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Principios de un Tratamiento Efectivo de la Dependencia de Drogas
National Institute on Drug Abuse (NIDA) de USA
Ningún tratamiento singular es apropiado para todos los individuos. Es fundamental,
para que el individuo tenga finalmente éxito en volver a un funcionamiento productivo en la
familia, el trabajo y la sociedad, adecuar el contexto del tratamiento, las intervenciones y los
servicios con los problemas y necesidades particulares.
El tratamiento debe estar fácilmente disponible. Debido a que los individuos que son
adictos a las drogas pueden vacilar en someterse a tratamiento, es crucial aprovechar las
oportunidades cuando están dispuestos. Puede perderse esta oportunidad si el tratamiento no
está disponible de inmediato o no es fácilmente accesible.
El tratamiento efectivo se preocupa de las múltiples necesidades del individuo, no sólo
de su consumo de drogas. El tratamiento, para ser efectivo, debe dirigirse al consumo de
drogas del individuo y a cualquier problema asociado: médico, psicológico, social, vocacional
y legal.
El tratamiento del individuo y el plan de los servicios debe ser evaluado continuamente
y modificado según sea necesario para asegurar que el plan está de acuerdo con las
necesidades cambiantes de la persona. Un paciente puede requerir de una combinación
variable de componentes de servicios y tratamientos durante el curso del tratamiento y la
recuperación. A más de consejo o psicoterapia, un paciente puede necesitar en algún
momento medicación, otros servicios médicos, terapia familiar, instrucciones acerca de cómo
llenar el papel de padre, rehabilitación vocacional y servicios sociales y legales. Es crítico que
el enfoque terapéutico sea apropiado a las condiciones de la persona: edad, sexo, raza y
cultura.
Permanecer en tratamiento por un tiempo suficiente es crucial para su efectividad. La
duración apropiada para un individuo depende de sus problemas y necesidades. Los
resultados de la investigación señalan que, para la mayoría de los pacientes, el umbral de
mejoría significativa se alcanza alrededor de los 3 meses de tratamiento. Después de que se
alcanza este umbral, el tratamiento puede producir un mayor progreso hacia la recuperación.
Debido a que la gente abandona prematuramente el tratamiento, los programas debieran
incluir estrategias para comprometer y mantener a los pacientes en tratamiento.
El consejo (individual y/o grupal) y otras terapias conductuales son componentes
críticos en el tratamiento efectivo de las adicciones. En el tratamiento de los pacientes se
plantean problemas de motivación, de desarrollo de habilidades para resistir el consumo de
drogas, de reemplazar actividades ligadas al consumo de drogas por otras constructivas y
que produzcan satisfacciones y que no estén asociadas al consumo de drogas, de mejorar las
habilidades para resolver problemas. La terapia conductual facilita, también, las relaciones
interpersonales y las habilidades individuales para funcionar en la familia y en la comunidad.
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Los medicamentos son un elemento importante en el tratamiento de numerosos
pacientes, especialmente cuando se combinan con el consejo y otras terapias
conductuales. La Metadona y el levo-alfa-acetilmetadol (LAAM) son muy efectivos para
ayudar a los individuos adictos a la heroína y a otros opiáceos a estabilizar sus vidas y reducir
el consumo de drogas ilícitas. La naltrexona es también un medicamento efectivo en algunos
adictos a los opiáceos y en algunos pacientes con dependencia concomitante de alcohol.
Para las personas adictas a la nicotina, un producto de reemplazo de la nicotina (tal como los
parches o las gomas de mascar) o un medicamento oral (como el bupropión) pueden ser
componentes efectivos en el tratamiento. Para las personas con enfermedades mentales,
tanto los tratamientos conductuales como los medicamentos pueden ser de crucial
importancia.
Los individuos adictos o que abusan de las drogas y que presentan simultáneamente
enfermedades mentales debieran ser tratados al mismo tiempo y de manera integrada
por ambas dolencias. Debido a que las dependencias de drogas y las enfermedades
mentales con frecuencia se dan en el mismo individuo, los pacientes que recurren por
cualquiera de estas condiciones debieran ser evaluados y tratados por el otro tipo de
desorden también presente.
La desintoxicación médica es sólo la primera etapa del tratamiento de la adicción y por
sí misma contribuye poco en cambiar el uso a largo plazo de las drogas. La
desintoxicación médica maneja en forma segura los componentes físicos agudos de la
carencia (o privación) asociada con la suspensión del consumo de drogas. A pesar de que la
desintoxicación sola es rara vez suficiente para ayudar al adicto en el logro de la abstinencia
de largo plazo, en algunos individuos está perentoriamente indicada como precursora de un
tratamiento efectivo de la dependencia de drogas.
No se requiere que el tratamiento sea voluntario para que sea efectivo. Una motivación
fuerte puede facilitar el proceso terapéutico. Las sanciones y las seducciones en la familia,
en el medio laboral, en el sistema de justicia criminal pueden incrementar significativamente
tanto la entrada al tratamiento como las tasas de retención en el mismo y el éxito de las
intervenciones terapéuticas en las dependencias de drogas.
Debe vigilarse permanentemente el posible uso de drogas durante el tratamiento.
Pueden presentarse lapsos en el consumo de drogas durante el tratamiento. El objetivo de
vigilar el consumo de drogas y de alcohol por parte del paciente durante el tratamiento, con
medios tales como los exámenes de orina u otras pruebas, puede ayudarlo a controlar los
deseos de consumir drogas. Tal vigilancia también puede proporcionar evidencia temprana
acerca del uso de drogas de modo tal que el plan de tratamiento pueda ser ajustado. La
información al paciente de los resultados positivos de estas pruebas es un elemento
importante de vigilancia.
Los programas de tratamiento debieran proporcionar evaluaciones sobre el HIV/SIDA,
hepatitis B y C, tuberculosis y otras enfermedades infecciosas, y consejería para
ayudar al paciente a modificar o cambiar las conductas que lo ponen a él o a otros en
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riesgo de infección. Aconsejar al paciente puede ayudarlo a evitar conductas de alto riesgo.
El consejo puede ayudar también a la gente ya infectada en el manejo de su enfermedad.
La recuperación de la drogadicción puede ser un proceso de largo plazo y con
frecuencia requerir de múltiples episodios de tratamiento. Al igual que con otras
enfermedades crónicas, pueden presentarse recaídas en el consumo de drogas durante o
después de episodios de tratamiento exitosos. Los individuos adictos pueden requerir
tratamiento prolongado y múltiples episodios de tratamiento para lograr abstinencias de larga
duración y restaurar en plenitud el funcionamiento. La participación en programas de apoyo
en auto ayuda durante y después del tratamiento es a menudo útil en mantener la
abstinencia.
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