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DIAGNÓSTICO NUTRIMENTAL DE AGUACATE MARIA DE LA CRUZ ESPINDOLA BARQUERA, BERNARDO BERNAL VALENZO, EDUARDO CAMPOS ROJAS, EZEQUIEL A. SÁNCHEZ GONZÁLEZ Introducción En el Estado de México, en 2012, se registró una superficie plantada de alrededor de 5125 ha y se cosecharon 2614.70 ha con una producción de 28,675.55 toneladas, y un rendimiento de 11 toneladas por hectárea (SIAP-SAGARPA, 2014) y ocupó el tercer lugar nacional en producción. El cultivar Hass es el que predomina en la superficie en producción, en menor proporción las nuevas variedades semejantes a Hass (Jiménez II, Méndez), ʹFuerteʹ y los nativos denominados “criollos”. Las huertas se encuentran en condiciones de riego (Coatepec Harinas, Almoloya de Alquisiras, Malinalco, Ocuilan, Tenancingo, Villa Guerrero, San Simón de Guerrero, Temascaltepec, Amanalco, Donato Guerra, Valle de Bravo y Villa de Allende) y temporal (Almoloya de Alquisiras, Coatepec Harinas, Ixtapan de la Sal, Malinalco, Ocuilan, Sultepec, Tenancingo, Texcaltitlan, Villa Guerrero, Zacualpan, amatepec, Luvianos, San Simón de Guerrero, Tejuplico, Temscaltepec, Atlautla, Ecatzingo, Ozumba, Tepetlixpa, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, Otzoloapan, Valle de Bravo y Villa de Allende). La nutrición mineral es uno de los principales factores que permite incrementar ese potencial productivo de las plantas (Sánchez, et al. 2007). El rendimiento máximo de un cultivo esta predeterminado genéticamente; sin embargo, algunos factores abióticos (edáficos, climáticos y de manejo agrotécnico del cultivo, etc.) pueden incrementarlo o disminuirlo. Por lo tanto, los requerimientos nutrimentales del cultivo de aguacate difieren de acuerdo con la variedad, las condiciones climáticas, de suelo, edad de la planta; etc. Cuando las recomendaciones provienen de otras condiciones, país, región, etc., deben emplearse con prudencia ya que dichas recomendaciones pueden ser exclusivas para esas condiciones en específico (Salazar, 2002). La fertilización constituye una de las prácticas más eficientes para asegurar a la planta la posibilidad de expresar su potencial genético al producir los frutos abundantes y de excelente calidad (Avilán, 1989). La finalidad de la fertilización es poner a disposición de las plantas las cantidades adecuadas de aquellos elementos esenciales, presentes en el suelo a niveles deficitarios, para que éstas puedan realizar sus funciones vitales (fisiológicas). La aplicación de fertilizantes, tanto orgánicos como inorgánicos, se debe de realizar considerando las necesidades de la planta, las características físico-químicas del suelo, las condiciones de cultivo y el comportamiento fenológico del árbol. El análisis foliar es una herramienta importante para conocer el estado nutrimental de huertos comerciales, particularmente para el desarrollo de programas de fertilización, ya que podría ayudar a mejorar no sólo el rendimiento sino el tamaño y calidad de la fruta (Salazar y Lazcano, 1999). RESUMEN En las zonas productoras de aguacate ‘Hass’ del estado de México se carece de información acerca de la condición nutrimental de este frutal. Mediante muestreo de tejido vegetal y suelo se determinaron los elementos nutritivos que se encuentran en bajos niveles o deficientes y afectan la producción de aguacate. Durante 2013 y 2014 se realizaron muestreos foliares en 27 huertos, la mayoría de temporal, y diferentes condiciones de cultivo. Se encontraron niveles de moderadamente bajo a muy bajo de los siguientes nutrimentos, en el tejido vegetal: Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Calcio, Magnesio, Manganeso y Boro; en algunas huertas se encontraron nutrimentos en altas concentraciones como: Hierro, manganeso, Zinc y Boro. En el suelo, los elementos en bajas concentraciones fueron: Nitrógeno, Potasio, Calcio, Magnesio, Hierro, Manganeso, Zinc, Cobre, Boro y Azufre; y en otras huertas se observaron valores altos de Potasio, Manganeso y Boro. El pH del suelo va de ácido a neutro (4.62 a 6.74); la conductividad eléctrica (0.07 a 0.20 dS m-1) libre de sales; el contenido de materia orgánica de moderadamente bajo a bajo (1.52 a 5.86 %); la capacidad de intercambio catiónico de medio a bajo (5.88 a 19.41 cmol kg-1). DESCRIPCIÓN DE LA FAJA AGUACATERA DEL ESTADO DE MÉXICO a) Altitud y Latitud. La faja aguacatera se encuentra comprendida dentro de las altitudes de 1500 a 2200 msnm. Con respecto a la latitud, la posición de la faja aguacatera sigue la posición Sur-Oeste del eje neovolcánico, posición que le da una adecuada disposición con respecto a la incidencia de la luminosidad. b) Clima 1) Temperatura, dado que existe un gradiente por altura, habrá una importante variación de la temperatura. En las partes superiores puede ser de 16°C pero con incidencias de heladas; mientras que en la parte intermedia de la faja, la temperatura promedio es de 18.5°C sin presencia de heladas. La temperatura promedio de la faja es de 17.7°C que es adecuada para el cultivo de aguacate. 2) Precipitación El cultivo del aguacate, requiere un régimen de precipitación que es mayo de 800 mm anuales; en la zona del presente estudio se tiene una precipitación promedio de 1100 mm anuales y se distribuyen de acuerdo al climograma correspondiente. c) Suelos Dada la gran variedad tanto de topografía, material formado del suelo y vegetación, es de esperar también, que los suelos de faja aguacatera sean muy diversos. Existen 10 unidades de suelo enmarcadas en faja, lo cual se debe a la diversidad de condiciones existentes. En la descripción de las 10 unidades de hace una breve anotación de los caracteres tanto físicos como químicos que predominan en la unidad de suelo y las recomendaciones de manejo del suelo para cuando se tienen limitantes superables o corregibles. Es importante enfatizar que de las 232,000 ha, 41,000 ha se han identificado como aptas para el cultivo de aguacate, siempre y cuando se cuente con el recurso agua, ya que los demás factores también han sido elevados como óptimos. Descripción y manejo de las unidades de suelo, contenidos en la faja aguacatera del Estado de México. ACRISOL (A) Son suelos altamente intemperalizados y con horizontes argílicos, el término “acries” se refiere a la acidez (muy ácido), tiene baja capacidad para retener nutrientes, por consecuencia son de baja fertilidad, siendo necesario tener un programa de fertilización bien elaborado y un mejoramiento del suelo que incluya aplicaciones de materia orgánica, fertilizantes de residuos neutro o alcalino y subsuelos profundos para evitar la capa de acumulación de arcilla, ya que para el aguacate es un factor limitante. Este tipo de suelo se localiza en los municipios de Malinalco, Tenancingo, San Simón de Guerrero, Coatepec Harinas, Almoloya de Alquisiras, Temascaltepec, Zacazonapan, Otzoloapan. ANDOSOL (T) Connotativo de los suelos formados por materiales ricos en vidrios volcánicos, son también de alto contenido de materia orgánica. Con una alta capacidad de retención de nutrientes así como una buena permeabilidad, lo cual los hace ser los más propios para el cultivo del aguacate debiéndose tener cuidado en el manejo de fertilizante fosforado, ya que presentan una fuerte afinidad para retenerlo. Los municipios que comprenden este tipo de suelo son: Tenancingo, Malinalco, Ocuilan, Temascaltepec, Valle de Bravo, Otzoloapan. CAMBISOL (B) (Del Latín cambiare, cambio); describe a los suelos cuyo cambio de color estructura y consistencia han tenido lugar debido al intemperismo in situ, es decir en el mismo perfil. Su fertilidad de esta unidad de suelos es variable ya que dependen del tipo de material bajo el cual se estén formando; así como del proceso de acumulación de materia orgánica; sin embargo, con aplicación de fertilizantes y abonos, dichos suelos son de muy buena productividad adecuándose a la plantación de aguacates ya que además de características anteriores también tiene buen drenaje interno. Este tipo de suelo se localiza en los municipios de: Zumpahuacan, Zacualpan, Villa Guerrero y Valle de Bravo. FAEOMZEM (H) Son suelos con una capa rica en materia orgánica, por lo cual son cafés oscuros y con buen contenido de nutrientes, dicha capa es debido al proceso de adición y acumulación de materia orgánica. Los faeozem son suelos que se emplean en la producción de cultivos básicos, debido a su buen drenaje interno, propiedad adquirida por el alto contenido de materia orgánica así como la de buena fertilidad. Son suelos con aptitudes adecuadas para el cultivo del aguacate, ya que la única limitante podría ser la profundidad del suelo o que se encontraran en una zona climática para el aguacate de tipo mexicano. Se localiza en los municipios de: Malinalco, Tenancingo, Zumpahuacan, Zacazonapan, Otzoloapan y Valle de Bravo. LUVISOL (L) (Del latín livi, lavar, lixiviar); son suelos cuya característica principal es la de contener un horizonte de acumulación de arcilla, originando en la parte superficial una capa de suelo con textura más arenosa, ya que es la donadora de dicha arcilla. Tienen buena capacidad para retener nutrimentos; así como una buena fertilidad natural, cuando el uso natural que se les da, es de praderas o forestal entonces presenta una acumulación de materia orgánica. Dada la característica del horizonte argílico presentan una doble limitante para el cultivo del aguacate siendo estas la textura que es muy fina o arcillosa y la permeabilidad muy lenta, limitante que pueden originar enfermedades fungosas. Estas limitante pueden ser disminuidas si antes de la plantación se subsolea y luego se rotula el horizonte argílico, tratando de invertir al suelo para evitar sus efectos negativos, así como la incorporación de materia orgánica. Este suelo se distribuye en los municipios de: Zumpahuacan, Tenancingo, Almoloya de Alquisiras, Zacazonapan y Valle de Bravo. REGOSOL (L) (Del Griego rhegos, cubierta); son suelos de material suelto originado por erupciones volcánicas o depósitos eólicas que forman una capa que reposa sobre la roca dura subyacente; son suelos con poco o nulo desarrollo; se les llama suelos esqueléticos; dependiendo del tipo de materia que se esté depositando pueden ser fértiles o infértiles. Tiene serie de limitantes que las hace poco factibles para el aguacate; son poco profundos, con escasa capacidad de retención de humedad, de fertilidad muy variable y textura arenosa que impide un buen anclaje del árbol. Este tipo de suelo se encuentra en los municipios de: Zacualpan, Tlatlaya, Amatepec, Sultepec, Tejupilco y Sultepec. VERTISOL (V) Son suelos con un alto contenido de arcilla en todo el perfil; tienen un proceso de expansión-compresión que está en función del contenido de humedad. El alto contenido de arcilla así como su lenta permeabilidad los hace deseables para cultivos que requieren un alto contenido de humedad (arroz, forrajes) mientras que para el cultivo del aguacate, estas características son de efectos negativos, por lo cual no son aptos aún con prácticas de mejoramiento de suelo. Se localizan en los municipios de Tonatico, Tenancingo, Ixtapan de la Sal, Temascaltepec, Zacazonapan y Valle de Bravo. REQUERIMIENTOS En el aguacatero, al igual que en otros frutos perennes, las exigencias de nutrimentos para satisfacer sus procesos fisiológicos (crecimiento vegetativo, floración y fructificación), varían de acuerdo con la edad de la planta. Durante las primeras etapas, el desarrollo vegetativo tiene mayor importancia que el de fructificación o producción y posteriormente esta relación se iguala o invierte. En la descripción del ciclo productivo del aguacatero se establecen los siguientes períodos: a) Juvenil, correspondiente a los primeros 18 a 24 meses; b) crecimiento, caracterizado por el inicio de la producción de frutos y un acentuado crecimiento de la planta, la duración de esta etapa se estima de 3 a 5 años; c) plena producción, la cual se inicia a partir del quinto año y se caracteriza por abundantes floraciones y fructificaciones que alcanzan su máxima expresión entre los 8 a 10 años de edad. Durante los procesos de crecimiento vegetativo, el nitrógeno constituye entre los 16 elementos esenciales para la planta, el que más estrechamente asociado a esta fase, mientras que los elementos fósforo y potasio, lo están con los procesos de floración y fructificación. Por otra parte, anualmente en la planta se suceden fases de desarrollo vegetativo y productivo, conformado este último por los procesos de floración y fructificación caracterizados por exigencias nutricionales muy definidas y distintas entre sí. Las prácticas culturales y en este caso la fertilización, tiene como objetivo satisfacer las exigencias en las distintas etapas, por las cuales transcurre el cultivo, garantizando así su mayor nivel de producción. Para el cultivo del aguacate el suelo debe ser de textura media por su buen y profundidad con ausencia de capas duras. Los suelos con mucha arcilla retienen mucha agua y producen condiciones de anaerobiosis (Pudrición del sistema radicular). Los suelos muy livianos (con exceso de arena) no tienen capacidad adecuada de retención de agua, los nutrimentos se pierden por percolación y la aireación es excesiva. Los suelos medios y profundos garantizan el desarrollo del sistema radicular. El contenido de materia orgánica debe ser debe ser de 2.5 a 5%. Salinidad del Suelo. En el suelo existen sales solubles de sulfatos, cloruros, carbonatos, bicarbo natos y nitratos. Cuando las condiciones edáficas permiten un aumento de la concentración de estas sales superior a su límite óptimo, se presentan efectos nocivos en las plantas de aguacate. Para el aguacate la conductividad normal es 2 mmhos/cm y cuando pasa de 3 mmhos/cm se presentan los efectos tóxicos de los cloruros de sodio y magnesia provocando quemaduras en las puntas y bordes de las hojas y defoliaciones intensas. El pH del Suelo El rango óptimo del pH para el aguacate es de 6.5 a 7.5. Los suelos con pH altos ( 8 a 9) producen severas clorosis porque no absorben el hierro. En suelos muy áci dos, con pH menor de menor de 5.5, se presentan efectos tóxicos del exceso de aluminio que la planta absorbe con facilidad. Un pH alcalino deja el hierro, el manganeso, el boro, el cobre y el zinc en forma inasimilable, el calcio y el sodio producen altas presiones osmóticas. Un pH de 6 ó menor convierte el fósforo en poco asimilable, el calcio y el Magnesio se lavan en exceso de hierro y aluminio. El Agua El agua de riego debe reunir las siguientes características para su uso en aguacate: a) Que el total de sólidos disueltos sea menor de 850 ppm. b) Que el contenido de sodio sea menor de 3 meq/l c) Que los cloruros estén en proporciones menores de 107 ppm. d) Que la cantidad de boro sea menor de 0.7 ppm. Elementos nutritivos que se encontraron en bajas concentraciones en suelo y tejido vegetal de las huertas de aguacate analizadas. Parte de la siguiente información se obtuvo del libro: Nutrición del aguacate, principios y aplicaciones del Dr. Samuel Salazar-García (2002) Nitrógeno El Nitrógeno es un elemento esencial para la construcción de los tejidos. Su deficiencia se traduce en: crecimiento retardado, color amarillento pálido, la punta y el borde de la hoja se queman desde las ramas bajas, bajo contenido proteico, brotes vegetativos cortos y delgados, follaje escaso. Los síntomas suelen aparecer primero en hojas de mayor edad en la parte inferior del flujo de crecimiento. Cuando la deficiencia es aguda, las hojas son pequeñas de color verde pálido. En deficiencia temporal las hojas maduras son color verde pálido y las jóvenes parecen normales. Defoliación temprana, poco antes o durante la floración. Floración abundante, inflorescencias cortas, gruesas y con poco amarre de fruto. Frutos pequeños con epidermis de color verde pálido. El follaje escaso ocasiona la exposición excesiva de fruto a los rayos solares, esto produce frutos con quemaduras y de bajo valor comercial. El nitrógeno es esencial para las plantas porque constituye las proteínas, clorofila, aminoácidos, alcaloides y otras sustancias. El nitrógeno se almacena en la hoja en 40% y luego en la corteza. El exceso de nitrógeno ocasiona la elongación de los brotes vegetativos, superior a la normal. Hojas más grandes de lo normal y de color verde oscuro. Floración tardía, escasa y acompañada por un flujo vegetativo vigoroso. Abundante caída de fruto en precosecha, fruto con poca firmeza que madura más pronto. Características del suelo y clima asociadas a la deficiencia: suelos arenosos con poca materia orgánica, drenaje deficiente, lluvia excesiva, lixiviación de fertilizante nitrogenado. Prácticas de manejo que favorecen la deficiencia: carencia de fertilización, cultivo intercalado de maíz u otras gramíneas no fertilizadas, suelo cubierto con pasto. Aplicación superficial del fertilizante sin incorporar, fuera del alcance de las raíces. Sobre encalado y la mezcla del fertilizante nitrogenado con la cal. Fósforo Es esencial para las plantas por su importancia fisiológica en los mecanismos de formación, crecimiento y multiplicación. Es componente de las enzimas, nucleoproteínas, fosfolípidos, fitina, lecitina, interviniendo en la formación de los órganos reproductores, siendo su contenido elevado en frutos y semillas. El aguacate es muy exigente en fósforo en los primeros años de formación de la copa y a medida que el árbol envejece la dosis debe reducirse. En deficiencias agudas el follaje es escaso y localizado en el ápice del brote. Los brotes vegetativos son cortos y delgados y suele ocurrir defoliación temprana. Las hojas de mayor edad son coriáceas y pueden adquirir un tono bronceado. Se observan manchas necróticas sin patrón determinado en la lámina de la hoja Por la parte inferior de la hoja las nervaduras pueden tornarse moradas, incluyendo al pecíolo de la hoja. No hay descripción de síntomas de exceso de fósforo en aguacate. Sin embargo, su exceso en la planta puede manifestarse como deficiencias de otros micronutrimentos como manganeso o zinc. Características del suelo y clima asociadas a la deficiencia. Suelos muy intemperizados, problemas de precipitación o adsorción del fósforo debido a condiciones extremas de pH, frecuente en suelos con pH 3.6 a 4.9. Suelos con alto contenido de hierro y aluminio. Suelos resecos, suelos calcáreos y de pH mayor a 7.8 pueden presentar deficiencia por bloqueos con calcio y a la formación de fosfato tricálcico insoluble. Suelos volcánicos jóvenes con alto contenido de alófana y otros minerales que fijan el fósforo. Las condiciones de clima frío pueden favorecer la deficiencia temporal de fósforo. Prácticas de manejo que favorecen la deficiencia: carencia de fertilización, rápida inmovilización del fertilizante fosfatado aplicado al voleo y sin incorporar en el suelo, falta de humedad en el suelo, poda excesiva de raíces con la maquinaria; excesos de aplicación de fertilizante con Zn; prácticas de manejo que favorecen la acidificación del suelo; deficiente conservación del suelo, exposición de capas profundas del suelo durante la construcción de terrazas, curvas de nivel, cajetes, cepas, etc., mal manejo del encalado (no se debe mezclar los fertilizantes fosfatados con cal agrícola). Potasio El uso del potasio en la nutrición de la planta no es conocido a la perfección; sin embargo, se considera que el potasio actúa en las funciones metabólicas del crecimiento y la división celular de los tejidos jóvenes. Las deficiencias ocasionan poco crecimiento, brotes delgados y cortos, muerte regresiva de brotes al final de los meses secos. Las hojas adultas presentan los primeros síntomas en forma de clorosis intervenal e irregular de los márgenes y el ápice. La clorosis cambia de amarillo claro a bronceado, luego a café y finalmente las lesiones corchosas (necrosis) aparecen sobre toda la hoja. Las hojas jóvenes son pequeñas, color verde claro y pueden mostrar clorosis en los márgenes. Defoliación prematura de las hojas basales de los brotes. Caída de frutillos en desarrollo, los frutos maduros suelen ser pequeños y pueden sufrir por quemadura de sol. El exceso de potasio puede causar deficiencias de calcio y magnesio o Mg. Al término de la floración, a la caída de los frutos y a la maduración, cerca del 40% del contenido mineral en el fruto es potasio, lo que provoca una disminución de las reservas, afectando la producción de hidrocarbonatos que la planta almacena para la formación de yemas vegetativas y florales, por lo que es importante el suministro. Los árboles con poca aplicación de potasio pueden tener floración y cuajado de la fruta normales, pero antes de la maduración se observa una caída excesiva de las frutas. Características del suelo y clima asociadas a la deficiencia: suelos arenosos ácidos o calcáreos; zonas de lluvia abundante con lixiviación y erosión excesivas; suelos con drenaje deficiente o con niveles elevados de calcio o magnesio. Prácticas de manejo que favorecen la deficiencia: carencia de fertilización, encalado excesivo, fertilización excesiva con calcio y magnesio, falta de humedad en el suelo. En suelos de textura pesada el potasio debe ser aplicado en forma localizada cercana de las raíces activas. Una mala aplicación es generalmente la causa más común de deficiencia de este nutrimento. Calcio Algunas de las funciones que desempeña este elemento dentro de la planta incluyen el que favorece el poder germinativo de las semillas, regula y estimula la absorción de nitrógeno, regula la permeabilidad de los tejidos y membranas celulares, contrarresta los efectos perjudiciales del exceso o acumulación de elementos como el potasio, magnesio y sodio. En el cultivo del aguacate, el calcio adelanta la madurez de los frutos y mejora su textura y su color. Los síntomas de deficiencia se muestran en las hojas jóvenes, las cuáles se desarrollan deformes y con los márgenes irregulares, ondulados y curvados hacia abajo (en forma de gancho). Las hojas pueden mostrar manchas o áreas necróticas. Muerte de las puntas de los brotes jóvenes. Características del suelo y clima asociadas a la deficiencia: suelos ácidos; zonas de lluvia abundante con suelos arenosos y lixiviación excesiva; alta temperatura y elevada humedad relativa. Prácticas de manejo que favorecen la deficiencia: aplicación continua o excesiva de magnesio y potasio; aplicación de acidificantes del suelo. Magnesio De acuerdo al porcentaje de elementos minerales en las cenizas del aguacatero, en las hojas, el magnesio está situado en el cuarto lugar. El magnesio forma parte de la molécula de clorofila, pigmento característico de las plantas verdes que actúa en la fotosíntesis. Además de su papel en la fotosíntesis, el magnesio contribuye a la síntesis de las grasas de reserva, es vital en las hojas y semillas, favorece la fructificación y el desarrollo radicular, además de su efecto protector contra los períodos de sequía, frío y de ataque de plagas. Los síntomas de deficiencia se reflejan en el crecimiento de los brotes que puede variar de normal a nulo. Las hojas maduras son las primeras en manifestar síntomas, usualmente al final del otoño. La clorosis se presenta entre las nervaduras de la hoja, ya sea cerca de la nervadura central o de los márgenes, pero las nervaduras permanecen verdes. En deficiencia aguda puede observarse necrosis intervenal o en los márgenes de la hoja. En caso extremo la defoliación puede iniciarse en la base de los brotes terminales. La defoliación total del árbol podría ocurrir hacia la mitad del otoño y los frutos podrían no madurar. Características del suelo y clima asociadas a la deficiencia: suelos bajos en materia orgánica, arenosos y ácidos, épocas de lluvia abundante. Suelos calcáreos o con altas cantidades de potasio bloquean al magnesio y provocan una deficiente asimilación de este nutrimento. Suelos con pH menor a 4.5 son muy susceptibles a causar deficiencias de Magnesio. Prácticas de manejo que favorecen la deficiencia: fertilización excesiva con potasio o fertilizantes de reacción ácida, como sulfato de potasio o sulfato de amonio. La aplicación de cantidades excesivas de cal calcítica (CaO3) o el manejo indebido de fertilizantes con calcio, como el nitrato de calcio (CaNO3), o aplicaciones muy altas de yeso (CaSO4.5H20) en suelos donde el sodio no sea problema pueden ocasionar bloqueos de las fuentes de magnesio y ocasionar su deficiencia. Hierro La deficiencia se manifiesta en clorosis intervenal de las hojas, inicialmente la clorosis ocurre en hojas jóvenes y puede cubrir el follaje de arbolitos recién plantados. Si la deficiencia es ligera, la clorosis puede ser imperceptible. En deficiencia severa o prolongada, la hoja es pequeña y completamente clorótica. En casos severos, los árboles adultos presentan clorosis aguda, defoliación y puede producirse la muerte generalizada de brotes. La calidad del fruto puede disminuir debido a su epidermis amarillenta o a las quemaduras por el sol. Características del suelo y clima asociadas a la deficiencia: suelos con pH elevado (alcalinos). Deficiencia temporal de oxígeno en la zona de raíces debido a mal drenaje o humedad excesiva. Meses con temperaturas ambientales extremas (altas o bajas). Suelos calcáreos, arenosos, con alto contenido de carbonato de calcio libre. Prácticas de manejo que favorecen la deficiencia: falta de fertilización, encalado excesivo, uso de fertilizantes de reacción alcalina, fertilización excesiva con fósforo, zinc, cobre o manganeso. Compactación del suelo por paso excesivo de maquinaria. Mala nivelación que ocasione acumulación de agua, charcos o mal manejo de suelos pesados. Transplante de árboles en suelo compactado o anegado. Manganeso En su etapa inicial, los síntomas de deficiencia se manifiestan con clorosis en la lámina de la hoja, esta se distingue de la deficiencia de magnesio porque la de manganeso aparece en hojas jóvenes. Puede iniciarse como clorosis intervenal en los márgenes de hojas jóvenes y avanzar hacia la nervadura central o viceversa. Las venas pequeñas no son visibles en las áreas cloróticas. La clorosis podría ser generalizada en el árbol y las hojas jóvenes podrían permanecer verdes. El exceso de manganeso es favorecido por suelos ácidos (pH < 4.9) con altas concentraciones de aluminio y manganeso soluble u otros metales tóxicos. La aplicación de fertilizantes amoniacales puede solubilizar al manganeso que es desplazado de los sitios de intercambio catiónico. Los síntomas de exceso aparecen como ennegrecimiento de la superficie de la hoja junto a la nervadura central. En ocasiones, sólo suele ocurrir en parte de la hoja. El síntoma puede confundirse con senescencia normal, en la cual los tejidos se tornan de color café oscuro. Características del suelo y clima asociadas a la deficiencia: suelos arenosos, calcáreos, pH alcalino o muy ácido. Alto contenido de materia orgánica, drenaje deficiente. Días nublados y fríos del invierno. Prácticas de manejo que favorecen la deficiencia: aplicación excesiva de estiércol u otras fuentes de materia orgánica, uso de fertilizantes de reacción alcalina. Sobre encalado o siembra en suelos con alto contenido de calcio y magnesio. Aplicaciones excesivas de fósforo en suelos con bajo contenido de manganeso o muy alcalinos. Zinc Las deficiencias se manifiestan como moteado de la hoja. A pesar de que se requiere en pequeñas cantidades, la deficiencia puede ocasionar el decaimiento e inclusive la muerte de los árboles. Debido a la reducida movilidad de los compuestos de zinc de los distintos órganos del árbol hacia los sitios de crecimiento y demanda, los brotes terminales y hojas jóvenes se afectan primero. Las áreas entre las nervaduras de las hojas presentan color verde claro a amarillo pálido. Conforme progresa la deficiencia, las áreas amarillas se hacen más grandes y las hojas nuevas son más pequeñas y angostas. En estados avanzados, puede presentarse necrosis de los márgenes de las hojas y ocurre el acortamiento de internudos en los crecimientos terminales, dando una apariencia de un plumero (rosetas). Los brotes pueden presentar defoliación y muerte regresiva. El rendimiento puede reducirse drásticamente y los frutos pueden presentar forma más ovalada o redondeada que la normal para el cultivar. Características del suelo y clima asociadas a la deficiencia: suelos arcillosos o arenosos pobres en materia orgánica, pH alcalino o muy ácido. Temperaturas bajas durante el invierno. Prácticas de manejo que favorecen la deficiencia: falta de fertilización; aplicación excesiva de estiércol, fertilización excesiva con fósforo, encalado. El mal manejo de suelo neutros o con pH arriba de 7 puede ocasionar deficiencia de Zn. Cobre Las deficiencias se observan en las hojas terminales y jóvenes y suelen ser de menor tamaño que las normales; acortamiento de internudos y muerte de ápices de crecimiento. El brote y las hojas jóvenes lucen marchitos. Las hojas nuevas pueden ser deformes. Las hojas adultas son de menor tamaño que las normales, de color oscuro y nervaduras color bronceado. Enrollamiento e inclinación de pecíolos de las hojas. Características del suelo y clima asociadas a la deficiencia: suelos deficientes en Cobre; suelos calcáreos o ácidos, arenosos lixiviados y orgánicos. Suelos con alto contenido de materia orgánica (> 13%). Prácticas de manejo que favorecen la deficiencia: aplicación excesiva de cal o nitrógeno; aplicaciones excesivas de materia orgánica (estiércoles o gallinaza) sin mineralizar (fresca). Boro Las deficiencias se observan como regiones corrugadas (sobresalientes) y corchosas entre las nervaduras de las hojas jóvenes. La nervadura central se abre en la parte inferior de las hojas jóvenes. Desarrollo distorsionado de la lámina de la hoja debido a la detención del crecimiento de las células jóvenes de los márgenes de la hoja, seguido de necrosis localizadas. Perforaciones (tiro de munición) en hojas jóvenes. Crecimiento curvado de pecíolos y brotes. Los brotes apicales pueden mostrar pérdida de la dominancia apical, que a menudo resulta en la producción de muchos brotes pequeños, decoloración, defoliación. Engrosamiento de los tallos de los brotes (síntoma crónico). La corteza del tronco luce anormalmente rugosa y agrietada. Incremento en la susceptibilidad a enfermedades del tronco. La deficiencia aguda y prolongada de boro en aguacate Hass ha sido asociada con la incidencia del chancro bacteriano. Esta enfermedad puede ser causada por las bacterias Xanthomonas campetris o Pseudomonas syringae y comúnmente ataca los trocos y ramas. En su etapa inicial, la enfermedad disminuye el rendimiento de fruto y si las condiciones persisten puede causar la muerte de ramas o del árbol. Frutos malformados y en la pulpa podría presentar partes cafés y endurecidas. El exceso se manifiesta como abultamiento de nervaduras en la parte inferior de las hojas. Necrosis apicales y marginales. Características del suelo y clima asociadas a la deficiencia: suelos deficientes en boro; suelos arenosos fácilmente lixiviables, con bajo contenido de materia orgánica. Suelos con pH elevado (alcalinos). Periodos secos con alta luminosidad. Prácticas de manejo que favorecen la deficiencia: Encalado; falta de humedad. Riego con aguas de alto contenido en carbonatos y bicarbonatos. Fertilización elevada con potasio. Fertilizaciones excesivas con nitrato de calcio pueden limitar la absorción de boro por las raíces. Fertilizaciones altas con nitrógeno debilitan las paredes y membranas celulares y pueden alterar los balances de Ca/B en las células de la planta, lo que favorece la presencia de ciertas enfermedades. Azufre Los síntomas de deficiencia son muy parecidos a la deficiencia de nitrógeno. Inicialmente se aprecian los síntomas en hojas jóvenes que son pequeñas y cloróticas. La clorosis puede afectar parte o el total de la lámina de la hoja. En deficiencia aguda o prolongada puede ocurrir clorosis generalizada del árbol. Características del suelo y clima asociadas a la deficiencia: suelos erosionados o recientemente nivelados; suelos arenosos bajos en materia orgánica y en áreas o años de lluvia moderada a abundante. Prácticas de manejo que favorecen la deficiencia: uso de fertilizantes que no contienen azufre. Lavado del suelo o riegos muy pesados en suelos arenosos pueden ocasionar pérdida de sulfato (SO4=) del perfil del suelo. Aplicaciones excesivas de nitratos (NO3-) pueden afectar la disponibilidad de azufre. El mal manejo de la materia orgánica, la compactación, o la falta de aireación en el suelo afectan la absorción de azufre por la planta. Retener el suelo en su sitio y promover la mineralización de la materia orgánica alrededor del árbol es una práctica de manejo muy recomendable para incrementar la disponibilidad de azufre. Es necesario observar que la planta del aguacatero es muy susceptible a los cloruros, particularmente a los de sodio y magnesio, los que causan daños que se manifiestan como quemaduras de las puntas y bordes de las hojas, por ello no deben utilizarse fertilizantes a base de cloruros, como el cloruro de potasio (KCL). Por otra parte, siendo las raíces del aguacatero extremadamente sensibles a las altas concentraciones salinas, la aplicación de los fertilizantes deberá ser realizada en forma fraccionada o dividida para evitar dañarlas. Aplicación del fertilizante La mayor concentración de las raíces finas de la planta se encuentra, generalmente, entre la mitad del radio de la copa de la planta y la proyección externa de la misma. Esta es la zona donde debe localizarse el fertilizante para su mejor aprovechamiento por parte de la planta. Tomando en consideración la disponibilidad de agua en la aplicación del fertilizante, se sugiere realizarla de la manera siguiente: 1) Período de lluvias. Se procederá a la primera aplicación de las dosis de fertilizantes señalados en cada uno de los planes o sugerencias de fertilización establecidos. 2) Riego. Efectuar las aplicaciones del fertilizante uno o dos meses antes de la época normal de floración del cultivo y el resto del abono durante la fase inicial e intermedia del desarrollo de los frutos. Sugerencias para determinar las dosis de fertilización 1) Realizar el análisis químico y físico del suelo. Identificar los diferentes tipos de suelos en la huerta y los límites que éstos tienen para definir las unidades de muestreo; usualmente los límites coinciden con el cambio en la pendiente del terreno, material parental, manejo, etc. Dentro de cada unidad de muestreo se toma una muestra de suelo que es en realidad una “muestra compuesta”; una muestra de suelo se compone de varias submuestras tomadas aleatoriamente en el campo. El número de submuestras por cada muestra es variable, como recomendación general se sugiere que para una unidad de muestreo se tomen 10 a 20 submuestras. Una vez que se ha definido los límites de cada unidad se procede a tomar las submuestras. Para ello se hace un recorrido sobre el terreno en zig-zag, tomando submuestras en cada vértice donde se cambie la dirección del recorrido. En cada sitio de muestreo se recomienda remover las plantas y hojarasca fresca (1 a 3 cm) de un área de 40 cm x 40 cm, y luego introducir el barreno o pala a la profundidad deseada (20 a 40 cm) y transferir aproximadamente 100 a 200 g de suelo a un balde plástico limpio. Las herramientas deben limpiarse después de tomar cada submuestra. Las herramientas que se empleen de preferencia deben ser de inoxidables para evitar la contaminación de la muestra. 2) Realizar el análisis de tejido vegetal, para lo cual se tiene que colectar de 30 a 40 hojas sanas y completas (lámina y peciolo); las hojas deben estar maduras (5 a 7 meses de edad), colectarse de brotes sin fruto, que estén localizadas en la posición seis o siete del ápice del brote hacia abajo. En regiones donde se presenten varios flujos de floración, considerar el que presente la mayor abundancia de brotes vegetativos. No mezclar hojas de árboles con producción contrastantes; obtener la muestra compuesta de 10 a 15 árboles, colectando de tres a cuatro hojas por árbol. Las hojas deben de estar libres de residuos de fertilizantes, fungicidas, daños mecánicos o daños debido a plagas y enfermedades. Evitar exponer las hojas al sol (Salazar-García et al, 2006; SalazarGarcía, 2002). 4) Realizar análisis químico del agua de riego 3). Una vez que se obtengan los respectivos análisis del laboratorio, realizar la correspondiente interpretación para determinar la demanda del cultivo; por lo que para cada huerto e incluso dentro de un huerto las necesidades son específicas, por lo tanto, no se pueden emitir recomendaciones generales. Resultados Se colectaron muestras de suelo, tejido vegetal y agua de 27 huertos comerciales de aguacate ‘Hass’, injertado sobre portainjertos criollos originados por semilla de los municipios de Coatepec Harinas, Ixtapan del Oro, Malinalco y Ocuilán. Se muestrearon huertas con riego y sin riego. Los huertos de aguacate fueron de edades entre 4 a 15 años. De acuerdo con los análisis realizados, se determinaron los nutrimentos que afectan la producción de aguacate en cuatro municipios de producción del Estado de México. En el Cuadro 1 se indica el análisis físico del suelo y se aprecian que los nutrimentos: Fósforo, Potasio, Calcio, Magnesio, Hierro, Manganeso, Zinc, Cobre, Boro y Azufre, se encontraron en bajas concentraciones e influyen en la producción de aguacate. Cuadro 1. Análisis físico del suelo. Prueba Intervalo registrado pH 4.62 a 6.74 Conductividad eléctrica 0.07 a 0.20 dS m-1 Materia orgánica 1.52 a 5.86 Capacidad de 5.88 a 19.41 cmol kg-1 Intercambio Catiónico Nitrógeno orgánico 0.9 a 29 mg.kg-1 Fósforo 0.7 a 9.9 mg.kg-1 Potasio Calcio Magnesio Hierro Manganeso Zinc Cobre Boro Azufre 155.7 a 176.9 mg.kg-1 476 a 1334 mg.kg-1 98.3 a 192 mg.kg-1 8.1 a 17.5 mg.kg-1 0.7 a 10.2 mg.kg-1 0.3 a 1.9 mg.kg-1 0.2 a 1 mg.kg-1 0.1 a 1.4 mg.kg-1 15.4 a 20.8 mg.kg-1 Interpretación Ácido a neutro Libre de sales Moderadamente bajo a bajo Medio a bajo Moderadamente bajo a bajo Moderadamente bajo a muy bajo Moderadamente bajo Moderadamente bajo a bajo Bajo a muy bajo Moderadamente bajo a bajo Moderadamente bajo a bajo Moderadamente bajo a bajo Moderadamente bajo a bajo Moderadamente bajo a bajo Bajo El elemento Potasio se encontró en niveles altos (316.6 a 493 mg .kg-1) en el suelo, Manganeso (25.6 a 33.1 mg.kg-1) y Boro (2.1 a 2.3 mg.kg-1). En las huertas que presentan valores inferiores a 5.5 requieren la incorporación de enmiendas para incrementar el pH al requerido por el aguacate (5.5 a 6.5). La conductividad eléctrica no muestra problemas por salinidad, ya que los valores son inferiores a 1.0 dS.m-1. En el Cuadro 2 se aprecian los valores obtenidos de acuerdo al análisis físico del suelo. Cuadro 2. Análisis físico del suelo Prueba Densidad aparente Intervalo registrado 1.06 a 1.33 Mg.m-3 Densidad real Porosidad 2.00 a 2.34 Mg.m-3 34.04 a 50.60 % Textura Interpretación Muy baja medianamente alta a Reducido a medianamente amplio Franco, migajón arenoso, migajón limoso, migajón arcillo-arenoso En el Cuadro 3 se muestran los valores del análisis de tejido vegetal, en donde se indican los elementos que se encontraron en niveles bajos y fueron Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Calcio, Magnesio, Manganeso y Boro. Cuadro 3. Valores del análisis de tejido vegetal. Prueba Intervalo registrado Nitrógeno 0.97 a 1.99 % Fósforo 0.09 a 1.96 % Potasio 0.41 a 1.21 % Calcio 0.46 a 1.80 % Magnesio 0.17 a 0.44 % Manganeso 52.95 a 78.05 % Boro 15.01 a 21.66 % Interpretación Bajo Bajo Bajo Bajo Bajo Bajo Bajo Con respecto al análisis químico del agua de riego, se encontró el pH oscila entre 5.52 a 6.73, que es moderadamente ácido a neutro; la conductividad eléctrica es muy buena a excelente. En una muestra se encontró valores altos en bicarbonatos (87.86 mg.L-1) y en cationes, con magnesio (12.59 mg.L-1); y en otra se encontró valores elevados de nitratos (32.09 mg.L-1), el resto de muestras el agua es excelente, con baja salinidad. Los nutrimentos en altas concentraciones fueron: Hierro (118.90 a 369.35 mg .kg-1), manganeso (136.15 a 295.75 mg.kg-1), Zinc (60.00 a 132.00 mg.kg-1), Boro (60.27 a 66.08 mg.kg-1). BIBLIOGRAFÍA Bisono, P S. M.I. y J. Hernández B. 2008. Guía tecnológica sobre el cultivo del aguacate. Consejo Nacional de Competitividad. Cluster del aguacate Dominicano. Santo Domingo, D.N. CICTAMEX, S.C. 1985. Estudio edafológico de la faja aguacatera de la República Mexicana en la parte correspondiente al Estado de México. En: Tres años de actividades del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas del Aguacate en el Estado de México. Salazar-García. 2002. Nutrición del aguacate, principios y aplicaciones. INIFAP. INPOFOS. México, D.F. Salazar-García, S., L. E. Cossio-Vargas, I.J.L. González-Durán. 2006. Técnica de muestreo foliar para el diagnóstico nutrimental del aguacate ‘Hass’ en Nayarit. Folleto Técnico No. 2. INIFAP. Centro Regional de Investigación del Pacifico Centro. Campo Experimental Santiago Ixcuintla. Santiago Ixcuintla, Nayarit.