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¿Qué son los valores? Autor: Thomas Williams Los valores humanos son aquellos bienes universales que pertenecen a nuestra naturaleza como personas y que, en cierto sentido, nos humanizan, porque mejoran nuestra condición de personas y perfeccionan nuestra naturaleza humana. La libertad nos capacita para ennoblecer nuestra existencia, pero también nos pone en peligro de empobrecerla. Las demás criaturas no acceden a esta disyuntiva. Un gato siempre se comportará como un felino y no será culpado o alabado por ello. Nosotros, en cambio, si prestamos oídos a nuestros instintos e inclinaciones más bajas, podemos actuar como bestias, y de este modo, deshumanizarnos. Boecio, el filósofo y cortesano del siglo V, escribió: El hombre sobresale del resto de la creación en la medida en que él mismo reconoce su propia naturaleza, y cuando lo olvida, se hunde más abajo que las bestias. Para otros seres vivientes, ignorar lo que son es natural; para el hombre es un defecto. Si no descubrimos lo que somos, tampoco descubriremos qué valores nos convienen. Cuanto mejor percibamos nuestra naturaleza, tanto más fácilmente percibiremos los valores que le pertenecen. ALIMENTACIÓN Y NATURALEZA Hay una diferencia entre los valores humanos en general y nuestros propios valores personales. El concepto de valores humanos abarca todas aquellas cosas que son buenas para nosotros como seres humanos y que nos mejoran como tales. Los valores personales son aquellos que hemos asimilado en nuestra vida y que nos motivan en nuestras decisiones cotidianas. Podríamos comparar la diferencia entre los valores humanos en general y los valores personales con la diferencia que hay entre ciertas comidas y su respectivo valor nutricional para el cuerpo humano. La nutrición es para el cuerpo lo que los valores son para la persona humana. El cuerpo humano tiene sus requerimientos: algunos alimentos son muy nutritivos; otros complementan la alimentación; otros son al menos tolerables en pequeñas cantidades. Todos necesitamos una alimentación balanceada en vitaminas, fibra, minerales y proteínas para mantener una buena salud. Algo parecido sucede con los valores humanos: nos nutren, nos benefician como seres humanos en diversa medida. Así tenemos toda una gama de valores culturales, intelectuales y estéticos que promueven nuestro desarrollo humano y enriquecen nuestra personalidad. Cuando se habla de la nutrición corporal hay espacio para las preferencias personales. Entre comer coliflor, chícharos o judías verdes, cada uno puede escoger a su gusto; el número de calorías apenas varía. Nuestro organismo asimilará estos alimentos y se nutrirá más o menos igual. Se insiste, más bien, en que la dieta sea balanceada. El organismo cubre tus necesidades y se mantiene en forma en la medida en que el alimento es sano y la dieta equilibrada. En la esfera de los valores humanos se requiere también un equilibrio y que cada uno de los valores, tomado individualmente, sea saludable. Así como ciertos alimentos son esenciales y otros sólo sirven para adornar algún platillo, así también los valores tienen una jerarquía, según favorezca más o menos nuestro desarrollo humano. Una porción discreta de pastel de zanahoria con helado de vainilla es un excelente postre para una comida familiar, pero no se nos ocurriría comer pastel y helado tres veces al día y terminar con una discreta porción de carne con papas. Nuestro organismo no lo soportaría (nuestra línea tampoco). Los valores humanos también pueden ordenarse y clasificarse de acuerdo con los beneficios que nos proporcionan. Algunos son esenciales; otros son más periféricos. UNA JERARQUÍA DE VALORES Entre los valores objetivos existe una jerarquía, una escala. No todos son iguales. Algunos son más importantes que otros porque son más trascendentes, porque nos elevan más como personas y corresponden a nuestras facultades superiores. Podemos clasificar los valores humanos en cuatro categorías: 1) valores religiosos, 2) valores morales, 3) valores humanos inframorales y 4) valores biológicos. 1. Los valores biológicos o sensitivos: No son específicamente humanos, pues los compartimos con otros seres vivos. Entre ellos están la salud, el placer, la belleza física y las cualidades atléticas. Desafortunadamente, muchos ponen demasiado énfasis en este nivel. No es raro escuchar frases como ésta: Mientras tenga salud, todo lo demás no importa. Según esto, uno lo pasaría mejor siendo un saludable jefe de la mafia que un enfermizo hombre de bien. No eres más persona porque seas sano o bien parecido. Eso no aumenta tu valor. 2. Los valores humanos infra-morales: Son específicamente humanos. Tienen que ver con el desarrollo de nuestra naturaleza, de nuestros talentos y cualidades. Pero todavía no son tan importantes como los valores morales. Entre éstos están los intereses intelectuales, musicales, artísticos, sociales y estéticos. Estos valores nos ennoblecen y desarrollan nuestro potencial humano. 3. Los valores morales o éticos: Son superiores a los ya mencionados. Esto se debe a que tienen que ver con el uso de nuestra libertad, ese don inapreciable y sublime que nos permite ser constructores de nuestro propio destino. Estos son los valores humanos por excelencia, pues determinan nuestro valor como personas. Incluyen, entre otros, la honestidad, la bondad, la justicia, la autenticidad, la solidaridad, la sinceridad y la misericordia. Cada valor apoya y sostiene a los demás; juntos forman esa sólida estructura que constituye la personalidad de un hombre maduro. 4. Los valores religiosos: Hay todavía un cuarto nivel de valores, el más elevado, que corona y completa los valores del tercer nivel, y que nos permite incluso ir más allá de nuestra naturaleza. Son los valores religiosos. Éstos tienen que ver con nuestra relación personal con Dios. El mundo de hoy pasa por alto un hecho muy sencillo: la persona humana es religiosa. Aunque seguramente será difícil encontrar esta afirmación en un texto de sociología, no ha habido en la historia una sola sociedad que no haya sido religiosa. Preguntar por la existencia de Dios es algo que está íntimamente unido al por qué de la existencia humana. Buscamos de forma natural la trascendencia, porque es lo que da sentido y significado a nuestra vida sobre la tierra. Si el hombre cultiva los valores religiosos con tanta tenacidad, es porque ellos corresponden a la verdad más profunda de su ser. Ciertas cosas son buenas para nosotros porque nos ayudan a alcanzar nuestro fin u objetivo. Si acertamos a descubrir a dónde vamos como hombres, cuál es nuestro objetivo, podremos entonces saber qué es bueno para nosotros en ese sentido. ¡Vence el mal con el bien! Valores morales para distinguir lo bueno de lo malo en la adolescencia ¿Qué se debe hacer para que un adolescente desarrolle valores morales y sepa distinguir entre lo bueno y lo malo? Todos queremos que las nuevas generaciones desarrollen el respeto y la compasión por otras personas. Queremos que sean honestos, decentes y considerados-que sepan defender sus principios, cooperar con otros y actuar responsablemente. Queremos que tomen decisiones morales. Las recompensas que otorga infundir los valores morales de un jovencito son enormes: los muchachos que crecen con valores fuertes, consistentes y positivos son más felices, se destacan más en sus estudios y están más propensos a contribuir más a la sociedad. 1. Hablar con los adolescentes sobre los buenos valores Así como los niños necesitan ser guiados académicamente, también deben ser educados en los valores de una sociedad civil-valores como amar al prójimo; el dinero hay que ganarlo con un trabajo honrado; decir la verdad y ser honesto; respetar a los demás, respetar su propiedad y respetar sus opiniones; y asumir responsabilidad por las decisiones que uno toma. En palabra y en hechos, los padres juegan un papel importante ayudando a sus hijos a distinguir entre lo bueno y lo malo y entre lo correcto y lo no correcto. Muchas de las amenazas a nuestros hijos hoy en día no por casualidad suceden, si no porque así lo escogieron. Acciones tales como beber alcohol y manejar, fumar, consumir drogas, entrar en la actividad sexual y dejar el colegio. Son el resultado de una decisión sin perspectiva, sin reflexión sobre las consecuencias que estas traen y dejan entrever la falta de preparación de los jóvenes para enfrentar los retos cotidianos Las investigaciones indican que los jóvenes que ejercen un comportamiento riesgoso tienen más probabilidad de ejercer otros, por lo tanto los padres deben ayudar a sus hijos a entender los riesgos y las consecuencias potenciales de sus decisiones no sólo en el futuro inmediato si no durante toda la vida. Afortunadamente la mayoría de los jovencitos comparten los valores de sus padres en sus aspectos más importantes. Sus prioridades y principios, así como su buen ejemplo pueden enseñar a los adolescentes a tomar el camino correcto a pesar de que el camino fácil sea muy tentador. De esta manera se pone de manifiesto la importancia de la imagen y el ejemplo del adulto en la formación de los jóvenes. Estas son algunas formas que usted les puede ayudar a los adolescentes a desarrollar valores morales: Si usted persiste en terminar una tarea difícil, los jóvenes estarán más inclinados a terminar su tarea y sus deberes. Cuando usted se niega a beber alcohol antes de manejar, usted da ejemplo. Cuando usted acepta una pérdida en una competencia con gracia, los jóvenes aprende que el ganar no es el todo. Si los jóvenes ven que los adultos se tratan con respeto, este es el ejemplo que llevará consigo en sus relaciones y en su matrimonio. Cuando los jóvenes ven que sus padres o las personas que los forman aprecian a las personas de todas las razas y religiones, es más probable que tenga amistades diversas. Cuando usted le señala a la cajera que le entregó vuelto de más, los jóvenes ven cómo funciona la honestidad en acción. Si usted acepta los fracasos como parte íntegra de la vida, si usted se levanta y sigue adelante, es más probable que los jóvenes a sobrevivir las penas de la vida. Si usted tiene la capacidad de reírse de sus propios errores, los jóvenes serán más capaces de aceptar sus imperfecciones. El Dinero En La Adolescencia La actitud de los adultos ante el dinero y las posesiones también moldean las actitudes de los niños y los jóvenes. Si usted cree que su valor y el de otros se define en términos materiales, como los carros, las casas, los muebles y ropa bonita, es más probable que su hijo adopte las mismas actitudes. Es muy importante cumplir con las necesidades de los jóvenes, pero debe guiárseles para que sepa discernir la diferencia entre lo que necesita y lo que quiere. La chaqueta de cuero cara que tiene que comprar puede ser una buena compra, si tiene los fondos. Darle la responsabilidad del dinero a través de una mesada le puede ayudar a comprender a los jóvenes el valor del dinero. Usted decide cuánto le da tomando en cuenta sus recursos, la edad del muchacho y qué gastos se supone que cubra con esta cantidad (almuerzos, ropa, donativos para la iglesia, entretenimiento y otras cosas). Una mesada permitirá que su adolescente aprenda a ahorrar y a gastar el dinero con sensatez. La Calidad De La Información Para Los Adolescentes Naturalmente que los adultos quieren compartir información y dar consejos que encuadren con sus valores morales y religiosos. Los expertos en desarrollo infantil nos dicen que los adultos generalmente son más adeptos a dar información sobre los detalles biológicos reproductivos que en hablar sobre lo que más importa: los valores que gobiernan sus actitudes sobre la sexualidad. Para poder tomar buenas decisiones los adolescentes necesitan tener información confiable sobre "los detalles de la vida" que también considere los valores de la familia. En algún momento los padres y adultos se sentirán desalentados y frustrados mientras sus los jóvenes se enfrentan a la adolescencia. ("No puedo creer que mi hijo haya hecho algo tan estúpido y desconsiderado. ¿Qué hice mal?") En general, no es necesario el pánico cuando los muchachos se comporten de una manera que contradice sus normas-siempre y cuando no lo haga con regularidad. El mal comportamiento debe reconocerse y enfrentarse. Pero en estos momentos, hay que recordar nuestros propios tropiezos como adolescentes-y la mayoría de nosotros acabamos bien, ¿Oh no? REFLEXIONEMOS: El hombre pretende siempre trascender su existencia, descubriendo el sentido de su vida, está en búsqueda del sentido que se manifiesta en la elección y adhesión personal a unos determinados valores. EVALUAR COMO ESTA MI COMPROMISO CON RELACIÓN A LOS SIGUIENTES VALORES Marque frente a cada sub valor, con veracidad, su nivel de conocimiento, estimación y práctica de dicho valor. Entendiendo que 1 es el nivel mas bajo y 5 su nivel más alto. Al final escriba su conclusión sobre este ejercicio. VALOR Orden Laboriosidad Responsabilidad Sub - valor Normatividad Organización Focalización Armonía Belleza Coraje Constancia Esfuerzo Servicio Entusiasmo Reflexión Autodisciplina Cumplimiento Autocontrol Veracidad Autenticidad Integridad Honestidad Humanismo Respeto Tolerancia Encuentro Compromiso Solidaridad Bondad Liderazgo Generosidad Compartir Cooperación Participación Amabilidad Compasión Prudencia Fortaleza Obrar con fe Alegría Conozco su significado 1 2 3 4 5 Estimo este valor 1 2 3 4 5 Lo práctico siempre 1 2 3 4 5