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QUE OPINAN LAS MUJERES SOBRE EL ABORTO EN MÉXICO? UNA APROXIMACIÓN DESDE LA TEORIA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES Elsa Conde Rodríguez Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, A.C. El presente trabajo intentara aventurar una explicación de naturaleza psicosocial sobre el siguiente hecho: mientras los grupos prochoice y antichoice debaten sus posiciones, las mujeres mexicanas comunes expresan en su discurso un claro consenso sobre el aborto, mismo que refleja una sintonía con el ordenamiento legal que penaliza al aborto en México desde 1931 y que excluye de responsabilidad a la mujer en caso de violación y peligro de muerte. En México la práctica del aborto es ilegal, según lo establece el Código Penal Federal que desde 1931 no ha sufrido modificación alguna en esta materia. Hay siete circunstancias en que no se considera al aborto como delito. De estas siete razones solo una causal (la violación) es válida en los 32 estados que comprende el territorio nacional; en 29 se contempla el aborto imprudencial y; en 28 estados cuando el embarazo pone en riesgo la vida de la mujer. Así la constante legislativa e nuestro país es no castigar el aborto por violación, imprudencial y por peligro de muerte. A pesar de la ilegalidad, la punibilidad del aborto en México no disuade a las mujeres y en la mayor parte del país, tampoco se persigue a las mujeres que se practican abortos clandestinos. Según el Consejo Nacional de Población, en México se practican 110,000 abortos anualmente. Este hecho contundente pone en riesgo la salud y la vida de las mujeres, ya que la mayoría se ven obligadas a practicarse un aborto en la clandestinidad. El aborto se presenta como la 4ª causa de muerte materna en nuestro país. La opinión de las mujeres en las encuestas nacionales.... • • • • Encuesta de Gallup 93-94 84.2% Sabe que el aborto es ilegal. 77.3% Cree que su despenalización evitaría la muerte de muchas mujeres. Más del 70% afirma que la actitud de las iglesias y grupos religiosos respecto al aborto es errónea 42.5% Considera que la decisión de practicar un aborto corresponde sólo a la mujer. Encuesta de Católicas por el Derecho a Decidir. 2003 • 81% de las y los creyentes del país afirman que una mujer que aborta no debe ser expulsada de la Iglesia Católica. • 60% opina que el aborto debe permitirse en algunas circunstancias. • 80% piensa que la Iglesia Católica no debe tener influencia en el diseño de políticas públicas del gobierno mexicano. El aborto como tema de interés público: el marco de referencia S e g ú n Serge Moscovici (1988), las representaciones sociales como la del aborto nos van a referir a aquellas representaciones que se generan en el curso del conflicto y la controversia social, y donde la sociedad como un todo no las comparte. Las representaciones sobre el aborto son determinadas por relaciones antagónicas entre los grupos prochoice y antichoice y son mutuamente excluyentes. De esta manera, lo que definiría al aborto como un tema público es precisamente, su carácter conflictual, donde el conflicto supone todas las veces la expresión de posiciones distintas. En términos culturales, las personas prochoice han ganado un espacio en “lo público” para que el tema del aborto se ponga a debate. Sin embargo, como veremos más adelante, la contrucción de sentido en el discurso de mujeres mexicanas están todavía muy cercanas a las opiniones que los grupos antichoice colocan en lo público. Siguiendo nuevamente a Moscovici (1988) diríamos que las personas hacen frente a una a una idea o percepción “extraña” representación social empezando por anclarla a una existente. De esta manera observamos como, la representación social de aborto tiene en el discurso católico una “verdad fiduciaria”, la cual es generada por la confianza que las personas tienen en la información y en los juicios que se comparten con la Iglesia Católica. • Las personas dan verosimilitud a sus creencias cuando disponen de alguna evidencia. En el caso del aborto, la evidencia estaría sustentada en la confianza que la sociedad mexicana tiene en la Iglesia Católica. En la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Participación Ciudadana, en una escala de 1 a 10, la Iglesia obtuvo una calificación de 8.1% en nivel de confianza. Asumido como “algo dado”, el razonamiento católico dominante sobre el aborto establece verdades (fundamentos) sobre la vida embrionaria y fetal que poco o nada tienen que ver con las evidencias científicas. La vida adquiere un valor abstracto y el “producto de la concepción” es humanizado de tal suerte que no se establece ninguna diferencia relevante entre un conjunto de células y un embarazo llevado a término. Aunado a ello, se tiene un universo de sentido donde la “verdad legal” sobre el aborto, tiende a apoyarse más en la moral católica que en la evidencia científica y en el hecho social propiamente dicho. Las “verdades fiduciarias” de la Iglesia Católica sobre el tema del aborto funcionan a la sociedad para legitimar un consenso social sobre su ilegalidad y se justifica por la necesidad de mantener un control sobre otro terreno que sigue siendo extraño y prohibido: la sexualidad. Metodología Se realizaron 10 grupos focales con mujeres en un rango de edad de 18 a 45 años. En total participaron 120 mujeres de estratos sociales bajos. Participantes de cinco estados: Estado de México, Michoacán, Morelos, Tlaxcala y Zacatecas. Tópicos: género, relaciones sexuales prematrimoniales, métodos anticonceptivos, embarazo adolescente, igualdad, enfermedades de trasmisión sexual, VIH-Sida, orientación sexual y aborto. Para el análisis del discurso, se eligió exclusivamente las verbalizaciones relativas al tema del aborto, mismas que se aglutinaron en cuatro categorías: expresiones de desacuerdo con la despenalización del aborto; causales de no punibilidad; expresiones de duda y; expresiones de acuerdo con la despenalización. Análisis del discurso I. Expresiones de desacuerdo con la despenalización del aborto. A. Asesinato “Estoy en contra de matar, entonces ya no va a ser consecuencia de otra persona, sino de ti misma porque tu eres el que lo va a matar, no otra persona, se lleva esto en la conciencia”. B. Derecho a la vida “No, no estoy de acuerdo, yo creo que la vida es algo maravilloso y no se le debe de quitar”; “Yo no estoy de acuerdo con el aborto… porque es un ser, ya tiene vida, no tienes derecho a quitarle la vida”. C. Delito/ Castigo “Es un freno”; “De control”; “Y a medias”. D. Irresponsabilidad de la mujer “Ella tiene que asumir la responsabilidad”; “Si a los 15 años tiene un hijo, te friegas”. E. Libertinaje “Imaginese, si en las clínicas o en los doctores particulares lo practican siendo sancionado, si no existiera ninguna ley que lo sancionara, pues sería un libertinaje total, cualquiera podría estar embarazada”. II. Causales para la despenalización. • Violación • Peligro de muerte de la madre • Malformaciones del feto III. Expresiones de duda o de acuerdo con la despenalización. • Contexto Social (pobreza, niñ@s en situación de calle) • Cuestiones personales (estudios) • Mujeres en peligro de muerte por la clandestinidad (se cita la película del Padre Amaro). Para la reflexión y el debate. En la opinión de mujeres mexicanas observamos: Una representación social del aborto más acorde con las posiciones expresadas por los grupos antchoice y la Jerarquía Eclesiástica. La función social de considerar al aborto como un delito está claramente vinculada a una sociedad que quiere frenar y controlar la vida sexual de las personas. Ese es el sentido social de la penalización del aborto. En el discurso, se deshumaniza a las mujeres y se humaniza al feto, sin considerar argumento alguno sobre causas, motivos y mucho menos, el deseo de la mujer. Hay una exigencia de las mujeres dirigida hacia ellas mismas de tener un control absoluto de su fecundidad. El varón es una figura ausente en el discurso. Las mujeres que expresan su desacuerdo con el aborto hacen concesiones para despenalizar el aborto en situaciones que son ajenas a la voluntad de la mujer: mencionan causales como la violación, peligro de muerte de la mujer y por malformaciones del feto. A pesar de todo, hay voces, apenas perceptibles, convencidas de despenalizar el aborto porque ser un problema de salud pública y porque en la conciencia social de manera incipiente se concede a las mujeres el derecho a decidir sobre sus cuerpos y sobre sus vidas. En este consenso social se refleja una representación social que objetiva y ancla una negociación en medio de la polaridad y que confronta la conciencia de cada mujer con el catolicismo y con la ciencia.