Download a filosofía como herramienta para salir de la
Document related concepts
Transcript
La filosofía como herramienta para salir de la caverna Jofra Montesdeoca Nuez 2º Bachillerato B Desde el origen, el ser humano se ha preguntado sobre el porqué de prácticamente todas las cosas. Son muchas las personas que se han preguntado por el porqué de su existencia, de donde vienen, a donde van, cual es el sentido de la vida, que hay más allá de la muerte... Desde que el ser humano tiene uso de la razón, ha sido un gran filósofo. La filosofía, el uso de la razón, ha hecho que la especie humana progrese en todos los campos de la sabiduría, lo que ha hecho necesaria la división del conocimiento en diferentes ramas como pueden ser la física, la química, las matemáticas... Sin embargo, actualmente existen personas que piensan, erróneamente, que la filosofía ya no es útil y olvidan que todos los tipos de saber, que todo el conocimiento, proviene del mismo lugar: del amor a la sabiduría. No obstante, es necesario reconocer que la especialización del conocimiento en diferentes áreas conlleva a que la filosofía pierda parte de su utilidad. Pero más allá de la física, las matemáticas, la música o la química, existen una serie de campos por los cuáles la filosofía sigue siendo necesaria, tales como la política, la ética y la moral. Con la aprobación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), la filosofía se reduce en casi un 75%, lo que conlleva la pérdida de la obligatoriedad en asignaturas como Educación para la Ciudadanía o Educación ÉticoCívica. Por tanto, los futuros alumnos no obtendrán esa serie de valores que no se aprenden estudiando materias puramente técnicas. Y es aquí donde claramente se puede observar la utilidad de la filosofía. Imaginemos a un brillante alumno que sólo ha cursado asignaturas propias de la filosofía en 1º de Bachillerato. Éste acaba su carrera con muy buena nota y se convierte en un gran arquitecto o ingeniero. Imaginemos que le surge la posibilidad de construir un edificio para una empresa muy importante. Para ello, se le proporciona una gran cantidad de dinero, que puede utilizar para lo que crea conveniente siempre que acabe la obra que se le pide. A nuestro arquitecto se le ofrece la posibilidad de invertir en materiales ecológicos y en energías renovables, pero con esta inversión se le agotaría el dinero que le proporciona la empresa. En cambio, si utiliza recursos no renovables y no tiene en cuenta el impacto medioambiental que puede tener el uso de materiales contaminantes, le sobraría una parte importante del dinero que se podría quedar. Recordemos que nuestro personaje no ha recibido ningún tipo de educación ética o moral. ¿Qué creen que hará nuestro arquitecto? De aquí podemos extraer una nueva pregunta: ¿de qué nos sirve tener una sociedad bien formada, si solo será competitiva y no se preocupará por el bien común sino por el particular? En este sentido, la filosofía favorece al desarrollo de una sociedad más justa. Además, posibilita el desarrollo del pensamiento crítico de cada uno, permite que seamos capaces de pensar por nosotros mismos y actuar en consecuencia de nuestros propios valores para no limitarnos así a aceptar lo que se nos dice, sino cuestionarnos sobre el asunto planteado para poder valorar libremente y con criterio propio. De esta manera, la filosofía nos proporciona la posibilidad de participar en la mejora del Estado, y no ser esclavos del mismo. Mediante el desarrollo del pensamiento crítico se evita la manipulación de la sociedad, que, al igual que los esclavos del Mito de la Caverna de Platón, vive engañada en otra realidad. Eso es lo que quiere el Estado, una sociedad teóricamente formada que no se detenga a juzgar los acontecimientos y simplemente se limite a obedecer. Existe la posibilidad de que la sociedad salga de la caverna, pero para ello necesita unas herramientas concretas, y con la desaparición de la filosofía, desaparece la herramienta principal para la salida. En pocas palabras, la filosofía sigue siendo útil en la actualidad, simplemente hay que saber valorarla y estar dispuesto a salir de esa caverna en la que el Estado quiere que permanezcamos.