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Tecnología de extracción con fluidos supercríticos en el procesamiento de alimentos Tecnología de extracción con fluidos supercríticos en el procesamiento de alimentos David Pineda Técnico Sectorial Célula de Alimentos y Bebidas Existe una creciente conciencia pública con respecto a la salud, el medio ambiente y la seguridad, así como sobre los peligros asociados con el uso de disolventes orgánicos en el procesamiento de alimentos y la posible contaminación de los productos finales. El alto costo de los disolventes orgánicos y las regulaciones ambientales cada vez más estrictas, junto con los nuevos requisitos de la industria médica y alimentaria para los productos ultra-puros y de alto valor añadido, han señalado la necesidad del desarrollo de tecnologías nuevas y limpias para el procesamiento de alimentos. La extracción con fluidos supercríticos que utiliza dióxido de carbono como disolvente ha proporcionado una excelente alternativa al uso de disolventes químicos. Durante las últimas tres décadas, el dióxido de carbono (CO2) supercrítico se ha utilizado para la extracción y aislamiento de compuestos valiosos a partir de productos naturales. Un Fluido Supercrítico (FSC, por sus siglas en inglés) es cualquier sustancia que se encuentre en condiciones de presión y temperatura superiores a su punto crítico y por tal razón se comporta como “un híbrido entre un líquido y un gas”, es decir, puede difundir como un gas (efusión), y disolver sustancias como un líquido (disolvente). Los FSC se caracterizan por el amplio rango de densidades que pueden adoptar. Por encima de las condiciones críticas, pequeños cambios en la presión y la temperatura producen grandes cambios en la densidad. En un diagrama de fases clásico, las curvas de fusión, sublimación y vaporización muestran las zonas de coexistencia de dos fases. Tan solo hay un punto de coexistencia de tres fases, el llamado punto triple (PT). El cambio de fase se asocia a un cambio brusco de entalpía y densidad. Pero por encima del punto crítico (PC) este cambio no se produce, por tanto, podríamos definir este punto como aquel por encima del cual no se produce licuefacción al presurizar, ni gasificación al calentar; y por ende un fluido supercrítico es aquel que se encuentra por encima de dicho punto. Diversas investigaciones han encontrado que el CO2 supercrítico es selectivo en la separación de compuestos deseados sin dejar residuos tóxicos en los extractos y sin el riesgo de degradación térmica en los productos procesados. A través de la explotación del poder de solvencia adquirida por los fluidos cerca de sus puntos críticos y la sensibilidad de este poder a pequeñas perturbaciones en la temperatura, la presión y la modificación del disolvente con la adición de agentes de arrastre, la obtención de extractos libres de disolventes es relativamente fácil, debido principalmente a la alta volatilidad de estos disolventes en condiciones ambientales. Por otra parte Las propiedades de transporte de los fluidos cerca de sus puntos críticos permite una penetración más profunda en la matriz vegetal sólida permite una extracción más eficiente y más rápida que con disolventes orgánicos convencionales. La aplicación comercial de la tecnología de fluidos supercríticos se mantuvo restringida a unos pocos productos debido a los altos costos de inversión y por ser una operación nueva y desconocida. Con los avances en el proceso, el equipo y el diseño de productos y la visualización de oportunidades potencialmente rentables en la producción de productos con alto valor añadido, las industrias alimentarias se interesan cada vez más en la tecnología de extracción con fluidos supercríticos. La extracción se lleva a cabo en equipos de alta presión ya sea en lotes o de manera continua. En ambos casos, el disolvente supercrítico se pone en contacto con el material a partir del cual un producto deseable es separado. El disolvente supercrítico, ahora saturado con el producto extraído, se expande en las condiciones atmosféricas y el producto solubilizado se recupera en un recipiente de separación el cual permitiría el reciclado del disolvente supercrítico para su uso posterior. La extracción con fluidos supercríticos podría ser empleada para una variedad de aplicaciones, incluyendo la extracción y fraccionamiento de grasas y aceites comestibles, purificación de matrices sólidas, la separación de los tocoferoles y otros antioxidantes, limpieza de hierbas medicinales y productos alimenticios de plaguicidas y sus derivados, la desintoxicación de mariscos y concentración de caldo de fermentación, zumos de frutas. La Extracción con fluido supercrítico ha demostrado ser eficaz en la separación de los aceites esenciales y sus derivados para su uso en alimentos, cosméticos, productos farmacéuticos y otras industrias, dando como resultados la producción de aceites esenciales de más alta calidad que los obtenidos con hidro-destilación convencional. Alcaloides tales como cafeína, morfina, emetina, pilocarpina, entre otros, son componentes activos en una variedad de estimulantes y productos medicinales y su extracción de las plantas naturales es de gran interés para la industria alimentaria, farmacéutica y cosmética. El dióxido de carbono supercrítico demostró ser altamente selectivo para la cafeína provocando su uso como disolvente seleccionado en el descafeinado comercial de café y té negro. Investigaciones recientes han demostrado el potencial del dióxido de carbono supercrítico como disolvente en la recuperación de alcaloides, tales como teofilina, teobromina y la pilocarpina, entre otros La utilización de la tecnología de extracción con fluidos supercríticos puede ser utilizada para la reducción de los niveles de colesterol en las comidas como carnes, productos lácteos y huevos. Se ha demostrado que el colesterol es soluble en dióxido de carbono supercrítico e incluso más soluble en etano supercrítico. La extracción con fluidos supercríticos requiere una mayor inversión, pero puede ser muy selectivo y más adecuado para productos alimenticios. Otras aplicaciones para las cuales se han desarrollado investigaciones para la utilización de fluidos supercríticos son la extracción de manteca de cacao de alta calidad a partir del grano de cacao, inactivación microbiana de los alimentos, formación de polvos finamente divididos, purificación de proteínas y enzimas. Como podemos observar esta tecnología presenta un gran potencial en diversas aplicaciones para la industria tanto alimentaria como farmacéutica y cosmética, dando respuesta a las exigencias de un mercado cada vez más comprometido con la salud y el medio ambiente. Por: David Pineda Técnico Sectorial, Célula de Alimentos y Bebidas Dirección de Innovación y Calidad Edición: Gabriela Vásquez, Técnico en Contenidos Digitales Ministerio de Economía