Download EL VERDADERO PAN INTEGRAL EL FALSO PAN INTEGRAL • Por

Document related concepts
Transcript
EL VERDADERO PAN INTEGRAL
EL FALSO PAN INTEGRAL
• Por fuera, su costra es
dura y espesa. En su interior, la
miga, es de color morenos claro y
uniforme. En conjunto, es denso y
pesado.
• Aunque se vende bajo
la denominación de "pan de
salvado", tiene la miga clara con
algunos puntos oscuros que
revelan que el pan ha sido
elaborado con harina blanca (y,
por lo tanto, refinada), a la que
se le ha añadido salvado.
• No debe haber
fermentado en exceso (y, por lo
tanto, no debe presentar grandes
agujeros en la miga).
• No contiene levadura (es
granuloso y húmedo).
• Engorda menos. Se
asimila en menor cantidad
respecto al blanco porque, durante
el proceso digestivo, su fibra no se
descompone y, por lo tanto, no es
absorvida por el organismos.
• Proporciona vitaminas B1,
B2, B5, B6, H y PP, y además el
doble de hierro, calcio, potasio,
fósforo que el pan blanco, que
pierde gran parte de sus
nutrientes a causa del
refinamiento de la harina.
• Contiene una cantidad
elevada de celulosa que facilita la
función intestinal.
• Es rico en fibra, que
envuelve los alimentos durante la
digestión, produciendo una
prolongada sensación de saciedad
que limita la ingesta de otros
alimentos. Por todo ello, y
considerando los nutrientes que lo
constituyen, es el pan más
indicado para una correcta y sana
alimentación.
• Presenta grandes
agujeros en la miga, un dato que
revela que ha fermentado
durante mucho tiempo.
• Contiene salvado que, al
no haber estado sometido a
fermentación (porque ha sido
añadido a la masa una vez ésta
ya ha fermentado), tiende a
arrastrar importantes sales
minerales del organismo, entre
ellas el calcio, una vez se
encuentra en el tubo digestivo
Creencias erróneas sobre el adelgazamiento
¿El agua o la sal engordan? ¿Para adelgazar hay que olvidarse del pan? ¿No hay que
picar entre horas?.... El adelgazamiento en un tema muy popular y está lleno de mitos.
Veamos algunos de los más importantes (y a veces, incluso peligroso), que ha
demostrado la ciencia.
• Para adelgazar hay que hacer una sola comida al día. Falso, Hay que
hacer el desayuno, comida y cena, intercalando tentempiés.
• La fruta no engorda. En general engorda menos que otros alimentos, pero
algunas frutas si engordan, como los hígados o plátanos.
• Hay alimentos que adelgazan, porque “se comen la grasa” o porque se
gasta más energía en digerirlos que la que dan. No es cierto. Todos los
alimentos, aunque como se sabe, unos más y otros menos.
• Las vitaminas engordan. No solo engordan por sí mismas, sino que son
fundamentales para nuestra salud. Otra cosa es que un alimento con vitaminas
engorde, pero no engordará por ellas, sino por su contenido en grasas, hidratos
proteínas.
• Para adelgazar conviene no tomar pan. No es cierto pues el pan aporta
nutrientes importantes, como hidratos, fibra, proteínas y ciertos minerales. Lo
que si puede ser conveniente es reducir la cantidad ingerida, pues también
aporta calorías como es sabido.
• Las bebidas con gas engordan. Si engordan, será por el azúcar que
contienen, pero no por el gas, aunque este sí puede producir otros efectos
indeseables, sobre todo en los niños, como hinchazón del estómago o
flatulencia.
• No se debe comer entre horas, pues una determinada ingesta a media
mañana engorda más que durante la comida. Engorda lo mismo, lo que sí
puede ocurrir es que escojan para “picar” productos más engordantes y menos
sanos que los que se toman en la comida.
• El agua engorda. Ya lo hemos tratado en otros artículos. No solo no aporta
ni una sola caloría sino que es conveniente y beneficioso tomar en abundancia,
al menos dos o tres litros al día. Además llena el estómago y da sensación de
saciedad. Por otra parte es indiferente el momento en que se tome, y si es
durante la comida o entre horas.
• Si se abandona temporalmente un régimen, hay que comenzarlo de
nuevo desde cero. No es cierto, pues basta con continuarlo, aunque no hay que
despreciar los prejuicios producidos durante el abandono.
• Sudar adelgaza. LA costumbre de hacer ejercicio con ropa que transpire
poco o muy abrigados, para sudar más, es equívoca e incómoda. Se pierde más
peso es cierto, pero solo de agua, que se recupera en cuanto se bebe lo
necesario.
• Únicamente el ejercicio realizado nos hace quemar calorías, con
independencia de que se sude mucho o poco.
• A partir de los 40 o 50 años es inevitable engordar. No es verdad, lo que
ocurre es que baja el metabolismo, si seguimos comiendo lo mismo y además
reducimos la actividad física, engordaremos inevitablemente. Por eso hay que
comer en cada edad lo necesario, pero no más.