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Transcript
Luis Manuel Plaza Gómez. Científico Titular
del Instituto de Estudios Documentales sobre
Ciencia y Tecnología (IEDCYT). Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Ramón Ramos Torre. Catedrático de Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense. Ha sido
Presidente del Centro de Estudios Sociológicos.
Fernando R. Lafuente. Doctor en Filología. Ha
sido Director General del Libro, Archivos y Bibliotecas, Director del Instituto Cervantes y del
Instituto de Cooperación Iberoamericana (Buenos Aires), y profesor de Teoría de la Literatura
en la Universidad Complutense. Actualmente es
Secretario de Redacción de Revista de Occidente y Director de ABC Cultural.
Mª Dolores Romero Lesmes. Doctora en Lingüística Aplicada por el Instituto Universitario
de Investigación José Ortega y Gasset. Profesora de E/LE, Cine y Literatura española en diferentes universidades estadounidenses en Madrid. Especialista en temas relacionados con la
lengua y la cultura españolas.
José Manuel Sánchez Ron. Catedrático de Historia de la Ciencia, Universidad Autónoma de
Madrid. De la Real Academia Española.
Este relato está hecho desde un sujeto
colectivo –un “nosotros” que incluye
niños, niñas, adolescentes, familias, comunidades, trabajadores sociales, instituciones, voluntarios y estamentos
empresariales– con el objetivo de rescatar las vivencias y aprendizajes producidos en la causa común por la que
se unieron: la lucha por la erradicación
del trabajo infantil en Latinoamérica, y
que ha logrado que más de 450.000 niños, niñas y adolescentes hayan cambiado de muchas formas sus vidas y
sus futuros.
Proniño es el programa para la erradicación del trabajo infantil de Fundación
Telefónica, el cual se ha convertido en
uno de los mayores proyectos sobre
derechos de la infancia en la región, y
se considera la mayor iniciativa social
generada desde el sector privado en
Latinoamérica. Se trata de una experiencia fuertemente innovadora y de
encuentro entre agentes sociales públicos y privados muy diversos.
PRONIÑO: UN RELATO SOBRE INFANCIA,
DERECHOS Y COMPROMISO EMPRESARIAL
Óscar Battistón
PRONIÑO: UN RELATO SOBRE INFANCIA,
DERECHOS Y COMPROMISO EMPRESARIAL
Alfonso Maldonado. Catedrático de Ingeniería
Geológica, Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas. Director-gerente Fundación Instituto Petroquímico.
ÓSCAR BATTISTÓN
Tiene una larga experiencia en la erradicación
del trabajo infantil, los movimientos sociales y
el compromiso empresarial, ya que hasta 2012
fue director de Programas Sociales para la Infancia de Fundación Telefónica, cargo que le
permitió coordinar a nivel internacional el programa Proniño desde que aquélla lo asumiera
en 2005.
Anteriormente su experiencia laboral estuvo
ligada a Entel y Telefónica tanto en Argentina
como en España, vinculado a áreas de planeamiento y expansión, telefonía rural y regulación,
entre otras.
Graduado como ingeniero en electrónica en Argentina, ha completado su formación con numerosos cursos y programas entre los que se
incluyen un posgrado en Telecomunicaciones
(Buenos Aires), una estancia formativa concedida por el IRI (Italia) y un Programa de Desarrollo Gerencial (PDG, IESE, Madrid). Actualmente
está terminando un máster en Antropología Social (UAM, Madrid).
Puede decirse además, que su conocimiento social proviene en buena parte de su participación
y compromiso con los movimientos sociales en
España en la lucha contra el racismo y la exclusión social y por la sostenibilidad global del medio ambiente.
Libro
20
Cubierta.indd 1
01/10/13 12:32
PRONIÑO
UN RELATO SOBRE INFANCIA, DERECHOS
Y COMPROMISO EMPRESARIAL
COLECCIÓN
Fundación Telefónica
Esta obra ha sido editada por Ariel y Fundación Telefónica, en colaboración con
Editorial Planeta, que no comparten necesariamente los contenidos expresados en
ella. Dichos contenidos son responsabilidad exclusiva de sus autores.
© Fundación Telefónica, 2013
Gran Vía, 28
28013 Madrid (España)
© Editorial Ariel, S.A., 2013
Avda. Diagonal, 662-664
08034 Barcelona (España)
© de los textos: Fundación Telefónica
© de la ilustración de cubierta: John and Lisa Merrill/Corbis
Coordinación editorial de Fundación Telefónica: Rosa María Sáinz Peña
El presente monográfico se publica bajo una licencia Creative
Commons del tipo: Reconocimiento - NoComercial CompartirIgual
Primera edición: agosto 2013
PRONIÑO
UN RELATO SOBRE INFANCIA, DERECHOS Y
COMPROMISO EMPRESARIAL
COLECCIÓN
Fundación Telefónica
Índice
Glosario de términos y acrónimos utilizados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .XVI
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XVII
Resumen ejecutivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .XXIII
Parte I. Fundamentos para la intervención social de las empresas
en la defensa de los derechos de la infancia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1
Capítulo 1. Conceptos y contexto para entender el trabajo
infantil en América Latina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1.1 Pero ¿qué es trabajo infantil?: una primera aproximación . . . . . . . . . . . . . . 12
1.2 Un largo camino hasta llegar a los derechos de la infancia actuales . . . . . 15
1.3 El avance de la legislación en la primera mitad del siglo xx . . . . . . . . . . . . . 18
1.4 La Convención Internacional de los Derechos del Niño (CDN). . . . . . . . . . . 20
1.4.1 El niño como sujeto de derechos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21
1.4.2 Características de los derechos del niño que se consagran . . . . . . . . . . . .23
1.5 Convenios y acuerdos vinculados específicamente al TI. . . . . . . . . . . . . . . . 25
1.6 Problematizando las definiciones y metas construidas históricamente . . . 29
1.7 A modo de síntesis histórica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Capítulo 2. Causas y consecuencias del trabajo infantil
en América Latina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
2.1 Sobre las causas del TI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
2.1.1 Trabajo Infantil: un fenómeno social complejo, multicausal
y multidimensional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .36
2.1.2 Comprender para transformar: la necesidad de problematizar
los conceptos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .40
2.2 Las causas vistas desde el nivel macro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2.2.1 Modelos generales de causalidad entre pobreza y TI. . . . . . . . . . . . . . . . . .43
2.2.2 Cuando la escuela deja de ser el lugar «para estar» de la infancia . . . . . .51
2.2.3 Cuando la cultura y los valores dominantes juegan a favor del TI . . . . . .53
2.2.4 Cuando faltan políticas, programas e instituciones públicas adecuadas . . 56
2.2.5 El modelo de articulación de las causas del TI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57
2.3 Las causas vistas a nivel de la intervención directa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
2.3.1 Familia e infancia: sujetos sociales, participación y ciudadanía . . . . . . . .58
2.3.2 Los modelos de causalidades a escalas micro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59
2.3.3 Subjetividad de la familia y de los niños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .62
2.3.4 Familia y políticas públicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .64
2.4 Las consecuencias del trabajo infantil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
2.4.1 Subjetividad y proyecto de vida de los niños y niñas . . . . . . . . . . . . . . . . . .68
2.4.2 Ciudadanía: ética y derechos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .72
2.4.3 Desarrollo social y económico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .74
2.5 A modo de conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
Capítulo 3. La situación del trabajo infantil en América Latina
en la primera década del siglo XXI. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
3.1 Cifras mundiales y el apartado de América Latina y el Caribe . . . . . . . . . . . 83
3.2 Caracterización del TI existente en América Latina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
3.2.1 Distribución del tiempo entre escuela y trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88
3.2.2 Tiempo dedicado al TI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .90
3.2.3 Remuneración del TI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .91
3.2.4 Distribución urbano/rural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .93
3.2.5 TI y género en América Latina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .94
3.2.6 A modo de síntesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .95
3.3 Una visión socioeconómica del TI en América Latina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
3.3.1 TI: factores de disminución y de pervivencia en América Latina . . . . . 100
3.4 A modo de conclusión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
Capítulo 4. Empresa e intervención social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
4.1 La RSE: una plataforma para el compromiso social . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
4.1.1 Historia y contexto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
4.1.2 Principales iniciativas a nivel internacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
4.2 Temas clave en RSE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
4.2.1 Conclusiones útiles para la intervención social: desde la RSE
a la ciudadanía corporativa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
4.3 RSE y TI: qué pueden aportar las empresas socialmente responsables . . 117
4.4 A modo de conclusión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
Parte II. La historia de Proniño desde la visión social y estratégica . . 123
Capítulo 5. El Programa hasta el 2004: Los fundamentos
de un compromiso social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
5.1 El compromiso social de BellSouth . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
5.2 Principales magnitudes y resultados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
5.3 La visión social que se imprimió al Programa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
5.4 Aprendizajes de la etapa BellSouth . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
5.4.1 La definición de la Misión social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
5.4.2 El modelo de «toma de decisiones sociales» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
Capítulo 6. Período 2005-2006: Crecer con calidad . . . . . . . . . . . . . . 143
6.1 Año 2005: Reflexión, análisis y formalización de la estrategia
de arranque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
6.2 El nuevo escenario sociedad-empresa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
6.3 Propuesta de actuación social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
6.4
6.5
6.6
6.7
6.3.1 Crecimiento acelerado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
6.3.2 Foco de la intervención . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
6.3.3 Principios de actuación social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156
6.3.4 Construcción de procesos de diálogo interno y con otros agentes . . . 157
6.3.5 Apalancamiento social en las fortalezas del negocio . . . . . . . . . . . . . . . . 158
Evaluación y gestión del riesgo reputacional de la estrategia social
planteada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
6.4.1 Identificación de riesgos reputacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
Modelo de gestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
6.5.1 Estrategia «Crecer con Calidad» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
6.5.2 El impacto del cambio de Misión en los indicadores de control. . . . . . . 166
Resultados de la movilización de recursos y ejecución social
de la estrategia definida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166
6.6.1 El crecimiento acelerado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
6.6.2 Calidad y relaciones institucionales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
A modo de conclusión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
Capítulo 7. Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que
aporta a la estrategia global de la compañía . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
7.1 Cuando la creación de valor social se hace explícita en la estrategia
general de la empresa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174
7.2 La propuesta de actuación social (2ª etapa del Ciclo de los
Programas Sociales) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180
7.2.1 Un nuevo paradigma de intervención social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
7.2.2 Estrategia para el crecimiento de la cobertura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
7.3 El modelo de intervención social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
7.3.1 Protección Integral del niño (PI) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186
7.3.2 La necesaria calidad educativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188
7.3.3 Fortalecimiento Socio-institucional (FSI). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
7.3.4 Voluntariado corporativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
7.3.5 El nuevo paradigma de intervención social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
7.4 Evaluación y gestión del riesgo reputacional (3ª etapa del Ciclo) . . . . . 201
7.4.1 Los nuevos riesgos reputacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201
7.4.2 El modelo de gestión como cuestión estratégica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
7.5 Movilización de recursos y ejecución social (4ª etapa del Ciclo) . . . . . . . 210
7.6 A modo de conclusión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
Capítulo 8. Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto
y un giro hacia el 2.0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
8.1 El ciclo de creación de valor social se hace más complejo. . . . . . . . . . . . . 220
8.2 Crisis y acción social responsable. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
8.3 Proniño Plus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227
8.4 Movilización social e institucional por la causa «en modo 2.0» . . . . . . . 231
8.5 La gestión del riesgo reputacional es la gestión de la complejidad
social (Etapa 3 del Ciclo de los Programas Sociales) . . . . . . . . . . . . . . . . . 238
8.5.1 La plataforma de gestión social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 238
8.6 Más innovación surgida desde el seno del propio Programa . . . . . . . . . . 243
8.6.1 Gestión de la complejidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243
8.6.2 Contenidos para una caja vacía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244
8.7 Los resultados de este período (Etapa 4 del Ciclo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
8.8 A modo de conclusión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254
Capítulo 9. Período 2011-2012.Incidir para cambiar . . . . . . . . . . . . . 261
9.1 Un nuevo escenario para tomar decisiones estratégicas . . . . . . . . . . . . . 262
9.2 ¿En qué parte de su madurez estaba el Programa? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 264
9.3 Otra vez, un nuevo replanteamiento estratégico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 266
9.4 La Intervención Directa (ID) de la nueva década . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 267
9.5 Proyectos específicos vinculados a la Intervención Directa . . . . . . . . . . 272
9.5.1 Retiro sostenible y desarrollo comunitario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 273
9.6
9.7
9.8
9.9
9.5.2 Una visión nueva y más exigente de la calidad educativa de los
centros vinculados a Proniño. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275
Desarrollo de los agentes sociales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279
Incidencia y movilización o más allá de la Intervención Directa . . . . . . . . 284
El valor social del conocimiento producido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 288
El presente de una historia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 290
Capítulo 10. Otra forma de contar una historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 299
10.1 Un marco para asumir los retos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 300
10.2 Los cinco grandes retos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 302
10.2.1 Crecimiento acelerado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 302
10.2.2 Aplicación de las TIC a las escuelas Proniño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 304
10.2.3 Gestión socioempresarial en red . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 305
10.3 Proniño 2.0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 306
10.3.1 Movilizar y empoderar desde el conocimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307
10.4 El reto de entender los retos en conjunto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 308
Parte III. De la forma en que vivimos y sentimos esta historia . . . . 311
Aportaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 314
Aportación a los niños, niñas y sus familias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 314
Aportación a las instituciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 317
Aportaciones al Tercer Sector . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 319
Aportación a Telefónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 320
Innovaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 322
Logros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 324
El balance personal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 326
¿A modo de conclusión? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 328
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 329
Índice de cuadros
Cuadro 1.1
Cuadro 1.2
Cuadro 2.1
Cuadro 2.2
Cuadro 3.1
Cuadro 3.2
Cuadro 3.3
Cuadro 3.4
Cuadro 3.5
Cuadro 3.6
Cuadro 3.7
Cuadro 3.8
Cuadro 5.1
Cuadro 5.2
Cuadro 5.3
Cuadro 5.4
Definiciones sobre edad mínima de acceso al trabajo Convenio 138 . . 26
Trabajo aceptable y trabajo a eliminar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Causas y dimensiones que explican la existencia del TI. . . . . . . . . . . . . 37
TI por decil de ingreso, 6 áreas metropolitanas 2010 ............................ 46
Trabajo infantil en el mundo en 2004 .................................................... 84
Evolución del TI en el mundo entre 2004 y 2008 .................................. 87
Distribución del tiempo de los NNA por actividades .............................. 89
Horas de trabajo promedio a la semana ................................................. 90
Horas de trabajo a la semana por situación escolar ............................... 91
Modelo de retribución económica .......................................................... 92
Composición urbano-rural del TI en AL .................................................. 93
TI y Género ............................................................................................. 94
Distribución por países .........................................................................127
Localidades de intervención.................................................................128
ONG por países .....................................................................................129
Modalidades de TI atendidas................................................................130
Índice de figuras
Figura 1.1
Figura 1.2
Figura 2.1
Figura 2.2
Figura 2.3
Figura 2.4
Figura 2.5
Figura 2.6
Figura 2.7
Figura 3.1
Figura 3.2
Figura 3.3
Figura 3.4
Figura 5.1
Figura 5.2
Figura 5.3
Figura 5.4
Figura 5.5
Figura 6.1
Figura 6.2
Figura 6.3
Figura 6.4
Figura 6.5
Figura 6.6
Figura 6.7
Figura 6.8
Figura 6.9
Figura 6.10
Figura 6.11
Figura 6.12
Figura 6.13
Figura 7.1
Figura 7.2
Figura 7.3
Enfoques jurídicos normativos que definen el TI no aceptable . . . . . 30
El largo camino de los Derechos de la Infancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
TI y PIB/cápita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Articulación causas tipos de actuaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Modelo de articulación causas del TI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
El modelo de Causas a escala local . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Consecuencias del TI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
El trabajo infantil afecta el presente y el futuro de los niños y niñas . .70
Causas, consecuencias y participación nna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
La estructura del TI en América Latina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
Posibles trayectorias del entorno institucional del TI . . . . . . . . . . . . 97
América Latina: un década distinta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Evolución pobreza y PIB/cápita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Cantidad de Becados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
Esquema organizativo de Proniño BellSouth . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
El ciclo de creación y ejecución de un Programa Social . . . . . . . . . . 137
Evolución de niños y niñas participantes de Proniño . . . . . . . . . . . . 139
Crecimiento porcentual y períodos de análisis . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
Las decisiones empresariales para el arranque de Proniño
en Telefónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
La definición de la Propuesta de Actuación Social . . . . . . . . . . . . . . 148
Los componentes de la Estrategia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
Propuesta FT de crecimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
Crecimiento acelerado y match funding . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
Principios de alto nivel para la intervención social responsable . . . 157
Aportación de valor social a partir de las capacidades específicas
del negocio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
Principios de actuación de Telefónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
Capacidades de la empresa para acción social responsable . . . . . . . 164
Visión agregada de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
Crecimiento de beneficiarios en el año 2006 vs. Previsiones . . . . . 168
Bases para el crecimiento de Proniño, año 2006 . . . . . . . . . . . . . . . 169
Primer Encuentro Internacional Proniño de Educación y
Erradicación del Trabajo Infantil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170
Un nuevo ciclo de creación de valor para el desarrollo social. . . . . . 175
Expectativas de crecimiento del mercado mundial de
telecomunicaciones en el quinquenio 2005-2010 . . . . . . . . . . . . . . 176
Posición de Telefónica en el Ranking de Operadoras de
Telecomunicación (2007) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176
Figura 7.4
Figura 7.5
Figura 7.6
Figura 7.7
Figura 7.8
Figura 7.9
Figura 7.10
Figura 7.11
Figura 7.12
Figura 7.13
Figura 7.14
Figura 7.15
Figura 7.16
Figura 7.17
Figura 7.18
Figura 7.19
Figura 7.20
Figura 7.21
Figura 7.22
Figura 7.23
Figura 7.24
Figura 7.25
Figura 7.26
Figura 7.27
Figura 7.28
Figura 7.29
Figura 8.1
Figura 8.2
Figura 8.3
Figura 8.4
Figura 8.5
Figura 8.6
Figura 8.7
Figura 8.8
Figura 8.9
Figura 8.10
Figura 8.11
Telefónica como motor de generación y redistribución de recursos
económicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
Plan Ahora: más que una estrategia, una concepción de empresa
en la sociedad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
Crecimiento regional sostenido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180
Mayor preocupación social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
Mejora en factores sociales que producen TI . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
El modelo se hace más complejo y comprometido . . . . . . . . . . . . . . 182
El factor «por 2» como estrategia de crecimiento . . . . . . . . . . . . . . 183
Trabajar con la utopía como inspiración de las estrategias sociales . . 184
Agencias sociales y actuaciones para un futuro distinto . . . . . . . . . 185
Creando capacidades para el buen vivir en las familias . . . . . . . . . . 187
Innovación educativa mediante la introducción de Educared
en las escuelas Proniño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194
Trayectoria de empoderamiento digital . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195
Modelos dominantes de intervención según las características
de países/lugar de intervención . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
El nuevo paradigma de la intervención social de Proniño . . . . . . . . 201
Premisas para un nuevo Modelo de Gestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
Un modelo de gestión que comenzó a mestizar culturas . . . . . . . . . 204
Ejemplo de actividades/indicadores en forma de árbol . . . . . . . . . . 205
Ejemplo de actividades/indicadores en forma de anillo
etroalimentado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
Indicadores de alto nivel para la gestión por objetivos . . . . . . . . . . 206
Reorganización gestión operativa y administrativa . . . . . . . . . . . . . 209
La Red Social Proniño había cumplido la promesa . . . . . . . . . . . . . . 210
Más agentes sociales y más recursos de atención . . . . . . . . . . . . . . 211
TIC y educación en entornos de pobreza y exclusión . . . . . . . . . . . . 213
Imagen del II Encuentro Internacional Proniño. . . . . . . . . . . . . . . . . 214
Participantes Acto 4 de junio de 2008 en Madrid . . . . . . . . . . . . . . . 216
Aportaciones de la red de ONG vinculada a Proniño. . . . . . . . . . . . . 217
Tendencia de crecimiento (nna) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
Alternativas de impacto social. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222
Alternativas estratégicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222
Inversión Social de cada Alternativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223
Opción estratégica asumida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 224
La propuesta social como nuevo punto de partida . . . . . . . . . . . . . 225
Tasa anual de evolución PIB (%) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226
La visión de la empresa del compromiso frente a la crisis . . . . . . . 227
Revisión Metas de PI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 228
Modelos de Alto Impacto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229
Características de Proniño Plus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230
Figura 8.12 III Encuentro Internacional, como nuevo concepto de movilizar
en red . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 234
Figura 8.13 Valoración del III Encuentro por los participantes . . . . . . . . . . . . . . 235
Figura 8.14 Cifras para decodificar procesos sociales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
Figura 8.15 El ciclo de toma de decisión en un entorno de innovaciones
se había vuelto complejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
Figura 8.16 Un sistema de monitoreo y control avanzado . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
Figura 8.17 Las Líneas de Base contenidas en el SIM . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 240
Figura 8.18 El SIM, mucho más que una herramienta de gestión . . . . . . . . . . . . 242
Figura 8.19 Actores y procesos de Calidad e innovación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244
Figura 8.20 Empoderamiento de Agentes Sociales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245
Figura 8.21 El Diagnóstico Social como práctica colaborativa . . . . . . . . . . . . . . 246
Figura 8.22 Cobertura alcanzada en PI. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
Figura 8.23 Evolución parámetros AFT . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249
Figura 8.24 Beneficiarios totales del programa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 250
Figura 8.25 Alfabetización digital docentes red AFT . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 250
Figura 8.26 La mirada de Proniño Perú sobre el nivel real de adquisición
de competencias básicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 252
Figura 8.27 Concurso periodístico "Hoy Escolar" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254
Figura 8.28 ¿Evolución o transformación? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254
Figura 8.29 Escuelas vinculadas a Proniño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 255
Figura 8.30 La emergencia de Proniño 2.0. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257
Figura 9.1 América Latina, Acción Social, TI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 263
Figura 9.2 Ciclos y Puntos críticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265
Figura 9.3 Más allá de la Intervención Directa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 267
Figura 9.4 Intervención Directa con Foco en el Niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269
Figura 9.5 El Retiro sostenible como una mirada ampliada de la Protección
Integral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270
Figura 9.6 Un ecosistema para crear oportunidades de buen vivir . . . . . . . . . . 271
Figura 9.7 Los pilares para nueva Intervención Directa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 272
Figura 9.8 Una organización por proyectos flexible pero alineada . . . . . . . . . . 273
Figura 9.9 Nuevas visiones del Retiro Sostenible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 274
Figura 9.10 Proyectos para una escuela activa contra el TI . . . . . . . . . . . . . . . . . 276
Figura 9.11 El sistema de mejora de la calidad de la educación popular
en fe y alegría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 278
Figura 9.12 Mejores agentes para construir Calidad Social . . . . . . . . . . . . . . . . . 280
Figura 9.13 Perfil de la ONG Proniño ideal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 282
Figura 9.14 Contra el TI desde las redes sociales 2.0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285
Figura 9.15 La Red LACTI: una iniciativa regional de movilización
social en red . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287
Figura 9.16 El conocimiento como palanca de innovación,movilización
e incidencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 290
Figura 9.17 Crecimiento acelerado para construir una plataforma social
significativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 291
Figura 9.18 Focos estratégicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 292
Figura 9.19 La "nube" de actuaciones sociales Proniño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293
Figura 9.20 IV Encuentro Internacional: un ciclo de aprendizajes y
movilización en red . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 294
Figura 9.21 Niños, niñas y adolescentes que cambiaron sus vidas . . . . . . . . . . . 296
Figura 10.1 Un marco para entender los retos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301
Figura 10.2 Retos e impacto social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301
Figura 10.3 Evolución cobertura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 302
Figura 10.4 En Gran Reto de contribuir significativamente a la erradicación
del trabajo infantil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 308
Figura 1
Figura 2
Figura 3
Figura 4
Figura 5
Figura 6
Figura 7
Figura 8
Aportación a los niños y sus familias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 315
Aportación a las instituciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 319
Aportación al tercer sector . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 320
Aportación a Telefónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 321
Innovaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 323
Logros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 325
Experiencia profesional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 327
Experiencia personal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 327
Glosario de términos y acrónimos utilizados
AFT: Aulas Fundación Telefónica
AL: América Latina
CDN: Convención Internacional de Derechos del Niño y la Niña
CE: Calidad Educativa
DD.HH.: Derechos Humanos
FT: Fundación Telefónica
FSI: Fortalecimiento Socio Institucional
ID: Intervención Directa
IPEC: Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (del inglés,
International Programme for Erradication of Childlabor)
LA: Latinoamérica
NAT: niños y adolescentes trabajadores
NNA, nna: niños, niñas y adolescentes
PI: Protección Integral
PFTI: Peores Formas de Trabajo Infantil
OIT: Organización Internacional del Trabajo
ONG: Organización No Gubernamental
RSC: Responsabilidad Social Corporativa
RSE: Responsabilidad Social Empresarial
RR.SS: Redes Sociales
RR.SS 2.0: Redes Sociales 2.0
SIC: Sociedad de la Información y de la Comunicación
SIM: Sistema Internacional de Monitoreo de Proniño
T: Telefónica
TI, ti: Trabajo Infantil
Significado que se le da a algunas palabras
usadas con frecuencia en el texto
Misión (con mayúsculas): la misión de Proniño
La empresa, el negocio, la compañía: Telefónica
Programa (con mayúsculas): Proniño
Región (con mayúscula): América Latina, Latinoamérica. En general el conjunto
de países en los que interviene Proniño
Tercer Sector: Concepto ampliamente utilizado en la intervención social. Designa al
conjunto de actores que no pertenecen ni al sector público ni al ámbito empresarial.
Comprende una gran diversidad de agentes sin ánimo de lucro e implicados en
causas solidarias. En nuestro caso, lo usamos para referirnos en general a las ONG.
Prólogo
Lo primero que trasciende de la lectura que se emprende con este libro es un
vivo movimiento. Movilidad de personas e instituciones: niños y adolescentes,
escuelas y profesores, educadores, trabajadores sociales y profesionales, ONG.
Se mueven ideas, estrategias, planes, datos, informaciones, formaciones, fondos, intenciones. Se movilizan voluntades, gobiernos, comunidades, así como
el interior de la sociedad, su sensibilidad, las noticias, incidencias, conciencias.
Se moviliza el interior de las personas, las expectativas de niños y familias, sus
esperanzas, a la vez que los compromisos de los equipos e instituciones. Proniño es una historia de compromiso y movilidad. Y ahora le pedimos humildemente que se movilice usted como lector para caminar junto con nosotros para
recorrer esa historia a través de estas páginas.
Casi nunca los números son suficientes para expresar los rostros e historias de
un programa social pero en ocasiones son de tal magnitud que se convierten en
claros signos de la extensión de un compromiso. Cientos de miles de niños beneficiarios del programa, miles de profesores formados, miles de trabajadores
sociales que se han especializado en esta materia del trabajo infantil, centenares de escuelas a las que se ha contribuido a desarrollar, cientos de ONG involucradas o cientos de millones de euros de inversión social directa, son señales
inequívocas del monumental alcance que Fundación Telefónica ha conseguido
con su programa en la educación y el trabajo infantil. Es una historia continental de compromiso con los niños y adolescentes trabajadores, con los que Fundación Telefónica ha buscado compartir gran parte del valor y conocimiento
gracias a su dimensión global.
En diversas ocasiones se ha señalado que el sector social es una criatura sin
memoria que se ve obligada a reinventarse cada cierto tiempo ante desafíos
similares a los que ya en el pasado enfrentó. Bien, pues este texto es una exhaustiva memoria que deja testigos del itinerario seguido por la Fundación Telefónica para la superación del trabajo infantil en Latinoamérica. Es una memoria que no consiste en una biografía personal, sino que es una historia
institucional en la que ha participado un amplio elenco de actores de todos los
sectores que tenían algo que aportar sobre este tema. Es una memoria que
transparenta cuáles fueron los planteamientos y evoluciones del programa y
que, por ello, huye de la autocomplacencia, sometiéndose rigurosamente al
escrutinio externo. No dudamos de que ese ejercicio de sistematización permita visibilizar con detalle el marco y estrategia de Fundación Telefónica en este
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
XVIII
campo, a la vez que aporta muy valiosas enseñanzas tanto de los logros como
de lo que permaneció como desafío. Un texto, por lo anterior, de máxima utilidad para la intervención social, a la vez que para las fundaciones corporativas
en lo que respecta al estudio de casos.
Pero este libro al mismo tiempo que memoria es también la historia de un aprendizaje. En sus páginas se puede leer que Fundación Telefónica ha aprendido mucho sobre trabajo infantil. Y lo más importante de ese aprendizaje no son los contenidos, sino las actitudes y participaciones. La abierta y humilde disposición a
aprender es una de las condiciones básicas para el desarrollo en la sociedad informacional y la biografía colectiva que tenemos ante nosotros ha sido capaz de
buscar a quien sabe y quien sufre, escucharles profundamente y tratar de aprender de ellos cómo poder responder mejor. La participación de múltiples actores
en ese aprendizaje ha llevado a que la síntesis que podemos leer ahora sea un
mensaje para una nueva gobernanza de la esfera pública. En la apertura que suponen los procesos de aprendizaje también Fundación Telefónica ha transferido
al sector social buena parte de su know-how sobre administración y logística, y
contribuido así al fortalecimiento de las organizaciones sociales.
Fundación Telefónica no quiso limitarse, con su programa Proniño, al mero patrocinio, sino que se involucró profundamente en un sector con el fin de poder disponer de los mejores criterios para dar soporte a una estrategia ante dicho reto.
Progresivamente fue asumiendo una doctrina altamente cualificada, informada
por algunos de los mejores expertos en la materia, de la que dejan testimonio los
primeros cuatro capítulos de esta publicación. En el curso de la exposición se advierte fácilmente que Fundación Telefónica tenía clara conciencia del momento
en que se incorporaba a la historia de esta causa, de la internacionalización de un
problema al que también ella, una de las principales instituciones internacionales
en el ámbito tecnológico, quiso hacer su contribución. La complejidad es quizá
una de las palabras que más le surgirán al lector cuando se mueva entre las páginas de este libro. Enseguida apreciará cómo desde el ámbito corporativo surgen
modelos complejos de análisis y diseño estratégico de la intervención destinada
a la reducción sustantiva del trabajo infantil.
Una especial dimensión que, sin duda, capta la atención al contemplar este
gigante programa social es su contribución al desarrollo de un nuevo paradigma de acción social digital. Efectivamente, Proniño ha buscado no ser convencional, sino aportar los más modernos instrumentos de desarrollo social
que nos aporta la cultura digital. Sus frutos han destacado, a la vez que en la
Prólogo
XIX
alfabetización digital de miles de niños, en la incorporación de la pedagogía
digital a centenares de escuelas y miles de profesores. Las herramientas informacionales, adicionalmente, se han aplicado de forma transversal a todos
los procesos de la acción de Proniño. Ha sido muy destacada la contribución
de Fundación Telefónica para dotar al sector social y a los profesores de infraestructura y metodologías de redes colaborativas que ya permanecerán
para el futuro como aprendizaje inscrito en las personas e instituciones. Sin
duda un aspecto destacado lo ha constituido el desafío de construir un gran
sistema de medición del progreso de los resultados del programa, quizá el
más relevante sobre el progreso de niños trabajadores que se haya realizado
hasta la fecha. Ha permitido el seguimiento mediante un amplio panel de indicadores semestralmente suministrado sobre el itinerario educativo y social
de los niños y adolescentes beneficiarios. Esa herramienta, desarrollada gracias a la colaboración técnica de la Fundación Accenture y a los centenares de
ONG latinoamericanas, es un ejemplo notable de medición del impacto y monitoreo de la acción social a escala internacional. Con ella Fundación Telefónica dispone de una herramienta transferible a otras organizaciones cuyo máximo valor radica en la gestión del conocimiento. Un último aspecto sobre la
centralidad de la cultura digital en la identidad de Fundación Telefónica reside
en su enfoque de competencias del siglo XXI para una sociedad digital, con un
futuro prometedor en lo referente al trabajo social Informacional. Con ello estimamos que Fundación Telefónica inicia un camino pionero para su configuración como nuevo paradigma.
Es fácil que el lector aprecie la innovación que supone que una fundación corporativa como Telefónica, en diálogo con una plural representación del sector social, haya alcanzado a incorporar al centro de su discurso los lenguajes colaborativos y haya apostado por la creación de bienes comunes que fortalecieran a
las familias, las comunidades y el sector que trabajaba por la educación y empoderamiento de los niños y niñas trabajadores. Fácilmente se dará cuenta que
esas lógicas avanzadas de la acción social convergen con las tendencias más
profundas de la cultura digital, que pone en primera fila de la construcción social la articulación del compartir, la transparencia, la gobernanza, la deliberación, las sinergias y la creación abierta, la cocreación y el aprendizaje combinado, la circularidad y la sostenibilidad, el empoderamiento, la inteligencia
colectiva y mediación, etc. El recorrido de Fundación Telefónica ha conjugado
ya estas lógicas, apuntando de esta manera a un camino de un futuro aleccionador en los modos de acción social y colaboración entre la esfera empresarial,
sociedad civil y Administración pública.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
XX
Este prólogo también quiere hacer justicia mencionando al autor del libro, D.
Oscar Battistón, quien lideró el programa Proniño en su período más extenso.
En él se reúnen algunas de las características desgranadas a lo largo de esta
presentación, rasgos positivos como la capacidad de integración en su trabajo
de las esferas empresarial, tecnológica y social. Su prolija experiencia laboral en
Telefónica se puso al servicio del rediseño del programa Proniño, emprendiendo
un largo recorrido en la búsqueda de sinergias entre lo tecnológico, lo empresarial y lo social y ciudadano. También quisiéramos enfatizar su profundo deseo
de hacer aprender al programa y buscar continuas mejoras, que llevó a Proniño
a tratar de superarse a sí mismo una y otra vez conforme descubría las complejidades del problema al que se enfrentaba. Este texto es ejemplo de esa capacidad de integración y la continua tensión de servir mejor.
Todo lo que supuso avance, lo que se elevó como desafío y lo que quedó en la
aventura del intento, forma un cuerpo de significativa proyección. Pero al examinar cualquier programa, periodo o acción, debemos preguntarnos: en el fondo, ¿cuánto hemos amado? Los más penetrantes teóricos y académicos tratan
en estos momentos, en diversos grupos de investigación mundiales, de descubrir el modo de evaluar esta dimensión del meaningfulness y, en el fondo, el
amor, categoría central para el sentido de la vida del ser humano. Al hacer examen de este monumental programa, debemos preguntarnos con la máxima
seriedad y rigor: en las duras condiciones que se sufren en muchos lugares, ¿se
han dado razones para la esperanza a los niños y adolescentes, a sus familias, a
las comunidades, a la sociedad en general y a nosotros mismos? Hay que preguntarse: ¿cuánto hemos amado a los niños y a nuestros compañeros de camino? Estamos seguros que, conforme el lector avance en la lectura de esta historia, concluirá como nosotros que las personas a las que Fundación Telefónica ha
dado la oportunidad de participar en toda esta acción, han puesto un enorme
caudal de pasión, compromiso y amor, la energía más potente e inagotable del
universo. Y han recibido, multiplicado, ese querer desde las respuestas de los
niños, sus familias y las comunidades. Sí, ha sido una historia que ha desbordado compromiso y amor por los otros, confianza en los otros, generando a su vez
una gran esperanza entre los niños y adolescentes involucrados, al percibir
cómo les ayudaba a mejorar su vida. Y eso, tras los años, es lo más valioso que
permanecerá en el fondo de las personas. Los proyectos de vida que han logrado cambiar de trayectoria gracias a las apoyaturas incorporadas en sus caminos por Fundación Telefónica y el enorme arco de colaboradores, son sin duda
el mayor bien de toda esta movilización continental.
Prólogo
XXI
Cuando concluyan la lectura de este libro, estarán de acuerdo con nosotros en
que otra segunda cuestión permanecerá también para el futuro: el conocimiento valioso que ha generado todo este recorrido de Fundación Telefónica a favor
de la infancia y juventud latinoamericana vulnerable. El Instituto Universitario
de la Familia e Infancia, del que soy director, ha colaborado durante este último
año y medio en el proceso de capitalización del conocimiento generado en el
programa Proniño, como eje central de la intervención social de Fundación Telefónica para la erradicación del trabajo infantil en Latinoamérica. Durante este
tiempo hemos dado soporte en el proceso por ella abierta de «puesta en valor»
del conocimiento relevante generado en tal Programa, con la intención de poner a disposición de toda la sociedad y grupos de interés lo aprendido. Y hemos
trabajado conjuntamente en la «modelización académica» del Programa, a través del desarrollo de una metodología propia que ayude a mejorar los procesos
e instrumentos de su gestión del conocimiento.
Podemos por ello concluir que se ha creado mucho conocimiento explícito que
consta en múltiples documentos, junto con la propia historia del programa Proniño, como conocimiento vivo del que podemos aprender. Este libro es una historia de aprendizaje que Fundación Telefónica quiere compartir con nosotros.
Nos invita, en última instancia, a una reflexión conjunta y compartida que nos
comprometa a llevar un paso más allá las potencialidades que para la acción
social tiene la cultura social digital, poniéndola al servicio del desarrollo humano allí donde la vida está más amenazada.
Fernando Vidal Fernández
Doctor en Sociología y Director del Instituto Universitario
de la Familia e Infancia
Universidad Pontificia Comillas-ICAI-ICADE
Resumen ejecutivo
Este informe es un relato plural de la experiencia social, profesional y humana
que se generó en torno a Proniño, el programa de Fundación Telefónica para
contribuir a la erradicación del trabajo infantil en América Latina. Como tal, pretende no solo rescatar una historia que por diversas circunstancias hasta ahora
no había sido contada, sino también sistematizar experiencias y aprendizajes
con la esperanza de que sirvan a otros actores sociales ya involucrados o que
quieran incorporarse a esta causa por los derechos de la infancia.
El texto se articula en tres partes, que de alguna forma son también tres momentos o estilos narrativos. La primera contiene cuatro capítulos que buscan
resumir los conceptos teóricos internacionalmente reconocidos en materia de
derechos de la infancia y desde los cuales se fundamentó la intervención del
Programa. La segunda es la historia propiamente dicha de nuestras vivencias y
contiene seis capítulos en los que, como criterio metodológico, se ha buscado
ordenar los acontecimientos desde la lógica social y el modelo de toma de decisiones estratégicas que el programa fue adoptando en cada momento. Finalmente, la tercera parte busca rescatar también lo que seguramente ha sido el
verdadero motor del Programa: la forma en que fue vivido y valorado por los
propios protagonistas de la ejecución.
Primera parte
El capítulo 1 está dedicado a entender cuál es trabajo infantil que debe ser
erradicado. Y si bien este es un concepto ya sólidamente instalado en la jurisprudencia internacional y en las prácticas institucionales y de los agentes sociales de América Latina, sigue siendo un ámbito en el que se discute y problematiza, sobre todo, la forma de concretar esos marcos de derechos en la
realidad cotidiana de la infancia. Por lo tanto, a lo largo del capítulo se busca
contextualizar y entender mejor la emergencia de estos conceptos desde la
perspectiva de los propios cometidos de Proniño. Para ello se revisa la historia
moderna de los derechos de la infancia, partiendo de la Inglaterra que a principios del siglo XIX vio desarrollarse el capitalismo industrial y con él, la presencia
creciente de la infancia en las fábricas. La decisión de arrancar con un análisis
histórico de esta naturaleza no es casual; al contrario, responde al planteamiento metodológico escogido que busca entender los avances de estos derechos situándolos en el marco de los respectivos contextos históricos y de las
luchas sociales en que se produjeron.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
XXIV
Con estos criterios, podemos resumir diciendo que en este primer capítulo se
discuten tres cuestiones relevantes. La primera, la forma en que la noción del
niño como «sujeto de protección» que reflejaban las medidas adoptadas en
la Inglaterra de las primeras fábricas fue evolucionando hasta convertirlo en
«sujeto de derecho» a finales del siglo XX y ya en el presente siglo, a considerar la infancia como «sujeto social». La segunda, que el concepto de trabajo
infantil ha quedado definido por la confluencia de tres visiones de alto nivel:
la edad mínima de acceso al mercado laboral, la inviolabilidad integral de los
derechos consagrados por la Convención Internacional de Derechos del Niño
y la prohibición expresa de las que se conocen como Peores Formas de trabajo Infantil –que incluye la obligación de identificación explícita en cada país de
aquellas prácticas que por su naturaleza o condiciones en que se realizan,
constituyen formas de trabajo infantil peligroso–, y que deben ser urgentemente erradicadas. Finalmente, hay una visión que recorre todo el capítulo y
es la necesidad de analizar en cada lugar, cada situación social y cada cultural
específica, las dinámicas de involucración laboral de la infancia para identificar qué derechos se vulneran, cómo y por qué, para saber qué modalidades
de trabajo durante la niñez no son aceptables y de esta forma, darle consistencia a las intervenciones directas que buscan la erradicación y la participación efectiva de las niñas y los niños en la construcción de sus vidas, como
corresponde a la condición de sujetos de derecho y sujetos sociales que antes
mencionamos.
El capítulo 2 parte del hecho de que, a pesar de la extensa normativa de prohibición de las prácticas no aceptables de trabajo de la infancia, centenares de
millones de niños y niñas siguen en esta situación. Por lo tanto, indagamos sobre las causas que operan para producir y reproducir el trabajo infantil. Partimos de reconocer la condición de fenómeno social multicausal y multidimensional y buscamos problematizar esta enunciación en un doble sentido. Por un
lado, debido a que el trabajo infantil se asocia generalmente a la pobreza estructural, sabiendo que no toda la infancia en situación de pobreza trabaja, incluso no todos los niños que trabajan son estructuralmente pobres, hacemos
un análisis para entender mejor la vinculación entre ambas problemáticas y
encontrar así cuáles son los dispositivos y condiciones sociales que traducen la
pobreza en trabajo infantil.
La segunda cuestión que abordamos es la necesidad de separar la forma en
que debe abordarse la articulación de causas que operan a nivel macro para
poder formular políticas públicas eficaces y lo que ocurre en el nivel micro,
Resumen ejecutivo
XXV
que supone la intervención directa con colectivos concretos y acotados de
niñas y niños en situación de trabajo infantil, como es el caso de Proniño.
Desde estos planteamientos, dibujamos un esquema que, contemplando pobreza, exclusión, género, cultura, sociedad, escuela y ámbito institucional,
coloca a la familia en el centro, definiéndola como el espacio social en el que
se toman las decisiones que –directa o indirectamente– conducen al ingreso
del niño al mundo laboral.
En este capítulo se abordan asimismo las consecuencias del trabajo infantil. En
primer lugar, claro está, en los propios protagonistas, en sus vidas presentes y sus
proyectos de futuro; en su salud y desarrollo físico, pero también en su subjetividad, emociones y autoestima. Y además incorporamos otras consecuencias que
se transmiten a toda la sociedad. Aseveramos que la subsistencia de tasas significativas de trabajo infantil cuestiona seriamente la posibilidad de desarrollo social y económico a través de distintos mecanismos, incluidos los de la transmisión entre generaciones del propio trabajo infantil que se vuelve causa de sí
mismo. Y fundamentalmente, la forma en que se erosiona la calidad de ciudadanía que se construye en una sociedad cuando esta es poco sensible frente a la
situación de explotación económica y violación de derechos de su infancia.
El capítulo 3 lo dedicamos a caracterizar la situación de trabajo infantil en
América Latina y a entender las dinámicas propias con las que se produce en
nuestro continente. Para ello, trabajamos con los datos agregados y extendidos en el tiempo que recogen los informes globales cuatrienales que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha producido, remarcando la parte correspondiente a nuestra Región. Y consistente con la metodología de análisis
que hemos seguido, se busca entenderlos dentro del contexto más amplio de
evolución socioeconómica y de las actuaciones públicas contra la pobreza que
en los últimos años se han dado.
Del análisis realizado se obtuvieron varias conclusiones, pero tres de ellas particularmente relevantes: i) que la mayoría de las niñas y niños trabajadores latinoamericanos comparten escuela y trabajo, por lo que el problema no es tanto
la escolarización de los mismos, sino la capacidad de gestionar situaciones de
trabajo infantil dentro de la escuela, la retención dentro del proceso educativo
y la calidad de la educación a la que acceden, situaciones que, entre otras cosas, incentivan una deserción temprana de la escuela y producen un bajo nivel
de adquisición de las competencias educativas básicas; ii) que esto genera un
estímulo importante al ingreso al trabajo infantil en la preadolescencia y ado-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
XXVI
lescencia situando a esta franja etaria como una etapa demandante de respuestas urgentes, y iii) que las características de los desequilibrios económicos
(pobreza estructural) y territoriales (desarrollo muy desigual, ruralidad, etc.) no
resueltos, alimentan algunas bolsas de trabajo infantil muy difíciles de erradicar como son el trabajo infantil rural, en comunidades indígenas, el trabajo infantil doméstico y las peores formas vinculadas a la informalidad y la exclusión.
El capítulo 4 cierra esta primera parte y se dedica a analizar los fundamentos de
competencias y legitimidad de las empresas para intervenir en materias sociales
tan sensibles como infancia, familias y derechos. Para ello, recorremos la emergencia del concepto de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que aunque ya
consolidado, no está exento de controversias, pero que si se adopta con coherencia y extendido a todos los aspectos de la actividad empresarial, da herramientas
eficaces para intervenir con legitimidad y eficacia en estos campos.
Para llevar este marco teórico a una intervención como la de Proniño hemos
incorporado las visiones de organismos internacionales como el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, la OIT y en particular, algunos estudios de la
CEPAL en las que se fundamenta la forma en que, a través de la RSC, las empresas pueden dar un paso más allá de la filantropía y convertirse en actores
mucho más activos en las causas sociales. Con estas premisas, hemos podido
identificar al menos cinco formas en que los actores empresariales pueden
contribuir a la erradicación del trabajo infantil: cumplir el Principio 5 del Pacto
Mundial que obliga a la no presencia de trabajo infantil en los procesos de
producción; contribuir activamente para eliminarlo también en toda la cadena de producción, incluidas sus redes de suministros y de distribución; movilización del voluntariado corporativo por la causa; asociacionismo empresarial por la educación y erradicación del trabajo infantil, y finalmente;
intervención social directa para retirar a colectivos específicos de infancia de
situaciones de trabajo infantil.
Segunda parte
En esta parte se aborda la historia de Proniño desde la visión social y estratégica que se aplicó a lo largo de más de un década. Para seguir esta historia se
consideraron cinco períodos, caracterizados cada uno de ellos por circunstancias muy específicas. El primero comprende desde la creación del programa por
BellSouth en 1998 hasta su traspaso a Telefónica Móviles en el 2004. Luego se
analizan, desde su asunción por parte de Fundación Telefónica, cuatro períodos
de dos años cada uno que nos llevan hasta finales del 2012.
Resumen ejecutivo
XXVII
De este modo, en el capítulo 5 se rescata la forma en que las diversas demandas de ayuda educativa que BellSouth OCETEL de Ecuador estaba recibiendo, condujeron a que el Comité Ejecutivo de esta compañía de telecomunicaciones decidiese dar una respuesta global a través de una iniciativa que
luego se extendería a otros nueve países latinoamericanos con el nombre de
Proniño. El análisis que se hace de su evolución, pero sobre todo de la visión
social que el programa incorporó, tiene por objetivo rescatar estos antecedentes y formalizar algunos aprendizajes que luego permiten entender mejor
el resto de la historia. En particular, se pone aquí mucha atención en el proceso de toma de decisiones sociales en una empresa comprometida, lo que nos
permitió extraer un modelo que denominamos el ciclo de creación y ejecución
de un Programa Social en el marco empresarial y que pone foco en cuatro
instancias o «momentos» de la vida de los proyectos: i) el marco de referencia que constituye la visión social de la organización empresarial; ii) el proyecto técnico que concreta la propuesta de valor social; iii) la evaluación de los
riesgos reputacionales asociados, y iv) la movilización de recursos y ejecución
del proyecto.
El capítulo 6 relata la nueva situación originada por la compra de los activos de
BellSouth en diez países de Latinoamérica por parte de Telefónica Móviles y la
decisión de darle continuidad a Proniño, por lo que la gestión del mismo fue
asumida corporativamente por la Fundación Telefónica, quien –desde esta responsabilidad– propuso darle al programa un mayor impacto socio-institucional
y para ello, adoptó una estrategia que denominó Crecer con Calidad, apoyada
en cinco palancas: i) Acometer un crecimiento acelerado para ampliar la cobertura social; ii) Ajustar el foco de la intervención orientándola hacia el compromiso de contribuir significativamente con la erradicación del trabajo infantil en los
países de América Latina en que Telefónica estaba presente; iii) Incorporar y
desarrollar los principios de intervención que marcaban los organismos internacionales y las experiencias más avanzadas en la materia; iv) Propiciar un diálogo intenso y efectivo entre los agentes sociales involucrados en la causa, y v)
Poner en valor social fortalezas específicas del negocio para mejorar la eficacia
y promover la innovación en la intervención social. Esta estrategia, antes de ser
puesta en marcha, fue sometida a un exhaustivo análisis de relevancia de impacto social y de los riesgos reputacionales que implicaba su puesta en marcha. El ejercicio se repitió en las nuevas estrategias que en cada período analizado se fueron planteando, por lo que en lo sucesivo, aunque no se mencionan,
debe entenderse que siempre existieron tales análisis.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
XXVIII
Producto de esta estrategia, dos años más tarde el número de participantes del
Programa se había incrementado en un 120%, las escuelas y ONG aliadas prácticamente se habían duplicado y se había realizado en Ecuador el Primer Encuentro Internacional contra el Trabajo Infantil en Latinoamérica. Pero sobre
todo, empezábamos a ensayar formas de innovación social que años más tarde
cambiarían radicalmente la cara del programa.
El capítulo 7 relata los acontecimientos ocurridos entre 2007 y 2008. Este período tuvo como contexto las buenas expectativas socioeconómicas de América Latina y una nueva formulación estratégica por parte de Telefónica Latinoamérica (denominada Plan Ahora) en la que se concebía a la empresa como un
espacio de producción de servicios avanzados pero también de valor social, integrado por varios actores –los más significativos de cara al Plan son los empleados, los accionistas, el mercado y la propia sociedad– y que, por lo tanto,
todos ellos tenían que ser retribuidos con valor económico y social. En este
marco Fundación Telefónica consideró pertinente dar otro salto en la dimensión del impacto social de sus actividades, y planteó para Proniño una nueva
estrategia que se denominó el Nuevo Paradigma de Intervención. Las claves de
la misma podrían resumirse en el reto de duplicar anualmente en los dos años
siguientes su cobertura e incorporar los aprendizajes de las experiencias nacionales más avanzadas (fundamentalmente Brasil, Colombia y Ecuador) para
reordenar su actuación en dos ejes que se identificaron como Protección Integral del Niño y su Familia (procesos de restitución plena de derechos afectados
por el trabajo infantil ) y Fortalecimiento Socio-institucional (aporte a la mejora
de las instituciones y de otros agentes y redes por la infancia). Pero además, se
incorporó con carácter diferencial y específico un Eje de Calidad Educativa, en
donde, entre otras innovaciones, comenzó a desarrollarse una estrategia de
mejora educativa a través de las TIC en el aula en las escuelas vinculadas a Proniño, transfiriendo de esta forma al ámbito del Programa la experiencia de la
Fundación Telefónica sobre educación en red y generación de nuevos paradigmas educativos construidos en otros sectores sociales.
Al final de esta etapa, el Programa ya había superado los cien mil niños y niñas,
diez veces más que cuando Fundación Telefónica asumió el programa tres años
antes, 129 escuelas habían sido dotadas con recursos tecnológicos y acceso a
Internet (estas dotaciones tecnológicas se denominaron Aulas Fundación Telefónica) y lo que es más importante, más de ocho mil educadores ubicados en zonas
de precariedad y trabajo infantil recibían formación digital, lo que permitió que la
mitad de ellos estuviesen ya publicando contenidos educativos en la red virtual
Resumen ejecutivo
XXIX
internacional que vinculaba a escuelas de los trece países en que Proniño actuaba. También se consolidó como hito bienal el Encuentro Internacional contra el
Trabajo Infantil, con una segunda edición que se celebró en Perú en el 2008.
El capítulo 8 da cuenta de las decisiones que tuvieron que tomarse para el período 2009-2010. La gestación de la visión estratégica con que se abordó esta
etapa tuvo tres momentos importantes y de intensos aprendizajes para nosotros. En el primero, como conclusión de un proceso de reflexión iniciado unos
meses antes, se entendió que se había logrado ya una dimensión social importante, que permitía concentrarse más en los temas de calidad e innovación,
particularmente en los aspectos de educación y de movilización social e institucional por la causa, y además, en la propia gestión del Programa, que ya se
había vuelvo complejo y muy capilar. Por ello se decidió reducir la intensidad del
crecimiento en Protección Integral y dedicar más recursos a las otras actuaciones mencionadas. Sin embargo, esta decisión llegaba cuando en el 2009, América Latina recibió el impacto de la crisis mundial, lo que se tradujo en el primer
retroceso del PIB regional después de muchos años de crecimiento sostenido.
Por ello, y considerando que en Telefónica Latinoamérica, desde la responsabilidad empresarial se buscaba transmitir mensajes contra cíclicos, es decir, que
en tiempo de crisis había que sostener el esfuerzo social, Fundación Telefónica
decidió reestructurar su estrategia de crecimiento agregando más niños y niñas, pero lo hizo aplicando criterios que buscaban incrementar la calidad y el
impacto de la intervención. A esto se lo denominó Intervenciones de Alto Impacto y bajo este esquema se procedió a un plus de crecimiento. El tercer momento, y que para nosotros fue también un gran reto, estuvo centrado en la
introducción de los conceptos de Redes Sociales 2.0 en todas las dinámicas del
Programa, pero fundamentalmente en aquellas que se referían a la movilización social y la creación de conocimientos colaborativos sobre trabajo infantil.
Fue lo que llamamos Proniño 2.0.
Todas estas cuestiones tornaron mucho más urgente y crítico el ser muy eficaces (y eficientes) en la gestión y control social del Programa. Por ello fue también un período en el que se volcó mucho esfuerzo al diseño de una potente
herramienta de gestión en red, que se denominó Sistema Internacional de Monitoreo (SIM). Y la convicción de que la eficacia y la calidad del Programa dependían críticamente de la capacidad de las personas y las organizaciones implicados en la ejecución, nos llevó a introducir una nueva línea de trabajo y que en
términos genéricos denominamos Desarrollo de los Agentes Ejecutores, a través de formación a los técnicos y de distintos procesos de auditorías institucio-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
XXX
nales participativas a las organizaciones con el objeto de identificar fortalezas y
aspectos de mejora que había que encarar.
Estas visiones nos llevaron a un nuevo salto en la dimensión y cometidos del
Programa, que al final del 2010 superó los 211.000 niños y niñas en situación
de protección y restitución de derechos. Al mismo tiempo, el importante número de educadores que ya se habían incorporados a las redes digitales de formación y creación colaborativa de contenidos pedagógicos trajo como añadido
que las prácticas educativas inclusivas, en valores y de calidad creciente, permitían legítimamente considerar a los alumnos «no Proniño» de las escuelas con
Aulas Fundación Telefónica como un nuevo colectivo de beneficiarios del Programa, lo que significaba duplicar por esta vía la cobertura del mismo. Y el Encuentro Internacional contra el Trabajo Infantil correspondiente a este período,
que se realizó presencialmente en Colombia, presentó la innovación de contar
con una fase virtual previa de dos meses en la que más de siete mil personas se
implicaron por la infancia y sus derechos.
En el capítulo 9 se analiza el período 2011-2012 y, por lo tanto, es casi la historia del presente. Por ello, la estrategia correspondiente a estos años –en cuanto
representación del futuro deseado– apunta a lo que sin duda es un punto crítico, de no retorno para la situación del trabajo infantil en Latinoamérica y que se
estructura en torno a dos grandes eventos: la III Conferencia Mundial sobre el
tema del 2013 en Brasil y las metas regionales de llegar al año 2016 habiendo
erradicado totalmente las peores formas de trabajo infantil.
Por esta razón, el Programa se reordenó, otra vez, en dos dimensiones: en primer lugar, dándole mayor peso e identidad a las actuaciones en Incidencia y
Movilización Socio-institucional con el objetivo de promover una mayor contribución de la sociedad civil al logro de estas metas regionales y a hacer de la
Gestión del Conocimiento un instrumento para la mejora de nuestras propias
prácticas y la de otros actores; y en segundo lugar, dándole más claridad y profundidad a la Intervención Directa, buscando mayor eficacia en los dos cometidos sociales que, en definitiva, resumen los objetivos de la intervención: lograr
el Retiro Sostenible de las niñas y niños incorporados al programa, pero también, y de manera especial, contribuir a la construcción de entornos familiares,
comunitarios, escolares e institucionales adecuados para que tengan la oportunidad real de construir Proyectos de Vida dignos como personas, trabajadores y ciudadanos, conforme a los conceptos del buen vivir generados en la práctica social reciente.
Resumen ejecutivo
XXXI
De esta manera, al final de este período encontramos un programa con cinco
grandes focos estratégicos: Retiro Sostenible, Proyecto de Vida, Movilización
e Incidencia, Gestión del Conocimiento y Desarrollo de los Agentes Sociales
aliados. Todo esto apoyado en una Plataforma de Gestión avanzada en red y
el uso intensivo de los conceptos de Redes Sociales 2.0 y de la cultura digital
como instrumento de nuevas soluciones a los problemas sociales. Como en
períodos anteriores, se siguieron con los Encuentros Internacionales, pero
esta vez programados a lo largo de un año al incluir un intenso trabajo de foros y debates en red, soportados en otro gran logro, la Red Latinoamericana
contra el Trabajo Infantil (Red LACTI) impulsada en forma conjunta por la OIT
y Fundación Telefónica.
Por eso, intentando hacer un resumen cualitativo del nivel de desarrollo alcanzado por el programa se proponen cuatro palabras: Dimensión, Innovación,
Densidad, Complejidad, todas ellas seguidas por el adjetivo «social». Y por supuesto, con muchas preguntas sobre el futuro del Programa y que, naturalmente, se corresponden con los grandes desafíos que en materia de infancia y derechos se le plantean a América Latina. Por ello, el relato hecho propone para el
cierre de esta historia algunas certezas que sin duda sirven para afrontar el futuro que se abre: en estos años, más de 650.000 niños y niñas, de una forma u
otra, pudieron mejorar su vida y por ello, tenemos la convicción de que es posible erradicar esta terrible forma de conculcación de los derechos de la infancia.
El capítulo 10 funciona como una síntesis que pone en relieve que esta trayectoria de Proniño también puede contarse describiendo los retos que se nos fueron planteando, entendiendo por tales a aquellas metas que parecían desafíos
muy difíciles de superar pero que, desde la planificación, la profesionalidad y el
compromiso personal, siempre se llegaron a cumplir. En este sentido, identificamos cinco retos: i) el crecimiento acelerado; ii) la innovación educativa en los
entornos de pobreza aplicando las TIC; iii) la creación de una herramienta avanzada de gestión social en red, que más allá de la plataforma técnica que desarrolló, significó poner en común lo mejor de las prácticas empresariales (la eficiencia) y del tercer sector (la eficacia) en una misma cultura de gestión
responsable; iv) la introducción de las Redes Sociales 2.0 y la cultura 3C que
implicaban (conversar, compartir, cooperar), y v) movilizar desde el conocimiento. Decimos también que hubo un sexto reto: el entender que los anteriores no fueron casuales, sino parte de un proyecto social que desde el primer
momento y a través de su Misión expresó la voluntad de contribuir significativamente a la erradicación del trabajo infantil en América Latina.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
XXXII
Tercera parte
Es en realidad un epílogo con el que se busca cerrar esta historia, pero no con
nuevos datos o planteamientos estratégicos, sino con comentarios de personas que hicieron y vivieron el programa. A ellos les preguntamos simplemente,
y desde la perspectiva de sus día a día, qué Aportaciones, Innovaciones y Logros
ha supuesto el Programa a lo largo de estos años. El resultado es una tal vez
extraña pero bella mezcla de perspicaces observaciones y sentidas emociones.
Seguramente, la mejor síntesis que se puede hacer de Proniño.
Parte
I
Fundamentos para
la intervención social
de las empresas en
la defensa de los
derechos de la
infancia
1. Conceptos y contexto para entender el trabajo
infantil en América Latina
2. Causas y consecuencias del trabajo infantil
en América Latina
3. La situación del trabajo infantil en América Latina
en la primera década del siglo XXI
4. Empresa e intervención social
11
35
80
105
Introducción
Una historia no contada
A finales de la década de los noventa, la OIT cifraba en torno a 17 millones los
niños, niñas y adolescentes que trabajaban en América Latina y el Caribe en
condiciones que vulneraban claramente los derechos establecidos por la Convención Internacional de Derechos del Niño (1989). Esto implicaba que casi
uno de cada cinco estaba en situación de trabajo infantil, lo que, entre otras
consecuencias, constituía un factor relevante para explicar el absentismo y la
posterior deserción escolar en la Región.
«
Tengo 11 años y trabajo buscando cosas en la basura para vender y
para comer. Salgo a la noche con mi hermana hasta las tres de la mañana, todos los días… Muchas veces me lastimé con vidrios y hierros…
¿Ves? Acá tengo marcas… A veces tengo miedo de los autos que no me
vean y me atropellen. Otras veces de la gente…»
Entrevista a una becada (2002)
No es de extrañar entonces que en 1998 el Comité Ejecutivo de la entonces
BellSouth OCETEL de Ecuador, frente al creciente número de solicitudes de
apoyo que recibía, fundamentalmente, para temas educativos y que, hasta entonces, habían sido respondidas de una forma un tanto individual y filantrópica, decidió atenderlas a través de una iniciativa social orientada a la infancia
trabajadora con la siguiente misión:
«Mejorar la calidad de vida de la comunidad en la que nos desenvolvemos,
apoyando a los niños, niñas y jóvenes trabajadores en su proceso
educativo, para lograr la formación de nuevos líderes y mejores
profesionales1.»
Por las mismas fechas, BellSouth Internacional buscaba dotarse de una única
agenda social latinoamericana, conformada por proyectos que pudiesen aprovechar la experiencia de su Fundación en el área educativa y que se orientasen
1.
Programa BellSouth Proniño, Informe visita 2002, Documento interno de FT Ecuador.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
4
a la resolución de problemas sociales significativos y, de alguna manera, comunes a todos los países.
La buena acogida tanto externa (la sociedad) como interna (los empleados, la
alta dirección) del proyecto social lanzado en Ecuador, hizo que en el año 2000
se replicase también en Argentina, Colombia, Chile, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela con el nombre de BellSouth Proniño. Y para
construir una única visión regional, su Misión de alto nivel se definió como:
«Escolarización de niños y niñas trabajadores, con la intención de
garantizar su acceso y permanencia en la escuela2.»
A finales del año 2004, cuando Movistar-Telefónica adquirió los activos de BellSouth en la Región, el programa –que ya por entonces reportaba 10.082 niños
y niñas becados– fue uno de los temas que con mayor celo se trató a la hora de
definir términos y compromisos para el traspaso de activos. Telefónica expresó
entonces el compromiso no solo de mantener esta aportación a la infancia y a
las sociedades de América Latina, sino de ampliar su impacto social por la vía
de mayor cantidad de niños protegidos y de una formulación más ambiciosa de
los objetivos del programa.
«
… Solamente voy a comentar lo que es primario porque, como dice
Carlos, nosotros tenemos relatos extremadamente grandes, ¿no? y
contados a veces dan ganas de llorar…»
Testimonio de un adolescente en el Encuentro de
Jóvenes Egresados de Proniño – Bogotá, 2010
Desde ese momento, en solo 7 años, Proniño multiplicó su cobertura social casi 30
veces, llegando a movilizar a más de seis mil trabajadores sociales en 14 países de
América Latina. Detrás de este desarrollo vertiginoso, inédito tanto en el ámbito
social como empresarial, hay una inmensidad de complejas y sensibles situaciones
que hubo que resolver. Muchas veces se tuvo que inventar soluciones, ya que no
existían experiencias de esta magnitud impulsadas desde el sector privado.
2.
BellSouth Proniño 2001-2004, Documento interno de FT.
Introducción
5
Es decir, hay una historia que articula muchas dimensiones: social, empresarial, profesional, humana. Una historia que, seguramente, como precio a la
intensa dedicación por parte de los equipos de Proniño a la causa… ¡se quedó
sin contar!
Y si no se cuentan historias como estas, junto con el relato que se diluye, también se pierden los aprendizajes, los modelos de toma de decisión que se usaron en la rica frontera entre lo social y lo empresarial, las vivencias profundamente humanas de los protagonistas –los niños y niñas en primer lugar– y la
forma en que se fue organizando internacionalmente la actividad de los profesionales altamente calificados que este tipo de intervención social requiere.
Por lo tanto, el cometido de este informe es sencillamente este: contar una
historia que permita entender cómo se llegó a la realidad actual y hacer una
primera formalización de los aprendizajes colectivos adquiridos.
Criterios y organización del informe
El relato que aquí se propone, si bien rescata a modo de necesarios antecedentes la fase que va desde su creación (1998) hasta su traspaso a Movistar-Telefónica (2004), se centra fundamentalmente en el período 2005-2012, que es el
que corresponde a la gestión de Fundación Telefónica, como responsable de la
Acción Social del Grupo Telefónica.
Naturalmente, se torna imposible construir un relato que abarque todas las vivencias de los miles y miles de protagonistas: niños, niñas, familias, ONG, trabajadores sociales, voluntarios de Telefónica, instituciones públicas, aliados,
etc. Por ello, hemos optado por poner el foco en los aspectos de los cuales creemos que se pueden extraer más y mejores aprendizajes: la visión social y la visión estratégica con la que se gestionó la expansión del programa. Una visión
necesariamente de alto nivel, pero que al mismo tiempo debe ser evaluada por
la capacidad que presentó para dar respuestas a las cuestiones del día a día.
Pero para poder explicar los criterios estratégicos seguidos, primero es necesario fundamentar la concepción de trabajo infantil que ha estado presente en las
grandes decisiones de Fundación Telefónica y de la red de aliados que articula
Proniño. También se requiere abordar el marco conceptual de la Responsabilidad Social Empresarial que una empresa necesita para dar legitimidad y consistencia a su compromiso con una causa tan compleja. Por supuesto, este apartado del relato funciona solo como ejercicio de contextualización, ya que un
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
6
análisis en profundidad de estos temas daría lugar a un libro con muchos y más
complejos capítulos.
Para esto, además de las fuentes de documentación que producen los organismos oficiales nacionales e internacionales, en especial la OIT y su Programa
IPEC, se ha buscado utilizar como fuente de doctrina y de experiencias de las
cuales aprender, a los estudios e investigaciones que Proniño ha realizado. No
solo por el acceso más fácil que se tiene a ellos, sino también porque estos materiales poseen otro importantísimo valor añadido: son conceptualizaciones
originadas al calor de los desafíos que tuvimos que afrontar en nuestra intervención social, es decir nuestro propio proceso de acción/reflexión.
En definitiva, con arreglo a estos criterios, el informe está estructurado en tres
grandes partes:
PARTE 1. Comprensión del trabajo infantil, de las dinámicas que adoptan en
Latinoamérica y de los fundamentos de la Responsabilidad Social Empresarial
que hace, como se dijo, legítima y coherente la intervención del sector privado
en la búsqueda de soluciones colectivas y colaborativas para los grandes problemas de la sociedad, particularmente, aquellos que afectan a los sectores
sociales o poblacionales más vulnerables.
PARTE 2. El desarrollo del programa, conectando la evolución de sus grandes
indicadores (obertura, resultados sociales, ONG implicadas, modelos de intervención, etc.) con la lógica social y estratégica de alto nivel desde la cual se
planificó la evolución. Básicamente, se contemplan cinco períodos: desde la
creación del programa hasta 2004, 2005-2006, 2007-2008, 2009-2010 y finalmente, 2011-2012. La identificación de estos períodos no es arbitraria sino
que, como se verá, responde a momentos estratégicos diferentes.
PARTE 3. De tipo conclusiva. Incluye la valoración de lo que los actores consideran aportaciones, innovaciones y logros del Programa.
Criterios seguidos para análisis
En primer lugar, es fundamental señalar que el autor de este informe ha privilegiado los consensos generales con que se movió el programa antes que sus
propias visiones y opiniones particulares. Por supuesto, esto no asegura que en
varios apartados, tanto el enfoque de los temas como las conclusiones que se
obtienen, no estén sesgadas por el marco de pensamiento de quien las realiza.
Introducción
7
Aun así, la revisión a la que ha sido sometido el informe buscó que las conclusiones pudieran contener en lo esencial las percepciones de las muchas personas que han hecho Proniño. Además, esta opción por los relatos compartidos
se refleja en el estilo narrativo adoptado, ya que el narrador de la historia es un
«nosotros», una persona plural que aspira a resumir, lo más fielmente posible,
esta mirada colectiva.
Entrando ya en consideraciones más metodológicas, los procedimientos seguidos, como es natural, varían conforme a los contenidos y cometidos de cada
una de las partes. Por ello, en la primera parte prima la visión analítica, ya que
es un tema que tiene una larga trayectoria, que trata multidisciplinarmente
materias complejas y que requiere manejar una gran cantidad de información.
En muchos casos es de carácter histórico y tiene que ver con la evolución del
derecho, de la economía, de la propia sociedad, de los servicios básicos, particularmente la educación. Ello exige un gran esfuerzo analítico, pero, fundamentalmente, un ejercicio de conceptualización y síntesis. En definitiva, más que enumerar derechos o causalidades, en todo momento lo que se busca es entender
qué había detrás de cada tema y cómo afectaba a la infancia.
Para hacer una interpretación no mecanicista de los derechos, hay que tomar
en consideración los contextos sociales en los que fueron surgiendo, cuál era la
situación real de la niñez en ellos y, desde allí, qué instrumentos de protección
se fueron creando. Además, cuando se profundiza en este proceso, se descubre
que cada norma es, en general, la conclusión de intensos debates sociales e
ideológicos. De ahí que reflejen concepciones específicas de la infancia, al tiempo que son parte de derechos más amplios que se han ido generando. Es decir,
que los derechos de la infancia no pueden comprenderse sin tener una visión
antropológica y social de la misma.
Por ello, desde la perspectiva de Proniño hemos tratado siempre de clarificar al
menos dos cosas: cuál es el discurso social sobre la infancia que en cada momento y cada lugar se construye, y desde allí, qué consideraciones deben tenerse en cuenta desde un programa que interviene en forma directa en la vida
de los niños y niñas y sus entornos familiares y comunitarios.
La segunda parte es el relato de la historia propiamente dicha. Por tanto, se
basó en la realización de tres movimientos conceptuales:
Recuperación de los acontecimientos a través de la experiencia y la memoria
de los actores, y de la documentación disponible que muchas veces se trataba
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
8
de simples documentos de trabajo internos existentes en distintos archivos físicos o electrónicos.
Desde las categorías de alto nivel que ya dijimos, pusimos foco en las estrategias y visiones sociales que se adoptaron, como forma de crear un relato coherente que fuese explicando en cada momento las grandes decisiones tomadas.
Finalmente, se volvió hacia los actores para que validaran si sus experiencias y
visiones estaban razonablemente recogidas.
Y por último, la tercera parte del informe pasa intencionadamente a un estilo,
más subjetivo y cualitativo, con un relato coral construido a partir de las opiniones vertidas por personas clave, representativas de los que han dado voz, sentimientos y fundamentos a esta historia social por la infancia.
Terminología
El informe respeta la terminología ya asentada por su uso en el ámbito de los
derechos de la infancia y la lucha contra el trabajo infantil, siguiendo además
conceptos establecidos por los organismos internacionales que lideran estas
causas. Igual criterio se aplica a temas empresariales.
A efecto de simplificar, acortar los textos y evitar reiteraciones, hemos preferido
utilizar abreviaturas de uso frecuente, las cuales se glosan en un listado previo.
Capítulo
1
Conceptos y contexto
para entender el trabajo
infantil en América Latina
1.1 Pero ¿qué es trabajo infantil?: una primera aproximación
1.2 Un largo camino hasta llegar a los derechos de la infancia
actuales
1.3 El avance de la legislación en la primera mitad del siglo xx
1.4 La Convención Internacional de los Derechos del Niño
(CDN)
1.5 Convenios y acuerdos vinculados específicamente al TI
1.6 Problematizando las definiciones y metas construidas
históricamente
1.7 A modo de síntesis histórica
12
15
18
20
25
29
31
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
12
1.1 Pero ¿qué es trabajo infantil?: una primera aproximación
Una de las dificultades que aparece cuando se habla de trabajo infantil (en adelante TI), especialmente en el marco de campañas y/o actividades de sensibilización, es que los términos «infancia» y «trabajo» son en sí mismos positivos,
y probablemente construyen una de las más hermosas síntesis de las potencialidades humanas: el trabajo no es sino la capacidad individual y social acumulativa del ser humano para transformar el entorno, la sociedad y a los propios individuos; mientras que las condiciones en que se desarrolla la infancia
resumen la eficacia del presente para construir condiciones de futuro digno.
«
La pregunta que me hago es cómo hacer para que cuando hablo comunicativamente sobre trabajo infantil, rápidamente en la mente de mi
interlocutor aparezca la imagen de un niño soldado, de una niña en explotación sexual o de un niño en la extracción de cal y no se represente
en su cabeza la imagen de su hijo ayudando en la casa en la alimentación de los animales, o realizando algún tipo de actividad laboral en
época de vacaciones, o en un taller mecánico como aprendiz, respetando todo lo que la ley manda para la educación laboral formal… No creo
que nadie pueda afirma que el trabajo realizado por un niño buscando
vidrio en los vertederos es formativo; que una niña en prostitución se
está formando y la hace más responsable; que un niño que se dedica 10
horas al día a la cosecha de algodón se está capacitando.»
(Relato de un participante del taller sobre comunicación y TI
organizado por OIT. TI, comunicación y opinión pública.
Orientaciones para elaborar estrategias nacionales de
comunicación sobre TI. IPEC. Oficina Regional para América
Latina y el Caribe. 2009, p. 16)
Sin embargo, puestos juntos, pueden hacer virar la comprensión hacia dos polos totalmente opuestos: rechazo a cualquier trabajo realizado por los niños y
niñas, o por el contrario, positivización de cualquier actividad realizada, en términos de aportación a la formación y desarrollo de los mismos.
Es por esta razón que Giselle Silva dice que «…definir lo que puede ser considerado trabajo infantil es complejo, ya que supone un conjunto de consideracio-
Conceptos y contexto para entender el trabajo infantil en América...
13
nes ideológicas y culturales. Que los niños trabajen puede ser visto como parte
del aprendizaje cultural propio del proceso de socialización, como un derecho a
ser respetado o como una actividad a través de la cual el menor es explotado,
se perjudica su desarrollo y escolaridad»1.
No hay, por tanto, una línea divisoria clara y predeterminada entre lo que pueden ser actividades enriquecedoras, formadoras, y aquellas que decididamente
son prácticas inaceptables.
Estos mismos conceptos han sido utilizados por diferentes organizaciones de
Proniño, pero movidas por un imperativo concreto: decidir y organizar la intervención social orientada a erradicar y prevenir las formas no aceptables de TI en cada
lugar específico en que se actúa, debido a la necesidad de formular diagnósticos
y diseñar modelos eficaces de intervención en contextos muy complejos. Como
ejemplo, un informe de Proniño Uruguay, con un título que funciona como una
provocadora y, al mismo tiempo, muy buena síntesis del problema: La paradoja
de la sobrevivencia en la basura. La salvación es a su vez la condena2 y que viene
a decir que «la inclusión de una actividad específica dentro del campo de trabajo
infantil a ser erradicado, dependerá de la edad, del tipo de trabajo en cuestión y la
cantidad de horas que le dedica, las condiciones en que lo realiza y los objetivos
que persigue cada país», porque, en definitiva, de lo que se trata es de poder entender en qué momento la actividad desempeñada perjudica al niño.
La OIT reconoce también que no todo el trabajo efectuado por niños y niñas
debe ser clasificado como TI que deba ser erradicado: su participación en un
trabajo que no afecta a su salud y desarrollo personal o no interfiere con su
educación es considerado, por lo general, como algo positivo. Esto incluye, por
ejemplo, actividades como ayudar a sus padres en la casa, asistir en un negocio
familiar o ganarse algún dinero para gastos personales en vacaciones.
De esta forma, se puede entender mejor cuáles son las actividades perjudiciales para el desarrollo del niño y el concepto de Trabajo Infantil queda entonces
reservado para aquellas prácticas que privan a la niñez de su infancia, su potencial y su dignidad. Por lo tanto, se refiere fundamentalmente al trabajo que es
física, mental, social o moralmente perjudicial, o que interfiere en su escolariza-
1.
Voces sobre el trabajo infantil: actitudes y vivencias de padres, madres y maestros de niños que trabajan, p. 23, IEP
Instituto de Estudios Peruanos. Fundación Telefónica, 2010.
2. TI en el Uruguay: La paradoja de la sobrevivencia en la basura. La salvación es a su vez la condena, Programa Proniño de
Telefónica Uruguay, Fundación Telefónica, Gurises Unidos, Uruguay, 2010, p. 16.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
14
ción, al impedirle ir a la escuela, obligarle a abandonar prematuramente las aulas o exigir un sobreesfuerzo para combinar su asistencia con largas jornadas de
trabajo pesado.
En sus formas más extremas, el TI implica situaciones en que el niño es prácticamente esclavizado, separado de su familia, expuesto a graves riesgos y enfermedades y/o abandonado a valerse por sí mismo en las calles de las grandes
ciudades, a menudo a muy corta edad3. Naturalmente, esta visión doctrinaria
de la OIT, formulada principalmente a través de su programa IPEC, es la que
asume Proniño.
Con esta primera aproximación buscamos llamar la atención sobre las dimensiones que aparecen cuando se intenta construir un concepto de TI.
Hay, en primer lugar, una perspectiva de derechos de la infancia y que surge al
mencionar las prácticas laborales que vulneran o restringen aquellos derechos
que les son reconocidos a los niños y niñas. Es decir, que el concepto de TI surge
de la interpretación positiva de la normativa jurídica, fundamentalmente, la internacional. Pero el hecho de que esta normativa requiriese de un desarrollo y
maduración de más de dos siglos hasta alcanzar el estado actual, implica que
es una construcción histórica que se ha ido haciendo de una forma compleja y
no exenta de conflictos y visiones encontradas.
En segundo lugar, se reconoce la necesidad de vincular las prácticas laborales
de los niños y niñas a las condiciones sociales, comunitarias y familiares que
configuran los entornos específicos en los que hay que determinar si una actividad infantil debe o no ser considerada TI.
Finalmente, aunque no hemos hecho ninguna mención expresa al tema, o mejor dicho, por no haberlo hecho, queda claro que hemos apelado a una idea de
infancia y adolescencia definida implícitamente por un rango de edad que va
hasta los 18 años. Sin embargo, dado que niñez y juventud no son sino etapas
del desarrollo de cada persona (madurez psicológica y emocional, adquisición
de destrezas para la vida, autonomía, etc.) en realidad, se inscriben en una dimensión esencialmente sociológica y/o antropológica que, como veremos más
adelante, genera muchos debates, ya que dependen de la cultura y la historia
de los lugares en que se interviene socialmente.
3.
Guía I: Introducción al problema del TI (Ginebra, OIT, 2008), p. 8, tomado a su vez de Un futuro sin TI (Ginebra, OIT, 2002)
Conceptos y contexto para entender el trabajo infantil en América...
15
En definitiva¸ retengamos estas dimensiones, porque en los párrafos que siguen intentaremos abordar la cuestión del TI desde las distintas perspectivas
que cada una de ellas suponen.
1.2 Un largo camino hasta llegar a los derechos
de la infancia actuales
Si la definición de TI está muy atada al desarrollo de los derechos de la infancia,
es importante comprender su evolución, no solo como sucesión de hitos y normativas, sino como procesos sociales que se fueron articulando en torno a los
modelos y circunstancias de incorporación de los niños y niñas al trabajo.
Por ello, nuestra intención no es tanto rastrear exhaustivamente la emergencia
de normativas orientadas a proteger a la infancia –hay ya mucha investigación
y publicaciones disponibles al respecto–, sino entender los grandes conceptos
sociales que son aplicables y pertinentes a un programa como Proniño. Y no es
una tarea menor, porque en última instancia, implica interrogarnos no solo sobre la historia del TI, sino por la propia historia de la infancia, en la que pueden
constatarse distintas modalidades de explotación económica de los niños.
Sin embargo, para entender los orígenes del actual cuerpo jurídico de protección de la infancia, a efectos prácticos, la gran mayoría de los autores se remiten a la emergencia del capitalismo moderno como forma dominante de organización de la producción económica y, en consecuencia, de la sociedad en su
conjunto. Tal vez por ello, el primer capítulo de un informe de OIT/IPEC del año
20074, se titula «Gran Bretaña: donde empezó todo» en referencia a la primera
legislación que en materia de TI, se produjo en las primeras décadas del siglo XIX
en Europa.
Para nosotros tiene sentido plantear este punto departida, porque al situar
«como inicio de todo» a la Inglaterra de la Revolución Industrial movida por la
invención de la máquina de vapor y el modo de producción capitalista a gran
escala que de ella devino en Europa en la segunda mitad del siglo XVIII, se identifica un espacio sociohistórico concreto que permite entender las modalidades específicas de vinculación de los niños al trabajo en el mundo moderno y
las respuestas sociales y jurídicas que se han producido.
4.
Herrera Valencia, Beethoven; Ayala, Martha; Vidal Castaño, José, El movimiento obrero en las Américas y su lucha contra
el TI: Acercamiento a las experiencias sindicales para la erradicación del TI en las Américas, San José, OIT, 2007, p. 19.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
16
La vinculación del TI con la emergencia de un determinado modelo productivo en expansión colonial, y que siglos más tarde cubriría prácticamente todo
el planeta, permite entender la forma en que los relatos culturales y las concepciones sociales a él asociadas también se fueron trasladando al resto del
mundo.
«
… debemos distanciarnos de nuestra visión capitalista y etnocéntrica
pues, al contrario (de lo que nos ocurre a nosotros) no hay (en las poblaciones indígenas) una dicotomía en las relaciones hombre/naturaleza»
«… hasta donde sabemos y la historia nos muestra, no existía el TI en
las comunidades (indígenas), más bien este se presenta como una
herencia colonial y como parte de la entrada de la modernización de
la agricultura familiar-comunitaria.»
«… el reto para aplicar la doctrina de la protección integral, más allá
de los universalismos o relativismos es grande, obligando a repensar
las categorías de la universalidad, focalización, etc. dentro de políticas
públicas que respeten el derecho consuetudinario de las poblaciones
indígenas y las normas internacionales...»
Comentarios recogidos en la Fase Virtual del IV Encuentro
Internacional contra el TI, primera Fase, sede Ecuador, 2012
Por ello, algunos autores de finales del siglo XX han buscado reconstruir el origen de la modernidad y del sistema-mundo resultante, a través de otros relatos
que buscan integrar varias dimensiones, además de la producción económica:
desde lo político, analizando los ciclos de hegemonía mundial en los últimos
cinco siglos, hasta lo cultural, con la crítica a la universalización/imposición a
las colonias y a las periferias del sistema, de los valores y de aquellas visiones
del mundo que no eran sino particulares de los centros hegemónicos. Dentro
de esta reconstrucción de la historia de las partes del mundo no centrales, se
incluye la forma en que se conceptualizan los orígenes del TI en América Latina:
«… la raza y la subsiguiente división del trabajo, quedaron estructuralmente
asociadas, se reforzaron mutuamente y produjeron una visión racial del trabajo
(Quijano, 2000: 204) que se prolongó durante el período colonial como un ras-
Conceptos y contexto para entender el trabajo infantil en América...
17
go fundamental del capitalismo moderno/colonial. El carácter racial de las relaciones de producción hizo posible que el cuerpo y la reproducción quedaran involucrados como aspectos centrales de esta relación. Esto significa que como
forma para dominar/explotar la población, los niños quedaron atrapados en
este patrón de poder y convertidos en objetos de explotación hasta comienzos
del siglo XIX.»5
Si se pierden de vista estas perspectivas, el modelo de pensar el TI y sus soluciones, tiende a deslizarse hacia un cierto eurocentrismo conceptual, ya que al
trasladar mecánicamente a otros lugares y otras situaciones sociales el modelo
jurídico de protección de la infancia surgido en este contexto sociohistórico europeo, se trasladan también las concepciones culturales y los supuestos socioeconómicos que funcionaron como fundamentos de las normativas generadas y que, por supuesto, no siempre son aplicables, o al menos no siempre son
igual de eficaces, en otras situaciones sociales, por ejemplo, pueblos indígenas,
modelos productivos muy desestructurados, países con escaso desarrollo del
estado de bienestar social, etc.
Con todo, aunque pueda discutirse si en rigor aquella Inglaterra que constituyó
uno de los espacios más importantes de emergencia del capitalismo fue realmente «el lugar donde empezó todo», es evidente que al menos fue unos de los
lugares importantes en que arrancó un proceso normativo –cuya primer expresión jurídica formal muchos ubican en la sanción de la Ley de Fábricas (1833)–
que articuló derechos y concepciones de la infancia.
Lo que realmente había detrás de esa ley era una situación dramáticamente
dura para la infancia que poblaba las fábricas del capitalismo emergente. A finales del siglo XVIII y principios del XIX, existía una gran cantidad de niños y niñas
en condiciones de abandono familiar y social, recluidos en instituciones de beneficencia, un tipo particular de hospicios. Muchos de ellos, especialmente vulnerables, eran reclutados como aprendices para el trabajo en las fábricas, aunque en la realidad vivían casi en condiciones de esclavitud. Y aunque también
estaban los llamados «niños libres», sus condiciones laborales no diferían esencialmente de los anteriores. Por ello, una de las primeras preocupaciones fue
proteger a este colectivo.
5. Gómez, Zandra, El trabajo infantil en clave colonial: consideraciones histórico-antropológicas. En Nómadas (Col.), núm. 26,
2007, pp. 80-90. Universidad Central Bogotá, Colombia. http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.
jsp?iCve=105115241009
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
18
Desde nuestra perspectiva, la lectura de este período histórico nos sirve para
destacar dos cuestiones relevantes: la primera, el tratamiento del niño como
«sujeto de protección» y la segunda, los estados-nación como ámbito de producción de la normativa vinculada a la infancia y trabajo.
1.3 El avance de la legislación en la primera mitad
del siglo xx
Lo primero que habría que señalar para entender este complejo siglo es que, a
diferencia de lo ocurrido en el anterior, la actividad legislativa principal sobre la
infancia se traslada paulatina y mayoritariamente a la arena internacional. Por
supuesto, sin que esto signifique que desapareciesen las normativas nacionales e incluso regionales o locales.
Sin duda esto responde a que el siglo XX alumbra un mundo, y particularmente
una Europa, mucho más interconectado, debido a los grandes acontecimientos
mundiales que se produjeron –incluidas, en primer y dramático lugar, las dos
grandes guerras llamadas mundiales–, pero también al crecimiento del comercio internacional, la complementariedad e interdependencias de las economías
nacionales y la interpenetración de las culturas.
Todo esto hizo natural y necesaria la aparición de instancias internacionales de
mediación y de toma de decisiones sobre grandes temas que desbordaban las
fronteras de un solo país. Es en este marco que surgen los grandes organismos
internacionales y los espacios de acuerdos en donde se han producido los consensos sobre derechos y libertades, incluidos, en forma específica, los referidos
a la infancia y al TI.
La primera mención por orden cronológico, aunque no sea tan conocida ni de
tanto impacto, correspondería a la Declaración de Moscú (1918) y se recoge
porque, además de darse en un país testigo de una Revolución que cambiaría
radicalmente la historia de los años siguientes, adopta un discurso impregnado
de dos fundamentos político-jurídicos que reaparecerían décadas más tardes:
la noción de derechos de los niños y un radical reclamo de participación.
Sin embargo, está claro que los grandes acontecimientos que fueron creando
los derechos de la infancia se empezaron a producir en el espacio internacional
de las Ligas de las Naciones (1920) –posteriormente, Organización de las Naciones Unidas, ONU–. El primero fue la Declaración de Ginebra sobre los Dere-
Conceptos y contexto para entender el trabajo infantil en América...
19
chos del Niño, aprobada en Asamblea General el 26 de septiembre de 1924,
como corolario de la intensa campaña de sensibilización realizada por Eglantyne Jebb, presidenta de Save the Children, una de las primeras asociaciones internacionales orientadas a la incidencia para la formulación de políticas públicas para la infancia.
La Declaración de Ginebra fue posteriormente revisada, y se consolidó como un
conjunto de siete Principios, articulados en torno al concepto de niño como sujeto de protección creado en el siglo anterior. El niño tiene que ser protegido sin
discriminaciones, mantenido –de ser posible– en un entorno familiar, atendiendo sus necesidades de desarrollo, particularmente de educación, atención especial en condiciones de extrema vulnerabilidad (enfermedad, discapacidad,
abandono, etc.) e introduciendo un concepto que luego irá creciendo en entidad y peso: el niño será el primero en recibir ayuda en caso de calamidad.
Esta Declaración se amplía y define con mayor precisión en lo que es una de las
grandes referencias históricas de los derechos de la infancia: la Declaración Ampliada de los Derechos del Niño de 1959. La atención preferente del niño se expresa ya explícitamente como «el interés superior del niño» en la formulación
de políticas. También aparecen el derecho a su propia identidad (un nombre y
una nacionalidad), el derecho al amparo que reconoce los aspectos de la subjetividad (amor y comprensión, juego y recreación) y de los valores (comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz, fraternidad).
Y desde la perspectiva más vinculada a las cuestiones de TI, define tres aspectos
muy importantes: protección contra la explotación y la trata, evitar que trabaje
antes de una edad mínima y una mayor concreción del derecho a la educación,
estableciendo que debe ser gratuita y obligatoria, al menos en las etapas básicas.
Desde el punto de vista de la doctrina que, en forma general, expresa esta Declaración, en primer lugar se puede destacar que es el desarrollo ampliado de
aquel concepto decimonónico de niño como sujeto de protección, ya que mantiene la necesidad de prevenir la explotación de la infancia que emergió en el
capitalismo fabril en los siglos XVIII y XIX, al tiempo que va incorporando el nuevo
tipo de protección que demandaban las terribles consecuencias del abandono
y la indefensión que la situación social mundial de posguerra significaron para
los niños y niñas.
En segundo lugar, que si bien sus artículos hablan de «derechos de los niños»,
no son sino principios que los adultos, la sociedad y el Estado tendrían que res-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
20
petar para protegerlos. Y concomitante con lo anterior, que no establece ningún mecanismo sancionador sobre los Estados que los incumplan.
De todas formas, esta dinámica de establecer acuerdos y compromisos a nivel
internacional ayudó sin duda a que se pudiesen desarrollar nuevos instrumentos jurídicos para definir las modalidades de TI y, en consecuencia¸ para mejorar la protección de los niños.
1.4 La Convención Internacional de los Derechos
del Niño (CDN)
La segunda mitad del siglo XX se presenta singularmente rica en la naturaleza
de los debates que se dan en la arena internacional sobre Derechos Humanos
en general y de la infancia en particular.
En la medida en que Europa fue encontrando las vías para recuperarse de
los estragos del conflicto bélico, con un crecimiento económico que fue
compatible con un desarrollo importante de lo social –incluida la consolidación del estado de bienestar– y que en el llamado Tercer Mundo se iba construyendo un proceso de descolonialización y búsqueda de diferentes estrategias de desarrollo no dependiente en varios países (sustitución de
importaciones, soberanía política y mayor justicia social, etc.), fue abriéndose paso un debate político orientado a redefinir libertades, participación
y un concepto más amplio de derechos, que de alguna forma tipificaban lo
que Marshall identifica como la tercera generación de derechos vinculados
al concepto de ciudadanía6.
En este marco, se fue construyendo un Sistema de Protección de los Derechos Humanos, integrado en primer lugar por la Declaración de Derechos Humanos (DD.HH) propiamente dicha, ya que a pesar de no ser vinculante, se
constituía ya como una suerte de derecho consuetudinario, y se va complementando con otros compromisos hasta incluir a la fecha a siete Acuerdos
Internacionales que, en conjunto, constituyen un marco integral y que define
el contexto al que hay que referirse para entender las nuevas discusiones sobre infancia y derechos.
6.
Casa González, Mauro, Estados de Bienestar. Sus formatos de protección socioeconómica, en relación a la categoría de
ciudadanía social. Un diálogo con los estudios de G. Esping-Andersen y T. H. Marshall, junio de 2009.
Conceptos y contexto para entender el trabajo infantil en América...
21
Sin embargo, con posterioridad, comenzó a discutirse si, además de este
Sistema de Protección de los Derechos Humanos, hacía falta otro acuerdo
específico sobre infancia. En el fondo, se cuestionaba la capacidad real de la
Declaración de 1959 para recoger y dar respuestas a las nuevas situaciones
sociales vinculadas a la niñez que por entonces comenzaban a visualizarse.
De alguna forma, las cuestiones –en su momento críticas, de protección,
atención y cuidado de la infancia– empezaban a ser rebasadas por nuevos
temas por resolver, tales como la necesidad de definir con mayor precisión
los conceptos de niño y de familia, la relación entre niños y adultos, las políticas sociales y el compromiso de los Estados, para hacer efectivos los derechos que se enunciaban.
No es de extrañar entonces que, desde la iniciativa presentada en 1978 por el
Gobierno de Polonia, en los debates de la Comisión de Derechos Humanos del
Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, tuvieron que pasar más de
diez años para alumbrar la Convención de Derechos del Niño (CDN), en un largo
y difícil proceso que exigió, como metodología, el lograr un total consenso en
cada uno de los artículos antes de pasar al siguiente.
Por ello, otra vez, tan importante como los contenidos de cada uno de los
cuarenta artículos que tiene la CDN, es entender qué visiones, qué nuevas
ideas expresa esta convención entendida como un cuerpo de doctrina sobre
la infancia.
1.4.1 El niño como sujeto de derechos
Lo primero que hay que destacar es que se pasa de las anteriores «Declaraciones» a una «Convención». Por consiguiente, y más allá de las críticas por parte de
diversos agentes sociales por no haberse definido con mayor precisión y contundencia los mecanismos de vigilancia y sanciones por no cumplimiento de sus disposiciones, la CDN se convierte en vinculante para los Estados que la subscriban.
Este cambio de estatus jurídico tiene consecuencias de enorme calado.
Si los contenidos de la Declaración de 1959 desarrollaban el concepto de Protección de la infancia en forma de «Principios para ser seguidos por otros agentes sociales» distintos a los propios niños y niñas y sin instrumentos jurídicolegales que los consolidase como obligatorios, la CDN se construye sobre la
lógica del niño como sujeto de derechos, es decir, titular de derechos inalienables y que deben ser garantizados.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
22
Este deslizamiento doctrinario viene a reflejar un concepto de ciudadanía
mucho más avanzado, que se traduce en tres aspectos radicalmente nuevos
en la concepción de la infancia. El carácter vinculante de la CDN hace que aparezca explícitamente el principio de provisión en cuanto obligación de los Estados de proveer los medios para que los derechos consagrados se puedan
materializar, ya que de otra forma, no podrían considerarse derechos que los
Estados tienen la obligación de garantizar. A título de ejemplo, el Artículo 28,
que consagra el derecho a la educación, expresa textualmente que «los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación y, a fin de que se
pueda ejercer progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades ese derecho, deberán en particular: a) Implantar la enseñanza primaria
obligatoria y gratuita para todos…».
Y si ahora los niños y niñas son sujetos de derechos, si debe preservarse su
condición de ciudadanía que ejercen de acuerdo a su desarrollo y capacidades
–pero que no por ello es menos ciudadanía–, es necesario reconocer que no
puede concebirse ciudadanía sin la participación de los propios niños y niñas en
las decisiones que afectan a sus vidas.
Por eso la CDN incorpora un conjunto de artículos que hablan concretamente
del derecho a tener opinión y expresarla, a ser escuchados, a organizarse y/o
asociarse, etc. Claro está que las dos décadas que han seguido a esta convención no han sido particularmente ricas en hacer efectiva esta exigencia de participación en el diseño de sus proyectos de vida, pero la doctrina ya no se cuestiona. Sin duda, estas formas de pensar los derechos y la ciudadanía tienen sus
raíces sociales en los movimientos de los años sesenta y setenta, que se dieron
en distintas partes del mundo, particularmente en Europa y América Latina,
caracterizados por una incorporación masiva de los jóvenes y los estudiantes a
la contestación social.
Con posterioridad a la CDN, el debate sobre las formas de pensar la infancia y
la juventud no se ha detenido, por el contrario, ha generado nuevas aportaciones muy dinámicas y a veces muy críticas que, sin duda, han aportado mucho al avance de los conceptos sobre derechos, ciudadanía e infancia. El tema
exigiría en sí mismo un espacio monográfico, pero tal vez lo más relevante es
la centralidad que adquiere del concepto del niño como sujeto social, ya que
una consecuencia natural y obligada de la participación es que emerge un
nuevo actor social que se expresa a través de la opinión y la acción. De algún
modo es lo que expresa el movimiento de los NAT (Niños y Adolescentes Tra-
Conceptos y contexto para entender el trabajo infantil en América...
23
bajadores), al que se adhieren varios reconocidos intelectuales –entre ellos
Liebel Manfred–: «al considerar a los niños como sujetos sociales no se niega
la necesidad de brindarles protección en ciertas circunstancias, pero se insiste en que esto no puede ocurrir a costa de su derecho de participación. En
principio, se considera que los niños tienen tanto el derecho como la capacidad de tomar parte de todas las decisiones que les conciernen y, por último,
de determinar sus propias vidas»7.
La premisa anterior está haciendo emerger nuevos enfoques en la llamada
nueva sociología de la infancia que considera que «… la infancia como categoría
social, esto es, como un componente estructural estable e integrado en la organización de la vida social, o como estructura permanente en cualquier sociedad, aunque los miembros de esa estructura se renueven continuamente,
constituye otro enfoque teórico que permite dotar a la infancia de contenido y
liberarla de su posición subordinada, o de la concepción de sus miembros como
proyectos de persona, dando lugar a su reconocimiento como fuerza social
actuante»8.
1.4.2 Características de los derechos del niño que se consagran
Dado que la CDN recoge, adapta y amplía para la infancia los derechos reconocidos por la Carta Universal de los Derechos Humanos, otorga también a
estos derechos del niño las mismas características esenciales, es decir, que
son universales, indivisibles e interdependientes. Valen para todos los niños y
niñas sin excepción ni discriminación de ningún tipo, no se pueden jerarquizar
unos sobre otros, ni aplicar unos en detrimentos de otros y se condicionan
todos entre sí.
Esta visión es particularmente relevante para el tema de TI. Algunas miradas críticas dicen que no se ha puesto suficiente énfasis en esta materia ya
que solo un artículo (el 32) de la CDN prohíbe la explotación económica. Por
nuestra parte, creemos que el cuerpo jurídico de la CDN es mucho más robusto y exigente. Por esta condición de derechos universales, indivisibles e
interdependientes, cuando se aborda una situación de TI, para determinar
si esta es aceptable o no, lo que se debe hacer es investigar si vulnera cual-
7.
Liebel, Manfred, Los movimientos de los niños y niñas trabajadores. Un enfoque desde la sociología. Política y Sociedad
2006, vol 43, nº. 1, pp. 105-123.
8. Gaitán Muñoz, Lourdes, El bienestar social de la infancia y los derechos de los niños, Facultad de Ciencias Políticas y
Sociología, UCM.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
24
quiera de los derechos recogidos por la CDN. A título de ejemplo, si la actividad laboral del niño supusiese una restricción a tener y expresar opiniones,
estaría vulnerando disposiciones de la CDN y, por tanto, debería ser una
actividad no aceptable.
En el marco de este informe sobre la historia de Proniño, estas cuestiones cobran relevancia, tal vez por la responsabilidad más inmediata que tiene el programa, la de aplicar en forma integral el marco de derechos recogidos por la
CDN al diseño de sus proyectos de intervención directa para contribuir a la erradicación del trabajo infantil.
Esta metodología de pensar y ejecutar los proyectos se ha denominado Enfoque de Derechos de la Infancia, o bien Proyectos con Enfoque de Derechos: «El
enfoque de derechos es una propuesta metodológica que incorpora, en todas
las fases de la programación, todos los derechos de la infancia, cuyo objetivo no
es otro que el conseguir que estos dejen de ser únicamente una formulación
teórica y que su aplicación se haga presente en todos los procesos. Se centra
además en facultar/empoderar a los niños, niñas y adolescentes, como sujetos
de derechos, como personas con capacidad de defender y exigir sus derechos
reconocidos, introduciendo la posibilidad y la necesidad de que adopten un rol
activo en los proyectos»9.
Como se ve, el diseño y la ejecución de intervenciones sociales concretas, como
las que pretende Proniño, requieren de dos requisitos esenciales:
• Un diagnóstico exhaustivo de la realidad del niño y su entorno, para determinar no solo qué derechos reconocidos en la CDN están siendo vulnerados, sino cómo y por qué.
• Incorporar ya dentro del diseño de las actuaciones la participación de los
propios niños y niñas, porque así lo determina la CDN, pero además para
hacer que el interés superior del niño deje de ser, como ocurre generalizadamente hasta ahora una simple interpretación por parte de los adultos
sobre «lo que es bueno para ellos».
En definitiva, la CDN expresa el resultado de siglos de construcción de ese
sujeto social denominado infancia y que, en la actualidad, se inscribe sin duda
9.
Lourdes Gaitán y Marta Martínez, El Enfoque de Derechos de la Infancia en la Programación. Guía para el diseño,
desarrollo y evaluación de Proyectos. Las Monografías del Experto. Serie Práctica- Diciembre 2006, nº 1, Universidad
Complutense de Madrid.
Conceptos y contexto para entender el trabajo infantil en América...
25
en una reflexión más amplia en torno a qué tipo de ciudadanía se requiere
para construir sociedades que lo permitan. Sobre todo en estos tiempos de
crisis, donde muchas de las salidas económicas que se están diseñando están
significando un cuestionamiento a muchos de los derechos establecidos y
que, por lo tanto, implican el riesgo de impactar negativamente en el bienestar del sujeto social niño.
Pero sin descartar las fundadas críticas sobre la capacidad real de lograr que
todos los Estados aseguren el cumplimiento efectivo de todos los derechos
reconocidos, o incluso, admitiendo los desajustes que puede provocar el
que, por detrás de estos derechos, esté toda una concepción político-cultural no siempre compartida por otros pueblos y culturas de Latinoamérica y
otros continentes, más allá de todo esto, el desafío que introduce la tríada
Protección-Provisión-Participación ha significado un salto cualitativo para
pensar la infancia.
Y en particular, un nuevo marco para reentender las dinámicas de TI y poder
discernir qué actividades vinculadas al trabajo de los niños son aceptables o no,
teniendo como criterio superior el que vulnere de cualquier forma a cualquiera
de los derechos consagrados.
1.5 Convenios y acuerdos vinculados
específicamente al TI
El marco jurídico anterior, por su carácter jurídico necesariamente amplio, genérico y universalista, requería ser planeado con más detalles y precisión para
abordar la problemática de la actividad laboral no aceptable de la infancia. Y
aunque este apartado normativo también es muy extenso, nos concentraremos en algunas normativas particularmente útiles para el cometido de este
capítulo.
La primera de ellas es el Convenio 138 (1973) sobre Edad Mínima de Acceso al
Trabajo. Es anterior a la CDN, y surgió para concretar lo que expresaba el Principio 9 de la Declaración Universal de Derechos del Niño (1959) sobre que no se
debía permitir trabajar a los niños antes de una «edad mínima». Por lo tanto,
era necesario determinar cuál era esa edad mínima y ese fue el cometido de
este Convenio, vinculante para los Estados que adhiriesen.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
26
Cuadro 1.1 Definiciones sobre edad mínima de acceso
al trabajo Convenio 138
Criterios
Edad mínima de acceso
Salvaguardas
Aspiracional
18 años
No deberá ser peligroso para la salud,
la seguridad o la moralidad (trabajo
decente)
Protección
mínima
15 años
No deberá ser inferior a la edad en que
cesa la obligatoriedad escolar
16 años
Edad de acceso
permitida
Edad de acceso
trabajo ligero
Plenas garantías de salud, seguridad y
moralidad. Haber recibido instrucción
o formación profesional
(15 años en países en
desarrollo)
(Trabajo juvenil decente)
13 años (12 años en
países en desarrollo)
Que no interfiera en los estudios, la
salud o el desarrollo del niño. A fines
estadísticos, la OIT lo define como
trabajo que no excede las 14 horas
semanales.
La segunda normativa específica de interés para este apartado es el Convenio
182 y la Recomendación 190 de la OIT sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil (en adelante, PFTI) de 1999. Estos deben entenderse considerando que,
obtenida la sanción de la CDN, el movimiento social que bregaba por los derechos de la infancia en general y contra su explotación económica, vio en buena
parte frustrada sus expectativas de que se produjese una rápida caída de las
cifras de TI. La realidad se mostraba tozuda y seguía mostrando altas tasas de
participación de niños y niñas en trabajos que claramente vulneraban muchos
de los derechos establecidos.
Por ello se generaron nuevas movilizaciones en distintos ámbitos y países.
Probablemente la más visible por su magnitud y universalidad fue la Marcha Global que logró movilizar al Tercer Sector y la sociedad civil en buena
parte del planeta y desde la sensibilidad y el apoyo local, organizó una marcha real hacia el sitio donde se celebraría la Asamblea de la ONU. El objetivo
fue demandar una normativa más precisa y eficaz que vinculase a los Estados en forma obligatoria con la erradicación y la prevención de las formas
de TI más lesivas.
Conceptos y contexto para entender el trabajo infantil en América...
27
Como resultado de esta movilización mundial, se logró aprobar este Convenio
182 sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil, concepto clave en torno al cual
se ha buscado estructurar las políticas y planes para la erradicación del TI en los
últimos años. En forma complementaria, la Recomendación 190 estableció los
criterios para la identificación de las PFTI en cada país.
En este marco, se entiende por PFTI:
a) Todas las formas de esclavitud, como la venta y la trata de niños, la servidumbre por deudas, la condición de siervo y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio en conflictos armados.
b) La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la
producción de pornografía o actuaciones pornográficas.
c) La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de
actividades ilícitas.
d) El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a
cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los
niños.
Los tres primeros incisos (a, b y c) son formas de explotación delictivas y están
tratadas como tales en las legislaciones nacionales, mientras que el cuarto
abarca lo que se conoce como trabajo peligroso y se define como aquel que, por
su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe
la salud, la seguridad o la moralidad de las niñas, niños y adolescentes.
De acuerdo a esta Recomendación, cada país debería identificar y determinar
el «Listado de TI Peligroso», con arreglo a su realidad y sus condiciones económicas, sociales y culturales.
Nótese que en este convenio hay un cierto giro conceptual y se pasa a identificar un conjunto de prácticas laborales especialmente no aceptables desde la
perspectiva de las consecuencias que entrañan para el niño.
Y si nos hemos detenido en describir los contenidos de estos Convenios, es porque la correlación entre ambos en el marco de los preceptos de la CDN mapean
tanto las modalidades de TI que hay que erradicar, como aquellas que resultan
permitidas, y que han sido presentado por la OIT en su informe mundial sobre
TI del 2006:
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
28
Cuadro 1.2 Trabajo aceptable y trabajo a eliminar
Trabajo aceptable
(permitido)
Trabajo
adolescente
regulado
Trabajo ligero
Trabajo juvenil
decente
Mayor de 18
De 15 a 18
De 12 a 14
Menores de 12
Trabajo no
aceptable
Trabajo excluido
de la legislación
relativa a la edad
mínima
PFTI
Trabajo juvenil no
decente
(no permitido)
■ No aplica ■ Aceptable ■ No aceptable
Fuente: Un futuro sin Trabajo Infantil. OIT, Ginebra, 2002, p. 10.
Finalmente, llegados al siglo XXI, con una normativa suficientemente avanzada
y clarificadora sobre lo que deben considerarse prácticas laborales no aceptables para la infancia, lo que se ha buscado ha sido construir objetivos movilizadores de las sociedades y de las instituciones. Con este propósito se ha desarrollado una intensa actividad internacional para poner en marcha actuaciones
específicas para la erradicación y la prevención, ya sea en forma de campañas
y/o diseño de marcos de políticas adecuadas, o bien estableciendo plazos temporales para lograr estos objetivos.
La más ambiciosa de estas metas –por la cercanía temporal que tiene– es la de
erradicar las peores formas de TI para el 2016, acordadas en algunas importantes iniciativas de la OIT, como la aprobada por la XVI Reunión Regional de los
Estados Miembros de la OIT en las Américas (Brasilia, junio 2006) en el Documento de alto nivel denominado «Trabajo decente en las Américas: una agenda
hemisférica, 2006-2015», o el Plan de acción mundial de la OIT para la erradicación del TI (marzo, 2007) aprobado por el Consejo de Administración de OIT.
Otros grandes eventos mundiales, como la Conferencia Mundial sobre el TI de
La Haya ( junio, 2010) han seguido trabajando en el diseño de instrumentos de
movilización socio institucional (en este caso, la llamada Hoja de Ruta) para la
consecución de este reto mundial y regional.
Conceptos y contexto para entender el trabajo infantil en América...
29
1.6 Problematizando las definiciones y metas construidas
históricamente
Si se recapitula el recorrido histórico efectuado por la normativa vinculada a los
derechos de la infancia, se llega a que el TI finalmente queda definido por la
confluencia de tres enfoques jurídico-normativos: edad mínima para el acceso
al mercado laboral, no vulneración de los derechos reconocidos a la infancia y
prohibición de prácticas laborales específicas cuyos efectos sobre el niño sean
clara y manifiestamente perjudiciales.
Y aunque estas tres cuestiones parecen suficientemente sólidas para construir
un marco efectivo de protección, requieren de un ejercicio de contextualización,
que prevenga tanto las concepciones reduccionistas como los falsos universalismos culturales.
Respecto a las edades para las que se establecen determinadas prohibiciones
de prácticas laborales, implican también concepciones socioculturales específicas sobre infancia y adolescencia, ya que no hay que obviar que la definición de niñez basada en criterios etarios que aquí aparece está fuertemente
ligada a una experiencia más bien occidental y surgida históricamente de una
manera concreta, es decir, condicionada y explicada por la estructura social
que en esta parte del mundo iba emergiendo. Sin embargo, existen otras realidades construidas con otras visiones de la infancia, de la comunidad y de la
organización productiva que deben considerarse igualmente válidas y respetables. A título de ejemplo –y muy relevante en América Latina– el modelo de
integración paulatina y protegida del niño en las actividades de los adultos en
muchas culturas indígenas hacen difícilmente aplicables estos rangos etarios
en la práctica, sustituidos por costumbres comunitarias y familiares de otro
tipo, más vinculadas a la percepción por parte del entorno de la madurez física y emocional del niño para las actividades que la comunidad considera propias del mundo adulto.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
30
Figura 1.1 Enfoques jurídicos normativos
que definen el TI no aceptable
Convenio 138
(1973)
Edad
Convención Internacional
sobre Derechos del Niño
(1989)
Derechos
Modalidades de
TI a erradicar
Convenio 182
(1999)
Consecuencias
La visión de derechos también debe referenciarse a momentos históricos y a
las concepciones de organización y participación social que expresan. Podría
decirse que formulan el modelo de ciudadanía que una sociedad adopta. Por
ello, si se conciben al margen de cada contexto, hay un riesgo de no tomar en
cuenta otras formas de concebir la vida social. Otra vez, volviendo a los pueblos
originarios de América, no puede ignorarse que sus cosmovisiones son otras,
que están más cerca de prácticas comunitarias e historias centenarias no necesariamente alineadas con el cosmopolitismo posmoderno y crecientemente
individualista que expresa el concepto actual de ciudadanía de los países considerados desarrollados.
Y tal vez lo más importante es no perder de vista las condiciones materiales
realmente existentes en cada lugar y circunstancia. Los entornos de exclusión
y pobreza estructural fuerzan respuestas sociales complejas y estrategias familiares sin que por ello signifiquen necesariamente ausencia de dignidad o de
propuestas transformadoras.
Por ello, es necesario considerar el sujeto niño en su integralidad y contexto,
rompiendo los dogmatismos y siendo capaces de reconocer positivamente
aquellas prácticas que son formativas o que lo empoderan frente a la vida, fin
último de la CDN.
Conceptos y contexto para entender el trabajo infantil en América...
31
Desde esta perspectiva, nuestra experiencia en Proniño nos sugiere miradas
que tienen que ser amplias y situadas en cada contexto. El niño, en cuanto sujeto de derechos, no puede ni debe ser desplazado del centro de análisis y atención, pero tampoco puede considerárselo al margen de su contexto: no basta
con identificar los perjuicios sobre su persona, además hay que comprender
por qué se llega a ese tipo de situaciones y qué efectos se irradian hacia la sociedad en su conjunto.
Y esto es crítico para una acción social eficaz y transformadora.
1.7 A modo de síntesis histórica
El recorrido realizado por la historia de los derechos de la infancia, si se observa
bien, es también una historia sobre el desarrollo de la sociedad moderna. Y aunque fuertemente centrada en Europa, sin duda habla de la sociedad-mundo,
solo que vista desde la perspectiva de la infancia y de las luchas por hacer de
ella un sujeto social empoderado para la participación y la construcción de la
ciudadanía.
Por ello, en la figura que aparece más abajo, hemos tratado de resumir la articulación de los temas analizados, a fin de tener una suerte de sinopsis-guía que
sitúe los grandes conceptos sobre infancia y sobre TI que han ido apareciendo.
Por supuesto, como toda síntesis, es de alguna forma arbitraria. Pero, aun así,
permite extraer conclusiones importantes. La primera, que todo planteamiento sobre infancia y derechos es parte de una visión mucho más amplia del mundo y de cómo se organizan las sociedades. Y los avances y concepciones que
han ido emergiendo son también expresiones complejas y conflictivas de luchas sociales extendidas a lo largo de todo el planeta. Por ello, y tal vez lo más
importante desde la perspectiva de este informe, a modo de segunda conclusión, podemos decir que cambiar la situación de la infancia, en particular de la
infancia abocada al trabajo no aceptable, significa también cambiar drásticamente el mundo en que vivimos.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
32
1ª Parte
Siglo XX
2ª Parte
Siglo XX
Siglo XXI
CONTEXTO
HISTÓRICO
Capitalismo
de fábrica
Colonialismo
Capitalismo
interconectado,
Revolución Rusa,
Guerras Mundiales
Construcción
Europea,
Descolonización,
Respuestas sociales,
Globalización
Globalización,
Sociedad
informacional,
Países emergentes,
Crisis global
SITUACIÓN
SOCIAL
Explotación
económica en
países revolución
industrial y en
colonias
Efectos de las
guerras,
Organismos
internacionales
Estado Bienestar
Europa, Tercer
Mundo, Pobreza
estructural y
exclusión
Gobernanza global
Cuestionamiento al
Estado Bienestar,
nuevas formas
de exclusión
Legislación y
normativas
nacionales
Declaraciones
Internacionales
Acuerdos y
Convenciones
Internacionales
de obligado
cumplimento
Implementación
de acuerdos
internacionales
por los Estados,
Metas mundiales
SUJETO DE
DERECHOS
SUJETO
SOCIAL
CONCEPCIÓN
INFANCIA
Siglos
XVIII/XIX
NORMATIVAS
INFANCIA
Figura 1.2 El largo camino de los Derechos de la Infancia
SUJETO DE PROTECCIÓN
Capítulo
2
Causas y consecuencias
del trabajo infantil en
América Latina
2.1
2.2
2.3
2.4
2.5
Sobre las causas del TI
Las causas vistas desde el nivel macro
Las causas vistas a nivel de la intervención directa
Las consecuencias del trabajo infantil
A modo de conclusión
36
43
58
65
78
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
36
2.1 Sobre las causas del TI
Cuando en el 2010 se lanzó la convocatoria para el III Encuentro Internacional
contra el Trabajo Infantil, en la parte virtual del mismo se plantearon cuatro
bloques conceptuales de discusión, cada uno de ellos iniciado por una pregunta
movilizadora1. La primera era: ¿Por qué siguen trabajando los niños y niñas en el
siglo xxi?
Frente a la constatación de que –según OIT, con datos del 2008– más de 10
millones de niños y niñas seguían laboralmente activos en América Latina y
el Caribe, la mayoría de ellos en actividades claramente tipificables como
PFTI, deberíamos comenzar este apartado con esta y otras preguntas similares.
¿Es insuficiente la normativa de protección generada? ¿Es adecuada a los lugares del mundo en que se está localizando actualmente el TI? ¿Lo es pero falla en
su aplicación? ¿Las normativas por sí solas no garantizan la eliminación de prácticas sociales que afectan a la infancia? ¿Es posible erradicar el TI sin erradicar
la pobreza?
Preguntas complejas, difíciles de responder. Pero en todo caso, para poder hacerlo, lo primero que deberíamos hacer es ir al origen, a buscar respuestas satisfactorias a la pregunta inicial, los por qué del TI en cada espacio particular, al
menos en América Latina. Es decir, conocer y comprender las causas del TI.
2.1.1 Trabajo Infantil: un fenómeno social complejo,
multicausal y multidimensional
La complejidad de causas y dimensiones del TI es aceptada sin reparos en el
mundo social, incluyendo a las instancias de diseño de Políticas y Actuaciones
Públicas. Por ejemplo, el Gobierno colombiano, en la introducción de lo que sería la Estrategia de Estado 2008-2015, hace suyo un diagnóstico de alto nivel
que presenta al TI como «expresión de un problema estructural de las sociedades ligado a las condiciones de pobreza, desigualdad, exclusión social e inequidad entre otros factores de naturaleza política, cultural y de organización social
de la producción, a las cuales, por el contexto colombiano, se deben adicionar
1.
www.youbuve.com/wathc?v=EK86St_722o&feature_reñmfy
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
37
las particularidades propias como el conflicto armado interno, el desplazamiento y la concepción socialmente construida de niñez y adolescencia»2.
Por ello, en aras de una comprensión pedagógica y divulgativa, muchos autores
y expertos han buscado representar esta articulación compleja de muchas causas de una forma integrada y sencilla de entender. Entre las posibles, figura el
inventario (cuadro 2.1) extraído de uno de los documentos3 que sirvió de base
para el debate virtual del III Encuentro Internacional contra el TI ya comentado
(Bogotá, 2010).
Cuadro 2.1 Causas y dimensiones que explican la existencia del TI
Pobreza
La pobreza es uno de los factores con mayor incidencia en el TI y
trabajo adolescente. La entrada temprana de las niñas y niños al
mundo laboral sigue siendo parte de una estrategia familiar para
resolver la carencia de recursos económicos y otros a la que se
enfrentan más de la mitad de las familias del mundo.
Así, los niños y las niñas están obligados a asumir
responsabilidades familiares, sea ayudando en el hogar para que
los padres puedan ir a trabajar o laborar ellos y ellas mismas
para ganar dinero y ayudar a la familia.
Creencias que sobrestiman los beneficios del trabajo sin tomar
en cuenta las condiciones, intereses y efectos diferenciados que
este produce para las personas adultas y para las niñas y niños.
Patrones
culturales
Se piensa que si el trabajo es bueno para una persona adulta lo
será para un niño o niña, dejando de lado otros elementos de la
vida de las niñas y niños como la recreación, el descanso y la
educación; y pasándose así de labores de ayuda en el hogar y
otras, con un alto aporte al crecimiento individual y social; esto
es lo que se ha definido como TI.
2. Estrategia Nacional para prevenir y erradicar las PFTI y proteger al joven trabajador. 2008 -2015
3. Texto de Experto. TI en el siglo xxi. Virginia Murillo Herrera.
http://materiaisdoencontro.fundacaotelefonica.com/dimensions/1/texts#activity_43
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
38
Problemas
socioeconómicos de la familia
La desintegración de los grupos familiares, el desempleo, los
empleos informales, la inexistencia de condiciones laborales
óptimas y dignas de sus padres y sus madres, la migración de lo
rural a lo urbano o de un país a otro, el maltrato y otras formas
de violencia intrafamiliar, el abandono, la negligencia, entre
otros factores, aceleran la entrada al mundo laboral de muchos
niños y niñas.
Las condiciones socioeconómicas de las familias propician que
los niños, niñas y adolescentes desarrollen estrategias de
subsistencia familiar.
Asimismo, se puede observar cómo los niños, niñas y
adolescentes pueden participar en estrategias familiares,
participando en el desarrollo de un trabajo familiar de alto
riesgo. Por ejemplo las coheterías familiares, la ventas en la
calle, etc.
Aspectos
del sistema
educativo
Empleo
La falta de adecuación de los contenidos y metodologías
utilizadas en los centros educativos con respecto a la realidad
sociocultural y económica de los niños y niñas que trabajan, así
como su distanciamiento con los intereses de estos, apresuran
la expulsión del sistema educativo y la pronta entrada al mundo
laboral.
Además, hay que agregar la falta de una adecuada
infraestructura educativa, de incentivos, de diferentes opciones
de horario y modalidades de aprendizaje, entre otros problemas.
El empleo precario y mal pagado que realizan los padres y
madres y/o responsables y que violenta derechos humanos
contribuye a que los niños, niñas y adolescentes se vean
obligados a contribuir al sustento familiar.
La reciente agenda propuesta por la OIT sobre empleo
decente pretende atacar esta situación perversa.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
39
Género
Las niñas y las adolescentes mujeres sufren discriminación por
razón de sexo y están expuestas a situaciones que vulneran sus
derechos y atentan contra su integridad. La condición de pobreza es
uno de los principales factores que violan el derecho de las mujeres y
las niñas a la educación. Los costos de matrícula y otros gastos
relativos al transporte, la vestimenta y los materiales de estudio
profundizan la brecha de género existente. En muchas ocasiones, las
familias no pueden mantener a todos sus hijos e hijas en la escuela,
y a la hora de elegir son las niñas las que se quedan en sus casas,
ayudando con las tareas domésticas. Pero también este trabajo se
realiza en casa de terceros, en espacios cerrados y no visibles, por
tanto vulnerables a sufrir acoso y abuso sexual y a privarlas del goce
de todos sus derechos humanos. El matrimonio precoz y el
embarazo adolescente de igual manera se convierten en situaciones
que afectan el ejercicio del derecho a la educación.
Comunidad
La comunidad es el segundo espacio de socialización de los
niños, niñas y adolescentes; después de su familia es el espacio
donde se desenvuelve y donde se relaciona. Sin embargo la
comunidad puede no ser un espacio de contención, sino donde
se violentan derechos humanos. El papel que los y las
habitantes de la comunidad puedan hacer para vigilar cualquier
situación que violente y atente contra la vida de las personas
menores de edad es fundamental.
Además, el TI se transmite de una generación a otra en una suerte de legado
envenenado. Trabajando con modelos econométricos alimentados con datos
de la Pesquisa Nacional por Amostragem a Domicilio (PNAD, Brasil), Emerson y
Souza (2003), encontraron que la probabilidad de que los niños y niñas trabajen está fuertemente relacionada con que los padres también hayan trabajado4. Esta es una evidencia empírica y de hecho, uno de los criterios fuertes que
las ONG de Proniño utilizan para detectar si el niño está en riesgo de trabajo, es
verificar la historia de los padres: si estos trabajaron es muy probable que sus
hijos también lo hagan. Es decir que el TI es también causa de sí mismo.
4.
Emerson, Patrick M., Portela Souza, A., Is There a Child Labor Trap? Intergenerational Persistence of Child Labor in Brazil,
2003.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
40
2.1.2 Comprender para transformar: la necesidad
de problematizar los conceptos
La cuestión es que incluso la aproximación al fenómeno del TI apoyada en una
comprensión ya compleja de multicausalidad y multidimensionalidad, no basta
a la hora de diseñar la intervención directa. En Proniño hemos tenido, además,
la necesidad de entender la forma concreta en que estas causas más generales
se articulan para producir TI en situaciones específicas y concretas: plazas de
mercados, basurales, trabajo de calle, etc. Creemos que en estas situaciones se
producen otros aprendizajes, se adquieren otras miradas que enriquecen la
comprensión del tema. Y es desde esta posición que trataremos de aportar un
tipo de conocimiento que, si bien se apoya en los conceptos y teorías generales
que maneja el sector, tiene además un componente empírico surgido de la propia intervención.
Lo primero que se descubre es que la perspectiva de «comprender para cambiar» asociada a la intervención social de base, multiplica la complejidad y multidimensionalidad del TI, porque obliga a desagregar cada uno de los factores
antes comentados para ver cómo operan en cada modalidad concreta de TI y
en cada espacio específico de intervención. Desde aquí se pueden problematizar algunas cuestiones presentadas en forma genérica, por ejemplo, la pobreza
como gran explicación del TI. Aclaremos con un ejemplo esta idea. A partir de
un cuadro extraído de un informe de la OIT5 (figura 2.1), hemos señalado algunas situaciones en las que se advierte que el PIB/cápita, en tanto medida relativa de pobreza/riqueza, no correlaciona del todo bien con las tasas de TI:
• Argentina, con un ingreso relativamente alto y similar al de Brasil, muestra una tasa de TI prácticamente 2,5 veces mayor.
• Colombia, Ecuador y Perú, con PIB/cápita también comparables, muestran una dispersión de casi 10 veces en sus tasas de TI.
• Y a la inversa, países con tasas de TI similares, como Honduras y Panamá,
tienen PIB/cápita en una relación de 3 veces.
5.
OIT, Tendencias en la participación de los niños en la producción económica y el TI en la región América Latina y el Caribe:
Panorama Regional, noviembre 2010, p. 10.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
41
Figura 2.1 TI y PIB/cápita
50
10.000
42
9.000
40
8.000
35
7.000
30
6.000
22
25
20
15
14
5
7
4
4.000
14
15
10
5.000
9
17
5
7
9
10
9
3.000
PIB/cap (U$S 2010)
Porcentaje TI
45
2.000
1.000
0
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Par
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Ecu
Per Ven El Sal Gua Hond Méx Nic
Pan
(2004) (2008) (2005) (2005) (2007) (2006) (2007) (2006) (2007) (2006) (2007) (2007) (2005) (2008)
Fuente: Programa Entendiendo el Trabajo Infantil (UCW). Tendencias en la participación de los niños
en la producción económica y el trabajo infantil en la región América Latina y el Caribe: Panorama
Regional. Lima, OIT, 2010. pag 10.
Lógicamente, se puede argumentar que en este nivel de agregación de los indicadores nacionales, es difícil que los datos puedan explicar eficazmente las dinámicas de producción y reproducción de TI. Sin embargo, otro estudio, también de la
OIT, que busca profundizar esta cuestión segmentando la población por ingresos
para identificar los estratos en situación de pobreza para tres países de la Región,
concluye que «… mientras que en Costa Rica el 45,5% de las y los trabajadores
infantiles pertenecen a hogares pobres (22,8% a hogares en pobreza extrema),
en Guatemala sucede lo mismo con el 83,8% de esas niñas y niños (60,9% en
pobreza extrema) y en Bolivia, con el 91,7% (85% en pobreza extrema)» 6.
Esta conclusión introduce nuevas cuestiones que merecen ser profundizadas:
• Los datos de Costa Rica rompen de alguna forma la regla, ya que más de la
mitad del TI se produce fuera de los estratos de pobreza estructural y hace
que la mayoría del fenómeno tenga que explicarse con otras variables. Por
tanto, la pobreza no siempre está detrás del TI.
• Si se compara la tasa de TI con el total de la población en situación de pobreza estructural, se ve que no todos los niños y niñas pertenecientes a
estos estratos trabajan. Es decir, que si bien en Bolivia y Guatemala parece evidente que prácticamente la totalidad del TI se produce en los estra-
6.
OIT/IPEC, TI: Causa y efecto de la perpetuación de la pobreza, OIT, San José, 2007.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
42
tos sociales que pueden caracterizarse por sus ingresos como pobres,
también es cierto que no todos los niños y niñas que son igualmente pobres trabajan. La pobreza estructural no siempre conduce al TI.
• Y tal vez lo más importante, se corre el riesgo de que la correlación estadística pobreza-TI, además de hacerse reduccionista como interpretación
social, se transforme también en un juicio valórico desempoderante: por
ejemplo, afirmar que la pobreza (vista como «hecho objetivo socialmente
negativo») produce TI (otro hecho «intrínsecamente negativo») no es lo
mismo que pensar que el TI puede más bien ser una forma de respuesta a
la pobreza que las familias ponen en marcha, dentro del marco de posibilidades reales disponibles. Aunque parezca que no hay mayores diferencias, la primera enunciación transforma a las familias en agentes pasivos,
con una cierta indulgencia en cuanto «víctimas sociales». La segunda mirada las coloca en un plano de actores sociales dispuestos a adoptar otras
estrategias si se diesen otros marcos de alternativas. E incluso, que en
ausencia de estas alternativas, muchas veces el TI puede ser la mejor alternativa para la vida de los niños y las familias (por ejemplo, el trabajo de
los niños para el estudio o la comida).
Por otra parte, aunque se verifique que, como era de esperar, el TI está estrechamente relacionado con la pobreza estructural, se dispara otra gran cantidad
de preguntas del tipo ¿de qué forma específica se relacionan pobreza y TI?
¿Cuáles son los mecanismos concretos de la pobreza estructural que conducen
a la existencia de TI? ¿Por qué no todas las familias responden igual en un mismo contexto de pobreza estructural?
En realidad, este tipo de preguntas no tienen respuestas si no se las sitúa en el
plano social que corresponde. Y esto es una cuestión metodológica.
La figura 2.2 pretende situar el tipo de causas que deben comprenderse en relación a las actuaciones a cuyo diseño se pretenden aplicar.
En definitiva, hay claramente dos niveles de análisis. Por su propia definición, el
diseño de políticas, estrategias y planes nacionales (o referidos a territorios suficientemente extensos) tiene que apuntar a las condiciones generales y de
carácter extenso que afectan universalmente a la sociedad. Por tanto, hacen
análisis de causas con categorías conceptuales agregadas y de alto nivel: pobreza como componente estructural de una sociedad, grado de universalización del acceso de las familias a los Servicios de Protección, etc.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
43
Pero los Programas de Intervención Directa, al estar orientados a colectivos
concretos, acotados, localizados en territorios delimitados, tienen que comprender las causas específicas que operan a ese nivel para poder hacer retiros
sostenibles del TI.
Por supuesto, las causas micros no están desconectadas de las macros, al contrario, están articuladas, determinadas las unas por las otras. Consecuentemente, la mejora permanente del diseño y la eficacia de las políticas públicas
tienen que nutrirse también de los aprendizajes que se obtienen en el ámbito
de la Intervención Directa.
Figura 2.2 Articulación causas tipos de actuaciones
Modelos, relaciones
causales generales
Causas generales,
Macro
Políticas y planes
Aprendizajes
Causas específicas,
Micro
Programas de intervención
Directa
2.2 Las causas vistas desde el nivel macro
2.2.1 Modelos generales de causalidad entre pobreza y TI
Para avanzar en esta cuestión, en primer lugar deberíamos precisar el alcance
que se da a los términos de pobreza y exclusión, aunque en muchas situaciones
ambas conviven, no aluden a los mismos fenómenos sociales. La exclusión
puede adoptar múltiples formas, apalancarse en muchas dimensiones vinculadas no solo a la economía (pobreza), sino también a aspectos culturales, políticos, étnicos, territoriales, etc.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
44
Por supuesto, la pobreza acarrea formas específicas de exclusión y en el caso
del TI son particularmente gravosas, porque constituyen círculos perversos del
tipo pobreza genera exclusión, la exclusión genera mecanismos de pérdidas de
oportunidades que refuerzan la condición de pobreza y, desde allí, más vulnerabilidad de las familias y los niños y niñas.
Otra forma similar a la anterior es cuando la exclusión conduce a restricciones
en el disfrute de los servicios básicos o esenciales (salud, protección familiar o
alimentos), ya sea en forma de barreras para acceder a ellos o porque accediendo se tiene una prestación de menor calidad.
También son frecuentes en Latinoamérica situaciones de exclusión sociocultural por discriminación o estigmatización proveniente de prejuicios culturales o
históricos. Por ejemplo, en el Encuentro Internacional contra el Trabajo Infantil
que se cerró en Ecuador (Quito, junio 2012), a la hora de discutir la situación en
las poblaciones indígenas y afrodescendientes, tanto los expertos como los
participantes en los foros virtuales señalaron repetidamente que los modelos
de exclusión generados en torno a estas cuestiones son factores claramente
conducente a incrementar el TI.
«
En Brasil la herencia de la esclavitud aún está muy presente y gran
parte de los negros aún sufren discriminación.»
Intervención de un forista en el IV Encuentro Internacional
contra el TI. Eje TI en comunidades indígenas
y de afro descendientes
Aclarada esta cuestión, podemos concentrarnos en la conexión existente entre pobreza y TI, tema que ha sido objeto de muchos estudios, particularmente en ámbitos académicos, en los que se han empleado técnicas de modelización econométricas, que buscan medir estadísticamente la correlación
existente entre ambas cuestiones. Estos trabajos tienen gran importancia,
porque apuntan a describir fenómenos sociales más o menos extendidos y,
por lo tanto, deberían ser un insumo indispensable para la formulación eficaz
y bien enfocada de políticas e intervenciones públicas de alto nivel: cuando se
los estudia se observa que representan un esfuerzo teórico muy grande para
construir modelos no solo con capacidad explicativa, sino también –algo que
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
45
es intrínseco a la modelización de comportamientos sociales– permite identificar las variables clave que controlan el fenómeno social, con lo que adicionalmente, se tiene capacidad predictiva: el análisis de escenarios e impactos
bajo los clásicos supuestos de «qué pasaría si…».
En esta línea, un trabajo realizado por Fundación Telefónica en Colombia7 permitió comprender las características y las dinámicas de producción de TI en
seis de las principales ciudades más importantes del país (cuadro 2.2). La investigación –que se enfocó en el comportamiento de las familias respecto al TI,
según una segmentación de hogares por deciles de ingresos–, llevó descubrir
que había dos modalidades de TI: una asociada a los deciles más bajos (2 y 3) y
otra que aparecía en los deciles de ingresos medios (4 a 7). Naturalmente, las
características de ambas son muy distintas, ya que mientras la primera se vincula más a las clásicas PFTI, la segunda está muy conectada con las circunstancias propias de las economías de emprendimiento familiar presente en estas
zonas y que propician una participación de los niños, niñas y adolescentes en
los negocios familiares, pero sin causar abandono ni desprotección de la infancia y que, por ello, podría en muchos casos incluso considerarse como estrategia positiva de desarrollo y empoderamiento. Evidentemente, estos hallazgos
permitieron pensar de otra forma las políticas locales y el tipo de intervención
directa que nos tocaba diseñar.
7.
Fundación ECSIM, Actualización y complementación del trabajo «Asistencia escolar vs. Empleo en los niños y jóvenes de
las Áreas Metropolitanas de Colombia: ¿camino hacia la pobreza?», Colombia, 2011.
7.07
7.07
5.43
10.33
11.9
8.08
6.84
11.63
3.89
Nacional
Urbano
Nacional
Rural
Bogotá
Medellín
Cali
Barranquilla
Bucaramanga
Cartagena
Decil 1
Nacional
15.62
16.11
8.71
18.38
19.45
18.28
12.71
17.45
19.77
Decil 2
18.3
15.52
13.4
13.26
15.27
15.27
11.78
13.7
14.37
Decil 4
7.74
11.34
8.17
10.48
11.33
14.65
12.01
12.89
13.92
Decil 5
11.41
8.18
13.87
11.31
9.78
9.41
10.93
11.96
10.67
Decil 6
11.67
8.64
10.11
9.34
8.48
8.24
12.43
9.52
8.95
Decil 7
Fuente: Cálculos de los autores con base a GEIH 2010.
15.2
17.38
20.36
16.24
12.53
12.3
12.17
16.01
13.96
Decil 3
5.41
6.49
13.21
5.5
4.96
6.72
10.52
5.62
6.41
Decil 8
Cuadro 2.2 TI por decil de ingreso, 6 áreas metropolitanas 2010
10.76
3.41
3.83
4.43
3.41
2.27
8.77
4.03
3.4
Decil 9
0
1.3
1.51
2.98
2.88
2.53
3.25
1.75
1.48
Decil
10
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
46
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
47
Sin embargo, la extrapolación y explotación de los estudios presenta no pocas
dificultades. En primer lugar, exige contar con series de datos consistentes y,
en general, extendidos en el tiempo para poder realizar análisis dinámicos de
evolución de los colectivos poblacionales, requisito particularmente difícil ya
que, precisamente, la falta de información consistente es uno de los principales
déficits de los países que luchan contra el TI.
En segundo lugar, los supuestos de varios de los modelos referidos parecen
asumir la hipótesis de que las familias, de alguna forma, racionalizarían sus decisiones con un cálculo implícito de retornos económicos a futuro. Sin embargo,
en estos entornos caracterizados por la pobreza y la exclusión, se hace difícil
comprender cuáles son la información y los mecanismos de análisis que utilizarían las familias, por ejemplo, para identificar en qué punto se equilibran las tasas de retornos de la educación (ingresos a futuro) y del TI (ingresos en el presente), uno de los supuestos más fuertes en la mayoría de las regresiones
estadísticas.
Y, finalmente, estos modelos se han derivado del estudio de casos específicos
que no siempre son replicables en otros entornos distintos. De hecho, algunos
intentos de aplicar estos análisis econométricos en América Latina no han producido los resultados esperados. A modo de ejemplos:
En Chile: «En una investigación realizada con datos de Chile, Sapelli y Torche (2004) pusieron a prueba la hipótesis de que la situación económica de
la familia sería el determinante más importante del TI. Los resultados mostraron que el ingreso no era la variable determinante de la decisión de trabajar, pero que sí lo era el género… Estos hallazgos concuerdan con los de un
estudio realizado en Perú, donde no se halló ninguna asociación entre la
pobreza de los hogares y la cantidad de horas que los/las niños/as trabajaban» (Ray, 2000)8.
En Argentina: «Al parecer por los datos disponibles, el trabajo adolescente no
estaría condicionado por la pobreza de los hogares, mientras que el trabajo de
niñas y niños se muestra sensible a la pobreza por privaciones materiales y
más el de niñas que el de niños. Los padres se muestran más altruistas con algunos hijos que con otros (en referencia a las hipótesis de uno de los clásicos en
el tema, un estudio de Baland y Robinson)… La principal conclusión de este es8.
Del Río, María Francisca; Cumsille, Patricio, ¿Necesidad Económica o Preferencias Culturales? La justificación Parental del
TI en Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2008.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
48
tudio es que, a pesar de la relación que a nivel descriptivo puede hallarse, ni la
pobreza monetaria, ni las privaciones materiales, son determinantes cruciales
y de peso en la decisión de los hogares de hacer trabajar a los niños, niñas y
adolescentes»9.
Los comentarios anteriores no invalidan el hecho de que este tipo de estudios
han aportado muchos aprendizajes y, si se acierta en la interpretación de sus
resultados, permiten resignificar el pensamiento social y los diagnósticos sobre las causas que llevan a que los niños realicen actividades laborables no
aceptables.
Por ejemplo, es evidente que están ayudando ostensiblemente a mejorar el
conocimiento sobre la relación entre pobreza y situación de la infancia que
está en la base conceptual de políticas públicas orientadas a la mejora de la
situación de las familias. Entre ellas, las conocidas como Transferencia Condicionada de Recursos directamente a las familias, que en América Latina han
ayudado enormemente a mitigar la pobreza extrema y, con ello, han hecho
mucho más efectivas otras medidas y actuaciones específicas contra el TI. Y
casos como los de Brasil (Bolsa Familia, PETI), Ecuador (Bono de Desarrollo
Humano), Argentina (Familias por la inclusión social), Colombia (Familias en
Acción), México (Oportunidades), Perú (Juntos), etc., constituyen ejemplos
suficientemente ilustrativos10.
¿Cuál es el mecanismo social que traduce la pobreza en TI?
Por lo tanto, parece evidente que para procesar los datos y resultados anteriores, hay que hacer explícitas otras categorías conceptuales para transformar
esos resultados estadísticos en conocimiento social que nos informe realmente de los «por qué» que subyacen en las correlaciones trabajadas. Entre ellas:
• Cuando hablamos de pobreza: ¿qué queremos decir? ¿cómo se la define?
• A partir de las respuestas a las cuestiones anteriores, cuando decimos
que la pobreza estructural es una causa del TI ¿de qué forma, a través de
qué mecanismos específicos se produce la interrelación pobreza/TI?
9. Pax, Jorge A.; Piselli, Carolina, «TI y pobreza de los hogares en la Argentina», Revista Problemas del Desarrollo, 166 (42),
julio/septiembre, 2011.
10. Por supuesto, estos programas no están exentos de críticas por diversos expertos y actores sociales, por los efectos
clientelares o por las derivas asistencialistas que a veces presenta, pero de cara a los conceptos que aquí se exponen, no
invalidan el núcleo teórico de lo que plantean.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
49
• La pobreza, como sea que se la defina, no es una abstracción, es una condición de vida de personas concretas, particularmente, de las familias que
generan decisiones afectados por esta situación. Por tanto ¿cómo y a través de qué mecanismos se hace presente la condición de pobreza en las
decisiones de las familias?
Aunque la escasez de recursos para atender las necesidades de una parte más
o menos significativa de la población mundial es casi una constante de la humanidad, el tema de la pobreza en el último siglo y, tal vez más precisamente
en las últimas décadas, emerge como una categoría relevante para entender
las dinámicas de las sociedades modernas. Sobre todo cuando se hace evidente la paradoja de que al tiempo que, quizá por vez primera en la historia, se
cuenta con potencial para producir recursos que satisfagan las necesidades básicas de toda la población del planeta, una enorme parte de ella no consigue
acceder a los mismos.
Este interés por comprender los mecanismos sociales de producción de pobreza ha llevado a que las grandes organizaciones internacionales que tienen que
ver con el desarrollo humano y la asistencia al desarrollo económico y social
(Banco Mundial, ONU, CEPAL, etc.) investigasen las nuevas formas de pobreza
que, sin reemplazar a las históricas, se superponen a ellas incrementando la
complejidad y dificultad de las soluciones. Y desde nuestra perspectiva es relevante la diferencia que se establece entre pobreza estructural y pobreza coyuntural. Como sus nombres lo indican, la primera es una situación permanente,
históricamente determinada y difícil de revertir, al menos en el corto plazo; la
otra es sobrevenida por distintas razones y, por tanto, es más probable que
pueda ser superada. Evidentemente, la que conecta con el TI es la primera.
Sin embargo, solo con estas matizaciones tampoco se puede responder desde
una perspectiva útil para la intervención a la pregunta de ¿a qué nos referimos
con el término pobreza? Y, sobre todo, ¿de qué forma aclaran esas conceptualizaciones la generación de TI?
Para aproximarnos, podemos tomar los conceptos usados por algunos organismos internacionales que han trabajado extensamente el tema, en los cuales se
advierten dos formas diferentes de definir situaciones de pobreza.
Una que tiene que ver con la capacidad de consumo de bienes y servicios
básicos, y por tanto se busca medirla a partir de parámetros que cuantifi-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
50
can los ingresos de los hogares y los precios de acceso a esos bienes y servicios. Es decir una medición esencialmente económica que es utilizada por
instituciones como el Banco Mundial u organismos públicos nacionales, que
requieren de metodologías cuantitativas para hacer comparables las distintas realidades y poder seguir la evolución de los parámetros de pobreza a
través del tiempo. Según este modelo, «ser pobre» sería estar por debajo de
la línea de pobreza o de indigencia, es decir, que los ingresos familiares no
alcanzarían para poder acceder a la Canasta Básica de Bienes y Servicios
Básicos o a la Canasta de Alimentos Básicos respectivamente. Es importante señalar que, aun partiendo de una idea de pobreza reducida a la idea de
ingresos necesarios para acceder a bienes y servicios considerados básicos,
los ingresos tampoco son una categoría absoluta, ya que adquieren significación al compararlos con el precio de los bienes y servicios comentados.
Pero como los servicios esenciales son, en general, los provistos por el Estado (educación, salud, agua potable, seguridad, etc.), entonces la pobreza es
también un modelo de provisión insuficiente de protección por parte del
Estado. De hecho¸ la incapacidad de acceso a los servicios básicos es reconocida internacionalmente como una de las principales causas de (re)producción del TI.
El otro enfoque proviene de algunos autores como Amartya Sen, quien pone la
atención no tanto en los ingresos y costes de acceso a bienes y servicios, sino
en la capacidad de los individuos para construir un entorno de vida aceptable,
es decir, lo que las personas están en condiciones de hacer para insertarse satisfactoriamente en una sociedad. E inserción satisfactoria se define como la
capacidad para poder construir una vida tolerable11.
La definición del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) se
inscribe en esta línea de pensamiento y, entonces, pobreza se definiría en
términos de ausencia de capacidades para, que si bien tiene un correlato
económico, pone el foco en las capacidades instaladas en las personas y las
familias para aprovechar oportunidades de superación individuales y colectivas o para producir transformaciones que las saquen de la situación de vida
no tolerable que define la condición de pobreza. Esta visión, aparte de alejarse de la reducción economicista, reconstruye un doble marco de potencialidades: las de las personas y familias en entornos de precariedad que reco-
11.
Mathus Robles, M. A., «Principales aportaciones teóricas sobre la pobreza», en Contribuciones a las Ciencias Sociales,
julio 2008.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
51
bran su rol de agentes sociales (individual y colectivamente) y las de la
sociedad y de las instituciones, que dejan de verse como desvinculadas de
las situaciones de desigualdad e injusticias sociales realmente existentes.
De alguna forma, desde esta perspectiva, estar en la pobreza es no contar individual o colectivamente con capacidades, alternativas y oportunidades para
transformar las condiciones (no solo económicas) de vida actual. Está claro que
esta es la línea en la que trabaja Proniño y a la hora de comprender las causas
del TI, además de analizar los entornos sociales y materiales de vida, pretende
entender el conjunto de capacidades instaladas, incluidas entre estas –aunque
parezca algo abstracto– la dignidad, la esperanza, la capacidad de articular proyectos, etc.
Desequilibrios territoriales
Este es un aspecto que puede considerarse como el despliegue espacial de la
pobreza y la exclusión, ya que de alguna forma, los desequilibrios sociales construyen y segmentan el territorio a través de formas específicas de desigualdades en la distribución y acceso a los recursos. En general, las estadísticas demuestran que los indicadores de pobreza rural duplican a las urbanas. Y es una
diferencia que no tiende a recortarse, ya que aun en el marco de los procesos de
reducción de pobreza que se han dado en América Latina, estos son más efectivos en los núcleos urbanos de los países que en el resto de sus territorios.
Detrás de estos aspectos territoriales, por supuesto, están las economías de
subsistencia o de muy baja productividad, la escasa estructura de servicios y el
insuficiente desarrollo institucional que definen el modelo de ruralidad dominante en la Región.
2.2.2 Cuando la escuela deja de ser el lugar «para estar»
de la infancia
La escuela se configura como la alternativa social más inmediata al TI, no solo
por la importancia formativa, sino porque al ser el tiempo del niño acotado –el
día no tiene más horas de las que tiene– la decisión de a qué dedicar ese tiempo
es lo que define el proyecto de vida de los niños y niñas: si están más tiempo en
la escuela, estarán menos tiempo ligados al TI. Y, si además, esa escolarización
–para ser eficaz– es acompañada con horas para el estudio en el hogar y otras
transformaciones que se analizan más abajo, hace que haya aún menos tiempo para el TI.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
52
Por ello, en los modelos econométricos comentados, la familia aparece como
un ámbito de toma de decisión prácticamente centrado en cómo se maximiza
la utilidad del tiempo del niño o niña, llevándola a escoger entre diferentes canastas que mezclan de forma distinta su distribución entre el trabajo y la escuela. Y en realidad, los modelos y aproximaciones estudiadas lo que buscan es
entender cómo y por qué se producen estas decisiones.
En Proniño se ha aprendido que la decisión de que los niños asistan a la escuela
es un acto que pone de manifiesto una articulación compleja de situaciones
internas a la familia: por supuesto, la percepción del niño como sujeto de derechos (su derecho a la educación), cómo se expresa la protección y contención
afectiva, etc., pero también expresa la posibilidad de imaginar un futuro distinto. Otra vez, en términos de Amartya Sen, no solo se trata de niveles de ingresos, sino de capacidad para aprovechar oportunidades del entorno (por ejemplo, la presencia de nuestro Programa) para cambiar la vida. Por eso, en Proniño
se afirma que cuando una familia acepta incorporarse al programa, ya se ha
producido un cambio sustantivo en su interior, que es valórico en cuanto percepción del niño como sujeto de derechos, y transformador, ya que aparecen
otras visiones de futuro distintas al presente de pobreza y TI.
Pero, naturalmente, esa decisión por parte de las familias estará fuertemente
condicionada por su propia percepción de la utilidad que tenga la educación
formal para el niño y la familia, es decir, aquello que los modelos estudiados
denominan el retorno de esta inversión estará en relación directa (e intuitiva)
con las características de la oferta educativa.
En definitiva, la escuela es parte de la solución como alternativa al TI, pero también puede ser parte del problema, en la medida que no reúna las condiciones
necesarias para construir respuestas sociales adecuadas al TI.
En América Latina, puede decirse que salvo situaciones geográficamente acotadas, se ha resuelto favorablemente el acceso a la educación básica, presentando cifras medias cercanas al 98%12. Sin embargo, lo que no está resuelto es
la calidad de la misma: es reconocido el bajo nivel de dominio de las competencias básicas –fundamentalmente, de lectoescritura y de pensamiento lógicomatemático– de los alumnos y alumnas que completan la escuela primaria.
12.
OIT, Tendencias en la participación de los niños en la producción económica y el trabajo infantil en la región América
Latina y el Caribe: Panorama regional, noviembre, 2010, p. 11.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
53
Por lo tanto, si la escuela no es capaz de convertirse en un factor mitigador de
la pobreza, de crear «capacidades para», entonces se incorpora a las causas de
TI por varias vías:
• Aunque los niños y niñas se escolarizan, se genera una serie de desajustes, como en la edad, la baja motivación para permanecer dentro del proceso educativo, etc., que, en definitiva, en ciertas franjas etarias, cuando
aparecen otros estímulos externos, laborales o no, deja de retenerlos, permitiendo que migren hacia la actividad laboral o cualquier otra forma de
exclusión social.
• La falta de calidad hace que la promesa de futuro sea incierta y poco motivadora (hay que recordar que la inversión familiar en educación se debe
detraer del consumo ya de por sí escaso). Una escuela así no se presenta
ante las familias como alternativa atractiva frente al TI, fortaleciendo de
esta forma las estrategias de sobrevivencia que incluyen la explotación
económica de los niños y niñas.
• Al no poder gestionar la situación de TI en su propio espacio generando dinámicas educativas que se adecuen a las necesidades de cada grupo, en la práctica lo que se consuma es la invisibilización de la condición de niño trabajador.
Esto provoca no solo que se reproduzca el mismo fenómeno de invisibilización/tolerancia que opera en el conjunto de la sociedad, sino que al no reconocerlo como tal, no pueden diseñarse estrategias pedagógico-educativas inclusivas, capaces de retenerlo y de crear en él capacidades para la vida que le
permitan escapar al designio de realimentar la rueda de la pobreza estructural.
Naturalmente, este planteamiento conlleva la necesidad de definir, con arreglo
a cada lugar y cada situación concreta, qué debe entenderse por calidad educativa y con qué recursos y estrategias se cuenta para instalarla.
2.2.3 Cuando la cultura y los valores dominantes juegan
a favor del TI
La permisividad y tolerancia social
Para situar la relación que existe entre el «problema» y la «percepción social»
del mismo, pueden ser ilustrativas las conclusiones que arroja un estudio de la
OIT realizado en el 200313, en el que estimaba la inversión social anual necesa13.
OIT, Invertir en todos los niños: Estudio económico de los costos y beneficios de erradicar el TI, 2003.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
54
ria para erradicar las peores formas de TI en un plan de veinte años para dieciocho países de la región de América Latina. Las estimaciones se sitúan en torno
a 3.000 millones de dólares. Si las políticas para la erradicación incluyesen también planes de transferencia directa de fondos a las familias, este coste anual
se multiplicaría por tres.
Si comparamos estas cifras con los PIB de los países estudiados, se comprueba
que su incidencia es baja, aunque la tasa de retorno de esta inversión social
supera a la media de los proyectos sociales. ¿Por qué no se encaran entonces?
Evidentemente porque no existe una percepción social generalizada de urgencia y necesidad de la erradicar el TI.
En un estudio más reciente de Fundación Telefónica sobre la forma en que los medios de comunicación reflejan la situación del TI14, se siguieron cuarenta y siete
medios impresos de siete países de América Latina y se constató que «… la tarea
desarrollada durante el 2009 y el 2010 permitió identificar y analizar un total de
747 noticias que tuvieron como tema central el TI. Una cantidad que podría parecer
exigua frente a las dramáticas realidades de cientos de miles de niños y niñas que
trabajan en nuestros países, pero que ha experimentado un sutil crecimiento de un
año para el otro, con un 46,2% del total publicado en el 2009 y el 53,8% restante
editado en el 2010». Admitiendo la tendencia creciente, esta exigua presencia del
TI en los medios demuestra que la sensibilidad de la población al tema no se corresponde con la magnitud del fenómeno ni con el impacto del mismo.
Aun en países con tasas relativamente altas de TI las menciones en prensa no
superaron el centenar el año. Por tanto, si este indicador es representativo de
los temas que preocupan o movilizan de modo significativo a la sociedad, debería concluirse que el tema no está definitivamente instalado como urgencia social, al menos para los medios de comunicación formales. Por el contrario, podría concluirse que existe un alto grado de tolerancia y normalización.
Las causas son complejas. Según algunos autores15, como trasfondo de esta
situación operan al menos tres factores importantes:
• Un factor socioeconómico, porque la existencia de entornos de pobreza
estructural genera un discurso de justificación sobre la inevitabilidad del TI.
14. Fundacion Telefonica; Agencia de Comunicaciones Pandi. Pido la palabra. Rol de los medios de comunicación frente al
trabajo infantil en América Latina, Norato Palomeque, Ximena (dir.), Editorial Ariel, 2011, p. 15.
15. Sulmont (2007), citado por Silva (2010).
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
55
• Un factor cultural, muy extendido, que asocia el trabajo en cualquier condición con valores positivos, transformando cualquier actividad laboral de los
niños y niñas en una experiencia positiva, en la medida que les permitiría
adquirir hábitos de responsabilidad, mejores condiciones para la vida, etc.
• Un factor asociado a los roles de género, ya que las mujeres se presentan
como menos tolerantes al TI que los hombres, probablemente devenido
del rol de cuidados asociado a la mujer, desde el que podría aportar una
mayor sensibilidad frente a los riesgos y perjuicios que supone para el
niño o niña la situación de TI.
En definitiva, la conjunción de todas estas circunstancias es la que construye
un inmenso mecanismo de invisibilización social del TI. Una metáfora un tanto
dramática de esta situación es la escena de los niños y niñas malabaristas en
los semáforos de muchas de las ciudades de Latinoamérica. Suelen pasar desapercibidos a los conductores y paseantes. En algunos casos puede producir alguna que otra sensación de molestia, en otras, hasta ser vistos como un espectáculo callejero «simpático». En ninguna de esas percepciones se llega a tomar
conciencia de que se está asistiendo a una de las PFTI, en donde los niños involucrados permanecen muchísimas horas en la calle, expuestos a los peligros
urbanos, a jornadas extenuantes en lo físico, durísimas en lo afectivo y psicológico y, muchas veces, siendo víctimas de explotación económica.
Sin duda, si no se rompe con esta tolerancia y permisividad que normaliza e incluso, en muchos casos, refuerza la percepción positiva del TI, será muy difícil
lograr su erradicación, constituyéndose por tanto en una de las causas más importantes y difíciles de remover.
La dificultad para incorporar otras visiones culturales alternativas
Tiene que ver con culturas que determinan o condicionan decisiones respecto a la infancia en el ámbito de la familia, como parte de un acervo ancestral.
Nos referimos a las visiones del mundo, de la infancia y de su integración en
las tareas de los adultos de las que participan muchas de las poblaciones indígenas de Latinoamérica. Como se verá más adelante, el TI en los pueblos originarios aparece como uno de los grandes componentes cuantitativos de infancia que trabaja en la región y su importante asentamiento en espacios
rurales puede vincularlos además a otros tipos de desequilibrios sociales y
territoriales no resueltos. Sin embargo, es evidente que tiene un componente
cultural que introduce el riesgo de que se presente como «problema» lo que,
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
56
además de ser parte de los derechos universales de los pueblos a sus propias
culturas, no es más que uno de los elementos que deben incluir las soluciones
sociales que se diseñen.
«Aunque cada grupo indígena en las Américas tiene su especificidad y existe
una gran diversidad en modos de vida, concepciones culturales y entornos socioambientales, puede decirse que la participación de los niños en el trabajo
doméstico y productivo de sus familias desde temprana edad es bastante común a la mayor parte de ellos.»16 Sin embargo, esta participación en las actividades de los adultos, se da como una forma de educación en valores, habilidades para el trabajo y transmisión de la cultura. Además, normalmente
comienzan participando en estas actividades como en un juego y en un entorno de cuidados y protección, por lo que, en rigor, no serían aplicables las connotaciones de TI.
No obstante, la situación se ha transformado con la expansión de las sociedades de mercado, fuertemente individualistas y competitivas, que han roto muchos de los esquemas de vida de estas poblaciones, quebrando buena parte de
los modelos de incorporación protegida de los niños a las actividades económicas de los adultos. Así, el modelo tradicional de producción y subsistencia de
estas comunidades ha dejado en muchos casos de ser eficaz en el entorno actual, produciendo particularmente dos situaciones que impactan la situación
de los niños y niñas: fuerzan la migración de las familias o, al menos de los adultos, hacia los centros urbanos, con lo que se rompe la lógica comunitaria y familiar de cuidados, o bien, la propia comunidad en su conjunto entra en una dinámica de sufrir explotación o dependencia desde el entorno económico que,
al final, también termina afectando a los modelos de protección comunitarios
tradicionales.
2.2.4 Cuando faltan políticas, programas e instituciones
públicas adecuadas
Puede parecer paradójico que se ubique como causa del TI a las políticas e instituciones públicas, que no son sino las palancas de que disponen los Estados,
en última instancia los responsables últimos de garantizar en toda su extensión
los derechos de la infancia incluido que no sea explotada económicamente.
16.
Ames, Patricia, El TI indígena: cuándo y cómo se produce, IV Encuentro internacional contra el TI. Eje TI en poblaciones
indígenas y afrodescendientes, Foro Virtual, 2012.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
57
Sin embargo, más allá de las definiciones de pobreza que hemos revisado,
precisamente uno de los indicadores para estimar el nivel de desarrollo humano y social de un país es la calidad de sus políticas e instituciones públicas,
particularmente las que tiene que ver con los sectores más vulnerables de su
población.
Y por su carácter de problemática de infancia muy específica, que se conecta
con derechos y bienestar de la infancia, pero que requiere de una atención en la
que no alcanzan el tratamiento «genérico y extendido», la ausencia de los entramados político-instituciones específicos de lucha contra el TI se constituye
al mismo tiempo como un factor específico de producción de TI y como dificultad añadida para las actuaciones que, desde diferentes perspectivas, buscan
reducir o atacar el problema.
2.2.5 El modelo de articulación de las causas del TI
Podríamos concluir el ejercicio de problematización de los párrafos anteriores
no solo reconociendo la necesidad de profundizar en la comprensión de cada
una de esas causas generales que aparecen en la literatura especializada, sino
buscando ordenarlas a modo de mapa conceptual de alto nivel que describa
también la forma en que se articulan entre sí.
Figura 2.3 Modelo de articulación causas del TI
Género
Acceso a
servicios
Pobreza y
exclusión
Cultura de
la pobreza
Política,
programas,
instituciones
Subjetividad
de la familia
Cultura
y valores
dominantes
Políticas
educativas
La Escuela
Reproducción
sistema
de valores
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
58
Desde esta perspectiva, en la figura 2.3 presentamos nuestra visión de causalidades, que aplicamos tanto a ordenar los conceptos más generales como –según veremos más abajo– para entender las situaciones más específicas de una
comunidad o localidad en la que se interviene.
En este gráfico ponemos al ámbito familiar en el centro del mapa, entendiendo
por tal el entorno inmediato de contención emocional y afectiva del niño o niña
y en el que se toman decisiones que afectan a su persona y su vida: cualquier
tipo de análisis que se haga debe informar sobre qué ocurre en este lugar social
para que se adopten decisiones que conducen a vulneración de derechos. Por
tanto, las grandes tipologías de causalidad antes enunciadas deben entenderse como contextos que condicionan, que abren riesgos específicos, pero que no
son determinantes ineluctables ni insalvables, puesto que si así se considerasen, se cancelarían las posibilidades de actuación y resistencia de las familias y
los propios niños. O más peligroso aún, conduciría a una visión social en la que
aparecerían como condiciones previa a la erradicación del TI, la supresión de la
pobreza, cambiar radicalmente los sistemas educativos, transformar toda la
base cultural de la sociedad, etc., lo que sin duda, sería un planteamiento paralizante.
Por supuesto, Proniño se instala en una perspectiva dialéctica de comprensión
de las causalidades complejas y multidimensionales, pero como premisa necesaria de entender la realidad concreta, y desde allí, acometer su transformación. Para comprenderlo mejor, en los párrafos que siguen, se ve cómo este modelo de entender las causas del TI se aplica a la intervención directa.
2.3 Las causas vistas a nivel de la intervención directa
2.3.1 Familia e infancia: sujetos sociales, participación
y ciudadanía
Todas las causas que pueden asociarse a la (re)producción de TI, deben comprenderse en su conexión con el ámbito decisional que representa el entorno
familiar y emocional de los niños. Pero no de una forma pasiva o meramente
como secuencia de causas-efectos, sino desde la perspectiva de cómo deben
habilitarse procesos sociales de diálogo y participación que incluyan también a
los niños y niñas, lo que en definitiva es lo que permite romper con las visiones
paternalistas o asistencialistas, y recobrar la noción de sujetos sociales en que
concluyó el desarrollo jurídico-normativo que vimos en el capítulo anterior.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
59
En el fondo, se trata de aportar a la construcción de una visión de ciudadanía
participativa y desde la base, que rescate otros valores de convivencia y relación social. Esto que parece teórico, en instituciones o prácticas de base, cuando se interviene en forma directa, se vuelve lo único auténticamente transformador y debería ser también un criterio esencial para activar las políticas
públicas.
Dentro de las experiencias de Proniño se pueden contar infinidad de historias,
que van desde las autonomías locales en poblaciones indígenas que gestionan
presupuestos participativos en Ecuador, hasta intervenciones en plazas de
mercados que articulan a los dueños de plazas con las instituciones locales en
Colombia o a los Consejos comunales de Brasil, todos ellos ejemplos de respuestas ciudadanas para la protección de la infancia, basadas en la construcción de esos sujetos sociales activos que deben ser la familia y la infancia.
Es decir, hablamos de la necesidad de otras miradas sociales del ámbito hogar/
familia desde las políticas para posicionarlo no como el problema, sino como
actor de las soluciones.
2.3.2 Los modelos de causalidades a escalas micro
Cuando se interviene en situaciones concretas, en la mina, en la situación de
calle, en el basural, en el trabajo doméstico, en poblaciones indígenas, en las
plazas de mercado, etc., el ejercicio explicativo de las causalidades cambia, ya
que se hace necesario identificar con el nivel de detalle necesario las dinámicas
socioeconómicas específicas que llevan a la producción de las modalidades de
TI particulares que se pretende erradicar en cada lugar concreto. Producir el
retiro sostenible no es otra cosa que eliminar esas causas o, al menos, generar
respuestas adecuadas en la familia que no pasen por el TI. Por ejemplo, no se
puede eliminar la pobreza estructural, pero sí se puede instalar capacidad de
resiliencia para producir una trayectoria de vida familiar y del niño/a distinta.
Por lo tanto, las intervenciones directas requieren dedicar un gran esfuerzo en
la comprensión del modelo específico de producción del TI en la localidad o situación en que se va a intervenir. En el caso de Proniño, este ejercicio se formula en la Fase de Diagnóstico que realizan las organizaciones sociales aliadas que
forman parte del Programa y que luego conduce a un Proyecto Específico de
intervención social, dotado de indicadores de resultados y objetivos para alcanzar, detallando las actividades que se realizarán y los recursos de todo tipo que
se movilizarán. Por lo tanto, las metodologías de formulación de proyectos que
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
60
se usan se inscriben en una lógica simple: diseñar una intervención capaz de
satisfacer a nivel local los objetivos de retiro sostenible del TI para el niño o niña
y ayudar a crear condiciones para que puedan formular un proyecto de vida
distinto. Estos objetivos obligan a identificar el árbol de problemas17, llegando
con mucha precisión a las causas que están actuando para hacer que esos niños o niñas trabajen.
Figura 2.4 El modelo de Causas a escala local
Género
Acceso a
servicios
Tejido y
relaciones
comunitarias
Cultura de
la pobreza
Instituciones
y actuaciones
legales
Subjetividad de familia
y los niños
Cultura y
valores de la
Comunidad
Políticas
educativas
La Escuela
Reproducción
sistema
de valores
Sin embargo, esto no oculta ni invalida el modelo de causalidades antes descrito; más bien lo hace presente de una manera concreta y específica y es por ello
que luego, desde la reflexión que sigue a la acción, podemos reconstruirlo para
transformarlo en conocimiento social transmisible por nuestras redes sociales.
Desde esta perspectiva, por ejemplo, lo que identificábamos como «desequilibrios territoriales» ahora no es otra cosa que la dimensión local, que a veces
está representada por zonas urbanas deprimidas, plazas de mercados como
espacio de desarrollo de actividades comerciales muy particulares, pequeñas
explotaciones agrarias o pesca de sobrevivencia, minería artesanal o cualquier
sitio concreto en que la actividad económica incluya el trabajo de los niños.
17. Hay distintas metodologías para la formulación de proyectos sociales. En el caso de Proniño y sus organizaciones
sociales aliadas, se utiliza la conocida como Programación a través del Enfoque de Marco Lógico (EML).
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
61
Las condiciones de pobreza y exclusión antes analizadas ahora se ven como un
entorno de tipo comunitario que las articula en forma de dinámicas específicas
de TI, pero que también construye sus propias resistencias y modelos organizativos –tejido y redes sociales– desde los que hay que partir para cualquier
intervención. Y este marco de análisis situacional, la actividad laboral de los niños y niñas, adopta la forma de un abanico de actividades económicas variadas, las mayorías de ellas en entornos de informalidad que impiden siquiera
utilizar la noción de trabajo por salario y que, en muchos casos, es simplemente
de sobrevivencia. «Pobreza» también es aquí insatisfacción de necesidades básicas de alimentos y salud o el no acceso a sistemas de protección social, pero
fundamentalmente la ausencia de oportunidades y capacidades instaladas en
las comunidades y familias para acometer proyectos de vida distintos.
La tolerancia y legitimación social del TI adoptan la forma de prejuicios existentes
y se encarnan en experiencias de vida individuales y de relación que hay que entender en la propia historia comunitaria y en el tejido social realmente existente.
Por su parte, «la escuela» ya no se refiere tanto a políticas educativas o situación general del sistema educativo nacional; ahora es un establecimiento público concreto, muchas veces con instalaciones muy precarias y esquemas multigrado (niños y niñas de distintos niveles, pero todos en el mismo espacio físico
atendidos por un único docente). Estos son los mimbres con los cuales hay que
crear espacios de inclusión y de calidad educativa.
Los temas de género ya no son una situación de fondo que sabíamos que articula otros tipos de desequilibrios y exclusiones, ahora son cuestiones que aparecen de modo concreto en el hogar, en la escuela, en las obligaciones que asumen las niñas de cuidar otros hermanos menores, las formas de explotación
doméstica, la trayectoria que las condiciones de niñas imprimen a sus experiencias laborales y, en general, a sus vidas.
Finalmente, las políticas, programas e instituciones ahora se entienden como
«la institucionalidad local», cuestión que desde nuestra perspectiva es el eslabón más débil de toda la cadena de desarrollo institucional contra el TI, ya que
a pesar de que el TI es siempre local y debería, por lo tanto, ser este espacio de
proximidad con las familias, el de mayor capacidad para reaccionar, paradójicamente, es el que presenta las mayores precariedades institucionales.
Pero insistimos en que todas las categorías sociales locales que aparecen serían inabordables si no se las analizase desde ese conocimiento más general
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
62
que es capaz de vincular las especificidades locales con los conceptos y doctrinas que hemos comentado en los puntos anteriores.
2.3.3 Subjetividad de la familia y de los niños
Una de las preocupaciones permanentes de Proniño ha sido entender mejor las
dinámicas que se instalan en el interior de la familia para que estas lleguen a
estrategias de sobrevivencia que incluyen situaciones de trabajo infantil. Vamos pues a tratar de profundizar en ella.
La última definición citada al repasar los conceptos de pobreza (PNUD, A. Sen)
conecta mucho mejor con la experiencia del Programa y sus organizaciones sociales aliadas, ya que aunque de un modo no sistematizado, se suele hablar de
«cultura de la pobreza», alejándose, por supuesto, de cualquier sentido peyorativo o denigrante. Más bien para definir la necesidad de describir una realidad
mucho más compleja que la simple insuficiencia de ingresos o recursos para
atender a necesidades básicas y que, por tanto, debe contemplar el conjunto
de valores, vivencias, experiencias, resistencias, aspiraciones, etc., que explican
por qué se producen en los adultos ciertas visiones de la infancia y cuáles son
los determinantes que llevan a la familia a tomar decisiones sobre los niños y
niñas que comprometen sus vidas y sus futuros.
Giselle Silva, una de las colaboradoras más frecuente de Proniño y FT Perú en
materia de estudios sociales sobre causas del TI, analiza la percepción de las
familias del TI en términos de «conjunto de vivencias, percepciones y juicios de
las personas» y que cuando articulan las percepciones que determinan si los
niños y niñas irán o no a trabajar, expresan este factor cultural como determinante de las decisiones que se toman, ya que –continúa Silva– la cultura no es
sino el «conjunto de valores, ideas, creencias y formas de actuar (y que) tiene
una gran influencia en cómo se presenta el TI y qué formas toma en los diferentes contextos geográficos donde aparece».
En párrafos anteriores nos preguntábamos cuáles eran los mecanismos que
traducían la pobreza, exclusión u otros modos de precariedad en TI, pero también demandábamos por las razones que explican por qué en un mismo entorno social, algunos niños trabajan y otros no. Silva, propone una respuesta: la
pobreza es el condicionante; la familia, el determinante.
Ciertamente es otra mirada: no desdeña la pobreza, no desaparece la necesidad de precisar qué entendemos por tal, porque «es el contexto, la condición
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
63
para». Pero al situar a la familia como «determinante» plantea la existencia de
un agente, una institución que traduce la pobreza en vivencias y decisiones
concretas, del día a día, constituyéndose así en el dispositivo social a través del
cual la pobreza estructural y el entorno operan para producir TI.
Desde esta perspectiva, Silva desarrolló en el seno de Proniño una investigación de campo, que naturalmente requirió formular algunas categorías de conocimientos e hipótesis para explorar. Según Silva, siguiendo la estela de otros
estudios, la decisión sobre el trabajo de los niños y niñas se toma «a partir de
una serie de factores conscientes e inconscientes asociados a la subjetividad
de los adultos en interacción con la de los niños: la idiosincrasia propia de la
cultura a la que pertenecen, las experiencias de TI de los progenitores, las expectativas depositadas en el rol del hijo, la valoración que otorgan a la escuela y
la educación formal, la visión de futuro familiar, entre otros»18.
Y como corolario de su investigación interactuando con padres y madres, docentes y los propios niños y niñas, construye una tipología de familias19 compuesta de seis tipos20:
• Padre estricto, que considera que el trabajo forma a su hijo y que es deber
de este apoyar económicamente a la familia.
• Padre infantil, que piensa muy similar al padre estricto, pero se caracteriza fundamentalmente por experimentar hacia su hijo menor un alto
grado de dependencia y espera de este soporte y protección a través del
apoyo laboral.
• Padre ausente, el que ha abandonado a su hijo y este trabaja sin apoyo o
presencia del un adulto que lo sostenga.
• Padre explotador, que utiliza al hijo como un instrumento que le provea
beneficios, sin tomar en cuenta las necesidades del niño y menos sus derechos.
• Padre reflexivo es aquel que marca la diferencia con los demás tipos. Es el que
se pregunta y se cuestiona acerca del TI, tomando en cuenta las necesidades
de desarrollo de su hijo, sus derechos y su proyección como estudiante y
18. Silva, Giselle, TI, familia y construcción de la subjetividad en niños y adolescentes trabajadores, Lima, 2011.
19. Silva, Giselle, Voces sobre el TI: Actitudes y vivencias de padres, madres y maestros de niños que trabajan en edad escolar
sobre el TI. Fuentes, Claudia (asist.), Fundación Telefónica-Programa Proniño, Lima, 2011.
20. Hablamos de familias aunque Silva pone la tipología en el padre, normalmente el jefe de la familia por la preponderancia
que adquiere a partir de una cierta subordinación del rol femenino en la decisión sobre el TI.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
64
como persona. No está de acuerdo por lo general con esta actividad, pero si se
decide a favor de TI, busca alternativas para que este no sea pesado y permita
al niño estudiar. El padre reflexivo piensa, es crítico y empático con las vivencias del niño, busca protegerlo y auspiciar su desarrollo personal.
• Padre negador es en realidad un padre reflexivo pero que no tiene capacidad para asumirse como tal, y que opta por afirmar el desarrollo escolar
del niño, negando la situación real de TI.
Las cuatro primeras categorías refuerzan la condición de pobreza con sus decisiones, no tienen capacidad para torcer la proyección de sus propios destinos
de vida no tolerables. Son pobres en el sentido que le dan Amartya Sen y el
PNUD a la pobreza.
El reflexivo (y de alguna forma, el negador) tiene capacidad para no aceptar
la situación que le propone el entorno, tiene un grado importante de resiliencia, puede imaginar una trayectoria distinta para sus hijos, se sobrepone al
medio para crear un futuro mejor. Aunque si se siguen las mediciones tipo
Banco Mundial estaría, en muchas situaciones, por debajo de alguna de las
líneas críticas definidas (pobreza o indigencia); no sería estrictamente pobre
si volvemos al PNUD o A. Sen, porque tiene la capacidad para construir una
vida tolerable.
2.3.4 Familia y políticas públicas
Aunque está presente en el trasfondo metodológico de la investigación de Silva
para Proniño, es necesario señalar que evidentemente este espacio de subjetividad de los padres y madres que permite construir tipologías de familias en
relación a sus visiones y respuestas al TI, no es algo que simplemente existe,
como si fuera un fatalismo. Por el contrario es producto de una historia en la
que se combina la situación de contexto con la historia y vivencias de cada una
de las personas. Esos modelos de subjetividades que Silva llega a identificar
tienen también causas y trayectorias sociales.
Por eso, si bien una de las conclusiones de Silva es que resulta necesario replantear aspectos importantes de las políticas públicas y de las intervenciones directas, poniendo un nuevo y más intenso foco en el interior de la familia, también es cierto que en la medida en que se puedan ir cambiando las condiciones
de pobreza, sobre todo cuando es extrema y estructural, las familias, las personas, reciben otras señales del contexto social, de afectividad, de perspectivas,
etc. que producen cambios en las subjetividades.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
65
De hecho, el éxito de algunos grandes programas de transferencia condicionada de recursos a las familias se debe a que, en el fondo, modifican la subjetividad del entorno familiar por la doble vía de mitigar las condiciones de pobreza aportando renta adicional a la familia, pero, al mismo tiempo,
obligándole a conductas responsables con la infancia: escolarización, atención médica periódica, etc.
Y, en general, puede afirmarse que las políticas de promover y facilitar el acceso
a los servicios esenciales, específicamente orientados a la Protección de Familia, crean condiciones para producir nuevas subjetividades que conduzcan a decisiones más favorables para la infancia y que rechacen las formas de TI, particularmente aquellas más agresivas, como las peores formas.
2.4 Las consecuencias del trabajo infantil
Entre las conclusiones a las que se llegaron en el capítulo sobre las definiciones
y normativas, acotamos que el Convenio 182 tenía una definición implícita de
las prácticas laborales no aceptables para la infancia y que puede expresarse en
términos de «todas aquellas que producen los resultados que posteriormente
se listaron en la Resolución R90» y que son:
• Los trabajos en que el niño queda expuesto a abusos de orden físico, psicológico o sexual.
• Los trabajos que se realizan bajo tierra, bajo agua, en alturas peligrosas o
en espacios cerrados.
• Los trabajos en los que se utilizan maquinarias, equipos y herramientas
peligrosas, o que conllevan la manipulación o el transporte manual de cargas pesadas.
• Los trabajos realizados en un medio insalubre en el que el niño esté expuesto, por ejemplo, a sustancias, agentes o procesos peligrosos, o bien a
temperaturas o niveles de ruido o de vibraciones que sean perjudiciales
para la salud.
• Los trabajos que implican condiciones especialmente difíciles, como los
horarios prolongados o nocturnos, o los trabajos que retienen injustificadamente al niño en los locales del empleador.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
66
Por ello, algunos ejemplos de criterios seguidos en algunos países21 para determinar qué trabajos son peligrosos por su condición, incluyen aspectos como
jornadas superiores a las permitidas por legislación especial, trabajo nocturno,
movimientos repetitivos, posturas fijas, posturas ergonómicas inadecuadas,
tareas complejas, trabajo a la intemperie, tareas agropecuarias sin seguridad,
servicio doméstico, que provoquen desarraigo o pérdida de identidad, peligro
de violencia, hostigamiento, retención injustificada.
Pues bien, si estos son los peligros que se tienen en cuenta para definir a un
trabajo como peligroso, estas son las consecuencias que se producen cuando
sigue habiendo este tipo de trabajo infantil. Es decir, un impacto directo tremendo en su salud: enfermedades respiratorias, deformaciones óseas, infecciones de piel, afecciones gastrointestinales de efectos perdurables, fatigas
auditivas y de visión, etc. Y cuando decimos «salud» debe entendérsela en un
sentido integral, es decir, física, afectiva, emocional y psicológica: soledad,
abandono, miedo, movimientos repetitivos, entornos lúgubres.
Por estas circunstancias, Bernardo Kliksberg22, en una conferencia magistral que
brindó en el marco del II Encuentro Internacional contra el Trabajo Infantil (Perú,
2008), sorprendió a la audiencia afirmando que el trabajo infantil en los basurales
es un asesinato diferido. Tras un breve silencio, explicó que es tal el impacto sobre
la salud del niño y la niña, que su potencial y expectativas de vida se reducen en
muchos años. Puede parecer demasiado duro, pero es la realidad.
Ahora bien, siendo estas consecuencias tan impactantes como útiles para la
identificación de aquellas que deben considerar PFTI, entrañan un cierto riesgo:
limitar las consecuencias del TI únicamente a esta dimensión del impacto en la
salud física o emocional del niño. Por ello, creemos que no agotan, ni mucho
menos, la comprensión social de las consecuencias del TI: así como el trabajo
infantil es multicausal y multidimensional, las consecuencias también lo son,
afectando como una onda expansiva a toda la sociedad.
De alguna forma, lo que estamos proponiendo es que, si para entender las causas del TI partiendo de conceptos amplios y universalistas tratamos de llegar a
21. OIT, Sistematización de los procesos nacionales para la determinación del trabajo infantil peligroso. República Dominicana,
Guatemala, Panamá, Nicaragua, Costa Rica y Honduras, Documentos Síntesis, San José, Oficina Internacional del Trabajo,
2008.
22. Bernardo Kliksberg es doctor en Economía, argentino, reconocido mundialmente como fundador de una nueva disciplina,
la Gerencia Social y es pionero de la «Ética para el Desarrollo», el Capital Social y la Responsabilidad Social Empresarial.
Está considerado como «uno de los principales expertos a nivel mundial en materia de lucha contra la pobreza.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
67
los sujetos concretos que son el niño y su familia, ahora desde estos sujetos
proponemos reconstruir la cadena de efectos hasta demostrar que el TI afecta
radicalmente al conjunto de la sociedad.
Como en otras oportunidades, nos apoyamos en la experiencia de Proniño para
articular un esquema de análisis (figura 2.5) que incluye tres grandes áreas de
consecuencias y/o impactos.
La primera se refiere a los propios niños y niñas, considerados no solo como
sujetos de derechos (sujetos jurídicos) sino como personas con necesidades
afectivas y emocionales, que en términos generales reconocemos como su
«subjetividad».
Figura 2.5 Consecuencias del TI
Subjetividad
y proyecto
de vida
Ciudadanía
(Ética y derechos)
Desarrollo social
y económico
Las otras tienen dimensiones macro, desde el momento en que se refieren a la
ética desde la que se construye una sociedad que resulta tolerante y permisiva
con esta situación de la infancia (Ciudadanía) y porque cuestionan la calidad y
sostenibilidad de los modelos de desarrollo social y económico que no incluyan
entre sus fundamentos la erradicación urgente del trabajo infantil (Desarrollo
Social y Económico).
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
68
2.4.1 Subjetividad y proyecto de vida de los niños y niñas
Evidentemente, dependiendo del tipo de trabajo al que estén expuestos los niños y niñas, variará el impacto sobre sus personas. Pero hay un conjunto de
consecuencias que pueden más o menos generalizarse.
En un estudio realizado por Proniño Uruguay23 se afirma que «el Trabajo Infantil
forma parte de un proceso que combina tres elementos clave: a) un proceso de
emancipación temprana e incompleta; b) la ruptura de un proceso de socialización de carácter universalista, y c) un proceso de falsa socialización laboral».
Cuando se habla de emancipación temprana e incompleta, se está diciendo que
los niños, niñas e incluso los y las adolescentes están asumiendo roles de adultos
en un momento de sus vidas en que no han alcanzado un desarrollo físico, psicológico y cognitivo que los habilite para ello. Están en una tierra de nadie en la que
desempeñan algunas experiencias de adultos (gestionan dinero, forman parte de
sus redes, toman decisiones sobre sus propias vidas, etc.), pero sin ser adultos ni
en sentido legal ni en sentido de autonomía personal. Esta situación de falsa
adultez se puede desarrollar también en el interior de la familia, por ejemplo en
aquellas que G. Silva denomina tipologías de padres ausentes o infantilizados
que delegan en el niño o niña sus responsabilidades de adulto, pudiendo llegarse
en muchos casos a situaciones en las que —una vez que el adulto pierde total o
parcialmente su función de suministrador de recursos— pretenden recuperar su
autoridad desde la violencia y el maltrato.
Es también un proceso de socialización que tiende a construirse en términos de
estrategias de sobreadaptación para sobrevivir y que en la mayoría de los casos
se desarrollan en espacios alternativos a la escuela y, por lo tanto, caracterizados por la presencia de niños, niñas y adolescentes sumidos en el fracaso y/o
abandono escolar.
Y es también un proceso de falsa integración laboral, porque la precariedad e
informalidad que caracteriza a las PFTI no es desde luego un entorno de derechos, dignidad y aprendizajes apropiados.
En definitiva, estas circunstancias los conducen a una progresiva desafiliación
institucional y social que los expone al mismo tiempo a la exclusión y a un em23. Trabajo Infantil en el Uruguay. La paradoja de la sobrevivencia en la basura. La salvación es a su vez la condena, Proniño
Uruguay - Fundación Telefónica, Gurises Unidos, p. 16, 2010.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
69
pobrecimiento prematuro, en el sentido más moderno del concepto, esto es, a
destruir su potencial de capacidades para la vida digna.
Además, esta descripción de los procesos debe ser mirada desde la perspectiva
de la propia subjetividad del niño: «Para los niños y adolescentes que trabajan,
el trabajo deviene en un contexto relacional que participa de la constitución de
su subjetividad, en articulación con los otros contextos donde simultáneamente los pequeños trabajadores participan. El trabajo participa de la constitución
y desarrollo de la subjetividad, no simplemente como actividad que demanda el
desarrollo de determinados conocimientos y competencias… sino como contexto de actuación e interrelaciones donde el sujeto actúa, se relaciona con
otros y experimenta vivencias emocionales específicas»24.
Cuando el trabajo de los niños se aleja de cualquier forma tolerable –incluso de
asumir formas de resistencias frente a la pobreza o la exclusión– les puede conducir a una reducción de la autoestima, a una percepción de violencia emocional y afectiva contra ellos, real por otra parte, que erosiona sus potencialidades
de desarrollo como personas25.
A la hora de visualizar impactos no solo en el presente, sino en el futuro del menor, hay que comentar las consecuencias en el niño o niña de interferir en el
proceso educativo, que, ya se sabe, es un componente esencial en la formulación de un proyecto de vida digno de las personas (figura 2.6).
Esta cuestión tiene dos partes: la forma en que realmente interfiere en la educación y las consecuencias de estas interferencias.
Está claro que hay modalidades de TI que, por la peligrosidad que los caracteriza, no hay dudas de que bloquean totalmente el proceso educativo de niño. De
un modo directo cuando las horas de actividad laboral que demandan hacen
imposible su permanencia en la escuela o, indirectamente, porque los efectos
sobre el niño (salud, agotamiento extremo, inseguridad emocional para afrontar el proceso educativo, etc.) impiden su normal desempeño como alumno
que termina forzando el abandono escolar.
24. Martínez, Albertina Mitjáns, Trabajo infantil y subjetividad: una perspectiva necesaria. Estudios de Psicología, Universidad
Federal do Rio Grande do Norte Nata, Brasil, julio-diciembre 2001, año/vol 6, nº 002, pp. 235-244.
25. «The findings of this study are important because they show that, in addition to the detrimental effects of child labor on
the health of the children and on their academic achievement they may also be harmful emotional effects.» En «Child
Labor in Guatemalan Children: An International Pilot Study on the Emotional Effects and Consequences». Yetilú de
Baessa, Journal of Emotional Abuse, vol 8(3), 2008, p. 331.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
70
Sin embargo, la mayoría de los niños y niñas de América Latina que trabajan,
además estudian. Esto hace más difícil el análisis de las consecuencias sobre la
educación de los mismos.
Figura 2.6 El trabajo infantil afecta el presente y el futuro
de los niños y niñas
Perjudicial para la
educación, afecta al
desarrollo físico, mental
y emocional
Competencia de base
limitadas, participación
en PFTI, mayor riesgo
de desempleo
NIÑEZ
ADOLESCENCIA
Y JUVENTUD
El TI afecta las perspectivas de
trabajo decente a lo largo de todo el
ciclo de vida de las personas
NIÑEZ
Falta de protección
social (jubilación,…)
dependencia, vulnerabilidad
ADOLESCENCIA
Y JUVENTUD
Falta de trabajo decente,
menores ingresos y
productividad, desempleo
y/o subempleo, tendencia a
reproducir TI con sus hijo/as
Fuente: UCW, Unidos en la lucha contra el TI. Informe interagencial para la Conferencia mundial sobre TI
de La Haya del 2010/Programa Entendiendo el TI (UCW), OIT, Ginebra, 2010, p. 54.
Para ordenar los posibles impactos del trabajo infantil en el proceso educativo, es
necesario destacar los principales aspectos que se pueden ver afectados, a saber,
escolarización, absentismo, repitencia, deserción y calidad de los saberes adquiridos. Y aunque naturalmente estas dimensiones están relacionadas entre sí,
permiten comprender mejor los mecanismos de impacto del trabajo infantil.
Sobre la escolarización, algunos estudios estadísticos llevados a cabo en Asia
demuestran que, dependiendo del tipo de trabajo y de las horas trabajadas, los
efectos pueden variar: si las horas son pocas, puede que llegue a estimular la
escolarización; cuando la intensidad del trabajo es fuerte, no hay espacio para
una correlación positiva.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
71
Sin embargo, estos estudios describen situaciones que en general no se corresponde con las de América Latina, en donde existen altas tasas de escolarización y moderadas tasas de trabajo infantil. Por ello, cuando se analiza
más en detalle la trayectoria escolar del grupo de niños y niñas trabajadores, surgen lecturas preocupantes. Por ejemplo, en Panamá la tasa de escolarización de los niños y niñas que trabajan solo alcanza al 86,6% entre 5 y
9 años; al 84,8% entre 10 y 14 años, y cae al 50,9% entre 15 y 17 años, con
diferencias de 4,3; 12,2, y 36,2 puntos porcentuales respecto a los que no
trabajan26.
En relación a la repitencia que conduce a la sobre edad27 y esta a la deserción
escolar, suele ser una trayectoria bastante frecuente. Y el ausentismo por sí
solo, o coadyuvando a otros factores, contribuye a acelerar este ciclo.
En las investigaciones que en forma conjunta realizaron OIT y Fundación Telefónica28 en siete países de América Latina sobre Trabajo Infantil y su vinculación con el ejercicio del Derecho a la Educación, relevó datos que no dejan mucho margen para la dudas.
En Argentina la repitencia de los niños y niñas trabajadores supera en 17 puntos
porcentuales a los no trabajadores, en todas las franjas etarias analizadas. En Panamá esta diferencia sube a 23 puntos porcentuales. Dos países con situaciones
sociales y demográficas muy distintas pero con resultados similares29.
Lo mismo podría decirse del ausentismo escolar o la deserción. En Argentina, el
ausentismo de los niños y niñas trabajadoras supera en más de 10 puntos al de
los que no trabajan. En Panamá la deserción escolar ilustra dramáticamente las
distintas condiciones de escolarización, ya que es 40 puntos porcentuales mayor en los y las trabajadoras, llegando al 92,5%30.
26. IPEC/OIT, Estudio sobre el trabajo infantil y su vinculación con el ejercicio del derecho a la educación, Panamá,
Organización Internacional del Trabajo, San José, 2011.
27. Niños y niñas con edades bastante superiores a las del resto de su clase.
28. Acuerdo de colaboración entre OIT/IPEC y FT para la realización de los «Estudios sobre trabajo infantil y su vinculación
con el ejercicio del derecho a la educación» en siete países y que son tomados como referencia para la exposición que se
hace en este apartado.
29. Rebón, Marcela; Roffler, Erika; Tedeschi, Virginia. Estudio sobre el trabajo infantil y su vinculación con el ejercicio del
derecho a la educación. Versión final. Argentina, abril 2001 (pendiente de publicación).
30. Idem 25.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
72
A modo de síntesis y siguiendo algunos estudios que han profundizado específicamente en situaciones actuales de Latinoamérica31, se pueden enunciar las
siguientes líneas de impactos:
• Hay estudios que creen advertir signos distintos en los rendimientos laborales a largo plazo según la edad de ingreso al TI. El impacto es fuertemente negativo si el ingreso es antes de los 12-14 años; si es más tarde de
esta edad, según las modalidades de trabajo y de contexto, en algunos
casos podría mejorar a futuro el rendimiento laboral32. Sin embargo, en lo
que hay generalizada convergencia de opiniones es que cuanto más precoz es el ingreso del niño o la niña en el mundo laboral, más fuerte es el
impacto en su trayectoria escolar.
• La variable de mayor incidencia no es tanto si trabaja o no, sino la intensidad del trabajo.
• El análisis de niños y niñas trabajadores procedentes de distintos contextos tiende a expresar rezagos y diferencias similares, es decir, que la condición de trabajador es mucho más significativa en su rendimiento escolar
que cualquier otra característica sociocultural.
Por tanto, puede afirmarse que el trabajo infantil –particularmente en sus peores
formas– impacta de una manera dramática no solo su situación actual, es decir
su condición de niñez y sus derechos en el presente. También conculca su proyección de futuro, arrebatándole capacidades para desarrollar sus potencialidades y condenándolos a realimentar su situación de pobreza, entre otras cosas, al
impedir en la mayoría de los casos una escolarización satisfactoria y de calidad.
2.4.2 Ciudadanía: ética y derechos
El Premio Nobel Amartya Sen y otros intelectuales como el ya citado Bernardo
Kliksberg han dedicado un importante esfuerzo a comprender y explicar los
grandes problemas de mundo, desde una perspectiva que, si no es nueva, al
menos ha cobrado cierta relevancia en las últimas décadas: la ética del desarrollo33. Desde este posicionamiento pretenden recuperar lo que entienden como
31. Cervini, Rubén Alberto, Trabajo infantil y progreso de aprendizaje en la educación básica. Un análisis multinivel del «valor
agregado». Para la Construcción del Saber, RLEE, México, Vol. XXXVI, nº 3 y 4, 2006, pp. 183-218.
32. Emerson, Patrick M., Portela Souza, André. Is Child Labor harmful? The Impact of Working Earlier in Life on Adult Earnings,
University of Chicago, 2011.
33. Sen, Amartya; Kliksberg, Bernardo, Primero la gente. Una mirada desde la ética del desarrollo a los principales problemas
del mundo desarrollado, Ediciones Deusto, Barcelona, 2007. ISBN: 978-234-2583-9.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
73
relación perdida entre ética y economía. Pero no solo desde un reclamo ciudadano, sino buscando demostrar que la ausencia de planteamientos éticos, a
medio y largo plazo, terminan por afectar también las posibilidades de desarrollo económico.
Kliksberg (2008) ha aplicado estas orientaciones para analizar lo que él llama
la «pobreza paradojal» de América Latina, en el sentido de que sociedades
real o potencialmente ricas son, al mismo tiempo, las más desiguales del planeta, con amplísimos sectores de pobreza extrema. Más allá de las condiciones mundiales o históricas en que se han conformado estas estructuras de
pobreza, este autor sostiene que solo se puede llegar a esta situación a partir
de un vacío de ética.
Pero lo que es más importante, Kliksberg retoma una propuesta de algunos estudios anteriores (Putnam, 1994), que introducen la idea de que cualquier forma de desarrollo equitativo y sostenible depende de algo que llama capital social, y que articularía valores o intangibles sociales en al menos cuatro
dimensiones: valores éticos, capacidad asociativa, confianza entre sus propios
miembros y confianza cívica. Son claramente categorías que miden la calidad
de ciudadanía que opera en una sociedad determinada.
Lo interesante es que los estudios econométricos que se están haciendo
bajo estas premisas teóricas advierten que hay una relación cuantificable
entre capital social y más y mejor crecimiento a largo plazo34. No quiere decir esta afirmación que se deba menospreciar el peso y la importancia de
otros factores estructurales de las teorías más clásicas del desarrollo, pero
sí que estas últimas, por sí solas, no alcanzan para explicar los modelos de
desarrollo social y de construcción de ciudadanía en un mundo global complejo e interconectado.
Por lo tanto, desde la perspectiva de estos conceptos, no puede dejar de
señalarse que la mera presencia del trabajo infantil supondría claramente
lo que Kliksberg denomina vacío de ética y, por tanto, sería un cuestionamiento radical sobre la calidad institucional y de ciudadanía realmente
existente de las sociedades con presencia importante de situación de la
infancia. Ya dijimos que la tolerancia, la invisibilización y la positivización
del trabajo infantil contribuyen a definir un contexto favorable a que se
34. Más ética, más desarrollo. Bernardo Kliksberg, Temas Grupo Editorial Buenos Aires, 16º Edición, 2008.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
74
perpetúen situaciones de clara vulneración de los derechos de la infancia.
Ahora hay que señalar otra consecuencia, ya que en la medida que el ciclo
sigue reproduciéndose, la respuesta social permisiva termina generando
sociedades con pocos recursos institucionales y ciudadanos para restituir
los derechos conculcados de, precisamente, uno de los sectores más expuestos y vulnerables de la sociedad: la infancia en situación de pobreza
estructural y exclusión.
En definitiva, que se deteriora significativamente lo que arriba se definió como
Capital Social y, por tanto, que hay una merma objetiva de la potencialidad de
desarrollo socioeconómico a largo plazo, aunque no sea recogida desde el análisis de otros indicadores económicos más clásicos. Y como ha ocurrido en las
décadas recientes, el desarrollo a largo plazo podría derivar hacia escenarios o
no sostenibles o muy conflictivos, y en todo caso, aunque se logren situaciones
de crecimiento económico, no son futuros deseables ni para la sociedad en su
conjunto ni para la niñez en particular.
2.4.3 Desarrollo social y económico
Este apartado pretende señalar algunas cuestiones, probablemente no suficientemente estudiadas, sobre una articulación de las consecuencias distinta a
las anteriormente expuestas.
En las causas vimos con bastante detenimiento la gran cantidad de investigaciones que buscan comprender mejor e, incluso, parametrizar en forma de modelos los mecanismos a través de los cuales la pobreza estructural produce o
coadyuva a la existencia de trabajo infantil.
Lo que tratamos aquí es de demostrar que hay una cadena causa-efecto-causa
que se teje en forma de pobreza-trabajo infantil-ampliación de la pobreza, pero
no solo del entorno inmediatamente vinculado al niño o niña y su familia actual
o, incluso, de la familia o el entorno que construirá a futuro los y las que hoy son
niños y niñas trabajadoras. Más bien, nos referimos a otros fenómenos socioeconómicos que se producen sobre el conjunto de la sociedad, más allá de
los núcleos específicos en los que se radica el TI.
Para ello, repasaremos algunos de los dispositivos o mecanismos sociales que
construyen este impacto social macro del trabajo infantil.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
75
Precarización y descualificación del mercado laboral presente
Hay al menos dos poderosos dispositivos de transmisión de precariedad y exclusión entre trabajo infantil y mercado laboral adulto.
En primer lugar, que la mera existencia de trabajo infantil, aunque radicado preferentemente en los espacios de la economía informal y con un altísimo grado
de precarización, da cuenta de que existe un trabajo vinculado a la producción
de bienes y servicios que es no-legal, está oculto y que se remunera muy por
debajo de lo que sería un trabajo adulto. Por tanto, aunque sea muy difícil determinar la magnitud, hay un fenómeno de sustitución de trabajo adulto por
mano de obra infantil en condiciones de desprotección y explotación laboral,
que indudablemente contribuye a precarizar el conjunto de relaciones laborales. Es una de las causas por las que la Agenda Hemisférica incluye la eliminación del trabajo infantil como meta necesaria para poder lograr el Trabajo Decente en la Región.
Por otra parte, aunque se logre dotar de suficiente protección al trabajo adolescente permitido a través de los permisos otorgados por las autoridades competentes, es claro que esta situación implica, en la mayoría de los casos, la interrupción de los estudios o al menos, menor capacidad para dedicarles tiempo.
Por tanto, es un proceso que conduce a formaciones menos especializadas, con
lo que la cualificación con que se ingresa al mercado laboral tiende a bajar, reduciendo el capital humano en su conjunto. Esto se agrava si se toma en cuenta
que en la actualidad el desarrollo económico implica necesariamente incorporar procesos productivos de mayor complejidad organizativa y tecnológica.
Mecanismo de transmisión de pobreza intergeneracional y perpetuación
de la pobreza estructural
Desde distintos enfoques y metodologías (Emerson y Souza, 2011; Giselle Silva, 2011) vimos como el TI es un mecanismo de transmisión intergeneracional,
no solo de pobreza sino de la propia situación de TI.
Uno de los mecanismos clásicos de transmisión de pobreza es la imposibilidad
de acceder en condiciones adecuadas a la educación formal. CEPAL expresa
que para tener un 90% o más de probabilidades de no caer o mantenerse en
una situación de pobreza, de acuerdo a las características socioeconómicas de
América Latina, se requieren entre 10 y 13 de años de educación formal y, en
muchos casos, dependiendo del país, al menos haber completado la educación
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
76
secundaria35. Otros datos también aportados por CEPAL y por muchas de las
investigaciones que vinculan educación y pobreza, establecen un rango entre el
10 y 12% como mejora de los ingresos a futuro por cada año de escolaridad
formal por encima de la educación primaria. Situación que, por supuesto, se
puede describir en el sentido de pérdida de ingresos potenciales a futuro, un
10-12% de ingresos perdidos por cada año de escolarización que se pierde.
Por tanto, en la medida que el trabajo infantil saca al niño o niña de la escuela o
reduce la calidad educativa que recibe, se configura como un poderoso mecanismo de transmisión intergeneracional de pobreza.
Pero adviértase que no solo es un dispositivo que perpetúa la pobreza a futuro de los que hoy trabajan. Es además un factor amplificador, porque los niños
y niñas que han estado vinculados a las peores formas de trabajo infantil
tienden a construir de adultos entornos familiares también desarticulados y
pobres, por lo que transmiten pobreza a un círculo social más amplio que su
propia persona.
Y cuando las tasas de trabajo infantil son relevantes, significa que este mecanismo intergeneracional de transmisión de pobreza en realidad no es individual
sino social y condena a un amplio sector de la sociedad a reproducir (en forma
ampliada) las condiciones de pobreza estructural.
Bloqueo del sistema educativo
En un estudio que impulsó Fundación Telefónica36 –aparte de llevar por título
toda una declaración de intenciones: «¿Qué hacemos con el trabajo infantil
desde la escuela?»– comienza la reflexión con una serie de preguntas desde las
que debería partir la escuela como institución:
¿Qué sentimientos, imágenes o expectativas nos despierta un alumno trabajador? ¿Qué opinión construimos sobre la familia del alumno? ¿Qué ideas nos hemos ido formando sobre el trabajo infantil? ¿Consideramos que el problema
tiene solución? ¿Ponemos en práctica con ellos estrategias pedagógicas diferenciales? ¿Les debemos exigir más, menos o lo tratamos de forma idéntica
que a los demás alumnos? ¿Realizamos consultas con el resto de los docentes
35. CEPAL, Superar la pobreza mediante la inclusión social, Naciones Unidas, 2008, p. 26.
36. García, Marina L., ¿Qué hacemos con el trabajo infantil desde la escuela?, Chebez, Víctor (col.). Buenos Aires, Fundación
Telefónica, IIPE-Unesco, 2009.
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
77
de la escuela o con especialistas? ¿Cómo nos relacionamos con el alumno trabajador? ¿Qué sabemos de los alumnos que trabajan, de sus familias, de las
actividades que realizan fuera de la escuela?
Por supuesto, más allá de la buena voluntad generalizada de los docentes, no
hay respuestas satisfactorias para este tipo de preguntas. Por eso, no es de
extrañar que dentro de las conclusiones del estudio conducido por Cervini sobre algo más de cinco mil alumnos de 88 escuelas de las Provincia de Buenos
Aires, Argentina37, siguiendo su rendimiento escolar entre 2001 y 2003, haya
algunas conclusiones que hablan de cómo la presencia de niños y niñas en situación de TI condiciona los rendimientos educativos no solo de estos, sino del
conjunto escolar.
Afirma que no existen diferencias significativas en el patrón de bajo rendimiento escolar de los niños y niñas trabajadores de los diversos colegios. Por tanto,
debería inferirse que ninguna de estas escuelas ha podido implementar alternativas eficaces para dar respuestas pedagógicas y educativas a los efectos
negativos que introduce el trabajo infantil en las dinámicas de aprendizaje: cansancio, estrés, bajo capital cognitivo de ingreso, baja autoestima, desapego familiar, etc.
Por otra parte, encuentra que el rendimiento medio global de los centros educativos tiende a reducirse en forma proporcional a la cantidad de niños y niñas
trabajadoras escolarizados en ellos. La preocupante conclusión es que si no hay
una adecuación pedagógica-educativa a la situación de los niños que trabajan,
mientras más alta sea la tasa de TI en la población estudiantil, menor rendimiento escolar de todos los alumnos y alumnas de los centros educativos.
En el ya mencionado estudio sobre Trabajo Infantil y su vinculación con el derecho a la educación en la Argentina, promovido por OIT y Fundación Telefónica,
plantea a la educación como dimensión institucional que se configura como un
espacio de intervención social y pedagógica. Y esta es la clave. Como espacio de
intervención social, la escuela tiene que alinearse como agente activo en busca
de soluciones al TI y como tal, debe contribuir a que esos niños y niñas puedan
salir de la condición de trabajadores.
37. Cervini, Rubén Alberto, Trabajo infantil y progreso de aprendizaje en la educación básica. Un análisis multinivel de «valor
agregado», Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, 3er-4to trimestre, año/vol XXXVI, nº 3-4. Centro de Estudios
Educativos, A.C. DF, México, pp. 183-218.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
78
En otras palabras, se debe partir de la problematización (en un sentido sociológico) de las dinámicas colectivas de aprendizajes que surgen cuando en el aula
hay situaciones de trabajo infantil, para poder construir escenarios inclusivos
que operen en favor de la transformación social apalancada en la educación.
Pero en la medida que esto no ocurra y si las tasas de TI son medianamente
significativas y –como es frecuente– social y territorialmente concentradas, lo
que se introduce es el riesgo de bloquear todo el proceso educativo. No es que
fracase escolarmente el niño, fracasa el sistema, y por tanto hay un efecto tremendo de empobrecimiento y deterioro de las condiciones para el desarrollo
social y económico.
2.5 A modo de conclusión
Para lograr una comprensión social más profunda del TI, partimos de un concepto de multicausalidad y muldimensionalidad tanto de sus causas como de
sus efectos. Sin embargo, cuando se aplica esta visión, podemos advertir que
en las investigaciones y documentación más de corte teórico, existe un cierto
desequilibrio, una cierta asimetría de análisis.
El estudio de las causalidades tiende a instalarse en dimensiones «macros» de
economía, cultura, políticas e instituciones con dificultades para descender y
particularizar en las personas concretas, las familias, los propios niños y niñas.
Y por supuesto, no hablamos de hacerlo desde la banalización de sus vidas,
sino desde una problematización sociosicológica, y que podríamos definir en
términos de descubrir los procesos de conformación de las subjetividades que
explican las decisiones que llevan a las situaciones de TI.
Por el contrario, cuando afrontamos el tema de las consecuencias, estas parecen mucho más enfocadas a los impactos físico/emocionales sobre el niño y se
presentan ligadas operativamente a los procesos de identificar/describir aquellas que se consideran PFTI. Es, de alguna forma, una mirada del niño como individuo o persona. Pero, curiosamente, cuesta luego trascender a una mirada
que comprenda mejor el impacto del TI en las condiciones globales de desarrollo social y de construcción de ciudadanía.
Creemos que no es casualidad la presencia de estas debilidades metodológicas. Si se reflexiona sobre ellas, no es demasiado arriesgado suponer que, en
realidad, ambas remiten a la dificultad para poner en marcha los procesos de
Causas y consecuencias del trabajo infantil en América Latina
79
diálogo y participación social de los niños y niñas, tanto a nivel macro (la infancia como sujeto social) y micro (los niños y niñas como protagonistas de sus
propias vidas).
Figura 2.7 Causas, consecuencias y participación nna
Sujeto
social y
jurídico
• Causas macros
• Desarrollo social
• Ciudadanía
Causas
Participación,
diálogo social
• Emociones/Afectos
• Historias de vida
Consecuencias
• Impacto físico
y emocional
Subjetividad
Y para finalizar coherentemente esta reflexión, la propia voz de los niños y niñas a través algunos de sus representantes38: «Apreciados adultos, ustedes
podrán tener gran cantidad de conocimientos del mundo, pero los niños somos
expertos en nosotros mismos y sabemos qué es violencia contra la niñez.» Con
esta frase, una niña filipina abrió su exposición ante la Organización de Naciones Unidas (2006) con motivo de la presentación del informe de violencia contra la niñez. La manera de erradicar el trabajo infantil es «dándole prioridad de
participación y opinión a los niños, que puedan servir esas palabras y que se
logre que todo lo que los niños dicen, se ejerza puntualmente39», dice un joven
colombiano de 15 años, egresado de Proniño.
38. Fundación Telefónica; Agencia de Comunicaciones PANDI, Pido la palabra. Rol de los medios de comunicación frente al
trabajo infantil en América Latina. Norato Palomeque, Ximena (dir.), Editorial Ariel, 2011.
39. Jóvenes Egresados de Proniño. Informe de estudio cualitativo. Fundación Telefónica, Dirección Coordinación y Estrategia,
Bogotá, noviembre 2010.
Capítulo
3
La situación del trabajo
infantil en América Latina
en la primera década del
siglo XXI
3.1 Cifras mundiales y el apartado de América Latina
y el Caribe
3.2 Caracterización del TI existente en América Latina
3.3 Una visión socioeconómica del TI en América Latina
3.4 A modo de conclusión
83
88
98
102
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
82
Desde la metodología expositiva de este informe, hemos buscado precisar un
concepto históricamente construido de TI a través del cual hemos recorrido un
largo camino social que empezó en los albores del siglo XVIII y que nos trajo hasta este siglo XXI en América Latina, el lugar y el momento al que hay que referirse, ya que es el contexto en que se consolida y desarrolla la intervención de
Proniño.
Al dirigir nuestra mirada al continente nos encontramos que millones de niños
y niñas continuaban trabajando dos siglos después de que surgieran las primeras normas de protección de la infancia. Y nos preguntamos por qué continuaban haciéndolo y qué efectos producía la involucración laboral temprana de los
niños. Por eso en los capítulos anteriores volvimos nuestra mirada hacia las
causas y consecuencias del TI.
Ahora, usando estos conocimientos sociales, toca responder a nuevas preguntas que, en definitiva, deben aportar las claves para entender las respuestas
que desde el Programa fuimos articulando: ¿Cuál era la situación del TI en América Latina al comenzar nuestras actuaciones? ¿Qué características concretas
adquirían las formas de involucración de los niños en el mundo laboral? ¿Cómo
había evolucionado en los últimos años y por qué?
Para ir respondiendo a estas y otras preguntas que irán surgiendo, cabe recordar que prácticamente al finalizar los años noventa se había logrado, en términos generales, completar la normativa internacional sobre infancia y trabajo
infantil, circunstancia a la que habían contribuido también las organizaciones
sociales latinoamericanas –muchas de ellas vinculadas a Proniño– que habían
participado activamente en la Marcha Global, movilización mundial que llevó a
cabo una intensa campaña de sensibilización e incidencia institucional, a través
de recogidas de firmas y marchas físicas en todo el planeta. Esta movilización
concluyó con una representación de 671 niños, niñas y adolescentes trabajadores, que irrumpieron en las sesiones de la Asamblea General de la OIT, para
trasladar un mensaje que expresaba la voluntad de millones de personas y de
los propios niños y niñas de todo el mundo, para crear el marco jurídico internacional que permitiese afrontar definitivamente la erradicación de las peores
formas del trabajo infantil. Esta historia, que forma parte del Convenio 182, sin
duda dejó un pozo de movilización importante en América Latina y, de hecho, la
primera década del siglo XXI fue de intensa actividad jurídica e institucional, debido a la traslación de la CDN y de los diversos convenios internacionales referidos a la infancia a los cuerpos legislativos nacionales de los países de la Región.
La situación del trabajo infantil en América Latina en la primera década del siglo XXI
83
En el 2002 se produjo otro acontecimiento internacional relevante: se dedicó
una Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas a temas
de la infancia. En ese espacio, se presentó el Primer Informe Global de la OIT
sobre TI bajo el título de «Un Futuro sin Trabajo Infantil». Se acordó que este
tipo de informes se presentasen cada cuatro años, de tal forma que los tres
que hasta el momento se han emitido cubren en su desagregación por regiones la evolución de la situación de América Latina durante esta década de los
2000. Y aunque es en el primero de ellos cuando se sistematizan y ordenan
los conceptos y definiciones sobre trabajo infantil, desde el punto de vista de
la evolución y comprensión dinámica, aportan más información los dos siguientes, ya que, por primera vez, se contaba con datos agregados y homogéneos para estudiar series interanuales. Por lo tanto, es la principal fuente
de información de los análisis situacionales que realizamos en los párrafos
siguientes.
3.1 Cifras mundiales y el apartado de América Latina
y el Caribe
El informe del 2006, «La eliminación del trabajo infantil: un objetivo a nuestro
alcance», precisa que la cantidad de niños que trabajaban en el mundo había
pasado de 211 millones en el 2002, a 190,7 en el 2004, es decir, una reducción
de casi el 10%, haciendo que la tasa mundial retrocediese desde 17,6% de la
población infantil total al 15,8%, casi dos puntos porcentuales menos.
Aunque estos datos eran claramente positivos, la velocidad de su descenso no
terminaba de ser igualmente esperanzadora, ya que si se extrapolaba esta tendencia, se veía que difícilmente se llegarían a cumplir las metas de erradicación
de las PFTI para el 2016.
Sin embargo, América Latina presentaba una situación distinta y mucho
más optimista. Para ese período analizado, la cantidad de niños económicamente activos había descendido alrededor de 12 millones, reduciéndose el
trabajo infantil en la Región desde 17,4 millones de niños y niñas trabajando a 5,7 millones, es decir una reducción de casi el 70%, haciendo que la
tasa de TI en la Región se situase en 5,1%, la menor entre las regiones del
mundo analizadas.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
84
Cuadro 3.1 Trabajo infantil en el mundo en 2004
Región
Población infantil
(millones)
Niños económicamente activos
(millones)
Tasa de actividad
(porcentaje)
2000
2000
2000
2004
2004
2004
Asia y Pacífico
655,1
650,0
127,3
122,3
19,4
18,8
América Latina
y el Caribe
108,1
111,0
17,4
5,7
16,1
5,1
Africa
Subsahariana
166,8
186,8
48,0
49,3
28,8
2.634,0
Otras Regiones
269,3
258,8
18,3
13,4
6,8
5,2
Mundo
1.199,3
1.206,6
211,0
190,7
17,6
15,8
Fuente: «La eliminación del trabajo infantil: un objetivo a nuestro alcance». OIT (2006).
Dentro de las causas que explicarían este extraordinario descenso, el informe
señala el avance significativo en la ratificación de los Convenios 138 y 182, ya
que para entonces, 25 de los 35 países del área habían ratificado ambos, aunque México y Estados Unidos –muy significativo por la dimensión poblacional e
importancia geopolítica de ambos– solo habían ratificado el 182.
En general, en América Latina se habían producido avances significativos en el
despliegue de políticas y entramados institucionales para hacer efectivo y
cumplible el marco jurídico de protección de la infancia. Dentro de este contexto, el Segundo Informe Global de OIT destaca el caso de Brasil como una de las
experiencias pioneras y más innovadoras en el mundo.
Este país había registrado en las últimas décadas un crecimiento poblacional
muy fuerte y cambios importantes en su economía que trajeron aparejado un
fenómeno muy visible de niños y niñas sin protección, una gran cantidad de
ellos viviendo prácticamente en las calles, lo que provocó una fuerte movilización social e institucional. Esto llevó a que Brasil fuese uno de los seis participantes con los que arrancó el Programa IPEC (1992). Ya antes, había promulgado el Estatuto sobre los niños y adolescentes (ECA, 1990) que, además, de
reafirmar sus derechos, creaba un conjunto de mecanismos institucionales,
como consejos tutelares y de atención a distintos niveles de la Administración,
llegando hasta el ámbito local/municipal, que junto con la creación del Foro Nacional para la Prevención y la Erradicación del Trabajo Infantil (1994) con participación del Estado, los sindicatos, el Tercer Sector y representantes de las em-
La situación del trabajo infantil en América Latina en la primera década del siglo XXI
85
presas, establecieron un marco adecuado para articular las actuaciones contra
del trabajo infantil de todos los sectores de la sociedad.
El Programa Bolsa Escola (1995) estableció un mecanismo de transferencia
condicionada a rentas de las familias, para favorecer la universalización de la
educación, voluntad completada más tarde desde el más alto nivel legislativo,
con la extensión en un año del mandato constitucional de educación obligatoria, pasando así a ser de 9 años. Posteriormente, se lanzó otro programa de
transferencia condicionada de recursos, orientado específicamente a la erradicación del Trabajo Infantil (PETI, 1996).
Y tal vez lo más importante es que todo este desarrollo de políticas e instituciones orientadas a la protección de la infancia y a la lucha contra el TI, fue acompañada e impulsada por una intensa movilización de la sociedad civil, organizada principalmente a través del Tercer Sector, los sindicatos y las empresas.
En este sentido, son de destacar iniciativas como la Fundación Brinq con muchas acciones, dos en particular que fueron muy impactantes por su carácter
innovador: una dirigida a las autoridades locales (Alcalde amigo de los niños) y
otra a las empresas (Empresa amiga de los niños). También hay que destacar la
movilización de profesionales e instituciones vinculadas a los medios, a través
de la Agencia de Noticias de los Derechos de la Infancia (ANDI).
En definitiva, un modelo que había combinado eficazmente varios factores:
• Traducción temprana y eficaz del marco internacional específico de derechos
de la infancia a políticas nacionales focalizadas en materia de trabajo infantil.
• Políticas y programas universalistas por sus cometidos y alcances, como
la obligatoriedad constitucional de los 9 años de escolarización y los programas de lucha contra la pobreza, a través de transferencias directas de
rentas a las familias.
• Desarrollo de instituciones públicas en los distintos niveles del Estado, llegando a lo local, con asignación clara de recursos para sus actuaciones.
• Movilización social y articulación del Estado con la sociedad civil, para
coordinar y mejorar las actuaciones contra el trabajo infantil.
Este conjunto de actuaciones explica que desde 1992 hasta el 2004, el trabajo
infanto-adolescente en la franja etaria de 10 a 17 años disminuyese un 36,4%
y en el tramo de 5 a 9 años, un 61%.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
86
La de Brasil es tal vez una de las experiencias más relevantes a nivel mundial, y
se cita prácticamente en todos los informes de OIT y otras fuentes, pero por
supuesto no es la única importante que hay que destacar. En general en todo el
continente se habían producido avances significativos en políticas, modelos de
intervención y, sobre todo, en el concepto de articulación en redes que involucraban a muchos agentes e instituciones públicas y privadas.
Solo a modo de ejemplos que amplían la perspectiva, podemos citar países
como Colombia, que había ido evolucionando desde una concepción de Planes
Nacionales, en el marco de sus políticas particulares, hacia Estrategias Nacionales que, en esencia, ponen el foco en describir las actuaciones que deben
realizar las instituciones más cercanas y vinculadas a las dinámicas de TI, las
del nivel local, para identificar y resolver situaciones de vulneración de derechos de la infancia. Acompañando a esta estrategia, se procedió a la dotación
de presupuestos a los Ayuntamientos para este fin y se encomendó el control
de esta ejecución a la Procuraduría General del Estado. También aquí, y como
rasgo característico de la cultura colombiana, con una fuerte tradición de asociacionismo y participación empresarial en las causas sociales, particularmente
para la mejora de la educación y protección de la infancia.
México logró implementar un importante programa de transferencia condicionada de fondos a las familias, que junto con otras actuaciones de protección a la infancia, lograron disminuir su vulnerabilidad, a pesar de ser uno de
los países entonces no signatarios del Convenio 138 y de presentar una de las
sociedades que es, según la experiencia de Proniño, demasiado tolerante
frente al TI, por lo que, más que de vulneración de derechos de la infancia, los
discursos tienden a centrarse en el rechazo a las formas más visibles y agresivas de explotación infantil.
Argentina había avanzado mucho en la vía de atacar la pobreza estructural de
las familias, a través de políticas económicas más redistributivas, transferencias directas de fondos a las familias y recomposición de las potencialidades de
la educación como instancias de contención y rearticulación social.
También Ecuador había emprendido actuaciones importantes que se traducirían en una significativa reducción de TI hacia finales de la década. Y, en general, en todos los países se habían implementado con éxito las Comisiones multisectoriales contra el trabajo infantil, en todos los casos a nivel del Estado
central, pero en forma paulatina, también en niveles mucho más descentralizados como provincias, distritos, etc.
La situación del trabajo infantil en América Latina en la primera década del siglo XXI
87
Así, la situación al final de la década, según surge de las cifras presentadas en
diversos materiales preparatorios para la II Conferencia Mundial de La Haya, era
la que ilustra el cuadro 3.2.
Vemos que en el cuatrienio que va desde el 2004 hasta el 2008, nuevamente
desciende la cantidad de niños y niñas que trabajan en el mundo: 1,7%, pero
esta vez con una desaceleración en la reducción del TI, efecto particularmente
visible en América Latina, que solo desciende en un 10%, alejándose de aquel
70% de principios de la década.
Cuadro 3.2 Evolución del TI en el mundo entre 2004 y 2008
28,4
30
26,4
25
20
18,8
16,2
14,8
14,5
15
10,0
10
9,0
5,2
5
4,3
0
Asia y Pacífico
América latina
y el Caribe
África
Subsahariana
2004
Otras regiones
Total
2008
Fuente: Elaboración propia con datos de OIT
Sin embargo, si se analizan con más detenimiento estas cifras se observa que
en realidad no es sobre aquella tasa del 5,1% del total de la infancia, que se
había calculado en el informe anterior, sino sobre una revisión ex post de aquel
ratio, que recalculada a partir de nuevos datos y revisiones, resultaba situarse
retrospectivamente en el 10%.
Esto pone de manifiesto dos cosas. En primer lugar, la necesidad de mejorar los
sistemas nacionales de generación de estadísticas sobre las familias y la infancia, ya que estos reajustes de los indicadores muestran la dificultad de procesar
en forma confiable los datos existentes. Sin datos seguros, amplios y que expresen criterios de medición estables, es muy difícil analizar el impacto de las
políticas y actuaciones para la erradicación del trabajo infantil, impidiendo evaluar la pertinencia y eficacia de las mismas.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
88
Pero lo más preocupante es que obliga a deponer algo del optimismo que emergía del anterior Informe Global, no tanto porque hay que reducir aquel 70% de
bajada a un 40%, cifra que aun así, continúa siendo muy importante, sino por
el relativo frenazo que experimentó la retirada de niños y niñas de las PFTI en
este cuatrienio, que comprometía claramente la consecución de las metas
2016 para la Región.
3.2 Caracterización del TI existente en América Latina
Además de las cifras globales, para Fundación Telefónica era particularmente
importante tener un diagnóstico –aunque fuese a niveles macro– de las características que presentaba el TI en la Región al momento de asumir la gestión de
Proniño, para poder direccionar sus decisiones estratégicas.
Metodológicamente, una caracterización a alto nivel del TI en América Latina
que situase la labor de Proniño vendría dada por las respuestas a las siguientes
preguntas:
1. ¿Cómo distribuyen los niños y niñas su tiempo entre trabajo y escuela?
2. Aquellos que trabajan, ¿qué tiempo le dedican al trabajo?
3. ¿Cómo se remunera el TI?
4. ¿Cuál es la distribución urbano/rural del TI?
5. ¿Qué características de género adopta el TI?
Para responder a estas preguntas, utilizaremos los cuadros publicados en el
2010 por OIT1 con datos actualizados al 2007/2008, suficientemente válidos
para describir las características estructurales del TI (que, naturalmente, son
bastante estable en períodos cortos).
3.2.1 Distribución del tiempo entre escuela y trabajo
El cuadro 3.3 muestra que hay dos formas de no escolarización de los niños y
niñas: «solo trabajo» y «ni trabajo ni escuela», y en general es más importante
1.
Tendencias en la participación de los niños en la producción económica y trabajo infantil en la región América Latina y el
Caribe: Panorama regional, OIT, Oficina Regional para América Latina y el Caribe, Understanding Children´s Work (UCW)
Programa, noviembre 2010.
La situación del trabajo infantil en América Latina en la primera década del siglo XXI
89
esta última situación, sobre todo en algunos países de América Central. El segmento de los que solo trabajan es bajo, e incluso en muchos países, no significativo dentro del conjunto de niños y niñas que trabajan.
Cuadro 3.3 Distribución del tiempo de los NNA por actividades
Argentina (2004)
Brasil (2008)
Paraguay (2005)
Bolivia (2005)
Colombia (2007)
Ecuador (2006)
Perú (2007)
Venezuela (2006)
El Salvador (2007)
Guatemala (2006)
Honduras (2007)
México (2007)
Nicaragua (2005)
Panamá (2008)
0%
10%
Sólo empleo
20%
30%
40%
Empleo y escuela
50%
60%
Sólo escuela
70%
80%
90%
100%
Ni empleo ni escuela
Programa Entendiendo el Trabajo Infantil (UCW). Tendencias en la participación de los niños en la
producción económica y el trabajo infantil en la región América Latina y el Caribe: Panorama Regional.
Lima, OIT, 2010. Pag. 12
Estos datos rompen algunos de los mitos que situaban el drama del trabajo infantil solo en los niños trabajadores que no están escolarizados, lo que –si fuese
cierto– en cierta medida simplificaría la solución ya que bastaría con escolarizarles. Por el contrario, al estar el grueso de los niños y niñas trabajadores escolarizados, la cuestión se plantea en dos dimensiones muy complejas y más difíciles de alcanzar. Estas son, cómo hacer sostenible y eficaz la escolarización
que parte de una condición de trabajo infantil y, por el otro, la calidad y pertinencia de la educación que reciben. En el fondo, son dos cuestiones que definen el nivel y la calidad socio institucional del desarrollo alcanzado por cada
país. Aunque por el nivel de agregación etaria (de 7 a 14 años) no es posible
discriminar las características propias de este colectivo, atendiendo al elevado
índice de universalización en el acceso a la educación básica alcanzada en América Latina (algo menor en Centroamérica, pero también importante) y a lo que
en nuestras experiencias hemos podido recabar, una parte importante de infancia no escolarizada se sitúa en la franja a partir de los 12 años y que corres-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
90
ponde a deserción escolar, debido a la situación sociofamiliar de los niños, pero
también de la incapacidad del sistema educativo para retenerlos en las aulas.
Esto configura una franja etaria con una problemática especialmente compleja
de gestionar, la de los preadolescentes, adolescentes y jóvenes, en los que los
estímulos para permanecer en la senda de los estudios no son tan claros como
a edades tempranas, situación agravada por el hecho de que en los entornos
familiares y sociales en los que se produce TI aparecen otras alternativas productivas y de realización personal que en el corto plazo resultan más atractivas
para los jóvenes y las familias.
3.2.2 Tiempo dedicado al TI
En la mayoría de los casos, según datos para niños de menos de 14 años, en
promedio, tienden a trabajar alrededor de 25 horas semanales, situación que si
se traduce a horas diarias, representa un esfuerzo importante para personas no
adultas.
Cuadro 3.4 Horas de trabajo promedio a la semana
Brasil (2008)
Paraguay (2005)
Bolivia (2005)
Colombia (2007)
Ecuador (2006)
Perú (2007)
Venezuela (2006)
El Salvador (2007)
Guatemala (2006)
Honduras (2007)
México (2007)
Nicaragua (2005)
Panamá (2008)
0
5
10
15
20
25
30
35
40
Programa Entendiendo el Trabajo Infantil (UCW). Tendencias en la participación de los niños en la
producción económica y el trabajo infantil en la región América Latina y el Caribe: Panorama Regional.
Lima, OIT, 2010. pag 21.
Incluso si se aísla al grupo de los que distribuyen su tiempo entre estudio y
trabajo, si bien trabajan menos que aquellos que se dedican solo a trabajar, el
tiempo laboral no es para nada despreciable: tiende a las 20 horas semanales,
lo que informa de la enorme dificultad para conciliar una trayectoria de apren-
La situación del trabajo infantil en América Latina en la primera década del siglo XXI
91
dizaje razonable con el trabajo infantil. Además, habría que considerar que no
es de esperar que las horas no dedicadas ni a escuela ni a trabajo sean aplicadas
a actividades de desarrollo y contención emocional.
Cuadro 3.5 Horas de trabajo a la semana por situación escolar
Brasil (2008)
Paraguay (2005)
Bolivia (2005)
Colombia (2007)
Ecuador (2006)
Perú (2007)
Venezuela (2006)
El Salvador (2007)
Guatemala (2006)
Honduras (2007)
México (2007)
Nicaragua (2005)
Panamá (2008)
0
5
10
15
Sólo trabaja
20
25
30
35
40
45
50
Trabaja y estudia
Programa Entendiendo el Trabajo Infantil (UCW). Tendencias en la participación de los niños en la
producción económica y el trabajo infantil en la región América Latina y el Caribe: Panorama Regional.
Lima, OIT, 2010. pag 21
3.2.3 Remuneración del TI
Esta cuestión es una primera aproximación a uno de los problemas más críticos
del TI: la aportación económica de los niños y niñas a la economía familiar y,
por tanto, un dato importante para entender la articulación del TI en las estrategias de las familias en situación de pobreza.
Aunque destacan tres países de gran dimensión (Brasil, México y Venezuela)
por la magnitud que alcanza la proporción de niños trabajadores que producen
ingresos, la inmensa mayoría de ellos no reciben remuneración por su trabajo,
e incluso cuando perciben ingresos, por las características de explotación e informalidad de las actividades que realizan, generalmente no son significativos.
De todas formas, no puede ignorarse la aportación económica indirecta pero
real que el trabajo de los niños produce cuando participan en algunas activida-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
92
des de la familia (por ejemplo, venta ambulante) o asumiendo tareas que permiten a sus mayores laborar aunque sea en precario (por ejemplo, cuidado de
sus hermanitos).
Cuadro 3.6 Modelo de retribución económica
Brasil (2009)
Paraguay (2005)
Bolivia (2005)
Ecuador (2006)
Perú (2007)
Venezuela (2006)
El Salvador (2007)
Guatemala (2006)
Honduras (2007)
México (2007)
Nicaragua (2005)
Panamá (2008)
0%
10%
20%
30%
No numerada
40%
50%
Independiente
60%
70%
Asalariada
80%
90%
100%
Doméstica
Programa Entendiendo el Trabajo Infantil (UCW). Tendencias en la participación de los niños en la
producción económica y el trabajo infantil en la región América Latina y el Caribe: Panorama Regional.
Lima, OIT, 2010. pag 14.
Con todo, esta situación descubre algunos de los límites de las políticas y programas de transferencia de renta directa a la familia, en dos situaciones contrarias: una, cuando al no haber remuneración por el TI tampoco se puede producir
sustitución de rentas. La otra, cuando la remuneración percibida por los niños
excede significativamente las rentas de sustitución. En ambos casos, las transferencias pierden efectividad como instrumentos disuasorios.
Pero, fundamentalmente, viene a confirmar lo ya analizado en el capítulo anterior, en el sentido de que la problemática del TI no solo tiene que ver con la
aportación económica de los menores al hogar, sino que es mucho más compleja y está atravesada por cuestiones de género, sociales, historias personales, en definitiva, procesos que conforman culturas específicas y particulares
de las familias.
La situación del trabajo infantil en América Latina en la primera década del siglo XXI
93
3.2.4 Distribución urbano/rural
Los datos vinculados a esta cuestión hacen emerger el fuerte componente de
ruralidad del trabajo infantil en Latinoamérica, a pesar de la concentración urbana de su población, sobre todo en los países más grandes y de más alta renta: en torno a las dos terceras partes de todo el TI latinoamericano es rural. Esta
situación también puede verse cuando la población infantil ocupada se desagrega por sectores de actividad económica, en donde la agricultura es la actividad mayoritaria.
Por tanto, una modalidad de difícil remoción, ya que además de los particulares
modelos de pobreza y exclusión que se generan en estos entornos productivos,
hay que sumar el aislamiento y la dificultad de fortalecer y empoderar a las
instituciones de protección a la familia y a la infancia, así como el acceso a los
servicios básicos.
Cuadro 3.7 Composición urbano-rural del TI en AL
Argentina (2004)
Brasil (2008)
Paraguay (2005)
Bolivia (2005)
Colombia (2007)
Ecuador (2006)
Perú (2007)
El Salvador (2007)
Guatemala (2006)
Honduras (2007)
México (2007)
Nicaragua (2005)
Panamá (2008)
0
10
20
30
Urbano
40
50
60
70
80
Rural
Programa Entendiendo el Trabajo Infantil (UCW). Tendencias en la participación de los niños en la
producción económica y el trabajo infantil en la región América Latina y el Caribe: Panorama Regional.
Lima, OIT, 2010. pag 14
También, y no como cuestión menor, los entornos rurales suelen presentar aspectos culturales muy específicos, que incluyen no solo a las formas más comunitarias de relacionamiento, sino que en muchos países (por ejemplo, los de
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
94
Centroamérica) remiten a los pueblos originarios con sus formas específicas de
organizar la vida y la convivencia.
3.2.5 TI y género en América Latina
Si el colectivo de niños y niñas trabajadores se desagregan por género, se encuentra que en general hay una involucración bastante mayor de los niños.
Esta situación no debe llamar a engaños, ya que hay que tener en cuenta la
opacidad de algunas de las peores formas de trabajo infantil que afectan preferentemente a las niñas y que, por ello, es muy difícil que sea recogida por las
estadísticas que disponen los Estados. Nos referimos concretamente al trabajo
infantil doméstico, otra de las bolsas de TI de muy difícil combate, pero también a otras formas de explotación extrema de las niñas y jóvenes como la prostitución y trata, que por su carácter delictivo prácticamente no se refleja en
ningún conteo.
Cuadro 3.8 TI y Género
Argentina (2004)
Brasil (2008)
Paraguay (2005)
Bolivia (2005)
Colombia (2007)
Ecuador (2006)
Perú (2007)
Venezuela (2006)
El Salvador (2007)
Guatemala (2006)
Honduras (2007)
México (2007)
Nicaragua (2005)
Panamá (2008)
0
10
20
Masculino
30
40
50
Femenino
Programa Entendiendo el Trabajo Infantil (UCW). Tendencias en la participación de los niños en la
producción económica y el trabajo infantil en la región América Latina y el Caribe: Panorama Regional.
Lima, OIT, 2010. pag 14
La situación del trabajo infantil en América Latina en la primera década del siglo XXI
95
3.2.6 A modo de síntesis
En definitiva, podríamos decir que a mediados de la primera década del siglo
XXI, desde el punto de vista cuantitativo, América Latina presentaba una tasa
de trabajo infantil que siendo baja en relación a otras zonas del planeta no por
ello dejaba de ser preocupante, sobre todo porque una vez corregidas ex post
las cifras del 2004, se revelaba que en los siguientes cuatro años, el descenso
de la misma solo había sido de un punto porcentual, de allí las dudas sobre si
era suficiente para cumplir las metas regionales del 2016.
En cuanto a la estructura sociocualitativa, las cifras anteriores revelaban que la
inmensa mayoría de los niños y niñas que trabajaban estaban escolarizados,
aunque al comprobar la elevada dedicación horaria al trabajo, surgían serios
interrogantes sobre la calidad y eficacia de esa escolarización.
Aparecían también tres bolsas de TI difíciles de atacar por sus características.
En primer lugar el TI rural, que representaba en torno a las dos terceras partes
del total. En segundo lugar, las modalidades de actividades laborales de los niños y niñas de los pueblos originarios, con sus propias dinámicas y también
conectadas a la situación de ruralidad en que viven gran parte de estas comunidades. Finalmente, la cuestión de género se hacía presente desde una relativa
invisibilización del trabajo doméstico, que se sabe que mayoritariamente es
depositado en las niñas.
Por otra parte, desde una perspectiva de franjas etarias, parecía ser que la
universalización de la educación básica había mitigado bastante la situación
de inserción laboral por debajo de los 11-12 años. Sin embargo, existen indicios bastante coincidentes de que a partir de esta edad, se produce un repunte importante de la deserción por el trabajo adolescente y juvenil, lo que obligaría a poner un foco adicional no ya en el acceso, sino en la calidad de la
educación recibida y en las problemáticas específicas de franja adolescentejuvenil, como señalan desde una perspectiva más general, instituciones como
CEPAL: «… además de los logros en términos de años de educación formal,
sería importante elevar la calidad del aprendizaje, que también se encuentra
segmentada según el grupo de ingresos. En general, las pruebas de medición
de la calidad de la educación muestran que los alumnos de América Latina y
el Caribe se encuentran claramente rezagados respecto a sus pares en la
OCDE y el sudeste asiático. También hay diferencias en el interior de la región: en los países que cuentan con pruebas estandarizadas y periódicas, se
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
96
ha comprobado que existe una brecha significativa de aprendizaje en detrimento de los alumnos pertenecientes a las familias más pobres, a las minorías étnicas y a las zonas rurales»2.
Figura 3.1 La estructura del TI en América Latina
Los nna que trabajan
están en su mayor
parte escolarizados
El tiempo que dedican
al trabajo hace muy
difícil combinar trabajo
y escolarización eficaz
Importante reducción
TI aunque con dudas
sobre si alcanza para
cumplir metas
regionales
Invisibilización
estadística del trabajo
de niñas, en gran parte
por su carácter doméstico
En la mayoría de los
casos, la aportación
económica a la família
no es monetaria
La mayor parte del TI
en América Latina es rural
y conectado a procesos
culturales complejos
Naturalmente, la Región no es homogénea, ni entre países, ni en el interior de
cada uno de ellos. El desarrollo político-institucional de Brasil no es el mismo
que el alcanzado en algunos países de Centroamérica, pero también es cierto
que este entorno protector de la infancia, no se había completado de la misma
forma en el Nordeste del Brasil que en el Estado de Sao Paolo.
Entender esto era crucial para ordenar y articular la actuación de los distintos
actores. Conceptualmente, significaba tener en mente una suerte de matriz
(figura 3.2) que vinculaba la extensión del TI y el grado de desarrollo políticoinstitucional en la materia. Este ejercicio podía hacerse para países, regiones,
localidades, etc.
2.
Fuente: Superar la pobreza mediante la inclusión social, CEPAL, febrero, 2008.
La situación del trabajo infantil en América Latina en la primera década del siglo XXI
97
Figura 3.2 Posibles trayectorias del entorno institucional del TI
Trabajo
Infantil
Cuadrante 2
Cuadrante 3
Cuadrante 1
Cuadrante 4
BAJO
ALTO
ALTO
BAJO
Desarrollo
institucional
Excluyendo el cuadrante 1, que tiene poco sentido y viabilidad, al menos en
América Latina, nos encontrábamos con tres posibles situaciones:
• Cuadrante 4: Podía interpretarse como situación de éxito, ya que contaría
con políticas y marcos institucionales efectivos que habrían logrado reducir la incidencia del TI.
• Cuadrante 3: Probablemente hacia donde tienden la mayoría de los países, caracterizado por una fuerte incidencia del TI, pero en los que existirían o se estarían construyendo mecanismos de respuestas. Podía concebirse como un paso previo hacia el cuadrante anterior.
• Cuadrante 2: Situación de alto riesgo, por la alta incidencia del TI y la poca
capacidad de respuesta institucional. No era una situación meramente
teórica. Lo expuesto acerca del TI rural, por ejemplo, participaba bastante
de estas características: una de las bolsas más importantes de TI en América Latina, situada en entornos territoriales y económicos, de difícil llegada de servicios e instituciones.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
98
Esta visión del contexto latinoamericano introducía, al menos, dos reflexiones.
La primera tenía que ver con ver con las oportunidades que presentaba la diversidad regional. La existencia de experiencias distintas, innovadoras y exitosas
sugería la posibilidad de habilitar un proceso de intercambio de aprendizajes y
experiencias de tipo SUR-SUR, permitiendo que países como por ejemplo los
del Cuadrante 2 capitalicen la experiencia de aquellos que están en los Cuadrantes 3 y 4.
Esto daba un interés adicional a las plataformas socio institucionales regionales, como dispositivos que podían contribuir a este tipo de cooperación: organizaciones internacionales, espacios de cooperación intergubernamentales, redes transnacionales para el sector.
La segunda reflexión se refería al modelo de contribución que podía hacer Proniño para mejorar la lucha contra el TI según los distintos escenarios en que le
tocase actuar, particularmente, cuando fuesen regiones o contextos que podían encuadrarse en los Cuadrantes 2 y 3. Aunque esta es una cuestión que
luego se analizaba con mucha profundidad a la hora de diseñar la intervención
pertinente, una primera aproximación nos decía que en el Cuadrante 3, había
que apostar por integrarse a las redes y mecanismos institucionales ya creados
a efectos de ampliar el impacto de las mismas, mientras que en los escenarios
que pudieran ser ubicados en el Cuadrante 2, obligaban en primer lugar a idear
mecanismos urgentes de atención inmediata a la infancia.
3.3 Una visión socioeconómica del TI en América Latina
Si se observa, el modelo de análisis realizado en este capítulo hasta el momento tiene una cierta tendencia a ser una visión endógena del TI: se ha discutido
la evolución de sus cifras, el modo de trabajar de los niños, algunos ejemplos de
países que habían desarrollado en forma temprana marcos político-institucionales específicos, etc. Y aunque este tratamiento ayude a definir las características y dimensiones que presenta el TI de la Región, no es posible terminar de
entender cómo y por qué se ha alcanzado esta situación sin abordar una contextualización en términos económicos, sociales y políticos.
Por tanto, para recuperar el modelo de análisis que introdujimos en el primer
capítulo, consistente en vincular el TI a marcos socioeconómicos más amplios,
debíamos preguntarnos también ¿qué pasaba en la sociedad y las políticas ge-
La situación del trabajo infantil en América Latina en la primera década del siglo XXI
99
nerales de América Latina como para que las dinámicas del TI adquiriesen las
características comentadas?
Por los alcances de este informe y por lo que significa todo un continente como
espacio de análisis, lo que aquí se vuelca de ese ejercicio explicativo, son comentarios necesariamente de alto nivel y cualitativos.
Figura 3.3 América Latina: un década distinta
Fortalezas
Retos
• Onda larga de Crecimiento
• Estabilidad institucional
• Significativa reducción de la pobreza
• Confianza social (“Hay futuro”)
• Persistencia desequilibrios/desigualdad
• Economía Informal y desestructurada
• Nuevos Retos Globales
Desde esta perspectiva, la situación de América Latina a lo largo de la primera
década del siglo XXI puede describirse, a grandes rasgos, como una doble ruptura: con las políticas económicas del pasado reciente y con el desplome económico y social que la crisis ha forzado en buena parte del mundo desarrollado. Si
los noventa fueron años de duros ajustes económicos estructurales que afectaron a la equidad social, reforzaron la dualización y desembocaron en el quinquenio de crisis institucional que afectó a varios países (1998-2002), con un posterior replanteamiento de los estilos de desarrollo dominantes en la región, lo que
se constató fue un ciclo de crecimiento importante, con una capacidad en cierto modo inédita para resistir una crisis de alcance global que, en otros tiempos,
hubiera afectado a la Región de una forma mucho más significativa que la desaceleración económica, luego remontada, de los años 2008 y 2009.
Este comportamiento se venía dando en un marco de estabilidad institucional
que había permitido sostener políticas redistributivas de distintos tipos que, en
conjunto, habían logrado reducir los índices de pobreza e indigencia.
Tal vez, el indicador social y político más importante no pueda reflejarse en una
forma cuantitativa simple: por ejemplo, aunque era fácilmente apreciable en
las redes sociales en las que participamos, había confianza social en el futuro, y
este es un indicador importante para entender la evolución socioeconómica
reciente de América Latina.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
100
Con todo, este comportamiento tendencial no había logrado evitar la persistencia de estrangulamientos y riesgos estructurales importantes. En primer lugar,
los que tenían que ver con la pervivencia de significativas desigualdades sociales, desequilibrios territoriales y la existencia de fuertes bolsas de pobreza cuya
superación parecía (aun hoy) una tarea de más largo plazo, incluso en el caso
de que se sostuviera el ciclo de bonanza económica que observábamos. También se advertían otros riesgos o retos que conectaban con las transformaciones que está experimentando la economía-mundo y que, sin duda, estaban ya
cambiando los modelos de inserción en la misma, los factores de progreso de
las sociedades y, sobre todo, las formas de construir los proyectos de vida que
se les está planteando a las nuevas generaciones
Este escenario de buenas perspectivas, junto a desequilibrios no resueltos y
nuevos retos globales, era el entorno macro para entender la estructura y características del TI construido en la Región.
3.3.1 TI: factores de disminución y de pervivencia
en América Latina
Desde esta perspectiva más amplia que estamos ensayando, la reducción en
las tasas de TI parecía venir de la mano de un conjunto de situaciones diversas,
pero que podrían enrolarse en tres dinámicas principales:
1.Un intenso desarrollo de políticas activas de lucha contra el TI (traslación temprana de los Convenios y Recomendaciones de OIT) y construcción (aunque desigual) del marco institucional específico. De alguna forma, podríamos decir que en la mayor parte de los países se había
concretado una primera ola de políticas e instituciones específicamente
vinculadas al TI.
2. En segundo lugar, políticas y programas de diversa naturaleza pero que
convergían en el ataque a la pobreza extrema y la exclusión, que son las
causas más directamente vinculadas con el ingreso temprano de la infancia al mundo laboral. De esta forma, desde el 2002 en adelante, se habían
consolidado modelos de crecimiento económico (crecimiento sostenido
del PIB/cápita) acompañados de políticas redistributivas (reducción de la
pobreza). Especial mención merecen en este apartado los grandes programas de transferencia directa de recursos a las familias condicionándolas
al cumplimiento de requerimientos de escolarización y protección de los
niños y niñas.
La situación del trabajo infantil en América Latina en la primera década del siglo XXI
101
3. Una mejora generalizada en la universalización de la educación básica y en
el acceso a otros servicios de protección social y de la infancia en particular.
Figura 3.4 Evolución pobreza y PIB/cápita
50
49
1990
48
47
1994
Porcentaje de población activa
46
45
1997
44
2002
1986
43
2001
2000
2004
42
41
40
2005
1980
39
38
2006
37
36
2007
35
34
3200
3400
3600
3800
4000
4200
4400
4600
PIB per cápita (dólares del año 2000)
Fuente: Superar la pobreza mediante la inclusión social. CEPAL.
Santiago de Chile. Gebrero, 2008. Pag. 14
Estas perspectivas más globales explican mejor, por un lado, nuestra afirmación de que junto al buen comportamiento económico general que se reportaba, no podían dejarse de lados los desequilibrios internos y las bolsas de pobreza estructural que aún subsistían y que, en el fondo, eran las disparidades
internas que funcionaba como fundamento estructural de la matriz Trabajo Infantil-Desarrollo Institucional (figura 3.2) que presentamos más arriba y que
entre otras cosas, nos daban argumentos a favor de implementar un proceso
de cooperación SUR-SUR.
Lo importante es que solo desde estas apreciaciones más contextuales, se podían entender (y dimensionar) el por qué de las grandes bolsas de TI que aparecían desde el análisis estadístico presentado en la primera parte de este capítu-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
102
lo y que, además, adoptaba la forma de situación de alto riesgo: en la medida
que las condiciones socioeconómicas estructurales no se revirtieran, bien podría darse una situación en la que el cuadro de reducción del TI podía convivir
con una tendencia al enquistamiento de un núcleo difícil al asociarse a algunos
de los estrangulamientos/desequilibrios no resueltos: i) modalidades específicas y muy agresivas de PFTI vinculadas a la pobreza estructural remanente, la
informalidad y desarticulación económica, ii) TI rural conectado a la situación
de desconexión territorial y escasez de recursos y servicios, iii) TI doméstico
que choca contra la opacidad y sensibilidad que presenta el ámbito del hogar y
la debilidad de los servicios de protección a la familia y la infancia, iv) el TI en
pueblos originarios, conectado con la especificidad cultural que conforman
otras visiones de mundo y las relaciones humanas que deben contemplarse
desde el derecho a la identidad cultural, así también como su modalidad de
ocupación del territorio (tendencia a la ruralización o urbanización periférica)
que lo conecta con los otros desequilibrios ya mencionados.
3.4 A modo de conclusión
Destacamos especialmente algunas cuestiones particularmente críticas que
nos daba la lectura hecha sobre la situación del TI y del contexto socioeconómico en que se inscribía, porque luego servirán para entender muchas de las grandes decisiones que fue adoptando Proniño. Entre ellas:
1. La ruptura de la imagen del niño trabajador siempre como no escolarizado, ya que la mayoría de los niños y niñas que trabajaban también estudiaban, lo que trasladaba la problemática a cuestiones más complejas,
como son la situación de las familias, la capacidad inclusiva de las escuelas y la construcción de modelos educativos con calidad suficiente para
construir proyectos de vida transformadores. E incluso, nos hacía pensar
que en la franja de niños y niñas trabajadores que no asistían a la escuela,
anidaban situaciones mucho más dramáticas y socialmente más complejas que la simple ausencia de escolarización.
2. Fuertemente conectada con la situación anterior, el gran problema que
suponía la relación TI-educación en la franja etaria que va desde los 12 a
los 14 años.
3. La conformación de nichos o bolsas de TI con especial dificultad para ser
erradicados por vincularse a los desequilibrios socioeconómicos de distinto tipo que en América Latina no habían podido todavía resolverse.
Capítulo
4
Empresa e intervención
social
4.1 La RSE: una plataforma para el compromiso social
4.2 Temas clave en RSE
4.3 RSE y TI: qué pueden aportar las empresas socialmente
responsables
4.4 A modo de conclusión
106
113
117
120
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
106
En más de una oportunidad –sobre todo en los primeros tiempos de gestión de
Proniño por parte de Fundación Telefónica–, cuando éramos invitados a participar en foros en los cuales exponíamos el Programa, sus visiones y modelos de
intervención, con bastante frecuencia se nos formulaban preguntas del tipo:
¿Por qué Telefónica ponía en marcha un programa social así? ¿Qué relación había entre el quehacer de una empresa tecnológica avanzada y el trabajo infantil? ¿Era una estrategia para construir valor reputacional? Todas ellas, preguntas absolutamente pertinentes.
Si tenemos en cuenta que partíamos de una visión del trabajo infantil que,
acorde a los conceptos desarrollados en los capítulos anteriores, tenía un grado
de complejidad que atravesaba los planos sociales, económicos, políticos e institucionales y que la iniciativa se concebía con un alcance regional que llegó a
incorporar 14 países latinoamericanos, surgían, entonces, más interrogantes:
si una iniciativa internacional de este calado ya parecía un desafío muy grande
para cualquier agente público o del Tercer Sector, costaba mucho más imaginarla a cargo de un actor del sector privado.
En definitiva, estas preguntas conducían a lo que era verdaderamente crítico y
central: ¿Cuáles son los instrumentos de legitimidad y pertinencia social con
que cuentan las empresas –Telefónica en particular– para abordar temáticas
complejas y extremadamente sensibles como las vinculadas a los derechos básicos de la infancia? Desde nuestra perspectiva, esos instrumentos se nuclean
en torno a la responsabilidad social empresarial (RSE) y a una forma de compromiso ético y social que llamamos «ciudadanía corporativa».
4.1 La RSE: una plataforma para el compromiso social
4.1.1 Historia y contexto
Ya en el siglo XIX, fundamentalmente en Europa, se registran antecedentes de
iniciativas empresariales que buscaban conciliar las dimensiones económicas, los beneficios y la rentabilidad de las empresas, con otras consideraciones de carácter social, dando lugar a distintas modalidades de actuaciones a
través de cooperativas y/o de asociaciones empresariales en causas morales
o humanitarias.
Sin embargo, la RSE tal como se concibe en la actualidad, es un concepto nuevo,
reciente, emergente y que no se comprende si no se lo conecta con los cambios
Empresa e intervención social
107
acontecidos en el mundo, fundamentalmente en las últimas décadas del siglo
pasado y en lo que va de este siglo XXI. En este sentido, podemos situar como referencia cercana los efectos de la crisis de los años setenta, que marcarían el devenir en las décadas siguientes, ya que el afán de revertir el parón brusco de crecimiento de la economía mundial mediante un importante impulso a la
interconexión de las economías nacionales y regionales, fue unos de los factores
más importantes para explicar la nueva fase de la mundialización económica y
financiera, que en términos generales se ha denominado globalización.
Los mecanismos que se usaron preferentemente fueron la liberalización del comercio mundial y una desregulación importante de los mercados, lo que supuso una remodelación/reducción del rol de los Estados nacionales en muchos
aspectos.
Al mismo tiempo, se consolidó lo que muchos analistas y científicos sociales
han llamado tercera revolución tecnológica, estructurada en torno a un grupo
de tecnologías emergentes, de las que tal vez las más importantes sean las TIC.
Estas son especialmente relevantes para entender los nuevos procesos de
mundialización, porque aportan la infraestructura comunicacional que pone al
mundo a funcionar en modo de interconexión global permanente y en tiempo
real, modificando drásticamente tanto las economías de escala de los procesos
de producción y distribución de bienes y servicios, como los factores de competitividad y acceso a los mercados: diseño, marca, segmentación de mercados
de consumos, gestión distribuida, etc., aspectos muy vinculados al acceso y
control de la información.
Todo esto llevó a una suerte de reformulación de las fronteras nacionales, desde el punto de vista de los mercados (liberalización del comercio, desregulación), libertad de circulación de capitales y transnacionalización de los modelos
de consumo (homogeneización de culturas y hábitos de compra), con paradigmas que se recreaban y difundían en las redes globales de comunicación. Por
tanto, se configuró un espacio-mundo totalmente distinto, donde emergían
nuevos agentes, tanto públicos (organizaciones internacionales sobre comercio, conferencias mundiales sobre temas ambientales, etc.) como privados,
fundamentalmente, las llamadas empresas globales. Estas fueron adquiriendo
este estatus por la doble vía de procesos de crecimiento/concentración de
aquellas mejor adaptadas al nuevo escenario de la economía globalizada y por
el rediseño de sus cadenas productivas que comenzaron a distribuirse por varios países en una suerte de factoría global que tiene al mundo por enclave.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
108
En palabras de CEPAL, se produjo una «globalización de la cadena de valor en la
que, los gobiernos, en especial los del sur, pasaron de ser protectores y reguladores del sector empresarial, a ser promotores de inversión extranjera»1.
La conjunción de todos estos aspectos significó que el accionar de las grandes empresas, sobre todo aquellas de carácter multinacional, adquiriesen un
rol relevante en la medida que sus decisiones y actividades económicas tenían la capacidad de afectar fuertemente las sociedades de los países donde
operaban. De hecho, algunas magnitudes económicas asociadas al top de las
grandes empresas multinacionales, como ingresos o clientes, superaban al
PIB o al número de habitantes de las dos terceras partes de los países del
planeta. O, como reporta un técnico de CEPAL, en 2003, solo 21 economías
en el mundo generaban un producto bruto mayor que las seis multinacionales más grandes2.
Por lo tanto, esta dialéctica de grandes empresas con creciente poder decisional y Estados nacionales que habían redefinido (reducido) sus roles regulatorios, originaba en las sociedades un reclamo hacia las empresas de comportamientos éticos y con plena responsabilidad de los efectos que sus actuaciones
producen. Este reclamo es el corpus de la responsabilidad social que se les demandaba a las grandes empresas.
Sin embargo, así expresado, el reclamo suena abstracto y difícil de realizar. Por
tanto, la pregunta es ¿en qué consiste, a qué se refiere esta nueva responsabilidad de la que estamos hablando?
Seguramente, la mejor forma de aclararlo es comenzar con las definiciones de
RSE que se han ido generando en estos años, aunque antes de entrar a ellas, es
necesario puntualizar que, como concepto en desarrollo, existe todavía un cierto baile de siglas que remite a otras denominaciones que prefieren hablar de
responsabilidad social corporativa (RSC). Esta última introduce algunas diferencias con la RSE y se entiende como un concepto de alcance más amplio, ya
que el término «corporación», además de las empresas, podría incluir a otras
instituciones o conglomerados, cuyas dimensiones generen actuaciones que
1.
CEPAL. Responsabilidad social corporativa en América Latina: una visión empresarial. María Emilia Correa, Sharon Flynn,
Alon Amit. Serie medio ambiente y desarrollo. Nº 85. División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos. Chile,
abril 2004. P. 16.
2. NÚNEZ, Georgina. La Responsabilidad Social Corporativa en un Marco de Desarrollo Sostenible. División Desarrollo
Sostenible y Asentamientos Humanos. Serie Medio Ambiente y Desarrollo, N° 72. CEPAL (2003).
Empresa e intervención social
109
potencialmente tengan impacto significativo sobre los temas que se están
analizando. Hecha esta distinción, advertimos que en este informe citaremos
indistintamente ambas definiciones.
Wikipedia ofrece algunas definiciones de las más aceptadas y que nos interesan en particular porque son enunciados formulados por instituciones latinoamericanas o por algunos organismos internacionales con los que trabajamos
muy estrechamente:
«Responsabilidad social empresarial es una forma de gestión que se define por
la relación ética de la empresa con los accionistas, y por el establecimiento de
metas empresariales compatibles con el desarrollo sostenible de la sociedad,
preservando recursos ambientales y culturales para las generaciones futuras,
respetando la diversidad y promoviendo la reducción de las desigualdades sociales» (Instituto Ethos de Empresa y Responsabilidad Social, Brasil).
«Responsabilidad Social de la empresa es el conjunto de acciones que toman
en consideración las empresas para que sus actividades tengan repercusiones
positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que se
rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos como en su relación
con los demás actores» (OIT).
Otra definición, también referencial, es la que adopta la Unión Europea en su
Libro Verde sobre RSC (2001): «Es la integración voluntaria, por parte de las
empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores».
De una manera más coloquial, podría decirse, simplemente, que es la forma
en que una empresa gestiona intencionalmente y con ética sus resultados
sociales, económicos y ambientales para mejorar su desempeño, porque, en
definitiva, todas las definiciones, al final, expresan el énfasis en la ética de los
procedimientos y en la necesidad de una mirada integral de la actuación empresarial que llegue hasta sus impactos sociales y medioambientales de toda
su cadena de valor (es decir, incluyendo suministros y procesos de distribución). CEPAL, revisando también las muchas definiciones de RSE, concluye
que existe un núcleo de conceptos comunes y siempre presentes, agrupados
en tres grandes líneas:
1. La relevancia social de las empresas, es decir, que estas deben ser consideradas como mucho más que entidades solo económicas y deben verifi-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
110
car expresamente el cumplimiento de los derechos humanos y laborales
en sus prácticas y decisiones.
2. La necesidad de identificar y gestionar los efectos medioambientales de la
actuación socioeconómica.
3. Contar con procedimientos de reporte a los públicos de interés3 y con procedimientos claros y de rendición de cuentas, que aseguren la transparencia de la actuación empresarial.
Por ello, tan importante como los resultados económicos que una empresa
enuncie, es el lugar que ocupa la RSC en el diseño de los objetivos y las estrategias empresariales. Solo en la medida en que la RSE se incorpore al ADN de la
empresa, que forme parte indisoluble de la cultura del negocio, puede constituirse en un elemento diferenciador en las conductas de las empresas. En particular, la guía de actuaciones responsables de Telefónica expresa que no solo
se trata de poner la atención en qué negocio se hace, sino en el cómo se hace:
Nuestros principios definen nuestra conducta ética en todo lo que hacemos4.
Podríamos decir que la RSE emerge y se constituye como un conjunto de demandas sociales altamente sensibles y complejas, pero situadas en un nuevo
entorno mundial de liberalización, con Estados nacionales que asumen mayoritariamente las consignas de desregulación. Por esta razón, el camino que se
ha seguido para incorporar estas demandas de responsabilidad social en la actuación de las empresas ha sido mediante mecanismos de autorregulación voluntaria.
Se entienden entonces las dificultades que este proceso entraña. Tal vez por eso,
una de las expertas en la materia de CEPAL dice que cuando en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo (2002) se discutió como uno
de los grandes temas el de la responsabilidad social corporativa, se advertía que,
más que una diferencia de visiones entre los actores presentes, se estaba escenificando un debate sobre dos grandes disyuntivas: a) normas jurídicas versus
compromisos voluntarios, b) desconfianza social respecto al poder corporativo
versus desconfianza empresarial respecto a la intervención pública5.
3.
En la bibliografía empresarial y de las escuelas de negocios, para designar a estos públicos de interés se utiliza con
frecuencia el término inglés stakeholders.
4. Nuestros Principios de Actuación. Telefónica.
5. Ídem 2.
Empresa e intervención social
111
Sin embargo, a pesar de estas dudas y disyuntivas, la RSE ha avanzado enormemente en las últimas décadas, fundamentalmente porque funciona como
una suerte de pacto social entre las empresas y la sociedad que es viable porque tiene la virtud de ser un acuerdo en el que hay condiciones para que todas
las partes ganen: gana la sociedad que se beneficia con conductas empresariales éticas implementadas desde visiones de negocio que no solo miran el mercado, sino la sociedad en su conjunto; y ganan las empresas porque pueden
gestionar otros intangibles que los mercados actuales consideran factores críticos de competitividad y sostenibilidad a largo plazo, como son la reputación
empresarial, los atributos de marca con que los consumidores definen sus opciones de compra y la posibilidad de construir un diálogo constructivo con los
públicos de interés, lo que amplía la inserción social y la capacidad de gestión
estratégica a largo plazo de las empresas.
Esta posibilidad de un contrato social donde todos ganan es el fundamento
para que su desarrollo se haya orientado a través de mecanismos de adhesión
voluntaria.
4.1.2 Principales iniciativas a nivel internacional
Una vez ubicada la dimensión del tema y el contexto de profundas transformaciones sociales y políticas desde las que se demandan nuevos comportamientos empresariales, se puede entender mejor el sentido y la dificultad para implementar las iniciativas que se han producido en los últimos años.
En un rápido recorrido que no pretende ser exhaustivo, podría comenzarse con
la «Declaración Tripartita de Principios sobre las Empresas Multinacionales y la
Política Social» adoptada por el Consejo de Administración de la OIT en 1977.
El primer principio de esta Declaración reconoce la enorme capacidad de las
empresas multinacionales para contribuir al desarrollo sostenible y el bienestar
de la población, pero también los riesgos que se derivan de la concentración de
poder económico y de potenciales conflictos con los objetivos de la política nacional y los intereses de los trabajadores. A partir de allí se enuncian hasta 59
principios, referidos a política general, a empleo, a formación, a condiciones de
trabajo y de vida y, finalmente, a relaciones de trabajo.
Del mismo año es una iniciativa claramente referencial hasta nuestros días, el
Global Reporting Iniciative, que surge como institución independiente, aunque
impulsada en su creación por el Programa de las Naciones Unidad para el Medio
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
112
Ambiente (PNUMA). Esta organización creó el primer estándar mundial para
reportar aspectos de sostenibilidad, y que más tarde incorporaría también aspectos de gobernanza empresarial y en forma paulatina todos aquellos aspectos que luego se considerarían como el núcleo conceptual de la RSE.
«
Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil»
Principio 5 del Pacto Mundial
Pero el hito que prácticamente todos los expertos reconocen como el que rompe la historia de la RSE entre un antes y un después por la trascendencia que
tuvo, es el que se produce cuando Kofi Annan, secretario general de las Naciones Unidas, presentó en la Reunión de Davos (1999) la propuesta del Pacto
Mundial (Global Compact), que se aprobaría en sede de la ONU en julio del 2000
y que condensa los grandes temas de la RSE en 10 principios –uno de ellos referido específicamente a la eliminación del TI–, construyendo la forma de implementar de un modo práctico el marco de derechos, las prácticas éticas y los
principios de sostenibilidad medioambiental devenida de los grandes acuerdos
a nivel internacional, especialmente la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, la Convención Internacional de Derechos de la Infancia, la Declaración de Principios de la OIT relativa a los Derechos Fundamentales del Trabajo,
la Declaración de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo, y la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción.
Esta iniciativa, a la que Telefónica se unió en forma temprana y activa6, ha tenido una adhesión muy importante en el mundo empresarial, pasando de unas
600 grandes empresas firmantes en el 2006 a más de 1900 en el 2011.
Finalmente, la aprobación en el 2010 de la norma ISO 26000 sobre RSE, que
establece una guía basada en las mejores prácticas en la materia, conforme a
las declaraciones, acuerdos y convenciones de las Naciones Unidas y la OIT,
puede considerarse como la consolidación de los principios y prácticas que este
concepto implica y, por tanto, la culminación de varias décadas de negociaciones y búsquedas de consensos internacionales.
6.
Telefónica se adhirió en el 2002 al Pacto Mundial sobre RSE y reporta a la comunidad sus compromisos cumpliendo con
las exigencias del Pacto y el Global Reporting Initiative (GRI), así como también de los índices de inversión responsables
como DJSI y FTSE4Good. Fuente: Informe Anual de Responsabilidad Corporativa Telefónica, SA. 2009.
Empresa e intervención social
113
Para cerrar este apartado, digamos también que América Latina ha sido un espacio muy activo en el desarrollo de la RSE con varias grandes iniciativas regionales, entre las cuales pueden citarse el World Business Council for Sustainable
Development (WBCSD) y EMPRESA. Ellas agrupan a su vez a alrededor de veinte organizaciones nacionales y regionales.
4.2 Temas clave en RSE
Las definiciones de las que hemos partido y el conjunto de iniciativas e indicadores que se han ido consensuando a nivel internacional, decantan en un conjunto de temas claves que, por su trascendencia, explican en buena parte lo difícil y conflictivo que ha sido el proceso de acuerdos y que se pueden clasificar
de muchas formas. En nuestro caso, nos parece muy útil citar la que expone
CEPAL7, sobre todo porque está hecha en el marco de un análisis de la RSE en el
contexto latinoamericano. Siguiendo este criterio, se pueden identificar los siguientes grandes temas:
1. Ética, valores y principios de negocios: en esencia, salir del marco tradicional de restringirse al cumplimiento de leyes y preceptos legales, para
adoptar comportamientos basados en valores en los que, además, se implican todos los públicos interesados a través de un diálogo abierto.
2. Derechos Humanos, trabajo y empleo: uno de los aspectos que desde
nuestra perspectiva debe entenderse como un posicionamiento activo
por parte de las empresas, para lograr su plena aplicación en todos los ámbitos en los que tengan posibilidad de influir, ya que al aludir a libertad de
asociación y sindical, rechaza cualquier forma de trabajo forzado u obligatorio, del trabajo infantil y de cualquier forma de discriminación.
3. Gobernanza o gobernabilidad corporativa: se refiere a las reglas y prácticas con que se dirigen y controlan las empresas, porque en ellas están
implícitos los derechos y responsabilidades de los diferentes agentes vinculados a la empresa, desde sus órganos de dirección hasta públicos de
interés como consumidores, organizaciones civiles, etc.
4. Impactos sobre el medio ambiente: otro de los temas que más se ha
discutido, fundamentalmente como parte indisolublemente integrada a
los aspectos de sostenibilidad que tanto se han comentado.
7.
Ídem 1.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
114
5. Relaciones con los proveedores: es la forma específica de introducir la
responsabilidad sobre los impactos de toda la cadena de valores en la que
está inserta la empresa. Y por extensión, nosotros agregamos también la
red de distribución dada la importancia que estas tienen en los mercados
actuales.
6. Transparencia y rendición de cuentas: proporcionar la información y los
medios adecuados para que los públicos interesados puedan verificar los
resultados reportados.
Hay un séptimo tema clave señalado por CEPAL, que queremos destacar en
forma especial por ser el espacio conceptual natural en el que debe entenderse una iniciativa como Proniño y porque ilustra con opiniones de expertos reconocidos, algunos de los principios con los que Fundación Telefónica ha
construido su compromiso en materia de contribución a la erradicación del
trabajo infantil. Es el de filantropía e inversión social y que viene a decir que
«… muchas compañías han descubierto que una política filantrópica, paternalista y estrecha, basada en realizar donaciones de dinero, no responde a lo
que la sociedad espera de ellas en materia de responsabilidad, ni garantiza
que esas contribuciones voluntarias produzcan resultados sostenibles. La
RSC motiva a las compañías a descubrir formas innovadoras de vincularse solidariamente con las comunidades…»8. Esta es la visión que Telefónica ha impulsado para lo que se denomina Acción Social del Grupo y que gestiona Fundación Telefónica como unidad especializada en grandes proyectos sociales
de carácter internacional.
Por otra parte, el conjunto de temas que se incorporan bajo el concepto de
«transparencia y rendición de cuentas» a los públicos interesados, introduce
dos cuestiones de crucial importancia. La primera se refiere al tipo de compromiso desde el cual se construyen los valores de cercanía y de confianza que
toda empresa desea como parte de su imagen. Y la segunda, en un plano más
próximo a la acción social, supone que no solo hay que explicar resultados, sino
construir espacios de diálogo social en los que se escuchen y se reconozcan las
demandas y puntos de vistas de los actores sociales involucrados. En el caso de
Proniño, debe ser con la sociedad civil a través de sus organizaciones representativas, las ONG, las instituciones, y, fundamentalmente, con las propias familias y niños y niños del programa.
8.
Idem anterior. P. 18.
Empresa e intervención social
115
Finalmente, la lectura razonada de los temas anteriores permite reafirmar que la
RSE no puede entenderse solo como un área de la empresa o tomar en cuenta
nada más que algunos aspectos sociales, laborales o medioambientales. Como ya
se dijo, debe ser un código ético que se aplica a todo el quehacer empresarial, una
cultura de hacer negocios que impregna desde la estrategia global hasta las formas de relación interna entre todas las personas que hacen la organización empresarial. Y desde la perspectiva particular de la inversión social, la RSE se vuelve
una exigencia, ya que de otra forma no resultaría eficaz ni creíble, una actuación
solidaria descompasada de la lógica global de la empresa. Esto, como se verá luego, se ha reflejado en el diseño y en los objetivos que fue asumiendo Proniño.
4.2.1 Conclusiones útiles para la intervención social:
desde la RSE a la ciudadanía corporativa
Los conceptos expuestos conforman la doctrina organizacional necesaria para
legitimar ese salto desde la filantropía a la intervención social responsable de
que hablan las teorías más avanzadas sobre empresas y sociedad. Y aunque
suene paradójico, para que esto ocurra hay que incluir las dudas y críticas sobre
el concepto de RSE, porque en definitiva son las que construyen la mirada del
control social.
«
Aunque la RSE no sea obligatoria, los principios éticos y morales sobre
los que se funda debería ser un marco exigido, al menos para evitar
que su no cumplimiento genere ventajas competitivas por parte de
las empresas que no los adoptan»
Participante IV Encuentro contra el trabajo infantil.
Foro Virtual. 2012.
Y es que los conceptos nucleares de RSE más la exposición a las críticas fundadas (transparencia, rendición de cuentas) permite construir otra cadena –para
nosotros absolutamente clave– de conceptos estratégicos sobre empresa y
compromiso social: para que la RSE pueda desplegarse en una forma efectiva
es necesario que al mismo tiempo se vaya produciendo un entorno socialmente responsable.
En otras palabras, la RSE no es sino parte de un contexto de responsabilidad
social más amplio. En la medida en que la sociedad en su conjunto –desde la
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
116
participación social organizada o a través del consumo responsable– demande
este tipo de comportamientos empresariales que torna atractivas las actitudes
éticas y sostenibles de las cadenas de valor que hay detrás de cada bien o servicio, la RSE –aunque parezca paradójico– se convierte en un comportamiento
voluntario de obligado cumplimiento para las empresas.
En el fondo, es la razón por la que algunos de los autores ya comentados (Kliksberg, Sen, etc.) la consideran como uno de los componentes fundamentales
de lo que se denomina el capital social indispensable para los nuevos modelos
de desarrollo. En esencia, pone en valor la visión de que las empresas no solo
hacen negocios, sino que asumen la responsabilidad de ser agentes activos en
la promoción de valores y derechos.
A partir de aquí, considerando que la ética no es una cuestión separada de la ciudadanía, resulta inmediato y pertinente vincular entornos socialmente responsables con ciudadanía. Este tipo de exigencias éticas son las que definen la calidad
del proyecto de ciudadanía con que se dotan las distintas sociedades. Concretamente, al involucrar a las empresas responsables en un pacto ético con los ciudadanos, se extiende la noción de ciudadanía a los propios agentes empresariales
que optan por la RSE como forma sostenible de hacer negocios, emergiendo lo
que comienza a denominarse como «ciudadanía corporativa». En palabras de M.
A. Proaño «es importante tener en cuenta que las organizaciones son ciudadanos corporativos que deben cumplir normas intrínsecas de convivencia y respeto
mutuo»9. Esta noción conecta también con otra importante iniciativa de las Naciones Unidas que implica a las empresas y que dio origen a los llamados «Principios rectores sobre las empresas y los Derechos Humanos», con la consecuente
puesta en marcha del marco de las Naciones Unidas para «proteger, respetar y
remediar», donde se solicita a las empresas que actúen con debida diligencia
para evaluar, identificar, gestionar, mitigar y reparar los efectos derivados de impactos negativos de su actividad. Hace particular énfasis en los colectivos especiales y, entre ellos, las niñas y los niños tienen un lugar destacado. Estos principios se aprobaron en marzo del 2011 y a finales del 2012 Unicef realizo la
adaptación para aplicar estos Principios Rectores a la Infancia.
Por tanto, un conjunto de recomendaciones que, según reconoce el propio documento de Naciones Unidas, no consiste «en la creación de nuevas obligacio-
9.
PROAÑO, María Augusta. La relación entre la estrategia de Responsabilidad Corporativa y los índices de trabajo infantil. IV
Encuentro Internacional contra el trabajo infantil. Ecuador. 2012.
Empresa e intervención social
117
nes de derecho internacional, sino en precisar las implicaciones de las normas y
métodos actuales para los Estados y las empresas; en integrarlas en un modelo
único lógicamente coherente e inclusivo; y en reconocer los puntos débiles del
actual sistema y las mejoras posibles»10. Es decir, compromisos asumidos en
forma voluntaria por las empresas y que por esta razón no solo se integran en
esta construcción de una noción extendida de ciudadanía, sino que a efectos
prácticos, cuando hablemos de RSE debe entenderse que también nos referimos a este marco de Principios Rectores de las Naciones Unidas.
Por eso entendemos que se produce un nuevo salto cualitativo cuando se descubre en la realidad del día a día de la intervención, que este concepto de ciudadanía corporativa es la premisa indispensable para construir y/o participar en
redes sociales involucradas en la lucha contra el trabajo infantil. Acudiendo
nuevamente al aprendizaje de Proniño, en las conclusiones del evento presencial del IV Encuentro Internacional contra el trabajo infantil celebrado en Ecuador (Quito, junio 2012) se dice:
«Pero además, este concepto emergente que se enuncia (la ciudadanía corporativa) está siendo postulado como la base necesaria de legitimidad por parte
de las empresas no solo para “ser parte de” sino también promotores, incluso,
para ofrecer dentro de lo que son los roles que le corresponden, su liderazgo, en
algunas cuestiones clave para enfrentar temas sociales de envergadura. Por
ejemplo, trabajo en red y la cooperación público-privada. Ambas requieren de
una base de coherencia de principios sociales, de confianzas mutuas, de diversidades que se buscan confiadamente y esto debe entenderse como un proceso social de construcción de ciudadanía».
4.3 RSE y TI: qué pueden aportar las empresas
socialmente responsables
La intención de este apartado es asentar la doctrina antes revisada al caso concreto de Telefónica y su acción social vinculada a la erradicación del TI. La idea
es que el desarrollo amplio y de alguna forma innovador del concepto de RSE
permiten identificar distintas instancias de actuación contra el TI:
10. Informe del representante especial del secretario general para la cuestión de los derechos humanos y las empresas
transnacionales y otras empresas, John Ruggie. Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos: puesta
en práctica del marco de las Naciones Unidas para «proteger, respetar y remediar». Consejo de Derechos Humanos 17º
período de sesiones. 21 de marzo del 2011.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
118
• Actitud vigilante y proactiva para resguardar el proceso productivo
propio de la presencia de TI, según reza el Principio 5 del Pacto Mundial,
aunque es justo reconocer que no hacerlo implicaría, seguramente, incumplir la legalidad vigente en prácticamente todos los países sobre protección de la infancia: edad mínima de acceso al trabajo y prohibición de
las peores formas de trabajo infantil.
• Contribuir a la no presencia de TI en toda la cadena de valor. Esto
implica adoptar medidas que contribuyan activamente a que toda la cadena de insumos –no solo los proveedores directos, sino los que proveen
a los proveedores hasta donde sea posible identificarlos– y de distribución permanezca libre de TI. Este es el gran reclamo de la sociedad civil,
pero en el que hay que reconocer dos límites: uno, que estas actuaciones empresariales, por su naturaleza, se confinan en los marcos de la
economía formal dejando fuera a la mayor parte del TI; y dos, que aunque se pueden establecer condiciones de compra o licencias de distribución que discriminen a aquellos agentes que incurran en prácticas de TI,
en la realidad es muy difícil construir mecanismos eficaces de prevención a lo largo de toda la cadena de valor si no existen pactos o acuerdos
con la Administración pública, ya que la supervisión de la actividad de
otras empresas es una atribución de los gobiernos que no puede ser sustituida por otros agentes.
• Movilización del voluntariado por la causa. Este es uno de los fenómenos
más atractivos de los últimos años de nuevas formas de participación ciudadana, siendo tal vez el más visible el que se moviliza a través del Tercer
Sector. Pero también es muy importante el que se está generando desde el
sector privado y que suele denominarse «voluntariado corporativo». Es particularmente importante en grandes empresas, ya que se pueden organizar
actividades complejas y de gran impacto atendiendo a que son grupos que
parten de una cultura más o menos homogénea, que tienen relaciones previas que facilitan la organización y que suelen tener buenas cualificaciones
profesionales, por lo que, siendo lo más importante el espíritu solidario, no
es despreciable el talento colectivo que puede agruparse.
• Asociacionismo empresarial por la causa. Las empresas, aunque se trate de un gran grupo empresarial, siempre tienen un alcance de actuación
limitado a su ámbito de negocio o a los territorios en los que está presente. Por ello, en la constitución de espacios de cooperación interempresarial para realizar o colaborar con causas sociales, se producen efectos de
multiplicación realmente significativos.
Empresa e intervención social
119
La potencia de estas iniciativas se visualiza claramente en las distintas experiencias a nivel mundial o en los países, no solo entre empresas sino también en asociación con otras organizaciones públicas o
del Tercer Sector. Campañas como «Un mundo para Joana», impulsada por el Pacto Mundial para promocionar los Objetivos del Milenio, la
Red de Empresas contra el Trabajo Infantil integrada por el Ministerio
de Trabajo, la Conaeti y 88 empresas líderes en Argentina, la ya comentada Fundación Abrinq en Brasil o la Fundación Empresarios por
la Educación en Colombia, son algunos ejemplos que ilustran el impacto que se puede obtener por estas vías de actuación orientadas a
la intervención social, la sensibilización de la población y la incidencia
en políticas públicas.
• Intervención social directa, como desarrollo y superación de las anteriores prácticas de filantropía. Es lo que en el lenguaje empresarial
más iberoamericano se denomina acción social de las empresas y que
se recoge especialmente en los análisis de CEPAL ya comentados. Por
supuesto, es donde se ubica la actuación de Proniño.
Por tanto, vemos que los preceptos de ética, derechos y sostenibilidad social y
medioambiental que dan cuerpo al concepto de RSE y el compromiso de la empresa con los Derechos Humanos contiene todos los elementos doctrinales
que no solo legitiman la participación de las empresas en la lucha contra el TI,
sino que establecen la posibilidad de innovar a través de formas que trascienden la simple vigilancia de sus propios procesos productivos para implicarse en
iniciativas más amplias, complejas y coordinadas con el ámbito público y el Tercer Sector.
Sin embargo, en lo que se refiere particularmente a la aportación en la prevención y erradicación de las formas no aceptables de TI, las empresas tienen
necesariamente que construir una suerte de principio de coherencia interna,
de tal forma que el posicionamiento contra el TI desde los criterios éticos que
implica la RSE, sea global y permanente. No puede excluir ninguna actividad
de la empresa ni ningún criterio con que se construyen sus modelos de gobernanza. No puede haber contradicciones en este aspecto.
A título de ejemplo, una empresa debe tener una actitud proactiva y vigilante
para cumplir con el Principio 5 del Pacto Mundial y garantizar la no presencia de
TI en sus procesos, puede implicarse de acuerdo a sus posibilidades, en trasladar este comportamiento a su cadena de valor, aunque, al mismo tiempo, deci-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
120
da no implicarse en otras formas, tales como el asociacionismo por la causa o
en la intervención directa. Lo que no puede nunca hacer es realizar intervención
directa sin previamente ordenar su gobernanza interna para garantizar el estricto cumplimiento del Principio 5 del Pacto Mundial.
4.4 A modo de conclusión
Desde la perspectiva de las preguntas con que empezamos este capítulo,
los conceptos revisados permiten afirmar que los fundamentos de la RSE (y
los principios rectores sobre empresas y derechos humanos) constituyen
un marco doctrinario adecuado para el desarrollo legítimo y pertinente de
un conjunto amplio de actuaciones sociales vinculadas a la erradicación y
prevención del TI. Pero encontramos también que no basta con la simple
enunciación de adscripción a estos postulados: hace falta un efectivo
alineamiento interno y externo de todas las actuaciones empresariales
para asegurar la coherencia y consistencia de los posicionamiento sociales
asumidos.
Y dentro de las buenas prácticas que se consideran dentro de la RSE, aparecen particularmente dos que luego veremos reaparecer como criterios importantes en el diseño de las estrategias de Proniño: los planteamientos que superan la filantropía para instalarse en la acción social transformadora y la
rendición de cuentas a los públicos interesados. En realidad, ambos principios
llevan a establecer espacios de diálogo y escucha participativa con los actores sociales. Sin estas premisas, la intervención directa en los ámbitos familiares y educativos sería sencillamente imposible y muy riesgosa, incluso
desde la perspectiva de la reputación de la empresa.
Finalmente, el análisis de cómo dialogan las responsabilidades sociales ciudadanas y empresariales nos llevó a formular un concepto de alta exigencia cívica:
la ciudadanía corporativa como forma de relacionamiento y de construcción de
redes. Y desde allí, sustentar teóricamente mecanismos como la cooperación
público-privada.
Más adelante retomaremos estas cuestiones al tener que fundamentar, ya
más en profundidad, muchas de las decisiones que tomamos en Proniño.
Pero queremos dejar el texto en este punto, entre otras cosas, porque al
plantearse de forma todavía genérica, valen para cualquier otro actor empresarial que apueste por los derechos de la infancia y el bienestar de las
Empresa e intervención social
121
familias con actuaciones que van más allá del mercado. En los capítulos siguientes retomaremos estos planteamientos doctrinarios pero ya para procesarlos en relación a las respuestas concretas que nos fue demandando
Proniño.
Parte
II
La historia de Proniño
desde la visión social
y estratégica
5. El Programa hasta el 2004: Los fundamentos
de un compromiso social
6. Período 2005-2006: Crecer con calidad
7. Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social
que aporta a la estrategia global de la compañía
8. Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto
y un giro hacia el 2.0
9. Período 2011-2012. Incidir para cambiar
10. Otra forma de contar una historia
125
143
173
219
261
299
Capítulo
5
El Programa hasta el
2004: Los fundamentos
de un compromiso social
5.1
5.2
5.3
5.4
El compromiso social de BellSouth
Principales magnitudes y resultados
La visión social que se imprimió al Programa
Aprendizajes de la etapa BellSouth
126
127
132
135
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
126
Podemos ahora retomar la historia de aquella iniciativa surgida en Ecuador
en 1998 y que, luego, con el nombre de Proniño, se replicaría en otros nueve
países de la Región, y llegaría rápidamente a tener más de diez mil niñas y
niños becados. ¿Qué bases se habían sentado? ¿Qué realidad social se había
construido para hacer de él un tema especialmente tratado en las negociaciones entre Telefónica y BellSouth? El objetivo de este capítulo es comprender la lógica social que se había puesto en marcha y los aprendizajes
que funcionaron, a modo de cimientos, para el futuro edificio que habría de
levantarse años más tarde.
5.1 El compromiso social de BellSouth
Al momento de tomarse la decisión de implementar el programa Proniño, el
concepto de RSE estaba ya arraigado e interiorizado dentro de BellSouth como
una convicción que debía ejercerse en forma integral: el modo de hacer sus negocios, la manera de relacionarse con los empleados, clientes y accionistas y
comunidades donde operaba la compañía.
Ya en 1986 la Fundación BellSouth había participado activamente en acciones para la mejora de la educación en el sureste de Estados Unidos y puesto
en evidencia su preocupación por los temas educativos. Y cuando la compañía extendió sus operaciones comerciales a América Latina, decidió también desarrollar el mismo compromiso con la sociedad civil de estos países,
destinando a ello el 20% de los fondos de la Fundación. Esta fue una de las
razones por la que pidió a las operadoras asentadas en los países latinoamericanos que identificaran problemas sociales concretos, vinculados con
la educación, a fin de crear una agenda social regional común, de la cual,
como ya se dijo, surgiría Proniño.
Esta vocación de «estar juntos con la sociedad civil» se tradujo también en
otras actuaciones institucionales, como animar distintos foros y entidades vinculadas a la promoción de la RSE en América Latina. Un ejemplo es su temprana participación en el Primer Directorio de Acción RSE, creada a instancias de la
Business for Social Responsability, una de las instituciones más importante en
Estados Unidos en la promoción de la RSE.
El programa hasta el 2004: Los fundamentos de un compromiso social
127
5.2 Principales magnitudes y resultados
Una vez consolidado en todos los países en los que operaba BellSouth, el Programa claramente había cumplido con las expectativas de cobertura que se tenían en el momento de su creación (figura 5.1 y cuadro 5.1).
Figura 5.1 Cantidad de Becados
12000
10082
9232
10000
8246
8000
6982
6000
4000
2000
0
2001
2002
2003
2004
Cuadro 5.1 Distribución por países
Año
ARG
CHI
CO
EC
GUA
2001
879
160
718
2303
900
2002
1583
187
1281
2300
900
2003
1556
174
1815
502
900
2004
1550
389
2832
588
900
NI
PA
PE
UR
VE
TOTAL
300
1550
122
50
6982
501
300
1882
108
190
9232
555
300
1920
278
246
8246
561
346
2131
499
286
10082
Fuente: BellSouth Proniño 2001-2004. Documento interno de BellSouth Proniño.
Como es natural, este crecimiento no solo se dio en la cantidad de beneficiarios. La ampliación de la cobertura a 10 países implicó, al mismo tiempo, la incorporación al Programa de buena parte de las ONG que habían liderado la Marcha Global en la Región y una dispersión territorial importante, con más de
sesenta localidades de intervención (cuadros 5.2 y 5.3).
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
128
Cuadro 5.2 Localidades de intervención
País
Sedes de intervención del Programa
Argentina
Bahía Blanca, Bariloche, Ciudad de
Buenos Aires, Córdoba, GrandBourg,
Hurlingham, Mar del Plata, Mendoza,
Paraná , Rosario
Chile
Lo Espejo, Calera de tango, Lo Prado,
Osorno, San Rafael, La Florida, San
Bernardo, Concepción, San Fernando,
Purranque, Chillan, San Antonio Llo-lleo
Colombia
Bogotá, Cali, Cartagena, Cúcuta,
Medellín, Montería, Valledupar, Muzo,
Quibdó
Ecuador
Ambato, Lago Agrio, Gayaquil, Quito,
Porto Viejo
Guatemala
Chimaltenango, Esculinlla, Guatemala,
Quetzaltengango, Sacatepequez
Nicaragua
Managua, Chinandega, León, Masaya,
Granada
Panamá
Panamá, Colón, Chiriquí
Perú
Lima, Chiclayo, Trujillo, Arequipa, Cuzco,
Puno, Iquitos, Huancayo
Uruguay
Montevideo, Maldonado
Venezuela
Caracas, SanFrancisco-Moroc, Bolivar
Fuente: BellSouth Proniño 2001-2004. Documento interno de BellSouth Proniño.
El programa hasta el 2004: Los fundamentos de un compromiso social
129
Cuadro 5.3 ONG por países
País
ONG
Argentina
Asociación Conciencia (Conciencia)
Chile
Consejo de Defensa del Niño (CODENI)
Colombia
Fundación Mario Santo Domingo
(FMSD)
Ecuador
Instituto Nacional del Niño y de la
Familia (INNFA), Programa del
Muchacho Trabajador (PMT), Fundación
Esquel
Guatemala
Fundación para el Desarrollo Rural
(FUNRURAL)
Nicaragua
Save the Children USA – Nicaragua
Panamá
Casa Esperanza
Perú
Centro de Estudios Sociales y
Publicaciones (CESIP)
Uruguay
Asociación Civil Gurises Unidos
Venezuela
Asociación Ayuda a un Niño
Fuente: BellSouth Proniño 2001-2004. Documento interno de BellSouth Proniño.
Y desde un comienzo, el Programa hizo explícita su intención de centrarse en
los sectores más vulnerables de la infancia, como se refleja en las modalidades
de trabajo infantil a las que se dirigieron las becas, claramente clasificables en
lo que denominamos PFTI (cuadro 5.4).
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
130
Cuadro 5.4 Modalidades de TI atendidas
País
Modalidades de TI atendidas
Argentina
Trabajo doméstico, Selección basura,
Mendicidad
Chile
Comercio callejero y ferias ambulatnes,
Trabajo doméstico, Trabajo agrícola
Colombia
Venta ambulante, Servicio doméstico,
Guaquería (minas de esmeralda)
Ecuador
Venta ambulante, Lustradores de
zapatos, Ayudantes de servicios
(limpieza restaurantes, controladores
de buses)
Guatemala
Trabajo doméstico, Trabajo comercial,
Trabajo rural
Nicaragua
Venta ambulante, Ayudante carpintería
y mecánica, Trabajo doméstico
Panamá
Venta ambulante, Cosecha café y
horatilizas, Mendicidad
Perú
Pelador de alimentos para venta, Venta
ambulante, Elaboración artesanal del
ladrillo, Selección materiales basurales,
Servicios y Trabajo domésticos.
Uruguay
Venta callejera, Mendicidad,
Recolección y clasificación de basura
Venezuela
Trabajo rural, Cargado de bolsos y
paquetes, Venta ambulante
Fuente: BellSouth Proniño 2001-2004. Documento interno de BellSouth Proniño.
La estructura organizativa que se adoptó permitió articular y diferenciar los roles tanto empresariales como de los agentes sociales (figura 5.2).
El programa hasta el 2004: Los fundamentos de un compromiso social
131
Figura 5.2 Esquema organizativo de Proniño BellSouth
Bell South
Internacional
Fundación
BellSouth
Operadoras
locales
ONG
Niño/as
BellSouth Internacional.
En coordinación con las
operadoras locales promovía
acciones de difusión,
voluntariado y relaciones
institucionales
Fundación BellSouth.
Coordinación del Programa.
Evaluación de Resultados a
través de una Consultoria
Externa. Aportaba una parte
de la inversión social.
Operadoras locales BellSouth.
Aportación complementaria de
fondos y coordinación de
actividades locales.
Familias, Escuela, Comunidad
Fuente: BellSouth Proniño 2001-2004. Documento interno de BellSouth Proniño.
Con todos estos elementos, la evaluación del período 2001-2004 realizado por
la Fundación BellSouth (Atlanta, Estados Unidos) arrojaba un balance ampliamente satisfactorio y señalaba, entre otros puntos, que:
• La cobertura alcanzada en 2004 superaba ya con creces las previsiones
que se tenían al momento de lanzar el programa, cifradas por aquel entonces en 6.000 niños y niñas.
• El objetivo social de «escolarizar niños y niñas en situación de trabajo infantil» se había visto satisfecho, ya que se habían alcanzado ratios de retención muy importantes, una mejora de la asistencia escolar y altos índices de promoción académica.
• Según los técnicos participantes en esta evaluación, los progresos reflejados daban cuenta de otros aspectos cualitativos significativos, como la
mejora en la autoestima de los niños y niñas, el fortalecimiento de sus
habilidades sociales y la mayor implicación de las familias con la educación y más conciencia en lo que respecta a las consecuencias negativas
del trabajo infantil.
• El impacto de las acciones de voluntariado corporativo y de las campañas
de sensibilización que había sido capaz de desplegar la empresa.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
132
5.3 La visión social que se imprimió al Programa
Esta visión se hizo explícita en la Misión que se estableció, formulada en términos de «escolarización de niños y niñas trabajadores con la intención de garantizar su acceso y permanencia en la escuela». Esta enunciación permitía además alinear la experiencia y saber hacer de la Fundación BellSouth con el grave
problema de la deserción escolar que por entonces se percibía en América Latina. Pero no lo hizo generalizando el problema, lo hizo adoptando un enfoque
innovador, porque dentro de las innumerables y complejas causas que afectaban a la escolarización, puso el foco en un nicho de problemas específicos: la
situación educativa de la infancia que trabajaba.
Por eso el Programa en su diseño inicial reconocía cuatro agentes o instituciones sociales en los cuales había que incidir a través de un concepto de «Beca
BellSouth Proniño», que no era solo un aporte para recursos escolares, sino una
propuesta de intervención social con foco en el niño o niña, su familia, la escuela y la sociedad. En esta línea, para cada uno de estos actores sociales se diseñó
un conjunto específico de actuaciones.
1. ESTUDIANTES
El Programa se propuso desde un principio brindar a niños, niñas y adolescentes los medios necesarios para retornar –en caso de no estar escolarizados– y
permanecer en la escuela a través de una beca que cubría los recursos para
matrícula, libros, útiles escolares y vestimenta.
Pero, además, se añadieron otras prestaciones que según las situaciones en las
que se intervenían y las posibilidades del programa, incluían atención a la salud,
transporte, refuerzos alimentarios, actividades recreativas y educativas extraescolares, asistencia psicopedagógica, formación en valores y derechos y
talleres de autoestima.
2. FAMILIAS
Desde una perspectiva social inclusiva, el concepto de familia se refería en general a las unidades de contención socioafectiva del niño. Las actividades que
se realizaban con ellas estaban orientadas a la sensibilización y problematización del trabajo infantil, reforzar la valoración de la escolaridad, promover el conocimiento de los Derechos del Niño y fortalecer el «rol de adulto» de padres y
madres.
El programa hasta el 2004: Los fundamentos de un compromiso social
133
Y es importante señalar que, desde el comienzo, se trabajó con el concepto de
«corresponsabilidad» de todos los actores sociales implicados y que en el caso
de la familia, se traducía en la búsqueda de compromisos explícitos para apoyar
la asistencia del becado a la escuela, favorecer el estudio en el ámbito del hogar
–lo que normalmente lleva a relegar las actividades laborales del niño– y concurrir a las reuniones del Programa.
3. ESCUELA
La actuación social en este ámbito adquiría características diferentes, porque
implicaba intervenir de alguna forma en un espacio público ajeno al propio programa. Por lo tanto, la primera actividad era dar a conocer Proniño a los centros
escolares, a fin de hacer más efectivo el seguimiento escolar de los becados
que las ONG realizaban.
A partir de ahí, fue posible desarrollar una serie de acciones en relación a los
becados de Proniño (monitoreo escolar, promover/facilitar las reuniones de los
docentes con los familiares), pero también mejorar las condiciones educativas
de los propios centros, lo que beneficiaba a toda la población escolar.
Entre estas actividades figuran: la realización de eventos culturales o deportivos, donación de equipamiento educativo (bibliotecas, ludotecas, videos), reuniones con los propios docentes para intercambio de información y sensibilidades sobre la situación socioeducativa de los becados, y talleres de sensibilización
para los docentes y directores de los centros en materia de trabajo infantil y
vulneración de derechos.
4. SOCIEDAD
Actuaciones orientadas básicamente a la visibilización en la sociedad de los
efectos del TI en la infancia y difusión de los valores y derechos recogidos por
la CDN.
Estas actuaciones se realizaron a través de dos canales: las ONG organizaron foros, seminarios, talleres con contenidos más cercanos a la doctrina y
capacidades para la intervención social, etc. y, por parte de la empresa, a
través de campañas gráficas y en medios que buscaban incidir en públicos
más amplios.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
134
Estas eran las actividades generales y comunes para todo el Programa; pero si
se revisan con detenimiento los proyectos de intervención social en cada país,
se advierten también especificidades que revelan la diversidad de situaciones
institucionales en cada uno de ellos, las modalidades de TI abordadas y la experiencia de las propias ONG ejecutoras.
En particular, se pueden encontrar tres modelos organizativos de intervención,
según el lugar desde el cual esta se articulaba. Hubo casos en que las ONG contaban con Centros de Atención, o gestionaron recursos para dotarse de ellos,
desde los cuales buscaban intervenir fundamentalmente en el tiempo libre del
niño o niña, es decir, cuando no estaba en la escuela. En este caso, los becados
eran identificados en los lugares de trabajo (calle, mercados, basurales, etc.) y
desde allí se llegaba a las familias para construir el compromiso de escolarización y reducción del trabajo infantil. Esta era la situación predominante en
Ecuador, Panamá y Venezuela.
Hubo otros casos en los que no se contaba con estas infraestructuras de atención –o simplemente porque se apostaba por otro modelo de llegada a la familia– y el lugar desde donde se lanzaba la intervención era la propia escuela. Esto
demandaba otros procesos de identificación de las situaciones de TI y otro tipo
de gestiones institucionales, ya que primero había que identificar áreas de
fuerte incidencia del TI para construir un puente institucional con las escuelas
públicas que atendían esas áreas y, luego, poder acordar tanto la intervención
como la realización de actividades compensatorias en el propio establecimiento (Argentina, Colombia, Chile, Guatemala, Nicaragua y Perú).
Finalmente, Uruguay representa un caso bastante particular, porque se partió del marco institucional creado por la ONG Gurises Unidos, que había generado acuerdos con organismos públicos de atención familiar por medio
de los cuales se derivaban situaciones de familias vulnerables. El modelo de
intervención se articulaba en torno a la transferencia condicionada de recursos económicos que permitían construir un proceso de empoderamiento
familiar para transformar la situación de pobreza o de deterioro afectivoemocional de la misma. Esta modalidad de intervención es de las que podemos llamar «profundas» por la exhaustividad que implica y la fuerte demanda de recursos de seguimiento social que exige. Se incorporaban al
programa aquellos casos en que estas situaciones de exclusión y conflicto
iban acompañadas de TI.
El programa hasta el 2004: Los fundamentos de un compromiso social
135
5.4 Aprendizajes de la etapa BellSouth
5.4.1 La definición de la Misión social
Nos referimos, naturalmente, a la mirada de Telefónica para diseñar su propia
estrategia y visión social al hacerse cargo de Proniño. Y si hacemos un balance
de la andadura del Programa desde su creación hasta el 2004, podríamos destacar los siguientes aspectos.
En primer lugar, la misión que define la lógica y la intencionalidad social de las
actuaciones que se realizaban en el día a día fue formulada preferentemente
desde una perspectiva de respuesta al grave problema de deserción y fracaso
escolar de aquel momento en Latinoamérica. Y para acotarlo se seleccionó un
ámbito específico de causas que producían esas deficiencias de escolarización:
el trabajo infantil. Pero la erradicación del mismo no estaba en la Misión del
Programa, aunque la teoría y la experiencia social demuestra que una escolarización eficaz es difícilmente compatible con la ocupación laboral, por lo que las
mejoras educativas requieren de, o se traducen en, retiro paulatino del TI.
Por ello, los distintos informes que presentaban los resultados del 2004 priorizan tres indicadores de calidad de escolarización:
Retención escolar: 97,4%, en general, superior a las medias nacionales.
Asistencia a la escuela (o su indicador complementario, Absentismo): solo el
8,9% de los becados tuvieron problemas de asistencia, lo que se consideraba
bastante satisfactorio si se tienen en cuenta los entornos socioeconómicos de
procedencia.
Rendimiento escolar: definido como porcentaje de becados que promocionan
al curso siguiente y que alcanzó al 89%.
El mejoramiento del rendimiento académico no se incluyó como indicador de
resultados, porque si bien se habían hecho actuaciones en este sentido, aún no
estaba sistematizado el indicador correspondiente.
Y, a continuación, los informes de evaluación, en forma consistente con la misión definida, rendían cuentas sobre otros aspectos sin duda importantes, pero
que desde la lógica de diseño y control social se tipifican como «otros indicadores o resultados» y que incluían básicamente a los vinculados a disminución de
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
136
horas de trabajo o porcentajes de retiro del mismo, disfrute de tiempo libre,
capacidad de resolución de conflictos, superación personal, reducción de conductas agresivas, etc.
Lo anterior no supone una crítica, ni quita un ápice de valor a una decisión que
si se analiza con algo de detenimiento, se advierte que suponía un apreciable
riesgo reputacional, teniendo en cuenta la complejidad social del tema tratado.
Por entonces, el TI no estaba suficientemente instalado como preocupación
social e institucional y, sobre todo, no existían intervenciones de dimensiones
significativas o, en todo caso, no las había lideradas por el sector privado. Esto
permitió lanzar un proceso acelerado de aprendizajes, como se desprende de la
simple y sinóptica enumeración de sujetos sociales intervenidos y la gran cantidad de actuaciones que con ellos se emprendieron.
5.4.2 El modelo de «toma de decisiones sociales»
Hay una cuestión que se adivina simplemente al observar el crecimiento del
Programa hasta el 2004: se había llegado a casi un 70% más de becados de los
que originalmente se había pensado. Esto revelaba una inmensa necesidad social y una fuerte demanda de compromisos para asumir por parte de la empresa, que definían una encrucijada decisional dura: ¿Hasta dónde le corresponde
intervenir a una empresa? ¿Cuál es el punto de equilibrio entre compromiso y
responsabilidad? ¿Cuál puede ser el volumen y el tipo de intervención apropiados para incidir efectivamente en el problema?
Pero la pregunta que fundamentalmente nos interesa desde la perspectiva metodológica es cómo es el proceso de toma de decisiones que conducen a definir
tal o cual estrategia solidaria en las empresas socialmente comprometidas.
Repasando la historia de Proniño en BellSouth, tal vez leyendo entre líneas los
informes recopilados o, mejor aún, ordenando en la memoria los testimonios y
relatos de todas aquellas personas que nos contaron sus ilusiones, emociones
y vivencias, creemos que es posible extraer un modelo que en general representa el flujo de análisis y decisiones que ocurren en la génesis y desarrollo de
programas como el que estamos tratando (figura 5.3).
Las empresas no solo están en un mercado; están en entornos sociales que
transmiten señales y demandas a las cuales deben ser sensibles. Por el perfil de
actividades propias del negocio o de sus Fundaciones, algunas de estas demandas resuenan con la visión social de las empresas, lo que les permite articular
El programa hasta el 2004: Los fundamentos de un compromiso social
137
respuestas adecuadas. En el caso del BellSouth, la percepción de un problema
de deserción escolar y de sectores infantiles no escolarizados que, de alguna
forma, coincidía con la búsqueda de una agenda social regional alineada con la
experiencia educativa acumulada por su Fundación. Con base en esta concordancia de necesidades y posibilidad de respuestas, se diseñó una propuesta de
valor social que por darse en el espacio de una empresas de gran calado, naturalmente tendía a configurarse como una iniciativa de desarrollo social. Es el
caso de Proniño, con su Misión y alcances ya comentados.
Figura 5.3 El ciclo de creación y ejecución de un Programa Social
Necesidades Sociales
Visión Social
de empresa
comprometida
• Resultados sociales
y reputacionales
Movilización
de Recursos y
Ejecución Social
• Respuesta común a demandas sociales
• Agenda Regional Común
ETAPA 1
ETAPA 4
ETAPA 2
Propuesta de
Actuación Social
para el desarrollo
ETAPA 3
• Recursos económicos,
institucionales y
organizativos
• Voluntariado
• Gestión institucional
Gestión
Reputacional
y Dotación
de Recursos
• Escolarización NAT
• 6000 becados
• 10 países
Ahora bien. Como lo que aquí estamos tratando de entender son los procesos y
lógicas decisionales que operan, es necesario advertir que, para que propuestas
de este tipo se consoliden como proyectos para ejecutar, es necesario cumplir
previamente con algunos requerimientos específicos y que, por supuesto, van
más allá del descontado cumplimiento de los principios éticos y normativos
que rigen la actividad fundacional.
En primer lugar y como condición absolutamente indispensable, la empresa
debe estar segura de que la actuación que va a emprender realmente tiene significado para la sociedad. Pero, además, tiene que explicarlo al resto de actores
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
138
o públicos de interés vinculados al quehacer de la misma: los accionistas, los
empleados, los clientes, la sociedad. ¿Por qué y para qué se hace ese proyecto
social? Básicamente hay dos temas que deben plantearse con total transparencia: reputación y recursos.
Normalmente hablamos de «gestión reputacional», porque si bien los proyectos de este tipo encajan con la visión general de una empresa socialmente
comprometida, hay que demostrar cómo y por qué se favorece a los agentes
sociales implicados. Si esto ocurre, además hay un beneficio en la imagen de la
empresa, un retorno reputacional y no hay que ocultarlo. Pero también existen
importantes riesgos: ¿Cómo afectaría a los agentes sociales si las expectativas
y/o compromisos adquiridos no pudieran cumplirse? ¿Cómo afectaría a la imagen de la empresa si se fracasase en el cometido social o si se perdiese el control de los recursos económicos aplicados? Todos estos aspectos tienen que
quedar definitivamente claros para todos los públicos objetivos.
A partir de aquí se pueden asignar recursos acorde a la misión y los objetivos
que se enuncian y que no son solo económicos; son también organizativos e
institucionales. Esto es lo que hizo BellSouth creando una organización, aportando recursos económicos, movilizando el voluntariado, asumiendo la realización de campañas contra el TI, implicando a toda la organización en la gestión
institucional a distintos niveles.
Finalmente, deben estar definidos los procesos de rendición de cuentas ante
los protagonistas sociales y los públicos de interés que en cada momento y
según las modalidades de intervención, se vayan consolidando.
Por supuesto, este ciclo dibujado es intencionadamente esquemático. Está claro que los procesos nunca son unidireccionales, que hay muchas flechas cruzadas o de doble sentido –realimentación o modificación de propuestas intermedias–, sobre todo en la primera etapa, en la que aquello que aparece como un
marco de referencia que da coherencia a la actuación social dentro de la visión
general de la empresa, normalmente es el resultado del análisis de propuestas
que eleva el área social (Fundación o equipos que tratan estos temas), de las
inquietudes que se reciben de públicos interesados, de consultas internas y externas, etc., pero que al final conducen a las decisiones que la flecha expresa, ya
que no son concebibles (ni convenientes) proyectos sociales alejados o no
compatibles con las culturas empresariales en que se producen. Es por ello que
el ciclo representa aproximadamente la lógica de alto nivel que describe la formulación y ejecución de los proyectos sociales.
El programa hasta el 2004: Los fundamentos de un compromiso social
139
Además, lo que aquí se dibuja en forma de un ciclo, en realidad es una espiral,
porque los programas crecen, están siempre vivos, lo que exige no solo una evaluación de resultados, sino que siempre hay aprendizajes y aparición de nuevas
realidades cualitativas en el programa y en la sociedad que generalmente obligan a introducir nuevas miradas, nuevos enfoques, nuevos objetivos.
En definitiva, con estas precauciones, este es el modelo de análisis que utilizaremos como lógica de alto nivel para tratar lo que sigue de la historia de Proniño
y que en adelante denominaremos también "Ciclo de los Programas Sociales" o
simplemente "el Ciclo". Pero antes de pasar a ello, adelantamos la segmentación temporal que hemos adoptado para hacerlo.
En la figura siguiente, a través del nítido cambio de pendiente que se advierte
en la cobertura que año tras año ha ido alcanzado el Programa, se puede tener
una primera visión de la filosofía con que Telefónica asumió la gestión del Programa Proniño.
Figura 5.4 Evolución de niños y niñas participantes de Proniño
300000
250000
200000
150000
100000
50000
0
2001
2002
2003
Fundación BellSouth
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Fundación Telefónica
Es importante señalar que no es solo una cuestión cuantitativa representada por la
cantidad de niños, niñas y adolescentes que en cada momento formaban parte de
la intervención social. Por el contrario, estas coberturas alcanzadas han sido producto de determinados posicionamientos estratégicos que en cada momento pretendían articular la visión social con el compromiso y capacidades de Telefónica.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
140
Desde esta perspectiva, tal vez resulte más útil una representación distinta de
la evolución de cobertura, esta vez como crecimiento porcentual anual, lo que
permite introducir la forma temporal en que se segmentará el análisis de la
«historia de Proniño» (figura 5.5).
Figura 5.5 Crecimiento porcentual y períodos de análisis
120%
100%
80%
60%
40%
20%
0%
-20%
2002
2003
Período
BellSouth
2004
2005
2006
Crecer con
calidad
2007
2008
Nuevo
paradigma
2009
2010
Proniño 2.0
2011
Incidencia
Se pueden observar cuatro períodos diferentes caracterizados no solo por tasas de crecimientos distintas, sino por focos estratégicos que se iban moviendo
para dar respuesta a las demandas sociales que percibíamos y al aprendizaje e
innovación que se iban acumulando al interior del programa y que, como luego
se irá comentando, funcionaron al amparo de las estrategias que se pintan en
la parte inferior del gráfico.
Con estos criterios, vayamos pues a la historia de Proniño en el marco de Fundación Telefónica.
Capítulo
6
Período 2005-2006:
Crecer con calidad
6.1 Año 2005: Reflexión, análisis y formalización de la
estrategia de arranque
6.2 El nuevo escenario sociedad-empresa
6.3 Propuesta de actuación social
6.4 Evaluación y gestión del riesgo reputacional de la
estrategia social planteada
6.5 Modelo de gestión
6.6 Resultados de la movilización de recursos y ejecución
social de la estrategia definida
6.7 A modo de conclusión
144
145
147
161
165
166
171
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
144
Cuando desde el equipo de FT localizado en España asumimos la coordinación
regional, éramos conscientes de la enorme expectación y preocupación con
que se seguían los primeros pasos de Telefónica, ya que si bien durante la operación de traspaso de activos de BellSouth se había expresado claramente la
decisión de preservar el programa, quedaban todavía muchas cuestiones por
resolver: ¿En qué términos se haría, con qué orientación social? ¿Cómo se integraría en la estructura organizativa y en la acción social de Telefónica?
Por esta circunstancia, la primera tarea a la que nos dedicamos fue a recorrer
los países y conocer las experiencias más representativas de Proniño. Queríamos, por supuesto, reforzar el mensaje de confianza sobre el compromiso adquirido frente a los ejecutores en el campo de la intervención –básicamente las
ONG y responsables de coordinación provenientes de BellSouth, muy vinculados profesional y emocionalmente al Programa– y, fundamentalmente, frente
a los propios protagonistas de esta historia: los niños y niñas, las familias, los
educadores de las escuelas, la comunidad.
Además, teníamos otro objetivo de gran importancia: recoger las visiones y
aprendizajes sociales que en cada lugar se habían generado y valorar desde allí
la viabilidad social y empresarial de un programa mucho más ambicioso en sus
cometidos y dimensiones.
6.1 Año 2005: Reflexión, análisis y formalización
de la estrategia de arranque
El primer año fue de continuidad operativa, de un crecimiento en línea con lo
acontecido en el período anterior y, prácticamente, con las mismas actividades
sociales que se venían haciendo, pero al mismo tiempo, un año muy intenso en
materia de análisis y nuevas propuestas.
De hecho, durante los meses de viajes a los lugares de intervención, se creó una
suerte de «foro permanente y distribuido» que funcionó como mecanismo
para la recopilación de la información y sistematización del conocimiento técnico que no teníamos y que era necesario para asumir la coordinación del Programa. A título de ejemplo, al comenzar nuestra andadura, no teníamos todo el
marco teórico que se expone en este libro, pero en contrapartida, teníamos las
herramientas para reunirlo. Para ello, contábamos con la experiencia y las metodologías de Fundación Telefónica para la gestión de entornos colaborativos
de pensares y saberes: las nuevas dinámicas de conocimiento en red en las que
más importante que conocer individualmente (siempre son conocimientos par-
Período 2005-2006: Crecer con calidad
145
ciales y limitados), es identificar a las personas e instituciones que como conjunto pueden tener una comprensión razonablemente global e integradora del
contexto social en que se interviene. Esto fue lo que metodológicamente pusimos en práctica con el plan de talleres con los actores relevantes del Programa.
6.2 El nuevo escenario sociedad-empresa
Este escenario, que en el modelo de análisis que presentamos en el capítulo
anterior llamamos Etapa 1, se fue construyendo de una forma un poco diferente, dado que no se trababa de crear un programa nuevo sino de dar continuidad
a uno ya existente y todo esto en medio de una negociación más amplia de
traspaso de activos de una empresa a otra que supuso la intervención de diferentes actores en momentos distintos.
Desde hacía años, desde el área institucional del Grupo Telefónica, se venían
siguiendo las buenas prácticas regionales en materia de relaciones empresasociedad, dentro de las cuales la iniciativa Proniño había impresionado fuertemente. Por otro lado, y como indicio de que a veces los hechos vienen determinados por las personas que están en el momento y lugar apropiado cuando
estos ocurren, la persona que unos meses más tarde sería el máximo responsable de FT, cuando se realizó la operación de compra de las redes latinoamericanas de móviles de BellSouth ocupaba la Presidencia de Telefónica del Perú –
país en la que está radicada la sede de la Oficina Regional de la OIT para América
Latina y el Caribe–, lo que posibilitó que tomase conocimiento en forma directa
de la importancia que desde el ámbito institucional se le confería al programa
de BellSouth. Esto contribuyó a que resultase natural e inmediata la decisión
por parte del Grupo Telefónica Móviles de darle continuidad a una iniciativa empresarial de la que ya se conocía perfectamente la importancia social que tenía.
También ayuda a comprender las visiones estratégicas que FT fue aportando.
Por lo tanto, en este momento, aparece como premisa para las etapas posteriores del ciclo de proyectos dibujado, un claro compromiso social e institucional de mantener la iniciativa del programa de BellSouth.
Por otra parte –y aunque tal vez no sea lo central aquí, es interesante destacarlo cuando se busca sistematizar los aprendizajes en las prácticas sociales de las
empresas–, pronto se reveló que el Programa ayudaba a integrar las culturas
internas de las operadoras que iniciaban un proceso de fusión, ya que al tiempo
que se reconocía el valor de una iniciativa que había sido importante para los
empleados que se incorporaban al Grupo Telefónica Móviles, demostró que las
actividades solidarias y de compromiso con la infancia creaban con naturalidad,
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
146
hábitos y códigos de trabajo comunes. Y esto también era socialmente importante porque la convergencia de culturas se hacía reforzando valores como el
voluntariado y el compromiso de los empleados con la situación de la infancia
en sus propios entornos de vida.
Al mismo tiempo, Fundación Telefónica –que por entonces consolidaba su estrategia de más impacto e incidencia a partir de un mayor foco social (educación) de
sus actividades con el consecuente mejor alineamiento de los múltiples proyectos en que estaba involucrada– planteó hacer de Proniño una gran iniciativa de la
acción social corporativa, es decir un Programa de todo el Grupo Telefónica,1
aportando para ello sus conocimientos específicos en este campo y su experiencia en la gestión de grandes proyectos fundacionales. Y lo hizo con una propuesta
que incluía impulsar un mayor impacto social del Programa, dándole una marcada vocación de incidir en la situación general de la infancia trabajadora, para –de
esta forma– acompañar la expansión regional de la compañía.
Figura 6.1 Las decisiones empresariales para el arranque
de Proniño en Telefónica
Necesidades Sociales
Visión Social
de empresa
comprometida
Movilización
de Recursos y
Ejecución Social
ETAPA 1
• Asumír la iniciativa BS
• Programa corporativo
gestionado por FT
• Mayor impacto social
• Ayuda a la integración de
culturas empresariales
Propuesta de
Actuación Social
para el desarrollo
Gestión
Reputacional
y Dotación
de Recursos
1.
En el año 2004, la estructura organizativa de Telefónica, SA, comprendía siete Unidades de Negocios: Telefónica de
España, Telefónica de Latinoamérica, Terra, Telefónica Móviles, Telefónica Publicidad e Información (TPI), Atento y
Telefónica de Contenidos.
Período 2005-2006: Crecer con calidad
147
Este proceso de negociaciones y propuestas decantó finalmente en un marco
de referencia que podría resumirse en cuatro premisas (figura 6.1):
• Asumir los compromisos sociales e institucionales de la iniciativa de BellSouth.
• Hacer de Proniño un programa corporativo gestionado por Fundación Telefónica.
• Dotarlo de más impacto y relevancia social para acompañar la mayor presencia empresarial de Telefónica en la Región.
• Contribuir a la integración de las culturas empresariales de las operadoras
que se fusionaban a través de compartir el compromiso con la infancia de
América Latina.
6.3 Propuesta de actuación social
Corresponde a lo que llamamos Etapa 2 del ciclo de Creación y Ejecución de los
Programas Sociales de la figura 6.1 y describe el diseño técnico realizado por FT
para dar contenido a las premisas anteriores. Y como ya se ha mencionado¸
implicó también un intenso calendario de consultas, reflexiones y muchas propuestas intermedias que debían validarse entre nuestros públicos de interés.
Las opiniones que habíamos recogido de los expertos sectoriales, trabajadores de las ONG, técnicos de IPEC-OIT y, en general, de organizaciones y personas involucradas en la lucha contra el TI, nos adelantaron un panorama positivo en el sentido de que las cosas en América Latina habían ido
relativamente bien. Pero que, aun así, se percibía que si no se introducían
nuevos acicates o formas distintas de hacer la intervención social y se volcaban más recursos a la lucha contra el TI, sería muy difícil alcanzar las metas
hemisféricas del 2016. Por lo tanto, esta línea de razonamiento convergía con
la visión de FT, ya que también conducía a que era necesario acelerar el ritmo
de erradicación y articular mejor y a más agentes en el marco de las políticas
públicas que se habían consolidado en la Región. Parecía entonces que estos
requerimientos nos conducían a un escenario que podía caminar, bien por un
fuerte aumento en la cobertura del programa, o bien a través de apuntalar la
producción de impactos en la innovación y en la generación de conocimientos que mejorasen nuestras propias prácticas sociales y la de otros agentes
(el Programa como «laboratorio social»).
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
148
Sin embargo, cuando profundizamos en el análisis de estas opciones, pronto
descubrimos que, en realidad, no eran dos alternativas diferentes sino los componentes de una misma estrategia: para constituirse en un «laboratorio social»
capaz de generar conocimientos e innovaciones significativas había que tener
una cierta economía de escala crítica que validase los aprendizajes y hallazgos.
Y a la inversa, para que los aprendizajes y formas distintas de hacer las cosas
pudiesen tener impacto, era necesario ampliar la base de cobertura. Además,
esta ampliación –es decir, más implicación– se presentaba como la forma casi
obligada de construir la legitimidad social que requería una iniciativa ambiciosa
formulada desde el sector privado.
Por eso, ambas alternativas de ampliación del impacto social del Programa confluyeron en una estrategia que llamamos Crecer con Calidad y que obligaba a
hacer consistentes los aspectos cuantitativos (cobertura) con las formas de
conseguirlos (calidad).
Figura 6.2 La definición de la Propuesta de Actuación Social
Telefónica y su
compromiso con
la sociedad de AL
Contribución
social
significativa
• Más impacto
social
Mejora entorno
institucional
Tercer Sector
Movilizado
Descenso del TI
pero insuficiente
para cumplir
metas regionales
¿Cómo
aumentar
el impacto
social?
• Acelerar el ritmo
• Articular agentes
en el marco de las
Políticas Públicas
Innovación,
Laboratorio
Social
Ampliación
de Cobertura
Crecer con
calidad
Y repasando los documentos y compromisos que se fueron construyendo, se
puede decir que la articulación de esta estrategia se desplegó en los cinco ejes
de acción (figura 6.3) que se describen en los párrafos siguientes.
Período 2005-2006: Crecer con calidad
149
Figura 6.3 Los componentes de la Estrategia
Crecimiento acelerado
Foco de la intervención
Crecer
con calidad
Principios de actuación
social
diálogo entre agentes
Aplancamiento en
fortalezas del negocio
6.3.1 Crecimiento acelerado
Es evidente que si la aspiración de FT era buscar un aporte social significativo y,
como ya se dijo, más acorde a la dimensión y relevancia que Telefónica adquiría
como actor económico regional, el componente «crecer» de la estrategia tenía
que suponer un salto cualitativo, que no podía encararse desde otra forma que
no fuese una planificación a medio-largo plazo. Esto conducía también a una
dinámica de gestión por objetivos como palanca de alineamiento interno del
Programa.
Por ello, después de la vertiginosa ronda de talleres de trabajo en cada uno de
los países, la coordinación regional convocó a una Reunión de Responsables del
Programa en Buenos Aires ( junio, 2005) donde se discutieron distintos aspectos técnicos y sociales, pero con una sesión particularmente importante, la intervención por videoconferencia del vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica, en la que expuso el crecimiento que se creía conveniente implementar:
llegar en el 2008 a tener 40.000 niños y niñas participando en el Programa. Este
planteamiento significaba el reto de un ritmo de crecimiento anual del 50%,
una tasa varias veces mayor que la histórica (figura 6.4).
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
150
Figura 6.4 Propuesta FT de crecimiento
40000
40000
CAGR=50%
35000
30000
26000
25000
17300
20000
15000
11540
10000
5000
0
2005
2006
2007
2008
Para entender el significado de esta propuesta, basta considerar que a esa altura de la década, el componente de intervención directa de IPEC-OIT2 involucraba a una cantidad de niños y niñas similar a la que se estaba proponiendo como
meta. Huelga comentar el impacto emocional y profesional que esta propuesta
tuvo entre los que allí estábamos.
PRIMER RETO
¿Era posible encarar con éxito un proceso de crecimiento acelerado?
Pero, además, el modelo de financiación que FT proponía para esta primera
etapa incluía una característica aparentemente sutil pero de gran impacto para
la planificación de los años siguientes. La inversión social que correspondía a la
dimensión del Programa en ese momento era asumida en su totalidad por Telefónica de Latinoamérica.
Por su parte, FT ponía en marcha un compromiso de duplicar no solo la inversión social alcanzada por el programa hasta ese momento, sino también cada
2.
En general, se trataba de experiencias piloto de duración de no más de un año, que luego eran asumidas por otros
operadores sociales o por las propias comunidades y con todo lo que representa esta institución vinculada a las Naciones
Unidas que lidera internacionalmente las políticas contra al TI.
Período 2005-2006: Crecer con calidad
151
dólar (como medida monetaria común más difundida en América Latina) que
cualquier agente empresarial o social (voluntarios, aliados, otras instituciones)
destinase adicionalmente al Programa.
Esto tenía dos efectos: que se incentivaban las iniciativas, imaginación y compromiso de los agentes en cada país para generar dinámicas nuevas de financiación,
y lo más relevante para nuestra planificación era que, como mínimo, se duplicaba
la inversión social para el próximo año (2006). Por lo tanto, si se multiplica por dos
la inversión de un año a otro, la propuesta suponía, en la práctica, incrementar en
un 100% la cobertura en el año 2006. Luego se continuaría con un ritmo de crecimiento anual del orden del 32% para alcanzar la meta propuesta para el 2008.
Figura 6.5 Crecimiento acelerado y match funding
40000
40000
CAGR=32%
35000
30360
30000
25000
23000
CAGR=100%
20000
15000
11540
10000
5000
0
2005
2006
2007
2008
Evidentemente, estos planteamientos eran definitivamente nuevos y se presentaban como desafíos que pocas veces se habían formulado en el Tercer Sector o en el marco de proyectos sociales.
6.3.2 Foco de la intervención
Foco y Misión
Una expansión como la que nos estábamos planteando obligaba a reflexionar
sobre el foco de la intervención y el alineamiento de las actividades que se realizaban, pues de otra forma, el crecimiento se desbordaría y sería muy difícil la
gestión y el control de las actividades que se ponían en marcha.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
152
Y como esta reflexión sobre el sentido de la intervención se hacía desde una visión
estratégica y con una mirada que necesariamente tenía que ser de largo plazo, era
claro que estábamos hablando de «la aspiración social», de la «utopía perseguida»,
por lo que entendimos que era necesario reflexionar sobre la Misión del Programa.
Ya vimos que la decisión en el entorno familiar sobre la distribución del tiempo del
niño o niña entre estudio y trabajo se revela como un tema de gran complejidad,
pero que, en definitiva, tiende a comportarse como una báscula inestable que tarde o temprano se desequilibra hacia una situación de escolarización satisfactoria
con fuerte reducción o eliminación de trabajo infantil, o bien hacia una preeminencia de una actividad laboral que produce situaciones educativas deficientes.
En el enfoque BellSouth, por supuesto, se reconocía esta situación y por eso, en
la descripción de las acciones que realizaban los operadores de campo y en la
identificación de los sujetos sociales en los que se intervenía, había un foco
específico en la reducción del TI para poder tornar sostenible la escolarización
de los niños y niñas becadas.
Sin embargo, la enunciación de la Misión del Programa en términos de «escolarización de niños y niñas trabajadores con la intención de garantizar su acceso y permanencia en la escuela» sugería que había un objetivo concreto, «la escolarización», y
que el TI se atacaba puesto que entorpecía la consecución de este objetivo principal. Desde esta perspectiva, podría decirse que la misión se formuló en términos de
programa de inclusión educativa orientado a un sector de la infancia afectado por
un problema concreto: no eran niños en situación de pobreza u otras formas de
exclusión social y económica, sino específicamente infancia trabajadora.
En el momento de reflexionar sobre esta enunciación, revisamos con mucho detenimiento las opiniones recogidas durante el proceso de consulta a los operadores
socio-institucionales, que nos transmitían la percepción de que el enorme esfuerzo de IPEC-OIT y los gobiernos había cristalizado en la consolidación de marcos de
políticas e instituciones específicas, que había ya experiencias innovadoras y
avances significativos en varios países (Brasil, Colombia, Ecuador). Y que un segmento importante del Tercer Sector había adquirido una gran especialización en
materia de intervención directa e incidencia pública para la erradicación del TI. Por
otra parte, como ya advertimos en el capítulo 3, a esta altura de la década y con
una mayor sistematización y disponibilidad de datos y estadísticas, se tenía en
claro que la mayor parte de los niños y niñas trabajadores estaban escolarizados,
por lo que el impacto más importante del TI se consumaba principalmente como
escolarización de baja calidad y abandono prematuro de las aulas.
Período 2005-2006: Crecer con calidad
153
Todos estos elementos constituían para nosotros un escenario que imponía
alinearse más estrechamente con el marco de las políticas públicas conseguido, poniendo mayor foco en la erradicación, aunque se siguiera considerando
que la educación era la gran palanca de transformación social que permitía promover otro tipo de entornos familiares y comunitarios sin TI.
Por lo tanto, si todo esto era correcto, la nueva Misión del Programa tendría que
ser del tipo «erradicar el trabajo infantil a través de la educación». Es decir, la
erradicación como objetivo, la educación como instrumento o palanca.
Ahora bien, como ya se vio al momento de analizar causas y consecuencias del
TI, la educación puede ser parte de la solución o parte del problema. En la medida en que la escuela no tenga capacidades sociopedagógicas específicas para
gestionar situaciones de TI en su interior, se convierte en una institución que,
en vez de incluir, expulsa niños y niñas por falta de respuestas para el presente
y por la incapacidad para crear expectativas de futuro. Lamentablemente esta
situación era bastante extendida en la educación pública de la Región, sobre
todo, en aquella vinculada a los sectores más vulnerables de la sociedad. Por lo
tanto, a priori podía decirse que la sola escolarización en el marco del sistema
educativo realmente existente no alcanzaba para generar transformaciones
sociales suficientemente potentes que condujesen al retiro del niño de su situación de TI, ni para inaugurar nuevos procesos en sus historias personales
que habilitasen proyectos de vida digna. De allí que entendiésemos que nuestra intervención social tendría que incorporar nuevas actuaciones que ayudasen a cambiar positivamente la calidad de esa escolarización.
Por eso, para la nueva Misión que pretendíamos para los niños y niñas del Programa, propusimos tres «caracterizadores sociales» de la escolarización: sostenida, sostenible y de calidad.
El atributo de sostenida resulta claro e inmediato, porque ya sabemos que el
proceso de retiro definitivo de los niños y niñas del TI exige actuar sobre muchas y complejas causas, lo que supone procesos que requieren tiempo para
consolidarse.
La condición de sostenible encierra una visión social de fondo y, en definitiva,
es la que distingue las prácticas asistencialistas (mitigación de efectos pero sin
remoción de las causas, nuevas formas de dependencia hacia los agentes dadores de ayuda, etc.) de las de transformación y empoderamiento familiar y
comunitario. La ruptura de la situación de TI solo se produce cuando se han re-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
154
movido los factores sociales, culturales, económicos, de género, estructurales,
etc., que condujeron a que las familias optasen en su momento por estrategias
de sobrevivencia que incluyen el TI. Significaba también generar procesos sociales de base que se sostengan desde dentro, de forma que el Programa pudiese, al cabo de un tiempo prudencial, salir de esos espacios concretos de intervención.
Finalmente, escolarización de calidad era una aspiración de alto nivel y que había que llenar de contenido. Pero, en esencia, era restituir un derecho básico de
la infancia que no se limita solo a estar en la escuela, sino que debe entenderse
como derecho a recibir una educación útil y eficaz para construir una trayectoria de desarrollo humano alineada a los conceptos de «construcción de capacidades para la vida digna» de Amartya Sen y del PNUD ya analizados.
Por tanto, hasta aquí, la Misión debía quedar como «erradicación del trabajo
infantil a través de una escolarización sostenida, sostenible y de calidad». Y
unos años más tarde, para hacer más precisa e integral la definición, el concepto de «escolarización» fue sustituido por el de «educación», que es mucho más
apropiado para describir los objetivos que se fue planteando el programa.
Pero todavía no estaba completa la Misión.
Crecimiento acelerado, entorno institucional y nueva Misión
Como es natural, la reformulación del programa que se estaba haciendo no solo
modificaba su diseño social «hacia el interior», sino que reformulaba también
el tipo de relaciones institucionales en las que estaba inmerso.
En primer lugar, el crecimiento acelerado planteado suponía un cambio de escala en la intervención que demandaba coordinarse de una manera mucho más
estrecha con el ámbito público y otras redes de intervención social.
En segundo lugar, la caracterización del modelo de escolarización al que aludía
la nueva Misión en construcción implicaba hacer de la educación un espacio
eficaz de lucha contra el TI y, por lo tanto, interpelaba (tal vez no en forma inmediata, pero sí en el medio plazo) sobre el tipo de nuevas actuaciones que
correspondería ir construyendo en el ámbito de la escuela pública.
Y la calidad que debía acompañar al crecimiento exigía no solo hacer bien las
cosas, sino buscar hacerlas de forma distinta, para obtener más y mejores re-
Período 2005-2006: Crecer con calidad
155
sultados. Es decir, la innovación social aparecía como un requisito fuerte, lo cual
planteaba nuevos requerimientos ya que este tipo de procesos no se pueden
hacer de forma aislada, sino que deben involucrar al entorno social e institucional en el que se actúe.
Estas tres condiciones significaban que ya no se trataba simplemente de «tomar en consideración las políticas públicas», más bien se trataba de articularse
con ellas, un concepto que debe entenderse como coordinarse, acordar objetivos, establecer sinergias, contribuir a la mejora de la eficacia de los proyectos e
iniciativas institucionales, reconocer y fortalecer en cada momento el rol que
los agentes sociales, públicos o privados tienen que asumir. En particular, reflejar en el diseño estratégico la condición del Estado como garante último de los
derechos de la infancia y responsable de las políticas y actuaciones públicas
que se diseñen para ello.
Al final, la nueva Misión
A partir de la discusión anterior, la Misión se completó de la siguiente forma:
«Contribuir de manera significativa a la erradicación del trabajo infantil en
Latinoamérica a través de una escolarización sostenida, sostenible y de
calidad.»
El verbo «contribuir» señalaba entonces dos de los conceptos sociales fuertes
comentados: el Estado como responsable y garante último de los derechos de
la infancia y la existencia de múltiples agentes que deben implicarse y con los
cuales debíamos coordinarnos en dinámicas de trabajo en red. El calificador
«de manera significativa» alude al tipo de compromiso social que se asumía en
cuanto Fundación de un agente económico relevante en la Región.
Finalmente, nótese que la manera en que se formuló la Misión contiene otra
premisa implícita y que unos años más tarde daría lugar a uno de los ejes estratégicos de las actuaciones de Proniño. Nos referimos al deslizamiento conceptual que se produce cuando se pasa de enunciarla como «escolarizar niños y
niñas trabajadores» (Misión BellSouth) a hacerlo como «contribuir a la erradicación del trabajo infantil en Latinoamérica» (Misión FT). La primera enunciación remite preferentemente a la mejora de las vidas de un colectivo necesariamente acotado de niños y niñas trabajadores (los beneficiarios directos del
programa). La segunda, además contener a los colectivos de niños antes nombrados, pretende también incidir en el problema social que afecta a toda la in-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
156
fancia trabajadora. Adelantándonos un poco a la historia, es lo que luego llamaríamos actuaciones de «incidencia en políticas públicas», de «movilización
social por la causa» , etc.
6.3.3 Principios de actuación social
El foco que recogía la nueva Misión obligaba a introducir como criterio de diseño de las actuaciones los principios de alto nivel que las buenas prácticas del
sector y las recomendaciones de los organismos internacionales especializados en infancia (IPEC y Unicef principalmente) establecían como doctrinas de
base y que constituyen fundamentos siempre vigentes para cualquier concepto de calidad social de la intervención. A modo de resumen se pueden condensar en los siguientes puntos:
• Todos los agentes que intervienen deben articularse en el marco de las
políticas y prioridades que cada Estado establece, y se incluyen como criterio de responsabilidad extraer aprendizajes de las propias intervenciones para aportar buenas prácticas que sirvan a la mejora y mayor eficacia
de dichas políticas.
• Las intervenciones deben ser con foco en derechos y actuando colaborativamente en red con el resto de los agentes sociales públicos y privados
implicados.
• Debe promoverse el desarrollo y fortalecimiento de las instituciones públicas vinculadas con la protección de los niños, niñas y sus familias.
• Debe incidirse en la sociedad para romper la normalización y tolerancia
social de las prácticas de TI claramente no aceptables.
Estos principios señalan también los ámbitos socio-institucionales que hay
que tener en cuenta, lo que permite identificar al menos cuatro espacios de
aplicación: el niño y la familia sujetos de la intervención social (IS), el entorno
institucional a ellos vinculados (EI), la sociedad y la ciudadanía como actores
necesarios para el rechazo del TI (SyC) y, finalmente, las propias políticas públicas (PP).
Este ejercicio es útil porque permite entender, por un lado, que las buenas prácticas de la intervención social exigen el reconocimiento de qué cosas se deben
implementar y en qué ámbitos hay que hacerlas (figura 6.6). Y por otra parte,
porque construyen la plantilla conceptual para inventariar las capacidades so-
Período 2005-2006: Crecer con calidad
157
ciales con que se debe contar para poner en marcha iniciativas como la que estamos analizando.
Figura 6.6 Principios de alto nivel para la intervención social responsable
Ámbitos de aplicación
IS
EI
SyC
PP
Políticas Públicas (PP)
• Articulación con las Políticas Públicas
• Incidencia y mejora
Sociedad y Ciudadanía (SyC)
Principios de Actuación
de Alto Nivel
• Sensibilización
• Transformación de valores
Entorno Institucional (EI)
• Desarrollo y Fortalecimiento
Instituciones
Intervención Social (IS)
• Foco en Derechos
• Intervención en Red
6.3.4 Construcción de procesos de diálogo interno
y con otros agentes
Se hacía evidente que para asumir el desafío que suponían el crecimiento acelerado y la nueva Misión propuesta era necesario ampliar la base social de lucha
contra el TI a través de la incorporación de nuevos agentes. Y esto implicaba, a
su vez, profundizar en la cultura del trabajo conjunto, horizontal y colaborativo,
con nuevas formas de cooperación o intercambio de recursos sociales.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
158
Estas dinámicas –que siempre adoptan la forma de trabajo en red– exigían de
una gran capacidad comunicacional interagentes. Por lo tanto, el concepto de
«diálogo» emergía como un factor clave. Y aunque esto parece de simple sentido común, no es fácil de implementar en la práctica, sobre todo en entornos
complejos, porque además de la predisposición, exige organizaciones flexibles y, en general, una cultura relacional distinta, una cultura que al final del
día hace que funcionen o no los canales y procedimientos que soportan este
diálogo.
En aquel momento, estos temas que muchas veces se ven como abstractos, se
volvieron rabiosamente críticos porque sabíamos que una estrategia como la
presentada no se podía construir desde arriba ni en solitario.
En este marco, identificamos claramente dos espacios de diálogo que debían
fortalecerse: el de los agentes regionales que ejecutaban directamente el Programa (el espacio interior) y el correspondiente al conjunto de actores sociales
involucrados en la lucha contra el TI en el que estaba inserto el Programa (el
entorno).
En relación al primer espacio, está claro que ya había una práctica instalada en
BellSouth. De hecho, la reunión de Buenos Aries de Responsables Proniño de
los distintos países no sorprendió en su convocatoria. Pero la experiencia revelaba que las ONG y otros aliados no siempre percibían en toda su dimensión la
potencialidad que confería el estar en un «programa regional» y, en algunos
casos, tendían a considerar sus intervenciones como locales o nacionales, sin
vincularlas a lo que estaban realizando otros actores similares en otros países.
En el segundo espacio, se trataba de impulsar el diálogo entre agentes públicos
y privados involucrados en la erradicación del TI. Lo que significaba aportar a la
construcción de espacios de encuentro regional, espacios de pares que aunque
auspiciados por FT, fuesen percibidos como ámbitos abiertos y de intercambio
horizontal de saberes y experiencias.
6.3.5 Apalancamiento social en las fortalezas del negocio
Lo que se pretende resaltar aquí es que, desde el primer momento, estaba claro
que el compromiso de Telefónica en la lucha contra el TI no debía consistir simplemente en favorecer la ejecución del Programa a través del organismo de la
empresa especializado en apoyar la gestión de macroproyectos sociales (la
Fundación Telefónica), dotándola para ello de los recursos económicos y orga-
Período 2005-2006: Crecer con calidad
159
nizativos pertinentes. Más bien estábamos apostando por un proyecto mucho
más amplio que fuese capaz de involucrar a toda la empresa y de incidir en la
cadena de valor hacia atrás (suministros) y hacia adelante (distribución) para
contribuir a profundizar una cultura empresarial activa en la defensa de los derechos de la infancia. Un compromiso desde el que poder aplicar las fortalezas
o capacidades específicas del negocio a los procesos de la innovación social e
institucional que pretendíamos impulsar. A todo esto lo denominamos «poner
en valor social los recursos de la empresa».
Desde esta perspectiva, dentro del amplio espectro de aportaciones de Telefónica potencialmente aplicables a este cometido, desde FT pusimos el foco en
cuatro aspectos que nos parecían claramente diferenciadores (figura 6.7).
Figura 6.7 Aportación de valor social a partir de las capacidades
específicas del negocio
Visión
Regional
Compromiso
empleados
Capacidad
de Gestión
Cultura
Digital
1. Capacidad de gestión. Como muchas veces nos ha tocado expresar, Telefónica se abastece como cualquier otro operador en un mercado abierto
de insumos y tecnologías. Como otros operadores, diseña o adapta pro-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
160
ductos y capacidades tecnológicas en función de los tipos de mercados/
sociedades en los que opera, por lo que ninguna de estas cuestiones explica por sí sola su sostenida posición de vanguardia en el reducido grupo de
empresas líderes a nivel mundial. Para entender esta posición, hay que
considerar otros factores que tienen que ver con la vocación de liderazgo,
la fortaleza estratégica de sus planteamientos a medio-largo plazo, la
comprensión de las necesidades de cada mercado y cada sociedad, los
compromisos adquiridos aun en situaciones de incertidumbre económica,
etc. Pero también, y este es un intangible de enorme valor, tiene que ver
con su capacidad de gestión de proyectos complejos y multipaís. Por lo
tanto, parecía que esta capacidad tenía que aportarse como palanca de
mejora, aprendizaje y creación de nuevas culturas interactuando con
otras lógicas sociales de gestión.
2. Visión regional. Como empresa multinacional, pero también
«multidoméstica»3, Telefónica tiene la capacidad de contribuir a la construcción de estrategias globales, articular acciones regionales, establecer
procesos internos transpaíses que al ser de colaboración y aprendizaje mutuo, se convierten en verdaderos mecanismos que claramente podrían incluirse en lo que hoy se denomina Cooperación Sur-Sur. Además, si a esta
visión se le une la posibilidad de interlocución con actores sociales muy diversos que surge de su presencia regional y de su importancia como agente
económico, se produce una capacidad de gestión institucional que, movilizada en favor de la causa, representa un valor social significativo.
3. Compromiso solidario de los empleados. La participación de los empleados de la compañía en causas solidarias es una tradición que ha alimentado un potente movimiento de voluntariado corporativo reconocido internacionalmente y que venía a reforzarse con la historia de fuerte
involucramiento con Proniño que traían las personas que habían sido parte de BellSouth.
4. Cultura digital. Con esto queríamos significar la posibilidad de aprovechar la experiencia innovadora que se genera en el núcleo del negocio al
estar relacionado con uno de los sectores más innovadores y rupturistas
de las últimas décadas. Las TIC no son solo los servicios de la sociedad
de la información y del conocimiento, sino un vector de transformación
cultural, de introducción de nuevas formas de pensar los problemas y de
construir soluciones sociales. Incluso, como se verá más adelante, por la
3.
Vocación de «ser empresa nacional» de cada país en los que se establece el negocio.
Período 2005-2006: Crecer con calidad
161
velocidad de innovación y transformación que tienen, no solo hemos ido
«descubriendo» nuevas formas de crear valor social que al principio no
percibíamos, sino que en FT y en el propio Programa se han desarrollado
experiencias innovadoras de aplicaciones de TIC, difíciles de descubrir
en otros campos económicos o profesionales.
6.4 Evaluación y gestión del riesgo reputacional
de la estrategia social planteada
Naturalmente, de acuerdo con el esquema metodológico con que estamos llevando adelante el análisis, los contenidos de este apartado se corresponden
con lo que se denominó Etapa 3 del Ciclo de los Programa Sociales y en él se
incluyen dos cuestiones de claro contenido estratégico.
6.4.1 Identificación de riesgos reputacionales
Claramente había dos tipos de riesgos reputacionales. El primero era la dificultad para alcanzar completamente las metas que se establecían y, si bien,
como es lógico, estas siempre resultarían condicionadas por el contexto,
desde el punto de vista estrictamente técnico remitían a las cuestiones
más operativas de la gestión. Y, sobre todo, a la transparencia de los planteamientos y a la capacidad para reaccionar y corregir. La lucha por los derechos de la infancia, por revertir la pobreza estructural o por lograr espacios educativos de calidad en las zonas de exclusión no es tarea fácil y, por
consiguiente, hay que asumir siempre una cuota de frustración en relación
a las aspiraciones que tenemos quienes trabajamos en este campo, pero
siempre con la obligación de dar explicaciones apropiadas y rigurosas. Sin
embargo, si consideramos aquí la experiencia de FT en grandes proyectos
sociales y que dentro de las fortalezas del negocio que se movilizaban estaba precisamente la capacidad de gestión, esta cuestión, aunque sensible,
no parecía entrañar dificultades insalvables para ser gestionadas desde el
punto de vista del riesgo reputacional.
Más importante nos parecía el otro tipo de riesgos reputacionales: los que podrían derivarse del traslado a la práctica de lo que en la Misión se denominaba
«contribuir significativamente» (que se quiera o no, implicaba también «ser
significativos» como actores), porque esto tiene que ver con cuestiones de posicionamientos públicos y responsabilidades a asumir con respecto a los sujetos intervenidos y que, sin duda, nos obligaban a identificar requisitos y salvaguardas reputacionales específicas. Como mínimo, debían incluir:
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
162
I. Que el posicionamiento institucional escogido fuese legítimo y acorde a la
condición de agente privado y a las propias características de FT y por extensión, del negocio.
II. Que la intervención se diseñase con arreglo al estado del arte en la materia y asegurándonos que existían dentro de FT y de la organización empresarial los recursos adecuados para su implementación.
III. Que se creasen las condiciones para la exposición de los resultados del programa de forma transparente y responsable a la sociedad y los actores internos.
Podemos decir que el primer requisito fue abordado en forma explícita en la
Misión, con la frase de «contribuir a». Como dijimos, con esta fórmula connotábamos la necesidad de partir del reconocimiento de las competencias de los
Estados como responsables últimos de las políticas públicas de infancia y familia y de la protección de sus derechos. Es a partir de este reconocimiento que se
hace posible gestionar el límite del hasta dónde podían llegar nuestras actuaciones y responsabilidades asumidas sin interferir competencialmente con las
instituciones públicas u otros agentes sociales.
El segundo aspecto conecta con lo que llamamos los principios de actuación
social que contenía la estrategia, ya que al ser «principios», deben entenderse
como normas de intervención que todos los agentes sociales implicados en la
lucha contra el TI deben asumir. Por tanto la pregunta crítica aquí era: ¿Teníamos
las capacidades necesarias para poder dar respuestas a estos requerimientos de
inexcusable cumplimiento en el diseño y ejecución de los proyectos sociales?
Es evidente que cuando no se tienen esas capacidades aparecen los riesgos
reputacionales mencionados, ya que se torna muy posible incurrir en incumplimiento de expectativas, caer en derivas asistencialistas o situaciones de fracaso social que, a la larga, terminan dañando la imagen empresarial. Por ello, dedicamos un espacio importante a este análisis, ya que era la única forma de
enfrentar decisiones de largo plazo con tranquilidad.
Metodológicamente, lo que hicimos fue retomar los conceptos de principios de
actuación social de alto nivel ya introducidos y los confrontamos con los recursos «de responsabilidad social» de que disponíamos como empresa en su conjunto, habida cuenta de lo ya expresado de que la intervención directa en la
problemática del TI requiere de una cultura de defensa activa de los derechos
de la infancia extendida a toda la organización. Y desde este punto de vista,
concluimos que había claramente tres «bolsas de recursos» para afrontar este
Período 2005-2006: Crecer con calidad
163
cometido: los conceptos generales de RSC, los principios de actuación de la
compañía y la experiencia de Fundación Telefónica como ejecutor de la Acción
Social del Grupo. De los primeros hablamos extensamente en el capítulo 4 de
este informe, por lo que bastaría con señalar que Telefónica es pionera en su
aplicación, partícipe e impulsora de iniciativas globales (por ejemplo, el Pacto
Mundial) y que, como es reconocido, su modelo de implementación es claramente avanzado.
Los Principios de Actuación de Telefónica (disponibles en forma abierta a la sociedad en su web de RSC), a modo de apretada síntesis, se representan como
un «universo expansivo» que partiendo de cuatro principios de alto nivel (Honestidad y confianza, Integridad, Derechos Humanos, Respeto a la Ley) que
establecen las recomendaciones internacionales, va incorporando públicos de
interés y líneas de actuaciones que Telefónica se considera obligada a cumplir
(figura 6.8).
Figura 6.8 Principios de actuación de Telefónica
Principios generales de Actuación
Grupos de Interés
Líneas de acción de la Oficina de Principios de Actuación
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
164
Finalmente, cabe destacar la larga trayectoria de FT como ejecutor directo de
grandes programas sociales multipaíses, validada por la confianza que gozaba
en los ámbitos sociales e institucionales iberoamericanos y por el reconocimiento obtenido de su aportación al desarrollo de los conceptos de RSE a través de la acción social responsable.
Considerando estos «recursos para la actuación social», lo que hicimos fue verificar si alcanzaban para dar respuestas a los requerimientos que se exigían a
las intervenciones en materia de erradicación del trabajo infantil.
Este ejercicio queda reflejado en el gráfico de la figura 6.9, aunque entendemos que
el tema da para muchas más páginas, puesto que resume el dilema de los riesgos
reputacionales que afrontan las empresas cuando se posicionan fuertemente en
los temas sociales. Por nuestra parte, desde la perspectiva del análisis en que estábamos, nos permitió concluir que en Telefónica y su Fundación, existían las capacidades necesarias para construir propuestas de intervención que cumpliesen con
los Principios de Actuación Social ya comentados. Por lo tanto, el verdadero riesgo
era no dimensionarlas o no movilizarlas adecuadamente. Pero esta ya era una
cuestión de diseño, gestión y control, es decir, más de tipo operativa.
Figura 6.9 Capacidades de la empresa para acción social responsable
Políticas Públicas
• Articulación con las
Políticas Públicas
• Incidencia y mejora
Recursos para
la intervención
Social legítima
• Ética, Derechos y
Sostenibilidad social
RSC
Sociedad y Ciudadanía
• Sensibilización
• Transformación de valores
Entorno Institucional
• Desarrollo y fortalecimiento
de instituciones
Intervención Social
• Foro en derechos
• Intervención en red
• Ciudadanía
Corporativa
• Diálogo con Públicos
de Interés
Principios
Actuación
Telefónica
• Cooperación
Público-Privada
Experiencia FT
grandes proyectos
sociales
Período 2005-2006: Crecer con calidad
165
En definitiva, este ejercicio de inventariar las capacidades internas para implementar la intervención de acuerdo a lo que el estado del arte exigía, nos dio la
certeza de que la rendición de cuentas planteada en el ítem iii) de más arriba,
no representaba mayores dificultades técnicas y era solo cuestión de asumir la
decisión de hacerlo.
6.5 Modelo de gestión
Como se explicó, el modelo de gestión no se modificó sustancialmente en lo
formal, más bien se redistribuyeron las funciones definidas en BellSouth entre
los organismos más o menos similares de Telefónica.
Sin embargo, la nueva perspectiva social adoptada impactó fuertemente en
muchos aspectos del modelo, y dio lugar desde el comienzo a transformaciones internas y, sobre todo, a cambios culturales en cuanto a saber soportar los
procesos de diálogos sin perder eficacia y virar más profundamente hacia la
gestión por objetivos.
En los párrafos que siguen se destacan los impactos sobre la cultura y las dinámicas de gestión que fueron provocando las decisiones adoptadas.
6.5.1 Estrategia «Crecer con Calidad»
Los elementos constitutivos de la estrategia «Crecer con Calidad» fueron dando lugar a un despliegue de documentos y propuestas siempre en el marco de
una única visión de largo plazo, que permitió un espacio interno para la discusión, la construcción de consensos y de alineamiento de todos los actores internos. Este proceso significó al menos:
• Acordar metas de coberturas a medio plazo (a 3 años vista), que supuso
hacer explícito el compromiso de Fundación Telefónica con todos los
agentes involucrados, no solo sobre su permanencia en la intervención,
sino con los resultados que se proponía alcanzar.
• A su vez, los agentes involucrados recibían dos mensajes claros: tenían un
escenario de medio plazo dibujado, lo cual les permitía planificar sus actividades, pero en contrapartida, debían asumir el correspondiente compromiso de cumplir con objetivos no solo cuantitativos (cobertura del programa, número de niños y niñas), sino de eficacia social.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
166
• Al establecer ex ante un objetivo de cobertura global a 3 años (los 40.000
beneficiarios) se abrió un espacio de negociación interna entre países sobre cómo iba a ser la distribución del crecimiento entre ellos. Por lo tanto,
se inició la discusión sobre criterios de eficacia social (impacto), eficiencia
económica (coste relativos de las intervenciones), viabilidad social e institucional (Tercer Sector, políticas) que, al tiempo que se iba estructurando
una suerte de mapa regional de fortalezas y oportunidades, permitió
enunciar en forma temprana las características que debía tener el modelo
de gestión y monitoreo del programa.
6.5.2 El impacto del cambio de Misión en los indicadores
de control
Como el foco del programa se desplazó hacia la contribución efectiva a la
erradicación del TI, el modelo de seguimiento y control también se desplazó, porque los compromisos internos y la rendición de cuentas con los públicos de interés tenían que poner especial énfasis en los indicadores pertinentes (tasa de retiro del TI y tasa de disminución de horas trabajadas). La
cuestión es que estos indicadores son mucho más difíciles de relevar que
los vinculados a la escolarización, en donde existe una fuente concreta e
identificable de datos (la escuela). La situación de participación de los niños
y niñas en el mercado laboral es más complejo y difuso, y requiere de otro
tipo de técnicas de recopilación y consolidación de datos. Por ello, lo que se
hizo fue lanzar un proceso de observación y aprendizaje con vista a actuaciones futuras.
6.6 Resultados de la movilización de recursos y ejecución
social de la estrategia definida
Ciertamente, el año 2006 se nos presentaba como particularmente difícil porque se debía constatar si se había podido cumplir con la ambiciosa estrategia
de crecimiento acelerado, sin desatender la calidad de la intervención.
Y aunque lo más fácil de visualizar son las cifras de niños y niñas incorporados
al Programa, es importante no perder de vista los resultados asociados a las
cinco líneas de acción en que se desplegó la estrategia general. Por ejemplo, el
crecimiento acelerado de la cobertura implicó también gestionar la incorporación de nuevos operadores sociales a los que había que hacer partícipes de la
Misión y las estrategias adoptadas. Para esto hizo falta un proceso de diálogos
Período 2005-2006: Crecer con calidad
167
múltiples que no solo adoptó una intensidad y complejidad apreciables en el
día a día, sino que, además, fue la plataforma sin la cual no podríamos haber
concretado eventos regionales de alto nivel abiertos a la sociedad que, por otra
parte, fueron posibles a través de la movilización y puesta en valor de las fortalezas empresariales.
En definitiva, lo que queremos decir es que, si ocurrieron estos logros cuantitativos, es porque funcionaron las dinámicas en que debían soportarse. Por ello,
la figura 6.10 es un esquema de los resultados generales del período 20052006 y que pasamos a desarrollar con más detalles.
Figura 6.10 Visión agregada de resultados
Crecimiento NNA
ONG
Países
ESC.
Primer Encuentro
Internacional
Proniño
Crecimiento
Calidad
Impacto
Primer Encuentro
internacional ONG
Proniño
6.6.1 El crecimiento acelerado
El cuadro de resultados del 2006 nos muestra que los objetivos de crecimiento
que se habían formulado en junio del año anterior se habían cumplido (figura
6.11) al haberse alcanzado una cobertura de 25.339 niños, niñas y adolescentes.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
168
Figura 6.11 Crecimiento de beneficiarios
en el año 2006 vs. Previsiones
40000
40000
35000
25339
CAGR=120%
30360
30000
25000
23000
20000
15000
11540
10000
5000
0
2005
2006
2007
2008
Detrás de este logro, por supuesto, hubo una intensa actividad por parte de
todos los agentes sociales y de todas las personas que asumieron el reto que
se les planteó. Y aunque los números no alcanzan a reflejar la cuota de esfuerzos e ilusiones con que se trabajó, al menos sirven para dar una pauta de
las dificultades organizativas y sociales que supuso este despliegue. Por un
lado, se completó la implantación del Programa en todos los países en los que
operaba Telefónica, ya que se agregaron Brasil, El Salvador y México. Y, aun
siendo todos países importantes, destacamos que el lanzamiento de Proniño
en Brasil resultó claramente estratégico porque, como ya se vio en capítulos
anteriores, este país era señalado en los foros internacionales como sede de
una de las experiencias más avanzadas de construcción de escenarios político-institucionales contra el TI.
Como es natural, esta masiva incorporación de población infantil y familias al
proyecto de transformación social que se estaba proponiendo significó también la llegada de nuevos aliados a la ejecución, de tal forma que prácticamente se duplicó el número de ONG ejecutoras del Programa y el de escuelas
en las que se producía la escolarización de los niños y niñas (figura 6.12).
Período 2005-2006: Crecer con calidad
169
Figura 6.12 Bases para el crecimiento
de Proniño, año 2006
Países
Escuelas
13
15
ONG
527
600
40
35
10
10
400
5
240
20
19
200
0
0
0
2005
2006
2005
2006
2005
2006
6.6.2 Calidad y relaciones institucionales
Los componentes de calidad de la estrategia adoptada fueron trabajados fundamentalmente desde los procesos de diálogo interno y externo. Por ello son
relevantes los eventos que se describen a continuación.
Primer Encuentro Internacional Proniño
Concebido como un espacio abierto, como un foro de aprendizaje e intercambio
de experiencias, se diseñó con la colaboración de las ONG y aliados de Proniño
y tuvo lugar los días 26 y 27 de septiembre del 2006, en Quito, Ecuador, en la
sede de FLACSO.
Consecuentes con la Misión del Programa y las sensibilidades que por entonces
reflejaban los actores y redes de actuación contra el trabajo infantil, se convocó
bajo el lema de «Encuentro por la Educación y la Erradicación del Trabajo Infantil».
El impacto institucional prácticamente desbordó nuestras expectativas, ya que
se pudo reunir como auspiciadores a entidades del nivel y representatividad que
transmiten las grandes organizaciones internacionales que tienen que ver con la
niñez y la educación (OIT, Unicef, IIPE-Unesco, OEI) y a los ministerios e instituciones públicas que tenían similares cometidos dentro del Estado ecuatoriano. El
resultado fue la participación de 650 expertos y 220 organizaciones sociales.
En lo estrictamente temático, contamos con seis conferencistas magistrales
que eran reconocidas autoridades internacionales; con los máximos representantes regionales de la OIT, y con líderes como Kaylash Satyarthi, presidente de
la Marcha Global y, en esos momentos, candidato al Premio Nobel por su lucha
contra la explotación infantil.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
170
Figura 6.13 Primer Encuentro Internacional Proniño de Educación
y Erradicación del Trabajo Infantil
26 y 27 Septiembre 2006. Quito, Ecuador
Se constituyeron 17 mesas con 70 ponentes de primerísimo nivel provenientes
de 18 países. Entre ellos, como es natural, los propios agentes sociales aliados
a Proniño, que formaron parte de todos los paneles y aportaron sus experiencias y conceptos de intervención.
No era un hecho para nada frecuente en aquel momento que una convocatoria
impulsada desde la empresa privada fuese capaz de convocar a esa constelación de expertos e instituciones: comenzó así un camino de incidencia institucional y de creación de mecanismos de trabajo en red a nivel internacional a
través de eventos y convocatorias de nuevo tipo.
Primera reunión de ONG e instituciones aliadas de Proniño
Aprovechando la movilización física de toda la comunidad Proniño, al día siguiente del encuentro mencionado, se concretó esta primera reunión, para
afianzar desde lo presencial la red de compromisos y aprendizajes colaborativos que se había ido tejiendo en los meses previos.
Para Proniño significó consolidar de una forma definitiva la apuesta por una única
visión estratégica, declinable luego a las realidades de cada país. El debate que se
realizó fue un ejercicio de creación de estrategias y conocimientos sociales «desde abajo», ya que se buscó identificar las fortalezas, pero también los potenciales
Período 2005-2006: Crecer con calidad
171
riesgos o debilidades del programa, a partir de las experiencias del día a día de los
trabajadores sociales y gestores de ONG, aquellas que surgen de lidiar en campo
con las causas y efectos del TI. Por ello, se salió con una agenda muy concreta
pero, al mismo tiempo, claramente estratégica para la evolución de Proniño.
Lo más importante es algo que a veces no puede medirse, pero que fue crucial:
en el transcurso de la reunión se concretó ese salto cualitativo que implica pasar de una iniciativa social que reunía bajo un mismo paraguas a intervenciones
diversas ejecutadas en 10 países, hacia un «Programa regional» que se movía
con una misma aspiración de impacto social significativo y de generación de
sinergias regionales.
6.7 A modo de conclusión
De cara a darle continuidad a este relato, queremos poner énfasis en algunos
temas tratados en este capítulo, que ayudan a explicar el desarrollo de las etapas del Programa en los años siguientes. Creemos que los más importantes son:
• Se hallaron fórmulas eficaces para asumir la responsabilidad de dar continuidad a un programa muy valorado interna y externamente, garantizando una transferencia ordenada de la gestión y brindando seguridad a los
distintos agentes sociales implicados.
• La experiencia y las capacidades específicas de FT como responsable de la
Acción Social del Grupo Telefónica, permitió que el traspaso ordenado antes comentado fuese acompañado con la formulación de una nueva y ambiciosa propuesta social para el Programa.
• El diálogo y el consenso junto a un posicionamiento muy claro por parte de
la empresa sobre el tipo de actuaciones que se buscaban construir permitieron formular y cumplir retos que a priori parecían muy difíciles de asumir.
• El ejercicio de identificación de riesgos reputacionales y mecanismos para
la puesta en valor social de las fortalezas del negocio, al tiempo que tornaron prácticas y concretas cuestiones de la RSE que a veces parecen teóricas o algo abstractas, permitió alinear el Programa hacia afuera y hacia
dentro, creando en los equipos dinámicas y capacidades para el aprendizaje y la innovación.
• El rápido cumplimiento de las metas fijadas creó confianza en toda la organización y dio seguridad para asumir nuevos retos en el futuro.
Capítulo
7
Período 2007-2008.
Un nuevo paradigma
social que aporta a
la estrategia global
de la compañía
7.1 Cuando la creación de valor social se hace explícita
en la estrategia general de la empresa
7.2 La propuesta de actuación social
(2ª etapa del Ciclo de los Programas Sociales)
7.3 El modelo de intervención social
7.4 Evaluación y gestión del riesgo reputacional
(3ª etapa del Ciclo)
7.5 Movilización de recursos y ejecución social
(4ª etapa del Ciclo)
7.6 A modo de conclusión
174
180
184
201
210
216
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
174
7.1 Cuando la creación de valor social se hace explícita
en la estrategia general de la empresa
¿Cuánto se debía crecer para aportar significativamente a la mejora de la
infancia trabajadora? ¿Cómo evolucionaba la mirada social de Telefónica y
con ella la articulación de la acción social en el quehacer del negocio? ¿Hasta dónde era responsable seguir ampliando la base social del Programa?
¿Cómo hacerlo?
Otra vez, preguntas que mantenían en vilo la reflexión en torno al diseño del
futuro de Proniño, un futuro que se volvía más esperanzador, pero también más
exigente en la medida que demostrábamos capacidad para salvar los retos iniciales que se nos habían planteado.
La decisión de «crecer con calidad» nos había llevado a duplicar la cobertura
social en el 2006 y, con ello, a dos logros muy importantes: uno, que se abrían
nuevas perspectivas de vida para un número importante de niños y familias; y
el otro, que se había demostrado que estrategias sociales audaces de este tipo,
además de necesarias, eran viables.
Sin embargo, el entorno social y de mercado –y con ello la visión social de
Telefónica–, habían cambiando. Entonces, el ciclo de creación de propuestas
para el desarrollo social que ya introdujimos en capítulos anteriores volvía a
emerger, aunque a partir de una situación claramente más avanzada y superadora, y confirmaba el aspecto de espiral expansiva que ya habíamos anunciado (figura 7.1).
Por entonces, América Latina se presentaba como uno de los mercados de telecomunicaciones más atractivos del mundo, con una expectativa de crecimiento anual en el número de accesos superior al 10% (figura 7.2).
Dentro de este escenario y, en gran parte, gracias a la apuesta del Grupo por
las operaciones en América Latina desde la década de los noventa, Telefónica
ocupaba ya un lugar importante en el tablero de las compañías líderes en el
sector (figura 7.3), ya que se movía en un reducido grupo de empresas claramente líderes.
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
175
Figura 7.1 Un nuevo ciclo de creación de valor para el desarrollo social
Necesidades Sociales
Visión Social
de empresa
comprometida
Necesidades Sociales
Visión Social
de empresa
comprometida
ETAPA 1
Movilización
de Recursos y
Ejecución Social
ETAPA 4
ETAPA 2
Propuesta de
Actuación Social
para el desarrollo
ETAPA 3
Gestión
Reputacional
y Dotación
de Recursos
Fue en este contexto en el que Telefónica adoptó varias decisiones que luego
se revelarían clave como situación de contexto para Proniño. La primera se refiere al cambio en la estructura organizativa del Grupo, que pasó de una organización de los negocios por tipos de servicios (Telefonía Fija, Móviles, etc.) a un
modelo de gestión regional organización por unidades territoriales (cada unidad gestionaba todos los servicios)1. Fue el origen de la Dirección General de
Telefónica Latinoamérica, que integró todos los negocios de la Región y que
constituyó la plataforma desde la que se trabajó para construir una nueva propuesta estratégica para sus negocios en Latinoamérica.
1. Telefónica. SA. Informe Anual 2006.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
176
Figura 7.2 Expectativas de crecimiento del mercado mundial
de telecomunicaciones en el quinquenio 2005-2010
Crecimiento del sector de Telecomunicaciones
Latinoamérica
Sector Telecomunicaciones en Latinoamérica
Gasto TIC
(Mm de €)
7,8%
+€35-40
Mm
550
332
Asia Emergente
7,1%
Europa Central
y del Este
6,9%
FY 2006
FY 2010E
Accesos totales
(Millones)
África
5,8%
EE.UU y Canadá
1,2%
> 200 Millones
nuevos accesos
550
332
CAGR 05-10E: 10,6%
2005
2010E
Fuente: Análisis del Plan Estratégico del Grupo Telefónica (I). Ramón Jesús Millán Tejedor.
http://www.ramonmillan.com/tutoriales/planmarketinggrupotelefonica_parte1.php
Figura 7.3 Posición de Telefónica en el Ranking de Operadoras
de Telecomunicación (2007)
Top 10 Operadores de telecomunicaciones
MM de accesos septiembre de 2007
Top 10 Operadores de telecomunicaciones
Capitalización bursátil 19/Nov/2007 - BN US$
350
346
257
229
241
209
219
162
170
124
168
105
156
104
147
142
133
98
73
71
Fuente: Análisis del Plan Estratégico del Grupo Telefónica (I). Ramón Jesús Millán Tejedor.
http://www.ramonmillan.com/tutoriales/planmarketinggrupotelefonica_parte1.php
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
177
Una de las cuestiones que hizo evidente la formulación estratégica a la que se
arribó fue que Telefónica no solo se hacía cargo de la responsabilidad que le
cabía en la generación y distribución del valor económico que producía (figura
7.4), sino que, precisamente, por la dimensión de ese volumen de recursos movilizados, asumía que lo tenía que hacer desde una perspectiva de empresa distinta y socialmente innovadora.
Figura 7.4 Telefónica como motor de generación y redistribución
de recursos económicos
Desinversiones
Otros Ingresos 198
124
Suministradores
12.164
Ingresos
67.484
Clientes
67.162
Empleados
6.458
Pagos
Administraciones
Públicas
9.895
Inversión en Red
7.274
Deuda e intereses
6.197
Accionistas
5.496
Fuente: Corporate Responsibility Report 2007.Telefónica S.A
Nos estamos refiriendo, por un lado, a la obligación de traducir en crecimiento
económico las oportunidades de negocios que presentaba América Latina en
forma diferencial respecto a otras zonas del planeta, atendiendo tanto a su capacidad de apalancar nuevos tipos de desarrollo como a la relevancia que ya
tenían sus actividades en las cifras globales de las economías de los países de la
Región: sus ingresos representaban entre el 1 y el 2% de los respectivos PIB,
más de 163.000 empleos directos y alrededor de 15.000 proveedores, el 90%
de ellos locales2.
Pero además, se asentaba en la aspiración de implementar un modelo empresarial capaz de crear valor social en todas las relaciones que se construían con
sus públicos de interés. A título de ejemplo: con los empleados, impulsando el
2.
Corporate Responsibility Report 2007. Telefónica SA.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
178
voluntariado corporativo; con los suministradores, al vincularlos a los códigos
éticos de la compañía; con los accionistas, al construir un pacto a través del cual
parte de los beneficios que podrían haberse distribuidos como dividendos se
aplicarían a la acción social o sostenibilidad medioambiental, etc.
«
Nuestros principios de negocios inspiran y definen la forma en que trabajamos. Ellos son la base sobre la que construimos nuestra reputación, ganamos la confianza de nuestros stakeholders y maximizamos
el valor a largo plazo para nuestros accionistas y para la sociedad.
(Informe de Responsabilidad Corporativa 2007)
Podemos ver entonces como los conceptos de RSC analizados el capítulo 4 cobraban cuerpo en el tipo de propuesta estratégica de Telefónica que hacía explícita la convicción de que la sostenibilidad a largo plazo de su posición de liderazgo sectorial necesariamente tenía que soportarse en una visión que
trascendiese el mercado para instalarse en un compromiso con la sociedad en
su conjunto.
En definitiva, en la reunión celebrada en Santiago de Chile los días 12 y 13 de
marzo del 2007, se alumbró una nueva estrategia para los negocios en Latinoamérica denominada Plan Ahora∫ (figura 7.5) y que suponía repensar la empresa para situarla como un lugar de articulación de los esfuerzos y aportaciones
de los distintos públicos de interés que conforman la cadena de valor y que, por
lo tanto, todos ellos tenían que ser retribuidos en términos económicos y sociales. Y lo novedoso es que esta formulación introducía –junto con los empleados, mercados y accionistas– a la propia sociedad como «socio» y, por lo tanto,
agente con el que había que contraer compromisos no solo en términos de expansión y calidad de las infraestructuras y los accesos a servicios, sino de retribución de valor social.
Esto explica que desde que se comenzó a trabajar en la elaboración de este
plan estratégico, se invitase a Fundación Telefónica para que –como actor
relevante en proyectos sociales– aportase criterios y su experiencia para
construir la propuesta de valor de la empresa hacia la sociedad. También
explica que FT entendiese que existía claramente un nuevo marco empresarial que invitaba a formular un proyecto en materia de trabajo infantil con
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
179
una proyección social e institucional mucho más ambiciosa y que convergía
con el escenario estratégico general que estaba elaborando Telefónica Latinoamérica.
Figura 7.5 Plan Ahora: más que una estrategia, una concepción
de empresa en la sociedad
Accionistas
Sociedad
Proniño
Mercado
Empleados
Por esta razón, se acordó formalizar la propuesta de FT como un compromiso
de alto nivel que se incorporaba a la propia lógica del Plan Ahora constituyéndose en uno de los indicadores que conformaron el tablero de mando que condensaba las obligaciones asumidas ante cada uno de estos cuatro agentes:
cantidad de accesos, calidad de los servicios ofrecidos, índices de satisfacción
de los empleados, retribución a los accionistas, etc. En total once indicadores –
entre los que correspondía a Fundación Telefónica/Proniño el que reflejaba uno
de los grandes compromisos con la sociedad–, en forma de metas concretas de
ampliación de cobertura y de innovación social y que, por consiguiente, a partir
de ese momento comenzaron a ser seguidos por la Alta Dirección de Telefónica
Latinoamérica y reportados a los públicos de interés de la propia compañía a
través de los informes pertinentes.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
180
7.2 La propuesta de actuación social
(2ª etapa del Ciclo de los Programas Sociales)
Como es natural, la propuesta para acompañar la estrategia que se estaba diseñando en la empresa generó un proceso de reflexión en el interior de la propia
Fundación Telefónica que, necesariamente, tenía que empezar por examinar la
situación y expectativas del entorno social y económico de la Región en esos
momentos.
Figura 7.6 Crecimiento regional sostenido
6%
5%
4%
3%
2%
1%
0%
2003
2004
2005
2006
2007
Fuente: Panorama social de América Latina. CEPAL. Chile, 2011
Las buenas perspectivas para el mercado de telecomunicaciones que presentaban los expertos sectoriales tenían que ver con la consolidación de una recuperación y expansión económica, que ya no se veía como un simple efecto rebote
después del desplome de indicadores macros en el quinquenio 1998-2002, que
se verificó en la mayoría de los países de América Latina.
Además, venían acompañadas con una coincidencia regional en dos cuestiones
para nosotros importantes. Por un lado, había una contención del gasto público en
general, lo que hablaba de una capacidad de gestionar las variables de estabilización macroeconómica a medio/largo plazo. Y, por otro lado, dentro de este gasto
público controlado, el gasto social se había venido incrementando durante la última década, lo que daba cuenta de una voluntad política de acompañar el crecimiento con una mejor redistribución de riquezas y una mayor equidad social.
En este contexto, era significativa la mejora en los indicadores de pobreza en la
Región, factor de cuya relación e incidencia con las dinámicas de TI conocíamos
ya bastante.
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
181
Figura 7.7 Mayor preocupación social
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1990/91
1992/93
1994/95
1996/97
Gasto Social
1998/99
Gasto Público
2000/01
2002/03
2004/05
2006/07
Gasto Social/Gasto Público
Fuente: Panorama social de América Latina. CEPAL. Chile, 2011
Figura 7.8 Mejora en factores sociales que producen TI
80%
60%
40%
20%
0%
1980
1990
1999
Indigencia
2002
2008
Pobreza
Por otra parte, constatamos que se había producido ya en el entorno socio-institucional una clara aceptación de la importancia que tenía la “educación para todos” (EPT) para avanzar más eficazmente en la eliminación del trabajo infantil.
Esta situación reforzaba nuestra visión sobre la pertinencia de las reflexiones que
al interior del Programa veníamos haciendo para pasar desde un planteamiento
inicial de inclusión educativa con criterios de sostenibilidad acompañado con mejoras en los entornos educativos, a un esquema, socialmente mucho más ambicioso, que consistía en vincular esas dinámicas educativas con los procesos de
innovación inducidos por la aplicación de las TIC a la escuela.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
182
Por lo tanto, un contexto que a priori se mostraba favorable a una profundización
en la lucha contra el TI, en la medida en que la economía había entrado en un ciclo
de crecimiento sostenido y los modelos de desarrollo por los que se estaban
apostando habían girado hacia esquemas de mayor equidad, tanto en los aspectos de redistribución económica como en la sensibilidad institucional frente a la
pobreza extrema (programas de ataque directo con transferencia de recursos
condicionados a las familias, mejora de los marcos institucionales de protección
de la infancia, etc.). Y en lo específicamente referido al TI, la consolidación institucional de buenas prácticas con experiencias innovadoras en muchos países, algunos muy referenciados internacionalmente, como Brasil y Colombia.
Sin embargo, en una materia social tan sensible como esta, no podían ignorarse algunos riesgos. El primero, dado que la economía se caracteriza por comportamientos cíclicos de duración más o menos acotada, si no se aprovechaba
intensamente la fase expansiva para la resolución de problemas sociales estructurales, luego iba a ser muy difícil atacarlos si cambiaba la pendiente del
ciclo. El segundo, que al ser el TI consecuencia, pero también causa de la pobreza, la pervivencia de un segmento, siempre demasiado grande, de niños y niñas
en esta situación, podía transformarse en un bloqueo específico para el crecimiento económico y el desarrollo social.
A partir de esta percepción del entorno, se elaboró la propuesta social de Proniño para alinearse con los requerimientos de la visión estratégica del Plan Ahora.
7.2.1 Un nuevo paradigma de intervención social
Para desarrollar nuestra propuesta consideramos que teníamos que plantear
respuestas en tres planos articulados entre sí, para que la visión estratégica de
lo social pudiese funcionar (figura 7.9)
Figura 7.9 El modelo se hace más complejo y comprometido
Cobertura social
(crecimiento)
Modelo de intervención social y
relaciones institucionales
Gestión social
y empresarial
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
183
7.2.2 Estrategia para el crecimiento de la cobertura
Es fácil entender que acompañar el fuerte compromiso que expresaba Telefónica con la sociedad en el Plan Ahora, en tanto un negocio que mira más allá del
mercado, nos planteaba la necesidad de una cobertura social de mucho mayor
escala que la que hasta ese momento tenía Proniño. Y en distintos lugares de la
compañía, desde los que se había seguido muy atentamente la evolución del
programa en los dos primeros años de gestión por parte de Fundación Telefónica, se había concluido que era viable aportar los recursos necesarios para un
modelo de crecimiento más agresivo, ya que se consideraba que había capacidad de gestión interna adecuada y que los aliados sociales, básicamente las
ONG, habían demostrado que también estaban en condiciones de asumir retos
de ese calado. Por otra parte, el análisis del contexto socio-institucional nos
invitaba a ampliar la magnitud de la intervención para aprovechar las buenas
perspectivas generales.
Esta conjunción entre voluntad social de la empresa, disponibilidad de recursos y conocimientos internos, capacidad del Tercer Sector para responder al
nuevo desafío y un entorno favorable, llevó a asumir el reto de seguir ampliando en forma significativa la cobertura del Programa, duplicando al menos en los dos primeros años del nuevo plan, el número de niños y niñas participantes (figura 7.10).
Figura 7.10 El factor «por 2» como estrategia
de crecimiento
100000
100000
80000
60000
50000
40000
25339
20000
11540
0
2005
2006
2007
2008
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
184
7.3 El modelo de intervención social
Esta meta cuantitativa, que implicaba multiplicar por 10 veces la cobertura en
tres años, sin duda cambiaba drásticamente la concepción social del Programa,
ya que se tenía que volver mucho más preciso en su diseño, conciliando la
maximización del impacto social con la gestión de los riesgos reputacionales
inevitablemente asociados a esta nueva escala de actuación.
Para avanzar en su diseño, utilizamos algunas de las típicas técnicas de imaginar el futuro deseable desde la visión social de largo plazo (la «utopía» de
una sociedad sin TI), para luego discutir los posibles caminos que hay que
recorrer para llegar a ella y el papel que le tocaría desempeñar a un programa
como Proniño (figura 7.11). De aquí se desprendía una trayectoria con una
extensión temporal que –aunque no fuese posible determinar entre otras razones porque dependía de las respuestas sociales e institucionales que no
podíamos controlar– mostraba claramente que la tendencia era que, al llegar
a un número adecuado de beneficiarios que permitiese contribuir suficientemente a generar nuevas dinámicas y aprendizajes, se tendría que virar hacia
un modelo de menor peso de la intervención directa para situarse más en un
espacio de incidencia político-institucional y de promotor/articulador de redes sociales más amplias.
Figura 7.11 Trabajar con la utopía como inspiración
de las estrategias sociales
• Trabajar con una visión de
futuro (“la utopía”) de una
sociedad activa contra el TI.
• En este estadio, Proniño
adoptaría el rol de un
catalizador, contribuyendo a
la sensibilización, movilización
y fortalecimiento de otros
agentes sociales.
Sociedad
• Sensible y activa frente al TI.
• Proactiva en la solución de los problemas y no siendo
parte del problema.
• Demandante de políticas públicas eficaces y oportunas.
Tercer Sector y Organismos
internacionales
•
• Observación y control social
de Gobiernos y Empresas
• Experiencia y eficacia en sus
actuaciones
• Trabajo en Red
Gobiernos
Responsable de crear
políticas públicas
eficaces
• Proveer recursos
financieros para su
ejecución
• Garantizar una
educación inclusiva y
de calidad
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
185
A partir de esta visión, y emulando a Eduardo Galeano en su relato de las utopías y el horizonte, aquellas cosas que probablemente no se alcanzan pero que
son las únicas que permiten caminar en la dirección correcta, empezamos a diseñar los pasos que nos permitiesen caminar por la buena senda.
Comenzamos por repasar el mapa de actores vinculados al Programa, con el fin
de ordenar desde allí las actuaciones que ya se estaban realizando, precisar las
mejoras necesarias y/o identificar qué otras deberían incorporarse (figura
7.12). En esta representación se pretendía aflorar las agencias sociales que
pueden incidir para transformar el contexto del niño, removiendo los factores
estructurales que (re)producen la situación de TI.
Con este criterio, fuimos agrupando actuaciones que tenían una cierta identidad común, tanto por las características y cometidos de las actividades que en
ellas se realizaban como por los agentes sociales que intervenían en su ejecución. A estos agrupamientos los denominamos «Ejes de Actuación».
Figura 7.12 Agencias sociales y actuaciones
para un futuro distinto
Instituciones
FSI
PI
Comunidad/Sociedad
Niño/Familia
VOL
Empresa
CE
Escuela
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
186
7.3.1 Protección Integral del niño (PI)
El primer eje que surgió de manera natural fue el que reunía al conjunto de actuaciones que estaban claramente relacionadas con el niño y la familia, en
cuanto entorno inmediato de contención afectiva y de protección. Constituían,
de hecho, la parte más importante del Programa y eran esencialmente ejecutadas por las ONG aliadas de Proniño, como organizaciones especializadas en
este tipo de intervenciones. Este era el eje al que remitiría esencialmente el
objetivo de ampliación de la cobertura a la que aspiraba la empresa como parte
de su compromiso social.
Siguiendo los criterios desarrollados en América Latina por OIT y, en particular,
los aprendizajes que surgían de la experiencia de Brasil en materia de TI, a este
eje se le denominó de Protección Integral, ya que su finalidad era crear las condiciones que hiciesen posible un proceso de restitución integral de derechos de
la infancia vulnerados por el TI. De esta forma, no solo se intervenía para la escolarización y el retiro paulatino del niño y la niña del trabajo, sino que se hacía
desde una perspectiva de transformación del entorno familiar, institucional y
comunitario para que el niño quedase efectivamente protegido.
El concepto de «integralidad» tenía que ver con el hecho de poner foco en la
vida del niño y sus derechos. Por ello, la escolarización sostenible se convertía
en un modelo de construcción de capacidades para el buen vivir en el seno de la
familia (figura 7.13) y que, por supuesto, debía arrancar con el compromiso del
entorno familiar para construir un proyecto de vida distinto para sus hijos, profundizando en lo que ya en la etapa de BellSouth se denominaba como «corresponsabilidad» de la familia en el proceso de transformación. En definitiva, se
hizo evidente que cuando se planteaba desde una perspectiva no asistencialista, la escolarización remitía a una transformación integral de la familia y el entorno comunitarios.
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
187
Figura 7.13 Creando capacidades para el buen vivir
en las familias
Atención de necesidades básicas
Entorno
familiar de
cuidados
Escolarización
Necesidades
básicas
cubiertas
Escolarización
Gestión informativa del tiempo libre
Transformación de valores
Capacidades
y recursos
El tiempo
fuera de
la escuela
Generación de ingresos familiares
Con estos criterios, en el Eje de Protección Integral (PI) se agruparon las actividades de:
• Atención de las necesidades básicas: tenía que ver con las carencias en
salud y alimentación, habida cuenta de las condiciones de precariedad y
exclusión que con frecuencia se dan en los espacios de pobreza que producen TI. Por el impacto que estas carencias tienen en la vida del niño,
cuando se presentasen tenían que ser solucionadas por medio de la implicación de las instituciones pertinentes u otras organizaciones sociales
especializadas, para no perder de vista que el foco y el saber hacer del Programa estaba en la erradicación del TI.
• Escolarización: entendiendo por tal no solo la beca (materiales educativos, ropa, calzados, transportes, etc.), sino la gestión social en el seno de
la familia para corresponsabilizarlas en el sostenimiento del proceso educativo (facilitar el estudio, valorizar la educación, etc.), y la gestión institucional en los centros escolares para el seguimiento educativo del niño.
• Gestión del tiempo libre: son aquellas actividades orientadas a gestionar
positivamente la vida de los niños y niñas cuando no están en la escuela,
rompiendo la tendencia a que en este tiempo vuelvan al trabajo o simplemente, queden inmersos en actividades no educativas o no favorables
para ellos. Incluimos aquí el trabajo en talleres educativos, formación en
derechos y valores, ocio creativo, acompañamiento y refuerzo escolar,
educación no formal, etc.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
188
• Transformación de valores favorables al TI: se trataba de romper con la
aceptación y normalización del TI en el seno familiar, al tiempo que se
construía la visión del niño como sujeto de derechos. Esto se hacía trabajando la corresponsabilidad de la familia para generar un entorno afectivo
y de protección distinta para los niños.
• Generación de ingresos familiares: tenía que ver con la dimensión económica de los entornos familiares atrapados en condiciones de pobreza estructural. Aunque en el programa existían algunas actividades vinculadas
a este cometido, su ampliación era sin duda uno de los aspectos más difíciles de resolver, ya que, en general, se requiere el concurso de redes más
amplias y que involucren a las instituciones públicas cuyas competencias
estén en este ámbito.
7.3.2 La necesaria calidad educativa
Los antecedentes del propio programa
Desde la época de BellSouth se venía desarrollando en Proniño una intensa labor pedagógica-educativa, en torno al amplio concepto de «escolarización».
Aunque en apariencia es un concepto sencillo, cuando se despliega socialmente en los espacios concretos de exclusión, pobreza y precariedad, se vuelve
complejo porque, en definitiva, involucra a lo que se denomina la Comunidad
Educativa, constituida no solo por los niños y niñas, docentes, equipos directivos directamente involucrados, sino también por las familias, las instituciones
y autoridades educativas y la propia comunidad vinculada como tal a los centros educativos.
Históricamente, dentro de Proniño, el concepto de escolarización incluía, al menos, las siguientes actividades realizadas a través de las ONG:
• Dotación de recursos educativos al niño y su familia para que pudiera estar escolarizado.
• Trabajo social en el seno de las familias para llegar a acuerdos en los que
estas se comprometían a colaborar en el proceso de educación, organizando la actividad de los niños y niñas de tal forma que tuviesen disponibilidad
de horas de estudio en casa y que no se subordinase la educación al trabajo.
• Establecimiento de un marco de relaciones institucionales entre los responsables del Programa en la FT/Empresa, las ONG y las escuelas para
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
189
permitir a los trabajadores sociales el seguimiento del rendimiento escolar de los niños y niñas becados.
• Apoyo y refuerzo extraescolar.
• En algunos casos, nivelación de conocimientos o recuperación acelerada
de cursos para evitar las situaciones de «sobre edad». A título de ejemplo,
una de las organizaciones sociales aliadas al programa3 había desarrollado
un modelo de recuperación de niveles educativos, reconocido oficialmente por el Ministerio de Educación.
• Educación no formal ocupando el tiempo libre o extraescolar de los niños
y niñas, a través de educación en valores y derechos, ocio creativo, habilidades para la vida, etc.
• Sensibilización de docentes en materia de detección de situaciones de TI
y del impacto del mismo en la vida y la trayectoria escolar de los niños.
• Talleres a los educadores sobre recuperación de la autoestima y la salud
emocional para enfrentar los efectos de la violencia y desgaste que produce el TI en la infancia.
• Apoyo a los centros educativos mediante dotación de recursos de uso colectivo (bibliotecas, materiales educativos...).
Los voluntarios de Telefónica también aportaban a la mejora de los procesos
educativos, ya sea contribuyendo a rehabilitar o crear infraestructuras mediante aportes económicos o jornadas de recuperación edilicia, construcción de instalaciones deportivas, etc. Además, organizando eventos lúdicos (fiestas, viajes, visitas culturales, etc.) que no solo cumplían un rol de educación no formal,
sino que contribuían a la socialización de los niños y niñas desde una lógica de
reconocimiento, respeto y afecto.
Por tanto, estaba claro que Proniño no solo «escolarizaba» a los niños y niñas,
sino que construía un entorno familiar e institucional destinado a mejorar y
fortalecer el proceso educativo de los beneficiarios.
3.
Desarrollo y Autogestión (DyA), Ecuador.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
190
La eficacia de una estrategia de prevención y erradicación con foco
en la escuela
Sin embargo, en el contexto de calidad y eficacia social que debía acompañar la
nueva propuesta, nos formulamos tres preguntas sobre la calidad de los procesos educativos de las escuelas públicas concretas en las que se escolarizaban
los beneficiarios y que sin duda, expresaban algunos de los retos más importantes que teníamos que afrontar para transformar el Programa:
1. ¿Era suficiente para generar entornos de educación inclusiva y consolidar
el retiro permanente del TI de los niños?
2. ¿Podían en estas condiciones concretas reconducir sus vidas hacia un futuro de pleno desarrollo personal, laboral y como ciudadano/as?
3. ¿Debía el Programa formular una propuesta de equidad educativa basada
en las TIC y contribuir a generar condiciones para que accediesen a las
nuevas formas de educar y aprender, similar a la que estaban recibiendo
las capas medias y altas de la sociedad?
La primera pregunta se relacionaba con la nueva Misión que había adoptado el
Programa, enfilando los esfuerzos a contribuir con la erradicación del TI. Por tanto, era una cuestión central. De acuerdo con los datos y los diagnósticos de la situación educativa de América Latina por entonces, se podía deducir que, aunque
se había avanzado enormemente en la universalización del acceso a la educación, aún quedaba mucho por construir en materia de calidad y eficacia de la escuela. Por ejemplo, los informes revelaban que, si bien había un porcentaje muy
elevado de finalización de ciclo primario, el nivel de adquisición real de competencias básicas (lectoescritura, capacidades lógico-matemáticas) era claramente
insuficiente, sobre todo cuando las grandes cifras nacionales se desagregaban
por territorios y sectores sociales, ya que las zonas de exclusión, como era de
esperar, presentaban resultados bastante más bajos que las medias nacionales.
Por tanto, parecía que desde esta perspectiva, había que profundizar las cuestiones de calidad educativa en las áreas y colectivos vinculadas al Programa.
La segunda pregunta interpelaba sobre el grado de compromiso con las
transformaciones sociales importantes, aquellas que enunciamos cuando
advertimos que la acción social de las empresas –sobre todo, las de las grandes dimensiones– se legitimaba cuando se formulaba en términos de aportación al desarrollo social. Esto es lo que distanciaba la visión de RSE de las
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
191
prácticas asistencialistas o meramente filantrópicas. Por tanto, iba construyéndose una lógica de intervención social que obligaba a problematizar la
calidad de la educación real si efectivamente se quería instalar capacidades
para romper los círculos de la pobreza y poder construir las condiciones para
una vida aceptable.
SEGUNDO RETO
La innovación educativa en áreas de exclusión basada en la aplicación de
las TIC y los nuevos paradigmas de aprendizaje en red.
La tercera pregunta vinculaba las aspiraciones generales del movimiento social
por los derechos de la infancia con la apuesta social y la experiencia técnica de
Fundación Telefónica, sobre todo en el componente educativo de la cultura digital que imprime el núcleo del negocio, según argumentamos en el capítulo
anterior.
Hacia finales de los noventa, FT lanzó un programa que, con el correr del tiempo, se convirtió en una de las referencias del mundo hispanoamericano denominado Educared, que abrió un espacio para la innovación de la educación a
partir de Internet y el uso intensivo de las TIC en las escuelas. Más que un portal de contenidos, se diseñó como una red colaborativa de educadores que generan sus propios contenidos y al mismo tiempo, experimentan y socializan
procesos de innovación en las prácticas educativas. Este programa materializaba la visión social de FT, ya que permitía establecer sinergias entre las capacidades específicas del negocio (redes, servicios y tecnologías de la información)
con la aportación al desarrollo social a través de la educación.
En otras palabras, FT tenía una extensa experiencia y un claro liderazgo en materia de innovación educativa basada en las TIC. Ahora bien, aunque desde la
iniciativa fundacional siempre son ofertas abiertas y voluntarias a todas aquellas personas, instituciones y autoridades educativas que deseen participar,
debido a las condiciones de partidas que se requieren, hay una cierta tendencia
natural a que los sectores sociales que tienen mayores recursos y avances educativos sean los primeros en acceder a este tipo de innovación. Por ello, la universalización de estos nuevos paradigmas es una tarea mucho más difícil, no
solo por los recursos que implicaría sino porque requiere de decisiones en ma-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
192
teria de políticas educativas que trascienden de largo las competencias de FT.
Por esta razón, y más allá de algunas experiencias latinoamericanas en escuelas pertenecientes a estratos sociales de ingresos medio-bajos, la mayor experiencia estaba en los medio-altos.
Pero la pregunta de si debíamos o no introducir este tipo de innovaciones en
Proniño, en realidad era retórica por su obviedad: la cuestión no era si lo teníamos o no que hacer, sino cómo lo íbamos a hacer, atendiendo al entorno social
concreto del programa, ya que la opción de no hacerlo habría violentado los
principios de actuación FT y de la propia Telefónica.
El proyecto de Aulas Fundación Telefónica (AFT) en Proniño
Aunque, en principio, Educared era concebido como un espacio virtual colaborativo orientado a la formación digital de los educadores para producir y compartir en la red contenidos digitales y experiencias innovadoras, el entorno socioeducativo particular de Proniño presentaba la dificultad adicional del acceso
a los recursos en red y la baja o inexistente formación digital de los docentes,
naturalmente, no por la voluntad de ellos, sino por las adversas condiciones
materiales y sociales en las que se encuentran las escuelas públicas vinculadas
al Programa.
De ahí que se diseñase un esquema de intervención educativa especial que
partía de dotar a las escuelas de acceso y conexión en banda ancha a la red,
independientemente de su localización territorial. Sin embargo, estaba claro
que la simple creación de capacidades de acceso, aun siendo técnicamente
necesaria, no produciría la innovación que buscábamos. En realidad las TIC
innovan el aula cuando se generan nuevas formas de enseñar/aprender y de
facilitar a los niños y niñas el acceso a la información y a los nuevos procesos
de creación de conocimiento en la red. Por tanto, las verdaderas claves del
proyecto eran la participación, la formación digital y el empoderamiento de
los educadores. En otras palabras, no habría innovación tecnológica sin transformación social.
Esta visión de Educared/FT tiene que ver con las teorías que se estaban
aplicando en algunos de los laboratorios sociales más avanzados y referentes en materia de innovación educativa desde las TIC y que, en general, adscriben al constructivismo como enfoque pedagógico-educativo. Este posicionamiento considera que las personas le dan significación al mundo en
cuanto objeto de conocimiento a partir de sus propias experiencias. Y aun-
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
193
que hoy se presenta como una teoría del conocimiento de reciente configuración que hunde sus raíces en la filosofía, la psicología y la cibernética, de
alguna forma viene a converger con otras tradiciones latinoamericanas de
educación popular, que acuñaron ya en los sesenta conceptos como la
«educación personalizada» o «el aprendizaje significativo», es decir, que
solo se transforman en conocimiento aquellos conceptos que tienen significado para la propia vida.
Lo importante aquí es que esta forma de ver los procesos de aprendizajes implicaba al menos tres condiciones: I) comprender las experiencias de vida de los
niños y los entornos sociales en que estas se construían, II) los docentes no
podían ser agentes pasivos sino promotores activos del cambio metodológico,
III) el aprender haciendo (o conocer transformando) es lo que da la dimensión
social del enfoque.
El aterrizaje de estas premisas de corte más teórico a la realidad de Proniño,
condujo a los siguientes criterios de diseño:
• Trabajo colaborativo en redes virtuales de ámbito internacional.
• Infraestructura tecnológica adaptada a la realidad de cada uno de los centros educativos en los que se iba a intervenir.
• Estructura operativa y recursos de gestión adecuados para la integración
de las TIC en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
• Y tal vez lo más importante, porque muchas veces es la cuestión que define el éxito o fracaso de proyectos de esta naturaleza, implementación de
un potente sistema de formación y acompañamiento continuo a los educadores, que combinase lo presencial y tutorializado (fases iniciales) con
lo virtual y colaborativo (fases avanzadas)
La aplicación ordenada de estos criterios y, con el apoyo de expertos que ya
habían protagonizado experiencias educativas en red en América Latina, se llegó al proyecto que se ilustra más abajo (figura 7.14).
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
194
Figura 7.14 Innovación educativa mediante la introducción
de Educared en las escuelas Proniño
Coordinación del
Proyecto de AFT
Red de Contenidos
educativos
Red de Aprendizaje
Colaborativo
Formador de
Dinamizadores
Dinamizador
Digital
Educadores
Aulas de Fundación
Telefónica
(AFT)
Coordinador
Pedagógico
Escuela/Equipos
directivos
En concreto, el modelo de innovación creado constaba de los siguientes elementos.
A nivel de redes se construyeron dos espacios virtuales:
• Un espacio de formación digital de los educadores, con una ruta formativa
por competencias crecientes (figura 7.15).
• Un espacio de contenidos constituido por un primer filtrado de los que ya
existían en el repositorio de Educared y que podían ser de utilidad a la realidad social de Proniño (lo que en la jerga técnica se denomina curator). Y,
fundamentalmente, los contenidos que producirían los propios educadores latinoamericanos de las Escuelas Proniño.
• El acceso a estas redes se realizaba a través de lo que se llamó Aulas de
Fundación Telefónica, un espacio de conectividad en las escuelas, constituido por computadores y acceso a Internet en banda ancha.
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
195
La formación digital y empoderamiento de los educadores se produjo a través
de tres figuras técnicas que se crearon:
• Coordinadores pedagógicos que gestionaban los acuerdos institucionales
y precisaban el contexto pedagógico-educativo en que se iba a insertar el
Aula FT (coordinación en sitio).
• Dinamizadores digitales, entendiendo por tal a los docentes de los centros
educativos que manifestaban interés y claras dotes de liderazgo para desarrollar el proceso en el interior del centro, al tiempo que podían asesorar
y guiar al resto de los educadores (empoderamiento).
• Formadores digitales para capacitar a los dinamizadores (formar a formadores).
Figura 7.15 Trayectoria de empoderamiento digital
Módulos de formación. Formación de dinamizadores y educadores Proniño
Módulo
Objetivo
Modalidad
1. Naranja
Conseguir una alfabetización informática básica que
permita al educador/a familiarizarse con las distintas
herramientas y perder el miedo a su utilización
Presencial
2. Azul
Ofrecer propuestas concretas de actividades que
apoyen el trabajo que se realiza en la clase magistral
En línea
3. Verde
Identificar itinerarios de formación o secuencias de
actividades concretas para trabajar diferentes
contenidos curriculares
En línea
4. Rojo
Ofrecer propuestas concretas de actividades a través
del uso de programas abiertos
En línea
5. Violeta
Ofrecer propuestas concretas de trabajo en grupo
o por proyectos y de utilización de herramientas
web 2.0
En línea
6. Lila
Ofrecer propuestas concretas de participación en
proyectos telemáticos o colaborativos
En línea
Este diseño implicaba, además, otras dos innovaciones muchas veces no suficientemente explicitadas. En primer lugar, que los beneficios del proyecto sobre mayor calidad e inclusividad educativa, se extendían más allá de los beneficiarios de Proniño. En una escuela inmersa en un entorno que posibilita el TI, es
normal que existiesen otros niños cuya situación laboral no había sido detectada o que estuviesen en claro riesgo. Y uno de los factores que lleva a que el
riesgo se consolide en un ingreso temprano al mundo laboral es precisamente
la falta de respuestas adecuadas desde la escuela. De allí que toda innovación,
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
196
objetivamente, actúe como mecanismo social de prevención y reducción del TI.
En consecuencia, como nos expresaron los expertos con los que discutimos las
propuestas, se debían incluir como beneficiarios adicionales del programa –dejando por supuesto claro por qué y cómo se hacía– a aquellos alumnos que aún
no estando atendidos en el Eje de Protección Integral, participaban significativamente de estos entornos educativos mejorados.
En segundo lugar, la propia naturaleza del Proyecto hizo que fuese desde el
principio una iniciativa regional, lo que significó una apuesta arriesgada de
construcción de dinámicas de colaboración e intercambio de experiencias, no
solo entre docentes de escuelas de una misma localidad o de un mismo país,
sino entre todas las escuelas Proniño de América Latina que pudiéramos ir incorporando. Esto permitía poner en pie una experiencia social multipaís prácticamente única en el continente.
7.3.3 Fortalecimiento Socio-institucional (FSI)
Revisamos también las líneas de actuación sugeridas por la OIT y analizamos
las mejores experiencias de los países de la Región, particularmente de algunos
de los más activos en esta materia, como por ejemplo los ya mencionados Brasil, Colombia y Ecuador.
Del primero ya hemos comentado las referencias hechas en los documentos
que la OIT había presentado a nivel mundial sobre los avances logrados, basados fundamentalmente en un marco político claro y la implementación de una
red de instituciones federales, estaduales y municipales a través de las cuales
se busca la aplicación integral de los principios y garantías contenidos en el Estatuto de Derechos de los Niños (ECA).
Esto explica que cuando se analizó la forma de extender el Programa en Sao
Paolo –el territorio en el que actuaba FT Brasil–, se vio que el impacto y los beneficios para la infancia no se producirían tanto por una intervención directa
que añadiese mayor magnitud a la que ya era realizada por el Estado, sino a
través de complementar dichas intervenciones (por ejemplo, desde la gestión
del tiempo libre o tiempo extraescolar) y, fundamentalmente, aportando a que
las instituciones que tenían las competencias de protección de los niños y las
familias fuesen más eficaces y llegasen a más población.
De Colombia, aunque su exposición sería bastante extensa, podemos decir
que rescatamos la «filosofía» que había detrás del tránsito operado en la con-
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
197
cepción de las políticas públicas cuando se pasó de planes nacionales a un
concepto de estrategia nacional de lucha contra el TI. La diferencia esencial
es que los planes definen objetivos para alcanzar en un contexto social determinado y asignan recursos específicos para las actuaciones que se piensan
más eficaces, de cara a las metas planteadas. Por lo tanto, son focalizados y
con metas concretas y, al mismo tiempo, acotan la realidad o problemática
que hay que intervenir. En cambio, la estrategia nacional definió una serie de
procedimientos que en el nivel local y más cercano a la gente (los municipios)
se debían realizar cuando se detectaban situaciones de TI en sus ámbitos
competenciales. Y lo complementaba con una asignación presupuestaria al
rubro infancia y TI de obligada ejecución. En consecuencia, más que definir
un conjunto de actuaciones específicas en el tiempo, se definieron las responsabilidades institucionales permanentes y se buscó fortalecer a dichas
instituciones para que pudiesen asumirlas.
Ecuador había optado por estrategias de foco en modalidades específicas de
PFTI, y el Estado se involucró en un espectro amplio de actuaciones que obligaban a coordinar distintos ministerios y agencias públicas.
Por consiguiente, a esta altura de la descripción del proyecto social, podemos
decir que el rediseño del eje que denominamos Fortalecimiento Socio-institucional, en realidad giraba en torno de dos cuestiones estratégicas de gran calado.
Una tenía que ver con una cuestión que ya discutimos en el marco de la visión
de «crecer con calidad» y que se refería al impacto sobre el relacionamiento
institucional que traía aparejado el cambio de escala de la intervención: en la
medida en que esta se incrementaba significativamente, obligaba a una gestión mucho más exigente de los espacios institucionales, sobre todo del ámbito
público, y un apalancamiento de nuevo tipo en alianzas y redes. Si comprender
esto fue clave en el 2005, en este período que estamos analizando y en el que
se planteaba una aceleración del crecimiento aún mucho mayor, esta mirada
sobre el marco institucional y social era más necesaria que nunca.
Y la otra, es que entendimos que el Fortalecimiento Socio-institucional no
solo era un componente de acompañamiento imprescindible para la Protección Integral. Extrapolando el aprendizaje de Brasil, se puede decir que incluso podía ser sustitutivo de aquella en la medida en que nos acercásemos
a la «utopía» de las sociedades empoderadas plenamente para la lucha contra el TI.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
198
A modo de ejemplo, en un entorno social movilizado y con el Estado asumiendo
por distintas vías la atención directa de los niños, niñas y familias, la actuación
más conveniente debería ser la de fortalecer los ámbitos institucionales pertinentes y focalizarse en la innovación social, aportando nuevas formas de hacer
las cosas. Sin embargo, en las situaciones de altas tasas de TI y con marcos
institucionales poco desarrollados, era preferible asignar más recursos a la
atención directa, ya que la situación de los niños y niñas no puede relegarse a
un futuro incierto en que se desarrollen los mecanismos institucionales (figura
7.16). De esta forma, si bien la identificación de los ejes que articularían la nueva estrategia se iba necesariamente construyendo a modo de conceptualización de alto nivel, a la hora de diseñar las intervenciones concretas, habría no
solo que determinar qué actuaciones se priorizarían en cada eje, sino también,
qué ejes debían priorizarse
ALTA
BAJO
Extensión de TI
Figura 7.16 Modelos dominantes de intervención según
las características de países/lugar de intervención
Fortalecimiento
socioinstitucional
Intervención
directa
BAJO
ALTO
Desarrollo institucional
Las actuaciones que se entendieron que serían parte de este eje fueron las siguientes:
• Campañas de sensibilización de distintos alcances: generales sobre medios de gran difusión, o comunitarias con movilizaciones de agentes locales.
• Articulación de redes que permitiesen ingresar a nuevos actores a la lucha
contra el TI.
• Generación de conocimientos específicos a través de investigaciones y
estudios.
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
199
• Foros y conferencias.
• Acuerdos éticos con otros agentes del sector privado.
• Posicionamiento institucional de la causa.
Este listado, aun hecho en forma de resumen, muestra –y esto era muy importante para el diseño de cada intervención– que la realización de las actuaciones
se distribuía entre varios agentes, y la propia FT y la empresa eran las que debían asumir prioritariamente la responsabilidad de organizar y/o ejecutarlas,
diferenciándose entonces de las descritas en los Ejes de Protección Integral y
de Calidad Educativa.
7.3.4 Voluntariado corporativo
Si bien el Programa de Voluntariado es un área de actividades diferenciada dentro FT y, por tanto, tiene su propia lógica de intervención social, lo que se hizo
fue incrementar la coordinación y crear nuevas sinergias con Proniño, haciendo
que las actuaciones que se venían realizando fuesen más eficaces y dotadas de
mayor sentido transformador.
Por un lado, además de reforzar el rol de este programa como canal para difundir Proniño dentro de la empresa y consolidarlo como una iniciativa de todos,
compartimos esta nueva visión estratégica con el voluntariado, a fin de que las
lógicas sociales de los proyectos que se diseñaran, se alinearan mejor. Por otro
lado, comenzamos a explorar la posibilidad de diseñar otros tipos de iniciativas
solidarias, que también aportasen ideas nuevas. Tres de ellas resultaron particularmente atractivas.
La primera, que pasó a denominarse Vacaciones Solidarias, se configuró como un
modelo de acuerdo empresa-empleados, inicialmente en operadoras de España
y Europa, y que luego se realizaría también entre países de América Latina. Mediante dicho acuerdo, los empleados donábamos tiempo de nuestras vacaciones
para trabajo solidario y en contrapartida, la empresa asumía gastos de traslados
y estancias en sitios de intervención Proniño, en donde se concretaban proyectos específicos que ponían en común las sensibilidades y capacidades de los voluntarios, las necesidades de las comunidades y/o centros educativos y la experiencia de las ONG del lugar que conocían en detalle los sitios a los que se dirigían
los proyectos. Como es natural, estos emprendimientos no se agotarían en las
dos semanas de presencia física, sino que perdurarían a través de redes que sostuviesen las relaciones interpersonales e institucionales que se creaban.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
200
La segunda es la línea de Ayuda a Proyectos Solidarios que ya existía en el voluntariado. Consiste en aportar recursos económicos acotados pero suficientes
como para hacer viables proyectos solidarios sostenidos por voluntarios y organizaciones sociales externas. Aquí se animó a identificar proyectos de baja
escala pero con fuerte impacto social, creándose una dinámica muy rica de iniciativas locales que, además de hacer posible los proyectos presentados, permitían a las personas que los lideraban adquirir experiencia y formación en preparación y gestión de proyectos sociales y generar empoderamiento de los
propios actores en la base social.
La tercera iniciativa se denominó Euro Solidario. Fue el resultado de la demanda de los empleados de las filiares europeas y consistía en un mecanismo mediante el cual a aquellos que lo solicitasen se les podía descontar de
la nómina y dedicar a la causa pequeñas cantidades de dinero (comenzando
por 1 euro, de ahí el nombre) para que se destinasen a proyectos específicos (AFT, instalaciones deportivas, campañas sanitarias, etc.) y que, más
allá del montante económico, servía como canal de sensibilización y posicionamiento de la causa del TI entre los propios empleados del grupo, sobre
todo en aquellos países (fundamentalmente Europa) en donde, al no existir
esta problemática, tendía a configurarse como una cuestión social distante
y ajena.
7.3.5 El nuevo paradigma de intervención social
El modelo de intervención, y que en la jerga interna denominamos «el nuevo
paradigma social», quedó configurado en cuatro ejes que involucraban no solo
al niño y su familia, sino a otros agentes sociales (figura 7.17).
Naturalmente, la eficacia de este modelo descansaba no solo en los contenidos
de cada eje, también en la articulación y coordinación que debía existir entre las
actuaciones de los distintos ejes, según el diseño de la intervención que respondiese mejor a las características de cada modalidad de TI en cada contexto
específico.
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
201
Figura 7.17 El nuevo paradigma de la intervención
social de Proniño
Protección
integral
Ejes de actuación
Niño/Familia
Calidad
educativa
Escuela
Comunidad
Fortalecimiento
Socioinstitucional
Instituciones
Sociedad
Voluntariado
Por último, antes de cerrar la propuesta, convocamos a varias mesas de expertos para discutir la viabilidad y consistencia del planteamiento social que
estábamos realizando. Algunas se hicieron en el interior de la propia Fundación o de la empresa (relaciones institucionales, responsabilidad corporativa,
etc.), y en otras mesas se convocaron a expertos sociales externos de reconocido prestigio.
7.4 Evaluación y gestión del riesgo reputacional
(3ª etapa del Ciclo)
7.4.1 Los nuevos riesgos reputacionales
Una historia en apariencia menor dentro de este relato más grande, pero que
puede ayudar a entender mejor este apartado, fue la que nos aportaron un grupo de expertos latinoamericanos que participaron en una de las consultas a las
que nos referimos anteriormente.
A estas personas se les remitió la propuesta social y sus fundamentos con
antelación y luego se realizó un taller de una semana en Madrid. De este encuentro, quedan en nuestra memoria algunas preguntas que los expertos habían acordado plantear al inicio del trabajo y que, salvando el inevitable baile
de alguna que otra palabra que el tiempo agrega o suprime, siempre las hemos recordado. Y nos venían a decir cosas como estas: ¿Quién asume este
compromiso con la sociedad? ¿El director general, la alta dirección o «toda» la
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
202
empresa? ¿Sois conscientes de que este proyecto social implica que vuestros
procesos de producción y distribución deben estar totalmente limpios de TI?
Más aun, ¿habéis asumido qué deberéis velar y ser proactivos en la defensa
de los derechos de la infancia en toda vuestra cadena de valor? ¿Sois conscientes de que la magnitud de la propuesta implica movilizar entre 5.000 y
10.000 de los más capacitados profesionales sociales en el trato de la infancia en América Latina?
En definitiva, que desde el conocimiento y el compromiso social de estos expertos, se nos estaba interpelando sobre las responsabilidades a largo plazo
que estábamos asumiendo, no solo frente a los niños y sus familias, sino con el
conjunto de actores sociales e institucionales de la intervención y, de ahí, sobre
la coherencia interna de todo el negocio con la propuesta social que estábamos
articulando. En otras palabras, nos advertían sobre los riesgos reputacionales
que se presentarían en caso de no estar a la altura de las expectativas que estábamos abriendo con la formulación de nuestra propuesta social.
Se comprende entonces que en el contexto en que este nuevo paradigma de
intervención se estaba generando, estos comentarios fueran de enorme importancia para nosotros. Al ser parte de una propuesta de valor mucho más
amplia realizada desde el plan estratégico de la compañía (el Plan Ahora),
cualquier dificultad de cumplimiento en las metas cuanti y cualitativas fijadas, se traduciría en incumplimiento de la promesa social hecha por la compañía en su conjunto.
Por otra parte, era claro que se incrementaba el riesgo reputacional conectado con contingencias particulares, pero que afectan mucho a este tipo de
programas sociales. Por ejemplo, el fuerte crecimiento en el número de beneficiarios atendidos incrementaba estadísticamente la probabilidad de
fracasos o situaciones adversas o, incluso, situaciones de gestión inapropiada de recursos, no debido a la mala voluntad que obviamente se descartaba, sino provocadas por la propia complejidad que adquiría el programa en
su conjunto.
Estos eran los riesgos reputacionales claramente asociados al diseño realizado.
Pero en la medida en que, con el apoyo interno y de los expertos convocados,
pudimos visualizarlos, pudimos también tener una comprensión clara de las
características y requerimientos que debía cumplir el modelo de gestión asociado a la propuesta social. De esto se trata el próximo apartado.
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
203
7.4.2 El modelo de gestión como cuestión estratégica
A esta altura del relato sobre cómo fueron sucediendo las cosas, creemos que
ya es clara la dinámica que se había instalado en Proniño: una suerte de conciliación entre visión de largo plazo para diseñar escenarios que dieran sentido
social a las actuaciones, junto con una gran flexibilidad para afrontar los retos
que se nos iban planteando en el presente.
Por ello, en el tema de gestión, el razonamiento era más o menos así: «Tenemos una propuesta social que satisface el aspiracional estratégico de Telefónica Latinoamérica, tanto en el crecimiento de cobertura como en el diseño de
una intervención que parecía aunar bien protección e innovación social. ¿Cómo
había que gestionar este proyecto social? ¿Cómo garantizábamos una adecuada gestión del riesgo reputacional de Telefónica y su Fundación?».
Para la evolución del modelo de gestión, identificamos los tres grandes requerimientos a dar respuestas: a) asegurar que la empresa cumpliese los compromisos adquiridos ante sus públicos objetivos, b) generar un modelo de monitoreo
y control que informase adecuadamente de la calidad y eficacia de la intervención, c) diseñar los procesos operativos y administrativos que asegurasen
transparencia y permitiesen la rendición de cuentas.
Figura 7.18 Premisas para un nuevo Modelo de Gestión
Compromiso
Telefónica
Plan Ahora
Calidad
Social de la
Intervención
Modelo
de gestión
Transparencia
económica y
operativa
Adicionalmente, debía ser capaz de articular dos «culturas de gestión» que, en
una primera mirada, parecían bastante distintas entre sí.
Por una parte la empresarial, con más trayectoria y acento en una definición
muy precisa de procesos y con modelos de toma de decisiones y formulaciones
estratégicas en general desde la alta dirección hacia la base operativa. Y por
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
204
supuesto, con mecanismos muy potentes de control económico: la cultura de
la eficiencia y la innovación permanente que imponen los mercados competitivos. Y por otra parte, el mundo social, con dinámicas de intervención basadas
en los consensos, en las decisiones colectivas y fuertemente orientadas a la
eficacia social: impacto, empoderamiento, participación.
TERCER RETO
Desarrollar un modelo de gestión que combinase las fortalezas de gestión del mundo empresarial y del Tercer Sector (eficiencia más eficacia)
Pronto se advirtió que estas culturas de gestión no eran incompatibles sino que
podían converger y, desde el mestizaje, producir innovaciones significativas,
aunque para que se consolidasen –como veremos más adelante– hizo falta algún tiempo más. Lo importante aquí es que, desde el equipo de Proniño, se
asumió esta diversidad cultural como una oportunidad.
Y, desde esta perspectiva, abordamos las tres dimensiones que el reto de gestión nos planteaba (figura 7.19).
Figura 7.19 Un modelo de gestión que comenzó a mestizar culturas
Visión estratégica
Reporting
Gestión operativa
Gestión social
Modelo de gestión
La gestión social
La identificación de los ejes de intervención, particularmente los tres gestionados directamente desde Proniño (es decir, exceptuando Voluntarios cuya res-
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
205
ponsabilidad recaía en otra área de la FT), nos permitió también clarificar con
bastante precisión qué actividades se hacían y para qué. Es decir, que si había
un cometido expreso en cada cosa que se hacía, también tenía que haber una
métrica para los resultados que produjese (indicadores).
Además, era claro que debía haber siempre interrelación entre las actividades
que se realizaban, puesto que las intervenciones sociales con foco en los derechos del niño parten de un diagnóstico de derechos vulnerados y, desde allí, se
diseñan múltiples actuaciones, pero todas convergen en ese sujeto niño. Esto
llevaba a que si las actividades se interrelacionan, los indicadores que las miden
también (figuras 7.20 y 7.21).
Figura 7.20 Ejemplo de actividades/indicadores en forma de árbol
Asistencia
• Familia
• Necesidades Básicas
Rendimiento
• Apoyo extraescolar
• Autoestima
Escolarización
Promoción
• Seguimiento
• Relación ONG-Escuela
Figura 7.21 Ejemplo de actividades/indicadores
en forma de anillo retroalimentado
Autoestima
del niño
Rendimiento
académico
Socialización
positiva
Reconocimiento
progresos
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
206
A la vista de este análisis se decidió profundizar el modelo de gestión por objetivos a través de un proyecto interno que debía:
1. Seleccionar un conjunto reducido de indicadores de alto nivel que nos permitiese arrancar el diseño del nuevo modelo de gestión (figura 7.22).
2. Iniciar un trabajo colaborativo con la participación de todas las ONG del
Programa para identificar/definir los indicadores necesarios para controlar punta a punta la intervención social.
3. Desarrollar una aplicación on line que soportase todos los procesos de
producción e interrelación de indicadores para el monitoreo y control.
4. La aplicación para desarrollar debería incluir como prestación la producción de los informes y reportes que se definiesen.
Figura 7.22 Indicadores de alto nivel para
la gestión por objetivos
Dimensión de la
intervención
Erradicación
Escolarización
Nº beneficiarios
NNA retirados
del TI
Retención
Coste de la
intervención
Intensidad del TI
NNA no retirados
Absentismo
Rendimiento
Académico
Promoción
Es importante señalar que teníamos claro que para poder suministrar las prestaciones que de él esperábamos, el sistema de gestión en red debía cumplir, a
su vez, con dos condiciones imprescindibles:
I. Debía ser «útil» para todos los agentes sociales que tenían atribuidas responsabilidades concretas en la intervención.
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
207
II. Debía ser elaborado desde el consenso, el convencimiento y el compromiso de los que luego debían abastecer al sistema con información.
Estas condiciones derivan del ya conocido riesgo de que, sin información adecuada, veraz y actualizada, ningún sistema –por sofisticado que sea– produce
resultados útiles. Y no se puede «obligar» a suministrar datos en tiempo y forma adecuados (cualquier penalización a la larga penaliza a los niños): esta situación tiene que partir del convencimiento de la utilidad del sistema y el compromiso con el programa en su conjunto.
La gestión operativa
En los dos primeros años del Programa por parte de FT, se había seguido en su
esencia el modelo organizativo, de toma de decisiones y de control que había
implementado BellSouth.
Recordemos que en el 2004 había 19 ONG que hacían sus propuestas de intervención a través de un documento técnico que definía la situación de TI que se
iba a afrontar y las actuaciones que en consecuencia se realizarían. Estos documentos eran acompañados por una memoria económica que fijaba la inversión
social que demandaría su ejecución.
Cuando la propuesta era aceptada a nivel local (operadora) y central (Fundación BellSouth), se establecían dos convenios con la ONG, uno por cada
nivel de la compañía que intervenía, asumiendo cada parte el 50% de la inversión. El monitoreo también estaba repartido entre el nivel central y el
local, con una cierta especialización: el seguimiento del día a día corría por
parte de la operadora de móviles del país y la revisión anual era hecha desde
el nivel central.
Sin embargo, en este nuevo contexto que estábamos afrontando, el crecimiento ya experimentado, pero sobre todo, las expectativas de expansión a futuro,
significaban un crecimiento muy grande en el número de ONG aliadas. Y los
modelos de intervención se hacían cada vez más complejos. Con lo cual, tanto
el proceso de discusión y aprobación de las propuestas técnicas por parte del
equipo técnico de Madrid como el posterior control, desbordaba totalmente su
capacidad operativa.
Pero advertimos entonces que no solo era un problema de disponibilidad de
personal y recursos de gestión, sino de pertinencia de las funciones que se iban
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
208
a realizar por parte de las distintas fundaciones y/u organismos de la empresa
en los países (sobre todo en aquellos en donde todavía no existían fundaciones
aunque sí el programa Proniño).
Por consiguiente, procedimos a redefinir y reordenar la gestión operativa y administrativa del Programa:
• Concentramos y especializamos las funciones de las distintas fundaciones. La FT de España asumía completamente un rol corporativo y, como
tal, se encargó de las formulaciones estratégicas, la estandarización de
modelos de intervención, la definición de los procesos y de los indicadores
que se utilizarían para el monitoreo y control.
• Por su parte, las FT de Latinoamérica procederían a la definición y ejecución de los planes correspondientes a cada uno de los países, efectuando
la gestión y control en sus respectivos territorios.
Para ello fue menester crear instrumentos de gestión específicos. Partimos con
el establecimiento de un plan estratégico plurianual, el cual otorgaría mayor
nivel a las grandes orientaciones en materia de cantidad de beneficiarios, tipologías de TI, modelos sociales que se aplicarían, resultados pretendidos e inversión social. Estas visiones se parametrizaban a través de los objetivos de alto
nivel que ya introdujimos.
A partir de la definición de dicho plan estratégico, se definieron los llamados
Planes Nacionales, de los cuales se desarrolló uno para cada eje, es decir, un
Plan Nacional de Protección Integral, Plan Nacional de Calidad Educativa y Plan
Nacional de Fortalecimiento Socio-institucional, que desagregaban y detallaban la aportación-país a la estrategia general.
Como es natural, cada uno de estos planes tenía asociado un Informe Cuatrimestral de Ejecución que debía generar cada FT de los países latinoamericanos. A su vez, estas últimas estructuraban sus planes a partir de los proyectos técnicos que las ONG desarrollaban respondiendo a las metas propuestas
para cada país.
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
209
Figura 7.23 Reorganización gestión operativa y administrativa
Alta
Dirección
Visión
estratégica
Directrices
Planes Nacionales
FT
España
ONG
Proyectos
FT
Latam
Recursos
Informe ejecución
Recursos
Informes técnicos
Públicos
de interés
Es de resaltar que si bien la descripción de estos instrumentos se hace desde la lógica «desde arriba abajo», típica en los procesos de planificación estratégica, la realidad social y el intercambio de información y de propuestas
que corrían por debajo eran mucho más ricos y complejos, ya que se integraban en un proceso permanente de negociación y consensos, que si bien
tenía plazos acotados para ordenar la gestión, estaban insertos en una cultura de diálogo entre todas las partes, lo que permitía la convergencia con el
otro proceso «desde abajo a arriba», el de los actores sociales involucrados
–incluidas las ONG y otros agentes sociales de base– que analizaban necesidades, disponibilidad local de capacidades para la intervención social,
prioridades políticas y todas las demás complejas situaciones que cada realidad específica contiene.
Finalmente, habiendo normalizado a nivel agregado los procesos, modelos de
intervención social e indicadores representativos de la intervención y sus resultados, se puso en marcha el proceso de generación de reportes, no solo para la
Alta Dirección de Telefónica que, a su vez, los exponía en los foros corporativos
correspondientes, sino también como soportes a la rendición de cuentas ante
los públicos de interés que en cada país se definían.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
210
7.5 Movilización de recursos y ejecución social
(4ª etapa del Ciclo)
Siguiendo nuestro esquema de análisis, corresponde ahora exponer los resultados obtenidos a partir de la reformulación estratégica que abordamos en este
período de la historia de Proniño para cada uno de los planes nacionales.
Analizamos los indicadores asociados al que definimos como Eje de Protección
Integral, comenzando con la cobertura de niños, niñas y adolescentes que se
logró, ya que esta, por la capacidad de expresar de manera agregada el esfuerzo
social que veníamos realizando, fue la forma que utilizó Telefónica para comunicar a la sociedad el avance de los compromisos asumidos en su plan estratégico (Plan Ahora). Y se cumplieron los objetivos establecidos (figura 7.24).
Figura 7.24 La Red Social Proniño había cumplido la promesa
120000
107602
100000
80000
52991
60000
40000
25339
20000
11540
0
2005
2006
Proyectado
2007
2008
Realizado
Como de costumbre, por detrás de estas cifras, hay muchas historias y empeños.
Por supuesto, los niños y niñas que creaban nuevas experiencias de vida, las familias y su dignidad, las historias cotidianas. Cada niño, una historia, un sueño.
Pero también la predisposición y el empeño del Tercer Sector y las instituciones
que acompañaron este esfuerzo. Los organismos internacionales que apoya-
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
211
ron con asesoría técnica y capital relacional. Las instituciones públicas de los
estados, a todos los niveles, que apuntalaron el proceso. Entre ellos, las organizaciones aliadas que asumieron un gran reto.
En el transcurso de los dos años que estamos analizando, se triplicó el número
de ONG. Esto significa que prácticamente dos tercios del centenar de ONG eran
entidades que habían ingresado al programa en los dos últimos años, aportando su experiencia pero también asumiendo el riesgo de tener que dimensionar
muy rápidamente sus recursos y conocimientos sociales para afrontar las fuertes exigencias que estaba planteando Proniño en su estrategia de crecimiento
acelerado con un modelo avanzado de intervención social.
Figura 7.25 Más agentes sociales y más recursos de atención
500
419
400
310
300
200
119
105
93
100
35
19
0
2005
2006
ONG
2007
2008
Centros de atención
Y como muestra de que este proceso no descuidaba la calidad ni las pautas del
modelo de intervención que habíamos diseñado, hacemos notar que el número
de centros de atención, es decir, los espacios desde los cuales se intervenía en
el tiempo libre, prácticamente se multiplicó por cuatro.
Con relación al Eje de Calidad Educativa, podemos decir que durante el año
2007, además de buscar una mayor coordinación e impacto en las actividades
que históricamente se venían realizando, fue cuando se diseñó el proyecto de
Aulas Fundación Telefónica, tanto en sus aspectos tecnológicos como en la
creación del esquema de acompañamiento, formación y empoderamiento de
escuelas y docentes. Cuando las líneas generales estuvieron claras, a finales del
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
212
2007 se lanzó una aplicación on line para el diagnóstico pedagógico-institucional de los centros educativos. Esto nos permitió medir las capacidades realmente existentes y poder así dimensionar los cometidos del proyecto, que comenzó a ejecutarse ya en el año 2008.
El cuadro de la figura 7.26, que resume los resultados obtenidos, permite obtener muchas conclusiones interesantes más allá de la importancia que para nosotros tenía el hecho de dotar de conectividad a escuelas con perfiles a veces
de extremo aislamiento social y con difícil acceso a infraestructuras de comunicaciones. Entre ellas destacamos:
• Las 129 escuelas dotadas de estas aplicaciones expresan, también, el resultado de una intensa labor político-institucional a muchos niveles. Comenzando por los respectivos Ministerios de Educación y/u otras instancias con competencias en materia educativa, ya que, por la lógica social
que había detrás de este equipamiento tecnológico, se requería el permiso y la implicación de tales autoridades.
• Otra condición clave fue que los equipos directivos y docentes de las escuelas quisieran pasar a formar parte de este proyecto, sobre todo teniendo en cuenta el carácter innovador que tenía, porque prácticamente no
había antecedentes en la materia.
• Cuando en páginas anteriores hicimos un esquema resumido de la lógica
técnica y social del proyecto, dijimos que había dos espacios virtuales:
uno de formación y otro de publicación de contenidos e iniciativas educativas. Pues bien, vemos que al cabo de un año ya había 8.712 educadores
ubicados en zonas de exclusión y de problemáticas sociales complejas,
formándose para la adquisición de conocimientos digitales aplicados a la
educación. Y más de 4.600 estaban ya utilizando el canal de producción
de contenidos y materiales educativos.
• Llama la atención que un país como Nicaragua, que por sus indicadores
económicos (PIB/cápita, ruralización, etc.) suele ser incluido entre los países «pobres» (aunque no nos gusta esta forma de llamarlos), se posicionaba como país cuyos docentes resultaban ser de los más activos en la
red. Para nosotros, esto era una prueba más de que las condiciones socioeconómicas que parecen en principio adversas, en realidad solo dan
cuenta de la falta de oportunidades y, cuando estas aparecen, son rápidamente capitalizadas. Y esto nos valía para reforzarnos en nuestras apuestas de innovación en entornos sociales desfavorecidos.
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
213
• Finalmente, de los más de 89.000 alumnos que asistían a estos centros,
solo una cuarta parte estaban incorporados al Programa. Por lo tanto,
66.000 alumnos «no Proniño» pasaron a ser parte de una experiencia
educativa de calidad e inclusión. Es decir que desde el Eje de Calidad Educativa, se estaba ampliando el impacto social de Proniño prácticamente
en un 66% adicional a lo que representaba el Eje de Protección Integral.
Figura 7.26 TIC y educación en entornos de pobreza y exclusión
Educadores
inscritos
en el Canal
Educadores
en
módulos
formación
País
AFT
abiertas
Alumnado
Alumnado
Proniño
Alumnado
no
Proniño
Argentina
10
3560
1141
2419
373
582
Brasil
11
5986
767
5219
608
739
Chile
8
4986
1234
3752
300
917
Colombia
11
8873
2044
6829
614
1290
Ecuador
19
12343
657
11686
491
1079
El Salvador
7
3126
802
2324
95
220
Guatemala
5
2787
602
2185
154
576
México
10
3359
2067
1292
215
575
Nicaragua
10
10103
1021
9082
490
1372
Panamá
12
6674
489
6185
278
365
Perú
12
11366
8112
3254
464
344
Uruguay
6
10337
2642
7695
226
191
Venezuela
8
5612
1408
4204
363
462
Total 2008
129
89112
22986
66126
4671
8712
En lo relacionado con el Eje de Fortalecimiento Socio-institucional podemos
también citar los hechos diferenciales respecto a lo que veníamos realizando en
años anteriores.
En primer lugar, la consolidación de los Encuentros Internacionales de Proniño
que asumieron la forma de eventos que se efectuarían cada dos años. El evento
que corresponde al período de este análisis fue el que tuvo lugar en Lima, Perú,
el 24 y 25 de septiembre del 2008. Si en el Primer Encuentro realizado en Ecuador el objetivo había sido incorporarnos de una manera activa al conjunto de
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
214
actores sociales e institucionales relevantes, en este el objetivo fue crear espacios propicios para que se tejiesen acuerdos y se construyesen redes de intervención. De ahí el lema bajo el cual se convocó: «Articulación para la Prevención
y Erradicación del Trabajo Infantil».
Otra de las innovaciones que este encuentro planteó fue abrir espacios para
incorporar la voz de los propios niños y niñas trabajadores, una sentida reclamación de todo el movimiento social que impulsa la causa, aunque en la práctica siempre ha sido difícil implementarlo. En este caso, se hizo a través de expresiones gráficas de niños y niñas que daban pie a la reflexión y con un taller
específico sobre el tema. También se incluyeron nuevas materias que –como
veremos más adelante– por el nivel de debate e inquietudes que despertaron,
motivaron líneas de trabajo al interior de Proniño: medios e infancia, la participación de la infancia en las nuevas tecnologías y la importancia de la generación de conocimientos como palanca de movilización.
Figura 7.27 Imagen del II Encuentro Internacional Proniño
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
215
El día siguiente al encuentro, como ya había ocurrido en Ecuador, se hizo una
reunión con las ONG Proniño. Recordemos que ya por entonces eran más de un
centenar de ONG, muchas de ellas recientemente incorporadas, de tal forma
que había más de 150 personas en el foro. La agenda que se iba a discutir tenía
tres puntos básicos: a) Evaluación del encuentro internacional, b) Análisis de la
situación de Proniño, c) Estrategias de futuro.
En todos los puntos surgieron aportaciones muy importantes. Muchas de
ellas apuntaron a fortalecer el intercambio de experiencias y conocimientos
al interior del programa, aprovechar el potencial de sinergia que estaba emergiendo. Otras, haciendo intervenciones críticas o sugiriendo nuevos temas
para trabajar.
Por eso, aunque a priori no parezca impactante, los y las que tuvimos oportunidad de participar y moderar una reunión con esta agenda y en la que todos
querían intervenir (no había aquí ponentes) dándole a los debates una riqueza
e intensidad inusitada, tuvimos una doble sensación: por un lado, que el conocimiento y la energía creativa de esta plataforma social era ya un logro de altísimo valor. Y por otro, la dificultad de reproducir con más frecuencia (como nos
pedían) este tipo de eventos en forma presencial, lo que nos obligaba a encontrar, definitivamente, alguna respuesta válida a esta repetida y creciente demanda de las ONG.
Otro evento particularmente relevante, y que venía a conectar con una de las
cuestiones que nos plantearon los expertos a los que pedimos evaluar nuestra
propuesta social, fue un gran acto de posicionamiento de la causa y reforzamiento del compromiso de toda la empresa con la misma. El 4 de junio del
2008, Telefónica, SA, realizó un acto en el Distrito C, su emblemática sede corporativa de Madrid, que contó con personalidades internacionales de la cultura
comprometidas con la infancia y con los Premios Nobel Joseph Stiglitz y Mohamed Yunus. La magnitud del evento provocó la afluencia de más de un centenar de medios internacionales. En el mismo, después de que las distintas personalidades expresaran la urgencia de eliminar el TI a nivel mundial, el
presidente del Grupo Telefónica hizo una intervención muy firme sobre el compromiso del grupo a nivel mundial con la causa de la lucha contra el TI, y destacó que, si bien Proniño era tal vez la acción más visible, lo que había era un compromiso ético ante la infancia y sus derechos.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
216
Figura 7.28 Participantes Acto 4 de junio de 2008 en Madrid
Finalmente, para cerrar esta breve presentación de los resultados obtenidos
desde la nueva visión estratégica, apuntamos que en la Reunión Anual de los
Responsable Regionales de Proniño del 2008 (San Pablo, Brasil), dedicamos la
mitad de la semana a concluir una labor que para nosotros era clave: definir los
indicadores que nos permitiría monitorear el programa. A lo largo de todo el año,
una organización social brasileña especializada en procesos del Tercer Sector
recorrió todos los países, realizando en cada uno de ellos talleres con los equipos
de gestión de Proniño, pero fundamentalmente con las ONG, para ir construyendo un consenso sobre las métricas y los procesos de monitoreo y control. Por
tanto, después de revisar uno a uno el centenar de indicadores posibles, llegamos a seleccionar los que conformarían el tablero de mando de programa.
Cerrada esta fase, la más dura por la gestión de consensos que obligó, estábamos en condiciones de desarrollar una plataforma tecnológica para implementarlos en red. Pero esto es una de las historias que construyen el relato de los
próximos capítulos.
7.6 A modo de conclusión
Ciertamente, la transformación del programa en solo cuatro años había sido muy
intensa. El crecimiento que nos pusimos como reto había sido logrado, pero esta
nueva dimensión en la que se situaba la intervención obligaba a reflexionar sobre
cómo debía continuar la propuesta social y el compromiso empresarial.
Período 2007-2008. Un nuevo paradigma social que aporta ...
217
Por ello, nos parece oportuno rescatar algunos de los comentarios que expresaron las ONG que participaron tanto en el encuentro como en la reunión de ONG
de Lima, en septiembre del 2008.
Demuestran que habíamos logrado colectivamente construir una red regional
de intervención social muy fuerte y que se reconocía como parte de, que estaba empoderada y que pensaba en forma colectiva e internacional. Para nosotros, fue también un momento de fuerte emoción escucharlos hablar desde un
único sentimiento Proniño. Pero más agradecimos la pertinencia y la sabiduría
con que expresaron temas que debían incluirse en la agenda estratégica próxima. La figura que sigue muestra algunas de las citas textuales recogidas en las
actas, solo como ejemplos ilustrativos de algo que comenzaba a ser mucho
más que un programa.
Figura 7.29 Aportaciones de la red de ONG
vinculada a Proniño
El Encuentro como espacio es muy
importante, las ONG nos sentimos
parte de Proniño, somos Proniño. Los
temas son muy oportunos, de
actualidad, permiten reflexionar sobre
nuestra prácticas.
Faltó abordaje del tema de
familia, de generación de
ingresos alternativos al
trabajo infantil,
Necesidad de fortalecer la misión del programa,
a veces uno queda encapsulado en su país.
Necesidad de generar sinergia, no solo
compartir, sino incorporar; compartir buenas
prácticas en la línea de incidencia o de
vinculación de organismos internacionales por
ejemplo. Quizás esa sinergia ya existe en las
fundaciones, mas no en las ONG.
El Nivel y diversidad de las instituciones convocadas,
algo que enriquece; capacidad de Telefónica de traer
por ejemplo al Sr. Kliksberg; como ONG poder conocer
la dimensión de Proniño en el mundo, estando
sobretodo unidos por la misma problemática, y
comprender lo grande y lo complicada que es.
Dejar sentado un marco
teórico para tener mínimos
comunes. La empresa nos
hace saber claramente
hacia donde quiere ir y
nosotros debemos crear
una plataforma común
Medir, evaluar nuestro trabajo. Hacer un encuentro
donde discutamos el proceso de evaluación que
vamos a compartir, aunque no vaya a ser idéntico
La responsabilidad es cada vez mayor por la
cantidad de niños a los que llegamos. Debemos
compartir desde la ejecución programática, hasta
las estrategias y modelos que puedan ser
replicados en otros países.
Capítulo
8
Período 2009-2010.
Intervenciones de alto
impacto y un giro
hacia el 2.0
8.1
8.2
8.3
8.4
8.5
8.6
8.7
8.8
El ciclo de creación de valor social se hace más complejo
Crisis y acción social responsable
Proniño Plus
Movilización social e institucional por la causa
«en modo 2.0»
La gestión del riesgo reputacional es la gestión
de la complejidad social (Etapa 3 del Ciclo de los
Programas Sociales)
Más innovación surgida desde el seno del propio
Programa
Los resultados de este período (Etapa 4 del Ciclo)
A modo de conclusión
220
225
227
231
238
243
247
254
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
220
8.1 El ciclo de creación de valor social se hace más complejo
En el último trimestre del 2008, al tiempo que gestionábamos el fuerte crecimiento comprometido, nuevamente estábamos inmersos en los planteamientos de los futuros posibles: ¿Cómo seguir? ¿Cuáles eran las alternativas de mayor beneficio e impacto social? ¿Qué resistencia tenía el Tercer Sector y
nuestros aliados para seguir ampliando en forma exponencial la cobertura de la
intervención directa? ¿Qué capacidad tenía la red de aliados sociales para crecer sin perder calidad en la intervención? Varias de estas cuestiones nos las habían ya señalado las ONG en la reunión de Lima (Septiembre, 2008).
Lo que teníamos claro era que, tanto desde la responsabilidad social como desde el punto de vista reputacional, lo central era conseguir aumentar el impacto
social. Por lo tanto, lo que sopesábamos era cuáles podían ser las «canastas de
crecimiento/calidad» que maximizasen el beneficio social, con los mismos recursos de que disponíamos.
Para introducir el escenario que estábamos abordando, considérese que si en
los años siguientes continuábamos creciendo en el Eje de Protección Integral al
mismo ritmo que en el trienio 2006-2008, la extrapolación nos conducía a que
en cinco años la cobertura se habría multiplicado casi por 40 veces (4.000% de
crecimiento) y a que, en cada uno de estos años, se habría hecho más que en
toda la historia previa del Programa.
Aun siendo un aspiracional legítimo, considerábamos que estábamos obligados a medir muy cuidadosamente los pasos que íbamos a dar, desde dos perspectivas. La primera fue desde la factibilidad por parte del Tercer Sector y demás aliados, para duplicar cada año su capacidad de intervención. La
experiencia nos decía que no era imposible e, incluso, que había servido para
que algunos países buscaran soluciones creativas, como en el caso de Colombia o Perú, que habían pasado a un modelo de red de ONG en dos pisos, con un
nivel de ejecución en la base y otro piso superior para el control de los aspectos
sociales y administrativos. Pero aun así, la continuidad de estas tasas anuales
de crecimiento, en ese momento, ya había que pensarlas en términos de cifras
absolutas y no tanto relativas: el 100% de crecimiento en el 2006 significó incorporar algo más de 14.000 niños y niñas, pero el 100% en el 2010 conducía a
tener que incorporar 200.000 nuevos beneficiarios en un año.
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
221
Figura 8.1 Tendencia de crecimiento (nna)
400000
400000
350000
300000
250000
200000
200000
150000
107602
100000
52991
50000
11540
25339
2005
2006
0
2007
2008
2009
2010
La segunda perspectiva remitía al necesario equilibrio interno de un programa que había apostado por un concepto de calidad que, además de procurarse a través de las mejoras en el Eje de Protección Integral (PI), también se
debían lograr a través de las actuaciones que se realizaban en Calidad Educativa (CE) y Fortalecimiento Socio-institucional (FSI). Por lo tanto, con los recursos necesariamente limitados que la FT gestionaba, una distribución distinta de recursos entre los tres ejes del programa podía conducir a distintos
modelos de intervención con distintas intensidades de impacto social en
cada uno de los ejes (figura 8.2), considerando que, en definitiva, en cualquiera de estos siempre había niños y niñas beneficiarios: en PI eran los que resultaban protegidos directamente por la red social que articulaba el programa;
en el Eje de CE, se incluía al resto de los estudiantes no Proniño de las escuelas, y en el Eje de FSI, se mejoraba la actuación de las instituciones y de otras
redes de atención a la infancia trabajadora.
Entonces, acudimos otra vez a las técnicas de plantear distintos escenarios de
futuro para ubicar las decisiones que íbamos tomar. Imaginamos tres posibles
situaciones.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
222
Figura 8.2 Alternativas de impacto social
PI
80
60
40
20
Tendencial
Equilibrado
0
FSI
CE
Figura 8.3 Alternativas estratégicas
Conservadora
• PI: Mantener la cobertura actual
• CE: Limitada incorporación de nuevas AFT
• FSI: Mantener el nivel actual a acciones
• Gestión: Sólo las herramientas en desarrollo
Alternativas
estratégicas
Prioridad calidad
• PI: Crecimiento moderado
• CE: Fuerte crecimiento de AFT
• FSI: Fuerte Énfasis
• Gestión: Herramientas en desarrollo e innovación
Agresiva
• PI: Continuidad años anteriores
• CE: AFT en todas las escuelas que pudieran acogerlas
• FSI: Fuerte Énfasis
• Gestión: Acelerar desarrollos actuales e innovaciones
Estas tres alternativas implicaban movilizar en forma diferente los recursos sociales y económicos. También la inversión social directa de FT (es decir, sin incluir otras contrapartidas movilizadas), que ya en el 2008 estaba cercana a los
40 millones de dólares, podía seguir trayectorias muy distintas (figura 8.4).
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
223
Figura 8.4 Inversión Social de cada Alternativa
250%
220,9%
200%
155,7%
150%
Conservadora
136,5%
117,1%
100%
100%
Calidad
Agresiva
90,4%
85,8%
50%
0%
2008
2009
2010
Finalmente, después de una intensa ronda de consultas y debates, nos inclinamos por un escenario como el que describía la opción que llamábamos «priorizar la calidad», en el sentido de que contendríamos el crecimiento del número
de beneficiarios en PI, pero intensificaríamos las actuaciones en materia de innovación educativa basada en las TIC y con una apuesta más fuerte por apoyar
el entorno institucional y empoderar otras redes de actuación, sin descuidar la
gestión social y económica del Programa, a la cual le seguiríamos dedicando un
gran esfuerzo.
Estas decisiones nos condujeron, entonces, a un escenario como el que ilustra
la figura 8.5, caracterizado por un crecimiento moderado –aunque importante
para lo que eran las prácticas del sector– en la cobertura del programa por vía
del Eje de Protección Integral, pero que intensificaba la innovación social desde
la escuela, construyendo experiencias nuevas de prevención y erradicación
apalancadas en una visión educativa distinta.
Para dar sostenibilidad y poder ampliar los efectos de las actuaciones en los
dos ejes anteriores, previmos un incremento apreciable en los recursos dedicados al fortalecimiento de las instituciones, posicionamiento de la causa y empoderamiento de otras redes y actores. Lo que implicaba ampliar la inversión
social un 20% cada año. Esta propuesta fue elevada al Patronato de la Fundación, en el que fue aprobada a finales del 2008.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
224
Figura 8.5 Opción estratégica asumida
2009
2010
PI
(nna)
120 mil
(+20%)
144 mil
(+20%)
CE
(AFT)
295
(+120%)
450
(+52%)
FSI
(inversión)
+20%
+20%
INVERSION
SOCIAL
+20%
+20%
Este proceso de reflexión y reordenamiento estratégico del programa estaba
señalando otra cuestión metodológicamente importante que conecta con lo
que podríamos llamar los «ciclos de vida de los proyectos sociales». Como se
recordará, en los capítulos anteriores, para ordenar la historia y analizar las decisiones socio-estratégicas que se fueron tomando, se había utilizado el esquema que obtuvimos al analizar los antecedentes de programa en su etapa de
BellSouth. Así, introdujimos esa rueda de cuatro fases cuyo movimiento inicial
partía de la «percepción social» que en cada momento se construía en la empresa y que llevaba a establecer un marco referencial para la propuesta de FT
para Proniño.
Pero el análisis descrito más arriba sugería que algo estaba cambiando y que
cuando el programa ya había alcanzado una cierta «madurez social», la visión
de futuro empezaba a requerir de un protagonismo decisional mucho mayor
por parte del área fundacional, situación que podría interpretarse como una
evolución ante el incremento de complejidad que se había producido en el Programa. Además, la situación no quedaría ahí, ya que se agregarían nuevas circunstancias que obligaron a revisar las decisiones adoptadas.
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
225
Figura 8.6 La propuesta social como nuevo punto de partida
Necesidades Sociales
Visión Social
de empresa
comprometida
1
Propuesta social
ETAPA 2
Movilización
de Recursos y
Ejecución Social
ETAPA 4
ETAPA 1
Propuesta de
Actuación Social
para el desarrollo
ETAPA 3
Gestión
Reputacional
y Dotación
de Recursos
8.2 Crisis y acción social responsable
Si nos situamos en el contexto económico internacional de este período, tenemos que recordar que a partir del «agosto negro» del 2007, con el derrumbe de
varias de las principales entidades financieras e hipotecarias de Estados Unidos, se propaga la crisis estadounidense al conjunto del sistema financiero internacional, dando el pistoletazo de arranque para la mayor crisis sistémica
mundial después de la de 1929.
Y aunque América Latina, después de su particular quinquenio trágico (19982002) había logrado rearticular sus economías y marcos regulatorios de tal forma que parecía menos expuesta que otras regiones, no por ello dejó de sentir
los efectos del remezón. En el 2008, la tasa de crecimiento del PIB regional
cayó fuertemente y, al año siguiente, se produjo el primer retroceso después
de una larga onda de crecimiento.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
226
Figura 8.7 Tasa anual de evolución PIB (%)
5
4,5
4
4,3
4,4
3,3
2,9
3
2
1
0,4
2009
0
2003
2004
2005
2006
2007
2008
-1
-2
-3
3,1
-4
Esta situación hizo que la Alta Dirección de Telefónica Latinoamérica pidiera
revisar la estrategia aprobada unos meses antes, ya que sin cuestionar los fundamentos sociales de la misma, expresó que no se quería bajo ningún concepto
producir desde el entorno empresarial una decisión que pudiese ser interpretada como una reducción de la inversión social en medio de la ralentización de la
economía regional. Al contrario, creía que precisamente en estas circunstancias y en la medida de las posibilidades empresariales y fundacionales, consideraba un ejercicio de responsabilidad social enviar una señal de confianza en la
fortaleza de la Región. Por lo tanto, solicitó una revisión al alza, «un plus», que
debía hacerse en plazos muy cortos, porque las actuaciones sociales requieren
de tiempo para prepararse.
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
227
Figura 8.8 La visión de la empresa del compromiso frente a la crisis
Necesidades Sociales
Visión Social
de empresa
comprometida
Movilización
de Recursos y
Ejecución Social
ETAPA 4
1
2
ETAPA 2
ETAPA 1
Propuesta de
Actuación Social
para el desarrollo
ETAPA 3
Gestión
Reputacional
y Dotación
de Recursos
1
Propuesta social
2
Visión empresarial
8.3 Proniño Plus
La búsqueda de una respuesta válida para la demanda de la empresa nos llevó
a un replanteamiento asentado en dos dimensiones del crecimiento: las nuevas metas a largo plazo y la modalidad con que se podrían realizar.
En relación a la primera cuestión, se buscó un esquema que, sin renunciar a un
mensaje ambicioso de mayor impacto y de retos importantes en los que sustentar una movilización más amplia de la sociedad en favor de la infancia, permitiese también una mejor planificación y creación de los recursos para la intervención en Protección Integral.
Habíamos ya comprobado que la expansión anual guiada por ratios porcentuales más o menos fijos y referidos al año anterior suponía un escenario en el que,
mientras más se crecía un año, más se tenía que crecer al siguiente. Por eso,
considerando que el programa tenía ya una masa crítica importante, se optó
por un criterio de fuerte crecimiento pero constante en cifras absolutas: 50.000
nuevos beneficiarios cada año.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
228
Figura 8.9 Revisión Metas de PI
350000
307000
300000
257000
250000
207000
200000
17280
172800
157000
144000
150000
120000
107000
100000
50000
0
2008
2009
2010
Metas PE
2011
2012
Revisión Metas
La segunda cuestión era más compleja pero también mucho más atractiva y, a
poco de analizarla, vimos que suponía un desafío hasta ese momento no planteado. Esta idea surgió al considerar que teníamos que incorporar al Programa
alrededor de 37.000 beneficiarios más en ese año, una cifra que resultaba similar a la cantidad de niños trabajadores existentes en algunos países1. Pensamos
entonces que, si de alguna forma se lograba configurar un conjunto de condiciones políticas, institucionales y sociales adecuadas, podría abrirse un nuevo
escenario en el que, concentrando en uno de estos entornos nacionales todo el
potencial de crecimiento previsto en el Plus, se habría podido producir el primer
ejemplo de país latinoamericano libre de trabajo infantil. Este descubrimiento
nos dio la magnitud de la responsabilidad social que habíamos adquirido y de la
que teníamos que hacernos cargo.
1.
Por ejemplo, Uruguay con 5,4% de TI y en torno a 35.000 nna trabajando (Fuente: Trabajo infantil en Uruguay. La
paradoja de la sobrevivencia en la basura. Proniño Uruguay), Panamá con 9% de TI y unos 45.000 nna trabajando
(Fuente: OIT).
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
229
Figura 8.10 Modelos de Alto Impacto
Concentración
Territorial
Alto Impacto
Foco en
Modalidades TI
Movilización
Institucional
Por ello, iniciamos una serie de reuniones con expertos, instituciones y agentes
del Tercer Sector en los países que podían incluirse en un escenario de este
tipo, para comprender mejor las respectivas situaciones y riesgos asociados a
una propuesta como esta. Lamentablemente, el Proyecto demostró ser social
e institucionalmente inabordable en ese momento, pero su exploración nos
proporcionó aprendizajes y nuevas miradas para nuestras actuaciones. Por
todo lo anterior, y aunque no pudiésemos avanzar todavía hacia algún escenario de «país libre de TI», se decidió que el Proniño Plus debería ser un modelo de
crecimiento con alto impacto, entendiendo por tal a situaciones que replicaban
a escalas más reducidas la esencia de la idea inicial y que tipificamos como
aquellas en las que se pudiesen generar algunas de las siguientes condiciones
en la intervención:
• Concentración/saturación territorial. Es lo que en la literatura especializada empezaba a denominarse como las intervenciones orientadas a
producir «territorios libres de trabajo infantil» y que podían ir desde zonas específicas de una ciudad (por ejemplo, plazas de mercados) hasta
territorios político-administrativos mucho más extensos (departamentos, provincias).
• Foco en modalidades específicas de TI. Aquí, por supuesto, teníamos
como gran referente la iniciativa que había tomado el Gobierno de Ecuador, en la que Proniño era un socio importante, orientada a enfrentar
selectivamente algunas modalidades de PFTI y erradicarlas totalmente
del país. La primera PFTI seleccionada por Ecuador había sido TI en los
basurales.
• Movilización institucional. Proyectos que, aunque no alcanzasen la magnitud suficiente como para encuadrarse en las modalidades anteriores,
podían concitar una movilización institucional a nivel local (los espacios
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
230
concretos de la intervención), nacional (políticas públicas) e internacional
(organismos de infancia y de cooperación internacional) de suficiente dimensión como para conducir la intervención, a medio plazo, a una situación como las anteriores.
Clarificadas de esta forma las alternativas de alto impacto, los requerimientos de viabilidad eran de dos tipos bien diferentes. El primero tenía que ver
con el contexto y remitía a que existiese un marco político-institucional
adecuado, que el Tercer Sector tuviese capacidad y recursos como para emprender actuaciones que debían ser de alta calidad para garantizar los impactos buscados y que, en general, hubiese en la sociedad un capital relacional suficiente como para establecer un amplio marco de alianzas
público-privadas.
El segundo se remitía a las capacidades de FT y de la propia Telefónica radicadas no solo en el país seleccionado como candidato, sino en las localizaciones
concretas en que se produjesen las intervenciones. Además, era necesario
que el riesgo reputacional que se añadía estuviese razonablemente acotado
y previsto (roles que asumir, exposición al «fracaso social», contingencias de
los aliados, etc.).
Figura 8.11 Características de Proniño Plus
Viabilidad de
gestión y
racionalidad
de recursos
Alto
impacto
social
Proniño
Plus
Riesgo
Reputacional
controlado
Marcos
institucionales
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
231
En definitiva, este fue el proyecto que pusimos en marcha a mitad del 2009
y que fue implementado principalmente en Colombia, Ecuador, Guatemala
y Perú. En la práctica, los proyectos combinaron los modelos de impacto
antes señalados, pero tal vez con una tendencia a enfocar modalidades de
PFTI en Ecuador y en el resto a operar bajo la lógica de territorios libres de
TI, acompañado, en todos los casos, con una actuación institucional y social muy fuerte.
8.4 Movilización social e institucional por la causa
«en modo 2.0»
Una de las características que ha acompañado a Proniño desde sus inicios ha
sido una suerte de dinámica compleja y a veces sorpresiva, en la que se combinaban lógicas de diseño (la planificación estratégica, la gestión por objetivos)
con innovaciones que surgían de lo que podríamos llamar acumulación de circunstancias, por las que se generaban condiciones que nos animaban a dar saltos cualitativos en la concepción del programa. Algo así sucedió en las cuestiones vinculadas a lo que por entonces denominábamos Eje de Fortalecimiento
Socio-institucional, fundamentalmente, en la parte vinculada a la movilización
social e institucional por la causa.
Como generalmente ocurre en estos casos, los indicios que sugieren nuevas
modalidades no aparecen todos juntos, ni en todos lados a la vez, más bien son
señales que van emergiendo sin patrones previos. En nuestro caso, en algunos
países, empezaban a notarse algunas tendencias interesantes.
En Colombia, en el 2009, había surgido un espacio de cooperación entre
agentes sociales de distinta procedencia y naturaleza, que permitió alumbrar nuevas experiencias de cooperación público-privadas con gobiernos
locales y que luego se ampliaría mediante la inclusión de alianzas con instituciones nacionales y organismos internacionales y, en general, siempre
contemplaban dentro de las agendas, «la movilización por la causa». Pero
en el primer semestre del 2010 se inició una campaña de sensibilización
ciudadana claramente de nuevo tipo, que se denominó «Aquí estoy» y enfocaba los esfuerzos de comunicación del programa a la involucración ciudadana, incorporando una dimensión hasta entonces poco explorada: las
redes sociales 2.0.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
232
Por su parte, Brasil había evolucionado dos plataformas de movilización social
e institucional en red: por un lado, el portal Promenino, que ya había pasado de
ser un portal institucional a un espacio de articulación de agentes sociales contra el TI; y por otro, una línea de trabajo colaborativo con los municipios estableciendo alianzas a través de las cuales la FT de aquel país aportaba una plataforma en software libre (llamado REDECA) y asesoramiento y formación para
implantar este tipo de aplicaciones digitales, que facilitaban el registro y el encaminamiento de los niños y adolescentes hacia las redes específicas de atención y protección, incluidos protocolos
FT de Perú, por su localización en la ciudad de Lima, que –como ya se dijo– es
también la sede de la Oficina Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, se constituía en un interlocutor natural frente a este organismo en muchas actividades, entre otras, la formación no presencial a cuadros técnicos y
sociales en materia de TI utilizando recursos y plataformas digitales de FT y
Telefónica.
También en nuestro entorno fundacional, como es natural, se estaban introduciendo nuevas formas de ver y hacer las cosas. Una de ellas nos impactó particularmente: la convocatoria en junio del 2009 al V Congreso Internacional de Educared, bajo el lema «Innovar en la escuela. Modelos,
experiencias y protagonistas de la integración de las TIC en el aula», que se
celebraría entre el 26 y el 28 de noviembre de ese año. Lo que aquí queremos señalar de este evento fue la introducción de una arriesgada apuesta:
la realización de una fase virtual previa de dos meses (septiembre y octubre) con un gran número de debates, coloquios y discusiones en la red. El
congreso tuvo un éxito que sobrepasó las expectativas, ya que participaron
casi 18.000 personas, con una fuerte presencia virtual de docentes y expertos de América Latina. Además, la parte presencial, que históricamente
congrega en Madrid a más de 2.000 participantes, se hizo mucho más rica y
profunda, por la base de interacción y de aprendizajes previos que se habían
logrado en el trabajo en la red digital.
Por lo tanto, el reto estaba servido: dado que el Encuentro Internacional de
Proniño tocaba en el 2010 y que teníamos que empezar ya su diseño ¿por
qué no plantearnos un formato similar, que incluyese una fase virtual? En realidad, «los posibles noes», es decir, los riesgos, las dificultades, tenían que ver
con la distinta naturaleza y cultura de los públicos que normalmente convocaban ambos programas: mientras que Educared era esencialmente una red
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
233
colaborativa de educadores soportada en una plataforma 2.0 y completada
con actividades presenciales de distintos tipos, Proniño era más bien una red
social de organizaciones y personas «físicas» para la intervención contra el
trabajo infantil, con poca presencia en la red virtual y, en todo caso, de una
forma más convencional, del tipo «1.0», es decir, portales, publicaciones electrónicas, unidireccionales y poco interactivas. Por lo tanto, la cultura relacional en redes digitales de Proniño parecía no comparable a la de los públicos de
Educared. Bien, es cierto, concluimos, pero esto es solo la dimensión del reto,
no una razón para no hacerlo.
Nos pusimos a ello y convocamos nuestro III Encuentro Internacional bajo el
lema de «Redes e innovaciones para la prevención y erradicación del trabajo
infantil». El diseño, a grandes líneas, consistió en especializar la parte virtual en
un debate más conceptual y orientado a la creación de un conocimiento social,
situado y colaborativo, que arrancó de la pregunta movilizadora –para nosotros, simple pero de gran calado– de ¿por qué siguen los niños y niñas trabajando en el siglo XXI? Fue una actividad organizada en torno a ejes temáticos, desarrollados a través de videochats, videos, foros, talleres, grupos de reflexión, etc.,
soportados en técnicas de RRSS 2.0, y que se efectuó entre septiembre y octubre del 2010.
La parte presencial se estructuró como aplicación de las conclusiones del debate sostenido en la red, a la elaboración de compromisos entre agentes para dar
contenidos concretos y pertinentes a la Hoja de Ruta aprobada en la II Conferencia Mundial contra el Trabajo Infantil de La Haya (2010). Su sede fue Bogotá,
se desarrolló los días 3 y 4 de noviembre, y su organización fue por mesas de
agentes que se abocaron a elaborar acuerdos sectoriales que, a partir de ahí,
ibamos a trabajar las redes sociales vinculadas a la infancia y el TI.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
234
Figura 8.12 III Encuentro Internacional, como nuevo
concepto de movilizar en red
Al finalizar el encuentro, cuando hicimos el balance de lo que fue una actividad
frenética para llevar adelante esta iniciativa sin descuidar ningún frente de la
intervención directa hacia los niños y las familias, encontramos que la valoración del evento había sido muy buena. Las encuestas de evaluación a más de
600 participantes presenciales y de la parte virtual revelaban que el índice de
satisfacción era cercano al 90%.
¿Qué era lo que estaban valorando los participantes? En resumidas cuentas,
valoraban las actividades y esfuerzos que habían conducido a resultados como
los que siguen:
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
235
Figura 8.13 Valoración del III Encuentro por los participantes
5
4,31
4,32
Total
Fase Presencial
4,27
4
3
2
1
0
Fase Virtual
Figura 8.14 Cifras para decodificar procesos sociales
FASE VIRTUAL
• 103 actividades
• 6700 participantes de más
de 20 países
• 29 Expertos de 11 países
• Más de 44.000 accesos
realizados.
• Más de 151.000 páginas
vistas, 18.000 vídeos vistos,
• 69 ponentes que
presentaron buenas
prácticas en 25 sesiones
FASE PRESENCIAL
• 1200 asistentes de 14 países
• 49 expertos internacionales
• 24 Buenas Prácticas en 6 salas
de experiencia
• Fortalecimiento de relaciones
institucionales y consolidación
de convenios con entidades
como OIT/IPEC, FUPAD, BID,
Banco Mundial, etc..
• Participación de 52 niños
y niñas
Pero hubo otras actividades a lo largo del evento que nos dejaron aprendizajes
o que fueron situaciones muy relevantes y cuya significación es difícilmente
expresable con cifras, lo que obligan a relatarlas de otra forma.
En primer lugar, hay que comentar el reto que supuso cumplir con el compromiso que quedó expresado en el diseño del encuentro sobre la vinculación que
haríamos entre la parte virtual y presencial (trasladar el debate en la red a la
dinámica de acuerdos presenciales). La cuestión es que cuando estábamos a
mitad de la parte virtual, tomamos conciencia de la cantidad de accesos y comentarios que los internautas sociales estaban formulando. Por lo que nos preguntamos: ¿cómo articular en discursos esa pléyade de miles y miles de intervenciones? Si no éramos capaces de hacerlo, no podíamos dar cumplimiento al
compromiso adquirido. Naturalmente, encontramos la forma técnica de realizarlo, pero lo importante fue el aprendizaje sobre el respeto a las reglas de juego que se debe mantener en la construcción de discursos corales 2.0.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
236
En segundo lugar, la incorporación como parte del encuentro de una reunión
con unos 50 niños y niñas. Para hacerlo, abrimos una convocatoria a la participación apoyándonos en tres grandes movimientos latinoamericanos: la Redlamic, el movimiento NAT de América Latina y, naturalmente, la aportación
de Proniño. Respetando los criterios de selección y participación propios de
cada ámbito, se creó una agenda de trabajo para la puesta en común de inquietudes y visiones, hecha desde el primer momento por los propios niños y
niñas apoyados por trabajadores sociales. Hubo un intenso trabajo preparatorio y, luego, una semana de actividad conjunta en el mismo entorno físico
en que se desarrollaban el resto de las actividades del encuentro. En la sesión
final, al momento de presentarse las conclusiones generales, los niños y niñas irrumpieron con una dinámica propia, fuera de libreto, que sorprendió, ya
que al tiempo que muy crítica fue también enormemente respetuosa. Y con
un lenguaje performativo e innovador, expusieron sus propias visiones sobre
las causas y consecuencias del TI y de lo que ellos y ellas demandaban a la
sociedad y a las instituciones.
En tercer lugar, nos propusimos innovar en la metodología con la que se diseñara todo el encuentro y, en particular, la parte presencial en tanto resultado por generar: acuerdos y compromisos interagentes para desarrollar la
Hoja de Ruta de La Haya, con la mirada puesta en la III Cumbre Mundial contra el TI previsto para el año 2013 en Brasil. Es decir, rompimos deliberadamente con diseños que presentan a expertos y personas relevantes que
dan brillantez y relieve mediático a estos foros, pero que permiten poca participación real de los asistentes. Aquí, aunque también hubo muchos y muy
reconocidos expertos internacionales, estaban insertos en una lógica de
empoderamiento y cesión del protagonismo a los propios agentes sociales
en la identificación de cuáles iban a ser sus aportaciones concretas a una
región sin TI. Instituciones, empresas, medios, sindicatos, academias, tercer sector, niños y niñas, interpelaban, pero a su vez eran interpelados desde los compromisos a asumir.
El cierre del encuentro de Bogotá escenificó esta visión mediante la entrega de
las conclusiones de todas las actividades al director de FT Brasil para que las
entregase a su vez, al Gobierno brasileño como aportación temprana a la Cumbre Mundial del 2013.
Y, finalmente, un apunte metodológico. Si entendemos este evento como parte relevante del Eje de Fortalecimiento Socio-institucional y, por tanto, dentro
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
237
del núcleo de la intervención que había definido tres años antes Proniño, debe
concluirse que, a través de la introducción de las experiencias más avanzadas
en materia de aplicaciones tecnológicas (el concepto 2.0) al diseño de las actividades del programa, en la práctica se estaba construyendo una innovación
social importante.
Esto significaba que, otra vez, la lógica de transformación innovativa del Programa emergía de las capacidades y experiencias radicadas en la propia Fundación Telefónica proveniente de sus actuaciones en otros sectores sociales, no
necesariamente vinculados con situaciones de exclusión o precariedad social.
De ahí que el proceso de armonizar la visión fundacional con el entorno empresarial no solo había agregado una «flecha decisional» desde FT a la empresa,
sino otra nueva que se generaba fuera de Proniño pero al interior de FT (la flecha 3 de la figura 8.15).
Figura 8.15 El ciclo de toma de decisión en un entorno
de innovaciones se había vuelto complejo
Necesidades Sociales
Visión Social
de empresa
comprometida
Movilización
de Recursos y
Ejecución Social
ETAPA 4
1
2
ETAPA 2
Propuesta de
Actuación Social
para el desarrollo
ETAPA 1
ETAPA 3
Gestión
Reputacional
y Dotación
de Recursos
1
Impacto social
2
Visión empresarial
3
Visión fundacional
3
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
238
8.5 La gestión del riesgo reputacional es la gestión de la
complejidad social (Etapa 3 del Ciclo de los Programas
Sociales)
Como ya dijimos, la búsqueda de posibles intervenciones de alto impacto nos
obligó a analizar qué condiciones, tanto de contexto como internas, se tendrían
que cumplir para hacerlas viables, lo cual –a su vez– nos hizo avanzar en una mejor comprensión de las cuestiones críticas que iban perfilándose en el Programa.
Entre estas, las vinculadas a la calidad de las intervenciones y a la gestión de la
complejidad que se iba configurando, temas que analizamos a continuación.
8.5.1 La plataforma de gestión social
En el capítulo anterior comentamos el lanzamiento del proyecto orientado a
crear una plataforma en red para la gestión social del Programa y que incluyó
en su primera fase la definición consensuada de los indicadores y parámetros
que medían de punta a punta la intervención.
Una vez consolidado el mapa de estos indicadores estratégicos (2008), comenzamos a desarrollar la aplicación en sus dos dimensiones: formalizar los procesos de recogida/sistematización de datos, y desarrollo de la aplicación en que
se iban a soportar.
TERCER RETO
Un sistema de gestión tecnológicamente avanzado y que combinase lo
mejor de la eficacia social del Tercer Sector y la eficiencia económica de
la empresa en red.
Pero, inesperadamente, el proceso se volvió lento, con muchas dificultades para
cumplir los plazos que nos íbamos fijando. Incluso, en algún momento cundió un
sentimiento de desconcierto: ¿por qué una aplicación que en el ámbito empresarial tardaba un tiempo acotado y bastante estandarizado se nos resistía tanto?
Pero comprendimos lo que estaba ocurriendo. En realidad, no se trataba solo de
una aplicación para automatizar la gestión social del programa, sino de un cambio cultural importante, porque lo que estaba ocurriendo era que el mestizaje cultural de los que participaban se estaba convirtiendo en una herramienta concreta. Era un gran proyecto social dentro de un gran programa social.
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
239
En este camino, contactamos con otra compañía privada (Accenture), que expresó su deseo de colaborar solidariamente con nuestro Programa, lo que se
tradujo en la asignación de miles de horas de consultoría a título de aportación
voluntaria de sus profesionales a través de su propia fundación para el desarrollo de una aplicación muy avanzada, incluso puntera en el mundo empresarial2.
Este fue un punto de inflexión, no solo por los recursos que se vertieron al desarrollo, sino por la nueva orientación de diseño que se le dio.
Y sin entrar en demasiados tecnicismos, el sistema fue concebido como una
base de datos relacional en la que se cargan todas las líneas de base de todos
los agentes y todos los caracterizadores sociales del programa. Es decir, las correspondientes a los niños y niñas, a sus familias y núcleos de convivencia, al
entorno social y comunitario, a las escuelas, a las ONG, a los centros de atención, a las alianzas, a las acciones de sensibilización, etc.
Figura 8.16 Un sistema de monitoreo
y control avanzado
Organizaciones
Sociales
Todos los actores
del programa
SISTEMA INTERNACIONAL DE
MONITOREO Y CONTROL
Aplicación
Carga de
Datos
Aplicación
explotación
de datos2
Informes y cruce
de indicadores
Carga
de datos
BD
Operativa
2.
BD
Analítica
En lenguaje técnico, una aplicación de Business Inteligence. Y la que se desarrolló para Proniño fue de las primeras en
todo el ámbito de Telefónica.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
240
Estas líneas de base son actualizadas periódicamente (con períodos de refresco
acorde a la naturaleza de cada dato) por los agentes sociales que las generan
en forma directa. De ahí que esta parte del proceso puede definirse como la de
la «responsabilidad organizativa de los agentes».
Por cuestiones técnicas (estabilidad y seguridad de la información) la Base de
Datos Operativa se replica en otra que es utilizada para crear reportes y análisis.
Estos se logran a partir del Software de Business Inteligence (BI).
Cuando se hizo la presentación y se dio comienzo a la implementación de la
herramienta de gestión a las ONG de Brasil, uno de los trabajadores sociales
presentes expresó su aprobación diciendo: «Ahora SIM», haciendo un juego de
palabras entre el «sí» afirmativo en portugués y «sim», las iniciales de Sistema
Internacional de Monitoreo. A partir de allí, la aplicación pasó a llamarse simplemente SIM.
Para brindar una somera idea de lo que puso en marcha este sistema, basta
considerar el contenido de los ocho «formularios» que se diseñaron para soportar la carga de datos. Hay que señalar que en el de Alta de Beneficiarios se
codifica el nombre de los niños y de sus familias para preservar su identidad,
cumpliendo así la Ley de Protección de Datos e Intimidad del país más restrictivo y exigente en la materia (España), como salvaguarda ética y de los derechos de la infancia.
Figura 8.17 Las Líneas de Base contenidas en el SIM
FORMULARIOS DE INGRESO DE DATOS
1. Alta de Beneficiario
2. Factores de vulnerabilidad
3. Escuelas
4. ONG
5. Contexto Institucional
6. Actividades ONG
7. Investigaciones y Publicaciones
8. Movilización y Sensibilización
En el formulario de factores de vulnerabilidad se describen las características socioeconómicas del entorno familiar (ocupaciones, ingresos, tipo de vivienda y
barrio), el tipo de trabajo que realiza el niño o niña, los ingresos que percibe, las
horas que dedica a la actividad laboral y en qué parte del día, razones por las que
trabaja, cuánto tiempo dedica al estudio, enfermedades y vinculación de las mismas a la situación de TI, rendimiento escolar en matemáticas y lengua, etc.
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
241
Las escuelas son descritas a través de las condiciones sociales en que están
insertas y los recursos pedagógicos a los que pueden acceder. Las ONG cargan
datos de sus actividades, recursos que asignan, centros de atención que funcionan, etc. La información contenida en el resto de formularios es similar.
La parte analítica permite construir indicadores de monitoreo y control, con la
fiabilidad que otorga el hecho de que cada indicador se calcula mediante un algoritmo que revisa la «ficha de datos» de cada niño, niña o agente. Por ejemplo,
si hablamos de «porcentaje de retiro del TI en un semestre», el sistema verifica
la situación laboral de cada niño o niña existente el semestre anterior, la compara con la situación correspondiente al semestre en que se formula la consulta
y genera el valor del indicador por acumulación de los resultados obtenidos en
la consulta de cada una de las historias individuales.
Adviértase, además, que al ser cálculos que el sistema realiza leyendo el registro de cada niño/a, puede definirse con total flexibilidad el ámbito de reporte:
todo el programa, país, provincia, ONG, centro de atención, localidad.
Por lo tanto, a través de este módulo de la aplicación se realizan dos funciones. Por un lado, la generación de reportes periódicos previamente definidos y formateados, conforme a los públicos de interés e instancias de control. Y por otro, es una poderosa herramienta de análisis que funciona como
un correlacionador de variables de libre diseño. A título de ejemplo, a partir
de la implantación de esta herramienta, un analista o experto del programa
podía preguntar para cualquier ámbito territorial o centro de atención determinado:
¿Qué modalidades de TI se están interviniendo?
¿Qué proporción del ingreso familiar representa la aportación económica
de los niños y niñas que trabajan?
¿Cuánto tiempo se tarda en retirar a un niño o niña del TI?
¿Qué enfermedades han tenido y/o cuánto tiempo han estado enfermos?
¿Cuál es el rendimiento en matemáticas o lengua?
¿Qué actividades realiza la ONG?
Además, permite cruzar muchas variables con respuestas en cuestión de segundos. Podríamos, por ejemplo, preguntar también:
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
242
¿Cuánto se tarda en retirar a un niño o niña del TI segmentando por tipología de TI intervenido? ¿Es similar en todos los países?
¿Cómo se correlaciona el rendimiento en lengua con las formas de TI?
¿Qué actividades de las ONG están presentes en las dinámicas de retiro
más exitosas que registra el sistema?
Y así sucesivamente, hasta abarcar un gran número de posibles cuestiones a
explorar a través del cruce de dos o más indicadores que resulten pertinentes
como información social.
Finalmente, tuvimos que tomar una decisión de tipo estratégico: ¿Quiénes
podían acceder a los datos agregados que produjese el sistema?3. Después de
reflexionar y consultarlo, acordamos colectivamente la respuesta: a partir de
un cierto nivel de agregación de los datos que al mismo tiempo que permitiese que la información fuese útil para el análisis, pero sin que afectase la privacidad de los niños, niñas y las familias, todos los datos eran accesibles para
todos los actores vinculados a la intervención. En consecuencia, las FT y las
ONG de todos los países podían ver la situación de cualquier lugar de intervención Proniño.
Figura 8.18 El SIM, mucho más que una herramienta de gestión
Plataforma de Gestión Global
Herramienta de análisis de resultados muy localizados
Espacio de aprendizaje colaborativo
Instrumento de Generación de Conocimientos
A partir de aquí, surgió uno de estos casos comentados anteriormente, en que
una acumulación de decisiones condujeron a una de las mayores innovaciones
sociales del programa. La conjunción de la potencia analítica de la plataforma
creada con la decisión estratégica de visión abierta al interior del programa había transformado una aplicación que fue concebida como un sistema interna-
3.
Los datos individuales del niño o niña no son accesibles salvo para el técnico social que trabaja directamente con él/ella.
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
243
cional y en red de monitoreo y control, en una plataforma que apalancaba nuevas formas de crear valor social.
Cuando las ONG comenzaron a explorar la potencialidad analítica para ordenar
y comprender los resultados que sus intervenciones producían en los niños y
las familias, rápidamente se apropiaron del modelo de gestión social que implicaba, transformándose en los mejores valedores de la herramienta desarrollada. Por supuesto, esa apropiación no fue casual: la implantación y carga del
sistema se hizo a través de un plan consensuado que contempló como parte
del coste del sistema la inversión necesaria para dotar a aquellas organizaciones que lo requerían de equipos y accesos, pero, lo más importante de todo, se
impartieron más de 500 horas de formación en la herramienta a 350 técnicos
de las ONG y se creó una estructura de apoyo técnico a nivel de Latinoamérica.
Una vez producida la apropiación del sistema, la decisión de abrir la visión de los
datos e indicadores a todos los agentes relevantes del Programa generó un espacio de aprendizajes por contrastes e intercambios de experiencia. Por ejemplo, una intervención en un basural de un país podía compararse en resultados,
modelos de intervención aplicados, respuestas de las familias, etc., con todas
las otras similares que había en el Programa.
En definitiva, la potencia analítica de la herramienta, el cruce de indicadores de
procesos y resultados con criterios de investigación, transformaron a la SIM en
una plataforma de generación de conocimiento no solo para Proniño sino para
cualquier otro agente o institución vinculada a los derechos de la infancia.
8.6 Más innovación surgida desde el seno del propio
Programa
8.6.1 Gestión de la complejidad
Hay mucha literatura sobre gestión de la complejidad. Y, aunque abarca una
diversidad grande de temas, hay una coincidencia generalizada: no existen los
puntos estáticos. O se evoluciona o, rápidamente, los sistemas entran en declive. Esta evolución no es tanto en términos de simple cambio de escala (crecimiento por réplica de lo existente), sino por transformación y evolución muchas veces disruptiva. Esto introdujo el tema de la innovación permanente
como algo que estaba ocurriendo en el interior de Proniño y en su entorno relacional: la teoría se hacía dilema práctico.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
244
Recordemos que la búsqueda de aumentar el nivel de impacto y de aportación
social nos había llevado a cambiar la misión; luego, a redefinir el paradigma de
la intervención con su consecuente correlato en la configuración y articulación
de la red social de aliados y, finalmente, en estos dos últimos años, a operar con
el concepto de «Alto Impacto» (Proniño Plus). A su vez, la mayor exposición
social y el riesgo reputacional asociados llevaron a diseñar un sistema de gestión en red muy avanzado y con un potencial de creación de valor social que,
por entonces, solo podíamos intuir en forma aproximada.
Pero la implantación del Sistema Internacional de Monitoreo nos llevó a la
necesidad de diseñar procesos de formación para los actores que lo iban a
utilizar y, fundamentalmente, para aquellos que tenían que compilar y cargar
los datos (las ONG). Esto nos hizo volver otra vez la mirada sobre la relación
existente entre estrategias, calidad, complejidad y capacidad de gestión de
nuestros actores internos. Entonces, las preguntas que surgieron fueron:
¿Cuáles eran realmente las fortalezas y los aspectos de las organizaciones
aliadas que se debían mejorar para asegurarnos el cumplimiento de los objetivos fijados? ¿Era necesario consensuar un plan de desarrollo y fortalecimiento de los actores que conformaban la red social de Proniño? ¿Qué debía
contemplar? ¿Cómo implementarlo?
Sistema de calidad
Figura 8.19 Actores y procesos
de Calidad e innovación
Estrategias de
intervención
Modelo de intervención
social y relaciones
institucionales
Sistema internacional
de monitoreo y control
Indicadores de procesos
y resultados
¿La caja vacía?
Desarrollo de los actores
de la intervención
En otras palabras, se corría el riesgo de dejar una "caja vacía" en el Sistema de
Calidad que se estaba estructurando al interior del Programa .
8.6.2 Contenidos para una caja vacía
A igual que en otras ocasiones, comenzamos a explorar las posibles alternativas a través de un proceso dialógico que involucró a las ONG desde un principio.
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
245
A partir de las ideas y sugerencias que recogimos, estructuramos las líneas básicas para un proyecto de empoderamiento de los agentes sociales que por su
calado y encadenamiento necesariamente tenían que concebirse como un
plan plurianual.
Figura 8.20 Empoderamiento de Agentes Sociales
• Formación intensiva
• Procesos colaborativos
1
2
GESTIÓN
SIM
CAPACIDAD
SOCIAL
IMPACTO E
INCIDENCIA
GESTIÓN
FINANCIERA
• A definir
4
3
• Diagnóstico participativo
• Plan de Mejoras
• Diagnóstico Participativo
• Plan de Mejoras
La primera fase del mismo consistió en profundizar en la apropiación del SIM e
impulsar los procesos colaborativos y de creación de conocimiento social explotando las facilidades del sistema, ya no como un proyecto aislado, sino
como palanca de una actuación mucho más amplia que iría a definir el Sistema
de Calidad Global del Programa.
La segunda fase debería ser de fortalecimiento de las capacidades sociales de
los aliados.
La tercera, creíamos que debía ser la de acompañar la mayor capacidad de
gestión social con la creación de potentes procesos de gestión financiera,
habida cuenta de la exposición social y reputacional del programa, aunque
esperaríamos a tener los resultados del diagnóstico social que pusimos en
marcha.
La última tenía que ver con la capacidad autónoma de las organizaciones para
el impacto y la incidencia.
A mediados del 2009 completamos el pliego de condiciones para el diagnóstico
social con instrumentos participativos y seleccionamos una entidad especializada para llevarlo a cabo.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
246
Se identificaron cinco áreas de capacidades sociales a desplegar por las entidades colaboradoras y, en cada una de ella, se plantearon una serie de parámetros cualitativos (contar o no con ciertos procesos o formalización jurídico-legal
de los mismos) que permitían valorar la situación de cada identidad, señalando
los puntos fuertes y los de potencial mejora.
Áreas del diagnóstico social participativo
Figura 8.21 El Diagnóstico Social como práctica colaborativa
Capacidad
operacional y legal
Organización y
estructura de gestión
Análisis de la actividad
Relación con terceros
Cuentas anuales y
capacidades financieras
El modelo de trabajo consistió, básicamente, en la remisión de los documentos
explicativos y talleres de dos días en los lugares de residencia e intervención de
las ONG. En el primero se hacía un análisis conjunto del grado de disponibilidad
de capacidades y, en el segundo, la organización realizaba una autoevaluación,
que más tarde debía presentar y justificar. Luego se establecía un diálogo que
permitía llegar a un diagnóstico compartido de la situación de cada ONG.
Este proceso se aplicó a 52 organizaciones que en conjunto atendían al 80% de
los beneficiarios de Proniño y que, por un lado, nos permitió saber quiénes y
dónde tenían las mejores prácticas y, por otro, identificar las actuaciones que
deberían realizarse prioritariamente para fortalecer la capacidad de intervención y de impactos de nuestras organizaciones sociales.
Este ejercicio permitió descubrir un interesante juego de complementariedades entre fortalezas y aspectos de mejoras que, en general, parecían existir en
todos lados; era llamativo comprobar que en todos los países sucedía que, habiéndose detectado alguna debilidad en algún agente, al mismo tiempo, aparecían otras ONG que precisamente presentaban como fortaleza esas mismas
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
247
cuestiones. Esto nos hizo intuir que había condiciones como para impulsar mejoras a través de la propia colaboración y aprendizaje entre agentes.
8.7 Los resultados de este período (Etapa 4 del Ciclo)
Como en ocasiones anteriores, en esta fase cabe presentar los principales indicadores de resultados correspondientes al período, no solo como cumplimiento
de metas establecidas, sino también como reflexión sobre qué había pasado en
el programa y los espacios sociales intervenidos. Es decir, también la evaluación cualitativa y estratégica.
La cobertura alcanzada a través del Eje de Protección Integral superó los
211.000 niños, niñas y adolescentes, lo que denotaba que el Programa había
adquirido una capacidad de gestionar la expansión suficiente como para cumplir las exigentes metas planteadas.
Figura 8.22 Cobertura alcanzada en PI
350000
300000
250000
211349
200000
163900
150000
100000
50000
0
2008
2009
2010
Metas planificadas
2011
2012
Cobertura real
Pero tal vez lo más importante de este crecimiento cuantitativo, son las experiencias de nuevo tipo que albergaba en su interior, vinculadas fundamentalmente a tres aspectos: los aprendizajes que aportaban las intervenciones de
alto impacto que integraron Proniño Plus, los análisis que ya nos permitía formular la nueva herramienta de gestión (el SIM) y el proceso de diagnóstico o
auditoría social participativa de las ONG que ejecutamos.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
248
Prácticamente la mitad del crecimiento registrado en este período se produjo
en la modalidad de alto impacto: Colombia puso su acento en iniciativas de
erradicación sostenible a través de territorios libres de TI (la experiencia más
significativa fue la de las plazas de mercado en varias ciudades); en Ecuador,
siguiendo la estela de las iniciativas públicas en este sentido, se buscó aportar
a la eliminación de otras formas de PFTI; Perú avanzó por la vía de saturar de
intervenciones zonas de TI en ladrilleras en las que ya actuaba; Guatemala
pudo afrontar formas muy agresivas de PFTI (niños y niñas picapedreros), etc.
Sin embargo, persistía la preocupación que a inicios del 2009 nos había llevado
a plantear una estrategia que moderase el crecimiento y liberase recursos económicos y de gestión para concentrarnos en la innovación y la calidad global de
la intervención.
A título de ejemplo, los resultados analíticos que empezaba a producir el SIM,
permitían observar que la tasa de retiro no seguía patrones estables, que existían muchos entornos en los que el tiempo medio de permanencia de los niños
y niñas en el Programa era relativamente alto (5 años o más), lo que sugería
que había que trabajar hacia una reducción del mismo o cambiar en el tipo de
prestaciones que se hacían; aunque, al mismo tiempo, encontrábamos otras
situaciones de períodos muy cortos de atención, lo cual sugería que el proceso
de identificación y selección de colectivos de infancia para la intervención debía
ser mejorado, etc.
Por otra parte, el resultado del diagnóstico o auditoría social participativa de las
ONG, permitió elaborar una suerte de ranking amigable de las mismas, que
mostraba que en relación al perfil de «ONG ideal», la gran mayoría de ellas
cumplían muy satisfactoriamente los requerimientos de calidad institucional y
operativa (ratios por encima del 70%), Pero, naturalmente, el escenario no era
totalmente homogéneo, había otras por debajo, y esto debía reflejarse, seguramente, en los resultados que se producían.
Lo realmente importante es que más allá de los buenos resultados cuantitativos anteriores, habíamos logrado desarrollar herramientas y procesos que
nos daban información sobre cuestiones a mejorar desde el punto de vista de
calidad y sostenibilidad de las actuaciones (es decir, ser «socialmente responsables»).
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
249
En la parte de Calidad Educativa, en este período, la ampliación significativa del
número de AFT instaladas había implicado un salto cualitativo en el número y
en las dinámicas tecnoeducativas en los centros escolares.
Figura 8.23 Evolución parámetros AFT
Educadores
en el centro
Educadores
inscritos en
el Canal
Educadores
en módulos
de formación
País
Argentina
40
15.586
1.946
13.640
1.301
1.097
829
Brasil
36
21.666
1.708
19.958
1.607
1.653
1.182
Chile
22
11.717
3.634
8.083
515
558
501
Colombia
39
51.617
4.974
46.643
1.735
1.561
1.280
Ecuador
55
40.878
3.565
37.313
1.205
1.449
1.168
El
Salvador
25
11.863
3.064
8.799
357
234
205
Guatemala
23
9.184
2.953
6.231
314
296
281
México
38
16.018
8.306
7.712
622
721
656
Nicaragua
30
25.636
3.210
22.426
749
1.071
955
Panamá
33
19.150
1.466
17.684
1.162
917
628
Perú
42
35.086
21.305
13.781
1.784
1.053
768
Uruguay
24
18.327
6.946
11.381
804
657
448
Venezuela
Total
Alumnado
Alumnado
Proniño
Alumnado
no
Proniño
AFT
abiertas
24
13.986
3.008
10.978
555
481
312
431
290.714
66.085
224.629
12.710
11.748
9.213
En primer lugar, que el número de niños y niñas que participaban de un entorno
educativo renovado, aun sin ser beneficiarios directos de Proniño, había crecido
hasta superar al colectivo de infancia que se registraba en Protección Integral.
En segundo lugar, se confirmaba a una escala mucho mayor la dinamización de
ilusiones que produce la construcción de proyectos de innovación educativa
entre los educadores enfrentados a resolver cuestiones de pobreza e infancia
muy duros: el 92% se habían inscrito en el canal de contenidos y el 72% se
había integrado a los módulos de formación incluidos en la trayectoria de desarrollo de habilidades digitales para la práctica pedagógica.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
250
Figura 8.24 Beneficiarios totales del programa
224629
225000
220000
215000
211349
210000
205000
200000
PI
CF
Lo anterior, siendo de por sí un logro muy importante, daba cuenta de otra realidad para nosotros, tal vez más importante. Por aquel entonces, la Fundación
Telefónica, dentro de los cometidos y actividades que desempeñaba, había estado vinculada a estudios sobre avances y resultados pedagógicos de la introducción de TIC en las escuelas españolas.
Figura 8.25 Alfabetización digital docentes red AFT
El 90% de los docentes de las escuelas con AFT (12.668) se ha registrado en la Red
Aulas Fundación Telefónica
(Red Proniño de Educadores 2010)
España (Informe UOC 2009)
Usan al menos una vez
al mes TIC en el aula*
42%
Publican contenidos en red*
27,9%
Saben crear un blog*
20%
Activos en microredes*
1%
* Sobre el total de la población de profesores
42%
Dominan herramientas TIC**
36%
Saben crear un blog y publican
contenidos en red**
1,6%
En el máximo nivel de formación y
haciendo trabajos colaborativos en red**
* *Sobre el total de docentes de las escuelas con AFT
Se nos ocurrió entonces comparar ambas realidades, aprovechando la oportunidad de contar con datos más o menos similares y extraídos en momentos
temporales suficientemente cercanos (2009 y 2010). Sabíamos que un proyecto focalizado, que incluye formación y acompañamientos diseñados para
afrontar específica y particularmente las características del entorno social en
que se radica el TI, no es lo mismo que la situación que se registra en miles de
escuelas de todo un país. Pero aun con estas reservas, los resultados de tal
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
251
comparación nos sorprendieron mucho (figura 8.26). Pudimos comprobar que
el avance en la alfabetización digital del colectivo de docentes latinoamericanos vinculados a las escuelas en las que se habían instalado AFT hacía solo dos
años, era comparable a, e incluso en algunos aspectos mejor, que la media de
los docentes de España en donde la introducción de TIC en el aula tenía más de
dos décadas de historia.
La primera pregunta fue sobre cómo fue posible que se produjesen estos resultados positivos: al analizarlos nos dimos cuenta de que el tema era mucho más
relevante, pues remitía a algo más crítico y estratégico, puesto que se trataba
de entender la lógica y la viabilidad de los procesos de innovación social en entornos de exclusión.
No fueron pocas las reservas y reparos metodológicos que se nos plantearon
cuando diseñamos la propuesta AFT. Y, por supuesto, no todo fueron aciertos ni
éxitos. Pero se comprobó que era posible innovar socialmente en estos espacios de precariedad con soluciones socio-tecnológicas muy avanzadas, en la
medida en que se planteasen como ejercicios participativos, que convocasen
desde la base a los agentes sociales y que supiesen apalancarse en un factor
emocional que no siempre se incluye en este tipo de proyectos: la pasión y la
ilusión. A los que hemos tenido la suerte de compartir y emocionarnos con los
relatos y las experiencias de estos educadores, de los niños y niñas de estos
centros, que nos hablaban de cómo habían cambiado sus vidas, muchas veces
nos resulta difícil traducir en cifras o indicadores cuantitativos estos aspectos
subjetivos, pero estamos convencidos de que son la clave para entender los
resultados.
Pero no todas eran buenas noticias en el terreno de la escolarización exitosa de
los niños y niñas. Desde el Programa veníamos siguiendo los datos que aportaban los informes internacionales sobre calidad de los sistemas educativos públicos de Latinoamérica y, particularmente, los indicadores que medían la adquisición de competencias básicas (lectoescritura y habilidades
lógico-matemáticas), ya que, en definitiva, estos eran los contextos de educación reales en donde se escolarizaban nuestros niños y niñas y, por tanto, unos
de los pilares –junto con la familia, la comunidad y las ONG– que debían sostener los procesos de transformación para retirarlos del TI.
En esto ayudó mucho que algunos países, con Perú claramente a la cabeza,
pusiesen foco sobre esta cuestión, produciendo informes internos que nos
permitieron poner la situación en contexto, ya que –a pesar del peligro de
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
252
las generalizaciones– esta problemática estaba presente en toda Latinoamérica: un insuficiente nivel de adquisición de competencias básicas. A título de ejemplo, en el caso comentado de Perú, el 50% de los egresados del
primario no lograba adquirir un nivel suficiente en habilidades lógico-matemáticas.
Y si bien nuestras propias pruebas (que siempre tenían que ser limitadas por
los recursos de que disponíamos) mostraban que nuestros colectivos se situaban algo mejor que las medias nacionales y eso era un muy buen resultado, teniendo en cuenta que las condiciones socioeconómicas de nuestra población infantil estaban muy por debajo de las medias, esto no alcanzaba
para resolver el problema. Esta conclusión explica algunas de las actuaciones
de los próximos años.
Figura 8.26 La mirada de Proniño Perú sobre el nivel real
de adquisición de competencias básicas
Comprensión lectora
2008
2009
17%
11%
53%
53%
Bueno
23%
16%
54%
62%
5%
Nivel
2
14%
30%
36%
23%
22%
País
Proniño
País
Proniño
Suficiente
Operaciones matemáticas
Nivel
1
9%
6%
14%
11%
36%
39%
37%
40%
55%
55%
49%
49%
País
Proniño
País
Proniño
Se ha mejorado
con respecto al 2008
Se ha ubicado a los
niños/as de Proniño
al mismo nivel
nacional
5% Insuficiente
7%
Nivel
1
Pero no alcanza…
Fuente: Elaboración de FT Perú a partir de las pruebas semestrales aplicadas
a los estudiantes y las evaluaciones del MINEDU.
También, apalancándonos en un concepto de la educación como fenómeno
social transversal que en forma creciente va difuminando los límites entre la
educación reglada y la educación no formal –fenómeno al que mucho han
contribuido las TIC y la educación en red–, lanzamos varios proyectos que al
tiempo que favorecían la educación en valores y el conocimiento del mundo
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
253
desde otra perspectiva, buscaban sensibilizar la sociedad española sobre el
trabajo infantil en América Latina y construir redes de solidaridad entre los
niños y niñas de ambas partes del océano. A continuación, citamos dos proyectos como ejemplos.
El primero de ellos fue la consolidación en el 2009 de una iniciativa que habíamos adelantado el año anterior en España, consistente en un «Bus Solidario Proniño», diseñado para permitir una serie de actividades lúdico-educativas a través de las cuales los niños y las niñas españoles discutían y
problematizaban desde sus visiones las diferentes realidades que se viven
en otras partes del mundo. En esta segunda edición se recorrieron 31 ciudades intermedias de la geografía española con la participaron de 82 colegios
y 16.250 alumnos, docentes, madres y padres y una cantidad también muy
grande de ciudadanos, instituciones locales y medios de comunicación. La
buena acogida por parte de las instituciones y la comunidad educativa que
tuvo este proyecto inspiró a que en Argentina se realizase una caravana solidaria similar. Además, como a través de distintos canales de comunicación, principalmente las AFT instaladas en las escuelas vinculadas a Proniño
en Latinoamérica, comenzaron a generarse relaciones más estables de
amistad y cooperación entre las escuelas y los alumnos, el Programa de Voluntarios de FT dio respuesta a las demandas que se formulaban para sostenerlas en el tiempo, creando un proyecto de hermanamientos solidarios
entre escuelas españolas y latinoamericanas de más alcance que se denominó «Escuelas Amigas».
El segundo proyecto nació de un acuerdo con el Grupo Vocento (España) para
iniciar una experiencia de periodismo digital protagonizado por niños y adolescentes, orientado a escuelas de España y de Latinoamérica, estas últimas, las
vinculadas a Proniño. Los participantes de nuestro Programa se constituyeron
en auténticos corresponsales internacionales, lo que supuso un entrenamiento
en el uso de tecnologías de la comunicación y la información, en investigación
social y cultural en sus respectivos entornos y adentrarse en los conceptos del
periodismo moderno.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
254
Figura 8.27 Concurso periodístico "Hoy Escolar"
8.8 A modo de conclusión
Creemos que la evolución del Programa, las respuestas que se fueron dando a los
retos y dificultades que emergían y, fundamentalmente, la innovación situada que
partía de los propios países a través de iniciativas relacionadas con la intervención,
la gestión o los modelos relacionales que aplicaban, fueron introduciendo «corrientes de fondo» que, al tiempo que lo hacían más innovador, aumentaban su complejidad y las dificultades para ordenar su desarrollo a futuro. Las que siguen son las
cuestiones más importantes que se nos plantearon en este sentido.
Figura 8.28 ¿Evolución o transformación?
Los límites de crecimiento
La acumulación de innovaciones
vinculadas a la cultura digital
“Desplazamiento” decisional
hacia lo social
El programa había
entrado en un
nuevo escenario
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
255
En primer lugar, la noción de límites del crecimiento adquiría una dimensión distinta a lo que se presentaba en años precedentes, ya en este momento estaba
mucho más vinculada a lo sistémico. En los períodos anteriores, las dudas sobre la viabilidad (existencia de recursos sociales) y pertinencia (roles a jugar y
responsabilidad social) de las estrategias de crecimiento acelerado por las que
habíamos optado, parecían centrarse en temas como la capacidad del Tercer
Sector realmente existente en la Región para acompañar estas dinámicas o en
cuestiones que parecían más operativas y en ellas ubicábamos temas como la
gestión social y reputacional del programa.
Sin embargo, el aprendizaje fue que los límites no sobrevenían solo de una
cuestión de escala «cuantitativa», ya que si así fuese, podían resolverse con
más recursos. Más bien ya tenían que ver con la complejidad creciente y con los
cambios de naturaleza de las intervenciones que se iban generando.
Para clarificar lo que queremos expresar, observemos un ejemplo. Sabíamos
que el vertiginoso crecimiento de beneficiarios en el Eje de Protección Integral
suponía también un incremento proporcional en el número de escuelas en las
que se escolarizaban los niños y niñas. Pero como al mismo tiempo estábamos
profundizando en la comprensión del tipo de educación que se requería para
hacer de la escuela el espacio social que debía completar la lógica de la intervención en la familia y los niños, se llegaba a que las necesidades de intervención en el Eje de Calidad Educativa se incrementase exponencialmente: [mejorar el modelo educativo] x [mayor número de Escuelas vinculadas].
Figura 8.29 Escuelas vinculadas a Proniño
6000
5131
5000
4092
4000
3000
2177
2000
1000
527
0
2006
2008
2009
2010
En segundo lugar, las dinámicas de innovación que se producían cuando los retos y dificultades del programa se iban resolviendo desde la cultura y el saber
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
256
hacer específico de quienes tenían que tomar decisiones en cada momento.
Como aquí estamos hablando de Telefónica y de su Fundación, el marco de referencia es la cultura digital y los procesos de innovación social que se pueden
producir a través del uso de las plataformas tecnológicas en red.
CUARTO RETO
Apropiarse desde «lo social» y llenar de contenido de lucha contra el TI
los modelos colaborativos y participativos que bajo el concepto de Redes
Sociales 2.0 estaban transformando la sociedad en general.
El caso es que muchas de las «soluciones digitales» que habíamos introducido
podían comenzar a dialogar entre ellas. Un inventario rápido incluiría al menos
a las siguientes plataformas tecnológicas Proniño:
• El proyecto de AFT significó la consolidación de dos redes colaborativas –
formación digital y contenidos educativos– en la que dialogaban cerca de
12.000 educadores.
• La SIM implicó vincular a una plataforma digital a un colectivo con un potencial de 6.000 trabajadores sociales y que, en la medida en que podían
intercambiar experiencias y aprendizajes, conformaban otro espacio de
colaboración en red.
• El III Encuentro Internacional apuntó a casi 7.000 activistas contra el TI en
espacios virtuales y, una vez terminado el encuentro, ni desaparecieron ni
se los podía dejar a la espera de nuevos encuentros.
• La movilización 2.0 «Aquí estoy» que lanzó Colombia y que luego se trasladó a toda la Región, rápidamente involucró a cerca de 120.000 ciudadanos y ciudadanas en acciones virtuales y presenciales contra el TI.
• Por otra parte, FT Brasil estaba reformulando con visiones sociales y tecnológicas mucho más avanzadas su Portal Promenino (cerca de 100.000
participantes) al tiempo que mejoraba su articulación con REDECA, lo cual
–aunque no se tenía cuantificado en forma precisa– suponía a otros varios
de miles de usuarios.
Por lo tanto, el examen conjunto de estas iniciativas revelaba la emergencia
de al menos dos situaciones nuevas surgidas por la aplicación de la cultura
Período 2009-2010. Intervenciones de alto impacto y un giro hacia el 2.0
257
digital a la intervención social. La primera tenía que ver con los colectivos ciudadanos activos e involucrados: cerca de 250.000 personas solidarias estaban conectando sus quehaceres individuales y colectivos contra el TI. La segunda, la constatación de que eran aplicaciones digitales transversales, ya
que estaban afectando a todos los ejes del programa. La SIM tocaba simultáneamente a Protección Integral, las ONG y el Modelo de Gestión. La red de
AFT funcionaba dentro del Eje de Calidad Educativa pero se expandía hacia
toda la comunidad educativa, y por tanto, afectaba a padres y madres y las
propias ONG. Y las tres últimas citadas tenían que ver con el Fortalecimiento
Socio-institucional en cuanto nuevas formas de movilizar y de crear conocimiento y participación social.
Figura 8.30 La emergencia de Proniño 2.0
Red de educadores
(12.000)
Red de trabajadores
sociales (6000)
Red contra el ti
(7.000)
Red de interconexión de aplicativos
(RR.SS 2.0)
Portal Promenino
(100.000)
Otras Redes
Aquí Estoy
(120.000)
Lo que correspondía entonces era, por un lado, vincular todas las aplicaciones
en un modelo de «red de redes» para obtener la mayor sinergia posible mediante la facilitación de un diálogo ordenado de «todos con todos». Y, fundamentalmente, profundizar en la idea de apalancar en los procesos colaborativos propios de las redes 2.0 la mayor cantidad posible de actividades. A esta situación
que se había fraguado como resultado de gestionar el programa desde un entorno contaminado de cultura digital, la denominamos «Construyendo el Proniño 2.0» y buscaríamos profundizarlo a partir de ese momento.
La tercera gran conclusión de esta etapa es el relativo desplazamiento decisional del programa hacia lo social. Con esto queremos decir que se confirmaba
que el Ciclo de cuatro Etapas para el diseño y ejecución de los Proyectos para el
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
258
Desarrollo Social de una empresa comprometida, que formalizamos al analizar
el lanzamiento de Proniño en BellSouth, ya no soportaba bien la descripción de
los procesos de toma de decisiones referidas al futuro de un programa maduro
como Proniño: mientras resulta evidente que los saltos cualitativos que se tuvieron en los primeros años estaban muy vinculados a situaciones empresariales que nos motivaron a aprovechar las oportunidades que representaban las
visiones socioempresariales de la compañía, en algunos casos formalmente
expresadas a través de la Alta Dirección como ocurrió en el Plan Ahora del 2007,
en esta nueva etapa, tendía a incrementarse el protagonismo de Fundación
Telefónica en la formulación de propuestas de innovaciones y estrategias de
futuro, ya sea a partir de su propia lectura del entorno social, ya sea introduciendo en Proniño las innovaciones de cultura digital que se producían en otras
áreas de la actividad fundacional.
Y a poco que se reflexione, esta situación no es de extrañar. La madurez del
programa no es sino ese estadio de complejidad social del que venimos hablando y que se entiende rápidamente si consideramos que, por el nivel de inversión, la cantidad de trabajadores sociales que se movilizaban, la diversidad de
redes y agentes sociales implicados, el relacionamiento institucional que ejecutaba y la capilaridad geográfica de sus intervenciones (más de 700 localidades), el programa podía ser perfectamente homologado a una empresa multinacional pero de carácter social y solidaria.
En estas circunstancias se generaba ya un conocimiento muy especializado,
con el añadido del tirón y compromiso emocional que el trato directo con la infancia, la familia y las zonas de precariedad produce en las personas más cercanas. Por tanto, es lógico que se construyese una gran visión social y estratégica, que permitía adelantar respuestas e innovaciones. Pero tenía también un
riesgo: la dificultad creciente de comunicar al resto de la organización estas
nuevas realidades socio-institucionales y, por tanto, de acoplar con precisión la
visión social a la dinámica empresarial.
Probablemente, esta sea la cuestión que explica buena parte de los debates y
decisiones que animaron la siguiente etapa de Proniño.
Capítulo
9
Período 2011-2012.
Incidir para cambiar
9.1
9.2
9.3
9.4
9.5
9.6
9.7
9.8
9.9
Un nuevo escenario para tomar decisiones estratégicas
¿En qué parte de su madurez estaba el Programa?
Otra vez, un nuevo replanteamiento estratégico
La Intervención Directa (ID) de la nueva década
Proyectos específicos vinculados a la Intervención
Directa
Desarrollo de los agentes sociales
Incidencia y movilización o más allá de la Intervención
Directa
El valor social del conocimiento producido
El presente de una historia
262
264
266
267
272
279
284
288
290
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
262
9.1 Un nuevo escenario para tomar decisiones estratégicas
Al finalizar el capítulo anterior ya sentamos precedentes sobre cómo se había
ido transformando el Programa en términos de madurez, complejidad y compromisos adquiridos con la sociedad regional en su conjunto, a partir de la dimensión que había adquirido y de las nuevas formas de hacer las cosas que se
estaban introduciendo. Todo esto implicaba una dificultad creciente para la
toma de decisiones a largo plazo.
Por su parte, América Latina, después de haber superado la relativa desaceleración que la crisis mundial introdujo en los años 2008/2009, volvía a crecer a ritmo sostenido (si bien con diferencia entre países y regiones), conservando la vocación de equidad social y reducción de la pobreza estructural,
que siguió descendiendo, aunque sin poder evitar la persistencia de desequilibrios sociales y territoriales de diversos tipos entre países y al interior
de cada uno de ellos.
Estas condiciones generales se reflejaban en la situación del TI en la Región,
como por ejemplo, una visible voluntad por parte de varios gobiernos latinoamericanos para colocar dentro de sus prioridades, políticas de protección de la
infancia, incluida la lucha contra el TI. La buena marcha de la economía en general y esta voluntad política permitían suponer una reducción del TI, aunque
su magnitud está aún por confirmarse en el próximo informe cuatrienal de OIT/
IPEC. Con todo, nuestras percepciones y lo que estaba emergiendo de las redes
sociales de derechos por la infancia, nos decían que se consolidaban riesgos
importantes (ya advertidos en el capítulo 3), particularmente dos que podían
ser críticos: el primero, de la conformación de un núcleo resistente de TI, fundamentalmente por estar asociado a cuatros factores de muy difícil gestión: I)
Algunas peores formas de TI asociadas a las bolsas estructurales de pobreza e
informalidad económica no resueltas, II) TI rural asociado a los desequilibrios
territoriales, III) TI doméstico asociado a la dificultad para intervenir en el seno
del hogar y, finalmente, IV) TI en poblaciones indígenas, asociado a múltiples
causas, entre ellas, visiones culturales propias que deben ser contempladas
desde los derechos reconocidos a los pueblos originarios en las convenciones
internacionales y desde el diálogo intercultural.
El otro riesgo que subsistía puede parecer paradójico, pero no por ello menos
peligroso: una cierta percepción de que el crecimiento económico que está experimentando la Región termine por eliminar por sí solo, si no todo, al menos
una buena parte del TI actual.
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
263
Y para completar la lectura estratégica que desde el ámbito Proniño se hacía,
una fecha que nadie podía perder de vista era la de la III Conferencia Mundial
sobre el trabajo infantil en Brasil, fijada para el 2013. Este evento era una oportunidad regional única para generar una movilización que acercase a Latinoamérica al cumplimiento de las metas establecidas para el 2016.
Figura 9.1 América Latina, Acción Social, TI
TIC y Sociedad
• Sociedad de la hiperconectividad en movilidad,
con nuevas fragmentaciones (etarias, culturales)
Brecha Digital
(Acción Social)
• Asociada a la dificultad de apropiación social e individual
de los recursos informacionales
• Adecuación y pertinencia de las aplicaciones informacionales
a colectivos sociales específicos
América Latina
• Ciclo largo de crecimiento y descenso de la pobreza
• Vocación política de mayor igualdad, participación e inclusión social
• Persistencia de grandes diferencias entre países y dentro de los países
Trabajo Infantil
• Vocación política de los Gobiernos de asumir la protección integral
de la infancia, pero con diferentes miradas por países.
• Riesgo de enquistamiento de un núcleo duro de TI asociado a factores
específicos
• Riesgo de estrategia pasiva y que el crecimiento “solucione” el problema
Por otra parte, la antigua concepción sobre la función social de las TIC en la sociedad de la información y el conocimiento (SIC) del siglo XX, sin haber resuelto todos
sus problemas y desafíos, comenzó a quedar obsoleto frente al nuevo discurso de
tecnologías y desarrollo del siglo XXI, que ahora viene a inscribirse en el contexto
de una sociedad hiperconectada en entornos móviles, en la cual el desafío sería el
acceso y la apropiación social de los recursos informacionales que definen este
nuevo escenario y que, además, está inaugurando nuevos tipos de brechas sociales. Frente a esto, se nos planteaba una pregunta crítica: ¿cómo se vincula un programa de desarrollo social como Proniño a estos nuevos escenarios?
Por lo tanto, parecía que «el escenario para la acción social» estaba virando
hacia nuevas demandas y que los modelos de puesta en valor social de los recursos empresariales podían inscribirse en otros espacios socio-institucionales.
Este marco de complejidad del programa y del contexto, pero también de oportunidad por la acumulación de buenas perspectivas sociales, llevó a que la visión estratégica incorporase nuevas preguntas y nuevas variables para la toma
de decisión.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
264
9.2 ¿En qué parte de su madurez estaba el Programa?
Los proyectos, en general, incluidos los sociales, responden a ciclos, que en la
literatura especializada, se representan en forma de una «S» inclinada: hay una
fase infantil de implantación y crecimiento lento, luego viene un período de rápido crecimiento, que en general lo es en términos cuantitativos (escala) y cualitativos (calidad), pero que no es ilimitado, porque, tarde o temprano, se llega a
un punto de inflexión que abre dos alternativas: que el proyecto se dé por finalizado, o que sea reemplazado por otro proyecto que retoma sus cometidos
pero en una dimensión superior. Este es el modelo clásico de los ciclos de innovación y la finalización de un proyecto o el agotamiento de un ciclo; en general
dan cuenta de sociedades y/o agentes muy dinámicos con fuerte capacidad de
evolucionar e innovar o, simplemente, como sería deseable en materia de lucha
contra el TI, que se consiguieron los objetivos buscados, lo que hace innecesario el proyecto.
Este enfoque de ciclo de vida de los proyectos nos abría un instrumento para
pensar los futuros posibles y deseables, y que nos permitieron formular la pregunta: ¿Dónde estaba Proniño en un ciclo de este tipo?
A partir del 2005 se había ingresado en una dinámica de crecimiento exponencial (crecimiento porcentual constante), situación que se extendió hasta el 2009, en que se pasa a uno lineal (crecimiento absoluto constante),
aunque, en ambos casos, con incrementos anuales muy grandes. Lo difícil
en estos casos es distinguir hasta cuándo es adecuada la expansión de cobertura social (en el sentido de si es «socialmente adecuada/pertinente»
hacerlo) o si ya se ha llegado a las inmediaciones del punto de inflexión. En
nuestro caso, después de reflexionar bastante sobre el tema, llegamos a
cuatro conclusiones relevantes:
• La magnitud y relevancia del TI como problema social no resuelto nos decían que había todavía un recorrido de aportación importante, aunque pensábamos que más por la vía de la innovación/calidad que por el crecimiento
cuantitativo. Es decir, nos situábamos en el punto C de la figura 9.2.
• Los dos grandes eventos regionales (la Cumbre Mundial del 2013 y las
Metas Hemisféricas del 2016) articulaban una suerte de hito significativo
extendido, un punto de ruptura, que necesariamente implicaría replanteamientos por parte de los estados y de todos los agentes sectoriales. Estaría representado por el punto D de la figura.
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
265
• Por lo tanto, se debía trabajar con una visión de futuro que habilitase al
Programa para tener alternativas socialmente útiles y responsables
hacia la propia empresa. En otras palabras, que según lo que demandase la situación social e institucional específica de cada país o espacio
de intervención, el Programa tuviese las alternativas de pasar a otro
ciclo/proyecto de mayor pertinencia e impacto social (el punto 1) y/o
–como sería lo deseable– de poder desengancharse para ser relevado
por los estados u otros agentes sociales, lo que en definitiva debe ser
el cometido de un programa que busca empoderar y transformar (el
punto E).
• Finalmente, las tres conclusiones anteriores nos llevan a pensar que
en el trayecto C a D, debían incorporarse las capacidades estratégicas
para gestionar la situación que emergiese de este punto significativo
identificado.
Figura 9.2 Ciclos y Puntos críticos
1
Punto crítico
D
C
B
A
1998
2005
2011
2013/16
E
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
266
9.3 Otra vez, un nuevo replanteamiento estratégico
La reflexión anterior nos llevó a ir moviendo la articulación interna y externa del
programa en dos dimensiones: una de «mapeo estratégico» de las actuaciones
que deberían realizarse, la otra de profundización en el diseño y cometidos de
cada una de ellas.
La primera dimensión tenía que ver con cómo hacer para que, al tiempo que se
atendían las problemáticas específicas de niños y niñas en situación de vulneración de derechos por estar inmersos en prácticas de PFTI, ser también capaces de lograr transformaciones más amplias en la sociedad y en los espacios
institucionales, como contribución a un cambio más general orientado al cumplimiento de las metas regionales de erradicar todas las PFTI en el 2016.
Desde esta perspectiva, se reordenaron las actividades que se venían realizando en tres ejes:
• Intervención Directa (ID), entendiendo por tal a aquellas actuaciones que
tenían por foco a colectivos específicos y acotados de niños y niñas, ubicados en localizaciones concretas y atendidos por una red social (ONG,
instituciones, escuelas, educadores, profesionales sociales, voluntarios,
etc.) localizada en el entorno del niño y su familia. Buscando correspondencia con la visión estratégica anterior, integraba y expandía el contenido de los anteriores ejes de Protección Integral y Calidad Educativa.
• Movilización e Incidencia (MI): espacio que agrupaba gran parte de las actuaciones que antes se consideraban dentro de lo que llamábamos el Eje
de Fortalecimiento Socio-institucional, pero que ahora pretendíamos denominar no tanto por la enunciación de cada una de ellas, sino por el resultado que debían producir: una sociedad activa, participante en las soluciones y una red social capaz de incidir en la constitución de entornos más
favorables para los derechos de la infancia.
• Gestión del Conocimiento (GC): transformar el conocimiento social en una
poderosa palanca de mejora y transformación, tanto en las formas de hacer
las cosas como en la ampliación del impacto social. A título de ejemplo, las
buenas prácticas identificadas en la Intervención Directa deberían volver hacia ella en términos de aprendizajes sistematizados, pero también ser aportados a otras redes y agentes como contribución a sus propias actividades o,
también, servir para explicar mejor a las comunidades el impacto del TI (movilización) o mejorar las instituciones y actuaciones políticas (incidencia).
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
267
• A modo de cuarto eje, asentar el edificio conceptual en un desarrollo
mucho más fuerte de dos cuestiones que habían tomado cuerpo en el
período anterior: un modelo de gestión social avanzado que incorporaba los procesos y las tecnologías empresariales, y un uso más intensivo de recursos de redes sociales 2.0 y, en general, de los recursos informacionales que se estaban ya produciendo en otros entornos de la
empresa y la FT.
Figura 9.3 Más allá de la Intervención Directa
Intervención
directa
Gestión social
avanzada
Movilización
e incidencia
RR.SS. 2-0
Gestión del
conocimiento
Insistimos que este ejercicio no fue tanto dejar de hacer lo que se hacía y volver a empezar. Más bien intentaba reflexionar sobre nuestra propia experiencia y revisarla con un criterio de resultados y mayor eficacia social. Además,
de esta forma, aparecían rápidamente las lagunas o aspectos que se debían
mejorar con urgencia, por ejemplo, la gestión del conocimiento social producido, materia en la que los resultados generados no reflejaban suficientemente el magma de innovación y aprendizajes que se estaban produciendo al interior del programa.
A partir de este reordenamiento, en los puntos que siguen, realizamos un análisis
sobre la profundización y reconceptualización de cada uno de estos nuevos ejes.
9.4 La Intervención Directa (ID) de la nueva década
Para entender el análisis que aquí hicimos, permítasenos un par de comentarios de contextualización.
La nueva lectura del programa y de sus resultados que nos estaba aportando
la herramienta de monitoreo y control de la intervención social (SIM) ya nos
permitía realizar análisis muy pormenorizados sobre la trayectoria de los ni-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
268
ños y niñas durante su permanencia en el programa, o bien segmentar la población atendida hasta focalizar el análisis en la situación de colectivos muy
pequeños, para comprender mucho mejor los resultados que producían las
intervenciones en entornos concretos y delimitados. Si a efectos de grandes
visiones, presupuestos o agregación de resultados se podían identificar actividades y servicios de atención más o menos genéricas o prototípicas, al final
del día lo que había eran niños, niñas, familias, agentes sociales concretos,
cada uno de ellos con sus necesidades específicas y que ahora podíamos registrar desde la SIM.
En cuanto al proyecto de diagnóstico social participativo de las ONG aliadas,
nos había permitido entender que no todos los agentes son iguales, que tienen
fortalezas y también áreas de mejoras, conocimientos específicos, etc., situaciones que, en definitiva, podían conducir a que una misma actuación fuese
entendida o realizada de forma distinta según la percepción o capacidad de
cada institución.
Por ello concluimos que, más que enumerar las actuaciones que el programa
realizaba –el portafolio de «prestaciones y servicios sociales» disponibles– era
más efectivo alinear la intervención desde una lógica de resultados de alto nivel
y fomentar en la base la innovación y adecuación de las mismas por parte de
las redes de intervención.
Por tanto, hicimos un ejercicio que, según nuestra experiencia, es bueno realizar periódicamente: el hacernos preguntas del tipo ¿Para qué intervenimos socialmente? ¿Qué resultados queremos obtener?
Nuestra reflexión nos llevó a dos conceptos de alto nivel, simples, pero socialmente muy potentes y que concretaban nuestro compromiso con los
colectivos de infancia en los que interveníamos para lograr el retiro sostenible de los niños y niñas del TI. Además, concluimos que el retiro sostenible,
aunque necesario y esencial, era solo una parte del proceso de restitución
de derechos, que debía continuar con la construcción de condiciones que
garantizasen mínimamente a estos niños y niñas la oportunidad de construir un futuro de dignidad. Aportar condiciones para el buen vivir que planteaban las nuevas visiones de desarrollo social y comunitario. A esto le llamamos proyecto de vida.
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
269
Figura 9.4 Intervención Directa con Foco en el Niño
Proceso Proniño de Restitución de Derechos
Proyecto
de Vida
Retiro
Sostenible
Asimismo, parecía que a lo largo de la permanencia del niño o niña en el Programa, la lógica de la intervención tenía que ir desplazando su peso desde el
retiro (primer momento, actuación de choque) hacia el proyecto de vida
(construcción del futuro). Esto implicaba incorporar de alguna forma, como
lógica de control del programa, las propias trayectorias de vida de los y las
participantes, situación ahora viable porque existían los instrumentos de gestión social para hacerlo.
Con estas premisas, reconstruimos la visión de la Intervención Directa, que
ahora estaba definida mucho más por el resultado social a producir que por un
listado más o menos extenso o detallado de actuaciones que se realizaban.
Las actuaciones orientadas a lograr el retiro sostenible, como ya dijimos,
conectaban con lo que se venía haciendo en el Eje de Protección Integral,
pero ahora incorporaban una mirada más social y vinculada a conceptos de
desarrollo comunitario, ya que por el carácter multicausal del TI, la sostenibilidad de la situación de «no trabajo» de los niños y niñas solo era concebible en un entorno familiar y sociocomunitario transformado. Y esto no signif icaba que Proniño tuviese necesariamente que incorporar más
actuaciones sociales, más bien significaba que esta situación era difícilmente alcanzable solo desde el Programa, porque son actuaciones que corresponden a otros agentes e instituciones y en eso consiste buena parte
del desarrollo comunitario: lograr que todos los agentes sociales desempeñen los cometidos que le son pertinentes.
Por lo tanto, lo que realmente indicaba esta mirada más amplia e integradora
era la necesidad de una lectura más exigente del entorno, la identificación de
los aliados necesarios para la intervención y un trabajo de sensibilización y desarrollo institucional que también debía unirse a la intervención directa. Esto
tenía impacto en el diseño de las redes locales que se debían movilizar, pero
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
270
también en los temas que debían trabajarse en los ejes de Movilización e Incidencia y de Gestión del Conocimiento. De alguna forma, aportar a la creación
de un ecosistema para empoderar a los niños, niñas y a sus entornos familiares
y comunitarios.
Figura 9.5 El Retiro sostenible como una mirada ampliada
de la Protección Integral
FAMILIA:
• El niño/a sujeto de derecho
• Corresponsabilidad
• Estrategias de superación
de la pobreza
ESCUELA:
• Inclusión y Calidad
• Educación en Valores
y Derechos
• Espacio de prevención
y erradicación
COMUNIDAD:
• Romper la tolerancia del TI
• Estrategias comunitarias
de lucha contra
la pobreza
ONG:
• Intervención en y con
otros agentes
• Tiempo Libre
• Retiro inmediato
del TI
• Restitución
de Derechos
INSTITUCIONES:
• Atención necesidades
básicas
• Protección
• Participación
• Ciudadanía
Lo que parecía más difícil de concretar era la idea de «proyecto de vida». Un
concepto abierto, difícilmente acotable y menos aún, generalizable. ¿Qué era?
¿Qué íbamos a entender por tal? ¿Valía para cualquier lugar y circunstancia?
¿Era equiparable a la obtención de mayor calidad educativa? Naturalmente, entendimos que no había una única respuesta y, más bien, debía funcionar como
reto o desafío, aunque a modo de encuadre general, lo definimos como la construcción de otro ecosistema que comenzase por el propio entorno de contención emocional y afectivo del niño (la familia o grupo de convivencia) y que se
comportase como un escenario de oportunidades, para que los niños y niñas
–desde el protagonismo y desde sus propias visiones del mundo– pudiesen
construir el relato de su propia vida.
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
271
Figura 9.6 Un ecosistema para crear oportunidades de buen vivir
FAMILIA:
• Protección
• Afectos
• Valores
• Derechos
ESCUELA:
• Inclusión y Calidad
• Valores y Derechos
• Competencias para
la vida
COMUNIDAD:
• Protección
• Valores
• Derechos
ONG:
• Autoestima
• Formación
• Competencias
para la vida
• Autoestima
• Participación
• Valores
• Derechos
• Capacidades
para la vida
INSTITUCIONES:
• Oportunidades
• Participación
• Ciudadanía
Como se observa, estos agentes no son distintos a los que ya estaban involucrados en nuestras redes de retiro sostenible e incluye las actuaciones de calidad
educativa o las actividades de tiempo libre que ya efectuaban las ONG en los centros de atención y en horario extraescolar, o los talleres con las familias para cambiar la perspectiva del TI en cuanto vulneración de los derechos de la infancia, etc.
Pero ahora, además de todas las actuaciones orientadas a la protección y retiro
que ya se realizaban, se buscaba alinearlas para producir otro resultado social de
alto nivel. Y aunque en ese momento todavía no supiéramos muy bien cómo medirlo, teníamos la certeza de que esta mirada social abría nuevas perspectivas al
programa. Fundamentalmente, de cara a ese punto crítico de futuro que introdujimos anteriormente, ya que aportaba nuevas perspectivas de intervención, dado
que el concepto social de «proyecto de vida» es aplicable a cualquier colectivo
infantil en condiciones de exclusión y porque necesariamente debe vincularse a
los grandes retos sociales del futuro. Por ejemplo, cómo prepararse para vivir en
el siglo XXI (los nuevos retos de la sociedad hiperconectada).
Además, parecía claro que, desde esta nueva mirada de la Intervención Directa,
adquirían mucha más relevancia estratégica tres áreas de actividades. La primera, como continuidad de la línea de diagnóstico social y formación en la gestión de la herramienta SIM, pero ahora más alineada al concepto de capacida-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
272
des para la intervención y que identificábamos como desarrollo de los agentes
sociales vinculados a Proniño.
La segunda nacía del simple hecho de que si el retiro sostenible/proyecto de
vida conectaba con las nociones de desarrollo social y comunitario, era absolutamente necesario generar alianzas múltiples, obtener nuevos tipos de apalancamiento de recursos económicos y sociales y movilizar otras redes, pero en los
espacios locales y próximos al niño y la familia.
Y, finalmente, sostenibilidad y futuro son cualidades que deben garantizarse
desde un entorno institucional local pertinente y adecuado.
Y todo este edificio conceptual tenía que soportarse en un entorno de innovación.
Figura 9.7 Los pilares para nueva Intervención Directa
Proyecto
De Vida
Retiro
Sostenible
Desarrollo
de Agentes
Sociales
Alianzas y
Movilización
de Otras
Redes
Locales
Fortalecimiento
del entorno
institucional
local
Innovación Social
9.5 Proyectos específicos vinculados a la Intervención Directa
Otra ventaja de esta visión de alto nivel es que al no centrarse tanto en un listado predefinido de actuaciones, sino en los resultados sociales a producir, nos
facilitó la puesta en marcha de varios proyectos con cometidos específicos
pero que en general eran transversales, incluso a FT y a la propia Telefónica, ya
que implicaban a varias áreas y especialistas técnicos y sociales. Cuando esta
dinámica de proyectos específicos fue cobrando fuerza al interior del Programa, vimos que este había virado hacia una organización por proyectos, mucho
más flexible y orientada a resultados, y que los distintos proyectos se mantenían cohesionados y coherentes a través de la lógica social de alto nivel, del
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
273
compartir regionalmente la visión estratégica y contar ya con una poderosa
herramienta de monitoreo y control.
Es desde esta lógica de organización por proyectos, que en los puntos siguientes podemos pasar a describir algunas de las iniciativas más importantes, agrupadas en forma genérica, por los cometidos comunes que persiguen.
Figura 9.8 Una organización por proyectos flexible pero alineada
Proyecto
Proyecto
• Lógica Social de Alto Nivel
• Estrategia Compartida
• SIM
Proyecto
Proyecto
9.5.1 Retiro sostenible y desarrollo comunitario
El primer proyecto de los que se mencionan se originó cuando FT Brasil decide
intervenir en otros territorios fuera del Estado de Sao Paulo y escoge hacerlo en
los Estados del Nordeste del país, que desde una perspectiva de desarrollo social, económico e institucional, muestra grandes disparidades con los centros
más ricos. Se diseñaron distintas formas de intervenir, pero una de ellas en particular era un proyecto a largo plazo, en donde las soluciones a las dinámicas de
TI se contemplaban como parte de una estrategia de desarrollo comunitario
más amplia, apoyada en la experiencia del Tercer Sector en la zona. El proyecto
aún está en sus fases iniciales, por lo que todavía no es posible cuantificar las
transformaciones en curso, pero los indicadores definidos para este período intermedio apuntan a que estos procesos sociales, aunque más complejos, resultan también más eficaces y sostenibles.
El segundo ejemplo se refiere a la estrategia de territorios libres arrancada en
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
274
el período anterior y que había calado con mucha fuerza en algunos países;
en particular, en Colombia, a través de sus proyectos en plazas de mercado. El
análisis de la experiencia nos permitió comprender la inevitable articulación
entre varias de las peores formas de TI que se desarrollan en este tipo de entornos socio-territoriales, y que van desde la involucración de niños y niñas
en actividades extenuantes y no acordes a sus capacidades físicas, hasta la
introducción de hábitos dañinos (bebidas, drogas, etc.) o, incluso, formas encubiertas de trata de personas menores de edad. Por lo tanto, liberar un territorio exige afrontar casi todos los temas vinculados transversalmente a la
infancia, hasta tal punto que no puede gestionarse sino es concebido como
un proyecto socio-comunitario con fuerte implicación de las instituciones y
de las propias organizaciones (espontáneas o formales) de los dueños de
puestos en las plazas.
Figura 9.9 Nuevas visiones del Retiro Sostenible
Generación de Ingresos
Retiro
Sostenible y
Desarrollo
Comunitario
Territorios Libres de TI
Experiencia Nordeste Brasil
Finalmente, un ejemplo acerca del proyecto sobre ingresos familiares. Se sabe
que el impacto de la pobreza estructural en el seno de las familias muchas veces obliga a buscar recursos alternativos que les permitan pensar en estrategias de sobrevivencia que no pasen por la explotación laboral de los niños y
que, además, puedan sustituir el magro ingreso producido por estos. Por ello,
buscamos alinear las experiencias internas de generación de ingresos alternativos, en busca de economías de escala, para poder gestionar alianzas con instituciones más especializadas en esta problemática. Y aunque no se pudo en el
período analizado arrancar un gran proyecto regional, al menos aprendimos
que lo que no se puede es plantear la generación de ingresos alternativos como
«un problema particular de cada familia»: hay que insertarlo en la dinámica co-
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
275
munitaria1 e institucional local, para darle sostenibilidad y carácter de experiencia referencial para que otras familias obtengan estímulos para transformar sus
estrategias de sobrevivencia.
9.5.2 Una visión nueva y más exigente de la calidad educativa
de los centros vinculados a Proniño
Los objetivos de alto nivel que se proponían para la Intervención Directa tornaban crítico el alinear los procesos de educación –tanto reglada como no formal–
que se desarrollaban en el espacio Proniño, con las lógicas sociales que expresaban el retiro sostenible y los proyectos de vida.
Esta mirada implicaba darle centralidad a la doble demanda que se le formula a
la escuela: ser un agente activo en la prevención y erradicación del TI contribuyendo a cambiar el presente de los niños, pero, también, posibilitarles un futuro
mejor, para lo cual se requería una oferta que no fuera simplemente genérica,
sino una propuesta educativa que, al mismo tiempo que inclusiva, pertinente y
adecuada, tenía que ser significativa para la trayectoria de vida particular de
estos niños retirados del TI, consistente con el entorno social y comunitario en
que se desarrollaba y conectada con los nuevos paradigmas educativos e informacionales: todo al mismo tiempo.
Desde esta perspectiva, destacamos aquí algunas iniciativas concretas, que
nos permitieron mover selectivamente variables educativas en la dirección propuesta y que se inscribían en dimensiones distintas pero complementarias: la
primera, aunque ya existía como propuesta de innovación tecnoeducativa, se
reforzaba ahora por su capacidad de interconectar otras experiencias; la segunda es una iniciativa piloto para un sistema de mejora integral y permanente de
la calidad educativa con un planteamiento de resultados a medio plazo; la tercera, engloba actuaciones más concentradas y con el objetivo de obtener mejoras a corto plazo; y la última es un concepto de educación no formal muy conectado con crear capacidades para la vida.
1.
En la propuesta que FUPAD (Pan American Development Foundation) generó para una actuación conjunta con Proniño en
este tema, en uno de sus puntos expresaba que «la perspectiva de comunicación desde la que se aborda la estrategia de
la propuesta se enmarca en la promoción de procesos de empoderamiento de las comunidades a través del manejo de la
información, participación activa y organización comunitaria. Este enfoque contempla desarrollar actividades en tres
líneas de acción: visibilidad e información, comunicación para el desarrollo y gestión del conocimiento».
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
276
Figura 9.10 Proyectos para una escuela activa contra el TI
Participación y competencias para la vida
Calidad
Educativa
para Retiro
Sostenible
y Proyecto
de Vida
Experiencias nacionales
Proyectos Regionales CE
Red de AFT
Red de AFT y foco en competencias básicas
En estos momentos, la red de Aulas Fundación Telefónica (AFT) se había transformado en un proyecto social vinculado a Proniño pero con identidad propia.
Por un lado, se vio la necesidad y oportunidad de gestionarla como una plataforma digital distribuida que interconectaba 475 centros educativos y espacios
formativos (centros de atención fuera de la escuela) con casi 8.000 estaciones
de trabajo expandidas por 13 países, es decir, una red telemática de dimensiones ya comparable con las de muchas instituciones financieras o empresas
transnacionales. Por ello, se consideró crítico implementar una red internacional de gestión y mantenimiento (hardware y software específico) que, además,
incluyó centros de atención técnica y educativa. Al mismo tiempo se empezó a
trabajar en un plan de empoderamiento y transferencia gradual del equipamiento a las instituciones educativas.
Por otro lado, se decidió incorporar otros centros educativos no Proniño, en la
medida en que se adhiriesen a los protocolos tecno-pedagógicos y que estuviesen vinculados a proyectos de inclusión social.
Lo que buscamos fue aprovechar la madurez de la plataforma y el enorme potencial creativo de las dos redes colaborativas de educadores conformadas (de
formación y de producción de contenidos educativos en red), para poner foco
en aplicaciones específicas, proyectos transversales, etc., orientados a mejorar
cuatro competencias básicas (siguiendo las definiciones de Unesco):
• Competencias en lectoescritura.
• Competencias en habilidades lógico-matemáticas.
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
277
• Competencias sociales (valores y derechos).
• Competencias digitales (competencias para la vida en el siglo XXI).
Además, la red de AFT podía convertirse en un canal de difusión, socialización y
enriquecimiento de otras experiencias de calidad educativa que se pusieran en
marcha en otros proyectos regionales o nacionales, particularmente de los que
se reseñan más abajo. Y resaltamos esta última cuestión porque es un ejemplo
de cómo los proyectos sociales comienzan a tejer vinculaciones y construir sinergias, a veces más allá de lo originalmente previsto. En la medida que se había logrado construir una red colaborativa de educadores, toda innovación o
mejora que se produjese en cualquier latitud del programa, rápidamente podría
ser compartida y enriquecida por todas las organizaciones, entidades y espacios educativos vinculados a Proniño: este es el tipo de valor social añadido que
confieren los conceptos 2.0.
Sistema de mejora permanente de la calidad educativa en centros
educativos
Siguiendo la filosofía expuesta al principio de que no se trataba de hacer todo,
sino de identificar a los agentes sociales que pueden hacer lo que las comunidades requieren, se formalizó una alianza con Fe y Alegría, una organización
muy reconocida en América Latina por su experiencia en proyectos de calidad
educativa en entornos sociales de alta precariedad y exclusión (más de un millón de niños en 15 países latinoamericanos) con los siguientes objetivos:
• Aplicar la experiencia de Fe y Alegría en la implantación participativa de
sistemas de mejora permanente de calidad educativa2, a fin de evolucionar hacia modelos adaptados a la experiencia y problemas sociales que
viven las escuelas relacionadas con Proniño.
• Vincular estas experiencias a la red de AFT en cuanto a conceptos tecnopedagógicos y en cuanto a espacio para ampliar el aprendizaje colaborativo.
• Sistematizar las experiencias y los modelos de empoderamiento de los
centros y las comunidades educativas vinculadas con el fin de hacer replicables las intervenciones.
2.
Federación Internacional Fe y Alegría, El Sistema de Mejora de la Calidad en Fe y Alegría. Una mirada desde «La Educación
Popular». Junio, 2009.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
278
Figura 9.11 El sistema de mejora de la calidad de la educación
popular en fe y alegría
Socialización
formación
Evaluación
Sistematización
Socialización
formación
Reflexión
interpretación
Planeación
Después de un proceso de discusión con centros educativos interesados en
participar en este proyecto, se seleccionaron 60 escuelas de seis países, Colombia, Chile, Guatemala, El Salvador, Panamá y Perú, las cuales comenzaron a desarrollar el proyecto a comienzos del 2012. Veinte de estas escuelas cuentan con AFT, lo que permitirá diseminar y realimentar los
aprendizajes a través de las redes de educadores asociados a la ya comentada red de AFT.
Proyectos de actuaciones urgentes: el modelo Perú
En este tercer caso, como se adelantó más arriba, la lógica de las intervenciones era distinta, ya que se buscaba mejorar, a corto plazo, la calidad de los procesos educativos en los que participaban los niños y niñas beneficiarios de
nuestro Programa desde una perspectiva de urgencia. Por eso, sin ser la única
ni un caso aislado, vale la pena rescatar la experiencia de Perú por sus actuaciones tempranas y pioneras dentro del Programa. Básicamente, la estrategia
consistió en tres líneas prioritarias: mejora de la gestión educativa, fortalecimiento de las capacidades pedagógicas de los docentes y complementación de
los procesos educativos reglados.
Las dos primeras se impulsaron a través de las ONG para que, por un lado,
movilizaran a los organismos especializados del Ministerio de Educación que
dan formación a los educadores y, por el otro, incentivando a los propios profesores para que soliciten y participen de estos procesos. Las actividades
complementarias incluyen evaluaciones y atención psicopedagógicas, orientación a los padres y madres de familias, reforzamiento extraescolar, talleres
y clínicas deportivas, formación de educadores en detección y tratamiento
del TI en el aula, etc.
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
279
Y, a modo de acciones orientadas a resultados de corto plazo y fácilmente replicables, se impulsaron un conjunto de proyectos piloto, entre los que destacan
programas de desarrollo de las capacidades pedagógicas de los maestros del
primer ciclo, para mejorar las habilidades lectoras y de cálculo de los niños y
niñas, a través de alianzas con instituciones que han obtenido resultados muy
buenos y contrastados en estos cometidos.
Como ya dijimos, estas tres líneas –y todas las otras que se han ido desarrollando en los países– están conectadas al menos en tres niveles: a través de la red
de AFT, a través de la compartición de experiencias propiciadas en las reuniones
nacionales e internacionales de ONG y, por supuesto, a través de FT, que va
oficiando de correa de transmisión entre países en la medida en que recoge resultados nacionales y los propone a toda la organización.
Participación y competencias para la vida
Bajo el concepto amplio y en construcción de proyecto de vida fueron emergiendo
varias iniciativas con distintos alcances. A título de ejemplo citamos uno de ellos: el
desarrollado en Guatemala, por la creatividad y el entusiasmo con que lo han asumido los niños y niñas, y el impacto que construye en la comunidad inmediata.
Básicamente, es un proceso de empoderamiento de los niños en la resolución de
problemas o situaciones de su entorno escolar o del barrio. Ellos mismos, desde
sus perspectivas e intereses, identifican cuestiones que desean cambiar y a partir de un proceso de consulta y búsqueda de información generan propuestas de
solución o cauces alternativos. Finalmente, según la dimensión del problema
abordado, mapean y movilizan los agentes e instituciones que deben participar.
Desde el Programa se busca crear lo que genéricamente se denomina competencias para la vida y que podemos agrupar en tres áreas: capacitación a toda la
comunidad educativa sobre derechos y participación de la infancia para que
impulse y participe en estos proyectos; desarrollo de habilidades de análisis de
problemas y de comunicación y, finalmente, formación en elaboración de proyectos y procesos democráticos para la gestión comunitaria de los mismos.
9.6 Desarrollo de los agentes sociales
Las nuevas exigencias de capacidades para la intervención habían generado un
proceso continuo de desarrollo de los agentes con dinámicas múltiples, en don-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
280
de venían a converger aquellas que los propios aliados estratégicos habilitaban
desde sus propias experiencias y aprendizajes, junto con las iniciativas impulsadas por la coordinación de Proniño a modo de grandes proyectos regionales. A
esta última pertenecen las que se detallan en este apartado.
Figura 9.12 Mejores agentes para construir Calidad Social
Redes de ONG
Desarrollo
de los
Agentes
Sociales
Áreas de mejoras ONG
Auditorías Financieras
Auditorías financieras
Una de las conclusiones que obtuvimos del diagnóstico institucional de las organizaciones sociales aliadas fue que se requería reforzar rápidamente la gestión financiera y los procesos de rendición de cuentas. Pues bien, en el 2011 se
puso en marcha un proyecto específico que contó con la colaboración de la Dirección General de Control de Gestión del Corporativo del Grupo Telefónica. Y
esta breve introducción contiene en sí misma un conjunto de cuestiones relevantes que es necesario destacar.
En primer lugar, que estas auditorías nacen de un diagnóstico compartido con
las organizaciones de base. Por lo tanto, desde el inicio se concibió no como una
fiscalización externa del uso de recursos, sino como un proceso consensuado y
participativo para mejorar la gestión y la presentación de resultados económicos, tema que como se comprenderá es muy sensible en la intervención social.
En segundo lugar, el hecho de que fuese el organismo técnico especializado de
Telefónica nos indicaba un compromiso de toda la estructura empresarial con
el Programa, lo cual era altamente positivo. En contrapartida, nos preocupaba
cómo iba a ser asumida esta circunstancia por las ONG. En la práctica, después
de explicar la operativa que más abajo se detalla y haber reafirmado el carácter
de mejora y empoderamiento de las organizaciones que se buscaba, rápida-
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
281
mente se diluyó cualquier tipo de susceptibilidad e, incluso, se recuerda la reflexión de un representante de una ONG de Uruguay que expresó: «Para nosotros es una muy buena noticia. Si podemos decir que pasamos las auditorías
financieras de una empresa como Telefónica, aumentamos considerablemente
nuestra credibilidad frente a otras instituciones nacionales e internacionales».
El tercer elemento es que, para desplegar esta actividad, no solo hubo que crear
los instrumentos y los protocolos específicos, sino que se acordó la realización
de talleres sobre cooperación al desarrollo e intervención social destinados a
los profesionales de la auditoría empresarial y se efectuaron en el terreno de la
propia intervención.
Ya en la parte más operativa, se generó una Guía de justificación económica en la
que se identificaron los aspectos que se debían revisar para su mejora; se elaboró
en forma consensuada un Plan de Cuentas (normalización contable para imputar
gastos y asignación de recursos económicos) único y compartido para todas las
ONG Proniño; se diseñó el modelo de realización de las auditorías in situ y, finalmente, los procedimientos para compartir resultados y acordar planes de mejoras específicas con cada ONG. Llamamos aquí la atención sobre un detalle: aunque a primera vista parecía un instrumento más de la auditoría, el hecho de haber
acordado un Plan de Cuentas único para todas las ONG e instituciones sociales
aliadas de Proniño implicó alumbrar una poderosa herramienta de control y
aprendizaje: debido a la potencia analítica que nos suministraba el SIM, se estaba
en condiciones de relacionar resultados de las distintas actuaciones con los recursos sociales que se movilizaban, es decir, introducir en una misma ecuación la
eficacia y la eficiencia de los procesos que llevábamos a cabo.
Por lo tanto, más allá de los resultados específicos, podemos decir que desde el
primer momento, este proyecto ha contribuido a consolidar una cultura de rigor
y transparencia en el uso y rendición de cuentas sobre los recursos económicos.
Áreas de mejoras de las ONG
Este proyecto, que en principio se consideró como una plataforma necesaria
para otras actividades, finalmente produjo algunos resultados que merecen ser
presentados en forma separada. La idea era generar un proceso continuo de
mejoramiento, y en la que cada organización pudiese ir identificando sus propios espacios y trayectorias de mejoras, ya que el mapa de diversidades y heterogeneidades de agentes que se había configurado daba cuenta del sinsentido
de ofrecer recetas únicas y cerradas.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
282
Ahora bien: ¿Cómo identificar los espacios y/o oportunidades de desarrollo de
cada ONG? ¿Cuál debería ser el criterio de selección? Para dar respuestas a estas
cuestiones se generó una metodología que constaba de dos instancias:
1. Creación de un modelo compartido de atributos que debían caracterizar a
la ONG Proniño Ideal.
2. Establecer un procedimiento de autodiagnóstico basado en la confrontación de la situación interna percibida respecto a la ONG Ideal para determinar qué aspectos/atributos se debía mejorar, qué importancia/urgencia
tenían cada uno de ellos, pero también, en cuáles se tenían fortalezas.
El siguiente esquema de atributos para la ONG que deseábamos en Proniño es,
de por sí, bastante ilustrativo:
Figura 9.13 Perfil de la ONG Proniño ideal
Atributos de una ONG de excelencia,
independientemente de su
ámbito de actuación
Estrategia
Gente
Estructura
Dimensión
organizacional
Capacidad
técnica
Gestión
operacional
Aprendizaje
colaborativo
en red
Indicadores e
incentivos
Dimensión
programática
Sostenibilidad
Atributos de una ONG
para el Retiro Sostenible
y el Proyecto de Vida
Alianzas
Incidencia
en política
pública
Legitimidad
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
283
Cabe señalar que este modelo fue generado en un proceso de doble vía, con un
equipo de colaboradores expertos en dinámicas del Tercer Sector que iban modelizando propuestas y un esquema de análisis por la base, concretado en la
realización de talleres con las ONG en los países, en los que se discutía, modificaba y validaban las propuestas. De esta forma, además de la gestión de consensos, pudo desarrollarse cada uno de estos atributos en los elementos constitutivos con una definición operativa de su significado y con los indicadores de
valoración cuali-cuantitativa (según la naturaleza) de los mismos.
Llegados a este punto, una valoración y una pregunta. La primera tiene que ver
con el alto grado de compromiso participativo, de innovación y de búsqueda de
la excelencia en sus actuaciones por parte de las ONG aliadas. Esto que no
siempre se toma en cuenta es un indicador muy fuerte de madurez y evolución
de los programas sociales.
La pregunta era más simple y más difícil: ¿Cómo transformar este modelo en
procedimientos operativos de mejora? En el apartado siguiente, algunas respuestas.
Redes y procesos colaborativos de ONG
La clave estaba presente en las dos dimensiones del autodiagnóstico: áreas de
mejoras y fortalezas relativas. Aparecía medianamente claro que estaban dadas las condiciones para crear un proceso de nuevo tipo en que los propios
agentes sociales construyesen dinámicas de cooperación en la base, en la medida en que se pudiesen juntar las fortalezas de unos con las necesidades de
mejora de otros. Para ello había dos tipos básicos de procedimientos: uno basado en un mapa de ONG con áreas específicas de mejoras, con ONG que presentasen fortalezas en las áreas que otras requerían mejorar. El otro, sencillo, pero
igualmente eficaz, fue el de conectar organizaciones que querían desarrollar en
forma conjunta mejoras compartidas. Y esto no era otra cosa que una red social
colaborativa.
Se lanzaron varios proyectos de distintas envergaduras, algunos a nivel local con
ONG que ya estaban conectadas y que, a partir de este ejercicio, descubrieron
nuevas formas de trabajo conjunto. Otros proyectos fueron a nivel nacional,
como en el caso de Colombia en que la red se formalizó con protocolos consensuados y con un ejercicio de priorización (temas de incidencia político-institucional por parte de las propias ONG y de lectura estratégica de los entornos), que
permitió acordar un plan y una plataforma de trabajo conjunto
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
284
9.7 Incidencia y movilización o más allá de la Intervención
Directa
Así como en la Intervención Directa establecimos visiones de alto nivel que
permitían ganar en flexibilidad, eficacia e innovación social, en este eje teníamos una perspectiva similar. Aquí la pregunta de problematización podía ser
formulada en términos de ¿era suficiente la Intervención Directa para avanzar
en lo que la Misión del Programa había propuesto como aspiración social de
largo plazo? O en otras palabras, ¿con la sola Intervención Directa podía garantizarse con recursos razonables una contribución significativa a la erradicación del TI en la región?
Claro que podía discutirse qué era exactamente «una contribución significativa» o bien, «significativa respecto a qué», ya que la cantidad de niños y niñas
que estaban cambiando sus vidas era ya una aportación incuestionablemente
significativa. Entonces, había que reformular la pregunta y lo hicimos de la forma siguiente: ¿cómo se podía ampliar el impacto social de la intervención directa de una forma más eficaz y responsable que no fuese sólo a través del crecimiento cuantitativo de la misma? Esta forma de hacer la pregunta conducía a
respuestas más fáciles y operativas: haciendo que además del beneficio inmediato y directo a los niños y niñas que participaban en estas actividades, la Intervención Directa fuese una palanca para movilizar a otros agentes, instituciones y personas y para incidir en la construcción de entornos más favorables
para la infancia, contribuyendo a la mejora de las actuaciones de otras redes e
instituciones, incluidas las públicas.
Nótese que hay una gran diferencia entre las movilizaciones y alianzas locales
«para» la intervención local y el concepto de apalancar «desde» la intervención
directa, nuevas y más amplias formas de movilización e incidencia, que funcionan a otro nivel y con cometidos distintos.
Y para cerrar esta introducción, lo mismo que en otras actividades, lo que aquí
pretendíamos era innovar, imaginando nuevos procesos y formas relacionales,
pero sobre todo, aplicando en forma intensiva las capacidades tecnológicas de
FT y Telefónica.
Con estos criterios, reseñamos aquí tres proyectos ilustrativos que pasamos a
describir.
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
285
Figura 9.14 Contra el TI desde las redes sociales 2.0
IV Encuentro Internacional contra el TI
Movilización e
Incidencia 2.0
Red LACTI
Redes y campañas en plataformas digitales
Redes y campañas en plataformas digitales
En Brasil, el Gobierno solicitó colaboración a diversos agentes sociales, entre los
cuales estaba nuestra FT, para implementar una red contra el abuso y explotación
sexual de niños, niñas y adolescentes. Naturalmente, la capacidad de actuación
directa de FT o sus organizaciones más allegadas no alcanzaba para cubrir el abanico de actuaciones muy especializadas que este tipo de situaciones requiere, tanto
en la propia intervención como en la especial atención de las víctimas una vez rescatadas. Pero podíamos aportar la experiencia que ya tenía la FT Brasil en materia
de plataformas 2.0 para la articulación de redes de intervención, sensibilización de
la población, guía y apoyo para las denuncias y potenciamiento de los agentes.
Este proyecto sirvió como aprendizaje también para acometer otras iniciativas
similares en otros países, como en México. En este país, como es frecuente que
ocurra en las fronteras de países con marcadas diferencias en sus niveles de
desarrollo y riquezas, ha emergido un complejo problema de trata de personas
entre México, Estados Unidos y otros países de Centroamérica, que también
afecta a niños y niñas.
Ante estas circunstancias, en el 2011 se estableció un Compromiso de Alianza
Multisectorial para reducir la trata de personas en México integrado por FUPAD
(Pan American Foundation), la Oficina de Estado de Estados Unidos para Combatir la Trata de Personas, MTV, Cinépolis y Fundación Telefónica, con el objetivo de apoyar los esfuerzos del Gobierno mexicano en contra de la trata de personas, fortalecer organizaciones locales sin fines de lucro en su lucha contra el
problema, e incrementar el conocimiento de los mexicanos acerca del peligro y
de las formas en que pueden participar para resolver esta práctica.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
286
El proyecto prevé un número importante de acciones de sensibilización y movilización, entre ellas la realización de piezas multimedia para ser difundidas
por los socios de la alianza, sobre todo aquellos más vinculados a actividades
audiovisuales. FT aporta los espacios de intervención en familias y escuelas,
sobre todo en aquellas en las que hay AFT y otros accesos a Internet para
sensibilizar e incluir la problemática en sus prácticas de educación en derechos y valores y trabajar el tema entre adolescentes y jóvenes.
Finalmente, la evolución que ha realizado la iniciativa «Aquí estoy» lanzada
desde Colombia, y que busca generar un movimiento social ciudadano en torno
a la causa del trabajo infantil, para aumentar el nivel de conciencia y generar
desde la base ciudadana información y denuncias que permitan a las autoridades orientar la búsqueda activa de situación de TI y el levantamiento de líneas
de base de niños y niñas trabajadores.
La iniciativa, además de implicar a la sociedad civil en la lucha contra el TI, ha
buscado incorporar servicios y tecnologías de la operadora para abrir nuevas
dinámicas sociales, ya que las personas son llamadas a actuar mediante la descarga de una aplicación móvil para reportar los casos de trabajo infantil que ven
en su vida cotidiana. Por supuesto, la solución tecnológica descansa en un protocolo de colaboración con el Gobierno que gestiona y tramita las denuncias
que la sociedad remite.
A la fecha la iniciativa cuenta con una comunidad de más de 120.000 personas.
La iniciativa recibió 14 premios nacionales e internacionales durante el 2012,
cuenta con más de 15.000 descargas y más de 3.000 reportes de trabajo infantil que actualmente se entregan al ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) para su atención.
La Red Latinoamericana Contra el Trabajo Infantil (Red LACTI)
Este proyecto fue puesto en marcha en noviembre del 2011 como respuesta
a la demanda de continuidad por parte de la comunidad virtual que participó
en el III Encuentro Internacional. Como se expresa en su portal en Internet, se
concibe como «un espacio y una herramienta para analizar, debatir y reflexionar sobre la realidad del trabajo infantil desde diferentes dimensiones que
están estrechamente vinculadas entre sí, tales como el trabajo decente para
los adultos, la educación de calidad, la protección social, la salud y la lucha
contra la pobreza. La Red Latinoamericana está formada por todos los agentes involucrados en el fenómeno del trabajo infantil, que a través de esta pla-
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
287
taforma, producen conocimiento e intercambian informaciones de forma
constante sobre el tema de prevención y combate del trabajo infantil y otros
asuntos relacionados».
Está promovida en forma conjunta por OIT/IPEC y la propia Fundación Telefónica y, a modo de marco doctrinario, se apoya en los cuatro grandes compromisos de desarrollo social que involucran a América Latina.
Figura 9.15 La Red LACTI: una iniciativa regional de movilización
social en red
Los objetivos que se explicitan conectan esta iniciativa con la vocación de
aportar a las discusiones de la III Conferencia Mundial sobre TI (Brasil, 2013)
las experiencias y los conocimientos colaborativos creados a través de una
movilización amplia y sostenida en las redes sociales. A la fecha, se ha realizado un gran número de actividades virtuales (foros, chats, videos, formación,
etc.), organizadas básicamente en dos dimensiones: una temática, con cuestiones abordadas monográficamente durante un mes y de la que se origina
un documento de sistematización y propuesta social específica; y como segunda dimensión, el que acompaña a los eventos presenciales del IV Encuentro Internacional contra el TI, incluida la discusión de los resultados y acuerdos que se van construyendo.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
288
Como se observa, este proyecto bien podría haberse incluido en el eje de generación de conocimiento por su cometido de reflexionar sobre las experiencias de las
personas y agentes que comparten aprendizajes, pero preferimos situarlo en
este lugar por el carácter de movilización urgente con que se lo ha encarado.
IV Encuentro Internacional contra el TI
Como ya hemos hablado de las ediciones anteriores de este evento, lo que importa aquí es resaltar una suerte de gran ciclo cumplido: lo que empezó con una
aspiración de construir un espacio de encuentro sectorial –objetivo que por entonces era realmente ambicioso– fue evolucionando hasta constituir en el
2012/2013 una iniciativa inserta funcional y socialmente en el proceso preparatorio de la III Conferencia Mundial sobre el TI.
Además, ha ido evolucionando no solo en las cuestiones que han sido propuestas como focos de debate, sino en la forma en que se ha concebido la participación de los agentes sociales. Si el primero de ellos (Ecuador, 2006), que fue un
foro presencial convencional, aportó precisamente la novedad de que un evento así se diese por primera vez en el ámbito de la lucha contra el trabajo infantil
y la segunda edición puso el énfasis en «las redes» (Perú, 2008), el tercero introdujo la fase virtual como muelle expansivo de participación y de creación de
nuevas formas de colaboración y movilización. En el de 2012/2013, al apoyarse en la Red LACTI impulsada por la OIT y FT, se convirtió en una propuesta de
movilización permanente, una agitación en redes sociales, que aterriza desde
lo virtual a lo presencial cada 3 o 4 meses, para transformar los debates en
avances y compromisos sectoriales que se orientan a Brasil 2013, sede de la
Conferencia Mundial contra el Trabajo Infantil.
Por lo tanto, aunque no es una medición formal, podríamos decir que el paso de
un evento presencial de dos días a una movilización en red con hitos presenciales extendida durante más de un año, da cuenta de la transformación cualitativa del proyecto, cuando este se ligó a la vocación de incidencia y a las plataformas digitales 2.0 que FT contribuyó a consolidar.
9.8 El valor social del conocimiento producido
Podemos decir que se habían hecho grandes esfuerzos para mejorar la comprensión analítica de los fenómenos sociales o reflexionar sobre nuestras prácticas. Hay una lista muy grande de investigaciones que han servido de base
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
289
para reconstruir la doctrina contada en la primera parte de este libro. Todos los
países han producido estudios e informes muy valiosos y, la mayoría de las
veces, alumbrando miradas inéditas, entre otras cosas, porque surgían alimentados por la experiencia insustituible de la intervención social y de la lógica
creativa que se establece cuando más de un centenar de organizaciones e instituciones sociales de todo tipo trabajan en un mismo proyecto.
Ejemplos que han servido para alumbrar nuevas miradas sobre el TI pueden ser
las investigaciones de campo en el ámbito familiar en Perú, las dinámicas de
trabajo infantil en las poblaciones afrodescendientes en Uruguay, el análisis
comparado en ocho ciudades de la relación entre TI e ingresos de los hogares
clasificados por deciles en Colombia, la sistematización casuística del gabinete
de psicología de apoyo a familias con niños trabajadores en Ecuador, los relatos
de vida como ilustración de la aplicación del Estatuto de las Crianzas y Adolescentes de Brasil, los estudios de Venezuela sobre resultados educativos y prácticas laborales, etc., en una relación solo a título ilustrativa de la extensa lista de
estudios e investigaciones que se realizan en el Programa cada año.
QUINTO RETO
La creación y gestión del conocimiento social como instrumento de ampliación de impacto, movilización e incidencia social.
También hay que mencionar las investigaciones de tipo regional, más orientadas a la movilización e incidencia, como la llevada a cabo junto con la red de
comunicadores PANDI sobre medios y TI. O las investigaciones sobre Educación y TI que se realizaron junto con OIT, como aportación a la inclusión de esta
problemática social al diseño de las políticas educativas en la región.
Incluso las experiencias ya comentadas de la Red LACTI y de los Encuentros
Internacionales contra el TI aportaban un enfoque de nuevo tipo para la producción colectiva y colaborativa de conocimiento social.
Pero a pesar de todo ello –y coincidiendo con la demanda que nos hacían desde
la base de la intervención social– entendimos que faltaba aún una visión más
estratégica y formalizada, que nos permitiese orientar toda esta producción de
conocimiento para gestionarlo como una herramienta clave de movilización y
de transformación social.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
290
Para ello se lanzó un nuevo y ambicioso proyecto con la colaboración de la Academia (la Universidad de Comillas y su red de universidades latinoamericanas
asociadas) para que, de alguna manera, se rellenasen los huecos no completados (historia, modelos) y, fundamentalmente, que se pusiesen en valor los
aprendizajes y experiencias (buenas prácticas, historias de vida, casos de estudios) y, a partir de ahí, construir un proceso permanente de gestión del conocimiento, que permitiese afianzar los procedimientos de mejora de la propia intervención, el traspaso de experiencias a otras redes y agentes y que diseñara
los procedimientos y canales para la movilización y la incidencia basado en el
conocimiento.
Figura 9.16 El conocimiento como palanca de innovación,
movilización e incidencia
Modelo
Negocio PN
Historia Proniño
Visión
Emocional
1998
2005
2012
Buenas Prácticas
Estudios de Caso
Proceso de Generación
de Conocimiento
Desde esta perspectiva, los bloques de productos son los que se muestran en la
figura que representa el diseño realizado.
9.9 El presente de una historia
Llegamos a un momento de esta historia que ya casi le pisa los talones al presente. Y así como en capítulos anteriores se buscaba hacer una suerte de balance conclusivo de lo que había significado el período analizado, aquí cualquier
ejercicio de este tipo suena a balance de toda una historia.
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
291
Sin embargo, de cara al futuro, parece más útil tratar de entender dónde ha quedado el programa en relación con la curva de la figura 9.2, introducida a principios
del capítulo, y que planteaba la idea del punto crítico. Una primera y buena
aproximación es recobrar la trayectoria de niños, niñas y adolescentes atendidos.
Figura 9.17 Crecimiento acelerado para construir
una plataforma social significativa
350000
337878
279511
300000
250000
211349
200000
163900
150000
107602
100000
52991
50000
25339
6982 9232 8246 10082 11540
0
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Podemos observar que, a pesar del replanteamiento estratégico que buscaba poner el énfasis en otras dimensiones más cualitativas y vinculadas al impacto, la innovación y la transformación social, el ritmo de incorporación de niños y niñas al
Programa continuó siendo muy intenso, hasta situarse prácticamente en 338.000
beneficiarios directos. Esto es casi 50 veces más que hace una década o 30 veces
más que cuando Fundación Telefónica asumió la gestión del Programa hace 7 años.
Este esfuerzo, económicamente, ha representado una inversión social directa –es
decir, sin contabilizar la que se ha movilizado en las contrapartes sociales o en otras
redes que se ponían en marcha en torno a Proniño– que ha superado los 210 millones de euros. Creemos que es difícil encontrar experiencias similares.
Siguiendo con este inventario de casi el presente, creemos que es importante
situar la dimensión cualitativa y estratégica del programa.
Queremos decir que si alguien preguntase en este momento ¿Qué es lo que
hace el Programa?, la figura de más abajo (Focos estratégicos) es una suerte de
respuesta en modo gráfico. Si repasamos el conjunto de proyectos que se ejecutaron en este último período analizado, podemos decir que el Programa configuró en la práctica cinco focos de actuación social, con especial mención al
área de proyecto de vida, que efectivamente se reveló como una palanca de
gran potencia de innovación e instrumento importante para entender los derechos de la infancia en el marco de los retos del siglo XXI.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
292
También el desarrollo de agentes aliados, que empezó como una necesidad
operativa del programa, por la magnitud y profundidad que ha adquirido, puede
concebirse legítimamente como un nuevo modelo de empoderamiento y desarrollo de la sociedad civil a través de sus organizaciones de base.
Figura 9.18 Focos estratégicos
Retiro
Sostenible
Movilización
e incidencia
Proyecto
de vida
SIM
SIM
Gestión del
Conocimiento
RRSS2.0
Desarrollo
de Agentes
Todo esto, sostenido por dos pilares vinculados al cómo hacer las cosas: por un
lado, el modelo de gestión en red apoyado en una plataforma inteligente y, por
otro, la aplicación intensiva de los conceptos de cultura digital en todas las
áreas del Programa.
Es más, en párrafos anteriores se comentó que este paso desde un programa
estructurado en ejes estratégicos que aglutinaban tipos de actuaciones más o
menos estandarizadas, hacia una concepción más abierta, en la que se enunciaban grandes objetivos de resultados sociales y a partir de allí, la red de base diseñaba (e innovaba) las propuestas más adecuadas a cada entorno y modalidad de
TI afrontado, significó una mayor flexibilidad y capacidad de adaptación a cada
entorno, con una gestión mucho más orientada a proyectos y resultados.
En el relato anterior, se han ido comentando aquellos proyectos e iniciativas que
por su impacto o por su novedad nos parecieron más representativos de este
período. Pero la enunciación escrita, que es necesariamente lineal –uno después
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
293
de otro– a veces tiene el riesgo de hacer perder la perspectiva de conjunto. Por
eso, en la figura siguiente, hemos tratado de recuperar una visión panorámica
como medida de la densidad programática en que había devenido Proniño.
Figura 9.19 La "nube" de actuaciones sociales Proniño
Territorios
libres de T1
Programa
egresados
Proniño
Desarrollo
comunitarios
Modelo de
mejora
permanente
de la CE
Competencias
para la vida
Proniño
opina
Movilización
y denuncia
ciudadana
en Red
Red AFT
Movilización
e incidencia
Proyecto
de vida
Proyectos de
mejoras rápidas
de competencias
básicas
Auditorías
Financieras
Campañas
contra la trata
de personas
Retiro
Sostenible
SIM
SIM
Atención
formación
permanente
SIM
Desarrollo
de agentes
Foros
Nacionales
de ONG
RRSS2.0
Red
de ONG
Red
LACTI
Gestión del
conocimiento
Estudios e
investigación
es País
Estudios
regionales
IV Encuentro
internacional
Proceso de
creación y
gestión del
conocimiento
Historias de
vida y del
Programa
Modelización
del negocio
social
La mayoría de los alvéolos de esta nube representan en sí mismos procesos en
los que se ha combinado crecimiento, innovación y objetivos cada vez más
arriesgados y socialmente ambiciosos. Y para ejemplificar esta aseveración,
podemos analizar la secuencia de Encuentros Internacionales.
Vemos aquel primer evento del 2006 en el que, junto con la creación de un
espacio de encuentro abierto, teníamos como objetivo integrarnos como actores legítimos en las redes vinculadas a luchar contra el TI y que, en su diseño, adoptó formas que –aun dentro de la lógica participativa y dialógica del
sector– seguían estando dentro de lo acostumbrado. Desde allí se ha llegado
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
294
a un modelo de encuentro que ya no es un par de días, sino un año completo,
situado en las redes sociales y en varios países y en donde el objetivo ya es,
claramente, poner en valor los aprendizajes de los agentes y personas movilizadas en la plataforma 2.0 auspiciada por OIT/IPEC y FT –la Red LACTI– para
crear contenidos y aportaciones para una Conferencia Mundial en la que, además de su alcance planetario, se juegan buena parte de las posibilidades de la
Región para cumplir las anheladas metas una América Latina sin TI.
Figura 9.20 IV Encuentro Internacional: un ciclo de aprendizajes
y movilización en red
1200 PP
6400 PV
2010
Colombia
Conocimiento
en Red
700 PP
2008
Perú
Juntar
experiencias
600 PP
2006
Ecuador
Aportar nuestros
aprendizajes
en red
Traer a los
que saben
Conferencia
Mundial
2013
Incidencia Social
y en Políticas
Públicas
Movilización
en Red
Sensibilización/
movilización
2012/2013
Región
Generación de
conocimiento
880 PP
5475 PV
(2 de los
4 eventos
previstos)
Ser
reconocidos
Articulación
de redes
Presencia
institucional
PP: Participantes presenciales
PV: Participantes virtuales
Por consiguiente, el salto entre aquel entusiasta y para nosotros enormemente
difícil primer Encuentro, hasta el que está en curso al momento de escribirse
estas líneas, es mucho más que la cantidad de participantes: está en el contenido institucional y social que se ha logrado construir.
Por tanto, si se tuviera que condensar el resultado de toda esta historia en pocas palabras, nosotros utilizaríamos cuatro: Dimensión, Innovación, Densidad,
Complejidad. Las dos primeras dan cuenta de las estrategias que consciente-
Período 2011-2012. Incidir para cambiar
295
mente asumimos: construir una plataforma social de una dimensión suficientemente extensa como para innovar e incidir no solo en la vida de los beneficiarios directamente incluidos, sino en la situación de toda la infancia
latinoamericana. Las dos últimas son resultados, características que fue asumiendo el modelo de intervención que se fue construyendo para dar respuesta
a la premisa anterior. Eran esperables pero muy difícil de cuantificar a priori.
Cabría, por lo tanto, otro tipo de balance más vinculado a la aportación de Proniño a la mejora global de la lucha contra el trabajo infantil, tanto desde una
perspectiva de lo acontecido hasta aquí como de cara al futuro. En el capítulo
que sigue se intenta un primer nivel de valoración sobre la primera cuestión,
aunque más desde la perspectiva de las emociones y las vivencias de los propios actores, que es la que está a nuestro alcance.
Para otro tipo de evaluaciones de impacto, se requieren otras herramientas y otro
tipo de recursos. Sin embargo, es probable que tampoco sirvan para resolver la
gran pregunta que sobrevuela en este tipo de cuestiones: la labor de Proniño enmarcada en un todo más amplio de actuaciones de muchos y diversos agentes
¿ha logrado aportar elementos diferenciales para cumplir las metas regionales?
La respuesta no es fácil, los escenarios presentan claroscuros, con avances políticos
e institucionales muy importantes, pero con tendencias al enquistamiento de esos
núcleos resistentes de TI, que seguramente requerirán de nuevos instrumentos de
actuación para enfrentarlos. Adicionalmente, si bien se ha registrado el ingreso
paulatino de nuevos agentes, este no adquirió, como esperábamos, un carácter
disruptivo, tanto en volumen como en innovación de las prácticas sociales.
Por lo tanto, estas percepciones inclinan a pensar que para producir un cambio
radical en la lucha regional contra el trabajo infantil será necesario un nuevo salto
cualitativo en los modelos de políticas, instituciones e intervenciones sociales.
Visto así, surgen nuevas preguntas para Proniño y su entorno: ¿Es posible para un
agente privado seguir incrementando la dimensión de su plataforma social una vez
visto el componente de densidad/complejidad que conlleva? ¿Se ha alcanzado el
punto crítico en el ciclo de vida de los proyectos sociales? Desde la perspectiva global
de mejorar la situación presente y futura de la infancia, ¿es conveniente mantener
este foco social o hay que introducir/desplazarlo hacia nuevas áreas de intervención?
Las respuestas a estas preguntas conducen a distintos escenarios de futuro y,
por consiguiente, a nuevas decisiones estratégicas. Pero no son ni el cometido
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
296
ni la intención de este relato. Sin embargo, y esto es una afirmación fuerte,
ninguna de ellas cambiará la historia colectiva de Proniño.
Por eso, nosotros preferimos resumir nuestras visiones estratégicas en términos de todos esos «proyectos de vida» que en forma colectiva han podido reencaminarse hacia horizontes más prometedores: más de 656.000 niños, niñas y
adolescentes, algunos más que otros, y tal vez no siempre en la medida de
nuestras expectativas y deseos, pero todos y todas han cambiado sus vidas de
muchas formas.
Figura 9.21 Niños, niñas y adolescentes que cambiaron sus vidas
93853
431731
NNA
Egresado
NNA
Atendidos
224629
656360
Alumnos
no-Proniño
en Escuelas
con AFT
Total
Beneciarios
337878
NNA
Activos
A esta comunidad extendida de hacedores de nuevos proyectos de vida, también habría que sumarle las familias, los barrios y entornos comunitarios que se
han ido involucrando, las comunidades educativas de las 7.000 escuelas que se
han vinculado al Programa. Y por supuesto, aunque sea un número pequeño
respecto a las cifras anteriores, también nos incluimos todos y todas las que en
el día a día hicimos Proniño, los en torno a 6.000 trabajadores sociales del centenar de ONG aliadas, los voluntarios de Telefónica y profesionales de FT: a nosotros y nosotras, este programa también nos cambió la vida.
Capítulo
10
Otra forma de contar
una historia
10.1
10.2
10.3
10.4
Un marco para asumir los retos
Los cinco grandes retos
Proniño 2.0
El reto de entender los retos en conjunto
300
302
306
308
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
300
En alguna oportunidad escuchamos –con indisimulado orgullo– decir a un representante de una ONG que la historia de Proniño se podía contar enumerando los
es imposible hacerlo que fuimos desmontando a lo largo de estos años: era imposible crecer en la forma en que se estaba planteando, era imposible introducir las
tecnologías educativas más avanzadas en barrios y escuelas de absoluta precariedad y carencia de todo tipo de recursos, etc. Pero el Programa, desde el compromiso y la confianza, consolidó una cultura colectiva de asumir estas situaciones no como barreras sino como retos, es decir, empresas difíciles y ante las
cuales había que medir bien los riesgos, pero de ninguna manera, imposibles.
Vistos en perspectiva, creemos que esos desafíos tienen mucho que ver con los
porqué de las decisiones que fuimos tomando, incluso más allá de la misión y
los argumentos estratégicos, ya que tal vez, en la superación de los mismos,
encontramos la mejor inspiración para innovar y superarnos.
10.1 Un marco para asumir los retos
Cuando Fundación Telefónica se hizo cargo de la gestión de Proniño en el año
2005, lo hizo en un entorno social y empresarial muy particular.
América Latina había sido uno de los laboratorios más relevantes para desarrollo político-institucional en materia de lucha contra el trabajo infantil referenciado por OIT/IPEC y también uno de los escenarios de la gran movilización
mundial del Tercer Sector y la sociedad civil a través de la Marcha Global, que
permitió alumbrar uno de los convenios más determinantes para darle eficacia
a estas luchas: el Convenio 182 (1999) sobre las PFTI.
Desde la perspectiva del negocio, la adquisición de los activos móviles de BellSouth en 10 países de Latinoamérica había permitido que Telefónica se constituyese en uno de los grandes operadores integrados de servicios de comunicación de la Región.
En este escenario, Fundación Telefónica propuso hacer de Proniño una iniciativa con mayor aspiración social y más acorde al posicionamiento regional de la
empresa, contribuyendo de esta forma a la voluntad expresada por Telefónica
de ser un aliado para el desarrollo social de los países. Para poder hacerlo, tenía
que lograr ser un programa cuyo reconocimiento pasase por hacer aportaciones nuevas y significativas a la sociedad. Por lo tanto, tenía que asegurar impacto social a través de dos dimensiones.
Otra forma de contar una historia
301
Figura 10.1 Un marco para entender los retos
Tamaño mínimo
“Ser alguien
significativo”
Calidad
Dimensiones
del Impacto
Social
Innovador
“Ser alguien
distinto”
Multiplicador
Por un lado, tenía que ser un actor legítimo y significativo en el mundo social,
para que lo que hiciese pudiese mover el termómetro de la percepción social del
TI. Por ello se requería una dimensión adecuada de la intervención social y, además, dotarla de calidad, adoptando las mejores prácticas establecidas en este
ámbito. La primera era condición necesaria (aunque no suficiente) para tener
impacto social; la segunda era la que permitía transformar el tamaño de la intervención en impacto.
Figura 10.2 Retos e impacto social
Movilizar
desde el
conocimiento
2006
2008
2009
2010
2012
Multiplicar
Proniño
2.0
Innovar
Gestión
en Red
Calidad
Educación
y TIC
Crecer
Crecimiento
acelerado
Pero lo anterior no marcaba en sí mismo diferencias, ni justificaba la presencia
de Fundación Telefónica en el difícil espacio de los derechos de la infancia: además tenían que suceder cosas distintas. Para que esto ocurriera, había que incorporar otras dos condiciones: i) hacer las cosas de forma diferente, innovar en
las prácticas sociales, ii) constituirse en un referente amable y respetuoso pero
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
302
capaz de motivar a otros agentes sociales a que se incorporasen a la lucha contra el trabajo infantil (ser un multiplicador).
El proceso de construcción de estas cuatros palancas de impacto social (y reputacional) es la historia de Proniño. Y aunque los procesos son continuos, hubo
momentos en que por madurez de la intervención, por la necesidad de resolver
dificultades específicas o por la visión estratégica que se tenía, hubo que generar verdaderos saltos cualitativos que cambiaron la perspectiva y el perfil del
Programa: son los hitos o retos a través de los cuales se puede hacer un relato
condensado de la historia de Proniño.
10.2 Los cinco grandes retos
10.2.1 Crecimiento acelerado
Cuando FT se hizo cargo del Programa, este atendía a 11.540 niños y niñas distribuidos en 10 países. Por lo tanto, la primera consigna fue de crecer para construir un gran programa. ¿Qué significaba un crecimiento de este tipo? Por supuesto, no había una definición exacta.
Figura 10.3 Evolución cobertura
400000
350000
+ 57 millones
anuales
337878
300000
279511
250000
211349
200000
163900
150000
+ 110%
anual
100000
107602
50000
52991
25339
11540
0
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Otra forma de contar una historia
303
Desde una visión estratégica y cualitativa, un gran programa sería aquel que
permitiera habilitar una plataforma social que, además de beneficiar a los propios niños, niñas y familias atendidas, permitiese crear conocimientos específicos, activar a otras redes y agentes por la infancia, producir sensibilidad y movilización social, mejorar el contexto institucional y ayudar a la mejor formulación
de políticas públicas, de tal forma que nuestro objetivo era, en realidad, contribuir a la restitución de los derechos de toda la infancia trabajadora. Por ello, se
aspiraba a lograr la dimensión necesaria para tornar válidos y legítimos los
aprendizajes y las innovaciones que se produjesen.
Así, entendimos que una referencia para establecer la futura dimensión para el
Programa podían ser los proyectos de intervención directa de OIT/IPEC, que
funcionaban como casos de aprendizajes y sensibilización, con duraciones de 6
a 12 meses y que abarcaban en torno a los 30.000-35.000 niños y niñas. Por
esta razón, la primera meta de crecimiento a tres años (objetivo 2008) se situó
en 40.000 beneficiarios, lo que implicaba una tasa de crecimiento anual acumulado en torno al 50%. Esta fue la primera vez que escuchamos: «es prácticamente imposible crecer de esta forma». Y la aseveración no partía de la falta de
aspiraciones para hacerlo, sino de la conciencia de la complejidad que representaba esta apuesta, ya que el número de beneficiarios estaba en correlación directa con la dimensión y complejidad de las redes sociales de intervención que
había que movilizar.
Y como si no fuese suficiente reto, la estrategia empresarial que Telefónica Latinoamérica definió en el 2007 creó un escenario de oportunidades sociales (la
sociedad como socio al que se le retribuía con valor social) que nos animó a redefinir estas metas con una mayor exigencia, dando lugar a tres años de crecimiento exponencial (100% de crecimiento anual) para luego estabilizarse en
un crecimiento medio de 57.000 niños y niñas cada año. Si comparamos estos
ratios con cualquier otra experiencia socioeconómica regional es difícil encontrar parangones: las cifras de evolución del PIB y la renta per cápita de los países, los beneficios empresariales, etc., cualquiera de ellas estaba uno o dos órdenes de magnitud por debajo.
El resultado fue que se logró crear un «laboratorio social» muy significativo. La
cobertura alcanzada al final de esta historia representa algo más del 3% del
total de niños y niñas en situación de trabajo infantil, y si sumásemos los beneficiarios alcanzadas desde la innovación educativa, se incrementaría en 1 o 2
puntos porcentuales adicionales. Y la inversión social anual equivalente es alre-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
304
dedor del 2-3% de lo que IPEC/OIT estima como inversión necesaria para que
toda América Latina y el Caribe erradicase el TI. Entendemos que es un logro
apreciable para una iniciativa surgida desde un agente del sector privado.
Por supuesto, por detrás de este modelo de crecimiento lo que había era un esfuerzo casi titánico de los aliados sociales y las instituciones que nos acompañaban:
desde el 2005 al 2011, el número de escuelas con las que se interactuaba pasó de
240 a 6.496 (+2.600%) mientras el de ONG aliadas pasó de 19 a 123 (+550%), llegándose a movilizar a cerca de 6.000 trabajadores y voluntarios sociales, en una
suerte de empresa multinacional pero de carácter social casi sin precedentes.
Mirando estos indicadores parece que habría que haberle concedido la razón a
los que pensaban que era imposible. Pero se hizo.
10.2.2 Aplicación de las TIC a las escuelas Proniño
Recientemente, una experta de Proniño España viajó a Ecuador y nos compartió
una anécdota en apariencia pequeña, pero de enorme significación. En una reunión de trabajo en una comunidad indígena rural, un líder comunitario le expresó
que cualquier duda que pudieron haber tenido en el pasado respecto a Proniño
(«era el programa de una empresa») se disipó cuando FT Ecuador les ofreció instalar un Aula Fundación Telefónica –un emprendimiento tecnológicamente avanzado y mucho más en ese entorno– en su escuelita rural e indígena: la comunidad
lo interpretó como gesto de confianza social y respeto cultural, como una confirmación del estilo de diálogo y escucha que portaba el programa.
Cuando nos lo contaba, además de emocionarnos, sentimos que en esto consisten las estrategias sociales de transformación. Porque efectivamente, la decisión de introducir las TIC en las escuelas vinculadas a Proniño fue una de las
mayores y más arriesgadas apuestas del Programa, aunque para nosotros era
algo casi obligado. Si FT no aplicaba su experiencia en materia de innovación
tecnoeducativa al entorno Proniño, habría introducido dos factores de distorsión: no integraría a Proniño dentro de su foco fundacional y, además, crearía
una dualidad de atención social difícilmente justificable, ya que de ninguna forma podía justificarse que el aporte de innovación educativa que se realizaba en
los sectores sociales medio-altos de la sociedad no se extendiese a las capas de
menores recursos o en situación de riesgo y exclusión.
Cuando transcurrió el tiempo necesario para tener datos consolidados, los resultados demostraron que el proyecto había tenido gran impacto: más de
Otra forma de contar una historia
305
12.000 educadores pertenecientes a 13 países se habían inscrito en las redes
virtuales colaborativas de contenidos y de formación digital, una práctica innovación tecno-pedagógica comparable en sus logros a las medias de un país
como España (antes de la crisis). Solo que esta experiencia la habían protagonizado educadores que pertenecían a escuelas en donde se concentraban condiciones de extrema precariedad y exclusión.
Por eso, las veces que hemos presentado estos resultados, bajo el encabezamiento hemos puesto siempre dos subtítulos muy grandes: I) es un mito que
no se pueda innovar en entorno de precariedad, y II) estas transformaciones no
se pueden explicar sin reconocer la pasión y la dignidad que esas comunidades
educativas volcaron en el proyecto.
Y, por supuesto, más que adjudicarnos méritos que no nos corresponden, lo
que pretendemos es destacar los aprendizajes que aportó esta experiencia colectiva, entre ellos: I) se demostró que es posible desencadenar procesos de innovación social apalancados en TIC en segmentos de población que muchas
veces se descartan a priori; II) que al ser este proyecto parte de un concepto de
calidad conectado con el saber hacer de FT y con los servicios de Telefónica,
nos confirmaba que –si se saben movilizar las capacidades específicas de las
empresas– hay un importante potencial de innovación social; III) que se había
generado otro modelo de erradicación y prevención del TI: como las AFT partían de un enfoque tecno-pedagógico constructivista y social, inclusivo y que
incorpora la educación en derechos y valores, las escuelas que se incorporaban
al proyecto se constituían en efectivos espacios sociales de lucha por los derechos de la infancia y contribuían a crear proyectos de vida distintos para todos
los alumnos de la misma, fueran o no beneficiarios de Proniño, y IV) que las redes colaborativas de formación y de generación de contenidos en que se asentó el Proyecto diseñadas desde el primer momento como de ámbito internacional, produjeron un intenso proceso de cooperación creativa Sur-Sur que
involucró a educadores y escuelas de 14 países de la Región.
10.2.3 Gestión socioempresarial en red
Los retos anteriores dan cuenta de un crecimiento que no solo fue acelerado,
sino que se hizo introduciendo calidad en la intervención. Desde una visión más
sistémica, podemos decir que se fue construyendo una intervención compleja
y muy expuesta socialmente, por los riesgos que se debían asumir. Y que, por lo
tanto, rápidamente se comprendió la necesidad de contar con un modelo de
gestión adecuado.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
306
Esta cuestión trae en consideración otra característica que muchas veces no se
toma suficientemente en cuenta: las dos culturas que conviven creativamente
en el Programa. Por un lado, la social, encarnada por las prácticas del Tercer
Sector y los movimientos sociales, que privilegian la eficacia, los consensos y la
participación; por otro, la empresarial, con prácticas de gestión altamente profesionalizadas, con mucho foco en la eficiencia, los resultados, los procesos, las
plataformas tecnológicas avanzadas como soporte y un modelo de toma de
decisiones que tiende a estructuras más bien piramidales.
El modelo de gestión y las plataformas en las que se apoyasen tenían que responder a estas dos culturas con una visión no de conflicto, sino de simbiosis para
crear un modelo que tomase lo mejor de ambas partes. De otra forma, estaba
condenado al fracaso por muchas razones, pero en particular por una muy relevante: sea cual fuere la aplicación de gestión que se desarrollase, tenía que ser
alimentada por datos confiables y en tiempo adecuado, que tenían que ser suministrados y refrescados por las ONG. Si estas no se sentían «parte de», «involucradas con», el sistema de gestión se caería desde sus propios cimientos.
El Sistema Internacional de Monitoreo y Control (SIM) es, por tanto, mucho
más que una avanzada herramienta inteligente de gestión en red; es un instrumento innovador y que, al tiempo que profesionalizó la gestión, surgió de un
entorno al que modificó, permitiendo crear una nueva cultura de hacer las cosas en la Fundación, en las ONG y demás aliados, por lo que hizo falta una cuidadosa gestión del cambio cultural, que incluyó un proyecto de desarrollo de
los agentes sociales de Proniño, para la formación en gestión y uso del SIM, un
diagnóstico social participativo de las ONG orientado a identificar áreas de mejoras y fortalezas en las que apoyar procesos de mejoras colaborativas, y hasta
auditorías financieras para el fortalecimiento, con participación de los organismos técnicos específicos de Telefónica. Es decir, desde el consenso y un diseño
apropiado, nos autoimpusimos el mismo rigor de gestión que una empresa líder en el difícil y competitivo sector de las comunicaciones.
10.3 Proniño 2.0
A veces se pierde de vista que aunque Proniño es un programa con identidad
propia en el mundo social, en realidad es una iniciativa que se implementó a
partir de todos los recursos, conocimientos y experiencias de FT y, en muchos
casos, de la empresa en su conjunto. Y esto es importante para entender de
dónde viene la capacidad de innovación de muchas de nuestras iniciativas.
Otra forma de contar una historia
307
No es de extrañar entonces que Fundación Telefónica fuese muy activa en los
espacios en los que se estaba experimentando con las redes sociales 2.0. Y naturalmente, trataba de aplicar todos los aprendizajes obtenidos a todas sus actividades –incluidas las de Proniño–, a pesar de que en opinión de muchos expertos, los públicos y actores de nuestro programa distaban mucho de esta
realidad tecnológica que se proponía. Por ejemplo, era difícil juntar en una sola
imagen el trabajo infantil en los basurales con las plataformas digitales 2.0.
Sin embargo, en Proniño también estaban pasando muchas cosas 2.0: las redes
colaborativas de educadores asociados al proyecto de Aulas FT ya comentado;
la red virtual asociada a los Encuentros Internacionales y que luego evolucionó
hacia un proyecto conjunto de OIT y FT que adoptó el nombre de Red Latinoamericana contra el trabajo Infantil (Red LACTI), campañas de movilización a
través de las redes sociales digitales en algunos países, lo que los usuarios del
Sistema de Monitoreo y Control producían en forma creciente al hacer uso de la
capa conversacional de la aplicación, etc.
Si se observa con atención, todas las actividades de Proniño de una u otra forma, terminaban relacionadas con, o siendo soportadas por, aplicativos de redes
2.0. Por tanto, lo que hicimos a partir del 2011 fue tratar de conectar, más que
los aplicativos (que es solo una cuestión técnica), la lógica de diálogo de todos
estos espacios virtuales, y esto fue una decisión estratégica y social para la articulación de personas e instituciones en redes colaborativas a favor de la infancia y sus derechos.
De esta forma, y aunque pareciera extraño, se comprobó que el trabajo infantil
en los basurales o en las minas o en las calles sí podían juntarse en una misma
frase con redes sociales 2.0.
10.3.1 Movilizar y empoderar desde el conocimiento
Partimos de una autocrítica: hemos sistematizado y documentado insuficientemente los aprendizajes y reflexiones que nos han permitido avanzar y resolver,
entre otras cosas, los retos anteriores. Y esto implica una doble pérdida: por un
lado, porque las organizaciones flexibles y aprendientes necesitan del proceso de
sistematización para consolidar las culturas innovadoras internas y reaprovechar
permanentemente los hallazgos para transformarlos en más innovación; y además, porque la lógica social pide a gritos estas sistematizaciones para que otros
agentes e instituciones se beneficien de ellos, ya sea en forma de aprendizajes
que ahorran tiempo y energías, ya sea para permitir las críticas superadoras.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
308
Desde este convencimiento, en el 2012 se lanzó un gran proyecto para formalizar en conocimiento los aprendizajes y las experiencias del Programa. Las dimensiones que aborda este proyecto tienen que ver con el valor diferencial que
puede surgir de lo que Proniño específicamente es y hace.
Por eso, en primer lugar ubicamos lo que llamamos el «conocimiento situado».
Con esto queremos expresar que ya hay mucha bibliografía y estudios sobre TI,
aportados por las grandes agencias internacionales sobre infancia, Tercer Sector y expertos que ilustran sobre características del TI, factores causales, etc.
Pero el conocimiento de Proniño es de alguna manera, distinto, puesto que proviene de su propia intervención y contiene técnicas y metodologías empresariales adaptadas a los procesos sociales, situación que entendemos no es demasiado frecuente de encontrar, al menos en esta escala de actuación.
10.4 El reto de entender los retos en conjunto
En definitiva, los retos en su conjunto no son sino la traducción del compromiso
que asumimos al enunciar la Misión de Proniño: Contribuir significativamente a
la erradicación del trabajo infantil en la Región.
Figura 10.4 En Gran Reto de contribuir significativamente
a la erradicación del trabajo infantil
Modelo
de Gestión
en Red
Una red
social que
se apropia
del “2.0”
Movilizar
desde el
conocimiento
Innovación
social
con TIC
Plataforma
para TODA
la infancia
trabajadora
Otra forma de contar una historia
309
Por lo tanto, no se trataba únicamente de crear condiciones para que solo el
colectivo de niños y niñas incorporados al Programa pudiese construir un proyecto de vida diferente. Más bien, se trataba de construir en forma abierta y
participativa una experiencia social que contribuye con sus aprendizajes a intensificar la lucha contra el TI en su conjunto: con innovaciones sociales, convocando a nuevos agentes, aportando a la mejora de las instituciones, poniendo
nuestros aprendizajes y plataformas al servicio de las políticas públicas, etc.
Por eso, la lectura conjunta de estos retos permite reconstruir una aspiración
social importante, compleja en su consecución, pero fácil de entender: se trataba de crear una plataforma social desde la cual poder aportar a la mejora de la
infancia en su conjunto.
Para ello se tenía que comenzar dándole al proyecto una escala suficiente para
que los aprendizajes e innovaciones tuvieran validez y significación social. Por
tanto, había que comenzar con el crecimiento. Pero al mismo tiempo, teníamos
que procurar la innovación social, aportando lo que teníamos y sabíamos hacer:
aplicaciones sociales de las TIC que en su ADN llevan grabadas la colaboración
y cooperación social.
Cuando el proyecto fue creciendo y adquiriendo complejidad, había que crear
un modelo de gestión que no podía ser ni el de la empresa (por más eficiente
que este fuera) ni el del Tercer Sector (por más eficaz que este fuera), sino
uno nuevo que sintetizase y superase creativamente ambas culturas de intervención.
Y poniéndonos en sintonía con el siglo XXI y con los recursos informacionales
que se estaban utilizando para producir nuevos paradigmas de desarrollo social, hicimos que los actores y las dinámicas de intervención que articulaba Proniño fluyeran por las redes sociales 2.0, generando un valor nuevo en los procesos colaborativos y de inteligencia social colectivo que estas suponen.
Finalmente, todo esto debía cristalizar en conocimiento social, entendido como
un empoderamiento desde abajo para cambiar la vida. Por supuesto, no lo teníamos tan claro al principio, pero de alguna forma, como en el ya citado cuento de la utopía y el horizonte de Eduardo Galeano, siempre supimos hacia dónde había que caminar.
Parte
III
De la forma en que
vivimos y sentimos
esta historia
A modo de epílogo
313
A modo de epílogo
La historia desde las vivencias
El testimonio de los niños y niñas que han pasado por el programa: este es
un aspecto que no se comprende solo con los números. Los testimonios de
los jóvenes que hoy están en la universidad, un egresado de Proniño que es
el primer promedio en una carrera de Ingeniería de las más complejas, el
ejemplo social que están planteando los que superaron ese pasado de
frustración y hoy son referentes comunitarios… ¿cómo se valora?
MC. FT Perú
Proniño ha sido mucho más que un programa de acción social, mucho más que
un reconfortante lugar de ejercicio profesional para los que tuvimos la suerte
de sentirlo en el día a día; fue también una forma de mirar la vida. Por ello nos
ha resultado muy difícil combinar en un mismo relato vivencias con metodologías, sentimientos con estrategias, emociones con plataformas tecnológicas
avanzadas. En otras palabras, que si no utilizamos códigos emocionales para
traducir a sentidos de vida lo que las estrategias buscaban expresar, difícilmente se entenderá qué es, en esencia, Proniño.
Por esta razón, hemos querido armar este epílogo apelando a otras formas de
conocimiento: aquel que conecta con las vivencias, con las cosas que sentimos
que hicimos y que, por tanto, no se sustentan tanto en indicadores o cifras sino
en las razones emocionales que nos expresaron un conjunto de personas pertenecientes a la organización de Proniño, tanto de España como de Latinoamérica, en un proceso disperso en el tiempo, pero ordenado desde la lógica de temas que nos interesaban: aportaciones, innovaciones y logros.
Para estructurar el diálogo convenimos que por aportaciones se entendiesen
aquellos recursos para la intervención, tangibles o no, que Proniño había agregado a la lucha contra el trabajo infantil en la Región y que, sin su presencia, no
habrían surgido, ya sea por las restricciones del medio, ya sea por ser recursos
que provenían de la cultura específica de actor privado de FT en cuanto fundación empresarial. Lo de innovaciones estaba más claro y no requirió de mayores aclaraciones: cosas que se hicieron de otra forma, la creatividad, el cambiar
más que las respuestas, las preguntas que definían la lógica social. Por logros
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
314
entendimos –no tanto los resultados cuantificables o las propias métricas que
definió el Programa y que ya se reportaron en otros capítulos–, sino aquellos
aspectos más cualitativos que se produjeron por la presencia de Proniño y que
eran especialmente valorados por las personas con las que dialogamos.
Estas conversaciones fueron con formato no estructurado, orales cuando aprovechábamos encuentros y visitas, o bien escritos, ya que varias personas de la
propia organización o de las ONG pidieron enviar sus comentarios de esta forma. Finalmente, a los efectos de esta puesta en común, ante la imposibilidad
de reproducir textualmente diálogos y comentarios, en cada uno de los apartados se introduce un cuadro resumen muy escueto de los temas a los que se
referían, concentrando en una sola enunciación las que eran conceptualmente
coincidentes, aunque se expresasen de forma diversas. Al comienzo de los bloques temáticos, hemos reproducido textualmente algunos comentarios que
nos parece que introducen el sentido de los mismos infinitamente mejor de lo
que podemos hacerlo nosotros. Por supuesto, la elección de unos u otros fragmentos textuales, además de difícil, es arbitraria, lo cual obliga de antemano a
pedir comprensión. Hubiésemos querido incluirlas a todas, pero los informes, a
diferencia de las emociones, son limitados.
Aportaciones
A la hora de estructurarlas creímos conveniente ordenar las conversaciones en
torno a cuatro actores. Los dos primeros eran obligados y están implícitos en la
lógica social del programa: los niños y sus familias y las instituciones vinculadas
con la infancia que emergieron desde un primer momento como un actor por fortalecer para mejorar la ejecución de políticas y lograr entornos más favorables a
los niños. Pero también conversamos sobre qué nos había aportado a los propios
ejecutores: al Tercer Sector y a Telefónica, a través de la acción de su Fundación.
Aportación a los niños, niñas y sus familias
… la vecina le decía a los hijos, miren a José.
… la superación nuestra no es solo personal sino también para los que
están a nuestro alrededor, también ayuda a nuestro entorno social, a
veces no es tan solo a la familia, a los vecinos, a los amigos que te ven…
Testimonios de egresados – Bogotá, noviembre 2010
A modo de epílogo
315
Las opiniones de la figura 1 señalan un espectro amplio de mejoras en lo que
podríamos llamar las «condiciones de vida del niño y la familia». Y aunque cada
lector podría sacar sus propias conclusiones, creemos que la visión conjunta de
las mismas permite aflorar un cierto discurso colectivo en el que pueden reconocerse algunas categorías, ya que aun pareciendo que solo se están nombrando actuaciones que se han realizado, en realidad remiten a lo vivencial, al significado que adquieren en la vida del niño y la familia.
Figura 1 Aportación a los niños y sus familias
• Rescate de Autoestima
• Incluirlos en redes de protección integral con participación de instituciones públicas y las organizaciones
comunitarias
• Oportunidad de terminar la educación secundaria y en muchos casos, universitaria
• Disminución de la deserción y absentismo escolar
• Educación no formal y utilización del tiempo libre para el ocio creativo y educación en valores
• El proyecto de vida como una promesa de futuro muy dinamizadora
• Mejora de las escuelas e inclusión educativa para mejorar la vida de los niños/niñas
• Instalación de Aulas de FT en poblaciones indígenas.
• Vinculación de “los papás” a los procesos educativos de los niños
• Sensibilización del ámbito familiar sobre derechos de la infancia y consecuencias del TI
• Uso de Internet y PC por las familias
• Involucrar a la familia en el acompañamiento del proceso escolar
• Alternativas de rentas familiares a través de iniciativas del programa o acceso a programas públicos
Lo primero que aparece es un concepto que apunta a cambiar la vida desde lo
pequeño, local y afectivo. A veces nos enredamos en grandes enunciaciones de
políticas, marcos, programas, etc., y perdemos de vista el dónde y cómo están
las personas que afrontan este tipo de situaciones de exclusión. Por eso, no es
casual que aparezcan observaciones del tipo «mejorar la escuela para mejorar
la vida de los niños» o, mejor aún, «vinculación de los papás». De la misma forma, el resto de las enunciaciones sobre el marco de protección integral, tanto
desde las instituciones como desde familias que van asumiendo roles sociales
y afectivos distintos, deben incluirse en esta categoría.
Hay también un conjunto de opiniones que podrían agruparse en algo que llamamos la construcción de un marco de oportunidades para el buen vivir. Aquí
es sugerente cómo aparecen en forma de aportaciones (en el sentido que le
dimos más arriba) afirmaciones del tipo de «disminución de la deserción y absentismo local», «oportunidad de terminar la educación secundaria» ya que,
en rigor, fueron de los primeros objetivos que se fijó el Programa. Solo que aquí,
otra vez, se ven desde una perspectiva distinta: cuando conversábamos con las
personas de las ONG y de las FT de los países y les señalábamos que esa era la
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
316
esencia de Programa, nos respondían con aseveraciones del tipo: «De acuerdo,
pero yo estoy hablando de lo que significó para [nombre del niño] el que su familia lo apoyase, que ir a la escuela comenzase a ser la obligación más importante que tenía, y eso no es lo mismo que un indicador».
Además, cuando desde la base de la intervención nos señalan temas como el
proyecto de vida como promesa de dinamización social, vemos como lo pequeño se hace comunitario, las oportunidades se hacen promesas de futuro, pero
insistimos, no tanto desde un marco de descripción institucional sino de expectativas, confianzas, creer que es posible, desde ese escurridizo lugar de la inteligencia emocional y las ilusiones.
Hay otro grupo de comentarios que podrían agruparse bajo un título de reconocimiento de capacidades muchas veces ignoradas. Por ejemplo, cuando se nos
menciona como «aportación» a actuaciones como la instalación de Aulas FT en
poblaciones indígenas, por supuesto que parece que es algo muy concreto, que
no sería generalizable y, por tanto, difícilmente se podría considerar como una
aportación. Y, sin embargo, claro que lo es y desde una doble perspectiva: lo es
para las personas que vivieron esa experiencia pero, además, lo es porque con
la descripción de este hecho concreto se está enunciado un valor más trascendente: el respeto a la diversidad cultural y la total confianza en las dinámicas
comunitarias, sobre todo cuando involucran visiones diversas del mundo y de
la vida. Esto puede también aplicarse a acotaciones en torno al uso de Internet
y el PC por las familias –que por las condiciones socioeconómicas en que están
insertas, se realiza en centros comunitarios– como ejemplo de la voluntad de
transformar sus vidas.
Finalmente, hay una categoría que se va dibujando en los comentarios y que
denominaríamos empoderamiento de las personas. En primer lugar, una frase
que aparece en forma repetida es el llamado «rescate de la autoestima», y
que enunciado desde el lugar de la gente que comparte la cotidianeidad de
los niños y sus familias, describe un proceso de transformación emocional y
afectiva de los niños, un rescate de sus subjetividades, de sentirse respetados, valorados. Un punto de intersección entre un entorno que comienza a
construir otros valores de solidaridad y superación y que, al mismo tiempo
que empodera a los sujetos, construye sentido de vivir en cada uno de los
actores involucrados.
Este es también el mensaje que contiene la cita con que se abre este apartado,
un testimonio que se hace cargo no solo de haber cambiado su vida, sino de la
A modo de epílogo
317
responsabilidad solidaria que asume frente a otros niños y familias para las
cuales puede constituir un referente emocional y de valores que ayudan a
transformar otros proyectos de vida. Más aún, en estas conversaciones nos
mostraron que este empoderamiento funciona solo si es al mismo tiempo individual y colectivo, es decir, cuando se refuerzan ambos procesos de creación de
sentidos y responsabilidades de vida.
Recientemente, un colaborador de Proniño de España, visitó distintas experiencias de base en Guatemala. A su regreso nos remitió comentarios sobre lo
mucho que le habían conmovido las historias que le relataron. Una de ellas, la
de generación de ingresos en familias pertenecientes a comunidades rurales de
Guatemala, un entorno marcado por fuertes condiciones de precariedad, basada en la cría de marranos para su posterior venta y dedicación de una parte de
las rentas a la ampliación de la producción. Una condición que deben cumplir
las familias que participan en esta iniciativa es la obligación de ayudar a otra a
integrarse al proyecto (economía solidaria). «Por lo general son las madres las
que están liderando estos proyectos. Al llegar allí y juntarme con ellas y escuchar sus relatos me di cuenta que no se trataba solo y únicamente de una cuestión económica. Es decir, en todos sus relatos existía una transformación admirable. Ellas mismas comentaban lo que les había producido el proyecto. La
forma de expresarse, el poder relatar a otros lo que ellas están haciendo y la
importancia que para ellas y sus familias significa el proyecto. Es decir, una serie de cuestiones en las que se nota todo el empoderamiento que han adquirido
y desde ese empoderamiento pelear y reclamar por lo que es justo, velar por la
educación de sus hijos e hijas y la integridad de la familia.»
La otra hacía referencia a un proyecto de participación de los niños y niñas del
ciclo de educación básica también en ámbito rural en el gobierno escolar. «Es
claramente un ejercicio del derecho a la participación, a ser escuchados y a que
puedan proponer proyectos para su propia escuela. En este sentido la escuela
se convierte en una institución abierta que da lugar a las opiniones de los niños
y niñas. Permite lo que se llama la construcción de ciudadanía basada en el derecho de la participación.» (MF. FT España)
Aportación a las instituciones
El desarrollo del IV Encuentro Internacional realizado en Ecuador sobre la
prevención y erradicación del trabajo infantil ha sido uno de los elementos
a nuestro criterio más importantes, ya que no solo se visibilizó la
problemática local, sino que promovió un análisis a nivel de los países de
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
318
América Latina sobre su problemática, pero también resaltando
estrategias de intervención exitosas.
LP. Centro de Promoción Rural. Ecuador
Los comentarios sobre este tipo de aportaciones que los protagonistas sienten
que ha hecho el Programa, apuntan, en primer lugar, a la generación de información y conocimiento que se está produciendo y poniendo a disposición de
las instituciones y que, en general, es de una naturaleza distinta a otros tipos
de datos, ya sea porque provienen de la actividad de una red de intervención
directa de la extensión que ha adquirido Proniño, ya sea porque han sido producidos a través del uso de herramientas analíticas como el Sistema Internacional
de Monitoreo. Como algunos nos comentaron con entusiasmo, hay una base
de datos de más de 300.000 casos, que se están sistematizando, desde los
cuales se puede estudiar desde otras perspectivas las dinámicas del trabajo infantil. Cercana a este tipo de aportaciones se podrían incluir las actividades de
formación al funcionariado a distintos niveles, lo cual habla también del nivel de
legitimidad que se le otorga al Programa y a sus actores.
Una segunda cuestión que emerge de los comentarios recibidos y que aparecía
sobre todo en las conversaciones con técnicos y directivos de las ONG aliadas,
se refiere a aquellas actividades que claramente complementan a las políticas
públicas, pero que se señalan no solo desde los principios de articulación en el
marco de las instituciones existentes, sino desde lo importante que ha sido
asumir la enorme responsabilidad de llegar a lugares o poner en marcha intervenciones muy especializadas que, por distintas circunstancias, las instituciones no alcanzaban. Y esto se expresa como una revalorización de la función
social que están cumpliendo.
Otro aspecto que nuestros actores consideran relevante como aportaciones es
la realización de eventos de nuevo tipo, y que, según nos comentaron, han contribuido a abrir las formas de pensar. Los foros virtuales, las movilizaciones y
convocatorias a través de redes sociales son muy valoradas en este apartado.
Pero llama particularmente la atención, sobre todo porque son opiniones que
provienen fundamentalmente de nuestras ONG, lo que definen como haber
creado la convicción de que es posible erradicar el TI. Es, por supuesto, una percepción subjetiva pero, precisamente por eso, muy valiosa (es motivación para
el cambio) y que se nutre de razones que van desde reconocer la irrupción de un
agente con una gran capacidad de comunicación social (llegada a medios, insti-
A modo de epílogo
319
tuciones), hasta considerar que en muchas localidades o regiones, Proniño ha
sido el primer programa existente de esta naturaleza, lo que ha venido a demostrar que era posible y ha inspirado a muchas otras actuaciones públicas y
de otros agentes.
Figura 2 Aportación a las instituciones
• Conocimiento sobre dinámicas de TI
• Un modelo de atención directa replicable y transferible
• Un sistema de información sobre TI (SIM) con capacidad de orientar decisiones del sector público
• Actuaciones que complementaron las política públicas
• Formación a cuadros públicos en derechos de la infancia y dinámicas del TI
• Formación para el trabajo en Red
• Eventos regionales presenciales/virtuales de alcance regional con presencia de todos los agentes
• Construcción de redes locales en donde las instituciones podían amplificar sus actuaciones
• Haber creado la percepción de que es posible erradicar el TI
• Sensibilización institucional sobre conveniencia y beneficios de invertir socialmente en erradicar el TI
Aportaciones al Tercer Sector
Me parece que (el Sistema Internacional de Monitoreo) es una herramienta
fundamental para sentarse con la sociedad civil, la empresa y el Estado a
reflexionar, pero con argumentos sólidos y claros sobre la situación de los
niños trabajando en nuestro país, y no solo en nuestro país, sino a nivel
latinoamericano. O sea, que yo siento que esta es una verdadera
herramienta para la erradicación del trabajo infantil..
LR. ONG Vicaría de la Pastoral Social y de los Trabajadores de Chile
Los temas planteados parecen ir construyendo algunas categorías cualitativas,
aunque tenemos que señalar que junto con la coincidencia en estos comentarios, se ponen distintos énfasis o criterios de priorización según el tipo de organización de las que provienen las personas.
Así, los colaboradores de Proniño pertenecientes a la propia organización de FT
tienden a darle mucha importancia al tema de profesionalización de las actividades de todo el programa, lo que ha significado también un acicate para la
formación y desarrollo integral de las ONG. Es interesante resaltar que este aspecto se percibe como una suerte de construcción colectiva de nuevas culturas
(haber sabido juntar las que llaman «culturas cualitativas» y «culturas cuantitativas») o bien, de haber logrado crear una cierta excelencia (un sello de calidad en que se habría ido transformando el programa).
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
320
Figura 3 Aportación al tercer sector
• Formación y desarrollo de cuadros para la intervención
• Estímulo a la profesionalización del Tercer Sector, articulando las culturas cualitativas y cuantitativas
• En algunos países, ayudó a revertir cuestionamientos de la sociedad sobre las intervenciones sociales
• Proniño se ha posicionado como un sello de calidad para las entidades sociales involucradas
• Oportunidad de participar en investigaciones multidimensionales y multiagentes
• Financiamiento directo y planes plurianuales que dan certidumbre y seguridad para la intervención
• Posibilidad de que las ONG se articulen en redes “edu-comunicacionales” de nuevo tipo
• Una red de aprendizaje de alcance regional
• Proniño ha podido desarrollar roles de mediación entre posturas enfrentadas dentro del movimiento social
Lo que las ONG priorizan como aportes recibidos se podría denominar como
oportunidades de nuevo tipo, ya que hacen referencia a la participación en redes fuertemente innovadoras por sus temáticas o por sus alcances regionales,
por la posibilidad de participar en estudios e investigaciones multiagentes o por
la aportación directa de recursos en forma de proyectos compartidos a largo
plazo, lo que les aporta la posibilidad de gestionar sus instituciones de otra forma, salvando la consabida incertidumbre sobre el financiamiento del Tercer
Sector.
Y, finalmente, se rescata la capacidad que fue adquiriendo el programa como
mediador, ya sea en cuanto habilitador de espacios de diálogos y acuerdos entre agentes con visiones sociales y políticas que no necesariamente eran coincidentes o por su aportación a la credibilidad de las actuaciones del Tercer Sector, sobre todo, a partir de la introducción de procesos y herramientas de
gestión muy exigentes y de la interlocución institucional a todo nivel que supo
construir el Programa.
Aportación a Telefónica
Conocer la realidad en la que viven los niños, niñas, adolescentes y sus
familias como consecuencia de una economía desigual.
MC y EL. Fundación Tierra Nueva, Ecuador
La cita anterior es para nosotros altamente interesante, porque es una visión que
proviene de una ONG y nos está dando cuenta del valor que otorgan los actores
sociales a que en una empresa se conozca la realidad en que viven los sectores
más vulnerables de la sociedad, no tanto como condición para diseñar adecuadamente un programa de acción social, sino para ser parte de la sociedad en que
A modo de epílogo
321
opera, que comprenda desde el vivir los problemas de la gente. Un valor de cercanía que se reconoce que Proniño aportó al conjunto de la compañía.
Figura 4 Aportación a Telefónica
• Permite desarrollar en la práctica una interpretación más profunda y consistente de RSE
• Reputación e imagen de empresa que trabaja por el desarrollo social
• Vinculación a los actores locales, canales de diálogo con agentes sociales
• Participación en instituciones (Comisiones Nacionales de erradicación TI) y Mesas de diálogo social
• Mejora de la cadena de valor (económico) porque se comparten valores (sociales)
• Conocer la realidad social en que está la infancia como consecuencia de una economía desigual mejora a las
empresas.
• Constante aprendizaje de doble vía entre las ONG y FT/T.
• Orgullo de pertenencia de los empleados
Otro tipo de aportaciones que se reconocen es que a partir de las actuaciones
del Programa se mejora el diálogo institucional, ya que la empresa –en forma
directa o a través de FT– es incorporada a distintas mesas de diálogo social, al
tiempo que se abren canales de relaciones institucionales distintos a los estrictamente vinculados a la actividad económica, lo que constituye un activo importante para el quehacer empresarial.
Ya más desde la perspectiva de opiniones internas, se ha destacado que el involucramiento de empresas proveedoras con los objetivos del Programa a través de
distintas formas que van desde el voluntariado activo, hasta la aportación económica o el soporte a campañas, contribuye a mejorar la cadena de valor económica a través de compartir valores sociales. Este es un hallazgo importante, porque
otra vez pone en relieve que el éxito de los agentes privados depende mucho de
cuestiones que trascienden claramente las meras reglas del mercado.
Por supuesto, hay un conjunto bastante grande de comentarios que –como era
de esperar– apuntan a la reputación corporativa como aportaciones del Programa a la empresa. Sin embargo, es importante destacar que cuando se profundizaba en este tema se observaba que más que a aspectos de publicidad o comunicación, las personas entrevistadas aludían al valor que se produce cuando
–por la forma en cómo se están haciendo las cosas– la gente puede verificar en
las prácticas del día a día el compromiso declarado.
También era de esperar el orgullo de pertenencia que genera en los empleados
un programa como este, pero otra vez, aquí se tiende a ver desde otro punto de
vista, ya que lo que más se destaca, además de la trascendencia que había ad-
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
322
quirido el programa, era la decisión de la compañía de ejecutarlo directamente
(en alianza con las ONG), lo que permitió no solo articular el movimiento del
voluntariado, sino que todo el personal viese directamente, en sus lugares de
vida, lo que se estaba haciendo por la infancia.
Innovaciones
A partir del uso del teléfono móvil impulsamos la mejora en competencias
de ciencias y matemáticas en cuarto y quinto grado en escuelas rurales de
Proniño. (M-Learning)
CA. FT Colombia
FT, a través del programa Proniño, ha promovido actividades deportivas y
culturales integrales, donde no solo se desarrolla la actividad específica,
sino que se promueven ejes transversales sobre: derechos, equidad de
género, trabajo infantil, violencia intrafamiliar, medio ambiente, entre
otros. Además se promueve la articulación en redes locales para la
realización de las actividades anteriormente descritas.
LP. ONG Centro de Promoción Rural. Ecuador
Como ya hemos visto en capítulos anteriores, el tema de innovación ha sido un
objetivo permanente del Programa, pero no por ello fácil de definir, articular y
formalizar a través de procesos protocolizados.
Por eso, las dos citas con que comienza este apartado, tomadas en forma conjunta, permiten vislumbrar el amplio espectro que cabe en este término y, sobre
todo, cómo puede ser percibido y/o valorado por distintos actores. La primera
cita remite a un modelo de innovación claramente promovido desde FT y que
procuraba poner en valor los recursos y tecnologías que constituyen el núcleo del
negocio. Hemos escogido esta referencia porque, además, señala que las innovaciones sociales desde la tecnología no tienen que partir necesariamente de aplicaciones complejas: en este caso, se usaron los móviles, cuya penetración es
muy grande, incluso en los segmentos poblacionales de renta baja, pero aplicados con mucho cuidado e ingenio a un tema tan crítico como las competencias
básicas en la educación primaria. Por lo tanto, apunta al uso de medios y procesos tecnológicos que, siendo muy innovadores en sí mismos, incrementan su importancia por el segmento social y por el objetivo que se plantean.
A modo de epílogo
323
Por supuesto, hay una gran coincidencia en remarcar como innovaciones a
otros proyectos tecnológicos ya más complejos como las Aulas FT, la movilización basada en redes sociales 2.0, REDECA o la Red LACTI: es lo que podríamos
llamar innovación a través de la aplicación a lo social de tecnologías y recursos
avanzados de la propia empresa.
Sin embargo, la segunda innovación señalada arriba –y propuesta por una
ONG– pone su acento no tanto en los medios usados o en las características de
las actividades que se diseñaron para hacer creativo/formativo el tiempo libre
de los niños y niñas, sino en la forma social en que se lo hizo: integral, con ejes
valóricos transversales, incorporando la cuestión de género, articulando redes
locales para su realización, etc.
Figura 5 Innovaciones
• Sistema Internacional de Monitoreo
• Aulas de FT y otras plataformas educativas como Mobil-learning
• Diseminación de contenidos relacionados al TI por Internet y otras redes
• Plataformas de movilización y denuncia ciudadana sobre Redes Sociales 2.0 y aplicaciones para teléfonos
móviles.
• Formación Virtual de agentes internos y externos
• Redes y foros virtuales (Red Lacti)
• Aplicación para evaluar el riesgo de TI en las cadenas de valor
• Uso de la capacidad comunicacional de la empresa para movilizar la causa
• El Proyecto de Vida como propuesta social
• Transformación de “la Beca” en un modelo de transferencia condicionada de recursos a la familia
• Articular un programa “con visión de Estado” cuando casi no había emprendimientos públicos de esta
naturaleza, como forma de demostrar que “era posible” erradicar el TI
• Algunas estrategias de intervención local a gran escala como los “territorios libres del TI”
Por lo tanto, podríamos decir que nuestros colaboradores señalan otro tipo de
innovaciones y que podríamos denominar innovación en los procesos sociales.
Finalmente, llama la atención otra innovación que aporta FT Colombia: se refiere al desarrollo de una «Herramienta de evaluación y gestión de riesgos de TI en
las cadenas de valor de las empresas» que ha sido cedida para su explotación al
Pacto Mundial –la iniciativa de RSC de las Naciones Unidas– y que será divulgada en la Región durante el 2014. Configura una aportación al conjunto de los
agentes empresariales construida desde la experiencia de Telefónica en este
campo social y constituye un ejemplo de lo que podríamos definir como un
caso particular de aporte a la innovación institucional.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
324
Logros
Yo pienso sacar una maestría en Educación fuera del país, regresar y
trabajar a medio tiempo como maestra en la universidad y el otro medio
tiempo dedicarme a cuidar mi centro de desarrollo de inteligencias, pienso
casarme, también me veo enfocada e involucrada con el ámbito de la
ayuda social dirigida especialmente a niños.
Testimonios de egresados – Bogotá, noviembre 2010
Seguramente, este es uno de los apartados de las conversaciones mantenidas
más difíciles de articular, porque son grandes afirmaciones que en muchos casos parten de percepciones basadas simplemente en lo que las personas creen
haber contribuido a hacer con sus entregas de cada día y sus vivencias con cada
familia o niño/niña. Simplemente lo sienten, pero precisamente, en programas
como este, afirmaciones de este tipo son razones poderosas.
Por ello, de las primeras cosas que nos dicen con indisimulada satisfacción es
que hemos logrado incidir, hemos contribuido a que una parte importante de la
infancia construya otro plan de vida. Y lo remiten a sus experiencias en los países o lugares desde donde actúan, para demostrar que la aportación a la erradicación y prevención de Proniño ha sido, en general, muy significativa.
Y a la hora de explicar el logro, aparece un conjunto de factores que cuando se
los ordena tienen una cierta lógica de eslabones de una cadena de creación de
valor social. Comenzaríamos con aquellas opiniones que apuntan como logro el
haber podido sistematizar modelos de intervención integrados, viables y replicables¸ lo que permitiría ampliar el impacto de Proniño más allá de su propia
actuación, incluso ser implementado en otros lugares o países distintos por
otros actores y redes.
Sin duda asociado a lo anterior, hay bastante coincidencia en que se ha generado dentro del Tercer Sector un conjunto de agentes sociales muy especializados y creíbles en sus actuaciones. Y esto lo apuntan no tanto como
una fortaleza de Proniño, sino como la creación de un capital social importante, que trasciende al propio programa, ya que este fortalecimiento de
agentes, en realidad lo que produce, según nos señalan, son mejores condiciones para el desarrollo social y comunitario, por la transversalidad que tiene el trabajo infantil.
A modo de epílogo
325
Y el carácter simbólico (demostrar que «es posible») de algunos proyectos de
innovación o empoderamiento podría subsumirse en una apreciación mayor de
que se ha logrado hacer visible la situación, las causas y las consecuencias del
trabajo infantil, afirmación que cobra más valor cuando la conectamos con los
comentarios que aparecían en el apartado de Aportaciones y que venían a decirnos que Proniño había traído una nueva visión y convicción: la de que era
posible lograr la erradicación del trabajo infantil.
Y estos parecen ser parte de los argumentos que sostienen la afirmación de
que se han podido movilizar políticas públicas y que, de ser así, significaría haber conseguido buena parte de los objetivos que desde un primer momento se
planteó el Programa.
Figura 6 Logros
• Escolarización sostenible de un número muy significativos de niños y niñas.
• Que los niños y niñas deseen crear un proyecto de vida en la que ellos y ellas sean los protagonistas.
• Formación y desarrollo de habilidades en mujeres, muchas de ellas de las poblaciones indígenas, en
seguridad alimentaria y hábitos de vida sana en el marco de sus propias culturas
• En muchos países, y dentro del marco de las políticas públicas, ha contribuido de forma significativa en la
erradicación (Ejemplos: 7% TI urbano y 14% TI rural en Colombia; más de la tercera parte de TI en basurales
en Ecuador, etc.)
• Un segmento significativo del Tercer Sector muy especializado y de alta formación
• Demostrar la viabilidad de estrategias de intervención integral con recursos acotados
• Replicabilidad de los modelos de intervención
• Contribución a la credibilidad del Tercer Sector, cuestionado en algunos países
• El modelo de articulación de redes con participación de agentes públicos, del tercer sector, la sociedad civil y
el sector empresarial
• Experiencia con alto valor simbólico, las Aulas de FT en poblaciones indígenas o escuelas de fuerte precariedad
• Un salto cualitativo en la visibilización (sobre todo local) del TI
• Se ha logrado movilizar políticas públicas
Pero hemos dejado intencionadamente para el final de este apartado, a modo
de síntesis o logro decisivo, lo que en realidad, casi sin excepciones, señaló
nuestra gente en primer lugar: centenares de miles de niños, niñas y de familias
han cambiado sus expectativas y hoy caminan con certezas nuevas por la vida.
Es lo que queríamos transmitir desde la sencillez de un relato cualquiera de estos niños y niñas que incluimos más arriba, la niña que va a hacer una maestría
en «otro país» para volver a su lugar a colaborar para que otros niños y niñas
rompan la trampa del trabajo infantil. Entre esta egresada de Proniño que nos
cuenta con seguridad cómo va a ser su futuro y aquella niña que laboraba en un
basural o en una plaza de mercado o cualquier otra actividad así, hay una gran
diferencia: cambió su proyecto de vida.
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
326
Por eso, las personas que hemos estado en estas conversaciones coincidíamos
en afirmar que seguramente podríamos haberlo hecho mejor, que tal vez no
tuvimos toda la imaginación necesaria, pero que todos y cada uno de estos
«pequeños» logros de los niños y niñas, son el gran logro de Proniño.
El balance personal
Existe un adecuado plan de capacitación y formación, no solo referente a
la temática, sino a las TIC, edu-comunicación, articulación en redes, y otros
que han permitido, intervenir adecuadamente, difundir información y
promover estrategias adecuadas. Ha permitido elevar el nivel de
conocimientos sobre la problemática, pero también desde un contexto
social, político y económico que incide directamente sobre la problemática.
L.P. – Centro de Promoción Rural. Ecuador
Me ha permitido conocer la realidad de mi país. Ir más allá de mi «metro
cuadrado» y conocer que como guatemalteca tengo la oportunidad de
contribuir con la mejora de la calidad de vida de las personas,
especialmente de los niños.
M.L. – FT Guatemala
Estas conversaciones se cerraron en todos los casos con un: ¿qué sientes que te
aportó a ti el Programa en estos años? Las respuestas se hacían separando claramente dos planos: el profesional y el personal. Lo cual no es casualidad, al contrario, esta separación es en sí misma una confirmación de la necesidad de inscribir
las experiencias en una dimensión que va más allá de lo estrictamente laboral.
Comenzamos con lo que nuestra gente relata como experiencia profesional.
Observando las respuestas agrupadas y resumidas, parece que las aportaciones al desarrollo profesional han pasado fundamentalmente por tres aspectos.
En primer lugar, que Proniño a lo largo de estos años no solo fue incrementando
su dimensión; además, se fue convirtiendo en un programa complejo que tocaba
cuestiones muy diversas (recordemos que en otro apartado alguien consideró
como innovación el que había evolucionado hacia un programa con «visión de
Estado»). Por lo tanto, obligó a desarrollar capacidades de gestión de proyectos
complejos y a tener una visión sistémica que articulaba las distintas dimensiones
del programa (social, económica, gestión, comunicación, tecnológicas, etc.).
A modo de epílogo
327
Figura 7 Experiencia profesional
• Es un proyecto complejo y capilar que obliga a desarrollar capacidades de gestión en proyectos e innovar
profesionalmente
• Me ha dado capacidad de visión sistémica
• La gestión de la cooperación público-privada y alianzas institucionales son un reto profesional
• Reconocimiento
• Se aprende el valor de diálogo como instrumento de gestión
• La gestión cualitativa (social) y cuantitativa (resultados, empresa) es un gran reto profesional
• Ha obligado a elevar el conocimiento sobre la gestión pública
En segundo lugar, varios comentarios parecen apuntar a que los modelos de
trabajo en red y la cooperación público-privada-Tercer Sector sobre la que se
montó, exigen incorporar al ejercicio profesional una gran capacidad de diálogo
y relacionamiento institucional a distinto niveles.
Y, finalmente, algo que podríamos llamar gestión de la diversidad cultural porque no solo se trataba de cooperar con otros agentes, sino de hacerlo para intervenir, es decir, para planificar y ejecutar actuaciones concretas, que asumen
la diversidad como un valor positivo que hace más ricas y eficaces las acciones
(«cuali-cuanti», «social-empresarial», etc.).
Figura 8 Experiencia personal
• He hecho algo importante por mi país y mi gente
• He podido compartir la felicidad de los niños y niñas en lo cotidiano
• He aprendido del logro de los niños
• Me cambió la forma de pensar
• Permite quebrar de preconceptos y prejuicios
• He ganado muchos amigos
• Se conoce la realidad social desde otra perspectiva, se adquiere otro tipo de sensibilidad social
• Me dio una visión realista de la situación de la infancia
En el plano de lo personal, de lo que cada una de las personas valora como experiencias positivas, es más difícil intentar hacer síntesis o categorizaciones. Es
como tratar de clasificar las emociones con algún rigor cartesiano. De todas
formas, podría decirse que campean dos sentimientos generalizados: «me
cambió la forma de pensar y ver la realidad» y «siento que he hecho algo importante por mi país y mi sociedad».
Creemos que en estos tiempos en que en muchos lugares y situaciones, los
trabajos y las trayectorias profesionales se miden por el éxito personal que
Proniño. Un relato sobre infancia, derechos y compromiso empresarial
328
aportan o por el ascenso en términos económicos que permiten, el hecho de
que las personas que hacen el día a día Proniño valoren de su lugar de trabajo el
que pueda ser un espacio para hacer un mundo más justo y más humano, es
enormemente reconfortante para Fundación Telefónica y para todas las organizaciones sociales que son parte de este proyecto que, en el fondo, tal vez
consista simplemente en lo que expresa uno de los comentarios recibidos: poder compartir la felicidad de los niños y niñas en lo cotidiano.
¿A modo de conclusión?
Después de discutirlo un poco, entendimos que si más de diez millones de niños, niñas y adolescentes de América Latina aún siguen realizando trabajos
claramente no aceptables, no hay lugar para párrafos conclusivos. A lo sumo,
un paréntesis para poner en valor lo que entre todos y todas hicimos, incluidos
también nuestros errores o las cosas que no pudimos o no supimos hacer mejor. Y con la condición de que solo fuera un respiro para retornar con más fuerzas a la lucha por la erradicación del trabajo infantil en el mundo.
Y por supuesto, aunque no tiene nada que ver con una conclusión, no teníamos
duda de que era obligatorio que la última línea de este relato de rescates compartidos sea un emocionado agradecimiento a todos y todas las que han hecho
posible este Programa que nos hizo distintos/as y mejores.
A modo de epílogo
329
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