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Tentempiés sanos para niños Picar entre horas Si tu hijo quiere comer algo antes de su hora, puede hacerlo. Pero dale alimentos sanos y no dejes que picar se convierta en una rutina. H ay niños que piden alimentos fuera de sus horarios habituales, un poco antes de la comida o de la cena. ¿Es bueno que “piquen” entre horas? ¿Se descontrola su dieta si lo hacen? Pues bien, todo depende de lo que les ofrezcamos. “Picar entre horas parece un hábito negativo, pero se vuelve positivo si los alimentos que damos a los niños son sanos y les ayudan a crecer”, aclara Nerea Cenoz, dietista-nutricionista del Centro Nerea Cenoz Nutrición (Pamplona). 56 www.crecerfeliz.es Por supuesto, tampoco es recomendable que este acto se convierta en una rutina, para no acabar descontrolando los horarios habituales de comida de los pequeños. Resumiendo: podemos darles algo ligero para “picar” una vez a lo largo de la jornada (no en todas las comidas) y de cuando en cuando (no a diario). Distribuir las comidas Lo ideal es distribuir la comida de todo el día en cinco o seis tomas. Tres comidas principales (desayuno, comida y cena) y dos o tres secunda- rías (almuerzo, merienda y recena). El margen de tiempo entre cada una de ellas ha de ser de dos horas o dos horas y media, aproximadamente. Es importante regular el picoteo: “Si el niño pide algo cuando no falta mucho para una comida principal, hay que darle poca cantidad de alimento para que no le quite el hambre. Por el contrario, si el picoteo coincide con el almuerzo o con la merienda, se le puede dar un piscolabis más abundante porque aún faltan como poco dos horas para la siguiente comida”, dice Nerea Cenoz. Incluso a los bebés se les puede ofrecer algún alimento (una galletita especial para la salida de los dientes, un trozo de corteza de pan...), pero respetando siempre la pauta de introducción de los nuevos alimentos marcada por su pediatra y teniendo en cuenta su habilidad para masticar. Los pequeños suelen comenzar a masticar alrededor de los 10 meses: fíjate en si tu hijo ya es capaz de mover la lengua contra los laterales de la boca y si se muestra interesado en lo que os ve comer a los mayores. “Los picoteos tienen que ofrecerse en función de la introducción de cada alimento y muy poquito a poco, para de esta manera poder darnos cuenta de si al bebé le sientan bien o no”, aconseja la nutricionista. Bocaditos naturales A la hora de elegir el mejor picoteo para tu hijo opta por alimentos frescos y naturales y prepáralos tú en casa. Y recuerda que los niños pequeños deben seguir una dieta equilibrada, formada por alimentos que les nutran en lugar de los ricos en calorías vacías o grasas saturadas. En este sentido, es muy importante nuestra actitud. “Hay que tener en cuenta que a los pequeños les gusta mucho imitar a los mayores: no es un buen ejemplo que a ellos les ofrezcamos Aperitivos fríos: le calman sin saciarle Además, son muy saludables y evitarán que tu pequeño se ponga nervioso y de mal humor cuando todavía falte un rato largo para su hora habitual de comer. PERA CON QUESO TIERNO Cuece una pera madura, córtala en cuadraditos y pon encima de cada uno un poco de queso fresco. PALITOS DE ZANAHORIA Lava, pela y cuece una zanahoria. Déjala enfriar y hazla “palitos”. Pon éstos en un plato con una cucharada de yogur natural y... ¡a tu peque le encantará mojarlos y comérselos! GOMINOLAS DE FRUTAS Necesitas: agar-agar en polvo (15 g por litro), frutas naturales trituradas o en zumo (se pueden colar para que no queden restos), miel o azúcar y moldes de silicona. Pon en un cazo el zumo de frutas o las frutas trituradas, añade la miel o el azúcar al gusto y el agaragar y deja cocer a fuego suave, sin dejar de remover para que se deshaga bien el agar-agar. Rellena los moldes y deja que las gominolas se enfríen. Guárdalas en la nevera y dáselas a tu hijo cuando quiera “picar”. FRAMBUESAS HELADAS Coloca unas frambuesas separadas entre sí sobre una superficie lisa y mételas en el congelador. Una vez heladas, guárdalas en una bolsa en el congelador. Dáselas a tu hijo cuando ya sepa masticar bien. BARRITAS DE CEREALES Como contienen frutos secos, son para niños mayores de 2 años. Necesitas: cuatro cucharadas de miel, cereales, semillas de sésamo o de girasol, almendras picadas y frutas deshidratadas (pasas, orejones...) muy picaditas. Calienta la miel y cuando esté líquida añade el resto de ingredientes hasta conseguir una textura compacta. Da vueltas para que se amalgamen bien y echa en una fuente. Extiende la masa, apriétala y déjala enfriar unas horas. Córtala en cuadraditos y envuelve cada uno en papel de plata. una pieza de fruta mientras nosotros nos estamos tomando una bolsa de patatas fritas”, aconseja la experta. Así, son opciones muy sanas: fruta del tiempo entera o en forma de zumos o batidos, barritas de cereales, tortitas de arroz o de maíz y pequeños bocadillos de pavo, pollo, queso fresco, jamón cocido, mermelada (sin azúcares añadidos) o atún. No se aconseja darles a diario chucherías y dulces para picar entre horas, aunque también es necesario ser flexibles y no prohibirlos de forma categórica. “Mi consejo es que eduquemos al niño para que sepa que entre semana no puede comer estos alimentos, pero que los días de fiesta y los fines de semana sí puede tomarlos con moderación. Así el pequeño se educa sin restricciones alimentarias, pero moderando lo que no es positivo para su salud”, dice la nutricionista. Al bebé hay que ofrecerle el picoteo en función de la introducción de cada alimento y muy poco a poco, para ver si lo tolera bien. Los más pedigüeños El niño que come mal es más propenso a pedir algo entre horas: si ha comido poco en el desayuno, le entra hambre enseguida y en ese momento come mucha cantidad de alimento para saciarse, lo cual hace que se le quiten las ganas de la siguiente comida y que se la salte. Pero al rato le entran ganas de comer de nuevo... y así sucesivamente. Como resultado, se altera todo su horario de comidas. También necesitan picar los que se mueven más. En estos casos hay que ajustarles las comidas principales, poniéndoles más cantidad. El picoteo puede ser muy útil para los pequeños que se niegan a incluir un tipo de alimento básico en su dieta (carne, pescado...). En estos casos les podemos preparar aperitivos con estos alimentos y ofrecérselos justo cuando tienen más hambre. Entrenar la masticación Al año los niños ya pueden comer casi de todo, pero es posible que aún no sepan masticar bien. Si tu hijo tiene esta edad elige para él aperitivos blan- » » Crecer Feliz [[[STRING1]]] 57 Picar entre horas Tentempiés calientes: resultan muy reconfortantes ¿Tu pequeño necesita un plus de energía a media mañana, o tiene apetito al poco rato de comer, o llega tan agotado a la noche que nunca quiere cenar y te resulta más fácil ofrecerle una merienda-cena? En cualquier caso le irán bien estos aperitivos calientes. BROCHETAS DE COLORES En una broqueta sin punta coloca unos guisantes y unos trocitos de zanahoria, de calabaza y de patata. Ponla en un plato y deja que tu hijo vaya sacando con los dedos cada verdura del palito. ALBÓNDIGAS DE ZANAHORIA Cuece dos zanahorias grandes, tritúralas con el tenedor y añade dos cacitos de leche en polvo de continuación. Mezcla todo bien, haz pequeñas bolitas y rebózalas en leche en polvo. Disponlas en un platito y ofréceselas a tu hijo. ROLLO DE JAMÓN Y QUESO MONTADITO DE PURÉ VERDE Prepara un puré con cuarto de kilo de judías verdes y una patata pequeña. Debe quedar espeso. Corta una rebanada de pan de molde en pequeños círculos y pon sobre cada uno un poco de puré. Unta con queso una loncha de jamón, enróllalo con la parte del TOSTA DE MANZANA Y CANELA queso hacia adentro y mételo en Asa una manzana en el horno, el micro durante unos segundos. quítale la piel y el tronco y coloca una cucharadita de su pulpa sobre una galletita de canela. Espolvorea con azúcar. TOSTA DE QUESO Y ATÚN Tuesta una rebanada de pan de molde en la tostadora y úntala con una cucharada de queso fresco. Córtala en cuadraditos y coloca sobre cada uno unas migajas de atún al natural. que no necesiten demasiada tri» ditos, turación, para evitar que se atragante con ellos. Hacia los 18 meses ya sabrá masticar mucho mejor, por lo que deberás ofrecerle alimentos más duros y enteros para que desarrolle el hábito de la masticación (es básico para fortalecer mandíbulas, dientes y encías). Mientras juega, sírvele en forma de picoteo ese alimento que rechaza. Así es más fácil que lo acepte. Con los dedos! Otra ventaja de estos tentempiés es que podrá comerlos con los dedos, algo que a todos los niños les encanta y que les beneficia enormemente, pues les proporciona muchos estímulos: así descubren nuevas texturas y temperaturas, ejercitan la motricidad fina y la coordinación mano-ojo, entrenan su fuerza y se sienten “mayores” y capaces, algo que es fundamental para fortalecer su autoestima. Para animar a tu hijo a que coma con los dedos debes prepararle pequeños aperitivos con contraste de color, textura y temperatura, y dejarle libertad de acción. No te enfades si los primeros días se le cae la comida al suelo, se ensucia o lo pone todo perdido. Debes transmitirle serenidad. De esta forma entenderá que el acto de comer es agradable y entretenido y se animará a probar alimentos nuevos. En caso de que rechace alguno porque no le gusta su sabor o su textura, espera una semana y vuelve a intentarlo. Como lo extrañará menos, es más probable que lo acepte. Marga Castro Asesora: Nerea Cenoz, dietista-nutricionista 58 www.crecerfeliz.es