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Maestría en Ciencias de la Educación
Educere GX
Historia Contemporánea de la Educación en México
CONCEPTOS DE HISTORIA COMO CIENCIA E HISTORIA SOCIAL
INTRODUCCIÓN
Desde los inicios de la humanidad, el hombre se ha encontrado en una lucha constante por
encontrar una verdad objetiva, por tanto es importante la reflexión acerca de su pasado, salir
al mundo, afrontarlo y encontrar en él las respuestas a las preguntas que en mayor o menor
medida lo han seguido a través del tiempo; palabras que de inmediato remontan a lo que
algunos han denominado como Historia o Histografía, hechos de los hombres,
acontecimientos que suceden en determinado tiempo y espacio; por tanto el hombre siempre
está haciendo historia, del tal manera que se puede pensar en una gran variedad de historias,
es decir, diferentes explicaciones de la realidad.
El estudio de la historia es un instrumento necesario del que se valen las personas para
comprender el mundo en el que viven. Un mundo que se ha ido conformando a través del
tiempo, en el que los hombres interactúan y que influye la vida diaria. La historia se encarga
de estudiar de una manera sistemática la procedencia de las manifestaciones humanas
actuales de todas aquellas que conforman la sociedad, es decir, que afectan al conjunto de
individuos.
En el presente texto, se muestran un resumen de seis diferentes autores en busca de un análisis
sobre los conceptos de historia como ciencia e Historia social, en ellos se destacan algunas
particularidades que nos ayudan a pensar entre otras cosas una definición de historia,
enriqueciéndola más allá de la simple definición de “ciencia del pasado”, además se muestran
algunos tipos de historia y su utilidad.
DESARROLLO
1.- Introducción a la Historia
La palabra historia es un palabra tan vieja que ha llegado a cansar, la cual ha sido relegada
hasta el último rincón de las ciencias del hombre reservando a la sociología todo aquello que
parece susceptible de análisis racional, dicho esto entonces ¿Qué es la historia?, si la
respuesta se quedará únicamente en la afirmación de que “la Historia es la ciencia del
pasado”, desde la perspectiva del autor esta sería inadecuada, porque “es absurda la idea de
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que el pasado, considerado como tal, pueda ser objeto de la ciencia” ya que este pasado que
se menciona es solo fenómenos que no tienen punto común entre ellos, acontecimientos
unidos entre sí solamente por el hecho de haberse producido en el mismo momento (eclipses,
granizadas, batallas). En el lenguaje tradicionalista, se da el nombre de historia a todo estudio
en un cambio de duración; ahora bien un hecho eminentemente histórico, puede ser visto
como la obra de una sociedad que modifica de acuerdo a sus necesidades del suelo en el que
vive; por tanto se aprecia como la historia tiene como objeto a los hombres porque son ellos
los que actúan en el pasado y porque lo que la Historia quiere es aprehender a estos.
Aunado a lo anterior, el autor hace mención en que cada ciencia tiene su propio lenguaje
estético, argumentando que los hechos humanos son fenómenos tan delicados que no pueden
ser expresados por una ecuación matemática. Hasta este punto se ha dicho que la historia es
una “Ciencia de los hombres", frase aun inconclusa a la cual había que agregar la categoría
de duración, "de los hombres en el tiempo”; este tiempo es para la historia una realidad
concreta y viva, abandonada a su impulso irrevertible. Con el tiempo, la Historia se interesa
y trata de resaltar el lugar exacto de los acontecimientos.
La Historia como ciencia procede interpretando las fuentes necesarias para hallar
conocimiento, por tanto, esta trata siempre de explicar el presente empleando el pasado, con
el objetivo de justificar el acto que se realiza o enjuiciarlo; El pasado está compuesto por
todas estas fuentes de conocimiento, a las cuales el historiador acudirá en busca de
información.
Ahora bien, un fenómeno histórico nunca puede ser explicado en su totalidad fuera del
estudio de su momento; la realidad solo puede entenderse desde sus causas, pues se encuentra
constantemente cambiando. No debe confundirse el pasado con las causas, dado que es la
contemporaneidad lo que afecta la realidad.
La actualidad e inactualidad distan de regularse por intervalos de tiempo. Algunos creen que
solo el pasado es susceptible de ser estudiado y por el contrario hay sabios que piensan que
el presente es completamente susceptible de conocimiento científico, reservando su estudio
a disciplinas muy distintas a las que tienen por objeto el pasado.
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Comprender el presente por el pasado, supone que las condiciones humanas han sufrido
cambios totales, nuevas creaciones sociales. El hombre continúa construyendo mecanismo
siendo prisionero de los mismos con o sin voluntad.
La ignorancia del pasado no solo impide el conocimiento del presente si no que compromete
el presente. En la educación por ejemplo siempre se da pasos atrás para cada nueva
formación de generaciones surgentes.
Comprender el pasado por el presente, argumenta que la incomprensión del presente nace
fatalmente de la ignorancia del pasado. Se necesita vivir el en el sentido más filosófico el
pasado para que el presente nos sea cierto. Resulta preferible sustituir las impregnaciones
instintivas por las observaciones voluntarias y controladas. El camino natural de toda
investigación es el que va de lo mejor conocido a lo mal conocido. Para poder interpretar,
para plantear correctamente problemas, para tener idea de ellos, primero se tuvo que cumplir
con esta condición: analizar, observar el paisaje de hoy para comprender de forma
retrospectiva lo que nos condujo al presente.
2.- Que es la Historia
Ahora toca el turno de definir que es la historia, para ello es conveniente mencionar que
etimológicamente historia proviene del griego y significa “Indagar”, además puede ser
entendida como una serie de acontecimientos pasados y presentes o también la disciplina que
se dedica a su estudio, por tanto hay historia- acontecimiento (conquista de México) y una
historia-interpretación (narrativa del acontecimiento, distinta para los indios que para los
españoles), esta última también referida como Historiografía.
Por otra parte, la palabra historia es usada aún en otro sentido, como teoría. Existe la teoría
de la historia, que no debe confundirse con la historia de la interpretación, aunado a ello, no
debe confundirse la historia escrita (o historiografía) con la teoría historiográfica, esta última
entendido como la reflexión más o menos sistemática y rigurosa acerca del sentido, utilidad
y limitaciones que posee la historiografía; si el objeto de la histografía es la historia, el objeto
de la teoría histográfica es la histografía.
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La historia también tiene historia, para acercarse a una definición de historia en el sentido de
interpretación, es conveniente señalar que la historia estudia el movimiento a través del
tiempo (pasado, presente y futuro), su objeto primario es el hombre, definido como un ser
social e histórico, del carácter socio- histórico del hombre se sigue que no existen las
llamadas sociedades sin historia y si se quiere dar un carácter científico a la historia, primero
se debe pensar de qué tipo de interpretación se está hablando.
Dicho lo anterior, la historia es una ciencia con su objeto de estudio, su metodología,
terminología, su sistematización e incluso sus leyes y niveles de predicción.
La historia-acontecimiento nace con el nombre. La historia-interpretación es más tardía, ya
que tuvo que esperar a la formación de las grandes civilizaciones que conocían la escritura y
el cómputo del tiempo. Las sociedades primitivas carecían de nociones del presente, pasado
y futuro, por tanto, la necesidad de teorizar sobre la historia o la naturaleza de la sociedad,
surge en civilizaciones avanzadas, siendo según Cicerón, Herodoto el padre de la historia y
es que con él cambia a fondo el relato del pasado; muchos han sido autores, teóricos e
historiadores importantes en el transcurso del tiempo, mencionarlos a todos es una tarea un
tanto imposible.
Adam Schaff, dijo que la filosofía tiene su origen en el asombro que experimenta el hombre
frente a los misterios del mundo y la historia considerada bajo esta premisa, constituye una
fuente fecunda del pensamiento filosófico, en donde todo conocimiento científico requiere
un enfoque filosófico, por tanto la historia como ciencia tiene una necesidad de reflexión
filosófica; sumado a ello, dado que toda filosofía parte del problema del conocimiento, es
importante citar lo que Adam Schaff llamó tres modelos del proceso del conocimiento: Sujeto
cognoscente (tiene una concepción mecanicista del reflejo; el sujeto es un agente pasivo,
contemplativo y receptivo; el producto de este proceso (conocimiento) es un reflejo del objeto
y es un tipo de materialismo vulgar) , Objeto de conocimiento (el predominio vuelve al sujeto
cognoscente y la atención se concentra en el sujeto al que se le atribuye el papel de creador
de la realidad) y Conocimiento como producto del proceso cognoscitivo (el proceso del
conocimiento es el resultado de la interacción del sujeto y el objeto histórica y socialmente
determinados, la práctica transformadora como parte de este proceso cognoscente).
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Por tanto, se tienen dos formas fundamentales del conocer: Idealismo y Materialismo.
Idealismo

Objetivo: ligado a la idea de Dios y la religión, supone que la base de todo lo existente
está constituido por una conciencia objetiva.

Subjetivo: el mundo no existe más allá de nuestro pensamiento.
Materialismo

Mecanicista: el mundo material es existente independientemente del hombre.

Dialéctico: la materia es el dato primario y la interacción del sujeto–objeto y los sitúa
histórica y dinámicamente.
Dadas las distintas formas de ver el mundo, se desprenden una serie de teorías históricas
(“sistema coherente del pensamiento, que partiendo de una base filosófica, idealista o
materialista, se preguntan por el devenir del hombre”) entre las cuales se encuentra el
positivismo, historicismo y neopositivismo o positivismo lógico.
Positivismo: Nacido a mediados del siglo XIX como una doctrina burguesa, asociado a
Augusto Comte, busca justificar teóricamente la etapa capitalista, eternizar el régimen
capitalista y combatir la reacción feudal y el oscurantismo religioso; su método es el
inductivo que pretende elaborar la teoría que da por resultado el empirismo, entre sus
principales representantes se encuentra Comte, Spencer y Durkheim.
Historicismo: Reacción contra el positivismo, entre sus principales características están: Es
una concepción que parte de la diferencia entre naturaleza y sociedad; reduce la complejidad
de las prácticas humanas al común denominador de la historia; es una concepción
historiográfica; el objeto del historiador es un suceso único, singular e irrepetible; y es un
sistema de pensamiento ideológico. Entre sus principales representantes se encuentran
Dilthey, Spengler, Toynbee, Collingwood, Ortega y Gasset y Croce.
Neopositivismo o positivismo lógico: Conocido también como empirismo lógico y
desarrollado por el círculo de Viena, sus planteamientos aparentemente científicos, tiene un
fundamento idealista subjetivo que pretende superar la pugna filosófica fundamental entre el
idealismo y el materialismo e intenta desechar toda explicación filosófica que no tenga la
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fuerza y el apoyo de lo demostrable científicamente. Sus principales representantes son Karl
R. Popper y Bertrand Russel
3.- Historia ¿Para Qué?
Distintas son las opiniones en torno a la utilidad de la historia, Dilthey decía que "sólo la
historia puede decir lo que el hombre sea”, el Maestro José Miranda pensaba que "El
conocimiento histórico no sirve para resolver los problemas del presente; no nos inmuniza
contra las atrocidades del pasado; no enseña nada; no evita nada; desde el punto de vista
práctico vale un comino", algunos otros como Polibio pensaban que “El saber histórico
prepara el gobierno de los estados, mientras que Maquiavelo decía que: ejemplos pasados
que pueden ser usados como referentes en el presente; en fin, muchas han sido las opiniones
en torno al para qué de la historia; según la selección de los hechos se consiguen utilidades
distintas.
Con base en lo anterior, se puede pensar que existen distintos tipos de historia, como ejemplo,
aquella que se autonombra científica, que asume el papel de explicar el presente y predecir
las posibilidades, investigación básica de las ciencias y técnicas sociales en sus múltiples
manifestaciones de historia, económica, social y de las mentalidades, no es, según la
pretensión de la gente de sentido común, por no decir del común de la gente, una mera
inutilidad. Es cada vez un mejor sirviente de las ciencias sistemáticas del hombre, de la
economía, de la ciencia política, etc.
Aunado a lo anterior, para Nietzsche: "La historia anticuaria impide la decisión en favor de
lo que es nuevo, paraliza al hombre de acción, que siendo hombre de acción, se rebelaría
siempre contra cualquier clase de piedad''; por otro lado, la historia crítica la cual no es una
historia meramente narrativa de sucesos, es aquella que nos desata del pasado, es historia más
real y humana, podría llamarse con toda justicia conocimiento activo del pasado.
Más aún, otro tipo de historia es la de bronce, la cual es pragmática por excelencia, llamada
por Cicerón "maestra de la vida", a la que Nietzsche llamó reverencial, otros didáctica,
conservadora, moralizante, pragmática-política, pragmático-ética y monumental; es la
historia “oficial”, la que narra sobre los valerosos y poderosos héroes, de personas y mundos
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irreales, aquella que recoge los acontecimientos que suelen ser utilizados para las fiestas
patrias, en el culto religioso, y en el seno de instituciones; se ocupa de hombres de estatura
extraordinaria (gobernantes, santos, sabios y caudillos); presenta los hechos desligados de
causas, en ella se fundamenta el patriotismo y es usada para legitimar los estados y a los
gobernantes; durante el siglo XX fue visto lo provechoso de la historia de bronce, sin
embargo, pensadores como Nietzsche afirmaba que "La historia monumental engaña por
analogías”.
Finalmente, cabe aclarar que ningún tipo de historia se da en pureza en la vida real, y por lo
mismo todas, de algún modo, son fuentes de placer, liberación, imitación y guía práctica.
4.- Historia social: una reacción ante la historia tradicional
El vínculo con las formas tradicionales de escribir la historia no se ha roto del todo, las
normas de indagación que han orientado a la historia escrita desde los días de la antigüedad
clásica han perdido su predominio. La historia fue concebida como una forma de literatura,
regida por criterios retóricos y al mismo tiempo interesada en la verdadera reconstrucción
del pasado sobre las bases de un examen crítico de la evidencia.
Otra característica importante es la visión humanista de la historia “los hombres hacían su
propia historia” la cual era particular de la clase aristocrática y élites dominantes ya que los
relatos del historiador engrandecían a los personajes, sin considerar alguna explicación
científica, el principal foco de atención de los historiadores desde Tucídides a Ranke fue el
relato de los acontecimientos políticos y militares.
Por consiguiente, la vida del hombre en sociedad no era de interés para la materia, sin
embargo, con el impulso del concepto de sociedad genero la integración de nuevos temas
para la historia y la inquietud de las masas sociales y sus transformaciones , Karl Marx a
mediados del siglo XIX, comenzó a divulgar una nueva teoría que, como la naciente
Sociología, pretendía ser una ciencia general de la sociedad y estaba orientada a comprender
los cambios resultantes del desarrollo del capitalismo industrial y de las revoluciones
políticas del siglo XVIII. Por su parte, J. R. Green en la Short History of the English People
(1877) escribía “una historia no de los Reyes o conquistadores ingleses sino del Pueblo”.
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Una característica de este despertar de la historia, es la introducción del análisis por medio
de la compresión del contexto estructural, sus inicios se encuentran en Alemania con
Lamprecht, en Francia con Berr y en Estados Unidos por Robinson— se le colgó con el
tiempo la etiqueta de “social”.
Por su parte Eric J. Hobsbawm, comentó que el término “historia social fue utilizado en el
pasado de tres formas distintas, cuya combinación dio como resultado la imposibilidad de
definir esta nueva historia de una forma clara y precisa: a) El término se refería, en primer
lugar, a la historia de los pobres o de las clases bajas y más específicamente a la historia de
los movimientos de los pobres. b) En segundo lugar, fue utilizado para designar a trabajos
sobre un conjunto de actividades sociales que en la concepción tradicional de la historia
quedaban fuera del núcleo central de la explicación, el político —diplomático— militar. c)
El tercer significado del término fue ciertamente el más común y relevante: “social” fue
utilizado en combinación con historia económica.
En consecuencia a la investigación de Hobsbawm generó el cambio de una historia episódica
(événementielle) -término puesto de moda por el grupo de Annales- e idealista, a una historia
estructural o social. La historia social, la englobó en seis grandes cuestiones: demografía y
parentesco; estudios urbanos; clases y grupos sociales; mentalidades; transformaciones
sociales (modernización o industrialización, por ejemplo); movimientos sociales y
fenómenos de protesta social
No obstante esas divisiones han generado múltiples subdivisiones las cuales se dirigen a
especialización donde la fascinación por nuevos temas convierte a la historia social en un
sujeto en busca de identidad.
Por lo que respecta a Aragón y su el ciclo de conferencias denota un precario desarrollo entre
nosotros de la historia social, para enriquecerá es necesario indagar en cuatro aspectos
prioritarios: a) Apertura de archivos y creación de una biblioteca central de estudios
históricos dirigida y orientada por profesionales. b) Mayor escepticismo hacia las fuentes
documentales como material exclusivo de investigación. c) Ampliación de temas. d) Apoyo
institucional.
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5.- La Historia social y la historiografía española
La historia social es una disciplina joven que carece de un marco de ortodoxia convencional,
por tanto entró en debate abordado en un artículo de Lawrence Stone en el que sometía a
crítica las conquistas de la llamada "nueva historia" y anunciaba un retorno a la narrativa
como resultado de la desilusión provocada por el modelo de determinismo económico y por
el declive del compromiso político e ideológico de los historiadores; por tanto, la historia
social se alejaba cada vez más de la sociología y la economía y se acercaba paulatinamente
a la antropología y a la lingüística.
Sin embargo, lo que distingue a las nuevas corrientes de historia social de las clásicas no es
únicamente la apertura a nuevos objetos acarreados de los historiadores por las nuevas
ciencias sociales: valores, edad, enfermedad, sexo, trabajo, ritual, símbolos; lo importante es
que se volvió a dar prioridad al estudio del sentido y de la acción simbólica, realizando una
revisión epistemológica en la cual se situó al sujeto en el centro de la preocupación del
historiador, dicho lo anterior en historia social, como en toda ciencia social, se aboca al
pluralismo epistemológico y al debate permanente.
Ha pasado el tiempo en el que los grandes paradigmas eran totalizadores, en donde no podía
haber pretensión de cientificidad sin una teoría social general, por tanto, esta crisis de los
paradigmas también fue interpretada como una crisis de la historia social, donde se criticaba
la falta de teoría y el uso impreciso de los conceptos; sin embargo, no se está frente a una
crisis de la historia social sino únicamente ante el fin de la pretensión hegemónica o exclusiva
de los grandes paradigmas de los que surgió la historia social.
Han existido dos momentos principales de diálogo entre la historia y las ciencias sociales de
las que han surgido diferentes corrientes de historia social, uno de ellas durante el primer
tercio de siglo, resultado del encuentro de sociólogos e historiadores en torno a los tres
grandes hechos sociales fundadores de nuestro tiempo: el hundimiento del antiguo régimen,
la revolución industrial y el capitalismo y la otra surgida en Francia con Saint- Simon y
Comte por la preocupación dominante de la nueva ciencia social, que consistía en encontrar
los fundamentos de una nueva comunidad moral no sostenida en la obediencia o poderes
tradicionales o en la religión.
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De ese diálogo entre los historiadores tuvo lugar tres grandes corrientes de la historia social
y de sociología histórica de la primera mitad de nuestro siglo: marxismo británico, la escuela
francesa de Annales y la historia comparada de hechos sociales de relevancia universal.
La teoría emerge en Historia, casi siempre como resultado de una reflexión autónoma sobre
un considerable volumen de práctica previa y de la discusión con otras ciencias sociales y
con la filosofía. Sin embargo, como ya se dijo, existe una carencia de teoría, la cual obedece
a que en las facultades de Historia y en los encuentros de historiadores no suelen suscitarse
discusiones con sociólogos, antropólogos, urbanistas, demógrafos. Sin una reflexión teórica
autónoma sobre el propio trabajo y sin una confrontación con el trabajo de los demás es
lógico que el nivel de controversia sea también exiguo por no decir inexistente.
Por citar un ejemplo, en España no se hace crítica, no se discute, se está atento a la última
moda para copiarla desordenadamente, lo que falta son análisis socio históricos de la historia
y los historiadores sociales; no ha existido una corriente original española, como si las hay
francesa, británica, alemana, italiana, americanas de historia social; en consecuencia, la
escasa reflexión teórica sobre el propio trabajo y la falta de diálogo real con otras disciplinas
son probablemente las causas de que entre no se haya originado nunca una corriente propia
de historia social.
Mientras que en Europa y en Estados Unidos, la tendencia de la última década parece clara:
la historia social en su más consolidada acepción de historia de la sociedad sigue muy activa,
con obras de amplia repercusión que ofrecen nuevas interpretaciones acerca de la emergencia
y consolidación de las sociedades contemporáneas en el marco de la nación-estado. La
historia social como historia de la sociedad sigue gozando de excelente salud, entre otras
cosas por el enriquecimiento que se ha derivado de su contacto con la sociología histórica.
Sea cual fuere la relación entre historia social y ciencias sociales, una cosa parece clara:
nunca se ha dado la una sin la otra y en una universidad en la que la sociología no consiguió
un espacio institucional propio hasta los años setenta de nuestro siglo, era muy difícil que se
hubiese consolidado antes una tradición propia de historia social.
El paradigma de la historia de la sociedad española contemporánea debería confrontarse con
la reciente investigación historiográfica, porque en los últimos años han aparecido trabajos
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suficientes para someter a discusión cada uno de los elementos en los que se sostiene esa
interpretación y la interpretación en su conjunto
Los historiadores de una nueva generación que reclaman una historia teórica y alientan
revistas de historia social, parecen conformarse también con la visión y el marco teórico
recibidos: burguesía débil que, por miedo a su aliado popular, se arroja en manos de la
aristocracia para formar la oligarquía y llamar, cuando su poder corren algún peligro, en su
auxilio al ejército.
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6.- Debates en torno a la historia social, una aproximación desde los historiadores
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CONCLUSIONES
Una vez analizados los textos anteriores, los cuales nos llevaron por un recorrido que abarca
conceptos como la historia e histografía, su utilidad, algunos tipos de historia como la historia
social y su diferencia con la historia clásica, podemos pensar que la historia es una ciencia
que va más allá del estudio de los hechos pasado, en la cual se involucra el factor de tiempo,
es decir de los hombres en el tiempo, por tanto, la historia es una ciencia con su objeto de
estudio, su metodología, terminología, su sistematización e incluso sus leyes y niveles de
predicción; de manera similar, se estudió lo que es la histografía o historia-interpretación,
pensada como la narrativa del acontecimiento.
En lo que respecta a la utilidad de la historia, esta es más profunda que una simple narrativa
de sucesos que acontecieron en un punto determinado, ningún tipo de historia se da en pureza
en la vida real, y por lo mismo todas, de algún modo, son fuentes de placer, liberación,
imitación y guía práctica.
El término de historia social fue utilizado de tres formas distintas: la primera de ellas, referida
a la historia de los pobres o de las clases bajas, la segunda fue utilizada para designar a
trabajos sobre un conjunto de actividades sociales y finalmente utilizado en combinación con
historia económica.
Finalmente, numerosos han sido los intentos por compartir investigaciones sobre la historia,
sin embargo, considero que aun la comunidad científica latinoamericana se ha quedado corta,
ya que como se vio en los textos, no hay producción teórica importante de países de habla
hispana, congresos, revistas, universidades, comunidad científica y apoyos gubernamentales,
en conjunto apoyarían a esta causa.
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BIBLIOGRAFÍA
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