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Nota basada
en la forma milenaria
de alimentarse y
adaptada del best seller
nutricional más exitoso
de los Estados Unidos:
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“The Paleo Diet”
Alimentos
procesados
adictivos
PRODUCEN HAMBRE
Y HACEN ENGORDAR!
Dístíngalos para descartarlos
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¿Por qué cuando tomamos un paquete
de papas fritas o galletitas no podemos parar
de comer hasta terminarlo?
Para responder a esta pregunta se hicieron
estudios con técnicas muy avanzadas. ¿Y
qué encontraron? Que existen circuitos nerviosos que son activados por ciertos alimentos (como por ejemplo, las papas fritas y las
galletitas) que se vinculan con el placer y el
deseo. Estos alimentos , llamados “artificiales”
o “neoalimentos” que son los que concentran
mayor cantidad de almidones, aceites y azúcares refinados, suelen ser los más tentadores, porque activan estos circuitos cerebrales
y dan bienestar.
A raíz de este estudio nace una nueva tendencia para bajar de peso. En lugar de reducir porciones y contar calorías, hay que optar
por los alimentos con efecto “no adictivo” o
seguir la Paleodieta, es decir la alimentación
que hacían nuestros ancestros y cortar así el
circuito de adicción a la comida.
Tan importante fue este descubrimiento
que dio lugar a un best seller en Estados
Unidos, The Paleo Diet, del doctor Loren
Cordain y que ha hecho cambiar sus hábitos y adelgazar a millones de americanos
eligiendo la alimentación prehistórica.
En esta nota, un equipo de especialistas
de la Sociedad Argentina de Obesidad
y Trastornos Alimentarios (SAOTA)
adaptan la propuesta de La Paleodieta
a nuestros gustos y costumbres, y nos
explican cómo poner en práctica este
nuevo modelo nutricional, que nos
permitirá mantener un peso corporal
adecuado y saludable, de forma
“primitiva” y natural.
¿Qué elegir?
¿La manzana
o la bomba
de crema?
La nueva tendencia nos
invita a dejar de contar
calorías y a optar
según la calidad nutricional
de los alimentos.
Es la mejor estrategia
contra el sobrepeso y las
enfermedades.
“Nuestros antecesores paleolíticos
eran delgados, atléticos y
libres de enfermedades cardíacas”
Un libro que
enseña a alimentarse
“The
Paleo
Diet”
■
La Paleodieta es una
las más innovadoras
propuestas para bajar de
peso en la actualidad.
■
La novedad que nos
propone es cambiar
nuestra alimentación de
manera radical. Abandonar
“las papas fritas” y toda
la comida “artificial” y llevar
de ahora en más una
alimentación tan natural como
la del hombre prehistórico.
■
Este nuevo modelo
alimentario no sólo
ayuda a bajar de peso sino
también a evitar:
• Las enfermedades
cardíacas.
• Hipertensión.
• Diabetes.
• Algunos tipos de cáncer
asociados a la vida moderna.
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Los principios básicos
• Toda esta nueva y revolucionaria propuesta está condensada en el libro The
Paleo Diet, del doctor Loren Cordain,
best seller indiscutido en Estados Unidos.
• Este experto en Dieta Paleolítica
es miembro del Departamento de Salud
y Actividad Física de la Universidad de
Colorado, EE.UU. y autor de numerosos
artículos y libros.
• Durante las dos últimas décadas
se ha dedicado a investigar los efectos
de la dieta en la salud y se ha especializado en relacionar la alimentación
moderna con las enfermedades.
• Además del primer libro, donde brinda las armas para bajar de peso y optimizar la salud con la alimentación
prehistórica, el Doctor Cordain publicó
“La Paleodieta para curar el acné” y “La
Paleodieta para atletas”.
(Ver www.thepaleodiet.com)
• Cordain afirma que “nuestros antecesores Paleolíticos eran delgados, atléticos y libres de enfermedades cardíacas
y otros problemas de salud propios
de los países occidentales”. Ahora, agrega,
“Mirémosnos: somos un desastre: comemos muchísimo, consumimos alimentos
nocivos y estamos gordos”.
• La premisa científica es que nuestras
necesidades nutricionales se “formatearon” hace millones de años atrás y son
idénticas a los de los hombres de la
Edad de Piedra.
• El hombre primitivo comía carne
de mejor calidad, menos sal y, sobre
todo, mucha más fibra que el de la
actual sociedad industrial. Y esto es
fundamental a la hora de hablar
de una buena alimentación.
• Por lo tanto no necesitamos comer
golosinas, masitas, fast-food, es decir,
alimentos “adictivos”, que nos hacen
comer más y más sin parar, lo que nos
lleva camino directo al sobrepeso.
• Para el doctor Cordain, la solución
está en la Paleo Dieta, volver a la alimentación del hombre prehistórico.
Cómo seguir la Paleodieta
• La propuesta del doctor Cordain es muy
atractiva. Sin embargo, ¿cómo adaptarla
a nuestra vida de todos los días y a las
costumbres alimentarias de cada país?
• Para responder esto consultamos a los médicos
nutricionistas, Doctor Julio C. Montero, la Doctora
Rosa Labanca y la Licenciada en Nutrición
Marcela Manuzza de la Sociedad Argentina
de Obesidad y Trastornos Alimentarios
(SAOTA) para que nos expliquen
cuáles son nuestros errores y qué
podemos hacer para bien de
nuestra alimentación, peso y salud.
• La Paleo Dieta es una nueva
propuesta que combina el conocimiento de nuestros antepasados
con los descubrimientos del siglo
XXI, para así beneficiarnos con lo
mejor de cada uno.
Alimentación del
hombre
actual
Alimentación del
hombre
paleolítico
Alimentos industriales,
artificiales.
Alimentos naturales.
Concentrados en energía.
Más secos.
Diluidos en energía.
Más acuosos.
Diluidos en minerales y
vitaminas.
Ricos en minerales
y vitaminas.
Alimentación rica en
azúcares y fructosa libre.
Alimentación pobre en
azúcares y fructosa.
Rica en sal.
Grasas manufacturadas.
Pobre en sal.
Grasas naturales.
Pobre en fibras.
Rica en fibras
y fitoquímicos.
Con aditivos,
saborizantes, etc.
Sin agregados.
Más adictiva.
Poco adictiva.
Cocción a temperatura
elevada.
Alimentos crudos, cocción a baja temperatura.
Ejemplos
Ejemplos
El “menú” del
hombre
actual versus el
prehistórico
Esta es una comparación entre la alimentación
Harinas, almidones
y derivados.
Panes, pizzas,
masitas, amasados,
repostería.
Golosinas – Dulces
–Jarabe de fructosa.
Vegetales: hortalizas
(plantas); tubérculos
y raíces crudas.
Carnes, pescados,
mariscos,
frutos de mar,
pollo,carnes
en general.
Papas fritas, palitos
salados.
Frutas secas
Legumbres.
Quesos – fiambres
–embutidos.
Huevos.
Alcohol –
Jugos con azúcar.
Agua.
que llevábamos hace millones de años atrás
con la actual. Salvando las distancias de la “carta”
de aquella época, que seguramente incluía
mamuts en lugar de vacas e insectos en lugar de
pollos, las necesidades nutricionales del hombre
no han variado. Nuestro cuerpo, como
el del hombre del Paleolítico, sigue necesitando
proteínas, minerales, fibras, etc.
Lo que no necesita, son los alimentos artificiales
o adictivos, lo que hacen comer de más,
no aportan nutrientes y conducen al sobrepeso.
Además, también son responsables de
las enfermedades de la modernidad, como
obesidad, diabetes, colesterol alto e hipertensión.
✱
Cómo el fuego
nos hizo humanos
Genetistas de la Universidad de Chicago, Estados Unidos,
determinaron hace un par de años que el dominio del fuego
es la razón por la que somos diferentes a los chimpancés
y que gracias a los alimentos cocinados, nuestra evolución
varió con respecto a estos primates. La cocina permitió que
las propiedades bioquímicas de las moléculas que consumimos
cambien y, en consecuencia, cambió el modo de absorber
y procesar todos los nutrientes que ingresaban al organismo.
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Son los que otorgan algún tipo de recompensa ante un acto. Suelen ser
beneficiosos para la especie y el individuo, como por ejemplo, el acto
sexual o comer. La naturaleza ha desarrollado sistemas que vinculan
actos o situaciones triviales con sensaciones gratificantes y eso lleva a su
reiteración. Ése es precisamente el espíritu de la adicción.
Si los mecanismos adictivos se aplican a conductas “convenientes” se
produce un beneficio, pero si llegan a aplicarse a prácticas “inconvenientes” generan perjuicios. Es el caso de la adicción al tabaco o al alcohol,
por ejemplo.
Por qué
comemos ■
de más
ENTREVISTA
AL DOCTOR
JULIO C.
MONTERO,
MÉDICO NUTRICIONISTA,
PRESIDENTE
SOCIEDAD ARGENTINA
DE OBESIDAD Y TRASTORNOS
ALIMENTARIOS (SAOTA) Y ASESOR
DE LA
CIENTÍFICO DE SU CENTRO ASISTENCIAL.
■
Según lo expresado por
usted, lo más importante
cuando se trata de bajar de peso
no es contar las calorías de lo
que comemos o detallar
nutrientes, sino optar por los
alimentos “no adictivos” y
eliminar de nuestra dieta los
llamados “adictivos”. ¿Cuáles
son estos alimentos? ¿Por qué
se los considera adictivos?
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Si bien en general los alimentos en alguna medida son todos adictivos, y por eso
los comemos, lo son en diferente grado.
Así es como existen alimentos “preferidos”. Si ofrecemos una variedad de alimentos a una persona, esta va a comenzar a comer por “sus preferidos”. Si bien
esta es una cuestión altamente personal
sabemos que aquellos alimentos “preferidos” (o que “no podemos dejar de
comer”), son los que están estimulando
el circuito adictivo. Cada uno sabe reconocer sus preferencias. En general las
golosinas, y las combinaciones de harinas, azúcares y aceites son los más destacados. El chocolate suele ser uno de
los más citados por los pacientes.
■
¿Qué son los circuitos
adictivos?
Y los alimentos adictivos,
¿cómo nos perjudican?
Perjudican si nos llevan a una ingesta excesiva y monótona o si la energía
que aportan supera al gasto. Esto último en términos biológicos significa
sobrealimentación. La sobrealimentación era un mecanismo protector
cuando la oferta de alimentos era esporádica e impredecible y podían
pasar largos períodos sin alimentos. Pero hoy no estamos expuestos
a estas carencias por lo que la sobrealimentación sostenida lleva al
sobrepeso y luego a la obesidad. El exceso de grasa se instala y queda
como un depósito sin función biológica saludable.
Alimentos
adictivos:
¿por qué nos
gustan tanto?
• En nuestro cerebro
existen circuitos nerviosos
relacionados con la
regulación de la alimentación y, entre ellos, dos que
están vinculados con el
“deseo” y con el “gusto”.
■
Si quisiéramos saber cómo es un día picando
estos alimentos adictivos y cuántas calorías de más
y vacías consumimos, ¿Cómo sería?
• También encontramos
una vía nerviosa que
conecta diversos centros
relacionados con el placer
con otros que memorizan el
objeto o el hecho que dio
lugar al placer, el mecanismo
para conseguirlo, el recuerdo
de la circunstancia y la
jerarquía para el individuo.
La aritmética poco tiene que ver con los mecanismos biológicos y es algo
que nos ha retrasado en el enfoque profundo del problema. Las personas
no comen calorías sino sustancias químicas que son las que producen
respuestas cerebrales que se traducen en hambre, saciedad, placer, displacer, alegría y tristeza. El ‘enfoque calórico’ del problema induce a errores. Las calorías no estimulan ni satisfacen al sistema adictivo. Ni lo activan ni lo aplacan. No pueden corregir su desvío, y por lo tanto, el problema. De allí que hace 50 años que contamos calorías y la sobrealimentación no cesa.
• Los alimentos artificiales
o “neoalimentos” -que son
los que concentran mayor cantidad de almidones, aceites y
azúcares refinados-, suelen ser
los más tentadores, porque
activan estos circuitos cerebrales brindando bienestar.
■
Entonces,
¿Cuál sería la propuesta?
Lo que debe importar, más que cuantas calorías son, es por qué el organismo come sin una finalidad biológica real. ¿Qué cosa lo perturba? ¿Qué
efectos producen algunos alimentos además de las calorías que transportan? Por ejemplo, una comida que aporta 500 calorías y deja una sensación de saciedad duradera es muy distinta de otra que aportó 300 pero
que ha aumentado el apetito.
■
¿Cómo podríamos ejemplificar esto último?
Por ejemplo, 500 calorías provenientes de golosinas (de la fructosa, un azúcar presente en estos alimentos) no van a producir el mismo
efecto biológico que 500 calorías de proteínas (provenientes, por ejemplo,
de las carnes). Podrán ser iguales en su valor energético (500), si es lo
único que miramos, pero las respuestas hormonales y cerebrales que van
a generar son diferentes. Por eso, cuanto menos hablemos de las calorías, para este tipo de problema, mejor.
■
Y aquí entraríamos entonces en la nueva propuesta
de alimentación (La alimentación prehistórica o
Paleo Dieta). ¿Se trata de una nueva forma de adelgazar?
Se trata de una propuesta nutricional dirigida a la población general, con
la finalidad de preservar su salud y corregir los efectos de una alimentación que la cultura ha ido proponiendo e imponiendo. Por eso, la alimentación prehistórica no tiene que ver centralmente con adelgazar ni engordar, ni debe ser considerada ‘un tratamiento’. Es una propuesta alimentaria racionalmente sustentable para que las personas sanas no desarro-
• Los comportamientos alimentarios son la exteriorización de cambios en una
marea de sustancias
químicas que impregnan al
cerebro y que actúan como
mensajeros. Dopamina, serotonina, canabinoides y opioides
son algunos de estos químicos
que desempeñan un papel
central en el control del hambre y en las adicciones.
• Eso es lo que lleva a
seguir repitiendo el estímulo
ya que ¿a quién no le gusta
que la vida sea más agradable? Sin embargo, en algún
momento el sistema deja de
brindar esta satisfacción y
paramos de comer. Claro, al
llegar ese momento ya se ha
comido de más.
Por la doctora
Rosa Labanca,
médica
nutricionista,
docente en nutrición (UBA), y
directora del
Centro de Asistencia, Docencia,
e Investigación de SAOTA.
✱ Viene de pág. 28.
llen, o bien corrijan, los efectos de una
alimentación que podría resultarles inadecuada. Pasar del concepto de “cantidad”
al de “calidad” es biológicamente tan
revolucionario como fue pasar de los
números romanos a los arábigos.
■
Paleo
y Neo
alimentos
¿A qué apunta este cambio
en la calidad alimentaria?
Tiende a corregir los efectos producidos
por una alimentación de calidad inconveniente. Estos pueden ser: sobrepeso, obesidad, atracones, diabetes, colesterol,
hipertensión. Todos ellos son generados
por una distorsión en la química de los alimentos que se ha ido instalando a partir
de la revolución industrial, más o menos
desde hace unos 200 años.
Los alimentos paleolíticos -animales y
vegetales- de épocas prehistóricas, los
paleoalimentos, compartían características
que no tienen los neoalimentos.
■
¿Cuáles son los alimentos
básicos de la alimentación
paleolítica?
La base podría quedar resumida
en carnes en general, plantas y frutas.
Pero hay otro dato importante: La alimentación del hombre prehistórico contiene
importantes datos que pueden ayudar
a la gente no sólo a bajar de peso sino
también a evitar enfermedades.
■
¿Tantos beneficios trae
para nuestro organismo
eliminar los “neoalimentos”?
Los genes se vienen ‘formateando desde
hace varios millones de años”, en un lento
proceso de adaptación al medio. Súbitamente (200 años) cambian las reglas del
juego. Sus mecanismos de adaptación se
tornan inservibles ante circunstancias que
ya no existen y se convierten ellos mismos
en un factor de riesgo.
■
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¿Por ejemplo?
La sal. En el paleolítico era tan
escasa que el organismo diseñó un
mecanismo para retenerla y recuperarla a
partir de la orina. Hoy, la sal es tan abundante en las comidas que ese mecanismo
ya no cumple ninguna función y a veces
los médicos necesitan contrarrestarlo
prescribiendo diuréticos para eliminar la
sal del cuerpo. Eliminar los neoalimentos
de la vida cotidiana es como recuperar
la lengua madre y volver a los antiguos
diálogos entre genes y alimentos.
Paleo
alimentos
Son similares a los que consumía nuestro
antecesor directo: el homo sapiens paleolítico; es decir,
alimentos no procesados: carnes (vacuna- ave -pescadocerdo -etc.), huevos, raíces, etc. En esta alimentación la
mayoría de las kilocalorías (energía) provenía de las proteínas
y grasas de los animales, existiendo muy poco aporte de
hidratos de carbono, fibra, grasas omega 6 y sodio (sal).
En cuanto a las hortalizas (verduras de hoja, tomate, berenjena, etc), frutas frescas (manzana, naranja, etc), frutas secas
(nueces, almendras, avellanas, maníes, castañas, etc),
frutas oleosas (aceituna, coco, palta), no abundaban en
la edad de piedra (paleolítica), por tanto, con alguna
medida, se incluyen dentro de nuestro modelo
alimentario paleolítico actual por ser
alimentos frescos, no
procesados.
La Paleodieta
Realizada por la Licenciada en Nutrición Marcela Manuzza (MN 3427), Nutricionista del centro asistencial
de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (SAOTA), Profesora en Nutrición (UBA).
de desayunos ✱ Ejemplos de colaciones
✱ Opciones
y meriendas
-Yogur con frutas secas
(nueces-avellanas-almendras
-castañas-maníes).
-Ensalada de frutas frescas
con yogur.
-Yogur con semillas trituradas
(lino-sésamo).
-1 huevo duro ó
-2 nueces ó 12 almendras ó
-5 aceitunas ó
-1 porción de fruta fresca (1 unidad mediana de naranja,
manzana, durazno, pera, pomelo o 1 unidad grande de
kiwi ó 2 unidades chicas de damascos o ciruelas
ó 1 taza tipo té de frutillas o ensalada de frutas o 1/2
banana ó 10 a 15 uvas o 1 tajada de sandía o melón ó
2 rodajas de piña) ó 1 yogur.
✱ Recomendaciones para poner en práctica esta dieta
• Para condimentar: use aceite de oliva, soja,
canola, y alto oleico. Cantidad: una cucharadita
tipo té. Vinagre o jugo de limón,”a gusto”.
• Especias: se aconseja la condimentación
suave (para no estimular demasiado el apetito).
• Sal: La recomendación es cocinar sin sal, y
agregar poca cantidad en el plato ya servido.
• Azúcar: evitar el azúcar, como opción, se pueden utilizar edulcorantes no calóricos. Si bien
estos edulcorantes son neolíticos, como favorecen la aceptación por parte de los pacientes, bajo
circunstancias controladas podrían aceptarse.
• Infusiones: por ejemplo, el té y el café.
Cantidades recomendadas: café, hasta dos pocillos al día; té, hasta 2 tazas.
• Bebidas: Lo más recomendado es el agua, si
es baja en sodio mejor aún. Si bien los jugos,
gaseosas, etc. son neolíticas, al contribuir a la
adherencia al tratamiento para descenso de
peso, son bienvenidas . Elegir versión “light”.
• Alcohol: Si la persona se encuentra en tratamiento para descenso de peso, se evitan inicialmente las bebidas alcohólicas. Si la persona no
tiene exceso de peso ni restricción del alcohol, la
cantidad recomendada es de 2 copas de vino por
día para el hombre y 1 para la mujer.
Neo
alimentos
Son los que surgieron a partir de que el hombre
domesticó plantas y animales, agregándose a su
alimentación cereales (trigo, arroz, maíz, cebada, centeno,
mijo, entre otros) y legumbres (lentejas, porotos, garbanzos,
arvejas, entre otros). Luego, el ser humano los refinó, los procesó y se obtuvieron todos los derivados actuales,
constituyendo los alimentos “más neolíticos”: panes,
galletitas, pastas, pizzas, empanadas, snacks, golosinas, entre
otros. Todos éstos últimos alimentos procesados suelen tener
agregado de grasas, sodio, y la pérdida de diversos minerales y vitaminas, junto con su fibra (envolturas) original,
además de los procesos de cocción y conservación.
Actualmente, sería saludable disminuir
el consumo de estas harinas refinadas
y preferir los cereales “integrales”
y las legumbres.
Ejemplos de
Ejemplos de
Paleoalimentos
Neoalimentos
Carnes frescas (vacuna- avepescado- cerdo- conejo). Huevos
Fiambres, embutidos, picadillos,
patés.
Leche.
Dulce de leche, leche
condensada, quesos.
Hortalizas y tubérculos.
Alimentos refinados (harinas
blancas, galletitas tipo agua y
dulces, pizza, empanada, tartas,
palitos salados, snacks
de maíz, tortas, budines, masas,
alfajores), papas fritas, azúcar,
caramelos, chocolates,
golosinas, entre otros.
Frutas frescas, secas
(nueces- almendras- avellanasmaníes- castañas-) y
oleosas (coco, aceitunas y palta).
Dulces, mermeladas y jaleas de
fruta, fruta confitada, bombones
y helados de fruta, maní confitado y almendra.
Semillas.
Margarina.
Agua.
Gaseosas con azúcar.
lunes
martes
miércoles
jueves
viernes
sábado
domingo
• Almuerzo:
pollo ganso al
horno con ensalada de rúcula,
ajo y semillas de
sésamo
trituradas.
• Almuerzo:
atún con
ensalada
de tomate
y cebolla.
• Almuerzo:
pechuga grillada
con corazones de
alcachofas a la
provenzal.
• Almuerzo:
costillitas de
cerdo con puré
de berenjenas.
• Almuerzo:
bife angosto con
brócoli al ajo.
• Cena: cuadril
a la plancha con
pimientos morrones asados rojos,
verdes y amarillos.
• Cena: hamburguesas caseras
con ensalada
de repollo
colorado.
• Almuerzo:
salmón (opcional
merluza)
a la parrilla
con espinacas
al vapor.
• Almuerzo:
brochette de
lomo con
ensalada de
hongos
(champigñonesgírgolas).
• Cena: muslo
grillé con puré de
zapallo.
• Postre: frutas
frescas o secas.
• Postre: frutas
frescas o secas.
• Postre: frutas
frescas o secas.
• Cena: bifes
de lomo con
ensalada mixta.
• Postre: frutas
frescas o secas.
• Cena: muslo
al limón (rellenar el
pollo con limones
cortados al medio
y luego retirarlos al
servir) con ensalada de porotos verdes.
• Postre: frutas
frescas o secas.
• Cena: caballa
con ensalada de
zanahoria rallada.
• Postre: frutas
frescas o secas.
• Cena: trucha
(opcional gatuzo)
a la plancha con
ruedas de
zuchinis grilladas
• Postre: frutas
frescas o secas.
Alimentos
que calman
muy poco el
hambre y estimularían
circuitos adictivos.
Galletitas, repostería, masitas
Golosinas– dulces– chocolate
Copetín– palitos salados
– papas fritas, etc.
Bebidas con azúcar
Cómo parar
de comer
Alimentos
que calman
el hambre en el
momento,
pero por poco tiempo.
Saciedad breve.
Harinas y derivados
Vegetales en general
Frutas frescas
Pizzas– tartas– empanadas.
Arroces (según preparación)
1.
3 consejos
fundamentales
para liberarse de la
adicción
2.
Buenos
calmantes del
hambre.
Saciedad elevada.
Alimentos proteicos en general: carnes, quesos
untables y ricota, quesos compactos tipo
cuartirolo o port salut, yogur firme (a todos
éstos es preferible seleccionarlos
en sus versiones bajos en grasa,
descremados o magros).
Huevo entero y/o sólo claras
Frutas secas
Cambiar la calidad
de lo que se come
“Para cortar con el círculo vicioso de los neoalimentos o alimentos
adictivos la propuesta es: ‘abandonar los alimentos que dan una
recompensa de bienestar’. Para esto hay que dejar de lado aquello que no podemos dejar de comer’ y no probarlos ante el inocente planteo de que ‘no tienen muchas calorías’ o bien ‘tienen
calorías pero un poquito no va a hacer nada’. ‘Un poquito no
hace nada’, hasta que va perdiendo efecto y es preciso aumentar
el consumo. Por eso el modelo alimentario prehistórico o dieta
paleolítica es lo más saludable. La alimentación “no adictiva” es
una garantía de anti – sobrealimentación” asegura Montero.
No pasar hambre (comer cada vez
que se necesite y en el horario que se desee).
“Soportar hambre es un concepto que no se lleva bien con el
modelo paleolítico, ni con ninguno” afirma el doctor Montero y
prosigue: “No es muy humano pretender que alguien pase hambre. Más bien se parece a un sacrificio o castigo que a un tratamiento médico. La mejor manera, la más natural y saludable, de
satisfacer el hambre es comiendo. Así que le prescribimos a
nuestros pacientes que ‘no pasen hambre’, les indicamos ‘coma
cada vez que sienta hambre’ alimentos no adictivos. En algunos
casos en que no es posible conseguir el control debemos recurrir
a medicamentos que calman la ansiedad por comer”.
No comer sin hambre.
3.
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“Tampoco nos agrada, ni nos parece natural indicar ‘comer sin
hambre’, o sea comer preventivamente. Comer por comer es
equivalente a comer por algo no bien definido, como una ansiedad de otro origen, que podría resolverse no comiendo. La necesidad de comer se reconoce precisamente porque lleva a comer
sin tener claro por qué. Respecto de la sobrealimentación, la cultura nutricional se ha fijado más en ‘cuánto se come’ aunque
impone horarios para las comidas, que son aceptados por comodidad social y por razones de organización que poco tienen que
ver con la biología. Hoy sabemos que los genes tienen un funcionamiento circadiano. Es decir se ponen o dejan de funcionar
según el momento del día. Mirar la hora para saber si tengo que
comer suena como desacompasado con el funcionamiento cíclico de los genes” concluye el doctor Montero.
La opinión de
LA ESPECIALISTA
Licenciada en Nutrición Marcela Manuzza
(MN 3427), Nutricionista.
¿Cómo hacemos
para acostumbrarnos a este nuevo
modelo alimentario?
La oferta y disponibilidad de estos neoalimentos siempre
estará presente. Como profesionales de la nutrición, parte de
nuestra tarea consiste en guiar a las personas y enseñarles
que la mayoría de estos alimentos no son necesarios ni esenciales
nutricionalmente, por el contrario, solo han sido creados en su mayoría,
para satisfacción hedónica. Por eso lo mas conveniente es
que queden en ese rol, solo para ser “gustitos”, en la frecuencia
de consumo acordada entre el profesional y la persona, es decir
“de vez en cuando” y solo en el momento en que la persona esté
realmente preparada para hacerlo. ¿Los motivos? La mayoría
de estos nuevos alimentos son altamente adictivos y por esta
razón inicialmente es necesario eliminar, debido a que la persona
no puede ponerle límite a su consumo, siendo este
el primer paso, la puerta de entrada, al tratamiento del exceso de peso
para todos aquellos que no pueden controlarse ante sus ingestas.
Inicialmente los individuos experimentan la eliminación
del efecto adictivo que estos alimentos les producen y
se dan cuenta de que cuanto menos los consuman, hay cada vez
menos “ganas” de ingerirlos y aprenden a lograr saciedad
(se “llenan”) con otros alimentos.
Rescato una frase del Doctor Julio Montero:
“comidas en casa = ropa de casa,
comidas de fiesta= ropa de fiesta”.
10
consejos para un
“COMENSAL
PREHISTÓRICO”
No comer sin hambre. Es decir, no
responder a necesidades sociales
sino a las biológicas.
1
No pasar hambre. Comer los
alimentos indicados hasta quedar
satisfecho (Ver ejemplo de menú semanal).
2
Cambio de “calidad” alimentaria:
Recurrir a los alimentos paleolíticos.
Suprimir las harinas que no dan saciedad
y pueden estimular el hambre (adicción).
3
Preferir alimentos que dan saciedad,
como los indicados en el menú
semanal.
4
No tener alimentos “peligrosos”
en casa, como por ejemplo galletitas,
pan, chocolates. Es decir, alimentos
“adictivos”.
5
6
7
8
Hacer listas antes de ir
de compras.
Realizar las compras
sin hambre.
Ir directo a los alimentos de la lista sin
pasear por las góndolas, para no
tentarse.
Planificar lo que se va a comer en las
comidas fuera de casa.
9
10
Desprenderse de los alimentos
“peligrosos” también en el trabajo.
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