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PALABRAS SENSATAS DEL
PADRE GRUNER
Cuando este artículo fue escrito, el pontificado del Papa Francisco era sólo en seis días, y
ya ciertos sabios y comentadores del Internet rasgaban públicamente sus vestiduras
cibernéticas y pronunciaron el nuevo Papa como siendo anatema; su humildad es un
verdadero orgullo, él detesta la Misa tradicional en Latín, su anterior Arquidiócesis es un
área de desastre, etc. Vea Usted por qué razón el Padre Gruner y el autor de este artículo
dicen que tales afirmaciones son equivocadas.
por Christopher A. Ferrara
El Padre Gruner es un hombre prudente, como puede atestar cualquier persona
que lo conozca (totalmente el opuesto de la caricatura que sus críticos han producido).
Cuando le preguntaron lo que pensaba del nuevo Papa, su respuesta fue
característicamente prudente: “Puede criticarse cualquier persona por una cosa de nada.
Por ejemplo, si es alguien que trabaja mucho, es porque debe ser demasiado ambicioso.
O si se veste de un modo simple, es sólo porque intenta impresionar el pueblo con su
frugalidad. O si muestra lealtad, sólo está intentando halagar alguien más elevado. Ese
tipo de juego de adivinación sin motivo nunca tiene fin. ¿Y qué es lo que esto logra, a
menos que un acusación justificada de juicios de valor precipitados”?
Para el Padre Gruner, la pregunta sobre lo que es que el nuevo papado
significará para la Iglesia se reduce a una cuestión fundamental: ¿“Cuál es su intención
fundamental”? Lo que interesa es el motivo interior, y nosotros difícilmente estaremos
en posición de avaluar eso, pasados sólo seis días, especialmente cuando se trata de un
Papa. A menos que seamos forzados a llegar a una conclusión diferente, tenemos el
deber de presumir que este Papa es, exactamente, aquello que él aparenta ser: un
hombre piadoso con una profunda devoción por la Virgen Santísima. El tiempo revelará
cualesquier problemas serios que haya con las intenciones del Papa. Y, caso tal suceda,
tendremos entonces el derecho y hasta el deber de hacer llegar nuestras preocupaciones
a Su Santidad”.
Como siempre, el Padre Gruner tiene en mente un objetivo principal cuando se
trata del nuevo pontificado: la Consagración de Rusia. “El último Papa se retiró de su
cargo, admitiendo que no habíamos visto aún el Triunfo del Inmaculado Corazón de
María – una referencia papal más a la alegada ‘revelación privada’ en la cual,
supuestamente, nadie necesita creer. Ahora, el Papa anterior cree en ella. Y nosotros aún
no hemos visto el Triunfo del Inmaculado Corazón de María, porque la Consagración
de Rusia a María Santísima, condición previa para que tal suceda, aún no se realizó”.
Hacia el Triunfo de Nuestra Señora
La aproximación del Padre Gruner a la crisis en la Iglesia no es ad hoc, antes un
enfoque global y centrado alrededor del Mensaje de Fátima: “Aquellos que están
preocupados por aquello que este Papa hará o dejará de hacer sobre este o aquello
problema de la Iglesia, deberían dejar de mirar a la crisis en la Iglesia como una especie
de lucha política. Deberían, sí, comenzar a suplicar a la Madre de Dios para ver si,
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http://www.fatima.org/span/crusader/cr105/cr105pg02.pdf
finalmente, el Papa hace aquello que Ella
pidió en Fátima, para que el Triunfo del
Inmaculado Corazón de María, que el Papa
Benedicto XVI vía en un futuro nebuloso, se
hace una realidad presente. Necesitamos la
paz que Nuestra Señora prometió en Fátima.
¿Y qué es la paz? No es sólo la ausencia de
guerra, por tan bueno que eso sea, sino
también la paz interior, la tranquilidad de la
orden, que pondrá en orden todas las cosas,
tanto en la Iglesia como en el mundo. Fue
todo eso que la Madre de Dios prometió a la
Iglesia y al mundo, si Sus pedidos fuesen
atendidos.
“Deberíamos tener esperanza y rezar
Christopher Ferrara siendo entrevistado
para que este otro pontificado no termine con
por Fátima TV en la Plaza de San Pedro
el Papa lamentando que el Triunfo del
Inmaculado Corazón de María aún no haya sucedido, porque estamos corriendo contra
el tiempo. El centésimo aniversario de las Apariciones de Fátima está aproximándose
rápidamente. Sabemos lo que sucedió al Rey de Francia después de haber pasado
exactamente cien años durante los cuales no se realizó la Consagración de Francia al
Sagrado Corazón de Jesús, como Nuestro Señor había pedido en otra pretensa
‘aparición privada’ a Santa Margarita María Alacoque en 1689. El Rey de Francia, que
entonces era Luis XVI, fue guillotinado; y Francia sumergió en un baño de sangre
revolucionario que cambió todo el mundo al peor”.
El Padre Gruner buscará obtener una audiencia personal con el Papa Francisco.
Y pide a los fieles para que se le conceda.
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http://www.fatima.org/span/crusader/cr105/cr105pg02.pdf