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Transcript
INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES ECONOMICAS
LA HABANA, CUBA
DESCENTRALIZACION Y DIVERSIFICACION EN LA ECONOMIA
CUBANA: NUEVAS BASES PARA LA COOPERACION
INTERNACIONAL
Autora: Elena C. Alvarez González
Investigadora Titular
Directora
Preparado para exponer en el XXII Congreso Internacional de la
Latin American Studies Association (LASA)
Miami, 16-18 de marzo del 2000
DESCENTRALIZACION Y DIVERSIFICACION EN LA ECONOMIA CUBANA:
NUEVAS BASES PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL
Introducción
El XXII Congreso de LASA está dedicado a la cooperación internacional, lo cual
resulta muy positivo en un contexto en que el tema prácticamente ha
desaparecido de la agenda internacional.
Para Cuba, la cooperación internacional fue particularmente importante a partir
de los años sesenta y muchos se preguntan si en la última década perdió
significado como resultado de la crisis desatada con la desaparición del campo
socialista y los cambios derivados de ella.
Esta ponencia forma parte de un panel en que se examinarán distintos aspectos
relacionados con la cooperación internacional y Cuba. Ella se concentrará en
analizar los cambios que se han producido en la economía cubana durante la
última década y su impacto en el modelo de cooperación que existió hasta finales
de los años ochenta, a la vez que evaluará la importancia de la cooperación en
las actuales condiciones.
El marco conceptual
La cooperación internacional, como elemento integrante de las relaciones
económicas internacionales, aunque surge de manera incipiente en los años
treinta con algunos acuerdos internacionales para regular el comercio de
productos básicos, tiene su mayor desarrollo después de la II Guerra Mundial.
Adopta múltiples formas, que incluyen el intercambio de bienes y servicios, la
asistencia técnica, la capacitación y el financiamiento; pero lo que distingue a
estas relaciones de aquellas que ordinariamente tienen lugar entre las
naciones, es su carácter concesional. Es decir, en todas ellas está presente
un elemento de ayuda o condiciones concesionales del país donante al país
receptor.
Hay que señalar que, en sentido general, estas relaciones de cooperación
poseen un fuerte componente extraeconómico, frecuentemente de carácter
político, pero también humanitario y solidario.
2
En este trabajo el término cooperación estará referido a:
condiciones
preferenciales de comercio, créditos blandos para el desarrollo, asistencia
técnica, otorgamiento de becas y donaciones.
A escala mundial, la mayor expansión de la cooperación tuvo lugar en los años
sesenta y setenta. Sin embargo, desde inicios de la década de los ochenta, se
aprecia un retroceso en componentes tan importantes como la Ayuda Oficial al
Desarrollo, que ha cedido el paso a los flujos de capital privado, con las
consecuencias conocidas en algunos casos. Según información del Banco
Mundial, la Ayuda Oficial al Desarrollo en términos per cápita disminuyó de 14
dólares en 1990 a 11 dólares en 1997 (Banco Mundial, 1999).
La tan ansiada meta de que los países desarrollados aporten el 0,7% del PIB
como Ayuda al Desarrollo, no sólo no se ha alcanzado, sino que ha disminuido
en la última década, como lo reconocen incluso autoridades de organismos
internacionales. 1
Asimismo, es cada vez más frecuente que la ayuda trate de condicionarse a la
aceptación de modelos económicos, de programas de ajuste e, incluso, de
modelos políticos.
Significado de la cooperación para la economía cubana
En el caso de Cuba, la cooperación ha estado siempre acompañada de la
solidaridad y en ningún caso de condicionamientos políticos, tanto para la
cooperación recibida como para la prestada.
Con los entonces países socialistas Cuba desarrolló, en condiciones de respeto
mutuo, amplios vínculos de cooperación, tanto bilateral como multilateral en
los marcos del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME); dentro de ellos, de
particular significación fueron los vínculos con la URSS. Los principales
esfuerzos en esa cooperación estuvieron encaminados a solucionar los
problemas fundamentales del desarrollo de la economía cubana, a perfeccionar
la estructura económica y a elevar el nivel de la producción social, con vistas a
satisfacer las necesidades crecientes de la población.
1
En entrevista concedida al diario “Les Echos” en enero del presente año, Michel Camdessus,
denunció que en la última década la ayuda al desarrollo pasó del 0,35% al 0,22% del PIB de
los países desarrollados.
3
En primer lugar, la cooperación se reflejó en el reconocimiento de la diferencia
en el nivel de desarrollo de Cuba con respecto a esos países, y por ende, en la
necesidad de un tratamiento en las relaciones comerciales mutuas que
tendiera a eliminar los efectos del intercambio desigual y de otros elementos
adversos de los mercados internacionales; para ello, se aplicaron fórmulas de
precios que evitaran el deterioro de las relaciones de intercambio; asimismo, se
garantizaron mercados para las principales exportaciones cubanas y
suministros seguros para las importaciones que Cuba debía realizar.
La cooperación también se expresó en asistencia técnica y créditos blandos
para la construcción y modernización de importantes objetivos económicos y de
infraestructura; la introducción de nuevos procesos de producción; la
preparación de fuerza de trabajo calificada y de especialistas de nivel superior,
así como la ayuda para el desarrollo de las ciencias, las investigaciones y la
formación de científicos en numerosas especialidades. Por otra parte, incluso
los créditos para cubrir los déficit de balanza de pagos fueron otorgados
también en condiciones blandas y se encontraron soluciones para los
problemas de endeudamiento surgidos a lo largo de las relaciones comerciales.
Una serie de ramas, que al triunfo de la Revolución prácticamente no existían,
se desarrollaron a partir de la cooperación con estos países, muy en particular
con la URSS. Entre ellas pueden mencionarse: la producción de acero, la
construcción de maquinarias agrícolas, la producción de equipos para la
industria azucarera, la industria electrónica, la producción de fertilizantes, la
industria pesquera y la prospección geológica.
También se logró la modernización y ampliación de la industria azucarera, la
mecanización de la cosecha de la caña de azúcar en un elevado porcentaje, la
mecanización del resto de las producciones agrícolas, el desarrollo de los
trabajos de riego y drenaje, la ampliación y modernización del sistema
electroenergético del país, el desarrollo de la industria del níquel y de otras
ramas de la minería, la construcción de capacidades de producción textil, de
refinación de petróleo, de materiales de construcción, de diversas producciones
de la industria alimentaria, la construcción de nuevas líneas de ferrocarril,
puertos y aeropuertos, por sólo mencionar los más significativos.
A manera de ilustración, las empresas industriales y otros objetivos
construidos o modernizados con asistencia de la URSS a lo largo de tres
4
décadas ascendieron a casi 600, y los créditos blandos que ampararon los
suministros para ellos, fueron del orden de 5900 millones de pesos
(equivalentes a dólares); otros países socialistas otorgaron créditos blandos por
1585 millones de pesos 2.
En unos 30 años fueron formados en los países socialistas más de 100 mil
especialistas y obreros calificados en centros docentes de nivel superior.3
Debe señalarse que esta cooperación tuvo también efectos beneficiosos para las
economías de estos países, manifestados fundamentalmente en el ahorro
relativo de recursos como resultado de los abastecimientos de azúcar que Cuba
hacía a los mismos, lo que les permitía destinar tierras a otros cultivos y
disminuir los subsidios por concepto de su producción de azúcar de
remolacha.
Durante esos años, Cuba recibió también cooperación de países capitalistas
desarrollados, así como de Organismos Internacionales, fundamentalmente
bajo la forma de créditos blandos y donaciones. Esta cooperación se dirigió
fundamentalmente a las esferas de la salud, la educación, el desarrollo
científico-técnico y la agricultura.
De países desarrollados recibió unos 117 millones de dólares en donativos y
créditos blandos hasta finales de los años setenta en que este tipo de
colaboración se detuvo por razones políticas (participación cubana en la guerra
en Angola). De agencias de Naciones Unidas se recibieron hasta 1991 unos
246 millones de dólares (Taladrid, 1997).
La prestación de cooperación internacional por parte de Cuba estuvo
presente desde fecha tan temprana como 1960, en ocasión de un terremoto en
Chile, aunque de forma más amplia se inicia en 1963 con el envío de brigadas
médicas a Argelia. A partir de ese momento, creció de forma sostenida. Abarcó
diferentes modalidades, estando las fundamentales referidas a: envío de
especialistas para prestar asistencia técnica, otorgamiento de becas para
estudiantes de nivel superior y medio, adiestramiento de personal calificado y
donaciones.
2
3
Declaraciones de Raúl Taladrid, Viceministro del Ministerio para la Inversión Extranjera y la
Colaboración, en Economics Press Service, Año 12, No. 7, 15 de abril de 1999.
ONE, Dirección de Estadísticas Sociales.
5
La mayor expansión de esta cooperación tuvo lugar desde mediados de los
años setenta y hasta inicios de los ochenta. Puede afirmarse que en la casi
totalidad de los casos la ayuda cubana fue gratuita, aunque a partir de 1977,
con algunos países de altos ingresos, básicamente procedentes del petróleo, se
desarrolló la cooperación de forma compensada (Felipe, 1992). El alto
desarrollo alcanzado por Cuba en salud, educación, y deportes determinó que
el mayor peso de la cooperación estuviera concentrado en este tipo de servicios,
aunque también hubo participación en otras ramas, por ejemplo, la
construcción, la pesca, y la agricultura.
Un estudio realizado a inicios de los noventa (Felipe, 1992), realizó una
cuantificación de la cooperación económica de carácter civil brindada por Cuba
a países del Tercer Mundo, la cual puede valorarse entre 1500 y 2000 millones
de dólares durante el período 1963 a 1989, y sitúa al país como un pionero en
la cooperación Sur-Sur:
AYUDA ECONOMICA PRESTADA POR CUBA - 1963-1989
Participantes
Asistencia Técnica
Salud
Educación
Construcción
Pesca
Agricultura
Industria Azucarera
Total
Otorgamiento becas
Adiestramientos
Donaciones
32
26
39
1
9
2
111
228
5
516
495
335
386
420
323
475
103
593
Valor (Millones
USD)
294,5
241,3
322,2
11,5
84,4
20,6
974,5
409,8
24,5
128,44
TOTAL
1537,2
Fuente: Edith Felipe: La ayuda económica de Cuba al Tercer Mundo: evaluación
preliminar (1963-1989)
En el propio trabajo se evalúa qué proporción del PIB representó esa ayuda,
pudiendo observarse que a partir de 1978 Cuba aportó un porcentaje superior
al promedio aportado por los 18 mayores países desarrollados.
4
Incluye solamente las cifras de donaciones recogidas en el Anuario de Comercio Exterior
desde 1982 a 1989; pero se conocen otros valores correspondientes a construcciones y otros
conceptos gratuitos, ascendientes a por lo menos 226,9 millones de dólares.
6
AYUDA OFICIAL AL DESARROLLO EN RELACION CON EL PIB (%)
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
CUBA
0,08
0,11
0,29
0,47
0,58
1,03
0,78
0,73
0,66
0,86
0,59
0,66
0,78
0,64
0,49
Países
Desarrollados
0,34
0,34
0,33
0,35
0,35
0,37
0,34
0,38
0,36
0,36
0,35
0,35
0,35
0,36
0,33
Fuente: Ibid.
La década de los noventa traería cambios en el entorno internacional que
impactaron fuertemente la economía cubana.
Desaparecido el campo
socialista, Cuba debió enfrentar un entorno internacional diferente, en
condiciones de un Bloqueo recrudecido.
Era necesario producir una
reinserción en la economía internacional de manera acelerada. Las nuevas
condiciones implicaron una drástica reducción de la cooperación internacional
que el país recibía, al desaparecer prácticamente las relaciones con los
antiguos países socialistas y quedar limitados los vínculos de cooperación a
algunos acuerdos bilaterales con países desarrollados, así como a la
proveniente de organismos internacionales y de Organizaciones No
Gubernamentales. Asimismo, la crisis económica, que implicó una caída del
35% del PIB hasta 1993 y la acumulación de importantes desbalances
macroeconómicos, determinó una reducción de la cooperación brindada por
Cuba, sobre todo en los años iniciales de la década de los noventa.
7
Transformaciones y recuperación
A partir de 1994 y como resultado del conjunto de medidas de política
económica adoptadas, la economía inició un proceso de recuperación,
apreciándose un crecimiento entre 1995 y 1999 en torno al 4% promedio
anual.
Este proceso ha sido analizado con amplitud en otros trabajos de economistas
cubanos 5, por lo cual aquí sólo se mencionará que su lógica partió de un
conjunto inicial de medidas de política económica externa en los primeros años
de la década de los noventa, que propiciaron un proceso de apertura
conducente a una nueva participación en la economía internacional. Estas
medidas fueron seguidas, a partir de 1993, por importantes transformaciones
en la política económica interna, para atender los desbalances
macroeconómicos y para actuar sobre la microeconomía, estimulando la
recuperación productiva.
Al propio tiempo tuvieron lugar importantes
transformaciones en el orden institucional y de funcionamiento económico,
encaminadas a lograr una mayor descentralización, a la vez que se eleva el
control y la exigencia.
La recuperación iniciada en 1994 transcurre bajo la llamada restricción
externa, entendida como la limitación efectiva en la disponibilidad de bienes y
servicios necesarios para el crecimiento y desarrollo, la cual se ve agudizada
por el bloqueo de Estados Unidos que limita y encarece las fuentes de
financiamiento externo, dificulta el acceso a inversión directa y obstaculiza las
operaciones comerciales.
A pesar de esos adversos factores externos, se ha logrado crear una dinámica
interna de recuperación de la economía asociada al efecto estimulador del
turismo y del mercado interno en divisas sobre las producciones nacionales,
así como al incremento y diversificación de las exportaciones y a la mejoría en
la eficiencia, sobre todo en el uso de los portadores energéticos.
El país ha logrado una importante diversificación de sus vínculos externos y
hoy en día sostiene relaciones con más de 150 países y la estructura de sus
intercambios se ha diversificado significativamente; así, en la actualidad realiza
el 35% con América, el 46% con Europa, el 15% con Asia y el 4% con los
5
Veánse por ejemplo: Rodríguez (1996), González (1997), Echevarría (1997), Alvarez (1998),
entre otros.
8
restantes países, en tanto que en 1989 aproximadamente un 85% se realizaba
con los entonces países socialistas.
Por otra parte, la política de atracción de inversión extranjera, a pesar de las
afectaciones que ha significado la Ley Helms-Burton, ofrece resultados
importantes, al contarse en la actualidad con unas 374 asociaciones con
capital extranjero en más de 30 ramas de la economía, con un peso mayoritario
en el turismo, la minería, la exploración petrolera, las telecomunicaciones y
diversas ramas industriales 6
Otro elemento que contribuye al esfuerzo por superar la restricción externa es
el proceso de renegociación de deudas comerciales que se ha iniciado, así como
los contactos con gobiernos y bancos acreedores con el objetivo de continuar el
análisis del tema de la deuda externa de Cuba, en la búsqueda de soluciones
viables.
En cuanto a los principales desbalances internos, las medidas adoptadas han
logrado una reducción del déficit del presupuesto a un 2,4% del PIB; han
disminuido los subsidios por pérdidas de las empresas estatales en más de un
80%, un 71% de las cuales es rentable en la actualidad, frente a sólo un 29%
en 1993; se ha ido aplicando de manera gradual, flexible y ordenada la nueva
ley tributaria; el volumen de liquidez acumulada ha disminuido desde mayo de
1994 (momento de mayor magnitud) a 1999 en un 20%; los precios en los
mercados agropecuarios e informales han decrecido significativamente en
relación con los niveles de 1994 (algo más de un 40 y 60%, respectivamente);
se ha ido logrando una revalorización del peso cubano (desde niveles de 150
pesos por dólar en 1994, actualmente se cotiza entre 20-21).
Por último, en el plano microeconómico, cabe destacar que la década de los
90 ha implicado transformaciones significativas tanto en la estructura como en
el funcionamiento empresarial; han aparecido nuevas formas jurídicas y de
propiedad y se ha diversificado el número de agentes económicos.7 Estos
cambios deben continuar e incluso profundizarse en función del proceso de
perfeccionamiento empresarial que se inició en 1998, transcurrirá
6
7
Reunión de balance anual del Ministerio de Inversión Extranjera y Colaboración Económica,
Granma Internacional, 27 de febrero del 2000.
Algunas de estas transformaciones: autogestión en divisas sobre la base de presupuestos, utilización de estos
presupuestos como instrumento de planificación; acceso directo a actividades de comercio exterior; implantación
9
gradualmente e incorporará en un plazo de unos cinco años a algo más de
2000 empresas del país y que prevé la concesión de un significativo nivel de
autonomía a las mismas, a la vez que una elevación del control y la exigencia
de resultados mejores sobre la base de más eficiencia.
En lo referido al desarrollo social, es conocido que las políticas aplicadas
desde el triunfo revolucionario transformaron completamente la situación
existente en Cuba antes de 1959. De ahí que al desatarse la crisis, fué tarea
de la política social enfrentar el impacto a través de acciones dirigidas a
preservar la esencia del modelo social
De tal forma, en primer lugar, para tratar de lograr una distribución de los
bienes de consumo lo más equitativa posible, se trasladó al sistema de
racionamiento la casi totalidad de éstos. En segundo lugar, se mantuvo a los
trabajadores en sus empleos y se buscó conservar sus ingresos nominales aún
en el momento de más aguda contracción económica, en tanto se iniciaba
ordenada y gradualmente un proceso de ajuste y reestructuración del empleo.
En tercer lugar, se buscó preservar al máximo los programas de salud,
educación, seguridad y asistencial social. Al propio tiempo, la política social
también buscó más eficiencia, reduciendo costos y utilizando mejor los
recursos disponibles, para adecuarse a la nueva situación que debía enfrentar
la economía. (Ferriol y otros, 1997).
Este conjunto de medidas permitió enfrentar la crisis económica con un alto
consenso social y logró mantener, e incluso mejorar, indicadores sociales de
gran importancia como los de salud:
del nuevo sistema tributario; utilización de nuevos instrumentos bancario-financieros; informatización y
modernización de la gestión contable.
10
PRINCIPALES INDICADORES DE SALUD
Indicador
1989
Mortalidad infantil (por mil nacidos vivos)
11,1
Esperanza de vida al nacer
74,5
Médicos
34752
De ello: Médicos de la familia
8965
Habitantes por médico
303
Población atendida por médico de la familia (%)
70
Gastos presupuesto (Millones pesos):
En Salud Pública
En Seguridad Social
1068,0
En Asistencia Social
1241,4
41,2
1999
6,4
74,7
65000
30000
172
98,2
1344,9
1705,1
145,4
(98)
Las características previsibles del modelo cubano y su efecto en la
cooperación internacional.
En un entorno internacional muy complejo, que se hace más difícil a causa de
la existencia del bloqueo norteamericano, el modelo cubano enfrenta el desafío
de superar la restricción externa a partir fundamentalmente de los esfuerzos
propios y sobre la base de alcanzar una mayor eficiencia económica en sentido
general; y hacer todo ello preservando los logros sociales alcanzados.
¿ Con qué se cuenta para ello? No puede perderse de vista que en casi
cuarenta años, a pesar de estar bloqueados por la potencia mayor del mundo,
en el país ocurrió un intenso proceso de transformaciones económicas y
sociales que fueron realizadas en los marcos de un sistema socio-económico
socialista y sobre la base de la conducción planificada de la economía, que
aunque no estuvo exenta de deficiencias e insuficiencias, tuvo logros históricos
que se expresan sintéticamente en:
•
La radical transformación del sector agropecuario, no sólo al eliminarse la
caduca estructura latifundiaria de tenencia de la tierra, sino mediante la
tecnificación y la humanización de las condiciones de trabajo y de vida de
los campesinos y trabajadores agrícolas.
11
•
•
•
•
Las transformaciones en la industria cubana, que alcanzó su mayor auge
con el proceso de industrialización desarrollado a partir de 1975.
El desarrollo de la infraestructura básica.
Los resultados científico-técnicos como consecuencia de la política de
desarrollo en esta esfera, lo que implica que desde mediados de los ochenta
la ciencia cubana haya entrado en un período de maduración en que
empiezan a verse los frutos del trabajo de décadas anteriores para lograr
convertirla en fuerza productiva directa.
El desarrollo social alcanzado, al cual se ha hecho ya referencia y que se
manifiesta en los índices de salud, educación, alimentación y equidad
social, muchos de ellos comparables con los de países altamente
desarrollados.
Ese proceso de desarrollo fue enfrentado sobre la base de una conducción
planificada de la economía que mostró su eficacia en aquel contexto.
Las nuevas condiciones en que funciona la economía cubana reconocen
determinados espacios al mercado, así como la existencia de diferentes formas
de propiedad y significan, por tanto, una mayor descentralización y una
modificación de las formas tradicionales de planificación para reconocer los
vínculos entre plan y mercado.
Así, uno de los cambios más importantes en la manera de operar los agentes
económicos está determinado por la transformación en la forma de distribuir
los recursos. Anteriormente, los recursos se asignaban centralizadamente al
productor, básicamente en forma material, y posteriormente la producción se
distribuía también centralizadamente a los consumidores, todo ello conforme a
un Plan, a precios fijos. Los problemas de calidad, costo y competitividad no
estaban en un primer plano, ni constituían un imperativo económico.
En la actualidad, la planificación a nivel nacional establece los aportes en
divisas que deben realizar las entidades que generan ingresos en esa moneda;
a su vez, los aportes captados centralmente, son utilizados para financiar las
necesidades de la población y de aquellas actividades que no tienen ingresos en
divisas con los cuales financiarse. De esta manera, la capacidad de compra en
divisas la tiene hoy el demandante final de los productos, bien sea porque las
genera directamente o porque las obtuvo por asignación centralizada, lo cual
implica que este demandante puede adquirir el producto de un productor
12
nacional o importarlo directamente, en función de dónde le sea más eficiente y
dónde obtenga la mayor calidad y precio competitivo. Es decir, está presente
un proceso de concurrencia en que los agentes económicos funcionan con
arreglo a las reglas de los mercados y están en estrecho contacto con las
condiciones de la competencia internacional.
Esta forma de operar ha resultado en la creación de un mercado empresarial
en divisas para la venta de bienes intermedios y de equipos. Por otra parte,
también se han ido abriendo posibilidades de venta a los productores
nacionales en la red de establecimientos que operan en divisas con la población
y en la actualidad ya abastecen un 47% de las necesidades de los mismos 8.
De esta manera, la planificación a nivel nacional se concentra en los aspectos
esenciales, definitorios de las proporciones y límites básicos y se introduce un
mayor grado de decisiones a nivel empresarial.
Desde el punto de vista de la población también ha habido una ampliación de
los espacios de funcionamiento sobre la base de relaciones monetariomercantiles. Así en la actualidad existen:
q
q
q
q
q
q
q
q
Mercados agropecuarios, en pesos cubanos, con precios libres.
Mercados de productos industriales, en pesos cubanos, con precios libres.
Ventas minoristas en establecimientos estatales, en pesos cubanos, a
precios de oferta y demanda.
Tiendas estatales en divisas.
Casas de cambio para la compra-venta de dólares.
Productos y servicios ofertados por trabajadores por cuenta propia, en pesos
cubanos y en divisas.
Alquiler de viviendas, en pesos y en divisas.
Mercado informal no regulado, en pesos y en divisas.
Para estos mercados, están definidas las formas de acceso, las normas
impositivas, de aranceles y otras regulaciones. Aunque hay cierta separación
entre los diferentes mercados, las estructuras de precios se influyen
fuertemente entre sí y la tasa de cambio establece una vinculación entre la
capacidad de compra de las dos monedas (González, 1997).
8
José Luis Rodríguez, Informe a la Asamblea Nacional sobre los resultados del año 1999,
Periódico Granma, 29 de diciembre de 1999.
13
Sin dudas la circulación monetaria dual (pesos y divisas) es uno de los
aspectos que hacen más complejo el actual funcionamiento de la economía, ya
que en la medida que se amplían las relaciones interempresariales se dificulta
el establecimiento de precios correctos, la medición y el control, por lo cual una
de las tareas futuras de la política económica es la determinación de un tipo de
cambio del peso cubano más adecuado que, además de hacer más eficaces las
diferentes políticas regulatorias, permita ir a la paulatina eliminación de la
circulación de dos monedas.
Algunos datos pueden ilustrar la ampliación que se ha producido tanto en los
agentes económicos como en las formas de propiedad y en los espacios de
mercado:
Participación propiedad cooperativa y
privada en la tenencia de la tierra (%)
Empresas mixtas y asociaciones con
capital extranjero
Participación empleo no-estatal en el
total (%)
Trabajadores por cuenta propia (Miles)
Usufructuarios de parcelas agrícolas
(Miles)
1989
199899
24,8
66,6
1
5,9
374
24
25
165,4
-
63
Fuente: Anuario ONE, 1998 e informaciones públicas.
Al propio tiempo que ocurre este proceso de diversificación en las formas de
propiedad y en los agentes económicos, de descentralización de las decisiones y
del funcionamiento empresarial, en que la regulación de la gestión ha
adquirido un carácter eminentemente monetario-mercantil, los intereses
sociales deben ser garantizados, lo cual implica necesariamente un
determinado grado de centralización; de ahí la importancia que mantiene la
planificación en el modelo de funcionamiento previsible para la economía
cubana.
14
Por otra parte, la economía cubana enfrenta retos para superar la restricción
externa que actualmente frena la recuperación de la economía:
q
q
q
q
q
q
q
q
q
q
Recuperar la producción azucarera, y su papel estratégico en la economía
nacional, sobre la base de una disminución apreciable de sus costos a fin de
obtener mayores beneficios en relación con los precios internacionales.
Incrementar las producciones agropecuarias no cañeras, sobre la base de
mayores rendimientos y más eficiencia, con el objetivo de contribuir
significativamente al balance externo del país con mayores producciones
exportables, tradicionales y nuevas, así como mediante la sustitución de
importaciones de alimentos e insumos productivos.
Elevar la eficiencia del turismo y potenciar su papel no sólo como aportador
directo de divisas, sino como actividad impulsora del resto de la economía.
Consolidar los resultados, sobre todo desde el punto de vista comercial,
obtenidos en la ingeniería genética, la biotecnología, la industria
farmaceútica y de producción de equipos médicos de alta tecnología, que ya
representan ingresos significativos.
Transformar la estructura y dinámica de los ingresos externos,
incorporando productos y servicios portadores de nuevas ventajas
comparativas y con un mayor valor agregado.
Elevar la eficiencia energética de la economía, buscando la reducción del
coeficiente de consumo de portadores energéticos de la producción en
general, intensificando las medidas de ahorro y de aprovechamiento de
fuentes renovables de energía.
Elevar la eficiencia en el uso de otros recursos en sentido general, sobre
todo los de origen importado, con el objetivo de disminuir la elevada
dependencia de las importaciones que muestra la economía.
Reorientar la industria manufacturera nacional hacia las producciones más
competitivas, buscando nuevas alternativas de financiamiento, organización
y mercado para potenciar sus producciones sobre bases competitivas
internacionalmente y afrontar su desarrollo tecnológico.
Realizar considerables inversiones para recapitalizar sectores que presentan
fuerte deterioro o retraso tecnológico en el equipamiento existente.
Modernizar, mantener y desarrollar la vasta infraestructura creada,
buscando alternativas de financiamiento e inversión.
15
En el enfrentamiento a los retos anteriores, la planificación debe hacer una
contribución decisiva, mediante el diseño de programas y políticas que orienten
e impulsen el desarrollo productivo en las ramas y sectores estratégicos y
sirvan de base para la captación de inversión y financiamiento externos, así
como para el diseño de programas de cooperación internacional.
En este contexto, la cooperación internacional tiene amplios espacios para
desarrollarse exitosamente, tanto en calidad de país receptor como de donante.
La existencia de un modelo que combina más descentralización con la
conducción planificada de la economía, con prioridades estratégicas definidas,
centrado en la búsqueda de la eficiencia, con nuevos actores sociales; unido al
potencial creado tanto material y científico, como en recursos humanos,
constituye un basamento importante para este propósito, pues permite un
mejor aprovechamiento de la cooperación que el país recibe, así como brinda la
posibilidad de ofertar cooperación sobre bases cualitativamente superiores y de
manera integral, bajo nuevas concepciones.
En este sentido uno de los mayores potenciales radica en la fuerza de trabajo
calificada (más de 600 mil graduados universitarios) y en el desarrollo científico
alcanzado, que se ilustra con los siguientes datos:
q Existen unas 220 unidades de investigación científico-técnica.
q En centros de investigación-desarrollo laboran alrededor de 42 mil
trabajadores.
q El número de científicos e investigadores por mil habitantes es alrededor
de 1,8; el nivel más alto de América Latina.
q Los gastos totales del Estado cubano en la actividad científico-técnica
representan 1,2% del PIB.
Esta inversión en capital humano constituye sin dudas una de las fortalezas
del modelo de desarrollo cubano que le permite enfrentar en mejores
condiciones los desafíos del siglo XXI, en que la información y el conocimiento
son fuentes de ventajas competitivas. A la vez, este capital humano es un
valioso activo para acometer las tareas de la cooperación internacional.
Puede afirmarse que en la década de los noventa el país asumió un nuevo
modelo de cooperación internacional. Hasta finales de los años ochenta, la
cooperación recibida superaba con creces la otorgada y tenía un peso decisivo
en las relaciones económicas externas del país. En la actual década, la
16
cooperación recibida, sin que deje de ser importante, tiene un papel
complementario. Por su parte, la cooperación prestada por Cuba, a pesar de la
disminución de los recursos con que cuenta el país, continúa realizándose
como expresión de solidaridad hacia otros pueblos del Tercer Mundo y en los
años más recientes ha comenzado a incrementarse.
A finales de 1999, Cuba mantenía relaciones de cooperación bilateral con 141
países, la cifra más alta en su historia 9 :
COOPERACION BILATERAL
POR GRUPOS DE PAISES – 1999
Cantidad
América Latina y Caribe
24
Africa Subsahariana
40
Africa Norte y Medio Oriente
20
Asia y Oceanía
18
Europa Oriental
15
Países Desarrollados
24
Total
141
Como país receptor, ha habido que enfrentar la tendencia de la disminución de
los recursos financieros otorgados para el desarrollo por organismos
internacionales y países, e idear nuevas formas que proporcionen más
recursos, tales como las operaciones de cooperación triangular que se
desarrollan de conjunto con varias agencias de Naciones Unidas, cuyos
programas se ejecutan con financiamiento de otros países. Otro ejemplo son
proyectos de carácter comunitario, que involucran a gobiernos, agencias de
Naciones Unidas, representantes de los gobiernos provinciales y municipales y
participación popular 10 La cooperación procedente de ONG's también ha
elevado su papel en la década de los noventa.
Cuba ha venido participando como observador en las negociaciones para un
nuevo Convenio entre la Unión Europea y los países ACP (Africa, Caribe,
Pacífico), los cuales han expresado su conformidad con que nuestro país
acceda a dicho convenio. Las autoridades cubanas han planteado que el nuevo
acuerdo debiera “preservar todo lo positivo de Lomé IV y arribar a un nuevo
9
10
Reunión de balance anual del Ministerio para la Inversión Extranjera y la Colaboración,
Granma Internacional, 27 de febrero del 2000.
Ibid.
17
convenio que reconozca los principios del derecho internacional y consagre el
derecho al desarrollo” (Lage, 1999). La aceptación final por parte de Cuba
estará en dependencia del contenido final de este acuerdo, cuyas negociaciones
están próximas a concluir.
En cuanto a la cooperación brindada por Cuba, a pesar de la crisis el país ha
realizado donaciones entre 1990 y 1998 por 22,3 millones de dólares 11 ; pero
lo más significativo es que se asiste a un cambio cualitativo, al plantearse
nuevos conceptos que integran a países desarrollados en triangulación con
países del Sur, con vistas a aprovechar las potencialidades creadas en Cuba,
sobre todo en medicina, complementándolas con los recursos que pueden
aportar las naciones desarrolladas o los Organismos Internacionales. Un
ejemplo lo constituye el acuerdo logrado con Francia para colaborar con el
programa cubano integral de salud en Haití 12.
Es importante destacar el Programa Integral de Salud como una muestra del
nuevo tipo de cooperación que Cuba tiene posibilidad de ofrecer, que incluye
no únicamente especialistas aislados, sino la transferencia de los principios y
la práctica del Sistema de Salud aplicado integralmente en Cuba, por lo cual
los objetivos de este Programa son: mejorar los indicadores de salud en estos
países, reducir la mortalidad en menores de 5 años, formar personal médico y
paramédico que sustituyan en un futuro a los cooperantes cubanos.
En particular en los servicios médicos, es notable la cooperación que Cuba
presta a naciones de Africa, América Central y el Caribe, en su casi totalidad de
forma gratuita. Con Africa, en adición a los especialistas médicos enviados a la
República de Suráfrica, se desarrolla actualmente el Programa Integral de
Salud con 4 países (Gambia, Níger, Guinea Ecuatorial, Burkina Fasso) y se
extenderá próximamente a tres más (Zimbabwe, Namibia y Guinea Bissau) y el
número de médicos y técnicos de la salud podrá situarse entre 600 y 1000.
En el Programa Integral de Salud para países de Centro América y Caribe,
participan 1300 médicos y técnicos de la salud cubanos; de igual forma, el
Programa se completa con la matrícula en la Escuela Latinoamericana de
Ciencias Médicas, de unos 1900 estudiantes, que pueden llegar a 3500 a plena
capacidad de la Escuela, la cual en un futuro cercano tendrá capacidad para
unos 8 mil estudiantes.
11
12
ONE, Anuario Estadístico de Cuba, 1998.
Reunión de balance anual del MINVEC, Granma Internacional, 27 de febrero del 2000.
18
Como resumen
Si bien es cierto que los cambios en el entorno externo impactaron fuertemente el
modelo de cooperación prevaleciente hasta 1989, las actuales condiciones en que
se desenvuelve la economía cubana brindan un marco propicio para el desarrollo
de la cooperación internacional, como país receptor y como país donante. Estas
condiciones son:
•
•
•
•
•
•
•
Proceso sostenido de recuperación económica.
Existencia de potenciales en recursos humanos, materiales y de desarrollo
científico-técnico, en algunos casos considerables.
Existencia de objetivos estratégicos centralmente definidos con vistas a
superar las restricciones ulteriores al crecimiento económico.
Combinación de descentralización en la gestión con conducción planificada de
la economía, con vistas a garantizar objetivos estratégicos e intereses
sociales.
Diversificación de actores económicos.
Diversificación de los vínculos económicos externos.
Existencia de un marco institucional para conducir la cooperación y velar por
el cumplimiento de los objetivos asociados a la misma.
Todo ello constituye un entorno apropiado para la expansión de la cooperación
internacional sobre bases de solidaridad y respeto mutuo, tanto con países del
Tercer Mundo, como con países desarrollados.
19
BIBLIOGRAFIA
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Cuba: Investigación Económica, núm.2, año 4, abril-junio.
2. Banco Mundial (1999): World Development Report 1999/2000, Entering the
21st Century, Washington, agosto.
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Cuba", Cuba: Investigación Económica, núm. 3-4, año 3, julio-diciembre.
4. Felipe, Edith (1992): La ayuda económica de Cuba al Tercer Mundo:
evaluación preliminar (1963-1989), Boletín de Información sobre Economía
Cubana del CIEM, Vol. I No.2, La Habana, febrero.
5. Ferriol, Angela y otros (1997): Efecto de políticas macroeconómicas y
sociales sobre los niveles de pobreza. El caso de Cuba en los noventa.
Proyecto PNUD RLA/92/009, La Habana.
6. González, Alfredo (1997): "Economía y Sociedad: Los retos del modelo
económico", Cuba: Investigación Económica, núm. 3-4, año 3, julio-diciembre.
7. INIE (1998): "Cuba: Planificación y espacios al mercado", X Conferencia de
Ministros y Jefes de Planificación de América Latina y el Caribe, Santiago de
Chile, noviembre.
8. Lage, Carlos (1999): Discurso en la II Cumbre de Países ACP, Santo
Domingo, noviembre de 1999.
9. Rodríguez, José Luis (1996): "Cuba 1990-1995: Reflexiones sobre una
política económica acertada", Cuba Socialista, 3ra. Época, núm. 1.
10. Taladrid, Raúl (1997): Cuba: Solidaridad y Colaboración Internacionales,
MINVEC, agosto.