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Aportes: Revista de la FE-BUAP, Año VIII, Núm.24 Ene-Abril 2004 Capital social y tercer sector en diversos escenarios mundiales ¿Binomio dinamizador de recursos intangibles hacia el desarrollo de lo global? Notas para un debate Danú Alberto Fabre Platas Resumen En el artículo se busca aportar elementos que sirvan al debate de un binomio conceptual que en estas fechas se torna de frontera: Capital Social-Tercer Sector, con la idea de participar en la construcción de estos referentes analíticos. El documento contiene en su primera parte una serie de referentes teóricos que orientan la lectura, más adelante hace mención a las diversas investigaciones empíricas desarrolladas empleando la teoría como parte de su marco conceptual (pensadas desde el territorio “distante” y, de manera más particular, en los escenarios latinoamericanos, e incorporando mas adelante algunos referentes en México). Finalmente, muestra una serie de afirmaciones (anotadas aquí en términos hipotéticos), resultantes de la contrastación de estas diversas experiencias, con la idea de convocar de manera colegiada a una reflexión posterior en torno a la temática abordada. Social capital and third sector in diverse world-wide scenes Binomial dinamizator of intangible resources towards the development of the glocal? Notes for a debate In the article I want to add elements that serves to the debate as a conceptual binomial that in these dates becomes of border: Social- Third capital Sector, with the idea of participate in the construction of these analytical referring. The document contains in his first part a series of referring theoreticians who leads the reading, more ahead does mention to the diverse developed empirical investigations using the theory as it leaves from his conceptual frame (thought From the far territory and, of more particular way, in the Latin American scenes, and incorporating ahead some referring in Mexico). Finally, it shows a series of affirmations (written down here in hypothetical terms), resultants of the contrast of these diverse experiences, with the idea to summon in a college way to a reflection around the boarded thematic. [ 19 ] 20 A manera de introducción1 El concepto de capital social ha resurgido recientemente en distintos ámbitos disciplinarios y en diversos contextos internacionales, como una forma innovadora de aproximación para abordar las conexiones mencionadas y analizar, desde este marco, algunas de las fuerzas sociales que interactúan con los procesos de desarrollo (visión ampliamente gestionada por CEPAL y diversos organismos mundiales, sin dejar de lado en este ejercicio analítico a las organizaciones sociales que desde lo local plantean una estrategia similar). Por ello el capital social no puede ser analizado desde la unidireccionalidad disciplinar, sino que se tiene que revisar a la luz de la interdisciplinariedad y, más aún, desde los escenarios multireferenciales, en donde se localizan las interacciones sociales y culturales del Tercer Sector. Desde el terreno de lo teórico, pero en estrecha relación al capital social, Alain Touraine [citado por Castillo, 2001], advierte que lo esencial de la vida social está hecho de relaciones entre actores y solamente la combinación de sus esperanzas y sus luchas puede producir lo que hemos 1 Este documento forma parte de un trabajo mayor en proceso de elaboración, efectuado de manera colegiada en el marco de un Seminario interno desarrollado en coordinación con el Dr. Carlos Rodríguez Solera y un grupo sumamente inquieto de alumnos de Maestría y Doctorado en Educación en esta Universidad. En este sentido, es oportuno dar gracias a la búsqueda de información y los comentarios siempre acertados de dicho grupo. Sumo en este agradecimiento a Martha Cruz González, lectora de la versión final de este texto; en verdad que todos ellos enriquecieron fuertemente las ideas aquí contenidas. DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS denominado desarrollo; es decir una cada vez más fuerte capacidad de acción de la sociedad sobre ella misma que produzca, en consecuencia, el éxito económico y una mayor participación social y política. Coincidiendo con esta idea, Coraggio [1998] afirma que la posibilidad de generar alternativas para enfrentar los efectos de la desestructuración de las bases productivas, en el marco de una concentración de riquezas y del aumento constante de pobreza en nuestra sociedad, está íntimamente vinculado a la capacidad de organizarse, plantear proyectos e iniciar propuestas que contribuyan a la creación del tejido social y económico, bajo la perspectiva de conseguir una economía popular. El llamado Tercer Sector, por su parte, es también un concepto de frontera que permite acercamientos pluridimensionales de las realidades posmodernas; generalmente asociable al de Sociedad Civil (que de acuerdo a Elizalde [2003], se funda en la idea de que existe una tercera esfera de la sociedad, además del mercado y el Estado, en la cual puede fincarse la democracia a través de la libre asociación y sobre la base sociológica de la interacción social. La democratización consistiría entonces en el fortalecimiento de la organización de los actores sociales y el control progresivo sobre el Estado y el mercado por parte de la sociedad). Tercer Sector es entendido aquí, en coincidencia justa con dicho autor, como un Sujeto Social sumamente activo que en las últimas tres décadas ha ido desarrollando procesos de afirmación y constitución como actor social y que actualmente: emite juicios globales, fiscaliza los gobiernos, crea opinión pública, moviliza recursos, genera CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES redes de información, sistematiza sus prácticas, administra sistemas de gestión y producción de conocimientos, socializa sistemas de apreciación ética que movilizan a jóvenes y personas adultas, promueve el asociativismo ciudadano voluntario y profesionaliza cuadros directivos claves. Viéndose capaz, así, de de mostrar en el debate político el llamado “argumento de la sociedad civil”. El documento, bajo este marco, pretende aportar elementos al debate de dicho binomio conceptual: Capital Social-Tercer Sector, con la idea de participar en la construcción analítica de estos referentes importantes. El documento que aquí presento contiene primero una serie de referentes conceptuales que orienta la lectura, más adelante hace mención a las diversas investigaciones empíricas desarrolladas empleando la teoría como parte de su marco conceptual (pensadas Desde el territorio “distante” y, de manera más particular, en los escenarios latinoamericanos, incorporando algunos referentes en México). Finalmente, muestra una serie de afirmaciones (anotadas aquí en términos hipotéticos), resultantes de la contrastación de estas diversas experiencias, con la idea de convocar de manera colegiada a una reflexión posterior en torno a la temática abordada. Una breve introducción en torno a la vigencia de la teoría Con respecto al término “capital”2, Carlos Marx señalaba que si el capitalismo no 2 Atendiendo a sus raíces etimológicas, procede del latín “caput”, cuyo significado es “cabeza”, haciendo referencia a un conjunto de cabezas de 21 fuera propietario de todos los instrumentos y medios de producción, el obrero no tendría la obligación de venderle su fuerza de trabajo. El proceso de producción, y por consiguiente, la creación de la plusvalía, sólo son posibles si se une la fuerza de trabajo con los instrumentos y medios de producción. Todas estas cosas que tienen un valor y que son necesarias para la creación de la plusvalía constituyen el capital. Por lo tanto para este filósofo y político alemán el capital incluye antes que nada, edificios, máquinas y materias primas que pertenecen al capitalista, junto con la fuerza de trabajo que compra; sin embargo, la máquina inactiva y el dinero guardado en una billetera, no constituyen capital si no generan plusvalía. Con Max Weber la noción de capital se identifica con las sociedades mercantiles y la define como el dinero utilizado para crear un beneficio, por lo tanto se subraya que todo dinero no siempre funciona como capital, porque puede ser empleado como vía para la circulación de mercancías. Es capital cuando su uso otorga al propietario algo más que su valor inicial: una plusvalía, un beneficio. Irving Fisher introduce un concepto amplio de la noción de capital, que incluye todas las fuentes de ingresos como formas de capital, elementos materiales, ganado. De “caput” se formó el adjetivo latino “capitales”(principal) que designaba el total de un préstamo de dinero. El latín de la edad media expresaba ”capitales pars debiti”, como cabeza o parte esencial de un préstamo, separando los intereses. En las obras griegas de Platón, Demóstenes y Plutarco, entre otros, así como entre los romanos Tulio Livio, Horacio, Cicerón, etcétera, los términos “capital” y “principal” poseían el mismo significado, como dinero prestado a intereses. 22 tales como recursos materiales y bienes producidos, y también elementos culturales y humanos, como habilidades heredadas o adquiridas de producciones o consumidas. Incluye ideas de Schultz que señala que la idea de capital se ha inclinado al orden Materialista evidenciando la atención dada al capital material en el pensamiento económico. Finalmente, dejando de lado la historización del término,3 podríamos rescatar la noción de capital desde la perspectiva de Bourdieu, quien señala que el capital no se 3 Durante el reinado de Luis XVI, el ministro de Hacienda Robert Jacques Turgot (1727-1781), introdujo la noción de capital como producto o fruto de la acumulación de trabajo realizado. Posteriormente en Inglaterra Adams Smith (1723-1790) reflexiona la anterior idea de Turgot, indicando que es necesario diferenciar dos partes de bienes acumulados: la primera a ser consumida o usada (los intereses) y la otra destinada a generar ingresos a los propietarios (capital). Este último como forma específica de riqueza, y en términos de Thomas Robert Malthus (1776-1834) de la cual se obtendrá ganancia. Smith incluyó en su categoría de capital fijo las destrezas y habilidades útiles de seres humanos, puesto que tales destrezas pueden considerarse como una máquina que tiene un costo real y produce utilidad. J.B. Say (1767-1832) coincide con Smith y agrega que las destrezas y habilidades se adquieren a un costo y tienden a aumentar la productividad de un trabajador, por lo tanto deben considerarse como capital. En ese sentido nos acerca a la idea de una forma de capital humano. Han existido discrepancias entre los expositores más notables de la ciencia económica sobre las ideas vinculadas con el Capital. Nassau William Senior (1790-1864) fue el primero en introducir una nueva idea de capital, empleando la expresión de “capital inmaterial”, que precisaba no sólo como acumulación de riqueza, sino también de habilidades desarrolladas en los individuos, adquiridas en la familia y a través de la educación; esto requiere DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS reduce sólo a su significación económica, pues dejaría de lado todo un conjunto de propiedades que los agentes utilizan en su lucha por el poder. P. Ansart dice que si se entiende por capital toda energía social susceptible de producir efectos, se deberá considerar toda energía susceptible de ser utilizada, consciente o inconscientemente como instrumento en la competencia social, como forma de capital, por lo tanto se podría hablar de distintas formas de capital, económico, cultural, social, simbólico. En este sentido, es necesario considerar la noción de capital como una riqueza producida y cuyo fin es generar nuevas riqueza, no sólo económicas, si no de diversa índole. Es aquí donde se produce una separación teórica y metodológica importante entre los bienestar tangibles y los intangibles; en también trabajo por parte de quien adquiere ese capital inmaterial, que es intelectual y moral. La escuela romántica alemana, en la figura de Adam Muller (1779-1829), precursor del nazismo, se opuso a la tendencia de los modernos cultivadores de la economía política de sobrevalorar los bienes económicos y el disfrute natural y cultivó la idea de un “capital espiritual” que contenía experiencias e ideas ligadas por generaciones anteriores. Para los seguidores de esta escuela los factores de producción no son sólo la tierra, el trabajo y el capital, sino también la naturaleza, el hombre y el pasado, éste último como capital físico y espiritual. En esta perspectiva Friedrich List (1789-1846) enfatizaba que “ todos los descubrimientos, invenciones, mejoras, perfeccionamientos y esfuerzos de todas las generaciones que han vivido antes de nosotros, forman el capital mental de la presente raza humana. La importancia que dieron al capital mental los seguidores de esta escuela romántica alemana, se derivó de la idea de que consideraban que ese capital era el responsable de desarrollar riqueza en una nación, pues permite cultivar talentos y aptitudes, no sólo a partir del trabajo corporal. CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES donde la acumulación del capital se suma o se suple con la necesidad-demanda de, por ejemplo, ser indígena, ser ciudadano, poseer un territorio y poder tomar decisiones al interior de él. Pero lo extraordinariamente atractivo del proceso no queda aquí. Lo convocante a ser analizado con mayor detalle mas adelante tiene que ver con que, este tipo de reacciones no sólo se muestra en los escenarios locales, sino que impacta de manera diferenciada en los espacios más amplios, en lo global. La glocalización aquí es esta capacidad de la sociedad civil de construir estrategias de sobrevivencia y acción en lo local que se articulen con los procesos mas amplios, con lo global. Son los horizontes de futuro que se formulan colectivamente y plantean utopías (proyectos sociales viables) en este escenario-mundo. Pero ¿Qué es el Capital Social, de acuerdo a los ensayos del Banco Mundial? (Recordemos que es este organismo institucional internacional quien asume como postulado global tal concepto) desde los textos localizados,4 esta herramienta analítica y operativa contempla a las instituciones, relaciones y normas que conforman la calidad y cantidad de las interacciones sociales de una sociedad. Numerosos estudios avalados por este organismo pretenden demostrar que la cohesión social es un factor crítico para que las sociedades prosperen económicamente y para que el desarrollo sea sostenible. El capital social no es sólo la suma de las instituciones que configuran una sociedad, sino que es asimismo la ma4 Para mayor información ver: http:// www.worldbank.org/poverty/spanish/scapital/ index.htm 23 teria que las mantiene juntas. Una noción restringida del capital social, advierte el Banco Mundial, es aquella que lo considera como una serie de asociaciones horizontales entre personas que incluyen redes sociales y normas asociadas que afectan a la productividad y el bienestar de la comunidad. Las redes sociales pueden aumentar la productividad al reducir los costos asociados al establecimiento de negocios. El capital social facilita la coordinación y la cooperación. Una interpretación más amplia del capital social debe necesariamente tomar en cuenta las asociaciones verticales y horizontales entre personas, al igual que el comportamiento entre y dentro de las organizaciones. Este punto de vista reconoce que las relaciones horizontales son necesarias para dar un sentido de identidad y un propósito común a las comunidades, pero también insiste en que sin formar relaciones que transciendan varias divisiones sociales (por ejemplo, religión, etnia , estatus socioeconómico), las relaciones horizontales pueden convertirse en una base para la búsqueda de intereses restringidos, que impidan el acceso a la información y a los recursos materiales que de otra manera pudieran ser de gran asistencia para la comunidad (por ejemplo, información sobre vacantes de trabajo, acceso a crédito). Esta perspectiva sobre el capital social incluye el ambiente social y político que conforma la estructura social y permite el desarrollo de normas. Este análisis extiende la importancia del capital social hasta las relaciones y estructuras institucionales más formalizadas, por ejemplo el gobierno, el régimen político, la aplicación del derecho, el sistema judicial, y las libertades civiles y 24 políticas.5 Este punto de vista no sólo toma en cuenta las virtudes y los vicios del capital social, y la importancia de la formación de relaciones dentro y entre comunidades, sino también reconoce que la capacidad de varios grupos sociales para actuar en su propio interés depende crucialmente del apoyo (o la falta de apoyo) que reciban del estado y del sector privado. De la misma manera, el estado depende de la estabilidad social y del apoyo popular. En resumen, el desarrollo económico y social prospera cuando los representantes del estado, del sector empresarial y de la sociedad civil crean foros a través de los cuales puedan identificar y alcanzar metas comunes. Tanto el capital social individual como comunitario señala John Durston [1999 y 2000], en coincidencia con los postulados anteriores, son parte de la cultura compar5 Bourdieu [1987b] define como Capital Social al conjunto de recursos actuales o potenciales ligados a la posesión de una red durable de relaciones mas o menos institucionalizada de inter-conocimiento o en otros términos, a la pertenencia a un grupo o conjunto de agentes que no-solo están dotados de propiedades comunes (susceptibles de ser percibidas por el observador, por lo otros o por ellos mismos) sino también que están unidos por lazos permanentes y útiles”. Estos recursos pueden operar como facilitadores para quienes los posean y obstaculizar el acceso a determinados puestos de trabajo para aquellos que no posean ese capital adquirido o heredado. El capital político, elemento que distante con los planteamientos jurídico-administrativos de Banco Mundial, es definido por el autor como cierta especie de capital social y principio fundamental de estructuración del espacio social en ciertas sociedades que al distribuirse desigualmente genera diferencias entre los agentes sociales y suele asegurar a sus detentores una forma de apropiación privada de bienes y de servicios públicos. DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS tida y hasta cierto punto Internalizada por los individuos que componen la comunidad. El capital sociales es en gran medida fenómeno comunitario porque las instituciones locales de cooperación y cogestión emergen como resultado frecuente de la interacción de estrategias individuales (sin ser una sumatoria de ello ya que los aspectos individuales y colectivo se compenetra). Es reincorporación de las prácticas de capital social en los proyectos de vida; y no el resultado decisiones conscientes ni de cambios en estrategias personales, sino de una praxis que contiene valores y saberes que son transmitidos por generaciones y que la refuerzan en un aquí y ahora al poner a prueba dichos valores y saberes. El capital social es simbiótico y sinérgico, reforzándose y complementándose en los contextos concretos. Para saber, en esta compleja complementariedad, si un comportamiento es parte del capital social individual o comunitario, es necesario: Identificar si el control del recurso es individual o colectivo, si las decisiones sobre su uso son tomadas en forma independiente o mediada por el grupo y, sobre todo, si los beneficios obtenidos son en forma individual o colectiva. Según FAO, citado por Silva et al. [1997:11-12], los problemas de la pobreza se agravan con mayor agudeza cuando los diversos programas gubernamentales tratan de homogeneizar la problemática de cada país, región o comunidad. Lograr el desarrollo implica impulsar la transformación social basada en cambios estructurales críticos orientados al reposicionamiento del poder decisorio sobre la vida de los pobres a partir del fomento de los procesos e iniciativas desde abajo; en donde la comunidad es CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES el foco del desarrollo y el sistema educativo se re-enfoca a la elevación de la conciencia de las masas y el re-modelamiento de las élites, todo ello con el apoyo de procesos de movilización popular motivados con valores populares, la cultura política democrática, la transformación de fuerza laboral en recurso productivo efectivo, el aprovechamiento de recursos y desarrollo sistemático de tecnologías adecuadas [Mata et al, 2000: 42]. Con respecto la sociedad civil, los ahora llamados Nuevos Movimientos Sociales (NMS) sostienen como postura afín que las identidades colectivas de clase ya no constituyen un factor central en la conformación de los movimientos sociales. Por el contrario, las nuevas formas de organización colectiva poseen una conformación social heterogénea y una expresión política plural. Esto es sin duda una reflexión coincidente con los escenarios analizados aquí. Un agregado importante que hace Gonzalo Piñón [2001: 337-352] es señalar varios aspectos centrales en los postulados de estos NMS, de los cuales recupero sólo dos que parecen coincidentes con lo que ahora se discute: 1.Las identidades de los actores sociales, como sujetos que militan de manera activa en estos movimientos, no se determinan únicamente por su posición socioeconómica de clase al interior de una determinada estructura social. Las identidades6 pueden ser construidas por múltiples factores de carácter ideológico, cultural, de gene6 La identidad es definida en este texto de acuerdo a su acepción sociológica y, particularmente, en relación estrecha a los movimientos sociales. En este contexto, un movimiento social debe conte- 25 ro, étnico, racial, entre otros muchos. 2. Se presenta bajo esta perspectiva una visión diferente del cambio social que implica el abandono de las posiciones radicales que persiguen el cambio social solo desde una visión de transformación revolucionaria o la búsqueda incesante y toma del poder estatal; incluyendo movimientos sociales reales que en el pasado eran ignorados o descalificados al no plantear la transformación de la sociedad en su conjunto como razón de ser. Ello no evita reconocer la existencia de grupos sociales marginados con demandas y reivindicaciones predominantemente económicas. ner tres grandes características: identidad, pobreza y democracia, que a continuación definen. 1.Un principio de cohesión al interior del actor colectivo, una comunidad intereses y de objetivos; propuesta en función directa de redefinición del adversario preciso, de un oponente en contra del cual ha de dirigirse la acción y en función del cual se reestructurará la alianza antes mencionada. Y, finalmente, redefinición de un campo compartido del conflicto, es decir, entre actores adversarios y sociedad global, existe un «mismo lenguaje». 2.Una pérdida de identidad colectiva, entendida aquí como pobreza, bajo un contexto de desorganización que bien puede darse por bruscos cambios generados por los procesos de modernización otros cambios violentos del entorno que impidan aún colectivo su recomposición rápida para enfrentar dichos embates. 3.La democracia, en el otro extremo, se entiende como la capacidad colectiva de animar movilizaciones, organizaciones y estrategias para conservar, establecer o restablecer identidades colectivas, espacios de interacción comunicativa y, en una palabra, intermediaciones sociales consistentes y continuas capaces de enfrentar un éxito la situación generadoras de desidentidad, desorden y degradación social y humana. DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS 26 Investigaciones empíricas desarrolladas empleando la teoría como parte de su marco conceptual Desde el territorio “distante” Son bien conocidas actualmente las iniciativas de desarrollo que utilizan el capital social de los pobres — por ejemplo programas de microcréditos colectivos como el Banco Grameen en Bangladesh. Sin embargo, su propio éxito puede cambiar las condiciones que les han hecho posible intervenir en primer lugar. Al mejorar su bienestar económico, el pobre puede ser menos dependiente de sus familias y vecinos y, al mismo tiempo puede necesitar puentes sociales que le permitan acceder a una red más amplia y rica de cara a expandir sus negocios. En un ejercicio de recuperación, sirviéndome de diversas direcciones del correo electrónico hasta Mayo 23 del 2002, se localizaron numerosos reportes de Banco mundial con respecto al capital social y pobreza, a través de los cuales se hace “evidente” la necesidad de contemplar al Capital social como elemento central del desarrollo glocal. A continuación los enlisto, reconociendo la dificultad de analizarlos con detalle en el corto espacio programado; labor pendiente para un momento no distante: Knack y Keefer [1997] usan indicadores de confianza y normas cívicas empleados en la Encuesta Mundial de Valores, que incluye una muestra de 29 economías de mercado. Se utilizan estas medidas como indicadores de la fortaleza de las asociaciones cívicas a fin de probar dos propuestas distintas sobre los efectos del capital social en el crecimiento económico: los “efectos Olson” (aso- ciaciones de crecimiento restringido) y los “efectos Putnam” (asociaciones que facilitan el crecimiento a través de un incremento de la confianza). Ingelhart [1997] ha realizado el trabajo más extenso sobre las implicaciones de los resultados de la Encuesta Mundial de Valores para las teorías generales de la modernización y el desarrollo. Narayan y Pritchett [1997] elaboran una medida del capital social en el sector rural de Tanzania utilizando cifras de la Encuesta sobre Capital Social y Pobreza de Tanzania (SCPS – Social Capital and Poverty Survey). Esta encuesta a gran escala preguntó a los individuos sobre el ámbito y las características de sus actividades asociativas y sobre su confianza en varias instituciones e individuos. Se compararon estas medidas de capital social con las cifras de ingresos familiares en pueblos similares (ambas del SCPS y de una encuesta previa sobre ingresos familiares, la Encuesta sobre el Desarrollo de Recursos Humanos ). Se encontró que un mayor nivel de capital social en los pueblos incrementa los ingresos familiares. Temple y Johnson [1998] ampliaron los trabajos previos de Adelman y Morris [1967] usando la diversidad étnica, la movilidad social y la extensión de los servicios telefónicos en varios países del África subsahariana como ejemplos de densidad de las redes sociales. Combinaron algunos elementos relacionados con un índice de “capacidad social” y mostraron que esto puede explicar una cantidad significativa de variantes en las tasas de crecimiento económico nacional. Putnam [1993] al comparar el Norte y el Sur de Italia, examina el capital social en CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES términos del grado de participación de la sociedad civil como medida del número de votantes, lectores de periódicos, miembros de grupos corales y clubes de fútbol, y confianza en las instituciones públicas. El norte de Italia, donde todos estos indicadores son altos, muestra tasas significativamente más elevadas de gobernabilidad, de rendimiento institucional y de desarrollo, aún cuando se controlan otros factores ortodoxos. En su trabajo reciente sobre los Estados Unidos, Putnam [1995, 1998] utiliza un enfoque similar, combinando información de fuentes académicas y comerciales para demostrar la caída persistente en el largo plazo de las reservas de capital social en Estados Unidos. Putnam da validez a la información recogida de varias fuentes frente a los hallazgos de la Encuesta Social General, reconocida ampliamente como una de las más fiables sobre la vida social americana. Portes [1995] y Light y Karageorgis [1994] examinan el bienestar económico de distintas comunidades de inmigrantes de los Estados Unidos. Demuestran que ciertos grupos (coreanos en Los Ángeles; chinos en San Francisco) prosperan mejor que otros (mexicanos en San Diego; dominicanos en Nueva York) debido a la estructura social a la que los nuevos inmigrantes se integran. Las comunidades exitosas son capaces de ofrecer ayuda a los recién llegados por medio de fuentes informales de crédito, seguro, apoyo a la niñez, capacitación en el idioma inglés y referencias de trabajo. Las comunidades menos exitosas muestran un compromiso a corto plazo con el país que los acoge y son menos capaces de proveer a sus miembros de servicios importantes. 27 Massey y Espinosa [1970] examinan la inmigración mexicana a los Estados Unidos. Señalan que políticas como NAFTA, que abogan por la libre circulación de bienes y servicios a través de las fronteras nacionales, también incrementan el flujo de personas, dado que los bienes y servicios son producidos, distribuidos y consumidos por el pueblo. Utilizando encuestas y datos recogidos a través de entrevistas, demuestran que una teoría del capital social es mejor predicción de hacia dónde emigrarán las personas , en qué número y por cuáles razones, que las teorías neoclásicas y de capital humano. Estos resultados son además usados como la base para proponer un número de medidas políticas innovadoras, destinadas a producir un manejo más equitativo y efectivo de la inmigración mexicana a los Estados Unidos. Portes y Sensenbrenner [1993] examinan lo que sucede en las comunidades de inmigrantes cuando uno de sus miembros tiene éxito económico y desea abandonar la comunidad. Sus entrevistas revelan las presiones que los fuertes lazos comunitarios pueden ejercer sobre sus miembros; tan fuertes son esos lazos que algunos de sus miembros han cambiado sus nombres al inglés para liberarse de las obligaciones asociadas a su pertenencia a la comunidad. Gold [1995] provee información sobre cómo las comunidades judías en Los Ángeles tratan de mantener la integridad de la estructura comunitaria al tiempo que participan activamente en la vida económica. Fernández-Kelley [1996] entrevista a mujeres jóvenes en las comunidades de barrios marginales en Baltimore y descubre lo fuerte que son las presiones normativas para abandonar la escuela, tener un hijo DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS 28 en la adolescencia y rechazar un empleo formal. Rodeadas diariamente por la violencia, el desempleo, la adicción a droga, el único modo de establecer la identidad y el estatus de las jóvenes adolescentes es a través de sus cuerpos. Anderson [1995] estudió el papel de “las cabezas viejas”, los ancianos miembros de las comunidades pobres urbanas de la comunidad Afro-americana, como fuentes de capital social. Los “cabezas viejas” en cierta medida proveen sabiduría y orientación a los jóvenes, pero hoy en día sus consejos son cada vez más ignorados a causa del declive en el respeto a los ancianos y a que la comunidad continúa fragmentándose económicamente. Heller [1996] estudió el caso del estado sureño de Kerala (India), donde las tasas de analfabetismo, longevidad y mortalidad infantil han sido las más favorables del subcontinente. Al examinar la historia de las relaciones estado-sociedad en Kerala, Heller demuestra como el estado ha tenido un papel crucial en la consecución de estos resultados por medio de la creación de condiciones que permiten a los grupos sociales subordinados organizarse en torno a sus intereses colectivos. Sin embargo, el estado de Kerala ha sido hostil a la inversión extranjera y al mantenimiento de la infraestructura, haciendo difícil para una población saludable y bien educada traducir su capital humano en una mayor prosperidad económica. Desde el escenario europeo, Proyecto Local es una organización no gubernamental para el desarrollo (ONGD) nacida en Barcelona (España) en el año 1989. El origen de la asociación nace de la iniciativa de un grupo de personas vinculadas al desa- rrollo local en España, con la voluntad de intercambiar experiencias entre organizaciones del norte y del sur y contribuir al fortaleciemiento de las capacidades de las comunidades locales. Realiza sus actividades principalmente en América del Sur, Marruecos y América Central, asumiendo una postura de apoyo hacia la construcción y fortalecimiento del capital social, con la intención de impactar en el enriquecimiento de otros capitales.7 reconociendo como valores relevantes la reciprocidad para emprender objetivos comunes, el reconocimiento de la diversidad, la corresponsabilidad y participacion cívica, la igualdad de oportunidades y el respeto al medio ambiente. El desarrollo local es concebido en ellos como una estrategia para el desarrollo descentralizado y participativo, para la valorización de los recursos locales y el fortalecimiento de la cultura emprendedora de las organizaciones y de las personas. Pero so7 Considerando su propia voz, plantean que: ~Nuestra organización coopera con iniciativas locales y regionales de desarrollo, impulsadas por organizaciónes publicas y privadas, en paises y regiones menos desarrolladas, a través de la colaboración técnica, organizativa y financiera. ~En Proyecto Local entendemos la cooperación al desarrollo como un proceso de aprendizaje que construye relaciones de confianza y compromiso y teje redes de solidaridad entre las personas y las organizaciones implicadas. ~En Proyecto Local estamos convencidos de que la justicia social y la solidaridad frente a las enormes desigualdades constituye un imperativo moral de nuestro tiempo, con vocación universal. ~Proyecto Local orienta su acción mediante un sistema de valores que entiende la Cooperación como el intercambio entre iguales, mutuo y enriquecedor para todos, dirigiendo su esfuerzo hacia el fomento del desarrollo y a contribuir en la erradicación de la pobreza. CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES bre todo es una propuesta de innovación social, de trabajo en red, de cooperación entre el sector público, el privado y el social. Es una nueva forma de comprender y practicar el desarrollo a partir de la movilización de los recursos endógenos, las sinergias locales y sobre todo, el accionar de la persona en su territorio. Entre grupos de colaboradores destaca la AECI (Agencia Española de Cooperación Internacional), la Generalitat de Catalunya, la Diputació de Barcelona, el Ajuntament de Barcelona, los Fons Català de Cooperació al Desenvolupament, la Comissió Europea y los Ayuntamientos de Manresa, Mataró, Rubí, Sabadell, Terrassa, Vilafranca del Penedès, entre otros. Durante los últimos años Proyecto Local ha establecido relaciones de cooperación con los siguientes países: Uruguay, Paraguay, Chile, Nicaragua, Perú, Ecuador, Honduras y Marruecos. Los proyectos descritos en varios de sus documentos son diversos, tanto en su territorialidad como en las estrategias aplicadas. A continuación se enlistan algunos que considero relevantes en relación al fortalecimiento del capital social: PROUJ - Programa de lucha contra la pobreza urbana - MARRUECOS. El proyecto PROUJ es una acción en favor de la cooperación local y el incremento de capacidades de instituciones local para la lucha contra la pobreza urbana. Tres municipios y tres asociaciones de zonas urbanas deprimidas de Oujda, participan en acciones de capacitación, impulso a microproyectos comunitarios y planificación integrada de estrategias contra la pobreza urbana. SEFED (Simulación de Empresas con Fi- 29 nes Educativos) en Chef Chaouen, Nador y Tánger en Marruecos. La implantación de una red de empresas simuladas en el norte de Marruecos y una central de simulación en la ciudad de Tánger. El proyecto SEFED establece un sistema innovador y eficaz de formación e inserción de jóvenes, mediante la simulación de puestos de trabajo en empresas simuladas. Se realiza en colaboración con la red de Ayuntamientos catalanes, INFORM. Capacitación de Agentes de Desarrollo Local Municipios del Lago Yojoa – Honduras. A partir de un convenio entre Amuprolago y Proyecto Local, se pone en marcha un programa de formación y asistencia técnica para técnicos y cargos políticos de los municipios asociados en AMUPROLAGO. La capacitación de ADLs incluye el diseño de metodologías y la formación de formadores hondureños, así como la elaboración de planes locales de desarrollo para cada municipio. Agencia De Promoción Económica Local, en Estelí, Nicaragua. El objetivo del proyecto es la creación de una agencia de promoción económica local en la ciudad de Estelí. Durante un año el ayuntamiento de Estelí recibirá apoyo técnico y formación de parte de Proyecto Local. Para promover la agencia se establecen y fortalecen relaciones de cooperación con otros actores locales, se impulsa un estudio de las potencialidades económicas y se diseña el modelo de agencia a implantar. Cooperación Transfronteriza en la Región Tumbes, en El Oro, que comprende Perú y Ecuador. El proyecto transfronterizo TUMBES-El ORO es una iniciativa binacional con varios ejes de intervención: refuerzo de las municipalidades, promo- DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS 30 ción de microempresas y planificación binacional. Se enmarca dentro del plan binacional de paz entre Ecuador y Perú. Periodo de ejecución: 2001-2003 PACT (Apoyo a la Cooperación Territorial) en las Provincias de Jerada y Figuig, Zona Oriental de Marruecos. El proyecto promueve el desarrollo de una región desfavorecida de Marruecos, desértica, con escasa población y recursos y alta tasa de desempleo. El objetivo central del proyecto es el desarrollo participativo de las provincias de Jerada y Figuig en la región oriental de Marruecos. Se crean nuevos espacios de cooperación y diálogo entre asociaciones, gobiernos locales, universidades, delegaciones gubernamentales, cooperativas y organizaciones empresariales que se traducen en la elaboración de un Plan de Desarrollo Territorial. FORTEM (Fortalecimiento del Tejido Empresarial) en Ciudad de León, Nicaragua. Se detectan micro y pequeñas empresas afectadas por el Huracán Micht, con el fin de dar apoyo financiero y asisitencia técnica. El proyecto de se basa en una estrecha colaboración entre los actores locales y vincula la rehabilitación, al desarrollo del tejido empresarial y el impulso a servicios empresariales comunes. Intercambio de Agentes de Desarrollo Local de Paraguay y Catalunya. Se trata de un programa de intercambio y formación entre municipios catalanes y paraguayos, con el fin de fortalecer el papel de los ayuntamientos paraguayos como promotores del desarrollo económico local. El programa incluye visitas técnicas, curso de formación sobre el desarrollo local y tutorías para que los municipios paraguayos elaboren sus planes de desarrollo lo- cal. La primera fase (tres municipios) se realizó durante el año 200 y la segunda fase durante el 2001-2002. Apoyo a La Acción Asociativa TENDRARA, en la Región Oriental en Marruecos. El proyecto ha intervenido en el refuerzo y empoderamiento de las asociaciones comunitarias de la región Oriental. Ha aportado recursos a la mejora de la gestión y capacidad técnica de la contraparte, ha formado a formadores locales y ofrecido capacitación y apoyo financiero a microproyectos promovidos por asociaciones locales. PROPEA . Programa piloto para pequeñas empresas asociativas en el Departamento Central de Paraguay. El proyecto PROPEA es un programa de acompañamiento y capacitación de emprendedores, ejecutado en diferentes municipios del Departamento Central de Paraguay. Ha permitido la creación de 26 nuevas microempresas y ha desarrollado una metodología innovadora en el acompañamiento de emprendedores. Para ello se formaron 5 técnicos paraguayos como tutores de microempresa. Capacitación para el Desarrollo Comunitario en Paraguay. El proyecto se dirige al incremento de capacidades de actores locales de cara a su mayor implicación en el desarrollo local. Los beneficiarios son alcaldes, concejales, funcionarios municipales y líderes comunitarios. Se organizan diferentes módulos de capacitación, se editan cuadernos de capacitación, se apoyo a la elaboración de proyectos comunitarios y se cuenta con la colaboración de la universidad. En los escenarios latinoamericanos CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES En los últimos diez años un número importante de procesos de desarrollo rural, liderados por comunidades en el ámbito local en estrecha articulación con lo global, han emergido en diferentes partes de América Latina. Usualmente son iniciativas aisladas y poco conocidas, pero representan un paso firme en la intención de ampliarse a escalas mayores (una visión más regional-nacional). Otra de las experiencias importantes referidas se localiza en Brasil y la presenta Cruz-Moreira [2002] al describir las estrategias y dificultades del nuevo cooperativismo de trabajo brasileño, como alternativa de creación de empleo e ingresos para la población, en el contexto de la flexibilización de las relaciones de trabajo y la reestructuración productiva.8 Se analiza allí la trayectoria de algunas de las cooperativas de confección de ropas en el estado de São Paulo. El trabajo se fundamenta en la experiencia del proyecto Integrar-Cooperativas, en el marco del convenio entre la Red UNITRABALHO9 y la Confederação Nacional dos Metalúrgicos – CNM; el cual 8 En Brasil, las primeras cooperativas comenzaron el siglo pasado, especialmente en el estado de São Paulo. Aunque la mayor concentración de cooperativas brasileñas, desde el comienzo se localiza en el Sur del país, aún así la participación de la población siempre fue muy pequeña. Inicialmente se organizaron cooperativas de consumo, de producción agrícola y de crédito. Una de las manifestaciones más importantes, el cooperativismo de crédito surgió en Brasil a inicios del siglo XX, fundada por emigrantes alemanes e italianos, quienes implantaron un sistema de crédito cooperativista, para resolver sus problemas de crédito, producción y consumo; inspirado en las organizaciones comunitarias de sus países de origen. 9 Rede Interuniversitaria de Estudos e Pesquisa sobre o Trabalho – UNITRABALHO. 31 fue ejecutado por las Incubadoras Tecnológicas de Cooperativas Populares - ITCP’s de las Universidades: Universidade de São Paulo-USP, Universidade Federal do Rio de Janeiro-UFRJ, Universidade Federal de São Carlos-UFSCar y de la Fundação Santo André-FSA. Entre las décadas de los años 70 y 80, señala el autor, el cooperativismo de crédito brasileño, se restringió a dos campos: las cooperativas de crédito mutuo, restrictas a los trabajadores de las grandes empresas y, a las cooperativas de crédito rural vinculadas a las cooperativas de producción [Pinho, 1984]. En 1981, informaciones del Instituto de la Reforma Agraria-Incra, del Banco Nacional de Habitación-BNH y Banco Central indicaban las existencias de 3.833 cooperativas en todo el Brasil. En 1995, el Anuario del Cooperativismo Brasileño de la OCB (Organización de las Cooperativas Brasileñas) suministraba el número de 3.681, el que indica la continua y poca representatividad del cooperativismo en el país, con un número de asociados que no llega a 2% del total de la populación. Hoy se pasa por una explosión de cooperativas trabajo, éstas pueden ser de producción o prestadoras de servicios; formadas por trabajadores que se asocian por la necesidad de generar ingresos familiares, los cuales no pueden más obtener a través de un empleo regular. También existen casos en que son constituidas por trabajadores más calificados,10 politizados y concientes, quienes buscan crear para sí y para la sociedad alternativas democráticas e igualitarias, más 10 Tal es el caso de las cooperativas: INTEGRA, constituida por ingenieros, arquitectos y sociólogos; y por la VERSO, formada por Psicólogos. 32 justas que las relaciones de trabajo prevalecientes actualmente en sistemas de producción flexible, precarios y en los cuales se remunera mas al capital que al trabajo y la producción [Cruz-Moreira, 2002: 3]. Sin embargo, la gran mayoría de cooperativas de confección está formada por mujeres desempleadas o que nunca tuvieron empleo formal (algunas “costuraban” en casa para el autoconsumo familiar o como modistas de barrio), que nunca trabajaron organizadamente en la producción industrial, y son obligadas a buscar trabajo remunerado fuera de casa, presionadas muchas veces por el desempleo de sus compañeros o por su posición de jefes de familia. Las cooperativas y asociaciones de confección/ costura proliferan en la periferia de São Paulo [Op. cit: 12]. En las conclusiones del documento, el autor señala que, además del aspecto técnico-comercial implementado a través de las mismas Universidades estatales brasileñas, existe una contradicción fundamental en la organización de las cooperativas en São Paulo. Por definición, la cooperativa de producción es una cooperativa de trabajo en el cual los trabajadores son los dueños de los medios de producción y del capital social. Con ello, las elecciones de directores, determinación de ganancia y distribución de las sobras, cuando existentes, son elementos constituyentes de la autonomía de ese tipo de organización. Órganos del mismo Estado legislan y permiten que el trabajo cooperado o asociado quede al margen de los derechos de los trabajadores, sin la contrapartida de la autonomía y sin condiciones de pose de los medios de producción. Es todavía el Estado que tasa los productos y servicios de las cooperativas cuando, en DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS otros países, hay incentivos y exenciones para las cooperativas. En México, Chiapas es un escenario importante.Javier Vargas [1975], gestor en buena parte de la propuesta educativa implementada en esta entidad por parte de los teólogos de la liberación, señala un referente sumamente atractivos y fuertemente contrastante entre la cultura nacional y la cultura indígena local chiapaneca (que a criterio del autor bien puede pensarse para los indígenas del país y de la cual guardo cierta distancia pensándola como poco crítica): 1. Las nociones de tiempo y vida no están separadas, van a la par. 2. La estructura social y sus funciones están concebidas con base en al servicio, no la competencia. 3. El prestigio que la comunidad otorga la persona está en función del servicio que presta al grupo. 4. Decidir es asunto de la comunidad, la decisión es unánime, de convencimiento, «la idea de democracia basada en la convergencia de opiniones, no en la competencia de ideas, encuentra un canal directo». 5. El lenguaje es concreto e inmediatista. «Iniciado algo no lo dejan hasta haberlo concluido». 6. La tierra se evalúa en arraigo no en dinero, «en ella se entrelazan toda la relaciones que dan vida al individuo y al grupo». Frente a esta serie de señalamientos cabría preguntarme si los diversos territorios presentados aquí coinciden con la tipología descrita, al menos en ciertos sentidos. El marco estrecho que nos da el autor hace CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES pensar en comunidades-ente difícilmente permeables por factores exógenos; condición difícilmente sostenible si consideramos la cantidad y calidad de documentos y experiencias que en ese territorio se han presentado. Los diversos territorios nacionales difícilmente pueden mostrar rasgos tan puntuales del capital social individual y comunitario como los que muestra Javier Vargas en sus postulados (recordemos que él es un intelectual orgánico, más que un analista crítico de la realidad chiapaneca). Otro referente importante, ahora en el escenario poblano, es el trabajo que describen tanto Días [2001] como Patiño y Castillo [2001],11 realizado en torno a una experiencia de educación formal y no formal12 implementada a lo largo de 15 años en 11 Maximino Díaz Bautista en el Proyecto de investigación: Análisis del proceso de transmisión de conocimientos para la formación de recursos humanos locales: caso CESDER, Zautla, Pue., Ponencia presentada en el Primer Coloquio Regional de investigación en posgrados en Ciencias Sociales y Humanidades, Tlaxcala, Tlax., 2001. Elsa Patiño Tovar y Jaime Castillo Palma. “La tradición popular de los saberes organizativos en Puebla”, en Patiño Tovar, Elsa y Jaime Castillo Palma (coordinadores), Saberes organizativos para la democracia, UAPRNIU, Puebla, 2001. 12 En un sentido operativo consideramos a la educación formal como la institución de la escuela cuyo objetivo se puede entender como «el proceso de adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes con un fin ético. Así la educación necesariamente nos convierte en mejores personas, a diferencia de la instrucción, la socialización, la masificación, el lavado de cerebro y otros procesos afines que no necesariamente tienen un fin ético» Hierro citado por Latapí [1995]. La educación no-formal se comprende aquí como la socialización y se define como «todas y cada una de las instancias a través de las 33 el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural A. C. De Zautla, en Puebla (CESDER)13 La labor principal de este espacio es la formación de recursos humanos locales, así como el generar un impacto en la comunidad sobre la implementación de este tipo de estrategias, sobre todo se pretende analizar cuáles han sido los principales efectos con respecto al grado de desarrollo local (grado de empoderamiento). El sentido y significado de la red de enseñanza-aprendizaje de esta ONG se enmarca en diferentes aspectos: 1.-La búsqueda de la dignidad, 2.-La concepción de la identidad, 3.-La búsqueda de la autonomía social, con la idea de que la educación sirve para encontrar opciones viables en torno a ideales de esperanza y felicidad, 4.Pasar de la conciencia de sí hacia una conciencia para sí; de una conciencia tácita hacia una conciencia reflexiva; recuperando la idea de que lo sencillo hace a lo complejo (la enseñanza más allá del adoctrinamiento); de que la educación no debe ser una reacción que sólo considera a la práctica como referente, sino la capacidad humana para el ensueño y la esperanza, 5.cuales un sujeto humano integra e incorpora las consignas y determinaciones de la estructura social en la que interactúan. Dentro de estas instancias se encuentran la familia, la escuela, la religión, los medios masivos de comunicación, entre otras. Éstas tienen una importante contribución a la hora de conformar, trasmitir, mantener y perpetuar valores, creencias y actitudes que influyen en cierto modo determinan el modo de pensar y comportarse de la gente» Bustos [1994]. 13 Para mayor información, ver: CESDER-PRODES A. C. Dignidad y calidad de vida en comunidades campesinas: Propuesta de desarrollo para el Municipio de Zautla, en la Sierra Norte del Estado de Puebla, documento Mimeografiado, Puebla, 1998. DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS 34 se concibe como un paraguas que da cobertura las organizaciones y a diferentes opciones educativas ubicadas en ayuntamientos, empresas y organizaciones productivas, que potencia las capacidades técnicas a diferentes niveles de enseñanza (secundarias, preparatorias universidades) con base en un sistema educativo abierto [Patiño y Castillo, 2001: 158-159]. Esta ONG contempla tres ideales-fuerza (éticas) que construyeron en larga reflexión de diversos límites sociales, políticos y culturales: la búsqueda de la identidad; la búsqueda de la dignidad; y la búsqueda de la autonomía social (que contiene dos aspectos fundamentales para su realización; uno es el desarrollo las capacidades políticas de los individuos para plantear sus proyectos colectivos de felicidad implicando el hecho de saber luchar, saber demandar saber negociar; el otro es el fortalecimiento de las capacidades técnicas para hacer de sus proyectos opciones viables ese poder instrumental racionalmente). Hidalgo, un espacio distinto en este contexto de lo nacional. De acuerdo con Vargas y Gutiérrez [2001: 245-246] la región hidalguense del Valle del Mezquital no es homogénea en un sentido socioeconómico. La industrialización en torno al municipio de Tula desde principios del siglo XX con la implementación de cementeras y del corredor industrial textilero Tula-Tepeji en los años 50 nos marcan ya una distancia con el escenario rural indígena; a ello se suma la presencia del sistema de riego con aguas negras que cubre buena parte de las zonas bajas del territorio y que se distancia, en términos fisiológicos y socioeconómicos, de la parte alta semidesértica del territorio Hñahñú; lugar donde emerge SEDAC14 y que se registra por INEGI [1995] como lo más pobre del territorio Hñahñú. Lo que inicia con un grupo de estudio encaminado como un proyecto pedagógico, por la propia naturaleza de sus usuarios, campesinos pobres, y por la estrategia planteada lleva necesariamente, haya sido un fin buscado o no, a la organización de grupos o comunidades enteras [Vargas y Gutiérrez, 2001: 250]. El proceso, como bien señalan los autores y es relatado con detalle por los fundadores de la ONG Oralia Cárdenas Zacarías y Salvador García Angulo en los libros Autodidactismo solidario [1992] y Autogestión indígena [1995], genera un proceso de aprendizaje que se va multiplicando y encuentra una constante participación campesina.15 En este proceso, los contenidos de aprendizaje mutuo adquieren una especifi14 La COVAC nace de un grupo de profesionales que llegan al Valle del Mezquital en 1975 con un proyecto educativo; una ONG denominada Servicios Educativos A. C. (SEDAC) que después mantendría las siglas pero se autodefinen como Servicios para el Desarrollo, basándose modelo en las necesidades sentidas de la población local y preconizaba tres principios elementales: la educación del adulto debe partir del análisis de su propia realidad para generar conciencia crítica; se aprende mejor cuando lo que se aprende se ponen práctica para resolver las necesidades y el tercero, el método se base en la autoasesoría y la autoevaluación grupal en círculos de estudio. 15 En 1970 se forma la Central para el Desarrollo y Participación Social A.C. (CEDEPAS, A. C.) en la región del Valle del Mezquital y presentan un “proyecto de desarrollo autogestivo de comunidades rurales, con un fuerte contenido educativo” al Centro para el Estudio de Medios y Procedimientos Avanzados de la Educación (CEMPAE). El proyecto fue abortado y esta institución les propuso a CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES cidad, en donde se muestran necesidadesproblemáticas reflexionadas en el marco de una conciencia crítica de la sociedad, tales como capacitación técnica, de control democrático de los recursos, entre otras dimensiones socializadas por los propios pobladores sobre su realidad. En 1981 se inicia una importante etapa de transición en la cual, al interior de los círculos de estudio, se definen como necesarios proyectos autogestivos para algunas comunidades del Valle orientados hacia la producción, Comercialización, consumo, servicios y salud. Es allí donde emerge la organización social regional Comunidades del Valle, A. C. (COVAC). El proyecto de autodidactismo solidario se describe como en funcionamiento durante seis años (1975-1981). Los resultados descritos por quienes coordinaban dicho proceso se muestran atractivos, no solo por la amplia área de cobertura, sino también por la presencia de dicho grupo gestor en el territorio y, sobre todo, por el peso que en la propuesta original contenía la construcción indígena de un capital social-comunitario (afirmación que bien se puede entresacar de los documentos, libros y testimoniales elaborados y difundidos por la SEDAC y la COVAC.). Es importante señalar que en los textos muestra una apología al proceso (condición frecuente en los testimonios de toda ONG y OS, que reclama un análisis más detallado y crítico al respecto; cambio la elaboración de los libros de texto para la Primaria Intensiva para Adultos. El diseño curricular fue aceptado y en él se pretendía “ayudar al adulto a entender su realidad circundante, tanto natural como social, y a adquirir herramientas mínimas para empezar a actuar sobre ella” [Cárdenas y García, 1998: 8]. 35 tarea que en este momento se deja pendiente). Resultados de las contrastaciones Coincidiendo con Serna [1999] las demandas de las organizaciones latinoamericanas, particularmente los indígenas, pueden agruparse bajo cinco grandes rubros: 1.Por la definición y el status legal, que implica que se reconozca el derecho a la autodefinición grupal y la identidad colectiva, cuestionando la autoridad de los gobiernos que imponen ese status unilateralmente. 2.El derecho a la tierra (agregaría el derecho a la posesión de una territorialidad), que se presenta como el problema y la demanda fundamental para la sobrevivencia de los pueblos. La insistencia en que sean respetados sus derechos ancestrales en el marco de un territorio, representa el espacio geográfico necesario para la reproducción cultural y social del grupo. 3.La identidad cultural es otra demanda latente en el contexto de cambio cultural constante y que las diversas dinámicas globales y locales imprimen desde hace varias décadas. Defender la lengua, el diseño y aplicación de programas educativos bilingües en regiones indígenas, son sólo un referente de esta postura. 4.El respeto a la organización social y a «el costumbre» jurídico local, elemento esencial de la vida comunitaria indígena y la sobrevivencia de sus culturas, plantea un reclamo político fundamental. 5.La participación política, que implica DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS 36 no sólo mayor representación al interior de las instituciones gubernamentales sino también el derecho a la libre determinación, la autonomía y el autogobierno local y regional. El capital social, bajo este contexto, se muestra como un referente central en la construcción de estos espacios democráticos ¿Qué tan real pudiera ser esto? Es difícil saberlo a partir de documentos ajenos; lo cierto es que bien se pueden plantear algunas hipótesis como convocantes a la reflexión y como posibles vetas de investigación futura: La inconsistencia en la construcción de capital social (individual y comunitario) en los procesos emergentes en los años 70 en diversos territorios latinoamericanos, imposibilitaron la sostenibilidad de éstos a un plazo de largo alcance al interior del campo organizativo mismo. Pese a ello, los procesos que lograron sobrevivir a esta coyuntura glocal impri- men desde esos tiempos una acción dinamizadora importante para un sector importante de la población (no el único, pero si sumamente relevante), al permitirle problematizár y reconfigurar de manera colectiva en términos organizativos su realidad. Esto da por resultado que en los últimos veinte años, una parte importante de la población pobre reconfigure sus necesidades-demandas de bienes económicos y/o políticos, traduciéndolas a bienes aparentemente intangibles, tales como el reconocimiento de la dignidad, el respeto y la revaloración del status social-étnico. El capital social, bajo este contexto, es objeto central de atención tanto del sector gubernamental en los organismos internacionales, como de la sociedad civil misma. Las formas de acción resultantes son diversas y con frecuencia contradictorias, síntoma claro de los contextos en los cuales emergen y de los procesos más amplios con los cuales se articula. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Ansart, Pierre (1990) Las sociologías contemporáneas. Amorrortu. Argentina. Bonal, Xavier (1998) Sociología de la educación. Una aproximación crítica a las corrientes contemporáneas. Paidós. España. p 239. 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