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LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA EMPRESA
ESPAÑOLA EN EUROPA, LA EXPERIENCIA
DE TELEFÓNICA
Santiago Fernández Valbuena y Juan Antonio Mielgo
Telefónica
internacional dado que algunos de estos
recursos naturales generan externalidades
tras-fronterizas o porque se necesitan normas técnicas para la garantizar la compatibilidad entre países.
• En tercer lugar, las telecomunicaciones
presentan quizás el caso más notable de
transición de un sistema monopolístico a
otro abierto a la competencia en menos
tiempo, por lo que la regulación cobra
especial importancia.
• Por último, la espectacular innovación tecnológica producida en la última década en
este sector hace que estemos en un entorno cambiante (crecimiento desorbitado en
demanda de nuevos servicios, aumento de
la valoración del espectro, notable disminución en costes, etc.) con negocios incipientes que debe tenerse en cuenta por
parte de los entes reguladores.
Todo esto hace que el papel del regulador sea
determinante en el desarrollo del sector y que
exista un delicado equilibrio entre capturar para
los usuarios las ventajas de la mayor productividad que trae la tecnología y garantizar condiciones estables a los operadores como para que
decidan instalarse, invertir y mantener sus inversiones.
Pero no sólo lo anteriormente comentado
resulta condicionante, sino que además existen
una serie de especificidades para Telefónica en el
proceso de internacionalización que resultaron
1. EL IMPULSO A LA
INTERNACIONALIZACIÓN
DE TELEFÓNICA
El objetivo fundamental perseguido por el Grupo
Telefónica en su internacionalización ha sido
lograr una posición competitiva para la empresa
mediante el logro de un tamaño crítico adecuado
a escala internacional, lo que permitiría reforzar su
capacidad como operador de telecomunicaciones
global. Es decir, aprovechar las ventajas de propiedad (economías de escala y conocimiento específico tecnológico) más que las de localización y prestar un servicio de telecomunicaciones en mercados
de alto potencial dado el casi nulo desarrollo existente como punto de partida.
En comparación con otros servicios públicos,
las telecomunicaciones presentan algunas características singulares que deben tenerse en cuenta
y cuyo resultado es el papel determinante que
juega la regulación en el desarrollo del sector.
• En primer lugar, las telecomunicaciones
requieren recursos naturales únicos y
específicos de este sector –espectro electromagnético, la numeración o el direccionamiento entre otros– por lo que el mercado existente para éstos suele ser complejo y por tanto la regulación es fundamental para desarrollar mecanismos eficientes en la asignación de estos recursos y
supervisión de su uso.
• En segundo lugar, las telecomunicaciones
presentan cierto grado de regulación
81
OBSERVATORIO SOBRE EL GOBIERNO DE LA ECONOMÍA INTERNACIONAL (2008)
Por tanto, existe un componente institucional
sumamente relevante en la decisión de entrada
en mercados exteriores para Telefónica, lo que
supone un riesgo regulatorio significativo que no
existe en otros procesos de internacionalización
de empresas, al que hay que añadir el resto de
riesgos más estándar existentes (riesgo financiero, riesgo operativo, etc.).
fundamentales en los primeros pasos en esta
estrategia:
• Hay que esperar a procesos de privatización de empresas estatales de telefonía fija
para poder entrar con tamaño a dichos
mercados, hecho que sin duda condiciona
cualquier «senda objetivo» inicialmente
marcada en la estrategia teórica de internacionalización.
• La competencia en el mercado local está
sujeta a la apertura de nuevos segmentos
en la industria de las telecomunicaciones
(telefonía móvil, transmisión de datos,
etc.) a la iniciativa privada, por lo que la
forma en que el Gobierno diseña la apertura a la competencia será fundamental
para el proceso posterior de internacionalización.
• Elevados «costes hundidos» implícitos en la
decisión de internacionalización que necesitan de ciertas garantías en el cumplimiento de las cláusulas del contrato marco
de concesión del servicio, abriéndose por
consiguiente un riesgo regulatorio / legal
muy significativo.
• En la mayoría de servicios de telecomunicaciones, el precio fijado para la prestación del servicio suele estar regulado
–directa o indirectamente– por lo que
pueden existir parámetros subjetivos en su
fijación como la eficiencia en la prestación
de éste, la estimación de los costes imbuidos o el coste de capital que resultarán
determinantes en la estimación de ingresos, y que por tanto pueden estar sujetos a
controversia y arduas negociaciones con la
autoridad reguladora.
• Dado que las telecomunicaciones son un
sector estratégico para cualquier economía, el Gobierno suele exigir a los principales operadores unos planes de cumplimiento de metas de calidad, lo que a veces
conlleva la aplicación de cláusulas específicas que permitan obtener ingresos con
los que financiar los exigentes planes de
inversión.
2. LAS CIFRAS DE LA
INTERNACIONALIZACIÓN
DE LA EMPRESA ESPAÑOLA
El proceso de internacionalización de la empresa
española en las últimas décadas puede ser descrito por dos características que destacan por
encima de las demás. El primero, que ha sido
relativamente tardío en el tiempo, lo que explicaría en parte la todavía baja tras-nacionalización
existente en ésta pese a la fuerte aceleración de la
expansión internacional de la empresa española
en los últimos 15 años, con una fase previa lenta
(1988-1993) tras las medidas de liberalización de
inversión española en el exterior a finales de la
década de los 80. El segundo rasgo, el creciente
peso de la UE-25 como principal destino de la
inversión empresarial española.
Analizando el posicionamiento internacional
inversor directo de España en las últimas décadas
se confirma lo comentado anteriormente. Por un
lado, el stock de inversión extranjera directa de
España en el exterior era muy bajo a principios
de los 90 (15 millardos), habiendo crecido sustancialmente hasta los 385.6 millardos a cierre
de 2006. Por otro, hemos pasado de ser un país
receptor neto de IED (44 millardos) a principos
de los 90 a un país emisor neto por un importe
de 49 millardos con datos de cierre de 2006 de
la Balanza de Pagos publicados por el Banco de
España. Todo este proceso ha supuesto que el
número de empresas españolas implantadas en
el exterior se haya duplicado en el período 20012006, en un amplio abanico de actividades y sectores económicos, lo que ha permitido situar a
España como el octavo país mundial inversor
directo en el exterior.
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LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA EMPRESA ESPAÑOLA EN EUROPA...
Adicionalmente, la inversión empresarial
española en Europa (UE-25) ha sido destacada
en el último lustro, desbancando a América Latina como principal receptora. Así, con los últimos
datos disponibles del Ministerio de Industria,
Comercio y Turismo, el 60% de la inversión
empresarial española en el período 2000-2006,
como promedio anual, se ha encaminado hacia
países europeos frente al 33% que representaba
en el lustro anterior. Esta concentración inversora de España en Europa ha supuesto que a cierre
de 2006 más del 60% del stock de inversión
extranjera directa de España en el exterior se
encuentre en la UE-25, frente al 41% que suponía a principios de la década de 2000.
Ahora bien, que el crecimiento de las inversiones corporativas realizadas por empresas
españolas en el extranjero haya cuadriplicado en
porcentaje al incremento mundial (137% vs 38%)
no debe hacernos olvidar que este proceso tiene
sombras. La primera, que la «marca país» sigue
sin estar situada a la altura del esfuerzo inversor
realizado por las empresas1. La segunda, que la
mayoría de las multinacionales españolas tienen
menos de 1.000 empleados y están todavía lejos
de principales competidoras extranjeras en términos de capacidad financiera, organizativa,
directiva y tecnológica2.
Telefónica ha sido una de las empresas líderes
de este proceso desde principios de los 90, viéndose estimulada por el escenario mundial cambiante que ya se vislumbraba en aquella época,
logrando finalmente la meta fijada: ser un operador global de telecomunicaciones. Conforme a
un estudio de los pesos de la IED en una muestra de empresas españolas que cotizan en mercados y comunican hechos relevantes a la CNMV, se
obtiene que durante el período 1988-2004, Tele-
fónica ha representado el 13% de las inversiones
identificadas, equivalente a todos los anuncios de
IED de empresas españolas en los sectores energético y de agua y aproximadamente la mitad de
la IED realizada por el sector financiero y asegurador3.
Esta apuesta inversora de Telefónica en el
exterior ha supuesto no sólo un fuerte crecimiento de la inversión española directa fuera, sino
también una nueva configuración del perfil de
ésta respecto a la que existía a principios de los
90. En esta apuesta externa de Telefónica han
existido varias etapas, siendo América Latina el
principal destino en el período 1990-2004 y posteriormente Europa en el período 2004-2007.
Igualmente, los pasos iniciales estuvieron condicionados por la apertura de procesos de privatización y desregulación de telefonía en los países
receptores, mientras que las operaciones realizadas posteriormente tuvieron una dinámica
menos dependiente de la agenda económicareguladora de los Gobiernos. Eso sí, en ambos
casos la entrada en los países extranjeros se ha
producido mediante la adquisición –total o parcial– del capital de compañías ya existentes en el
país receptor, lo que muestra un patrón ligeramente distinto al de la IED de empresas españolas. En este último caso, «sólo» el 70% de la IED
se ha materializado mediante adquisición de una
empresa ya localizada en el mercado receptor.
Las especificidades del sector de las telecomunicaciones explicarían que esta estrategia inversora haya estado jalonada de riesgos políticos y
regulatorios, lo que no ha impedido lograr unos
resultados satisfactorios. Así, Telefónica no sólo ha
contribuido directamente al crecimiento económico y al empleo en los países destino, sino que la
calidad del servicio de telecomunicaciones –número de líneas instaladas, tiempos de espera, digitalización de la red, servicios disponibles– ha mejorado sustancialmente. Como contrapartida, Telefónica a cierre de 2006 tiene el 76% de los clientes
en el exterior, representando éstos el 60% de las
1
Ranking de marcas 2007 elaborado por la consultora
especializada European Brand Institute. En su análisis de
3.000 empresas europeas, sitúa a España en el puesto 13º de
la clasificación valor de marca/PIB (5.8), claramente inferior
al promedio europeo de 9.3. Las únicas multinacionales
españolas que figuran en los primeros 50 puestos son Telefónica (4º puesto) y Banco Santander (43º puesto).
2
Estudio de referencia de Guillén M.F. (2006). «El auge
de la empresa multinacional española» (Marcial Pons).
3
Ver el estudio realizado por Cristina López Duarte en la
Revista ICE nº 836 (mayo-junio 2007).
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OBSERVATORIO SOBRE EL GOBIERNO DE LA ECONOMÍA INTERNACIONAL (2008)
ventas y el 34% del resultado operativo del Grupo,
siendo el líder en la región latinoamericana y el
principal jugador en mercados de alta competencia en Europa, con un 33% de la plantilla total del
Grupo en divisiones distintas a España.
En este proceso de internacionalización, no sólo
los parámetros financieros han de analizarse, sino
también la experiencia tan valiosa que se extrae en
la gestión, que acaba reflejándose en una mayor flexibilidad en las actuaciones y una reducción de la
volatilidad del negocio conjunto del Grupo al diversificar mercados y líneas de actividad. Los objetivos
que se buscan al internacionalizar una empresa suelen ser la conjunción de la disminución de costes vía
economías de escala, la minoración del riesgo global de la empresa al diversificar mercados objetivo,
una mayor diferenciación frente a competidores o
la localización en países con ventajas comparativas
para el desarrollo del negocio. Pero convendría distinguir entre la internacionalización comercial, la
financiera y la productiva, ya que este primer filtro
resulta fundamental para entender las razones últimas de internacionalización.
Así, una empresa prestataria de servicio de
telecomunicaciones universales como Telefónica
orientó desde el principio su internacionalización
en el tercer tipo, dada la vocación de permanencia en el mercado exterior y el compromiso firme
de inversión directa en dichos destinos, por lo que
el riesgo empresarial asumido es más alto que en
los casos de internacionalización de naturaleza
exclusivamente comercial o financiera, conllevando simultáneamente además la última un cierto
grado de internacionalización comercial (comercialización y distribución de un servicio estándar)
y financiera (captación de recursos ajenos y propios en mercados exteriores) que hace que el proceso sea si cabe aún más complejo.
siendo una de las empresas españolas pioneras
en esta dinámica. Así, se fracasó en 1987 en la
puja de la privatización de la Compañía de Teléfonos de Chile (CTC) –empresa de telefonía fija
dominante en la mayoría de los mercados definidos territorialmente– frente al grupo australiano
Bond Corporation, al que se acabó comprando
su participación años más adelante por casi 3
veces el importe alcanzado en la subasta.
A principios de 1990 nuevamente fue derrotada por el grupo mexicano Carso en la subasta
del 6% de Telmex. A la par, los planes de entrada en Polonia, Rumanía y Grecia, uno de los
objetivos iniciales de expansión internacional de
la Compañía, fracasaron. Algunas de las lecciones que se aprendieron en este proceso frustrante fueron:
• La importancia de la madurez y experiencia en los mercados internacionales para
poder tener éxito en estas operaciones.
• La necesidad de un objetivo claro previo en
el proceso de internacionalización para posteriormente intentar alcanzarlo, buscando
mercados complementarios tanto como destino país como por línea de actividad.
• Las subastas representan una oportunidad
única de ingresar en un mercado en la
rama de actividad de servicios públicos,
por lo que para ganar es necesario pujar
con un precio alto.
3.1. ESTRATEGIA INVERSORA
DE TELEFÓNICA EXCLUYENDO
AMÉRICA LATINA
La internacionalización de Telefónica hacia otros
países no encuadrados en la región de América
Latina presenta diferencias respecto al proceso
inversor seguido en América Latina:
• Ha sido una senda menos sistemática, en
parte por acceder a negocios incipientes
donde existía una fuerte incertidumbre
respecto al desarrollo futuro y donde lógicamente se tenía menor experiencia que
en el negocio telefónico tradicional.
3. INVERSIÓN INTERNACIONAL
DE TELEFÓNICA
PASOS INICIALES
Los pasos iniciales de internacionalización de
Telefónica no fueron positivos y sí frustrantes,
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LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA EMPRESA ESPAÑOLA EN EUROPA...
ria OPA que finalizó en septiembre de 2005. La
inversión total de la operación fue de casi 3,7
millardos. Pero sin duda la operación más relevante de adquisición en la historia de Telefónica
se produjo en octubre de 2005, con la compra en
metálico por 26,1 millardos del 100% de las
acciones de la empresa de telefonía móvil británica O2 plc. Esta última operación histórica5,
encuadrada en el binomio crecimiento-rentabilidad por el que se rige la Compañía, permitía al
Grupo lograr varios objetivos:
• acelerar su perfil de crecimiento en las
principales magnitudes
• aumento en economías de escala y una
mayor masa crítica
• entrada en 2 de los mayores y más competitivos mercados europeos (Reino Unido y
Alemania) y
• diversificación de negocios (la telefonía
móvil pasaría a representar el 48% del
EBITDA del Grupo frente al 38% antes de
la operación) y geografías (Europa, excluyendo España, pasaría a representar el
21% del EBITDA del Grupo desde el 5%
anterior a la operación).
Además, al margen de estas inversiones, destacar otras operaciones de inversión en Europa
realizadas en los últimos años:
• La entrada en 2000 mediante consorcios
internacionales en la compra vía subastas
de las licencias de UMTS –tercera generación de móviles– en Alemania, Italia, Austria y Suiza a través de Telefónica Móviles
Intercontinental, filial del Telefónica
Móviles, proyectos finalmente desechados
por el fracaso y el incumplimiento de
expectativas que había generado dicha
tecnología.
• El desembarco de dos líneas de negocio del
Grupo Telefónica en Europa; la primera
línea de negocio de Contenidos en Endemol en julio de 2000 (empresa holandesa
• Las oportunidades iniciales eran más
reducidas, bien por tratarse de mercados
más desarrollados, bien por no existir
vínculos o afinidades tan claros como los
existentes en América Latina, hecho que
puede condicionar el precio a pagar o el
potencial con carácter estratégico de la
decisión.
• Fue un proceso que comenzó más tardíamente –1999 en adelante–, buscando 4
zonas de especial interés: Europa, EEUU, los
países de la cuenca mediterránea y China.4
En los EEUU destacaríamos por encima de
cualquier otro proyecto de integración la compra
en octubre de 2000 de Lycos –uno de los principales portales de Internet en aquel país– por
parte de Terra (línea de negocios de Internet del
Grupo Telefónica), lo que permitía a ésta adquirir una presencia global al pasar de estar presente en ocho países en el ejercicio 1999 a 41 en el
año 2000.
Por su parte, en la cuenca mediterránea y pese
a ser candidato en varias subastas de licencias de
telefonía móvil en algunos países de la zona
(Túnez, Argelia, Turquía y Arabia Saudí) sólo se
fue adjudicatario de la segunda licencia de telefonía móvil en Marruecos en julio de 1999 participando con un 30.5% en un consorcio internacional, siendo operativa la compañía resultante
Meditelecom en marzo de 2000. Finalmente, en
China se produjo la compra de un 5% del capital
de una de las principales operadoras de telefonía
del país asiático y un principio de actuación
estratégica coordinada en la región.
En cuanto a la inversión en Europa, 2 operaciones destacan especialmente, tanto por su
importe como por la importancia estratégica en
el Grupo. La primera, la adjudicación por concurso público del 51.1% del capital social de la
empresa checa líder en telecomunicaciones
–Cesky Telecom– en abril de 2005, ampliándose
ese porcentaje hasta casi el 70% tras la obligato-
4
Se excluye Japón donde sólo se ha tenido una presencia testimonial en call centers mediante la línea de negocio de Atento,
también presente en otros 13 países sitos en 3 continentes.
5
El importe de esta operación supuso casi el 35% de la Inversión Extranjera Directa de España en el exterior ese año.
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OBSERVATORIO SOBRE EL GOBIERNO DE LA ECONOMÍA INTERNACIONAL (2008)
con operativa en el desarrollo y producción de contenidos para televisión en
abierto, con negocios destacados en
Holanda, Italia, Escandinavia, Reino
Unido, Alemania y España) y la segunda
línea de negocios de Datos en diversas firmas europeas de transmisión de datos
para empresas entre los años 2000 y
2001(Alemania, Reino Unido, Austria e
Italia fundamentalmente).
• Más recientemente –enero de 2002– se
llegó a un acuerdo con Portugal Telecom
para crear un joint venture que agrupara
todos los activos de telefonía móvil en Brasil (en los estados de Sao Paulo, Santa
Catarina y Paraná en el caso de Portugal
Telecom y en los estados de Río de Janeiro, Espíritu Santo, Bahía, Sergipe y Río
Grande do Sul en el caso de Telefónica)
por el que el grupo español se comprometió a aumentar la participación accionarial
en Portugal Telecom hasta un 10%
mediante compras en el mercado secundario.
• Finalmente en abril de 2007, Telefónica
entra en un consorcio con una participación del 42.3% junto con otros inversores
italianos destacados (Generali, Benetton,
Mediobanca e Intesa Sanpaolo) para la
compra del 100% de Olimpia, principal
accionista de Telecom Italia, lo que supone una participación –directa e indirecta–
del 10% en el capital de la empresa italiana líder en telecomunicaciones. Esta decisión permitirá reforzar acuerdos de colaboración previamente suscritos en algunos
países (p.e. Alemania) y mejorar el posicionamiento en mercados de Europa y
América Latina.
de costes laborales de producción ni como plataforma de distribución comercial en la región, que
son los principales argumentos inversores de las
empresas manufactureras que se han instalado
en estos mercados en la última década6. Con
todo, era sorprendente comprobar 4 hechos
cuando se analizaban los patrones de inversión
hacia estos países desde mediados de la década
de los 90:
• La inversión extranjera en estos países era
elevada7 –un promedio de stock de
IED/PIB del 35% en el año 2002– aunque
la inversión española en la región era muy
escasa. Estos países suponían menos del
1% del total de la inversión directa extranjera realizada por la empresa española en
el período 1990-2004 y sólo el 0.5% del
stock de capital extranjero mundial recibido por los países candidatos a entrar en la
UE procedía de España, claramente inferior al 12% que representaban en promedio cada uno de los 4 países económicamente más significativos de Europa (Alemania, Francia, Italia y Holanda).
• La inversión española estaba bastante concentrada. En el período 1993-2004, el
40% de la inversión española en los países
del Este se destinó a fabricación de productos minerales no metálicos y el 36% en
metalurgia. A mucha distancia, con el
7.5% figura el sector de banca e intermediarios financieros.
• Pese a lo anterior y conforme a los registros de Inversiones Exteriores del Ministerio de Economía, el patrón de especialización de la inversión española en los futuros socios de la UE era bastante diverso.
En concreto, España tenía ventaja compe-
6
Hay bastante literatura sobre condicionantes macro/micro
de decisiones de IED hacia los países de Europa del Este. En
concreto, consultar papeles y metodología en la Revista ICE nº
818, artículo de Madeleine y Wladimir Andreff.
7
Conforme a una encuesta entre empresarios europeos realizada por Ernst & Young (European Investment Monitor, 2004),
Europa Central y Oriental aparecía como segundo destino inversor por atractivo de zonas geográficas, superando a América del
Norte y China, que figuraban como tercera y cuarta preferencia.
3.2. ¿QUÉ SE BUSCA EN LOS MERCADOS
DE PAÍSES DEL ESTE EUROPEO?
Telefónica, empresa que presta servicios con
vocación universal, no acude a los mercados de
Europa del Este ni con la idea de abaratamiento
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LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA EMPRESA ESPAÑOLA EN EUROPA...
de América Latina donde el Grupo tenía
inversiones en ese momento.
• Invertir en países que presentarán una
historia de convergencia real con Europa
en el medio plazo conforme a distintas
mediciones:
– Según el borrador de Presupuesto de
la UE para el período 2007-2013, la
República checa sería receptora neta
de 599 per cápita en fondos estructurales, importe que supone más del
doble en términos per cápita de lo percibido por el promedio de países europeos más atrasados en el período
1989-1999 y casi 3 veces más que lo
percibido por España en dicho período. No conviene olvidar la relevancia
que estos fondos estructurales ha
supuesto para las economías de los países que ingresaron en la Comunidad
Europea en la década de los 80s.
– Conforme a modelos de convergencia
clásicos9 y aplicando las principales
estimaciones de medio plazo para la
economía checa, se podría lograr niveles de PIB per cápita próximos al 75%
del promedio de países de la UE-15
frente al 45% que representaba en el
momento de la adquisición.
titiva y estaba haciéndolo bien en 16
ramas de actividad.8
• Más específico del sector de telecomunicaciones, sólo se iban a realizar procesos privatizadores en Hungría, Chipre y la República Checa. Por el contrario, en el sector
energético estaban anunciados procesos
privatizadores en 7 de los 12 países candidatos a formar parte de la UE.
¿Qué argumentos se manejaron para la decisión de invertir en esta región? Conviene mencionar los siguientes específicos:
• Invertir en países con un marco institucional y operativo intermedio entre los extremos donde radican sus activos; en el caso
de Telefónica entre países avanzados económicamente de la OCDE y países de
América Latina. La asimilación del acervo
comunitario en materia política, económica y monetaria tras su adhesión a la UE
resultaba clave en este sentido y podemos
hablar de un concepto de «convergencia
estructural». De hecho, analizando el caso
concreto de la República checa, vemos
cómo en el año 2002 el Banco Europeo de
Reconstrucción y Desarrollo (BERD) otorgaba una clasificación máxima al país en
cuanto a la rapidez y eficacia de la transición desde una economía planificada a
una economía de mercado avanzada,
exceptuando la calidad de infraestructura
de ferrocarriles y carreteras.
• Mercados con un umbral de clientes con
poder de compra suficiente y con una distribución de renta más igualitaria que
otras zonas emergentes. Así por ejemplo,
con las últimas cifras de distribución de
renta homologables de las que se disponía
en el momento de la inversión, el ratio de
renta entre los quintiles más alto y más
bajo en la República checa era de 2.9
veces, claramente inferior al ratio de 16.9
que se obtenía en el promedio de países
4. LAS PRÓXIMAS DÉCADAS
¿A dónde nos dirigimos después de los desarrollos de los primeros años 2000? La experiencia
de los últimos años indica que este proceso de
internacionalización de la producción, las ventas y la financiación discurre en períodos muy
amplios y que en los sectores expuestos a la
competencia global, como es probablemente el
caso de las telecomunicaciones, este proceso
adopta nuevas formas a medida que madura y
se extiende.
8
Ver Revista ICE nº 818 (octubre/noviembre 2004), artículo de Jaime Turrión y Francisco J. Velásquez.
9
«Economic Growth Convergence Model» de Sala-i-Martí
& Barro.
87
OBSERVATORIO SOBRE EL GOBIERNO DE LA ECONOMÍA INTERNACIONAL (2008)
Si la expansión europea ha sido la nota dominante de Telefónica en los últimos años, cabe
plantearse al menos los siguientes puntos adicionales: ¿En qué medida el número de actores es
importante? ¿Tiende el sector a la concentración/consolidación o se evitará ésta por la demarcación geográfica, algo nacionalista, de la regulación sectorial? ¿Es interesante una expansión
adicional al continente asiático? Nos gustaría
apuntar algunas de estas tendencias para cerrar
nuestras observaciones sobre la experiencia en la
expansión europea de Telefónica.
REGULACIÓN
La regulación puede acelerar o retardar el proceso de consolidación de manera notable. Aquellos
reguladores nacionales que entiendan que el sector ICE debe proporcionar una nueva cosecha de
infraestructuras, tanto en los accesos fijos –como
la fibra óptica– o móviles –cuarta generación–
deberán considerar las condiciones en que las
inversiones pueden desarrollarse por el sector
privado. Aquellos reguladores que estimen, como
ha sido el caso mayoritario en Europa que las
infraestructuras de cobre existentes deben
ponerse a disposición de nuevos entrantes en el
mercado insistirán probablemente en que la
infraestructura sea regulada minuciosamente y
complicará las inversiones futuras.
Los tiempos en que las infraestructuras atraían
a los clientes quizá sean ya del pasado y en el
futuro próximo debamos contemplar mercados
cada vez más abiertos, más grandes, con múltiples medios físicos de acceso (cobre, cable, fibra,
inalámbricos, móviles) que ya no atraen en sí
mismos a los clientes sino que posibilitan los servicios. Quizá una analogía posible sea la de las
infraestructuras inmobiliarias en el sector del
comercio: lo inmobiliario es indispensable, pero
accesorio al negocio. Y no regulamos el acceso a
los centros comerciales sino que permitimos que
las empresas inmobiliarias negocien con sus
clientes comerciales las condiciones de ocupación
en renta o alquiler.
NÚMERO DE ACTORES
Los sectores económicos globalizados presentan un número bajo de competidores, que conviven con un número alto de jugadores de
nicho. El sector del automóvil, el de la farmacia o, en menos medida, la banca, son ejemplos
sectoriales de alta concentración. En las telecomunicaciones, o en el más amplio concepto de
sector ICE (información, comunicación y
entretenimiento), la tendencia es menos acusada, pero clara: Los actores de mayor escala
ganan presencia y aquellos que presentan una
dimensión insuficiente ven limitada su actividad por el crecimiento de su mercado doméstico. En los mercados muy integrados y muy
grandes, como los Estados Unidos, el número
de actores ha caído drásticamente hasta cuatro
o cinco en pocos años. No parece aventurado
esperar que, en Europa, las tendencias sean
similares y que el número de actores se vea
reducido desde la centena larga actual, o que,
cuando menos, las escalas se polaricen, de
modo que termine existiendo un número
pequeño de grandes actores y otro, quizá
mucho más numeroso, de actores menores.
Para Telefónica, el éxito radicará en ser capaces de proporcionar servicios ICE competitivos
desde plataformas tecnológicas múltiples, en
múltiples mercados con una perspectiva integrada y convergente, es decir, agnóstica sobre
la tecnología de acceso y contemplando al
cliente como el centro de la propuesta de valor.
ASIA
Si hay un área de desarrollo pendiente para los
europeos, y desde luego para los españoles en el
sector de comunicaciones ésta es sin duda Asia.
Las tasas de crecimiento de la actividad y las ventas en países enormes como China e India han
sido la envidia de los empresarios y directivos
europeos desde comienzos del siglo XXI. Participar en ese desarrollo parece una obligación.
Telefónica ha iniciado su presencia en Asia a
través de su inversión en China Netcom, una de
las cuatro operadores chinas, en cuyo capital par88
LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA EMPRESA ESPAÑOLA EN EUROPA...
ticipa con un 7.2%. El objetivo es observar desde el
terreno de juego, no desde la grada, el desarrollo
del sector en China, que está siendo dirigido por
las autoridades con el objetivo de crecer, internacionalizar y hacer más eficientes sus operaciones,
imitando las mejores prácticas e importando las
técnicas de gestión de las empresas multinacionales. Para ello se han asociado con empresas
como Telefónica, que disponen de una experiencia internacional que ellos valoran.
El planteamiento de Telefónica fue que la participación en el mercado de comunicaciones chino se
volvería muy compleja salvo en asociación con el
gobierno chino. La estrategia es así una de acompañar los pasos chinos en el exterior, cuando se
produzcan, mientras que se gana una perspectiva
más próxima e inmediata de la evolución nacional
del sector y de las relaciones con los proveedores
chinos desde el consejo de administración.
En resumen, los próximos pasos de la expansión
internacional de Telefónica se presentan con un
perfil más asociativo que adquisitivo, con inversiones más modestas, aunque significativas y con la
apertura de carteras de opciones reales más valiosas.
Si la consolidación europea que muchos esperan, pero pocos alimentan se produce, Telefónica estaría en situación de desempeñar uno de los
papeles estelares. Si la regulación se orienta
hacia el fomento de la inversión y la disponibilidad de los servicios más que a la reducción de los
precios podríamos estar ante un período de
intensa actividad sectorial que desembocará en
una configuración de la industria muy diferente
de la actual. Y si, finalmente, las incursiones en
los mercados asiáticos, y especialmente en China,
progresan, es probable que Telefónica se acerque
más a su objetivo de constituirse en la referencia
de crecimiento y rentabilidad a la que aspira.
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