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Aportes: Revista de la FE-BUAP, Año VIII, Núm.24 Ene-Abril 2004
Capital social y tercer sector en diversos escenarios mundiales
¿Binomio dinamizador de recursos intangibles
hacia el desarrollo de lo global?
Notas para un debate
Danú Alberto Fabre Platas
Resumen
En el artículo se busca aportar elementos que sirvan al debate de un binomio conceptual
que en estas fechas se torna de frontera: Capital Social-Tercer Sector, con la idea de
participar en la construcción de estos referentes analíticos. El documento contiene en su
primera parte una serie de referentes teóricos que orientan la lectura, más adelante hace
mención a las diversas investigaciones empíricas desarrolladas empleando la teoría como
parte de su marco conceptual (pensadas desde el territorio “distante” y, de manera más
particular, en los escenarios latinoamericanos, e incorporando mas adelante algunos
referentes en México). Finalmente, muestra una serie de afirmaciones (anotadas aquí en
términos hipotéticos), resultantes de la contrastación de estas diversas experiencias, con la
idea de convocar de manera colegiada a una reflexión posterior en torno a la temática
abordada.
Social capital and third sector in diverse world-wide scenes Binomial dinamizator of
intangible resources towards the development of the glocal? Notes for a debate
In the article I want to add elements that serves to the debate as a conceptual binomial
that in these dates becomes of border: Social- Third capital Sector, with the idea of
participate in the construction of these analytical referring. The document contains in his
first part a series of referring theoreticians who leads the reading, more ahead does
mention to the diverse developed empirical investigations using the theory as it leaves
from his conceptual frame (thought From the far territory and, of more particular way,
in the Latin American scenes, and incorporating ahead some referring in Mexico).
Finally, it shows a series of affirmations (written down here in hypothetical terms),
resultants of the contrast of these diverse experiences, with the idea to summon in a college
way to a reflection around the boarded thematic.
[ 19 ]
20
A manera de introducción1
El concepto de capital social ha resurgido
recientemente en distintos ámbitos disciplinarios y en diversos contextos internacionales, como una forma innovadora de aproximación para abordar las conexiones mencionadas y analizar, desde este marco, algunas de las fuerzas sociales que interactúan
con los procesos de desarrollo (visión ampliamente gestionada por CEPAL y diversos organismos mundiales, sin dejar de lado
en este ejercicio analítico a las organizaciones sociales que desde lo local plantean una
estrategia similar). Por ello el capital social
no puede ser analizado desde la unidireccionalidad disciplinar, sino que se tiene que
revisar a la luz de la interdisciplinariedad y,
más aún, desde los escenarios multireferenciales, en donde se localizan las interacciones sociales y culturales del Tercer Sector.
Desde el terreno de lo teórico, pero en
estrecha relación al capital social, Alain
Touraine [citado por Castillo, 2001], advierte que lo esencial de la vida social está
hecho de relaciones entre actores y solamente la combinación de sus esperanzas y
sus luchas puede producir lo que hemos
1
Este documento forma parte de un trabajo
mayor en proceso de elaboración, efectuado de
manera colegiada en el marco de un Seminario
interno desarrollado en coordinación con el Dr.
Carlos Rodríguez Solera y un grupo sumamente
inquieto de alumnos de Maestría y Doctorado en
Educación en esta Universidad. En este sentido, es
oportuno dar gracias a la búsqueda de información
y los comentarios siempre acertados de dicho grupo.
Sumo en este agradecimiento a Martha Cruz González, lectora de la versión final de este texto; en
verdad que todos ellos enriquecieron fuertemente
las ideas aquí contenidas.
DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS
denominado desarrollo; es decir una cada
vez más fuerte capacidad de acción de la
sociedad sobre ella misma que produzca, en
consecuencia, el éxito económico y una
mayor participación social y política.
Coincidiendo con esta idea, Coraggio
[1998] afirma que la posibilidad de generar
alternativas para enfrentar los efectos de la
desestructuración de las bases productivas,
en el marco de una concentración de riquezas y del aumento constante de pobreza en
nuestra sociedad, está íntimamente vinculado a la capacidad de organizarse, plantear
proyectos e iniciar propuestas que contribuyan a la creación del tejido social y económico, bajo la perspectiva de conseguir una
economía popular.
El llamado Tercer Sector, por su parte,
es también un concepto de frontera que
permite acercamientos pluridimensionales
de las realidades posmodernas; generalmente asociable al de Sociedad Civil (que de
acuerdo a Elizalde [2003], se funda en la
idea de que existe una tercera esfera de la
sociedad, además del mercado y el Estado,
en la cual puede fincarse la democracia a
través de la libre asociación y sobre la base
sociológica de la interacción social. La
democratización consistiría entonces en el
fortalecimiento de la organización de los
actores sociales y el control progresivo
sobre el Estado y el mercado por parte de
la sociedad).
Tercer Sector es entendido aquí, en coincidencia justa con dicho autor, como un
Sujeto Social sumamente activo que en las
últimas tres décadas ha ido desarrollando
procesos de afirmación y constitución como
actor social y que actualmente: emite juicios globales, fiscaliza los gobiernos, crea
opinión pública, moviliza recursos, genera
CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES
redes de información, sistematiza sus prácticas, administra sistemas de gestión y producción de conocimientos, socializa sistemas de apreciación ética que movilizan a
jóvenes y personas adultas, promueve el
asociativismo ciudadano voluntario y profesionaliza cuadros directivos claves. Viéndose capaz, así, de de mostrar en el debate
político el llamado “argumento de la sociedad civil”.
El documento, bajo este marco, pretende
aportar elementos al debate de dicho binomio conceptual: Capital Social-Tercer Sector, con la idea de participar en la construcción analítica de estos referentes importantes. El documento que aquí presento contiene primero una serie de referentes conceptuales que orienta la lectura, más adelante
hace mención a las diversas investigaciones
empíricas desarrolladas empleando la teoría como parte de su marco conceptual
(pensadas Desde el territorio “distante” y,
de manera más particular, en los escenarios
latinoamericanos, incorporando algunos
referentes en México). Finalmente, muestra
una serie de afirmaciones (anotadas aquí en
términos hipotéticos), resultantes de la contrastación de estas diversas experiencias,
con la idea de convocar de manera colegiada
a una reflexión posterior en torno a la
temática abordada.
Una breve introducción
en torno a la vigencia de la teoría
Con respecto al término “capital”2, Carlos
Marx señalaba que si el capitalismo no
2
Atendiendo a sus raíces etimológicas, procede
del latín “caput”, cuyo significado es “cabeza”,
haciendo referencia a un conjunto de cabezas de
21
fuera propietario de todos los instrumentos
y medios de producción, el obrero no tendría
la obligación de venderle su fuerza de trabajo. El proceso de producción, y por consiguiente, la creación de la plusvalía, sólo son
posibles si se une la fuerza de trabajo con
los instrumentos y medios de producción.
Todas estas cosas que tienen un valor y
que son necesarias para la creación de la
plusvalía constituyen el capital. Por lo
tanto para este filósofo y político alemán
el capital incluye antes que nada, edificios, máquinas y materias primas que
pertenecen al capitalista, junto con la fuerza de trabajo que compra; sin embargo, la
máquina inactiva y el dinero guardado en
una billetera, no constituyen capital si no
generan plusvalía.
Con Max Weber la noción de capital se
identifica con las sociedades mercantiles y
la define como el dinero utilizado para crear
un beneficio, por lo tanto se subraya que
todo dinero no siempre funciona como capital, porque puede ser empleado como vía
para la circulación de mercancías. Es capital cuando su uso otorga al propietario algo
más que su valor inicial: una plusvalía, un
beneficio. Irving Fisher introduce un concepto amplio de la noción de capital, que
incluye todas las fuentes de ingresos como
formas de capital, elementos materiales,
ganado. De “caput” se formó el adjetivo latino
“capitales”(principal) que designaba el total de un
préstamo de dinero. El latín de la edad media
expresaba ”capitales pars debiti”, como cabeza o
parte esencial de un préstamo, separando los intereses. En las obras griegas de Platón, Demóstenes y
Plutarco, entre otros, así como entre los romanos
Tulio Livio, Horacio, Cicerón, etcétera, los términos “capital” y “principal” poseían el mismo significado, como dinero prestado a intereses.
22
tales como recursos materiales y bienes
producidos, y también elementos culturales
y humanos, como habilidades heredadas o
adquiridas de producciones o consumidas.
Incluye ideas de Schultz que señala que la
idea de capital se ha inclinado al orden
Materialista evidenciando la atención dada
al capital material en el pensamiento económico.
Finalmente, dejando de lado la historización del término,3 podríamos rescatar la
noción de capital desde la perspectiva de
Bourdieu, quien señala que el capital no se
3
Durante el reinado de Luis XVI, el ministro de
Hacienda Robert Jacques Turgot (1727-1781), introdujo la noción de capital como producto o fruto de
la acumulación de trabajo realizado. Posteriormente en Inglaterra Adams Smith (1723-1790) reflexiona la anterior idea de Turgot, indicando que es
necesario diferenciar dos partes de bienes acumulados: la primera a ser consumida o usada (los intereses) y la otra destinada a generar ingresos a los
propietarios (capital). Este último como forma específica de riqueza, y en términos de Thomas Robert
Malthus (1776-1834) de la cual se obtendrá ganancia.
Smith incluyó en su categoría de capital fijo las
destrezas y habilidades útiles de seres humanos,
puesto que tales destrezas pueden considerarse como
una máquina que tiene un costo real y produce
utilidad. J.B. Say (1767-1832) coincide con Smith y
agrega que las destrezas y habilidades se adquieren
a un costo y tienden a aumentar la productividad de
un trabajador, por lo tanto deben considerarse como
capital. En ese sentido nos acerca a la idea de una
forma de capital humano.
Han existido discrepancias entre los expositores más notables de la ciencia económica sobre las
ideas vinculadas con el Capital. Nassau William
Senior (1790-1864) fue el primero en introducir una
nueva idea de capital, empleando la expresión de
“capital inmaterial”, que precisaba no sólo como
acumulación de riqueza, sino también de habilidades desarrolladas en los individuos, adquiridas en la
familia y a través de la educación; esto requiere
DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS
reduce sólo a su significación económica,
pues dejaría de lado todo un conjunto de
propiedades que los agentes utilizan en su
lucha por el poder. P. Ansart dice que si se
entiende por capital toda energía social
susceptible de producir efectos, se deberá
considerar toda energía susceptible de ser
utilizada, consciente o inconscientemente
como instrumento en la competencia social,
como forma de capital, por lo tanto se
podría hablar de distintas formas de capital, económico, cultural, social, simbólico.
En este sentido, es necesario considerar
la noción de capital como una riqueza producida y cuyo fin es generar nuevas riqueza,
no sólo económicas, si no de diversa índole.
Es aquí donde se produce una separación
teórica y metodológica importante entre los
bienestar tangibles y los intangibles; en
también trabajo por parte de quien adquiere ese
capital inmaterial, que es intelectual y moral.
La escuela romántica alemana, en la figura de
Adam Muller (1779-1829), precursor del nazismo,
se opuso a la tendencia de los modernos cultivadores
de la economía política de sobrevalorar los bienes
económicos y el disfrute natural y cultivó la idea de
un “capital espiritual” que contenía experiencias e
ideas ligadas por generaciones anteriores. Para los
seguidores de esta escuela los factores de producción no son sólo la tierra, el trabajo y el capital, sino
también la naturaleza, el hombre y el pasado, éste
último como capital físico y espiritual. En esta
perspectiva Friedrich List (1789-1846) enfatizaba
que “ todos los descubrimientos, invenciones, mejoras, perfeccionamientos y esfuerzos de todas las
generaciones que han vivido antes de nosotros,
forman el capital mental de la presente raza humana. La importancia que dieron al capital mental los
seguidores de esta escuela romántica alemana, se
derivó de la idea de que consideraban que ese
capital era el responsable de desarrollar riqueza en
una nación, pues permite cultivar talentos y aptitudes, no sólo a partir del trabajo corporal.
CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES
donde la acumulación del capital se suma o
se suple con la necesidad-demanda de, por
ejemplo, ser indígena, ser ciudadano, poseer un territorio y poder tomar decisiones
al interior de él.
Pero lo extraordinariamente atractivo
del proceso no queda aquí. Lo convocante a
ser analizado con mayor detalle mas adelante tiene que ver con que, este tipo de reacciones no sólo se muestra en los escenarios
locales, sino que impacta de manera diferenciada en los espacios más amplios, en lo
global. La glocalización aquí es esta capacidad de la sociedad civil de construir estrategias de sobrevivencia y acción en lo local
que se articulen con los procesos mas amplios, con lo global. Son los horizontes de
futuro que se formulan colectivamente y
plantean utopías (proyectos sociales viables) en este escenario-mundo.
Pero ¿Qué es el Capital Social, de acuerdo a los ensayos del Banco Mundial? (Recordemos que es este organismo institucional internacional quien asume como postulado global tal concepto) desde los textos
localizados,4 esta herramienta analítica y
operativa contempla a las instituciones, relaciones y normas que conforman la calidad
y cantidad de las interacciones sociales de
una sociedad. Numerosos estudios avalados por este organismo pretenden demostrar que la cohesión social es un factor
crítico para que las sociedades prosperen
económicamente y para que el desarrollo
sea sostenible. El capital social no es sólo
la suma de las instituciones que configuran
una sociedad, sino que es asimismo la ma4
Para mayor información ver: http://
www.worldbank.org/poverty/spanish/scapital/
index.htm
23
teria que las mantiene juntas.
Una noción restringida del capital social, advierte el Banco Mundial, es aquella
que lo considera como una serie de asociaciones horizontales entre personas que incluyen redes sociales y normas asociadas
que afectan a la productividad y el bienestar
de la comunidad. Las redes sociales pueden
aumentar la productividad al reducir los
costos asociados al establecimiento de negocios. El capital social facilita la coordinación y la cooperación.
Una interpretación más amplia del capital social debe necesariamente tomar en
cuenta las asociaciones verticales y horizontales entre personas, al igual que el
comportamiento entre y dentro de las
organizaciones. Este punto de vista reconoce que las relaciones horizontales son necesarias para dar un sentido de identidad y un
propósito común a las comunidades, pero
también insiste en que sin formar relaciones
que transciendan varias divisiones sociales
(por ejemplo, religión, etnia , estatus socioeconómico), las relaciones horizontales pueden convertirse en una base para la búsqueda de intereses restringidos, que impidan el
acceso a la información y a los recursos
materiales que de otra manera pudieran ser
de gran asistencia para la comunidad (por
ejemplo, información sobre vacantes de
trabajo, acceso a crédito).
Esta perspectiva sobre el capital social
incluye el ambiente social y político que
conforma la estructura social y permite el
desarrollo de normas. Este análisis extiende
la importancia del capital social hasta las
relaciones y estructuras institucionales más
formalizadas, por ejemplo el gobierno, el
régimen político, la aplicación del derecho,
el sistema judicial, y las libertades civiles y
24
políticas.5 Este punto de vista no sólo toma
en cuenta las virtudes y los vicios del capital
social, y la importancia de la formación de
relaciones dentro y entre comunidades, sino
también reconoce que la capacidad de varios grupos sociales para actuar en su propio interés depende crucialmente del apoyo
(o la falta de apoyo) que reciban del estado
y del sector privado. De la misma manera,
el estado depende de la estabilidad social y
del apoyo popular. En resumen, el desarrollo económico y social prospera cuando los
representantes del estado, del sector empresarial y de la sociedad civil crean foros a
través de los cuales puedan identificar y
alcanzar metas comunes.
Tanto el capital social individual como
comunitario señala John Durston [1999 y
2000], en coincidencia con los postulados
anteriores, son parte de la cultura compar5
Bourdieu [1987b] define como Capital Social
al conjunto de recursos actuales o potenciales ligados a la posesión de una red durable de relaciones
mas o menos institucionalizada de inter-conocimiento o en otros términos, a la pertenencia a un
grupo o conjunto de agentes que no-solo están
dotados de propiedades comunes (susceptibles de
ser percibidas por el observador, por lo otros o por
ellos mismos) sino también que están unidos por
lazos permanentes y útiles”. Estos recursos pueden
operar como facilitadores para quienes los posean y
obstaculizar el acceso a determinados puestos de
trabajo para aquellos que no posean ese capital
adquirido o heredado. El capital político, elemento
que distante con los planteamientos jurídico-administrativos de Banco Mundial, es definido por el
autor como cierta especie de capital social y principio fundamental de estructuración del espacio social en ciertas sociedades que al distribuirse desigualmente genera diferencias entre los agentes
sociales y suele asegurar a sus detentores una forma
de apropiación privada de bienes y de servicios
públicos.
DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS
tida y hasta cierto punto Internalizada por
los individuos que componen la comunidad.
El capital sociales es en gran medida fenómeno comunitario porque las instituciones
locales de cooperación y cogestión emergen
como resultado frecuente de la interacción
de estrategias individuales (sin ser una sumatoria de ello ya que los aspectos individuales y colectivo se compenetra). Es reincorporación de las prácticas de capital social en los proyectos de vida; y no el resultado decisiones conscientes ni de cambios
en estrategias personales, sino de una praxis
que contiene valores y saberes que son
transmitidos por generaciones y que la refuerzan en un aquí y ahora al poner a prueba
dichos valores y saberes.
El capital social es simbiótico y sinérgico, reforzándose y complementándose en
los contextos concretos. Para saber, en esta
compleja complementariedad, si un comportamiento es parte del capital social individual o comunitario, es necesario: Identificar si el control del recurso es individual o
colectivo, si las decisiones sobre su uso son
tomadas en forma independiente o mediada
por el grupo y, sobre todo, si los beneficios
obtenidos son en forma individual o colectiva.
Según FAO, citado por Silva et al.
[1997:11-12], los problemas de la pobreza
se agravan con mayor agudeza cuando los
diversos programas gubernamentales tratan de homogeneizar la problemática de
cada país, región o comunidad. Lograr el
desarrollo implica impulsar la transformación social basada en cambios estructurales
críticos orientados al reposicionamiento del
poder decisorio sobre la vida de los pobres
a partir del fomento de los procesos e iniciativas desde abajo; en donde la comunidad es
CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES
el foco del desarrollo y el sistema educativo
se re-enfoca a la elevación de la conciencia
de las masas y el re-modelamiento de las
élites, todo ello con el apoyo de procesos de
movilización popular motivados con valores populares, la cultura política democrática, la transformación de fuerza laboral en
recurso productivo efectivo, el aprovechamiento de recursos y desarrollo sistemático de tecnologías adecuadas [Mata
et al, 2000: 42].
Con respecto la sociedad civil, los ahora
llamados Nuevos Movimientos Sociales
(NMS) sostienen como postura afín que las
identidades colectivas de clase ya no constituyen un factor central en la conformación
de los movimientos sociales. Por el contrario, las nuevas formas de organización colectiva poseen una conformación social heterogénea y una expresión política plural.
Esto es sin duda una reflexión coincidente
con los escenarios analizados aquí.
Un agregado importante que hace Gonzalo Piñón [2001: 337-352] es señalar varios aspectos centrales en los postulados de
estos NMS, de los cuales recupero sólo dos
que parecen coincidentes con lo que ahora
se discute:
1.Las identidades de los actores sociales, como sujetos que militan de manera
activa en estos movimientos, no se determinan únicamente por su posición socioeconómica de clase al interior de una determinada estructura social. Las identidades6
pueden ser construidas por múltiples factores de carácter ideológico, cultural, de gene6
La identidad es definida en este texto de
acuerdo a su acepción sociológica y, particularmente, en relación estrecha a los movimientos sociales.
En este contexto, un movimiento social debe conte-
25
ro, étnico, racial, entre otros muchos.
2. Se presenta bajo esta perspectiva una
visión diferente del cambio social que implica el abandono de las posiciones radicales
que persiguen el cambio social solo desde
una visión de transformación revolucionaria o la búsqueda incesante y toma del poder
estatal; incluyendo movimientos sociales
reales que en el pasado eran ignorados o
descalificados al no plantear la transformación de la sociedad en su conjunto como
razón de ser. Ello no evita reconocer la
existencia de grupos sociales marginados
con demandas y reivindicaciones predominantemente económicas.
ner tres grandes características: identidad, pobreza
y democracia, que a continuación definen.
1.Un principio de cohesión al interior del actor
colectivo, una comunidad intereses y de objetivos;
propuesta en función directa de redefinición del
adversario preciso, de un oponente en contra del
cual ha de dirigirse la acción y en función del cual
se reestructurará la alianza antes mencionada. Y,
finalmente, redefinición de un campo compartido
del conflicto, es decir, entre actores adversarios y
sociedad global, existe un «mismo lenguaje».
2.Una pérdida de identidad colectiva, entendida
aquí como pobreza, bajo un contexto de desorganización que bien puede darse por bruscos cambios
generados por los procesos de modernización otros
cambios violentos del entorno que impidan aún
colectivo su recomposición rápida para enfrentar
dichos embates.
3.La democracia, en el otro extremo, se entiende
como la capacidad colectiva de animar movilizaciones, organizaciones y estrategias para conservar,
establecer o restablecer identidades colectivas, espacios de interacción comunicativa y, en una palabra, intermediaciones sociales consistentes y continuas capaces de enfrentar un éxito la situación
generadoras de desidentidad, desorden y degradación social y humana.
DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS
26
Investigaciones empíricas
desarrolladas empleando la teoría
como parte de su marco conceptual
Desde el territorio “distante”
Son bien conocidas actualmente las iniciativas de desarrollo que utilizan el capital
social de los pobres — por ejemplo programas de microcréditos colectivos como el
Banco Grameen en Bangladesh. Sin embargo, su propio éxito puede cambiar las condiciones que les han hecho posible intervenir en primer lugar. Al mejorar su bienestar
económico, el pobre puede ser menos dependiente de sus familias y vecinos y, al
mismo tiempo puede necesitar puentes sociales que le permitan acceder a una red más
amplia y rica de cara a expandir sus negocios.
En un ejercicio de recuperación, sirviéndome de diversas direcciones del correo
electrónico hasta Mayo 23 del 2002, se
localizaron numerosos reportes de Banco
mundial con respecto al capital social y
pobreza, a través de los cuales se hace
“evidente” la necesidad de contemplar al
Capital social como elemento central del
desarrollo glocal. A continuación los enlisto,
reconociendo la dificultad de analizarlos con
detalle en el corto espacio programado; labor
pendiente para un momento no distante:
Knack y Keefer [1997] usan indicadores de
confianza y normas cívicas empleados en la
Encuesta Mundial de Valores, que incluye
una muestra de 29 economías de mercado.
Se utilizan estas medidas como indicadores
de la fortaleza de las asociaciones cívicas a
fin de probar dos propuestas distintas sobre
los efectos del capital social en el crecimiento económico: los “efectos Olson” (aso-
ciaciones de crecimiento restringido) y los
“efectos Putnam” (asociaciones que facilitan el crecimiento a través de un incremento de la confianza). Ingelhart [1997] ha
realizado el trabajo más extenso sobre las
implicaciones de los resultados de la Encuesta Mundial de Valores para las teorías
generales de la modernización y el desarrollo.
Narayan y Pritchett [1997] elaboran
una medida del capital social en el sector
rural de Tanzania utilizando cifras de la
Encuesta sobre Capital Social y Pobreza de
Tanzania (SCPS – Social Capital and Poverty Survey). Esta encuesta a gran escala
preguntó a los individuos sobre el ámbito y
las características de sus actividades asociativas y sobre su confianza en varias
instituciones e individuos. Se compararon
estas medidas de capital social con las cifras
de ingresos familiares en pueblos similares
(ambas del SCPS y de una encuesta previa
sobre ingresos familiares, la Encuesta sobre el Desarrollo de Recursos Humanos ).
Se encontró que un mayor nivel de capital
social en los pueblos incrementa los ingresos familiares.
Temple y Johnson [1998] ampliaron los
trabajos previos de Adelman y Morris [1967]
usando la diversidad étnica, la movilidad
social y la extensión de los servicios telefónicos en varios países del África subsahariana como ejemplos de densidad de
las redes sociales. Combinaron algunos
elementos relacionados con un índice de
“capacidad social” y mostraron que esto
puede explicar una cantidad significativa
de variantes en las tasas de crecimiento
económico nacional.
Putnam [1993] al comparar el Norte y el
Sur de Italia, examina el capital social en
CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES
términos del grado de participación de la
sociedad civil como medida del número de
votantes, lectores de periódicos, miembros
de grupos corales y clubes de fútbol, y
confianza en las instituciones públicas. El
norte de Italia, donde todos estos indicadores son altos, muestra tasas significativamente más elevadas de gobernabilidad, de
rendimiento institucional y de desarrollo,
aún cuando se controlan otros factores ortodoxos. En su trabajo reciente sobre los
Estados Unidos, Putnam [1995, 1998] utiliza un enfoque similar, combinando información de fuentes académicas y comerciales para demostrar la caída persistente en el
largo plazo de las reservas de capital social
en Estados Unidos. Putnam da validez a la
información recogida de varias fuentes frente a los hallazgos de la Encuesta Social
General, reconocida ampliamente como
una de las más fiables sobre la vida social
americana.
Portes [1995] y Light y Karageorgis
[1994] examinan el bienestar económico de
distintas comunidades de inmigrantes de
los Estados Unidos. Demuestran que ciertos grupos (coreanos en Los Ángeles; chinos en San Francisco) prosperan mejor que
otros (mexicanos en San Diego; dominicanos en Nueva York) debido a la estructura
social a la que los nuevos inmigrantes se
integran. Las comunidades exitosas son
capaces de ofrecer ayuda a los recién llegados por medio de fuentes informales de
crédito, seguro, apoyo a la niñez, capacitación en el idioma inglés y referencias de
trabajo. Las comunidades menos exitosas
muestran un compromiso a corto plazo con
el país que los acoge y son menos capaces de
proveer a sus miembros de servicios importantes.
27
Massey y Espinosa [1970] examinan la
inmigración mexicana a los Estados Unidos. Señalan que políticas como NAFTA,
que abogan por la libre circulación de bienes y servicios a través de las fronteras
nacionales, también incrementan el flujo
de personas, dado que los bienes y servicios
son producidos, distribuidos y consumidos
por el pueblo. Utilizando encuestas y datos
recogidos a través de entrevistas, demuestran que una teoría del capital social es
mejor predicción de hacia dónde emigrarán
las personas , en qué número y por cuáles
razones, que las teorías neoclásicas y de
capital humano. Estos resultados son además usados como la base para proponer un
número de medidas políticas innovadoras,
destinadas a producir un manejo más equitativo y efectivo de la inmigración mexicana a los Estados Unidos.
Portes y Sensenbrenner [1993] examinan lo que sucede en las comunidades de
inmigrantes cuando uno de sus miembros
tiene éxito económico y desea abandonar la
comunidad. Sus entrevistas revelan las
presiones que los fuertes lazos comunitarios pueden ejercer sobre sus miembros; tan
fuertes son esos lazos que algunos de sus
miembros han cambiado sus nombres al
inglés para liberarse de las obligaciones
asociadas a su pertenencia a la comunidad.
Gold [1995] provee información sobre cómo
las comunidades judías en Los Ángeles
tratan de mantener la integridad de la estructura comunitaria al tiempo que participan activamente en la vida económica.
Fernández-Kelley [1996] entrevista a
mujeres jóvenes en las comunidades de
barrios marginales en Baltimore y descubre lo fuerte que son las presiones normativas para abandonar la escuela, tener un hijo
DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS
28
en la adolescencia y rechazar un empleo
formal. Rodeadas diariamente por la violencia, el desempleo, la adicción a droga, el
único modo de establecer la identidad y el
estatus de las jóvenes adolescentes es a
través de sus cuerpos. Anderson [1995]
estudió el papel de “las cabezas viejas”, los
ancianos miembros de las comunidades
pobres urbanas de la comunidad Afro-americana, como fuentes de capital social. Los
“cabezas viejas” en cierta medida proveen
sabiduría y orientación a los jóvenes, pero
hoy en día sus consejos son cada vez más
ignorados a causa del declive en el respeto
a los ancianos y a que la comunidad continúa fragmentándose económicamente.
Heller [1996] estudió el caso del estado
sureño de Kerala (India), donde las tasas de
analfabetismo, longevidad y mortalidad infantil han sido las más favorables del subcontinente. Al examinar la historia de las
relaciones estado-sociedad en Kerala, Heller demuestra como el estado ha tenido un
papel crucial en la consecución de estos
resultados por medio de la creación de
condiciones que permiten a los grupos sociales subordinados organizarse en torno a
sus intereses colectivos. Sin embargo, el
estado de Kerala ha sido hostil a la inversión extranjera y al mantenimiento de la
infraestructura, haciendo difícil para una
población saludable y bien educada traducir su capital humano en una mayor prosperidad económica.
Desde el escenario europeo, Proyecto
Local es una organización no gubernamental para el desarrollo (ONGD) nacida en
Barcelona (España) en el año 1989. El
origen de la asociación nace de la iniciativa
de un grupo de personas vinculadas al desa-
rrollo local en España, con la voluntad de
intercambiar experiencias entre organizaciones del norte y del sur y contribuir al
fortaleciemiento de las capacidades de las
comunidades locales. Realiza sus actividades principalmente en América del Sur,
Marruecos y América Central, asumiendo
una postura de apoyo hacia la construcción
y fortalecimiento del capital social, con la
intención de impactar en el enriquecimiento
de otros capitales.7 reconociendo como valores relevantes la reciprocidad para emprender objetivos comunes, el reconocimiento de la diversidad, la corresponsabilidad y
participacion cívica, la igualdad de oportunidades y el respeto al medio ambiente.
El desarrollo local es concebido en ellos
como una estrategia para el desarrollo descentralizado y participativo, para la valorización de los recursos locales y el fortalecimiento de la cultura emprendedora de las
organizaciones y de las personas. Pero so7
Considerando su propia voz, plantean que:
~Nuestra organización coopera con iniciativas
locales y regionales de desarrollo, impulsadas por
organizaciónes publicas y privadas, en paises y
regiones menos desarrolladas, a través de la colaboración técnica, organizativa y financiera.
~En Proyecto Local entendemos la cooperación
al desarrollo como un proceso de aprendizaje que
construye relaciones de confianza y compromiso y
teje redes de solidaridad entre las personas y las
organizaciones implicadas.
~En Proyecto Local estamos convencidos de que
la justicia social y la solidaridad frente a las enormes
desigualdades constituye un imperativo moral de
nuestro tiempo, con vocación universal.
~Proyecto Local orienta su acción mediante un
sistema de valores que entiende la Cooperación
como el intercambio entre iguales, mutuo y enriquecedor para todos, dirigiendo su esfuerzo hacia el
fomento del desarrollo y a contribuir en la erradicación de la pobreza.
CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES
bre todo es una propuesta de innovación
social, de trabajo en red, de cooperación
entre el sector público, el privado y el social.
Es una nueva forma de comprender y practicar el desarrollo a partir de la movilización
de los recursos endógenos, las sinergias
locales y sobre todo, el accionar de la persona en su territorio.
Entre grupos de colaboradores destaca
la AECI (Agencia Española de Cooperación Internacional), la Generalitat de Catalunya, la Diputació de Barcelona, el Ajuntament de Barcelona, los Fons Català de
Cooperació al Desenvolupament, la Comissió Europea y los Ayuntamientos de Manresa, Mataró, Rubí, Sabadell, Terrassa,
Vilafranca del Penedès, entre otros. Durante los últimos años Proyecto Local ha establecido relaciones de cooperación con los
siguientes países: Uruguay, Paraguay, Chile, Nicaragua, Perú, Ecuador, Honduras y
Marruecos.
Los proyectos descritos en varios de sus
documentos son diversos, tanto en su territorialidad como en las estrategias aplicadas. A continuación se enlistan algunos que
considero relevantes en relación al fortalecimiento del capital social:
PROUJ - Programa de lucha contra la
pobreza urbana - MARRUECOS. El proyecto PROUJ es una acción en favor de la
cooperación local y el incremento de capacidades de instituciones local para la lucha
contra la pobreza urbana. Tres municipios
y tres asociaciones de zonas urbanas deprimidas de Oujda, participan en acciones
de capacitación, impulso a microproyectos comunitarios y planificación integrada
de estrategias contra la pobreza urbana.
SEFED (Simulación de Empresas con Fi-
29
nes Educativos) en Chef Chaouen, Nador y
Tánger en Marruecos. La implantación de
una red de empresas simuladas en el norte
de Marruecos y una central de simulación
en la ciudad de Tánger. El proyecto SEFED establece un sistema innovador y
eficaz de formación e inserción de jóvenes,
mediante la simulación de puestos de trabajo en empresas simuladas. Se realiza en
colaboración con la red de Ayuntamientos
catalanes, INFORM.
Capacitación de Agentes de Desarrollo
Local Municipios del Lago Yojoa – Honduras. A partir de un convenio entre Amuprolago y Proyecto Local, se pone en marcha un programa de formación y asistencia
técnica para técnicos y cargos políticos de
los municipios asociados en AMUPROLAGO. La capacitación de ADLs incluye el
diseño de metodologías y la formación de
formadores hondureños, así como la elaboración de planes locales de desarrollo
para cada municipio.
Agencia De Promoción Económica Local, en Estelí, Nicaragua. El objetivo del
proyecto es la creación de una agencia de
promoción económica local en la ciudad
de Estelí. Durante un año el ayuntamiento
de Estelí recibirá apoyo técnico y formación de parte de Proyecto Local. Para
promover la agencia se establecen y fortalecen relaciones de cooperación con otros
actores locales, se impulsa un estudio de
las potencialidades económicas y se diseña
el modelo de agencia a implantar.
Cooperación Transfronteriza en la Región Tumbes, en El Oro, que comprende
Perú y Ecuador. El proyecto transfronterizo TUMBES-El ORO es una iniciativa binacional con varios ejes de intervención:
refuerzo de las municipalidades, promo-
DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS
30
ción de microempresas y planificación binacional. Se enmarca dentro del plan binacional de paz entre Ecuador y Perú. Periodo de ejecución: 2001-2003
PACT (Apoyo a la Cooperación Territorial) en las Provincias de Jerada y Figuig, Zona Oriental de Marruecos. El proyecto promueve el desarrollo de una región desfavorecida de Marruecos, desértica, con escasa población y recursos y alta
tasa de desempleo. El objetivo central del
proyecto es el desarrollo participativo de
las provincias de Jerada y Figuig en la
región oriental de Marruecos. Se crean
nuevos espacios de cooperación y diálogo
entre asociaciones, gobiernos locales, universidades, delegaciones gubernamentales, cooperativas y organizaciones empresariales que se traducen en la elaboración
de un Plan de Desarrollo Territorial.
FORTEM (Fortalecimiento del Tejido
Empresarial) en Ciudad de León, Nicaragua. Se detectan micro y pequeñas empresas afectadas por el Huracán Micht, con el
fin de dar apoyo financiero y asisitencia
técnica. El proyecto de se basa en una
estrecha colaboración entre los actores
locales y vincula la rehabilitación, al desarrollo del tejido empresarial y el impulso a
servicios empresariales comunes.
Intercambio de Agentes de Desarrollo Local de Paraguay y Catalunya. Se trata de
un programa de intercambio y formación
entre municipios catalanes y paraguayos,
con el fin de fortalecer el papel de los
ayuntamientos paraguayos como promotores del desarrollo económico local. El
programa incluye visitas técnicas, curso
de formación sobre el desarrollo local y
tutorías para que los municipios paraguayos elaboren sus planes de desarrollo lo-
cal. La primera fase (tres municipios) se
realizó durante el año 200 y la segunda
fase durante el 2001-2002.
Apoyo a La Acción Asociativa TENDRARA, en la Región Oriental en Marruecos. El proyecto ha intervenido en el refuerzo y empoderamiento de las asociaciones
comunitarias de la región Oriental. Ha
aportado recursos a la mejora de la gestión
y capacidad técnica de la contraparte, ha
formado a formadores locales y ofrecido
capacitación y apoyo financiero a microproyectos promovidos por asociaciones
locales.
PROPEA . Programa piloto para pequeñas empresas asociativas en el Departamento Central de Paraguay. El proyecto
PROPEA es un programa de acompañamiento y capacitación de emprendedores,
ejecutado en diferentes municipios del Departamento Central de Paraguay. Ha permitido la creación de 26 nuevas microempresas y ha desarrollado una metodología
innovadora en el acompañamiento de emprendedores. Para ello se formaron 5 técnicos paraguayos como tutores de microempresa.
Capacitación para el Desarrollo Comunitario en Paraguay. El proyecto se
dirige al incremento de capacidades de
actores locales de cara a su mayor implicación en el desarrollo local. Los beneficiarios son alcaldes, concejales, funcionarios
municipales y líderes comunitarios. Se organizan diferentes módulos de capacitación, se editan cuadernos de capacitación,
se apoyo a la elaboración de proyectos
comunitarios y se cuenta con la colaboración de la universidad.
En los escenarios latinoamericanos
CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES
En los últimos diez años un número importante de procesos de desarrollo rural, liderados por comunidades en el ámbito local en
estrecha articulación con lo global, han emergido en diferentes partes de América Latina.
Usualmente son iniciativas aisladas y poco
conocidas, pero representan un paso firme en
la intención de ampliarse a escalas mayores
(una visión más regional-nacional).
Otra de las experiencias importantes
referidas se localiza en Brasil y la presenta
Cruz-Moreira [2002] al describir las estrategias y dificultades del nuevo cooperativismo de trabajo brasileño, como alternativa de creación de empleo e ingresos para la
población, en el contexto de la flexibilización de las relaciones de trabajo y la reestructuración productiva.8 Se analiza allí la
trayectoria de algunas de las cooperativas
de confección de ropas en el estado de São
Paulo. El trabajo se fundamenta en la experiencia del proyecto Integrar-Cooperativas, en el marco del convenio entre la Red
UNITRABALHO9 y la Confederação Nacional dos Metalúrgicos – CNM; el cual
8
En Brasil, las primeras cooperativas comenzaron el siglo pasado, especialmente en el estado de
São Paulo. Aunque la mayor concentración de cooperativas brasileñas, desde el comienzo se localiza
en el Sur del país, aún así la participación de la
población siempre fue muy pequeña. Inicialmente
se organizaron cooperativas de consumo, de producción agrícola y de crédito.
Una de las manifestaciones más importantes, el
cooperativismo de crédito surgió en Brasil a inicios
del siglo XX, fundada por emigrantes alemanes e
italianos, quienes implantaron un sistema de crédito
cooperativista, para resolver sus problemas de crédito, producción y consumo; inspirado en las organizaciones comunitarias de sus países de origen.
9
Rede Interuniversitaria de Estudos e Pesquisa
sobre o Trabalho – UNITRABALHO.
31
fue ejecutado por las Incubadoras Tecnológicas de Cooperativas Populares - ITCP’s
de las Universidades: Universidade de São
Paulo-USP, Universidade Federal do Rio
de Janeiro-UFRJ, Universidade Federal
de São Carlos-UFSCar y de la Fundação
Santo André-FSA.
Entre las décadas de los años 70 y 80,
señala el autor, el cooperativismo de crédito
brasileño, se restringió a dos campos: las
cooperativas de crédito mutuo, restrictas a
los trabajadores de las grandes empresas y,
a las cooperativas de crédito rural vinculadas a las cooperativas de producción [Pinho, 1984]. En 1981, informaciones del Instituto de la Reforma Agraria-Incra, del Banco Nacional de Habitación-BNH y Banco
Central indicaban las existencias de 3.833
cooperativas en todo el Brasil. En 1995, el
Anuario del Cooperativismo Brasileño de
la OCB (Organización de las Cooperativas
Brasileñas) suministraba el número de 3.681,
el que indica la continua y poca representatividad del cooperativismo en el país, con un
número de asociados que no llega a 2% del
total de la populación.
Hoy se pasa por una explosión de cooperativas trabajo, éstas pueden ser de producción o prestadoras de servicios; formadas
por trabajadores que se asocian por la necesidad de generar ingresos familiares, los
cuales no pueden más obtener a través de un
empleo regular. También existen casos en
que son constituidas por trabajadores más
calificados,10 politizados y concientes, quienes buscan crear para sí y para la sociedad
alternativas democráticas e igualitarias, más
10
Tal es el caso de las cooperativas: INTEGRA,
constituida por ingenieros, arquitectos y sociólogos;
y por la VERSO, formada por Psicólogos.
32
justas que las relaciones de trabajo prevalecientes actualmente en sistemas de producción flexible, precarios y en los cuales se
remunera mas al capital que al trabajo y la
producción [Cruz-Moreira, 2002: 3].
Sin embargo, la gran mayoría de cooperativas de confección está formada por mujeres desempleadas o que nunca tuvieron
empleo formal (algunas “costuraban” en
casa para el autoconsumo familiar o como
modistas de barrio), que nunca trabajaron
organizadamente en la producción industrial, y son obligadas a buscar trabajo remunerado fuera de casa, presionadas muchas
veces por el desempleo de sus compañeros
o por su posición de jefes de familia. Las
cooperativas y asociaciones de confección/
costura proliferan en la periferia de São
Paulo [Op. cit: 12].
En las conclusiones del documento, el
autor señala que, además del aspecto técnico-comercial implementado a través de las
mismas Universidades estatales brasileñas,
existe una contradicción fundamental en la
organización de las cooperativas en São
Paulo. Por definición, la cooperativa de
producción es una cooperativa de trabajo en
el cual los trabajadores son los dueños de los
medios de producción y del capital social.
Con ello, las elecciones de directores, determinación de ganancia y distribución de las
sobras, cuando existentes, son elementos
constituyentes de la autonomía de ese tipo
de organización. Órganos del mismo Estado legislan y permiten que el trabajo cooperado o asociado quede al margen de los
derechos de los trabajadores, sin la contrapartida de la autonomía y sin condiciones de
pose de los medios de producción. Es todavía el Estado que tasa los productos y
servicios de las cooperativas cuando, en
DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS
otros países, hay incentivos y exenciones
para las cooperativas.
En México, Chiapas es un escenario
importante.Javier Vargas [1975], gestor en
buena parte de la propuesta educativa implementada en esta entidad por parte de los
teólogos de la liberación, señala un referente sumamente atractivos y fuertemente contrastante entre la cultura nacional y
la cultura indígena local chiapaneca (que
a criterio del autor bien puede pensarse
para los indígenas del país y de la cual
guardo cierta distancia pensándola como
poco crítica):
1. Las nociones de tiempo y vida no están
separadas, van a la par.
2. La estructura social y sus funciones
están concebidas con base en al servicio, no la competencia.
3. El prestigio que la comunidad otorga
la persona está en función del servicio
que presta al grupo.
4. Decidir es asunto de la comunidad, la
decisión es unánime, de convencimiento, «la idea de democracia basada en la
convergencia de opiniones, no en la
competencia de ideas, encuentra un
canal directo».
5. El lenguaje es concreto e inmediatista.
«Iniciado algo no lo dejan hasta haberlo concluido».
6. La tierra se evalúa en arraigo no en
dinero, «en ella se entrelazan toda la
relaciones que dan vida al individuo y
al grupo».
Frente a esta serie de señalamientos cabría preguntarme si los diversos territorios
presentados aquí coinciden con la tipología
descrita, al menos en ciertos sentidos. El
marco estrecho que nos da el autor hace
CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES
pensar en comunidades-ente difícilmente
permeables por factores exógenos; condición difícilmente sostenible si consideramos la cantidad y calidad de documentos y
experiencias que en ese territorio se han
presentado. Los diversos territorios nacionales difícilmente pueden mostrar rasgos tan puntuales del capital social individual y comunitario como los que muestra Javier Vargas en sus postulados (recordemos que él es un intelectual orgánico, más que un analista crítico de la
realidad chiapaneca).
Otro referente importante, ahora en el
escenario poblano, es el trabajo que describen tanto Días [2001] como Patiño y Castillo [2001],11 realizado en torno a una
experiencia de educación formal y no formal12 implementada a lo largo de 15 años en
11
Maximino Díaz Bautista en el Proyecto de
investigación: Análisis del proceso de transmisión
de conocimientos para la formación de recursos
humanos locales: caso CESDER, Zautla, Pue., Ponencia presentada en el Primer Coloquio Regional
de investigación en posgrados en Ciencias Sociales
y Humanidades, Tlaxcala, Tlax., 2001. Elsa Patiño
Tovar y Jaime Castillo Palma. “La tradición popular
de los saberes organizativos en Puebla”, en Patiño
Tovar, Elsa y Jaime Castillo Palma (coordinadores),
Saberes organizativos para la democracia, UAPRNIU, Puebla, 2001.
12
En un sentido operativo consideramos a la
educación formal como la institución de la escuela
cuyo objetivo se puede entender como «el proceso de
adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes con un fin ético. Así la educación necesariamente nos convierte en mejores personas, a diferencia de
la instrucción, la socialización, la masificación, el
lavado de cerebro y otros procesos afines que no
necesariamente tienen un fin ético» Hierro citado
por Latapí [1995]. La educación no-formal se comprende aquí como la socialización y se define como
«todas y cada una de las instancias a través de las
33
el Centro de Estudios para el Desarrollo
Rural A. C. De Zautla, en Puebla (CESDER)13 La labor principal de este espacio
es la formación de recursos humanos locales, así como el generar un impacto en la
comunidad sobre la implementación de este
tipo de estrategias, sobre todo se pretende
analizar cuáles han sido los principales
efectos con respecto al grado de desarrollo
local (grado de empoderamiento).
El sentido y significado de la red de
enseñanza-aprendizaje de esta ONG se enmarca en diferentes aspectos: 1.-La búsqueda de la dignidad, 2.-La concepción de
la identidad, 3.-La búsqueda de la autonomía social, con la idea de que la educación
sirve para encontrar opciones viables en
torno a ideales de esperanza y felicidad, 4.Pasar de la conciencia de sí hacia una
conciencia para sí; de una conciencia tácita hacia una conciencia reflexiva; recuperando la idea de que lo sencillo hace a lo
complejo (la enseñanza más allá del adoctrinamiento); de que la educación no debe
ser una reacción que sólo considera a la
práctica como referente, sino la capacidad
humana para el ensueño y la esperanza, 5.cuales un sujeto humano integra e incorpora las
consignas y determinaciones de la estructura social
en la que interactúan. Dentro de estas instancias se
encuentran la familia, la escuela, la religión, los
medios masivos de comunicación, entre otras. Éstas
tienen una importante contribución a la hora de
conformar, trasmitir, mantener y perpetuar valores,
creencias y actitudes que influyen en cierto modo
determinan el modo de pensar y comportarse de la
gente» Bustos [1994].
13
Para mayor información, ver: CESDER-PRODES A. C. Dignidad y calidad de vida en comunidades campesinas: Propuesta de desarrollo para el
Municipio de Zautla, en la Sierra Norte del Estado
de Puebla, documento Mimeografiado, Puebla, 1998.
DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS
34
se concibe como un paraguas que da cobertura las organizaciones y a diferentes
opciones educativas ubicadas en ayuntamientos, empresas y organizaciones productivas, que potencia las capacidades
técnicas a diferentes niveles de enseñanza
(secundarias, preparatorias universidades)
con base en un sistema educativo abierto
[Patiño y Castillo, 2001: 158-159].
Esta ONG contempla tres ideales-fuerza
(éticas) que construyeron en larga reflexión
de diversos límites sociales, políticos y culturales: la búsqueda de la identidad; la
búsqueda de la dignidad; y la búsqueda de la
autonomía social (que contiene dos aspectos fundamentales para su realización; uno
es el desarrollo las capacidades políticas de
los individuos para plantear sus proyectos
colectivos de felicidad implicando el hecho
de saber luchar, saber demandar saber negociar; el otro es el fortalecimiento de las
capacidades técnicas para hacer de sus proyectos opciones viables ese poder instrumental racionalmente).
Hidalgo, un espacio distinto en este
contexto de lo nacional. De acuerdo con
Vargas y Gutiérrez [2001: 245-246] la región hidalguense del Valle del Mezquital no
es homogénea en un sentido socioeconómico. La industrialización en torno al municipio de Tula desde principios del siglo XX
con la implementación de cementeras y del
corredor industrial textilero Tula-Tepeji en
los años 50 nos marcan ya una distancia con
el escenario rural indígena; a ello se suma la
presencia del sistema de riego con aguas
negras que cubre buena parte de las zonas
bajas del territorio y que se distancia, en
términos fisiológicos y socioeconómicos,
de la parte alta semidesértica del territorio
Hñahñú; lugar donde emerge SEDAC14 y
que se registra por INEGI [1995] como lo
más pobre del territorio Hñahñú.
Lo que inicia con un grupo de estudio
encaminado como un proyecto pedagógico, por la propia naturaleza de sus usuarios, campesinos pobres, y por la estrategia planteada lleva necesariamente, haya
sido un fin buscado o no, a la organización
de grupos o comunidades enteras [Vargas
y Gutiérrez, 2001: 250].
El proceso, como bien señalan los autores y es relatado con detalle por los fundadores de la ONG Oralia Cárdenas Zacarías
y Salvador García Angulo en los libros
Autodidactismo solidario [1992] y Autogestión indígena [1995], genera un proceso
de aprendizaje que se va multiplicando y
encuentra una constante participación campesina.15 En este proceso, los contenidos de
aprendizaje mutuo adquieren una especifi14
La COVAC nace de un grupo de profesionales
que llegan al Valle del Mezquital en 1975 con un
proyecto educativo; una ONG denominada Servicios Educativos A. C. (SEDAC) que después mantendría las siglas pero se autodefinen como Servicios para el Desarrollo, basándose modelo en las
necesidades sentidas de la población local y preconizaba tres principios elementales: la educación del
adulto debe partir del análisis de su propia realidad
para generar conciencia crítica; se aprende mejor
cuando lo que se aprende se ponen práctica para
resolver las necesidades y el tercero, el método se
base en la autoasesoría y la autoevaluación grupal
en círculos de estudio.
15
En 1970 se forma la Central para el Desarrollo
y Participación Social A.C. (CEDEPAS, A. C.) en la
región del Valle del Mezquital y presentan un
“proyecto de desarrollo autogestivo de comunidades rurales, con un fuerte contenido educativo” al
Centro para el Estudio de Medios y Procedimientos
Avanzados de la Educación (CEMPAE). El proyecto fue abortado y esta institución les propuso a
CAPITAL SOCIAL Y TERCER SECTOR EN DIVERSOS ESCENARIOS MUNDIALES
cidad, en donde se muestran necesidadesproblemáticas reflexionadas en el marco de
una conciencia crítica de la sociedad, tales
como capacitación técnica, de control democrático de los recursos, entre otras dimensiones socializadas por los propios pobladores sobre su realidad.
En 1981 se inicia una importante etapa
de transición en la cual, al interior de los
círculos de estudio, se definen como necesarios proyectos autogestivos para algunas
comunidades del Valle orientados hacia la
producción, Comercialización, consumo,
servicios y salud. Es allí donde emerge la
organización social regional Comunidades
del Valle, A. C. (COVAC).
El proyecto de autodidactismo solidario se describe como en funcionamiento
durante seis años (1975-1981). Los resultados descritos por quienes coordinaban dicho proceso se muestran atractivos, no solo
por la amplia área de cobertura, sino también por la presencia de dicho grupo gestor
en el territorio y, sobre todo, por el peso que
en la propuesta original contenía la construcción indígena de un capital social-comunitario (afirmación que bien se puede
entresacar de los documentos, libros y testimoniales elaborados y difundidos por la
SEDAC y la COVAC.). Es importante señalar que en los textos muestra una apología
al proceso (condición frecuente en los testimonios de toda ONG y OS, que reclama un
análisis más detallado y crítico al respecto;
cambio la elaboración de los libros de texto para la
Primaria Intensiva para Adultos. El diseño curricular fue aceptado y en él se pretendía “ayudar al
adulto a entender su realidad circundante, tanto
natural como social, y a adquirir herramientas mínimas para empezar a actuar sobre ella” [Cárdenas y
García, 1998: 8].
35
tarea que en este momento se deja pendiente).
Resultados de las contrastaciones
Coincidiendo con Serna [1999] las demandas de las organizaciones latinoamericanas,
particularmente los indígenas, pueden agruparse bajo cinco grandes rubros:
1.Por la definición y el status legal, que
implica que se reconozca el derecho a
la autodefinición grupal y la identidad
colectiva, cuestionando la autoridad
de los gobiernos que imponen ese status unilateralmente.
2.El derecho a la tierra (agregaría el
derecho a la posesión de una territorialidad), que se presenta como el
problema y la demanda fundamental
para la sobrevivencia de los pueblos.
La insistencia en que sean respetados
sus derechos ancestrales en el marco
de un territorio, representa el espacio
geográfico necesario para la reproducción cultural y social del grupo.
3.La identidad cultural es otra demanda
latente en el contexto de cambio cultural constante y que las diversas dinámicas globales y locales imprimen
desde hace varias décadas. Defender
la lengua, el diseño y aplicación de
programas educativos bilingües en
regiones indígenas, son sólo un referente de esta postura.
4.El respeto a la organización social y
a «el costumbre» jurídico local, elemento esencial de la vida comunitaria
indígena y la sobrevivencia de sus
culturas, plantea un reclamo político
fundamental.
5.La participación política, que implica
DANÚ ALBERTO FABRE PLATAS
36
no sólo mayor representación al interior de las instituciones gubernamentales sino también el derecho a la libre
determinación, la autonomía y el autogobierno local y regional.
El capital social, bajo este contexto, se
muestra como un referente central en la
construcción de estos espacios democráticos ¿Qué tan real pudiera ser esto? Es difícil
saberlo a partir de documentos ajenos; lo
cierto es que bien se pueden plantear algunas hipótesis como convocantes a la reflexión y como posibles vetas de investigación futura:
La inconsistencia en la construcción de
capital social (individual y comunitario) en
los procesos emergentes en los años 70 en
diversos territorios latinoamericanos, imposibilitaron la sostenibilidad de éstos a un
plazo de largo alcance al interior del campo
organizativo mismo.
Pese a ello, los procesos que lograron
sobrevivir a esta coyuntura glocal impri-
men desde esos tiempos una acción dinamizadora importante para un sector importante de la población (no el único, pero si
sumamente relevante), al permitirle problematizár y reconfigurar de manera colectiva
en términos organizativos su realidad.
Esto da por resultado que en los últimos
veinte años, una parte importante de la
población pobre reconfigure sus necesidades-demandas de bienes económicos y/o
políticos, traduciéndolas a bienes aparentemente intangibles, tales como el reconocimiento de la dignidad, el respeto y la revaloración del status social-étnico.
El capital social, bajo este contexto, es
objeto central de atención tanto del sector
gubernamental en los organismos internacionales, como de la sociedad civil misma.
Las formas de acción resultantes son diversas y con frecuencia contradictorias, síntoma claro de los contextos en los cuales
emergen y de los procesos más amplios con
los cuales se articula.
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