros de la casa del obrero mundial saquearan el seminario. Por eso es que también se le conoce como “la cofradía” o “la asociación del espíritu santo”. El postulador de la causa de Luis María Martínez, Pedro Fernández Rodríguez, presenta a la U de manera muy deslizada y me permito citar: “Como una organización social de católicos mexicanos en el contexto de la Revolución Carrancista, con la finalidad de favorecer la presencia de la fe católica en la sociedad y el establecimiento del reinado social de Cristo en México. Esta organización de carácter reservado, cuyos miembros estaban sujetos a un riguroso secreto, fue desarrollado y extendido en la República Mexicana, por el padre Luis María Martínez, con la ayuda especial, entre otros, de don Adalberto Abascal durante los años de 1917 a 1925”. Nada más como punto de aclaración, en Roma se maneja asociación secreta, aquí se habla de una asociación reservada. ¿Qué es una asociación reservada? 16 Una asociación reservada es una asociación que es secreta para todo el mundo, menos para la jerarquía católica, es decir, hay secreto entre los mismos miembros, los únicos que tienen acceso a los estatutos y a las decisiones son los prelados mexicanos, el delegado apostólico y en este caso, el Santo Padre. El Santo Padre que a su vez la va a dar a conocer a diferentes prelados de la curia romana, quienes van a tener que decidir si se tiene que mantener o si se tiene que cesar la asociación. Los estatutos indican al principio que la U va a ser una organización sumamente moderada, un círculo de estudios sociales, pero ya está desde 1915 este anuncio de acción política y la acción política en este mundo católico, es sinónimo de acción social, y algo que es muy importante por la relación que se tiene entre la U y el PAN. Tenemos una asociación que dos años después de su fundación, en la pentecostés de 1917, empieza anunciar un programa político de transformación de México. Como muy bien lo dijo el padre Manuel Olimón en su exposición, los obispos y arzobispos de México, se encontraban en su mayoría, en el destierro y eso es una razón por la cual la U tiene mucha fuerza en Michoacán y a partir de 1919 con el regreso de los obispos y arzobispos va a empezar a difundirse en toda la República. En 1920, se establecen de manera formal en la Junta de Morelia los estatutos de la U y es donde pues son esos mismos estatutos que establecen una acción política de destrucción del estado que va a tener que evaluar el Santo Padre. El 10 de octubre de 1920 la Unión de Católicos Mexicanos es aprobada y aprovechando la coronación de la Virgen de Guadalupe y la presencia de 20 obispos y arzobispos en la ciudad de México la jerarquía católica mexicana decide aprobar y apoyar a la U. En 1922 se estima el número de socios de la U de 2000 personas, particularmente presentes en las arquidiócesis de México, Michoacán, Guadalajara, Linares y actualmente en Monterrey, Puebla, Yucatán, 17 así como en las diócesis de Aguascalientes, Zamora, León, Querétaro, Saltillo, Tamaulipas, Zacatecas, Colima, Tepic, que no nos tiene que sorprender después de la presentación de Manuel Olimón y Tacámbaro. Y algunos socios se encontraban también en Orizaba, en Veracruz, en Durango, en San Luis Potosí, el fin de la asociación es principalmente organizar las fuerzas de los católicos para fines electorales, vamos a ver como la U va a lograr a través de la manipulación de diferentes órganos de la sociedad civil y también asociaciones católicas, tomar y poner a alcaldes, diputados y lograr traspasar a través de la élite política e intelectual del país, eso es algo fundamental. Cuando ya fueron marcados esos objetivos políticos la postura inicial del Delegado Apostólico Ernesto Filipi había sido de apoyar la asociación de la U, cuando él se entera de esta situación pues se preocupa y se preocupa y frente al peligro decide que la asociación representa un peligro por querer organizar secretamente a los católicos mexicanos en el terreno político. Y el agrega en su reporte al Santo Padre, que por causa de la delicadísima situación político-religiosa mexicana, las actividades secretas de la U, podrían dar lugar a gravísimos y dolorosísimas consecuencias para la iglesia y para la tranquilidad de la nación. Lamentablemente para él se tuvo que ir en enero de 1923 a raíz de la puesta de la primera piedra en el Monumento del Cubilete y tres años después inició la Cristiada. En la organización de la U es muy interesante porque los mismos católicos que pertenecen a la U en su reporte al Santo Padre hacían un comparativo entre la U y la Masonería, a pesar de cómo muy bien lo explicó el Padre Olimón, la Masonería es el gran enemigo pero a veces y por eso utilizo esta fórmula de la Ley del Talión para poder luchar con el enemigo hay que utilizar armas similares. La base organizacional es la diócesis, la confederación es regida por un consejo de tres personas, quienes tenían como portavoz a un canciller y esas personas quienes controlan la asociación son desconocidas de los mismos miembros y el canciller es la única figura 18 pública, la persona que reporta a los diferentes socios, las actividades y las decisiones tomadas. Ellos se interesan en asuntos locales, pero también asuntos nacionales, cada provincia tiene autonomía regional a menos que a nivel nacional se decida que la acción debe ser común; en caso de acción nacional cada provincia debe de asumirse sin cuestionarse a lo que se decidió a nivel nacional. Cada provincia a su vez tiene tres clases de centros, el primer centro es el centro provincial. En este centro provincial existe un asistente eclesiástico y me permito citarles partes de los estatutos, el asistente eclesiástico no regía al a U, pero vigilaba que no se apartaría ni una tilde de las normas marcadas por la iglesia, el asistente eclesiástico tenía para lograr este fin, el derecho de voto respecto de todas las disposiciones del consejo y era el vínculo ordinario de la unión entre el prelado y la UCM. El consejo director era entonces la autoridad suprema de la provincia, estaba formada por tres personas escogidas por el obispo, esas personas tenían su dirección durante tres años, pero el obispo estaba con la plena libertad de reducir el tiempo de mandato o al contrario, de alargarlo, es decir que había un carácter de control piramidal por parte de la jerarquía que la hacía muy útil tener una asociación como la U. Algo que es muy importante es que esas personas, directores, eran desconocidos de los socios. ¿Por qué? Dos razones principalmente: Primero, este carácter secreto del consejo permitía envolver a la autoridad en una nube de misterio que impedía que se despreciase a la autoridad por las naturales deficiencias de las personas y las envidias. Y el segundo es que al tener a personas desconocidas era más fácil poder quitar o destruir la U, ya que ningún socio conocía a quien realmente la dirigía a excepción de los mismos prelados. Este consejo necesitaba un portavoz, ya que al no conocer a ninguno de los directores el que mandaba las instrucciones era el canciller. Este canciller no tenía ninguna manera de poder cambiar o alterar los órdenes emitidos por el Consejo Directivo. 19 El carácter secreto tenía mucho que ver con la eficacia, muchas de las presiones ejercida por parte de la iglesia se habían visto frustradas por denuncias de algunos miembros o “por chisme de algunos miembros”. Al tener un carácter secreto y al únicamente tener una versión que es la versión del canciller, que es el único portavoz, había claridad en el mensaje anunciado. A su vez había cuerpos consultivos y existían comisiones. Todos los socios estaban organizados en unidades de cinco miembros con un jefe a la cabeza. El jefe es un jefe de compañía, cada compañía de la U funcionaba como un grupo autónomo. Los socios debían tener convicciones firmes, conducta irreprochable, actividad y discreción, habían de hacer profesional de fe católica y todos debían de protestar un juramento de secreto y contraer un compromiso de honor de sujetarse a la disciplina. Los socios tenían la obligación de asistir a las juntas, dar una pequeña cuota y sujetarse a las constituciones y a las órdenes superiores que se les dieran de acuerdo a los fines de la Unión. Ningún socio podía por autoridad propia invitar a alguien a que perteneciera a la U. ¿Qué se tenía que hacer entonces? Se tenía que proponer a un candidato, este candidato era investigado, de acuerdo a la investigación se le mandaba un dictamen positivo o negativa, en caso de que el dictamen fuera positivo se le daba una formación por parte de un miembro más antiguo y a raíz de esta formación se le preguntaba si quería o no entrar en la asociación. Una vez que aceptaba estar en la asociación la comisión de fomento se hacía cargo de darle su papel en una de esas unidades que son las compañías. Existían cuatro grados en la Unión. Y aquí es donde más claramente se ve la similitud de entre las organizaciones secretas tradicionales y la U. Esta idea de que de acuerdo al grado es que tengo el conocimiento de lo que es realmente la asociación a la cual pertenezco, porque un miembro de la U de grado más bajo veía en la 20 U como una asociación espiritual, entre más subía de grado más tenía acceso a ciertas reuniones donde se trataban temas políticos. El mismo Phillipe hablaba de masonería católica y la utilizaba en su argumentación para poder criticar la asociación. En el primer grado de la U se daba a conocer la Unión como sociedad educadora de los católicos para la acción social, sobre la triple base de discreción, disciplina y caridad. En el segundo grado se mostraba a la UCM como un centro de acción social y se revelaba al socio los procedimientos que para esta acción empleaba la propia asociación, así como las diferentes obras que dependían de ella. En el tercer grado ya se tenía la acción política o la acción nacional. En este grado todos los miembros del tercer grado conocían lo que era la U. El cuarto grado, que es el grado más elevado, eran las personas quienes tenían acceso a los estatutos. Obviamente los prelados tenían el mismo acceso a todos los datos que los miembros del cuarto grado. Y por eso es que personas como Adalberto Abascal van a ser tan fundamentales por ser personal del cuarto grado, y por eso es que si alguno de ustedes ha leído la autobiografía de Salvador Abascal, se da cuenta de que cuando Salvador Abascal hace referencia a la U dice que su papá lo regañó y que también se enojó mucho con el obispo que le había hablado de la existencia de la asociación. Los socios para conocerse disponían de un sistema de identificación basado en signos distintivos en el lenguaje personal o en una serie de claves que podían utilizar. El primero era ponerse un alfiler con cabeza dorada en la solapa que utilizaban. Después había una serie de señas mudas para poder identificarse, como llevarse la mano al corazón, tocarse tres veces el corazón, y la persona que tenía el otro alfiler tenía que cruzar los brazos para 21 reconocerse. Si uno empezaba un diálogo había también una serie de claves. ¿Pertenece usted a la Asociación del Espíritu Santo? Y a esta pregunta había que contestar: Gracias a Dios. O también ¿conoce usted la Unión Comercial Mutualista? Y a la cual se tenía que contestar: La UCM. Con esas claves ya los diferentes miembros podían empezar un diálogo más ameno sobre la U. Todos los socios debían tener reuniones en lugares seguros y siempre algo muy importante que cuidó la U es tener una excusa o un pretexto verosímil. Una noche de rezo, una repetición de canto eran estratagemas que utilizaban para poder reunirse, y la manera de poder controlar que las personas que entraran eran realmente de la U era muy sencillo. Había un portero, y este portero tenía una clave y para poder entrar se necesitaba dar santo y seña, y de acuerdo al cumplimiento se podía permitir la entrada al recinto. ¿Cómo funcionaba la U? La U tiene tres grandes finalidades. Lo primero es defender la iglesia y los católicos. Lo segundo es implementar el orden social cristiano en el país y finalmente lograr la independencia y la soberanía de México. Un programa muy alentador, pero que iba totalmente en contra del proyecto revolucionario. Aquí, gracias al secreto, y gracias a los juramentos y la preparación de los cuadros que siempre intentaban trabajar con personajes muy influyentes, los miembros de la U utilizaban la disciplina. Es decir, que en caso de que hubiese un debate entre dos miembros de la U se reunía una Comisión, y de acuerdo a esta Comisión, si fallaba a favor o en contra de uno de los miembros aún y si el miembro que no hubiera tenido la razón, la única manera de que se mantuviera en la U es si aceptaba y acataba sin protestar, ni murmurar la decisión tomada. 22 El segundo es la caridad, la caridad que es consolar al triste, ayudar al necesitado, que es la famosa caridad cristiana. Y aquí es muy importante porque la U retomó algo muy similar a lo que hacía la masonería. Es decir, en caso de que un socio necesitado tuviera, por ejemplo, problemas financieros o necesitaría un trabajo los miembros de la U lo ayudaban, eso es muy importante. Es decir, que el bien personal estaba favorecido por el bien de la sociedad, y había una ayuda clarísima hacia los miembros de la U que tuvieran problemas financieros. Un caso muy famoso es el del mismo Adalberto Abascal, quien siempre recibió apoyo financiero por parte de los miembros de la U. Tenemos entonces tres tipos de acciones, el de la defensa de la iglesia. Y aquí en esta cuestión de la defensa de la iglesia viene algo que es muy interesante. La U no quiere enlazarse con un partido, la U no quiere enlazarse con grupos. No quiere ser pública, porque al ser pública puede ser criticada. Entonces lo que van a hacer es algo muy sencillo. Era necesario para los católicos participar en la política, y la idea básica de la asociación es ejercer un control total sobre toda clase de agrupaciones tanto sociales como política sin que ellas se den cuenta. Cómo no van a ser. Por ejemplo, van a tomar el control de la Asociación Nacional de Padres de Familia. Bueno, eso de acuerdo a lo que encontramos en el archivo secreto. Aquí, lo que van a hacer es, crear comités de instrucción que impidan que las ideas de la Revolución puedan aplicarse en las escuelas. En el caso, por ejemplo, de Morelia, que es donde tienen más éxito, van a lograr hacer que renuncie un alcalde, van a lograr destruir un periódico que la gente va dejar de comprar. Y entre otros logros, por ejemplo, van a crear escuelas pensionistas, escuelas gratuitas, cuarteles y aquí lo que van a hacer es que, van a organizar colectas para recuperar dinero y si bien hasta 1919 su sector de acción es, principalmente, la arquidiócesis de Morelia, con el regreso de los diferentes obispos y la aceptación en octubre de 1920 de la U, su acción se va a hacer a nivel nacional. 23 La preocupación social también va a ser atendida por la U y la U va a empezar a ganar el control de las asociaciones sociales y de las asociaciones religiosas. En lo que es la acción nacional o política, aquí hay éxitos notables. El primer ensayo de acción política se hizo a finales de 1918, en las elecciones municipales de Morelia. En secreto se estudio una candidatura, se redactó un manifiesto y dos días antes de las elecciones se publicó el manifiesto. La candidatura y todos los socios de la U, que eran entonces como 60, se convirtieron en propagandistas, en apariencia sin vínculos ni organización. El día de las elecciones se tomaron la casilla y de esta manera, se logró el control de la junta computadora por más que los nuestros estuvieron ahí en minoría. El éxito fue completo. Era evidente que el lugar donde más éxito iba a tener la U, era la propia arquidiócesis de Michoacán por dos razones: primero, el peso de Luis María Martínez y Luis María Martínez se va a convertir en el auxiliar de Leopoldo Ruiz y Flores, que era el arzobispo de Morelia. La U tuvo éxitos también a nivel nacional, logró instalar a cuatro diputados, logró instalar a presidentes municipales en Acámbaro, en Zinapecuaro, en Aguascalientes, en Zamora. Aquí lo importante es que la U tiene problemas para saber exactamente cuál es lo importante de su acción por el mismo carácter secreto, es decir, al ser una asociación secreta, al ser sus miembros secretos, pues es difícil a veces medirlo y va a crear un nuevo puesto en la asociación, que es el puesto de visitador y el primer visitador va a ser Adalberto Abascal, que supuestamente va a ser visitador de lo caballeros de Colón, pero en realidad era visitador de la U. Dice Salvador Abascal –y con esto después voy a cerrar- que el establecimiento de la UCM, su rápida difusión, su sólido perfeccionamiento y los resultados que había producido a pesar de los defectos de nuestro carácter mexicano y de las críticas circunstancias de la República, hacían pensar a sus miembros que esta obra era obra de Dios e infundía la esperanza de que con las bendiciones celestiales 24 se produciría en el porvenir frutos de vida para la iglesia y para la patria. La situación es tal que, algunos obispos en 1930, decía que le iba a tomar 70 años al catolicismo retomar el control político del país y en 2000, con la llegada al poder del PAN, podemos ver que la U tuvo cierto éxito. La cercanía del conclave de 1922, la división entre las fuerzas liberales, lideradas por Gaspari y las conservadoras, bajo la tutela de Meri del Val, provocó que la curia optara por la vía prudente en cuanto a la asociación. En este contexto de división, la postura fue suprimir la sociedad reservada, réplica católica de las sectas liberales que habían transformado a México a lo largo del siglo XIX, entre las cuales que habían destacar a las diferentes logias masónicas y fue una de las primeras propuestas de acción subterránea de los católicos liderada por Luis María Martínez, quien iba a ser el principal jerarca de la iglesia católica mexicana en la década de los años 30 y 50, fue él quien logró el verdadero modus vivendi. Sin embargo esta condena no se llevó a cabo por la expulsión misma del Delegado Apostólico en 1923, la suspensión del culto católico, el inicio del conflicto cristero iba a marcar una ruptura entre los líderes radicales y laicos de la U, respaldados por Luis María Martínez que iban a pelear contra los respaldados por Pascual Díaz y la liga religiosa. Cierro con una cita, por tratarse de una asociación de resistencia católica, por la seguridad tanto de sus afiliados como por la salvaguarda de sus objetivos y de sus estrategias, la U mantuvo en secreto sus actividades, aparentándose al menos en el hermetismo, con las sociedades secretas prohibidas por el Código de Derecho Canónigo, habiéndose radicalizado las posturas de algunos de sus miembros, el Papa Pío XI decretó su extinción en 1929, muchas gracias. Srita. María Eugenia Chauol: Gracias, maestro. 25 La última ponencia de esta tarde nos la presenta el doctor Franco Savarino Roggero, el título de la ponencia es Iglesia, Nacionalismo y Estado Nacional, Encuentros y Desencuentros en México y en Italia, 1919-1929. El doctor Savarino es doctor en historia de las Américas por la Universidad de Génova y doctor en historia por la UNAM, coordinador para América Latina del Centro Jalisco, de Estudi Historigi de Italia, ha publicado artículos y libros sobre la historia contemporánea de México, particularmente el período 1890-1940. Es coautor con Andrea Mutolo, del libro Los Orígenes de la Ciudad del Vaticano, Estado e Iglesia en Italia, 1913, 1943, publicado por INDOSOC y es coordinador de la obra Del Conflicto a la Conciliación, Iglesia y Estado en México, Siglo XX. Su interés académico se orienta hacia el análisis de la laisicidad y los procesos de secularización, así como las relaciones iglesia estado en la época contemporánea. Desde hace más de una década se desempeña como profesor investigador titular en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, le damos la palabra al doctor. Sr. Francisco Savarino Roggero: Muchas gracias a los organizadores por haberme invitado, voy hablar de un tema que abarca el mismo período histórico que trataron mis colegas, con una visión más de conjunto, una visión comparativa entre lo que ocurre en Italia, básicamente durante el pontificado de Pío XI. Es una reflexión comparativa que pretende señalar algunos aspectos del choque y encuentro entre ideologías y religiones, nacionalismo y socialismo nacional por un lado y catolicismo del otro. Comenzamos con los antecedentes en los dos países, en Italia la sede del papado, el Movimiento de Unificación Nacional que lleva el nombre de Orgimento, llevó a la formación el primer estado italiano unitario en 1861, este proceso tuvo que enfrentar la resistencia de la iglesia, esta se opuso a las leyes de secularización implementadas por varios estados italianos en la primera mitad del Siglo XIX, especialmente las 26 de Piamonte, veía con recelo la presencia de elementos radicales y masónicos entre las filas de los patriotas, como los Carbonari, Maldini y Garibaldi. Desconfiaba del lenguaje a menudo subversivo de estos y temía por la suerte del Estado Pontificio, objetivo final del movimiento unificador. La revolución de 1848 y la ocupación de Roma el año siguiente por parte de los insurgentes republicanos que obligó al Papa a huir de la ciudad fueron la señal para un giro más conservador de la iglesia en su actitud hacia Italia que perduró durante todo el pontificado de Pío IX. La ocupación de Roma por parte de las tropas italianas en 1870 aumentó el rechazó eclesiástico al Estado Italiano simbolizado en el non expedit y la excomunión a los Reyes de Saboya. La iglesia establecía así los fundamentos de una cuestión romana destinada a pesar sobre la vida del joven estado nacional hasta el siglo venidero. La situación difícil que vivía la iglesia en Italia era de importancia fundamental para todo el mundo católico. La curia romana, en efecto, era casi completamente italiana en su composición, por consiguiente Italia influía considerablemente en las actitudes y la orientación política de la Santa Sede. Además la oposición entre el Estado y la iglesia en Italia tuvo importante consecuencia para la historia intelectual, pues durante el cuarto de siglo que duró el conflicto entre 1850-1875 y aún después hasta el arreglo definitivo de 1929, Italia fue una verdadera fábrica de ideas alrededor de las relaciones entre religión y política, catolicismo y libertad, iglesia y estado. El lugar donde se forjaban modelos teóricos sobre las relaciones entre los dos poderes. Las aperturas fueron paulatinas entre finales del siglo y comienzo del XX. 27 Estimulada por la rerum novarum la sociedad católica comenzó a movilizarse y expandió su radio de acción entre los gremios laborales, la educación y entre los jóvenes. La acción católica se funda en 1905 en Italia. La prohibición a los católicos de participar en la política nacional fue suavizada y la presión del Vaticano sobre el Estado usurpador fue disminuyendo, aún que los Papas siguieron firmes en resolver la tendencia de 1870. Lo que despejó el camino hacia una solución fue una serie de acontecimientos ocurridos entre 1913 y 1921, primero fueron las elecciones con sufragio ampliado universal masculino de 1913 donde el apoyo eclesiástico se tornaba fundamental para evitar el temible avance del socialismo. Segundo, la Primera Guerra Mundial que reclamaba el apoyo activo de la iglesia italiana en el esfuerzo bélico nacional y ponía el Papado pacifista de Benedicto XV en una situación difícil. Y tercero, el desbordamiento político de la postguerra, con el ingreso en las elecciones de un fuerte partido católico de masas, frente a un partidos socialista belicoso, también atractivo para las masas y fuerzas liberales reducidas a la defensiva. Ante el estado nacional la iglesia italiana al finalizar la guerra se encontraba en mejores posiciones que en el siglo anterior, sobre todo el movimiento nacionalista italiano agrupado alrededor de la Asociación Nacionalista Italiana había dejado atrás el anticlericarismo y consideraba a la iglesia del catolicismo como elementos de fuerza de la nación. La Guerra Mundial que estalló en 1914 convulsionó el panorama político y revolvió los planes previos de todas las fuerzas políticas. Durante la guerra se produjo un acercamiento ulterior del mundo católico al estado en nombre de la unidad patriótica, catolicismo y nacionalismo que ya se habían acercado antes de la guerra encontraban aquí un matrimonio destinado a producir importantes 28 consecuencias, en la inmediata postguerra la situación política en Italia sufrió un cambio repentino y radical con la irrupción de dos partidos de masas en la contienda electoral de 1919, el Partido Socialista y el recién estrenado Partido Popular Católico, entre las dos a finalizar el proceso electoral sumaban 256 diputados electos, sobre un total de 508, es decir, la mitad del Parlamento Italiano. Con estas cifras no era ya posible la formación de ningún gobierno sin el apoyo o la abstención de uno de los dos partidos, la era de liberalismo decimonónico había llegado a su fin. Las elecciones de 1919 se llevan a cabo además en un periodo sumamente difícil y agitado. Al finalizar la guerra que había costado casi 700 mil vidas, el país parecía precipitarse hacia un abismo, crisis económica, desempleo, problemas de los excombatientes, agitación obrera, debilidad diplomática, incidentes internacionales, los socialistas mirando al ejemplo de Rusia, amenazaban con desatar una revolución Bolche Vike, y el estado liberal se veía día tras día más impotente para controlar la situación y mantener el orden. Para 1919, en suma, la situación se presentaba incierta y preocupante para la iglesia y para el mundo católico italiano. Pasamos al caso de México. Antecedentes en México. En México se presenta una situación en parte diferente, la secularización del estado se lleva a cabo no mediante un reformismo ilustrado desde arriba, sino a través de una guerra civil, de donde sale victorioso un partido liberal con tendencias francamente anticlericales. La iglesia no se opone a la construcción del Estado nacional, por el contrario en el nacionalismo mexicano, en su versión católica un dique para defender el país de la presión de los protestantes del norte. Con esta idea que los anglosajones son todos protestantes, que señalaba el padre Olimón. Se opone al nacionalismo liberal, porque quiere mantener su presencia hegemónica en la sociedad, especialmente en el sector de la educación y conservar sus bienes. 29 El fracaso de Maximiliano en dos sentidos: Revelación del carácter liberal del imperio y derrota militar del Partido Conservador y la restauración de una República vuelta aún más anticlerical le quitan a la iglesia las esperanzas de restaurar su predominio y paulatinamente la iglesia se resigna, volviéndose menos amenazante para el proyecto nacional. Se implementan las Leyes de Reforma y la iglesia pierde posiciones en la sociedad. Le tocará a Porfirio Díaz durante su larga dictadura reconciliar la iglesia al Estado. Posteriormente se criticará a Díaz por su apertura excesiva a la iglesia, pero a finales del siglo XIX se había vuelto evidente como un país católico volcado hacia el crecimiento económico, no podía darse el lujo de seguir en pie de lucha contra el clero o declararse anticristiano, máxime si la iglesia mexicana no daba ya señales de representar una amenaza para el Estado nacional. Con Porfirio Díaz el clero tuvo una relación cordial. El régimen, incluso, le encargó a la iglesia colaborar en la obra de modernización del país, especialmente en el campo educativo, pero también en la evangelización de los grupos indígenas marginales. En Yucatán, por ejemplo, el sometimiento de los grupos mayas, independiente del este peninsular fue llevado a cabo con la ayuda de sacerdotes que seguían a las tropas y a los funcionarios del gobierno. También en México la Rerun Nobarum alentó la formación de gremios laborales y asociaciones católicas en todo el territorio de la República. Se celebraron congresos católicos, aumentó la participación de los prelados en actos públicos y se construyeron nuevos templos. En vísperas del derrumbe del régimen, en la primera década del siglo XX, la iglesia podía darse casi por satisfecha, pues había recobrado fuerza y espacios, y estaba de hecho integrada en un proyecto nacional. Quedaban pendientes, sin embargo, dos elementos problemáticos, el mantenimiento de la legislación anticlerical y la radicalización de algunas minorías liberales, masónicas, anarquistas o socialistas que criticaban el excesivo peso que estaba ocupando la iglesia en el país. 30 El abierto compromiso de la iglesia católica con la dictadura desarrollista de Díaz implicaba que cuando el régimen entrara en crisis se generarían problemas que para 1910 eran aun difícil de anticipar. La revolución maderista, iniciada como una revolución política para atraer la democracia efectiva al país abre inicialmente nuevos espacios para el mundo católico, florecen sindicalismos católicos, y se forma por primera vez un partido político de inspiración católica: el Partido Católico Nacional. Que compite con éxito en las elecciones de 1912. La situación precipita, sin embargo, durante este año y el siguiente. La pérdida de prestigio de Madero lleva al Cuartelazo de 1913, y a la muerte violenta del Presidente y a la instauración de la dictadura militar de Victoriano Huerta. La dictadura huertista durante su breve vida obtuvo el apoyo, entre otros, de diversos sectores católicos y de una parte de la jerarquía eclesiástica, que consideraban al nuevo régimen menos malo que el caos y la ineficiencia maderista anterior. Por lo demás, Huerta a pesar del modo violento e ilegitimo de su escala al poder logró inicialmente consensos amplios en la sociedad, no sólo de católicos y ex porfiristas. No era una mera vuelta al antiguo régimen. Gracias también al apoyo norteamericano la rebelión constitucionalista de Venustiano Carranza en el norte derrotó finalmente a Victoriano Huerta en 1914. La nueva oleada revolucionaria no traía buenas nuevas para la iglesia. Los ataques a prelados e iglesias perpetrados por las tropas carrancistas anunciaban el carácter anticlerical de este movimiento. Los constitucionalistas acusaban a la iglesia y al Partido Católico Nacional de haber apoyado a Huerta y de ser bastiones del antiguo régimen. El nacionalismo que expresaban volvían a las fuentes anticlericales del nacionalismo liberal decimonónico con el ánimo de no solamente restaurar una república laica, sino construir un Estado comprometido 31 en lo social y por lo tanto resuelto a disminuir la influencia eclesiástica entre el pueblo mexicano. La nueva Constitución del 17 fue redactada con este espíritu y sentó las bases para la acción sucesiva del Estado nacional mexicano surgido del proceso revolucionario. Hacia 1919, cuando Carranza es derrotado y muerto en la rebelión militar, a pesar de que el nuevo gobernante del país, Álvaro Obregón, se muestre pragmático y relativamente tolerante, todavía no hay señales a la vista de una reconciliación efectiva del Estado con la iglesia. Ahora pasamos a comparar más de cerca de las dos experiencias nacionales. Para 1919, en ambos países: Italia y México, se experimentan cambios repentinos, que replantean radicalmente las relaciones entre el estado liberal de Simonónico y la iglesia católica. La Revolución Nacional en México y la Primera Guerra Mundial en Italia, son acontecimientos de magnitud descomunal, que obligan a ambos actores (el estado y la iglesia) a revisar sus posiciones y suponen un cambio tanto de las fuerzas católicas, así como entre los movimientos nacionalistas. Sin embargo, en los dos países experimentan dos rutas diferentes: una que llevará al enfrentamiento de la Guerra Civil y la otra, que llevará a la conciliación y en cierta medida a una colaboración. ¿De qué manera y por qué se llega a una situación tan opuesta en las dos naciones católicas? Las relaciones de fuerza y la coyuntura son dos elementos clave, para entender lo que ocurre en estos años. En Italia la iglesia tiene un peso mayor por su infraestructura más pesada, más obispos, más sacerdotes, más seminarios, más instituciones y organizaciones con impacto social, y está por encima de todo, la presencia física de la curia romana y del Papa. 32 En México la iglesia no tiene una fuerza comparable. Como resultado la iglesia italiana es un adversario mucho más difícil de enfrentar por parte del Estado con respecto a la iglesia mexicana ante el estado mexicano. No hay que olvidar de más que el papado es parte de la historia de Italia desde los primeros siglos del cristianismo y que el Papa había sido un príncipe italiano del renacimiento. La iglesia católica era sí universal, pero tenía un carácter italiano característico, era más difícil aquí considerar la identidad extranjera anti nacional como ocurre en ciertos momentos en México. Los factores coyunturales son también importantes. En Italia la crisis de las élites y del sistema político liberal de Simonónico se manifiesta de una forma diferente que México, porque existe una movilización organizada de masas, del proletariado y de las clases medias en dos grandes partidos políticos: el partido socialista, inspiración marxista y el partido popular católico. Estos dos partidos invaden el espacio político en las elecciones de 1919, causando un verdadero terremoto estructural, tanto el estado liberal como la iglesia se ven obligados a enfrentar la nueva situación. Los socialistas se tornan peligrosos, porque con el ejemplo de Rusia buscan una salida revolucionaria a sus ambiciones políticas. Los católicos preocupan a las viejas fuerzas laicas liberales y a la vez a la iglesia, que observa el crecimiento y una organización que no puede controlar. Los socialistas desconfían de los métodos parlamentarios y apuntan a la Revolución. Los católicos por su lado, muestran dificultades para formar una mayoría y expresar un liderazgo a la altura de la situación, ésta no favorece la voluntad del Vaticano, de volver a la mesa de negociaciones con el estado italiano, porque los socialistas son netamente anti-clericales. 33 Los liberales siguen con su viejo anti-clericalismo del siglo anterior y los católicos populares no están dispuestos a seguir obedientes la política del Vaticano; ningún actor político en XIX está dispuesto a negociar en los términos que plantea el Vaticano. Lo que rompe, finalmente, este esquema es la erupción de la lucha política de nueva fuerza política, que es el fascismo. El fascismo inicialmente, es una formación de la izquierda radical intervencionista, sus programas son anti-clericales, reflejando los componentes socialistas, republicanos, sindicalistas y futuristas que contienen, junto con el anti-clericalismo de su jefe Benito Mussolini. Desde 1920 al nuevo movimiento fascista, vertebrado en la masa de los ex combatientes, contribuye a la escalada de la violencia política con métodos y estrategias militares sacadas de la experiencia de la guerra, es la época de las camisas negras que atacan no solamente a los socialistas sino a los católicos también. Para la iglesia, el nuevo movimiento se torna interesante en 1921, cuando se convierte en partido, Partido Fascista, inicia una evolución hacia el centro político desde la izquierda al centro, al incorporar elementos de derecho menos anti-clericales, sobre todo, Mussolini expresa públicamente su disponibilidad hacia la iglesia, con tal que ésta abandone al Partido Popular y no prohíba a los católicos alistarse con los fascistas. Agitando el espectro bolchevismo y más aún, de una temible alianza entre socialistas y católicos, y tendiendo la mano directamente a la jerarquía eclesiástica, Mussolini logra atraer consensos moderados y de orden de su Partido Radical Revolucionario, la toma del poder acontece como sabemos el 28 de octubre de 1922 con la marcha sobre Roma. La política de Mussolini hacia la iglesia fue atrevida y a la vez pragmática, rompió finalmente los viejos tabúes anticlericales de la época liberal, puso en la mesa la cuestión romana y enfrentó directamente el problema del a exclusión del catolicismo y de la iglesia de la vida nacional, rebasando ampliamente la vieja estrategia gradualista de Giovani Jolisti, con esta política de incorporación las masas católicas no se sentirían más extrañas a la nación italiana, el 34 estado nacional ganaría en legitimidad y seguridad frente a su historia y a su pueblo. Mussolini buscaba en este acuerdo básicamente reforzar a su movimiento, obtener una legitimidad frente a la historia italiana y gracias a la aprobación de la iglesia católica. Además para entender su postura voy a citar un artículo que él publicó, envió a un periódico francés en 1934 Le Fígaro, en donde explica su política ya después de su conciliación, escribe Mussolini en este periódico: toda la historia de la civilización occidental desde el Imperio Romano hasta nuestros días nos muestra que cada vez que un estado entra en conflicto con la religión siempre el estado sale derrotado en la lucha. Un combate contra la religión es un combate contra lo inalcanzable, contra lo intangible, es una guerra abierta al espíritu donde este es más profundo y más íntimo y ya está comprobado que durante una lucha semejante, las armas que puede usar el estado, aún las más filosas resultan impotentes a provocar heridas mortales a la iglesia, esta se sale siempre victoriosa de los conflictos más encarnizados, fin de la cita. Ningún político de la era liberal habría podido expresarse con estas palabras, la carga de la herencia anticlerical y laicista del Siglo XIX tenía un efecto de inhibición. Mussolini en cambio quien proviene de la militancia socialista y del sindicalismo, no tiene ninguna reserva y procede a plantear francamente los términos de la real política, es decir, reconocer los límites del poder del estado frente a la institución religiosa y por ende la necesidad de negociar con esta los ámbitos de competencia. La iglesia por su lado en la persona de Pío XI se ve finalmente aparecer un interlocutor político capaz de abrir espacios de diálogo y tomar decisiones audaces. El improbable encuentro entre este pontífice y un hombre como Mussolini, revolucionario profesional, ateo declarado, con un pasado de implacable come curas, se debe además de las personalidades 35 peculiares de ambos, a un conjunto de circunstancias específicas que contiene una paradoja histórica. La iglesia católica es capaz de negociar el fin de la cuestión hermana con los gobiernos liberales y logra hacerlo solamente cuando estos son reemplazados por un régimen dictatorial que suprime las libertades y apunta a construir un estado omnipotente inspirado en valores no cristianos, la voluntad de poder el escepticismo, el culto del estado y de la nación, egocentrismo, la guerra, etc. Las circunstancias que favorecen este encuentro son ante todo la amenaza bolchevique, la iglesia considera en los años 20 que el comunismo ruso es el enemigo número 1 del cristianismo a nivel mundial. Lo que estaba ocurriendo en Italia en 1919 y 1921 parecía confirmar los temores de la iglesia, que el comunismo pesaba sobre Europa como una especie de pesadilla barbárica, por ello el movimiento nuevo como el fascismo que atacaba violentamente a los rojos impidiéndoles instaurar una república soviética suscitaba simpatía, más tarde Mussolini ya convertido en dictador explotará hábilmente el miedo recurrente de la iglesia al comunismo ateo, difundiendo información sobre la persecución anticristiana en la URSS y, sobre todo, en México, principalmente durante las negociaciones con el Vaticano entre 1927 y 1928, escrito un artículo sobre este tema, hay una campaña de prensa que lanza Mussolini en Italia en estos años, dándole mucho énfasis a la violencia que se desata en México durante el conflicto religioso. Luego el fracaso de las negociaciones con los gobiernos liberales y la conciencia de los límites que existían al diálogo contra la tradición liberal y la desilusión con el partido popular considerado confuso, demasiado independiente de la iglesia y no apto para promover un avance un avance objetivo del catolicismo en Italia. En fin, el modelo de sociedad orgánica y corporativa que proponía el fascismo tenía ciertos puntos en común con la visión de la sociedad cristiana, new corporativa que promovía la iglesia. 36 Sin duda, entre 1922 y 1929 no eran aún previsibles los desarrollos totalitarios y belicosos que llevaría Mussolini a alinearse a régimen nacional socialista de Hitler en 1938 y finalmente a la guerra en 1940. El fascismo, entonces, era visto no solamente por la iglesia como un fenómeno nuevo esencialmente pragmático, ideológicamente elástico o indefinido y, por lo tanto, influenciable, además de transitorio. Al convertirse en nuevo régimen en interlocutor fuerte, la iglesia fue atraída a abrir las negociaciones, el modus vivendi que se estableció de inmediato entre la iglesia y régimen que perduró hasta finales de los años 30, ayudó a frenar la deriva del fascismo hacia sus vertientes paganas y aseguró a la iglesia y a la cultura religiosa católica un espacio vital de supervivencia durante el periodo difícil de dictadura totalitaria. Solamente es una relación bastante cordial la que se desarrolla entre el régimen y la iglesia a lo largo de los años 20 y 30´s, con una fuerte interrupción en 1931, por la pugna, por la educación de los jóvenes. El régimen pretende monopolizar completamente la educación de los jóvenes, la iglesia se opone a esta pretensión defendiendo la acción católica. Es el momento en que el Papa define a Mussolini al fascismo esta idolatría pagana, un culto pagano, es la única crítica fuerte que le hace Pío XI al fascismo. Diferente se nos presenta la situación en México. Aquí en 1919 con la muerte de Carranza se consolida un régimen nacionalista revolucionario que hereda la actitud anticlerical del constitucionalismo victorioso en la guerra civil. En pocas palabras si en Italia la guerra acerca al estado la iglesia y elimina el anticlericarismo de la agenda nacionalista, en México sucede lo opuesto. La revolución provoca un alejamiento entre las dos instituciones y acrecienta el anticlericarismo decimonónico, las masas católicas se sienten excluidas y desarrollan una actitud francamente antigubernamental. Los efectos más dramáticos de esa situación no se perciben de inmediato, porque Obregón es pragmático como el Mussolini de los años 20, su gobierno establece una relación pacífica con la iglesia, 37 aunque no es removida la legislación anticlerical y los artículos anticlericales de la Carta Magna. La situación, como sabemos, empeora con su sucesor en la Presidencia, Plutarco Elías Calles, que es, en cambio, más similar al Mussolini de antes de 1915, o sea, extremadamente anticlerical. Pero más allá de la influencia y de la personalidad de sui géneris de este Presidente, de Calles, son las circunstancias históricas que llevan a un enfrentamiento directo y violento entre el Estado y la iglesia. La inestabilidad política interna, el conflicto petrolero, las dificultades internacionales de régimen llevan a Elías Calles a considerar a la iglesia como uno de los principales enemigos. La coyuntura hace caucionar todos los factores de anticlericarismo presentes en forma latente o manifiesta, la herencia revolucionaria, la masonería, los sindicatos, los lazos internacionales del clero México y la actitud hostil del Vaticano. Los obispos se dividen sobre la estrategia a seguir y ven como la situación se les escapa de las manos, también porque muchos son expulsados, como hemos visto. Por su lado, los católicos se movilizan en forma espontánea. Bueno, voy a brincarme toda la cuestión de la cristiana que conocemos muy bien, los católicos mexicanos tratan de organizarse por su cuenta en varias formas, en 1934 muchos confluirán en el sinarquismo, inspirándose en experiencias fascistas europeas. Y por su lado, la Santa Sede, digamos, en Italia se declara satisfecha con lo ganado y confiando en el régimen fascista como un escudo protector redobla su condena a régimen anticristiano de México en el contexto de la lucha al comunismo, que llega al zenit en la época de la Guerra Civil Española, son varios los documentos pontificios que mencionan a México y también México es mencionado en la famosa encíclica divine y redentores de 1937, donde Pío XI lanza una condena tremenda contra el comunismo. 38 En conclusión, finalmente a manera de conclusión podemos considerar que ambos países se observa un desenlace diferente de una trayectoria histórica en parte similar caracterizada por la atención estructural entre el estado nacional y la iglesia católica. La crisis social y cultural desatada por la Revolución en México y por la Guerra Mundial en Italia, lleva a un replanteamiento de la posición del catolicismo y de la iglesia en ambos países. Esto significa en México una nueva oleada de anticlericarismo, el inicio de un fuerte enfrentamiento ideológico que culminará en el conflicto religioso y a un estado de tensión permanente entre católicos, nacionalistas, la iglesia y el estado por más de dos décadas. En Italia el desenlace de la crisis fue más feliz, la irrupción en la escena del fascismo permite la ruptura de los frenos y prejuicios del siglo anterior, la disponibilidad inaudita de Mussolini, el ex campeón del anticlericalismo en la Partido Socialista es aceptada por la iglesia, lleva un intercambio de favores beneficioso para ambos, y ya en el marco de una “real politic” despeja el camino para la negociación. Esta culmina finalmente en 1929 en la conciliación, que incluye la firma del Concordato y de un tratado que crea el Estado Independiente del Vaticano, que todavía existe en nuestros días, mientras que el régimen dictatorial que promovió los pactos en el 29 desaparece en 1943. La iglesia italiana y el Vaticano salen de la Segunda Guerra Mundial fortalecidos frente a un poder civil debilitado y desgarrado en busca de una nueva definición político-institucional. El largo predominio de la democracia cristiana en la política italiana, la consecuencia de lo ocurrido en los años 20’s durante la dictadura, y le otorga cierta razón a las voces que criticaban, críticas que denunciaron, en su momento, la claudicación del laicismo ante la iglesia. La trayectoria a largo plazo en México, en cambio, favorece al Estado laico y a su pilar político el Partido Revolucionario Institucional, que mantiene sus posiciones frente a una iglesia debilitada sin ambiciones de revancha, situación que perdurara hasta la última década del siglo XX, cuando al parecer se cumplen profecías de reconquista católica, algo así. 39 Es todo. Sra. María Eugenia Chaoul: Damos las gracias a nuestros panelistas. Y ahora toca el tiempo de las preguntas y respuestas, entonces si tienen algo que preguntarles ellos las contestarían. Pregunta: Gracias. Para el maestro Solís. Si tuviera la gentileza de explicar algo que en lo particular a mí no me quedó muy claro. Probablemente comprendí mal, pero usted habló que para estos años la acción social es sinónimo de acción política. Entonces yo también entiendo que si sigo este razonamiento el terreno de la política es sinónimo del terreno de lo social. Entonces cómo entender a las organizaciones católicas femeninas que surgen en este periodo, y que tienen como objetivo justamente el ser un mecanismo para difundir los preceptos de la doctrina social. Me refiero concretamente a la Asociación de Damas Católicas, quien en su Artículo Cuarto mencionan que sus funciones se dedicarán únicamente al terreno de lo social, siendo ajenas a la política. Entonces yo me pregunto ¿no será que con política se refiere únicamente a una cuestión electoral? Sr. Ives Solís: En este caso que es el de la U sí se diferencia la acción social y la acción política. La acción política es Acción Nacional y Acción Nacional es el sinónimo para el mundo católico de la acción política. Aquí el vínculo entre el nombre de un partido que no asume del todo su origen católico, que es el Partido Acción Nacional retomando los mismos conceptos de acción política. Y la acción social, como bien lo dice, no forzosamente es sinónimo de acción política, aún y si hay un vínculo claro entre acción política y acción social en este caso particular de la U. Aquí es la acción social de ayuda al prójimo y la acción social de velar para el bienestar del necesitado y el grado superior de acción es, la acción nacional que es sinónimo de acción política. 40 Pregunta: Otra pregunta para el maestro Ives Solís. Respecto de la U, se puede considerar esta organización como un antecedente directo de lo que fue las legiones, sobre todo, tomando en cuenta las similitudes que ambas tuvieron como organización reservada y sobre todo, también si se ha detectado que haya habido continuidad entre los participantes de ambas organizaciones. Y también quisiera, si se pudiera ahondar un poco, ¿qué tanto afectó ese conflicto entre la U y la Liga Nacional de Defensa de la Libertad Religiosa, en cuanto a la coordinación de los católicos en la lucha contra el Estado durante la Guerra Cristera. Y una pregunta para el profesor Savarino, si nos pudiera explicar un poco, quizás hay se excede un poco del periodo que usted estudia, pero la relación entre la iglesia y lo que fue la República Social Italiana del régimen de Salum. Eso sería todo. Sr. Ives Solís: Bueno, definitivamente, lo que se ve en el archivo es un vínculo entre estos movimientos, el vínculo más claro es con el sinarquismo “El Yunque” por una razón obvia, que es la de la familia Abascal, pero también hay una relación con la región como muy bien lo hace notar sobre la similitud de la organización. Aquí lo interesante es que, tras la condenación de 1929, los miembros de la U ya no pueden actuar de manera tan abierta y apoyada por la jerarquía, sin embargo, hay un seguimiento que podemos hacer a los diferentes miembros. Aquí el problema es el rastreo, porque al ser una sociedad secreta, únicamente hay algunas unidades que tienen registrado a sus miembros y los miembros más famosos son, bueno, en este caso: Anacleto Flores, Luis María Martínez y Adalberto Abascal, así que la dinastía Abascal, hasta ahorita es el menos estudiado. Entonces, aquí claramente para el historiador hay la posibilidad en el archivo histórico de buscar esta información en todo el archivo secreto y toda la cuestión de la delegación apostólica. 41 Y en cuanto a la relación entre los miembros de la U y la liga, algunos documentos que están aquí en el CESU, justamente, hablan de la U y de la separación entre los miembros de la U y los miembros de la liga. Y aquí de nuevo, por ejemplo, Anacleto va a participar en la liga, mientas que Adalberto no tiene esta participación y la ruptura, de hecho, yo diría más allá de los grupos, sino que se lleva a nivel de la propia jerarquía, porque Pascual Díaz y Luis María Martínez van a romper las relaciones y Pascual Díaz se va a volver “un enemigo del nuevo comité que se forma durante el periodo de creación del modus vivendi”. Pero, claramente, esta ruptura va afectar a las fuerzas católicas y explica que en 1935, 1936, cuando la visita de Piani y después cuando los católicos van a ver a Pacheli en Estados Unidos, nadie quiera que ningún miembro de la liga pueda hablar con Pacheli y lo van a hacer de nuevo a través de la Unión de los Padres de Familia. Sr. Franco Savarino Roggero: Respecto a la República Social hay que partir del hecho, que la iglesia ya con Pio XI comienza a enfriar sus relaciones con el régimen de Mussolini desde 1938, sobre todo, por el giro pro-Hitler, que toma el régimen de Mussolini que no es aceptable para la iglesia, sobre todo, porque se incluyen leyes anticemitas en Italia, en ese año. Pio se muere en 1939, su sucesor Pio XII sigue con esta policía de relaciones de mucho más frías con el régimen, el régimen como sabemos, se colapsa en 1943, en julio, y al final de ese año se forma una nueva república que se llama República Social Italiana bajo control alemán, esa república dura hasta la primavera de 1945. Qué ocurre con la iglesia, pues el Vaticano abandona completamente a Mussolini, el Vaticano se encuentra de hecho fuera del territorio de la República Social, es la parte que se ha quedado con la monarquía y que será pronto ocupada por los anglo americanos. Mussolini también enfría mucho las relaciones con la iglesia, ya durante la guerra hay declaraciones que se pueden encontrar en el libro sobre los orígenes del Vaticano, que muestran progresivamente la decepción, el coraje del dictador por la ingratitud de la iglesia, 42 Mussolini estaba consciente de que a la iglesia le había hecho un gran favor firmando los acuerdos del 29 y no estaba recibiendo una retribución a cambio, un apoyo más sustantivo. Qué pasa con la iglesia italiana del Norte, ahí el líder es el Arzobispo de Milán, Ildefonso Schuster, que previamente había tenido cierto acercamiento con el régimen, sobre todo durante la guerra de Etiopía y la guerra civil en España, las homilías de Shuster en esas oportunidades son muy nacionalistas, apoyó al régimen durante la invasión de Etiopía y alabó la victoria en España en 1939, pero después de esa fecha se alinea a una actitud mucho más fría hacia el régimen y con el toda la jerarquía eclesiástica italiana prácticamente abandona al régimen sin pasar a la posición, pero manteniéndose cerca de los fieles, protegiendo a los católicos de la guerra, considerando que estalla una guerra civil en esos dos años, Italia del Norte está desangrada por la guerra civil, más aún que por el frente de guerra. Y a nivel de sacerdotes se dividen, hay sacerdotes en la guerrilla antifascista y sacerdotes que se quedan con las milicias de Mussolini siguiendo al ejército republicano, es más o menos la situación que ocurre en esos años. Pregunta: Un poco para los tres ponentes, pero sobre todo, al Maestro Solís, se ha hablado de la inspiración o del modelo para contraponerse a él de parte de las logias masónicas y del carbonarismo y de organizaciones secretas para organizarse secretamente pues esta fracción del catolicismo, pero no sé si en un momento dado podría abundarse con justicia del papel de inspiración por parte del propio fascismo hacia estos movimientos reaccionarios dentro de la iglesia católica y no solamente meramente como ejemplificadores o una batalla en la prensa, sino apoyos, suena a, por lo menos a mi, cuando al saber la organización, el tipo de organización en compañías como se ha mencionado, me recuerda, no sé al escuadrismo fascista, y qué tanto influye, hay esa… el fascismo y sus formas organizativas con lo que será esta… la presencia del falangismo en España que sí parece ser más… Sr. Ives Solís: Bueno voy a contestar la primera parte de la pregunta y después Franco que es más experto en la cuestión del fascismo. 43 Bueno en el caso de la U la referencia es claramente con las logias masónicas, por los años en la cual se crea, se crea en 1915, su ámbito político es claramente declarado en 17 y en 1920 se hacen los estatutos que se encuentran ahorita en el Archivo Secreto Vaticano. Sin embargo creo que la organización política de los católicos en los años 20 y más durante la Cristiada, después de la Cristiada, en los sectores de las ciudades, sí hay claramente puntos comunes con administraciones fascistas, pero yo creo que aquí Franco podría más establecer los vínculos lógicos. Sr. Francisco Savarino Roggero: El fascismo Italiano representa el modelo internacional para todos los fascismos de esa época y representa un modelo atractivo, lo he explicado un poco en mi ponencia para la iglesia porque tienen enemigos en común. El fascismo es antiliberal y es anticomunista y para la iglesia el comunismo es el enemigo número uno a vencer. Aunque el fascismo parte en Italia de un origen no cristiano incluso, son muchos ateos, masones, hay muchos masones en el partido fascista, la misma circunstancias de tener enemigos en común, de tener una visión del mundo espiritualista, etc., llevan a una convergencia, la iglesia muy pragmáticamente apoya a los fascismos en general cuando estos se muestran disponibles hacia ella. En España se forma una versión más católica de fascismo desde el comienzo, no tiene ese origen anticlerical, el palanquismo, José Antonio es católico lo declara abiertamente. Otra cosa es las JONS, las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, son más parecidas al fascismo de Mussolini. Y de España a América Latina se proyecta un tipo de fascismo de matriz católica que acentúa mucho los aspectos de religión, conservación y anticomunismo, se pierden muchos elementos originarios, se depura, digamos, de la componente socialista y se vuelve más de derecha, en pocas palabras. 44 Lo que ocurre es que cuando el fascismo italiano se asoma al mundo hispánico, al mundo de España y de América Latina, los fascistas se sorprenden, porque dicen estos no son fascistas. Yo he visto muchos documentos, he estudiado el archivo de Relaciones exteriores de Roma y en ningún movimiento mexicano por ejemplo recibe una buen comentario por parte de los viajeros y diplomáticos italianos, el sinarquismo es desechado como cosas de reaccionaria, no fascista, tampoco las famosas camisas doradas no son considerados fascistas por los italianos. Pero hay un afán imitativo viendo desde el lado Latinoamericano se busca en el fascismo una fuente de inspiración para organizarse política y hacer frente al embate de las fuerzas enemigas de la iglesia y del catolicismo que son la masonería, el liberalismo y finalmente el comunismo que es el punto de convergencia de todos estos enemigos. Entonces, por ejemplo, encontré muchas cartas en los documentos de católicos mexicanos que escriben a Mussolini obviamente trámite en la embajada de Italia y le preguntan si es posible que envíen ayuda, incluso un jefe de la liga, encontré una carta de él que pide ayuda económica para organizar movimiento fascista, combatir contra el gobierno Bolche Vike, así lo decía. Pero es un malentendido realmente, los fascistas italianos son otra cosa. Los católicos mexicanos, el fascismo bajo la óptica de 1929 el fascismo amigo de la iglesia, la declaración de Pío XI, de que Mussolini es el hombre de la providencia, entonces hay una distorsión, se ve al fascismo más católico de lo que es realmente aquí en el mundo hispánico. Pregunta: Buenas noches. Antes que nada felicitar al panel, felicitar a la mesa, porque fue realmente una interacción muy rica y un espectro muy amplio y al mismo tiempo claro y profundo del que presentaron. Yo me quisiera dirigir a don Manuel Nolasco, Olimón Nolasco. Me quisiera dirigir a él como una voz autorizada y conocedora no sólo de la historiografía sino desde luego con una profunda percepción teológica, un extraordinario bagaje teológico y que normalmente ha salido al paso a lo largo de los años a las críticas generalmente 45 infundadas de muy dudosa cientificidad realizadas por distintos grupos jacobinos, masones, marxistas, como decía el profesor, en fin, grupos anticlericales. Me llamó la atención que el año pasado, sin embargo, padre, dejó usted la impresión en la opinión pública de no haberle contestado a Francisco Moreno con motivo de la publicación de sus obra francamente anticlerical. Sí nos preocupa, aunque en nuestros grupos y en nuestras organizaciones y en nuestras parroquias nosotros, y en nuestras esferas, porque somos profesores, quizás, en fin, porque tenemos una cierta incidencia en la academia procuramos desde luego defender las posiciones de nuestra iglesia y del clero cuando son defendibles, y creo que en la sensibilidad mexicana quedó una herida abierta por esta obra de muy dudosa calidad histórica de este señor, con todo respeto, y no quiero faltar a la caridad, pero es un señor que nos llama a los creyentes retardatarios, al clero lo califica de retardatario. Es uno más de estos sujetos que considera que todos los males de México, empezando por el económico, se deben a la participación de la iglesia desde la Colonia. Y usted sabe que existe una corriente de pensamiento en ese sentido que tenemos que desdecir porque no es cierta, como se ha demostrado en ésta y en otros foros muy importantes. Entonces lo grave es que estas afirmaciones a priori quedan en la opinión pública, hieren la sensibilidad de los creyentes, y voces autorizadas como la de usted quizá no tuvieron en ese momento el tiempo, la oportunidad o el foro para neutralizar, responder, replicar, porque claro esta clase de críticas vinculan a la iglesia con el poder. Lo vinculan con… FALLA DE AUDIO …doble estándar, que se aplica a un estándar a los ricos, a los cuales se les permite hasta el divorcio, no el divorcio, pero sí la disolución del vínculo matrimonial. Hablan de un doble estándar, y también claro nos estamos dando cuenta de que hablando en términos sociológicos hay una serie de congregaciones de otras denominaciones que ya están 46 compitiendo con la iglesia católica y que nos están ganando segmentos importantes de estas comunidades. Es decir, estamos esperando muchos católicos, muchos creyentes una actitud bastante más preactiva que responda, sobre todo a los infundios y al anticlericalismo carente de toda validez intelectual. Gracias. Sr. Manuel Olimón Nolasco: Aunque su intervención no fue directa a esto, le voy a decir lo siguiente, que tal vez no tuvo la suficiente difusión. El año pasado, más bien, a comienzos de 2007 publiqué, me publicó la Conferencia del Episcopado Mexicano, un, le llamo “libro”, porque es librito, porque es más que folleto y menos que libro, de más o menos 67 páginas, precisamente, que se llamó “México ante Dios una crítica desde la historia” a propósito de ese volumen. La verdad es, que yo pensé que no valdría la pena responder a ese volumen de 600 hojas, que ni siquiera atina a veces con las fechas o las citas que coloca a pie de página, que se ve que se las hicieron, él le ha de haber dicho a alguien, ahí ponle citas y resulta que en alguna cita cuando voy a confrontar el libro citado, resulta que la página que aparece ahí es la dedicatoria. Sin embargo, algunos amigos y concretamente, el arzobispo de Puebla Monseñor Huesca y el de Morelia, los dos: por qué no escribes algo. Entonces, con cierta resistencia pero escribí algo. Ese librito que, por cierto, la sociedad de historia eclesiástica mexicana me pidió, que en su próximo número que va a salir de su revista, una revista muy buena que se llama “Historia desconocida” vuelva aparecer este texto, que ahí está respondido en lo que puede responderse sus posturas. Concretamente, un pequeño capítulo de este libro no tuve que hacerlo yo, porque la doctora Josefina Vázquez, una historiadora, sobre todo de Relaciones Estados Unidos-México de primera categoría, ya había publicado antes en la revista “Letras Libres” una respuesta a una serie que se llama exactamente “Verdades y mentiras de la invasión 47 norteamericana”. Entonces, incluso, le dije a ella, que dado que ya lo había escrito que si podía yo, hacer como un refrito de su texto. Pero a la hora de redactar esto, vi que ya en el año de 1986, hace ya bastante, cuando salió aquel que se llamaba “México negro” acerca de la cuestión petrolera, en la revista de aquí de la Pontificia, que se llama “Efemérides Mexicana” había hecho ya una reseña de ese libro donde uno de los puntos que señalaba era su falla muy grande en materia de cuestión clerical. Entonces, está por ahí a la mano y hubo, yo intento varias veces, incluso, a través de personas muy bien relacionadas en el ámbito de la cultura, tener un encuentro personal, incluso, todavía vivía don Juan Sánchez Navarro y don Juan Sánchez Navarro nos invitó a los dos a un desayuno en el Club de Industriales, pero él no se presentó. Y cuando casualmente me lo encontré en un programa de televisión, con Denise Maerker o una de estas, yo nunca había visto a Denise perder el control del programa, porque, bueno. En primer lugar, a mí me habían dicho que era un hombre guapo, muy erudito, que hablaba muy bien y cuando lo vi, me pareció un viejito agachado. Dije, pues con este viejito creo que más bien voy a tratarlo así, como se trataría a un viejito. Y ya me habló ese mismo día, bueno fue ahí una confrontación muy peculiar, breve, pero me habló un amigo mío que vive en San Antonio, Texas, esa misma noche y que es psiquiatra y me dice: vi dos veces el programa para hacer un psicoanálisis de cómo estaban ustedes ahí hablando. Dice: primero empezaste hablándole de usted, con mucho respeto y después te convertiste como su papá y lo estabas regañando hasta con el dedo, bueno esos ridículos tiene uno que hacer, en estos casos, pero les repito, me costó trabajo porque digamos la formación que nos dieron a nosotros ya como historiadores profesionales, es que la apologética y la polémica no son como los métodos sino la comprensión de los hechos, pero considero que en algunos casos un tanto limítrofes sí habrá que acudir a estas situaciones aún cuando sean en algún caso casi chistosas, porque este amigo psiquiatra, muy 48 acostumbrado pues a los análisis de las personas, es que la vi dos veces y la segunda vez la vi sin sonido, es muy interesante ver la televisión sin sonido, porque lo único que ve uno son las gesticulaciones y entonces ahí es donde se nota si uno está tomando el papel del papá o del enemigo o de la mamá o del hijo, mucho más fácilmente, pero ahí está. La Conferencia Episcopal publicó y ahora ya va a salir, ya ayer fue la revisión de pruebas. Por otra parte, miren, en este trabajo que hice ahora y en otros que he publicado por ahí, he tratado de encontrar y ahí también respondo un poco, como el uso de la analogía como la analogía como parte de nuestro trabajo histórico no deja de ser riesgoso, porque el que algo se parezca a otra cosa, no necesariamente quiere decir que depende de aquello. Entonces una manera como se enseñó la historia en las escuelas en México durante mucho tiempo, es que algo nació en Francia, pasó a España y luego llegó a México y por ejemplo las referencias que hizo muy brevemente, pero muy atinadamente Lupita Jiménez ayer sobre el origen por ejemplo de la teoría de la soberanía popular que tenían los próceres mexicanos, no procede de los enciclopedistas franceses, sino de la tradición hispánica, teológico-política que rigió en la primera parte de nuestro virreinato. Entonces hay que tener siempre cuidado de no hacer depender un movimiento que nunca será autónomo. Algo que descubría por ejemplo al trabajar sobre Monseñor Munguía, es que existe la república de las letras, es decir, que hay libros que circulan y el libro toma como vida autónoma, a mi una vez me mandaron una carta de Australia que allá habían leído un artículo que yo había publicado en Australia, porque como que le salen alas a los libros y viajan por todo el mundo. Entonces por ejemplo Monseñor Munguía tiene unas fuentes de su postura que las puede uno encontrar en algunos libros europeos porque circulaban los libros europeos y luego por ejemplo esto que citaban hoy en la mañana del regalismo, también hay una editorial 49 francesa Scharbulé y luego la viuda de Scharbulé y luego los sucesores de la viuda de Scharbulé que estuvo constantemente mandando a México libros galicanos y liberales. Entonces tomaban y ahora por ejemplo al encontrarme aquí con las fuentes de Azpeitia, veo que se leyó ese famosísimo de liberalismo es pecado y luego a estos tribunos españoles, no es que haya dependencia, sino que hay una comunidad de los letrados que unos a otros se leen, se citan, dialogan o al revés, discuten y finalmente ya no sabe uno quien por eso dicen que, y con esto termino, ya estoy exagerando, que el día del juicio se van aclarar algunas cosas, cada hijo va a ir con su padre y cada libro con su autor y va a haber unas sorpresas verdaderamente extraordinarias. Presentador: Terminamos nuestra mesa con la entrega de los respectivos reconocimientos a los ponentes por parte del Rector de la Universidad Pontificia, el doctor Alfredo Vargas. Y también les informo que las conferencias que se han tenido tanto el día de ayer como hoy se encuentran en la versión estenográfica en la página Web de la Universidad Pontificia, cuya dirección es www.pontificia.edu.mx y ahí pueden acceder a esta versión estenográfica de las conferencias. Con esto concluimos el trabajo de este día, mañana lo reiniciaremos a las 9:30 de la mañana. Muchas gracias y buenas noches. -0o0o0-