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CLASE NÚMERO 4.
Artículo científico publicado originalmente en la revista "Enólogos" nº 39 (enero-febrero 2006).
EL CAMBIO CLIMÁTICO; UNA AMENAZA PARA NUESTRA VITIVINICULTURA
Fernando Zamora Marín
Unidad de Enología del Centro de Referencia en Tecnología (CeRTA).
Departamento de Bioquímica y Biotecnología.
Facultad de Enología de Tarragona.
Universidad Rovira i Virgili.
Estoy convencido de que todos nos hemos pl ant eado que l a l amentable abundancia de
des astres meter eol ógicos ocurri dos durante el pas ado año no es frut o de l a cas uali dad.
¿Acas o recor damos un año con un mayor número de desgraci as asociadas a los fenómenos
climáticos?. Sin duda, a esta percepción contribuye el he c ho de que el hur acán Katri na af ectó
a una i mportant e ciudad del primer mundo. El impact o mediático que s upuso ver las call es de
Nueva Orleáns asol adas por el agua, así como l a inoperancia del gobi er no de Georges W .
Bush par a pali ar los daños, nos mostró d e forma di áfana la auténtica fragilidad del s er
humano frente a la nat ural eza. Per o el Katri na no ha sido la única ni l a mayor catástrof e del
2005. Durant e todo el año nos han ll egado noticias de otros desastres que han provocado
daños inusitados por t odo el orbe, af ectando a paí ses con menores recursos y con mucha
menor presencia medi ática. No pret endo ser tremendi sta pero bast a con repas ar la pr ens a del
2005 para c ompr obar el cúmul o de desgr acias ac ont ecido.
Evi dent ement e, al refl exi onar s obr e estos hecho s, a todos no vi ene a l a ment e que su c aus a
esta rel acionada con el cambi o climático que est a pr ovocando l a frenética actividad industrial
de nuestra civili zaci ón. El concept o de cambio climático no es nada nuevo, sino que ya hace
muchos años que fue desc r ito por algunos científicos que en su momento fueron tac hados de
alarmist as. Hoy en dí a, por todos es conocido que el cons umo de combustibl es fósiles
provoc a un aument o de la conc entr ación de di óxi do de carbono y otros gases, los cuales, al
reflejar la radi ación que desprende el pl anet a, pr ovocan un efecto i nver nadero [4,5]. Hoy por
hoy, l as evidencias de que el cambi o climático comienza a afectar el clima planetari o son t an
irrefutabl es [2, 3, 5,6, 9,10] que hasta l os propi os pol íticos comi enzan a concienciar se de l a
gravedad del pr oblema. Fr uto de ell o son l os protoc olos de Kyot o, con los que se pret ende
limitar las emisiones de gases con efect o inver nader o. Estos acuerdos han sido suscritos por
la mayor parte de los país es, con la notabl e exc epci ón de los Es tados Unidos de América que
es, sin lugar a dudas, el mayor emisor de dióxi do de carbono (24 % de t otal mundi al).
Ant e esta triste r eali dad, he consider ado int eres ant e abor dar en este artícul o la verdader a
magnit ud del cambi o climático e i ntent ar anali zar como puede af ectar a nuestra viti vi nicult ura
a lo l argo de l os próximos años.
En 1995 el Panel I nter guber nament al sobre el Cambi o Climático (IPCC), tr as analizar l as
evi denci as acumuladas durant e los últimos años, pr edi jo que durante el siglo XXI el clima
planetari o sufrirá grandes cambi os [6] como consec uencia de l a ac umulación de dióxi do de
carbono y otr os gases con ef ecto i nver nadero [ 4]. Evi dent ement e, la evoluci ón del cambi o
climático depender á en gran medi da de cómo evol ucione l a emisi ón de CO 2 durante l os
próximos años. Por est a r azón, el IPCC ha considerado diversos escenari os en función de
cómo s eamos capaces de l imitar el c ons umo de combustibl es fósiles y de l a tec nol ogía que s e
emplee par a l a obt ención de la ener gí a [6]. La Figura 1 muestra las predicciones del IPCC
sobre la evoluci ón de l a concentración atmosférica de di óxi do de c arbono durant e el present e
siglo. Los dat os son verdader ament e escalofri ant es. En 1958, la c onc entr ación de CO 2 era de
315 ppm. Actualment e es de 370 ppm, y en el mejor d e l os escenarios imaginables,
llegaremos de una concent ración s uperior a las 500 ppm ant es de fi nali zar el siglo. En la peor
de l as casuísticas anali zadas, se llegarí a a c asi triplicar la concentraci ón actual.
Figur a 1. Evol uci ón de l a concentraci ón atmosf érica de CO 2
Adapt ado de IPCC [5]
La Figura 2 muestra l as cons ecuenci as de esta acumul ación de dióxi do de carbono sobre el
increment o de la temperat ura medi a de la tierra. Como se puede ver, la t emperat ura medi a
aumentó 0, 6 ºC dur ante el siglo XX en el conjunt o del mundo y esta pr evist o que se eleve otr o
grado centígr ado en el 2050 y más de 2 ºC en el 2100, en el mejor de l os escenari os
previstos. En el peor, l a temperat ura media aument ar ía en más de 2 ºC en el 2050 y en más
de 4 ºC en el 2100 [ 6]. Es nec esario s eñal ar que estos son dat os medios r eferi dos al conjunt o
del pl anet a y que l os efectos del cambi o climático pueden ser más pat ent es en al gunas
zonas. Tal es el c aso de l a pení nsula i bérica donde el aumento de las t emper aturas dur ante el
pas ado sigl o fue de 1,5 ºC y donde est a pr evist o que las temper atur as aument en por encima
de l a medi a mundi al.
Figur a 2. Evol uci ón de l a temperat ura media de l a Tierra
Adapt ado de IPCC [5]
Las consec uencias del aumento global de l a temperatur a de l a tierr a, tal y como ya se ha
comentado, ya se comienzan a percibir, y repercuti r án enor memente en infi nidad de as pect os
que af ectan a nuestra vida cotidi ana. Qui zás el más evidente será el del aument o del ni vel del
mar. Una mayor temperatura implica una mayor vel ocidad en l a descongelaci ón de las
grandes masas de hi elo conti nent ales, árticas y ant árticas [3, 5, 9]. Se ha c alculado que el
total des hiel o de Groenl andia c omport aría un aument o del nivel del mar de 7 metros y que el
des hiel o compl eto de la t ierra provoc aría un aumento del ni vel del mar superior a los 70
metros [3, 5,16]. Afor t unadament e, las previsiones son bastant e más modest as y se mueven,
según el I PCC [ 6], entr e 0,5 y 1 metr o a fi nales de s iglo ( Figura 3). Aún así, un aumento de
del ni vel del mar como el descrito afect ará enormement e a zonas como el Delt a del Ebr o, la
Manga del Mar Menor y Doñana, por citar tan sol o al gunos ejemplos.
Figur a 3. Evol uci ón del ni vel del mar
Adapt ado de IPCC [5]
No obstant e, en este punt o existen ciertas discrepancias debi do a la dificult ad de establ ecer
model os pr edicti vos sobre la fut ura f usión de l as grandes masas de hi el o [3, 15, 16]. De hec ho
algunos autor es afirman que el ni vel de las aguas del mar cr ecerá hasta los 5 metros durante
los pr óximos 100 años [ 15,16]. Las consecuencias de semejant e aument o del ni vel del mar
pueden ser tr emendas, ya que importantes zonas de tierr a serían compl etament e cubi ertas
por el mar. Se ha c alcul ado que un aument o de 5 metros en el ni vel del mar generarí a 150
millones de ref ugiados que huirí an de sus tierras anegadas.
Por otra parte el cal entamiento gl obal del pl anet a conll evar á un aument o de l os ries gos
asociados a fenómenos climáticos extremos. Habr á más olas de calor e i nundaciones, la
incidenci a de l os hurac anes, ciclones y tif ones aumentar á en ci ertas zonas del pl anet a,
mientras que en otr as la sequí a y l a des ertización ser án i nevit abl es [6].
A pesar de estas gr aves amenazas, es necesar io señal ar que desgraci adament e l os
prot ocol os de Kyot o no se están cumpli endo y que l as previsi ones sobr e las fut uras emisi ones
de gas es con efect o invernader o a l a at mósfera son pesimistas. La progresi va
industriali zaci ón de China e India han disparado el consumo de c ombustibl es fósiles, y el
principal r esponsable de l as emisi ones de CO 2 , los Estados Uni dos, no par ec e estar por la
faena.
Ciertament e, las consecuencias del cambi o climático sobre l a agric ultur a en general [2, 6,10] y
sobre l a vitivi nicult ura en particular [ 1,7 - 8,11-14, 16- 17] serán tambi én de gr an i mportancia.
La primera infl uenci a dir ec ta del c ambio climático sobre l a agricultur a ser á evident ement e l a
disminución de terr eno cultivabl e asociada al creci miento del ni vel del mar. En el ámbito
vitícola, al gunos viñedos serían liter alment e i nundados si el i ncremento del nivel del mar
alcanzase l os 5 metr os, como consi der an l os pronósticos más pesimistas. Tal es el caso de
algunos de los más celebres vi ñedos de Bur deos como Chât eau Lat our y Château Lafite
Rot hschild [16]. Otros afamados viñedos Bordeleses, como Cos d’Est urnel o PichonLongueville verían ac ercarse tant o l as aguas del Atlántico que estarí an lit er alment e a s us
orillas. En s u conjunt o, el viñedo de Bur deos serí a pr obablemente el más per judicado por este
fenómeno, per o no el único. Así, los vi ñedos de Nantes (Fr anci a), Colares (Port ugal),
Car ner os (USA), Gr eat Southern (Australi a) y part e del vi ñedo Neozel andés también se verí an
afectados [16].
Por otra part e, el cal entamient o gl obal del pl anet a est a despl azando l as zonas de cultivo de l a
vid. Se ha calc ulado qu e l os límites septentrional es de su c ultivo s e des plazan a un ritmo de
entr e 10 y 30 km por década y que esta vel ocidad de despl azamient o se duplicará entre el
2020 al 2050 [ 9]. Esto qui ere decir que al gunas zonas vitíc olas dejarán de tener las
condiciones climáticas adecuadas para el c ultivo de Vitis vinífer a, mi entr as que otras, en las
que jamás había habi do vi d, podrán comenzar a c ulti varl a. Se ha postul ado que la vid podría
ser cultivada en breve en algunas zonas de I ngl at erra. Asimismo, al gunas zonas p roductor as
en las que se el abor an t radicionalment e vi nos bl ancos, como la mayor parte del vi ñedo
alemán, podrían pl antearse en los próximos años l a elaboración de vinos tint os [7,13].
Per o, no podemos suponer que el cambi o climático es un probl ema del fut u r o. La reali dad
muestra que ya ha ll egado al viñedo eur opeo. Los trabajos del prof esor Gregor y Jones de la
uni versidad de Or egón son, en este s enti do, muy il ustrativos [7]. Tras anali zar, medi ant e un
rigur oso estudi o estadístico, cual es la t emper atur a med ia óptima para l a obtención de vi nos
de cali dad en di versas zonas productoras, el pr ofes or Jones propone c ompar ar esta
temper atur a óptima con l a temper atur a medi a actual y la fut ura. La Tabla 1 muestra los
resultados de este estudi o. Una vez más s e constat a la r eali dad del c ambi o cli mático, ya que
las temperat uras medi as entre l os años 1950 -89 son en t odos l os casos i nferi ores a l as del
peri odo 1990- 99. Est e aument o de la temperat ura media ha favorecido la cali dad de los vinos
en todas las zonas, con la úni c a exc epción del Vall e del Rhi n, debi do a que l a temper atur a
media s e ha aproximado a la t emper atur a óptima. Es un hecho f ácilmente constatable que la
calidad media de l os vi nos en un s enti do gl obal ha mejorado durante los últimos años. En
muchos cas os se puede at ribuir esta mejorí a a l a implant ación de nueva y mejor tec nol ogía,
así como a la pr ogr esiva incorporaci ón de enól ogos al pr oceso producti vo. No obstante,
tambi én puede considerar se que esta tendencia ha coincidi do con un periodo en el que l as
temper atur as más elevadas han favorecido l a correcta madur ación de l a uva [7]. En est e
senti do puede afirmarse que el cambi o climático ha jugado hast a l a f echa un cierto ef ecto
positi vo sobr e la cali dad de l a uva. Si n embargo, las pr evisiones fut uras no son tan
hal agüeñas. Como s e puede ver en la Tabl a 1, el calentami ento pr evist o para el peri odo
2000-49 oscila entre 0,9 y 1,4 ºC, lo que alejaría a la mayor part e de los viñedos de su
temper atur a óptima. En el caso concret o de l a Rioja, el únic o ejemplo español a nalizado en
este est udi o, la t emper atura media s e situarí a a mediados de sigl o en 19, 4 ºC, lo que s ería
casi dos grados superi or a la temperat ura óptima. Muy probabl ement e estas conclusiones
pueden ser extr apol adas a la mayor parte del vi ñedo español.
Tabla 1. Incidenci a del cambio climático sobr e la t emper atura de diver sas zonas
productoras europeas
Temperatura (ºC)
Óptima
V. del Rhin
Alemania Mosel-Saar
Alsacia
Medias
Diferencia Aumento
actual
2000-49
1950-89 1990-99
Media a mitades
del siglo XXI
Diferencia
futura
13,9
15,6
13,7
14,7
12,9
12,9
15,5
13,4
13,8
1,6
-2,2
0,1
0,9
0,9
0,9
16,4
14,3
14,7
2,5
-1,3
1,0
Francia
Champagne
V. del Loira
Burdeos
V. del Ródano
15,0
16,7
17,4
18,9
14,3
15,2
16,2
18,1
15,0
15,8
17,5
18,8
0,0
-0,9
0,1
-0,1
0,9
0,9
1,2
1,2
15,9
16,7
20,0
20,0
0,9
0,0
1,1
1,1
España
Rioja
17,5
16,3
18,1
0,6
1,3
19,4
1,9
Italia
Barolo
18,8
17,5
18,6
-0,1
1,4
20,0
1,3
Adapt ado de Jones et al. (2005) [ 7]
Del ant e de un panor ama como el descrito, pode mos pregunt arnos cual es serán l as
consec uencias del cambio climático sobr e la cali dad de nuestros vi nos y cuales deberí an ser
las estrat egi as encami nadas a pali ar sus pr evisi bles efectos negativos.
El pri ncipal probl ema resulta bastante evi dent e. La tenden cia general, ya constatabl e en l a
actualidad, apunta a que cada año que pas e las pri maver as sean más secas y los ver anos
más cálidos. Ant e estas circunstancias climáticas, la pul pa de la uva madurar á más rápido,
alcanzando alt as concentr aciones de azúcar, bajas concentraci ones en ácidos y un pH muy
alto en menor tiempo que en la act uali dad. El periodo compr endi do entr e el envero y la
madur ez i ndustrial dismi nuirá, l o que dific ultar á que nuestras uvas alc anc en l a corr ecta
madur ez ar omátic a y f enóli ca [18,20] . Para r esumirl o en pocas pal abr as, que el desf ase entr e
la madurez de l a pul pa y la madur ez de las pi el es y semill as se acrecent ará.
El mercado actual de vinos, especi alment e el angl osajón, que es el que tradicionalmente
marca l a paut a, val ora s obr e t odo aquellos vinos que pres ent an gr an concentración y
armoní a, especialment e en el cas o de los vi nos tintos. La c onc entr ación se puede obt ener
control ando l as pr oducciones vitícol as y aplicando las adecuadas t écnicas de vinificación. No
obst ant e, si s e des ea c onseguir simult áneament e vinos compl ejos y ar mónicos, es
indis pensable trabajar con uva que pos ea un ni vel de madur ez aromática y f enóli ca realmente
elevado [20]. Por desgrac ia, en las condiciones climáticas actual es, muchas de las zonas
product oras de nuestro país han de buscar una ci erta sobr emadur ación de la uva par a poder
elaborar vi nos como los descritos, lo que comporta el inconveni ent e de que se alcancen
grados alcohólicos exc esivamente elevados. Por esta razón, el gr ado medi o de los vi nos
tintos es pañoles ha aumentado continuadament e dur ante l os últimos años, y t ambién por este
motivo, l a mayor parte de los vi nos tintos de alta expresi ón elaborados en nuestro país
sobrepasan los 14 grados de alcohol.
Evi dent ement e, si esta es la situación actual, en el fut uro más inmedi at o esta tendencia
tenderá a acent uarse progresivament e a medida que el cambio climático pr ospere. Por est a
razón, debemos ser consc ient es del pr obl ema y trat ar de adapt arnos lo mejor posi ble a la
nueva situación [ 11] .
Result a evi dent e que l os vinos de alt a gr aduación pr esentan al gunos inconvenientes de
mercado y bastantes dificultades y/o problemas asociados a su el abor ación. A conti nuación
se detall an l os más evi dent es.
Probl emas de mer cado:



Algunos países gr avan fiscalment e los vinos de alt a graduaci ón.
El exces o de alcohol puede af ectar l a cali dad aromát ica del vi no, es peci alment e si la
temper atur a de ser vicio no es la adecuada.
La pres enci a de un alt o grado alcohólic o en eti quet a suele des ani mar a ciertos
pot enciales consumidores.
Probl emas asociados a su el aboración:




La li mitaci ón del gr ado alcohólic o puede obli gar nos a vendimiar uva con una
insuficiente madurez fenólica y/o ar omátic a [18].
La compl eta fi nalización de l a f erment ación alcohóli ca es en ocasiones compl icada
debi do a un exc esivo cont enido en alcohol [ 19].
Si hay dificult ades en la fi nali zación de la f erment ación alcohólic a, los vi nos pueden
alcanzar una aci dez vol átil exc esiva [19].
El des arroll o posterior de l a ferment ación mal ol áctica, en caso de ser conveni ente , es
tambi én complicado debi do al exc esivo grado alcohóli co.
El cambio climático es una reali dad hoy por hoy irr ebati ble y c omo enólogos, debemos estar
prepar ados para afr ont ar los problemas que comi enzan a plant earse y que se acrecent arán en
el fut ur o. E vi dentement e, des de las bodegas no podemos remediar un pr oblema que r equi ere
soluciones dr ásticas y gl obales que t an sól o l a ONU y los gobier nos pueden abordar. Aún así,
podemos tr atar de abor dar prof esional mente la situac ión y buscar s oluciones a l os prob l emas
descritos.
La s olución de este conjunto de probl emas asociado al creci ent e desfas e ent re la madur ez
industrial y l a madur ez fenólica y/o ar omática no es evi dente ni fácil. Por consigui ente
debería s er abordada multidisciplinariamente y bajo diferente s estrat egi as. A continuación se
det allan algunas i deas que creo que deberí an ser c onsideradas.
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
Estudi o de las vari edades que mejor se adapt en al edafoclima, para de este modo
poder sel eccionar aquellas que pr esenten una mejor madur ez fenólica y/ o ar omátic a
con una menor gr aduación alcohólic a pr obable.
Par a cada variedad vi nífer a reali zaci ón de la sel ección de l os clones más adaptados a
un edaf oclima progr esivament e más cálido y seco.
Adapt ación de l as técnicas de conducción del vi ñedo desti nadas a conseg ui r una
mejor maduración fenólica con un menor grado alcohólico probabl e.
Sel ección de levaduras c on un menor rendimi ento de tr ansf ormaci ón de azúcar en
etanol.
Adapt ación de l as técnic as de vinific ación para evitar las paradas de f erment ación.
Diseño de técnic as de el aboraci ón y de crianza de los vinos tint os que permitan
suavizar l a dur eza de l os taninos en el caso de que la uva vendimi ada no esté l o
suficient ement e madur a.
Diseño y aplicaci ón de téc nicas par a la dismi nuci ón de la concentraci ón de azú cares
en l os most os y par a la desalcoholi zaci ón parci al del vino.
En s u conjunt o, estas son tan sól o al gunas i deas que podrí an ser adecuadas para tr atar de
pali ar los previsibl es efect os del cambi o climático sobr e Vitis vinífera dur ant e los próximos
años. No obstant e, la ver dadera sol ución implica un cambio gl obal en l as estrategi as de
obt ención de l a ener gía a escala mundial. Los pr ot ocol os de Kyoto son un paso adelante,
per o pr obablement e serán insuficientes par a corregi r el calent amient o gl obal del pl an et a. No
des eo parecer al armista ya que deseo f ervi entemente que los grandes vinos del si glo XXII
sigan pr oduciéndos e en el mediterráneo y no en l os fi ordos de Noruega o en Si beria.
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AMV Edici ones/Mundi -Pr ensa, Madrid.
RESUMEN:
Sulzbach / Frankfurt, 10.08.2007
El uso y la combinación de los gases depende del carácter del vino y de las expectativas de los
consumidores. El dióxido de carbono es particularmente adecuado para el tratamiento de los vinos
rosados y blancos. Para vinos tintos se usa el nitrógeno. Los gases usados en el tratamiento de vinos se
dividen en dos grupos: El primero incluye gases inertes como el nitrógeno y el argón, que no reaccionan
con los componentes individuales del vino. El segundo incluye gases como el oxígeno y el dióxido de
carbono, que sí influyen en el carácter del vino.
El nitrógeno y el dióxido de carbono se aplican en la técnica de bodega. Ambos gases se usan de manera
separada o combinados. Sin embargo, el dióxido de carbono se disuelve mucho mejor en líquidos que el
nitrógeno
Todos nos hemos plante ado que la lame ntab le abundanc ia de desas tres metereológicos
ocurridos dur ante e l pas ado año no es fruto de la casualidad. ¿Acaso recordamos un año
con un mayor número de desgracias asoc iadas a los fenómenos climáticos?. El impacto
mediático que supuso ver las calles de Nueva Orleáns asoladas por el agua, así como la
inoperanci a del gobierno de Georges W. Bush para paliar los daños, nos mostró de forma
diáfana l a auténtica fragi lidad del ser humano frente a la naturaleza. Pero el Katrina no
ha sido la única ni la m ayor catástrofe del 2005. Durante todo el año no s han llegado
notic ias de otros desastres que han provocado daños inusitados por todo el orbe,
afectando a países con menores recursos y con mucha me nor presencia mediática. No
pretendo ser tremendista pero basta con repasar la prensa del 2005 para comprobar el
cúmulo de de sgracias acontecido.
Evidenteme nte , al reflexi onar sobre estos hechos, a todos no viene a la mente que s u
causa es ta relac ionada con el camb io climático que esta provocando la frené tica
activ idad ind ustri al de nuestra civ ilizac ión. El co ncepto de cambio cl im ático no es nada
nuevo, s ino que ya hace muchos años que fue des crito por algunos científic os que en su
momento fueron tachad os de alarmis tas . Hoy e n día, por todos es conocido que el
consumo de combus tib les fósiles provoca un aume nto de la concentración de dióxido de
carbono y otros gases, los cuales, al reflejar la radiación que desprende el plane ta,
provocan un efecto invernadero. Hoy por hoy, las evidencias de que el cambio climático
comienza a afectar el clima pl ane tario son tan irrefutables que has t a los propios
políticos comienz an a co ncienc iarse de la graved ad del problema. Fruto de ello son los
protocolos con los que se pretende lim itar las emis iones de gases con efecto
invernadero. Estos ac uerdos han sido suscritos por la mayor parte de los paíse s, con la
notable excepció n de los Estados Unidos de América que es, sin lugar a d udas, el mayor
emisor de dióxido de carbono (24 % de total mundial).
Ante esta tris te realidad, he cons iderado inter esante abordar en este artíc ulo la
verdadera magnitud del cambio c lim ático e intentar analizar como puede afectar a
nuestra vi tiv inicultura a l o largo de los próximos años.
En 1995 el Pane l I ntergubernamental sobre e l Cambio Climático (IPCC), tr as analizar las
evidencias acum ul adas d urante los últimos años, predi jo que durante el siglo XXI el
clima p lane tario s ufrirá grandes cambios como consecuencia de la ac umulació n de
dióxido de carbono y otros gases con efecto invernadero . Evidente mente , la evoluc ión
del cambio climático dependerá en gran medida de cómo evoluc ione la emisión de CO 2
durante los próximos años.
La primera infl uenc ia directa de l cambio climático sobre la ag ricultura será
evidentemente la dism inución de terreno c ultivab le asoc iada al crecim iento del nivel del
mar. En e l ámb ito vi tí cola, algunos viñ edos serían literalme nte inundados si e l
incremento del nivel del mar alcanz ase los 5 metros, como consideran los pronósticos
más pesim istas . Tal es el caso de alg unos de los más celebres viñedos de Burdeos como
Château Latour y Château Lafite Rothschild .
Por otra parte, el c ale ntamiento global del p lane ta esta desplaz ando las zonas de cultivo
de la vid. Se ha calculado que los l ímites septentrionales de su c ultivo se desplazan a un
ritmo de e ntre 10 y 30 km por década y que esta veloc idad de desplazam ient o se
duplicará entre el 2020 al 2050. Esto quiere decir que algunas zonas vitícolas dejarán
de tener las condic iones climáticas adecuad as para el cultivo de Vitis viníf era , mientras
que otras, en l as que j amás habí a habido vid , podrán comenzar a cultivarla . Se ha
postulado que l a vid podría ser cultivada en br eve en algunas zonas d e Inglaterra.
Asimismo, alg unas zonas productoras en las que se elaboran tradic ionalmente vinos
blancos, como la mayor parte del viñedo alemán, podrían plantearse en los próximos
años la elaboració n de vinos tintos.