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zoom Hogar Santa María de la Caridad La quinta Las Niñas, ubicada en la urbanización Macaracuay de Caracas, no recibió ese nombre fortuitamente: allí viven 42 pequeñas y adolescentes bajo el amparo afectuoso y disciplinado del Hogar Santa María de la Caridad, una asociación civil sin fines de lucro que brinda atención integral a menores en situación de orfandad o separadas temporal o permanentemente de su familia biológica. Deseosa de ofrecer una alternativa a la infancia desatendida, Esther de Fernández concretó su iniciativa en 1992, cuando el Instituto Nacional del Menor puso a su cuidado a tres pequeñas. Quince años después, más de 200 niñas han pasado por la institución. Fernández no está sola. La acompañan su esposo y un equipo integrado por una psicopedagoga, una psicóloga, una trabajadora social, cuatro asistentes de formación, un sacerdote, un profesor de música y tres empleados de mantenimiento. Entre todos –con espíritu familiar y valores católicos– hacen posible la convivencia, educación y desarrollo de las chiquillas, desde que ingresan –asignadas por los tribunales de menores– hasta que cumplen la mayoría de edad. El Hogar Santa María de la Caridad, que recibe a las niñas cuando tienen entre 5 y 10 años, ejerce la guarda, custodia y patria potestad. Como en cualquier residencia, las chicas van a la escuela –todas están inscritas en colegios privados–, se reúnen para comer, hacen los deberes y realizan actividades recreativas los fines de semana. Llamada cariñosamente “Mami”, Fernández promueve en ellas la participación activa en las tareas domésticas. Cumplidos los 18 años, las muchachas pueden retirarse del hogar. Las que deciden quedarse reciben apoyo para continuar sus estudios, obtener empleo e independizarse. 16+SALUD foto francesco spotorno Familia extendida * hacen posible la convivencia, educación y desarrollo de las niñas Fernández y su familia son responsables del 70% de los gastos. Además, reciben aportes de empresas privadas, de particulares y de los padrinos de las chicas (todas han sido bautizadas). Ya adultas y emancipadas, cuando visitan su antiguo hogar –(0212)2572275 / ext. 4065– las “niñas” de Fernández vuelven a entregarse, entre abrazos, lágrimas y sonrisas, a la familia extendida que les ofreció el soporte indispensable para crecer. • zoom Dividendo Voluntario para la Comunidad Aporte que cuenta De la mano de las comunidades y organizaciones de desarrollo social no gubernamentales, el Dividendo Voluntario para la Comunidad (DVC) canaliza los dividendos empresariales hacia sectores de escasos recursos. Para esta asociación civil sin fines de lucro, la responsabilidad social empresarial no es una asignatura nueva. Creada en 1964 por iniciativa del industrial Eugenio Mendoza, dirige los aportes del capital privado hacia tres áreas de acción: educación, salud y entorno urbano. Su informe del año 2006 es revelador: recaudó más de 4 millardos de bolívares, apoyó a 110 organizaciones de desarrollo social y benefició –directamente– a 18.000 personas en todo el país. nidad, una iniciativa que permite a los vecinos de un barrio mejorar su entorno urbano. La operatividad de la institución es posible gracias al respaldo profesional y técnico de empresas y particulares que ofrecen su tiempo y sus servicios a la misma causa. Comprometido con la sistematización y evaluación permanente de sus proyectos, el DVC –www.dividendo.org– también analiza las iniciativas que nacen de las comunidades organizadas –para asegurar su viabilidad– y trabaja en la identificación de nuevos contribuyentes. Todo, para construir la necesaria solidaridad entre empresa y sociedad. • Más de 400 empresas han participado en el DVC, una organización que en sus primeras décadas de gestión reunía y administraba fondos para promover programas sociales. Hoy además capta recursos con planes estratégicos definidos, con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de los aportes y su destino. Son varios los programas que funcionan como mecanismo de recaudación: Aporte Voluntario por Nómina (la contribución se deduce a los trabajadores y la empresa realiza un aporte similar para generar un efecto multiplicador); Dona tu vuelto (capta el “sencillo” de clientes); Contribuciones destinadas y en especies (apoya a organizaciones en determinadas áreas de interés) y Fondos especiales (creados para propósitos extraordinarios –como tragedias naturales– que ameritan una respuesta conjunta del empresariado). Hoy, el grueso de los recursos se destina al programa bandera del DVC: Construcción de Comu- foto francesco spotorno favorece la solidaridad entre empresa y sociedad 17+SALUD zoom Fundanemia Con todos los hierros * foto francesco spotorno realiza jornadas gratuitas de detección La cifra es impactante: una tercera parte de la población mundial –alrededor de 2.000 millones de personas– padece anemia. Animada por la necesidad de crear conciencia sobre los problemas de salud que genera la condición, surge la Fundación Venezolana contra la Anemia (Fundanemia), una organización no gubernamental –sin fines de lucro– que realiza actividades vinculadas con la prevención y el tratamiento del trastorno. La iniciativa nace en el año 2004 a raíz del alerta formulado por la Organización Mundial de la Salud, un llamado que encontró eco en médicos de todo el mundo. Hoy, la red latinoamericana de fundaciones vinculadas con el tema la integran Argentina, Ecuador, Perú y Venezuela. La anemia es una condición patológica caracterizada por una disminución de la hemoglobina por debajo de los valores normales establecidos según la edad y el sexo. La deficiencia de hierro es su causa más frecuente. Por tratarse de una afección silenciosa y progresiva, Fundanemia sustenta su acción en la realización de jornadas gratuitas de detección. En asociación estratégica con otras instituciones –Fundación Bengoa, Sociedad Venezolana 18+SALUD de Cardiología, Escuela de Medicina José María Vargas y Hospital J.M. de los Ríos– ha recolectado muestras en comunidades populares de Caracas, Sucre, Apure y Vargas. En los casos que lo ameritan el paciente es remitido a un médico. En materia de divulgación, Fundanemia adelanta una agenda de charlas educativas en colegios e institutos de salud, y publica boletines informativos que incluyen sugerencias para seguir una dieta balanceada y formas de prevenir la anemia en niños, embarazadas y adultos mayores. Para cumplir con sus actividades, la fundación recibe aportes de organismos privados y cuenta con la solidaridad de voluntarios –estudiantes en su mayoría– que participan en las jornadas de detección. Conscientes de que el trabajo apenas comienza, en Fundanemia –(0212)2711013– se proponen continuar con la recolección de muestras para lograr una estadística representativa de la situación de la enfermedad en el país, establecer alianzas con entes del Estado para multiplicar la atención comunitaria, y difundir su mensaje de prevención con el lema “Anemia 0”. •