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La Máquina de Transformar Alimento en Leche Por el Ing. Agr. Carlos González Crende. Asesor del CREA Luján. Prof Adj. Produccion B. Leche UCA Insumo a Producto ¿Quién y cómo lo transforma? Muchos de los indicadores físicos que usamos en los tambos, son de gran utilidad para estimar eficiencia, compararnos, fijar metas e inferir potenciales resultados económicos. Hoy quisiera darle importancia, a un índice poco usado en los tambos argentinos, pero si en otras actividades ganaderas y en tambos de otros países. Se trata de saber cuántos kg de MS de alimento son necesarios para producir un kg de proteína de leche. Su uso extendido, permitirá comprender lo integral de esta medida y su correlato con el resultado económico. Permitirá además contemplar la diversidad de sistemas de producción existentes en argentina y compararnos mejor con tambos de otros países. Si lo miramos individualmente, el tema puede ser muy simple: 7000 Kg de MS de Alimento Vaca Total 250 Kg de Proteína Conversión 7000/250 = 28 Kg MS/kg p Se trata de una vaca que come 7000 kg de materia seca durante el año y produce 7575 litros con el 3,3 % de Proteína Ya tenemos un dato. En el ejemplo, son necesarios 28 kg de alimento para producir 1 kg de Proteína de leche. Podríamos inferir, que la vaca que necesita más de 28 es mas ineficiente y la que lo hace con menos es más eficiente. Pero sabemos que esto no es cierto. Es tan poco cierto, como inferir que es mejor tener más carga por hectárea. Sobre todo si esa carga se logra con bajos niveles de suplementación, buena producción individual y buena performance reproductiva. Para todo esto tenemos índices. Indicadores que – tomados en conjunto y comparativamente – nos describen la situación productiva de un tambo. Hoy quiero seguir usándolos y agregar éste (kg MS/Kg prot) que me parece muy integrador e ilustrativo. Avancemos. Sabemos que no todos los alimentos son iguales y que a distintas dietas, la misma vaca los convertirá con distinta eficiencia. Un ejemplo puede ilustrarnos al respecto: 200 Kg de Proteína 3000 Kg MS Pastoreo directo 7000 2000 Kg MS Silo de Maíz Kg MS 2000 Kg MS Alimento Balanceado Kg MS (Unos 6060 litros VT-año) Con el 3,3 % de Proteína Conversión: 35 Kg MS por Kg de Proteína de Leche producida. 7000/200 En cambio, una dieta como la siguiente, aunque es solo una especulación, puede tener una mejor conversión: 2000 Kg MS de Pastoreo directo 300 kg de Proteína 1000 kg MS de Silo de Maíz 7000 500 Kg MS de Heno Kg MS 1500 Kg MS de Pellet de Soja (Unos 9090 litros VT-año) Con el 3,3 % de Proteína 2000 Kg MS de Grano de Maíz Conversión: 23 Kg de MS por Kg de Proteína de leche producida. 7000/300 Ahora, jugando un poco con los valores, si consideramos un precio del kg de proteína de $/kg 50 en los tres casos y asumimos valores de la tonelada de alimento de $ 800, 900 y 1000 respectivamente para los de conversión baja, media y alta respectivamente, tendríamos el siguiente cuadro: Caso Bajo Medio Alto $/tt de Alimento Conversión $/kg de Proteína % alimento/ingreso 800 35 28,0 56,0 % 900 28 25,2 50,4 % 1000 23 23,0 46,0 % Nota: Es una verdadera arbitrariedad suponer en el ejemplo que el alimento más costoso es el que tendrá mejor conversión, pero a los fines didácticos, me tomo esa licencia. En este ejemplo, se vería, que el gasto de la dieta como % del ingreso aumentaría en la dieta más barata por su condición de ineficiente. Pero… esto recién empieza y no solo me refiero a la nota sino al tratamiento del tema en general. Sabemos que el tambo no solo no es una vaca, sino que no se ve representado por ella. Ni siquiera un rodeo. Es la suma de todas las categorías y la respuesta productiva depende en gran medida de la eficiencia de todos los elementos que componen esta máquina transformadora de alimento en leche. Así, por ejemplo, hay aspectos como la reposición, que son posibles gracias a una buena guachera y una buena situación reproductiva. La selección, que permite la disponibilidad de ese nivel de reposición y aspectos que hacen al confort de la vaca, como el trato que reciben y las instalaciones que lo condicionan. Tenemos el siguiente resumen que, lejos de ser exhaustivo, nos permite juntar algunas de las variables que intervienen o engranajes de la máquina que requiere lubricación permanente y constante. Tendremos presente también, no tanto los alimentos que consume, ni su costo ni su cantidad, no porque no sean relevantes, sino por su importancia relativa frente a una dieta equilibrada, constante y oportuna. Solemos tener buena información respecto al suministro de suplementos tanto voluminosos como concentrados, en nuestros tambos. No esta tan difundido el conocimiento, de lo que levantan ellas (las vacas) del campo mediante el pastoreo directo. Esto puede desmotivar alguno a llevar este índice. Los invito a considerar que la estimación que hagan de este alimento (el pasto), no alterará mucho la interpretación que hagan ya que muchos de nuestros tambos, no superan el 30 % de su dieta de este origen. Aún así, sería mejor conocer cuánto pasto aprovechable se produce en nuestros campos para minimizar el error. ¿Tener una mejor conversión puede representar un mejor resultado? Uno de los temas que intercambiamos con mis colegas es la relación entre la producción por hectárea (lts/ha o Kg Sólidos/ha) y el resultado ($/ha). Esta relación existe, aunque suena tautológica (algo que se explica a sí mismo). En este sentido, es razonable que un buen resultado por vaca, si las “amontonamos” (mas carga VT/ha), mejore el resultado ($/ha) y en menor medida la rentabilidad por el cambio de modelo que impone. Esto nos puede llevar a pensar, que la forma de aumentar la rentabilidad es, aumentar la carga. No voy a refutar eso. Quiero mirarlo desde otro punto de vista, Quiero ver el campo, no como productor de leche, sino como productor de pasto. ¿Por qué? Porque si llegamos (y algunos están cerca) al extremo californiano, en el que como otros, las vacas no pastorean en ningún momento, el resultado en $/ha sería altísimo si el negocio es bueno y viceversa. La rentabilidad no estaría influenciada por el uso del suelo ni el valor de la tierra. La diversidad de nuestros planteos enturbiará nuestro análisis. Pero, si vemos el campo como productor de pasto, consideramos el costo de producción y su ingreso (rinde en tt de MS x precio $/tt) obtendremos un resultado para él y punto. Por ejemplo, una producción de 7 tt de MS/ha – año a un valor de $/tt de 800, nos da un ingreso de $/ha 5600 o un resultado de 3600 (usd 870) si le descontamos los gastos. Buen resultado por cierto y aceptable rentabilidad para un campo de Usd/ha 8000. Algo más del 10 %. Decidamos que es un excelente uso para ese suelo y ese capital, producir pasto. Desde esta óptica, concentrémonos ahora en el tambo como máquina transformadora de alimento en leche o como dijimos al principio, kg de MS en kg de proteína. Tendremos en consideración, que 1/3 de su dieta, proviene del pastoreo directo y cuesta según nuestro ejemplo $/tt 800. Ahora, las tres dietas que hicimos al principio, incluyen este criterio de análisis. No nos ocupamos mas del campo, que sabemos produce y vende bien lo que produce. SI, nos ocupamos que nuestra máquina transformadora de materia prima (pasto, forraje conservado y concentrados) en un producto comercial: LECHE, funcione como un relojito. También nos ocupamos como cualquier empresa – de la calidad de nuestros insumos y de la calidad de nuestro producto -. Pero el tema más importante, las personas que hacen que todo esto sea posible, lo dejo para mis amigos Fernando Preumayr y Mario Sirvén.