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Alergia alimentaria.
Recomendaciones
para su prevención
B. Ferrer Lorente, A. Nieto García*, A. Nieto García**,
J. Dalmau Serra***
Centro de Atención Primaria de Alaquás. Valencia
*Sección de Alergia. Hospital Infantil «La Fe». Valencia
**Centro de Atención Primaria «Pintor Stolz». Valencia
***Sección de Nutrición. Hospital Infantil «La Fe». Valencia
La alergia alimentaria es una enfermedad en
continuo aumento en la edad pediátrica. La
sensibilización a alergenos alimentarios tiende a producirse en los primeros meses de
vida, por lo que es en este grupo de edad
sobre el que deben incidir las medidas preventivas. La promoción de la lactancia materna, junto con la restricción de alimentos alergénicos en la dieta de las madres lactantes de
niños de alto riesgo, el uso de fórmulas de
alto grado de hidrólisis si no es posible la
lactancia materna y el retraso en la introducción de la alimentación complementaria, comenzando siempre por los alimentos menos
alergénicos y demorando la introducción de
la leche de vaca, el huevo y el pescado hasta
el año de edad, son las recomendaciones
mayoritariamente aceptadas para su prevención en los niños de alto riesgo y disminuyen,
o al menos retrasan, la aparición de síntomas
alérgicos. Su aplicación indiscriminada en la
población general no está justificada.
Palabras clave: Alergia alimentaria, prevención
Summary
Food allergy is increasingly common during
childhood. As sensitization to food allergens
tends to occur during the first few months of
life, preventive measures should be taken at
that age. The promotion of breast-feeding,
the restriction of allergenic foods in the diet
of breast-feeding mothers of high risk infants,
the use of formulas with a high degree of
hydrolysis when breast-feeding is not possible and postponement of the introduction
of complementary foods, always beginning with
those least allergenic and delaying the introduction of cow milk, egg and fish until the
age of one year, are the most widely accepted
recommendations for its prevention in high
risk children. They help to reduce, or at least
delay, the development of allergic symptoms.
Their indiscriminate application in the
general population is not justified.
Key words: Food allergy, prevention
(Acta Pediatr Esp 1999; 57: 431-435)
Introducción
La incidencia de alergia alimentaria en la
edad pediátrica es del 0,3 al 7,5%1 y es una
enfermedad en continuo crecimiento2. La
más frecuente en lactantes es la alergia a las
proteínas de la leche de vaca (APLV), cuya
incidencia varía entre el 0,5 y el 1,7%3, 4. Los
principales factores que contribuyen al desarrollo de la alergia alimentaria son: la exposición al alergeno, la predisposición genética y los factores contributivos5, y sobre
ellos actúan las medidas preventivas.
Cada vez es más evidente que la sensibilización a alergenos alimentarios tiende a producirse en los primeros meses de vida en
individuos genéticamente predispuestos, por
lo que las medidas preventivas deben dirigirse a este grupo de edad6 (prevención primaria), y si ya se ha producido, hay que evitar
la aparición de síntomas (prevención secundaria). Las razones del incremento de esta
enfermedad no están completamente aclaradas; en parte, son consecuencia del aumento
global de las enfermedades alérgicas en los
países industrializados, pero algunos factores
específicos pueden contribuir al crecimiento
de la alergia alimentaria en particular: cambios en los patrones de alimentación, en los
de colonización bacteriana intestinal, eliminación de ciertas infecciones bacterianas,
víricas o parasitarias endémicas en el pasado, etc.2, 7-9.
Prevención primaria
en niños de alto riesgo
Nutrición
infantil
ALERGIA ALIMENTARIA. RECOMENDACIONES PARA SU PREVENCION
Resumen
Se consideran niños de alto riesgo aquellos
que tienen una historia familiar de primer
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ACTA PEDIATRICA ESPAÑOLA, Vol. 57, N.o 8, 1999
Tabla 1
grado (padre, madre o hermanos) de enfermedad alérgica mayor (rinitis, asma o dermatitis atópica). El mejor método para identificarlos es una historia clínica cuidadosa10.
La determinación de los niveles de IgE en
sangre de cordón o en el periodo neonatal
es un método poco sensible, cuyos resultados pueden alterarse por múltiples factores11-13. Aunque existen numerosos estudios
que suscriben el valor de esta determinación10, 14-23, lo cierto es que no se utiliza como
método de rutina para detectar a estos pacientes y su mayor utilidad se centra en
aquellos niños de riesgo por su historia familiar, a partir del 3.o-4.o día de vida.
La sensibilización prenatal durante el embarazo parece poco frecuente y los resultados
de los estudios respecto a esta posibilidad
son controvertidos5, 24-28, por lo que las manipulaciones dietéticas durante el embarazo
no parecen justificadas10, 29.
Se recomienda (tabla 1) promocionar la
lactancia materna retrasando el destete hasta los seis meses o por lo menos hasta los
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desarrollo de la sensibilización alérgica en
lactantes sanos, probablemente porque depende no sólo de la oferta alergénica, sino
también del trasfondo genético y de otros
factores coadyuvantes36-39. Sin embargo, existen muchos datos que apoyan la opinión de
que en niños de alto riesgo la lactancia materna exclusiva hasta los cuatro-seis meses
de vida, junto con el retraso en la introducción de la alimentación complementaria, disminuye la incidencia y la gravedad de los
síntomas de la enfermedad atópica4, 24, 40-45.
Sobre la restricción en la dieta materna (leche
de vaca, huevo y pescado) existen opiniones
contradictorias, y no debe ser recomendada
en la población general aunque tal vez sí, en
las madres de lactantes de alto riesgo5, 46-50.
En aquellos niños en los que la lactancia
materna no sea suficiente o posible, se recomienda la administración de fórmulas altamente hidrolizadas o dietas semielementales
como sustituto o complemento30, 51, 52. Actualmente existen en el mercado algunas fórmulas en las que los péptidos tienen un peso
Prevención primaria en niños de alto riesgo
– Identificar niños de riesgo en embarazo.
– Lactancia materna exclusiva 4-6 meses:
Restricciones en la dieta materna.
– Lactancia artificial: Fórmula de alto grado de hidrólisis.
– Retraso en la introducción de la alimentación complementaria hasta el 6.o mes:
Empezar con alimentos menos alergénicos.
Retrasar pescado, huevo y leche de vaca.
– Evitar: Tabaquismo, animales, guardería.
cuatro meses de vida. Aunque los niños con
lactancia materna exclusiva pueden desarrollar una APLV3, 4, su incidencia (0,5-1,7%) es
de dos a cinco veces menor que en los
alimentados con leche de fórmula (2-3%)30.
La APLV en recién nacidos con lactancia
materna exclusiva puede ser debida a la
administración de biberones aislados de leche de fórmula en los primeros días de vida3,
4, 31
, aunque esto no se confirma en otros
trabajos32, 33. También se está estudiando el
posible efecto de los ácidos grasos de cadena larga de la leche materna en relación con
el desarrollo de la enfermedad atópica en la
infancia temprana34.
Otras proteínas no lácteas pueden también atravesar la barrera intestinal materna
y ser secretadas a través de la leche35, aunque la prevalencia de alergia a proteínas de
ternera, pollo... es menor. Los hábitos alimentarios influyen decisivamente en la prevalencia de las distintas alergias: en EE.UU.
es más frecuente la alergia al cacahuete; en
los países escandinavos, al pescado, y en los
países asiáticos, a las proteínas del arroz.
Diversos estudios efectuados no han demostrado definitivamente que la lactancia
materna tenga un efecto protector frente al
molecular menor de 5.000 daltons, pero que
contienen lactosa y no llevan MCT, para las
que se ha propuesto la denominación de fórmulas de alto grado de hidrólisis (F-AGH)53, 54,
reservando la de dieta semielemental (DSE)
para aquellas que contienen péptidos de
menos de 5.000 daltons de peso molecular,
MCT y dextrinomaltosa (tabla 2). Estas FAGH no están indicadas para la prevención
en la población no seleccionada30, 51. Aunque en la prevención primaria se siguen
utilizando fórmulas de bajo grado de hidrólisis55, así como de soja, no hay en la
actualidad fundamento científico suficiente, y en cualquier caso su posible indicación ha sido desplazada por las fórmulas de
alto grado de hidrólisis, por lo que su uso
con este objetivo está mayoritariamente
desaconsejado6, 10, 30, 54, 56.
Se recomienda retrasar la introducción de
la alimentación complementaria hasta los
seis meses y comenzar con los alimentos
menos alergénicos como el arroz, las verduras, carnes y frutas preferiblemente en intervalos semanales5, 23, 29, 36, 45, 47, 57-59; evitar la
leche de vaca, el pescado y el huevo hasta el
año de vida y el consumo de alimentos manufacturados con aditivos alimentarios.
Tabla 2
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Clasificación de las fórmulas usadas en la alergia alimentaria
Péptidos (daltons)
Grasas
Hidratos de carbono
Dieta semielemental*
<5.000
MCT
Dextrinomatosa
F-Alto grado de hidrólisis
<5.000
NO MCT
Lactosa
10.000-20.000
No MCT
Lactosa
F-Hipoantigénica**
La eficacia de todas estas recomendaciones generales no ha podido demostrarse
porque entre los 6 y los 12 meses existen
múltiples factores etiológicos no modificables y no controlables.
Es aconsejable evitar los factores coadyuvantes como el tabaquismo pasivo, la exposición a animales domésticos, tomar medidas
de control ambiental y se debe retrasar la
asistencia a guardería para minimizar en lo
posible las infecciones de vías respiratorias
superiores.
Prevención secundaria
Tabla 3
En los niños en los que se haya demostrado
una sensibilización de tipo IgE se recomienda (tabla 3):
– Promover la lactancia materna exclusiva
hasta los seis meses con dieta materna hipoalergénica –restringir el pescado, los huevos,
derivados lácteos y la soja23, 46–; en su defecto,
utilizar una dieta semielemental o una F-AGH.
– En los pacientes con alergia IgE mediada y con sintomatología predominantemente
cutánea, respiratoria y/o sistémica, evitar el
alergeno constituye la medida preventiva por
definición. Se debe utilizar, por tanto, una
fórmula cuya fuente proteica sea diferente
de la causante del problema, y en estos casos
las de soja constituyen la primera alternativa30, 60, 61, porque contrariamente a lo que
generalmente se afirma, la alergia a soja IgE
mediada es muy poco frecuente62, mientras
que se han descrito casos de reacciones in
vivo e in vitro frente a hidrolizados de leche
de vaca en pacientes altamente sensibiliza-
dos63-68. En cambio, en los casos de alergia
no IgE mediada con sintomatología preferentemente digestiva (enteropatía sensible a
leche de vaca), la leche de soja no debe
administrarse69, 70 debido al elevado riesgo de
inducir una sensibilización frente a la soja.
– Retrasar la introducción del beikost hasta los seis meses, comenzando con los alimentos menos alergénicos, y a partir de los
doce meses introducir con intervalos mensuales la leche de vaca en cantidades crecientes, el pescado, la yema de huevo y
posteriormente, la clara.
El resto de las medidas preventivas son
comunes a la prevención primaria.
Estos programas preventivos disminuyen
o al menos retrasan la aparición de síntomas
alérgicos en niños de riesgo. Estas medidas
aplicadas de forma conjunta y en poblaciones de riesgo parecen ser eficaces, pero su
instauración inadecuada conlleva ciertos peligros para la madre y el niño que deben ser
evitados6, 71. Estas recomendaciones tienen
que ser puestas al día a medida que se adquieran nuevos conocimientos.
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Prevención secundaria
– Lactancia materna exclusiva 6 meses.
– Dieta materna hipoalergénica durante la lactancia: exenta de pescado, huevo, leche
de vaca y ¿soja?
– Sí lactancia artificial:
Alergia IgE mediada, fórmula de soja.
Alergia no IgE mediada, DSE o F-AGH.
– Retraso en la introducción de la alimentación complementaria hasta el 6.o mes:
Iniciar con alimentos menos alergénicos.
Introducir a intervalos 1-2 semanas.
– Retraso en la introducción de la leche de vaca, pescado y huevo hasta el año de edad.
ALERGIA ALIMENTARIA. RECOMENDACIONES PARA SU PREVENCION
*ESPGAN: F-Alto grado de hidrólisis. ESPACI: F-Extensivamente hidrolizadas.
**ESPGAN: F-Bajo grado de hidrólisis. ESPACI: F-Parcialmente hidrolizadas.
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ACTA PEDIATRICA ESPAÑOLA, Vol. 57, N.o 8, 1999
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Nutrición Infantil
Avda. Campanar, 21
46009 Valencia
ALERGIA ALIMENTARIA. RECOMENDACIONES PARA SU PREVENCION
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