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MARgenes
con vida
MARgenes
con vida
Sumario
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Dunas
Dunas... más que montones de arena
Cómo se forman las dunas?
Sobriviver en las dunas es todo un desafio!
“Sal”? No, gracias!
Cómo evitar acabar enterrado?
Cómo evitar ser arrancado por el viento?
Cómo encontrar y retener el agua?
Cómo encontrar el escaso alimento?
Cómo resitir los temporales?
Cómo pasar desapercibido a la vista de todos?
Ser llamativo para protegerse?
Es seguro salir de noche?
Estuario
Los estuarios: entre la agua dulce y la salada
El rio entra en la mar o el mar entra en el rio??
Es bueno vivir en un estuario?
La importancia de los estuarios
Playa rocosa
Entre el mar y la terra, al ritmo de las mareas...
Caractersticas de la zona entre mareas
Por qué varia diariamente el nivel del mar?
Vivir entre mareas en una playa rocosa
Ha bajado la marea... Y ahora?
Poza de marea: una singularidad topográfica
Mar
Litoral Norte – aguas frías y turbias
Por qué son frías nuestras aguas costeras?
Cómo se forma una corriente de afloramiento?
El agua de Viana es solo de Viana?
Cómo se formam las olas?
Las cadenas tróficas marinhas
Cómo se estudian los océanos?
Detecçión remota: los ojos alla arriba
Redes de Plancton e Necton: Conecer a los pequeños habitantes de los Océanos
ROV y submarinos: descubrir las profundidades
70 Bibliografía
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La defensa y valorización de la costa es una de las prioridades de la Cámara Municipal de Viana do Castelo por el valor medioambiental, patrimonial, cultural, recreativo y económico que representa. Han sido varias las diligencias que el Gobierno local
ha llevado a cabo para recalificar las playas, proteger los sistemas dunares y crear
instalaciones de apoyo logístico que favorezcan la conservación de este conjunto de
valores naturales derivados de la proximidad al litoral.
El trabajo se llevó a cabo mediante acciones de educación medioambiental dirigidas a la comunidad escolar y la población en general, y reveló como fundamental la
transmisión de información sobre la dinámica de los ecosistemas marinos y de los
estuarios que brinde una nueva visión sobre el patrimonio natural. De este modo, se
pretende incentivar y fomentar el gusto por el conocimiento, el respeto y la valorización de estos ecosistemas.
Así pues, aquí se reflejan la proximidad y las conexiones que existen entre los diferentes ambientes ligados al MAR. Este es el punto de partida de un viaje que recorre
la diversidad de la vida y la extraordinaria capacidad de adaptación de las especies
en las playas rocosas, en los sistemas dunares y en los estuarios, y su relación diaria
con la dinámica de las mareas.
Esperamos que esta sea una edición sobre todo didáctica que despierte la curiosidad
por conocer la diversidad marina y el medio ambiente costero para fomentar la conservación, la valorización y la defensa de este patrimonio natural común.
El presidente de la Cámara Municipal
José Maria Costa
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MARgenes
La zona costera se extiende entre el límite de la plataforma continental (a unos 200
metros de profundidad y a una distancia variable de tierra firme) y el límite de los
terrenos que estuvieron sumergidos durante la última transgresión marina.
El espacio así delimitado constituye una zona de transición entre el océano profundo y los sistemas terrestres adyacentes, y presenta características propias —resultado de la interacción entre el océano, la masa terrestre y la atmósfera— que se
reflejan no solo en los procesos físicos y biológicos, sino también en los organismos
que viven en ella. Casi todos los materiales de origen terrestre se depositan en las
aguas costeras, por lo que esta región es una de las zonas biológica y geoquímicamente más activas de la biosfera, y es la responsable de una parte considerable de la
productividad oceánica (primaria y secundaria).
Para el hombre, tanto la zona sumergida como la zona seca de la costa resultan especialmente importantes. La mayor parte de las actividades humanas transcurren
en la zona costera seca. En ella se asienta más del 40% de la población, en una franja
de 100 kilómetros en torno al litoral.
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División Pelágica
Zona Costera
Provincia Nerítica
(Zona submareal)
Provincia Oceanica
Zona fótica
+- 200m
Talud continental
Zona afótica
Division Bentónica
10 000m
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La zona sumergida se conoce como zona nerítica, y tiene una especial importancia
económica, pues en ella se encuentran los principales recursos pesqueros. La transición entre el medio marino y el terrestre se ve sujeta a periodos de inmersión y
emersión como consecuencia del ciclo de las mareas, y se conoce como zona entre
mareas o zona litoral. En las zonas donde los ríos desembocan en el mar, surge otro
medio de transición en el cual el agua dulce de origen continental se mezcla con el
agua marina para formar estuarios. Más allá de la zona entre mareas, en dirección
a tierra, se encuentran sistemas que guardan cierta relación con el mar, como es el
caso de los sistemas dunares.
Salvo la zona nerítica —en donde se observa una gran continuidad física con el océano profundo—, tanto la zona entre mareas como los estuarios y los sistemas dunares son sistemas marginales, es decir, un nexo entre dos sistemas contiguos. Los
organismos que viven en este tipo de zonas sufren variaciones más intensas que
las especies que viven en el interior de los sistemas en contacto. La vida aquí solo
es posible gracias al desarrollo de adaptaciones que permiten a los organismos lidiar con las situaciones extremas de estos sistemas, y da lugar a especies exclusivas
que surgen junto a otras especies más resistentes procedentes de ambos lados de la
frontera.
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Erizos violáceos
(Sphaerechinus granularis)
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Gorgonia (Leptogorgia sp)
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Dunas
Dunas... más que montones de arena
En el nexo entre el mar y la tierra surgen con frecuencia las formaciones sedimentarias que conocemos como dunas o sistemas dunares. Las dunas son geoformas dinámicas que mantienen una estrecha relación con la vegetación, y una relación directa con el mar, que alimenta la playa con sedimentos (arena), y con el viento (que
arrastra esos sedimentos tierra adentro). Esta dinámica depende en gran medida de
la disponibilidad de sedimentos y de la fuerza y dirección de los vientos dominantes. Con un suministro regular de sedimentos desde el mar (playas de acreción, es
decir, en crecimiento), el viento dominante (por lo general, que sopla del mar a tierra) transporta la arena hacia el interior, pero de una manera selectiva: los granos
más grandes —más pesados— se mueven por la superficie de la playa, mientras que
los más pequeños —más ligeros— se mueven a mayor altura y a distancias también
mayores. El resultado de este transporte se puede observar en las sucesivas acumulaciones de arena que llamamos dunas, y que pueden alcanzar varios metros de
altura y extenderse a lo largo de varios kilómetros hacia el interior.
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La acción del viento
sobre la arena que
el mar deposita en
la playa produce un
gradiente en el que los
granos más grandes
se quedan en la playa
baja y los más finos
son transportados
hacia el interior, en
donde forman dunas.
En la frontera entre el mar y la tierra, la playa y las dunas constituyen ambientes agrestes en donde solo consiguen sobrevivir los organismos muy especializados. Los mayores retos para los organismos que habitan aquí son el agua salada (en la playa baja), el
riesgo de enterramiento debido a la gran movilidad del sustrato, la dificultad para conseguir agua dulce (las arenas son muy porosas, y el agua se filtra muy rápidamente), la
obtención de nutrientes para las plantas (el rápido filtrado del agua conlleva una fácil
lixiviación de los nutrientes) y las grandes diferencias térmicas diarias (igual que en el
desierto, la temperatura máxima puede ser muy alta y la mínima, muy baja).
Para el hombre, los sistemas dunares son de una gran importancia, pero solo se da
cuenta cuando resultan destruidos. En cuanto sistemas marginales, fronterizos,
funcionan como una protección para las tierras del interior: una primera línea de
defensa frente al avance del mar. Cuando se ven degradados —ya sea de un modo
natural o como consecuencia de las actividades humanas—, permiten el avance del
mar tierra adentro. Cuando se encuentran en crecimiento, limitan la influencia del
mar sobre las tierras del interior y contribuyen a la estabilización del litoral.
Por ser un sistema dinámico, necesita de espacio para que los fenómenos resultantes de esa dinámica se puedan producir. Los problemas surgen cuando el hombre
ocupa ese espacio e impide que tengan lugar los fenómenos naturales, o cuando interfiere en esa dinámica alterando el tránsito de sedimentos. Las construcciones
sobre los sistemas dunares, los cambios en la cubierta vegetal y las obras de protección costera son buenos ejemplos de modificaciones antrópicas con resultados
normalmente catastróficos.
Lo sabías?
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Erosión activa provocada por el
viento en el sistema dunar de
Amorosa
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Cómo se forman las dunas?
Por norma general, el origen de una duna está asociado a la existencia de un obstáculo
físico (piedra, vegetación...) para el tránsito de sedimentos en la playa. Aunque se puede producir a una escala reducida (centímetros, o dos metros como máximo), la formación de los grandes campos dunares no se puede explicar siguiendo este modelo.
Si el mar y los vientos frecuentes acumulan de un modo constante los sedimentos en
la playa, la posición de la primera línea dunar (duna frontal) en la costa portuguesa
guarda una relación directa con el límite de la marea alta y con la intensidad de tales vientos. La intensidad media del viento determina la distancia a la que van a ser
arrastrados los sedimentos en la playa, y el límite de la marea alta define la altura
a la que se depositarán los sedimentos “frescos” que no van a ser devueltos al mar.
El viento se comporta sobre la playa como un flujo laminar: las capas de aire más bajas están más sujetas al rozamiento generado por el contacto con la superficie de la
playa, y el viento pierde capacidad de transporte de sedimentos a medida que avanza hacia el interior. En consecuencia, la arena de la playa se vuelve gradualmente
más fina a medida que nos alejamos del mar. Los sedimentos de mayor tamaño se
quedan atrapados en la playa baja, mientras que los más pequeños son transportados al interior.
Duna embrionaria con
algodonosa (Otanthus
maritimus) en primer
plano
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A partir de cierta distancia —que depende de la intensidad del viento y del perfil
de la playa—, el rozamiento con la superficie de la playa frena el movimiento de los
sedimentos, lo que da lugar a la formación de montículos de arena que siguen un
patrón regular y perpendicular a la dirección del viento dominante. Estos montículos tienen una gran movilidad y tienden a desplazarse hacia el interior si nada los
retiene, por lo que pueden formar dunas móviles (parabólicas o barcanes) como las
que se forman en los desiertos o en sistemas litorales con mucho dinamismo y gran
aporte de sedimentos.
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En los sistemas dunares del litoral, la fijación de una duna está directamente relacionado con la presencia de vegetación. A partir del momento en que deja de sentirse la influencia marina directa —la sumersión—, se dan las condiciones para la
aparición de la primera vegetación vascular.
La primera comunidad vegetal que se instala es muy simple y está dominada por
una planta muy resistente a la salinidad (tolera la inmersión periódica en el agua
del mar) y a la inestabilidad del sustrato. Se trata de la grama marina (Elymus farctus), una gramínea perenne de crecimiento muy rápido cuyas largas raíces se fijan
eficazmente a las arenas móviles. Su rizoma es muy flexible y se extiende con rapidez por grandes superficies, colonizando toda la playa alta siempre que nada interrumpa este proceso.
La vida en esta zona no es fácil. El sustrato presenta una gran movilidad, por lo que
siempre existe el riesgo de enterramiento. La proximidad del mar es la causa de que
las plantas acaben frecuentemente bajo el agua durante las tormentas invernales
que coinciden con las mareas vivas. Estas condiciones son las que explican que solo
la grama marina —de crecimiento vertical muy rápido, y resistente al agua del mar—
consiga vivir aquí de un modo permanente. A partir de la línea de aparición de las
primeras plantas, se suelen encontrar por lo general poblaciones puras de grama
marina en una franja de entre diez y quince metros de ancho. Esta especie funciona
como un obstáculo que frena al viento, que acaba depositando ahí su carga. Se forma
así poco a poco una elevación que depende fundamentalmente del desarrollo de la
grama marina, y que puede superar el metro de altura.
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Arenaria de mar
(Honkenia peploides)
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Grama marina
(Elymus farctus)
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Esta fase puede durar varios años. La duna seguirá creciendo en altura, mientras
estas plantas forman poblaciones densas y continuas. Se crea así una plataforma
arenosa dominada por la grama marina, que se conoce como duna embrionaria o
anteduna.
La grama marina suele verse acompañada de otras plantas anuales, como a barrilla
borde (Salsola kali) y la oruga de mar (Cakile maritima), aprovechando los lugares
ricos en materia orgánica. Aparecen en grandes cantidades en donde el mar rompe
con violencia, o en playas en las que se realizan descargas orgánicas, por lo general,
mediante pequeños cursos de agua. A pesar de que pueden acumular cantidades
considerables de arena, estas plantas contribuyen poco al aumento en altura y
estabilización de la duna. Por ser plantas anuales, su efecto solo se deja sentir
durante su periodo de crecimiento activo. Tras su desaparición, la arena acumulada
vuelve a ser transportada por el viento.
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Barrilla borde
(Salsola kali)
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Oruga de mar
(Cakile maritima)
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En lugares con mayor humedad edáfica, también se pueden desarrollar poblaciones
de arenaria de mar (Honckenya peploides), una planta carnosa que suele ser la
primera especie vegetal que se instala en una duna en formación. Sin embargo, su
distribución se limita a lugares próximos al agua dulce.
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Al cabo de tres o cuatro años, alcanzada ya una cierta estabilidad, aparecen en la
parte superior de esta duna pequeñas poblaciones mixtas de algodonosa (Otanthus
maritimus), campanilla de las dunas (Calystegia soldanella) y lechetrezna
marítima (Euphorbia paralias) que provocan el aumento de su crecimiento vertical.
En la retaguardia aparecen manchas de barrón (Ammophila arenaria) que pueden
contribuir a la formación de pequeños montículos de arena llamados nebkas.
Las nebkas se distinguen de los montículos residuales de la duna frontal porque,
al contrario de lo que sucede en ellos, las manchas de barrón son vigorosas y se
encuentran en crecimiento. Al abrigo de las nebkas surgen pequeñas poblaciones
de otras especies, como la achicoria (Leontodon taraxacoides), la rubia de mar
(Crucianella maritima) y brotes nuevos de barrón.
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Algodonosa
(Otanthus maritimus)
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Nebka con barrón
(Ammophila arenaria)
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Por detrás de la duna embrionaria se observa una duna frontal o cordón frontal de dunas
que puede llegar a extenderse a lo largo de varios kilómetros por la franja costera (entendida como el sistema formado por la playa y la duna frontal). La vegetación que ahí se
encuentra está dominada por el barrón e incluye un gran número de otras especies, como
la Silene littorea, la lechetrezna de Portland (Euphorbia portlandica), el cardo marino
(Eryngium maritimum) y el nardo marítimo (Pancratium maritimum), entre otras.
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Silene littorea
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Nardo marítimo
(Pancratium maritimum)
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Los mecanismos de formación de la duna frontal no se conocen muy bien, y no se
dispone de información segura sobre las épocas en que actuaron. Todo lleva a pensar que existe una relación directa entre la posición de la duna frontal y la posición
del mar: si el mar retrocede, la duna embrionaria se transforma en una duna frontal y aparece frente a ella una nueva duna embrionaria. Si el mar avanza, la duna
embrionaria queda destruida y la duna frontal se ve sujeta a un proceso erosivo
que puede desembocar en su completa destrucción. Es decir, la actual secuencia de
dunas paralelas a la playa que se observa en muchos tramos costeros corresponde
normalmente a las diferentes posiciones del frente marino a lo largo del tiempo.
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Más allá de la parte superior de la duna frontal se forma un ambiente más seco y al
abrigo del viento en donde se desarrolla una comunidad vegetal bastante más compleja. Esta zona está dominada por la artemisia (Artemisia crithmifolia) y por el
tomillo bravo (Helichrysum picardii), además de vulpia (Vulpia alopecurus), barba
de chivo (Corynephorus canescens), carretón de playa (Medicago marina), alhelí
de mar (Malcolmia litorea), linaria de duna (Linaria polygalifolia) y centaura real
(Anagalis monelli), por mencionar solo las más abundantes. Esta zona se caracteriza
por una mayor estabilidad del sustrato arenoso, lo que permite el desarrollo de una
comunidad más compleja formada por plantas anuales y arbustivas.
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Vista general del sistema dunar
interior (Amorosa-Rodanho).
En primer plano, a la izquierda,
se observa el corredor eólico resultante de la degradación de la
duna frontal.
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Tomillo bravo
(Helichrisum picardii)
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Reichardia gaditana
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Silene niceensis
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Centaura real
(Anagalis monelli)
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Una vez alcanzada esta fase, la forma de la duna está perfectamente definida, y la
playa presenta un perfil suave. Este perfil corresponde al paso gradual de un ambiente marino a un ambiente terrestre, y las diferentes manchas vegetales representan las fases de un gradiente nítido. Si se mantienen las condiciones que propiciaron su origen, este sistema evolucionará hacia la estabilización de las zonas
más apartadas y hacia el aumento gradual de la diversidad y de la biomasa vegetal
siempre que los factores de la dinámica de las aguas costeras no interrumpa esta
evolución (tormentas, subida del nivel del mar, déficit de arena en la alimentación
de las playas o interrupción de la deriva litoral como consecuencia, por ejemplo, de
la construcción de espolones).
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Jaguarzo morisco
(Cistus salvifolius)
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Alhelí de mar
(Malcomia littorea)
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Vulpia
(Vulpia alopecurus)
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Linaria de duna
(Linaria polygalifolia)
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Este saltamontes
(Sphingonotus candidus subsp.
lusitanicus) y esta tijereta
presentan una coloración que
los hace casi invisibles en la
arena.
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Sobrevivir en las dunas es todo un desafio!
Las dunas albergan una variedad de animales y plantas llena de sorpresas para el
visitante más atento y paciente. Las características medioambientales del litoral
—elevada salinidad, vientos fuertes, suelos arenosos con reducida capacidad de
retención de agua y gran movilidad, impacto de partículas sólidas sobre los organismos y elevada insolación y calentamiento del suelo— condicionan la vida de los
organismos dunares, que desarrollan importantes estrategias de supervivencia. En
la franja más próxima al mar, los problemas a los que deben hacer frente están relacionados con la mayor salinidad del aire y del agua, y con el elevado riesgo de enterramiento por la existencia de arenas móviles. Más hacia el interior, pero antes de
la parte superior de la duna, el agua del mar deja de ser un peligro, aunque todavía
existen los problemas de la elevada salinidad y la movilidad de las arenas. Al abrigo
de la duna frontal, la influencia del mar no se deja sentir directamente. El viento, la
escasez de agua y las grandes diferencias de temperatura a lo largo del día y del año
son los factores determinantes.
Las plantas dunares sufrieron cambios morfológicos, anatómicos y fisiológicos que
les permiten resistir y sobrevivir en un medio tan adverso. La fauna dunar también
está bien adaptada a esta zona de alimentación, reproducción y abrigo.
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En las dunas, las arañas como a
viuda negra (Latrodectus tredecimguttatus) son los mayores depredadores de la cadena trófica.
25
El chorlitejo patinegro (Charadrius
hiaticula) deposita sus huevos directamente sobre la arena.
23
Salsola es un término latino
que significa “salado”. La
barrilla borde fue una de
las plantas utilizadas como
fuente de carbonato de sodio
para la producción de vidrio
y jabón.
Lo sabías?
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“Sal”? No, gracias!
El aerosol salino puede dañar los tejidos de las plantas y provocar su muerte. La
principal respuesta frente a esta agresión es el desarrollo de suculencia en ciertas
partes de la planta, que sufren un engrosamiento que permite almacenar más agua
para satisfacer las necesidades metabólicas y mantener la turgencia de los tejidos.
Otras respuestas para evitar la acumulación de sales son la formación de gruesas
cutículas, el desarrollo de pubescencia y la orientación de las hojas. El aerosol salino
y las esporádicas inundaciones por el agua del mar también pueden contribuir a un
aumento de la concentración de sales en el suelo arenoso que solo disminuirá por
la acción del agua de la lluvia. Frente a estas elevadas concentraciones salinas en
el suelo arenoso, las plantas han desarrollado adaptaciones como el aumento de su
resistencia a la sal, la estimulación del crecimiento en bajas concentraciones salinas, el desarrollo de estructuras en el tejido externo que permiten excretar la sal, la
suculencia y otras adaptaciones osmóticas.
Barrilla borde
(Salsola kali)
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La barrilla borde (Salsola kali) y la oruga de mar (Cakile maritima) son plantas halófitas que toleran grandes concentraciones de sal. Cuentan con órganos suculentos
que les permiten diluir las sales acumuladas, y hojas de pequeño tamaño y fuerte
cutícula que limitan la exposición a los efectos nocivos del aerosol salino (salitre). ).
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El crecimiento
vertical de la grama
marina es tan rápido
que solo puede vivir
en zonas en las que se
produzca un aporte
constante de arena.
Cómo evitar acabar enterrado?
El enterramiento de las plantas causado por la arena transportada por el viento es
uno de los principales impedimentos para la aparición y desarrollo de la flora dunar.
La respuesta más común de las plantas que viven en sistemas dunares activos es la
estimulación positiva del crecimiento con el enterramiento. O sea, crecer más rápidamente que el propio enterramiento.
Lo sabías?
La grama marina (Elymus farctus) cuenta con un sistema de rizomas entrecruzados
de crecimiento vertical y horizontal que forma redes y contribuyen a la retención
de la arena. Los rizomas verticales se desarrollan a medida que se produce el enterramiento, proporcionando una mayor facilidad de regeneración y crecimiento. Si
se queda con las raíces expuestas, la planta puede morir. De ahí que sea una especialista en sobrevivir en lugares en donde se produce un aporte continuo de arena.
27
Estorno
(Ammophila arenaria)
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Cómo evitar ser arrancado por el viento?
El fuerte viento que se deja sentir en los sistemas dunares costeros ejerce sobre las
plantas un efecto directo —limita su crecimiento y les provoca lesiones, principalmente en los tejidos de las partes aéreas— e indirecto, ya que les provoca desecación
y abrasión.
Las plantas atenúan el efecto mecánico del viento gracias a un porte bajo y rastrero,
o mediante estructuras flexibles.
Frente a la desecación, la solución pasa por adaptaciones anatómicas como la formación de gruesas cutículas, hojas más duras y gruesas (esclerofilia) y órganos pubescentes (revestidos de pelos finos y cortos).
El barrón (Ammophila arenaria) tiene una gran capacidad de regeneración y crecimiento. Crece formando manchas densas, lo que le permite resistir los efectos de la
fuerza del viento por el efecto del grupo y gracias a su tallo flexible. Sus profundas
raíces le sirven no solo para captar agua más lejos, sino también para aumentar su
estabilidad.
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La campanilla de las dunas (Calystegia soldanella) tiene una forma achatada, y la
artemisia (Artemisia crithmifolia) tiene forma de bola, lo que les permite resistir la
acción de los fuertes vientos.
Las gramíneas —como la vulpia— tienen tallos que les brindan una gran resistencia
a la fuerza del viento.
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Campanilla de las dunas
(Calystegia soldanella)
28
Algodonosa
(Othanthus maritimus)
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La algodonosa (Otanthus maritimus) presenta sobre toda su superficie un denso tomento blanco que la protege de la fuerte insolación a la vez que mantiene una fina
capa de aire húmedo alrededor de los tallos y las hojas.
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Cómo encontrar y retener el agua?
El aumento de la
superficie que provoca el
arrugamiento de la cara
inferior de muchas hojas
permite compensar la
falta de funcionalidad
de la cara superior por
la existencia de una
película impermeable.
La elevada permeabilidad del suelo arenoso, las bajas concentraciones de materia
orgánica, las altas temperaturas y el viento hacen de la disponibilidad de agua un
factor determinante para la vida en la duna.
Para hacer frente al estrés hídrico, las plantas desarrollan diferentes adaptaciones,
como los ajustes osmóticos o las estructuras xeromórficas, entre las que se incluyen
la suculencia, el enrollamiento de las hojas, la pubescencia o la secreción de ceras.
La lechetrezna marítima (Euphorbia paralias) posee una gruesa cutícula que le
permite reducir la pérdida de agua por transpiración, y raíces profundas que le permiten captar agua a mayor profundidad. Además, resuelve el problema de la falta
de agua aumentando la tensión osmótica interna mediante la producción de unas
sustancias que dan a su savia un aspecto lechoso.
Lo Sabías?
El cardo marino (Eryngium maritimum) tiene hojas anchas y finas cubiertas por
una capa cerosa que las impermeabiliza y les confiere un aspecto brillante y una
textura coriácea.
La grama marina (Elymus farctus) y el barrón (Ammophila arenaria) tienen hojas
rectas, lisas y brillantes por la cara superior, y arrugadas como un fuelle en la cara
inferior. La superficie brillante es impermeable gracias a una película cerosa que
refleja la luz solar excesiva y aísla las células foliares de la acción directa del salitre.
La cara inferior crea un ambiente abrigado y húmedo en donde se produce el intercambio gaseoso, a la vez que minimiza las pérdidas de agua.
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Corte transversal de una hoja de
barrón (Ammophila arenaria)
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Lechetrezna marítima
(Euphorbia paralias)
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Cardo marino
(Eryngium maritimum)
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Cómo encontrar el escaso alimento?
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El agua del mar contiene la mayor parte de los elementos necesarios para el crecimiento de las plantas, excepto nitrógeno, fósforo y potasio. Algunas de las materias
orgánicas que llegan a la playa gracias a las mareas también pueden constituir una
importante fuente de nutrientes. A pesar de este flujo de alimento, los nutrientes se
distribuyen de forma heterogénea y se vuelven rápidamente inaccesibles para las
plantas debido a la naturaleza arenosa del suelo.
Algunas de las estrategias utilizadas frente a la escasez de nutrientes son el desarrollo de estructuras laterales para localizar e interceptar nutrientes, su retranslocación desde las partes senescentes a las zonas de crecimiento y las asociaciones
micorrízicas para obtener fósforo y con bacterias para fijar el nitrógeno.
La correhuela marina (Polygonum maritimum) es una especie nitrófila que crece
en lugares en donde se acumulan detritos orgánicos, como en las rompientes, que
son zonas ricas en compuestos nitrogenados.
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Las plantas parásitas, como el jopo (Orobanche arenaria), resuelven el problema de
la escasez de nutrientes del suelo parasitando plantas arbustivas.
Cómo resistir los temporales?
Las plantas de los sistemas dunares se ven sujetas a la acción mecánica del mar y de
la arena. Los temporales provocan un desgaste en las zonas más próximas al agua
que puede conllevar la eliminación de la vegetación y la exposición de sus raíces.
En estas zonas más expuestas, las especies presentan mecanismos de recolonización de las zonas destruidas que son característicos de las plantas pioneras. La
producción de semillas en grandes cantidades o capaces de flotar garantiza su dispersión por el viento y el agua, respectivamente. Las plantas con un ciclo de vida
anual mueren al final de su periodo de crecimiento activo, y pasan el invierno bajo
la forma de semillas.
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Correhuela marina
(Polygonum maritimum)
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Jopo
(Orobanche arenaria)
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Frutos maduros de nardo
marítimo (Pancratium
maritimum)
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El nardo marítimo (Pancratium maritimum) tiene raíces en forma de bulbos grandes y carnosos que, además de servir de depósitos de agua y nutrientes, se dispersan
fácilmente flotando en el agua del mar hasta alcanzar otras zonas de la costa. Su
semillas son muy ligeras, lo que también facilita su dispersión por el viento.
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Cómo pasar desapercibido a la vista de todos?
La gran abundancia de especies vegetales herbáceas favorece la presencia de una
rica fauna de invertebrados, principalmente herbívoros que a su vez alimentan a
una gran variedad de insectívoros. La poca altura de la vegetación proporciona poco
abrigo para estos animales, lo que los hace vulnerables a depredadores de mayor tamaño, como los reptiles y las aves. Por lo tanto, no es de extrañar que estos organismos hayan desarrollado numerosas maneras de pasar desapercibidos en un entorno
de colores claros y muy expuesto.
Los insectos y las arañas presentan una coloración y una forma que les permite confundirse completamente con la arena. Ser colorido y vivir en una flor es también
una estrategia que funciona para las arañas cangrejo.
En una mezcla de defensa y estrategia de imitación, tanto las larvas como los individuos adultos de Empusa pennata (una de las especies de mantis que vive en las
dunas) presentan una forma que les permite pasar por brotes secos, o confundirse
con el follaje verde.
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Los ortópteros verdes pasan desapercibidos
entre las cistáceas de las que se alimentan.
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Empusa pennata
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Las pequeñas arañas que cazan en emboscada
(no tejen telas) son frecuentemente del color
de la arena.
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Cuando está inmóvil, la
hormiga león es difícilmente
detectable en las ramas sobre
las que descansa.
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Ser llamativo para protegerse?
En ocasiones, la originalidad es la única opción, y ser llamativo es la mejor estrategia para evitar ser devorado.
La larva de Hyles euphorbiae, una mariposa del grupo de los esfíngidos, es colorida
y brillante para advertir de su mal sabor y toxicidad a los posibles depredadores.
Aprovecha las sustancias tóxicas presentes en la savia de las hojas de lechetrezna
marítima (Euphorbia paralias) que le sirven de alimento.
La viva coloración de la
larva de la mariposa nocturna Hyles euphorbiae
es una advertencia de su
toxicidad y mal sabor.
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40
41
42
Es seguro salir de noche?
No solo para protegerse de los depredadores, sino también por las agrestes condiciones del medio dunar, muchos animales aprovechan la noche para realizar sus
actividades. Es el caso de muchos arácnidos, insectos y un gran número de invertebrados —sobre todo anfibios—, que se entierran durante el día y se vuelven activos
al final de la tarde o durante la noche. Una visita nocturna a un sistema dunar revela
un panorama muy diferente al diurno, en el que se observa la existencia de una diversidad animal cuya presencia durante el día no es fácil adivinar.
El sapo de espuelas (Pelobates cultripes) vive por el día enterrado en las arenas de
las dunas interiores (el nivel freático se encuentra relativamente cerca de la superficie, lo que le permite obtener la humedad que necesita para vivir), y sale a la superficie durante la noche para buscar los invertebrados que le sirven de alimento.
Las tarántulas se esconden en sus madrigueras durante el día y recorren las dunas
en las noches cálidas, buscando insectos para alimentarse.
41
La tarántula es uno e los
depredadores activos que explora las
dunas interiores durante la noche.
42
El sapo de espuelas (Pelobates
cultripes) solo está activo por la
noche.
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Estuario
Los estuarios: entre el agua dulce y la salada
Los estuarios —el resultado de la mezcla, en mayor o menor medida, de las aguas
continentales y las oceánicas— no son solo el canal por el que los ríos penetran en
el mar: son la frontera entre los medios marino y de agua dulce, y sus características se ven determinadas por la forma en que ambas masas de agua se mezclan. El
contacto entre los dos tipos de agua no es una mezcla sencilla en la que se observe
una progresiva dilución del agua del mar a medida que se avanza corriente arriba.
Por las diferentes características físicas de las aguas que entran en contacto —relacionadas básicamente con la influencia de la salinidad y de la temperatura en la
densidad de la masa de agua—, los estuarios son sistemas naturales complejos cuya
circulación interior está regulada solo por la diferencia de cota entre las zonas corriente arriba y las que se encuentran más abajo. El estuario empieza en donde se
deja sentir la influencia directa de las mareas, lo que se traduce no solo en la fluctuación diaria del nivel del agua, sino también en el aumento de la salinidad del río.
Dependiendo de la morfología del estuario, esta influencia puede sentirse a una mayor o menor distancia corriente arriba.
Morfológicamente, se pueden distinguir tres zonas en un estuario:
Estuario alto: limitado por la distancia máxima a la que se deja sentir la
influencia directa del agua del mar por el aumento de la salinidad. El río
ejerce más influencia en esta zona, por lo que solo está colonizada por los
seres vivos más tolerantes a la dilución del agua del mar. Representa el
límite de distribución de los organismos de agua dulce.
Estuario medio: zona en la que se producen las mayores variaciones diarias de salinidad y temperatura. La colonización de los organismos depende
del enturbiamiento, la disponibilidad de fitoplancton, el tipo de sedimento,
la velocidad de la corriente y el número de horas de exposición al aire. Se
puede observar cierta estratificación salina y térmica. Es el lugar en donde
se depositan más sedimentos gruesos de origen fluvial, y en donde se forman
pantanos y lodazales. Los organismos que viven en esta zona deben tolerar
necesariamente grandes y rápidas variaciones de salinidad (eurihalinos).
Estuario bajo: zona de características marcadamente marinas. Cuando se
produce una estratificación salina, la capa inferior puede presentar características marinas de forma permanente. Organismos muy poco tolerantes a los cambios de salinidad del agua (estenohalinos).
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Organismos
exclusivamente
de agua dulce
Suspensívoros:
controlados por el
enturbiamiento y
la disponibilidad de
fitoplancton
Sedimentívoros:
controlados por el
tipo de sedimentos
y la velocidad de la
corriente
Agua dulce
Organismos
marinos
estenohalinos
Estuario medio
Organismos
marinos
estenohalinos
Estuario bajo
Organismos
exclusivamente
marinos
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Estuario alto
Agua salada
El rio entra en el mar o el mar entra en el rio?
A pesar de que el sentido común parezca indicar que un estuario es el lugar donde el
río entra en el mar, lo contrario también es cierto. En realidad, un estuario es tanto
el lugar del entrada del río en el mar como de entrada de este último en el río. Debido
a su mayor densidad, el agua más salada tiende a circular más cerca del fondo, mientras que el agua dulce, menos densa, circula por encima de ella. Esta diferencia de
densidad tiene consecuencias no solo en la circulación del agua, sino también en el
transporte de sedimentos, en los flujos de materiales en el interior del estuario y en
las características físico-químicas del ambiente estuarino. La circulación del agua
dulce por encima de la salada provoca que la carga sedimentaria gruesa se deposite al
inicio del estuario, o estuario alto. Sólo los sedimentos finos son transportados hasta
la desembocadura y entran en el mar. La capacidad del agua marina para transportar
partículas en suspensión es bastante menor que la del agua dulce. Por lo tanto, una
de las consecuencias del contacto de ambas aguas en el interior del estuario medio
es la deposición de la carga sedimentaria fina, muy notable en los bancos de lodo y
limo característicos de los estuarios. Solo las partículas más finas transportadas por
la corriente principal del río entran en el mar, dando origen a lo que se llama “pluma
estuarina”. Dependiendo del régimen hidrológico del río, estas partículas pueden penetrar mar adentro suspendidas en una capa superficial de agua dulce menos densa
hasta que acaban depositándose a cierta distancia de la desembocadura.
Además de la circulación de origen fluvial, en un estuario se observa otra circulación en sentido opuesto, de origen marino, que sigue el ritmo de las mareas. Durante
la subida de la marea, el mar empuja el agua del río corriente arriba. Como el río no
puede fluir corriente arriba, el encuentro entre las dos masas de agua provoca normalmente el desplazamiento del agua hacia las zonas laterales del canal de circulación (una de las orillas, o ambas, dependiendo del tipo de canal). La ola de marea que
se crea es muy notable en el estuario bajo. En el estuario medio y alto, su influencia
se deja sentir en el fondo, por lo que solo se manifiesta por la elevación del nivel del
agua. El agua salada que penetra por el fondo arrastra consigo sedimentos de origen
marino que se depositan en el estuario bajo. Como consecuencia de ello, en la parte
final del estuario se suele formar un aluvión de material sedimentario procedente
del transporte litoral. Este es el motivo por el que se suelen construir malecones de
protección en la orilla norte de los estuarios portugueses, para evitar que la deriva
sedimentaria introduzca sedimentos en los canales de navegación.
43
43
Archibebe claro
(Tringa nebularia)
35
Mar
35
Salinidad
25
15
5
0
Río
Agua dulce
Agua
Águado
domar
mar
Manchas máxima
turbidez
Sedimentos marinos
Es bueno vivir en un estuario?
El contacto de dos masas de agua físicamente distintas tiene repercusiones non solo
en los organismos que habitan en las zonas afectadas, sino también en el transporte
de sedimentos. Los sedimentos más gruesos, que circulan por el fondo de los ríos, se
depositan en el estuario alto, y en raras ocasiones llegan al mar. Los sedimentos de
mediano tamaño pueden llegar al interior del estuario medio, en donde se depositarán si el agua pierde capacidad de transporte. Los más finos (limos y arcillas) podrán
llegar hasta el mar, en donde penetran durante las mareas bajas o como consecuencia de inundaciones.
Para los seres vivos, los estuarios son a la vez un ambiente agreste y una buena
oportunidad para la supervivencia. Para los organismos sésiles (fijos al sustrato, o
de movilidad reducida), la fluctuación diaria del nivel del agua, salinidad, temperatura y concentración de oxígeno constituye todo un reto. Quienes logran soportar
esta variación diaria se ven recompensados con una gran disponibilidad de nutrientes (los estuarios son uno de los ambientes con mayor productividad del planeta).
A lo organismos móviles —principalmente, de origen marino—, la entrada diaria de
agua salada les permite acceder a un medio en el que abunda el alimento. Algunos
encuentran ahí un lugar más seguro para depositar sus huevos o para el desarrollo
larvario (el rigor ambiental es la causa de que no haya tantos depredadores como
en el mar).
36
44
La importancia de los estuarios
Los estuarios proporcionan un conjunto de recursos, beneficios y servicios que reclaman nuestra atención sobre la necesidad de una gestión sostenible de este ecosistema natural insustituible.
Son zonas con una elevada productividad biológica. Los ríos y el mar introducen en
el estuario grandes cantidades de nutrientes y materia orgánica que, al precipitarse
en las orillas y sobre el fondo, dan origen a zonas lodosas. La vegetación herbácea
—necesariamente tolerante a las variaciones de salinidad— procesa grandes cantidades de nutrientes disueltos en el agua. La materia orgánica que se encuentra en
los sedimentos finos o suspendida en el agua proporciona alimento a innumerables
especies de filtradores y sedimentívoros que, a su vez, soportan la avifauna limícola.
La entrada diaria de agua salada en los estuarios bajo y medio renueva las poblaciones de plancton que constituyen el recurso alimentario fundamental para los peces
y sus larvas.
44
Los arenales y lodazales que
se cubren y descubren con
las mareas son zonas de gran
productividad.
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46
45
38
Las aves limícolas dependen
de los arenales y lodazales de
los estuarios para obtener su
alimento y descansar durante
sus viajes migratorios.
45
La elevada productividad de los
estuarios también soporta la
intensa actividad del hombre, que
se traduce no solo en la pesca, sino
también en el aprovechamiento de
otros recursos, como los bivalvos o
la recogida de cebo para la pesca.
46
Los estuarios también proporcionan abrigo y protección contra los depredadores.
Funcionan como “maternidades”, es decir, lugares de crecimiento para la ictiofauna
juvenil, que encuentra en las zonas más protegidas del estuario y más ricas en alimento las condiciones óptimas para la eclosión de los huevos y el desarrollo de sus
larvas. El ambiente del estuario, muy variable, impide la entrada a depredadores
marinos o de agua dulce, poco tolerantes a esas variaciones, por lo que se convierte
el lugar elegido por muchas especies para desovar. Las aves residentes y migratorias encuentran aquí un buen lugar para nidificar y refugiarse. A su vez, los peces
migratorios tienen en los estuarios la única vía para realizar su viaje entre el río y
el océano.
La importancia biológica de los estuarios está íntimamente relacionada con su valor social, cultural y económico. La pesca, la explotación de bivalvos, la acuicultura,
la producción de sal, la industria y la navegación son algunas de las actividades económicas de las comunidades que tienen en los estuarios su principal fuente de subsistencia. Además, son también lugares de ocio y recreo que atraen a los visitantes,
por lo que aumenta su valor.
47
Los estuarios prestan un importante servicio a los ecosistemas, ya que almacenan y
reciclan nutrientes, retienen sedimentos y sirven de tapón entre el medio marino y
el de agua dulce. Al inmovilizar materiales en el sedimento y en la biomasa vegetal y
animal, también hacen las veces de filtros naturales para la contaminación.
47
Los pantanos y los juncales son
muy importantes como hábitat
para la avifauna y como lugares
de retención de sedimentos
fluviales y contaminantes,
además de contribuir al control
de los efectos de las crecidas.
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40
Playa
rocosa
Entre el mar y la terra, al ritmo de las mareas...
La playa es el lugar en donde el mar y la tierra entran en contacto. Aquí se observan
las influencias combinadas del mar y de la tierra, que definen las condiciones básicas del litoral. El litoral es extremadamente dinámico, y presenta un alto grado de
variabilidad tanto desde el punto de vista espacial como temporal a corto (variabilidad diaria) y largo plazo (a escala histórica y geológica). Esta variabilidad se refleja
no solo en la evolución de la línea de la costa con el paso de los años, sino también en
los procesos de sedimentación, en el tipo de sustrato al descubierto, en los periodos
de inundación (mareas, tormentas...) y en el efecto mecánico de las olas.
La zona entre mareas —una estrecha franja que se extiende entre los límites de la
marea alta y de la marea baja— corresponde a lo que normalmente se llama sistema
litoral. La mayor parte de este sistema está incluido en el mediolitoral, un espacio
comprendido entre los niveles medios de la marea alta y de la marea baja. En realidad, la influencia de las mareas se deja sentir un poco más allá de los límites del
mediolitoral, ya que también afecta al llamado supralitoral (zona alcanzada por
salpicaduras, y parcialmente cubierta por el agua durante las mareas máximas de
aguas vivas) y la parte superior del infralitoral (que corresponde al límite de la zona
al descubierto durante la marea baja de aguas vivas). Esta franja es una extensión
del ambiente marino en tierra seca, y está habitada casi exclusivamente por organismos marinos.
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Influencia
del agua
supralitoral
Influencia
de la luz
Salinidad
máxima
salpicaduras
Variación de
temperatura
Turbulencia y
corrientes no
periódicas
Nivel del
agua
marea alta extrema (mareas vivas)
marea alta media (mareas vivas)
máxima
marea alta media (mareas muertas)
mediolitoral
ou eulitoral
variable, en
función de
la marea y
del efecto
del viento
variable, en
función de
la marea,
de la
evaporación
y del efecto
de la lluvia
variable, en
función de
la marea, de
la ubicación,
de la
transparencia
del agua y de la
hora del día
siempre superior a la del
agua disponible periódicamente o con
carácter permanente (por
ejemplo, pozas
de marea)
nivel medio del agua del mar
moderadas
marea baja media (mareas muertas)
infralitoral
continua
circalitoral
fuertes
relativamente
constante
disminución
de la intensidad y cambios
en el espectro
zona sumergida algunos días al mes
zona sumergida algunas horas al año
zona sumergida y seca a diario
zona seca algunos días al mes
zona seca algunas horas al año
zona permanentemente sumergida
disminución de
la amplitud y
frecuencia de
las variaciones
marea baja media (mareas vivas)
marea baja extrema (mareas vivas)
Características de la zona entre mareas
La principal característica de esta zona es la variación diaria del nivel del mar, que
deja al descubierto dos veces al día todo el espacio comprendido entre los límites
más arriba señalados. Como resultado de la interacción de los factores que afectan
a la zona entre mareas, se crean en la playa gradientes verticales y horizontales que
se traducen en un ambiente rocoso en la zona nítida de los seres vivos que habitan ahí, formando franjas paralelas a la superficie del agua. Los más tolerantes a
la exposición se encuentran en la parte alta de la playa, y los menos tolerantes se
encuentran más próximos al límite de la marea baja, en donde permanecen menos
tiempos expuestos al aire.
La mayoría de los animales de la zona entre mareas solo están activos durante la
marea alta. Los que dependen del agua para alimentarse (filtradores y algunos depredadores) no tienen otra solución. Los raspadores (animales que se alimentan
raspando el sustrato) y fitófagos (los que se alimentan de algas) pueden alimentarse
durante la marea baja, lo que realmente sucede durante la noche o en días de gran
humedad y bajas temperaturas. Los organismos que viven enterrados en el sedimento, como algunos anélidos y la mayoría de los moluscos bivalvos, constituyen la
excepción: como viven resguardados, pueden alimentarse incluso durante la marea
baja. En las playas rocosas, los animales sedimentívoros se limitan a los lugares en
42
48
donde se acumulan sedimentos. Por el acusado dinamismo de estas playas, estos lugares son muy frecuentes, por lo que los filtradores, raspadores y depredadores/
necrófagos constituyen las formas de vida más abundantes.
La limitación impuesta por el ciclo de las mareas a los periodos en los que es posible
alimentarse también contribuye a la distribución de los animales a lo largo de la
playa. En la playa alta, el tiempo disponible para la recogida de alimento puede no
ser suficiente para su crecimiento y supervivencia.
49
En la zona bajo la influencia de las mareas, las condiciones ambientales varían más
vertical que horizontalmente, lo que resulta particularmente evidente en los puntos
de confluencia agua/aire y agua/sustrato. Los factores más importantes en esa variación son el nivel del agua (alternancia de las mareas), el oleaje (intensidad y dirección),
la disponibilidad de luz y el sustrato (rocoso o sedimentario). El sustrato influye en la
colonización biológica no solo por su naturaleza, sino también por la granulometría, la
tasa de sedimentación y la movilidad o inestabilidad. A pesar del rigor ambiental inherente a la existencia de importantes zonas sujetas a periodos variables bajo el agua
o al descubierto, el ambiente entre mareas presenta una elevada diversidad.
Los problemas con que se encuentran los organismos en la zona entre mareas dependen en gran medida del tipo de sustrato en el que viven. En un sustrato rocoso,
los problemas mecánicos de la fijación son más fácilmente resolubles, a pesar de
existir un dinamismo marino por lo general más acusado. La mayor movilidad de los
sustratos arenosos agudiza el problema de la fijación de los organismos, lo que se
traduce en una menor diversidad biológica (solo los organismos muy especializados
logran vivir aquí de un modo permanente) y una mayor dificultad para encontrar
a los habitantes de esta zona. Por este motivo, aunque las playas arenosas sean un
componente importante de los sistemas litorales, no serán abordadas aquí.
48
El impacto directo de las olas
se deja sentir sobre todo en la
playa baja.
49
Los percebes (Pollicipes pollicipes) no soportan mucho tiempo
al descubierto, por lo que solo se
encuentran en el límite inferior
de la zona entre mareas.
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Efecto de la atracción
gravitatoria de la Luna
(marea muerta)
Efecto combinado de la atracción
de la Luna y de la fuerza centrífuga
provocada por la rotación de la Tierra
(marea viva)
Órbita de la Luna alrededor de la Tierra
Efecto combinado de la
atracción de la Luna y del Sol
(marea viva)
Órbita de la Tierra alrededor del Sol
Sol
Por qué varia diariamente el nivel
del mar?
La Tierra gira alrededor del Sol siguiendo una órbita elíptica
en la que el Sol ocupa uno de los centros. Como resultado de
la fuerza gravitatoria que ejercen sobre la Tierra, tanto el Sol
como la Luna generan la correspondiente marea con periodos
distintos (12 horas para las del Sol, y 12,4 horas para las de
la Luna). Como consecuencia de este ligero desfase temporal
entre la marea lunar y la solar, existen dos pares de mareas
diarias que entran en fase cada 14,7 días.
Cuando ambas mareas se encuentran en fase (Luna, Tierra y
Sol alineados), la fuerza de la gravedad de la Luna y del Sol
se suman y provocan una marea viva (máximo de pleamar y
mínimo de bajamar). Cuando las mareas están fuera de fase
(Luna y Sol perpendiculares entre sí, tomando el centro de la Tierra como referencia), la pleamar y la bajamar presentan sus valores mínimos y se produce una marea
muerta. Por la posición relativa de la Luna con respecto al Sol, puede producirse una
asimetría entre las mareas diurnas y las nocturnas.
La altura de la marea en una playa determina las zonas de importancia biológica
y define la división en zonas de esa playa. Esta división en zonas, más evidente en
las playas rocosas, está relacionada con el tiempo en que permanece bajo el agua
cada punto. Cuanto más alto en la playa se encuentre un organismo, más tiempo va
a transcurrir hasta que se vea sumergido de nuevo durante un ciclo de la marea. A lo
largo de los ciclos de las mareas, es posible diferenciar zonas en las que estos periodos sobre/bajo el agua tienen importancia desde el punto de vista biológico y ayudan a explicar la distribución de los organismos en la playa. Esta división en zonas
es particularmente evidente en las playas rocosas, y refleja el tiempo de exposición
a lo largo de los ciclos de marea (aunque la heterogeneidad del sustrato, el grado
de exposición de la playa y las relaciones interespecíficas también desempeñan un
papel importante en esta división).
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50
51
Vivir entre mareas en una playa rocosa
Los seres vivos de la zona entre mareas son en su mayoría de origen marino. Así
pues, el principal problema con el que se van a encontrar es el hecho de quedar periódicamente expuestos al aire. Evitar o minimizar los efectos de esta exposición y
resistir el efecto mecánico de las olas son la principales razones de las adaptaciones
que se observan en los organismos que habitan en estas zonas. La mayor parte de los
seres vivos de las playas rocosas habita en la superficie, ya que la roca es difícil de
perforar. Vivir en la superficie expone por completo a estos organismos a los elementos, por lo que se ven sometidos a un gran estrés físico.
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En las depresiones en cotas más
elevadas, o donde alguna barrera impide
la salida del agua durante la marea baja,
se forman pozas de marea.
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Vuelvepiedras rojizos
(Arenaria interpres)
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Ha bajado la marea... Y ahora?
La exposición de los organismos durante la marea baja les acarrea muchos problemas. Fuera del agua, deben enfrentarse a un ambiente mucho más agreste —sobre
todo, los que habitan en la playa alta— que les exige estrategias para aguantar hasta
la siguiente pleamar.
En la playa alta, las algas
fucoides pueden tolerar largos
periodos de exposición al aire.
46
52
Cuando se ven expuestos al aire durante la marea baja, los organismos empiezan
a perder agua por evaporación, si bien este problema no se produce de igual forma de día y de noche. Para sobrevivir, su cuerpo debe ser capaz de tolerar pérdidas
considerables de agua durante el tiempo que permanece expuesto, o debe poseer
mecanismos que reduzcan esa pérdida hasta que la marea vuelva a subir. El rigor de
las condiciones provocadas por la exposición al aire es el causante de que la mayoría
de las algas no consiga realizar la fotosíntesis fuera del agua, a pesar de la mayor
intensidad luminosa. Durante ese periodo, la mayoría de los animales también se
encontrará con problemas, ya que no pueden alimentarse. Como los sistemas de
intercambio de gases de estos seres vivos son muy poco eficientes fuera del agua,
surgen problemas relacionados con la respiración durante la bajamar. Las elevadas
temperaturas que se pueden registrar durante el día pueden dañar los sistemas enzimáticos. La desecación resultante de la exposición al aire puede provocar daños
en las membranas externas y afectar a la circulación interna y al contenido de agua
de los tejidos.
53
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A su bola...
No se debe apretar
a una anémona cerrada para hacerla
chorrear. El agua
que expulsa le hace
falta, y su ausencia
puede provocar que
no aguante hasta la
siguiente pleamar.
Las anémonas son animales que cuentan con una cavidad central, y que pueden presentar colores variados. Cuando baja la marea, especies como el tomate de mar (Actinia equina) retraen los tentáculos dentro de la cavidad central y se cierran, transformándose en una bola gelatinosa. Esta forma les permite conservar algo de agua
en su interior y crear de este modo las condiciones para resistir el tiempo necesario
hasta la siguiente pleamar.
Ser viscoso es bueno...
El mucílago que recubre a algunos organismos, como anémonas y algas, y que les da
un tacto pegajoso y escurridizo, tiene una gran afinidad al agua y les ayuda a mantener húmedo el cuerpo, incluso cuando permanecen expuestos al aire por algún
tiempo. Es así cómo la Anemonia sulcata, que no puede recoger sus tentáculos, logra
resistir fuera del agua hasta que vuelve a quedar sumergida de nuevo.
Lo sabías?
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Tomate de mar
(Actinia equina)
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Ortiga de mar
(Anemomia viridis)
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Concha para qué te quiero...
Tener una concha es una gran ventaja cuando el agua se va. Tener dos es aún mejor,
como sucede con los bivalvos. Al cerrar con fuerza las dos valvas de la concha, el mejillón logra aislarse por completo del medio externo y conservar algo de agua en su
interior. Sin embargo, esta estrategia plantea algunos problemas, pues al estar cerrado encuentra cierta dificultad para realizar el intercambio gaseoso, puede subir
mucho su temperatura y no puede alimentarse. Por esta razón, no puede aguantar
mucho tiempo fuera del agua, lo que limita su distribución por la playa media.
Los gasterópodos con concha, como las lapas y las caracolas, utilizan su única concha para protegerse durante la marea baja. Al adherirse con fuerza a las rocas, las
lapas consiguen un aislamiento completo. Para mejorar la adherencia, regresan
siempre al mismo lugar, y la concha crece de acuerdo con las irregularidades de la
roca, lo que hace posible un cierre hermético.
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48
Mejillón
(Mytilus galloprovincialis)
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Lapas
(Patella sp)
56
Caracola
(Littorina sp)
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Las caracolas presentan por lo general un opérculo que cierra la apertura de la concha cuando el animal está recogido. Así logran retener el agua en su interior hasta
volver a quedar sumergidos. Al contrario que los mejillones, tanto las lapas como las
caracolas pueden moverse fuera del agua siempre que la humedad sea elevada o la
temperatura sea baja, lo que les permite alimentarse incluso durante la marea baja.
58
59
Las lapas se alimentan raspando las microalgas que viven en la superficie de las rocas, y se mueven lentamente en torno a su lugar de descanso preferido dejando el
rastro bien visible de la rádula sobre la cubierta de microalgas en la superficie de la
roca.
Las bellotas de mar,
aunque parecen
moluscos con concha,
son en realidad
crustáceos como
los cangrejos y los
camarones.
Aguanta firme! O no...
Los animales que no parecen tener adaptaciones anatómicas para hacer frente a la
falta de agua pueden sobrevivir durante la marea baja escondidos en lugares frescos y húmedos. Los bancos de mejillones y de Sabellaria alveolata son un refugio en
donde vive una gran diversidad de animales (pequeños crustáceos, peces, anélidos,
ofiuros, erizos de mar...). Las grietas en la roca, o la cara inferior de los guijarros
y grandes piedras son también los lugares en donde las esponjas, los briozoarios y
los cnidarios logran resistir durante algún tiempo hasta que la marea suba de nuevo. Las pozas de marea —depresiones en la rocas que conservan el agua durante la
marea baja— se convierte en refugio para los organismos marinos que quedan ahí
retenidos hasta que vuelven a quedar sumergidas.
Lo sabías?
58
Caracola
(Littorina littorea)
59
Bellotas de mar
(Chthamalus sp)
49
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De aquí no me saca nadie!
Animales como los mejillones, las bellotas de mar y los percebes, que no se mueven
o lo hacen muy poco, tienen que hacer frente a la fuerza de las olas y de las corrientes de flujo y reflujo mientras sube y baja la marea. Aunque vivir en grupo puede
ayudar a disipar la fuerza de las olas y de las corrientes, su permanencia en la zona
baja de la playa exige estrategias anatómicas adicionales. El mejillón utiliza el biso
para agarrarse con fuerza a la roca y a sus vecinos de la misma especie. El percebe
se adhiere fuertemente a la roca con su pie musculoso, y aprovecha la flexibilidad
de la parte blanda de su cuerpo para resistir el oleaje. La bellota de mar se encierra
por completo en su concha cónica pegada a la roca.
60
50
Las compactas poblaciones de mejillones (Mytilus galloprovincialis)
permiten resistir mejor el impacto de
las olas.
60
Los pequeños blenios —peces de
piel desnuda y con aletas pélvicas modificadas a modo de ventosa en algunas especies— logran
pasar de una poza a otra incluso
durante la marea baja.
61
Los animales con movilidad pueden evitar los lugares más expuestos en los momentos más críticos. Incluso así, no siempre logran evitar el impacto de la ola. Las lapas
(Patella spp.), por ejemplo, tienen un pie musculoso que, junto a su concha hidrodinámica, las convierte en una especie de ventosas firmemente adheridas a las rocas.
Los peces característicos de la zona entre mareas también presentan algunas especializaciones para hacer frente a las corrientes. Es común la aleta ventral con forma
de ventosa, como en las maragotas. También es una buena solución contar con un
cuerpo afilado y con cierta capacidad prensil, como el de los caballitos de mar. El
pulpo, con un cuerpo extremadamente flexible y unas extremidades provistas de
ventosas, también puede lidiar muy bien con el agitado ambiente de la zona entre
mareas.
Soy blando y poco resistente. Puedo vivir en una
playa rocosa batida por las olas?
El efecto del oleaje sobre el sustrato costero provoca
una acción mecánica que puede acabar aplastando
o arrastrando a los organismos residentes. De este
modo, los organismos que colonizan el espacio entre
mareas tienen que contar con mecanismos eficaces
62
de fijación y resistencia al impacto de las olas. En
ausencia de tales mecanismos, los organismos solo
pueden sobrevivir si logran aprovechar las heterogeneidades estructurales de la playa (grietas, cavidades, abrigo bajo los bloques...) o si consiguen vivir asociados a especies estructurantes como los mejillones o los bancos de algas. El efecto de las olas, aunque es
potencialmente destructivo, también resulta fundamental para organismos que,
como el percebe, dependen de ellas para recibir alimento, oxígeno y otros recursos
vitales, y que no pueden existir fuera de la zona de mayor agitación oceánica. El
efecto del oleaje también se manifiesta en el tamaño de la zona entre mareas, que
es considerablemente mayor en los lugares más expuestos que en las playas más
abrigadas. El continuo batir de las olas permite la colonización de zonas más elevadas de la playa, y contribuye a suavizar las temperaturas extremas y a reducir el
riesgo de desecación.
La vida en el vecindario y los okupas
63
La Sabellaria alveolata es un anélido sedentario de cuerpo blando cuya vida en un
lugar tan agitado como la zona entre mareas sería prácticamente imposible. Sin embargo, utiliza la arena en suspensión para forrar el exterior de su tubo membranoso,
y construye arrecifes de tamaño considerable a partir de arena y trozos de conchas,
con una estructura que se asemeja a los panales de una colmena.
Estos arrecifes son muy importantes para otros animales bien diferentes —pequeños crustáceos, moluscos, otras especies de poliquetos y pequeños peces— porque
les brindan abrigo y protección. La capacidad de enterrarse en el sedimento o vivir
en el interior de estructuras creadas por otros seres vivos es también una solución
frecuente para muchos organismos. El cangrejo porcelana vive en el interior de los
arrecifes de Sabellaria alveolata. El cangrejo ermitaño utiliza la concha vacía de las
caracolas para proteger su cuerpo blando. Muchos anélidos viven enterrados en las
pequeñas manchas de arena que surgen aquí y allá entre las rocas, entre bancos de
mejillones o en el interior de los arrecifes de Sabellaria alveolata.
62
Los arrecifes de Sabellaria
alveolata son característicos
de playas con un suministro
constante de sedimentos.
63
Los cangrejos ermitaños
tienen el abdomen
blando, y utilizan conchas
vacías de caracolas para
protegerse.
51
64
Doblarse para no partirse...
No ofrecer demasiada resistencia a la fuerza de las olas y de las corrientes y contar
con una buena base de apoyo es una buena estrategia para vivir en un lugar tan agitado como lo es la zona entre mareas. Las macroalgas, de tallos flexibles y estructuras de fijación muy resistentes, son un buen ejemplo de ello.
Ser llamativo para no acabar siendo la comida...
Las laminarias, macroalgas pardas
también llamadas kelp, marcan el
límite de la zona entre mareas. Son
poco tolerantes a la exposición al aire,
y solo permanecen al descubierto durante las mareas más bajas.
52
64
Los nudibranquios son moluscos gasterópodos desprovistos de concha. Su nombre
significa “branquias al descubierto”, y hace referencia a sus órganos respiratorios
externos, que se encuentran a lo largo del cuerpo. ¿Cómo pueden sobrevivir en una
zona repleta de depredadores estos pequeños animales sin aparentes estructuras
físicas de defensa? Los nudibranquios —que también son depredadores— tienen la
extraordinaria habilidad de utilizar en beneficio propio las defensas de sus presas.
Incorporan a su revestimiento las espículas (pequeñísimas agujas calcáreas o silíceas) de las esponjas que le sirven de alimento, y aprovechan los nematocistos (células venenosas) de las anémonas que ingieren. Pueden imitar el color de sus presas,
en las que se refugian y esconden de depredadores más agresivos. La viva colora-
65
66
ción de algunas de estas especies sirve de aviso a los posibles depredadores, ya que
en la naturaleza es normal que los organismos muy coloridos cuenten con armas
escondidas, sean venenosos o tengan mal sabor. Aunque también puede tratarse de
un simple engaño...
Las ventajas de estar blindado. O no...
Tener una concha dura también puede ser una buena solución para evitar ser el
plato principal, aunque abunden en la playa depredadores capaces de derribar esas
defensas. Los mejillones solo se encuentran en la zona de mareas debido a la depredación de las estrellas de mar. Muchos cangrejos logran romper con sus fuertes tenazas la concha de caracolas y bivalvos. Algunas caracolas son despiadadas depredadoras que penetran en el interior de otras caracolas con su sifón. Algunas logran
abrir pequeños orificios circulares en la concha de los mejillones para digerirlos
tranquilamente después de inyectarles sus enzimas digestivas (una vez digeridos,
absorben el líquido nutritivo como si estuvieran bebiendo un zumo por una pajita).
65
Los nudibranquios son visitantes
ocasionales en las playas rocosas.
66
El gasterópodo carnívoro Nassarius
reticulatus deposita sus huevos
entre las algas.
53
Poza de marea: una singularidad topográfica
Las pozas de marea son elementos característicos de todas las playas rocosas. Se
puede decir que representan un biotopo intermedio entre el infralitoral, permanentemente sumergido, y el ambiente rocoso que lo rodea, sujeto a las subidas y bajadas
del nivel del agua según los ciclos de las mareas. Estén donde estén, las pozas nunca
quedan expuestas al aire, y sirven de refugio para la flora y la fauna de los niveles
inferiores de la playa.
Aunque las pozas están siempre inundadas, su ambiente físico depende estrechamente del ciclo de las mareas, ya que se encuentra regulado por él. No presenta la
variabilidad característica del ambiente adyacente, pero se ve condicionado por la
marea y por su ubicación en la playa. Las pozas que se encuentran en un nivel bajo,
más cerca del mar, presentan una menor variabilidad ambiental que las situadas en
un nivel más alto. A pesar del aparente parecido entre todas las pozas de una playa
rocosa (todas tienen en común la ausencia de exposición al aire durante la bajamar),
ninguna es igual a otra, lo que las convierte en medios únicos que revelan sus propias particularidades a los visitantes atentos.
54
De entre los factores físicos determinantes del ambiente de la
playa, la temperatura es uno de los que más afecta a las características del ambiente físico de una poza. Mientras que el océano
es una enorme masa de agua que se calienta y enfría dentro de
una gama de valores por lo general reducida, las pozas de marea están sujetas a cambios muy rápidos porque albergan pequeñas cantidades de agua. La temperatura diaria puede variar dentro de un rango de unos 15º C. Esta variación depende
de factores como la ubicación en la playa, la exposición a las
olas, el grado de exposición a la luz y el volumen de la poza.
En las pozas de mayor tamaño puede llegar a observarse es67
tratificación térmica durante el verano, principalmente en
las que se encuentran bajo la influencia de las salpicaduras
de las olas. También es frecuente que la temperatura alcance valores mortales o casi mortales para muchos organismos,
lo que supone una seria limitación para su distribución horizontal en la playa. Un
problema adicional es la velocidad a la que se produce la variación de temperatura. Mientras que el calentamiento de una poza expuesta durante la marea baja se
produce de un modo gradual, el enfriamiento es muy brusco cuando el agua del mar
inunda la poza al subir la marea, lo que puede producir un choque térmico en los
organismos más sensibles.
La salinidad también es variable, ya que puede oscilar entre los 5 y los 25-50 PSU
(el agua del mar tiene una salinidad de entre 33 y 35 PSU), y depende, entre otros
factores, de la ubicación de la poza en la playa, de la temperatura (aumento de la salinidad por evaporación del agua), de la precipitación y de la entrada de agua dulce
por drenaje a partir de tierra firme. En verano, la evaporación del agua puede ser
suficiente para producir precipitación de sales en las pozas de menor profundidad.
Tal como se describió para la temperatura, la salinidad puede variar bruscamente
durante la subida de la marea y provocar un choque osmótico letal para los organismos que viven en las pozas.
67
Los erizos de mar
(Paracentrotus lividus)
y las algas calcáreas
incrustantes o ramificadas
son habitantes comunes en
las pozas de marea.
55
68
69
También sufren variaciones otros elementos cruciales para la vida de los organismos acuáticos, como es el caso del oxígeno disuelto (que tiene una relación inversa
con la temperatura) y el pH. La variabilidad diaria de estos factores está relacionada con la actividad biológica, si bien la temperatura y la salinidad también influyen
considerablemente sobre ellos, concretamente en la cantidad de oxígeno disuelto.
La cantidad de oxígeno en las pozas resulta crítica si la cantidad de organismos es
elevada —por ejemplo, cuando hay una gran densidad de algas— y durante la noche
(cuando la fotosíntesis no compensa el consumo de oxígeno).
El pulpo (Octopus vulgaris) se
refugia en pozas de marea y
cavidades entre rocas durante la
marea baja.
68
Los cangrejos porcelana viven
bajo las piedras o en el interior de
arrecifes de Sabellaria alveolata
que excavan con sus pinzas chatas
69
y anchas.
56
Por lo general, las comunidades existentes en las pozas de marea presentan una
composición específica semejante a las del ambiente marino adyacente. Algunos
organismos de mayor movilidad (peces, crustáceos, moluscos...) característicos del
infralitoral pueden encontrar un refugio temporal aquí durante la marea baja. En
estos casos, las pozas aportan otra dimensión a la playa, al funcionar como un refugio para organismos que solo frecuentarían la playa durante la marea alta (peces,
babosas marinas, pulpos...). Sin embargo, el mayor efecto de las pozas se manifiesta
en diferencias en la abundancia de determinados taxones y en la colonización de
niveles más elevados de la playa por organismos que generalmente no sería posible
encontrar en el nivel de la playa en donde está la poza.
70
71
En efecto, las pozas de la playa baja son un hábitat menos riguroso por la menor
variación de los factores físicos, lo que permite la ampliación vertical de la distribución de muchas especies. Las pozas de la playa alta, sin embargo, constituyen un
hábitat bastante riguroso. Es frecuente encontrar agua estancada, con las consecuencias que eso conlleva para la temperatura del agua, oxígeno disuelto, cantidad
de nutrientes para las algas, pH, salinidad y disponibilidad de alimento. En consecuencia, la diversidad en esas pozas es bastante más reducida que en el resto de la
playa, ya que solo están colonizadas por los organismos más tolerantes.
Las pozas de la playa baja se encuentran más cerca del océano y, por esta razón,
permanecen aisladas de él durante periodos de tiempo relativamente breves. Por
lo general, están dominadas por algas fucoides y coralinas y mejillones que atraen
a caracolas, lapas, anémonas, erizos y esponjas. Su proximidad al océano favorece no solo una mayor renovación de los organismos que entran en contacto con la
poza, sino también la entrada de materiales que circulan por la costa. Es frecuente
la existencia de arena cubriendo total o parcialmente el fondo de algunas pozas, lo
que proporciona un medio apropiado para la colonización de anélidos y crustáceos
hozadores.
Las pozas situadas en la parte más alta quedan aisladas del océano durante periodos
más prolongados, y están dominadas por algas verdes a las que se asocian diversos
moluscos, camarones y algún cangrejo verde.
70
En el interior del sedimento
que hay en los canales entre
pozas o debajo de las piedras, es
frecuente observar los tentáculos
rojizos de anélidos de la familia
Cirratulidae.
71
La nécora (Necora puber) es
frecuente bajo las piedras y
entre las algas fucoides.
57
58
Mar
Litoral norte – aguas frías y turbias
Las aguas frías y turbias acompañadas de vientos en ocasiones fuertes y un mar
con condiciones muy variables —y en cierto sentido, imprevisible— constituyen la
imagen de marca del litoral norte. A pesar de la incomodidad que pueden acarrear
al veraneante que busca playas apacibles, son estas condiciones las que confieren a
este tramo de costa una innegable riqueza biológica y la convierten en una importante zona pesquera, tal como sucede en la cercana costa gallega.
Desde tierra, el mar parece una masa uniforme, y mucha gente cree que existe una
rampa suave y llena de arena que une la playa con las zonas más profundas. Esta
visión es un poco ingenua y está profundamente equivocada. Incluso en los tramos
de playas arenosas, la complejidad del relieve submarino da origen a un espacio en
donde diferentes hábitats soportan una gran diversidad biológica, contribuye a la
variedad de los recursos pesqueros explotados en toda la región e influye en fenómenos costeros como las corrientes, la erosión y la deposición de sedimentos.
Más lejos, deja de sentirse la influencia del relieve costero, y son los fenómenos
oceanográficos regionales y globales los que influyen en la masa de agua, entre los
cuales destaca el afloramiento estacional.
59
Por qué son frías
nuestras aguas
costeras?
Además de las fuertes nortadas estivales, lo que caracteriza al litoral
norte portugués son las aguas frías
y turbias, especialmente durante el verano. Aunque exista cierta
relación entre el enturbiamiento
y la carga sedimentaria fina intro73
ducida en el mar por varios ríos de
considerable tamaño, esta relación
no explica por qué un cambio de dirección del viento provoca normalmente un aumento de la temperatura del agua y un menor enturbiamiento de las
aguas costeras. Curiosamente, durante el invierno —cuando no hay temporal—, las
aguas costeras están más calientes y limpias que en verano. ¿Existirá alguna relación entre el viento y la temperatura del agua?
72
Para responder a esta pregunta es necesario conocer un poco los fenómenos oceanográficos que afectan a los procesos de circulación marina de nuestra costa.
Imágenes de satélite en las que
se representa con colores la
temperatura superficial del agua
(rojo más caliente, azul-violeta
más frío). A la izquierda, una
situación típica de inviernoprimavera (marzo de 2010). A la
derecha, una situación típica de
verano (julio de 2010).
Fuente: NEODAAS
60
72
73
El territorio continental portugués se encuentra bajo los efectos de un complejo
conjunto de corrientes oceánicas superficiales y profundas. En el proceso global de
circulación atlántica, la costa portuguesa se ve afectada por la parte descendiente
de la corriente del Golfo. Sin embargo, la pequeña extensión de la plataforma continental, la proximidad del Mediterráneo, la existencia de importantes accidentes
topográficos submarinos cerca de la costa —el cañón de Nazaré y los bancos de Galicia, Vigo, Oporto y Gorringe— y el régimen estacional de los vientos alteran profundamente el esquema global de circulación, lo que provoca que la costa portuguesa
se vea sujeta a una gran variedad de condiciones oceanográficas en un espacio relativamente reducido.
La característica más destacada de estas condiciones es la variación estacional del
régimen de vientos dominantes, que sopla del cuadrante norte durante la estación
cálida y del cuadrante sur durante el resto del año. Los fuertes vientos del cuadrante norte (nortadas) provocan una corriente superficial paralela a la costa, que es la
responsable del ascenso de las aguas frías. Estas aguas son frías porque ascienden
desde las profundidades más allá de los límites de la plataforma continental (por
Banco da Galiza
debajo de los 1.000 metros). Las aguas cálidas superficiales son, a su vez, arrastradas hacia el interior del océano, por lo que el agua alcanza una temperatura del orden de los 21-25º C durante el verano. Cuando el viento rola hacia el sur, se observa
el fenómeno inverso: las aguas costeras tienden a moverse hacia zonas más profundas, y son sustituidas por aguas más cálidas.
Canhão da Nazaré
El movimiento de ascensión del agua fría debido a la acción del viento da origen a
corrientes de afloramiento ricas en nutrientes, que son las responsables de la gran
productividad de las aguas costeras. Durante los periodos de afloramiento, la biomasa de fitoplancton en la superficie puede llegar a ser diez veces superior a la observada en periodos de no afloramiento.
Cómo se forma una corriente de afloramiento?
Para que se formen corrientes de afloramiento es necesario que concurran dos condiciones: vientos dominantes paralelos a la costa (del cuadrante norte en el hemisferio norte, o del cuadrante sur en el hemisferio sur) y una plataforma continental
de pequeño tamaño. Como el movimiento de rotación de la Tierra modifica la dirección de cualquier masa que esté en movimiento, cuando se dan estas condiciones,
las masas de agua superficiales empujadas por el viento norte tienden a rodar y a
dirigirse hacia el interior del océano. Como resultado de esa rotación, se produce
una acumulación de agua en las zonas más alejadas de la costa, que es suficiente
para crear un ligero aumento del nivel de agua que ejerce una presión más elevada
sobre las aguas que están debajo. Al mismo tiempo, se produce un déficit de agua
junto a la costa, que no se puede llenar con el agua superficial. Este déficit se alía a
la mayor presión ejercida sobre el agua profunda y genera una corriente que
mueve hacia la costa el agua fría profunda para restablecer el equilibrio perdido.
A lo largo del mundo, las zonas de afloramiento son relativamente raras y están siempre asociadas a franjas
de gran productividad. La costa atlántica peninsular
—incluido el nordeste portugués— se encuentra en
una de esas pocas zonas. Por esta razón, el mar costero
al norte del cañón de Nazaré es particularmente productivo durante la primavera/verano.
21º
19º
17º
15º
Gorringe
75
75
Relieve submarino frente a la
península ibérica.
Vento
Costa
61
El agua de Viana es solo de Viana?
Las aguas costeras son un sistema marginal que cubre toda la plataforma continental y se encuentran bajo la influencia directa de los fenómenos que se producen en
las costas, de los fenómenos oceánicos y de los fenómenos atmosféricos. Las singulares relaciones entre la densidad de una masa de agua y su temperatura y salinidad
—a las que se suman el efecto del viento, la presión atmosférica sobre la superficie y
el movimiento de rotación de la Tierra— hacen que las masas de agua regionales se
integren en un sistema de circulación global que abarca todos los océanos del planeta. Las diferencias regionales de densidad y temperatura causadas por el enfriamiento del agua, el exceso de evaporación en comparación con las precipitaciones o
la formación de hielo y el consiguiente aumento de la salinidad de las aguas circundantes son las responsables de la circulación oceánica global —también llamada circulación termohalina—, que conecta todos los océanos, aunque a velocidades muy
bajas (alrededor de 0,9 km/día).
A nivel regional —y en relación directa con los vientos dominantes—, se observan
corrientes superficiales de efecto más localizado y más rápidas (8-19 km/día) que
la circulación termohalina. Esta circulación guarda una relación más estrecha con
la costa que la circulación termohalina, e influye directamente en los fenómenos
costeros.
62
Norte Pacífico
Corrente
do Golfo
Norte Pacífico
Canárias
Norte Equatorial
Califórnia
Centr
Kuroshio
o Equ
Norte Equatorial
0º
Norte
Atlântico
Norte Equatorial
atoria
l
Sul Equatorial
Sul Equatorial
30º
Perú
Brasil
Sul Equatorial
W. Australia
Benguela
E. Australia
Moçambique
ia
a Índ
Sul d
Sul do Pacífico
60º
Norte Equatorial
Centro Equatorial
Agu
Centro Equatorial
s
30º
Oyashio
Labrador
Alasca
lha
60º
a
di a
ân es
el egu
n
o u
Gr or
E. N
Antartica circumpolar
Antartica circumpolar
ica
Antart
r
subpola
olar
Antartica subp
Corrente quente
Corrente fria
Las aguas relativamente poco profundas que cubren la plataforma son claramente
diferentes de las aguas oceánicas profundas. Las aguas costeras son ricas en nutrientes minerales, están bien oxigenadas y presentan una mayor variabilidad térmica en comparación con las aguas oceánicas.
Desde el punto de vista biológico, la plataforma continental es la zona más rica de
los océanos. Esta riqueza se refleja en los principales bancos pesqueros, que se encuentran precisamente en esta zona. Desde el punto de vista de los recursos minerales, la plataforma también es muy rica, ya que en ella se encuentran los mayores
depósitos de petróleo y de minerales. Sin embargo, su proximidad a la costa la hace
especialmente sensible a la presencia humana, que le ha causado grandes alteraciones como consecuencia de la contaminación y las actividades que lleva a cabo
directamente en ella o en sus zonas aledañas, verbigracia, en tierra.
63
Altura de la
ola
Longitud de la ola (distancia
entre dos crestas sucesivas)
75
Movimiento oscilatorio de las
partículas de agua arrastradas
por el rozamiento con las capas
situadas directamente por
encima. A medida que aumenta
la profundidad, el movimiento se
atenúa y se hace mínimo cuando
la profundidad alcanza la mitad
de la longitud de la ola.
Cómo se forman las olas?
Las olas son la manifestación visible de la energía que contienen los océanos, y resultan de la acción del viento sobre la superficie del agua. Al moverse sobre el océano, las
masas de aire modifican la superficie del agua y dan origen a una ondulación que acabará transformándose en una ola a medida que el agua se ve empujada por el viento.
El movimiento de las olas es el resultado de la rotación de las partículas de agua alrededor de un centro como resultado de la interacción de las fuerzas generadas por
el viento y la gravedad. Las partículas de agua no se desplazan, sino que solo transfieren su energía a las partículas vecinas, lo que provoca un movimiento ondulatorio que permite a las olas recorrer grandes distancias. El movimiento ondulatorio
se ve amortiguado en las profundidades. Sin embargo, las olas de gran tamaño (del
orden de los 100 metros entre crestas sucesivas) pueden hacer sentir sus efectos a
50 metros de profundidad.
Al romper en la costa, las olas liberan la energía que les transfirió
el viento y que transportaron a lo
largo de su trayecto por el océano.
64
75
Al actuar sobre la superficie el mar, una masa de aire en movimiento empieza provocando remolinos y pequeñas arrugas en el agua. La superficie del mar se arruga,
lo que favorece la acción de arrastre del viento, por lo que se forman pequeñas olas
que se mueven siguiendo su dirección. Las olas aumentan de altura, lo que facilita la
interacción del agua con el viento, que se vuelve turbulento justo sobre la superficie
del agua. El aumento de la rugosidad facilita la transferencia de la energía del viento al agua, lo que lleva a la formación de olas escarpadas que acaban rompiéndose.
En mar abierto, dependiendo de la duración y distancia de actuación del viento, la
interferencia entre las olas y el viento acaba provocando una sincronización de los
movimientos de las partículas de agua, y las olas se vuelven más redondeadas y armoniosas, moviéndose a velocidades similares a las del viento que las originó. En
este caso, el viento no logra transferir más energía a las olas, y el mar alcanza su
máximo desarrollo.
Las cadenas tróficas marinas
En el entorno marino, la expresión coloquial “el pez grande se come al chico” es un
tanto reduccionista, pero resume del concepto de cadena trófica: forma esquemática simplificada que describe cómo se mueven la energía y los nutrientes a través
de los organismos de un ecosistema. Las cadenas tróficas marinas son mucho más
complejas de lo que da a entender esta expresión, pero se puede simplificar diciendo que el fitoplancton (organismos autótrofos microscópicos que viven a la deriva
en una columna de agua) sirve de alimento al zooplancton (“herbívoros” microscópicos), que a su vez sirve de alimento a pequeños peces y crustáceos. Estos serán las
presas de peces mayores, que también servirán de alimento a los grandes depredadores, como los atunes (que después alimentarán al ser humano), los tiburones, las
aves marinas o los cetáceos.
76
Descomponiendo la cadena en sus partes, es posible distinguir los diferentes niveles tróficos. El primer nivel pertenece a los productores primarios —el fitoplancton—, un conjunto formado por organismos fotosintéticos unicelulares que viven a
la deriva flotando en las capas más superficiales del océano. El fitoplancton utiliza
la energía del sol para sintetizar compuestos orgánicos gracias a la fotosíntesis. Estos compuestos pueden ser ingeridos por otros organismos para obtener energía, lo
que convierte al fitoplancton —formado esencialmente por bacterias y microalgas
unicelulares— en la base de las comunidades biológicas marinas.
77
El zooplancton explota esta abundancia de vida autótrofa alimentándose del fitoplancton mientras permanece a la deriva en los océanos. Entre estos “herbívoros”
se encuentran copépodos (pequeños crustáceos), estadios larvarios de peces y animales bentónicos (del fondo) que forman en su conjunto el segundo nivel trófico y
reciben el nombre global de consumidores primarios.
El zooplancton de mayor tamaño puede servir de alimento a animales mayores,
como ballenas barbadas y otros cetáceos. Sin embargo, los organismos más abundantes en el zooplancton son sin duda los copépodos. Por su enorme biomasa (en
cuanto conjunto, no individualmente) y su posición trófica, los copépodos son el
principal eslabón entre los productores primarios y el resto de la cadena trófica.
Constituyen una gran parte de la biomasa animal de los océanos, llegando en ocasiones a alcanzar entre la mitad y las dos terceras partes del zooplancton de un determinado lugar.
76
77
El plancton está formado por
organismos microscópicos que
se encuentran en la base de las
cadenas alimentarias marinas.
65
Se necesitan 45
toneladas de fitoplancton
para alimentar a 4,5
toneladas de copépodos,
que a su vez sirven
de alimento a media
tonelada de peces
pequeños. Estos peces
pequeños solo alcanzan
a alimentar a 45 kilos de
jureles, que solo nutren
a 4 kilos de atunes. Por
increíble que parezca,
estos 4 kilos de atún solo
proporcionan 400 gramos
de alimento para un
depredador de la parte
superior de la cadena.
Lo sabías?
Los copépodos y el resto del plancton (fito y zoo) sirven de alimento a organismos
filtradores, que obtienen sus nutrientes directamente del agua. Este tercer nivel
trófico está formado por bivalvos, anfípodos, formas larvarias de diferentes peces
y crustáceos, y peces de pequeño tamaño. Algunos bancos de peces, como la sardina, alcanzan tal tamaño que pueden diezmar el plancton en zonas de considerable
extensión. Del mismo modo, un grupo de delfines se abre camino a través de un
banco de sardinas, dando lugar al siguiente nivel trófico. Los restos que sobran de
la alimentación de los depredadores se van al fondo e inician otro proceso: la descomposición. En el fondo del mar, estos desperdicios son consumidos por carnívoros
bentónicos —como las langostas— o descompuestos por bacterias. El proceso de descomposición conduce a un reciclaje de los nutrientes que los vuelve aprovechables
de nuevo por los productores primarios.
El material orgánico en suspensión y disuelto en el agua se convierte en un recurso
de especial importancia en las zonas costeras.
66
- La mayor parte del
oxígeno de la atmósfera se
produce en los océanos.
Cómo se estudian los océanos?
Los océanos influyen en nuestra vida de muchas maneras. De ahí que conocerlos
mejor y entender los miles de procesos que se producen en ellos o se ven influidos
por ellos sea una de las grandes prioridades de las sociedades actuales. La oceanografía —la ciencia que estudia los océanos— ha sufrido una gran evolución a lo largo
de los últimos 150 años. Durante el siglo XIX, la oceanografía se centraba sobre todo
en el estudio de los animales, de las corrientes y de la geomorfología de los fondos
oceánicos. El hombre se consideraba un aventurero que exploraba los mares en sus
barcos buscando novedades en un sistema que se pensaba estático e inalterable.
Estas nociones sufrieron una profunda transformación hasta nuestros días. Hoy en
día se entiende que el océano forma parte de un sistema más vasto que debe contemplarse a escala planetaria. La oceanografía actual hace hincapié en el estudio
de los sistemas dinámicos que interactúan entre sí, en los cambios climáticos y en el
aumento de la influencia de las actividades antrópicas. Los seres vivos que se estudian en la actualidad con mayor atención son los microorganismos. El ciclo del carbono nunca antes había recibido tanta atención, y la comprensión de los fenómenos
de El Niño y La Niña es considerada una prioridad.
En el mundo en que vivimos, dominado por la tecnología, el hombre ya no es un
explorador aventurero. Hoy en día, la exploración se realiza mediante máquinas:
robots, satélites y sistemas de exploración subacuática. Los modelos matemáticos
informatizados y sus análisis son dos de las mayores y más útiles herramientas para
el oceanógrafo contemporáneo, ya que permiten satisfacer la demanda de conocimientos sobre el mundo marino que nos rodea, y del que aún ignoramos muchas cosas.
- Los océanos ejercen
una gran influencia en
los patrones climáticos.
Si no los estudiásemos,
nos resultaría muy difícil
entender y predecir el
clima.
- Una cuarta parte de las
proteínas consumidas por el
hombre procede del mar. Si
no resolvemos el problema
del agotamiento de los
recursos pesqueros, esta
fuente se acabará secando.
- Los procesos costeros
ejercen una gran influencia
en las playas y en la vida de
quienes habitan o trabajan
cerca de la costa.
- En el futuro, los océanos
serán una fuente de todavía
más recursos materiales y
alimentarios.
Lo sabías?
67
78
79
Detección remota: los ojos allá arriba
Las imágenes obtenidas por los satélites se utilizan con frecuencia para detectar
los fenómenos que se producen en la superficie de los océanos. Los blooms de fitoplancton —grandes manchas de color visibles desde el espacio— son uno de los objetos de estudio más comunes gracias a esta tecnología. Las imágenes térmicas permiten determinar la temperatura de la superficie de los océanos y del hielo, por lo
que también resultan una herramienta fundamental para el estudio de los cambios
climáticos.
80
Imagen por satélite de la costa portuguesa,
en la que se observa un bloom de
fitoplancton (manchas verdes).
78
Imagen térmica de satélite que ilustra las
diferencias de temperaturas entre las distintas
zonas del planeta. El azul corresponde a aguas
más frías, y el amarillo representa las aguas más
cálidas.
79
Red bongó utilizada
para recoger
zooplancton.
80
Fonte: http://www.eosnap.com/public/
media/2012/03/fires/20120328-fires-full.jpg
Fonte: http://esamultimedia.esa.int/images/envisat/
world10_040712_AATSR_final_p.jpg
68
Redes de plancton y necton: conocer a los
pequeños habitantes de los océanos
Una de las formas más rápidas de capturar a los pequeños seres (y otros no tan pequeños) que viven en el agua es utilizar redes de plancton o necton. Estas redes tienen una boca que oscila entre los 50 centímetros y los 20 metros cuadrados (o más),
son de forma circular o cuadrada, y se usan a diferentes velocidades de arrastre según sea lo que se quiere estudiar.
81
ROV y submarinos: descubrir las profundidades
Las siglas ROV (Remotely Operated Vehicle, vehículo operado por control remoto)
sirven para designar a los aparatos que se utilizan en investigación que no necesitan
operadores en su interior (como sucede con los submarinos). Los ROV son fundamentales para estudiar el mar, ya que permiten alcanzar profundidades prohibidas
para los submarinistas, llegan a lugares que los submarinos tripulados no alcanzan,
eliminan los riesgos de las misiones tripuladas y resultan por lo general más económicos. Los ROV suelen estar equipados con sensores que miden diferentes parámetros, e incluso permiten sustituir unos sensores por otros en función de lo que se
desee estudiar.
Los submarinos tripulados también son de gran importancia en la investigación, ya
que permiten evaluar in situ el aspecto de los lugares estudiados. Sin embargo, su
elevado coste, los riesgos que comportan para la tripulación y el actual desarrollo
tecnológico explican que se tienda a sustituirlos por ROV.
81
Un ROV (vehículo operado por
control remoto, por sus siglas
en inglés) muy utilizado en la
investigación marina.
Fonte: http://oceanexplorer.noaa.
gov/explorations/04mountains/logs/
summary/media/herc_collecting_
blocks.html
69
Bibliografía
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University Press.
Gomes, P. T. and Leal, H. (2010). Biodiversidade em espaços naturais de Viana do
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editção.
Weber, M., Prata, J., Coelho, A., Benevides, S., Campos, J. e Santos, A. (1999) Guia de
campo do litoral da praia da Aguda. Ed. Fundação ELA, Vila Nova de Gaia, Portugal:
98 pp. ISBN 972-95023-7-4
70
Ficha Técnica
Título
MARgenes com vida
Propriedad
Câmara Municipal de Viana do Castelo
Coordinación
José Maria Costa
Presidente de la Câmara Municipal de Viana do Castelo
Idea y texto
Pedro Teixeira Gomes, Flávia Alves e Bruno Ferreira
Centro de Biologia Molecular e Ambiental, Universidade do Minho
Sociedade Portuguesa de Vida Selvagem
Diseño
Rui Carvalho
Impresión
Gráfica Casa dos Rapazes
Edición
Centro de Monitorização e Interpretação Ambiental
Câmara Municipal de Viana do Castelo
Lugar y fecha de edición
Viana do Castelo, Julho de 2012
ISBN
978-972-588-233-7
Depósito Legal
346307/12
Organización:
Financiación:
Coordinación científica:
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