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SÁBADO. 24 DE JUNIO DE S8SI
Página-
LA VANGUARDIA" ESPAÑOLA
CUATÜO INFORMES RECIENTES SOBRE CUBA
DE ARTÍCULOS
IR A LA CA
[(CRÓNICA DEL CORRESPONSAL DE «THE NEW YORK TIMES EN LA HABANA, R. HART PHILLIPS)
He aqui el tercero de los cuatro artículos redactados por un corresponsal que ha salido recientemente de Cuba, después de
haber actuado durante veinticuatro años como jefe de la oficina de la Habana del «New York Times»,
pero poniendo en fondo común las máquinas, el trabajo y los recursos. Los
agricultores recibirían préstamos del Gobierno si accedían a ello. Se observó en
«El Imperialismo yanqui podrá ser una cosa funesta, pero cuando teníamos la Habana que esta trayectoria seguía las pautas dictadas por el comunismo
el imperialismo yanqui yo contaba con abundancia de cosas que vender» —dijo chino antes de que Pekín se resolviese a suprimir toda clase de propiedad pric! propietario de algunas tiendas de comestibles de la provincia de Camagüey, vada agraria.
j de una minúscula cafetería de carretera, donde se despachaba el café a tres
centavos la taza. Y apoyándose en el mostrador y señalando los estantes vacíos
Establecimiento de cooperativas
continuó, dirigiéndose, con triste voz, a su único cliente—: «Ahora no me queda
A tenor Se la Ley de Reforma Agraria, el Gobierno establéele centenares
nada por vender y no puedo ganarme la vida».
He aquí el máximo problema con que se enfrenta el «Estado socialista» del fie cooperativas. Los títulos de propiedad eran retenidos por la cooperativa, y sus
primer ministro Fidel Castro. Los bienes de consumo van escaseando cada vez miembros tenían que repartirse los beneficios. Estos han dejado de obtenerse,
por efecto de la mala dirección y la falta ide técnicos agrícolas. No ha habido
mes a medida que transcurren los meses.
alguno. En realidad, se dice que el Gobierno ha sufrido cuantiosas
En las dársenas cubanas fondean grandes buques de carga que traen plan- beneficio
chas de acero, factorías prefabricadas, tractores y camiones,- mientras los pe- pérdidas.
prueba de tal cosa viene dada por el hecho de que se está conviniendo
troleros descargan millones de litrosfiepetróleo procedente todo ello de la Unión a lasLacooperativas
granjas estatales. En éstas, el Gobierno es propietario de
Soviética y de otros países comunistas. Pero la comida, la ropa, los materiales la tierra y emplea e»
a los obreros, a quienes da casas donde habitar y les paga
necesarios para la vida doméstica y todos los demás artículos de uso cotidiano a jornal.
a que los cubanos se habían acostumbrado durante muchos años, no llegan.
La proposición ¡¡echa a los campesinos de las granjas estatales por Fidel
Castro estriba en que el Gobierno mantendrá, vestirá y educará a todos los
Arroz 'de .la China rofa
hijos de los campesinos que trabajen en ellas. Tal arreglo es justo, dijo el doctor
Ca&nflo este corresponsal partió de la Habana, había en los establecimientos Castro, porque situará al hombre que tenga diez hijos en el mismo nivel econóde comestibles sacos de arroz de la China comunista, langosta y carne en lata mico que el que tenga tres.
¿Vive mejor el campesino que cuando trabajaba bajo el sistema de iniciade la Unión Soviética, vendidos a alto precio, y mermelada de fresas de Polonia, pero no había queso ni mantequilla, ni ningún otro artículo para comer tiva privada? El primer ministro, Castro, le asegura al campesino constantecomo desayuno, ni aceite para cocinar, ni pescado, ni langostas frescas ni toci- mente que sí.
El obrero del campo, sin embargo, recibe salarlos menores que antesfiela
no. Por primera vez desde que el régimen de Castro se adueñó del poder, las
subida al poder del régimen de Castro y trabaja más tiempo, pero cuenta con
amas de casa se veían obligadas a formar cola para comprar carne.
Los artículos que iban escaseando cada ves mas eran la leche, los huevos, trabajo regular y continuado, en vez de los pocos meses de tarea que requería
volatería, legumbres, harina, sal, productos fie droguería y permuf ería, papel la industria del azúcar y otras empresas agrícolas.
higiénico, hojas de afeitar, papel de escribir, lápices, gomas de borrar, tejidos,
vajilla y batería de cocina. De súbito, desapareció la cerveza. La gente quedó
•El campesino se alimenta como antes
atónita. «Tiene que haber cerveza; siempre la ha habido», protestaba un obrero.
El
campesino
come los mismos alimentos sencillos que antes. El arroz y las
La frase más frecuente que se escucha en todos los establecimientos comererap antes su principal comida. En la actualidad hoy arroz pero pocas
ciales de Cuba es el escueto «No hay», lúa ex presidente de Cuba que comenta- habas
Puede comer carne ocasionalmente, y en las cooperativas y en las granH\\h
ba la situación de su país con un periodista» fue preguntado sobre si entendía habas.
que Castro sería derribado del Foder. «Fodr& serlo..., podrá serlo por efecto del jas estatales dispone de leche para sí y su familia, lo cual era antes un lujo.
Tíene
también
verduras,
cómo
antes,
comprendiendo
la
«malanga»,
que
anta«no hay», dijo irónicamente.
los pobres cuando no encontraban otra cosa. El campesino canta el
El Gobierno de Cuba es el finteo igne practica importaciones y exportacio- ño comíanrevolucionario
que afirma que «aunque tenga que comer «malanga»,
nes dentro ele so país. Todas las industrias y las empresas comerciales que eran estribillo
estará
con
Fidel».
Al
propio
es víctima de las mismas escaseces que el
antes áe propiedad privada soa poseídas- y administradas por el Gobierno. Este resto de los habitantes coftio, tiempo,
por ejemplo, la de jabón y manteca de cerdo.
es el único productor ele artículos agrícolas, el administrador de todos los transLos hijos de loj campesinos están siendo educados y adoctrinados a tenor
portes y comunicaciones, el propietario de todas las fincas urbanas y de la mayor parte del agro de la isla. En otras palabras, l a mayoría del pueblo cubano de las ideas socialistas, y se les enseña «Lealtad a Fidel, el jefe máximo».
Pero el labrador ha cambiado el concepto de ia vida. Por primera vez ha
tíene que depender del Gobierno para obtener alimentos, vestidos, empleo, eduadquirido la sensación de su importancia. Se ha enrolado entusiásticamente en
cación, diversión, información, pensiones y recreo.
viste uniforme y lleva con orgullo un fusil o una ametralladora con
Subsisten todavía muchos pequeños mercaderes, particularmente en las ciu- las milicias,
que cumple largas horas de guardia con una complacida convicción de su
dades, pero tienen» que comprar al Gobierno a precios fijos, vender a precios los
igualmente determinados, pagar á los empleados en la forma dictada por el autoridad.
Acude a las reuniones de su localidad o es transportado por el Gobierno a
Gobierno y abrir y cerrar ras establecimientos según sé ordene. La mayoría la Habana
las grandes concentraciones donde aplaudirá a Fidel Castro, el
de estos comerciantes $s>n españoles y constituyen un sector entristecido y fra- cual le fiirápara
que la revolución se ha efectuado sólo en favur de las masas tanto
casado,
de Cuba. Escuchará con placer las críticas acerbas de las clases
, Es problemático «1 tiempo que sobrevivirá este último baluarte fie la Inl- tiempoyoprimidas
hacendadas de otrora, fustigadas por Castro. 5f captará satisfecho la
éWiva privada. El primer ministro, Castro, ha prometido ya al pueblo que eli- ricas
afirmación de que el país, las fábricas y, en suma, el país entero «pertenecen
minará los «tateraiediarlos», los cuales, según él dice, son los culpables de los al
pueblo».
Míos precios que rigen en Cuba.
i
•f El- intento del régimen da Castro de incrementar en gran manera la proLa Ley de ¡Reforma Urbana
ducción de alimentos y artículos manufacturados ha carecido de ningún éxito
digno de consideración. A pesar de las manifestaciones optimistas del Gobierno,
Otro paso Importante dado por el primer ministro Castro fue la Ley de
los informes procedentes del interior del país indican que se han, producido es- Reforma Urbana, que tenía que convertir a «todo ciudadano en propietario de
casísimos aumentos cié la producción. Fidel Castro llegó a admitir recientemen- su hogar». Tal cosa está resultando bastante ilusoria, según muchos cubanos.
te que el programa para criar cerdos destinados a la alimentación y a la explo- Al comienzo del régimen fie Castro, los alquileres fueron reducidos fiel veinte
tación de las grasas había fracasado, pero aseguró al pueblo que se habían toma- al cincuenta por ciento. Blas tarde, a tenor de la Ley de Reforma, todas las
do medidas para reorganizar aquel esfuerzo y para producir gran cantidad de residencias y casasfiepisos se convirtieron en propiedad de quien las ocupase.
aceite vegetal de cocina. AI propio tiempo se siguen importando <ie los Estados
Más tarde, los inquilinos descubrieron que estaban «comprando» su casa y
Unido» millones de kilogramos .de manteca de cerdo. El embargo norteamerica- pagando s i mismo alquiler que anteriormente habían pagado al propietario, y j
no contra, las exportaciones a Cuba no afecta a los alimentos y las medicinas, el Gobierno esta mostrando tener el corazón duro. Si el pago no se ha satisfecho
pero la falta Se dólares que padece Cuba reduce a un mínimo las importacio- el día quince de cada mes, se le grava con un pequeño recargo. Si no se cumple
nes de las mismas.
el pago, se confisca, el salario del comprador, o se le embarga el coche, si lo
tiene.
Algunos de los antiguos inquilinos no quieren comprar las casas donde vi- '
Los Esfaios Unidos continúan efectuando compres
ven y prefieren otras nuevas, pero ello es imposible hasta que el Gobierno pueda
Sin embargo, los Estados Unidos siguen efectuando compras de productos edificar millares de casas. Tampoco puede el ihquilino trasladarse a otra casa. ,
«abanos valoradas entre setenta y ochenta millones de dólares al año. Estas Es casi imposible jue nadie que llegue a.la Habana desde el interior o desde '
Importaciones consisten principalmente en tabaco, frutas y verduras. Los dóla- el extranjero encuentre casa. Las oficinas de la Reforma Urbana de la Habana
res rsclbidoi por Cuba son usados, siempre que es posible, para comprar pro- declararon recientemente que se disponía de seis mil casas y cien mil demandas. j
ftnctos en la Europa occidental antes que en los Estados Unidos. Por ejemplo,
Inmediatamente antes de que este corresponsal partiese de la Habana se ''
el Gobierno cubano acaba de anunciar que se han adquirido grandes cantidades anunció que nadie podría vivir en ninguna casa sin pagar al Gobierno. CualQe productos farmacéuticos en Suiza.
quiera que ocupase una casa de la que se hubiese apoderado sin permiso del j
£1 primer ministro, Fidel Castro, ha sostenido siempre que la reforma agra- Gobierno recibió la advertencia de que tendría que dejarla o arriesgarse a ir i
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ria es la base de su revolución. Según la Ley de Reforma Agraria fue confis-a la cárcel.
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«ada la mayor parte del suelo cubano. El Gobierno se hizo cargo de plantacioAl propio tiempo, el nuevo propietario descubre que si se cae el tejado o
nes grandes y pequeñas de arroz, azúcar y tabaco, de ranchos ganaderos, gran- las cañerías se atascan, los gastos corren de su cuenta.
jas hortícolas y fruteras e incluso de los bosques., La ley disponía el pago de
alguna indemnización por este patrimonio, pero los bonos que la ley dijo que CUARTO ARTICULO:
constituirían la indemnización no han llegado a ser impresos, por lo que se sabe.
«PLANES DE CASTRO PARA EL FUTURO DE CUBA»
Según la ley, quienes no dispusieran de tierras propias recibirían cosa de
dos hectáreas y media cada uno. Se han repartido unos 36.000 títulos. Quienes
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reciban las tierras no podrán nunca venderlas ni hipotecarlas y sólo podrá heredarlas uno de sus hijos. Los campesinos deberán cultivar las especialidades dispuestas por el Instituto Nacional dé la Reforma Agraria, admitir inspección y
entregar las cosechas a l Instituto al precio lijado.
Fidel Castro acució recientemente en una reunión de agriíultores modestos a que éstos formen cooperativas, conservando la propiedad de sus tierras,
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