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Influencia del tipo de sustrato en el cultivo hidropónico de anturio para
la obtención de flor cortada.
M.A. Díaz, M.L. Pérez, M.C. Cid, A.R. Socorro*, P. Mansito
Departamento de Ornamentales y Horticultura. *Departamento de Suelos y Riegos
Instituto Canario de Investigaciones Agrarias. Apdo. 60 La Laguna, 38200 Santa Cruz de
Tenerife.
[email protected]
Palabras clave: fibra de coco, perlita, lapilli volcánico, lana de roca, Anthurium
andraeanum
Resumen
El objetivo de este trabajo ha sido experimentar con cuatro sustratos (tres
minerales y uno orgánico): perlita, lapilli volcánico, lana de roca y fibra de coco, que
se encuentran comercialmente con facilidad pero con precios muy dispares, en un
cultivo en hidroponía de Anthurium andraeanum ‘Calypso’. Se ha controlado la
producción y calidad de las flores, el ahijamiento de las plantas y las necesidades de
riego, fertilización y drenaje de cada uno de ellos así como su rendimiento
económico. Los mejores resultados provisionales en producción, en los 2 años y
medio que dura el ensayo, se han obtenido empleando fibra de coco como sustrato,
pues ha producido un 50%,38% y 30% más de flores que el cultivo en lapilli
volcánico, perlita y lana de roca respectivamente, aunque las flores más económicas
se han obtenido en la perlita.
INTRODUCCIÓN
El anturio (Anthurium andraeanum André) es una planta epífita. En su hábitat
natural, bosque húmedo subtropical, vive sobre restos vegetales semidescompuestos. Su
sistema radicular es superficial, prácticamente se desarrolla en los primeros 18-20 cm. de
suelo, extendiéndose horizontalmente. Las raíces no soportan el encharcamiento y exigen
una gran aireación. El pH óptimo está comprendido entre 4.5 y 5.5, no debiendo
sobrepasar de 6.5. Asimismo, es una planta muy sensible al exceso de sales, por lo tanto
el sustrato no podrá liberar ni acumular durante el cultivo ningún tipo de ion que resulte
tóxico y el control del porcentaje de drenaje debe ser muy estricto.
Se han utilizado diversos materiales para proporcionarle el sustrato ideal, entre los
que destacan: Osmunda (raíces del helecho real, Osmunda regalis L.), Polipodio (raíces
de otro helecho, Polypodium vulgare L.), diferentes tipos de turba, mantillo de hojas,
madera de castaño semidescompuesto, bagazo, etc. De todos ellos, el sustrato que
teóricamente cumple los requisitos que necesita el A. andraeanum, es el Sphagnum (una
especie de musgo que vegeta espontáneamente en los lugares húmedos y sombríos), un
producto natural que presenta una gran estabilidad en sus propiedades físico-químicas, un
pH ácido y una aireación adecuada. Dado lo difícil que resulta adquirir los materiales
citados, en los países en que existe este cultivo comercialmente, se han ensayado
innumerables mezclas, con materiales del más diverso origen, en función de la
disponibilidad de los mismos a un precio asequible y que sean de fácil manejo, todas ellas
tendentes a asemejar la condición natural donde crece la planta.
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Higaki e Imamura (1985), demostraron que cultivando sobre ceniza negra
volcánica, muy parecida a lo que conocemos como picón en Canarias, se podía conseguir
un desarrollo y producción óptimo, siempre que a las plantas se les proporcionaran las
cantidades adecuadas de agua y nutrientes. En Holanda y en nuestro país, se empleaba
fundamentalmente la "pinocha", mantillo de acículas de pino. Mientras en Holanda,
Boertje (1978), comenzó a realizar estudios comparativos de diversos tipos de turbas
como sustrato alternativo, en España se continuó utilizando mantillo de acículas de pino y
de hojas de otros árboles forestales, mezclado con algún tipo de material orgánico en
descomposición, principalmente estiércol, ya que el uso de turba suponía elevar la
inversión inicial. La turba presenta claras ventajas en cuanto a acidez, aireación,
estabilidad, etc. Marfá (1976) estudiando la viabilidad del cultivo del A. andraeanum en
un invernadero de cristal en la zona del Maresme (Cataluña), comprobó que la utilización
de turba gruesa, convenientemente fertilizada antes de la plantación y en cobertera, hacía
que los ingresos superaran un 20-30% a los obtenidos con otros sustratos tradicionales.
El sustrato que se emplea en las explotaciones comerciales de Canarias es el
formado principalmente por turba (Osmunda o Sphagnum), estiércol y mantillo, en la
proporción 3:1:1, o bien mantillo de hojas y estiércol en la proporción 3:1. La pinocha o
el mantillo de hojas, presenta varios inconvenientes, pues por un lado se descompone
rápidamente, lo que supone una absorción rápida de nitrógeno y la formación de una capa
compacta en la parte baja del sustrato que puede obstaculizar el drenaje; y por otra parte,
es un producto que actualmente escasea, debido a que el suelo forestal se ha visto
sometido a una excesiva explotación. Díaz y Socorro (1990) probaron diferentes
combinaciones de sustratos de fácil adquisición en Canarias como sustitutos de la turba,
dando buenos resultados la mezcla de lapilli volcánico (picón) 66% y turba neutralizada
33%, y también la mezcla de acícula de pino (pinocha) 50% + lapilli volcánico 25% y
turba 25%, que a su vez fue el mejor sustrato en otro ensayo con una especie utilizada
para cultivo en maceta, el Anthurium scandens (Aublet) Engler (Díaz, M.A., 1991).
El objetivo de este trabajo ha sido experimentar cuatro sustratos (tres minerales y
uno orgánico): perlita, lapilli volcánico, lana de roca y fibra de coco, que se encuentran
comercialmente con facilidad, pero con precios muy dispares, para cultivar el anturio por
el sistema de hidroponía.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se utilizó para el ensayo A. andraeanum ‘Calypso’ (Fig. 1), que se cultivó en un
invernadero multitunel, con 4-5,5 m de altura y 1300 m2 de superficie total, situado en el
Norte de Tenerife a 350 m de altitud, con laterales de polimetacrilato de metilo ondulado
y cubierta de policarbonato de luz difusa + una malla interior fija de color blanco y 20%
de sombreo (Fig. 2). La instalación contaba con una malla aluminizada (Phormium®
PH-66 0) de 65% de sombreo y 25% de ahorro de energía. El invernadero estaba provisto
de ventilación cenital y lateral automatizada mediante un termostato, que regula la
apertura lateral cuando la temperatura alcanza los 25ºC, y la cenital cuando se alcanzan
los 28ºC. Al alcanzarse los 30ºC se extendía la malla aluminizada, y se cerraba cuando la
temperatura descendía. Estaba dotado de un sistema de nebulización a una presión de
trabajo de 70 atmósferas, que funciona con agua de lluvia, y se activa cuando la humedad
relativa desciende del 50%. Durante el ensayo se dispuso de calefacción, programada para
mantener un mínimo de 18ºC. Además se dispuso de un equipo de registros climáticos
(Datalogger®) al que estaba conectado un piranómetro (Licor®) por encima de la masa
vegetal, y un sensor de temperatura y humedad (Hobo®) al nivel de planta.
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Los esquejes fueron plantados a mediados de agosto en pocetas de polipropileno
de 7,9 m largo, 0,5 m ancho y 0,2 m de profundidad, colocadas a 0.5 m de altura, con una
pendiente del 1% hacia el punto de drenaje. Los sustratos empleados fueron perlita (AgraPerlite RHP), lapilli volcánico negro (picón), fibra de coco (Pelemix®) y lana de roca
(Grodan® Growcube), rellenándose las pocetas hasta 18 cm de altura y cubriendo su
superficie por encima de los sustratos con polietileno negro para evitar la perdidas por
evapotraspiración. Los esquejes (plantas de 5 cm de altura, con 4-5 hojas, y que se
plantaron sin limbo foliar ni raíces) fueron plantados al tresbolillo a una distancia de 0,74
m (20 plantas por poceta). La fertirrigación fue automatizada con un equipo INTACDN®. La solución nutritiva, (equilibrio 3-1-2 NPK más microelementos, pH 6 y CE 2,3
dSm-1), fue distribuida por 20 goteros autocompensantes y antidrenantes con un caudal de
2 Lh-1, con una aplicación de 12 riegos diarios de 1 minuto entre las 9 y las 20 horas en
las pocetas de perlita y picón y 4 riegos diarios de 3 minutos entre las 8 y las 18 horas en
las pocetas de fibra de coco y lana de roca, aportando 0,4 L/planta diarios en todos los
tratamientos, volumen que garantizaba un drenaje mínimo del 20%. La fertilización se
complementó con una aplicación semanal de un abono foliar alternando una aplicación de
calcio (Actifol Ca) y una aplicación de microelementos y aminoácidos (Actigil AA).
Las inflorescencias se recolectaron en el momento que tenían la espata abierta, y
las variables analizadas fueron producción, peso y longitud como índice de calidad, y
ahijamiento. Las producciones anuales se dividieron en dos temporadas: invierno que
comprende desde octubre a marzo, y verano el resto del año. Para comparar los resultados
de las 3 repeticiones se calculó la media y el error estándar para cada sustrato.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los cuatro sustratos han tenido unos resultados muy dispares en cuanto a
producción de flores, siendo el mejor valorado el sustrato de fibra de coco, con unos
porcentajes de producción del 50%, 38% y 30% superiores a los obtenidos en lapilli
volcánico, perlita y lana de roca respectivamente (Fig.3), destacando también este sustrato
en cuanto a emisión de brotes laterales o ‘hijos’ con un 35% más que los otros tres
sustratos. Los parámetros de calidad han sido muy similares en los cuatro sustratos.
Aunque el suministro de solución nutritiva garantizó que no se produjera estrés
hídrico en ningún caso, el crecimiento y desarrollo de la parte aérea y radicular de las
plantas fue diferente en cada uno de los sustratos, y en relación directa con los mismos
variaron la producción y los consumos de solución nutritiva (Fig. 4 y 5), siendo las
plantas en fibra de coco las que más consumieron, con una media de 272 cm3 por planta y
día, seguidas por las de lana de roca con 212 cm3, las de picón negro 132 cm³ y por
ultimo las de perlita con 117 cm³.
Los sustratos actualmente muestran los siguientes parámetros (Tabla 1). Se
observa que las concentraciones de los elementos no son limitantes para el desarrollo del
cultivo, si bien el pH de la fibra de coco es algo menor de lo recomendado, lo que
atribuimos a la mineralización de la materia orgánica de este sustrato, y el del picón se
encuentra por encima del rango deseable.
En la Tabla 2 se relaciona el coste proporcional de los sustratos, la eficiencia de
uso del agua (EUA) en cada uno de ellos y su producción. Con los precios actuales de
mercado el sustrato más económico es el lapilli volcánico, a continuación la fibra de coco,
que es el más productivo aunque cuesta tres veces más; le sigue la perlita con un precio
cinco veces superior al lapilli, que es el más eficiente en cuanto al uso del agua, y como
sustrato más caro la lana de roca que cuesta diez veces más que el picón.
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Referencias
Boertje, G.A. 1978. Substrates and the nutrition of Anthurium andreanum. Acta
Horticulturae 82: 159-164.
Díaz, M.A. 1991. Evaluación de diferentes sustratos y tipos de fertilización en el
crecimiento de Anthurium scandens (Aublet) Engler.
Díaz, M.A. y Socorro, A.R. 1990. Comportamiento de diferentes materiales como medio
de cultivo para anthurium. Actas de Horticultura 5: 443-448.
Higaki, T. and Imamura, J.S. 1985. Volcanic black cinder as a medium for growing
anthuriums. HortScience 20 (2): 298-300.
Marfá, O. 1976. Cultivo de anthurium bajo invernadero de vidrio. Proyecto Fin de Carrera
Universidad Politécnica de Madrid. pag: 448-466.
Tabla 1. Análisis de algunos parámetros de los diferentes sustratos en la actualidad
pH *
Fibra de coco
Lana de roca
Perlita
Picón negro
3,68
5,35
4,56
6,75
CE*
dS/m
1,33
0,37
0,80
0,97
Ca*
meq/l
3,81
1,14
3,02
2,72
Mg*
meq/l
2,01
0,37
1,09
1,77
Na*
meq/l
8,47
2,06
3,94
4,77
K*
meq/l
0,73
0,46
1,08
1,45
* Extracto sustrato/agua 1:1 v/v
Tabla 2. Rentabilidad teórica de los sustratos
Picón negro
Fibra de coco
Perlita
Lana de roca
1
Precio1
EUA (WUE)2
Producción3
1
3
5
10
6,5
6,1
4,2
6,9
36,8
81,6
50,8
56,1
Precio proporcional. 2 Litros de solución nutritiva utilizados para producir una flor. 3 Flores/m2 y año
Fig. 1 y 2. Detalle de la flor y vista general del ensayo con la malla interior.
701
nº de flores/planta
Producción por temporada
16
14
12
10
8
6
4
2
0
Fibra de coco
Picón negro
Perlita
Lana de roca
1º Verano
1º Invierno
2º Verano
2º Invierno
Fig. 3. Producción de flores por planta en cada uno de los sustratos, y repartidos por
épocas del año (invierno: octubre-marzo; verano: abril-septiembre).
2
Consumo medio diario/m
2,00
litros
1,50
fibra coco
picón
1,00
perlita
lana de roca
0,50
0,00
sustratos
Fig. 4. Consumo medio diario de agua, durante todo el ensayo, para 5 plantas/m2.
Litros por poceta(20pltas)
Consumos hidricos medios
8
7
6
5
4
3
2
1
0
fibra coco
picón
perlita
lana de roca
Mar
Ab
May
Jun
Jul
Ag
Sep
Oct
Nov
Dic
Fig. 5. Necesidades hídricas medias mensuales en cada sustrato.
702
En
Feb