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TEMA 4: “NUEVAS FRONTERAS EN EL MAPA EUROPEO”
NACIONES E IMPERIOS A FINALES DEL S. XIX
1.
Las grandes naciones consolidadas
GRAN BRETAÑA
Se denomina “era victoriana”, al reinar la reina Victoria I. Es un período de
máximo esplendor del Imperio Británico, pues es la primera potencia mundial de la época.
Su forma de gobierno es la monarquía parlamentaria, que evoluciona hasta
convertirse en una democracia con sufragio universal. Fue un país sin revoluciones,
pero con movimientos sociales que pedían reformas electorales, que poco a poco se
consiguieron. El sistema parlamentario se organizó en dos partidos: los conservadores
(tories) y los liberales (whigs), alternándose pacíficamente en el poder.
FRANCIA
Atravesó varios regímenes políticos: monarquía parlamentaria, república e
Imperio. En 1852, Luis Napoleón Bonaparte, sobrino del antiguo emperador, proclamó el
Segundo Imperio y gobernó dictatorialmente como Napoleón III hasta 1870. Fue una época
de gran progreso industrial.
En política exterior intentó hacer de Francia una gran potencia imperial,
rivalizando con Gran Bretaña en la conquista de colonias. Intervino en todos los conflictos y
guerras europeos de la época, con desigual fortuna. Francia acabó derrotada por Prusia, en
el desastre de 1870, en la batalla de Sedán.
El Segundo Imperio se hundió y empezó la Tercera República, en la que se
consiguió el sufragio universal.
ESTADOS UNIDOS
Tras superar la Guerra de Secesión (1861 – 1865), una guerra civil entre los
Estados del N. y los del S., EE.UU. se consolidó como nación y se completó la conquista del
oeste. Desde 1830 era una democracia con sufragio universal.
Los Estados del S., con una economía agraria y esclavista, habían intentado la
secesión de los Estados del N., de economía industrial y abolicionista. Estos últimos,
partidarios de mantener la unión, lo consiguieron tras vencer en la guerra.
2.
El nacionalismo disgregador: imperios austriaco y turco
IMPERIO AUSTRIACO, un imperio plurinacional
En este imperio estaban englobados numerosos pueblos con culturas,
religiones, lenguas y tradiciones muy diferentes. Durante el XIX fueron desarrollando
sentimientos nacionalistas, aspirando a separarse del Imperio y formar estados
independientes.
Los alemanes dominaban a los demás. Los húngaros consiguieron la autonomía
en 1867. Desde ese momento se denomina “Imperio austrohúngaro”.
IMPERIO TURCO, un imperio en desintegración
El Imperio turco (u otomano) estaba en decadencia. Se extendía por el N. de
África, Oriente Próximo y la región de los Balcanes de la Europa Oriental. Estaba gobernado
por un sultán, con muy poca autoridad sobre los territorios alejados de la capital.
En los Balcanes vivían pueblos de religión cristiana y culturas diferentes a la
turca. Los turcos eran una minoría opresora. Estos pueblos luchaban por su
independencia y eran ayudados por imperios vecinos (ruso, austrohúngaro), con
ambiciones de conquista.
Gran Bretaña protegía a Grecia, con el objetivo de impedir la salida del Imperio
ruso al Mediterráneo. Todo esto convirtió a la zona de los Balcanes en un auténtico
polvorín, que acabará explotando y dando lugar a la 1ª Guerra Mundial.
3.
El nacionalismo unificador: Alemana e Italia
En el Congreso de Viena (1815) se trazaron las fronteras de Europa, sin
tener en cuenta los sentimientos nacionalistas. De esta manera, el pueblo alemán quedó
separado en 39 pequeños estados independientes. Los italianos, en 8.
También se produjo el fenómeno contrario, múltiples pueblos-nación eran unidos
a otros con los que no tenían mucho en común y se les integró en grandes estados
opresores.
En las revoluciones de 1820, 1830 y 1848 los nacionalistas griegos y belgas
consiguieron independizarse del imperio turco y de Holanda, respectivamente.
Entre 1859 y 1870, el mapa europeo se modificó considerablemente, pues se
unificaron los diferentes estados alemanes e italianos.
4.
El imperialismo
A mediados del XIX Gran Bretaña y Francia tenían imperios coloniales
importantes. África era un continente prácticamente desconocido para los europeos. En
Asia, los ingleses se habían instalado en la India y los holandeses y portugueses poseían
algunos enclaves costeros.
A partir de 1870 surgió el imperialismo: una acelerada carrera entre las
principales potencias industriales para conquistar territorios y conseguir repartirse África y
Asia en pocos años.
A partir de 1870 despega la segunda Revolución Industrial; eso aumentó la
necesidad de materias primas y de mercados. Las inminentes ganancias debían invertirse
en nuevos negocios y las colonias ofrecían oportunidades de inversión (ferrocarriles,
puertos, carreteras…). Los beneficios aumentaban porque se utilizaba mano de obra muy
barata.
El imperialismo puede considerarse una continuación del nacionalismo, pues
las naciones buscaban engrandecerse conquistando colonias.
REPARTO DE ÁFRICA
A partir de 1880 la fiebre por repartirse el continente africano hacía temar
choques violentos entre los países europeos. En 1885, en la Conferencia de Berlín,
convocada por el canciller alemán Bismarck, se acordó que los países que tuvieran
asentamientos costeros tendrían preferencia para conquistar el interior, pero deberían
ocuparlo militarmente y dar comunicación formal a los demás.
Gran Bretaña y Francia se adelantaron. Alemania llegó tarde y consiguió menos
posesiones. El mapa de África quedó así:
- Gran Bretaña trazó un eje vertical N-S que partiera de El Cairo hasta Ciudad del Cabo.
Lo necesitaba para asegurarse la ruta marítima hacia la India.
- Francia ambicionaba un eje horizontal O-E, por la mitad superior del continente, para
construir un imperio continuo desde el Atlántico al Índico.
REPARTO DE ASIA
Como en este continente existían estructuras políticas más organizadas, el
reparto se trazó de otra manera. Cuando se trataba de conquistar territorios con
gobiernos indígenas organizados, se establecía un protectorado (rodear al gobierno de
consejeros europeos que le “protegían”).
En el caso del Imperio chino, ninguna potencia europea estuvo interesada por
conquistarlo en su totalidad, pues habría sido muy costoso. Se dividió en zonas de
influencia. Cada país (Gran Bretaña, Francia, Alemana, Estados Unidos, Japón e Italia)
obtenía concesiones comerciales preferentes y libertad para su explotación,
manteniendo, en teoría, la autoridad el emperador chino.
5.
Consecuencias del imperialismo
ECONÓMICAS
.- Las poblaciones indígenas perdieron la propiedad de sus tierras.
.- Los europeos implantaron el monocultivo (cacao, café, té, caucho), destinado a la exportación
a países industriales.
.- Los europeos extraían materias primas sin compensar a los indígenas.
SOCIALES Y DEMOGRÁFICAS
.- Trabajo forzoso: indígenas obligados a trabajar en las explotaciones europeas, a cambio de
salarios ínfimos, aunque la esclavitud estaba
prohibida.
.- Introducción de mejoras sanitarias (vacunas y
medicamentos), que redujeron la mortalidad.
.- Desequilibrio demográfico: se redujo la mortali-
.- Los europeos también impedían la industrialización en las colonias, para que los indígenas tuvieran que comprar productos industriales europeos
más caros.
Por ej: los ingleses destruyeron los telares tradicionales de la India.
dad, no la natalidad; con lo cual, hubo crecimiento demográfico, lo que favoreció una mano
de obra abundante y barata.
.- Hambre y desnutrición de la población colonizada. Habían crecido por encima de sus posibilidades de alimentación.
POLÍTICAS
.- Sometimiento de la población indígena a gobernantes europeos.
.- Distribución artificial de territorios y fronteras, sin
tener en cuenta las áreas tribales tradicionales.
CULTURALES
.- Racismo: los indígenas se consideraron seres
inferiores a los occidentales.
.- Imposición de la religión, lengua y costumbres
europeas. Pérdida de las tradiciones culturales
indígenas; es decir, aculturación.
EL AVANCE DEL LIBERALISMO Y DE LA DEMOCRACIA EN ESPAÑA
El reinado de Isabel II (1833 – 1868)
Fernando VII murió en 1833 y dejó sucesora a su hija Isabel II, de tres años. Los
partidarios del absolutismo apoyaron a D. Carlos, hermano del rey fallecido, estallando una
guerra civil (Primera Guerra Carlista 1834 – 1839).
La reina regente, María Cristina, se tuvo que apoyar en los liberales. Fue una
lucha entre absolutistas y liberales, imponiéndose los últimos. Hubo una Segunda Guerra
Carlista entre 1847 y 1860.
1.
Sistema político
Isabel II implantó un régimen liberal, con fuertes tensiones entre ellos,
divididos en dos partidos: moderados (más poder para la reina) y progresistas (más
poder para el parlamento). En 1837 se aprobó una nueva constitución.
En esta época, las diferencias políticas se arreglaban con golpes de estado
(pronunciamientos), que colocaban en la presidencia del gobierno a generales de uno u otro
partido, como Espartero (progresista) o Narváez (moderado).
Los favoritismos personales de la reina provocaron cambios del partido
gobernante, teniendo que cambiar también la constitución en muchos casos; como por
ejemplo, en 1845, de orientación moderada, apoyada por la reina.
Esta última constitución duró hasta 1868, año en que Isabel II fue destronada,
refugiándose en Francia. Dio paso a la revolución llamada “La Gloriosa”.
Sistema socioeconómico
España estaba en franco atraso económico y social, frente a los países
europeos:
.- Economía agraria. Los nobles y burgueses eran terratenientes que invertían sus ganancias
en comprar terrenos o títulos nobiliarios, pero no en industria.
.- Mentalidad nobiliaria, no capitalista.
-
Aun así, hubo algunos avances en períodos cortos de gobierno progresista:
Desamortización de Mendizábal: El estado expropió los bienes de la Iglesia y el clero, y
los subastó para poder pagar las deudas.
Ley de Ferrocarriles de 1855, que permitió una red ferroviaria vial, con centro en Madrid.
El Sexenio Revolucionario (1868 – 1874)
“La Gloriosa” tuvo bastante de pronunciamiento militar, encabezada por los
generales progresistas Serrano y Prim. Tras el destronamiento, se formó un gobierno
provisional y unas Cortes Constituyentes que aprobaron una constitución en 1869.
2.
Durante ese período surgieron nuevos partidos clandestinos: los demócratas y
los republicanos.
Se buscó una nueva dinastía en el italiano Amadeo de Saboya, con buenas
intenciones democráticas, pero que no acabó de entender el laberinto de la política española
y la lucha entre los partidos políticos. Tuvo que abdicar en 1873, dejando como única
alternativa la Primera República.
3.
La Restauración de Alfonso XII
Alfonso XII llegó a España tras el pronunciamiento del general Martínez
Campos, en 1874. Con su reinado se inició la Restauración, tras un breve período
revolucionario.
Sistema político
Hubo elecciones y ganó el Partido Conservador de Cánovas del Castillo. El
nuevo régimen necesitaba una constitución, flexible para que se mantuviera, con
independencia del partido que gobernara. Esto permitió el período más largo de estabilidad
política. La constitución de 1876 duró hasta 1923, en que Primo de Rivera dio un golpe de
estado y la suspendió.
-
Estos fueron sus principios:
Equilibrio entre el poder real y el de las Cortes. Era una “soberanía compartida”.
Reconocimiento de los derechos y libertades ciudadanos, aunque con limitaciones.
Religión católica como la oficial del Estado, pero con tolerancia hacia el resto de cultos.
No reconocimiento del sufragio universal, pero se preveía la posibilidad de implantarlo.
Parlamento bicameral.
Este sistema político intentaba aparentar ser una monarquía parlamentaria,
pero su principal apoyo eran los nobles y burgueses ricos. Se recurrió a:
.- Limitación a dos partidos políticos (conservador de Cánovas y liberal de Sagasta), con
turno de gobierno.
.- Falseamiento de resultados electorales. En 1891 se aprobó el sufragio universal, pero
continuó la farsa política.
Sistema económico
Seguía siendo una agricultura latifundista; las tierras estaban en manos de los
caciques, emparentados con banqueros y políticos, sobre todo en el S. de España. La
Iglesia controlaba la educación. La mayoría de los campesinos no tenían tierras y vivían en
la miseria, apuntándose al anarquismo.
La industrialización avanzaba lentamente. Los primeros focos industriales se
instalaron en Cataluña (industria algodonera) y el País Vasco (industria siderúrgica). La
burguesía industrial reclamó más influencia, coincidiendo con el florecimiento de tendencias
nacionalistas en ambas zonas. Entre los obreros se difundían ideas socialistas. El PSOE lo
fundó Pablo Iglesias en 1879 y la UGT en 1888.
La guerra de Cuba
Cánovas murió asesinado en 1897 por un anarquista. Sagasta, en 1898, se
enfrentó a los Estados Unidos.
El Maine, un acorazado estadounidense, explotó en el puerto de La Habana; los
americanos acusaron a España de volarlo, aunque luego se descubriría que la voladura fue
desde el interior. Con el pretexto de defender los intereses independentistas cubanos,
invadió la isla, dando lugar a la guerra de Cuba.
La marina española fue destrozada en Santiago. España perdió Cuba, Puerto
Rico y Filipinas, quedando las tres en manos de de Estados Unidos. Este fue el final
del imperio español.
El desastre de 1898 puso en evidencia la decadencia española. A partir de
entonces, el régimen de la Restauración intentó, sin conseguirlo, reformar la política
española que sacara al país del atraso.