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La misericordia moviliza
nuestra capacidad de amar
Año 8
Nº16
Marzo 2016
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Sumario
Portada: Alma Lidia Rodríguez Zorrilla, ctsj (Abidjan)
1
Editorial
3
Pizarra Artística
La Misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Ana Rita Revez Lafayette, ctsj (España)
4
Las Fundadoras Hoy
La Misericordia de Dios en nuestras Madres Fundadoras
Hna. Mª Encarnación Martínez Santos, ctsj (España)
5
Hemos Visto y oído
Experiencia de la misericordia en el colegio El Carmen
de Tarragona en sus 100 años de existencia.
Hna. Lucía Huerta Huerta, ctsj (España)
8
Al habla con...
La Hna. Lizeth Paola Soler López
Hna. Judith Blanco Rodríguez, ctsj (España)
10
Clamor de vida para la misión
Carmelitas Teresas de San José de corazón fiel,
pobre y contemplativo.
Hna. Cecilia Barreda Merino, ctsj (México)
12
Desde Nuestro Derecho
La misericordia, sello de familia.
Hna. Rosalía Fuertes Fuertes, ctsj (España)
14
Mirando Nuestro Mundo La misericordia moviliza nuestra capacidad de
amar desde una entrega sencilla y generosa en
tierra Holguinera.
Hna. Leocadia Duran Santiago, ctsj (Cuba)
16
Al aire de los místicos Santa Teresita del Niño Jesús, el rostro
de la Misericordia.
Hna. Teresa Jiménez Fernández, ctsj (República Dominicana) 18
Ecos de la Iglesia
Invitaciones a la vida religiosa desde la
Bula Misericordiae Vultus del Papa.
Hna. Elisa Herrera Balboa, ctsj (Chile) Punto de vista
Y tú, ¿qué piensas?
Hna. Mercedes Trigo Prunera, ctsj (España)22
Lee, ríe, juega Puede interesarte
20
25
Humor
Hna. Alma Lidia Rodríguez Zorrilla, ctsj (Costa de Marfil)
26
Pasatiempo
Hna. Dania Margarita Rodríguez Zorrilla, ctsj
(Rep. Dominicana)27
Revista: CarmelitasTsj
Año 8 Número 16 Marzo 2016
Edita: Undanet
Diseño y maquetación: Desiderio Guerra
© Hermanas Carmelitas Teresas de San José
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Editorial
Ya podría yo tocar el sol y vaciar el mar.
O inventar un lugar al sur para la libertad.
Conocer el principio y fin de cada estrella.
Y si me falta el amor, ya ves. Yo no soy nada.
“Sin límites”, José Luis Perales
V
ale la pena preguntarnos de qué clase
de amor estamos hablando cuando nos
planteamos el tema de la misericordia. José Luis Perales en
su canción sin límites, nos trae
a la memoria inmediatamente
el texto de primera Corintios
en el capítulo 13 y nos pone de
cara al amor que responde a
una experiencia de misericordia
inédita, porque sobrepasa la lógica humana y nos adentra en
el misterio de Dios, el único que
ama sin límites.
El documento de Nuestra Misión afirma que “en el origen de
cada Carmelita Teresa de San
José, como sujeto misionero,
existe una experiencia personal
de la misericordia del Señor”.
Las Carmelitas Teresas de San
José somos testigos de la infinita compasión de Dios. Cada
una, con nombre propio, ha
experimentado en sí misma, de
manera singular, que su miseria
humana ha sido pasada por el
corazón de Dios.
Es posible que por la novedad del
año jubilar de la misericordia,
propuesto por el Papa Francisco, la palabra misericordia se
haga repetitiva y sobre ella realicemos muchas reflexiones, sin
embargo necesitamos precisar
una clave que le dará profundidad y sentido vital a nuestras
vertientes carismáticas.
Esa clave consiste en ponernos de
cara a Dios y sentirnos sus criaturas para identificar aquello en
lo que, por su gran misericordia,
hemos sido sanadas, salvadas,
perdonadas, redimidas… sólo
entonces nuestra vida adquiere
el carácter de testigos del amor
sin límite de nuestro Dios que es
Padre-Madre.
Ser testigo por experiencia
del perdón, del abrazo cálido,
de la fiesta por el regreso, etc,
es reconocer con el corazón
quebrantado y humillado por
encima de cualquier situación,
la que sea, que es criatura y esta
condición le permite volverse
de cara a su Creador y sentir
que aún habiéndose alejado
del Amor, es profundamente
amado, sin condiciones. Amado
sólo por ser hijo/a en el Hijo.
personas, ni acciones, en donde
sea y sin distinción de personas,
realizará el proyecto de Dios.
Es esta la misericordia que moviliza nuestro amor. ¡Sí! Dios ha
pasado por su corazón, es decir
por su Hijo Jesucristo, nuestra miseria: todo tipo de muros, vallas y
obstáculos caen para dar rienda
suelta al abandono, la confianza
y la presencia cálida, acogedora,
liberadora, incluyente, hacia los
demás, los más cercanos y los
desconocidos, a todos.
Si dejamos a Dios que sondee
nuestro corazón encontrará de
parte nuestra una respuesta parecida a la de Pablo, el Apóstol
por excelencia: Juzgo que todo es
pérdida con tal de vivir arraigada
en Jesucristo por quien lo hemos
dejado todo, para ganarlo todo.
En cada Carmelita Teresa de
San José acontece el misterio de
la encarnación de Jesús como
en cada uno de sus seguidores.
Esta experiencia que le da un
giro incalculable a la propia
vida, genera una convulsión tal
que le lleva a arder en pasión
por Jesús y su Reino.
El amor entre Dios y cada Carmelita Teresa de San José lanza
a ir, con disponibilidad, a cualquier parte del mundo para
empujar la acción de Dios desde la misión encomendada, no
habrá preferencia de lugares, ni
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
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La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Pizarra artística
La Misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Hna. Ana Rita Revez Lafayette, ctsj
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Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Las Fundadoras Hoy
La Misericordia de Dios en
nuestras Madres Fundadoras
Hna. Mª Encarnación Martínez Santos ctsj
“… y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación…” (Lc. 1, 50)
“Bienaventurados los misericordiosos
porque ellos alcanzarán misericordia.” (Mt. 5, 7)
“Misericordia es la ley fundamental
que habita en el corazón de cada persona
cuando mira con ojos sinceros al hermano
que encuentra en el camino de la vida”. MV, 2
E
n las Constituciones de
1883, capítulo I, artículo 1º escriben Nuestras
Madres: “La asociación se dedicará a las obras de
caridad y beneficencia, entre la
cuales se cuenta de modo especial o particular, la acogida a las
niñas que quedaren huérfanas
en tiempo de guerra o calamidades públicas”
divino es tan copioso que fluye
hacia los hermanos que encuentran en el camino; para
ellas las niñas huérfanas de
aquella atormentada sociedad
del siglo XIX.
En las Constituciones de 1883,
que ya he citado, en la frase:
“La asociación se dedicará a las
obras de caridad y beneficencia…” descubro que el amor, -la
caridad- está inseparablemente
Nuestras Madres Teresa Toda y
Teresa Guasch acogieron en su
vida el amor misericordioso de
Dios manifestado en Nuestro
Señor Jesucristo anonadado
y obediente hasta la muerte y
una muerte en Cruz. (Cfr. Flp.
2). A ellas y a la abuela Magdalena el Espíritu Santo las
colmó de sus dones porque las
encontró plenamente disponibles para ir descubriendo la
Voluntad de Dios en su historia
personal y en la realidad social
en que vivieron.
Maravillosamente Dios se
complace en estas sus hijas que
descubren su amor misericordioso en los acontecimientos
dolorosos de su vida. Este amor
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
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Las Fundadoras Hoy
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
La Misericordia de Dios en nuestras Madres Fundadoras
Hna. Mª Encarnación Martínez Santos ctsj
unido a hacer el bien, “beneficencia” y para esto vivieron
nuestras Fundadoras y nos lo
han trasmitido a nosotras sus
hijas. Desde los orígenes de
nuestra Congregación hemos
vivido esta hermosa herencia
según las necesidades que la sociedad nos ha exigido.
Riudecanyes, Tarragona y
Barcelona son espacios sagrados donde Teresa Toda y
Teresa Guasch iluminadas
por el Espíritu Santo, apoyadas por la abuela Magdalena
y sus directores espirituales,
experimentaron el amor misericordioso de Dios que las
acogía y la enviaba a ser misericordia con las niñas huérfanas
y pobres. ¿Cómo explicar sino
6
el milagro de convertir el desprecio y la humillación en
misericordia hacia la niñez
desamparada y dilatarla a toda
persona que encontraban en su
vida: hermanas de Congregación, laicos pobres y allí donde
descubrían, como el buen samaritano del evangelio, a un
hermano necesitado de ayuda
espiritual o material?
El Papa Francisco nos llama,
en el nº 15 de la Bula MV,
a redescubrir las obras de
misericordia corporales y espirituales, que Jesús predicó y
vivió y que seremos desde ellas
juzgados. (cfr Mt. 25, 31-45).
Nuestras Madres las llevaron
en su vida y en su servicio generoso y gratuito siguiendo a
Jesús el Buen Samaritano por
excelencia. ¡Qué nosotras sus
hijas, en este Año Santo de la
Misericordia, vivamos como
ellas este hermoso y práctico
programa de vida!
Sin perder el hilo de mi reflexión,
veo en la Venerable Madre Teresa Toda su gran preocupación
por la formación cristiana y humana de su pequeña hija y para
completar las enseñanzas que
recibe en el hogar, matricula a
la pequeña Teresa en el Colegio
de las religiosas de La Enseñanza de Tarragona. En su corazón
misericordioso presiente la necesidad de educar a su hija para
que se pueda realizar el gran
reto de “educar cristianamente
a las niñas huérfanas y pobres”.
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Las Fundadoras Hoy
La Misericordia de Dios en nuestras Madres Fundadoras
Hna. Mª Encarnación Martínez Santos ctsj
En la penumbra de la fe no
tiene claro “el cómo” pero confía plenamente en Dios que la
llevará por el camino del abandono total en su misericordia
a la meta que en sus designios
amorosos le tiene marcada.
El Señor nunca defrauda a los
que ponen en El su confianza.
La Madre Teresa Guasch culminará su formación académica y
llena del amor compasivo que
ha vivido en su hogar podrá junto a su madre abrir un colegio
para niñas huérfanas y abandonadas por cualquier causa en la
industrial Barcelona.
No me extiendo aquí en ir
aplicando a la vida y obra de
nuestras Madres una a una las
obras de misericordia, nosotras las podemos “redescubrir”
conocedoras como somos del
carisma y misión que nos dejaron en herencia y las veremos
brillar en cada una de las etapas de su vida.
Las palabras del salmista: “El
Señor sana los corazones afligidos y les venda sus heridas…”
(salmo147, 3) fueron bálsamo
medicinal para ellas que tantas
heridas recibieron en su vida
de esposa, madre e hija y que
en los orígenes de su deseada
misión de misericordia obstaculizaron su acción benéfica.
Pero por encima de todo estaba el convencimiento de que la
misericordia de Dios es eterna
y nadie ni nada es capaz de
detener los designios divinos.
En medio de este camino lleno
de sinsabores recibían el consuelo de la Palabra de Dios:
“dichoso el que cuida del débil y del pobre” (salmo 41,2).
Felices, bienaventuradas, dichosas nuestras Fundadoras
que pudieron, llenas del amor
misericordioso de Dios , llevar el consuelo, la protección
y el cariño a las niñas huérfanas y pobres y que hoy somos
nosotras sus continuadoras, si
como ellas, dejamos que la misericordia de Dios conmueva
nuestras entrañas ante tantos
hermanos que sufren en el
cuerpo y en el espíritu.
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
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La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Hemos visto y oído
Experiencia de la misericordia en el colegio El
Carmen de Tarragona en sus 100 años de existencia.
Hna. Lucía Huerta Huerta, ctsj
nos de este mundo tocados por
el misterio del mal.
Nuestras Madres Teresa Toda y
Teresa Guasch miraban con ojos
misericordiosos a su querida Tarragona, sabían que por aquellos
años había mucha necesidad de
acogida y formación de la niñez
y juventud, esta es la razón principal por la que lucharon hasta
conseguirlo el fundar aquí un
Colegio-Asilo para todas las niñas que lo necesitaban.
E
n este Año Jubilar de
la Misericordia y bajo
el Lema: “Misericordiosos como el Padre”
podemos muy bien encuadrar
toda la misión realizada en el
colegio El Carmen desde sus
orígenes hasta hoy y con perspectivas de futuro.
El Papa Francisco en sus escritos y en la Bula “Misericordiae
vultus” nos anima a abrir las
puertas de nuestro corazón, al
amor misericordioso. Porque la
auténtica misericordia es tener el
corazón vinculado y adherido a
quien vive la miseria o se siente diferente y pobre. A Jesús se
le revolvían las entrañas ante el
desgarro del hermano sufriente,
ante la injusticia o la explotación. Quien es misericordioso se
rebela ante el odio, el egoísmo,
la guerra, la pobreza, el abuso, la
marginación. Por eso lucha por
la dignidad de los seres huma8
Estamos a punto de iniciar la
celebración del centenario del
Colegio. Son momentos para
celebrar, agradecer y recordar a
tantas personas que han hecho
posible la vida de este Centro y
darle un nuevo impulso.
Como sabemos Tarragona es la
última fundación en vida de la
Madre Teresa Guasch. Desde el
año 1912 dio los pasos adecuados para implantar su obra en
la ciudad en que se había criado
y formado. Pero las dificultades
para hacerlo fueron muy grandes,
se oponían por diferentes motivos
tanto las autoridades religiosas
como civiles, se consideraba que
ya había muchos centros en la
ciudad, pero nada arredró a estas
mujeres de profunda fe y comprometidas con la causa de los
pequeños e indefensos.
Por fin, después de diferentes solicitudes y actuaciones, el día 4 de
marzo de 1916 se firmó el decreto
de erección de la Casa-Asilo, en
la zona extrema de la parroquia
de San Juan y cerca del barrio de
pescadores del Serrallo, en la parte baja de la ciudad.
Esta zona en aquel tiempo se
consideraba de muy bajo nivel
moral, cuentan las crónicas que
las personas decentes apenas
podían transitar por las calles a
determinadas horas. Las hermanas descubrieron rápidamente
que sólo con un corazón lleno
de misericordia podían iniciar
su misión. Así lo hicieron. Salieron en busca de las niñas que
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Hemos visto y oído
Experiencia de la misericordia en el colegio el
Carmen de Tarragona en sus 100 años de existencia.
Hna. Lucía Huerta Huerta, ctsj
merodeaban por las calles y
muy pronto se llenaron las dos
aulas con las que iniciaron el
curso en el mes de septiembre
de 1916. Más tarde llegaron las
primeras huérfanas al pequeño
internado. Aquí las hermanas
practicaron todas las obras de
misericordia con gran sencillez
y derrochando amor.
El Papa Francisco nos dice en
la Bula Misericordiae vultus
(El rostro de la misericordia)
“Hay momentos en los que de
un modo mucho más intenso
estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para
poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del
Padre” Las primeras hermanas
fundadoras de este centro fueron expertas en misericordia,
supieron mirar el mundo con
los ojos del Dios misericordioso, fueron verdaderas madres,
maestras y amigas para las niñas
que más necesitaban ser atendidas. Tenían el corazón adherido
a las que vivían en las cunetas de
la vida, sin ilusión ni sentido en
medio de la marginación, y así,
con su acogida y misericordia
lucharon hasta lograr formar
mujeres de bien y unas buenas
cristianas. Así lo reconocieron
los mismos prelados que tantas
trabas les pusieron para fundar.
de los barrios populares, periféricos de Tarragona como
Buenavista, Torreforta etc. que
deseaban educar a sus hijas en
centros religiosos, se les facilitó
para que ellos también tuvieran
acceso, poniendo transporte.
Los alumnos de este Centro se
han caracterizado por ser muy
sencillos, de trato amable, buenos estudiantes, disciplinados
etc. Los directores de diversos
institutos donde siguen los estudios superiores así nos lo han
manifestado, nos dicen ellos,
que nuestros alumnos tienen
una manera de ser muy positiva, que los distingue de los
demás colegios. Damos por ello
gracias a Dios.
Hoy como hace 100 años queremos mirar la vida y las personas
con la misma mirada que lo
hace el Padre, continuamos viviendo en el mismo lugar que
existió el primer centro, aunque
las estructuras están completamente nuevas, modernas y
acogedoras. El barrio también
está muy mejorado en todos
los sentidos. Pero necesitamos
seguir ejerciendo la misericor-
dia a manos llenas. Somos una
escuela inclusiva. Tenemos en
nuestras aulas alumnos de toda
clase y condición, unos cuantos con diferentes pobrezas,
hijos de familias desestructuradas, inmigrantes, con muy
poca formación religiosa, etc.
También hay varios con deficiencias psicológicas y diversos
síndromes que necesitan un
trato muy especial, de mucha
atención y paciencia. Generalmente los que más necesitados
están de misericordia suelen
ser difíciles en el trato, incómodos, distintos, etc. Pero somos
conscientes, que ellos deben
ser nuestros preferidos como lo
fueron para Jesús y para tantas
hermanas y laicos que entregaron con ilusión lo mejor de sus
vidas a favor de la educación y
por un mundo mejor.
Y como dice el himno del
centenario compuesto para
la ocasión: “Tarragona fue
elegida para seguir viviendo
entre nosotras. Gracias Madres
Fundadoras por fundar este colegio. Os tendremos siempre en
nuestra memoria y en nuestro
sentimiento”
El colegio El Carmen siempre se
ha distinguido por esas actitudes
de acogida y sencillez en el numeroso internado de huérfanas
o con familias complicadas antes de la guerra y después. Más
tarde por los años 1970 acogió
a las hijas de familias sencillas
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
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La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Al habla con..
La Hna. Lizeth Paola Soler López
Hna. Judith Blanco Rodríguez, ctsj
N
ació el 29 de abril de
1991 en Bogotá (Colombia). Fue consagrada el 15 de Julio
de 2012. En su vida ha vivido en
lugares tan diversos como: Medellín, Cúcuta y Bogotá. Se ha
dedicado a buscar en todo amar
y servir desde la Pastoral Juvenil,
Catequesis y Educación tanto en
Preescolar como Bachillerato.
• Un color: Azul.
• Una película: El último regalo.
• Una flor: Lirios.
• Una cita bíblica: Jn 15, 9: Os
amo como el Padre me ama
a mí; permaneced, pues, en el
amor que os tengo.
• Un sueño: Formalizar una
escuela Rural con atenciones
educativa y médica.
• Un paisaje: El atardecer en la
Playa o la tranquilidad de las
montañas Antioqueñas.
• Una comida: Los Espaguetis.
• Una obra de misericordia:
Perdonar al que nos ofende.
• Una preocupación: La injusticia de nuestra sociedad.
- En este año jubilar de la Misericordia el tema elegido para este
número de nuestra revista es: “La
misericordia moviliza nuestra capacidad de amar” en un primer
momento ¿qué te evoca?
Evoca en mí una profunda sintonía
con las raíces de nuestro Carisma.
El experimentarme convocada a ser
10
expresión de ternura y misericordia
en los diversos contextos y con los
diversos rostros e historias, me permite descubrir que el amar cuando
es eficaz es transformador. Muchos
de los nuestros necesitan el bálsamo
de la ternura y la misericordia que
aliviane la carga de sus vidas y les
sumerja en la vitalidad del corazón
de Dios que ama y espera con gozo
una respuesta generosa del hombre.
La misericordia me pone y nos pone
en camino de descifrar el corazón
del prójimo y permitirme ser para
él lo que este más necesita: acogida,
paciencia, escucha, cercanía, amor.
De esta forma el amor concreto
y dedicado especialmente a cada
uno, no solo alivia sus dolores o
alimenta su esperanza sino que es
transformador.
-¿En qué pasaje de la vida de
Jesús se expone nítidamente el
significado de la misericordia del
Padre: en una parábola, en algún
acontecimiento de su vida, en alguna de sus palabras?
Más allá de las parábolas conocidas
de la misericordia ubicadas en el
capítulo 15 de San Lucas, creo que
la versión del joven rico de Marcos
contiene un sumo grado de misericordia. En este pasaje la expresión
literal dice que “Jesús le miro con
amor”. Imagino lo cargada que estaba la mirada de Jesús, pues aunque
el joven no deja sus posesiones, ni
cumple con lo que pedía Jesús, este
no se siente juzgado por no hacerlo. La mirada de Jesús le confronta
con su miseria personal. Quizá más
adelante el joven se arrepintió y reconoció el valor real de las cosas, pero
en ese instante siente cómo Jesús
mira su fragilidad, no la juzga y no
solo la comprende sino que la hace
suya para redimirla con su amor.
-La misericordia, en la Biblia, nos
hace conocer a un Dios ‘emotivo’.
¿Descubrir un Dios que se conmueve y se enternece por el hombre
puede cambiar también nuestra actitud hacia nuestro mundo?
Si, quizá muchas veces no somos
capaces de ofrecer lo mejor de nosotros porque no lo hemos recibido de
otros. Constatar que en la dureza
y frialdad de nuestro mundo Dios
se enternece con nosotros, que ama
nuestros logros como nuestros fracasos, nos ayuda a caer en la cuenta
que el amor va más allá. El amor
está en la praxis, es estilo de vida.
Reconocer que Dios se experimenta
enamorado de cada ser humano y
que acompaña nuestras luchas y
búsquedas por el bien, sintoniza mi
corazón a hacer lo mismo con los
hermanos. Me compromete a multiplicar lo que he recibido. La ternura
es sanadora, el amor, la acogida…
somos seres afectivos y en la medida que nos reconocernos amados y
valorados por otro nuestra actitud
ante los demás y ante el mundo se
concibe distinta.
- Afirma el Papa Francisco: “La
misericordia es la viga maestra
que sostiene la vida de la Iglesia.
Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura
con la que se dirige a los creyentes; nada en su anuncio y en su
testimonio hacia el mundo puede carecer de misericordia. La
credibilidad de la Iglesia pasa a
través del camino del amor misericordioso y compasivo”. (MV
10) ¿Cómo crees que hay que
caminar para que esto se haga
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Al habla con ...
La Hna. Lizeth Paola Soler López
Hna. Judith Blanco Rodríguez, ctsj
realidad en la vida de nuestra
Iglesia y en nuestra forma de
evangelizar? ¿Qué pasos piensas
hay que dar?
Siento que es necesario reconocernos
como Iglesia que es ante todo comunidad de fe y escuela de discipulado.
Bajar la mirada para los excluidos
del hoy, mujeres, pobres, comunidad
LGTB, afro descendientes… y seguir
en la construcción de estructuras
más justas, igualitarias y humanas
para todos. Compadecernos y actuar
para que estas realidades de marginación se superen hacen de nosotros
Iglesia creíble, actuante y en diálogo
con el mundo de hoy. En muchas
partes del mundo hay cristianos y
cristianas que hacen muchísimo
bien y podemos cada vez más ser
muchos más los que nos unimos a
esta causa noble y buena noticia del
Evangelio para TODOS.
- Y tú, ¿qué le dirías al Papa sobre la misericordia?
La misericordia es el antídoto para
nuestro mundo frio, hostil e indiferente. Es medicina de Dios desde su
corazón para nuestro corazón.
- Catorce son las obras de misericordia: visitar a los enfermos, dar
de comer al hambriento, dar de
beber al sediento, dar posada al
peregrino, vestir al desnudo, visitar a los presos y enterrar a los
difuntos; enseñar al que no sabe,
dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que se equivoca,
perdonar al que nos ofende, consolar al triste, sufrir con paciencia
los defectos del prójimo y rezar a
Dios por los vivos y por los difuntos, ¿cuáles crees que es más
necesario practicar en nuestro
mundo? (elige dos o tres).
Creo que en nuestro mundo cualquier acción cargada de amor
genera cambios. En relación con las
obras y la elección para hacer, creo
que visitar a los enfermos y visitar
a los presos son dos obras de misericordia que me permiten acoger la
fragilidad del ser humano en un
grado sumo. La enfermedad y la
vida en la cárcel son escenarios en
que ayudamos a levantar al otro
cuando quizá más lo necesita, cuanto está más solo, juzgado y olvidado.
Creo que vivir estas obras de misericordia redimensiona el mundo de
esos hermanos. También perdonar
al que nos ha ofendido. Esta obra
de misericordia la comparo mucho
con dar segundas oportunidades.
No siempre es fácil hacerlo y más
si nos han lastimado, herido, y la
confianza ha decaído. Es un acto de
fe y de gratuidad, perdonarle, darle
otra oportunidad reconociendo su
fallo pero también su capacidad de
ser mejor persona, eso sí alimenta
la vida interior no solo de aquel a
quien le doy mi perdón sino la propia ruta espiritual.
- ¿En qué crees que ha cambiado
la forma de entender y de vivir la
misericordia para los cristianos?
Creo que la forma de entenderla
no. Siento que logramos reconocerla en las acciones emancipadoras y
profundas de Jesús, otra cosa es que
lo olvidamos o desviamos por el ritmo de la vida, porque se ponen ante
nuestros ojos nuevos modelos sociales o perdemos el campo de acción.
Quizá si han cambiado y seguirán
cambiando los nuevos escenarios
para hacerla vida dado el desarrollo de los pueblos. Siempre es tiempo
bueno. Donde Dios nos ha colocado
podemos florecer.
- ¿Qué experiencia o experiencias de misericordia recuerdas
que tengamos como Hermanas
Carmelitas Teresas de San José,
como familia religiosa?
Creo que como Familia Religiosa
y como legado propio el corazón
se va movilizando a reconocer en
lo cotidiano de la vida acciones
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
de misericordia. El corregirnos con
amor, el amarnos en medio de la
enfermedad, los defectos y desaciertos, el reconocernos perdonadas y
enviadas por el Padre a sanar con
ternura, el ser mujeres para el Reino
con nuestros destinatarios, sus historias y vidas…
- Es famoso el ‘discurso a la luna’
del Papa Juan XXIII, cuando,
una tarde, saludó a los fieles diciendo: ‘Den una caricia a sus
niños’. Esa imagen se convierte
en un icono de la Iglesia de la
ternura. ¿En qué modo el tema
de la misericordia podrá ayudar
a nuestras comunidades a renovarse y revitalizarse?
En el modo de que es herencia
carismática. Nuestras Teresas experimentan en una totalidad
abrumadora la misericordia y el
paso y permanencia amorosa de
Dios en sus vidas. Reconocer que
nuestro Carisma se manifiesta en
la reproducción de Jesucristo como
misericordia del Padre, en el pesebre
y la cruz, revitaliza nuestro compromiso con el evangelio y nuestra
acción emancipadora con nuestros
destinatarios. En el modo de hacerla cotidiana, propia, presente en
cada momento.
-¿Qué importancia ha tenido en
tu camino de religiosa la misericordia divina? ¿Recuerdas en
particular algún momento en el
que has sentido de manera transparente la mirada misericordiosa
del Señor en tu vida?
En todo tiempo y lugar cobra vital
importancia. Me he experimentado
amada y acogida con mi luz y oscuridad por Dios, sobre todo en los
momentos de noche oscura, de dolor
y de tibieza. Dios me ha permitido
reconocer su mirada cargada de
vida, bondad y perdón.
Muchas gracias por tu atención
y aporte. Hasta la próxima
11
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Clamor de vida para la Misión
Carmelitas Teresas de San José
de corazón fiel, pobre y contemplativo
Hna. Cecilia Barreda Merino, ctsj
Y ¿cómo vivirlo hoy? Tenemos
la respuesta en nuestra identidad de mujeres consagradas
bellamente dibujada en nuestra Constitución Fundamental.
Identidad labrada en nuestro
corazón por el Espíritu, antes de
ser don de servicio, “pues somos
testigos no por proclamación
verbal, sino por configuración
de la propia persona con Aquel
de quienes somos testigos” (Cf
RM 23; IINM 2.1).
“
En el origen de cada Carmelita Teresa de San José, como
sujeto misionero, existe una
experiencia personal de la
misericordia del Señor. Cada una
de nosotras ha constatado y podemos constatar siempre, en mil modalidades, este amor desbordante
con que nos previene y acompaña
el Señor, esa opción preferencial por
nuestras pobrezas personales más
profundas”. Él se ha fiado de cada
una de nosotras, fuere cual fuere
nuestra historia, desbordándola y
constituyéndonos en el ministerio
de dar testimonio de ese desbordamiento, para que esa misericordia
sirva de ejemplo a los que han de
creer en Él” (IINM 2.2).
Así de simple y así de sublime.
Nos lo reveló el Dios misericordioso y fiel a través de nuestra
II Asamblea General: Ser signo y
don de la misericordia de Dios
en nuestro mundo, es nuestra
vocación – misión.
12
Somos signo, don y cauce de la
misericordia de Dios, hoy, en
nuestro mundo, si en la escuela
de Jesús, y al estilo de nuestras
Teresas, nuestro corazón es cada
día más fiel, más pobre y más
contemplativo.
Corazón fiel. Como el de Jesús
y el de María. Todo comienza en
nuestra historia cuando decimos
sí a Dios. Un sí consciente y seguro, radical y definitivo. Un sí
dado en la fe, que nos lanza al
abismo de Dios, abrazadas a su
voluntad adorable, a su plan de
amor sobre cada una de nosotras.
Afirmadas en una única y triple certeza: Que Dios nos ama
con amor de predilección, que
nos pide un sí incondicional a
su llamada, y que para Él nada
es imposible. Desde esta certeza podemos darle el sí de la
fidelidad a Dios, aún en lo humanamente difícil, muy difícil,
en ocasiones.
Fidelidad tejida de pobreza,
confianza y disponibilidad, pues
sólo quien conoce, comprende y
acepta sus límites, se abandona
en el Dios y le ofrece su sí incondicional. Un sí que es preciso
renovar cada día pues cada día
es una expresión nueva de la voluntad del Padre.
“Esta fidelidad que Jesús rostro
vivo de la misericordia del Padre
testifica en sí mismo, nos enseña
y encarga reproducir, es nuestra
primera responsabilidad ante la
Iglesia y ante todo ser humano”
(II NM 2.5).
Corazón pobre. Es imposible
caminar con libertad los caminos
que Dios va tranzando en nuestra vida, si no vamos ligeras de
equipaje. Estar en camino, en
actitud de éxodo, nos exige, permanentemente, desprendimiento
de personas y de cosas. Supone
arrancarnos y tender hacia adelante, sin perder tiempo ni mirar
atrás. ¡Cuántas cosas hemos tenido que dejar en nuestra vida!
¡Cuántas personas, a las que queríamos con toda el alma, hemos
tenido que ir dejando, en nuestro camino, para encontrarlas y
asumirlas de otra manera! Las
seguimos guardando en nuestro
corazón y ellas siguen sintiendo
la fecundidad de nuestro amor
hecho silencio y desprendimiento.
Sólo un corazón pobre puede
ser misericordioso, pues tiene capacidad ilimitada para
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Clamor de vida para la Misión
Carmelitas Teresas de San José
de corazón fiel, pobre y contemplativo
Hna. Cecilia Barreda Merino, ctsj
abrirse constantemente a nuevas
relaciones, en total gratuidad y
en actitud de acogida incondicional y de no juicio. Desde la
aceptación serena de nuestros
propios límites, con confianza
inquebrantable en Aquel para
quien nada es imposible, y en
desprendimiento radical de toda
cosa y de toda seguridad humana. Porque pobre es aquel capaz
de apoyarse exclusivamente en
el Señor y esperarlo todo de su
misericordia. Misericordia que
configura
nuestras personas
en lo más hondo, haciéndonos
ser fieles a todo ser humano y
defensoras de su dignidad de
personas y de hijos; y nos capacita para descubrir y colaborar
en la acción que el Espíritu obra
en ellos. (Cf IINM 2.7).
Corazón contemplativo. Como el de María, en quien la
contemplación es obra del Espíritu que ha engendrado en
Ella la Palabra. Por eso, desde la profundidad serena de la
contemplación, María percibe
simultáneamente la presencia de
Dios en ella y las urgencias del
servicio a los hermanos. Contempla el mundo y sus cosas, el
rostro sufriente de los hombres
que esperan “la consolación de
Israel”, el ritmo confuso de la
historia llena de pecado y de
gracia, de sufrimiento y esperanza, de infidelidad y de respuesta
comprometida. (Cf Lc 2, 25).
que el Espíritu habita y actúa en
cada uno de ellos, “portadores
de semillas del verbo”, germinadas ya o capaces de germinar,
que la misericordia detecta, ayuda y hace crecer. (IINM 2.8).
Un signo de la verdadera contemplación es el equilibrio y la
alegría; la apertura a los demás,
y al mundo. Quien contempla a
Dios en la intimidad de su corazón, lo busca incansablemente y
lo encuentra en cada rostro, en
cada circunstancia y en cada rincón de su camino.
La contemplación auténtica
nos hace realistas con el realismo esencial de un Dios que
nos cambia porque nos ubica
fundamentalmente en Él, que
“amó tanto al mundo hasta
darle su propio hijo” (Jn. 3). La
contemplación auténtica, fruto
del Espíritu Santo en nuestras
almas fieles, pobres y disponibles, nos hace vivir radicalmente
para Dios en el servicio gozoso
a nuestros hermanos. Nos hace
misericordia, o mejor, cauce de
la misericordia de Dios
Sólo un corazón contemplativo
puede ser misericordioso, a partir
del conocimiento contemplativo
de Jesús, e inseparablemente, desde la contemplación
de nuestro mundo al que el
egoísmo humano ha hecho
profundamente inmisericorde,
y rechazador de misericordia, más aún, profanador de
misericordia en sus imágenes
vivientes, las de innumerables
seres humanos. (Cf IINM 1.4)
La contemplación nos lleva a
la unidad interior, al reposo en
el Dios de la fidelidad y al compromiso con nuestros hermanos,
singularmente con los más deteriorados, con la convicción de
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
13
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Desde nuestro derecho
La misericordia, sello de familia
Hna. Rosalía Fuertes Fuertes, ctsj
Así pues, para responder a la
llamada del Papa y ser hijas
fieles de la iglesia, debemos dejarnos interpelar, una vez más,
por nuestro propio carisma
que desde diversos ángulos nos
mueve a actuar y sobre todo a
vivir la misericordia en nosotras y hacia los demás.
E
n el Año Santo que estamos viviendo el Papa
urge a los cristianos a
“vivir, en la vida de cada
día, la misericordia que desde
siempre el Padre dispensa hacia
nosotros”, porque “la Iglesia
siente la urgencia de anunciar la
misericordia de Dios”.
Para nosotras este momento
eclesial puede ser fiesta y llamada. Fiesta porque nos recuerda el
amor incondicional de nuestro
Dios, y llamada a comprobar si
en verdad vivimos las palabras
de Jesús que nos invitan a ser
misericordiosas como el Padre.
Nuestra manera de lograr este
horizonte es, bien lo sabemos,
fijando los ojos en Jesús hasta
llegar a configurarnos con Él en
su cercanía misericordiosa, pues
quien lo ve a Él, ve al Padre. (cf
Jn 14,9) Y para esto, en nuestra condición de consagradas,
con el carisma de Teresa Toda
y Teresa Guasch, encontramos
verdadero apoyo y estímulo en
nuestro Derecho.
14
Sin duda nuestras Fundadoras
oyeron en su corazón, como aldabonazo que las dejó inquietas,
el mandato bíblico: “Consolad, consolad a mi pueblo” (Is
40,1), y como Teresa de Jesús
decidieron hacer aquello poquito que estaba en ellas, y que
tradujeron en acoger, enseñar,
catequizar... a niñas desprotegidas. Ya en las Constituciones de
1883 dejan claro que las Hermanas se dedicarán a las obras
de misericordia, y es que, como
nos recuerda el Papa Francisco
en la Bula del Jubileo, en base
a estas obras seremos juzgados.
O, en palabras de san Juan de la
Cruz, “Al aterdecer de la vida te
exminarán de amor”. El Papa
las reivindica como forma palpable de nuestra compasión.
Dar una mirada escrutadora y
comprometida a nuestro Derecho nos lleva, indudablemente,
a vivir el año de la Misericordia
con sello propio.
• Así la Constitución Fundamental indica que nuestro fin
propio es, extender y consolidar el Reino mediante la
evangelización y la práctica
de diversas obras de miseri-
cordia; como el Señor, que
predicó la inminencia del Reino y se compadeció de toda
dolencia: moral, psicológica,
física... involucrándose eficazmente. (C 65)
• A nosotras se nos pide que
actuemos impulsadas por el
mandato de Jesús, confortando y ayudando a los débiles,
especialmente niños y jóvenes
huérfanos, porque “lo que
hicisteis con estos hermanos
míos tan pequeños, conmigo
lo hicisteis”. (C 67)
• En el ejercicio de nuestro trabajo y cercanía con los más
necesitados debemos estar
disponibles hasta el perfecto
holocausto, y esto porque son
hijos de Dios, hermanos nuestros y miembros del Salvador.
El apoyo, fruto de nuestras
entrañas de misericordia no
se ciñe a lo material, que también, pero además debemos
ofrecer consuelo, cariño, interés por sus cosas, cuidado
atento, ayuda, amistad... En
definitiva, que seamos apoyo
y luz. (cf. C75)
El perfil de CTSJ sólo se mantendrá desde la oración intensa y
fortaleciendo nuestra capacidad
de abnegación y sacrificio. Por
otro lado, el conocimiento propio es recurso eficaz, más bien
imprescindible para ayudarnos
“a juzgar favorablemente al
prójimo, perdonar sus ofensas
e incomprensiones y prestarles, en cambio, las atenciones y
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Desde nuestro derecho
La misericordia, sello de familia
Hna. Rosalía Fuertes Fuertes, ctsj
servicios que necesiten.” (C 63).
Del mismo modo, otras formas
de autocontrol están enfocadas
a superar aquellos movimientos
negativos que nos impidan ser
acogedoras y misericordiosas
en el ejercicio de nuestro apostolado. (cf. C 64, 65)
En realidad, la misericordia es
nuclear en nuestro carisma, y
su alcance para nosotras está
desarrollado en diversos documentos congregacionales. Así,
en “Volver a lo esencial con
Teresa Toda y Teresa Guasch”
tenemos páginas preciosas en
las que encontramos al Dios
Padre-Madre expresado en Jesucristo, quien al revelarnos el
amor misericordioso exige que,
a su vez, nosotras canalicemos
hacia los demás el don recibido. Esta dimensión la vivieron
fuertemente nuestras Fundadoras quienes, experimentando
en sus vidas la bondad, la proyectaron con entusiasmo hacia
las niñas, haciendo realidad en
ellas el amor y misericordia del
Padre.
También en “Nuestra Misión”,
documento de la II Asamblea
General, precisamente en el
apartado 2: “Sed misericordiosas como vuestro Padre”, se nos
recuerda que: La experiencia de
nuestras debilidades nos capacita para poder ser compasivas y
fieles; que la misericordia moviliza nuestra capacidad de amar;
que en nuestro trabajo extendemos y consolidamos el Reino,
no por la tarea que hacemos,
sino por la misericordia con que
la hacemos; y, sobre todo, que la
misericordia nos hace mirar al
mundo con los ojos de Dios.
Es un gozo reconocer que nuestro derecho nos ofrece el camino
para que nuestra misión-misericordia trasmita la alegría de ser
amados de Dios siendo testigos
de su misericordia. Por nuestra
parte, recojamos la indicación
de S. Pablo:“El que practique
misericordia, que lo haga con
alegría. (Rm. 12,8)
El mirar de Dios es amar, y sólo
mirando con los ojos de Dios
viviremos en verdad la misericordia. Y hasta ahí llegaremos
únicamente dejándonos mirar,
dejándonos amar en el contacto
diario con el Señor. Surgirá así
el agradecimiento y la alabanza
a un Dios que no sólo perdona, sino que olvida y blanquea
nuestras culpas. Podemos hacer
nuestras e interiorizar estas palabras de santa Teresa al sentirse
sobrepasada por la bondad de
Dios en ella: “Muchas veces he
pensado espantada de la gran
bondad de Dios, y regaládose mi
alma de ver su gran magnificencia y misericordia. Sea bendito
por todo, que he visto claro no
deja sin pagarme, aun en esta
vida, ningún deseo bueno. Por
ruines e imperfectas que fuesen
mis obras, este Señor mío las
iba mejorando y perfeccionando y dando valor, y los males y
pecados luego escondía; aun en
los ojos de quien los ha visto,
permite su Majestad se cieguen
y los quita de su memoria. Dora
las culpas; hace que resplandezca una virtud que el mismo
Señor pone en mí, casi haciéndome fuerza para que la tenga. Sea
bendito por siempre, que tanto
me ha sufrido” (V 4,10)
Finalmente un recuerdo para
la Madre, la gran fiel y cantora de las misericordias de Dios;
la que se fija también en las
penas del diario vivir de sus hijos – no tienen vino-. Nuestro
pensamiento se hace oración
uniéndonos a todos los que celebramos el Año Jubilar de la
Misericordia: Madre, ruega por
nosotros y haznos dignos de
contemplar el rostro de la misericordia, su Hijo.
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
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La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Mirando nuestro mundo desde...
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar desde
una entrega sencilla y generosa en tierra Holguinera
Hna. Leocadia Duran Santiago, ctsj
“
Que el amor anime siempre nuestras vidas” Que
frase tan iluminadora nos
hace profundizar nuestra
querida madre Teresa Toda, que
con tanta ternura se dio por entero al Plan Salvífico de Dios
en su vida; dejándonos a todas
sus hijas este maravilloso regalo
nuestro Carisma: “La real configuración con Cristo en el misterio de su infancia espiritual y
de su anonadamiento”. Como
todas sabemos es una experiencia del Espíritu de Dios vivida
por nuestras Fundadoras y que
hoy se nos invita a cada una en
el lugar donde estamos, desde la alegría de Aquel primer
amor, a vivirlo con entrega, pasión, sencillez, humildad, gozo
y madurez.
Hacer de nuestra vida cotidiana una alabanza al Dios de la
vida, consciente, de estos dos
grandes misterios Infancia espiritual-Anonadamiento, es una
llamada constante a vivir como
Carmelitas Teresas de San José
abandonadas en las manos Dios
con toda generosidad, abiertas a
su querer en el acontecer de cada
día, buscando en todo momento
lo que le agrada a Dios.
El Señor se hace cercano, se hace
sentir, se deja ver ¡qué alegría!
poder reafirmar el paso amoroso
de Dios en nuestra comunidad,
en nuestra misión aquí en Holguín-Cuba. Bendito y alabado
seas, Señor, por tu amor miseri-
16
cordioso, porque eres Tú quien
nos pone en movimiento haciéndonos descubrir la novedad que
nos trae el día.
El amor de Dios y su misericordia nos anima a mantenernos en
constante búsqueda buscar, buscar, buscar la comida, buscar el
pan como todo cubano y en ese
caminar Dios se hace cercano
en la sonrisa del hermano, en el
saludo de aquel que espera ser
escuchado. Una simple mirada
nos hace transformar nuestra
mirada, una simple sonrisa nos
hace volver a sonreír y a caer en
la cuenta de Aquel que anima
siempre nuestras vidas. “Es el
Señor” (Jn. 21,7)
El Señor se hace sentir, se deja ver
a cada momento de nuestras vidas, su misterio es inmenso y a la
vez gratificante. Basta mantener
una disponibilidad sincera y la
vida en tierra holguinera se hace
más bella y comprometida. El
movimiento parroquial nos ayuda a vivir mejor la fraternidad,
el tener un espacio comunitario
para preparar cada semana la
tarea encomendada nos anima a
vivir la unidad, a enriquecernos
mutuamente con nuestras ideas,
creatividad y sobre todo con la
experiencia de fe que cada una
va compartiendo en el contacto
sencillo y cercano en cada grupo
que acompañamos.
Pero ¿Qué hace una comunidad de Hermanas Carmelitas
Teresas de San José en Cuba?
Dice la Palabra de Dios: Jesús
les dijo: “Mi alimento es hacer
la voluntad de aquel que me ha
enviado y llevar a cabo su obra”.
(Jn4, 34) “Y encontrándose en la
condición humana, se rebajó a
si mismo haciéndose obediente
hasta la muerte y una muerte en
cruz”. (Fil 2, 7-8) Tratamos de
vivir y hacer vida estas palabras
del Señor que refleja claramente lo que desea vivir y recrear
cada Carmelita Teresa de San
José con simplicidad de corazón
ganar para Dios los tesoros que
nos ha confiado sin perdernos
del Faro que nos guía para seguir llevando a cabo la obra de
su amor misericordioso.
Una comunidad de Hermanas
Carmelitas Teresas de San José
en Cuba: vive la experiencia
del acompañamiento, se deja
formar por la inocencia de los
niños en la catequesis y Grupos
de Desarrollo Humano, busca
llevar el Evangelio a aquellos
que aun tienen miedo de expresar su fe en esta realidad,
se nutre de la alegría de los
jóvenes de Vista Alegre y San
Buenaventura que con júbilo, cantan para Dios y desean
formarse para la vida, vive la
experiencia del encuentro con
el grupo de Oración y Vida que
todos los viernes nos acerca
más a Dios, sale al encuentro
de los hermanos acompañando
a los enfermos, los que están
postrados, vive la gracia de
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Mirando nuestro mundo desde...
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar desde una
entrega sencilla y generosa en tierra Holguinera
Hna. Leocadia Duran Santiago, ctsj
caminar como Iglesia que comparte experiencia y se nutre con
los diferentes carismas que tiene la Diócesis, pero sobre todo
es presencia.
El Señor nos pide desde la Palabra diaria ser testimonio con
nuestras actitudes, con todo
nuestro ser en esta realidad
donde tantos viven la tristeza,
el desaliento, el impulso diario
de salir a otras tierras buscando
nuevos horizontes, una mejor
economía y es ahí donde junto
a otros religiosos misioneros se
nos llama a acompañar al pueblo, a servir, a amar, dándolo
todo por Amor.
Es una riqueza nuestra comunidad en este lugar, así lo expresa
la gente de nuestro barrio. Gracias, Señor por esta oportunidad
de estar aquí, de poder adorarte
y bendecirte en este lugar.
El estar aquí hermanas nos
mueve constantemente a salir
de nosotras mismas, a despojarnos, a abajarnos, a desvivirnos
por la causa del Reino desde lo
sencillo, desde las cosas pequeñas, desde el abrir la puerta de
la casa para recibir aquel niño,
aquel joven, aquel anciano,
aquel hombre, aquella mujer
que tocan nuestra puerta en
busca de apoyo y acogida, con
el deseo de que les hablen de
Dios. Qué bueno es Dios que se
nos muestra con tanta delicadeza, porque ellos vienen y sus
vidas son para nosotras un impulso que nos lleva a salir a las
calles con entusiasmo, dispuestas a dar y recibir las caricias
del Dios de la esperanza que
sale al encuentro, para hacer
de la propia vida un himno de
alabanza.
“Yo soy la servidora del Señor, hágase en mi tal como has
dicho”. (Lc1, 38) Nos consagramos para Dios, como María
proclamamos las grandezas del
Señor y esto nos exige sacrifico,
entrega, docilidad de espíritu.
María hizo de su vida donación
total a Dios a nosotras hoy nos
pide el Señor darnos por entero
en las pequeñas cosas y hacer de
ellas grandes cosas para Dios y
amor a los hermanos.
Para vivir la alegría Pascual hay
que vivir el despojo total de sí
mismo y revestirnos nuevamente
de la bondad de Dios, sin miedo
a perderlo todo, abiertas a la gracia del Espíritu de Dios que nos
indica el camino para volver a
revitalizar los deseos profundos
de nuestro ser, alimentándonos
siempre de la fuente de agua viva:
la oración. La que es esencial en
esta misión cuidar, compartir y
enriquecer junto al pueblo.
Dios me sorprende cada día y
siento con deseos profundos la
invitación de permanecer con la
mirada atenta, para saber mirar
el acontecer de Dios en cada persona; saber inclinar el oído para
escuchar la voz suave del amado
que llama a mi casa interior, y
me lleva a escuchar el misterio
de la otra persona con toda delicadeza y profundidad espiritual.
Vamos de camino, vamos en
búsqueda respetando y acogiendo lo diferente. Gracias, Señor,
en tus manos nos confiamos.
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
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La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
El aire de los místicos
Santa Teresita del Niño Jesús,
el Rostro de la misericordia
Hna. Teresa Jiménez Fernández, ctsj
E
ntrar en el año de la
misericordia es acercarse a Jesús el rostro
misericordioso del Padre y nos permite con alegría
hacer referencia a personas
concretas que han sido ejemplo
de este valor. En este caso me
voy a referir a una Santa muy
nuestra, la pequeña Teresa del
Niño Jesús, quien se hizo misericordia viva, ya que se dejó
amar y tocar por la Misericordia y quiso ser faz, rostro de la
Misericordia, de ahí su nombre.
El mismo Benedicto XVI en
su Audiencia General del 6 de
abril de 2011, escribe de manera profunda y sencilla los rasgos
de la espiritualidad de esta gran
mujer enfocándola en clave de
misericordia y pone de ejemplo
una de sus vivencias que ejerce con un pecador, orando y
ofreciendo su vida por él, esto
lo define como su experiencia
de maternidad espiritual, resalta que ella se hace Ofrenda al
Amor misericordioso, en la fiesta de la Santísima Trinidad de
1895. Su vida consagrada en la
fraternidad del Monasterio del
Carmelo es una ofrenda diaria
viviendo el amor más grande en
las cosas más pequeñas, realizando en plenitud su vocación
de ser el Amor en el corazón de
la Iglesia.
Ella que de naturaleza era frágil y temerosa, se hace fuerte y
deja todo temor y dice confiada: «Yo no puedo tener miedo
18
a un Dios que se ha hecho tan
pequeño por mí ¡Yo lo amo!
Pues él es sólo amor y misericordia» (Carta 266). Es que la
misericordia despliega lo mejor de sí mismo y hace que una
autoestima dañada y frágil se
fortalezca.
Se ofrece en total donación
al amor misericordioso y en
su acto de consagración dice:
“Me ofrezco como víctima
de holocausto a vuestro amor
misericordioso… y a cada latido de mi corazón, renovar esta
ofrenda un número infinito de
veces, hasta que las sombras
se hayan desvanecido y pueda
repetiros mi amor en un cara a
cara eterno”
En el Evangelio descubre la misericordia de Jesús y no teme
sus pecados y llega a decir: “Si,
estoy segura de que, aunque tuviera sobre la conciencia todos
los pecados que puedan cometerse, iría, con el corazón roto
al arrepentimiento, a echarme
en brazo de Jesús, pues sé cómo
ama al hijo pródigo que vuelve a él”. Esto nos lo confirma
la reciente Bula Misericordiae
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
El aire de los místicos
Santa Teresita del Niño Jesús, el Rostro de la misericordia
Hna. Teresa Jiménez Fernández, ctsj
Vultus del Papa Francisco
“Ante la gravedad del pecado,
Dios responde con la plenitud
del perdón. La misericordia
será siempre más grande que
cualquier pecado y nadie podrá
poner un límite al amor de Dios
que perdona”.
Para concluir hagamos nuestra
una de sus frases para iluminar
el itinerario de nuestro plan estratégico de pastoral, en el plano
de la misericordia “Comprendí
que el amor encierra todas las
vocaciones, que el amor lo es
todo, que el amor abarca todos
los tiempos y todos los lugares,
en una palabra, que el amor es
eterno”. Ella es maestra para
acompañarnos en este año de la
Misericordia.
La pequeña Teresa se hace misionera de la misericordia y
quiere abrazar todas las vocaciones, es tan grande lo que ha
hallado que todo le parece poco
y sin salir del Carmelo, en el silencio del claustro quiere ser
apóstol, sacerdote, misionero,
mártir y doctora, ya que encontró la razón de su vida, de su
vocación, “Por fin he encontrado mi vocación, mi vocación es
el amor”.
Ella dice con decisión clara y
toda esplendida: “Sí, he hallado
mi propio lugar en la Iglesia, y
en el corazón de la Iglesia, que
es mi madre, yo seré el amor;
de este modo lo seré todo, y mi
deseo se verá colmado”. Es que
su pequeñez la hizo ambiciosa,
el ser pequeña le hizo grande,
porque sus ojos estaban fijos en
Jesucristo rostro de la misericordia del Padre.
Como la Santa de Lisieux dejémonos sorprender por Dios
y descubramos las periferias
existenciales, que abundan en
nuestros ambientes de dolor,
marginación, desigualdades y
toquemos las llagas del Crucificado, para que nos alcance la
misericordia y seamos manos
para curar las heridas, ya que
al amor hace que se potencie lo
mejor de nosotros mismas.
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
19
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Ecos de la Iglesia
Invitaciones a la vida religiosa desde la
Bula Misericordiae Vultus del Papa
Hna. Elisa Herrera Balboa, ctsj
P
rimero decir, que gracias a la invitación que
se me ha hecho de colaborar con la Revista,
me di el tiempo para reflexionar
esta Bula del Papa que de hecho
había oído y leído parte de su
contenido, pero que en fin no
suscitaba nada nuevo en mí…
Sin embargo, tengo que reconocer mi torpeza porque proponer
un Año Santo desde la Misericordia en estos tiempos no es
nada fácil, por las múltiples situaciones que vive nuestro mundo y nuestra Iglesia que prefiere
usar la medicina de la misericordia y no empuñar las armar de
la severidad, con tal de servir al
hombre en todas sus condiciones, en todas sus debilidades y
en todas sus necesidades.
20
Hablar del misterio que encierra la misericordia, como fuente
de alegría, serenidad y paz y
que además, es una condición
indispensable para obtener la
salvación requiere detenerse y
repensar nuestra vida e historia
personal y social, en todo tiempo y lugar.
Me gustó como define el Santo
Padre Francisco lo que es la Misericordia. Dice que es el acto
último y supremo con el cual
Dios viene a nuestro encuentro y en otras palabras, que “es
la ley fundamental que habita
en el corazón de cada persona
cuando mira con ojos sinceros
al hermano que encuentra en el
camino de la vida”.
LLAMADAS QUE DESCUBRO
PARA NUESTRA VIDA RELIGIOSA DE CTSJ:
• 1. Expresa el Papa: “Es propio de Dios usar misericordia
y especialmente en esto se manifiesta su omnipotencia”. Su
persona no es otra cosa sino
amor. Un amor que se dona y
ofrece gratuitamente. Descubro
que el ser de Dios está lleno de
bondad, amor y ternura y que
además, muchos textos de la
Biblia nos hablan de eso, tanto
en el Antiguo como el Nuevo
Testamento. Aquí descubro una
linda invitación para nuestra
Vida: que desde lo que vivimos
y hacemos seamos signos de la
ternura y la bondad de Dios.
Que nuestra vida refleje a Aquel
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Ecos de la Iglesia
Invitaciones a la vida religiosa desde la Bula Misericordiae Vultus del Papa
Hna. Elisa Herrera Balboa, ctsj
que habita en nuestro corazón
y que seamos capaces de compartir las maravillas que realiza
y sigue obrando en nosotras
como lo hizo María.
• 2. El Papa dice que Jesús vivió
su pasión y muerte, consciente
del gran misterio del amor de
Dios que se habría de cumplir
en la cruz. Reconocer esta experiencia de fe en Jesús nos
lleva también a nosotras, como
consagradas a vivir en esa misma dinámica de misericordia
y gratuidad… es decir aceptando las experiencias gratas e
ingratas que van surgiendo en
nuestra vida, confiando que a
pesar de nuestras debilidades
y torpezas, Él sigue contando
con nosotras.
• 3. En otro apartado el Santo Padre expresa, que también
la vocación de Mateo se coloca
en el horizonte de la Misericordia… y cada una de nuestras
vocaciones creo yo, porque Dios
Padre, tiene una manera única de conquistar el corazón de
hombres y mujeres, ama, mira e
invita y en todo ese proceso de
vida nueva; acoge, integra, perdona, consuela y actúa siempre
con misericordia.
Papa Francisco, un oasis de
misericordia para los demás,
o como lo expresa tan acertadamente nuestro documento
congregacional de Nuestra Misión, estamos llamadas a ser
cauces de misericordia, siendo
servidoras compasivas y fieles,
fomentando en lo que hacemos
la vida de nuestros hermanos y
hermanas.
• 5. La llamada que nos hace
el Santo Padre en este interesante documento, es reiterar
la vigencia del Evangelio en
nosotras: “ser misericordiosos
como el Padre vuestro es misericordioso”. (Lc 6,36) Esto es
un programa de vida que compromete, enriquece y alegra
el corazón. Para generar esta
experiencia en nuestra vida
necesitamos dejar a Dios ser
Dios en nosotras, regalándonos
tiempo para escuchar su Palabra desde el silencio y vivir las
obras de misericordia siguen
siendo un buen referente para
el peregrinaje de todo cristiano.
• 6. Y por último una llamada
a hacer uso de las nuevas tecnologías también en nuestra Vida
Religiosa para motivar nuestra vida con documentos de
nuestra Iglesia actuales. Digo
esto por propia experiencia,
que muchas veces esperamos
que nuestras comunidades
adquieran dichos documentos eclesiales y si nunca llegan
pasamos de largo y no nos hacemos ni el tiempo ni el espacio
para leerlos y así tener una manera nueva y renovada de ver y
vivir nuestra vida Religiosa. En
esta ocasión dada la necesidad
de responder con un escrito de
esta Bula Misericordiae Vultus,
no me quedo otra que bajarla
de internet y una vez impresa
leerla, subrayarla, reflexionarla
y ponerme a escribir…
• 4. La palabra de Jesús señala la misericordia como ideal
de vida y como criterio de credibilidad de nuestra fe. (Cfr.
Mt. 5,7) “Dichosos los misericordiosos porque encontraran
misericordia”. Creo que la primera vía para evangelizar es
nuestro testimonio de mujeres
consagradas y mejor aún, si
logramos ser, en palabras del
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
21
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Punto de vista
Y tú, ¿qué piensas?
Hna. Mercedes Trigo Prunera, ctsj
El Papa Francisco nos invita a vivir el año 2016 como Año de la Misericordia. Por ello, las distintas diócesis
están organizando su planificación pastoral teniendo en cuenta esta llamada. Si acogemos esta invitación, a
cada uno de nosotros/as nos corresponde ser cauce de misericordia, es decir, hacer que nuestros pensamientos,
palabras y acciones sean expresión de la misericordia que el Señor tiene con cada uno.
Desde tu experiencia, ¿qué actitudes crees que son necesarias para ser cauce de misericordia? ¿Qué experiencia personal tienes sobre esto? ¿Cómo crees que puede favorecernos el hecho de compartir en el seno de la
Iglesia la celebración del Año de la Misericordia?
Mª del Carmen Trapero Hidalgo
Profesora del colegio
El Carmelo Teresiano-Madrid
Estamos todos invitados por nuestro Papa Francisco a vivir este año
la misericordia de una manera
intensa y especial, ser conscientes de que cada uno debemos ser
cauce de la misericordia de Dios.
Desde mi propia experiencia, siento la necesidad de encontrarme con
el rostro misericordioso de Dios,
ese rostro lleno de bondad que me
invita a ser cauce y expresión de
“palabras” y “acciones” de su infinita misericordia. Y, esa misericordia
la experimento, cuando veo a mi
propio padre al lado de mi madre,
ahora enferma, cómo la acompa22
ña y la cuida, con un amor tan
profundo, que sólo puede venir de
Dios; la veo en mis hijos, que se desprenden de juguetes, ropa o dinero
de su hucha para compartirlo con
los más necesitados, la veo en mi
marido, que está a mi lado en todo
momento; en mis alumnos, cómo se
ayudan y consuelan cuando se hacen daño; y en mis compañeras de
trabajo, cuando nos aconsejamos y
animamos a seguir avanzando en
nuestra tarea educativa y pastoral.
Hoy, más que nunca, necesitamos
todos vivir y compartir la misericordia, seguir evangelizando desde
la ternura y la compasión, necesitamos un mundo que abra su
corazón a la experiencia de amar
y sentirse amado. Lo dice muy bien
el Santo Padre: “Hay momentos
en los que de un modo mucho más
intenso estamos llamados a tener
la mirada fija en la misericordia
para poder ser también nosotros
mismos signo eficaz del obrar del
Padre”. Le pido a Dios que así sea.
~
Olga Regina Benítez Restrepo
Fraternidad Israel,
Medellín-Colombia
Con alegría y gratitud quiero compartirles la manera como he ido
experimentando la misericordia
de Dios en mi vida. Dios ha estado
grande conmigo y me ha permitido
vivir desde actitudes que considero
son fundamentales para ser cauce
de misericordia: Sencillez, disposición interior para impregnarme de
su presencia, comunicación asertiva
y capacidad de escucha para ponerme en los zapatos del otro/a, para
evitar estar juzgando y condenando, al igual que la gratitud hacia
personas que han ido pasando por
mi vida dejando huellas: Familia,
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Punto de vista
Y tú, ¿qué piensas?
Hna. Mercedes Trigo Prunera, ctsj
Hermanas Carmelitas Teresas de
San José, Hermanas Teresianas, Estudiantes, compañeros/as de labor
diaria, Fraternidad Carmelitana etc.
Retomando las palabras del Papa
Francisco “La misericordia puede
sanar las heridas y puede cambiar
la historia”, descubro que Dios ha
pasado por mi historia personal,
sanando heridas, fortaleciéndome
en momentos de dolor, soledad, incertidumbre hacia el futuro y vacío
interior, llenándome de paz y de la
sana alegría que nace del corazón.
Es así como el compartir el año
de la misericordia en el seno de la
iglesia me ha llevado a tomar conciencia de cada uno de los gestos de
misericordia de Dios para conmigo.
~
Hna. Mª Guadalupe Casas
Ramos, ctsj
(México)
Creo que las actitudes necesarias
para ser cauce de misericordia son
las mismas actitudes de Jesús: Apertura a todos sin exclusivismo, deseo
de reconciliar, tener entrañas de
compasión ante las necesidades y el
sufrimiento, propios y de los demás.
La honestidad con uno mismo, el
reconocernos necesitados de Dios y
la disponibilidad para trasmitir a
otros esa experiencia salvadora de
sentir la misericordia de Dios en
nuestra vida. Una contante conversión de mentalidad para que
penetre en mí la Palabra que es
Cristo.
Mi vocación nació al descubrir
mi capacidad de sentir compasión
por el necesitado y hacer algo por
él; descubrir en mi mente y en mi
corazón lo cierto que es que “hay
más alegría en dar que en recibir”
(Hch. 20,35). Los momentos más
bellos de mí vida son aquellos en
que he practicado la misericordia y
las personas se han quedado con la
impresión de que fue Dios, a través
de mí, quien los ayudó.
He experimentado en la Congregación la misericordia de Dios, solo
aquí he descubierto que no era yo
la que buscaba a Dios para servirle, sino que Él me traía aquí para
salvarme para recordar mi pasado
y sanarlo, cerrar heridas y cicatrizar
situaciones que me ataban. He sentido que Dios desde el seno materno
Hermanas Carmelitas Teresas de San José • año 8 • nº16 • Marzo 2016
me ha protegido y me ha cuidado
con un amor entrañable.
He podido experimentar, muy de
cerca, esa misericordia en mi vida,
sentir que Dios es y ha sido un
padre y madre a la vez, que ese
sentirme amada, liberada y sanada por Él, me lleva a ser cauce de
su misericordia con aquellos que lo
necesitan.
Este año jubilar de misericordia
que la Iglesia nos ofrece, nos ayuda
a tener mayor conciencia de nuestra
vocación misionera misericordiosa,
ser la mano de la misericordia de
Dios en el mundo. Celebrar un año
por celebrarlo no tiene sentido, celebrarlo con acciones misericordiosas
y abriendo espacios para estas acciones, talleres para ayudar a
sanar heridas a identificar la propia realidad, eso sí, realmente, seria
productivo y quien se siente salvado
busca salvar a otros.
~
23
La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Punto de vista
Y tú, ¿qué piensas?
Hna. Mercedes Trigo Prunera, ctsj
cer en profundidad a Jesús, rostro
del Padre, lo que supone dejarme
inundar de esta misericordia; y es
imprescindible la cercanía con los
hermanos, mirarlos con ternura,
escucharlos y descubrir en ellos el
rostro de Dios, y los hermanos reconocen cuándo somos misericordiosos.
Hna. Felicidad Natal Abella
(República Dominicana)
El Papa Francisco en la bula de
convocación al Jubileo Extraordinario de la Misericordia nos dice:
“Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre”, también, “Jesús
de Nazaret con su palabra, con sus
gestos y con toda su persona, revela
la misericordia de Dios”.
Partiendo de lo que expresa el Papa,
y desde mi pobre experiencia, estoy
convencida de que para ser cauce de
misericordia es fundamental: cono-
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Las experiencias de ser misericordiosa que más han tocado mi corazón,
las he vivido en la misión, que por
obediencia he realizado en diversos
Hogares a lo largo de mi consagración como Carmelita Teresa de San
José. En muchas ocasiones, descubrí
el rostro de Dios en las niñas huérfanas, abandonadas, maltratadas,
abusadas, niñas inseguras, llenas
de miedo y faltas de cariño. A veces
corrían a abrazarme en busca de
refugio y cariño. El Señor fue tan
misericordioso conmigo que en muchos momentos me dio entrañas de
misericordia para con estas queridas niñas para las que traté de ser:
“Madre, Maestra y Amiga”, como
tanto insistían nuestras Madres
Fundadoras.
Otra experiencia fue en la misión
que realicé con sacerdotes, Hermanas y laicos en San Juan de la
Maguana, en el paso del Huracán George por dicha población,
dejando barrios destruidos, gente
desaparecida y otros en la calle sin
nada. En este acontecimiento de
dolor y destrucción, trabajábamos
con los hermanos afectados con
alegría y entusiasmo, porque todos
sentíamos que la presencia Dios estaba allí, con los más desvalidos a
quienes acompañábamos.
La integración con la comunidad
parroquial, al compartir su realidad, los fieles expresan la necesidad
de entrar en contacto con las religiosas. Se acercan a nuestra casa
para pedir ayuda tanto material
como espiritual; al descubrir personas con grandes necesidades, en la
medida de lo posible les aliviamos
en sus carencias. Se da a conocer
el valor de la Vida Religiosa, como
expresión de la ternura, de la misericordia de Dios.
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La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Reflexiona, ríe, juega
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Libro: Contemplad. Carta a los consagrados y consagradas tras las huellas de la belleza
Autor: Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
Es la tercera carta con ocasión del Año de la Vida Consagrada,
pretende dirigir la mirada a lo más profundo de nuestra existencia, esclarecer el motivo de nuestro peregrinar en busca de Dios e
interrogar la dimensión contemplativa de nuestros días, para reconocer el misterio de gracia que nos constituye, nos apasiona y nos
transfigura.
Recurso para la oración
En la página web http://www.clar.org/ podemos encontrar un link
que nos ofrece 5 encuentros orantes con la Palabra y que nos ayudarán a fortalecer la vivencia de nuestra comunión de vida, como
nos lo proponen las Disposiciones del XXV Capítulo General.
Película: The Visitor. Dirigida por Thomas McCarthy
Walter Vale, de sesenta y dos años, camina como sonámbulo por su
propia vida. Perdida su pasión por enseñar y escribir, llena su vacío
existencial intentando infructuosamente aprender a tocar el piano
clásico. Cuando su universidad le envía a Manhattan para asistir
a una conferencia, Walter queda sorprendido al descubrir que una
joven pareja se ha instalado en su apartamento. Víctimas de una
estafa inmobiliaria, Tarek, de nacionalidad siria, y Zainab, su novia
senegalesa, no tienen adónde ir. En la primera de una serie de pruebas para su corazón, Walter permite de mala gana que la pareja se
quede con él. http://www.lahiguera.net
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La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Reflexiona, ríe, juega
Humor: “Para vos nací”
Hna. Alma Lidia Rodríguez Zorrilla, ctsj
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La misericordia moviliza nuestra capacidad de amar
Reflexiona, ríe, juega
Pasatiempo
Hna. Dania Margarita Rodríguez Zorrilla, ctsj
A
• De las siguientes palabras o frases del recuadro, -siguiendo la pista de la bula
del Papa Misericordiae Vultus y otras alocuciones hechas por su Santidad-,
coloca la letra que corresponde a cada oración, en los círculos de la derecha.
Y recuerda: “La misericordia de Dios acaricia las heridas de nuestros pecados…” (P. Francisco)
a. Da credibilidad a la Iglesia - b. Eterna - c. Jesucristo - d. Los pobres - e. Santo Tomás de Aquino - f. Criterio de actuación
g. Tener el corazón (cors) con los pobres (miseri), sentir afecto por los pobres… - h. El perdón - i. Juan XXIII - j. San Agustín
k. Dives in misericordia - l. Practicar obras de misericordia.
1. Atributo de la misericordia, que describe reiteradamente el salmo 136
2. En el evangelio son los privilegiados de la misericordia divina.
3. Santo que definió la misericordia de Dios como una cualidad de su Omnipotencia.
4. En la práctica es lo que evidencia si vivimos o no como discípulos de Cristo.
5. Es la expresión más evidente del amor misericordioso, que se convierte en un imperativo para los cristianos.
6. Doctor de la Iglesia de Occidente que experimentó a Dios como fuente de las misericordias.
7. Jesus afirma que la misericordia de Dios no es sólo el obrar del Padre; para sus hijos se debe convertir en….
8. Rostro de la misericordia del Padre.
9. Papa de la segunda mitad del siglo XX para el cual la misericordia es el más Bello nombre de Dios.
10. Segunda encíclica del Papa Juan Pablo II, cuyo tema fue la misericordia.
11. Testimoniar en primera persona la misericordia…
12. La palabra latina misericordia , según su significado originario, quiere decir:
B
las tres palabras (o búscala en la Bula sobre la misericordia, en el N° 3). El Papa Francisco afirma que
a través de la Puerta de Misericordia, la Puerta Santa, cualquiera podrá experimentar: el amor de Dios que ofrece…
.
Soluciones: A.1. (b), 2. (d), 3. (e), 4. (l), 5. (h), 6. (j), 7. (f), 8. (c), 9. (i), 10. (k), 11. (a), 12. (g). · B. Consuelo - perdón - esperanza.
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Año 8
Nº16
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