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AETNA BETTER HEALTH ® Primavera/Verano 2015 Enfermedad arterial coronaria Cocina sana para el corazón Para cuidar el corazón, hay que cocinar con la cabeza. Para mantener la buena salud del corazón, es vital comer menos grasa y colesterol. Cocinar usted mismo los alimentos puede darle el control. Asegúrese de leer las etiquetas de los alimentos. Y pruebe estas sugerencias al cocinar: • Seleccione cortes de carne magra, y recorte toda la grasa visible antes de cocinar. • Ase las carnes, como por ejemplo las hamburguesas, chuletas de cordero y bistecs, en lugar de freírlas. • Utilice una parrilla de cocción para escurrir la grasa al preparar los alimentos a la parrilla, asados o al horno. Este boletín se publica como un servicio a la comunidad para los amigos y miembros de Aetna Better Health® of Nebraska, 15950 W. Dodge Road, Omaha, NE 68118. Incluye información general sobre la salud que no debe reemplazar el asesoramiento o la atención que recibe de su proveedor. Siempre consulte a su proveedor sobre sus necesidades de atención médica personales. Es posible que se hayan empleado modelos en fotos e ilustraciones. • Prepare las salsas de carne después de que la grasa se haya endurecido y se pueda eliminar del jugo de la carne. • Llene la mitad del plato con frutas y verduras. • Utilice aceites vegetales líquidos para saltear las verduras, para freír a la sartén el pescado o la carne y para hacer panqueques y gofres. • Pruebe platos con pasta, arroz, frijoles o verduras en los que la carne no sea el ingrediente principal. • Sustituya los alimentos con muchas grasas saturadas, como la mantequilla, con margarina suave o aceite vegetal líquido. • Cocine de un modo que requiera poca o ninguna grasa. Puede cocinar a la parrilla, a la plancha, al horno, asar, escaldar, cocinar al vapor, saltear, freír al estilo chino o cocinar en el microondas. Fuente: American Heart Association Comuníquese con nosotros 1-888-784-2693 TTY: 711 o TDD: 1-800-833-0920 www.aetnabetterhealth.com/nebraska 2015 © Coffey Communications, Inc. Todos los derechos reservados. CUN151CA06 NE-15-05-05 Enfermedad arterial coronaria Cuando el corazón necesita ayuda ¿Cuál es su posesión más preciada? Puede que lo primero en que piense no sea su corazón. Pero este órgano vital le mantiene en marcha todo el día. Entonces, ¿qué hacer si esta parte vital de su organismo está en riesgo? El tipo más común de enfermedad cardíaca es la enfermedad arterial coronaria (EAC). Se produce cuando se acumula mucha placa en las arterias del corazón. La placa está compuesta de grasa, colesterol, calcio y otras sustancias que se encuentran en la sangre. Puede endurecer y estrechar las arterias y reducir el flujo sanguíneo al corazón. Esto puede causar dolor en el pecho o un ataque al corazón. Para descubrir si corre el riesgo de sufrir EAC, su médico debe examinarle. Él o ella también revisará sus antecedentes médicos y familiares. Algunas pruebas también pueden ayudar a diagnosticar la EAC. Incluyen pruebas de esfuerzo, radiografías de tórax y análisis de sangre. Un examen más detenido Si los resultados muestran que podría tener EAC, su médico podría pedir que se realice una prueba llamada angiografía coronaria. Utiliza colorante y una radiografía especial para ver dentro de sus arterias. Para esta prueba, se emplea un tubo fino y flexible, llamado catéter, que se introduce en un vaso sanguíneo en el brazo, ingle o cuello. El catéter se guía hasta su corazón. Entonces se libera el colorante en el torrente sanguíneo a través del catéter. Esto permite a su médico estudiar el flujo de la sangre mediante radiografías. Abriendo camino Si la radiografía muestra que sus arterias están bloqueadas, su médico puede realizar una angioplastia. Este procedimiento utiliza un diminuto globo fijado a la punta del catéter. El globo se infla una o más veces, con lo que empuja la placa contra las paredes de las arterias y vuelve a abrir la arteria. Para mantener la arteria despejada, el médico puede insertar un diminuto tubo de malla metálica llamando stent. Más información Para saber más sobre la EAC y cómo tratarla, visite www.morehealth.org/CAD. Fuentes: American Heart Association; National Heart, Lung, and Blood Institute Depende de usted: ¿Cuáles son sus metas de ejercicio? En el ejercicio, como en la vida, es bueno fijarse metas. Pueden ayudarle a mantenerse encaminado hacia una salud mejor. Sus metas deben ser: • Realistas. Si no puede lograr sus metas de ejercicio, podría desanimarse y abandonar el ejercicio. Sea razonable y empiece poco a poco; incluso 5 o 10 minutos de actividad diaria pueden ponerle rumbo a la dirección correcta. • Específicas. No se limite a decir, “Voy a empezar a hacer ejercicio”. En cambio, puede decir que va a dar caminatas de 15 minutos cuatro días a la semana. Luego, puede avanzar hasta caminatas de 30 minutos, cinco veces a la semana. • Indulgentes y flexibles. Algunos días, por diversos motivos, no podrá hacer ejercicio. Téngalo en cuenta, y no se castigue demasiado a sí mismo. Solo vuelva a recuperar el ritmo al día siguiente. Pida ayuda a su médico para planificar un programa de ejercicio seguro y marcarse las metas adecuadas. ¿Necesita ayuda? Su administrador de atención puede darle más información sobre la EAC y ayudarle a ponerse en contacto con su proveedor. Llame a Servicios para Miembros y pregunte por el Departamento de Manejo de la Atención. Fuente: Centers for Disease Control and Prevention