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DEPARTAMENTO LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA
Victoria Jiménez
IES POETA GARCÍA GUTIÉRREZ
CURSO 2011-2012
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LA ORACIÓN COMPUESTA
4.1. Concepto.
4.2. Yuxtaposición.
4.3. Coordinación.
4.4. Subordinación.
4.4.1. Sustantiva.
4.4.2. Adjetiva.
4.4.3. Adverbial.
4.1. Concepto.
Tenemos una oración compleja cuando para una sola intencionalidad
comunicativa usamos más de un verbo, lo cual conlleva a que haya más de una
estructura oracional.
La oración compleja está constituida por varias proposiciones, es decir, por
varios segmentos con sujeto y predicado cada uno y que sólo alcanzan como
conjunto un significado completo. Estas proposiciones constituyen, por tanto, una
unidad en la significación y entre todas forman una sola oración.
La oración compleja puede presentarse bajo diferentes esquemas:
a)
Oración compleja por yuxtaposición. En ella, aparecen dos
oraciones independientes. No aparecen separadas por ningún nexo,
sino simplemente por un signo de puntuación (coma, punto y coma
o dos puntos).
Se han clasificado: ganaron en el último partido.
b)
Oración compleja por coordinación. En ella, aparecen dos oraciones
unidas por una conjunción coordinante, que hace la función de nexo.
Son independientes sintácticamente.
Ganaron el último partido y se han clasificado.
c)
Oración compleja por subordinación. En ella, encontramos dos
oraciones -una principal y otra subordinada- entre las que se da una
relación de dependencia (la subordinada depende de la principal).
Estas dos oraciones aparecen unidas por nexos.
Se han clasificado porque ganaron el último partido.
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ÁNGELA Mª NÚÑEZ DÍAZ
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4.2. Yuxtaposición.
La yuxtaposición ha de diferenciarse de la contigüidad de oraciones, porque la
yuxtaposición supone unidad de sentido de todas las proposiciones que la
componen.
Llueve, llévate el paraguas.
Se analizan como oraciones independientes.
No estudio, trabajo en el Carrefour.
Ayer no salimos, llovía mucho.
Hay un caso especial de yuxtaposición, denominada yuxtapuesta
parentéticas. Son aquellas que aparecen en la estructura separadas por paréntesis
o guiones largos.
La señora Juana -éste era el nombre de la protagonista- tenía ya 93
años.
Hay autores que consideran la yuxtaposición como un tipo especial de
coordinación en el que no aparecen nexos. Nosotros vamos a considerar que se
trata de dos tipos distintos de oraciones compuestas.
4.3. Coordinación.
Son coordinadas las proposiciones que, aunque pudieran enunciarse como
oraciones simples independientes y con sentido pleno, constituyen una sola
unidad al formar entre todas un significado superior.
Madrugó mucho, pero llegó tarde.
Por tanto, son coordinadas las proposiciones que no dependen
gramaticalmente unas de otras (ninguna desempeña una función sintáctica en
relación a otra), sino que guardan entre ellas una relación que las integra en una
significación conjunta y que no es la mera suma de los significados parciales de
cada proposición.
Hay cinco tipos:
a)
Copulativas. Indican adición, suma de informaciones. Las
conjunciones utilizadas son: y, e, ni, ni (que)...ni (que), y además,
además de, y es más, y sobre todo, y también, y tampoco, y hasta,
y en fin, ni aun, y así como, no sólo…sino también, amén de,
entre…y, junto con, ni…tampoco, (y) ni siquiera.
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No me dirijas la palabra ni vuelvas a mirarme.
Cállate y come, hijo.
b)
Disyuntiva. Indica alternativa, presentan dos opciones para elegir una.
Las conjunciones utilizadas son: o, u. Estas conjunciones pueden
repetirse.
Dime las razones de tu enfado o aquí ni vuelves nunca.
c)
Distributiva. Da informaciones distintas, normalmente opuestas.
Presenta elementos correlativos y pueden aparecer de dos formas
distintas:
-
Mediante conjunciones correlativas.
ora...ora (unas veces...otras veces)
ya...ya
bien...bien
tan pronto...tan pronto
que...que
Mi prima ora estudia con declinación exclusiva ora se hace la vaga.
-
Sin nexos coordinantes. Aparecen palabras
conservan su valor semántico y funcional.
correlativas
que
unos...otros (pronombres)
estos...aquellos (pronombres/determinantes)
unas veces...otras (complemento circunstancial)
dentro...fuera (adverbio)
aquí...allí (adverbio)
de cerca...de lejos (adverbio)
arriba...abajo (adverbio)
Unos juegan al fútbol en la ribera, otros nadan alegres en el río.
d)
Adversativas. Indica oposición o contradicción entre las proposiciones.
Hay dos tipos:
-
Restrictivas: si la proposición 2 supone una corrección de la
proposición 1. Los nexos que se utilizan son: pero, sin embargo, no
obstante, excepto que, salvo que, mas (arcaizante).
Le regaló un anillo de oro precioso, sin embargo ella ha preferido al
idiota de Juan.
Tengo una moto, pero no la uso.
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-
Exclusivas: indican incompatibilidad. La proposición 1 es siempre
negativa. Los nexos utilizados son: sino, sino que, que, antes bien,
más bien, etc.
No tiene mala intención, más bien es falta de tacto.
No es rubia, que es morena mi novia.
e)
Explicativas. Las proposiciones repiten más o menos el mismo
contenido, de manera que la proposición 2 aclara el significado de la
proposición 1. Los nexos utilizados son: o, es decir, o sea, esto es,
etc.
Las ranas son anfibios, o sea, viven en la tierra y en el agua.
4.4. Subordinación.
Son proposiciones que dependen sintácticamente de otras, es decir, que
desempeñan funciones (sujeto, CD, CI, atributo, suplemento, etc.) en relación con
otra, denominada principal. Si se enuncian por separado, una o las dos carecerían
de significado.
Le interesa que le hagan ese ofrecimiento.
4.4.1. Sustantiva.
Una oración subordinada sustantiva es un sustantivo de discurso, es decir,
una estructura nominal que puede funcionar como un SN (con o sin preposición).
Se conmutan por los pronombres ESTO y ESO.
Estas oraciones subordinadas sustantivas ejercen siempre una función con
respecto a la oración principal. Estas funciones son:
a)
Sujeto. Pueden ir introducidas de las siguientes maneras:
-
Conjunción “que”.
Me encanta que venga mi suegra.
En este tipo de oración, la conjunción “que” puede ir precedida por el artículo
“el” con la finalidad de producir mayor énfasis a la oración.
El que venga mi suegra me encanta.
-
Locución conjuntiva: [lo, esto, eso, aquello] + de + que.
No me agrada eso de que mañana no vengáis a clase.
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-
Adverbios, pronombres o determinantes interrogativos. En este
caso se trata de una oración interrogativa indirecta. Esas palabras
interrogativas desempeñan una función dentro de la proposición
subordinada.
No me importa quién haya venido.
No me interesa dónde hayas estado.
A mi suegra no le interesa cuánto dinero tengo.
Los contextos en los que aparecen las subordinadas sustantivas de sujeto
son:
-
Estructuras atributivas: es fácil que, es conveniente que, es
necesario que, etc.
-
Con verbos que expresan estados de ánimo: me duele que, me
encanta que, me gusta que, me inquieta que, me interesa que, etc...
-
Oraciones pasivo reflejas.
Se rumorea que te casas.
Las subordinadas sustantivas de sujeto pueden llevar el verbo en infinitivo.
En este caso, pueden ir antecedidas de “esto”, “eso”, “aquello” + “de”, e
incluso del indefinido “todo”.
Eso de estudiar me fastidia.
Todo eso de estudiar me fastidia.
b)
Complemento directo. Hay dos modalidades:
-
Modalidad de frase enunciativa.
-
Modalidad de frase interrogativa.
Si es enunciativa, hemos de distinguir entre el estilo directo y el estilo
indirecto.
-
Estilo directo. Sin nexo.
Dijo: “mañana vendré”.
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-
Estilo indirecto. Aparece el nexo “que”. En este tipo de oraciones, se
parafrasea las palabras que ha pronunciado otra persona en otro
momento. Con verbos que indican ruego, deseo o temor y,
especialmente, en el lenguaje burocrático y en el género epistolar,
puede omitirse el nexo.
Dijo que vendría mañana.
Si es interrogativa, hemos de distinguir entre interrogativas totales y
parciales.
-
Totales. Van introducidas por “si”.
No sé si vendrá.
-
Parciales. Van introducidas por pronombres, adverbios o
determinantes interrogativos, y éstas palabras realizan una función
dentro de la proposición subordinada sustantiva. La proposición
subordinada sustantiva se sustituye por el pronombre átono “lo” (CD).
Dime quién es tu novio.
Dime cómo lo has hecho.
No sé qué mosca te ha picado.
c)
Atributo. Equivalen a un SN que es atributo en relación a la
proposición principal.
Este tipo de subordinadas sólo pueden sustituirse por el pronombre LO
cuando dependen de un verbo plenamente copulativo.
Manolo está que trina.
d)
Complemento del nombre. Equivalen a un SN con preposición que
es CN de un grupo nominal perteneciente a la proposición
principal.
Mantiene la esperanza de que su niña apruebe.
e)
Complemento del adjetivo. Equivalen a un SN con preposición que
precisa el significado de un adjetivo perteneciente a la
proposición principal.
Estaba seguro de que volverías.
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f)
Complemento adverbial. Equivalen a un SN con preposición que
precisa el significado de un adverbio perteneciente a la
proposición principal.
Corre detrás de que la asciendan.
g)
Suplemento. Equivale a un SN con preposición que ejerce la
función de suplemento con respecto a la proposición principal.
Confío en que todos aprobéis en junio.
Otras veces, las subordinadas sustantivas pueden desempeñar otras
funciones pero, para ello, lo normal es encontrarse subordinadas adjetivas
sustantivadas.
a)
Atributo.
Juan es el que está a la derecha.
b)
Aposición.
Juan, el que está a la derecha, tiene poderes.
c)
Complemento agente.
El bar será dirigido por quien lo alquiló.
d)
Complemento indirecto.
Díselo a quien tú ya sabes.
Todas las subordinadas sustantivas pueden aparecer sin nexo y con el
verbo de la proposición subordinada en infinitivo. En este caso se analiza como
proposición subordinada sustantiva de infinitivo.
Te interesa repasar sintaxis.
4.4.2. Adjetiva.
Las subordinadas adjetivas o de relativo están formadas por un adjetivo
de discurso, por lo que desempeña siempre la función del adjetivo, que es la de
complementar al nombre (antecedente de la proposición subordinada). Eso
quiere decir que la subordinada adjetiva siempre irá dentro de un SN y realizará
la función de CN.
Se conmutan por los pronombres ESE, ESA, ESOS, ESAS.
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Los elementos que sirven para introducir las subordinadas adjetivas son:
a)
Pronombres relativos: que (puede llevar delante un determinante),
cual / cuales (lleva obligatoriamente un determinante), quien / quienes
(antecedente humano).
b)
Adjetivos relativos: cuyo (variable en género y número)
c)
Adverbios relativos: donde, cuando y como.
El adjetivo relativo “cuyo” tiene valor posesivo y concuerda con lo poseído por
el antecedente. Su función es la de modificar a un sustantivo.
Mónica, cuyos ejemplos nunca oímos, aprobará en junio.
El adverbio relativo “donde” necesita un antecedente que indique lugar.
La casa donde vive está ruinosa.
Volveremos al lago donde pasamos nuestra luna de miel.
El adverbio relativo “cuando” necesita un antecedente que indique tiempo.
Recordaré siempre los años cuando estuvimos enamorados.
El adverbio relativo “como” necesita un antecedente que exprese modo o
manera.
Le sorprendió la manera como lo hizo.
Aparte de servir de nexo, estas palabras tienen una función dentro de la
oración en la que aparecen. Estas palabras hacen siempre referencia al núcleo del
SN, es decir, al antecedente, y lo reproduce semánticamente.
Para saber la función que desempeña el pronombre relativo dentro de la
proposición subordinada hay un truco: sustituye el pronombre relativo por su
antecedente; la función que desempeñe el antecedente en la proposición
adjetiva será la misma que la del relativo. El adjetivo relativo “cuyo, cuya, cuyos,
cuyas” siempre funciona como determinante del sustantivo al que acompaña y
los adverbios relativos funcionan como CCT (cuando), CCL (donde) y CCM
(como).
Asistimos a la representación que nos recomendó Miriam.
Lola Flores, quien fue la gran señora de la canción, vivió en Marbella.
Los argumentos, a los cuales aludió el conferenciante, eran erróneos.
Los jóvenes, por quienes fue organizada la excursión, están cansados.
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El antecedente desempeña una función sintáctica determinada en la
proposición principal. A su vez, el pronombre relativo realiza una función en la
proposición subordinada. Las funciones del antecedente y del pronombre
relativo no tienen por qué ser las mismas.
Ha llamado la chica que nos presentaron en la fiesta.
Trae la madera que acabamos de cortar.
Hay dos clases de proposiciones adjetivas:
a)
Especificativas. Son las que expresan una característica de lo que
nombra el sustantivo antecedente capaz de distinguirlo de otras
realidades que tienen ese mismo nombre.
Tráeme la carpeta que está sobre la mesa.
b)
Explicativas. Son las que expresan una característica de lo que
nombra el sustantivo antecedente que no es capaz de distinguirlo de
otras realidades que tienen ese mismo nombre y, por tanto, pueden
suprimirse sin que la oración cambie de significado. Figuran entre
comas en la escritura, a diferencia de las especificativas.
Su padre, que estaba enfermo, fue dado de alta ayer.
Las subordinadas adjetivas o de relativo se sustantivan cuando no llevan
antecedente. Puede ir antecedida por un determinante artículo o un pronombre
demostrativo, el cual le da un carácter enfático.
Quien desee un refresco debe levantar la mano.
Confía en quien conozcas.
Juan es el que ha ganado.
Esa que visteis no es mi novia.
En las subordinadas adjetivas sustantivadas, se averigua la función del
pronombre relativo sustituyéndolo por un pronombre demostrativo que
concuerde con él en género y número.
La función de la proposición subordinada adjetiva sustantivada es la
que desempeña el pronombre demostrativo por el que se puede sustituir (es
decir, las mismas que una subordinada sustantiva).
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El pronombre indefinido “todo” puede anteceder a un pronombre relativo, por
lo cual “todo” funciona como un pronombre relativo y confiere una oración
subordinada adjetiva sustantivada.
La quieren todos los que la conocen.
Las subordinadas adjetivas pueden aparecer sin pronombre, adjetivo o
adverbio relativo y con el verbo de la proposición subordinada en participio o
gerundio. En este caso se analiza como proposición subordinada adjetiva de
participio o de gerundio.
4.4.2. Adverbial.
Designan distintas circunstancias de la acción expresada por el verbo.
Desempeñan la función propia del adverbio, es decir, la de complemento
circunstancial.
Hay dos tipos:
1-. Propias: expresan las circunstancias de tiempo, lugar o modo en las que
se desarrolla la acción verbal. Equivalen a adverbios o construcciones
adverbiales; de ahí su nombre.
Se conmutan por los adverbios ASÍ (modo), ENTONCES (tiempo) y ALLÍ
(lugar).
Desde un punto de vista semántico, podemos distinguir:
a)
Adverbiales de lugar. El nexo más común es “donde”, precedido o
no de preposición (adonde, en donde, desde donde, hasta donde,
de donde, hacia donde, por donde).
Fui donde tú me aconsejaste.
Pasamos por donde estaba permitido.
Pueden ser introducidas también por la locución conjuntiva “dondequiera
que” (o “donde quiera que”).
Donde quiera que vivas tendrás problemas.
b)
Adverbiales de tiempo. Los nexos son variados. Los más frecuentes
son: cuando, mientras, apenas, según, tan pronto como, antes (de)
que, después (de) que, siempre que, a medida que, conforme, en
cuanto, etc.
En cuanto venga mi novio, me marcho de esta casa.
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Pueden usarse nexos correlativos o discontinuos:
Apenas la vio cuando se enamoró de ella perdidamente.
Una construcción temporal es “al” + infinitivo.
Al llegar mi suegra mi corazón palpitó.
c)
Adverbiales de modo. Indican la manera de realizar la acción
principal. Los nexos usados son: como, como si, según, según que,
como para, etc.
Actúa como mandan las leyes.
Hice el guiso como ella me dijo.
Me hablaba como si jamás hubiera estado conmigo.
Las subordinadas adverbiales de modo pueden aparecer sin nexo y con
el verbo de la subordinada en gerundio. En este caso se analiza como
proposición adverbial modal de gerundio.
Llegó a su casa corriendo a gran velocidad.
Éstas se pueden confundir con las subordinadas adjetivas o de relativo.
Para distinguirlas hay que saber que la subordinada será adjetiva cuando se
pueda sustituir por el giro “que + verbo”.
Han publicado un decreto prohibiendo el tabaco.
2-. Impropias: forman un grupo heterogéneo que no equivale a un adverbio
o construcción adverbial, pero expresan igualmente determinadas circunstancias
(causa, finalidad, etc.) del verbo principal.
d)
Adverbiales comparativas. Pueden expresar comparación cualitativa
o cuantitativa. La relación de calidad o cantidad entre las proposiciones
puede ser de igualdad, superioridad o inferioridad.
La comparación suele establecerse mediante dos palabras interrelacionadas:
tan...como.
Pepa es tan simpática como yo esperaba.
La primera parte del nexo (tan) se analiza como “cuantificador” y la
segunda parte (como) se analiza como “adyacente del cuantificador”.
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El verbo puede omitirse en la subordinada cuando es el mismo que el de la
oración principal.
Juan ha comido tantos pasteles como Pepe.
Los tres tipos son los siguientes:
-
Comparativas de igualdad: tan, tanto, tal, tanto/tanta/tantos/tantas
+ nexo subordinante (como, cuanto).
Gasta tanto dinero como gana.
Comió tantos pasteles como le dejaron.
-
Comparativas de superioridad:
subordinante (que, de lo que).
adverbio
“más”
+
nexo
“menos”
+
nexo
Pepe es más tonto de lo que tú crees.
-
Comparativas de inferioridad:
subordinante (que, de lo que).
adverbio
Pepe es menos interesante de lo que aparenta.
e)
Adverbiales finales. Los nexos utilizados son: para que, a que, a fin
de que, con el objeto de que, con la intención de que, que, etc.
Viene a que le demos una propina.
Atiende para que no tenga que repetírtelo.
Las adverbiales de finalidad llevan el verbo obligatoriamente en subjuntivo.
f)
Adverbiales causales. Los nexos más frecuentes son: porque, pues,
puesto que, ya que, como, en vista de que, que, etc.
Ese chico no me gusta porque es calvo.
Iré al cine, ya que no me das opción.
Déjame en paz que no tengo ganas de bromas.
Para expresar la causa se utilizan también locuciones conjuntivas
discontinuas o no:
No tiene novia de tan sosa como es.
De tonto que es, no lo soporta nadie.
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g)
Adverbiales consecutivas. Los nexos utilizados son: luego, pues,
conque, así (es) que, por (lo) tanto, por consiguiente, de manera
que, etc.
Ha estudiado todos los temas, por tanto aprobará.
Le daba tales disgustos que acabó divorciándose.
Esta dentadura está tan bien hecha que parece mía.
h)
Adverbiales condicionales. El nexo habitual es la conjunción “si”.
Pepa estaría contenta si su hijo le hubiera salido futbolista.
Si ella va, yo me quedo.
Otros nexos son: cuando, como, con que, siempre que, con tal de que, a
condición de que, a menos que, sólo con que, etc.
Cuando insiste, será verdad.
Como venga ese malnacido le doy una paliza.
i)
Adverbiales concesivas. Indican un obstáculo en la realización de la
acción principal aunque no la impiden. El nexo más frecuente es
“aunque”. Otros nexos usados son: a pesar de que, si bien, por más
que, mal que, aun cuando, así, etc.
Aunque no sea un príncipe, yo lo quiero mucho.
Ha venido a mi casa a pesar de que nos peleamos el sábado.
La distinción entre el uso adversativo y el concesivo de “aunque” sigue el
siguiente criterio: “aunque” es adversativo cuando es sustituible por
“pero”, y concesivo cuando no lo es.
Compra libros aunque (=pero) apenas lee (adversativa).
Compra libros aunque (*pero) apenas lea (concesiva).
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