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En qué consiste la celulitis?
Normalmente conocemos la celulitis como una modificación sufrida en el tejido adiposo por una
acumulación de grasa, líquidos y toxinas, que hace que la piel aparezca irregular y con pequeños
bultitos, conocidos como “piel de naranja” aunque la verdadera celulitis es una patología
edematoso-fibroesclerótica, que no afecta solo a las células grasas sino también al tejido intersticial
y a los vasos sanguíneos más pequeños. El sistema linfático es el encargado de la depuración de las
toxinas, pero si se produce una mala circulación linfática, las toxinas se van acumulando en
determinadas zonas y se produce la celulitis.
Ésta está determinada por múltiples factores (genéticos, alteraciones circulatorias, hormonales
(tiroides, ovarios) como también adquiridas: sedentarismo, alimentación inadecuada, tabaquismo,
estrés, etc.
Distintos tipos de celulitis:
Generalizada: afecta a mujeres con sobrepeso y malos hábitos alimentarios. Comienza en la
pubertad y aumenta con la edad.
Localizada: generalmente es dolorosa, se localiza preferentemente en las piernas, tobillos, glúteos y
abdomen.
Dura: afecta a mujeres jóvenes y deportistas, con tejidos firmes
Flácida: Típica en personas que han subido y bajado de peso bruscamente, o que pasaron de una
actividad física al sedentarismo.
Edematosa: se presenta como piernas gruesas con la típica piel de naranja a simple vista.
No existe un tratamiento único para tratar la celulitis que nos brinde una solución definitiva.
El ejercicio y una dieta saludable son los mejores métodos para combatirla. Es fundamental la
constancia día tras día como única clave del éxito.
Se necesita cambiar los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo.
El ejercicio disminuye visiblemente el problema, ya que mejora el tono muscular y da firmeza a los
tejidos, pero con eso no basta, ya que al apretar vuelven a aparecer los odiados hoyuelos de la piel
de naranja.
Tenemos una opción muy efectiva para revertir el proceso de la celulitis:
El drenaje linfático manual: consistente en movilizar los líquidos estancados en el tejido
conectivo hacia la circulación linfática, para su posterior eliminación a través de la orina. Es un
masaje que debe ser realizado con gran cuidado para no provocar daños en los tejidos.
Un drenaje dos o tres veces por semana puede ayudar mucho a mejorar el problema, pero resultará
mucho más efectivo combinado con el uso de un diurético natural, como ser la barba de choclo o la
cola de caballo entre otras hierbas. Estos diuréticos al ser naturales evitan la retención de líquidos
sin crear adicción.
Alimentos beneficiosos
Acelga Laxante y depurativa
Ajo Regula la circulación y limpia las arterias
Alcaucil Depurativo del hígado, laxante y enemigo de la obesidad.
Apio, diurético, laxante y regulador hormonal.
Cebolla Regula la circulación y es diurética.
Espárragos Diuréticos, laxantes y protectores de los capilares.
Espinacas Laxantes y depurativas.
Frutillas Diuréticas, ricas en vitamina C y antiinflamatorias.
Kiwi Laxante y rico en vitamina C, protector capilar.
Limón Diurético y rico en vitamina C, protector de las arterias.
Manzanas Laxantes y digestivas.
Ananá Diurético, rico en enzimas digestivas (bromelina)
Productos integrales (Arroz integral, pan integral y cereales integrales), ricos en fibra, laxantes y
depurativos.
Sandía Diurética e hipocalórica
Zanahoria Laxante y rica en betacarotenos, vitaminas de la piel
Alimentos que no convienen
Alimentos muy procesados. Están llenos de calorías vacías y grasas de origen dudoso.
Bebidas alcohólicas. Un vasito de vino o cerveza son diuréticos y contienen vitaminas y
antioxidantes pero superar esa cantidad por día tiene más inconvenientes que beneficios.
Café, cacao y chocolate. Su contenido en excitantes no se lleva bien con la celulitis.
Dulces industriales. Azúcares sin vitaminas asociadas y gran cantidad de grasa.
Proteínas, en exceso. Las proteínas vienen muy bien pero un exceso sobrecarga los riñones y
produce acumulación de toxinas.
Sal. Favorece la retención de líquidos.
Adipositos: células de la hipodermis que almacenan y movilizan las grasas. Su volumen puede
aumentar hasta 40 veces su tamaño en casos extremos.