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LA ASISTENCIA SOCIAL Y SUS
COMPONENTES
ENFOQUES HACIA UNA APLICACIÓN
REFLEXIVA Y EVOLUCIÓN CULTURAL
Júpiter
(Seudónimo)
ÍNDICE
PRESENTACIÓN…………………………………………………………………………….3
CONCEPTOS BÁSICOS…………………………………………………………………….4
ANTECEDENTES…………………………………………………………………………….6
APLICANDO LA ASISTENCIA SOCIAL………………………………………………….11
LOS RIESGOS DE LA ASISTENCIA SOCIAL…………………………………………..21
CONCLUSIONES…………………………………………………………………………...23
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………...24
PÁGINAS ELECTRONICAS………………………………………………………………25
PRESENTACIÓN
El presente ensayo versa sobre la asistencia social vista desde un enfoque crítico,
tomando como referencia algunas ideas que aportan distintos autores y tratando de
conciliar un resultado sobre las diferencias de opinión con la finalidad de evaluar los
paradigmas existentes y llegar a nuevas inferencias.
Lo que se pretende en las siguientes líneas es brindar información de manera que
pueda ser digerida fácilmente, independientemente de si existe una familiarización
previa o no con el tema, partiendo de conceptos básicos e información histórica que
pueda servir como punta de lanza para posteriormente indagar en temas relacionados
al ejercicio de la asistencia social, sus objetivos, condicionantes, posibilidades, guías y
riesgos entre otros. Finalmente se llega a una serie de conclusiones pertinentes que
ofrecen de manera simplificada los resultados más relevantes arrojados tras la
investigación.
Es importante aclarar que ningún tipo de información expuesta representa un
resultado total ni absoluto. Los datos que se puede recopilar, así como las
observaciones que se obtienen en el trabajo de campo resultan casi ilimitadas y
cambiantes al tratarse de un tema que abraza aspectos de la sociedad y la naturaleza
humana, por lo que incluirlo todo en algunas páginas es una labor imposible. Lo que sí
se procura es informar de manera oportuna y, más que centrarse en un tema
específico, plantear un panorama general lo suficientemente amplio que acaso pueda
despertar intereses y fungir como punto de partida para indagar y desarrollar futuros
trabajos acordes, así como dar las pautas introductorias suficientes para cualquier
iniciado en esta encomiable labor.
Finalmente, se tiene como objetivo fundamental el despertar un interés en el lector,
exponiendo los beneficios, los valores y las obligaciones que la ciudadanía debería
practicar en el ejercicio de asistir a sus semejantes en condiciones desfavorables.
3
CONCEPTOS BÁSICOS
En el presente texto se desarrollarán una serie de conceptos y términos relacionados a
la materia que le confiere y sin duda alguna la definición más básica e importante es el
de la asistencia social:
La asistencia social se liga a un servicio de auxilio o soporte y se refiere a aquellas
actividades que tengan como fin que todos los miembros de la población gocen los
mismos derechos y oportunidades, que se cubran todas sus necesidades básicas y se
desarrollen de forma plena en todos los ámbitos de su vida. En palabras de Alfredo M.
Saavedra: “Una de las finalidades principales del Trabajo Social es la de procurar la
felicidad humana, librándonos de angustias, miserias, enfermedades, ignorancia, para
aproximarse a la justicia social”.1 Podría decirse sin equivocación que esta última es su
objetivo principal.
La justicia social va de la mano al bienestar social, términos utilizados con
acepciones similares, los cuales están relacionados a una serie de criterios que pueden
variar dependiendo del enfoque sobre el que se aborde, un ejemplo muy acertado es el
que le da Arthur Smith en su obra Teoría del bienestar social,2 que alude a los principios
aristotélicos respecto a la felicidad y la llamada “buena vida” para explicarlo:
Aristóteles concibe un bienestar que depende de las características que se poseen
por el simple hecho de ser humanos y su cualidad primordial es que cualquier persona
sin excepción es capaz de alcanzarlo. Dichas aptitudes se dividen en tres tipos que son
las siguientes:
En primer lugar se encuentran los aspectos que pueden ser clasificados como
bienes del cuerpo; la alimentación, crecimiento, descanso y el aseo son ejemplos muy
1
2
M. Saavedra, A. (1967). Nuevo Libro del Trabajo Social. México D.F, p.19.
Cf. Arthur Smith E. (1971). Teoría del bienestar social. Buenos Aires. Hvmanitas.
4
claros de esto, son necesidades que todo ser vivo necesita satisfacer a su particular
modo.
En segundo término se clasifican las actividades del pensamiento o llamados
también “bienes del alma”, siendo la búsqueda de la verdad, el razonamiento y la
conciencia las principales. Son éstas las que marcan la diferencia entre las plantas y
animales con los seres humanos, pues la capacidad del razonamiento se considera
exclusivamente nuestra.
Finalmente se encuentran los bienes externos; al entenderse que muchos de los
términos pertenecientes a la primera y segunda clasificación no se pueden obtener sin
la presencia de un agente externo, por ejemplo, será casi imposible mantener una
buena nutrición cuando se vive en condiciones paupérrimas, es aquí donde entra la
dinámica social, la política y la amistad etc. Algunos de ellos poseen un bien intrínseco
como en el caso de la amistad.3
Una persona que posee los tres tipos de bienes mencionados gozará entonces una
“buena vida”, y una vez que todos los miembros dentro de una sociedad compartan
esto, se habrá alcanzado el bienestar social.
Es importante destacar el rol que juegan los bienes externos, pues se entiende que
cada individuo necesita de ellos, sin embargo, para que pueda llegar a todas las
personas es indispensable que la población trabaje en ello de forma equitativa en una
dinámica esencialmente simple de dar y recibir. Aquí tiene cabida la asistencia social e
implica una escala de acción que puede ser pequeña (por ejemplo familiar), hasta una
global con un alcance mucho mayor y cuyo crecimiento dependerá de nuestra propia
capacidad de organización y la correcta aplicación de los valores humanos. Para
algunos autores esta es la verdadera esencia del bienestar social, Irving Weissman lo
define de la siguiente manera:
3
Cf. Cazárez Blanco R. (2010). Las concepciones aristotélicas de la buena vida y falacia
naturalista.https://www.academia.edu/411097/Las_concepciones_aristot%C3%A9licas_de_la_vida_buena_y_la_fa
lacia_naturalista
5
“El bienestar social, en cuanto a concepto, es un sistema relacionado de
instituciones sociales en cualquier sociedad, un sistema unificado por valores, objetivos
y principios operativos comunes; los aspectos institucionales de la vida social que
expresan la preocupación colectiva de la sociedad por el bienestar de sus miembros en
cuanto a individuos y en los grupos familiares y comunitarios”.4
Atendiendo esta premisa se infiere que el bienestar social estará en manos de una
red de instituciones, sin embargo, como se ahondará más adelante, el bienestar social
se puede presentar de distintos modos y comparte responsabilidades con toda la
sociedad, es decir, cualquier persona tiene, a su propio grado de alcance, la capacidad
de brindar apoyo a sus semejantes, mejorar las condiciones de desigualdad,
vulnerabilidad y pobreza que padece nuestra sociedad.
Antes de hablar sobre los métodos de alivio y la manera de ejecutarlos, quizás sea
necesario preguntarse cuál es el origen de la desigualdad entre la repartición de bienes,
la exclusión social que sufren algunas personas, la mendicidad y otras patologías que
debe afrontar el ejercicio asistencial ¿acaso siempre se ha sido del mismo modo? El
siguiente apartado tratará de dar una respuesta a estas interrogantes de forma escueta
y general.
ANTECEDENTES
“El origen de la asistencia social como acción colectiva está en el principio mismo de la
solidaridad del grupo humano para su propia supervivencia conjunta. La existencia de
casos extremos de minusvalía e incapacidad, atenta contra el grupo humano primitivo.
4
Weissman I. (1959). Social welfare policy and services in social work education. New York. New York, Council
on social work education. Trad. Bustelo S. E.
6
O se les destruye, o se les abandona, o se les reincorpora, para que sean útiles a
todo el grupo”.5
La cita anterior expresa acertadamente el trasfondo que rodea a la asistencia
social, teniendo como origen fundamental las cualidades propias de la naturaleza
humana, sin embargo, es conveniente desarrollar el tema partiendo desde los
antecedentes históricos relevantes:
Hasta donde se tiene conocimiento, hubo una época en la que el hombre era
nómada y se alojaba en cavernas. Las condiciones de vida en ese entonces debieron
ser muy difíciles pues se dependía totalmente de las habilidades como cazadores y
recolectores para la subsistencia de los pequeños grupos que eran acosados por las
condiciones climáticas, enfermedades desconocidas, competencias por la comida y una
serie de circunstancias que atentaban en contra de su bienestar. En dicho periodo es
difícil concebir las desigualdades actuales, pues la preocupación de cada uno era
asegurar su supervivencia, fuera de eso había muy poco y no se tenían grandes bienes
ni posesiones que pudieran ser heredados y significar una ventaja sobre los demás. Sin
embargo, hubo un momento en el que se descubrió algo que vendría a cambiar por
completo las condiciones de vida. Al implementarse la agricultura y gozar las ventajas
del producir los propios alimentos, se modificó el estilo de vida a uno sedentario, esta
fue la base para la evolución de las sociedades.
Suele decirse que el crecimiento de las ciudades comenzó una vez que la
producción de alimentos excedió las necesidades de la población, la tarea de proveer la
comida quedó entonces en manos de un sector relativamente reducido y esto permitió
que otros pudieran avocarse a diferentes tareas, así comenzaron a surgir los gremios.
Por otro lado, hubo individuos que se apropiaron de porciones de suelo enormes y el
cultivarlas les brindó una gran responsabilidad pues la subsistencia de las comunidades
estaba ahora en sus manos. Fue necesario el empleo de terceros que recibirían pagas
5
Leñero Otero L. (1986). La Asistencia Social Renovada Ideario – Manual. México D.F. Instituto Jalisciense de
Asistencia Social IJAS.
7
pequeñas en comparación de la percibidas por los dueños de las tierras La
acumulación de bienes se diversificó y de esta manera comenzó a marcarse una
estratificación social que iría evolucionando y con el paso del tiempo. A la par de lo
mencionado, una cantidad reducida de personas obtendría conocimientos que el resto
no poseería (astrología, medicina etc.) gracias a ello les otorgó papeles de mando
dentro del grupo. La desigualdad comenzaba su marcha.
Alexis de Toqueville, en su obra Democracia y pobreza (memorias sobre el
pauperismo)6 realiza un profundo análisis histórico-social que arroja resultados muy
importantes: una vez que la comunidad evolucionó lo suficiente para establecer los
primeros gobiernos y a la vez que pequeños grupos de personas tomaron cierto poder,
otro sector comenzó a trabajar para ellos, originándose de esta manera las clases altas
sobre las bajas, puestos que serían heredados de padres a hijos. Los ricos y poderosos
vivirían a costa de los pobres, condición que se mantendría en distintas sociedades
durante siglos (realidad aún vigente), independientemente de los cambios tecnológicos,
filosóficos o de cualquier otra índole que se presentaran externamente.
Por la naturaleza humana anteriormente mencionada, es bastante probable que
existieran desde siempre personas en una situación vulnerable cuya subsistencia
dependiera del trabajo de sus familiares y seres cercanos, pero, a partir de la
separación
entre
estratos
sociales
y
el
establecimiento
de
clases
nobles,
específicamente durante la Edad Media, algunos de ellos recurrieron exclusivamente a
la caridad de desconocidos para sobrevivir. Durante este periodo aparecen la
mendicidad entendida como tal y surgen a su vez las primeras formas organizadas de
auxilio, principalmente por parte de la Iglesia con al llamado Reformismo Humanista,
siendo su principal exponente Juan Luis Vives (1492-1540).7
6
De Toqueville A. (2003). Democracia y pobreza (memorias sobre el pauperismo). Madrid. Trotta.
Cf. García Alba J., R, Melián J. Hacia un Nuevo Enfoque del Trabajo Socia. Madrid. Ed. Narceas.
El Reformismo humanista sentó las bases de la asistencia social a través de los enunciados: El derecho del
individuo a tener atención; la individualización de cada situación; la aceptación de quien pide ayuda; la
rehabilitación y prevención a través del trabajo; la acción prolongada hasta resolver definitivamente cada situación.
7
8
Por un lado esto significó un alivio para dichas personas, pero inmediatamente la
sociedad comenzó a excluirlos y desvalorarlos hasta convertirlos en marginados
sociales, un problema sin lugar a dudas, pues en la actualidad este tipo de conductas
representan uno de los principales males a atender.
Avanzados los siglos, con la llegada de la revolución industrial, millones de
personas migraron a las ciudades, pues el desarrollo tecnológico ofreció a la
humanidad nuevas maneras de ganarse la vida, lo que parecía una esperanza para
obtener más. Así, un gran sector abandonó sus oficios impulsado por el deseo de
hacerse con un mejor futuro y conseguir un empleo en las nuevas fábricas. Lo que
probablemente no se esperaba era el caos que conllevaría el desarrollo, pues al darse
prioridad a la industria se descuidaron los aspectos humanos de forma terrible,
atentando en contra de la seguridad y la salud de las personas. Apareció de esta
manera una fuerte competencia por los empleos que exigió a los trabajadores jornadas
extensas a cambio de salarios bajos y condiciones de vida deplorables en muchos
casos. Así nace la clase obrera, numerosa y esencialmente pobre. El costo del
desarrollo sería una brecha aún mayor entre los que dominaban y los dominados,
representando una contradicción perturbadora: "La clase industrial que provee a los
placeres de la mayoría, sería expuesta ella misma a miserias que serían casi
desconocidas si tal clase no existiera”.8
Durante el siglo XIX a vistas de la necesidad imperante, nace el trabajo social como
profesión y técnica aplicativa. “En 1969 se fundó el Londres la Sociedad Organizadora
de la Caridad; se fundó en Nueva York la Escuela Filantrópica en 1898”.9 En años
venideros los países de América Latina seguirían el ejemplo, México comenzaría su
quehacer durante el siglo XX, ampliando las puertas de la labor social e innovando
paulatinamente con nuevas técnicas de investigación y aplicación.
Otro fenómeno importante que ocurrió durante todo este proceso fue que los
miembros de la nobleza y los empleadores paulatinamente pudieron prescindir del
8
9
De Toqueville A. (2003). Democracia y pobreza (memorias sobre el pauperismo). Madrid. Trotta. p.58.
M. Saavedra, A. (1967). Nuevo Libro del Trabajo Social. México D.F. p.29.
9
trabajo y dedicar una buena parte de su tiempo a la ociosidad,
misma que sería
aprovechada para la satisfacción de caprichos. Se crearon entonces nuevas industrias
dedicadas a inventar lujos y gastos que irían en incremento desmedido y los cuales
buscarán ser alcanzados por una cantidad de personas cada vez mayor. Esto trae
como consecuencia una sociedad basada en el consumo en donde las desigualdades
se han destacado y la desesperación por tener más a costa de cualquier medio se ha
vuelto una realidad cotidiana.
Sobre la situación actual se conoce bastante: se han logrado muchos avances en el
último siglo. Han sido numerosas las luchas para mejorar las condiciones laborales y
salariales; gracias a la cooperación entre los empleados, empleadores y gobiernos se
han conseguido incontables progresos desde aquel entonces hasta nuestros días. A
grandes rasgos, se advierte el establecimiento de los primeros sindicatos que luchan
por los derechos del trabajador, se regularon las horas de cada jornada laboral, se
prohibió el trabajo infantil y se construyeron viviendas salubres que aportaran calidad de
vida a las personas; por otro lado, se edificaron edificios públicos de equipamiento y se
crearon leyes con el objetivo de llevar la educación y la salud a toda la población,
volviéndose derechos universales; a su vez se consolidaron instituciones sociales que
trabajan con el firme propósito de identificar y asistir todos las condiciones que frenen el
bienestar social.
Sin embargo, dicho lo anterior y con el propósito de no perder la objetividad, es
importante destacar que el trabajo que queda por hacerse es mucho todavía,
especialmente en países como el nuestro, pues cualquier sistema creado, al igual que
las personas, será siempre cambiante y resulta común que se solucionen algunos
problemas a la vez que se generan otros nuevos. En el caso específico de México la
realidad que se vive en grandes sectores es la injusticia, no existe una democracia
efectiva sino una “partidocracia”, además de que existe una pluralidad de culturas pero
ninguna ley se basa en el reconociendo de dicha pluralidad.10 En nuestras ciudades se
10
Cf. Villoro L. (2009). Tres Retos de la Sociedad por Venir: Justicia, Democracia, Pluralidad. México. Ed Narceas.
10
ejerce la mendicidad de manera cotidiana, los bienes se reparten de manera desigual y
la sociedad no ha sabido incorporar correctamente dentro de ella a las personas con
capacidades reducidas.
Comprendido el medio donde la asistencia social requiere acción, resulta imperioso
profundizar al respecto en busca de respuestas que resulten útiles al momento de
aplicar soluciones.
APLICANDO LA ASISTENCIA SOCIAL
La interrogante inicial antes de llevar la asistencia social a la práctica es ¿por qué? La
primera respuesta encontrada tiene un tinte trascendental, afirmando por la experiencia
humana que el amparar a otros otorga una satisfacción a ambas partes y el sentirse útil
es una de las experiencias más gratificantes que se experimentan. El servir es una
cualidad que dignifica al hombre, representa una virtud (históricamente glorificada por
las religiones). Por otro lado, debe entenderse como una obligación cívica que todos
debemos atender, especialmente aquellos en posiciones de poder. Se dice que,
moralmente, todos estamos obligados a contribuir, para ello es fundamental apartar las
conductas egoístas.
La asistencia social juega también un papel funcional que contribuye al equilibrio y
buena marcha de las comunidades. Cuando los engranajes de la sociedad logran
ajustarse apropiadamente el beneficio y crecimiento es general, resulta necesario
comprender que somos seres individuales pero al mismo tiempo formamos parte de un
colectivo, por ello es lógico concluir que el bienestar de todos afectará en menor o
mayor medida al propio.
La segunda cuestión es ¿para quién? Que va de la mano con la pregunta ¿dónde?
La asistencia social se requiere en cualquier sitio en donde existan estados de
11
necesidad o desajuste humano, por ejemplo, comunidades marginadas, reclusorios u
hospitales sólo por mencionar los más conocidos. Respecto a quien, quizás se tenga
una noción general que dicta que la asistencia deberá ser brindada al pobre o
menesteroso, como bien dice Saavedra: “Se aplica a los que llamamos débiles sociales
que son aquellas personas que estando en un plano de desvalimiento, no pueden
valerse por ellas mismas para resolver su situación de ajuste vital y por lo tanto han
menester de la actividad de alguna persona o institución que les proporcione ayuda,
frente a su situación de malestar físico o moral, para poder superarse”, 11 sin embargo,
existen ciertos aspectos a tomar en consideración si se quiere identificar correctamente
a dichos individuos.
Luis Leñero Otero, en su obra La Asistencia Social Renovada Ideario - Manual12
señala a las personas que requieren auxilio a partir de la identificación de seis tipos de
carencias o pobrezas que generan incapacidades en algún aspecto del desarrollo
humano:
a)
Carencia económica, la más común para denominar a la pobreza, tiene
como foco central la indigencia.
b)
Carencias de carácter fisiológico, cualquier enfermedad o condición que
altere la vitalidad biológica de las personas.
c)
Carencias de carácter psicológico, aquello que perjudique el equilibrio
mental, afectivo o volitivo de las personas.
d)
Carencias culturales, obstáculos a nivel cultural que impiden a los
afectados conocer las formas y caminos adecuados para mejorar su condición.
e)
Carencias de estatus y reconocimiento social, barreras y estigmas
impuestos por la misma sociedad (conductas de odio, desprecio, racismo etc.).
f)
De cuestión estructural, la causa más profunda, la humanidad no ha
querido eliminar la pobreza.
11
M. Saavedra, A. (1967). Nuevo Libro del Trabajo Social. México D.F. p.20.
Cf. Leñero Otero L. (1986). La Asistencia Social Renovada Ideario – Manual. México D.F. Instituto Jalisciense
de Asistencia Social IJAS.
12
12
Se hallan a su vez indicadores claves que representan focos rojos pues pueden
detonar una situación de invalidez dentro de una comunidad. Por ello es de vital
importancia identificarlos y anularlos a tiempo, siendo los siguientes:
a)
La subalimentación.
b)
Baja o nula escolaridad.
c)
Condiciones de salud a la incidencia de tasas de mortalidad.
d)
Discapacidad.
e)
Mortalidad infantil.
f)
Patologías sociales (delincuencia, drogadicción, violencia, indigencia,
prostitución etc.).
Por último, existen además personas que no necesariamente presenten una de las
carencias expuestas pero que por diversas razones el sistema los ha excluido,
convirtiéndolos en marginados, dichos individuos quizás sean capaces de valerse por si
mismos en algunos casos, pero requieren un tipo de asistencia que los ayude a
reinsertarse dentro de la comunidad, pueden clasificarse de la siguiente manera:
a) Pobres marginados del sistema, campesinos sin trabajo o con trabajo
deprimido, subproletarios o artesanos sin empleo etc.
b) Los pobres desprotegidos y abandonados, niños y ancianos abandonados o
explotados, discriminados o estigmatizados sociales etc.
c) Los marginados de conducta juzgada como irregular o desviada, alcohólicos
o drogadictos crónicos, personas juzgadas por delincuencia, prostitución,
victimas de violencia y cualquier otro motivo de repulsión social.
Cuando se identifican a personas que sufran las condiciones citadas, es
imprescindible comprender que la marginación de cualquier tipo no es un accidente
social y no significa, en ningún caso, que el afectado se encuentra mal mientras que el
resto de la sociedad bien. En la mayoría de los casos al pobre se le priva de las
herramientas necesarias para su bienestar, a su vez que se le excluye. Dicho en otras
palabras, no tiene caso buscar culpables, si acaso existe uno es la sociedad misma que
nos abarca a todos.
13
Un error que se ha cometido constantemente ha sido el hecho de no diferenciar
debidamente cada uno de los casos cifrados, tratando de proveer un alivio basado en
los mismos métodos a personas con condiciones distintas. La creación de protocolos
que puedan aplicarse en gran cantidad de personas es de suma importancia pues
optimiza el proceso, sin embargo, la realidad es que cada uno de los casos es único,
por ello se enfatiza la necesidad de que el observador capte el sentir del necesitado
antes de tratar de ayudarlo. Lograr implementar esto de manera global no será una
tarea sencilla pues significará renovar la estructura de la asistencia social actual, aún
así, es uno de los principales objetivos por los que se debe trabajar.
La siguiente cuestión que se presenta es ¿cómo asistir a las personas que lo
necesitan? La asistencia se puede producir en diferentes maneras, por ejemplo, Alexis
De Toqueville13 reconoce dos tipos. En primer lugar está la que puede llamarse caridad,
anteriormente citada, representando un tipo de servicio que virtualmente cualquier
individuo es capaz de brindar siempre que posea ciertos valores. Por otro lado, se han
fundado instituciones que tratan de proveer alivio de manera sistemática y surgen de la
misma sociedad y gobiernos, este representa el segundo tipo y es conocido como
asistencia social pública.
Por su parte, Leñero Otero14 identifica cuatro tipos de asistencia que ejercen
acciones y marcan las pautas que las diferencian unas de otras según su grado de
organización:
a) Acciones preinstitucionales o parainstitucionales, representan una ayuda
protectora espontánea de buena voluntad, van de la mano con la caridad.
b) Instituciones de beneficencia, un grupo de personas u organizaciones que
sistematizan su acción frente a los beneficiados, demostrando un nivel de
organización mayor.
13
Cf. A De Toqueville A. (2003). Democracia y pobreza (memorias sobre el pauperismo). Madrid. Trotta.
Cf. Leñero Otero L. (1986). La Asistencia Social Renovada Ideario – Manual. México D.F. Instituto Jalisciense
de Asistencia Social IJAS.
14
14
c) La acción institucional de carácter público, donde el estado reconoce su
responsabilidad respecto al bienestar social e implementa mecanismos que
lo avalen. Aquí se vuelve indispensable la labor del trabajador social como
profesionista y los servicios se brindan principalmente a través de centros de
atención.
d) La asistencia social en su sentido más amplio, llamándole así a aquella
asistencia capaz de alcanzar logros trascendentales, donde todos los grupos
dentro de una sociedad civil cuentan con la organización, la información y los
recursos necesarios para asistir a las personas que lo requieran.
Sea cual sea el grado de aplicación, lo cierto es que una institución no es mas que
la suma de personas y trabajos individuales encaminados hacia una dirección, por ello
es que las capacidades personales aisladas de quienes trabajan por la asistencia social
constituyen elementos fundamentales para su correcta aplicación. Lamentablemente,
las buenas intenciones no son suficientes si no se encarrilan correctamente, por ello se
recomienda que vayan siempre acompañadas de una serie de valores y conocimientos,
mismos que pueden y deberían ser cultivados y desarrollados en mayor medida en
nuestras sociedades.
Suele decirse coloquialmente “hacer el bien sin mirar a quién”, este pensamiento
proviene del afecto humano y las cualidades piadosas, empero, las condiciones
actuales requieren no solamente diferenciar cada caso sino estudiar el grado de
necesidad de cada uno, labor llevada a cabo por los profesionales en la materia, para,
posteriormente, procurar hacer el bien a las personas que verdaderamente lo requieran
y en la escala que realmente se necesite, la caridad bien organizada y guiada por la
justicia tiene un mérito aún mayor y resulta en un bienestar social más próximo.
Las condiciones mencionadas son bastas y de distinta naturaleza, éstas poseen
una importancia especial a cualquier escala y no se limitan al ejercicio de la asistencia,
sin embargo, serán imprescindibles especialmente en aquellos que ejerzan la profesión
15
del trabajo social. Smale, Tuson y Statham15 proponen seis destrezas básicas que
deben desarrollarse y las dividen en dos tipos: Siendo la empatía y la autenticidad las
pertenecientes al primer grupo, llamadas habilidades de intervención. Éstas simbolizan
en su conjunto un interés auténtico y un entendimiento por la situación que sufren las
personas en condiciones de vulnerabilidad. Se les puede considerar en un sentido más
simple como de buena intención. El segundo grupo lo conforman las llamadas
habilidades de asociación, conformado por la iniciativa social, reflexión, desafío y
reformulación. Representan habilidades de carácter aplicativo, destrezas que llevan a la
acción, investigación, evaluación y perseverancia respecto a los retos a enfrentar.
De manera análoga, Saavedra16 realiza una clasificación más completa de los
requisitos indispensables que se deben poseer, siendo totalmente independientes de
las habilidades innatas o la vocación:
a) Condiciones fundamentales: interés hacia la asistencia, amor y sentido de
responsabilidad y servicio, (similares a las habilidades de intervención).
b) Condiciones, psicológicas: memoria, criterio, juicio, raciocinio, iniciativa y
disciplina mental.
c) Condiciones éticas: valor, decisión, paciencia, presencia de ánimo,
responsabilidad, honestidad, disciplina, discreción, desinterés y sobre todos
los anteriores el valor fundamental de la tolerancia, que se basa en la
sabiduría y la comprensión.
d) Condiciones de capacitación profesional: un cúmulo de conocimientos y
teorías basados en la investigación pero siempre dirigidos por la disciplina y
un alto sentido de responsabilidad.
Los requisitos mencionados, en su gran mayoría se pueden aprender o adquirir
siempre que exista una preocupación por ello. Lo ideal es que desde las etapas de
educación básica se pueda dar un acercamiento a estos temas de manera integral y
acertada, comprendiendo que no únicamente se trata de conceptos teóricos a estudiar
15
Cf. Smale G., Statham D., Tuson G. (2003) Problemas Sociales y Trabajo Social Hacia la Inclusión y el Cambio
Social. Madrid. Morata.
16
Cf. M. Saavedra, A. (1967). Nuevo Libro del Trabajo Social. México D.F.
16
a cierta distancia sino una realidad presente que requiere acción inmediata, que tiene
trato, además, con personas que poseen sentimientos, necesidades, valores y
condiciones similares a los del resto pero que por alguna condición peculiar les es difícil
desarrollarse por los mismo medios que la mayoría. Generar una conciencia colectiva
de esta naturaleza requerirá tiempo y mucho trabajo pero es uno de las principales
metas por alcanzar.
Opuestamente, existen también comportamientos inadecuados que se han aplicado
constantemente, ya sea por desconocimiento, seguimiento de estereotipos, mala
educación respecto al tema o por cuestiones estructurales más profundas. Su
conocimiento resulta imprescindible pues abren un tema de estudio extenso dentro de
la materia de la asistencia social. Luis Leñero aporta una lista bastante acertada y
completa que se cita a continuación:

“Desprecio, persecución y represión.

Compasión negativa frente al necesitado o ante el “considerado como
anormal”.

Paternalismo equívoco de sobreprotección.

Redentorismo que busca salvar a otros a costa del sacrificio del propio
asistente.

Burocratismo de rutina y expediente, y por lo tanto, despersonalización del
trato.

Postura puramente clínica que sólo ve a los necesitados como pacientes
enfermos.

Actitud tecnocrática que identifica a los necesitados como objetos de una
planeación técnica realizada por un organismo público.

Actitud puramente profesional en el que el especialista busca realizarse
como tal a partir de su estatus y superioridad ante los demás sobre del
“necesitado”.

Actitud puramente juridicista que sólo considera al “orden legal” y a lo que
puede o no hacerse según las leyes vigentes.
17

Actitud enfáticamente moralizante en la que se trata más bien de descubrir a
culpables de una conducta juzgada como mala.

Actitud equívocamente religiosa en la que lo que importa es el proselitismo
de una fe y la práctica piadosa en una iglesia, más que el interés por el
mejoramiento real y presente del necesitado.

Actitud romántica en la que se mira el sacrificio y el dolor como algo sublime
en sí, incluso tratando de encarnarlo con el necesitado. O bien, en la que se
exaltan las mismas conductas irregulares frente a la población común.

Actitud retórica y demagógica que se interesa en la problemática para llamar
la atención de los demás y ganar prestigio de altruista ante ellos.”17
Como puede observarse, la naturaleza de cada una de estas conductas es distinta,
por ello es que no existe una solución única que pueda ser aplicable de manera
sistemática. Para erradicarlas será necesario primeramente profundizar en cada una de
manera individual y determinar su origen exacto, tarea en la que se ha estado
trabajando desde el siglo pasado pero que aún requiere mayor impacto en cuanto a
resultados.
Una vez resueltas las primeras interrogantes y conocidos los porqués, así como las
pautas y actitudes relacionadas al ejercicio social, resulta necesario proveer una lista de
acciones de manera más específica, pues el utilizar términos como “asistir, auxiliar,
apoyar, servir etc.” Resulta hasta cierto grado nebuloso y demasiado abierto a la
interpretación personal.
Identificar todas y cada una de ellas y enunciarlas sería problemático, pues existen
en diferentes categorías, naturalezas, grados de responsabilidad, grados de impacto,
interpretaciones según diferentes autores e instituciones y una serie de determinantes
que arrojarían un resultado muy denso e inconveniente para la naturaleza del presente
ensayo. Por ello se apelará a una lista propuesta por Smale, Tuson y Statham, en la
17
Leñero Otero L. (1986). La Asistencia Social Renovada Ideario – Manual. México D.F. Instituto Jalisciense de
Asistencia Social IJAS p. 118-119.
18
cual se dicta de manera acertada y a grosso modo las operaciones a realizar, siendo
las siguientes:
 “Protegen a las personas vulnerables que estén en peligro de recibir
maltratos.
 Mantener a las personas en sus propios hogares cuando sus necesidades de
apoyo superen la fiabilidad de su situación social inmediata, mediante la
prestación de servicios.
 Crear sistemas que permitan que haya más personas que tengan acceso a
los recursos, de manera que puedan organizar sus propios apoyos para
mantener una vida independiente.
 Trabajar para reducir la incidencia de la discriminación y la exclusión social.
 Apoyar y ayudar a las personas, familias, grupos y comunidades para que
sean más fiables, reforzando su capacidad para evitar que necesiten pedir
ayuda o servicios directos a organizaciones ajenas.
 Proporcionar alojamiento con apoyo de asistencia social cuando, temporal o
permanentemente, no le sea posible a una persona vivir en su propio hogar
o con familiares o amigos.
 Ejercer la autoridad en nombre de la sociedad para garantizar que las
personas asuman sus responsabilidades de cuidar a otros de manera
adecuada.
 Intervenir
en
la
vida
de
las
personas
para
modificar
conductas
autodestructivas o antisociales.
 Trabajar en las comunidades para reducir la incidencia y el impacto de esas
conductas antisociales.
 Desarrollar los recursos de la comunidad para asistir a un mayor número de
miembros, reduciendo la carga que recae en los cuidadores mediante un
mayor apoyo del vecindario.”18
18
Smale G., Statham D., Tuson G. (2003) Problemas Sociales y Trabajo Social Hacia la Inclusión y el Cambio
Social. Madrid. Morata. P. 47-48.
19
Las acciones mencionadas son ejecutadas, en su mayoría, por instituciones
sociales, las cuales representan otro de los grandes puntos de interés. Estas se pueden
clasificar según su campo de atención, es decir, el tipo de necesitado al que atienden, o
según su carácter en públicas, privadas o religiosas Las instituciones trabajan como
una organización y, en muchos casos, trabajan en estrecha relación unas con otras
para cumplir sus objetivos.
El grado de impacto de las instituciones depende directamente de la cantidad de
recursos de los que disponen, por ello lamentablemente, no siempre se pueden atender
todas las necesidades presentes, por ello se realiza convencionalmente una evaluación
de diferentes proyectos presentados y se selecciona aquel que mayores ventajas
conlleve según un análisis de costo-beneficio:
“Dado que lo recursos son limitados, es preciso elegir entre los usos que compiten
por ellos, y el análisis de proyectos es un método para evaluar las opciones de manera
conveniente y comprensiva. En esencia, el análisis de costo-beneficio valora los
beneficios y costos de un proyecto y los reduce a un patrón de medida común. Si los
beneficios exceden a los costos, medidos todos como el patrón común, el proyecto es
aceptable; en caso contrario el proyecto debe ser rechazado”19
Por lo tanto, el proveer de suficientes recursos a las instituciones sociales, así como
la innovación de propuestas más novedosas (actualmente se organizan subastas, rifas,
donaciones etc.); así como la formulación de proyectos más eficientes y, por último, el
incremento de comunicación y organización entre organizaciones son puntos centrales
para incrementar el grado de efectividad del trabajo social.
Expuesto toda la información anterior, se abren las puertas convenientes y se
cuenta ahora con las herramientas suficientes para comprender la manera en la que se
aplica la asistencia social. Se prosigue ahora con otro asunto significativo, pues
examina y replantea algunos de los principios fundamentales respecto al tema.
19
Squire L., Van der Tak H. (1980). Análisis Económico de Proyectos. Madrid, Tecnos Banco Mundial.
20
LOS RIESGOS DE LA ASISTENCIA SOCIAL
Primeramente, es oportuno preguntarse si la asistencia social verdaderamente conlleva
riesgos. Según el punto de vista de varias teorías (por ejemplo, la de Alexis de
Toqueville) la respuesta es sí. Naturalmente, al tratar con personas, siempre hay
posibilidades de cometer equivocaciones o no conseguir el resultado esperado, sin
embargo, no son este tipo de riesgos a los que se hace alusión. Para explicarlo hace
falta, en primer lugar, comprender que hay cuestiones sociales estructurales arraigadas
muy profundamente que no han permitido erradicar la desigualdad ni la pobreza.
Vivimos bajo un entorno cultural en donde cada uno cumple su propio rol, los
impedimentos de carácter estructural se originan en el hecho de que, según ésta
dinámica, los pobres deben cumplir su función y realizar lo que les corresponde como lo
han hecho hasta ahora, de este modo resulta indispensable para la sociedad que los
débiles se mantengan en condiciones desfavorables, todo sea por el beneficio de un
sector en comparación reducido. Lo anterior va reforzado por cuestiones psicológicas
en las que aquellos en situaciones más favorables deciden tomar un papel paternalista,
apareciendo como salvadores para satisfacer sus propios deseos interiores, hasta el
extremo de obligar, en cierta manera, a los desamparados a permanecer en su
posición.
La asistencia juega un papel primordial al momento de brindar apoyo y hacerlo
además de la manera correcta, pero, al enfocarse en su tarea sin atender las causas
estructurales se pueden presentar situaciones contraproducentes que además podrían
ser más difíciles aún de erradicar: crear un nuevo sector de la población que viva de la
asistencia social por comodidad (por que además así lo desea la sociedad) y ya no por
necesidad. Esto provocaría, tarde o temprano, una desviación significativa de los
recursos y un decaimiento del nivel general de vida en la población.
21
En países aún en desarrollo como México, falta que existan una serie de
condiciones que permitan lo anterior, sin embargo, es un panorama que comienza a
presentarse ya en otros lugares donde el nivel de progreso es alto. La siguiente cita
demuestra la grave preocupación respecto al tema:
“Me estoy firmemente convencido de que cualquier sistema regular, permanente,
administrativo, que tenga por finalidad proveer a las necesidades del pobre, hará hacer
más miserias de las que puede crear, depravará a la población que quiere socorrer y
consolar, reducirá con el tiempo a los ricos a no ser mas que los arrendatarios de lo
pobres, secará las fuentes del ahorro, detendrá la acumulación de los capitales,
comprimirá el desarrollo del comercio, entorpecerá la actividad y la industria humanas y
acabará por dar lugar a una revolución violenta en el estado cuando el número de los
que reciben la limosna haya casi igualado a los que la dan, y el indigente, no pudiendo
proveer a sus necesidades, hallará más fácil despojarlos de golpes de sus bienes que
pedirles ayuda”.20
Resulta vital entonces, prevenir los males de la sociedad y no únicamente aliviarlos
¿por qué no hacerlo? Probablemente la clave para ello sea procurar una mayor
seguridad, esto se puede conseguir mejorando las oportunidades y condiciones
laborales, así como los servicios básicos, especialmente a las clases obreras,
artesanas y agricultoras. A su vez difundir una cultura renovada, capaz de evolucionar
el tipo de mentalidad que se ha mantenido vigente hasta la fecha hacia una incluyente.
Dejar esta tarea en manos de las instituciones existentes sería insuficiente, es vital que
se trabaje en todos los niveles para conseguirlo y exista una cooperación permanente.
Quizás parezca contradictorio, pero, se podría afirmar que el verdadero objetivo
detrás de todo el trabajo que implican las líneas escritas hasta este punto no sea
expandir cada vez más la asistencia social, tornándose una labor desenfrenada, sino
desarrollarla a la par de la sociedad hasta alcanzar un equilibrio en el cual sea
necesitada en un grado mínimo.
20
De Toqueville A. (2003). Democracia y pobreza (memorias sobre el pauperismo). Madrid. Trotta. p. 76.
22
CONCLUSIONES
A continuación se ofrecen una serie de enunciados que exponen de manera resumida
los puntos clave que se han tratado a lo largo del presente texto:

La asistencia social es una actividad que se encarga de bridar auxilio, tiene
como finalidad el bienestar social.

El bienestar social no se lo puede procurar cada individuo en ningún caso sin
el apoyo de sus semejantes, sea directo o indirecto.

La asistencia social comparte responsabilidades con la sociedad entera.

La asistencia social tiene su origen con la misma naturaleza humana, sin
embargo, no surge de manera organizada e institucional hasta el siglo XIX.

La asistencia social contribuye al equilibrio de la sociedad y dignifica a quien
la practica.

Existen carencias y necesidades de diferente índole que hacen a una
persona vulnerable y, por lo tanto, necesitada de la asistencia social.
Deberán ser estudiadas.

El verdadero mérito de la asistencia social no se basa solamente en atender
al necesitado, sino servir de la manera precisa, en el grado preciso a la
persona precisa.

Se presentan diferentes escalas de organización respecto a la asistencia
social, lo ideal será alcanzar el mayor posible.

Existen cualidades necesarias, así como actitudes que deberán evitarse al
momento de practicar la asistencia social.

El grado de impacto de las organizaciones sociales depende de los recursos
que posea, mismos que son limitados, por ello la optimización, innovación y
creación de nuevos programas es indispensable.

El verdadero objetivo no es aliviar los sufrimientos, deberán buscarse medios
para evitar que sucedan.
23
BIBLIOGRAFÍA
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naturalista.https://www.academia.edu/411097/Las_concepciones_aristot%C3%A9licas_
de_la_vida_buena_y_la_falacia_naturalista
Definición.De. (2015). Definición de asistencia social. http://definicion.de/asistenciasocial/
25
RESUMEN EJECUTIVO
LA ASISTENCIA SOCIAL Y SUS COMPONENTES: ENFOQUES HACIA UNA
APLICACIÓN REFLEXIVA Y EVOLUCIÓN CULTURAL.
El ensayo presente es un documento escrito con un sentido crítico y versa sobre el
tema de la asistencia social, teniendo como objetivo fundamental el difundir
conocimientos al respecto y despertar interés por parte del lector; de igual manera se
propone evaluar los paradigmas existentes en búsqueda de nuevas deducciones así
como aclarar algunos conceptos utilizados coloquialmente sin conocimiento previo.
En relación al contenido, se pretende que la información presentada pueda ser
comprendida con facilidad, independientemente de si existe una familiarización previa o
no con el tema, esperando alcanzar con ello un mayor alcance.
Se procura plantear un panorama general lo suficientemente amplio antes de
ahondar en un aspecto en específico, de esta manera se cuenta con la ventaja de
explicar todos los aspectos relevantes que rodean a la asistencia social con una
perspectiva global, pudiendo servir a futuro como punto de partida para realizar nuevas
investigaciones.
La estructura del documento subdivide el contenido en seis apartados, siendo los
siguientes:
1) Presentación, en donde se plantean los objetivos, enfoques y nociones
generales.
2) Conceptos básicos, aportando algunas definiciones relevantes que serán
tratadas a lo largo del documento, por ejemplo, asistencia social, bienestar
social, bienes del cuerpo, del alma o externos. Se recurre además a algunos
planteamientos de la filosofía clásica.
26
3) Antecedentes, en donde se aborda el tema a partir de información
histórica que sirvan como referencia, partiendo del origen de las civilizaciones y
haciendo pautas en momentos relevantes, por ejemplo, la edad media o la
revolución industrial. Se aborda finalmente la situación actual, comprendiendo el
origen la dinámica institucionalizada que se vive.
4) Aplicando la asistencia social, englobando la mayor parte del texto en
donde se explican los tipos de asistencia social, las actitudes a tomar o evitar al
momento de prestar auxilio, acciones recomendadas a realizar, formas para
identificar correctamente a persona las personas necesitadas, tipos de
instituciones involucradas y una serie de información útil respecto a la práctica
asistencial.
5) Los riesgos de la asistencia social, explicando algunas teorías que
proponen tomar un enfoque alternativo para solucionar algunos malestares de
origen más profundo al comúnmente estudiado y acentuando los peligros que se
pueden originar en caso de no hacerlo. Se enfatiza la importancia de prevenir las
carencias sociales antes de aliviarlas.
6) Conclusiones, que expone los principales resultados arrojados de la
investigación de manera resumida.
A lo largo del texto se incluyen ideas y citas textuales de distintos autores
estudiosos de la materia con el objetivo de dar un sentido polifónico y dinámico que
enriquezca la información, ya sea en un sentido comparativo o de retroalimentación;
además se enfatiza la responsabilidad que nos confiere a todos los ciudadanos como
agentes sociales.
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