Download ¡Se acabaron las octavitas!
Document related concepts
Transcript
¡Se acabaron las octavitas! ¡Se acabaron las octavitas! ¡Ahora comenzamos a trabajar en esa gran resolución del nuevo año! No debe sorprendernos que la más común sea comenzar a alimentarnos saludablemente y entrar en una rutina consistente para ejercitarnos. Esto tiene una razón de ser: cuando comienza el nuevo año, que muchos lo vemos como una nueva era y un nuevo comienzo, lo primero que, usualmente, viene a la mente es la salud. Y eso es bien positivo, pues quiere decir que nuestra salud es prioridad en nuestras vidas. ¡Debe serlo siempre! Sin salud todo se derrumba. Lamentablemente, es usual que después de un tiempo relativamente corto con esta conciencia, volvamos a los viejos hábitos. Esta es otra situación que no es sorprendente, después de todo, crear un nuevo hábito no es fácil; romper el viejo hábito puede ser la frustración o el triunfo de toda una vida. Un tipo de alimentación que incluye no solo lo que comes, sino la porción de lo que comes y la hora en que lo comes, es esencial en la vida diaria. Hay muchos hábitos, pero el comer se trata de una necesidad fisiológica. No podemos decir que vamos a romper el hábito de comer. En lo que podemos trabajar es en modificar la conducta y la actitud hacia el tipo de alimentación que queremos llevar. Es importante, entonces, reconocer que las “dietas”, es decir, esa restricción de un gran espectro de alimentos, no son más que un plan a corto plazo para resolver un “problema” inmediato: que ganamos unas libras de más. Las “dietas”, la que esté a la moda, puede funcionar, pero, ¿hubo una modificación de conducta, o solo una gran fuerza de voluntad? La frustración viene un poco después de llegar a la meta. Por ejemplo, como no es posible continuar comiendo cereal de cena todas las noches por el resto de nuestras vidas, volvemos a lo que conocemos: nuestros viejos hábitos alimentarios. Resultado, la ganancia del mismo peso que perdimos o, incluso, más del que perdimos. ¿Te ha sucedido, por ejemplo, que por limitar tanto los hidratos de carbono (carbohidratos), consumes en un día en el que “rompes la dieta” las calorías de la semana? ¿Cómo podemos abordar esta situación? Como nutricionista dietista, la única opción es crear el balance y la moderación necesaria para no ir a los extremos. Y para hacer esto, hay que trabajar día a día, y continuar aprendiendo más sobre una buena nutrición. Debemos crear un hábito de buena alimentación que podamos cumplir día a día, sin limitarnos de comer de todo un poco. Los diferentes grupos de alimentos: lácteos, carbohidratos, frutas, vegetales y proteína, deberían formar parte de todas nuestras comidas. Las porciones deben ir de acuerdo con las necesidades calóricas individuales, por lo que se recomienda, que visite a una nutricionista dietista que pueda dar recomendaciones específicas, tomando en cuenta todos los factores, por ejemplo: las posibles alergias o intolerancia a algún alimento, la necesidad calórica, considerar la actividad física del individuo, el peso, la edad, entre otras consideraciones. La USDA creó, sustituyendo la pirámide alimentaria, el llamado “Mi plato”. La imagen abajo representa cómo debe lucir un plato. Como se puede observar, todos los grupos de alimentos están presente. Para obtener más información http://www.choosemyplate.gov/ y muestras de recetas y menús, visite: Respecto al ejercicio, otro hábito fundamental, se debe trabajar del mismo modo que con la alimentación. El ejercicio debe ser parte de nuestra vida, no parte de un plan o meta a corto plazo. No quiere decir que si hay algún evento especial no se pueda añadir ejercicio, pero el objetivo final es establecer el hábito de ejercitarse. Que el cuerpo se lo pida. Al igual que la alimentación, hay que mirarlo con un lente realista. Hay que preguntarse: ¿yo podría comer de esta manera diariamente? ¿yo podría hacer ejercicios esta cantidad de veces por semana a largo plazo? Todo se trata de crear un estilo de vida que incluya una alimentación balanceada y ejercicio. Al igual que se debe visitar a una nutricionista dietista para establecer las necesidades individuales, se debe visitar a un médico para saber qué tipo de ejercicio usted puede hacer. Algunas recomendaciones generales son las siguientes: Recuerde siempre que las azúcares simples (dulces y postres), las frituras y alimentos que, usualmente, se venden en lugares de comida rápida (fastfoods), son dañinos a nuestro cuerpo. Es difícil, muchas veces, evitar los fastfoods si se lleva un estilo de vida muy cargado. Por lo menos, debe desayunar y cenar en el hogar, si es que no puede llevar comida de la casa al trabajo. Al menos de esta manera se asegura que dos de las tres comidas diarias recomendadas, estén los ingredientes bajo su control. Para controlar el consumo excesivo de postres, dulces y refrescos, no los tenga en su casa. Es más fácil hacer el desarreglo si están accesibles como en su propia cocina. Para integrar el ejercicio a su vida diaria, puede ayudar ya tener la ropa lista para ejercitarse, en orden desde el día anterior. También es beneficioso hacer alguna merienda como un yogur o una fruta antes de ejercitarse. Se recomienda hacer ejercicios la mayoría de los días de la semana. Depende las recomendaciones de su médico, podrá saber qué tipo de ejercicio es el adecuado para usted y la intensidad en que debe hacerlo, de modo que no sufra una lección y todo se revierta nuevamente. Esperamos con estas recomendaciones ayudarles a mantenerse saludables a través de una alimentación balanceada y complementarla con una rutina de ejercicios realista. Ahora a motivarse para llegar a nuestro peso saludable porque que: ¡Se acabaron las octavitas! y ¡Feliz año nuevo! Por: Lic. Vannesa Alicea 30 de enero de 2013 Copyright 2007 © Sistema Universitario Ana G. Méndez