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Asociación de
Salesianos Cooperadores
Región Ibérica
1.1.2.- El valor ético de la Persona
Septiembre 2011
1.- Una Persona
1.1.- La dignidad de la Persona.
1.1.1.- La Persona, Imagen de Dios
1.1.2.- El valor ético de la Persona
1.1.3.- Derechos humanos
1.1.4.- El sentido de la vida
1.1.5.- El Hombre: ser social
1.1.6.- Abiertos a la trascendencia
TEMAS DE FORMACIÓN INICIAL
1.- LA PERSONA
1.1.- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
Región Ibérica
1.1.2- EL VALOR ÉTICO DE LA PERSONA
1.1.2.El valor ético de la Persona
OBJETIVO
El hombre tiene un componente que lo distingue de los animales: es responsable. En sus
acciones y relaciones con el medio y con los otros no vale cualquier decisión que tome.
Todas sus decisiones tienen un valor moral, y no son iguales. Hay que educar al hombre
a que elija las decisiones morales con mayor valor dentro de un sistema ético. Intentamos
aclarar algunos conceptos y algunas ideas que nos ayuden a comprender un poco de la
ética y las acciones morales producidas por ella.
REFERENCIAS
Bíblicas
“También habéis oído que antes se dijo: „Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.‟ Pero yo
os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen. Así seréis hijos de
vuestro Padre que está en el cielo, pues él hace que su sol salga sobre malos y buenos,
y envía la lluvia sobre justos e injustos”
(Mt 5, 43-45)
Culturales
“Quien desea para los demás lo mismo que desearía para sí, y no hace a sus semejantes
lo que no quisiera que le hiciesen a él, este posee la rectitud de corazón y cumple la
norma de conducta moral que la propia naturaleza racional impone al hombre.”
Confucio.
“Enseguida acostúmbrate a ser justo en actos y palabras, y a ser razonable y sensato en
todo cuanto ejecutes”
Pitágoras
«Obra sólo de forma que puedas desear que el motivo que guía tu acción se convierta en
una ley universal».
Emmanuel Kant
«Obra de tal modo que consideres a los hombres, tanto en tu persona como en la de
cualquier otro, siempre como un fin, y nunca sólo como un medio».
Emmanuel Kant
“La conciencia tiene unos derechos porque tiene unos deberes”
Beato card. John H. Newman
TEMAS DE FORMACIÓN INICIAL
1.- LA PERSONA
1.1.- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
Región Ibérica
1.1.2- EL VALOR ÉTICO DE LA PERSONA
PVA
Estatuto: 8, 9, 10
Reglamento: 2, 3, 7.
DESARROLLO
Documento para la reflexión
1 El hombre, valor en si mismo
El hombre es absolutamente valioso, es un ser valioso en si mismo. Como no hay ningún
precio que se pueda pagar por ellos, no pueden ser evaluados a unos y de distinta
manera a otros, sino a todos por igual, el hombre tiene dignidad, y que por lo tanto
merecen un respeto del que se deducen obligaciones morales. El tener dignidad hace del
hombre poseedor de un valor absoluto que conlleva un mandato moral que podría
definirse como “Trata a cada persona como algo absolutamente valioso y no como algo
relativamente valioso, es decir es un fin en si mismo y no un medio, no lo
instrumentalices”. Fue Immanuel Kant el primero que en una ética filosófica reconoció
que todo ser humano tiene este valor absoluto.
2 El Hombre, destinado a ser feliz
Cada acto humano es siempre el resultado de una elección, de una decisión, entre varias
posibles. Tal elección se hace con arreglo a una escala de valores, y de aquí se deduce
que, si queremos escoger lo que es mejor para nosotros, lo que más nos conviene, lo
más puede contribuir a nuestro bienestar, será necesario que nuestros valores sean lo
más personales posibles, es decir, respondan a nuestras auténticas necesidades e
intereses, no a convencionalismos, a condicionamientos del exterior. Repitiendo actos
creamos hábitos, y repitiendo hábitos, llegamos adquirir un carácter, un modo ético de
ser, que si está constituido por valores positivos nos llevará a la felicidad.
La ética es un quehacer que consiste en la forja del carácter. Nacemos con un
determinado carácter, pero vamos modificándolo con nuestro actuar, y podemos dirigirlo
hacia la plenitud o hacia la degeneración, hacia la felicidad o hacia la desgracia. En este
camino contamos con orientaciones como que valores merecen la pena, que deberes es
preciso cumplir, virtudes que conviene asumir. Porque el quehacer ético consiste en un
entrenamiento vital gracias al cual podemos ir encontrándonos en forma, alcanzando
hábitos. Tener la moral alta no significa exclusivamente estar animado, sino haber
adquirido mediante la actividad la actitud necesaria, la predisposición adecuada para
enfrentar los retos vitales con altura humana. Esta predisposición que tiene o adquiere la
persona para lograr estos retos se llama virtud.
3 La ética en la sociedad
Ética civil es la ética de los ciudadanos, la moral que los ciudadanos de una sociedad
pluralista deben encarnar para que sea posible la convivencia pacífica, el respeto y la
tolerancia por las distintas concepciones del mundo. La ética civil consiste en un conjunto
TEMAS DE FORMACIÓN INICIAL
1.- LA PERSONA
1.1.- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
Región Ibérica
1.1.2- EL VALOR ÉTICO DE LA PERSONA
mínimo de valores tal que, si no es compartido por los ciudadanos, la convivencia se
hace imposible.
Una sociedad con corrupción, no sólo es aquella en la que los políticos lo son. La
corrupción afecta a todas las instituciones y actividades cuando las personas que
participan en ellas no las aprecian en sí mismas, porque no valoran el bien interno que
con ellas se persigue, bien que les da sentido y valor social. Este es el bien interno de la
actividad. Y, sin embargo, realizan su tarea exclusivamente por bienes externos: dinero,
imagen social y poder. Al prevalecer los bienes externos sobre los internos, los propios
de la institución o actividad, éstas pierden legitimidad, pierden su orientación, se
corrompen.
Cuando esta corrupción se extiende, tenemos una sociedad desmoralizada, donde por
encima de los bienes internos están los externos del dinero, el prestigio y el poder. Todos
los bienes internos y externos son necesarios, pero hay que tener muy claro cuales están
primero en las motivaciones y orientaciones de nuestra acción. Este no es un discurso
sólo para cristianos, sino para cualquier persona, porque la riqueza personal viene de la
riqueza de las actividades que desarrollamos. Y volvemos al tema de la virtud,
predisposición necesaria para afrontar nuestra vida social.
4 Ética civil y ética cristiana
La justicia social es uno de los valores directores de la convivencia social. Puede
entenderse esta justicia como una virtud que nos exige unos mínimos básicos de
convivencia. Se considera que debe ser universalmente exigida, como principios básicos,
deberes innegociables unos mínimos decentes, que permitan a los hombres convivir, si
no en condiciones de felicidad, al menos de justicia. Es una ética de mínimos. Aquí se
puede enmarcar la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU de 1948.
También hay éticas de la felicidad, que por el contrario intentan ofrecer ideales de vida
buena, en los que los bienes que el hombre puede gozar se presentan ordenados para
conseguir la mayor felicidad posible. Son éticas de máximos, que aconsejan, invitan,
animan a seguir su modelo, pero que no pueden exigirse. Aquí están las religiones y
otros sistemas éticos. La justicia como ética de mínimos afecta a todos, y las éticas de la
felicidad, de máximos, sólo a aquellos que han optado por seguirlas.
De lo anterior se sigue que debe haber una libertad de, presupuesto mínimo para ejercer
las actividades humanas, pero también existe una libertad para, por la que podemos
optar para dirigir nuestra vida a la verdad, lo bueno y lo bello, y mejorar nuestra vida y la
de todos los que nos rodean.
El cristianismo no es una ética de mínimos de justicia, sino una religión de máximos de
felicidad. Los mínimos de justicia le parecen irrenunciables, y se alegra profundamente de
que formen parte de la conciencia moral social de nuestro tiempo, pero no agotan la
oferta cristiana. Porque el Dios de Jesucristo ofrece su amor e invita a él; es testigo de su
propia vida, apoyo y consuelo; revela un sentido para la vida, en estos tiempos que el
sentido es un recurso tan escaso.
TEMAS DE FORMACIÓN INICIAL
1.- LA PERSONA
1.1.- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
Región Ibérica
1.1.2- EL VALOR ÉTICO DE LA PERSONA
Pautas para la reflexión
- ¿Por qué una u otra forma de actuar nos conducen al bien/felicidad y otra no?
- ¿Somos conscientes de que somos responsables de las decisiones que
tomamos?
- ¿Cuando tomamos una decisión, qué tenemos en cuenta para valorarla?
- Si obramos bien ¿cual es nuestro sentimiento? ¿Sabemos cuando hacemos una
cosa bien o mal?
- ¿Nos sentimos parte de la sociedad y responsables en la determinación de los
valores que hay que defender?
- ¿Estamos en camino de corrompernos por dejarnos llevar por el ambiente general
de la sociedad?
PARA DOCUMENTARSE – OTROS RECURSOS
Materiales
- Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, nn.12, 15-17, 27, 31, 41.
- Juan Pablo II, Veritatis Splendor, 1993, nn.26, 32, 36, 38, 78, 97.
- Benedicto XVI, Caritas in Veritate, 2009, nn. 2, 9,13, 36, 45
Bibliografía
- Ética Civil y Religión, Adela Cortina, PPC, Madrid 1995.
- Creado Creador, José Luis Moral, CCS (Teología para Jóvenes 13), Madrid 1999.
- Guía para Educar en Valores Humanos, Bernabé Tierno, Taller de Editores,
Madrid 1996.
- Valores Humanos, Volumen 1 a 4, Bernabé Tierno, Taller de Editores, Madrid
1996-1998.
- Teología Moral Fundamental, José Ramón Flecha, BAC (Manuales Sapientia Fidei
8), Madrid 62010.
- Libertad Religiosa y Dignidad Humana, Julio L. Martínez, San Pablo (Teología
Comillas 10), Madrid 2009.
- Ética para Náufragos, José Antonio Marina, Anagrama (Compactos 169),
Barcelona 1998.
- Ética para Amador, Fernando Savater, Ariel, Barcelona 1997.
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1.- LA PERSONA
1.1.- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
Región Ibérica
1.1.2- EL VALOR ÉTICO DE LA PERSONA
Documentos
El Camino Recto
Ante todo es necesario conocer el fin hacia el que debemos dirigir nuestras acciones, es
necesario descubrir nuestro destino, para poder tomar la firme determinación de dirigirnos
hacia él. Si se alcanza la perfección en los conocimientos morales, entonces las
intenciones son rectas y sinceras. Si las intenciones son rectas y sinceras, el alma queda
adornada con todas las virtudes. Las virtudes del alma mejorarán y corregirán todo
vuestro ser. Desde el hombre más noble al más humilde, todos tienen el deber de
mejorar y corregir su propio ser. El perfeccionamiento de uno mismo es la base de todo
progreso y desarrollo moral.
Confucio
La regla de oro
Se le pidió al maestro Hillel que resumiera la ley de la manera más corta posible y su
respuesta fue su fórmula de la regla de oro “lo que no quieras que te hagan a ti, no se lo
hagas al prójimo. Esta es la ley entera, el resto es comentario”
Rabino Hillel, s. I a. C.
Una mentalidad ética
Una mentalidad “ética”, capaz de discernir entre el bien y el mal y saber orientarse hacia
el bien. Esa cultura está iluminada por la conciencia moral, más centrada en los valores
que en los medios, y asume como punto básico la primacía de la persona. La cultura lleva
siempre en su interior un impulso ético y es en sí misma un valor moral, porque persigue
la calidad humana de cada uno y de la comunidad. Pero sobre ella repercuten los límites
del hombre.
Algunas de sus tendencias y realizaciones, cuando no sistemas enteros, se presentan
bajo el signo de la ambigüedad moral. Y esto en las dos dimensiones, objetiva y
subjetiva. El hecho llega a ser grave cuando en el dinamismo mismo de elaboración de la
cultura, el criterio ético desaparece o viene subordinado a otros. Pierde entonces toda
incidencia la referencia al bien y al mal, y prevalecen otras exigencias, como la utilidad, el
placer, el poder. El lenguaje, en estos últimos tiempos, ha acuñado una serie de
expresiones que ponen en evidencia, bajo forma de polaridad, la primacía o la ausencia
de una referencia ética válida en la evolución de la cultura: cultura del ser y del tener, de
la vida y de la muerte, de la persona y de las cosas. Desarrollar la cultura con
mentalidad ética querrá decir, no sólo hacerla crecer en cualquier caso, sino contrastar
sus concepciones y realizaciones con la conciencia iluminada por la fe para purificarla y
rescatarla de la ambigüedad y alentarla en la dirección de los valores.
Aguinaldo 2011. Don Pascual Chávez
Principios
Estos son mis principios y, si no les gustan, tengo otros.
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1.- LA PERSONA
1.1.- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
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Groucho Marx
El Sabio
El sabio se mantiene alejado de la rivalidad, de la codicia y de la confusión producida por
los deseos. El sabio es feliz al vivir, es bondadoso y armoniza con todos, es sincero al
hablar, equilibrado y recto en el trabajo y en la vida. Cuando acaba su obra, se retira
oportunamente. El sabio posee poco porque se ha olvidado de las cosas. El sabio no es
impetuoso, y nunca pierde el dominio de si mismo. El sabio no ofende a nadie, y nunca
halla motivo para rechazar a nadie. El sabio es aquel que se conoce a si mismo, que
quiere conquistarse a si mismo, más que conquistar a otros. El sabio hace del corazón de
los demás el suyo propio. Con el bueno obra de forma buena, con el malo obra de buena
forma.
Tao Te King
Opción fundamental
La unidad de vida recibe el nombre de proyecto fundamental y supone la opción
fundamental de englobar las múltiples manifestaciones de la vida y de unir, como cuentas
en un collar, los diferentes actos humanos. Este proyecto de vida que nace la interioridad
de la persona y de su opción de relación con el mundo y con los otros, y que se apoya en
tradiciones ya configuradas es el que confiere unidad al itinerario humano.
Leonardo Boff
Derechos y deberes más allá de la ley
Los derechos de los demás están basados sobre los deberes de uno. La justicia me
ordena ir más allá de la línea recta de la justicia, por lo cual nada puede marcar el fin de
este avance; tras la línea recta de la ley se extiende, infinita e inexplorada, la tierra de
bondad, que exige todos los recursos de una presencia única.
E. Levinas