Download Los Procesos de Exclusión Social de las Mujeres Solas en la CAPV

Document related concepts

Feminización de la pobreza wikipedia , lookup

Pobreza wikipedia , lookup

Reducción de la pobreza wikipedia , lookup

Pobreza en México wikipedia , lookup

Desigualdad social wikipedia , lookup

Transcript
Los Procesos de Exclusión Social
de las Mujeres Solas en la CAPV
Octubre 2004
Autoras:
Ainara canto Combarro
Iratxe Mier Villarías
Elda Uribelarrea Barcina
Nerea Acha Suárez
Izaskun Barbero Blanco
|3|
Indice general
Índice general
Introducción
.........................................................................
7
Objeto de Estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11
Marco Teórico
Metodología
.......................................................................
........................................................................
15
43
A. El Impacto de los Cambios Sociales y Demográficos en los Procesos de
Exclusión Social de las Mujeres Solas en la CAPV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55
Cap.
Cap.
Cap.
Cap.
Cap.
I. Población y Estructura Familiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
II. Mercado de Trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
III. El Acceso a la Vivienda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
IV. Distribución del Tiempo y Trabajo Doméstico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
V. La Feminización de la Pobreza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
Cap.
Cap.
Cap.
Cap.
VI. Protección Social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
VII. Gasto Social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
VIII. Estrategias de Inserción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
IX. Empoderamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229
C. Criterios, Orientaciones y Propuestas para la Mejora de la Inserción:
Políticas Alternativas de Inserción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243
Cap. X. Informe de las Entrevistas en Profundidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245
Cap. XI. Informe del Grupo de Discusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259
Cap. XII. Informe de la Técnica Delphi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 267
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .285
Indice de Tablas y de Gráficos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .299
Bibliografía
.......................................................................
313
|5|
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
B. Instrumentos y Recursos de Inclusión Social al Alcance de las Mujeres
Solas de la CAPV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .155
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
|6|
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Introduccion
INTRODUCCION
|7|
Introduccion
S
abemos que la riqueza se concentra en manos de unos pocos y sin embargo, este hecho condiciona la
vida de muchos. Una dualidad que divide el mundo en países ricos y países pobres, posibilita que en
las ciudades haya ciudadanos y ciudadanas pero también excluidos y excluidas que carecen de derechos
económicos y sociales básicos para serlo.
S
En 1960, el 20% de la población mundial más rica registraba ingresos 30 veces más elevados que los del 20%
de la población mundial más pobre. Ya en 1990 ese 20% más rico estaba recibiendo 60 veces más… Si además, se tiene en cuenta la distribución desigual dentro de los distintos países, el 20% de la población más
rica del mundo registra ingresos por lo menos 150 veces superiores a los del 20% más pobre1.
Después de que durante mucho tiempo se analizara la pobreza de una forma supuestamente neutral y la mirada se dirigiera a la población en general, comenzaron a realizarse investigaciones que explicitaban y diferenciaban el género de los sujetos y así, se llega a reconocer que el nacer mujer supone un factor de riesgo2. Todo indica que este modelo de organización social por el que nos regimos no está teniendo consecuencias parejas en hombres y mujeres. Las mujeres son las principales perjudicadas.
Las cifras oficiales reflejan que las tasas de paro femeninas superan las masculinas y que la precarización del
mercado laboral está afectando también en mayor medida a las mujeres. Igualmente, son las propias estadísticas las que nos indican que cuando una mujer vive una situación de ruptura de pareja, se separa, divorcia, enviuda o simplemente decide tener descendencia sola, su exposición a padecer situaciones de pobreza
aumenta, máxime si en ese momento no realiza trabajo productivo y hasta entonces se ha centrado en el
trabajo reproductivo (el realizado en la esfera de lo doméstico). Al mismo tiempo, las mujeres asumen mayoritariamente el costo de los recortes en las políticas de ayudas sociales y en la privatización de los servicios
públicos que eran responsabilidad de los Estados.
A pesar del gran número de programas y proyectos, convenciones y recomendaciones políticas, las desigualdades y las discriminaciones basadas en el género siguen presentes.
Esto nos hace pensar que la dificultad de superar las diferentes situaciones de pobreza que viven las mujeres, se sustenta en una estructura de complejos mecanismos que se retroalimentan y que no será posible
cambiar a no ser que se lleven a cabo medidas de carácter eminentemente social. Si bien es cierto que serán
imprescindibles medidas referidas al empleo, serán igualmente importantes las políticas encaminadas a
luchar contra la jerarquización (universal e histórica) del colectivo de los hombres sobre las mujeres (fundamentada en una división sexual de roles).
(1) Naciones Unidas para el Desarrollo (1992 : 5). Programa de las Naciones Unidas. El abismo de la desigualdad. Resumen del informe sobre el desarrollo humano. Cristianismo i justicia, Barcelona.
(2) Naciones Unidas (1995). Situación de la mujer en el mundo, 1995. Tendencias y estadísticas. Nueva York.
|9|
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En este sentido, el fuerte incremento de las familias unipersonales y monoparentales con una mujer a la
cabeza (de aquí en adelante familias monomarentales) y lo relativamente común que resulta que éstas vivan
situaciones económicas difíciles, está haciendo emerger lo que puede identificarse con una nueva realidad
de pobreza encubierta, que sin duda merece su propio análisis.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Hoy por hoy sabemos que los estudios, al igual que las propuestas y orientaciones que nazcan de ellos, deberán tratar de ofrecer soluciones a la realidad de las mujeres. A nuestro modo de ver, el problema pasa por
entender mejor la índole de los problemas relativos al género que están obstaculizando el progreso (o la
superación de las situaciones de exclusión) de las mujeres. Y por ello, consideramos imprescindible un análisis de la situación en clave femenina, más concretamente vemos la necesidad de adoptar una perspectiva
de género que permita interpretar la realidad con mayor claridad.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Por último, no debemos pasar por alto, que adoptar una perspectiva de género no consiste en hablar de
“cosas de mujeres” o dicho de otra forma, los asuntos de las mujeres deben ser interpretados como asuntos
de primer orden que atañen a mujeres y hombres. Así, entendemos que la mejora de la situación de la mujer
como colectivo significa la mejora en el bienestar de la sociedad en general, ya que éste será imposible sin
la participación de la mitad de la humanidad que éstas representan. Porque sin duda, “hombres y mujeres
tienen mucho más que ganar en un mundo mucho más equitativo y justo que en el actual sálvese/consuma
quien pueda”3 .
(3) Yuste, P. (2002). La pobreza tiene rostro de mujer. Texto adaptado del trabajo Feminización de la pobreza (1998). En Área de
mujeres. Procesos de exclusión y de inclusión. Vº Congreso estatal de intervención social. Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
| 10 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Objeto de estudio
OBJETO DEL ESTUDIO
| 11 |
Objeto de estudio
E
l objetivo de nuestra investigación no es tanto diferenciar si hay más mujeres pobres que hombres o si
ciertas mujeres son las más pobres, sino descubrir la diferente pobreza, los procesos específicos de
exclusión que sufren. De esta manera se intentará vincular el problema de la feminización de la pobreza con las dificultades de acceder al mundo laboral y al sistema de prestaciones sociales; y por ello, con la
dependencia económica y psicológica que sufren la inmensa mayoría de ellas.
E
Nuestro trabajo ha de entenderse como una investigación que trata de acercarse a los procesos de empobrecimiento desde una perspectiva de género, principalmente para que sea a partir de esta clave femenina desde
la que se establezcan criterios, orientaciones y propuestas para la mejora de las ayudas a la inserción.
En todo estudio sociológico, la unidad básica de análisis es el grupo identificado y, para poder identificar un
grupo, es requisito previo definirlo y acotarlo lo más precisa y operativamente posible.
Así, identificamos como población objeto de nuestro estudio a las mujeres solas, residentes en la CAPV, susceptibles de padecer riesgo o situación de exclusión social. Considerando “solas” a aquellas mujeres que bien
forman un hogar unipersonal o bien un núcleo monomarental. El origen de este tipo de estructuras convivenciales puede estar vinculado a situaciones varias, pero centrarán nuestro interés las mujeres viudas, las separadas, las divorciadas, las madres solteras y en especial aquellas progenitoras que viven con uno o más hijos
e hijas a su cargo y hacen frente en solitario a la doble responsabilidad de ser proveedoras del sustento y
cuidadoras de la familia.
-
La heterogeneidad del colectivo a estudiar: El colectivo objeto de estudio adolece de una especial complejidad al integrar situaciones familiares y sociales muy diversas que no deben obviarse. Estos grupos
que hemos identificado bajo la categoría de “mujeres solas” experimentan procesos y situaciones muy
variadas, que son vividas de forma muy distinta por las mujeres que las protagonizan y que además son
interpretadas de muy diferente modo por los colectivos y las sociedades a las que pertenecen.
-
La temporalidad: Aunque esta cuestión no es exclusiva de nuestro objeto de estudio es preciso recordar
que no todas las estructuras familiares monoparentales o monomarentales tienen un carácter necesariamente permanente.
-
El androcentrismo estadístico1: Adoptar una perspectiva de género para analizar la situación a partir de
datos estadísticos (primera parte de contextualización de nuestro estudio) resulta harto complicado si
se tiene en cuenta que las estadísticas existentes, en general, y sobre empobrecimiento en particular,
han sido realizadas bajo conceptos masculinos. Realmente hay que hablar de ausencia de datos desagregados por sexo.
Como hemos dicho, las mujeres viudas, separadas y divorciadas con o sin hijos e hijas a su cargo, y las madres
(1) Tratamiento de las estadísticas desde una visión del mundo y de las relaciones sociales centrada en el punto de vista masculino.
| 13 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Nuestro objeto de estudio tiene, y así debemos asumirlo desde el comienzo, una serie de limitaciones o dificultades que nos gustaría constatar:
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
solteras, serán nuestro colectivo objeto de análisis y queremos averiguar tres cuestiones que hemos considerado claves:
-
Hasta qué punto se encuentran en riesgo de exclusión social, entendida como ausencia de participación
en la toma de decisiones que afectan a nuestra vida, ausencia de oportunidades económicas y sociales,
ausencia de servicios públicos, ausencia de lazos sociales, familiares, comunitarios, etc;
-
En el caso de las que efectivamente viven dicha situación de exclusión, cuáles son los factores que en
mayor medida influyen en su proceso de empobrecimiento; y
-
Qué dificultades encuentran, qué trayectorias se siguen, si son específicas o no, para salir de la exclusión e iniciar el proceso de incorporación social, entendido como el proceso que emprende una persona
(a iniciativa propia o a propuesta de otras personas) “con la finalidad de obtener un cambio de posición social (...) afectando a uno o varios ámbitos vitales relacionados con el empleo, vivienda, ingresos económicos, formación, educación, situación legal, situación familiar, salud, participación social y
desarrollo personal”2.
Su situación laboral pasada, presente y futura, así como las prestaciones sociales que perciben se intuyen
como posibles variables perpetuadoras de la pobreza. Nos detendremos en ellas, con el objetivo de ilustrar
ciertas características sobre el impacto de las prestaciones sociales y el papel de las ayudas a la mujeres
solas para acceder al mercado de trabajo.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Si bien en una primera parte de nuestro trabajo realizamos una contextualización de la realidad a partir de
datos estadísticos, en la segunda parte de nuestro estudio, prestamos especial atención a las protagonistas.
Así, trataremos de comprender y explicar su experiencia en base a la información que nos ofrecen las asociaciones y entidades de mujeres que dedican sus esfuerzos a la eliminación o prevención de las causas de
exclusión social de las mujeres.
También queremos dejar constancia desde el inicio de la investigación, que quien lea nuestro trabajo puede
echar en falta dos aspectos también muy importantes en relación a la pobreza de las mujeres: la especificidad del tema en el mundo rural y el caso específico de las mujeres con discapacidad. Temas que no han sido
tratados en este estudio por considerar que abarcarlos hubiera sido un reto excesivamente ambicioso para
esta ocasión, pero dejando la puerta abierta a su estudio en otra ocasión esperamos no muy lejana.
(2) Observatorio de procesos de exclusión y de incorporación social (2002). Primer Informe: Eje trayectorias de incorporación social.
Fondo Social Europeo, BBK Gaztelanbidean, Gobierno Vasco y Sartu.
| 14 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Marco teorico
MARCO TEORICO
| 15 |
“Tenemos derecho a exigir igualdad cuando la desigualdad nos inferioriza y tenemos el
derecho de reivindicar las diferencias cuando la igualdad nos descaracteriza, nos oculta y
nos desconoce”
(Declaración de Redes Feministas de América Latina. CEPAL, México, 2004).
| 17 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Marco teorico
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
1. POBREZA
Siendo el concepto de pobreza comúnmente conocido, incluso tema de debate cotidiano entre la población,
aún hoy en día sigue siendo un término controvertido pero sobre todo muy politizado.
1. Definiciones de pobreza
Existen diferentes definiciones, concepciones e indicadores de medición los cuales determinan las diferentes
políticas a seguir en los diferentes países afectados. Algunas de ellas son meramente economicístas (ingresos, activos, necesidades básicas cubiertas, etc.), otras multidimensionales (ingresos, accesos y oportunidades a la educación, salud, bienestar, transporte, etc.) hasta las que incluyen indicadores relativos a la
libertad, el poder, la capacidad de decisión, la corrupción, la inseguridad, la violencia, etc.
Si bien es cierto que no existe un consenso global acerca de lo que se entiende por pobreza, podemos definirla en una primera aproximación como la carencia o privación de recursos, medios y capacidades necesarias
para vivir o subsistir.
Las diferentes visiones o perspectivas específicas sobre la pobreza se acercan, tanto en estudios nacionales
como internacionales, a dos enfoques: el absoluto y el relativo.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El enfoque absoluto sugiere que existen ciertos estándares absolutos que pueden ser identificados y que los
seres humanos necesitamos como mínimo para sobrevivir. Uno de ellos son los ingresos personales y familiares que estén por debajo de un límite señalado como esencial para mantener un adecuado nivel de vida.
El enfoque relativo, por su parte, pone en relación a una persona o familia con su comunidad o con un estándar necesario para vivir en la sociedad. Este enfoque tiene en consideración determinados grupos o personas
dentro de un universo específico, poniendo el énfasis en la carencia relativa. De esta manera personas o grupos que pudieran calificarse como pobres en algunos países o regiones pueden disfrutar de mayores ingresos o comodidades que personas consideradas no pobres en otros países menos desarrollados.
En este sentido, compartimos la definición de Amartya Sen de que1 ”hay un núcleo irreductible de privación
absoluta en nuestra idea de pobreza, que traduce manifestaciones de muerte por hambre, desnutrición y
penuria visible en un diagnóstico de pobreza, sin tener que indagar primero el panorama relativo. Por tanto,
el enfoque de privación relativa complementa y no suplanta el análisis de la pobreza en términos de privación absoluta.
(1) Las dimensiones de la pobreza.
http://www.socwatch.org.uy/es/informeimpreso/pdfs/dimensiones1997_esp.pdf
| 18 |
Marco teorico
Meghnad Desai, en la línea de Sen, propone las siguientes capacidades como básicas y necesarias:
-
La capacidad de permanecer vivo y gozar de una vida larga;
-
La capacidad de asegurar la reproducción intergeneracional;
-
La capacidad de una vida saludable;
-
La capacidad de interacción social; y
-
La capacidad de tener conocimiento y libertad de expresión y pensamiento.
2. Multidimensionalidad de la pobreza
Igualmente, en la mayoría de las definiciones toma un peso específico la multidimensionalidad del concepto como una característica sobresaliente del mismo.
Tal y como hemos avanzado anteriormente, las diferentes dimensiones de la pobreza van desde las meramente económicas hasta las dimensiones de tipo político.
-
Clasificación donde las dimensiones son puramente económicas;
-
Clasificación donde existen dimensiones económicas y no económicas;
-
Clasificación donde no hay dimensiones económicas, es decir, entre las dimensiones no está el ingreso
;
-
Clasificación que tiene en cuenta las grandes libertades y las dimensiones modernas; y
Una perspectiva filosófico -moral.
a) Clasificación donde las dimensiones son puramente económicas
Esta clasificación se encuentra dentro del campo convencional de la economía y vincula el desarrollo con el
crecimiento económico, de ahí que las dimensiones que definen la pobreza hagan referencia principalmente
al ingreso (individual, familiar, comunitario), al capital físico (tierras, vivienda, objetos...) y al empleo como
objetivo para el desarrollo.
(2) Iñiguez Echeverria, J. (2002). La pobreza es multidimensional: un ensayo de clasificación.
http://www.pucp.edu.pe/economia/pdf/DDD209.pdf
| 19 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
A continuación pasaremos a explicar las cinco grandes clasificaciones acerca de la multidimensionalidad del
concepto de pobreza siguiendo el estudio de Javier Iguiñez Echeverria, “que busca capturar (con esta clasificación) lo mejor posible la tensión de los pobres entre la subsistencia y la realización personal o búsqueda de una vida plena”2.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Las razones de esta clasificación se basan fundamentalmente en la creencia de que la economía es una puerta abierta a la realización personal y colectiva. Entienden que el dinero, el empleo y el desarrollo económico no son solo fuente de ingresos, ahorros y previsión, sino posibilitadores, de acceso a la educación, a los
servicios, al mundo de la cultura... lo que a su vez puede generar una autoestima y autoconcepto positivo,
prestigio social, seguridad familiar, poder adquisitivo, etc.
b) Clasificación donde existen dimensiones económicas y no económicas
Si bien es cierto que las dimensiones anteriores tuvieron cierta importancia en investigaciones realizadas
principalmente en los años 60 y 70, en la actualidad se tiende a relativizar el ingreso como única, e incluso útil, dimensión definitoria de la pobreza, entre otras razones por las propias limitaciones del crecimiento económico (falta de oportunidades, las condiciones laborales de explotación a las que acceden o se
encuentran, la obligatoriedad de tener que elegir entre la educación o la subsistencia, la inflación, la deuda
externa, etc.).
Dentro de esta clasificación hay dos visiones, la que posiciona las dimensiones no económicas como factores
causales de la falta del ingreso o la escasez del mismo, y la que lo posiciona como una dimensión más siendo uno de los fines a conseguir.
La primera visión, se caracteriza fundamentalmente en que el ingreso es una dimensión central, salir de la
pobreza de ingreso es el fin, el resto de dimensiones humanas facilitan esa salida.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Se entiende que los saberes y conocimientos, la cultura, la seguridad personal, la capacidad de negociar, las
habilidades sociales, el sexo y la red social de parentesco que posea una persona son capital humano, capital social y capital cultural, capitales que ayudarán a salir más fácilmente de la pobreza.
Esta visión se centra en la responsabilidad personal y deja de lado la responsabilidad social, cultural y política, con lo que esto implica respecto de las políticas gubernamentales en relación a la erradicación de la
pobreza.
La segunda visión se caracteriza por entender el ingreso como una dimensión más y añade otras, las más
comunes son la educación y la salud. Entiende que las dimensiones económicas son más relativas debido a
otros indicadores de desarrollo de tipo social (alfabetización, escolaridad, condición y servicios de salud,
vivienda, etc.).
c) Clasificación donde no hay dimensiones económicas, es decir, entre las
dimensiones no está el ingreso
Esta clasificación critica la posición central del ingreso en la definición de las dimensiones de la pobreza,
tanto a la hora de realizar proyectos concretos con población diana como en la relación establecida a más
crecimiento económico menos pobreza.
| 20 |
Marco teorico
La distinción fundamental es que prescinde del ingreso como fin “busca un indicador sensible a la realidad
de las personas pobres, aunque sean minoritarios en su sociedad. De ahí que se explicite la opción por una
perspectiva privacional que mira el desarrollo de los países desde lo que le sucede a los pobres”3.
El máximo exponente de esta clasificación es el premio Nobel de economía Amartya Sen con su Teoría de las
capacidades. Sen plantea que “la pobreza debe ser vista como la privación de las capacidades básicas en vez
de meramente como la insuficiencia del ingreso, que es el criterio estándar de identificación de la pobreza”4.
Más que medir la pobreza por el nivel de ingresos que se perciben, Sen recomienda calcular lo que ese individuo puede lograr hacer con esos ingresos para desarrollarse, teniendo en cuenta que esos logros varían de
un individuo a otro y de un lugar a otro.
No tendría explicación, de otra manera, la existencia de bolsas de pobreza en los países ricos entre gente de
ingresos medios. Sin embargo, en los barrios marginados de EE.UU. el bajo nivel de educación, los servicios
precarios de salud, la falta de asistencia de servicios sociales y la amenaza del crimen violento, hacen que
la calidad de vida (medida en longevidad, mortalidad infantil, salud, educación y seguridad) de personas de
ingresos aceptables viviendo en una sociedad rica sea comparable, e incluso inferior, a la de muchos pobres
del resto del mundo.
Sen entiende las capacidades como todo aquello que una persona es capaz de hacer y de ser si ella lo eligiese.
El número de opciones que las personas tienen y la libertad de elección sobre estas opciones también contribuye al bienestar humano. De esta forma, desde el enfoque de las capacidades se postula que más libertad y más capacidad de elección tienen un efecto directo sobre el bienestar.
En ese sentido Sen señala la diferencia existente entre la pobreza de los hombres y las mujeres, es decir,
demuestra que los bajos niveles de desarrollo económico afectan de desigual manera a ambos sexos, que la
políticas de desarrollo no son neutrales y que en el interior de los hogares no tienen el mismo acceso a los
cuidados de salud, de nutrición y de bienes porque la mayoría de los hogares no son cooperativos o tienen
una organización sexista.
d) Clasificación que tiene en cuenta las grandes libertades y las dimensiones
modernas
Esta clasificación se basa en las distintas dimensiones de las libertades modernas, la económica, la social,
la política y la cultural. A cada una de estas dimensiones le corresponde un tipo de pobreza. La que frecuentemente es tomada en cuenta es la pobreza económica y la menos considerada es la pobreza política,
aunque cada vez está tomando más posiciones la importancia de dotar de voz y de acción a las personas
pobres.
(3) Idem (p. 13)
(4) Idem (p. 14)
| 21 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Desde este enfoque es posible hablar de desarrollo cuando las personas son capaces de hacer más cosas, no
cuando son capaces de comprar más bienes o servicios.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
La pobreza es económica cuando el ingreso es insuficiente, cuando hay escasez de recursos necesarios o es
difícil acceder a ellos y cuando existen restricciones en la participación del comercio o del mercado laboral.
La pobreza es política cuando hay privaciones de libertad, de expresión, de opinión, de pertenencia, cuando hay dificultades para la participación social y política en los ámbitos que fuera y cuando hay falta de
poder personal.
La pobreza es social cuando hay impedimentos para acceder a la educación o la salud, el transporte, es decir,
a los servicios ofrecidos normalmente por el sistema publico.
La pobreza es cultural cuando hay dificultad en la adquisición, reproducción o creación de cultura del tipo
que sea.
Esta clasificación recoge dimensiones que intentan explicar la reproducción de la pobreza, es decir “¿por qué
sigue habiendo pobres; más precisamente pobres de ingreso? ¿qué mecanismos, leyes, estructuras, sistemas,
culturas, valores o poderes hacen que ese pequeñísimo aporte económico necesario para erradicar la lacra de
pobreza no se lleve a cabo?”5.
Sin embargo, algunas causas de la reproducción de la pobreza siguen siendo materia de discusión, como por
ejemplo:
-
El hecho de que sea la economía la fuerza fundamental que mueve la política en lugar del progreso social
y el desarrollo humano;
-
El planteamiento de que la economía y la política se apoyan mutuamente en beneficio de unas pocas
personas;
-
La existencia de dos sistemas en la sociedad: por un lado el sistema político y económico, y por el otro
el de la sociedad civil; y el distanciamiento existente entre ambos sistemas.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
3. Una perspectiva filosófico -moral
Esta perspectiva hace referencia fundamentalmente al desarrollo desde una visión ética y de desarrollo moral.
Pone el énfasis en el desarrollo humano y establece una relación entre las dimensiones de la pobreza, de calidad de vida, los valores humanos universales y las necesidades psicológicas y básicas humanas.
Su representante más reciente es Sabina Alkire. La propuesta que patrocina Alkire es tomada de Finnis “para
responder a las exigencias de fundamentación filosófica y de concreción que provienen del planteamiento de
Sen sobre las “capacidades” como el terreno en el que hay que definir y evaluar el desarrollo”6.
Lo que plantea Alkire es analizar qué motivaciones profundas o “razones prácticas” mueven a las personas a
ser lo que son y a hacer lo que hacen, con el objetivo de medir el grado de desarrollo humano.
(5) Idem (p. 17, 19)
(6) Idem (p. 22)
| 22 |
Marco teorico
La autora propone siete categorías de razones para actuar:
1) Vida: sostenimiento y transmisión de la vida, salud y seguridad;
2) Conocimiento y experiencia estética;
3) Desempeños adecuados en el trabajo y en juego;
4) Amistad;
5) Paz o integración interna;
6) Auto-expresión o razonabilidad práctica: autenticidad que proviene de la armonía entre los criterios,
elecciones y logros; y
7) Religión: fuentes más que humanas de sentido y valoración.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Podemos decir que las dimensiones de la pobreza, vinculadas a lo que se entiende por desarrollo humano en
su sentido más amplio, conducen a investigaciones complejas y menos operativas que aquellas que optan
por dimensiones más cuantitativas y de carácter más económico. Sin embargo, las primeras nos sitúan en
las limitaciones de las investigaciones con indicadores de medición meramente económicos y plantean la
necesidad de tener que optar por buscar una manera más creativa de luchar contra la pobreza.
| 23 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
2. FEMINIZACIÓN DE LA POBREZA
El concepto de Feminización de la Pobreza es un concepto reciente pero que ha tenido gran difusión en los
últimos años.
Los estudios clásicos sobre la pobreza no entendían a las mujeres como un colectivo específico de análisis.
Tuvimos que esperar hasta 1970 cuando Ester Boserup, en su estudio sobre “El papel de la mujer en el
Desarrollo Económico”7, planteó que el crecimiento económico y la modernización de los países en vías de
desarrollo no beneficiaba a las mujeres. Y no es hasta los años 80, con el trabajo de Hilda Scott8, cuando
aparece el término de Feminización de la pobreza.
Hasta años recientes los estudios sobre pobreza se centran en dos aspectos que invisibilizan a las mujeres:
el uso de una unidad colectiva de análisis (familia, hogar, retribución fiscal) y el uso de los ingresos como
unidad de medida.
En ese sentido Blanca Fernández9 apunta “éstos (los estados y los investigadores al realizar los estudios)
parten de la idea de la familia sin sexo, ni edad y presuponen la igualdad y solidaridad interna de las familias. Así se da por supuesto que todos los recursos de que disponen las familias son distribuidos de forma
igualitaria entre sus miembros y así, si los recursos faltan o escasean, se parte de una igual vivencia de los
problemas derivados de la escasez de recursos y pobreza”.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
La realización de estudios10 con un análisis de género, demuestra que esto no es así, que la pobreza puede
considerarse fundamentalmente femenina. En las unidades convivenciales tradicionales suelen ser los hombres los que disponen de más recursos; y en situaciones donde existe precariedad económica son las mujeres
las primeras y las que más sacrificios personales realizan. Las mujeres separadas o divorciadas, madres
solteras o viudas conforman una unidad convivencial que en muchos casos está por debajo del umbral de la
pobreza (en los países desarrollados deben contabilizarse algunos agravantes como las condiciones laborales
precarias, el impago de pensiones por parte de los padres o las dificultades de acceder a prestaciones
sociales).
Si bien nos parece importante señalar que, a pesar de que las mujeres separadas, divorciadas, madres
solteras... y en definitiva todas aquellas que trasgreden el marco que hasta hace pocos años se consideraba
obligatorio para desarrollar la función maternal, se ven obligadas a pagar un precio tanto económico como
social quedándose excluidas del resto del grupo que forma el entramado social11, las familias monoparentales
están también compensadas por ciertos aspectos positivos de esta forma de relación, que el informe realiza-
(7) Deneulin, S. (2004). Desarrollo humano, participación y género. Curso organizado en enero 2004 por la Universidad
Centroamericana de El Salvador. En http://www.fas.harvard.edu/~freedoms/teaching/Catraining_Deneulin.pdf.
(8) Fernández Viguera, B. (1998 : 316). Feminización de la pobreza en Europa y procesos de exclusión social. En VV.AA La exclusión
social. Eunate, Navarra.
(9) Idem (p.315)
(10) Madruga Torremocha, I. y Mota López, R. (1999). Las condiciones de vida de los hogares pobres encabezados por una mujer:
pobreza y género. Fundación Foessa y Cáritas, Madrid.
(11) Juliano, D. (2004); Excluidas y marginales, Madrid, Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.).
| 24 |
Marco teorico
do por Walters12 en 1996 resume en seis puntos propios de este tipo de agrupación familiar:
1.
Una única línea de autoridad que simplifica el proceso de toma de decisiones;
2.
Combinar en un solo progenitor las funciones de brindar cariño e impartir disciplina;
3.
Mayor flexibilidad de las fronteras generacionales;
4.
Mayor asunción de múltiples roles por cada miembro de la familia y mejor disposición a compartir tareas domésticas;
5.
Mayores expectativas de calidad de vida familiar; y
6.
Mayor conciencia de la familia como una unidad independiente.
Con la aparición del término Feminización de la Pobreza se reconoce la situación de pobreza que tradicionalmente han vivido las mujeres (las mujeres de los pobres, las pobres encubiertas13, las ancianas, las gitanas,
las inmigrantes) y la situación de las nuevas pobres: “mujeres que no siendo pobres en su origen familiar
devienen pobres por diversos motivos, todos ellos debidos a la dependencia en la estructura familiar (ruptura, encarcelamiento, enfermedad, abandono de la pareja)”14.
Y por otra parte, se empieza a estudiar si realmente la pobreza de las mujeres es una pobreza específica, es
decir, si las mujeres devienen pobres por causas diferentes a los hombres, si tienen la misma percepción de
la pobreza que ellos, si las estrategias y políticas de lucha contra la pobreza les sirve por igual a unas y a
otros, etc.
El termino de Feminización de la Pobreza, y siguiendo la exposición de Blanca Fernández, viene a recoger
diferentes aspectos de la pobreza de las mujeres:
Al desagregar las estadísticas por sexos se descubre que la mayor parte de las personas pobres son mujeres.
Los últimos datos sobre la pobreza desvelan cifras escalofriantes.
Según datos de la OIT15, las mujeres constituyen el 70% de los 1.300 millones de personas pobres absolutas
del mundo, es decir, 910 millones. El 60% de los 550 millones de trabajadores y trabajadoras pobres en el
mundo, que sobreviven con menos de 1 dólar por día, son mujeres. Naciones Unidas calcula que entre el 50
y el 80% de la producción, la elaboración y la comercialización de alimentos corre a cargo de las mujeres.
Menos del 5% de las propiedades en el mundo están en manos de las mujeres. Dos terceras partes de los 876
millones de analfabetos del mundo son mujeres. Al menos un 20% de las mujeres del mundo han sufrido
malos tratos físicos o agresiones sexuales16.
(12) Walters, M. (1996). Hogares de progenitor único encabezados por mujeres. En Walters, Carter, Papp y Silverstein (eds). La red
invisible, Piados, Barcelona, p.318-363.
(13) Mujeres que viviendo en familias consideradas no pobres, viven en una situación de privación y/o precariedad
(14) Fernández Viguera, B. Feminización de la pobreza. Material fotocopiado sin publicar
(15) Boletín Incidencia y compromiso. Cifras Sobre pobreza, educación, sanidad, trabajo y política. En www.caritaspanama.org
(16) Barbosa de Lima, N. La feminización de la pobreza. En http://www.rel-uita.org/mujer/con_neusa.htm
| 25 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
1. Hay más mujeres pobres que hombres
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
La feminización de la pobreza es importante no solo por su alta presencia en los países empobrecidos, sino
también por su avance progresivo en los países llamados desarrollados.
En Estados Unidos a finales de los 80 las mujeres constituían el 75% de las personas pobres. “Eran especialmente madres solteras y mujeres mayores afroamericanas que tenían a su cargo a sus nietos. La cantidad de
familias encabezadas por mujeres pobres estaba aumentando a un ritmo de 100.000 anuales”17. Además se
observa que “la tasa de pobreza de las mujeres es superior a la de los varones según todas las variables y en
todos los grupos sociales, de edad y etnia”18.
Según estimaciones de 1992, un 10% de las mujeres de la Europa desarrollada (16 millones) se encuentran
bajo el umbral de la pobreza, estimado en torno al 75% del salario mínimo comunitario.
El 95% de los hogares pobres en España tienen como sustentadora principal a una mujer que vive sin su
cónyuge o compañero. En el caso de los hogares pobres encabezados por un hombre, en un 93% está casado o figura una compañera19.
En la CAPV, los datos no son más tranquilizadores. En el año 2000, las mujeres constituyeron el 61,5% de la
población pobre (pobreza de acumulación) y el 58% de los hogares vascos en riesgo de pobreza estaban
encabezados por una mujer.
Las mujeres que viven en la pobreza a menudo se ven privadas del acceso a recursos de importancia crítica,
como los préstamos, la tierra y la herencia. No se recompensa ni se reconoce su trabajo. Sus necesidades en
materia de atención a la salud y nutrición no son prioritarias, carecen de acceso adecuado a la educación,
al trabajo y a los servicios de apoyo, y su participación en la adopción de decisiones en el hogar y en la
comunidad es mínima. Atrapada en el ciclo de la pobreza, la mujer carece de acceso a los recursos y los servicios para cambiar su situación.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
2. La visibilización de la pobreza real que viven las mujeres
Este punto se centra en la crítica de los métodos tradicionales de medición de la pobreza. Se entiende la
Feminización de la Pobreza como el hecho de descubrir la pobreza real de las mujeres, es decir de sacarla a
la luz, visibilizarla.
Como se ha comentado anteriormente, el uso de una unidad colectiva de análisis (familia, hogar, retribución
fiscal) y el uso de los ingresos como unidad de medida encubre la pobreza de las mujeres, en tanto en cuanto presupone solidaridad y reparto equitativo de las riquezas y de los bienes dentro de la familia.
Son ellas las primeras en sufrir restricciones y privación de alimentación, de acceso a los servicios de salud,
de educación, de empleo, de ocio... en situaciones de precariedad.
(17) Yuste Caballero, P. (1999). Procesos de exclusión y de inclusión: Feminización de la pobreza. En V Congreso estatal de
Intervención social. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Secretaría General de Asuntos Sociales. Instituto de Migraciones y
Servicios Sociales IMSERS.
(18) Fernández Viguera, B. (1998: 316). Op.cit.
(19) Madruga Torremocha, I. y Mota López, R. (1999). Las condiciones de vida de los hogares pobres encabezados por una mujer:
pobreza y género. Fundación Foessa y Cáritas, Madrid.
| 26 |
Marco teorico
“En su desesperación por mantener la cohesión de la familia y proveer alimentos para sus hijos, un gran número
de mujeres pobres se ha volcado al sector informal, a pesar del riesgo y la discriminación a la que se exponen...
Es probable que los hombres destinen una parte considerable de su ingreso a su uso personal (por ejemplo, cigarrillos, alcohol, juegos de azar) mientras que las mujeres de las aldeas encuestadas comúnmente destinaban
prácticamente todos sus ingresos a la familia (para alimentos, tratamiento médico, gastos escolares y ropa para
los hijos. Una y otra vez se observó que para lograr que sus hijos sobrevivan, las mujeres están dispuestas a
hacer trabajos que los hombres consideran demasiado degradantes”20.
Por otra parte, el uso del ingreso como unidad de medida de la pobreza supone no tener en cuenta la
aportación, también económica, de las mujeres al realizar el trabajo doméstico y reproductor. En cuanto que
las cifras pueden ayudarnos a tomar conciencia de lo que decimos, actualmente el trabajo no remunerado de
las mujeres se estima en una aportación económica mundial de más de 11.000 billones de dólares21.
Básicamente la pobreza de muchas mujeres “ama de casa”21 se basa en la falta de ingresos autónomos, y en
una distribución asimétrica de los recursos del hogar que hace que aunque ella sea la que administre el
dinero, dedique la mayor parte del mismos a la satisfacción de las necesidades y de los deseos de los
restantes miembros de la familia. La situación empeora en época de crisis y cuando se llega a la edad de la
jubilación. La mujer que no ha hecho aportes autónomos queda enganchada de la jubilación del marido y de
una pensión pequeña de viudedad. Esta situación de mayor pobreza, en relación con los otros miembros del
grupo familiar, se debe precisamente al cumplimiento de los roles “obligatorios” de esposa y madre a tiempo completo. Esto suele ir acompañado de opciones laborales y profesionales poco rentables, participación
discontinua en el mercado de trabajo y, la consolidación de éste como “ayuda”.
3. La pobreza diferente de las mujeres respecto de la de los hombres
Hilda Scott es una de las representantes de esta corriente. Entiende que las mujeres por el hecho de serlo
entran en circuitos de pobreza específicos vinculados al desempeño del trabajo doméstico y reproductor, a
la violencia física y psicológica, a leyes establecidas basadas en creencias sexistas que les niegan la
propiedad, la educación, el acceso al mundo laboral y les condenan a la dependencia afectiva y económica
de los hombres, bien sea su marido, hermano o padre.
Sostiene que la condición social de las mujeres está cada vez más determinada por el hecho de ser mujer que
por su pertenencia a una clase social, una raza o una nación determinada. Así, la innegable diversidad entre
las mujeres no impide que compartan unas características que condicionan su status22.
(20) Narayan, D. y col. (2000:184). La voz de los pobres: ¿Hay alguien que nos escuche? Ediciones Mundi-Prensa, Madrid.
(21) Juliano, D. (2004). Op. Cit.
(22) Esta afirmación guarda una estrecha relación con la necesidad de analizar la situación de las mujeres como colectivo social (que
comparte una explotación común) promulgada por la Teoría Feminista.
| 27 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Esta idea trata de recoger aquellos procesos determinados que llevan a una parte de las mujeres a la pobreza
y que sólo a ellas les afectan. Tratan de descubrir la pobreza diferente de las mujeres.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Esta realidad se ilustra claramente en el capitulo nº5 de “La voz de los pobres ¿hay alguien que nos
escuche?”23:
“En un país tras otro las mujeres explicaron que su derecho a heredar es inexistente o limitado. Cuando las
mujeres tienen derecho a heredar, y lo hacen valer, corren riesgo de ostracismo social en las mismas redes de
parentesco en que se basa su subsistencia diaria”.
“En Ucrania, Letonia y la ex Republica Yugoslava de Macedonia las mujeres dicen que no se molestan en denunciar la violación debido a la inacción de las autoridades. En todo el mundo las mujeres informan de que no
tienen casi ningún recurso frente al maltrato y a las amenazas a su propiedad y sus vidas” .
“La vulnerabilidad de la mujer en el mercado (laboral) adopta diversas formas en distintos países. En muchos
países de Europa Oriental y la antigua Unión Soviética la expectativa de favores sexuales de las mujeres jóvenes
parece estar generalizada, razón por la cual a las mujeres de más de 25 años les resulta difícil encontrar trabajo”.
A modo de conclusión, podemos decir que el concepto Feminización de la Pobreza, olvida el androcentrismo
existente hasta ahora en las investigaciones sobre la pobreza y la analiza desde otros parámetros vinculados
a la realidad de las mujeres.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Reconoce, y por tanto visibiliza, la pobreza especifica de las mujeres, ofrece datos e información que la
describe, presenta cuáles son sus causas, cuáles sus consecuencias y analiza si las reformas y las políticas
planteadas para erradicar la pobreza en general eliminan o mantienen la pobreza de las mujeres.
(23) Idem (p. 184)
| 28 |
Marco teorico
3. CAUSAS DE LA FEMINIZACIÓN DE LA POBREZA
La creencia de que las desigualdades tienen su origen en la pereza, la suerte, la fatalidad, los vicios, etc.
caducó hace tiempo y por tanto, debemos asumir que los desequilibrios sociales son originados por las distintas actuaciones llevadas a cabo desde el poder social y político. Así, las investigaciones realizadas en
torno a las causas de la pobreza plantean que es fundamentalmente un problema estructural. Es la organización social establecida la que genera pobreza y la que la reproduce y mantiene.
Al igual que es difícil definir y establecer indicadores de medición consensuados, lo es establecer las causas
de la pobreza. Parece que pudieran intervenir numerosos factores interrelacionados, aspectos que se entrecruzan y apoyan convirtiéndose unos en efectos de otros. Dependiendo de la definición y de la medición que
hagamos de la pobreza, determinaremos unas causas u otras, y lo que es quizá más importante, se enfatizará más en las causas económicas, en las sociológicas, en las ideológicas, o en las políticas.
Sin embargo, hay dos causas que se presentan en casi todos los estudios: una de tipo más económico, referida a la globalización económica y otra de tipo más social, referida a la falta de oportunidades y de elección
de las personas pobres: la desigualdad social.
El pensamiento neoliberal junto a la globalización económica y el libre mercado está provocando a nivel
mundial unas relaciones comerciales desiguales entre los países. Estas relaciones desiguales generan dependencia entre los países del sur y del norte y provocan que el atraso de ciertas áreas del mundo sea el efecto y a la vez la condición de desarrollo en otras partes del mundo. Este hecho, que reproduce y casi perpetúa
la situación de pobreza de los países del sur, se agrava con una deuda externa imposible de pagar, una presión económica que se traduce en una desigualdad social en el reparto de la riqueza, los recursos, los servicios y el poder.
La falta de oportunidades y de elección de las personas como otra de las causas de la pobreza, se traduce
en la incapacidad (siguiendo a Sen) de generar ingresos para satisfacer las necesidades básicas, en la falta
de libertad para elegir lo que se cree conveniente o necesario y en la escasa o nula representación social y
política que lleve la voz de las personas pobres a los órganos de decisión (del tipo que sea, decisión política, económica o social).
Las investigaciones en torno a la Feminización de la Pobreza muestran igualmente que la pobreza es un problema fundamentalmente estructural.
Se entiende que es el patriarcado24 (como estructura social en la que las relaciones se basan en patrones cul(24) La estructura patriarcal se señala como el eje central a partir del cual puede explicarse la Feminización de la Pobreza. La estrecha
relación que también en este caso se establece entre este tipo de estudios y la Teoría Feminista puede explicarse, ya que al citado
pensamiento científico puede atribuírsele el único análisis en profundidad e interpretación global de muchos de los aspectos clave
que definen la situación de las mujeres en el mundo.
La teoría feminista aportó serias investigaciones en la década de los 70 sobre el orden social al que llamó “sociedad patriarcal”,
entendiendo por Patriarcado el modelo de organización social basado en el abuso de poder y supremacía de los hombres sobre las
mujeres.
| 29 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
De igual forma, se entiende que hay determinadas áreas de la mencionada organización social cuya capacidad de originar desequilibrios a través de la generación de desigualdades, o por el contrario de redimirlos,
es más directa y determinante: la educación, el trabajo, la protección social, etc.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
turales de dominación masculina), sustentado hoy en una organización económica capitalista y neoliberal,
el que hace que las mujeres como colectivo social sufran una situación de inferioridad (opresión y
explotación) por el hecho de serlo, que las empobrece respecto del colectivo de los hombres.
Aunque la situación de unas y otras mujeres sea bien diferente (mujeres africanas, asiáticas, latinoamericanas, europeas, niñas, jóvenes, adultas, ancianas, asalariadas, paradas...) les une una situación de subordinación con respecto al colectivo de hombres (que adquiere muy distintas manifestaciones). Dicha subordinación se explica, siguiendo a las teóricas feministas, a partir de una jerarquización histórica y universal
(los diferentes modos de producción: esclavista, asiático, feudal, capitalista... lo han preservado) basada en
la división sexual del trabajo25.
La organización sexista de la sociedad pasa por asignar al colectivo de mujeres el rol reproductor y la responsabilidad del trabajo doméstico (sistema de subsistencia relegado a un segundo plano e infravalorado), mientras los hombres lideran las tareas de producción (prioritarias y posibilitadoras del acceso al “control” a todos
los niveles). Esa asignación social de roles y valores diferenciados en función del sexo ha pervivido a través
de los siglos (institucionalizada a través de la familia) y se ha llegado a confundir con lo cultural, lo natural, lo tradicional26.
Aunque sin duda el esquema descrito ha ido adaptándose a las exigencias de las “modernas sociedades
democráticas” muchos estudios, como los relacionados con la feminización de la pobreza, constatan que la
discriminación en función del sexo subyace todavía en las estructuras actuales.
En suma, mientras las causas de la pobreza se explican fundamentalmente por una desigualdad social y
económica entre clases, la feminización de la pobreza se explica por la desigualdad social y económica de
los hombres y las mujeres. La jerarquización entre el colectivo de los hombres y el colectivo de las mujeres
es la causa de la pobreza de las mujeres.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fundamentalmente se describen como causas de la feminización de la pobreza las siguientes, sabiendo que
el grado de expresión de las mismas es diferente en los países del Norte y los del Sur:
1.
La división sexual del trabajo, es decir la realización del trabajo doméstico y reproductor por parte de
las mujeres de manera gratuita;
2.
La violencia contra las mujeres; y
3.
Las pautas de casamiento y separación actuales.
(25) Falcón, L. (1994). La razón feminista. Vindicación Feminista, Madrid. Así Lidia Falcón en su libro dice: “la mujer es un gran
grupo, el más numeroso de todas las clases sociales, que ocupa un lugar determinado históricamente por la división sexual del trabajo”.
(26) Muchas feministas se han encargado de asegurar que ese llamado “lugar tradicional” de la mujer es un eufemismo de “dominación y sometimiento” de un colectivo a otro como si fuera algo ineludible.
| 30 |
Marco teorico
1. El trabajo doméstico y reproductor27
La división entre espacio “masculino” y “femenino” se revela como un antagonismo que invisibiliza el papel
de la mujer, cuyo trabajo se equipara a las tareas de reproducción y cuidados.
Fundamentalmente realizado por mujeres, es un trabajo que cubre las necesidades básicas de las personas,
no está remunerado ni reconocido socialmente y no posee limitación de horario y de funciones. Es un trabajo invisible socialmente, no es objeto de enseñanza - aprendizaje en el ámbito escolar, los sindicatos no se
ocupan de las condiciones en las que se ejerce, la ciencia se preocupa poco en estudiarlo y las prestaciones
sociales también lo ignoran, ya que el modelo por el que se rigen está en función de la presencia o ausencia en el mundo laboral (pensiones de viudedad).
La realización del trabajo doméstico y reproductor supone para las mujeres dedicar gran parte de su tiempo
al bienestar de las personas de la familia y a producir calidad de vida. Este tiempo que para las mujeres es
tiempo de trabajo, se convierte en tiempo libre para las personas que se benefician del mismo, pudiendo
dedicarse a otras tareas como el trabajo remunerado, el ocio o las relaciones sociales. Además, les proporciona una tranquilidad psicológica al saber que hay alguien que se responsabiliza y se ocupa de estas tareas.
Este problema es especialmente delicado para algunas de las mujeres solas cabeza de familia, porque muchas
de las veces no pueden compaginar el trabajo doméstico y reproductor con el trabajo remunerado, salvo que
se opte por un empleo en condiciones precarias (sin contrato, a tiempo parcial, con menos salario, mercado sumergido, sin cotizaciones a la seguridad social, etc.).
El hecho de que las mujeres lo realicen gratuitamente supone, cuanto menos, un gran ahorro económico para
la familia, la comunidad local y el Estado.
-
Disponen de menos tiempo, bien para realizar trabajos que produzcan ingresos, bien para su realización
personal y profesional;
-
No reciben reconocimiento social y se normaliza la idea de “el hombre es el sustento de la familia y el
suyo propio”;
-
Dependen económicamente del marido o pareja;
-
Sustituyen el “yo” por el “nosotros” familiar, lo que las lleva muchas de las veces a perder un proyecto
personal y depender psicológica y emocionalmente del marido o la pareja;
-
Tienen más dificultades de incorporación a la formación y al mundo laboral;
-
Soportan la denominada doble jornada cuando se incorporan al mundo laboral; y
-
En situaciones de exclusión o precariedad reciben escasas prestaciones sociales, rentas bajas y pensiones
escasas.
(27) Lanbroa. Conspiración feminista. Lanbroa, nº9, Bilbao.
| 31 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Debido a ello las mujeres:
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
2. La violencia contra las mujeres
El estudio de la violencia contra las mujeres como una de las causas de la feminización de la pobreza permite acercarnos a su realidad y a las limitaciones que sufren en términos de desarrollo humano.
Los estudios28 que recogen los testimonios de las afectadas señalan la relación entre la violencia y su
situación de pobreza. De ahí que además se presente la importancia de considerarlo no solo como una de las
causas sino como un indicador propio de pobreza.
En definitiva, todas aquellas expresiones que limitan la libertad de las mujeres a decidir sobre si mismas y
sobre su proyecto de vida son agresiones y violencia ejercida contra las mujeres.
Se entienden las propias características de la violencia contra las mujeres como factores de empobrecimiento generales:
-
Se define como una violencia estructural, es decir, organizada y establecida dentro de la estructura
social;
-
Se puede entender como uno de los instrumentos utilizados para mantener al colectivo de las mujeres
en situación de sumisión respecto del colectivo de los hombres, lo que limita la libertad, las opciones
y las oportunidades de la mujer, reforzando, por tanto, su dependencia del hombre;
-
Su grado de normalización hace que se conciba como natural y que por tanto no se haya cuestionado
socialmente hasta hace bien poco. Algunos hombres se consideran con derecho a controlar la vida de
las mujeres (de distintas formas) y legitiman la violencia mediante argumentos religiosos y sociológicos. Las mujeres, por su parte, lo asimilan como algo aceptable o lo sufren con la impotencia de quien
no puede ponerle fin.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Podemos resumir los efectos de la violencia en términos de empobrecimiento como sigue: pobreza material,
falta de salud, de libertad y ausencia de socialización.
-
El control de los ingresos por parte de los hombres de la familia, la distribución de los mismos de manera inadecuada entre las personas integrantes de la familia, la dificultad y en algunos casos la prohibición de acceder al mundo laboral, la imposibilidad de heredar y poseer la tierra, etc. son aspectos todos
ellos que colocan a las mujeres en una situación de pobreza material objetiva;
-
La falta o degradación de la salud física y psicológica como consecuencia de las diferentes formas de
violencia ejercidas sobre las mujeres son algunos de los efectos más dañinos;
-
La ausencia de libertad y autonomía por encontrarse en situación de amenazas y de miedo que les
imposibilita tomar decisiones de forma libre y sin coacciones también merma sus posibilidades de inserción;
(28) VVAA (2002). Mujeres pobres, indicadores de empobrecimiento en la España de hoy. Fundación Foessa y Caritas, Madrid. Narayan,
D. y col. (2000). Op. cit.
| 32 |
Marco teorico
-
Los malos tratos consiguen aislar a las mujeres de su familia y de su red de relaciones sociales.
Actualmente, el Grupo de Trabajo en Violencia del Hombre contra la Mujer, de la Asociación Psicológica
Americana29 plantea que la violencia de género tiene múltiples causas, entre las que destaca el hecho de que
es una conducta aprendida que se ha forjado por las normas socioculturales y las expectativas de rol que
apoyan la subordinación femenina y perpetúan la violencia masculina.
Nos referimos, en concreto, a los valores y normas de la comunidad tales como la aceptación de la violencia y el estatus subordinado de la mujer en la sociedad. Para paliar estos efectos las mujeres tienen que
valerse de una serie de recursos personales 30 (bienestar económico, nivel educativo, estado de salud y recursos psicológicos o características de personalidad), así como del sistema familiar y de la red social. Este último, como veremos, es un recurso importante para hacer frente a las dificultades, ya que se ha constatado
que el aislamiento social favorece la existencia de desigualdades.
3. Las pautas de casamiento y separación actuales
Si bien es cierto que las pautas de casamiento y separación son diferentes en los distintos países del mundo,
éstas no dejan de ser una causa de empobrecimiento de las mujeres.
En este sentido, Pilar Yuste31 señala que el matrimonio es para las mujeres un factor de riesgo y empobrecimiento económico y también de la salud psíquica, lo mismo que lo es la separación (al año de separarse el
60% de los varones se han enriquecido significativamente, mientras el 50% de las mujeres se ha empobrecido32). De hecho, es la suma de estos dos hechos lo que le lleva a señalar la dependencia33 como otra de las
causas que pudiera esconderse detrás del empobrecimiento de las mujeres.
Tanto en los países empobrecidos como en los enriquecidos, la mujer sola con cargas familiares es el
arquetipo de mujer pobre.
(29) VV.AA (2004:49). Mujeres víctimas de la violencia doméstica. Programa de actuación. Ed. Pirámide (Grupo Anaya, S.A.), Madrid.
(30) Idem, p. 55
(31) Yuste, P. (2002). La pobreza tiene rostro de mujer. Texto adaptado del trabajo Feminización de la pobreza (1998). En Área de
mujeres. Procesos de exclusión y de inclusión. Vº Congreso estatal de intervención social. Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
(32) Red Europea de Mujeres (1990). Tribunal y Pobreza en la CEE. Madrid: Red Europea de Mujeres.
(33) Esta autora considera que este tipo de dependencia entre hombre-mujer puede asemejarse a las relaciones de dependencia
establecidas entre países del Norte y del Sur.
| 33 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Hay corrientes de estudios que plantean que el matrimonio, la separación, el divorcio y la viudedad son
causas de la feminización de la pobreza. Los planeamientos versan sobre la concepción de que el matrimonio no es una fuente de ingresos para las mujeres aunque puedan encontrar en él, provisionalmente, su subsistencia, sino que tras la separación o la viudedad se visibiliza que realmente la mujer no tiene ingresos,
es decir, no empobreció porque se separó o enviudó sino que era ya pobre en el matrimonio y la separación
lo ha evidenciado. Se ha destapado la pobreza encubierta.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
En los países del Norte se ha producido un aumento de las familias monoparentales, en su mayoría
encabezadas por una mujer (es decir, familias monomarentales) con una situación laboral irregular, acompañada en algunas situaciones por el impago de pensiones por parte del ex¬marido o expareja. Las dificultades de conciliar vida profesional y familiar obligan en muchas ocasiones a las mujeres a optar por el empleo
precario, lo que mantiene su situación de pobreza.
En los países empobrecidos las mujeres solas son especialmente vulnerables, ya que además de afectarles su
situación en el plano económico también sufren el aislamiento social y la desprotección judicial.
“La desintegración de la familia afecta a los hombres y las mujeres de manera distinta. En general los hombres salen ganando financieramente con el divorcio y las mujeres salen perdiendo. Después del divorcio los
activos de la mujer suelen valer menos que los de los hombres. Además las leyes respecto de la división de
la propiedad conyugal frecuentemente no se aplican.” 34
“Lamentablemente los procedimientos legales posteriores al divorcio no aseguran una división justa de los
bienes (...) la mayoría de las mujeres evitan la acción judicial (...). Las mujeres dicen que se les permite
volver a casa de sus padres solamente si no traen la vergüenza de un procedimiento público o no se han
mostrado agresivas al reclamar justicia”.
El caso de las viudas es igualmente preocupante. En aquellos países con sistemas de pensiones o rentas, un
porcentaje muy alto de las mujeres subsisten con la pensión de viudedad, que en muchos casos es baja e
insuficiente.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Recordemos el dato ya comentado anteriormente sobre EE.UU., donde el 75% de las personas pobres eran
mujeres y la mayoría mayores afroamericanas con nietos y nietas a su cargo. En los países del sur la situación
se agrava por la dificultad de las mujeres al acceso al empleo, por los sistemas de parentesco y las normas
sociales. Por ejemplo, la ley del “levirato” obliga a la mujer viuda a casarse con su cuñado, de las misma
forma que el “sororato” obliga a las mujeres a casarse con los viudos de sus hermanas y la decisión legal
más espectacular, puede que sea la del “Sati” o quema de la viuda en la pira funeraria del marido, en la
India.35
A modo de conclusión, podemos decir que el sistema patriarcal (es decir, el modo de organización social
basado en la jerarquización de las personas en función de su sexo) sustentado en el modo de producción
doméstico, en el capitalismo y en la globalización económica define lo que significa ser mujer y ser hombre.
Esto es, la asignación social de una serie de estereotipos y roles, por el hecho de ser mujeres u hombres,
materializada en la división sexual del trabajo hace que ellas sean las responsables de todo lo que ocurra en
el ámbito doméstico y ellos los responsables del ámbito público.
Mientras el trabajo doméstico es un trabajo gratuito y no está valorado ni reconocido socialmente, el trabajo realizado en el ámbito público es remunerado, reconocido y posee prestigio social.
(34) Narayan, D. y col. (2000 : 198 y 200). Op.cit.
(35) Sau, V. (1990). Diccionario Ideológico feminista, Volumen I. Icaria, Barcelona. “La prohibición legal definitiva del Sati data solo
de 1927, pero todavía Oriana Fallaci (1962)en su viaje a la India visitó los asilos municipales donde son recogidas las viudas cuyas
familias les reprochan no haberse arrojado a la pira.”
| 34 |
Marco teorico
Esta división sexual del trabajo y las condiciones del trabajo doméstico reproductor son las que provocan la
dependencia económica y emocional de las mujeres hacia los hombres.
La familia patriarcal y el patrilinaje organiza socialmente esta dependencia de la mujer, y con el divorcio,
separación, o muerte del marido se destapa una realidad encubierta: las mujeres son más pobres que sus
parejas. Además en la familia se socializa y reproduce la división sexual del trabajo, con lo que se perpetúa
la situación de pobreza.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
La violencia contra las mujeres, engarzada en las estructuras sociales, mantiene la situación de subordinación
de las mujeres y, por tanto, se entiende no sólo como una causa de la feminización de la pobreza sino también como un indicador de la misma.
| 35 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
4. UN ESTADO DE BIENESTAR QUE NO LO ES TANTO
“El Estado de Bienestar se refiere a una dimensión de la política estatal y es un concepto mensurable en función del presupuesto destinado a gasto social. El término de Estado Social incluye la preocupación por los
problemas generales de la sociedad dentro de los moldes clásicos del sistema capitalista”36.
No hay un modelo único de estado de bienestar, puede decirse que todos ellos tienen en común la responsabilidad de garantizar unos mínimos básicos de protección social a la ciudadanía, pero estos mínimos
oscilan enormemente desde las concepciones más liberales hasta un desarrollo pleno de la socialdemocracia.
Diferentes autores han tratado de analizar los diferentes modelos y el análisis de la política social ha producido múltiples clasificaciones. A modo de resumen, se puede decir que “tras la Segunda Guerra Mundial
(...) las tres orientaciones políticas principales, liberales, conservadores y socialistas moderados, estuvieron
de acuerdo en asumir un orden social basado en la democracia, por un lado, y en una combinación proporcionada, por otro, de mercado y Estado, de lo público y lo privado (...). El resultado fue la formación de tres
tipos de Estado de Bienestar: Liberal, Conservador y Socialdemócrata, a los que se debe añadir un cuarto
modelo, correspondiente a los países latinos”37.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
1. El modelo conservador-corporativista
El intervensionismo estatal es, en este caso, una respuesta a los problemas, o dicho de otra forma, una corrección de efectos no deseados (paro masivo, desintegración social, anomia, precariedad, inseguridad, riesgo) derivados de la presión económica, de las exigencias del sistema de producción industrial, del desarrollo capitalista y en definitiva, del llamado proceso de modernización. Con la intervención se trata de mantener el sistema evitando la subversión de los sectores desfavorecidos. Este modelo mantiene las diferencias
de status relacionando los derechos sociales con la posición ocupacional. La asistencia social protege a aquellos sectores de población relacionados con el mundo laboral (como ejemplos Alemania y Austria).
2. El modelo liberal
Se reconocen (a diferencia de los liberales clásicos) los fallos del mercado y la responsabilidad del Estado en
corregirlos. La intervención del Estado se limita en este caso, a eliminar la pobreza entendida como carencia de mínimos vitales de supervivencia ya que, una vez garantizado ese nivel mínimo, cierta dosis de
desigualdad resulta favorable para el sistema. La intervención social no puede en ningún caso suponer un
límite a la libertad individual a fin de no retraer el impulso egoísta de búsqueda de beneficio, ya que el motor
del sistema es el mercado.
(36) Raya Díez, E. (2002 : 89). Políticas sociales y ciudadanía; La condición de las personas demandantes de prestaciones sociales en
la Comunidad Autónoma del País Vasco. Servicio central de publicaciones del Gobierno Vasco, Vitoria - Gasteiz.
(37) Idem (p. 92)
| 36 |
Marco teorico
Se proponen programas de Seguridad Social voluntaria y en base a cotizaciones, por lo que sólo estarán protegidas las personas que no puedan trabajar por razón de edad o enfermedad. El nivel asistencial público
cumple estándares mínimos de calidad y sólo se accede a él bajo comprobación de inexistencia de medios
económicos (como ejemplos EE.UU. e Inglaterra).
3. El modelo socialdemócrata
Asume los principios de una economía mixta: mecanismos liberales del sistema y lucha contra la desigualdad. Aspira a la creación de una sociedad igualitaria y homogénea.
Incorpora sistemas de redistribución de la disponibilidad de recursos. Su intención es la de universalizar la
población beneficiaria de las prestaciones sociales, extendiendo los derechos a todas las clases sociales.
Establece la provisión de servicios sociales fuera del mercado (como ejemplo los países escandinavos).
4. El modelo latino
Se caracteriza por ciertos retrasos y desequilibrios en su proceso de modernización. Un sistema asistencial
tardío y de baja intensidad protectora fruto del intento de mantener tendencias universalistas con exigencias de contención del gasto social.
Las políticas sociales inciden en la conformación de la estructura social, si bien en cada modelo de Estado,
en función de la ideología predominante, la estratificación adquiere una forma u otra. En términos generales,
en los sistemas socialdemócratas los elementos redistributivos y de protección social serán más fuertes que
en los conservadores y más que en los liberales (los sistemas del sur de Europa suponen un elemento atípico).
Marshall38 plantea además la relación entre Estado de Bienestar y Ciudadanía. En la medida que se articulan
políticas redistributivas que liman las diferencias extremas, se posibilita que las diferencias se hagan más
soportables. Así, la estratificación social refleja una política social integradora, que propicia el desarrollo de
los derechos sociales y la incorporación de éstos al status de ciudadanía, consiguiendo al tiempo la legitimación del sistema.
La forma jurídica según la cual se han articulado las políticas sociales que garantizan a la ciudadanía una
seguridad material frente al “infortunio” (sistema de protección social) han sido principalmente la Seguridad
Social y de la Asistencia Social. Los programas asistenciales sometidos a prueba de carencia de medios
económicos refuerzan la dualidad social y los sistemas contributivos (seguridad social) estratifican a la
población según su logro en el mercado de trabajo. Los sistemas de comprobación de medios para acceder
(38) Noya, F.J. (1997 : 267 - 295). Ciudadanía y Capital Social. Un estudio preliminar en torno a Ciudadanía y clase social de T.H.
Marshall. REIS, nº79.
| 37 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Se establecen sistemas de rentas mínimas y las prestaciones asistenciales responden a sistemas de comprobación de medios (como ejemplos España y países mediterráneos).
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
a rentas mínimas o al salario social (políticas selectivistas) implican la obligación expresa de reconocer la
menesterosidad personal y tienden a posicionar al sujeto en una relación de inferioridad con respecto a la
sociedad en su conjunto.
Algunas políticas tienen una orientación más residual (que desarrollista) y en lugar de combatir las causas
prima su carácter paliativo.
La crisis económica de 1973 supuso una crisis en el Estado de Bienestar al desaparecer un pilar del mismo:
el pleno empleo, a lo que se le sumó la dificultad de recaudar ingresos. En consecuencia, tuvieron lugar
algunos hechos de máxima relevancia como recortes del gasto social público, la privatización (de una u otra
forma) de algunos programas de protección social y la introducción de criterios selectivistas para el acceso
a los programas sociales.
También propició un debate sobre el papel de los diferentes agentes implicados en la protección social, tanto
del ámbito público (Estado) como del ámbito privado (mercado, grupos primarios, familia, vecindario, organizaciones no lucrativas...), del que resultó una tendencia a la reducción del peso del primero de ellos. “Sin
embargo, mercado y altruismo se han revelado insuficientes para garantizar, por sí solos, la cobertura de las
necesidades sociales, siendo necesaria, en algún grado, la tutela pública.”39
La recuperación económica posterior a la crisis de los 70 evidenció la existencia de personas cuyas condiciones de vida no mejoraban por más que la economía creciera, éstas eran las “excluidas del sistema”. La vulnerabilidad que caracteriza a colectivos que viven situaciones de inestabilidad (laboral, de relaciones
sociales,...) va alcanzando progresivamente a colectivos que históricamente no lo han sido, o lo que es lo
mismo, la precariedad alcanza a los que hasta ahora habían estado perfectamente integrados.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Touraine ha descrito la sociedad actual en los siguientes términos: “estamos embarcados en una sociedad
formada por tres grandes grupos: los pilotos, grupo poco numeroso de aquellos que no mandan sino que
responden a las incitaciones del mercado y del entorno general; los pasajeros, que son consumidores al
mismo tiempo que miembros de la tripulación; y los restos del naufragio que han sido arrastrados por la tempestad o lanzados al mar como bocas inútiles o sobrantes”40. La exclusión pone de manifiesto una nueva
condición social, la del no-ciudadano.
Por último, en el siguiente cuadro exponemos las tres principales tendencias actuales en cuanto a sistemas
de protección social:
CARIDAD
Deberás demostras que eres una
persona necesitada.
Países anglosajones.
MERITOCRACIA
Recibes en función de lo que previamente has contribuido.
Países centroeuropeos.
DERECHO SOCIAL
Accedes a prestaciones por tu
condición de ciudadano/a.
Países escandinavos.
(39) Raya Díez, E. (2002 : 134). Op. cit.
(40) Touraine, A. (1993 : 6). Crítica a la modernidad. Temas de hoy, Madrid.
(41) Seminario en el que participaron miembros de Cáritas, Aprise (Asociación para la Promoción de Inicitivas Socio-Económicas) y
de Acció solidaria contra làtur. Reflexiones recogidas en Rojo Torrecilla, E. Y García-Nieto, J.N. Renta mínima garantizada y salario
ciudadano. Centro de Estudios Cristianismo y Justicia. Fundación Lluis Espinal. En www.fespinal.com
| 38 |
Marco teorico
En el Documento fruto de un Seminario permanente organizado por el Centre d`Estudis Cristianisme Justicia
a lo largo del curso 1988-198941, se pone de manifiesto que “al estar diseñados los sistemas de protección
social fundamentalmente para proteger a los trabajadores que estuvieran realizando una actividad productiva, y que por un periodo breve de tiempo quedaran excluidos del mercado laboral, se han encontrado en
graves dificultades para dar respuesta a las nuevas demandas y requerimientos de los colectivos más desfavorecidos”.
En la medida que el trabajo constituye cada vez menos una garantía suficiente de renta y de acceso a la protección, cobra sentido la perspectiva de una reordenación de la protección social en base a la existencia de
un mínimo social garantizado y tendente a la protección social de la necesidad (el cuidado de los desfavorecidos y económicamente débiles) y no sólo del trabajador.
Las políticas contra el paro y la pobreza diseñadas en las instancias intemacionales (independientemente de
que los sistemas de protección social de cada Estado tengan instituidos unos mecanismos de cobertura mayores o menores) en los últimos años han propugnado la instauración de una renta mínima para todo ciudadano carente de recursos como respuesta a la carencia de los sistemas de Seguridad Social. Esta garantía
social es una necesidad escrita en la Carta comunitaria de derechos sociales fundamentales de 198942.
En el Estado español, durante los años 90 todas las Comunidades Autónomas concretaron para su ámbito territorial una RMI (renta o ingreso mínimo de inserción), siendo la CAPV la primera en legislar esta materia en
el año 1989 . Las RMI de las distintas Comunidades Autónomas tienen tres características según apunta
Daniel Raventós43, presidente de la Red de Renta Básica: la combinación de asistencia e inserción, la complementariedad y diferencialidad y la condicionalidad.
En este sentido, la CAPV cuenta con una experiencia relativa a la Carta de Derechos Sociales de Euskadi44, que
comprende la propuesta de una “Renta Básica”, que si bien no tiene carácter universal, es condicional y tiene
una cuantía rígidamente fijada en el nivel de retribución equivalente al salario mínimo interprofesional,
puede considerarse “un interesante punto de partida de un proceso que... puede hacer de la Renta Básica
Plena45 una realidad todavía más cercana”46. También es preciso señalar que la renta de inserción que en la
CAPV, que recibe el nombre de “Renta Básica”, alcanza unos niveles de ingresos muy superiores a los de la
gran mayoría de demás Comunidades Autónomas.
(42) Decreto 39/89 de 28 de febrero
(43) Raventós, D. Breve historia, los dos simposios y algunos debates sobre la Renta Básica en el Reino de España. En Giraldo
Ramírez, J. (ed.). (2003). La Renta Básica, más allá de la sociedad salarial. Ediciones Escuela Nacional Sindical. Medellín.
(44) Ley 10/2000
(45) La Asociación Red Renta Básica creada en España en el 2001, entiende por una Renta Básica plena aquella que rompe con el
vínculo entre renta básica y trabajo asalariado; plantea la inserción como un derecho y, por tanto, termina con su asociación a un
trabajo social como contraprestación; mantiene el salario mínimo interprofesional como nivel de renta básica; está garantizada a
título individual, independientemente de sus otras posibles fuentes de renta, de si trabajan o no y de con quién convivan; financiada por impuestos u otros medios; no sujeta a otra condición que la de ciudadanía o residencia.
(46) Raventós, D. (2003). Cap. En Op. Cit.
| 39 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Sin embargo, el asunto de la Renta Básica o Salario Ciudadano (con carácter universal, incondicional, con
independencia de cualquier otro tipo de ingresos y sin necesidad de ningún examen de recursos previo) es
algo más complejo, en algunos lugares europeos es un objetivo de política social ya conseguido y en otros
todavía algo por conseguir.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
5. UNA PERSPECTIVA DESDE LA QUE
ABORDAR LA EXCLUSIÓN SOCIAL
Un modelo diferente de intervención: las redes sociales como complemento a una protección social
pública insuficiente
La asunción de cierta responsabilidad por parte del Estado a la hora de enfrentarse a la resolución del fenómeno de la exclusión social (sobre todo lo que supone, en términos de ciudadanía, de pérdida de derechos
y pérdida de vinculo social) que cada vez afecta a un mayor número de sectores de población de las
sociedades en las que vivimos, se vuelve imprescindible una vez ha quedado demostrado que el mercado y
el altruismo por sí solos no son suficientes para garantizar la cobertura social necesaria.
Sin embargo, al igual que el progresivo deterioro ecológico nos ha enseñado que el respeto por el entorno
natural es una condición necesaria para el desarrollo y además es una cuestión que sólo puede ser atajada
si es asumida (de manera transversal) por todos y cada uno de los sectores y agentes que componen el entramado social, debemos entender que los problemas tales como el déficit de viviendas, el desempleo o la
pobreza, implican soluciones que rebasan los mecanismos de acción de un sector determinado y exigen, por
tanto, abordajes más amplios y coherentes de carácter económico, social y cultural.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Por eso pensamos que tarde o temprano deberán establecerse compromisos para plantear soluciones que
supongan una alternativa a los mecanismos existentes actualmente, aunque para ello sea preciso un esfuerzo imaginativo. En este sentido, a partir de la perspectiva ecológica, algunos autores están tratando de
ahondar en modelos de intervención diferentes, que tratan de incluir respuestas a las nuevas necesidades y
problemáticas sociales, como los denominados sistemas de apoyo social comunitario, basados en una fuente
de recursos quizá infravalorada, como son las redes sociales.
El modelo se basa no sólo en dar recursos desde lo institucional, sino en complementarlos contribuyendo en
la creación de recursos desde el mismo contexto comunitario, propiciando que las personas se conviertan en
el principal recurso para sí mismas, haciendo un especial hincapié en la prevención.
Siguiendo a la autora de uno de los últimos trabajos47 publicados en esta línea, trataremos de hacer una
aproximación al modelo mencionado.
Partimos de una pregunta: ¿No estaremos infrautilizando recursos propios de la comunidad, de igual o mayor
potencial que los que son prestados desde lo institucional? Los recursos comunitarios han de entenderse a
partir de dos conceptos que definimos a continuación: red social y apoyo social.
La Red Social “es aquel entretejido formado por las relaciones sociales que en los diferentes ámbitos de la
vida, y con diferente grado de significatividad, vinculan a un sujeto con otros”48 o dicho de otra forma “es
el nicho interpersonal de la persona que contribuye sustancialmente a su propio reconocimiento como indi-
(47) Navarro Pedreño, S. (2004). Redes sociales y construcción comunitaria; Creando (con) textos para una acción social ecológica.
CCS, Madrid.
(48) Idem (p. 49)
| 40 |
Marco teorico
viduo y a su imagen de sí. Constituye, pues, una de las claves centrales de la experiencia individual de identidad, bienestar, competencia y protagonismo o autoría, incluyendo los hábitos de cuidado de la salud y la
capacidad de adaptación en una crisis o situación problemática”. 49
El Apoyo Social “es aquel intercambio real entre individuos a partir de las relaciones sociales, en el cual existe
por parte del proveedor de la ayuda el objetivo percibido de incrementar el bienestar del receptor”.50
“Las aportaciones hoy de la perspectiva ecológica son el producto de antiguos y numerosos esfuerzos para
elaborar modelos que sitúen al sujeto en constante relación dialéctica con su contexto y que lo integren en
una red de relaciones interpersonales sin la cual no se puede dar cuenta de su conducta, actitudes y valores
(…). Hoy las bases teóricas de la perspectiva ecológica se nos revelan especialmente interesantes en una
sociedad en la que la mayor parte de los problemas tienen que ver con la relación conflictiva que se establece
entre el individuo y su ambiente.”51
Según Navarro, toda intervención debe poner un doble énfasis en el planteamiento: énfasis ambiental e individual.
-
Ambiental: orientado a fortalecer y/o establecer redes de apoyo social;
-
Individual: orientado a aumentar la competencia personal, permitiendo al individuo afrontar eficazmente
aquellos obstáculos ambientales que impiden la consecución de sus metas vitales y superar las situaciones de crisis. Adquisición de habilidades personales y sociales que ayuden a las personas a relacionarse más y mejor, a saber formular demandas de apoyo, a poder acceder a fuentes de ayuda, a poder
aprovechar los recursos comunitarios… y sobre todo, a evitar las indeseadas relaciones de dependencia52
que dificultan la superación de los mencionados obstáculos.
Existen algunas experiencias de intervención comunitaria en el ámbito de la atención a familias monoparentales (entre otras) a partir de las cuales se han podido promover, desde un centro de atención social
comunitaria, respuestas ecológicas de apoyo54. Estas experiencias consisten en la conexión de mujeres en
similares situaciones de dificultad, las cuales dándose apoyo de forma mutua, han podido superar obstáculos que individualmente y sólo a partir de la ayuda formal o institucional existente hubieran sido inviables
(acceso a la vivienda compartida, a un trabajo pudiendo compaginar éste con la atención a los y las hijas,
etc).
(49) Sluzki, C. (1996). Red social. Frontera de la práctica sistémica. Gedisa, Barcelona.
(50) Navarro Pedreño, S. (2004 : 49). Op. cit.
(51) Navarro Pedreño, S. (2004 : 40). Op.cit.
(52) Las relaciones de dependencia han protagonizado las vidas de muchas mujeres (dependencia económica y emocional de sus parejas, dependencia del subsidio del Estado...).
(53) Navarro Pedreño, S. (2004 : 35). Op.cit.
(54) En el Nº 40 de la Revista Servicios Sociales y Política Social (1997, editada por el Consejo General de Colegios Oficiales de diplomados en Trabajo Social) se presenta un caso práctico ilustrativo de este tipo de iniciativas.
| 41 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
La red social se convierte en el marco a partir del cual el apoyo social es posible, “porque el universo relacional de las personas con las que trabajamos es un aspecto clave en su desarrollo, y porque es una fuente
de recursos de prodigiosa riqueza, proporcionando apoyos que hacen posible la integración…”.53
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Para que este modelo alternativo de intervención funcione, deberán establecerse procesos fluidos y constantes de comunicación entre el sistema institucional y el sistema comunidad. De manera que puede decirse
que “el reto pasa por pasar del discurso de la coordinación a la práctica de la coordinación”.55
“Es preciso que la red de servicios que actúa en un mismo territorio supere ciertas dinámicas de atención
basadas en dar respuestas estandarizadas y parciales, para pasar a visualizar a las personas de forma global
dentro de su medio vital, comprometiéndose a enriquecerlo desde su ámbito de acción”56, porque no
olvidemos que en la mayoría de los casos quien más necesita el apoyo social es quien más dificultades tiene
para acceder a él, ya que sus redes sociales se caracterizan por la vulnerabilidad, conflictividad, pobreza, etc.
Sin duda el trabajo es duro porque deberá pasar por construir actitudes y espacios que hagan de la solidaridad57 una realidad práctica y posible.
Pero no una solidaridad pervertida, endogámica, obligada, de sacrificio (propia de épocas anteriores, llamadas sociedades tradicionales) que si bien es cierto que permitía cubrir las situaciones de infortunio de
forma eficaz y supliendo la ausencia del Estado, también producía no pocos dramas personales como la pérdida de vida en pos del otro.58
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Se trata de una solidaridad basada en las relaciones en condiciones de simetría, en el compromiso ciudadano,
en hacerse cargo de una realidad, comprenderla, sentirse afectado y afectada, responsabilizándose, comprometiéndose, encargándose de esa realidad a través de actos tangibles de apoyo.
(55) Navarro Pedreño, S. (2004 : 47). Op. cit.
(56) Idem (p. 46)
(57) El concepto de solidaridad se recogía también en la Ley que regulaba el Ingreso Mínimo de Inserción (ahora Renta Básica) y se
contextualizaba a partir de una concepción avanzada de la marginación, entendiendo que ésta “no responde a razones intrínsecas
sino a factores externos que les imposibilitan salir de la situación en que se encuentran si los ciudadanos más favorecidos no ejercitan la solidaridad social” Ley 2/1990, de 3 de mayo, de Ingreso mínimo de Inserción, Exposición de motivos, parte I.
(58) Modelo moral que ha formado parte fundamentalmente de la experiencia femenina y que dejaba a las mujeres “huérfanas de su
propio yo y por tanto, proclives de ser meros apéndices de los otros”.
| 42 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Metodologia
METODOLOGIA
| 43 |
Metodologia
En el presente informe presentamos la metodología utilizada en la investigación, que debido a su temática
difícil ha debido ser cuidadosamente diseñada y programada para garantizar los buenos resultados, especialmente en cuanto a metodología cualitativa se refiere.
Antes de decidirnos por la metodología que finalmente se ha empleado en la investigación, se barajaron distintas posibilidades, como por ejemplo hacer historias de vida de estas mujeres o trabajar a través del análisis de contenido, ya que una de sus ventajas es que los temas, los contenidos y las formas de expresión no
son dados ni influidos por el equipo investigador. Es decir, que los datos sólo son determinados por éste en
su evaluación, y no en su recogida.
Sin embargo, no se optó por ninguna de estas opciones ya que las conclusiones que se extraen de ellas
pueden ser problemáticas, aunque muy interesantes, respecto de todo lo que no sea el mismo material
escrito. Además, de que las mujeres estudiadas no serían representativas más que de ellas mismas y en un
momento dado, tampoco servirían para una efebología empírica, ya que para que lo fuera se requeriría de
un trabajo sistemático y prolongado a lo largo de más de un año, y esta convocatoria de ayudas a la investigación no lo permite.
La observación fue otra de las metodologías que se sopesaron a la hora de llevar a cabo el trabajo empírico
de la investigación. Este sistema permite la formulación de enunciados acerca de comportamientos no suficientemente aprehensibles mediante declaraciones verbales de los participantes, como es el caso de la entrevista.
No obstante, existen grandes sesgos en el muestreo, pues normalmente el grupo que se escoge para ser
observado no sirve como base de enunciados acerca de las mujeres, independientemente de que la información recogida sea muy valiosa.
De hecho, en nuestro marco teórico, que dicho sea de paso, se ha realizado principalmente a través del vaciado bibliográfico; de la consulta de hemeroteca durante el periodo en el que se ha llevado a cabo la investigación (rastreo de noticias); y gracias a la consulta directa a profesionales expertos y expertas en materia
de género… ya apuntábamos que nuestro objeto de estudio podía identificarse con un complejo problema
dentro del cual, podía haber muchos temas interfiriendo.
Identificarlos puede acercarnos al centro de la cuestión que analizamos, por eso, esta investigación es un
híbrido entre la metodología cuantitativa y la cualitativa, una combinación de instrumentos que pueden
acercarnos más al conocimiento de la problemática de exclusión social de las mujeres solas en la CAPV, nuestro primer objetivo.
La metodología cuantitativa, por su parte, nos permite ofrecer una pequeña radiografía de la situación en la
que se encuentran hoy las mujeres “solas” de la CAPV, en relación a variables clave como el empleo, la renta,
el nivel de instrucción, etc. Con todo, aclararemos que lo que más nos interesa es profundizar en los diagnósticos de los diferentes agentes implicados, entenderlos e interpretar los significados intersubjetivos de
(1) El término “mujeres solas” ha de entenderse a partir de la definición del objeto de estudio ofrecida en las primeras líneas de esta
investigación: viudas, separadas, divorciadas, madres solteras…
| 45 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cualquiera de los instrumentos que nuestro equipo de investigación decidiera utilizar para esta investigación,
aunque valioso, también tendría sus límites. Somos conscientes de que conocer un fenómeno tan complejo
como los procesos de exclusión social de las “mujeres solas”1 en la CAPV no es sencillo, y no lo es tanto por
la temática de la exclusión social como por el colectivo mismo al que está orientada la investigación.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
sus ideas sobre los procesos de exclusión e inserción social, sobre el riesgo de exclusión de las mujeres solas,
sus causas… y como estas cuestiones no aparecen a simple vista, nos decantamos para su sonsacamiento
por utilizar la metodología cualitativa.
Cuando decimos que la metodología cualitativa, se ajusta a nuestro principal objetivo, nos referimos a que
se orienta a la búsqueda de significado. Queremos comprender, queremos profundizar en el tema, nos interesa, en definitiva, ver cómo definen la situación de las mujeres las personas entrevistadas, aquellas que de
forma más cercana, aunque desde diferentes posiciones, conocen la situación que viven hoy estas mujeres.
Nos interesa acercarnos a su idea de lo que es la exclusión, acercarnos a las causas del fenómeno desde sus
propias palabras. Nuestra investigación cualitativa pretenderá describir densamente y especificar, es decir,
dar un diagnóstico de la situación e interpretarla.
(* Ver tabla de la página siguiente.)
A continuación pasamos a comentar cada una de las técnicas utilizadas en la investigación.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
ANÁLISIS CUANTITATIVO
Los capítulos iniciales de la investigación se corresponden con la exposición de una serie de datos estadísticos, que por su parte, nos permiten dar a conocer una serie de hechos, tal y como se dan, de una forma
quizá más objetiva, permitiéndonos llegar a un conocimiento sistemático, comprobable, medible y replicable. El conjunto de estos capítulos nos permiten ofrecer una visión panorámica sobre las condiciones de vida
de las mujeres en la CAPV a partir de datos sobre la composición actual de las familias, la renta, la actividad, el paro... desglosados por sexos.
Los datos estadísticos ofrecidos tienen como origen diferentes fuentes secundarias:
•
Por un lado, los principales institutos de estadística a nivel local, nacional o europeo: EUSTAT, INE y
EUROESTAT.
•
Por otra parte, algunas entidades de carácter más específico: EMAKUNDE, MTAS, OCDE, EGAILAN, LANBIDE, CES, SIIS...
•
Por último, varios estudios de publicación reciente en los que se han explotado algunos datos que permiten ampliar el conocimiento de algunas materias concretas, y que aparecen referenciados en el apartado de Bibliografía.
Si bien el valor añadido de estos capítulos puede identificarse con el desglose de los datos por sexos, cabe
destacar las enormes dificultades a las que, actualmente, una investigación de este tipo debe enfrentarse
si quiere adoptar la perspectiva de género en sus interpretaciones. La gran mayoría de los datos estadísticos explotados por organismos oficiales no se ofrecen segregados por sexo y esto supone un obstáculo
insalvable a la hora de poder argumentar la realidad que se esconde tras ellos.
| 46 |
Metodologia
A continuación recogemos de manera gráfica las diferentes técnicas empleadas en la investigación y el
objetivo al que responden.
Entrevista en
profundidad
Objetivos de la investigación
•
Conocer el impacto de los cambios sociodemográficos
en los procesos de exclusión social de las mujeres solas.
•
Analizar la problemática de exclusión social de las
mujeres solas desde la perspectiva femenina.
•
Presentación de los primeros datos relevantes de la fase
inicial del estudio.
•
Contrastar parte de la información recogida en la investigación.
•
Establecer cirterios, orientaciones y propuestas que
puedan resultar de utilidad para la mejora de las prestaciones y ayudas a la inserción laboral de este colectivo
de mujeres.
•
Contrastar parte de la información recogida en la investigación.
•
Establecer cirterios, orientaciones y propuestas que
puedan resultar de utilidad para la mejora de las prestaciones y ayudas a la inserción laboral de este colectivo
de mujeres.
•
Analizar la viabilidad de las propuestas recogidas.
•
Elaborar batería de indicadores relacionados con las
mujeres y su inserción socio-laboral.
•
Conocer e interpretar datos estadísticos sobre la
situación actual de la mujer y de las situaciones que la
rodean a través de fuentes secundarias.
•
Ampliar indicadores y datos estadísticos centrados en la
perspectiva de entidades que trabajan con el colectivo
concreto de la investigación.
•
Ampliar el conocimiento de algunas materias concretas
a través de datos ya explotados y diversas publicaciones.
Grupo de discusión
Cualitativa
Delphi
Consulta estadística
Cuantitativa
Vaciado bibliográfico
| 47 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Técnicas
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
ANÁLISIS CUALITATIVO
La metodología cualitativa pertenece al planteamiento humanista (hermenéutico) que pudiéramos decir se
centra en el entendimiento e interpretación.
Estamos acostumbrados a recibir estudios cuantitativos, que por lo general son gráficos y concretos, pero a
menudo olvidamos que la metodología cualitativa es tan válida como la cuantitativa. El análisis cualitativo
surge de aplicar una metodología específica orientada a captar el origen, el proceso y la naturaleza de los
significados que brotan de las interacciones humanas. Por ello, se trata de un método que se aproxima con
mayor facilidad a las situaciones reales, a la “verdad”.
En resumen, podríamos decir que este método goza de dos claros méritos. El primero, entender los significados de las cosas, y el segundo, mantenerse en contacto con los problemas. Méritos que nos parecen suficientes en este caso para superar el miedo al control de validez propio de toda metodología que no es cuantitativa.
El esquema de trabajo que seguiremos será el mismo que el proceso-guía de la investigación cualitativa,
cuyas máximas de investigación son: introducción analítica (no importa tanto la teorización previa como la
observación detallada y próxima a los hechos), proximidad (observación de primera mano), comportamiento
ordinario (el mundo cotidiano), la estructura como requerimiento ritual (descubrir las cosas y de ellas la
estructura), y los focos descriptivos (analizar e interpretar).
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Este modo de investigar los fenómenos sociales cumple una serie de características, cuales son: la captación
y reconstrucción de significado como el objeto, un lenguaje básicamente conceptual y metafórico, el modo
de captar la información no estructurado sino flexible y desestructurado, junto con un procedimiento más
inductivo que deductivo, y la orientación no particularista y generalizadora sino holísta y concretizadora.
Con las técnicas cualitativas conseguimos una inspección de primera mano que nos obliga a buscar la mayor
proximidad a la situación, y con ellas podremos profundizar en el sentido de las situaciones y el significado
que los individuos les atribuyen.
Existen cinco elementos comunes a todos los planteamientos de investigación cualitativa. Primero, su énfasis
en estudiar los fenómenos sociales en el propio entorno natural en el que ocurren; Segundo, la primacía de
los aspectos subjetivos de la conducta humana sobre las características objetivas; Tercero, la exploración del
significado del actor; Cuarto, la predilección por la observación y la entrevista abierta como herramientas de
exploración; Y quinto, el uso del lenguaje simbólico más bien que de los signos numéricos.
De ahí que los siguientes capítulos se apoyen en tres de las técnicas cualitativas más importantes de recogida de información: la Entrevista en Profundidad, el Grupo de Discusión y la Técnica Delphi.
Concretamente en esta investigación hemos utilizado, en primer lugar, la técnica denominada entrevista en
profundidad. Con este procedimiento, la persona entrevistada nos transmite oralmente su definición personal de la situación que queremos estudiar.
Este tipo de entrevista es de carácter individual, holístico y no directivo. Individual porque la conversación
se desarrolla entre la entrevistadora y la entrevistada; holístico porque la entrevistadora no aborda un único
tema de forma focalizada; y no directivo pues carece de rigidez en contenido o forma, aunque sí esté controlada y siga un guión.
| 48 |
Metodologia
Es una técnica mediante la cual se establece una conversación profesional, en la que se lleva a cabo un
proceso de comunicación en el que la persona entrevistada y la investigadora se influyen mutuamente, “se
ejercita el arte de formular preguntas y escuchar respuestas”2 . Nosotras como investigadoras y entrevistadoras, buscamos con nuestras preguntas aquello que sea importante para ella, su significado, el modo en
que ellas ven, clasifican e interpretan su propio mundo. Esta entrevista se basa en concebir al ser humano
como alguien que entiende, interpreta y construye realidad.
Somos conscientes de que la persona entrevistada no es neutral en el tema, pero nos interesa que cuente
en primera persona lo que ha experimentado, su punto de vista. Tomamos como elemento central las
descripciones y observaciones que hacen de sí mismas. Asumimos que “sólo a partir del lenguaje mismo
que los actores emplean en sus interacciones puede reconstruirse el sentido y la carga simbólica que éstas
tienen constitutivamente”.3
En el proceso académico es fundamental el registro. Gracias a la tecnología se pueden recoger cómodamente las palabras de las personas entrevistadas y la situación en la que se realiza la entrevista.
A la hora de elegir la muestra de las personas a entrevistar no seguimos un criterio probabilístico (lo que
principalmente significa que la muestra elegida no es representativa), eso no era lo más importante para
nosotras, queríamos profundizar en un aspecto estudiando unos pocos casos, aunque esto supusiera el no
poder generalizar cada caso concreto a otros. Nuestro muestreo ha sido por tanto, intencional o dirigido,
los sujetos de la muestra se eligen con un criterio estratégico de tipo opinático, de manera que el grupo
de entrevistados y entrevistadas está compuesto por personas pertenecientes a entidades que, bien por su
trayectoria y experiencia personal, bien por el tipo de actividad y colectivo al que se dirige la entidad a la
que representan, o bien por el carácter público de la misma, creemos pueden ser un conjunto representativo de agentes implicados. Por esta misma razón y aunque se ha tratado de concertar entrevistas en las
tres provincias de la CAPV, el factor territorial tampoco ha sido finalmente considerado como fundamental
en la selección de las personas, y que duda cabe, tampoco en lo que a la parte interpretativa se refiere.
Las entrevistas realizadas pueden clasificarse a partir de los siete agentes sociales que han participado en
la investigación, para cada uno de los cuales se elaboró un guión específico4, aunque con buena parte de
contenidos comunes. Estos agentes han sido:
•
Sindicatos: CC.OO (Secretaría de la Mujer: Felipa Piedra Gao), UGT (Secretaría para la Igualdad: Emilia
Málaga), LAB (Área de la Mujer: Itziar Lopategi), ELA (Área Políticas de Género: Nerea Urrestarazu).
•
Ayuntamientos: BILBAO (Dpto. de Bienestar Social: Karmele Guinea) GASTEIZ (Dpto. de Intervención
Social: Silvia Pardes, Joxean Agirre, Rosa González y Gorka Urtaran) y DONOSTIA (Dpto. de Bienestar
Social: Iñigo Estomba).
(2) Ruiz de Olabuénaga, J.I. (1999 : 165). Metodología de la investigación cualitativa. Universidad de Deusto. Bilbao
(3) García, F. (1990 : 89). La corregibilidad de la observación participante.
(4) Ver ANEXO 1
| 49 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Seleccionamos una muestra de asociaciones de mujeres y entidades que trabajan en el ámbito de la inserción sociolaboral de la mujer en la CAPV. Se realizaron un total de 17 entrevistas en profundidad, de
aproximadamente hora y media de duración, durante los meses de mayo y junio, las cuales fueron convenientemente grabadas y archivadas, una vez haberse procedido a su trascripción.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
•
Asociaciones de mujeres: ASOCIACIÓN ALAVESA DE PADRES Y MADRES SEPARADAS (Amaia Arrastoa), VIUDAS PARA LA IGUALDAD: ASOCIACIONES DE MUJERES VIUDAS DEL PAÍS VASCO (FEVI) (Esther Álvarez),
ASOCIACIÓN DE FAMILIAS MONOPARENTALES DE GUIPÚZCOA (Gema Artola).
•
Colectivos Feministas: LANBROA (Mª Jose Urruzola), ASAMBLEA DE MUJERES DE BIZKAIA (Marivi
Marañón), ARGITAN (Karmele Andrés).
•
Observatorios de Exclusión Social: SARTU (Observatorio de Procesos de Exclusión y de Incorporación
Social: Silvia Pineda) y CÁRITAS (Programa de Inserción Social: Amaia Porres).
•
GOBIERNO VASCO: Consejería de Vivienda y Asuntos Sociales, Viceconsejería de Bienestar Social (Isabel
Paredes).
•
EMAKUNDE: Secretaría General (Ana Alberdi Zubia).
Algunas de las entrevistas que estaba previsto realizar no pudieron llevarse a cabo:
•
Plazandreok y María de Maeztu. Ninguna de estas entidades ha podido ser contactada. De hecho, la localización de personas, teléfonos y direcciones de contacto con vigencia han constituido buena parte de
los esfuerzos del equipo de investigación para concertar entrevistas con los colectivos de mujeres feministas en la CAPV.
•
Viceconsejería de Inserción Social de Gobierno Vasco. Tras varios contactos con Miguel Ángel Marañón
Calleja y Montserrat Rejado, a los que se les expuso nuestro propósito y la finalidad de la investigación,
los responsables del departamento decidieron que su participación no era oportuna.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Otra técnica utilizada como hemos comentado ha sido el grupo de discusión. Se trata de una técnica que
reúne a un número de personas para que expresen sus opiniones, opiniones que, aunque sólo sea en cierta
medida, no podrán escapar de la influencia del grupo y estarán condicionadas por éste. De manera que
podemos decir que se trata de una dinámica que se mueve entre dos niveles de realidad e influjos mutuos,
donde lo que se expresa no es ni reflejo de la opinión de cada individuo por separado, ni tampoco reflejo
de lo que el grupo expresa o valora únicamente.
Esta técnica ofrece oportunidades de conocimiento y de análisis que la entrevista individual no puede
ofrecer. En el grupo “se multiplican las reacciones individuales y se intercambian más puntos de vista”. Los
sujetos individuales se encuentran más abrigados entre el resto de las personas del grupo, y se “lanzan” a
contestar preguntas que individualmente ignorarían. Se trata de romper las barreras de la comunicación y
dar rienda suelta a nuestras opiniones.
“El término ´Grupo` es entendido aquí como sinónimo de un colectivo de personas que participan en
poseer los mismos intereses, los mismos valores, la misma situación social o una misma experiencia, y son
analizadas tras haber sido puestas de algún modo u otro en contacto entre sí”5 . El grupo actúa en este
caso como “un gran provocador”6.
Por lo general, las personas desarrollamos una escasa capacidad de autoobservación y autoanálisis con lo
que no se nos hace fácil expresar claramente las ideas que son resultado de esas reflexiones que nos exige
el o la entrevistadora. La tarea del grupo es potenciar y facilitar ese trabajo de reflexión, dando pie a un
(5) Ruiz de Olabuénaga, J.I. (1999 : 279). Op.cit.
(6) Idem (p.250)
| 50 |
Metodologia
intercambio de ideas. Además ha venido considerándose una excelente técnica para generar y recoger
nuevas ideas, perspectivas, posibilidades de solución, etc. de ahí que esta técnica la hayamos reservado
para la última fase de la investigación como utilísimo complemento de la información ya recogida mediante las entrevistas personales.
Se convocó a un total de 13 entidades del tercer sector y la administración pública que trabajan con personas excluidas o que participan en los programas de inserción social. Finalmente, a la sesión que se celebró el día 24-06-2004 en los locales de la Fundación EDE sitos en Bilbao, y cuya duración fue de dos
horas y media, asistieron 8 mujeres.
Participantes:
•
Alberdi Feminista: Zuriñe del Cerro (portavoz del partido).
•
Cáritas: Matxalen Somoza (Responsable del área de Empleo).
•
Sartu-Zabaltzen: Cristina García de Andoain (Responsable del área de Empleo).
•
Colectivo Berriotxoak: Karmele Otaiza y Mª Luisa Seco (miembros del colectivo).
•
Agiantza: Mónica García Sirvent (Trabajadora social).
•
Behargintza: Karmele Huesca (Orientadora Laboral).
•
Ehunduz (Fundación EDE): Elda Uribelarrea (Responsable de Ehunduz, Servicio de Mujer y Equidad).
Disculparon su asistencia: Bagabiltza, Plazandreok, Lan ekintza, Dirección de Inserción Social de Gobierno
Vasco, y Agente de Igualdad de oportunidades del Ayuntamiento de Getxo.
Organización de la sesión
•
Acogida y presentación de las participantes del grupo.
•
Presentación de la investigación: objetivos, objeto de estudio, metodología,...
•
Introducción al marco teórico de la investigación.
•
Exposición de las diferentes propuestas recogidas en la primera fase cualitativa de la investigación.
•
Debate sobre las propuestas y elección de las prioritarias.
•
Trabajo en grupos: Concreción de las propuestas a través de medidas, acciones y agentes.
•
Puesta en común.
•
Despedida y cierre.
| 51 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
La sesión fue grabada en cinta de audio y se organizó de la siguiente manera:
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Por último, en la investigación que aquí les presentamos utilizamos la técnica Delphi, que puede considerarse una “técnica de análisis del estado de opinión” que tiene por objeto, en este caso, cerrar el proceso de
recogida de propuestas y orientaciones para la mejora de las ayudas a la inserción sociolaboral de las mujeres
solas cabeza de familia, que representaba desde el comienzo de la investigación, uno de sus objetivos primordiales.
A partir del grupo de discusión y tras contemplar las grandes dificultades de las participantes de las entrevistas para dotar de concreción a las propuestas y orientaciones trasladadas, decidimos dar un paso más
remitiéndoselas a los y las representantes de los partidos políticos con voz en el Parlamento Vasco, a través
de la Comisión de Mujer y Juventud del Parlamento Vasco. Con este tercer paso, pretendíamos contrastar
parte de la información recogida en la investigación, de manera que los grupos parlamentarios pudieran
aportar su punto de vista y recoger las propuestas recabadas del tercer sector.
La visión de este tercer grupo de participantes en la investigación se distingue de otras por la capacidad
política de estos. Su capacidad de llevar a la práctica aquello que el resto de agentes sólo puede proponer
les distingue, y hace posible que ahondemos en el grado de viabilidad de las mismas, en el nivel de aplicabilidad real, así como que recojamos información sobre la voluntad política existente para hacerlas realidad.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
La diferencia más reseñable entre el grupo de discusión y la técnica Delphi, que quedaría encuadrada dentro de las denominadas “entrevistas de grupo”, consiste en que las personas que lo componen no se reúnen
físicamente, de manera que no existe una interacción directa entre ellas. No se requiere de desplazamientos
ni disponibilidad horaria para hacerlas coincidir, se mantiene el anonimato, los sujetos pueden expresarse
con absoluta libertad porque el panel de personas expertas nunca llega a saber qué opina cada uno de los
individuos concretos... características que favorecen la búsqueda del consenso mínimo y la jerarquización de
las ideas.
El Delphi comienza con un cuestionario que es enviado a cada miembro del grupo vía email, el mismo método que se emplea para que con posterioridad nos hagan llegar sus respuestas. La investigadora las sistematiza, las categoriza y les vuelve a hacer llegar el conjunto de todas las respuestas. Con varias vueltas puede
conseguirse jerarquizar y conocer los puntos mínimos de consenso entre las personas expertas en relación a
los temas planteados.
Han participado en la técnica Delphi los siguientes grupos parlamentarios:
Grupo
parlamentario
Persona de contacto
Cargo
GP NV
Izartza Zorrozúa
Pertenenciente al área de la mujer del
partido.
GP EA
Karmele Antxustegui
Vocal de la Comisión de Mujer y Juventud
del parlamento Vasco.
GP Mixto-IU
Rakel Modubar
Responsable de área de mujer y concejala
del Ayuntamiento de Santurtzi.
GP SV
Gemma Zabaleta
Vocal de la comisión de Mujer y Juventud
del parlamento Vasco.
GP PV
Mª Carmen López de Ocariz
Vocal de la comisión de Mujer y Juventud
del parlamento Vasco.
| 52 |
Metodologia
Socialista Abertzaleak fue invitado a formar parte del grupo de trabajo pero decidió no participar por razones
que desconocemos.
En total se realizaron dos envíos con documentación sobre la que debían trabajar:
•
1º envío (julio de 2004): Presentación del estudio, marco teórico y breve diagnóstico. Solicitamos
aportación de orientaciones y propuestas.
•
2º envío (octubre de 2004): Resumen de las orientaciones y propuestas recibidas tras el primer envío.
Solicitamos señalar el grado de acuerdo con cada propuesta, analizar la viabilidad a corto, medio o largo
plazo y establecer medidas o acciones concretas para ello llevarlas a cabo7.
(7) En el segundo envío la participación se redujo y contamos únicamente con las aportaciones de tres grupos políticos: EA, SV e
IU.
| 53 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Además de todo lo anterior, dos de las personas integrantes del equipo de investigación han participado en
el Foro Mundial de las Mujeres durante los días 29 a 31 de julio del presente año, dentro del programa de
diálogos del Forum Barcelona 2004 y como complemento a las tareas de investigación.
Cap. I. Poblacion y estructura familiar
A. EL IMPACTO DE LOS
CAMBIOS SOCIALES Y DEMOGRÁFICOS
EN LOS PROCESOS DE EXCLUSIÓN SOCIAL
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
DE LAS MUJERES SOLAS EN LA CAPV
| 55 |
Cap. I. Poblacion y estructura familiar
Cap. I.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Población y estructura familiar
| 57 |
Cap. I. Poblacion y estructura familiar
L
a familia es el nombre con que se ha designado a una antiquísima forma de organización social, que a
través de la historia ha experimentado transformaciones para ir adaptándose a las exigencias de cada
sociedad y cada época. Caracterizada por su universalidad, la familia se ha asociado con las funciones
relativas a la socialización afectiva y cultural, con la capacidad para la integración y cooperación económica y social entre sus miembros, con la habilidad de proteger y asegurar el bienestar del grupo de parentesco
en situación de crisis, etc. A pesar de las diversas formas que puede adoptar en las diferentes culturas, y a
pesar de que cada vez en mayor medida sus funciones son compartidas con otros agentes sociales, la institución familiar sigue siendo el principal reducto de la privacidad individual, de la socialización básica y el
refugio emocional y afectivo de las personas.
L
Si ya en su día hubo oportunidad de hablar sobre el importantísimo cambio de la estructura familiar en el
plano de la organización social, económica, cultural, etc. que supuso el paso de las familias extensas, propias
de sociedades preindustriales, al tipo de familia nuclear, hoy se anuncian nuevas transformaciones. Esa familia nuclear (padre y madre con sus hijos e hijas) que durante el último siglo ha constituido la unidad principal de nuestra sociedad, pierde su hegemonía y emergen nuevas formas organizativas que ocupan cada vez
un espacio mayor.
Los últimos datos recogidos en el Censo de Población y Viviendas de 2001 publicado por el Eustat, nos ofrecen una visión de algunos cambios sociodemográficos relacionados con el comportamiento de las familias.
La población según su estado civil sigue la siguiente distribución: el 43,5% de nuestra población está
soltera, un 47% está casada actualmente y aunque el 9,5% restante ha contraído matrimonio anteriormente
no mantienen esa relación en la actualidad, bien por haber enviudado, bien tras haber conseguido la separación legal o el divorcio. Los hombres son mayoría entre las personas solteras (53,45%), mientras que más
de las tres cuartas partes de las personas viudas, separadas o divorciadas (77,58%) son mujeres.
Fuente: Elaboración propia a partir de
datos del INE.
La tasa de nupcialidad ha sufrido un descenso considerable del 8,71 en 1975 al 4,79 del 2002, si bien es
cierto que los descensos más significativos sucedieron en la década de los 80 y que en los últimos años la
tasa se mantiene.
Gráfico 2
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT. Estadística de matrimonios.
| 59 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 1
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
La edad media de contraer matrimonio, en cambio, asciende y si en 1975 el novio tenía 27 años y la novia
24 años, en el año 2002 las edades de los contrayentes eran de 32 y 30 años, respectivamente.
Gráfico 3
Gráfico 4
Fuente: Elaboración propia a partir de las Estadísticas Judiciales del INE.
En el año 2002 se produjeron 459 separaciones y divorcios más que en el año inmediatamente precedente,
lo que significa un crecimiento del 13%.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 5
La edad media de las mujeres españolas al tener
su primer hijo ronda los 29 años. Desde 1975 la
edad a la que las mujeres son madres por primera
vez ha aumentado en casi 4 años.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE.
Gráfico 6
La edad media de las mujeres españolas al tener
su primer hijo ronda los 29 años. Desde 1975 la
edad a la que las mujeres son madres por primera
vez ha aumentado en casi 4 años.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT. 2001.
| 60 |
Cap. I. Poblacion y estructura familiar
A partir del índice sistémico de fecundidad y ciertas proyecciones de población realizadas por el Eustat1 para
la población de la CAPV se cree que la edad media de maternidad / paternidad en la CAPV en el próximo año
2010 alcanzará los 33 años.
Gráfico 7
El número de hijos e hijas de madres solteras
casi se ha duplicado en el último lustro. En el
año 2002 el 18% de los niños y niñas nacieron
fuera del matrimonio, cifra que a pesar de haber
aumentado con respecto a años anteriores no
alcanza aún la media española, que equivale ya
al 22%.
Fuente: Elaboración propia a partir de EUSTAT. 2001.
Este incremento de las cifras puede explicarse en buena medida por el fenómeno de las parejas de hecho,
cuyo número ha aumentado fuertemente (en Euskadi algunos estudios las cifran en 25.000). Sin embargo,
una explicación más completa no puede perder de vista otro hecho, el progresivo aumento de los núcleos
familiares monomarentales.
En concreto, según los datos a los que hemos
tenido acceso, con fecha 28 de noviembre de
2003, en el Registro de Parejas de Hecho del
Gobierno Vasco2 se han abierto 1.601 expedientes, entre las parejas de hecho heterosexuales
y las homosexuales.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Registro de
Parejas Hecho del GV. Noviembre de 2003.
(1) EUSTAT (abril de 2000). Proyecciones de Población.
(2) El Registro de Parejas de Hecho comenzó a funcionar el 26 de mayo de 2003.
| 61 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 8
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 9
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Registro de Parejas Hecho del GV. Noviembre de 2003.
Si estudiamos los datos según la nacionalidad de las personas que componen las parejas de hecho, observamos cómo el 89% son de nacionalidad española, el 8% de las parejas está compuesta por una persona de
nacionalidad española y la otra extranjera, y el 3% restante de las parejas de hecho son extranjeros ambos
miembros.
Si estudiamos los datos según el estado civil previo de los miembros de las parejas de hecho, vemos claramente que la mayoría están formadas por personas solteras (83%), seguidas de lejos por las parejas formadas
por una persona soltera y otra divorciada (11%).
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 10
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Registro de Parejas Hecho del GV. Noviembre de 2003.
En los últimos 10 años en la CAPV se han formado 116.892 nuevas familias. Esto significa una media de más
de 11.600 familias al año y un incremento del 18,5% entre 1991 y 2001, incremento que por otra parte es
considerablemente mayor que el registrado en la década precedente (de 1981 a 1991 el número de nuevas
familias aumentó en un 9,3%). Si bien es cierto que la natalidad ha sufrido un estancamiento, el empuje en
el aumento del número de familias viene a explicarse por la bajada del tamaño medio familiar (3,32 en 1991
y 2,76 en 2001).
Si bien comprobamos que las familias formadas por padre, madre e hijos e hijas siguen configurando el tipo
de familia más común, llama la atención que en la última década el porcentaje de las mismas se haya reduci-
| 62 |
Cap. I. Poblacion y estructura familiar
do en 13 puntos. Las familias nucleares con hijos e hijas han pasado de representar aproximadamente el 57%
del total de familias en el año 1991, a representar menos del 45% en el año 2001. Este decremento se compensa con un fuerte incremento en otros tipos de familias: nucleares sin hijos, monoparentales/marentales
(los y las hijas viven sólo con el padre o la madre en situación de soltería, viudedad, divorcio...) y unipersonales.
Gráfico 11
Fuente: Elaboración propia a partir de EUSTAT, Estadística de Población y Vivienda 2001.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El mapa de familias actual nos muestra que entre las familias monoparentales, que vienen a representar el
nada desdeñable 11,7% del total de familias, las encabezadas por una mujer (las llamadas familias monomarentales) quintuplican en número a las formadas por un hombre solo y sus hijos e hijas. Además, en estos
diez años el número de personas que viven solas prácticamente se ha duplicado, pasando de representar el
12% en 1991 al 20% en 2001.
Gráfico 12
Fuente: Elaboración propia a
partir de EUSTAT, Estadística
de Población y Vivienda
2001.
| 63 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Aunque la mayoría de las familias vascas están encabezadas por un hombre (con la salvedad de las familias
monomarentales por supuesto), también hay un 12,2% de familias nucleares que tienen por sustentadora
principal a una mujer. Con ello, queremos dejar constancia de que el número de mujeres cabeza de familia
(sustentadoras principales) en la CAPV es mayor que el que pueda representar la suma de las mujeres que
lideran núcleos monomarentales más las que viven solas. Sin embargo, prestaremos atención a estos dos últimos colectivos por corresponderse con nuestro objeto de estudio, ya que a diferencia de las primeras no comparten con una pareja la responsabilidad de sustentar a otros o a ellas mismas.
Gráfico 13
Gráfico 14
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir de EUSTAT, Estadística de Población y Vivienda 2001.
De hecho, casi un 59% de las personas que viven solas en la CAPV son mujeres, porcentaje que representa
a más de 89.000 ciudadanas. Una parte muy importante de ellas son viudas (52,3%) de las cuales casi el
90% tienen más de 65 años (hecho que atiende a la lógica de mayor índice de esperanza de vida de las
mujeres: 82,4 años frente a 74,2 años de los hombres). Le siguen las solteras, que representan un 38,6% del
total de mujeres que viven solas.
Si además de en las familias3, nos fijamos en los núcleos familiares4 que componen las mismas (ya sea el
principal, el segundo o siguientes), observamos que hoy, ocho de cada diez núcleos formados por una única
persona y su descendencia están encabezados por una mujer.
(3) El Eustat basa su recogida de datos en la siguiente definición de familia: grupo de personas, vinculadas generalmente por lazos
de parentesco, ya sean de sangre o políticos, e independientemente de su grado, que hace vida en común, ocupando normalmente
la totalidad de una vivienda. Se incluyen en la familia las personas del servicio doméstico que pernoctan en la vivienda y los huéspedes en régimen familiar. En la definición se incluyen, asimismo, las personas que viven solas, como familias unipersonales.
(4) El Eustat basa su recogida de datos en la siguiente definición de núcleo familiar: responde a una concepción moderna de la familia limitada a los vínculos de parentesco más estrechos (relaciones de padres e hijos). Las familias pueden ser de uno o varios núcleos,
según el número de estos vínculos. Las personas no pertenecientes al núcleo se les clasifica como "individuos aislados". Así, se consideran los siguientes tipos: - Matrimonio sin hijos no cohabitantes. - Matrimonio con hijos no cohabitantes - Padre solo con hijos
no cohabitantes - Madre sola con hijos no cohabitantes. Aparte de los cuatro tipos de núcleos descritos arriba hemos denominado
núcleos completos a aquellos en los que permanecen los dos miembros del matrimonio o pareja, ya tengan o no hijos.
| 64 |
Cap. I. Poblacion y estructura familiar
Gráfico 15
Gráfico 16
Fuente: Elaboración propia a partir de EUSTAT, Estadística de Población y Vivienda 2001.
Fuente: Elaboración propia a partir de EUSTAT, Estadística de Población y Vivienda 2001.
Los datos actuales muestran que mayoritariamente las mujeres que encabezan un núcleo familiar son viudas
(58%), seguido de las que se han separado legalmente o divorciado (21%). Las madres solteras representan
un discreto 8% del total de este colectivo, sin embargo su número se ha incrementado en un 50% desde el
año 1991.
De las 77.861 vascas que están al frente de un núcleo monomarental algunas viven solas con su descendencia y encabezan un núcleo principal (74.086), mientras que otras mujeres forman junto con su descendencia un núcleo secundario, es decir que viven en una familia donde hay otros núcleos (3.775).
| 65 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 17
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
A partir de esta diferenciación de núcleos, constatamos que si bien las viudas son el colectivo más numeroso
(60%) entre las mujeres que encabezan un núcleo principal, el siguiente colectivo más representado es el de
mujeres separadas y divorciadas (21%). En los núcleos no principales, en cambio, el grupo más numerosos
es el formado por las solteras (36,7%), seguido de las casadas (27,5%), separadas y divorciadas (26,5%) y
en último lugar viudas(9,2%).
Los siguientes datos nos ayudan a observar las edades de las madres encargadas de sus hijos e hijas en solitario y también la diferencia entre aquellas que encabezan un núcleos principales y secundarios.
Como ya hemos visto en el caso de las familias unipersonales, las mujeres de edad más avanzada (más de 65
años) siguen siendo muy numerosas en el colectivo al frente de núcleos monomarentales principales (38%).
Al margen de este grupo, principalmente el colectivo se compone de mujeres que tienen entre 35 y 55 años
(40%). Por otro lado, buena parte de los núcleos familiares secundarios tienen como referencia una madre
menor de 35 años, pudiéndose tratar en muchos casos de mujeres que han vuelto a casa de sus padres
después de haberse emancipado en una época anterior.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 18
Gráfico 19
Fuente: Elaboración propia a partir de EUSTAT, Estadística de Población y Vivienda 2001.
Otra de las cuestiones clave en la investigación es la referente al nivel de instrucción de las mujeres. Para
introducirnos en el tema comenzaremos comentando los datos generales de la CAPV según sexos.
Como se puede apreciar en el siguiente gráfico, son más las mujeres que los hombres las que cuentan con
un nivel de estudios alto (considerando como tal al que engloba los estudios medios y los superiores). En
concreto, las mujeres superan a los hombres en un punto porcentual. Sin embargo, las diferencias por sexo
se hacen más patentes cuando nos fijamos en las personas analfabetas y sin estudios, que suponen un 3,8%
en el caso de los hombres y un 5,8% en el de las mujeres (2% más de mujeres que de hombres).
| 66 |
Cap. I. Poblacion y estructura familiar
Gráfico 20
Fuente: Elaboración
propia a partir de
EUSTAT, Estadística de
Población y Vivienda
2001.
Si nos fijamos en los datos de 1996 para poder compararlos con los de 2001, observamos que el porcentaje
de mujeres con formación media-superior constituye el 6,8% y en el caso de la formación superior el 8,7%
(frente a un 10,2% de la población masculina). Además, se aprecia que la presencia de mujeres en estos
niveles es superior o muy poco inferior a la de los hombres, ya que representan el 58,4% del total en la CAPV
del primer grupo (población con estudios medios-superiores) y el 47,3% del segundo (población con estudios superiores).
Los datos sobre la población en general de la
CAPV para el año 1996 mostraban que, efectivamente, poco más del 40% de las mujeres
vascas contaban con estudios superiores a los
primarios, aunque hay que apuntar que el
dato ha mejorado en casi 8 puntos en los últimos cinco años (2001).
Fuente: Elaboración propia a partir de EUSTAT,
Estadística de Población y Vivienda 2001.
| 67 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 21
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Si tenemos en cuenta la variable edad, además del sexo, en primer lugar debemos indicar que el nivel de
instrucción femenina asciende en la medida que desciende la edad, de manera que mientras que en el años
2001 el porcentaje de mujeres con estudios superiores a los primarios asciende a un 83,9% entre las mujeres
más jóvenes (de entre 10 y 24 años) y a un 64,5% entre las que tienen entre 25 y 39 años, se reduce a un
25% en el caso de las mujeres de entre 40 y 54 años y aún más (9,6%) en las mayores de 55 años.
Esta realidad cobra importancia si tenemos en cuenta que el colectivo objeto de estudio (mujeres que
encabezan un núcleo familiar en solitario) está compuesto por un número importante de mujeres con edades
superiores a los cuarenta años (el 82% de las mujeres cabeza de familia tiene más de 40 años y el 53% más
de 55 años).
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 22
Fuente: Elaboración propia a partir de EUSTAT, Estadística de Población y Vivienda 2001.
Según datos del Eustat para el año 2001, hasta los 45 años las proporciones de mujeres con estudios medios
y superiores son más altas que las de los hombres. Si bien la tendencia en el colectivo de mujeres, tal y como
ya hemos indicado, es a descender a medida que aumenta la edad: pasando del 65% de las mujeres menores
de 25 años, al 51% de las de entre 25 y 29 años y al 40% de las que tienen entre 30 y 35 años.
De hecho, entre los 20 y 25 años, el 59% de las personas que han cursado estudios medios y superiores son
mujeres, y el porcentaje les sigue siendo favorable en los siguientes intervalos de edad hasta llegar a las que
ahora tienen 45 años.
| 68 |
Cap. I. Poblacion y estructura familiar
De acuerdo con los datos recogidos en 1996 en la CAPV, la mitad de las mujeres que encabezaban en solitario un núcleo familiar contaba con un nivel de instrucción no superior al de estudios primarios. Tomando
en consideración sólo los datos relativos a núcleos monoparentales y núcleos monomarentales, la proporción
de mujeres analfabetas y sin estudios es muy superior (más de ocho de cada diez son mujeres) y representa
un total de 9.675 casos.
Gráfico 23
Este gráfico, donde se muestran los datos relativos a los núcleos monoparentales y monomarentales exclusivamente, deja ver que bajo este tipo de estructura familiar no se repite la tendencia general. De hecho, las
mujeres que encabezan estos núcleos y que han superado el nivel de estudios medios-superiores o superiores no alcanzan a sumar más del 7% del total (una vez sumado el 4% de estudios medios-superiores y 3%
de superiores). Por el contrario, la proporción de hombres con estudios superiores que encabeza un núcleo
monoparental es mayor y supone una distancia con respecto a las mujeres considerablemente más grande de
la que se da entre la población en general.
Por otra parte, los datos referidos a las mujeres que viven solas (familias unipersonales) no muestran un
panorama muy diferente, en cuanto que más del 70% de ellas no cuenta con estudios superiores a los primarios y casi un 18% carece de estudios.
A modo de conclusión, podemos decir que la familia ha sido hasta hace poco una institución sólida, fundamental en la configuración de la personalidad y la identidad, además de un referente clave para las redes
primarias de solidaridad. Sin embargo, hemos hablado a lo largo del capítulo de transformaciones sociodemográficas y cambios en las estructuras familiares.
| 69 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir de EUSTAT, Estadística de Población y Vivienda 1996.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Por citar solo algunos: el decremento del número de matrimonios, el retraso en la edad de contraer matrimonio, el incremento del número de divorcios y separaciones, el retraso de la maternidad y la paternidad, el
incremento del número de hijos e hijas nacidos fuera del matrimonio, y el incremento de las familias monopaternales y unipersonales, entre otros.
Todas estas transformaciones pueden conducirnos a pensar que los acuerdos interpersonales y domésticos se
han vuelto más inestables e impredecibles y, en este contexto, la familia puede aparecer cada vez menos
como un refugio, ya que hoy puede estar garantizando menos protección que en el pasado a sus componentes (el llamado colchón familiar deja de existir).
Por otra parte, otro de los hechos que sin duda debemos destacar es que entre estas nuevas estructuras familiares cobra especial importancia el papel de la mujer como “cabeza de familia” (dentro de núcleos unipersonales y monomarentales), siendo ellas las únicas responsables de aportar el bienestar socioeconómico y
sociofamiliar a su unidad de convivencia.
De hecho, más de un 7% de las mujeres vascas cuidan y sustentan a sus hijos e hijas en solitario (hay 77.861
núcleos monomarentales). En concreto, seis de cada diez de estas mujeres son viudas, dos están separadas
legalmente o divorciadas, una está soltera y la otra se encuentra casada.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Aunque no resulta fácil realizar una caracterización de la que puedan extraerse perfiles muy concretos de las
mujeres solas de la CAPV (asumimos desde un principio que se trataba de un colectivo muy heterogéneo), a
partir de ciertas características sociodemográficas básicas, hemos llegado a distinguir hasta dos modelos5 de
“mujer sola” diferentes, que a muy seguro podrán servirnos de base a la hora de interpretar o entender otros
muchos datos (mercado de trabajo, pobreza, protección social...):
-
Mujer que vive sola, es viuda, mayor de 65 años y carece de estudios al margen de los primarios.
-
Mujer que vive con sus hijos e hijas a los que cuida y mantiene en solitario, es separada o divorciada,
tiene entre 35 y 55 años y un nivel de instrucción no superior al de estudios primarios.
(5) Sin duda asumiendo las limitaciones propias de los “tipos ideales”.
| 70 |
Cap. II. mercado de trabajo
Cap. II.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Mercado de trabajo
| 71 |
Cap. II. mercado de trabajo
E
n el capítulo que nos ocupa vamos a estudiar cómo se sitúa el colectivo de mujeres dentro del actual
mercado laboral. Para ello, analizaremos los diferentes indicadores de inserción laboral (tasas de empleo,
de actividad y de paro) y veremos en qué condiciones de contrato, jornada, sueldo, sector de actividad...
se insertan las mujeres que pueden acceder al empleo. En la medida de lo posible trataremos de centrar nuestra atención en el grupo de mujeres solas, aunque nos vemos limitadas ante la falta de datos que recojan
esta determinada situación socio-familiar. Por último, trataremos de acercarnos en la mayor medida de lo
posible al fenómeno de la economía sumergida como una de las otras situaciones laborales ocultas bajo el
concepto de mujeres “inactivas”.
E
En principio, no debemos considerar que las conexiones entre desempleo y pobreza sean automáticas. Por
una parte, ya hemos comentado cómo las definiciones más recientes y amplias del término de pobreza y también de exclusión han dejado de considerar los ingresos económicos como único indicador, subrayando la
importancia del carácter multidimensional de estos. Por otro lado, no olvidamos que una situación de desempleo puede tener distintos grados de relevancia para las condiciones de vida de una persona en función de
si es la sustentadora principal de la familia o no, y también en buena parte, del nivel de protección que proporcionen las prestaciones de desempleo de la sociedad en la que vive. Ahora bien, en un momento como el
que vivimos, de debilitamiento de las estructuras familiares (solidaridad primaria) y de los sistemas de bienestar, el trabajo acapara protagonismo como medio de inclusión social y las relaciones entre desempleo y
pobreza se estrechan.
(1) EGAILAN, Sociedad Pública de Promoción de la Formación y el Empleo. Coyuntura del mercado laboral.CAPV. 4º trimestre de 2003.,
11. Egailan, Vitoria - Gasteiz.
| 73 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los datos estadísticos del mercado de trabajo ofrecidos por la Encuesta de Población en Relación con la
Actividad permiten a los expertos calificar el año 2003 como “un año de desaceleración en el que se ha seguido creando empleo de una forma suave y se ha podido contener la situación de paro”1. El incremento de la
tasa de ocupación (0,7%) parece deberse fundamentalmente al empleo femenino, entre 2002 y 2003 la ocupación femenina creció más de un 2% (8.000 nuevos puestos).
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Observemos los principales indicadores relacionados con la actividad de la CAPV y su entorno.
Tabla 1
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Como vemos, la tasa de actividad de las mujeres de la CAPV (45) no sólo es sensiblemente inferior a la de
los hombres (65,4) de su mismo territorio, sino que también queda lejos de la tasa media de actividad de
las mujeres europeas (61).
Aunque en los últimos años se ha producido una recuperación del empleo femenino, la asimetría laboral en
relación al sexo es menor que la registrada en España pero mayor que la que se da en Europa. Las mujeres
son sólo el 41,4% de las personas ocupadas en la CAPV, mientras que representan más de la mitad de la
población parada (53,24%).
Mientras los hombres de la CAPV cuentan con una tasa de empleo algo superior a la media europea, la tasa
de empleo femenino nos muestra que la ocupación de las mujeres en la CAPV también sigue siendo sensiblemente inferior a la europea. Esta diferencia con la media europea es mayor en el caso de la ocupación de
las mujeres mayores de 55 años, donde en el año 2002 las tasas de la CAPV (22.7) y el conjunto de la Unión
Europea (30.15) diferían en casi 8 puntos.
Las tasas de paro tanto masculina como femenina en Araba y Gipuzkoa están por debajo de las medias europeas, sin embargo las tasas vizcaínas elevan la media de la CAPV que se posiciona más de un punto por encima de Europa en cuanto a la tasa de paro femenina se refiere. Si bien es cierto que en cualquiera de los
casos, las medias vascas no superan las tasas de paro españolas, en el caso del paro femenino se aleja de la
tasa europea en más de seis puntos.
La siguiente tabla nos permite observar las distancias que separan las tasas actuales de las que se han marcado como objetivo europeo para el empleo.
| 74 |
Cap. II. mercado de trabajo
Tabla 2
Gráfico 24
En cuanto a la tasa de empleo, la CAPV
se sitúa a 6 puntos del objetivo
europeo. Algo más lejos, a 7 puntos, se
encuentra la tasa de empleo femenino.
Gráfico 25
En la CAPV podemos observar que
Bizkaia es el territorio histórico que se
encuentra más lejos del objetivo
europeo, tanto en la tasa de empleo
general como en la de las mujeres.
Fuente: elaboración propia a partir de datos
del EUSTAT, PRA e INE. Datos de la Unión
Europea del año 2002, España y CAPV del
primer trimestre de 2004.
| 75 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: elaboración propia a partir de datos
del EUSTAT, PRA e INE. Datos de la Unión
Europea del año 2002, España y CAPV del
primer trimestre de 2004.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 26
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: elaboración propia a partir de datos del EUROSTAT y EUSTAT.
Las cifras de ocupación femenina en la CAPV sólo superan la de algunos estados europeos como Grecia,
España o Italia. Quedan lejos las cotas alcanzadas por países como Dinamarca, Holanda, Suecia, Finlandia o
Reino Unido cuyas tasas de ocupación femenina superan el 65%.
Teniendo en cuenta los datos comentados y considerando que el empleo masculino tiene menos espacio
donde crecer, parece que para llegar al objetivo general europeo de empleo, marcado en Lisboa para el 2010,
será preciso asumir la relevancia de reforzar la creación de empleo entre las mujeres.
Centrándonos en la realidad de la CAPV podemos añadir algunos datos que complementan la información que
sobre las mujeres y el mercado de trabajo hemos obtenido.
| 76 |
Cap. II. mercado de trabajo
Gráfico 27
Fuente: elaboración propia a partir de datos del EUSTAT, PRA, primer trimestre de 2004.
En función del modo en el que de forma estandarizada se contabiliza la población activa, debemos decir que
las mujeres cuentan con una tasa de actividad 20 puntos inferior a la de los hombres.
Gráfico 28
Gráfico 29
Gráfico 30
Gráfico 31
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Considerar que sólo el 41% de las mujeres mayores de 16 años son activas puede resultar cuanto menos
curioso si, anticipando algunos datos que analizaremos con mayor profundidad en posteriores capítulos, tenemos en cuenta que las tres cuartas partes de la producción doméstica es realizada exclusivamente por
mujeres. A esto hay que añadirle que aunque se estima que el valor añadido de la producción doméstica
asciende a 15.369.163 , éste no se contabiliza en el PIB.
Fuente: elaboración propia a partir de datos del EUSTAT, PRA, primer trimestre de 2004.
| 77 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
A través de los gráficos anteriores podemos observar cómo el colectivo femenino es mayoritario únicamente
entre la población inactiva y la parada, y que la diferencia con el porcentaje masculino en el caso de la
población ocupada es de 18 puntos.
Para tratar de acercarnos más a la realidad de la relación entre actividad y mujeres con hijos e hijas al frente
de núcleos monomarentales, hemos tenido que recurrir a los datos explotados por el Eustat en 1996. Así
observamos que el 66% de ellas se registran en el colectivo de inactivas (que incluye a las ocupadas no laborales2 y otras inactivas), el 24% integrarían el de ocupadas laborales3 y un 9,5% se computan como paradas
(sumadas las paradas con actividad no laboral4 y las estrictas5).
Gráfico 32
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: elaboración propia a partir de datos del Eustat. 1996.
Esa tasa de ocupación femenina que hemos visto aumentar con el paso de los años, esconde tras de sí peculiares condiciones laborales que aportan al empleo femenino una serie de características que lo hacen diferente del masculino en no pocos aspectos.
(2) Inactivas que estudian, realizan labores del hogar y según qué censos realizaban el servicio militar.
(3) Ocupadas O.I.T. son todas aquellas personas que tienen un empleo remunerado o ejercen una actividad independiente y se
encuentran trabajando, o bien, están sin trabajar pero mantienen un vínculo formal con su empleo.
(4) Paradas que estudian, realizan labores del hogar y según qué censos realizan el servicio militar.
(5) La nueva definición de paradas utilizada para la recogida de datos estadísticos, es excesivamente restringida. Según la Oficina
Internacional de Trabajo (OIT), paradas son todas aquellas personas que no tienen un empleo asalariado o empleo independiente,
están actualmente buscando empleo y están disponibles para trabajar. Desde 2002 la forma de hacer operativa esta definición cambia siguiendo el Reglamento de la Comisión Europea 1897/2000. A partir de este año, se consideran paradas aquellas personas que
además de cumplir las anteriores condiciones, han realizado durante las cuatro semanas anteriores algunas de las gestiones de
búsqueda de empleo consideradas activas en dicho reglamento. No se considera búsqueda activa el trámite de renovar la demanda
de trabajo (“sellar la cartilla”) o de contactar por motivo de los cursos de formación con la oficina pública de empleo.
| 78 |
Cap. II. mercado de trabajo
Gráfico 33
Gráfico 34
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT. 1º trimestre 2004
El 82% de las mujeres ocupadas se emplean en el sector servicios, principalmente en puestos de hostelería
y comercio o en puestos relacionados con la actividad sanitaria, cultural o de atención a personas, por lo
que son las características de estos puestos de trabajo las que definen mayormente la situación de este
colectivo.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 35
Fuente: Elaboración propia a partir del Eustat, PARA 2004.
| 79 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 36
Del total de mujeres ocupadas, un 19,5% trabaja en el sector público, al que acceden únicamente el 10,2% de los
hombres, por lo que podemos decir que el sector público es
aquel al que las mujeres acceden con mayor facilidad. El
acceso se produce a través de las modalidades de concurso
de méritos, oposiciones o concurso-oposición, eliminando
así las barreras discriminatorias existentes en los procesos
de selección de personal del sector privado.
Fuente: Elaboración propia a partir del Eustat. 2003.
A nivel estatal, según el Índice Laboral Manpower6, a nivel estatal únicamente una cuarta parte de las
asalariadas españolas trabajan en la Administración, frecnte a la media europea del 35%.7
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 37
Fuentes: Elaboración propia a partir del Eustat, PRA, 1º trimestre 2004.
(6) El índice laboral Manpower ha sido elaborado por el catedrático de Economía aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona
Joseph Oliver.
(7) 26 de Octubre de 2004. España está por debajo de la UE en empleo femenino. El Periódico de Catalunya.
| 80 |
Cap. II. mercado de trabajo
Todavía hoy puede decirse que los puestos de trabajo tienen sexo y que la diferencia en el número de hombres y mujeres ocupadas es especialmente clara en algunos tipos de trabajo tradicionalmente considerados
masculinos como “conductores y operadores” y “cualificados de la industria”, de igual forma que entre el
“personal de servicios y ventas” hay un menor número de hombres. Quizá más preocupante es la desproporción entre personas de un sexo y otro (a favor de los hombres) en el caso de “cuadros superiores y directivos”.
De hecho, el estudio “La situación actual de las plantillas, con perspectiva de género en las empresas de
Bizkaia”8 elaborado por la Cámara de Comercio de Bilbao en colaboración con la Diputación Foral de Bizkaia
reconoce que las pymes vizcaínas no adoptan medidas de conciliación para favorecer la contratación de
mujeres en las empresas.
De este mismo estudio se desprende que existe una mujer por cada cinco puestos de trabajo y que sólo en
las áreas de administración son mayoría las mujeres sobre los hombres.
Anteriormente hemos comentado que en el año 1996 una de cada cuatro madres cabeza de familia en solitario estaban ocupadas. Pues bien, esas mujeres que cuentan con un trabajo remunerado dedican su tiempo
laboral a las siguientes actividades agrupadas en el gráfico de profesiones que les presentamos a continuación.
Fuente: elaboración propia a partir de datos
del Eustat, 1996.
Es importante destacar cómo únicamente un 3% ocupa puestos directivos, trabajos para los que la conciliación de la vida profesional y familiar supone un importante obstáculo tanto en su acceso como para poder
mantenerlos. Este dato ha mejorado si tenemos en cuenta los datos de 2004 relativos a cargos directivos y
mandos intermedios hasta alcanzar el 10%.
Entre los motivos más aducidos en los estudios consultados para explicar la masiva presencia masculina en
los puestos directivos se encuentran las razones culturales endógenas, ya que “para progresar en la empresa las mujeres tienen que demostrar más que los hombres” y “en algunos casos son las propias mujeres las
que frenan su carrera porque no pueden conciliarla con su vida familiar.
(8) Cámara de Comercio de Bilbao y Diputación Foral de Bizkaia (2004). La situación actual de las plantillas, con perspectiva de género
en las empresas de Bizkaia. Bilbao
| 81 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 38
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 39
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de
la Encuesta de Salarios en la Industria y los
Servicios, INE 2000.
La ganancia media de las mujeres en algunos puestos llega a ser un 30% inferior a la de los hombres en ese
mismo puesto. Además, esta diferencia por sexos en los salarios no ha disminuido con el paso del tiempo,
como podemos observar en el siguiente gráfico.
Gráfico 40
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: INE encuesta de salarios en la
industria y los servicios. Ganancia media
por trabajador y mes.Ratio mujeres/hombres. 4º trimestre 1996-2000.
Del estudio9 anteriormente citado se desprende que el salario anual bruto de las mujeres en la CAPV, según
datos del INE para el año 2002, fue de 18.570 euros, un 73% del sueldo medio de los hombres.
Si a esto le sumamos que sólo el 20,7% de las trabajadoras vizcaínas cuenta con un sueldo fijo (o lo que es
lo mismo solo una de cada cinco), frente al 80% de los hombres, y que las dificultades de las mujeres para
promocionarse superan a las que encuentran ya de por sí para acceder al mercado laboral el panorama es
desolador.
Además se constata que están subrepresentadas en los comités de empresa, ya que sólo el 14,1% de sus
miembros son mujeres. Es más, mientras el 40,5% de los vizcaínos tiene una antigüedad en las empresas
superior a los diez años, en las mujeres se reduce al 29,6%.
(9) Idem.
| 82 |
Cap. II. mercado de trabajo
Gráfico 41
Fuente: Elaboración propia a partir de la
Encuesta de Salarios en la Industria y los
Servicios, INE, cuarto trimestre del año
2000.
La diferencia salarial máxima la encontramos en el sector servicios, que como ya hemos señalado anteriormente, es el ámbito que mayormente absorbe el empleo femenino. Estamos hablando de diferencias salariales medias de 583,10 euros (97.020 pesetas).
La edad es también una variable que debemos considerar para comprender las diferentes tasas de empleo
entre mujeres y hombres:
El grupo de edad donde se concentran más mujeres ocupadas es el de 25 a 34 años. A partir de los 35 años
el porcentaje de empleo femenino comienza a diferenciarse en casi 30 puntos respecto al masculino. Es en
el intervalo de 45 a 54 años cuando encontramos las mayores diferencias, de casi 35 puntos.
Estos datos nos pueden llevar a pensar que un hecho así puede guardar relación con la dificultad de las
mujeres para conciliar la vida laboral y familiar. El número de mujeres ocupadas al frente de familias monomarentales mantiene una relación inversamente proporcional con el número de hijos e hijas que tienen a su
cargo. Tener hijos o hijas es aún uno de los elementos que explican la salida de un gran número de mujeres
del mercado laboral.
| 83 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 3
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Tabla 4
En este sentido hay que decir, que las diferencias entre sector público y privado parecen ser notables. Las
cifras manejadas por el estudio de Manpower10, muestran que en España la proporción de mujeres con hijos
o hijas es mayor en el sector público (62,1%) que en el privado (50,4%), incluso es significativa la proporción de mujeres con dos o más hijos o hijas en el sector público (40%) respecto al privado (29%). Con lo
que es fácil concluir, que el sector público permite a las mujeres llevar a cabo una mejor conciliación entre
vida profesional y familiar.
Algunos de los datos más recientes nos indican que la responsabilidad de la conciliación sigue siendo asumida prácticamente de forma íntegra por las mujeres. Sobre todo en la empresa privada suele ser la mujer quien
realiza la denominada “doble jornada”, quien pide horas y excedencias para atender a los y las niñas enfermas y quien sacrifica su promoción profesional.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 42
Si desde el año 1.994 los hombres adquieren el
derecho a compartir 10 de las 16 semanas del permiso de paternidad con sus parejas, las cifras11
referidas a España desvelan que sólo hacen uso de
él el 1,5% de los hombres.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto
Nacional de la Seguridad Social. 2003.
(10) 3 de Junio de 2004. El sector privado expulsa a las mujeres del mercado laboral a partir de los 28 años. La Vanguardia.
(11) Fuente: Instituto Nacional de la Seguridad Social, datos referido a España. 2003.
| 84 |
Cap. II. mercado de trabajo
Gráfico 43
En el caso de las solicitudes de excedencia para el
cuidado de hijos o hijas los datos a nivel estatal
son similares. En el año 2003 únicamente el 3,6%
de las personas que solicitaron una excedencia
laboral para el cuidado de sus hijos o hijas eran
hombres.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto
Nacional de la Seguridad Social. 2003.
En el caso de la CAPV, son cada vez más el número de mujeres que solicitan excedencias y reducciones de
jornada para el cuidado de menores. Este crecimiento se puede deber, en el caso de la CAPV, a las ayudas
económicas que a partir del año 2002 Gobierno Vasco estableció para tal efecto dentro del Plan
Interinstitucional de Apoyo a la Familia. Durante este primer año, de todas las personas que habían solicitado las ayudas por excedencia o reducción de jornada para el cuidado de hijos e hijas, únicamente el 5%
fueron hombres12, a pesar de que la cuantía de las ayudas es superior para éstos.
De acuerdo con los datos del año 2003 un 29% de las personas ocupadas asalariadas (excepto cooperativistas) contaban con un contrato temporal. El mayor porcentaje de contratos temporales afecta a trabajadores
y trabajadoras de entre 25 y 44 años. Más del 88% de las personas ocupadas sin contrato contabilizadas son
mujeres y, en su mayoría se ocupan en el sector servicios.
Fuente: EUSTAT. Encuesta de Población en Relación con la Actividad.2003.
(12) Datos aportados en la rueda de prensa ofrecida por el Consejero Azkarraga en Gazteiz el 29/05/03, recogida en
www.izaronews.org
| 85 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 44
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Si estudiamos los datos específicos de las mujeres en cuanto a su tipo de contrato observamos que no llega
a dos tercios la proporción de mujeres asalariadas con contrato indefinido (60%).
Gráfico 45
Fuente: EUSTAT. Encuesta de Población en Relación con la Actividad.2003.
El 9% de las mujeres asalariadas sin contrato debe compararse con el 0,8% de hombres que trabajan bajo
esa misma situación para que pueda apreciarse su verdadera importancia.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 46
Fuente: EUSTAT. Encuesta de Población en Relación con la Actividad
La calidad del empleo se define, además de con las variables que ya hemos ido mencionando, en función de
otras muchas como por ejemplo el tiempo de “no trabajo” con el que cuenta una persona. En este sentido,
los siguientes gráficos nos ofrecen una comparativa entre sexos con respecto a la frecuencia con la que trabajadores y trabajadoras se ven obligados a trabajar los sábados. Vemos que hay un mayor número de mujeres
que de hombres entre aquellas personas que no disponen del sábado libre (dato que relacionamos con la
mayor ocupación femenina en el sector de la hostelería y el comercio).
| 86 |
Cap. II. mercado de trabajo
Gráfico 47
Gráfico 48
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT. Satellite Household Production Accounts.1999.
Con el mismo fin de ahondar en las características de los puestos de trabajo que se crean actualmente,
pasamos a observar el tipo de contrataciones que se llevaron a cabo durante el año 2003. Observamos que
se firmaron un total de 745.866 contratos y que con ellos se contrató a 294.671 trabajadores y trabajadoras, lo que supone una media de 2,2 contratos por hombre y de 2,8 contratos por mujer al año. El 77% de
estos nuevos contratos tuvieron lugar en el sector servicios.
Gráfico 49
Fuente: INEM. Elaboración: Egailan S.A. Observatorio del Mercado de Trabajo. 2003.
Un 28% de los contratos requerían un trabajador o trabajadora a tiempo parcial y un 72% a tiempo completo. Entre los contratos indefinidos se contabiliza un 4% de contratos discontinuos (aquellos para realizar trabajos que tienen el carácter de fijo discontinuo y no se repitan en fechas ciertas).
| 87 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Sólo un 7,3% fueron contratos indefinidos (un 0,7% menos que en el años 2002), el 92,7% restante temporales, y la mayoría de ellos respondían a contratos de tipo “por circunstancias de la producción” o “por obra
o servicio”.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 50
Fuente: INEM. Elaboración: Egailan S.A. Observatorio del Mercado de Trabajo.2003.
Sólo un 28% de los contratos indefinidos a tiempo completo fueron destinados a mujeres y fueron ellas las
que firmaron casi tres cuartas partes de los contratos indefinidos a tiempo parcial. 9 de cada 10 contratos
femeninos de la CAPV el pasado año fueron temporales y un 40% del total de contrataciones a mujeres fueron
a tiempo parcial.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 51
Fuente: INEM. Elaboración: Egailan S.A. Observatorio del Mercado de Trabajo.2003.
Con estos datos sobre la mesa y los aportados por Victoria Camps13 en su libro “El siglo de las mujeres”
podemos decir que el trabajo a tiempo parcial sigue planteándose socialmente como una alternativa especialmente adecuada para las mujeres. De esta forma las mujeres pueden seguir ocupándose de las tareas del
hogar, familiares, etc. Según la autora la modalidad del trabajo a tiempo parcial como modus operandi casi
en exclusividad de las mujeres “contribuye a perpetuar el modelo que identifica a las mujeres como materialización de una familia que dé respuesta a aquellas necesidades que surgen en su entorno, y que caen fuera
del margen de cobertura de las instituciones públicas”.
(13) Camps, V. (2000). El siglo de las mujeres. Cátedra, Madrid.
| 88 |
Cap. II. mercado de trabajo
Los datos anteriores evidencian la tan mencionada precarización del empleo y la desproporcionada incidencia del mismo sobre las mujeres. No quisiéramos que se pasara por alto lo que ello supone y por eso recogemos algunas de sus características principales:
Supone una baja remuneración:
Según la OCDE14 el salario por hora a tiempo parcial era como media el 75,6% del de los de tiempo completo. Los y las empleadas de forma temporal reciben también inferiores remuneraciones a las de los y las que
trabajan permanentemente, porque no obtienen determinadas remuneraciones adicionales vinculadas a la
duración del servicio, etc. Además, la baja remuneración se relaciona también con sectores en los que la
negociación colectiva es débil o desigual y la afiliación sindical es baja.
Acarrea inseguridad:
El aumento de la sensación de inseguridad laboral se relaciona evidentemente, con el aumento de la probabilidad de perder el empleo, con la reducción de la probabilidad de encontrar otro, con el empeoramiento de
las consecuencias, etc.
Implica una débil protección social:
El autoempleo, el empleo asalariado temporal y el de a tiempo parcial llevan consigo una inferior protección
en periodos de inactividad. Debido a las dificultades para cumplir algunos de los requisitos mínimos para
acceder a ciertas prestaciones, porque sus contribuciones son esporádicas, intermitentes o limitadas en base
a una cotización en relación a salarios escasos.
En uno de los estudios publicados el año pasado por el Instituto de Estudios Fiscales15 (que coincide con otro
estudio auspiciado por la Administración del Estado en 1985), se concluye que en España hay un volumen
de actividad económica que se escapa del control legal cercana al 21% del PIB (más de 130.000 millones de
euros), porcentaje superior a la media europea estipulada entre un 7 y un 16% por la Comisión Europea.
De suponer el 5% de la economía española en 1978, alcanza en la actualidad un 25% (uno de los índices
más altos de los países industrializados) llegando en algunas actividades al 4O% (Industria del textil o del
calzado). Para muchos trabajadores y trabajadoras ha pasado de ser un complemento económico a su única
fuente de ingresos.
(14) OCDE (1999). Perspectivas del empleo 1999. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Madrid.
(15) Alañón Pardo, A. y Gómez de Antonio, M. (2003). Una evaluación del grado de incumplimiento fiscal para las provincias españolas. IEF papeles de trabajo. Serie economía, nº9. Instituto de Estudios Fiscales. Madrid.
| 89 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En ocasiones, el no poder contar con datos que evidencien un hecho no significa que este hecho no exista.
Es el caso del fenómeno de la economía sumergida. Ha sido necesario recurrir a algunos estudios específicos sobre el tema para poder contar con algunos datos que nos acercaran a esta realidad (por razones obvias
las fuentes oficiales no ofrecen información sobre este tipo de actividad que permanece oculta al pago de
impuestos y a la inspección de trabajo).
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
La economía sumergida tiende preferentemente a captar trabajo femenino, “confirmando el hecho de la
fuerte interrelación existente entre economía sumergida y los roles de género”16. En el trabajo a domicilio se
emplea mayor cantidad de “trabajo femenino” debido a su faceta de elemento flexibilizador y de reducción
de coste final debido a la elusión de las cargas sociales. De este modo se consigue una mayor flexibilización
en la estructura de costes y mejorar la posición competitiva.
Algunos datos apuntan a que de 100 mujeres que trabajan, el 36% lo hacen en condiciones irregulares, mientras que esta situación sólo afecta al 16% de los hombres. Se puede estimar que son alrededor de tres millones las personas que se mueven en este “mercado laboral”, y dos de cada tres son mujeres.
La gran parte del sector del empleo doméstico (casi en su totalidad formado por mujeres) vive en la economía
sumergida. Se calcula que son unas 270.000 las mujeres en España (aproximadamente un 40% extranjeras)
que no cotizan a la Seguridad Social, por lo que no tienen el derecho a disponer de bajas por enfermedad,
maternidad, desempleo, subvenciones por excedencia o reducción de jornada o jubilación.
Además, respecto a las personas que trabajan legalmente en el trabajo doméstico y de cuidados (formalmente
reconocido como servicio del hogar familiar), el régimen de la Seguridad Social de estos trabajos se acerca
más al régimen de autónomo que al de asalariado, por lo que resulta un claro incentivo para la irregularidad. El 97% de este colectivo son mujeres. En el caso de la CAPV, el 70% de las trabajadoras domésticas por
cuenta ajena no están afiliadas a la seguridad social. Y de este conjunto de mujeres, afiliadas o no, el 80%
cobra salarios inferiores al SMI por jornadas superiores a ocho horas.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Algunos autores17 consideran que no menos “sumergido” es el ámbito del trabajo doméstico no asalariado,
una de las formas más importantes del trabajo no remunerado en cualquier contexto económico, caracterizado por “permanecer invisible incluso a los ojos de las personas que lo llevan a cabo”. Así, la dificultad de
las españolas en el mercado de trabajo se entiende estrechamente relacionada con la inhibición del Estado
en la prestación de servicios que cubre su trabajo doméstico. En cualquier caso, y dada la estrecha relación
de este tema con el objeto de nuestro estudio, será tratado de forma más extensa en otro de los capítulos.
Por último, y aunque no nos parece muy significativo hablar de los datos absolutos que recogen las cifras
del paro tras la nueva definición utilizada para contabilizarlo18, sí queremos al menos mencionar que en la
CAPV se registran hoy 78.500 personas paradas, la mayoría vizcaínas. Hay 36.700 hombres parados y 41.800
mujeres afectadas por esa misma situación.
(16) Alonso, Isabel; Alonso, María Jesús y Navarro, Luis (2004). Economía sumergida femenina en el sector del calzado en Aragón.
En IX Jornadas de Economía Crítica.
(17) Sanchis, Enric (2004). Trabajo no remunerado y trabajo negro en España. IX Jornadas de Economía Crítica: Área de Economía
Laboral. Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universidad de Valencia.
(18) Según el Reglamento de la Comisión Europea 1897/2000, se consideran paradas no solo a las personas que no tienen un empleo
asalariado o empleo independiente, están actualmente buscando empleo y están disponibles para trabajar, sino también a aquellas
personas que además de cumplir las condiciones citadas han realizado durante las cuatro semanas anteriores algunas de las gestiones
de búsqueda de empleo. No se considera búsqueda activa el trámite de renovar la demanda de trabajo (“sellar la cartilla”) o de contactar por motivo de los cursos de formación con la oficina pública de empleo.
| 90 |
Cap. II. mercado de trabajo
Tabla 5
Si observamos la evolución de la tasa de paro femenino de larga
duración desde 1993 hasta 2002 vemos que en todos los países
que forman parte de la Unión Europea se registra una tendencia
de descenso de la tasa de desempleo general y podemos decir que
es en la CAPV precisamente donde se observa un decremento de
la misma mayor, ya que ha pasado de ser de 17,8 en 1993 a ser
de 4,7 en 2002.
Sin embargo, si nos ceñimos a las cifras del año 2002 comprobamos que la de la CAPV es una tasa media superior a la de prácticamente la totalidad de los países que formaban la denominada
Europa de los 15. Por otra parte, la media española es superior en
casi dos puntos y sólo se registran tasas mayores en Italia y
Grecia.
En concreto, en la CAPV de cada 10 mujeres no llegan a 5 las que
se consideran “activas”, de esas cuatro y pico una está en paro y
dos tienen un empleo precario (contrato temporal, parcial, etc.).
También es evidente que dichas circunstancias están afectando en
mayor medida a las mujeres, que sufren de forma más acusada la
falta de protección de un empleo estable, seguro y que facilite
una conciliación familiar y profesional que, de un modo u otro, las
mujeres se ven obligadas a conjugar. Por ello esta situación se
agrava, aún más, en el caso de las mujeres solas con cargas familiares cuyas características no se ajustan a los requerimientos del
mercado de trabajo (flexibilidad horaria, disponibilidad para viajar y cambiar de residencia, etc.). Este colectivo es quien en la
mayoría de las ocasiones es conducido a la exclusión o a la precarización, con la desprotección social y económica que conlleva.
Fuente: EUSTAT y EUROSTAT
En el primero de los capítulos realizamos una primera descripción
de las mujeres solas de la CAPV y llegamos a identificar lo que
describimos como dos modelos que nos servirían para ir
adscribiéndoles nuevas características a lo largo de los diferentes
capítulos de nuestro estudio.
| 91 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Después de todo, podemos concluir que los cambios más notables
en el mercado de trabajo han configurado un panorama que se
caracteriza fundamentalmente por la exclusión de algunas personas (desempleo e inactividad) y por la inserción débil de otras
muchas (formas de empleo precarias o la invisibilidad de la
economía sumergida).
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
En ese sentido debemos añadir que los dos grupos de mujeres establecidos se diferencian también en relación
con la actividad:
Las primeras (mujer que vive sola, es viuda, mayor de 65 años y carece de estudios al margen de los primarios) son inactivas.
•
Las segundas, (mujer que vive con sus hijos e hijas a los que cuida y mantiene en solitario, es separada o divorciada, tiene entre 35 y 55 años y un nivel de instrucción no superior al de estudios primarios) son mujeres activas con índices importantes de desempleo y/o trabajo precario.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
•
| 92 |
Cap. III. El acceso a la vivienda
Cap. III.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El acceso a la vivienda
| 93 |
Cap. III. El acceso a la vivienda
E
l acceso a una vivienda digna es un derecho de todos y todas las ciudadanas, establecido en la
Constitución Española de 1978 en el artículo 47. Derecho básico reconocido por la Declaración Universal
de los Derechos Humanos en su artículo 25.
E
La vivienda proporciona a todas las personas un marco propio de desarrollo personal y de responsabilidad.
Al igual que el trabajo, la vivienda juega un papel fundamental en la integración social de las personas.
Es desde esta perspectiva, donde tomamos conciencia de la importancia de la vivienda en el desarrollo integral de la persona y donde encontramos la necesidad de buscar fórmulas que eliminen las actuales dificultades de acceso a una vivienda.
Aunque éste se trata de un problema que afecta a toda la población, en el caso de las mujeres solas, como
en otros colectivos especialmente vulnerables, es aún más acuciante. El elevado precio de la vivienda en el
mercado libre, unido a las dificultades en la incorporación al mercado de trabajo y la precariedad laboral,
hacen que la compra de una vivienda sea prácticamente inaccesible para la gran mayoría de estas mujeres.
A pesar del esfuerzo realizado desde las Administraciones Públicas para la disposición en el mercado de
viviendas protegidas, lo cierto es que la oferta es insuficiente en relación con el número de demandantes.
1.
Análisis del macroentorno
2.
Análisis de la oferta y la demanda
3.
Cómo abordar el acceso a la vivienda del colectivo de “mujer sola”
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
A continuación abordaremos el problema de la vivienda en la CAPV siguiendo el siguiente esquema:
| 95 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
1. ANÁLISIS DEL MACROENTORNO
Algunos factores que explican la situación actual en torno a la problemática de la vivienda
Es necesario tener en cuenta, tal y como se recoge en el Plan Director de Vivienda, que el número de familias que habitan en la Comunidad Autónoma del País Vasco ha experimentado un espectacular aumento en
los últimos años, dato que contrasta con la disminución de la población. El incremento del número de familias está ligado a la reducción del tamaño medio de éstas y a la mayor presencia de hogares unipersonales,
tal y como comentamos en el capítulo de Población y Estructura Familiar.
Si la tendencia se mantiene, se prevé un importante incremento de nuevos hogares en términos netos entre
2000 y 2010 y consiguientemente la necesidad de vivienda, en especial vivenda protegida.
La mujer sola cabeza de familia constituye un colectivo especialmente afectado por las dificultades de acceso a una vivienda, bien sea en régimen de propiedad o de arrendamiento, ante la existencia en muchos de
los casos de una única fuente de ingresos en el hogar.
Según el informe elaborado por la Compañía Hipoteca Gratis1, del 100% de las personas que van a solicitar un
préstamo, solamente el 7% lo hacen de manera individual. De estas personas sólo en el 2% de los casos se
trata de mujeres que compran la vivienda solas. Además, se apunta que el esfuerzo a la hora de comprar una
vivienda es mayor en el caso de las mujeres jóvenes.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Las condiciones de trabajo del grupo de mujeres que tienen empleo se caracterizan por la parcialidad, la
inestabilidad y la precariedad, tal y como hemos visto en el apartado de Mercado Laboral.
Por tanto, son las dificultades económicas para acceder a una vivienda y obtener una fuente de ingresos
propia y la falta de una alternativa a la compra o alquiler “normalizado” de la misma, las que han obligado
a muchas mujeres a prolongar su dependencia de otras situaciones familiares (seguir viviendo con los padres
o volver junto a ellos tras la separación, en muchos casos evitar la separación, en el caso de viudas vivir con
sus hijos o hijas ya emancipadas, etc.).
Marco legal
•
Código Civil
•
Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos Urbanos.
•
Decreto 315/2002, de 30 de diciembre, sobre régimen de viviendas de protección oficial y medidas
financieras en materia de vivienda y suelo.
(1) 19 de Octubre de 2004. Sólo un 37% de los jóvenes entre los 18 y los 34 años pueden comprar una vivienda. ABC.
| 96 |
•
Orden de 25 de agosto de 2003, del Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, sobre determinación de
precios máximos de protección oficial.
•
Orden de 14 de junio de 2002, del Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, sobre procedimiento de
adjudicación de viviendas de protección oficial.
•
Orden de 30 de diciembre de 2002, del Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, sobre circunstancias
de necesidad de vivienda.
•
Orden de 30 de diciembre de 2002 del Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, sobre determinación de
precios máximos de viviendas de protección oficial.
•
Orden de 30 de diciembre de 2002, del Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, por la que se aprueban las Ordenanzas de Diseño de Viviendas de Protección Oficial.
•
Orden de 30 de diciembre de 2002, del Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, sobre medidas
financieras en materia de suelo y urbanización.
•
Orden de 30 de diciembre de 2002, del Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, sobre ayudas a la promoción de viviendas de protección oficial y medidas de fomento al alquiler.
•
Orden de 30 de diciembre de 2002, del Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, sobre medidas
financieras en materia de suelo y urbanización referente a la adquisición onerosa de suelo para formación de patrimonios públicos de suelo con destino preferente a la promoción de vivienda de protección
oficial.
•
Orden de 30 de diciembre de 2002, del Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, sobre medidas
financieras para rehabilitación de vivienda.
•
Orden de 18 de agosto de 2003, del Consejero de Vivienda y Asuntos sociales, sobre procedimiento de
adjudicación de viviendas de protección oficial de promoción privada a que se refiere el artículo 12 del
Decreto 315/2002, de 30 de diciembre, sobre Régimen de Viviendas de Protección Oficial y Medidas
Financieras en Materia de Vivienda y Suelo.
Política de vivienda en la CAPV
El Plan Director de Vivienda 2002-2005 se estructura en diferentes líneas de intervención de marcado acento social, dos de las cuales pretenden hacer frente específicamente al problema de la baja incidencia de las
medidas generales entre las personas y grupos en situación o riesgo de exclusión.
Entre los nueve ejes estratégicos que se plantean desde el Plan Director nos interesa, entre otros, el “incremento de la oferta de vivienda protegida”. Cuando hablamos de vivienda protegida nos referimos tanto a
Viviendas de Protección Oficial de Régimen General como a Vivienda Social o de Régimen especial, bien sea
por promoción pública, concertada o la realizada mediante convenio.
Otra de las líneas estratégicas establecidas es “el refuerzo de políticas que promuevan el alquiler de vivienda”, así como la “recuperación y puesta en valor de viviendas vacías”.
El alquiler social es una salida factible para las personas con rentas más bajas que tienen grandes dificultades para acceder al mercado de vivienda libre. En esta línea, el Plan Director plantea “la creación de una
oferta suficiente de viviendas protegidas en alquiler con rentas accesibles a las personas necesitadas, lo que
| 97 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cap. III. El acceso a la vivienda
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
conlleva a impulsar el alquiler en la edificación de vivienda protegida y la adopción de medidas para dinamizar
el mercado de alquiler de vivienda usada.”
El plan también hace hincapié en que con “la búsqueda del mayor equilibrio entre el importe de alquiler protegido con la capacidad financiera de las personas necesitadas se establecerá una mayor tramificación de las
rentas a pagar”.
Además de los ejes anteriormente mencionados, el Plan se articula en torno al eje “desarrollo de líneas específicas de actuación para colectivos especialmente necesitados”.
De hecho, realiza un tratamiento particularizado de colectivos específicos, tales como:
-
Jóvenes;
-
Familias monoparentales;
-
Personas con movilidad reducida;
-
Familias numerosas;
-
Preceptores y perceptoras de ayudas sociales;
-
Personas presas en procesos de reinserción;
-
Inmigrantes;
-
Personas de etnias marginadas;
-
Personas con enfermedad mental o discapacidad psíquica; y
-
Personas mayores.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Entre las soluciones que se plantean desde el Plan Director, destacan las reservas permanentes en los sorteos de vivienda, la creación de alojamientos temporales de reinserción, la creación de miniapartamentos con
servicios comunes, las viviendas tuteladas y las ayudas económicas específicas.
Otra de las medidas relevantes que desde el Gobierno Vasco se está impulsando, es la de favorecer fiscalmente a las y los arrendadores de viviendas vacías siempre que colaboren con el programa de vivienda del
Gobierno Vasco, así como otras actuaciones protegibles en materia de alquiler, tales como bonificación del
tipo de interés y subvenciones a las promociones concertadas de Viviendas de Protección Oficial en arrendamiento, gastos de promoción de viviendas sociales en arrendamiento, e incentivos al arrendamiento.
El Decreto 315/2002, de 30 de diciembre, sobre régimen de viviendas de protección oficial y medidas
financieras en materia de vivienda y suelo, a la vez que garantiza la debida continuidad con las políticas
precedentes en la materia, busca corregir los aspectos necesarios.
Tal y como se recoge en el artículo 2 de dicho decreto, las viviendas de protección oficial deberán destinarse
a domicilio habitual y permanente de las personas titulares de la propiedad, derecho de superficie o arrendamientos.
En este sentido, elabora la siguiente clasificación de viviendas en función de su precio máximo de venta y
renta y de los sectores sociales a quienes se destinan:
-
Viviendas de protección oficial de régimen general; y
-
Viviendas sociales o de régimen especial.
| 98 |
Cap. III. El acceso a la vivienda
-
Los requisitos necesarios que se recogen en el artículo 15 para ser persona beneficiaria de la adjudicación de una vivienda de protección oficial, son los siguientes: Ser mayor de edad o emancipado;
-
Tener necesidad de vivienda. Todos y cada uno de los miembros de la unidad convivencial deberán carecer de vivienda en propiedad. No obstante, y según el artículo 16, existen unos supuestos que anulan
esta afirmación, pudiendo ser personas beneficiarias de vivienda de protección oficial aunque posean
una en propiedad, las personas cuya vivienda sea inferior a 36 m2, las unidades convivenciales de 5 o
más miembros, o las familias numerosas que sean titulares de viviendas con una superficie mayor de 36
m2 e inferior o igual a 72, cuando exista un ratio de menos de 12 m2 por persona, o personas de 70 o
más años titulares de una vivienda situada en un edificio que no reúna condiciones de accesibilidad, así
como unidades convivenciales en las que alguno de sus miembros acredite la condición de discapacitado con movilidad reducida permanente y el edificio no reúna condiciones de accesibilidad;
-
Estar empadronado en el País Vasco;
-
Encontrarse en el tramo establecido de ingresos máximos y mínimos. Tal y como se recoge en el artículo 18, las personas beneficiarias deberán acreditar ingresos anuales ponderados no superiores a:
•
En el caso de viviendas sociales, 15.100,00 euros, excepcionalmente 21.100,00
•
En el caso de vivienda de protección oficial de régimen general, 33.100,00 euros.
Los ingresos anuales no podrán ser inferiores a 9.000,00euros si las viviendas se ceden en propiedad,
derecho de superficie o arrendamiento con opción a compra, o a 3.000,00euros si las viviendas se
ceden en arrendamiento sin opción a compra.
-
No haber sido adjudicatario de otra vivienda de protección oficial en los dos años anteriores; y
-
Escritura y formalización del contrato de compra-venta o arrendamiento.
Los tipos de promoción de viviendas de protección oficial se recogen en el artículo 28, clasificándolas en
pública o privada, siendo la pública la acometida por los entes públicos territoriales y la privada la acometida por las demás personas físicas o jurídicas, incluidas las promociones concertadas.
Según la Orden de 14 de junio de 2002, del Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, sobre procedimiento
de adjudicación de viviendas de protección oficial, y tal y como se recoge en su artículo 4 aludiendo a las
reservas de dichas viviendas, del total de las viviendas a adjudicar en cada promoción se reservarán los siguientes cupos obligatorios:
-
Una reserva mínima de viviendas adaptadas, para personas minusválidas con movilidad reducida de
carácter permanente, en la proporción establecida en el artículo 9 de la Ley 20/1997, de 4 de diciembre, para la Promoción de Accesibilidad;
-
Una reserva de viviendas, en la proporción que se establezca, destinada a unidades convivenciales cuyas
personas tengan una edad inferior a 35 años; y
-
Una reserva de viviendas, en la proporción que se establezca, destinada a unidades monoparentales con
menores de edad a su cargo.
Se establece también, que aún siendo estos cupos obligatorios, el Consejero podrá establecer reservas adi-
| 99 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En cuanto a la procedencia de los ingresos, se señala en el artículo 19 de dicho decreto que se exigirá que al menos un 90% de los mismos procedan de rendimientos de trabajo, o rendimientos de
actividades económicas, profesionales y artísticas, becas, o rentas sociales (RB), salvo en el caso de
arrendamiento, donde no se exigirá este requisito.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
cionales en función de las especiales características de la promoción o de la demanda del municipio o ámbito
de que se trate.
Señalar, tal y como se recoge en el artículo 5 de dicha orden, que en el caso de promociones directas del
Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales, del total de las viviendas de cada promoción podrá excluirse
hasta el 10% para su enajenación bien a la Diputación Foral en cuyo territorio histórico radique la promoción, bien al Ayuntamiento del municipio donde se ubique para ser destinado propiamente a vivienda o a
otros servicios sociales propios de dichos entes.
Las viviendas objeto de enajenación deberán ser ocupadas por aquellas personas naturales en quienes concurran una serie de requisitos, entre los cuales nos parece crucial señalar el tratarse de personas integradas
en colectivos de exclusión social.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
La Orden de 25 de agosto de 2003, del Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, sobre determinación de
precios máximos de viviendas de protección oficial, establece en su artículo 2 los precios máximos en
primeras, segundas y posteriores transmisiones, tanto de las viviendas de protección oficial de régimen general como de las viviendas sociales. Los precios se actualizarán automáticamente todos los años el 1 de
octubre.
| 100 |
Cap. III. El acceso a la vivienda
2. ANÁLISIS DE LA OFERTA Y LA DEMANDA
En este apartado trataremos de realizar un breve análisis de la oferta y la demanda de vivienda en la CAPV,
caracterizando la oferta inmobiliaria, la oferta pública y otras modalidades de oferta.
La oferta inmobiliaria
La Estadística de Oferta Inmobiliaria, elaborada por el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del
Gobierno Vasco, continúa reflejando en el primer trimestre de 2004 un crecimiento progresivo en el precio
de las viviendas, anulando la bajada del último trimestre de 2003.
A nivel estatal, las previsiones efectuadas por los operadores inmobiliarios y según datos publicados en el
diario El País, con fecha de 20 de octubre de 2004, el Colegio de Registradores de la Propiedad destaca que
la vivienda empieza a dar los primeros (aunque tímidos) síntomas de enfriamiento tras más de seis años de
escalada. Así figura en las conclusiones de la primera estadística inmobiliaria elaborada por ese colectivo y
presentada el 19 de octubre de 2004 en el II Congreso de Registradores, en Santiago de Compostela. Este
estudio indica que los precios de los pisos subieron un 18,18% en el segundo trimestre respecto a igual periodo de 2003, hasta 1.482,34 euros el metro cuadrado, pero han comenzado a experimentar en el tercer
trimestre una ligera desaceleración que permitirá terminar 2004 con un alza del 14%.
La oferta de viviendas usadas en la venta continúa la tendencia a la suave disminución observada a lo largo
del 2003 (a pesar de que el volumen registrado sigue siendo elevado).
| 101 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El número de viviendas de nueva construcción experimenta un importante incremento, siendo especialmente
significativo el aumento en el número de viviendas protegidas ofertadas el primer trimestre de 2004 (casi
4.315 viviendas en oferta).
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 6
Fuente: Dpto. Vivienda y Asuntos Sociales. Encuesta sobre Oferta Inmobiliaria. 25 de Mayo de 2004
En cuanto a la evolución del precio medio por metro cuadrado útil de las viviendas nuevas libres ofertadas
en el segundo trimestre de 2003, éste asciende a 2.693,9 euros / m2 para el conjunto de la CAPV, es decir,
261,1 euros / m2 más que en el primer trimestre de 2003.
Podríamos señalar que tanto el precio de la vivienda nueva libre como de la vivienda usada ha experimentado un aumento significativo, registrándose el mayor incremento entre 1998 y 2000(tal y como se puede
observar en el gráfico de abajo), fecha a partir de la cual el incremento se suaviza.
| 102 |
Cap. III. El acceso a la vivienda
Gráfico 52
Fuente: Dpto. Vivienda y Asuntos Sociales. Encuesta sobre Oferta Inmobiliaria. 25 de Mayo de 2004.
En cuanto a las viviendas en alquiler, la renta media del mercado libre asciende a 712,6 mensuales, manteniéndose estable en el último año (+2,7%).
Fuente: Dpto. Vivienda y Asuntos Sociales. Encuesta sobre Oferta Inmobiliaria. 25 de Mayo de 2004.
En el 2003 el sector protegido obtuvo una renta media (arrendamiento) de 240 euros /mes, oscilando entre
los 320 euros mensuales de las viviendas de protección oficial y los 122 euros /mes de las viviendas sociales.
El volumen de viviendas nuevas libres en venta en el primer trimestre de 2004 se cuantifica en 4.375
unidades, suponiendo un incremento del 15,2% respecto al volumen ofertado en el último trimestre de 2003.
| 103 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 53
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 7
Atendiendo a las viviendas de segunda mano en venta, el volumen de oferta captado asciende a 5.793
unidades, lo que representa una contracción del 8,7% respecto al último trimestre de 2003.
Por su parte, el sector protegido concentró en el año pasado 4.489 viviendas en oferta (83% en venta y 17%
en alquiler), representando un significativo crecimiento respecto del volumen captado en el 2002 (+ 66%).
| 104 |
Cap. III. El acceso a la vivienda
Gráfico 54
Fuente: Dpto. Vivienda y Asuntos Sociales. Encuesta sobre Oferta Inmobiliaria. 25 de Mayo de 2004.
Tal y como se puede apreciar en el gráfico, si bien la oferta de vivienda de protección oficial ha ido aumentado significativamente a lo largo de la última década, se puede observar como solamente representa, en el
mejor de los años (2003), el 25% del total de vivienda ofertada.
Atendiendo a la modalidad de protección, y tal y
como se recoge en el Plan Director de Vivienda
2002-2005, en el periodo 1996-2001, las viviendas
de protección oficial absorben el 80% de la oferta,
correspondiendo el 20% restante a viviendas
sociales.
En cuanto a las viviendas de alquiler libre en 2004,
se puede observar que en términos absolutos en
Bizkaia y en comparación con el resto de la CAPV,
es donde mayor número existe, 231 frente a las 136
en Araba y las 87 en Gipuzkoa.
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Dpto.
Vivienda y Asuntos Sociales. Encuesta sobre Oferta Inmobiliaria.
25 de Mayo de 2004
| 105 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 55
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 8
A su vez, podemos observar que el coste del arrendamiento de vivienda libre en alquiler es desde el año
1.997 superior en el territorio de Álava, seguido de Gipuzkoa y algo menor en Bizkaia.
La oferta pública
El Servicio Vasco de Vivienda - Etxebide - dependiente del Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales de
Gobierno Vasco, establece cupos en función de la pertenencia de las personas solicitantes a determinados
colectivos.
Las familias monoparentales representaban el 3,3% del total de personas inscritas en el 2004.
| 106 |
Cap. III. El acceso a la vivienda
Gráfico 56
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Dirección de Planificación y Gestión Financiera, Departamento de Vivienda
de Gobierno Vasco. Octubre de 2004.
No existe, por el contrario, un cupo (o diferenciación de colectivo) específico para las personas perceptoras
de la renta básica, aunque sí para personas con discapacidad, familias numerosas, jóvenes menores de 30
años y personas inscritas en Etxebide desde hace al menos 4 años.
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Dirección de Planificación y Gestión Financiera, Departamento de Vivienda
de Gobierno Vasco. Octubre de 2004.
Para las familias monoparentales se exigen unos ingresos mínimos de 3.000 en el caso de alquiler y 9.000
para adquirir una vivienda en propiedad. Es precisamente en ese tramo de familias con entre 3.000 y 9.000
de ingresos en el que se encuentra el 46% de las familias monoparentales incritas.
| 107 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 57
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 58
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Dirección de Planificación y Gestión Financiera, Departamento de Vivienda
de Gobierno Vasco. Octubre de 2004.
Como se aprecia en el gráfico, la reserva de vivienda protegida para familias mono(p)marentales en Gipuzkoa
duplica a la de Álava y triplica a la de Bizkaia.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 9
Gráfico 59
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la
Dirección de Planificación y Gestión Financiera,
Departamento de Vivienda de Gobierno Vasco, octubre de
2004
| 108 |
Cap. III. El acceso a la vivienda
En la CAPV la distribución de los cupos y reservas de vivienda protegida establecida nos muestra que la reserva para el cupo de familias monoparentales representa un 5% respecto al total de viviendas, estando el mayor
porcentaje (62%) dirigido a las personas jóvenes.
Si contrastamos los porcentajes de demanda y oferta en los diferentes cupos, obtenemos el siguiente gráfico:
Gráfico 60
Como se puede observar, el porcentaje de vivienda ofertada no cubre el porcentaje de vivienda demandada
únicamente en los casos: el del cupo de personas inscritas con al menos 4 años de antigüedad y en el cupo
general. Esto no quiere decir sin embargo, que en el resto de casos, el total de la demanda real se cubra con
la oferta de vivienda actual sino, que el reparto de las viviendas que se ofertan discrimina positivamente a
los cupos de personas con discapacidad, familias monoparentales y numerosas y personas menores de 35
años.
Sin embargo, el intento por repartir la oferta total de viviendas favoreciendo a determinados cupos a través
de reservas de vivienda no es igual para todos los colectivos señalados en el Plan Director de la Vivienda.
Aunque como decimos, la proporción de vivienda ofertada a algunos colectivos (cupos) sobre el total, es
mayor que la proporción que dichos colectivos representan sobre el total de personas demandantes de vivienda, los porcentajes de demanda cubierta efectivamente desvelan algunas diferencias.
El cupo de personas con discapacidad es el más favorecido, ya que se cubre un 24,4% de su demanda, mientras que en el caso de las familias monoparentales el porcentaje de demanda cubierta no supera el 6,3%.
| 109 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Dirección de Planificación y Gestión Financiera, Departamento de Vivienda
de Gobierno Vasco. Octubre de 2004.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 61
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Dirección de Planificación y Gestión Financiera, Departamento de Vivienda
de Gobierno Vasco. Octubre de 2004
En total, hay 2.412 personas inscritas en el cupo de familias monoparentales de Etxebide, para un total de
152 viviendas destinadas a este colectivo.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 62
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Dirección de Planificación y Gestión Financiera, Departamento de Vivienda
de Gobierno Vasco, octubre de 2004
| 110 |
Cap. III. El acceso a la vivienda
Otras modalidades de oferta
Aquellas personas que no pueden acceder a las viviendas de protección oficial, por no cumplir los niveles de
renta mínima exigida tienen las siguientes opciones:
-
Acceder a las viviendas municipales que gestionan algunas administraciones locales, especialmente en
situaciones de emergencia social;
-
Solicitar las AES para cubrir, en la medida de lo posible, los gastos ocasionados por el alquiler o pago
de su vivienda habitual; o
-
Acudir a las asociaciones y fundaciones que disponen de viviendas protegidas (además, en el caso de las
personas mayores de 65 años encontramos la oferta de residencias y viviendas compartidas tanto públicas como privadas).
Se trata de un sector desregularizado, muy dependiente de las subvenciones y con criterios de acción no
unificados. Uno de los problemas derivados de esta desregularización es el caso de las personas usuarias de
estas viviendas que se encuentran inmersas en un proceso educativo tutelado, ya que a pesar de que deben
pagar una parte del coste de su alojamiento, no pueden acceder a las AES en concepto de vivienda ni a la
renta básica, ya que la normativa exige para cobrarla tener “hogar independiente” (vivienda normalizada).
Se exceptúan las pensiones, hoteles y centros de acogida siempre y cuando la residencia sea de carácter temporal y el centro esté registrado en el registro de instituciones colaboradoras de Bizkaia. Este registro recoge
centros estables de residencia pero no pisos alquilados a particulares por asociaciones para realizar la actividad. Aún en el caso de poder figurar en el registro, este piso compartido alquilado tendría tratamiento de
“hogar independiente” y se podría hablar de la existencia de una “unidad convivencial”, pero entonces sólo
una de las personas cobraría RB. Para que todas pudieran cobrar esta ayuda habría que realizar contratos de
subarriendos con todas las personas usuarias. Este entramado burocrático perjudica el acceso a la vivienda
de las personas en mayor situación de exclusión y a las entidades que tratan de prestar este servicio.
| 111 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El tercer sector trata de responder a las necesidades de vivienda de los colectivos en situación de exclusión
(inmigrantes, sin techo, mujeres maltratadas...) que no es cubierta por la administración pública. En los tres
territorios históricos de la CAPV existen viviendas para personas sin hogar, prostitutas, ex-presos y presas,
mujeres maltratadas, etc., aunque la distribución de estos pisos es desigual en cada territorio. En Álava el
número de servicios asistenciales de este tipo prestados por la iniciativa privada es menor, ya que desde la
Diputación foral y la administración municipal se gestiona una amplia oferta de pisos de emergencia y viviendas sociales. En Bizkaia y Gipuzkoa, sin embargo, son mayoría las entidades privadas sin ánimo de lucro que
tratan de acoger a los colectivos que han quedado “fuera” del apoyo público. En el registro de servicios
sociales de Bizkaia pueden contabilizarse 17 residencias y viviendas compartidas de titularidad privada dirigidas a los sectores de familia, mujer, conjunto de la población y “otros” (personas sin hogar, marginadas,
etc.).
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
3. CÓMO ABORDAR EL ACCESO A LA VIVIENDA
DEL COLECTIVO DE “MUJER SOLA”
Nos parece necesario señalar en este punto la necesidad de que todas las acciones que se realicen en torno
al acceso a la vivienda estén coordinadas entre las diferentes administraciones y desde los diferentes planes
que se elaboren. En este sentido desde el DESC2“se recomienda al Estado Español que adopte medidas que
aseguren la coordinación entre los ministerios y las autoridades regionales y locales con el objeto de conciliar las diferentes políticas relacionadas con la obligación de dispensar un nivel adecuado de vida a las personas”.2
“El constante y desorbitado aumento del precio del suelo y de la vivienda, el incremento de los precios de
alquiler, muy por encima del aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), acompañados por la ausencia de políticas con miras a paliar la situación hacen que en España el acceso a una vivienda adecuada sea
el componente más vulnerado del derecho”.3
A lo largo de todo el capítulo se han ido recogiendo las alusiones que desde los diferentes planes, decretos,
órdenes, etc., se realizan cuando se habla de tener en cuenta la especial dificultad para acceder a la vivienda de algunos colectivos en situación o en riesgo de exclusión social, si bien en muchas ocasiones no se
especifica con detalle qué personas deben ser consideradas como tal.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Las Diputaciones Forales y los Ayuntamientos (según se recoge en la Orden de 14 de junio de 2002, del
Consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, sobre procedimiento de adjudicación de viviendas de protección
oficial) deben destinar sus viviendas a personas integradas en colectivos de exclusión social, y tampoco en
este caso se define quienes son consideradas como tales.
Además, el hecho de que algunos colectivos como el colectivo objeto de la investigación, mujer sola, no
estén incluidos dentro del Plan Vasco de Inserción como grupos en situación o en riesgo de exclusión, significa que los diferentes planes, decretos, etc. que marcan directrices y regulan líneas de actuación, no
incluyan a estos grupos como beneficiarios de sus acciones. Así, nos encontramos con situaciones como la
actual distribución de cupos de Etxebide, en la que no se contemplan colectivos sociales especialmente afectados por la falta de una vivienda digna como son las personas perceptoras de renta básica, las viudas o las
mujeres separadas y divorciadas.
El Plan Director de Vivienda 2002 - 2005, no incluye al colectivo de mujer sola como especialmente necesitado, y se limita a mencionar únicamente al conjunto de familias monoparentales.
En este sentido, la situación de las mujeres solas, al no estar incluidas ni ser consideras colectivo en
exclusión, queda obviada cuando el Decreto 315/2002, de 30 de diciembre, sobre régimen de vivienda de
protección oficial y medidas financieras en materia de vivienda y suelo, no realiza ninguna diferenciación de
acceso a la vivienda protegida, ni realiza reserva de plazas específica para el colectivo.
(2) Observatorio DESC (para el cumplimiento de la declaración universal de los Derechos Humanos en los derechos económicos,
sociales y culturales). Exposición ante el comité de la ONU. www.descweb.org
(3) Idem.
| 112 |
Cap. III. El acceso a la vivienda
Con todo, parece necesario que las administraciones competentes dediquen un espacio de trabajo a revisar
y definir con detalle las personas que integran los colectivos con mayores dificultades de acceso a la vivienda.
Una de las variables fundamentales de acceso a la vivienda es, sin duda alguna, su precio. Tal y como ya se
ha comentado en el apartado de oferta inmobiliaria, los precios actuales son inaccesibles para muchas personas, por lo que la única vía de acceso a una vivienda es dentro del sector protegido (únicamente las personas con discapacidad pueden disponer, siempre que cumplan ciertos requisitos, de créditos blandos en
algunas entidades bancarias) Aunque para ello también hay que salvar ciertas condiciones (renta mínima exigible…) y nos encontremos que la oferta existente de vivienda de protección oficial resulta mínima.
Si bien ya hemos señalado que algunos colectivos, como los perceptores de renta básica lo tienen especialmente complicado, al no estar incluidos en ningún grupo con reserva de plazas, las familias monoparentales
sí están contempladas. No obstante, los números de personas inscritas y viviendas ofertadas nos indican lo
lejos que nos hayamos de una correcta adecuación de la oferta a la demanda. Concretamente, la oferta de
viviendas de protección oficial en los cupos y reservas de vivienda protegida en las órdenes del BOPV para
el 2004, cubren únicamente un 6,3% de la demanda total en el cupo de familias monoparentales, único grupo
al que tienen acceso parte de las mujeres objeto de nuestro estudio. En la distribución de las viviendas de
protección oficial sorteadas por Etxebide destaca la diferencia de este porcentaje con el de las personas con
discapacidad (cuya demanda se cubre en un 24,4%).
Además, es necesario señalar que los ingresos procedentes de la economía sumergida no son contabilizados,
por lo que muchas personas no pueden inscribirse debido a que no llegan a la renta mínima exigida, y tal y
como hemos descrito en el capítulo de Mercado Laboral la economía sumergida afecta fundamentalmente al
colectivo de mujeres solas.
En este sentido, en la Carta por el derecho de las mujeres a la ciudad presentada en el Forum Barcelona 2004
se señala que las mujeres, en un alto porcentaje, no cumplen con los criterios de elegibilidad para el acceso a una vivienda subsidiaria o subvencionada, puesto que los criterios establecidos se fijan en base a unos
ingresos regulares y empleos formales, mientras los ingresos de las mujeres provienen de empleos informales
e inestables.
Parece, por lo tanto, que debiera legislarse acerca de los porcentajes que deben aplicarse en la distribución
de la oferta de viviendas de protección oficial y acerca de los límites de renta, estableciendo criterios de
acceso más ajustados a las necesidades de cada colectivo desfavorecido.
Teniendo en cuenta el mercado actual, la única vía de acceso a una vivienda para las personas de renta media
y media-baja es el sector protegido, y salvando las situaciones anteriormente señaladas (renta mínima exigible, economía sumergida,...) nos encontramos con que la oferta existente de vivienda de protección oficial resulta mínima.
| 113 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tal y como se regula en el Decreto 315/2002, de 30 de diciembre, sobre régimen de vivienda de protección
oficial y medidas financieras en materia de vivienda y suelo, los límites mínimos de renta exigidos a familias monoparentales son los mismos que los exigidos a la población general, sin embargo en el caso de personas discapacitadas sí se admiten rentas inferiores a 3.000 euros en el caso de alquiler y entre 3.000 y
9.000 en el caso de pisos en propiedad.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
De otro lado, desde las entidades sin ánimo de lucro con carácter social se ofertan plazas residenciales para
tratar de acoger a los colectivos que no tienen acceso ni a la vivienda libre ni a la protegida. Este sector
carece de regulación y requeriría un análisis detallado del número de plazas ofertadas y los tipos de colectivos a los que se dirigen.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Por último, podemos recordar que las consecuencias del difícil acceso a la vivienda para el colectivo de
mujeres solas son claras: necesidad de depender de familiares (en el caso de que se pueda disponer de éstos)
o, en muchos casos, soportar situaciones de convivencia no deseadas (entre ellas, la violencia doméstica)
por no poder hacer frente al coste de un hogar independiente.
| 114 |
Cap. IV. Distribucion del tiempo y el trabajo domestico
Cap. IV.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Distribución del tiempo y trabajo doméstico
| 115 |
Cap. IV. Distribucion del tiempo y el trabajo domestico
E
n el capítulo que les presentamos a continuación vamos a tratar, en primer lugar, de destacar la importancia de la distribución del tiempo en la vida de las personas, y en segundo lugar de las claras diferencias que se observan en esa distribución del tiempo, especialmente del destinado al trabajo doméstico y al ocio, entre los hombres y las mujeres.
E
Comenzando con el tiempo libre diremos que éste debe ser entendido como un espacio de tiempo muy importante tanto en la vida diaria de las personas como en el ámbito comunitario.
Las personas vivimos formas distintas de tiempo y esta diferenciación también se hace extensible a las diferencias de género.
El tiempo es más bien un aspecto de la experiencia que algo prefijado histórica y universalmente. Las distintas puntualizaciones que se hacen tienen en común su distinción entre actividades del orden de la necesidad (necesidades fisiológicas), actividades del orden de lo conveniente (trabajo, etc.) y actividades cuyo
cajón de sastre sería el Tiempo Libre.
De hecho, en la medida en que se de una relativa satisfacción de las necesidades materiales y sociales se
buscarán otras satisfacciones relacionadas con las motivaciones existenciales.
El tan conocido esquema de las necesidades de Masslow ilustra claramente lo anterior. Por ejemplo, una mujer
sola, tal y como la hemos definido en nuestro estudio, no se preocupará por buscar su necesidad de realización personal o de autoestima en tanto en cuanto no tenga cubiertas otras necesidades como pueden ser
las sociales o de seguridad.
De ahí la importancia de cuidar el espacio intrapersonal, el interpersonal y el contextual. El primero hace
referencia a la persona misma, el segundo a la interrelación entre las personas, y el tercero y último al marco
histórico, geográfico, social, cultural y económico en el cual la persona se circunscribe.
Nos interesa, en este trabajo, la perspectiva sociológica más que la psicológica o la pedagógica, ya que esta
primera visión introduce la interrelación de todas las variables contextuales o concurrentes.
Si bien la raíz de la palabra ocio o “leisure” en inglés, se encuentra en el término latino “licere”, que significa “ser permitido”, y sugiere que el ocio tiene algo que ver con la libertad1, la realidad es que hay mujeres
que no son libres del todo para emplear su tiempo libre de la manera que desean y que tampoco son libres
para distribuir su tiempo de una forma equilibrada.
El término ocio implica diferencias substanciales de valoración. Podemos distinguir tres posturas: el ocio
como espacio de tiempo, el ocio como actividad y el ocio como actitud. Más adelante comprobaremos como
las mujeres disfrutan de menos tiempo libre que los hombres, ya que por lo general, después de haberse liberado de todas sus obligaciones profesionales, familiares y sociales ese tiempo queda reducido a la mínima
expresión. Si nos detenemos a valorar lo que ocurre con el ocio como actividad y como actitud comprobamos
(1) Rybczynski, W (1992). Esperando el fin de semana, Emecé Editores, Barcelona, p. 204.
| 117 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
De hecho, es sabido que el modo en que una persona distribuye su tiempo libre está íntimamente relacionado con el tiempo dictado por los acontecimientos y hechos externos a la persona. Es decir, depende del
tamaño del espacio vital en que habita, y este factor también les afecta y mucho a las mujeres que se
encuentran solas.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
que los resultados no son más alentadores, ya que la actividad que se realiza al margen del trabajo y que
aporta una satisfacción inmediata, o el ocio como actitud ociosa intrínseca a la vida de las personas (sus
descansos, sus celebraciones etc.), a la vez que necesaria, tampoco nos aporta una visión más optimista de
este desigual reparto del tiempo entre hombres y mujeres.
A pesar de que numerosos autores se empeñen en mantener la diferenciación entre tiempo no disponible (el
dedicado a obligaciones o a satisfacer necesidades biológicas básicas) y tiempo disponible, hemos de decir
que no el cien por cien del tiempo disponible es tiempo libre, ya que existen múltiples actividades que,
aunque en un principio realizamos voluntariamente, a través del tiempo se van convirtiendo en ocupaciones
autoimpuestas que ya no vemos como verdadero tiempo para nosotras.
El Tiempo libre se puede subdividir en dos apartados, el tiempo libre estéril o desocupado, en el cual la persona no hace nada en especial; y el tiempo de ocio, es decir, una forma de ocupar ese tiempo libre de forma
que nos produzca placer y satisfacción personal, al tiempo que lo ocupamos en una actividad que nos gusta
sin más. Es aquí donde se encuentran las mayores diferencias de dedicación entre mujeres y hombres.
Concluyendo, podríamos decir que el Tiempo Libre se caracteriza por cuatro elementos esenciales. Primero,
es el tiempo que no se dedica a trabajar o estudiar, ni a comer o a dormir; Segundo, es un tiempo relacionado con el disfrute y la diversión; Tercero, es un tiempo útil para sentirse bien, para aprender cosas, o para
nuestras relaciones afectivas; y Cuarto, es un tiempo en el que hacemos uso de nuestra iniciativa (haciendo
lo que deseamos) y de nuestra libertad.
Inés Moreno2 presenta una definición del tiempo libre desagregada según el aspecto temporal. Distingue
cinco grupos: El tiempo que queda después del trabajo; el que queda libre de las necesidades y las obligaciones; el que queda libre de las necesidades y obligaciones y se emplea en lo que uno quiere; el que se
emplea en lo que uno quiere; y, por último, el destinado al desarrollo físico e intelectual de la persona en
cuanto fin en sí mismo. Son estos cuatro últimos los más interesantes en esta investigación.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Pero, ¿este tiempo se reparte a parte iguales entre mujeres y hombres? A continuación pasaremos a comentar los datos más relevantes obtenidos al respecto.
La siguiente tabla nos da cuenta del tiempo medio que dedicamos las personas a realizar aquellas actividades
que configuran nuestra agenda diaria. Dejando a un lado las necesidades fisiológicas que todos compartimos
y ocupan casi la mitad del día, la actividad que mayor tiempo nos ocupa es el trabajo o la formación (le
dedicamos una media de 7 horas), seguido del ocio (pasivo y activo), los trabajos domésticos, la vida social
y los trayectos (a los que dedicamos de media casi una hora y media al día).
(2) Inés Moreno (1994). Todos tenemos tiempo: nueva práctica del Tiempo Libre Libre en el siglo XXI. Humanitas, Buenos Aires, p.36.
(3) Por participantes se entiende a las personas que realizan determinada actividad, excluyendo por tanto a quienes no participan
en ella.
| 118 |
Cap. IV. Distribucion del tiempo y el trabajo domestico
Tabla 10
El siguiente gráfico nos muestra el reparto de las doce horas diarias, que más o menos es el tiempo que resta
a las actividades destinadas a satisfacer nuestras necesidades fisiológicas (comer, dormir…).
| 119 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
La forma en que se distribuye el tiempo diario depende, entre otras cosas, de las circunstancias personales
y gustos de cada persona, pero tras recurrir a datos de 1998 para poder observar estos mismos datos segregados por sexos, evidenciamos que existen claras diferencias de género en el uso del tiempo.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 63
Fuente: EUSTAT, 1998, encuesta de presupuestos de tiempo.
4
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los hombres dedican un tercio de su tiempo disponible a trabajar o formarse y otro tercio a actividades de
ocio. El tercio restante se reparte casi a partes iguales entre trayectos, trabajo doméstico y vida social, de
manera que el tiempo de cuidado a terceras personas (menores o mayores a su cargo, etc.) no llega a representar un cuarto de hora al día.
En el caso de las mujeres, de las doce horas de tiempo disponible al día, cuatro las dedican al trabajo reproductivo (trabajo doméstico y cuidado de terceras personas) lo que viene a suponer un tercio del total, es
decir, las mujeres dedican aproximadamente tres veces más de tiempo que los hombres a esta actividad. En
cambio, su dedicación al trabajo productivo remunerado es casi la mitad que la de los hombres.
Por otra parte, si sumamos las actividades productivas, sean remuneradas o no, obtenemos que las mujeres
dedican 7 horas y 34 minutos al día y los hombres 6 horas y 55 minutos, lo que vendría a desmentir el sentir generalizado de que las mujeres “trabajan” menos. La diferencia es de 40 minutos diarios y representa el
tiempo de menos que las mujeres tienen para dedicar al ocio y las relaciones sociales. Además, mientras los
fines de semana los hombres llegan a reducir su tiempo de trabajo en un 80%, las mujeres únicamente lo
reducen en un 45%.
Si observamos los datos sobre el tiempo medio social dedicado a las tareas domésticas, es decir al tiempo
medio que dedica a dicha actividad la población mayor de 16 años, se hace evidente el reparto desigual entre
sexos. Las mujeres dedican 2 horas y 22 minutos más que los hombres.
(4) Las diferencias en los totales responden a que según los datos explotados por el Eustat el tiempo diario disponible descontando la satisfacción de necesidades fisiológicas es de 12 horas 29minutos para los hombres y de 12:19 para las mujeres.
| 120 |
Cap. IV. Distribucion del tiempo y el trabajo domestico
Gráfico 64
Fuente: EUSTAT, 2003. Dirección de Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco
Los anteriores son datos relativos que nos permiten comparar la proporción del trabajo doméstico que es
asumida por los diferentes colectivos de población. Sin embargo, también es interesante, para poder conocer la dedicación real de una persona a las tareas domésticas a lo largo del día, observar los datos del tiempo medio por participante, que se calculan a partir del tiempo dedicado por aquellas personas, en este caso
mujeres, que sí realizan tales tareas.
Fuente: Eustat. Dirección de Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco
Así, comprobamos que las mujeres que realizan labores del hogar dedican una media de casi ocho horas al
día a preparar la comida, limpiar, comprar, realizar gestiones, arreglos, etc.
| 121 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 65
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 66
Para poder profundizar en la diferente implicación de hombres y mujeres en el trabajo
doméstico, pasamos a comentar el tiempo
dedicado por cada uno a las diversas tareas
que lo componen.
Sólo en algunas tareas relacionadas con el
ocio, los arreglos y las gestiones, la dedicación de tiempo masculina supera la
femenina. En el resto de tareas directamente
vinculadas con el hogar (cocina, limpieza,
compras…) la dedicación masculina seguía
siendo el pasado año muy inferior a la de las
mujeres.
Fuente: EUSTAT, 2003, encuesta de presupuestos de tiempo.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Como vemos, a pesar de que las mujeres han adquirido nuevos roles no han abandonado los viejos. A pesar
de que cada vez se apela más a la importancia de que hombres y mujeres compartan las responsabilidades
familiares, los datos siguen reflejando que la incorporación al mercado de trabajo de la mujer no ha ido
acompañada de una distribución igualitaria del trabajo doméstico. En este sentido, entendemos que sólo la
mujer de una clase social acomodada o que disponga de los recursos suficientes, podrá estar zafándose en
cierta medida de una doble jornada recurriendo a la mercantilización del trabajo doméstico.
La labor de cuantificación y de estimación del valor económico de las actividades realizadas por los hogares
(a partir de las recomendaciones metodológicas del EUROSTAT que garantizan el rigor estadístico de los
datos) es de suma importancia en cuanto que los datos que aporta pueden ser tomados como contrapunto
a la desvalorización social de dichas actividades.
El Eustat trabaja en las llamadas Cuentas Satélite de la Producción Doméstica y a partir de las mismas se calcula que la producción doméstica vasca no contabilizada en el PIB supuso 15.369.163 en el año 2003. Se
trata de una producción no remunerada que representó el 32,8% del Producto Interior Bruto de ese año.
Gráfico 67
Fuente: Elaboración propia a partir de las Cuentas satélite de la
producción doméstica para la C.A. de Euskadi, EUSTAT. 2003.
Aunque en los últimos años los varones han incrementado su participación en esta producción, los datos
actuales indican que el 75% de la producción doméstica de la CAPV es realizada por mujeres y sólo el 25%
puede atribuirse a los hombres.
| 122 |
Cap. IV. Distribucion del tiempo y el trabajo domestico
La distribución por Territorios Históricos es similar, únicamente cabe destacar que la participación de los
hombres guipuzcoanos es superior a la media de la C. A. de Euskadi, en algo más de dos puntos (27%).
“Proporcionar comida” es la función que concentra mayor proporción de valor añadido doméstico (46,6%),
muy seguida por la de “proporcionar alojamiento” (31,3%). Las actividades relacionadas con el hecho de
“proporcionar cuidados” representan el 14,8% de la producción.
(5) Conjunto de normas que se dan en los países de la Unión Europea para la elaboración de la Contabilidad Nacional de sus
economías.
Dentro del SEC, el Sector de Hogares queda determinado fundamentalmente por la producción de mercado que realizan éstos
(sociedades personalistas, autónomos, comunidades de bienes…), así como la producción de bienes que realizan con carácter voluntario (construcción de edificios). De igual forma dentro del Sector doméstico hay una parte minoritaria de la producción doméstica de uso propio que sí se tiene en cuenta por el SEC, que incluye la producción agrícola para autoconsumo, el servicio de alquiler de viviendas ocupadas por sus propietarios y los servicios de hogares producidos por el personal doméstico remunerado. El resto
de la producción para uso propio realizado por los hogares no se considera dentro de los límites del SEC, y es la parte mayor de la
producción generada por los mismos.
| 123 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 11
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 68
Fuente: Elaboración propia a partir de las Cuentas satélite de la producción doméstica para la
C.A. de Euskadi, EUSTAT. 2003.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Las mayores diferencias entre sexos las encontramos en las funciones relacionadas con la ropa, la comida y
los cuidados y la educación, donde la participación masculina no alcanza a representar un tercio del total.
Las funciones con mayor participación de hombres son “proporcionar alojamiento” y “proporcionar ayuda
vecinal”.
Si atendemos a la relación con la actividad de las personas que realizan estas tareas domésticas, vemos que
más de la mitad (53,5%) de la producción es atribuible a la población que se clasifica como dedicada a “sus
labores”, un 26,3% es realizada por personas ocupadas, un 13,2% por personas jubiladas, un 4,1% por
población parada, un 1,1% por estudiantes y el 1,8% por “otros” perfiles. Dentro de este análisis subsisten
las diferencias de género. El 83% del colectivo de estudiantes que realiza tareas del hogar son mujeres.
Según algunos datos publicados por Emakunde6, sólo en uno de cada tres hogares de la CAPV donde la mujer
cuenta con un empleo las responsabilidades de las tareas domésticas son compartidas por la pareja (en el
61% de los casos son asumidas íntegramente por la mujer y prácticamente en ningún caso -0,5%- sucede a
la inversa).
El estudio también descubre que este numeroso colectivo de mujeres que no escapa a la llamada doble jornada laboral se ve obligado a extender su actividad a lo largo de todo el día: “el 42% realiza las actividades
domésticas -en cualquier rato libre-; el 31% -los fines de semana-; el 28,7% -por la noche-; el 28,2% -por la
tarde después de trabajar- y el 24,9% -por la mañana antes de ir a trabajar”.
Hemos hablado de la importancia de la cuantificación del trabajo doméstico y de la atribución de un valor
económico, como un paso importante para poder mostrar su verdadero peso y relevancia en la sociedad en
la que vivimos. Estamos en disposición de decir que se ha subestimado el rol productivo de las mujeres, en
(6) EMAKUNDE (1997). Estrategias de organización familiar. Emakunde, Vitoria - Gasteiz.
| 124 |
Cap. IV. Distribucion del tiempo y el trabajo domestico
cuanto que se han subestimado las tareas de reproducción y cuidados de las que se han venido encargando
casi de forma exclusiva y en solitario.
Las mujeres han sido el sujeto central de la reproducción y se han especializado como trabajadoras domésticas durante años. Esto, a pesar de estar suponiéndoles no pocos obstáculos a la hora de incorporarse al
mercado de trabajo remunerado, ha garantizado la reproducción de las estructuras familiares, el mantenimiento de los hogares y, por extensión, de la fuerza de trabajo que el sistema necesitaba. Es merecido, por
tanto, el reconocimiento de la importancia del trabajo gratuito que realizan las mujeres para el desarrollo
del conjunto de la sociedad, ya que como bien dice Sonia Rubio, profesora de la Universidad Autónoma de
Barcelona, no debemos olvidar que “el sector capitalista depende del de subsistencia para su perpetuación”.7
Si nos detenemos en los datos relativos al tiempo de ocio, es decir, a la vida social y al ocio activo y pasivo, observamos que los hombres le dedican más tiempo que las mujeres, esta diferencia se hace especialmente importante en el ocio activo, lo que redunda en una disminución de la participación de la mujer en
la vida social o pública, hecho al que dedicaremos un espacio específico en el capítulo de poder y participación.
Gráfico 69
Trataremos de mostrar algunos datos, más desglosados, sobre el tiempo de ocio:
(7) Parella Rubio, S. (2003). Repensando la participación de las mujeres en el desarrollo desde una perspectiva de género. Papers, 69,
p.31-57.
(8) El tiempo reflejado en el gráfico hace referencia a la suma del tiempo por participante dedicado a ocio activo, pasivo y relaciones sociales.
| 125 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente : elaboración propia a partir de datos del EUSTAT.
Encuesta de Presupuestos de Tiempo, 2003.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Tabla 12
Si tenemos en cuenta el ocio activo (es importante que recordemos que los datos recogidos en la encuesta
de presupuestos del tiempo incluye en este apartado únicamente actividades deportivas, excursiones, paseos
y uso de ordenadores e Internet) encontramos que los hombres en general disponen de más tiempo para estas
actividades, dedicando una media de 2:22 horas al día, que aumenta en casi media hora durante los fines de
semana.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los datos de esta encuesta relativos al ocio pasivo engloban el tiempo diario dedicado a la lectura, la televisión, la asistencia a espectáculos, la dedicada a aficiones artísticas y el tiempo en el que no se desarrolla
ningún tipo de actividad. La diferencia entre sexos en el tiempo dedicado a este tipo de ocio es de 15 minutos de media y alcanza los 33 minutos los sábados.
En el reparto del tiempo libre disponible, tanto hombres como mujeres dedican mayor tiempo a las actividades de ocio pasivo, pero en el caso de ellos la diferencia entre la dedicación a uno y otro tipo de actividades no es tan grande como en el de ellas, las mujeres dedican menos del 40% de su tiempo de ocio total
a actividades de ocio activo.
Otra parte importante del tiempo en la vida cotidiana de hombres y mujeres se destina a las relaciones
sociales. Se emplea en ello una media aproximada de dos horas los días de diario y dos horas y media los
fines de semana. Las diferencias por sexos en este tipo de actividad no pueden considerarse significativas.
| 126 |
Cap. IV. Distribucion del tiempo y el trabajo domestico
La práctica deportiva representa mayor cantidad de tiempo para los hombres. Las mujeres de la CAPV que
practican deporte lo hacen durante una media de 1:06 horas al día, mientras que los hombres lo hacen
durante 1:37 horas. Las excursiones y los paseos ocupan la mayor parte del tiempo de ocio activo, se les
dedica más tiempo que al deporte y que a las actividades relacionadas con las nuevas tecnologías de la comunicación. Las actividades que precisan del uso del ordenador y las dedicadas a navegar por internet no ocupan aún un lugar destacado en el tiempo de ocio de la población de la CAPV, pero si dejamos de lado a aquellos y aquellas que no realizan este tipo de actividades, observamos que de media se dedican al día 1:18 y
1:24 horas respectivamente. En el intervalo de edad entre los 35 y los 59 años las diferencias entre sexos
son mayores, las mujeres dedican a usar el ordenador y a navegar por internet 0:39 y 0:42 minutos diarios
mientras que los hombres lo hacen durante hora y media aproximadamente.
Las actividades de ocio pasivo más frecuentes son la lectura, T.V. y radio, la población de la CAPV en general dedica más de dos horas diarias a ello. El tiempo medio por participante es de 2:20 horas en el caso de
los hombres y de 2:08 en el caso de las mujeres. Es interesante observar el total del tiempo sin uso determinado con el que contamos diariamente, casi dos horas y media. En la asistencia a espectáculos, juegos y
aficiones se observa la misma tendencia de mayor dedicación por partes de los hombres que de las mujeres.
Esta encuesta elaborada por el Eustat, ofrece datos interesantes como los que hemos comentado, pero se
olvida de una parte importante en cuanto al uso del tiempo libre de las personas. Nos referimos al tiempo
dedicado a la colaboración activa en ONGs, a las actividades derivadas de asociarse (pertenencia a sociedades
y asociaciones), de afiliarse... y en definitiva a aquellas actividades que significan un compromiso de carácter social o político y cuya importancia para nuestra investigación estriba en que son un medio importante
para canalizar la participación ciudadana.
| 127 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 13
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 70
No ha sido posible acceder a los datos de afiliación de
todos los partidos políticos y sindicatos, pero los que recogemos en el gráfico nos sirven para hacernos una idea de
que la afiliación femenina en la mayoría de los casos, no
llega a representar ni un tercio del total.
Por otra parte, a través del voluntariado, las ciudadanas y
ciudadanos reivindican que “además de sujetos privados,
electores, consumidores y mano de obra, son actores
sociales capaces de aportar ideas, soluciones y recursos
para el desarrollo social a través de la libre participación en
estructuras asociativas de todo tipo”.9
Fuente: Elaboración propia a partir de datos ofrecidos
por los pp.pp. y sindicatos al Instituto Nacional de la
Mujer. 2002
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 71
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del
Estudio sobre el Voluntariado en Bizkaia.
Bolunta.2004
El estudio realizado por Bolunta y Fundación EDE10 sobre el
voluntariado vizcaíno constata que la gran mayoría (66%)
de voluntarios y voluntarias en Bizkaia, son mujeres11.
También resulta significativo que sea el colectivo dedicado
a las tareas del hogar la segunda categoría con mayor
índice de voluntariado (22%) por detrás de las personas
asalariadas por cuenta ajena.
Entre las razones que movilizan al voluntariado se advierte
una diferencia entre sexos, así, la satisfacción por ayudar a
las demás personas y la utilidad social de la acción son más
determinantes que la satisfacción personal en el caso de
las mujeres, al contrario que en los hombres donde esa
razón es la principal. También hay una diferencia clara en
la preferencia del ámbito social de intervención: mientras
que los hombres se decantan por los ámbitos de Deporte y
Tiempo Libre, las mujeres ejercen su acción fundamentalmente en los ámbitos de enfermedades y servicios
sociosanitarios.
Un alto porcentaje de personas voluntarias en una organización están además asociadas, bien sea a la entidad en la
que prestan su labor como voluntarias o bien en otra. El
movimiento asociativo en nuestra Comunidad es cada vez mayor, el registro de asociaciones del Departamento
de Justicia, Trabajo y Seguridad Social de Gobierno Vasco cifra en 14.366 el número de asociaciones existentes
en la CAPV en 2003.
(9) Bolunta. (2004). Estudio sobre el Voluntariado en Bizkaia. Bolunta, Bilbao.
(10) Idem.
(11) Teniendo en cuenta que a partir del estudio se estima que el voluntariado en Bizkaia agrupa a un 11% de la población mayor
de 18 años aproximadamente (106.200), una extrapolación del resto de datos extraídos nos lleva a cifrar en 70.092 las mujeres voluntarias en dicho Territorio.
| 128 |
Cap. IV. Distribucion del tiempo y el trabajo domestico
Tabla 14
El siguiente grupo más numeroso es el formado por las asociaciones relacionadas con la docencia, 9,3% del
total, entre las que son mayoría las asociaciones de padres y madres de alumnos y alumnas (AMPAS). Le
siguen las asociaciones vecinales (6%) y las benéfico asistenciales (5,4%). Dentro de las clasificadas bajo el
epígrafe de familia y consumo (4,6% del total) se encuentran algunas de las asociaciones que nacen con el
objetivo de aglutinar a sectores concretos de la población y de luchar por sus intereses y que han tenido voz
en esta investigación: asociaciones de viudas (33), asociaciones de personas divorciadas (26), asociaciones
de madres solteras (4), etc.
La edad también es un aspecto diferencial que determina el tipo de asociación, los objetivos e incluso las
actividades que se realizan. Así lo constata un estudio realizado por el Departamento de Ciencia Política y
de la Administración de la UPV/EHU y la Diputación Foral de Bizkaia sobre el Asociacionismo de Mujeres en
Bizkaia12, pero en general se puede decir que son las mujeres de entre 36 y 65 años las que conforman mayoritariamente (80,42%) el tejido asociativo de Bizkaia.
(12) Elizondo, A. Y Martinez, E. (2001). El
29, p.207-215.
Asociacionismo de Mujeres en Bizkaia: rasgos y necesidades. Inguruak,
Los resultados del estudio recogen la información de un 28,78% del total de asociaciones de mujeres inscritas en el año 2000 en el
Territorio Histórico de Bizkaia (198).
| 129 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Más de la mitad de las asociaciones
registradas tienen carácter cultural.
Un 15% son de carácter sociopolítico y socioeconómico, y entre ellas
destacan la organizaciones de promoción de la mujer (254 asociaciones, 12% de este grupo y 1,7%
sobre el total) y los grupos feministas (41 asociaciones, 2% sobre
este grupo y 0,3% sobre el total).
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 72
Fuente: elaboración propia a partir de datos del estudio “El Asociacionismo de Mujeres en Bizkaia: rasgos y necesidades”, citado
en nota nº 8.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El gráfico de arriba muestra la distribución de las asociaciones de mujeres de Bizkaia según su ámbito de
actuación. Si bien es cierto que buena parte de las asociaciones surgen con la intención de cubrir necesidades específicas de las mujeres y para trabajar en la defensa de sus intereses y derechos vemos que la actividad mayoritaria de las vizcaínas asociadas se enmarca en el ámbito de la cultura (organización de cursos y
actividades socioculturales). Curiosamente sólo el 7% de las asociaciones de mujeres se circunscriben en el
ámbito de lo ideológico (organizaciones feministas).
| 130 |
Cap. V. La feminizacion de la pobreza
Cap. V.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
La feminización de la pobreza
| 131 |
Cap. V. La feminizacion de la pobreza
C
omo ya ha quedado recogido en el marco teórico de esta investigación, no existe acuerdo alguno en lo
que a definición de pobreza se refiere y partimos de la certeza de que los diferentes enfoques principales
pueden ser tenidos en cuenta como complementarios. No es objeto de este trabajo el medir la pobreza,
con lo que no hemos visto necesario hacer nuestra ninguna de ellas en concreto, tratando de evitar poner
constricciones a aquellos aspectos y claves que sobre todo con el trabajo de campo cualitativo pudiéramos
descubrir.
C
No obstante es evidente que todo trabajo tiene un límite y por eso debemos aclarar que en este caso, el
marco que da sentido y establece los parámetros que guían los diferentes capítulos se basa en dos de los
conceptos que por su operatividad más extendidos están entre los estudios actuales: pobreza y exclusión
social.
•
Pobreza: dejando atrás el concepto caduco y reduccionista que únicamente tenía en cuenta los recursos
económicos, hoy la Comisión de las Comunidades Europeas en los Programas de Lucha contra la Pobreza
considera que son pobres “aquellas personas, familias y grupos de personas cuyos recursos (materiales,
culturales y sociales) son tan limitados que les excluyen del mínimo nivel de vida aceptable en los
Estados miembros en los que viven”.
•
Exclusión social: en relación al complejo fenómeno de la privación y sus procesos surge este concepto
que pretende abarcar otras dimensiones más allá de los recursos. En particular los investigadores del
Tercer Programa de Lucha Contra la Pobreza, sugieren que la exclusión se define en términos de fallo de
uno o más de los siguientes sistemas: el sistema democrático y legal, que promueve la integración cívica; el mercado de trabajo, que promueve la integración económica; el sistema de Estado de Bienestar,
que promueve la integración social; y el sistema familiar y de comunidad, que promueve la integración
interpersonal.
La medición, en este sentido, es bastante más compleja y sólo recientemente se han llevado a cabo algunas investigaciones que parten de entender la exclusión como una acumulación de límites a la participación social y que han ido proporcionando algunos indicadores con los que medir y sobre los que
recoger información.
Comenzaremos comentando algunos datos sobre la distribución de la renta de hogares y personas y también
sobre la proporción de hogares cuya fuente principal de ingresos son las prestaciones sociales. Finalmente,
analizaremos los índices de pobreza, aunque en cualquier caso, trataremos de que la interpretación de
números no pierda de vista la realidad que empuja a las diferentes situaciones de pobreza.
(1) El umbral de la pobreza se establece según las diferentes metodologías a partir de ingresos inferiores al 50% de la media o 60%
de la mediana. Ver definiciones de las diferentes metodologías para calcular los indicadores de pobreza en Notas a pié de página nº
15 y siguientes.
| 133 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Aunque no podemos olvidar que todavía, a efectos prácticos, el indicador utilizado a la hora de contabilizar el número de personas y hogares pobres (estadísticas) son los ingresos, los gastos o la renta media
(así se establece una línea denominada “umbral de pobreza” que divide a la población considerando
pobres a aquellos y aquellas que tienen un nivel económico inferior a un determinado porcentaje de la
media1) y que por otro lado, se toma como unidad de análisis a la familia (ocultando las posibles
desigualdades intrafamiliares en el reparto de recursos). Además, otro de los problemas sin resolver consiste en que los datos que resultan, según se utilice una metodología u otra, son dispares.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Aunque indudablemente no es la única fuente de medición de riqueza, los datos sobre los niveles de renta
ofrecen información sobre los ingresos2 medios de las personas3 y familias4 de un determinado ámbito geográfico. Profundicemos en ello.
Tabla 15
La renta total se compone en un 86% de las rentas del trabajo5 y en menor medida de las rentas de actividad6 y de las provenientes del capital7. La tabla refleja los valores medios calculados para la población pero
hemos de tener presente que la distribución de la renta entre la población es muy desigual.
La renta personal media de la población de la CAPV se cifraba en 1997 en 9.888 euros, en el caso de los hombres el dato ascendía a 13.882 y en el caso de las mujeres descendía a 6.122 euros, lo que supone un 38%
menos.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Un 16% de la población total no computó renta y alrededor de un 60% percibió una renta por debajo del
promedio de 9.888 euros. Estos porcentajes son considerablemente más elevados cuando se trata de mujeres,
de hecho, dos de cada diez mujeres no percibieron renta y tres de cada cuatro percibieron una renta inferior a la media para toda la población.
(2) Se trata de los ingresos declarados (retribuciones fiscales).
(3) Renta percibida por los individuos de 18 y más años. Se ha despreciado la renta de los menores por considerarse residual.
(4) Es el resultado de agregar las rentas de los individuos de más de 18 años pertenecientes a una misma familia.
(5) Renta del trabajo según Eustat: contraprestaciones, dinerarias o en especie, que deriven directa o indirectamente del trabajo personal por cuenta ajena o de la relación laboral o estatutaria del contribuyente. De manera general, tienen la consideración de rentas
de trabajo, los sueldos y salarios, las prestaciones por desempleo, las retribuciones derivadas de relaciones laborales de carácter especial, las pensiones y haberes pasivos percibidos de los regímenes públicos de la Seguridad Social y Clases Pasivas.
(6) Renta de Actividades Económicas según Eustat: aquellos rendimientos que, procediendo del trabajo personal y del capital conjuntamente, o de uno solo de estos factores, supongan por parte del contribuyente la ordenación por cuenta propia de medios de producción y de recursos humanos o de uno de ambos, con la finalidad de intervenir en la producción o distribución de bienes o servicios. En particular, tienen esta consideración las actividades extractivas, de fabricación, comercio o prestación de servicios, incluidas las de artesanía, agrícolas, forestales, ganaderas, pesqueras, de construcción, mineras, y las profesionales.
(7) Renta del capital mobiliario según Eustat: rendimientos obtenidos por la participación en los fondos propios de cualquier tipo de
entidad, los rendimientos obtenidos por la cesión a terceros de capitales propios, los rendimientos dinerarios o en especie procedentes de operaciones de capitalización y de contratos de seguros de vida o invalidez y otros rendimientos del capital mobiliario.
Renta del capital inmobiliario según Eustat: rendimientos procedentes de la cesión de bienes inmuebles así como otros rendimientos procedentes de la titularidad de bienes inmuebles urbanos o de derechos reales que recaigan sobre los mismos.
| 134 |
Cap. V. La feminizacion de la pobreza
Gráfico 73
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT. Estadística de renta personal y familiar.
Si comparamos los datos sobre estratos de renta para cada uno de los colectivos (hombres y mujeres) con
sus respectivas medias, vemos que el 42% de los hombres obtuvo una renta igual o superior a la media para
su colectivo (13.882 euros), mientras que en el caso de las mujeres, sólo un 32% alcanzó dichas condiciones
(renta superior o igual a su propia media, 6.122 euros).
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Más de un 57,93% de las mujeres mayores de 18 años de la CAPV, reciben una renta inferior al 50% de la
renta media personal establecida. El porcentaje de hombres que se encuentra por debajo del mencionado
umbral de pobreza (4.944 euros) no llega al 25%.
(8) La línea vertical de los gráficos señala los intervalos donde se encuentra la media de renta para el colectivo.
| 135 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 74
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT. Estadística de renta personal y familiar
Tal y como queda reflejado en el siguiente gráfico, las diferencias de renta personal entre los dos sexos varían
en función de la edad. En todos los intervalos el colectivo de hombres dispone de una mayor renta, pero las
diferencias se hacen más notables en la franja de edad que va de los 45 a los 65 años (en concreto, en el
intervalo de edad de entre 50 y 54 años la cantidad diferencial a favor de los hombres llega hasta los 15.000
euros).
(9) La línea vertical de los gráficos señala los intervalos donde se encuentra la media de renta para el colectivo.
| 136 |
Cap. V. La feminizacion de la pobreza
Gráfico 75
Fuente: Elaboración propia a partir de la Estadística de renta personal y familiar del EUSTAT
Atendiendo a los datos que distribuyen la población en función de su relación con la actividad, se hace evidente nuevamente que la media de renta es un dato que conlleva una gran desviación. Así, podemos constatar cómo las personas inactivas (jubilados y jubiladas, estudiantes y personas dedicadas a labores del
hogar entre otras) cuentan con rentas muy inferiores a la que tienen las personas ocupadas. Concretamente
las personas dedicadas a realizar labores del hogar, fundamentalmente mujeres, tienen una renta más de seis
veces inferior a la de las personas ocupadas.
Fuente: Elaboración propia a partir de la Estadística de renta personal y familiar del EUSTAT
Las diferencias entre hombres y mujeres se aprecian también dentro de los propios colectivos de actividad.
| 137 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 76
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 77
Fuente: Elaboración propia a partir de la Estadística de renta personal y familiar del EUSTAT
Las mujeres insertas en el mercado laboral
cuentan con una renta un 20% menor a la
media mientras que los hombres que trabajan tienen una renta un 10% superior a la
media (para el total de personas ocupadas).
Los y las profesionales técnicos, científicos
e intelectuales resultaron más favorecidas,
con una renta media de 24.196 euros,
aunque con una diferencia entre hombres y
mujeres del 30% (inferior para ellas). En el
caso opuesto, las personas que menor renta
percibieron fueron las trabajadoras cualificadas en la agricultura y en la pesca y las
trabajadoras de servicios de restauración,
personales, de protección y de venta en
comercios (renta media de 11.956 euros).
Además, dentro de este último colectivo de
profesionales las mujeres perciben casi un
40% menos de renta que los hombres.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Jubiladas y pensionistas también cuentan con rentas dispares, la diferencia dependiendo de si se trata de
receptor o receptora es de 4.562 euros, lo que significa un 40% menos.
Atendiendo al nivel de instrucción, las rentas más elevadas se registran entre quienes tienen estudios superiores y medios superiores (15.755 y 14.785 respectivamente) seguidas de las personas que cuentan con
estudios profesionales (11.276) y medios (9.576). Las personas analfabetas, sin estudios y con estudios primarios registran valores de renta menores a la media. En el caso de las mujeres es importante decir que las
que tienen estudios no superiores a los primarios (4.440 euros) perciben una renta un 27% inferior a su
propia media y que dichos ingresos suponen menos de la mitad de los ingresos medios calculados para el
total de la población de la CAPV.
Gráfico 78
Fuente: Elaboración propia a partir de la Estadística de renta personal y familiar del EUSTAT
| 138 |
Cap. V. La feminizacion de la pobreza
Los siguientes gráficos vienen a resumir, en cierto sentido (ya que este tipo de datos no se ofrecen desglosados en función del sexo, ni de tipologías familiares), el panorama que describe la situación de las familias.
Gráfico 79
Si bien uno de cada tres hogares vascos tenía
alguna dificultad para llegar a fin de mes
(23,6 +14,7) en el año 2003, debemos decir
que la cifra ha descendido en comparación
con los dos años inmediatamente anteriores
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT y INE.
Encuesta continua de presupuestos familiares.
No obstante, en estos tres últimos años las
posibilidades de ahorro de las familias vascas
en general disminuyen. En total el porcentaje de hogares que puede ahorrar ha experimentado un descenso del 11,2% con respecto al 2001.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT y INE.
Encuesta continua de presupuestos familiares.
Las diferencias entre sexos se reflejan también a través de las cifras sobre renta familiar; En 1997 la renta
media por familia se cifró en 25.357 euros (2,6 veces la renta personal), casi un 2% de las familias no
percibía ninguna renta y un 60% contaba con unos ingresos por debajo de la media.
| 139 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 80
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 81
Dependiendo de si el perceptor principal es un hombre o una
mujer la cifra que indica la renta media familiar sube o baja
hasta 7.000 euros. Las familias encabezadas por un hombre sin
renta representan un 1,25% de ellas, mientras que las
encabezadas por una mujer casi triplican la cifra anterior
(3,42%).
Fuente: Elaboración propia a partir de la Estadística de renta personal y
familiar del EUSTAT
Observamos en el siguiente gráfico la distribución de las familias vascas según diferentes estratos de renta
y volvemos a comprobar una distribución de la renta poco equitativa, o dicho de otra forma, de un proceso
de concentración de la renta.
El 43,6% de las familias encabezadas por una mujer registran rentas inferiores al 50% de la media mientras
las encabezadas por hombres en la misma situación representan un 24% menos (19,5%). Un 46% de las
familias encabezadas por hombres perciben una renta igual o superior a la media, mientras que sólo una de
cada tres de aquellas que tienen como sustentadora principal a una mujer cumplen dicha condición.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Las barras blancas del gráfico indican los estratos de renta en los que el porcentaje de familias encabezadas
por una mujer adquiere cotas superiores a las de la media (total de familias) y como podemos observar, coinciden con los estratos de renta más bajos, concretamente con aquellos que se sitúan por debajo del umbral
de la pobreza. Las barras negras, en cambio, representan los estratos donde el porcentaje de familias
encabezadas por una mujer es menor al del total de familias y estas barras se extienden a lo largo de los
estratos de renta más elevados.
Gráfico 82
Fuente: Elaboración
propia a partir de la
Estadística de renta personal y familiar del
EUSTAT
| 140 |
Cap. V. La feminizacion de la pobreza
Gráfico 83
En el caso de las personas que viven solas, su
renta familiar resulta algo menor de la mitad
de la media general (11.679 frente a 25.379
respectivamente). Pero además, una mujer
que vive sola cuenta con un 35% menos de
renta que un hombre en su misma situación.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT y INE.
Encuesta continua de presupuestos familiares.
Sin tratar de profundizar excesivamente en ello, hemos querido acercarnos a las cifras sobre perceptores de
prestaciones sociales, con la intención de tener una visión sobre el conjunto de población cuya renta
depende de ellas (Será en el apartado de protección social en el que nos extendamos algo más en torno a
las prestaciones contributivas y no contributivas).
Un nada desdeñable 31% de la población española tiene como fuente principal de ingresos algún tipo de
prestación social, si bien la mayor parte es preceptora de una pensión, no podemos dejar de señalar que un
porcentaje pequeño pero importante de personas depende de prestaciones por desempleo y subsidios
sociales.
| 141 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Para tratar de hacernos una idea sobre el número y tipo de población cuya fuente principal de ingresos son
las prestaciones sociales, hemos tenido que recurrir mayormente a los datos recogidos en el Panel de
Hogares de la Unión Europea para España.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Tabla 15
Del 100% de los ingresos que salen de pensiones
y otras prestaciones sociales (que como se aprecia en la tabla suponen el 31% del total de las
fuentes de ingresos), las pensiones suponen el
83,2%. El resto se distribuye entre subsidios
(11,5%) y prestaciones por desempleo (5,3%).
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 84
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE. Panel de hogares de la Unión Europea 2001
| 142 |
Cap. V. La feminizacion de la pobreza
Gráfico 85
Para seis de cada diez de las personas que viven solas en España las prestaciones sociales son su principal
fuente de ingresos (en el 94,4% de los casos se trata de pensiones y sin duda se computa en este apartado
un gran número de personas ancianas). Además, la mitad de las familias formadas por una pareja y su descendencia, también según datos de 1998, dependen de las prestaciones sociales. Éste también es el caso de algo
menos una de cada tres familias monoparentales/marentales. De hecho, el 84% de las familias encabezadas
por un único adulto y sus descendientes en España, cuya fuente principal de ingresos son las prestaciones
sociales, están cobrando algún tipo de pensión.
En 1996 la distribución porcentual de los hogares españoles pobres en función del tipo de prestación social
que recibían y el sexo del sustentador principal era la siguiente:
| 143 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir del Panel de Hogares de la Unión Europea del INE
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 17
La mayor parte de las mujeres que percibían en 1996 prestaciones estaban cobrando una pensión de
viudedad. Sólo un 13,6% recibía una pensión de jubilación y un 5,8% de invalidez. En el 26% de los casos
restantes, las mujeres cobraban varios tipos de prestaciones asistenciales.
Como venimos comentado, la perspectiva de género ha estado ausente de los estudios de pobreza y de los
análisis de los procesos de empobrecimiento durante mucho tiempo y ha supuesto que, aunque recientemente se han desarrollado teorías que han tratado de mitigar los vacíos de conocimiento en este sentido,
en la parte más metodológica y técnica (operativización, recogida de datos, medición...) siga siendo una
asignatura pendiente.
A continuación, y antes de profundizar en los datos relativos a la CAPV vamos a comentar brevemente
algunos datos interesantes relativos a los índices de pobreza en los Estados miembro de la U.E.
El Eurostat concluye en un estudio reciente11 que el 15% de la población de los Estados miembro (aproximadamente 56 millones de personas) vive en situación de pobreza. Conviene aclarar, sin embargo, que el
concepto es relativo ya que se calcula en función de la renta media. No de la renta europea, sino de la de
(10) Madruga Torremocha, I. y Mota López, R. (1999 : 96). Las condiciones de vida de los hogares pobres encabezados por una mujer:
pobreza y género. Fundación Foessa y Cáritas, Madrid.
(11) Eurostat. Statistiques en bref. Population et Conditions Sociales. Theme 3-8/2003 y 3-9/2003.
| 144 |
Cap. V. La feminizacion de la pobreza
cada país; con lo que se puede dar la circunstancia de que alguien considerado pobre en Suecia o en Alemania
disponga de más renta que otra persona que no tiene tal condición en Grecia, Portugal o España.
En 1999 el 9% de la población de la UE estaba en riesgo persistente de pobreza, habiendo percibido una
renta equivalente inferior al umbral del 60% en ese año y algo menos durante dos de los tres años precedentes. La media esconde diferencias entre los Estados miembro que varía desde el 5% en Dinamarca,
Finlandia y Países Bajos hasta el 14% en Portugal.
En ese mismo año se calcula que la renta del 20% de la población de la UE de mayor renta es 4,6 veces superior al 20% de población con menor renta. Además, si se tiene en cuenta el conjunto de la distribución de
las rentas (coeficiente de Gini) a la UE le corresponde un índice del 29% que debe interpretarse sabiendo
que el 0% representa la igualdad perfecta y el 100% equivaldría a que el total de la renta nacional se encontrase en manos de una sola persona.
El informe también pone de manifiesto que en el 2001 el 2% de la población activa de la UE llevaba en paro
24 meses como mínimo. Cerca de dos tercios de la población parada estaba en paro de muy larga duración
y esta situación era prácticamente dos veces más grave para las mujeres que para los hombres en Grecia,
España e Italia.
No obstante, lo que más llama la atención de este estudio es que pone de manifiesto el efecto que la
actuación estatal tiene sobre el índice de pobreza, gracias a las transferencias sociales. De hecho, es muy
difícil elaborar estadísticas comparativas entre países debido a la falta de criterios a la hora de calcular las
rentas en cada uno de ellos. Por ejemplo, países como Grecia, Portugal o España acumulan las tasas más
altas de pobreza relativa debido al escaso efecto de sus transferencias sociales, que tan solo reducen entre
cuatro y tres puntos el porcentaje de pobreza. Mientras, ésta se reduce por termino medio en Europa en nueve
puntos. En el caso de España el gasto de protección social es del 20%, el segundo más bajo de todos por
detrás de Irlanda.
La pobreza de mantenimiento se da cuando “las situaciones de precariedad en términos de mantenimiento
incluyen las distintas realidades de dificultad de cobertura, con los ingresos efectivamente disponibles, de
los gastos necesarios para hacer frente a las necesidades de los hogares”.Dentro de este tipo de pobreza de
mantenimiento, diferencian entre pobreza grave y ausencia de bienestar:
-
El riesgo de pobreza grave “hace referencia a realidades caracterizadas por una disponibilidad de ingresos económicos potencialmente insuficientes para hacer frente a la cobertura de las necesidades más
elementales, particularmente las relacionadas con los gastos regulares de alimentación, vivienda, vestido y calzado”.
-
Mientras, el riesgo de ausencia de bienestar “se relaciona con una disponibilidad de ingresos potencialmente insuficientes para hacer frente a los gastos necesarios para mantener los niveles mínimos de bienestar y comodidad esperados en una determinada sociedad, más allá de la mera cobertura de las necesidades básicas”.
(12) EUSTAT (2000). Encuesta de Pobreza y desigualdades sociales. Gobierno Vasco. www.eustat.es
| 145 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
A continuación pasamos a exponer e interpretar los datos que sobre pobreza en la CAPV se han publicado
recientemente, no sin antes presentar los términos en los que el Eustat hace referencia a diferentes tipos de
pobreza12: pobreza de mantenimiento y pobreza de acumulación.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
La pobreza de acumulación, por su parte, “se relaciona en lo fundamental con la incapacidad de un hogar
para conseguir acceder a los bienes de consumo duradero necesarios para mantener, en el largo plazo,
un nivel de vida mínimamente adecuado o disponer de unos recursos patrimoniales de apoyo mínimos”.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 18
(13) En los indicadores de riesgo de ausencia de bienestar o bajos ingresos se incluyen los colectivos pobres
(14) Muy importante señalar que: las tasas personales se calculan aplicando la situación del hogar en el que reside cada persona y
no en base a los recursos personales en sentido estricto.
(15) En la EPDS se ofrecen indicadores y tasas de pobreza de mantenimiento (así como, en algunos casos, de ausencia de bienestar) derivados del uso de las siguientes metodologías: EDIS-Cáritas; EUROSTAT; SPL (Subjective Poverty Line); EPDS (Gobierno Vasco).
(16) Responde a un intento de asociar el cálculo de los umbrales de pobreza a la propia percepción de la sociedad respecto a sus
necesidades básicas. El método se basa en el estudio de la relación existente entre las respuestas de los hogares analizados en la
operación estadística de referencia respecto de una serie de preguntas relacionadas con la medición de la pobreza u otras formas de
ausencia de bienestar (ingresos necesarios para cubrir las necesidades básicas e ingresos mínimos necesarios para llegar a fin de
mes, fundamentalmente) y los ingresos actuales reales de los hogares considerados.
(17) De acuerdo con esta aproximación, pueden considerarse pobres los hogares con ingresos inferiores al 50% de los ingresos
nacionales netos medios disponibles por unidad de consumo equivalente.
(18) es sino una versión adaptada del método EDIS-Cáritas. Consideran pobres los hogares con ingresos inferiores al 60% de la mediana de ingresos netos equivalentes.
| 146 |
Cap. V. La feminizacion de la pobreza
Como vemos, en el año 2000 en la CAPV, el indicador de riesgo de pobreza grave se situaba en el 5,5 y afectaba a un total de 37.776 hogares; es decir, unas 74.364 personas afectadas (3,6% de la población). La ausencia de bienestar afecta a casi un 30% de los hogares de la CAPV y a un 21% de la población. Si por otro
lado, nos fijamos en los datos relativos a la pobreza de acumulación observamos que afecta a algo más del
2,1% de los hogares y a un total de 52.943 personas (2,6% de la población total).
Si consideráramos los dos tipos de pobreza (real o de riesgo) conjuntamente, se podría estimar que en total,
un 6,8% de los hogares y un 5,4% de la población de la CAPV se ve afectada por uno u otro tipo de pobreza.
Gráfico 86
Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta
de Pobreza y Desigualdades Sociales del EUSTAT.
(19) En el año 2000, la muestra de la EPDS ha incluido a 3.296 hogares. El estudio complementario relativo a la pobreza encubierta se ha basado en la aplicación de un cuestionario complementario a 573 personas con potenciales problemas de pobreza encubierta.
(20) Los mínimos señalados (para cubrir necesidades básicas o para llegar a fin de mes) hacen referencia a los declarados por cada
uno de los hogares analizados.
| 147 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Además de los indicadores objetivos que se han presentado,
la citada Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales
recoge datos derivados de la percepción de la población. Los
datos subjetivos indican que la proporción de hogares que
se consideran a sí mismos como pobres (2,6%) resulta
mucho menor al resultado determinado por métodos objetivos (6,8% hogares en situación o riesgo de un tipo u otro
de pobreza).
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Tabla 19
De las 74.364 personas que padecen situaciones de precariedad a la hora de cubrir las necesidades más elementales, 28.597 son hombres (2,8% de los hombres) y 45.766 son mujeres (4,3% de las mujeres). Dicho de
otra manera, las mujeres representan el 61,5% de la población pobre de la CAPV (pobreza de acumulación).
En el caso de los hogares, se encuentran en riesgo de pobreza el 3% de los encabezados por un hombre
(15.930) y el 13,3% de los encabezados por una mujer (21.846). El 58% de los hogares vascos en riesgo de
pobreza de acumulación están encabezados por una mujer.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Por otro lado, se calcula que un 2,6% de la población y un 2,1% de los hogares no tienen la capacidad suficiente para conseguir, a largo plazo, mantener un nivel de vida mínimamente adecuado. Los índices de
las mujeres, también en este caso superan los de los hombres.
La incidencia de una u otra pobreza es casi cuatro veces mayor en los hogares encabezados por una mujer.
| 148 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cap. V. La feminizacion de la pobreza
Tabla 20
| 149 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
La pobreza afecta en mayor medida a los y las jóvenes y a las personas mayores. Algo más de una de cada
cuatro personas divorciadas o separadas tiene algún tipo de problema ligado a la pobreza y le siguen de cerca
las personas solteras. Sin duda la pobreza está muy ligada al desempleo, pero no deben olvidarse los altos
porcentajes de personas inactivas y ocupadas inestables. Es apreciable la tendencia de menor tasa de pobreza
a mayor nivel educativo.
Son las personas que viven solas, especialmente las mujeres, junto con las familias monomarentales las que
mayores riesgos de pobreza padecen:
Gráfico 87
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales del EUSTAT
El riesgo de padecer pobreza en el colectivo de mujeres que viven solas duplica el indicador masculino. Pero
sobre todo resulta interesante la disparidad existente en cuanto al riesgo de pobreza, entre las familias
monoparentales y las monomarentales.
Las familias formadas por una madre y su descendencia registran un índice de riesgo casi nueve veces mayor
a las encabezadas por un hombre en solitario.
Como ya hemos visto, en términos generales, el 13,3% de los hogares cuyo sustentador principal es una
mujer se encuentran por debajo del umbral de la pobreza (afecta a 21.846 hogares vascos y 45.766 personas). Concretamente en el caso de las mujeres que viven solas la pobreza estaría afectando (basándonos
en datos del 2001) a 15.292 mujeres (17,1%). En el caso de los hogares formados por una mujer y sus hijos
e hijas en los que ella es la única sustentadora (familias monomarentales) casi el 9% se sitúa por debajo de
dicho umbral (6.373 hogares).
No menos importante es hablar de los colectivos que no disponen o se encuentran en riesgo de no disponer de los suficientes ingresos para hacer frente a los gastos que les permitan mantener ciertos niveles mínimos de bienestar y comodidad, más allá de la mera cobertura de las necesidades básicas. Nuevamente debemos decir que son las mujeres solas (con o sin hijos e hijas) las que registran mayores probabilidades de
sufrir ausencia de bienestar (71,4%). Además un 31% de los hogares monomarentales están en situación de
ausencia de bienestar.
| 150 |
Cap. V. La feminizacion de la pobreza
Gráfico 88
Como ya hemos dicho, es la población desempleada la que cuenta con los índices de pobreza más elevados.
En todos los casos los índices de pobreza de las mujeres sustentadoras principales de su hogar son mayores
que los correspondientes a los hombres cabeza de familia, pero las diferencias se hacen más notables en los
casos de desempleo e inactividad. Las mujeres en paro tienen un 30% más de riesgo de pobreza que los hombres en su misma situación. La inactividad también está afectando de forma especialmente negativa a las
mujeres.
| 151 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Encuesta de pobreza y desigualdades sociales.2000
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 89
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Encuesta de pobreza y desigualdades sociales.2000
Aún más destacable resulta sin duda, que desde 1996 hasta 2000 todos los indicadores de pobreza femeninos en relación con la actividad hayan aumentado considerablemente, mientras se ha conseguido reducir en
algunos casos la incidencia de la pobreza en el colectivo de hombres (hombres en situación de desempleo e
inactivos mayores de 65 años). Los datos a los que nos referimos podrían estar apuntando a una insuficiente
cobertura de la protección social que afecta especialmente a las mujeres inactivas mayores de 65 años (pensiones de viudedad entre otras), a las mujeres desempleadas (prestaciones por desempleo, recursos de inserción...) y a las mujeres inactivas menores de 65 años (prestaciones sociales de carácter asistencial...).
| 152 |
Cap. V. La feminizacion de la pobreza
Gráfico 90
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Encuesta de pobreza y desigualdades sociales.2000
La pobreza de acumulación muestra algunas variaciones con respecto al anterior tipo de pobreza analizado.
Un 16% de las personas que no cuentan con los ingresos suficientes para mantener unos niveles mínimos de
bienestar son personas que cuentan con empleos estables. Puede decirse que hay un menor porcentaje de
mujeres entre este tipo de población pobre.
En suma, en el año 2000 se contabilizaron en la CAPV un total de 15.292 mujeres que vivían solas y 6.373
hogares monomarentales en situaciones en las que la cobertura de los gastos para satisfacer las necesidades
más elementales era imposible o muy difícil.
Retomando la tipología de mujeres solas que hasta el momento hemos ido desarrollando, podríamos añadir
una característica más a los dos tipos de mujeres solas a las que tratamos de seguir la pista a lo largo de
los diferentes capítulos de nuestro estudio:
-
De entre las que viven solas (índice general =17) en torno a un 10% de las mujeres inactivas mayores
de 65 años viven una situación real o de riesgo de pobreza de mantenimiento.
-
De entre las que encabezan un hogar monomarental (índice general = 8,9) un 17% de las mujeres inactivas menores de 65 años y un 60% de las paradas padecen situaciones de precariedad.
| 153 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los dos gráficos de arriba muestran la forma en que se distribuye la población pobre de la CAPV en relación
con la actividad y el sexo. Hemos visto que la pobreza de mantenimiento afecta en mayor medida a la
población desempleada, pero es la población femenina inactiva, fundamentalmente mujeres mayores de 65
años pero también otras contabilizadas como tales (mujeres dedicadas al trabajo doméstico exclusivamente,
trabajadoras de la economía sumergida y estudiantes) la que mayor peso relativo tiene en el colectivo de
personas pobres. Entre todas ellas representan el 40,5% de la población de la CAPV en riesgo o situación de
pobreza de mantenimiento.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Parece claro que los altos índices de pobreza (en comparación con los índices masculinos) de las mujeres de
la CAPV y en concreto de las mujeres solas, pudieran estar muy determinados por cada una de las características sociodemográficas que las definen.
En concreto, los peores índices de pobreza se aglutinan en torno a las personas mayores de 65 años, las personas separadas y divorciadas (seguidas de las que han enviudado), las personas en paro (seguidas de las
inactivas) y aquellas que sólo han cursado estudios primarios. Pero esto no lo puede estar explicando todo,
ya que comprobamos que la pobreza está afectando a las mujeres de forma específica, al observar que sus
índices superan con mucho los de los hombres en situaciones definidas por el mismo factor (paro, inactividad, etc.).
Con todo, podría decirse que las diferencias en los índices de pobreza de hombres y mujeres nos están
hablando de la existencia de distintas causas que definen distintos procesos de empobrecimiento. Así, entre
los diferentes tipos de hogares encabezados por una mujer en solitario pueden distinguirse factores que inciden y a su vez explican diferentes formas de encaminarse hacia la pobreza.
En algunos estudios publicados21 recientemente se habla de la conexión entre diferentes tipos de Estados de
Bienestar, a partir de las características de sus sistemas de protección social y el empobrecimiento. El mayor
conocimiento del sistema de protección social en cada caso puede ayudarnos a determinar qué factores están
favoreciendo la concentración de la riqueza (distribución desigual y poco equitativa de la renta) y qué elementos redistributivos no están cumpliendo su función para que las bolsas de pobreza no sólo persistan sino
que además engorden.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Un ejercicio pendiente para el próximo capítulo será, por tanto, ahondar en las conexiones entre el sistema
de protección social de la CAPV y las características que en mayor medida están incidiendo en los procesos
de empobrecimiento de las mujeres solas.
Hemos visto que la pobreza, por una parte, está incidiendo más en las mujeres mayores de 65 años (que en
su mayoría son viudas) y en su mayoría dependientes de pensiones de viudedad o pensiones no contributivas. Por otra parte, la incidencia sobre las mujeres inactivas menores de 65 años (donde podrían estar contabilizándose a aquellas que trabajan en la economía sumergida y las amas de casa) y las paradas debería
hacernos reflexionar sobre la insuficiencia de recursos sociocomunitarios, los recursos de inserción que se les
ofrecen y las prestaciones económicas no contributivas.
(21) Mateo Pérez, M.A. (2002). La pobreza de la mujer: los procesos de empobrecimiento de las mujeres europeas. En III Jornadas
de Exclusión Social “Feminización de la pobreza”, Cádiz.
| 154 |
Cap. VI. Proteccion social
B. INSTRUMENTOS Y RECURSOS
DE INCLUSIÓN SOCIAL AL ALCANCE
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
DE LAS MUJERES SOLAS DE LA CAPV
| 155 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cap. VI. Proteccion social
Cap. VI.
Protección social
| 157 |
Cap. VI. Proteccion social
E
n este capítulo hemos considerado fundamental echar un vistazo al sistema de protección social con el
que cuenta la sociedad, en cuanto que condiciona en buena medida la aparición o perpetuación de situaciones de pobreza y exclusión social. La estructura de intervención social estatal adquiere especial protagonismo cuando se trata de hacer frente a nuevas necesidades sociales.
E
En interrelación con otras transformaciones ya comentadas (en las estructuras familiares, en el mercado de
trabajo, etc.) la tendencia a un debilitamiento de la intervención estatal en materia social en los últimos
años está incidiendo sin duda en el aumento del número de personas pobres. Algunos sistemas se han adaptado mejor a las novedades que otros “...los países del sur se caracterizan por lo reducido de sus prestaciones... los liberales se caracterizan por las bajas prestaciones y su condicionalidad al nivel de ingreso...”1
pero en términos generales los cambios han significado recortes en prestaciones y un bajo nivel de adaptabilidad a las nuevas formas de empleo2.
Hemos querido aproximarnos con algunos datos al sistema de protección social de la CAPV, aunque sin profundizar demasiado ya que este apartado bien podría constituir un estudio en sí mismo, que en cualquier
caso se alejaría del objetivo principal de la presente investigación. Aún tratándose de un modesto acercamiento, su extensión y la variedad de las cuestiones tratadas nos obligan a dividir este capítulo en varios
bloques que seguirán el siguiente hilo argumentativo.
Comenzaremos por exponer la oferta de programas y prestaciones económicas para la inserción social.
Prestaremos especial atención a aquellos programas a disposición de las mujeres para hacer posible su inserción socio-laboral y a las prestaciones económicas asistenciales que pueden recibir (Renta Básica y Ayudas
de emergencia Social).
Por otra parte, teniendo en cuenta que las mujeres, que siguen hoy asumiendo prácticamente la totalidad
del trabajo reproductivo, cuentan fundamentalmente con dos tipos de responsabilidades familiares ineludibles y que suponen uno de los obstáculos para su inserción laboral, cuales son el cuidado de hijos e hijas y
la asistencia a personas dependientes (como son las personas con discapacidad o las personas mayores que
residen en el hogar o son miembros de la familia) nos fijaremos en los principales recursos destinados a estos
colectivos a través de dos vías: por un lado, la red de escuelas infantiles y por otro lado, la red de centros
de servicios sociales. Así mismo, hemos tratado de recoger algunas de las medidas y políticas llevadas a cabo
en relación al apoyo a las familias.
Antes de nada, la descentralización de la política social en la CAPV nos obliga a realizar una aproximación
a los tres niveles competenciales: autonómico, foral y municipal. La ley de Servicios Sociales3 de la CAPV
establece el siguiente reparto de competencias:
(1) De la Cal Barredo, M.L. La exclusión Social: Retos de una sociedad de cambios.
(2) El trabajo temporal, el autoempleo, las bajas remuneraciones... significan contribuciones esporádicas y reducidas que limitan las
compensaciones futuras y en los casos de empleo sumergido la única opción posible son las prestaciones asistenciales que se ven
condicionadas por los niveles de renta de la unidad familiar y requisitos de edad.
(3) Ley 5/1996 de servicios sociales y Decreto 155/2001 y Decretos 40 y 44 del 2002.
| 159 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Para completar la visión sobre el total de prestaciones económicas nos acercamos a observar las prestaciones
del sistema de la seguridad (pensiones por jubilación, por invalidez, vejez y viudedad) y protección por desempleo, tanto en su vertiente contributiva como en la no contributiva.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
GOBIERNO:
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Iniciativa legislativa y potestad reglamentaria, planificación general, coordinación entre organismos públicos y privados,
ordenación de los servicios sociales y regulación de los requisitos, creación, mantenimiento y gestión de centros o servicios
propios, inspección de entidades vinculadas, planificación, diseño y mantenimiento de estadísticas, creación y mantenimiento de un registro general, tutela de fundaciones y relaciones administrativas con entidades benéfico-asistenciales, estudio de
causas de los problemas sociales, ejercicio de la potestad sancionadora.
VICECONSEJERÍA DE INSERCIÓN
SOCIAL:
VICECONSEJERÍA DE ASUNTOS
SOCIALES:
Planificar, promover y coordinar las actuaciones en los ámbitos de
lucha contra la exclusión y protección a la familia; desarrollar
acciones de prevención; elaborar y gestionar los programas, las
prestaciones y los instrumentos para lograr la integración social;
potenciar la solidaridad activa; promover la ejecución de la Carta de
Derechos Sociales; promover la acción directa del Gobierno en
materia de inserción social y de familia; promover el desarrollo
del Plan Inter- instucional de apoyo a las familias; impulsar y coordinar las actuaciones del Plan Vasco de Inserción; apoyo a las
empresas de inserción y mantenimiento del programa Auzolan;
impulsar las actuaciones de las Comisiones Interdepartamentales,
Inter-institucional y Permanente para la Inserción.
Impulsar los mecanismos de participación en
relación a sus competencias en materia de servicios
sociales; planificar, promover, coordinar y evaluar las
actuaciones en el ámbito del bienestar social y los
servicios sociales y mantener y mejorar sus prestaciones; promover la acción directa del Gobierno en
materia de servicios sociales; impulsar las actuaciones
en materia de integración social y política de la
población inmigrante; promover la participación de
los ciudadanos en los movimientos de cooperación
solidaria; impulsar y desarrollar nuevas medidas en el
campo de la libertad afectivo-sexual; potenciar las
relaciones de colaboración con los movimientos que
trabajan en el campo de los asuntos sociales.
DIPUTACIONES:
AYUNTAMIENTOS:
Reglamentación de sus propios servicios; programación en su
ámbito territorial acorde con la planificación general; creación y
mantenimiento de los servicios sociales especializados no gubernamentales ni municipales; inspección y control de programas, centros y servicios propios, concertados o subvencionados; estudio de
necesidades y programación de recursos; asesoramiento y apoyo
técnico a entidades locales e iniciativa privada; promoción de la
participación de todos los agentes implicados; promoción y fomento de servicios sociales municipales mancomunados; autorización y
homologación de servicios y centros privados; creación y mantenimiento de un registro foral; mantenimiento de estadísticas de
necesidades y recursos; ejercicio de la potestad sancionadora.
Creación, organización, gestión y reglamentación de
los servicios sociales de base; programación municipal de los servicios; promoción de la solidaridad y la
participación ciudadana; detección de las necesidades
sociales; realización de investigaciones y estudios;
inspección y control de los servicios de su competencia; ejercicio de la potestad sancionadora.
Además “En el caso de las personas mayores de 60 años, la atención y cuidado de las personas que tengan la calificación de dependientes corresponderá a las Diputaciones Forales. Asimismo en el
caso de las personas comprendidas entre 0 y 59 años que presenten alguna discapacidad y tengan la calificación de dependientes,
su atención y cuidado corresponderá también a las Diputaciones
Forales” (Art. 3º).
| 160 |
En el caso de los municipios de más de veinte mil
habitantes, la Ley añade a sus Ayuntamientos la
responsabilidad de organizar y mantener servicios de
acogimiento de urgencia y centros que favorezcan la
convivencia y la solidaridad.
Cap. VI. Proteccion social
1. OFERTA DE PROGRAMAS Y PRESTACIONES ECONÓMICAS
PARA LA INSERCIÓN SOCIAL
La Comunidad Autónoma de Euskadi cuenta con un Plan Vasco de Inserción (2003-2005), de carácter trienal y que recoge las líneas y directrices de intervención. En líneas generales es el Departamento de Justicia,
Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco el que se encarga de trasmitir y poner en marcha los programas para la Inserción Social, mientras que las funciones de tramitar y gestionar la oferta de recursos y prestaciones sociales destinadas a la ciudadanía les corresponden a los Ayuntamientos.
En el siguiente cuadro, se detallan tanto los programas existentes como las ayudas económicas y algunas de
las características imprescindibles para acceder a ellas.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 21
| 161 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
A. CONVENIOS DE INSERCIÓN
Son documentos - programa establecidos de mutuo acuerdo entre las partes intervinientes, que determinan
las acciones necesarias para conseguir la inserción personal, social y laboral o prevenir el riesgo de exclusión.
Son abiertos y establecen un itinerario de inserción individualizado.
Se dirigen a:
•
Personas que se encuentran en situación o en riesgo de exclusión y a personas que son titulares del
derecho a la Renta Básica;
•
En el caso de persona titular del derecho a la Renta Básica, los servicios sociales pueden incluir como
persona destinataria a cualquier miembro de la unidad económica de la convivencia independiente de la
persona titular del derecho a la Renta Básica; y
•
Cualquier persona que lo solicite, y que a juicio de los servicios de base, requiera una intervención a
medio o largo plazo.
Ofrecen o incluyen acciones:
•
De promoción de la estabilidad personal, el equilibrio en la convivencia y la inserción y participación
social en el entorno de su vida cotidiana;
•
De desarrollo de las actitudes y de los hábitos para la adquisición de nuevos conocimientos educativos
y formativos;
•
Específicas de formación; y
•
Que posibiliten el acceso a un puesto de trabajo.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
También podrán incluir otras acciones:
-
Que faciliten la participación en el mundo del ocio, la cultura y el deporte;
-
Para el acceso y mantenimiento de una vivienda en condiciones adecuadas;
-
Encaminadas a superar el rechazo;
-
Para la atención y el cuidado necesario a personas dependientes; o
-
Que promuevan la autonomía, libertad y desarrollo personal, que faciliten el ejercicio de los derechos
sociales o que sean necesarias para garantizar la inserción social.
Procedimiento:
•
En un plazo de seis meses a partir del acceso de la persona titular a la prestación de Renta Básica;
•
El SS de Base podrá pedir datos, informes;
•
Los SS de Base elaborarán el diagnóstico individual de las necesidades de inserción; y por último
•
El o la trabajadora social, diseñará la correspondiente propuesta de convenio de inserción.
| 162 |
Cap. VI. Proteccion social
B. RENTA BÁSICA4
Es una prestación económica de carácter asistencial para paliar los problemas económicos de quienes no
alcanzan un mínimo de subsistencia. Se trata de una prestación periódica y de derecho que garantiza a todas
las familias (unidades de convivencia) residentes en la CAPV unos ingresos mínimos. Es susceptible de
seguimiento y se articula a través de un sistema de contraprestaciones, estando actualmente vinculado a los
llamados convenios de inserción.
Se dirige a:
•
Personas mayores de 23 años que forman parte de una unidad de convivencia que carece de recursos
económicos y que estén empadronadas en uno de los municipios de la CAPV con al menos un año de
antigüedad;
•
La unidad de convivencia debe estar constituida con un año de antelación a la fecha de presentación,
salvo, en el caso de tener a su cargo menores, personas con minusvalía o constitución de una nueva
unidad de convivencia (divorcios, separaciones...).
Ofrece: Por ley5 se establece que la renta básica deberá garantizar unos ingresos del 75% del Salario Mínimo
Interprofesional (SMI), si bien previsiblemente llegará al 86% en 2006. Estos ingresos mínimos deberán destinarse únicamente a la finalidad para la que se han otorgado.
•
En los SS de Base se ofrece la información y orientación;
•
El o la trabajadora social realiza un diagnóstico de la situación;
•
Se determinará la cuantía de la ayuda y se negociará, suscribirá y cumplirá un convenio;
•
Estos recursos nunca serán obstáculo para el acceso a un empleo o a una formación.
Las Diputaciones establecen una serie de ayudas adicionales (de dotación presupuestaria) con el fin de incrementar (acercándose al SMI aunque sin llegar a alcanzarlo actualmente) la cuantía percibida por los perceptores de la Renta Básica.
(4) Su solicitud se realiza en los Servicios Sociales de Base y su gestión en las Diputaciones, el Gobierno Vasco financia las prestaciones y se encarga de su supervisión y control (contratación de personal de refuerzo).
(5) Ley 10/2000, de 27 de diciembre de 2000, de Carta de Derechos Sociales. BOPV sábado 30 de diciembre de 2000 (23377).
(6) Estos datos fueron dados a conocer por el propio Consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga el día
15/06/2004 y recogidos en prensa por el Diario Vasco.
| 163 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Procedimiento:
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Tabla 22
De acuerdo con los datos hechos públicos el pasado mes de junio por el Consejero de Justicia, Empleo y
Seguridad Social, el número de perceptores de Renta Básica se ha multiplicado por 5,5 y casi se ha quintuplicado la aportación anual por beneficiario o beneficiaria en los últimos 14 años.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 91
Gráfico 92
Fuente: Departamento de empleo, Justicia y Seguridad Social de Gobierno Vasco, Viceconsejería de Inserción Social
(6) Estos datos fueron dados a conocer por el propio Consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga el día
15/06/2004 y recogidos en prensa por el Diario Vasco.
| 164 |
Cap. VI. Proteccion social
Tabla 23
En el año 2003 la cuantía (365,4 euros al mes) ha llegado a representar el 81% del Salario Mínimo
Interprofesional (451,2 euros al mes). Desde la Consejería de Justicia, Empleo y Seguridad Social se rechaza
la equiparación de dichas cantidades, aludiendo un intento de disuadir el fraude y la desmotivación en la
búsqueda de empleo de sus beneficiarios y beneficiarias.
En el año 2003 las siguientes fueron las características del perceptor o perceptora media de Renta Básica
(en adelante RB):
En el 70 % de los casos se trataba de una mujer, y la edad media de todas las personas perceptoras de la RB
fue de 45,5 años. Además, a esto hay que añadirle que el 14% eran extranjeras.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 24
| 165 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
C. ESTÍMULOS AL EMPLEO
El objetivo es garantizar que el acceso al empleo constituya un aspecto económicamente positivo para las
personas titulares de RB y de Ayudas de Emergencia Social (en adelante AES), solicitándolos a través de los
SS.SS. de Base.
Son un mecanismo que garantiza unos ingresos superiores para aquellas personas que percibiendo algún tipo
de ayuda económica dedican parte de su actividad a la realización de un trabajo por cuenta propia o ajena.
Se excluyen del cómputo de recursos un determinado porcentaje de los ingresos procedentes del trabajo a
efectos de determinar la cuantía de la RB y de las AES.
En el 2002, el 17,6% de las personas perceptoras de Renta Básica se beneficiaban también de estímulos al
empleo.
D. AYUDAS DE EMERGENCIA SOCIAL7
Son un programa de subvenciones económicas no periódicas, destinadas a personas con recursos insuficientes para hacer frente a gastos específicos y necesarios para prevenir, evitar o paliar situaciones de marginación y exclusión social. Se otorgan de forma puntual para hacer frente a situaciones sobrevenidas o
excepcionales. Se trata de una prestación asistencial condicionada a la existencia de disponibilidad presupuestaria.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Requisitos:
•
Estar empadronados en cualquier municipio de la CA de Euskadi;
•
Tener cumplidos los 18 años;
•
No disponer de recursos suficientes ni de unos rendimientos que sean superiores al 150% de la cuantía
máxima de la RB que le pudiera corresponder.
Es importante señalar que las AES son intransferibles, subsidiarias y complementarias con otros recursos y
prestaciones sociales de contenido económico que pueda percibir la persona beneficiaria o cualquiera de los
miembros de su unidad económica, u otras personas residentes en la misma vivienda.
Procedimiento:
•
Se solicitan en los SS.SS. de Base del municipio;
•
Los SS.SS. de Base recabarán información;
(7) Las financia, supervisa y controla el Gobierno Vasco y después de establecidos los criterios e indicadores la gestión y administración de las mismas queda en manos de los Ayuntamientos.
| 166 |
Cap. VI. Proteccion social
•
Se concederán previa comprobación de la existencia de una situación real de necesidad y de la existencia de crédito para esa finalidad en los Presupuestos Generales de la CAE;
•
El departamento de GV competente, establecerá anualmente las cuantías anuales máximas concesibles.
El siguiente gráfico muestra la evolución del número de personas beneficiarias de estas ayudas en la CAPV,
que en el año 2002 ascendieron a 16.500.
Gráfico 93
Existen unas cuantías económicas anuales máximas por unidad de convivencia para cada uno de los gastos
específicos contemplados por el programa de las AES.
De acuerdo con un informe del SIIS8, en 1997 las AES se distribuyeron, atendiendo a su finalidad, de la siguiente manera:
-
El 66,7%, se destinaron a financiar el arrendamiento de viviendas;
-
El 15,8% se empleó en la financiación de obras de mantenimiento de viviendas;
-
El 7% fue dedicado a pagar endeudamientos previos, capítulo en el que, se incluyen también arrendamientos e hipotecas;
-
El 6,4% fue empleado en la financiación de necesidades primarias;
-
El 4,1% restante se utilizó para ayudar a sufragar los gastos de adquisición de mobiliario y electrodomésticos y los correspondientes a reparaciones e instalaciones;
(7) SIIS (1999). Análisis de la distribución de las AES. SIIS, Donostia -San Sebastián.
| 167 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Departamento de empleo, Justicia y Seguridad Social de Gobierno Vasco, Viceconsejería de Inserción Social.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
E. AYUDAS A PROGRAMAS DE INSERCIÓN
Son ayudas destinadas a programas de inserción orientados a labores de prevención y de integración social
de personas y colectivos en situación o en riesgo de exclusión social y marginación.
Se dirigen a:
•
Consorcios, Ayuntamientos, Mancomunidades de la CAPV que realicen programas de inserción social;
•
Entidades privadas, sin ánimo de lucro, que desarrollen su actividad en la CAE realizando programas de
inserción social, en colaboración con los SS de Base.
Los programas de inserción llevan a cabo acciones de diagnóstico, formación y de acompañamiento - tutoría,
seguimiento y evaluación en los procesos de inserción social.
Procedimiento:
•
Deben desarrollar los programas de inserción en colaboración con SS.SS. de Base;
•
Se iniciará con un diagnóstico sociolaboral, con participación activa de la persona;
•
Serán flexibles en cuanto a ritmo, contenidos, etc;
•
La Administración evaluará estos programas.
F. PROGRAMA AUZOLAN
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Se entra en ellos a través de los SS.SS. de Base, y constituyen una oportunidad de formación y empleo para
personas excluidas del mercado laboral, facilitando:
•
Formación combinada con un contrato de trabajo de carácter temporal y a tiempo parcial;
•
Apoyo al proceso de incorporación social y laboral.
Se dirige a:
•
Personas beneficiarias de RB, con prioridad para las familias monoparentales;
•
Personas miembros de la unidad de convivencia de la persona titular del derecho a la RB;
•
Personas en situación de riesgo que exclusión social que hayan suscrito un Convenio de Inserción.
Ofrece:
•
Formación inicial o de apoyo, 20-30 horas, previa al contrato de trabajo;
•
Puesto de trabajo temporal de 6 meses;
•
Contrato laboral de 30 horas semanales;
•
Formación ocupacional;
•
Acciones encaminadas a la búsqueda activa de empleo;
| 168 |
Cap. VI. Proteccion social
•
Figura de persona coordinadora - educadora del proceso.
La Gestión es del Ayuntamiento y se financia por el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social del
GV.
A través del Informe de Evaluación del Programa Auzolan 2000, hemos recabado los siguientes datos que
creemos aportan una visión bastante clara de los aciertos y de las cuestiones a mejorar.
En el año 2000 se llevaron a cabo 51 proyectos que tuvieron como beneficiarias a un total de 488 personas.
10 de los programas se organizaron exclusivamente para mujeres y 3 sólo para hombres, los 38 restantes
tuvieron carácter mixto.
Aunque al proceso de selección se convoca a un mayor número de mujeres que de hombres, finalmente sólo
un 54% de las mujeres que inician el proceso de selección en un programa exclusivo de mujeres son finalmente aceptadas, mientras que en el caso de los programas para hombres la cifra asciende al 62%. En el caso
de los programas mixtos, en cambio, se convoca a un número igual de hombres que de mujeres y sin embargo finalmente la participación de las mujeres se reduce al 40%. En el propio informe se apunta que en
muchos casos esto es debido a exclusiones o autoexclusiones por el problema de cargas familiares (ya que
la plena disponibilidad es requisito fundamental).
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Sobre el total de personas participantes se produjo un 20% de bajas (13% mujeres y 22% hombres) cuyas
causas se distribuyen de la manera que se refleja en el gráfico.
Gráfico 94
Fuente: Elaboración propia a partir de dataos del informe de evaluación de los programas Auzolan. 2000.
| 169 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
De entre las personas que han sido baja por haber encontrado un empleo, sólo el 30% son mujeres, sin
embargo, las mujeres son las únicas que abandonan por incompatibilidad con cargas familiares (la tercera
causa más frecuente que representa un 18,2%). Si bien el desinterés como causante de baja es muy similar
entre ambos colectivos, no lo es así el tema de las expulsiones, que en los hombres representa el 16% y en
el caso de las mujeres supone un 6%.
Por colectivos de personas, el grupo más grande de participantes lo componen las madres con descendientes
a su cargo (30%), seguido de las personas que viven solas (27%). En el caso de los hombres, más del 40%
viven solos y apenas un 7% forma un núcleo monoparental. Sin embargo, el 60% de las participantes
encabezan una familia monomarental.
G. EMPRESAS DE INSERCIÓN
Las empresas de inserción son estructuras productivas de bienes o servicios que tienen como objetivo la
incorporación al mercado laboral de colectivos socialmente excluidos o en riesgo de estarlo.
Llevan a cabo un proyecto personal de inserción y estas empresas deben estar inscritas en el registro de
empresas de inserción adscrito a la Dirección de Inserción social del Departamento de Justicia, Empleo y
Seguridad social, como condición previa necesaria para acceder a las medidas de fomento y programas subvencionables de la Administración General de la Comunidad Autónoma Vasca.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Se dirige a:
•
Colectivos particularmente desfavorecidos, en situación de desventaja social o de exclusión,...
•
Personas desempleadas que tengan suscrito un convenio de inserción en su servicio social de base;
•
Tendrán prioridad aquellas personas que cumplan una serie de requisitos, como por ejemplo: situación
de desempleo de larga duración y a cargo de una familia monoparental,.......
Ofrece:
•
Diseño del itinerario de inserción;
•
Servicio de formación y orientación profesional;
•
Contrato de trabajo;
•
Acompañamiento durante el proceso de inserción;
•
Seguimiento de los itinerarios;
•
Servicio de formación y orientación profesional tras finalizar la permanencia en la empresa.
Procedimiento:
•
Tramitación desde los SS.SS. de Base;
•
Mediante contrato de trabajo que derive de la previa suscripción de un convenio de inserción;
•
El SS.SS. de base se encargará de la documentación (informe, convenio,...).
| 170 |
Cap. VI. Proteccion social
H. OTROS RECURSOS: PROGRAMAS DE FORMACIÓN Y EMPLEO
El objetivo es potenciar la participación de personas beneficiarias en programas de Auzolan, o de otros programas de empleo y formación como vía de acceso al empleo normalizado.
El acceso a los programas del Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social del GV se realiza a través
de los convenios de inserción, en los cuales se fijan las acciones específicas a desarrollar: actividades específicas de formación, acciones que posibiliten el acceso a un puesto de trabajo, etc. También se potencia la
participación en programas de políticas activas del INEM.
Están dirigidos a las personas beneficiarias de las prestaciones económicas y a las demás personas miembro
de la unidad de convivencia, así como a cualquier otra persona que requiera de una intervención social.
La primera y fundamental conclusión que podrá extraerse de la descripción de algunos de los instrumentos
y recursos de inclusión social existentes en la CAPV para las mujeres solas, es que son los mismos que para
el resto de personas en riesgo o situación de exclusión. Es decir, que prácticamente no existen recursos
específicos de carácter público para ellas.
Los Planes de Inserción y de Lucha contra la pobreza recogen la necesidad de prestar especial atención a los
colectivos más vulnerables de la sociedad y parece contradictorio que los recursos a los que pueden acceder las mujeres solas de la CAPV sean de carácter tan general. Los datos evaluativos de aquellos programas de
inserción que se orientan a conseguir la independencia económica de las personas y que pretenden ser la vía
de incorporación al trabajo productivo para muchas mujeres (ej. Auzolan) nos llevan a pensar que no tienen
en cuenta las peculiaridades concretas que definen las circunstancias que vive la mayor parte del colectivo
de mujeres solas, y por ello, no cuentan con un alto grado de aceptación. La falta de adaptabilidad de los
recursos tiene un efecto negativo en las posibilidades de acceso para las mujeres que, en suma, puede significar una discriminación.
| 171 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
La distribución de las ayudas de acuerdo con las clasificaciones anteriormente descritas, denotan cierta falta
de consideración para con el colectivo de mujer en general y sobre todo de los colectivos de mujeres solas
en particular. De alguna manera la ayuda destinada a las mujeres parece concretarse en un tipo de ayuda orientada a satisfacer las necesidades de las familias, convirtiendo a las mujeres, en buena medida, en beneficiarias pasivas de programas asistenciales en calidad de madres… y en definitiva en función de su tradicional rol reproductivo.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
2. PRESTACIONES DEL SISTEMA DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Hemos hablado anteriormente de las prestaciones sociales de tipo asistencial, dirigidas a personas sin otra
fuente de ingresos y sin derechos adquiridos a percibir pensiones, como son la Renta Básica y las AES. Para
completar la visión sobre las prestaciones económicas existentes, debemos hablar de las pensiones9.
Conociendo algunos datos sobre las mismas podremos tener una visión más consciente de la situación
económica que pueden estar viviendo las personas que las reciben.
1. PENSIONES DE JUBILACIÓN, INVALIDEZ, VEJEZ Y VIUDEDAD
El primer gran bloque de las pensiones lo componen las pensiones de carácter contributivo, cuyo acceso está
condicionado por la previa cotización a la Seguridad Social. Actualmente, existen también para aquellas personas que encontrándose en situación de necesidad protegible (invalidez o jubilación) no hayan cotizado
nunca o bien que no lo hayan hecho durante el tiempo suficiente para alcanzar las prestaciones de nivel contributivo, las denominadas pensiones no contributivas10. También está en vigor el llamado Seguro Obligatorio
de Vejez e Invalidez (SOVI) que se aplica a aquellas y aquellos trabajadores y sus derechohabientes que,
reuniendo los requisitos exigidos por la legislación del extinguido régimen, carezcan de protección al amparo
del Sistema de la Seguridad Social vigente en la actualidad.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 25
Las pensiones no contributivas son de cuantías mínimas y se establecen anualmente por los Presupuestos
Generales del Estado, aunque su gestión está atribuida a los órganos competentes de cada Comunidad
Autónoma. En el 2002 se contabilizaron más de 10.300 personas dependientes de este tipo de ingreso, cuya
cuantía media representaba el 60% del salario mínimo interprofesional.
(9) Las definiciones pueden consultarse en la página web del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Secretaría del Estado de la
Seguridad Social. www.mtas.es
(10) Se crearon con la Ley 26/ 1990, actualmente integrada en el R.D.L. 1/1994, de 20 de junio.
| 172 |
Cap. VI. Proteccion social
Tabla 26
Las pensiones contributivas, como decíamos, son aquellas prestaciones económicas de carácter indefinido
cuya cuantía se determina en función de las aportaciones efectuadas durante el periodo de cotización: por
jubilación, incapacidad permanente-invalidez o por fallecimiento.
La prestación por jubilación, en su modalidad contributiva, podría identificarse con la paga vitalicia que
reciben los y las trabajadoras que han alcanzado la edad de retirarse del mercado laboral, 65 años, y han
cotizado11 a la Seguridad Social un mínimo de 15 años (y 2 años deberán estar comprendidos dentro de los
15 años inmediatamente anteriores al momento de causar el derecho). La cuantía de la pensión se determina aplicando a la base reguladora12 el porcentaje13 que corresponda en función de los años cotizados.
Se garantizan unas cuantías mínimas mensuales que varían en función de la edad del o la pensionista y de
si tiene o no cargas familiares, éstas son las establecidas para el 2004:
(11) El caso de las personas de contratación parcial, para acreditar los períodos de cotización correspondientes, se computarán exclusivamente las cotizaciones efectuadas en función de las horas trabajadas, tanto ordinarias como complementarias, calculando su
equivalencia en días teóricos de cotización.
(12) Es el cociente que resulte de dividir por 210 las bases de cotización del interesado durante los 180 meses inmediatamente anteriores a aquél en que se produzca el hecho causante.
(13) El porcentaje es variable en función de los años de cotización a la Seguridad Social, aplicándose una escala que comienza con
el 50% a los 15 años, aumentando un 3% por cada año adicional comprendido entre el decimosexto y el vigésimo quinto y un 2%
a partir del vigésimo sexto hasta alcanzar el 100% a los 35 años.
(14) En los últimos años se ha dado un incremento del porcentaje aplicable a la base reguladora de las pensiones de viudedad pasando del 45% al 46% en 2002, del 46% al 48% en 2003 y del 48% al 52% en 2004 y, en los supuestos de cargas familiares y bajo
determinadas condiciones de renta, del 45% al 70%. En caso de separación judicial, divorcio o nulidad la cuantía será proporcional
al tiempo vivido en matrimonio con el fallecido.
(15) Se calcula de forma diferente dependiendo de la situación en que se encuentre el o la causante (trabajador o trabajadora en
activo o pensionista) y de la causa del fallecimiento (contingencia común o profesional). Por norma general la base reguladora será
la misma que sirvió o serviría para determinar la pensión de jubilación del o la fallecida, a la que se aplicará el porcentaje mencionado.
| 173 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Las prestaciones por muerte y supervivencia están destinadas a compensar la situación de necesidad
económica que produce, para determinadas personas, el fallecimiento de otras. Entre ellas se encuentran las
pensiones de viudedad. Actualmente las cuantías representan el 52%14 de la base reguladora15 (o el 70% en
caso de que el o la pensionista tenga hijos o hijas menores de 26 años o incapacitados/as y los rendimientos de la unidad familiar no superen ciertos límites).
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Tabla 27
Tabla 28
Como vemos, algunas de las cuantías mínimas establecidas para las pensiones de viudedad, no sólo no alcanzan el salario mínimo, sino que son inferiores a la cantidad establecida para la Renta Básica (370 euros al
mes), que se entiende viene a representar los ingresos considerados mínimos para la inserción social.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En los casos en los que las pensiones de viudedad no alcanzan la RB, las viudas pueden solicitar esta
prestación y se les concede parcialmente (se completa la pensión hasta llegar a la cuantía establecida par
la RB).
Aquellas viudas cuya pensión es inferior a la RB y deben solicitar esta ayuda parcialmente para alcanzar su
cuantía tienen derecho, a su vez, a cobrar las ayudas de la Diputación (Mencionadas anteriormente). Sin
embargo, las viudas cuya pensión es igual a la RB (por no ser perceptoras de la misma) no pueden optar a
la ayuda adicional aún cobrando lo mismo que las primeras.
A continuación se aporta un gráfico en el que se puede observar la evolución de la cuantía económica correspondiente a la pensión media de jubilación y a la pensión media de viudedad en la Comunidad Autónoma
de Euskadi, desde el año 1992 hasta el año 2002:
| 174 |
Cap. VI. Proteccion social
Gráfico 95
La cuantía media de las pensiones por jubilación ha aumentado en un 64% en los últimos 10 años. El incremento más significativo tuvo lugar en 1995 con un crecimiento anual con respecto a 1994 de un 7,4%. Entre
2001 y 2002 el crecimiento significó un 3%. Las pensiones de viudedad, por su parte, han crecido un 60%
desde 1992, aunque la cantidad media percibida por una persona viuda sigue siendo hoy un 44% menor que
la percibida a través de una pensión de jubilación. Entre 2001 y 2002 las pensiones de viudedad crecieron
un 6%.
En el año 2002 y según cada uno de los Territorios Históricos, la cuantía económica media de las pensiones
(jubilación y viudedad) y el número de pensionistas fue el siguiente:
Tabla 29
| 175 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Dirección general de Seguridad Social de Gobierno Vasco. 2002.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
La pensión media de viudedad en la CAPV es de 431 euros, lo que supone algo más de la mitad de la pensión media por jubilación, que es de 766 euros. Entre estos dos colectivos de pensionistas, suman un total
de 376.386 personas que tienen como fuente principal de ingresos una pensión contributiva.
2. PRESTACIONES POR DESEMPLEO
A diferencia de las pensiones de invalidez o jubilación, para percibir la prestación por desempleo la persona
debe ser considerada válida para trabajar pero encontrarse en situación de inactividad. El riesgo de desempleo está cubierto por dos tipos de prestaciones que como en el caso de las pensiones distinguen a las personas que han cotizado a la Seguridad Social en función bien del periodo de tiempo cotizado, establecido
como mínimo en 360 días (en cuyo caso se trata de prestaciones de nivel contributivo), o en el caso de que
no hayan cotizado el tiempo suficiente pero tengan ingresos inferiores al 75% del Salario Mínimo
Interprofesional y cumplan además otros requisitos como demostrar la insuficiencia de medios económicos
de la unidad convivencial (en cuyo caso se trata de prestaciones de carácter asistencial).
La protección de nivel contributivo se denomina "Prestación por desempleo", la duración de la prestación
económica que se reciba dependerá del período de ocupación cotizada en los 6 últimos años, desde un mínimo de 360 días que dan derecho a cobrar durante 120 días, hasta el máximo que supondría cobrar 720 días
de prestación a partir de 2.160 días cotizados. Durante los 180 primeros días, la cuantía a cobrar será la
equivalente al 70% de la Base Reguladora, y a partir del día 181, el 60%. No obstante, los importes así calculados no podrán ser superiores al tope máximo ni inferiores al tope mínimo establecidos en función del
número de hijos o hijas que se tengan.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Por su parte, la duración del llamado subsidio por desempleo es variable (según características de la
población y requisitos) pero no indefinida. La cuantía económica establecida a partir del 1 de julio de 200416
se establece en el 80% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples: 368,4 euros/mes.
El número de beneficiarios y beneficiarias de la prestación por desempleo en la CAPV ha disminuido en los
últimos años, concretamente un 40,8% durante el período que comprende desde 1994 hasta 2003. Si observamos las cifras de paro podemos ver que en algunos periodos, como el comprendido entre 1994 y 1998, el
número de personas beneficiarias se redujo en un 40,3%, mientras que el número de personas paradas en el
mismo periodo se redujo únicamente en un 27%.
(16) Hasta el 30 de junio de 2004, el 75 % del Salario Mínimo Interprofesional vigente: 345,38 euros/mes.
(17) Como ya hemos dicho en anteriores ocasiones, el cambio en la definición de parados hace que las cifras a partir del 2002 deban
tomarse con precaución si se pretenden comparar con las anteriores. (Ver nota nº5 capítulo de “mercado de trabajo”)Prestaciones
contributivas y asistenciales. Excluido el subsidio para trabajadores/as eventuales agrarios.Hasta el 30 de junio de 2004, el 75 % del
Salario Mínimo Interprofesional vigente: 345,38 euros/mes. Como ya hemos dicho en anteriores ocasiones, el cambio en la definición de parados hace que las cifras a partir del 2002 deban tomarse con precaución si se pretenden comparar con las anteriores. (Ver
nota nº5 capítulo de “mercado de trabajo”).
(18) Prestaciones contributivas y asistenciales. Excluido el subsidio para trabajadores/as eventuales agrarios.
| 176 |
Cap. VI. Proteccion social
Si la tasa de cobertura indica el porcentaje de personas paradas que han cobrado algún tipo de prestación,
vemos que durante los primeros años del periodo esta tasa lejos de aumentar disminuye. Podemos tomar
como última referencia la tasa de cobertura del año 2001, año en el que las prestaciones por desempleo
cubrían los ingresos de no más de un 35% de los y las paradas de la CAPV. Las tasas correspondientes a los
años 2002 y 2003 se acercan al 50% de cobertura, sin embargo no puede establecerse una comparación real
con las tasas correspondientes a años anteriores debido al modo diferente de contabilizar la población parada.
Si nos fijamos en el sexo de los y las perceptoras de prestaciones por desempleo en España observamos que
tres de cada cinco prestaciones por desempleo recibidas por una mujer son de tipo asistencial. Sin embargo, este tipo de prestaciones representan menos del 50% en el caso del total de las recibidas por los hombres.
| 177 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 30
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 96
Gráfico 96
Gráfico 96
Fuente: Elaboración propia a partir del Anuario de Estadísticas Laborales y de Asuntos Sociales del Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Pero no dejemos de lado el hecho que nos ocupa, ya hemos dicho que las mujeres solas en la CAPV se caracterizaban por constituir un colectivo en el que las inactivas y las ocupadas en condiciones precarias tenían
una representación importante. Esto nos indica que no son susceptibles de recibir prestaciones contributivas por desempleo sino que en cualquier caso estarán sujetas al subsidio, sus condiciones y cuantías.
| 178 |
Cap. VI. Proteccion social
3. CENTROS DE SERVICIOS SOCIALES EN LA CAPV
En este apartado nos acercamos a la realidad de los centros de servicios sociales en cuanto que pueden aportarnos información sobre la oferta de asistencia y acogida disponible para algunas personas dependientes
(personas mayores, personas con discapacidad, etc.) y también para el colectivo de mujer.
Entre 1994 y 2002 el número de centros de servicios sociales de la CAPV se ha incrementado en un 42%. Hay
un total de 2.305 centros de diverso tipo diseminados por los tres territorios históricos: 1.134 de ellos se
localizan en Bizkaia, 704 en Gipuzkoa y, algo menos, 467 en Álava. No obstante, Bizkaia tiene una menor
cobertura que el resto, ya que la ratio de centros es de 0,99 por cada 1.000 habitantes , mientras que la
media de la CAPV presenta una ratio de 1,09, siendo Álava el territorio que presenta un mayor número de
centros por cada 1.000 habitantes (1,6).
De todos ellos el 40,8% son centros públicos y el resto de titularidad privada. Los centros públicos han
aumentado en mayor medida, desde 1994 en un 62,5%, y los privados en un 30,6%.
EUSTAT, Actualización de la población municipal a 31/12/2001:
El siguiente gráfico nos muestra la red de centros de servicios sociales con la que contó la CAPV en el año
2002, según su naturaleza.
Gráfico 99
Fuente: Elaboración propia a partir
datos del EUSTAT. Estadística de
Servicios Sociales.
| 179 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El personal asalariado que se ocupa del funcionamiento de los servicios sociales ha aumentado en los último años y en 2002 se cifraba en 16.797 personas, de las cuales más de dos tercios son mujeres. (no incluye
a las y los trabajadores protegidos de los centros especiales de empleo). Además, se contabilizan alrededor
de 13.800 personas que trabajan en el sector con carácter voluntario. La tasa de atención (teniendo en cuenta el total de personal propio asalariado) por mil habitantes es en la CAPV de 7,9. Se estima que la cifra de
personal aumenta en más de un 20% si se tiene en cuenta el personal subcontratado.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
El tipo de centro más numeroso es el de las residencias 27,5% (633 en toda la CAPV: 142, 297 y 194 en
Álava, Bizkaia y Gipuzkoa respectivamente), seguido de los centros de día (524). Un 18% son asociaciones
de personas afectadas por algún tipo de contingencia relacionada con los servicios sociales.
Sobre los centros de día asistenciales podemos decir que ha aumentado el número de centros en un 3% con
respecto al año anterior y en un 23,5% con respecto a 1994. Se contabilizan un total de 86 centros en Álava,
273 en Bizkaia y 165 en Gipuzkoa. Los datos indican que los y las ciudadanas alavesas tienen una mayor
probabilidad de acceso a este tipo de recurso: 2,9 centros por cada 10.000 habitantes, frente a los 2,4 centros de Bizkaia.
A continuación observamos el desglose de los servicios residenciales según la población a la que se dirigen:
Gráfico 100
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Eustat. Estadística de Servicios Sociales.
Tabla 31
| 180 |
Cap. VI. Proteccion social
El 62% del total de las residencias de la CAPV son de carácter privado. La oferta pública sólo alcanza el 41%
de las plazas. Aunque se aprecian diferencias entre territorios históricos: mientras en Bizkaia 8 de cada 10
centros son de carácter privado, en Gipuzkoa la oferta privada representa la mitad (49%) y en Álava el 39%
del total.
En cuanto a la cobertura de este tipo de centros nuevamente se repiten las diferencias entre los tres territorios. Los y las alavesas disponen de unas posibilidades de acceso mayores (10,71 plazas por 1000 habitantes) mientras que es GipuzkoaGipuzkoa el territorio con menores plazas (8,19 por 1000 habitantes).
Revisemos ahora los datos en función de los diferentes colectivos beneficiarios. En el año 2002 se contabilizan 1.007 centros para ancianos y ancianas de la CAPV, de los cuales una cuarta parte son asociaciones,
fundamentalmente hogares de jubilados y jubiladas. Un 42% de la oferta de centros la representan los centros de día (que complementan la atención domiciliaria y suponen una alternativa a la asistencia residencial) y las residencias (320), que para este colectivo representan el 32% del total.
La oferta de plazas en residencias para ancianos de la CAPV es de carácter predominantemente privado, el
75% de las plazas para personas de la tercera edad que precisan de atención en una residencia se ofertan
desde centros privados.
La oferta de plazas alcanza para la CAPV una media del 3,6 por cada 100 habitantes, o dicho de otra manera, existe de media aproximadamente una plaza por cada 27 habitantes de 65 y más años en los centros
residenciales de tercera edad. La cobertura según territorios varía y así en el caso de Álava hay una plaza
por cada 19 personas mayores de 65, en Gipuzkoa una por cada 27 y en Bizkaia una por cada 30.
La cuota media a pagar por el servicio de residencias varía en función de si se trata de un centro público o
privado, pero en cualquier caso la cuota media por persona usuaria en las residencias de la tercera edad
ascendió en el 2002 a 7.402 euros anuales.
La asistencia a este colectivo se completa con el servicio de Atención Domiciliaria que atiende a personas
que pueden seguir viviendo en su domicilio pero necesitan una serie de apoyos para la realización de actividades de la vida diaria, instrumentales o personales (fundamentalmente tareas domésticas y cuidados personales precisos para el mantenimiento en el domicilio en condiciones dignas). Su organización, el establecimiento del coste hora y el baremo de aportación de los y las usuarias en función de su renta es competencia municipal y en este sentido hay muchas diferencias de cobertura de atención entre municipios.
En el caso de las personas con discapacidad recordemos que es un colectivo que alcanza a representar el
9% de la población20. Entre los centros dirigidos a este colectivo, (475 en total) son los Centros
Ocupacionales y los Centros de Educación Especial los que representan la mayor parte de la oferta (32%),
seguidos de las asociaciones cuyo peso es importantísimo entre los centros privados de este sector (25%).
(20) Tal y como se refleja en el II Plan de Acción para las personas con discapacidad 2003-2007 (este porcentaje incluye también
a las personas discapacitadas mayores de 65 años). En este mismo informe se recoge que más de la mitad de las personas con discapacidad son mujeres (58,25%).
| 181 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Respecto a los centros de día para este colectivo (422 en total), se reparten de la siguiente manera: en Álava
la oferta supone una densidad del 1,9 por cada 1.000 personas mayores de 65 años, mientras que en Bizkaia
y Gipuzkoa es de 1,4.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
La oferta privada de centros para este colectivo supera la oferta pública y representa el 85% del total. Un
42,3% de las asociaciones se localizan en Bizkaia, un 32,2% en Gipuzkoa y un 25,4% en Álava.
En este caso los centros de día ofrecían en el 2001 un total de 1.693 plazas, es decir, 8,13 plazas por cada
10.000 habitantes en la CAPV. Los centros ocupacionales representaban 5,06 plazas por cada 1.000 personas
ocupadas y las residencias 7 por cada 10.000 habitantes. La cuota media a pagar en las residencias para personas con discapacidad ascendía en el 2002 a 3.579 euros.
Este colectivo también puede disfrutar del servicio de Atención Domiciliaria bajo las condiciones y criterios
ya expuestos en el caso de las personas mayores.
Los centros de servicios sociales para personas en situación de exclusión social representan un 12% (281).
8 de cada 10 centros son de iniciativa privada. En Álava hay 2,19 centros por cada 10.000 residentes, en
Gipuzkoa 1,17 y en Bizkaia 1,2.
Entre los centros, denominados de protección a la familia (213) se engloban los destinados a mujer, infancia y juventud. El número de centros ha disminuido en un 40% desde 1992. Actualmente, más de la mitad
de los centros para este colectivo (57%) son de titularidad privada. Hay 120 centros residenciales, 22 asociaciones, 20 servicios de asistencia técnica, 10 centros de día y otros 41. Por cada 100.000 habitantes hay
14 centros en Álava, 10,7 en Bizkaia y 7,3 en Gipuzkoa.
Si nos fijamos en los datos recogidos para el 2001 sobre los centros específicos para el colectivo de mujeres
en la CAPV, vemos que de los 39 centros residenciales, 5 (12,8%) están ubicados en Araba, 20 (51,2%) en
Bizkaia y 14 (35,8%) en Gipuzkoa.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Todas las residencias que atienden a este colectivo en la CAPV tienen un máximo de 12 plazas, salvo un centro en Bizkaia. En el contexto de la CAPV el número de plazas públicas supera al de privadas (67,7% frente
a 32,8%). Comparando las plazas disponibles y las personas usuarias se ve que para el total de la CAPV están
ocupadas el 64,2% de las plazas.
En Araba, además de las residencias existen dos servicios técnicos generales de titularidad pública y cuatro
centros privados clasificados como “otros”, es decir, que no se trata ni de asociaciones, ni de centros de día
o de orientación, ni de residencias. En Bizkaia, las residencias suponen el mayor porcentaje de centros, pero
además hay 13 asociaciones, 2 centros de día, 8 centros de la categoría “otros” y 11 servicios técnicos generales de titularidad pública. También en Gipuzkoa las residencias son el tipo de centro más extendido para
la atención a este colectivo, sin embargo también disponen de 4 servicios técnicos generales de naturaleza
pública, una asociación y otros dos centros, todos de titularidad privada.
| 182 |
Cap. VI. Proteccion social
4. OTROS RECURSOS SOCIOCOMUNITARIOS: “LAS ESCUELAS INFANTILES”
Lo que se pretende a continuación, con la presentación de algunos datos sobre las características y condiciones de las plazas en centros y guarderías para niños y niñas de corta edad existentes en la CAPV, es visualizar la realidad con la que se encuentran los padres y las madres que precisan cada vez en mayor medida
de este servicio.
La Ley de la Escuela Pública Vasca -que acaba de cumplir diez años- establece la responsabilidad del
Departamento de Educación del GV de implantar la escolarización a partir de cero años, para quien lo
demande, dando prioridad a las zonas de menor nivel socioeconómico y al alumnado con necesidades especiales de carácter educativo o lingüístico. Sin embargo, en lo que se refiere a la educación del ciclo de 0 a
3 años ha sido notoria la falta de regularización que, entre otras cosas, impide poder contar a fecha de hoy
con un mapa fiable de la realidad de centros y plazas existentes.
La falta de datos tiene mucho que ver con la suma de iniciativas parciales que han suplido la inexistencia
de un marco regulador hasta hace bien poco y que vino a tratar de resolver el Decreto que regula las Escuelas
Infantiles para niños y niñas de 0 a 3 años en la Comunidad Autónoma del País Vasco durante los cursos 20022003 y 2003-200421 publicado en diciembre del 2002.
La regulación de este primer ciclo de educación infantil se contextualiza junto con el Plan Interinstitucional
de Apoyo a las Familias del Gobierno Vasco (julio de 2001). Así, la asignación de fondos públicos a este ciclo
de 0 a 3 años se realiza por una doble vía: becas de ayuda a las familias (aprobadas por el Departamento de
Bienestar Social) y el decreto de regulación, donde se contemplan entre otras, la subvención del ciclo (en
su totalidad) en los centros privados concertados y la potenciación de escuelas infantiles de titularidad
pública.
(21) Decreto 297/2002, de 17 de diciembre regula las Escuelas Infantiles para niños y niñas de cero a tres años en la Comunidad
Autónoma del País Vasco durante los cursos 2002-2003 y 2003-2004; prorrogado por el Decreto 324/2003, de 23 de diciembre, de
prórroga para el curso 2004/2005, de la Disposición Adicional tercera del Decreto que regula las escuelas infantiles para niños y
niñas de cero a tres años en la Comunidad Autónoma del País Vasco durante los cursos 2002-2003 y 2003-2004.
(22) Consejo Escolar de Euskadi (2004). Informe sobre la situación de la enseñanza en la CAPV (2000-2002)
| 183 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Un reciente informe del Consejo Escolar de Euskadi22 arroja los siguientes datos sobre la evolución del alumnado de la CAPV en las distintas etapas y ciclos en el período 2000-2002, y la proyección a cinco años.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Tabla 32
En el siguiente cuadro tratamos de recoger algunos de los datos existentes sobre la oferta pública y concertada actual.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 33
(21) Decreto 297/2002, de 17 de diciembre regula las Escuelas Infantiles para niños y niñas de cero a tres años en la Comunidad
Autónoma del País Vasco durante los cursos 2002-2003 y 2003-2004; prorrogado por el Decreto 324/2003, de 23 de diciembre, de
prórroga para el curso 2004/2005, de la Disposición Adicional tercera del Decreto que regula las escuelas infantiles para niños y
niñas de cero a tres años en la Comunidad Autónoma del País Vasco durante los cursos 2002-2003 y 2003-2004.
(22) Consejo Escolar de Euskadi (2004). Informe sobre la situación de la enseñanza en la CAPV (2000-2002)
| 184 |
Cap. VI. Proteccion social
A. Oferta pública para menores de 3 años
En el contexto descrito anteriormente, y con el fin de potenciar la oferta de escuelas infantiles de titularidad pública, en septiembre de 2003 se celebra el acto de constitución del Consorcio Haurreskolak y se firma
un convenio entre 31 Ayuntamientos vascos y los departamentos de Educación y Agricultura y Pesca del
Gobierno Vasco. El Consorcio Haurreskolak tiene por función la gestión integral de las Escuelas Infantiles
públicas para niños y niñas de 0 a 3 años creadas en los municipios del País Vasco.
Por otra parte, en la actualidad se siguen manteniendo algunas escuelas municipales de educación infantil
creadas con anterioridad al mencionado Consorcio y que dependen de la gestión municipal. En Álava hay un
total de 17 escuelas, en Bizkaia 8 y en Gipuzkoa un total de 4.
Por tanto, dentro de la oferta pública se distinguen dos modalidades, por un lado las escuelas municipales
de educación infantil y, por otro, las llamadas haurreskolak. En ambos casos, la mayoría de las aulas se ubican aprovechando las instalaciones de los centros de enseñanza públicos.
Puede decirse que la práctica totalidad de los centros públicos de la CAPV ofertan aulas de dos años (a excepción de Vitoria, que cuenta con una tradición importante de guarderías municipales). Sin embargo, en el
caso de necesitar el servicio para niños y niñas de entre 0 y 1 año de edad la oferta es sumamente reducida.
En el caso de las Haurreskolak, cuando las solicitudes presentadas superan las plazas el Consorcio aplica los
siguientes criterios para priorizar las admisiones:
1) Empadronamiento de la unidad familiar en el municipio durante un período de un año;
2) Minusvalía del niño o niña ; y
3) Características de la familia:
b. Minusvalía del padre o madre
c. Niños y niñas pertenecientes a familias numerosas
d. Niños y niñas con necesidad de intervención social
e. Hermanos en la haurreskola;
f. Renta anual familiar;
g. Situación laboral del padre o de la madre.
En cuanto al horario que se oferta (7:30 a 18:30 horas) es importante señalar que no se podrá superar en
ningún caso las 8 horas diarias y que cualquier modificación del horario del niño o de la niña deberá comunicarse previamente. Se debe respetar los horarios de comidas y siestas según los criterios establecidos por
el Equipo Educativo del centro, no permitiendo entradas y salidas en estos horarios. En la medida de lo posible se debe tender a la permanencia del niño o de la niña en una jornada continuada.
Las cuantías establecidas para las aulas del Consorcio son de 135 euros al mes si el o la niña se queda menos
de cinco horas y de 180 euros para los y las niñas que permanezcan más de cinco horas. En el caso de las
escuelas infantiles municipales las cuotas a pagar se rigen por criterios basados en el nivel de ingresos de
| 185 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
a. Niños y niñas en situación de acogida
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
las familias. Así, los precios para el curso 2003-2004 oscilaron entre 65 y 180 euros (más IPC).
Existen unas subvenciones o becas que el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales establece para sufragar los gastos familiares originados en la Haurreskola, atendiendo a los siguientes criterios:
-
Según el nivel de renta que señale el decreto de convocatoria;
-
Nunca podrá recibirse una subvención mayor al gasto realizado durante el curso;
-
La subvención máxima será de 1.440 .
La dificultad a la hora de encontrar datos que distingan entre las reducidas tasas de escolaridad de los niños
y niñas de esa edad y la demanda potencial, es decir, de aquellas familias que desearían escolarizar a sus
descendientes y que no lo pueden hacer por falta de plazas, por falta de centros que no impliquen grandes
desplazamientos o por falta de plazas a precios razonables25, no hace fácil exponer la necesidad real de este
tipo de aulas, es decir, la demanda potencial.
Se estableció que el principal objetivo y primera fase del Consorcio sería solucionar el problema descrito,
creando nuevas plazas para acoger a los niños y niñas comprendidos entre los 0 y 2 años. Cabe señalar que
no han sido pocas las alusiones a las “haurreskolak” aparecidas en presa en el último año26 que han dado
cuenta de una situación que podría calificarse de incierta. Al parecer, la oferta de carácter público está aún
pendiente de concretarse, mucha parte del alumnado sigue sin ser atendido, las familias siguen sin saber
dónde y cuándo podrán escolarizar a sus hijas e hijos, etc. En algunos municipios los ayuntamientos y algunas asociaciones de padres y madres se han enfrentado al problema y han abierto las aulas sin conocer y
saber datos concretos sobre las condiciones de sus trabajadores y trabajadoras, cuotas, continuidad para el
curso siguiente, etc.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
B. Oferta de aulas de 0-3 en centros privados concertados
En cuanto a la oferta privada, el número de aulas para el ciclo de 0 a 3 años parece estar aumentando, impulsado sin duda por las subvenciones que se establecieron a partir del mencionado Decreto (anteriormente los
centros concertados sólo recibían subvención para el segundo ciclo de educación infantil de 3 a 6 años).
Aunque no está siendo tan fácil que aumente el número de aulas y plazas para los más pequeños (de 0 a 1
año) entre otros motivos debido al elevado coste que supone su mantenimiento, sí que está empezando a
integrarse como parte de una oferta más completa y competitiva de los centros concertados que en buena
parte de los casos abarca la escolarización desde los 0 a los 16 o 18 años.
Los precios varían en función del centro pero a modo orientativo constatamos que el pasado curso las cuotas medias oscilaron entre 180 y 210 euros.
(25) El sindicato STE-EILAS hizo público que más de 500 niños y niñas menores de 3 años de Gasteiz no se pueden escolarizar al
año por falta de plazas (www. www.stee-eilas.org).
(26) Ver página web: www.stee-eilas.org
| 186 |
Cap. VI. Proteccion social
C. Oferta de guarderías privadas
Entre las guarderías privadas se da una enorme diversidad en función de dónde se presten y quién las gestione, algunas están ligadas a entidades sin ánimo de lucro y otras son simplemente un negocio como otro
cualquiera. Los precios, horarios, condiciones materiales y pedagógicas varían tanto como centros puede
haber.
En Bizkaia merecen especial atención las guarderías concertadas con la Obra Social de BBK con 1.230 plazas
en 18 centros propios y 2 en colaboración (precios según ingresos, en el presente curso entre 42 y 210 euros)
y en el caso de Gipuzkoa las concertadas con el Grupo Mondragón.
Si bien es cierto que las medidas recogidas en el Plan Interinstitucional de Apoyo a las Familias del Gobierno
Vasco pueden considerarse medidas en pro de solucionar la asignatura pendiente de asistencia al colectivo
de niños y niñas de edades tempranas en la CAPV, no podemos perder de vista que el tipo de política seguida. Las medidas quizá no se encaminan a compensar las desigualdades sociales o la atención de los sectores
más desfavorecidos y responden más bien a un modelo de reparto de dinero entre amplios sectores de la
población (de carácter populista) y se traducen en unos muy perezosos pasos en la línea de impulsar la oferta pública gratuita (no olvidemos, por un lado, que en muchos de los centros subvencionados -privados concertados- para incentivar la oferta de aulas de 0 a 3 años se siguen cobrando cuotas).
La explicación parte, como apunta Constanza Tobío en sus proyectos de investigación sobre estrategias de
conciliación familia-empleo en España, de las estrategias privadas e informales que estas madres desarrollan para hacer compatible su doble responsabilidad de vida familiar y vida laboral: “esta es una primera forma
importante de solidaridad de las abuelas hacia sus hijas y nietas, generalmente concretada en la vuelta al
hogar materno después de la separación o del nacimiento de un hijo o hija fuera del matrimonio... y aunque
las abuelas no convivan con sus hijas y nietas la ayuda que les prestan es, con frecuencia, el recursos principal con el que cuentan las mujeres que tienen hijos e hijas y trabajan”27.
Lo que nos parece importante y queremos resaltar aquí del tan comentado fenómeno de las abuelas-cuidadoras es el hecho de que la primera generación de mujeres mayoritariamente activas está encontrando la ayuda
de la última generación de mujeres mayoritariamente amas de casa. No parece, por tanto, que se trate de
una solidaridad que pueda sostenerse por mucho tiempo. Previsiblemente, puede ser ése el momento en el
que el desajuste entre demanda y oferta de plazas que ya existe en la actualidad se vuelva insostenible y el
problema subyacente adquiera la categoría de ser tomado en consideración por las instituciones públicas.
(27) Tobío, C. (2002 : 7 - 19).Monoparentalidad y solidaridad entre mujeres en España: el papel de las abuelas cuando las hijas trabajan. Inguruak, 34.
| 187 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los datos expuestos nos llevan a preguntarnos por el modo en que las mujeres cabeza de familia en solitario
pueden estar compaginando su vida laboral (impulsada por la necesidad de incorporarse al mercado en busca
de ingresos) y su vida familiar (con el escaso respaldo que por parte del Estado reciben en cuanto a alivio
de cargas familiares se refiere).
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
5. ALGUNAS MEDIDAS DE “APOYO A LAS FAMILIAS”
Existen diversos tipos de ayudas a familias, pero nosotras nos centraremos en cuatro de ellas, que pasamos
a comentar brevemente.
•
La llamada “prestación económica por hijo, hija o menor a cargo”: Consiste en una asignación económica que se reconoce por cada hijo o hija a cargo de o la beneficiaria, menor de 18 años o mayor afectado o afectada de una minusvalía en grado igual o superior al 65%, así como por los menores en
acogimiento familiar, permanente o preadoptivo, siempre que no se supere un límite de ingresos establecido.
•
La “prestación económica por nacimiento o adopción de tercer o sucesivos hijos e hijas”: Prestación
económica de pago único, que tiene por objeto compensar, en parte, el aumento de gastos que produce
el nacimiento o adopción del tercer o sucesivos hijos e hijas en aquellas familias que no superen un
determinado nivel de ingresos.
•
La “prestación económica por parto o adopción múltiples”: Prestación de pago único que tiene por objeto compensar, en parte, el aumento de gastos que produce en las familias el nacimiento o la adopción
de dos o más hijos e hijas por parto o adopción múltiples.
•
La “prestación económica por cuidado de hijo, hija, de menor acogido o acogida, o de otros familiares”:
Todos y todas las trabajadoras por cuenta ajena, tanto del sector privado como de la Administración
Pública, que estando incluidas en el ámbito de aplicación del Sistema de la Seguridad Social disfruten
del período de excedencia laboral para atender al cuidado de cada hijo, hija de menor acogido o de otros
familiares, de acuerdo con la legislación aplicable.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Nos centraremos en esta última ayuda en cuanto que mantiene una relación más estrecha con nuestro estudio.
El Plan Interinstitucional de Apoyo a las Familias con Hijos e Hijas, que ya hemos citado anteriormente, fue
aprobado por el Consejo de Gobierno Vasco en julio de 2001. Este Plan, impulsado por el Gobierno Vasco y
elaborado con la participación activa de las Diputaciones Forales y Eudel, viene a dar respuesta "a la cada
vez más patente y sentida necesidad de abordar tanto políticas de natalidad como de conciliación de la vida
laboral y familiar" y tiene por principal objetivo "la remoción de los obstáculos de orden económico y sociolaboral para que las familias tengan el número de hijos e hijas que libremente decidan tener".
Enmarcado en este plan, a través del Decreto 177/2002 se regulan las medidas de conciliación de la vida
laboral y familiar para tratar de promover, en última instancia, la igualdad de oportunidades tanto en el acceso y permanencia en el empleo de hombres y mujeres como en sus posibilidades de dedicación intensiva al
cuidado de sus hijos e hijas durante la etapa en la que éstos y éstas más les necesitan.
El Decreto introduce, por otra parte, un aspecto de acción positiva a favor de los hombres, aumentado la
cuantía de las ayudas económicas con el fin de fomentar un nuevo modelo de corresponsabilidad familiar
acorde con los objetivos del Plan. Se trata de una medida dirigida a impulsar el cambio de los roles diferenciados entre las mujeres y los hombres, implicando a estos últimos en la atención y cuidado de sus hijos e
hijas.
| 188 |
Cap. VI. Proteccion social
Esta medida se concreta, en el año 2003, en la siguiente diferencia en la cuantía de las ayudas:
-
Para la situación de excedencia: 2.400 euros anuales cuando lo solicite una mujer y 3.000 euros cuando lo solicite un hombre.
-
Para la situación de reducción de jornada; en función del porcentaje de reducción, 1.575 o 1.350 euros
cuando lo solicite una mujer y 2.100 o 1.800 euros cuando lo solicite un hombre.
Como se explica en el decreto, “las ayudas económicas destinadas a las personas trabajadoras pretenden
compensar la disminución del salario que se produce en esas situaciones”, refiriéndose a las diferencias salariales existentes entre mujeres y hombres que pueden provocar que, ante la decisión que debe tomar una pareja de “quién reduce jornada” o “quién pide excedencia” se consideren únicamente criterios económicos y
sean así mayoritariamente las mujeres quienes opten por la retirada parcial o total del entorno profesional.
Esta consideración, que responde a una voluntad de intervención con perspectiva de género, se convierte
sin embargo en una ostentosa discriminación en el caso de las familias monoparentales y monomarentales,
ya que una mujer con hijos o hijas a su cargo va a recibir una menor ayuda que un padre en su misma
situación. Parece que en el diseño de las ayudas no se ha tenido en cuenta la actual diversidad de las
unidades de convivencia vascas, que no siempre responden al modelo tradicional “padre y madre con hijos e
hijas”, tal y como ha quedado reflejado en apartados anteriores.
Además, entendemos que esta diferencia en la cuantía de las ayudas no ha cumplido su objetivo, ya que,
como vimos en otro de los apartados, en el 2002, de todas las personas que habían solicitado las ayudas por
excedencia o reducción de jornada para el cuidado de hijos e hijas, únicamente el 5% fueron hombres.
Por último, cabe señalar los riesgos de alejamiento de la carrera profesional (de obtención de ascensos o de
promocionar) que supone esta opción para aquellas mujeres que pueden permitirse económicamente distanciarse de su trabajo por un tiempo.
| 189 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En cualquier caso, dichas ayudas existían desde el año 1996 (Decreto 199600232 de 01/10/1996), con unas
cuantías muy similares aunque sin la diferencia entre mujeres y hombres, y sin embargo, muy pocas personas
se habían acogido a ellas. Todo parece indicar que son las familias con mayores ingresos, en las que además
son dos las personas que trabajan de forma asalariada, las únicas que pueden optar por las excedencias y
reducciones, con o sin las ayudas.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
6. ALGUNAS CUESTIONES CLAVE A MODO DE RESUMEN
Sólo en un contexto de pleno empleo podría afirmarse el carácter universalista de los sistemas de protección social contributivos ante los riesgos de enfermedad, vejez o desempleo. La imposibilidad por parte de
un amplio sector de la población de acceder a las prestaciones de carácter contributivo por no cumplir los
requisitos de acceso establecidos ha supuesto la necesidad de extender las modalidades asistenciales.
Los datos expuestos hablan de un sistema de prestaciones no contributivas que se caracteriza por ofrecer
unos importes mínimos o de subsistencia, porque la concesión tenga un carácter periódicamente revisable,
porque el derecho a percibirlas esté comprometido por la demostración de su necesidad en base a unidades
de convivencia y en ocasiones supeditado a contraprestación por parte de los y las perceptoras.
•
La Renta Básica que garantiza unos ingresos mínimos a la población de la CAPV representa una cuantía
inferior al Salario Mínimo Interprofesional (81%). En el caso de las AES podría decirse que su carácter
de atención de emergencias ha pasado a un segundo plano, en cuanto que dos de las tres cuartas partes
de estas ayudas se destinan en la actualidad a financiar arrendamientos de vivienda.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El derecho a la Renta Básica está supeditado a la realización de una determinada actividad en cuanto
que exige un compromiso a través de un convenio de inserción. En el caso del derecho social de los y
las perceptoras de AES se ve supeditado a una cuestión de prioridades políticas en cuanto a presupuesto
social (así, una familia puede percibir ayuda por un concepto determinado en un año y al año siguiente
ante la misma necesidad no recibirla por insuficiencia presupuestaria).
•
En el caso de las pensiones no contributivas (jubilación y viudedad) algunas de las cuantías mínimas
establecidas no sólo no alcanzan el salario mínimo, sino que son inferiores a la cantidad establecida
para la Renta Básica (370 euros al mes), que se entiende viene a representar los ingresos considerados
mínimos para la inserción social.
•
Si tenemos en cuenta que muchas mujeres mayores de 50 años no han cotizado nunca o no durante el
tiempo suficiente para poder recibir pensiones de jubilación, entenderemos que éstas representen un
porcentaje poco significativo entre los y las perceptoras de este tipo de pensiones. Así mismo, los datos
sociodemográficos son claros en cuanto al sexo de las personas viudas, mayoritariamente mujeres, de
ahí que las mujeres sean mayoría entre las personas que reciben pensiones de viudedad.
Las mujeres vascas perceptoras de pensiones de viudedad en el 2002 cobraban poco más de la mitad de
lo que hubieran cobrado sus maridos a través de su pensión en el caso de no haber fallecido, pero
además esto significaba que estaban percibiendo, de promedio, una cantidad inferior al salario mínimo
interprofesional fijado ese año en 442,2 euros.
En relación a nuestro objeto de estudio, será bueno recordar que hay un total de 46.770 mujeres viudas
que viven solas y que un 58% (6.239 mujeres) de los núcleos familiares de la CAPV encabezados en solitario por mujeres tienen por sustentadora a una mujer viuda, en su mayor parte de avanzada edad e
inactiva. Por tanto, más de 53.000 mujeres dependientes de pensiones de viudedad con las características de las que hemos hablado.
•
La adaptabilidad de los programas de inserción a las necesidades de las mujeres “solas” se ve comprometida, ya que en el propio informe de los programas de Auzolan se apunta que en muchos casos las
mujeres son excluidas o se auto excluyen debido a las cargas familiares.
•
Las proyecciones de población realizadas por el Eustat auguran que la población mayor de 65 años
| 190 |
Cap. VI. Proteccion social
ascenderá a 422.000 personas en el año 2010, de las cuales un 13% (55.300) serán personas ancianas
de más de 85 años de edad. Si ya hoy sabemos del fenómeno de las “listas de espera” para acceder a
una residencia de la tercera edad, los datos anteriores vienen a recordarnos la urgente necesidad de
ampliar la oferta existente actualmente.
Quizá sea bueno tener presente que en el año 2000 había en la CAPV un total de 77.900 niños y niñas
menores de 4 años. A través de ciertas proyecciones de población el Eustat estima que en el 2010 la
cifra podría ascender a 94.100 niños y niñas. También sabemos que el número de mujeres ocupadas va
en aumento y que las escuelas infantiles se han convertido en imprescindibles para muchas de las familias actuales, fundamentalmente para las mujeres vascas que encabezan un núcleo familiar monomarental. Por eso, también en este caso es tan constatable hoy, como previsible para mañana, el
desajuste (cuantitativo -número de plazas- y cualitativo-precios, distribución geográfica de los centros…-) entre la oferta y la demanda del servicio de “escuelas infantiles”.
•
En este sentido, el Informe sobre la situación de la enseñanza en la CAPV (2000-2002), aprobado en el
pleno del 12 de mayo de 2004 por el Consejo Escolar de Euskadi ya alerta del alto crecimiento de alumnado previsto (57,9%) para los próximos cinco años en el primer ciclo de educación infantil.
•
Los incentivos de corresponsabilidad familiar no están siendo suficientes para conseguir que las mujeres
dejen de ser las principales solicitantes de excedencias y reducciones para el cuidado de hijos e hijas
(con la asunción de las consecuentes limitaciones en el desarrollo de la carrera profesional que en ocasiones puede conllevar). Todavía sólo un 5% de hombres solicita estas ayudas.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
•
| 191 |
Cap. VII. Gasto social en atencion a las mujeres solas
Cap. VII.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gasto social en atención a las mujeres solas
| 193 |
Cap. VII. Gasto social en atencion a las mujeres solas
D
urante mucho tiempo los presupuestos se han considerado neutros de género, sin embargo, un presupuesto expresa las prioridades económicas, sociales y culturales de quienes se benefician con la asignación y distribución de los recursos públicos.
D
Antes de nada, nos vemos en la obligación de aclarar la distinción que hemos realizado a la hora de exponer los datos que bajo el epígrafe de gasto social hemos decidido comentar. Por un lado, trataremos algunos
datos generales sobre el gasto, basados en las cuentas sobre Protección Social que además nos permiten
establecer algunas comparaciones entre algunos países, y por otro lado, trataremos de comentar los datos
relativos concretamente al gasto destinado al mantenimiento de los servicios sociales de la CAPV. Además,
hemos incluido algunos datos que a nuestro juicio también pueden resultar relevantes para nuestra investigación, relacionados con el gasto de las llamadas políticas activas de empleo.
El concepto de Protección Social al que aquí se hace referencia "incluye todas las intervenciones de organismos públicos o privados destinadas a aligerar la carga que representa para los hogares e individuos una
serie establecida de riesgos o necesidades, siempre y cuando no exista un acuerdo simultáneo, recíproco ni
individual"1, se trata por tanto, de una definición relativamente amplia. Añadiremos, que el gasto total en
protección social se compone de las prestaciones sociales2 (es decir, las transferencias, tanto en efectivo
como en especie, que los hogares perciben de las distintas instituciones de protección social, cuando tienen
lugar las contingencias frente a las cuales se encuentran protegidos), de los gastos administrativos3, trasferencias4 y otros5.
El gasto en protección social en la CAE alcanzó los 3.479 euros por habitante, superando en un 21% el valor
del mismo indicador del conjunto estatal, 2.858 euros. En lo que se refiere al esfuerzo que exige el mantenimiento de estos niveles (en función del PIB per cápita), los valores son similares, en torno al 20,1% del
PIB.
(1) Definición ofrecida por el Eustat de acuerdo con el Manual SEEPROS.
(2) Las Prestaciones Sociales son los pagos, tanto en efectivo como en especie, que reciben los hogares desde los sistemas de protección social y son suministrados directamente, es decir, suponen un incremento equivalente de la renta disponible del beneficiario. Las prestaciones sociales son objeto de clasificación de acuerdo con Funciones y Tipos tal y como se detalla más adelante.
Además de las funciones consignadas en la propia definición de Protección Social, se recogen también como Prestaciones Sociales
las Cotizaciones Reasignadas pagadas por unas entidades de protección social a otras con el objetivo de que sus protegidos disfruten
de la cobertura que estas últimas ofrecen. En este concepto entran, por ejemplo, las cotizaciones a la Seguridad Social que el INEM
efectúa para asegurar el derecho de los desempleados que se encuentran a su cargo a la recepción de determinados beneficios.
(3) Los Gastos Administrativos son los derivados de la gestión y administración de los Sistemas de Protección.
(4) Las Transferencias son los pagos sin compensación a otros Sistemas de Protección Social.
(5) En los Otros Gastos se recogen las rentas de la propiedad que se corresponden principalmente con los pagos por intereses, y
otros gastos que no pueden clasificarse en los conceptos anteriores.
| 195 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En el año 1999 el gasto total consolidado en protección social ascendió en la CAPV a 7.320.157 miles de
euros lo que supuso un incremento con respecto al ejercicio de 1997 de 10,7 puntos. Este incremento no
evitó, sin embargo, una caída del gasto en protección social medido en porcentaje del PIB, desde un 21,4%
a un 20,1%. Las prestaciones sociales ocuparon el 97,5% del gasto total consolidado y los gastos administrativos supusieron prácticamente el 2,5% restante.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
En la Unión Europea se aprecian diferencias considerables en cuanto a la intensidad del gasto en protección
social -expresadas en unidades de PPC (paridad de poder de compra). El país con mayor intensidad,
Luxemburgo, gastaba en 1999 dos veces más que el país con menor gasto por habitante, España. La CAPV
se sitúa por debajo de la media europea, superando a Grecia, Portugal, Irlanda y España pero lejos de otros
países europeos como Luxemburgo, Dinamarca, Noruega, Suecia y Holanda.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 34
(6) PPCs: Algunas de las comparaciones internacionales se presentan en unidades de poder de compra o PPCs (PPS Purchasing Power
Standard). El objetivo que se persigue no es otro que el de representar de manera fidedigna el poder adquisitivo al que equivalen
las Prestaciones Sociales concedidas en los distintos países, teniendo en cuenta que existen importantes diferencias de precios entre
ellos. Los convertidores de las monedas nacionales en PPS se han obtenido de la publicación de EUROSTAT. National Accounts ESA
1970-1995. En www.europa.eu.int/comm/eurostat/
| 196 |
Cap. VII. Gasto social en atencion a las mujeres solas
Gráfico 101
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT, cuenta de la protección social.
Tabla 35
| 197 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
(7) Función Enfermedad / Atención Sanitaria:
-
Las prestaciones en dinero que sustituyen la pérdida de ingresos por motivo de enfermedad.
-
La prestación de Asistencia Sanitaria independientemente de cual fue la razón que la produjo.
Función Invalidez:
Por un lado las prestaciones económicas destinadas a resarcir al beneficiario de la reducción de ingresos por motivo de la pérdida
total o parcial de su capacidad para desarrollar una actividad laboral, en los términos establecidos por la legislación. Por otro los
servicios de rehabilitación y otros, excepto los de asistencia sanitaria que se computan en la función Enfermedad / Atención
Sanitaria.
Función Vejez: Abarca todo el conjunto de prestaciones diseñadas con el fin de paliar las consecuencias de la vejez, incluidas la
pérdida de ingresos, la pérdida de autonomía en la realización de tareas cotidianas, o la disminución de la actividad social. En consecuencia se incluyen en esta función tanto las pensiones como otras prestaciones de carácter asistencial. Según lo establecido en
el Manual SEEPROS 1996, esta función incluye también todas aquellas pensiones de invalidez o supervivientes percibidas por pensionistas que hayan superado la edad de jubilación.
Función Supervivientes: En esta función se contemplan las prestaciones económicas concedidas a personas de edad inferior a la de
jubilación que hayan sufrido la pérdida del familiar o persona que representara su principal sostén económico. Del mismo modo se
incluyen ciertas compensaciones dirigidas a cubrir las cargas originadas por el fallecimiento, como pueden ser los gastos funerarios.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Función Familia / Hijos: Incorpora las ayudas financieras concedidas a los hogares con el objeto de aminorar las cargas que suponen la natalidad y la crianza de los hijos, así como el mantenimiento de otros miembros de la familia. Se incluye aquí el mantenimiento de la renta de las mujeres trabajadoras en el periodo previo y/o posterior al parto.
Asimismo están recogidos en esta función todos aquellos Servicios Sociales destinados a proteger a la institución familiar y a los
hijos en particular, como puede ser el alojamiento en centros especializados o en hogares particulares, o los servicios de guardería.
Función Desempleo: Recoge, por un lado, las medidas pasivas, es decir aquellas destinadas a paliar las consecuencias derivadas de
la carencia de un empleo remunerado, y en especial la privación de ingresos, y por otro, las medidas activas, dirigidas a prevenir o
reducir las situaciones de desempleo. Por tanto, esta función se compone de los subsidios de desempleo (parcial o completo), las
rentas de subsistencia, o las pensiones de jubilación anticipada siempre y cuando la causa de la jubilación se encuentre en la
situación del mercado laboral, pero también los subsidios de formación profesional y todo tipo de ayudas y prestaciones dirigidas a
mejorar las posibilidades de empleo presentes y futuras del beneficiario.
Función Vivienda: Se trata, en este caso, de las ayudas prestadas a los hogares para hacer frente a los gastos de la vivienda. Las
ayudas deben estar dirigidas a los ocupantes, bien sean propietarios de la vivienda, bien la ocupen en alquiler, y no a los constructores, ni a los propietarios que no ocupen sus viviendas. Las formas que adquieren las ayudas son básicamente las transferencias corrientes destinadas a aminorar los costes de alquiler o los pagos de los intereses de las hipotecas.
En las cuentas SEEPROS de la C. A. de Euskadi se incluyen en este apartado algunas acciones que lleva a cabo el Gobierno Vasco a
través del programa de Ayudas de Emergencia Social para facilitar el acceso a la vivienda de las capas sociales más desprotegidas,
así como las ayudas para la adquisición de primera vivienda de las Mutualidades de Funcionarios, por lo que es posible que hayan
quedado sin contabilizar, debido a problemas de medición, algunas acciones que pudieran avenirse al concepto de Protección Social
manejado, como las llevadas a cabo por la Departamento de Vivienda del Gobierno Vasco.
Función Exclusión Social no clasificada en otra parte: En ella se encuentran aquellas prestaciones relacionadas con riesgos y
necesidades que no se incorporan en ninguna otra función. Lógicamente, la función recoge una serie heterogénea de prestaciones
cuya característica común radica en que tratan de evitar o paliar las situaciones de exclusión social ligadas a la escasez de recursos
económicos o la presencia de problemas relativos a la salud, la educación o el empleo.
| 198 |
Cap. VII. Gasto social en atencion a las mujeres solas
Las funciones de Vejez y Enfermedad pueden explicar
un 82,8% del crecimiento del gasto corriente en
prestaciones sociales durante el período 1995-1999.
En el resto de las funciones la contribución a dicho
aumento del gasto resulta mucho más modesta y en
el caso de la función Desempleo, incluso negativa.
| 199 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Destacan por su peso las funciones de Vejez y Enfermedad-asistencia sanitaria, seguidas de la de Desempleo
(que incluye las cotizaciones sociales reasignadas abonadas a favor de las personas desempleadas) y la de
Invalidez, mientras que el resto de funciones tienen un peso significativamente menor.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 102
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT. Cuenta de la Protección Social. Sistemas, ver nota a pie de página (8)
(8) El Sistema de Seguridad Social. Está conformado por las entidades gestoras de la Seguridad Social en la CAE: Tesorería General
de la Seguridad Social (TGSS), Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), Instituto Social de la Marina (ISM), y OSAKIDETZA,
organismo encargado de la gestión de la atención sanitaria pública en la CAE desde el traspaso de las competencias adquiridas por
la Comunidad en virtud de su Estatuto de Autonomía, y la Agrupación de Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
No se incluyen en este apartado las acciones derivadas de la transferencia a las instituciones vascas de las competencias en la provisión de Servicios Sociales. Dicha transferencia no ha dado lugar a la constitución de una unidad de gestión equiparable al Instituto
Nacional de Servicios Sociales (INSERSO). La dificultad de aislar, de entre las acciones llevadas a cabo por el Gobierno y las
Diputaciones vascas, aquellas atribuibles a la transferencia de tales competencias, junto con la conveniencia de utilizar la
"Estadística de Servicios Sociales", una fuente exhaustiva y completa de la provisión de Servicios Sociales en la CAE, aconseja contabilizar esta parte de la Seguridad Social en el grupo Otros Sistemas de Protección social.
Las discrepancias entre las cifras que se ofrecen en esta publicación del Sistema de Seguridad Social y las de "Las Cuentas Económicas
de la Seguridad Social" elaboradas por la Dirección de la Seguridad Social del Gobierno Vasco están motivadas por algunas diferencias metodológicas.
El Instituto Nacional de Empleo. Constituye por sí mismo una agrupación independiente que destaca por su importancia en la
Protección Social de las situaciones de desempleo.
Regímenes de Funcionarios Públicos. En este grupo se recogen los gastos e ingresos ligados a la provisión de Protección Social de
los sujetos sometidos al Régimen Especial de Funcionarios Públicos instaurado por el Real Decreto Ley 16/1978. Esto incluye las
prestaciones llevadas a cabo por las tres mutualidades de funcionarios públicos con actividades en el ejercicio 1995, La Mutualidad
General de Funcionarios Civiles del Estado (MUFACE), el Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS) y la Mutualidad General
Judicial (MUGEJU), por una parte, y el Régimen de Clases Pasivas del Estado, por otra.
También se incluyen bajo este epígrafe las prestaciones cubiertas directamente por las Administraciones Públicas en tanto que
empleadoras de este grupo de trabajadores.
Otros Sistemas de Protección Social. Se constituye como un resto que engloba la Protección Social prestada por sistemas e instituciones de muy diverso signo, lo que la convierte en la más heterogénea de las agrupaciones. Incluye:
-
La acción de instituciones públicas con una finalidad específica en el campo de la Protección Social, como el Fondo de Garantía
Salarial (FOGASA).
-
La Protección Social llevada a cabo por la Administración Central del Estado en el ámbito territorial de la CAE.
-
La que realizan las diferentes Administraciones Vascas (Gobierno Vasco, Diputaciones y Ayuntamientos).
| 200 |
Cap. VII. Gasto social en atencion a las mujeres solas
El predominio de las instituciones públicas en la gestión de las prestaciones sociales constituye un rasgo característico del Sistema Español y Vasco de protección social.
En el caso de la CAPV, el Sistema de Seguridad Social9 se ocupa de la gestión de prestaciones por un importe
de 5.237.188 miles de euros y el Instituto Nacional de Empleo (INEM), concentrado en la función Desempleo,
537.192 miles de euros, con lo que entre ambos gestionan el 80,9% de los recursos totales destinados a
abonar prestaciones sociales a las personas beneficiarias de los distintos sistemas de protección social en la
CAPV. A estos dos grandes grupos de sistemas hay que añadir el de Regímenes de Funcionarios Públicos
(2,8%) y el que recoge el resto de los Sistemas de Protección Social (16,3%).
Gráfico 103
-
La Asistencia Médica y Social prestada en centros dependientes de las Administraciones Territoriales (Diputaciones y
Ayuntamientos).
-
La acción de las Instituciones Sin Fines de Lucro (ISFL) siempre y cuando se acomoden al concepto utilizado de Protección
Social.
-
Las prestaciones que los trabajadores reciben directamente de sus empleadores.
(9) Agrupa las acciones de las entidades gestoras de la Seguridad Social, Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), Instituto
Social de la Marina (ISM), Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), el agregado de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Laborales y, finalmente, las prestaciones abonadas por las Administraciones Públicas Vascas como resultado de las
transferencias en materia de sanidad y servicios sociales.
(10) Cotizaciones sociales son los costes en los que incurren los empleadores en nombre de sus asalariados, las personas protegidas, o los propios sistemas de protección, y que aseguran el derecho a recibir las prestaciones sociales por parte de sus beneficiarios.
-
Las Cotizaciones Sociales a cargo de los empleadores pueden ser efectivas o imputadas. Cuando los pagos se realizan a un asegurador independiente que es el que gestiona la provisión de las prestaciones (este asegurador puede ser una Administración
de Seguridad Social, una Institución Sin Fines de Lucro o una empresa de seguro), o bien se constituyen reservas en los propios balances de la empresa, se trata de cotizaciones efectivas. Cuando los empleadores se
| 201 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT. Cuenta de la Protección Social. Sistemas, ver nota a pie de página (9)
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Los Sistemas de protección social obtuvieron en 1999 unos ingresos totales de 7.517.672 miles de euros,
con los que financiaron sus gastos de protección social. La mayor parte de estos ingresos, 5.510.303 miles
de euros que supusieron un 73,3%, provino de las cotizaciones, de las cuales la mayor parte fueron abonadas
por las y los empleadores. La segunda fuente más importante de fondos fue la de las Aportaciones públicas
que, con 1.859.664 miles de euros, representó un 24,7% del total.
Como hemos mencionado, el conjunto de las agrupaciones de sistemas tienen un claro carácter contributivo, si bien existen sensibles diferencias en los modelos de financiación. El Sistema de Seguridad Social, el
Instituto Nacional de Empleo y los Regímenes de funcionarios públicos se financian fundamentalmente con
cargo a las Cotizaciones efectivas abonadas por empleadores y trabajadores, mientras que el papel de las
Aportaciones públicas se circunscribe a la financiación de algunos servicios universales y de las prestaciones
dinerarias de aquellas personas que no cotizaron lo suficiente para garantizarse niveles de renta mínimos.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
comprometen a suministrar la prestación directamente a sus trabajadores sin que medie asegurador autónomo, y sin constitución de
reservas, se habla de cotización social imputada.
-
Las Cotizaciones Sociales pueden correr también a cargo de las personas protegidas, sean estas asalariados, trabajadores
autónomos o pensionistas.
-
Las Cotizaciones Sociales Reasignadas son las que realiza un sistema de protección social a otro con el fin de mantener o incrementar en éste los derechos de las personas que protege.
Las Aportaciones de las Administraciones Públicas son las destinadas a sufragar los costes de los sistemas públicos no contributivos o bien a complementar los ingresos del resto de los sistemas.
Puede tratarse de ingresos derivados de la recaudación de impuestos específicos legalmente vinculados a la provisión de una
prestación o un sistema de protección determinado, aunque por lo general se trata de aportaciones genéricas realizadas por las
Administraciones sin encontrarse sujetas a la percepción de ningún ingreso específico (ingresos generales).
El cálculo de las Aportaciones Públicas presenta dificultades en aquellos casos en los que existe una única entidad u organismo cuyo
funcionamiento afecta al conjunto del territorio nacional, y que en concepto de Aportación Pública recibe una cantidad única procedente de la administración Central del Estado. En estos casos la cuestión radica en determinar la proporción en que la Comunidad
Autónoma Vasca contribuye al mantenimiento de los gastos del organismo en el conjunto del estado.
Este problema afecta principalmente a los ingresos del Sistema de Seguridad Social y a los del Instituto Nacional de Empleo. En el
primero de los casos se ha recurrido a la estimación de los ingresos de la Seguridad Social elaborada en el Departamento de Justicia,
Trabajo y Seguridad Social del Gobierno Vasco, y que utiliza como criterio el de las aportaciones de la C. A. de Euskadi al sostenimiento de las competencias no transferidas tal y como se especifica en la Ley de Cupo.
Este mismo criterio es el que se ha juzgado apropiado en el caso de los ingresos del INEM en concepto de Aportaciones Públicas.
Transferencias de otros sistemas. Son pagos sin compensación entre los diferentes Sistemas de Protección Social. Constituyen un
ingreso para el sistema que las percibe.
| 202 |
Cap. VII. Gasto social en atencion a las mujeres solas
De acuerdo con estos datos la CAPV se sitúa entre el grupo de países cuyos sistemas de protección social
adoptan un carácter preferentemente contributivo, como Alemania, Bélgica, Francia o Austria. En el otro
extremo se encuentran aquellos países en los que la contribución mayoritaria en el sostenimiento de los sistemas de protección social corresponde a las aportaciones públicas, como ocurre en Dinamarca donde esta
fuente de ingreso supone el 65,2% de los recursos, e Irlanda y Noruega con un 59,8%.
Dejando a un lado las cuentas de protección social que hablan de datos de una gran magnitud e incluyen
conceptos no poco complejos, trataremos a continuación de acercarnos a la estadística de servicios sociales.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 104
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT. Estadística de servicios sociales.
| 203 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
El gasto en servicios sociales11 ha ido creciendo en los últimos 14 años una media del 13,2% al año. En 2002
alcanzó la cifra de 915 millones de euros, un 16% más que el año anterior y representó un 2% del PIB vasco.
Tabla 37
Gráfico 105
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del EUSTAT.
Estadística de servicios sociales.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En cuanto al gasto en servicios sociales por habitante pueden apreciarse algunas diferencias entre los tres
territorios históricos. Y las diferencias se acentúan si observamos el gasto público por separado. Así, el gasto
público per cápita de Álava se sitúa en 427,22 euros anuales frente a 281,61 euros en Bizkaia y 262,16 euros
en Gipuzkoa.
(11) Gastos corrientes: destinados a operaciones corrientes.
-
Compras: gastos en bienes corrientes, que no producen incremento de capital, con duración inferior a un año, no inventariable y reiterativo.
-
Servicios exteriores: incluye reparaciones y conservación, servicios de profesionales independientes, suministros, transportes,
primas de seguros, servicios bancarios etc.
-
Gastos de personal: sueldos y salarios, Seguridad Social y otros gastos de personal
-
Otros: incluye tributos, gastos financieros, dotaciones para amortización, variación de existencias, pérdidas procedentes del
inmovilizado y gastos excepcionales.
-
Transferencias a familias: comprende los créditos a personas físicas destinados a financiar operaciones corrientes sin contrapartida, a través de programas encaminados a solucionar situaciones de necesidad.
Son todas aquellas incluidas dentro del Plan de Lucha contra la Pobreza (Ayudas de Emergencia Social -A.E.S.- e Ingreso Mínimo de
Inserción -I.M.I.-) así como los L.I.S.M.I. (prestaciones de la Ley de Integración Social de Minusválidos) y los F.B.S. (Fondos de
Bienestar Social) que se conceden con carácter alimentario a aquellas personas que por su edad o su incapacidad no puedan acceder al trabajo ni disponer de otros ingresos con que atender las necesidades básicas de la vida.
Gastos de capital: recoge la adquisición de bienes inventariables ya sean bienes muebles o inmuebles.
| 204 |
Cap. VII. Gasto social en atencion a las mujeres solas
El esfuerzo de las distintas administraciones públicas representó un 70% del gasto total. Vamos a centrarnos
en el gasto público y para ello nos valdremos de los datos recogidos en el Informe sobre el Gasto Público en
Servicios Sociales12 - que anualmente desarrolla el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social - que
tiene como finalidad principal analizar el gasto que el conjunto de Administraciones Públicas realiza en la
CAPV en el ámbito de los Servicios Sociales.
En 2002, la mayor parte del gasto, un 82%, se destina al mantenimiento de los programas y servicios incluidos en tres sectores: las personas mayores (35%), la marginación y la pobreza (26,6%) y las discapacidades
(20,4%). Al sector de familia, infancia y juventud se destina el 10,9% de los recursos, al conjunto de
población el 4,5% y a los dos restantes, mujer y drogodependencias, porcentajes que oscilan entre el 1 y
1,5%.
Tabla 38
Fuente: “El gasto en servicios sociales en Euskadi informe general.
Año 2002 (avance)”. Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad
Social del Gobierno Vasco.
La tendencia es al crecimiento de los sectores de marginación y pobreza (que ha pasado de representar el
23,4% en 2001 al 26,6% en el 2002), y de familia, infancia y juventud, que pasa del 7,3% al 10,9%. El
aumento del gasto del Gobierno Vasco en la financiación de la Renta Básica y las Ayudas de Emergencia Social
y el “Plan interinstitucional de apoyo a las familias con hijos e hijas” son los principales causantes del cada
vez mayor peso de estos dos sectores y, en buena parte, del crecimiento del gasto total en servicios sociales.
El sector de marginación y pobreza ha experimentado un crecimiento del 34% respecto a las cifras de gasto
de 2001 y familia, infancia y juventud crece el 77,3% sobre el gasto efectuado en el ejercicio anterior.
(12) Esta dimensión de gasto hace referencia, como en años anteriores, a la aportación neta realizada al sector por las administraciones públicas. El gasto corriente neto comprometido se define como la diferencia entre el gasto total de mantenimiento de los servicios y los ingresos derivados de la actividad.
| 205 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 106
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 107
Fuente: “El gasto en servicios sociales en Euskadi informe general. año 2002 (avance)”. Departamento de Justicia, Empleo y
Seguridad Social del Gobierno Vasco
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 108
Fuente: “El gasto en servicios sociales en Euskadi informe general. año 2002 (avance)”. Departamento de Justicia, Empleo y
Seguridad Social del Gobierno Vasco
La siguiente tabla nos indica el destino del gasto público y comprobamos que los mayores contingentes del
gasto son los destinados a financiar las ayudas económicas gestionadas por los servicios sociales y los servicios residenciales.
(1) Naciones Unidas para el Desarrollo (1992 : 5). Programa de las Naciones Unidas. El abismo de la desigualdad. Resumen del informe
sobre el desarrollo humano. Cristianismo i justicia, Barcelona.
(2) Naciones Unidas (1995). Situación de la mujer en el mundo, 1995. Tendencias y estadísticas. Nueva York.
| 206 |
Cap. VII. Gasto social en atencion a las mujeres solas
Tabla 39
Las Diputaciones Forales siguen constituyendo la pieza central del sistema de financiación de los servicios
sociales (53%). Gobierno Vasco aporta la cuarta parte del gasto total (24,6%) - cada vez más significativo, los ayuntamientos financian el 19,3% y el Instituto Nacional de Empleo (INEM) y los Fondos Sociales
Europeos (FSE) aportan el 3,2% restante. No obstante, es importante señalar que ante el incremento de países que componen la UE, la asignación de estos fondos europeos se va a ver muy mermada en el caso de
España, y esto va a afectar también a la CAPV.
Fuente: “El gasto en servicios sociales en Euskadi
informe general. año 2002 (avance)”. Departamento
de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno
Vasco
(13) Los gastos que las administraciones públicas destinan directa o indirectamente a financiar otros servicios distintos de los servicios residenciales: centros de día, ocupacionales y de empleo, guarderías, comedores, hogares de jubilados, centros de rehabilitación y diagnóstico y servicio de asistencia domiciliaria.
(14) Este capítulo residual está integrado por los siguientes conceptos: actividades de promoción, prevención y reinserción, servicios sociales de base, subvenciones al movimiento asociativo no incluidas en epígrafes anteriores y gastos generales y de dirección.
| 207 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 109
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
El sector de marginación y pobreza es financiado mayoritariamente por el Gobierno Vasco, aunque otras instituciones contribuyen también en su financiación: los ayuntamientos aportan el 9,8% (fundamentalmente a
través de partidas para reforzar las Ayudas de Emergencia Social) y las Diputaciones participan con el 16,4%
(financiando el PAGAMI15, prestación económica foral que complementa la Renta Básica).
En el campo de las personas mayores y la discapacidad, la financiación corresponde mayoritariamente a las
Diputaciones Forales, con un 73,8% y un 83,6% respectivamente.
La asunción mayoritaria de la financiación de los servicios sociales de base es de los Ayuntamientos, también cubren un 26,2% en personas mayores, que supone un esfuerzo municipal de gasto importante (en este
área en la que se concentra el 47,7% del gasto municipal en servicios sociales).
Los servicios minoritarios (el gasto municipal en el área de mujer apenas supone el 3% respecto de su gasto
total) como los relativos a mujeres y a drogodependencias, son financiados de forma desigual, aunque con
una participación importante de los Ayuntamientos apoyados por las Diputaciones Forales, en el caso de la
mujer, y por el Gobierno Vasco, en el caso de las drogodependencias.
El informe realizado por el SIIS16 nos indica el destino del gasto (datos del 2001) en función de los diferentes servicios existentes para cada uno de los colectivos:
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 110
Gráfico 111
Fuente: Cuarto Informe sobre la situación de los servicios sociales en la CAPV, año 2001. SIIS.
(15) PAGAMI: Prestación Asistencial de Garantía Mínima.
(16) Consejo Vasco de Bienestar Social ( 2003). Cuarto Informe sobre la situación de los servicios sociales en la CAPV, año 2001. SIIS,
Donostia -San Sebastián.
| 208 |
Cap. VII. Gasto social en atencion a las mujeres solas
Gráfico 112
Gráfico 113
Fuente: Cuarto Informe sobre la situación de los servicios sociales en la CAPV, año 2001. SIIS.
No hemos querido olvidarnos de aquel gasto que se destina a las políticas activas de empleo, rescatamos
algunos datos publicados recientemente por el Consejo Económico y Social Vasco para observar en qué medida el esfuerzo económico que realizan las administraciones públicas (y en ocasiones instituciones privadas)
puede estar facilitando la incorporación y mantenimiento de las mujeres en el ámbito laboral.
-
Servicios públicos generales de empleo;
-
Acompañamiento y asistencia en la búsqueda de empleo;
-
Formación (incluye tanto la ocupacional como la formación continua);
-
Reparto del trabajo y relevo laboral;
-
Incentivos al empleo (incentivos para la contratación permanente y temporal e incentivos para mantener el empleo);
-
Integración de personas con discapacidades (tanto en empleo regular, protegido u otros);
-
Creación directa de empleo;
(17) Consejo Económico y Social Vasco (2004). Las políticas activas de empleo en la CAPV y en la UE. CES - Colección Estudios e
Informes, Bilbao.
| 209 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El Eurostat realiza la siguiente clasificación de las medidas a partir de las distintas formas en las que se actúa
para alcanzar los objetivos. Además de una categoría base de servicios generales establece siete tipos que
recogen medidas sobre políticas activas del mercado laboral y dos de políticas pasivas.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
-
Incentivos para nuevos promotores y promotoras de empresas y autoempleo;
•
Apoyo e ingresos extralaborales (prestaciones por desempleo, etc.) y
•
Prejubilaciones.
Según un informe del CES17, el gasto realizado en el conjunto de las Políticas Activas de Empleo (en adelante
PAE) en la CAPV en el año 2000 fue de 259.547 miles de euros, que equivale a 271 euros por persona activa y a 1.476 euros por participante.
Gráfico 114
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: CES, 2003.
Como podemos observar, la partida de gasto principal es la dirigida a incentivar el empleo, siendo el principal gasto de esta categoría las bonificaciones en las contribuciones a la Seguridad Social que reciben las
empresas. En segundo lugar, aunque a casi 30 puntos de diferencia, si sitúa la formación. Por último, los
incentivos al autoempleo suponen la tercera partida en importancia.
Respecto al origen de los fondos de las PAE, según el mismo informe del CES, son la Administración Central
(57%) y los Fondos Europeos (22,9%) las entidades que fundamentalmente soportan el gasto. La gestión de
dicho gasto, sin embargo, se lleva a cabo en primer lugar por el INEM (76,9%), seguido de Gobierno Vasco
(que gestiona el 20,2% del gasto), las entidades locales (15,2%) y las Diputaciones Forales (10,2%).
Gráfico 115
Fuente: Elaboración propia a partir de datos CES, 2003
Según los datos recogidos en una muestra significativa de los programas recabados en el estudio
del CES, se ha podido constatar que el grueso del
gasto (75,2%) se dirige a las empresas y que se
materializa principalmente en reducciones en las
contribuciones (52,2%).
| 210 |
Cap. VII. Gasto social en atencion a las mujeres solas
Hay algunos estudios que hablan de la relación entre el gasto público en protección social y el empleo
femenino. Cuanto menos, las cifras nos indican que la CAPV tiene una de las peores tasas de paro femenino
de la Unión Europea y que, a su vez, ocupa uno de los últimos lugares en gasto por habitante en protección
social. La tasa de integración de la mujer en el mercado laboral (como hemos visto en el Cap. II Mercado de
Trabajo) es del 53,1% frente a porcentajes como Dinamarca o Suecia que superan el 70%. La CAPV también
cuenta (año 2002) con una de las cuatro peores tasas de paro femenino de larga duración (4,7) de entre los
países que formaban la Unión Europea de los 15 antes de la ampliación. El gasto en protección social ha
aumentado considerablemente en los últimos años pero todavía hoy representa un porcentaje sobre el PIB
que está 7,5 puntos por debajo de la media europea.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
La relación entre gasto público y empleo femenino mencionada puede entenderse si consideramos que la
compatibilidad de vida familiar y vida profesional depende en buena medida de la existencia de ayudas familiares, de la existencia de una red de guarderías suficiente y a precios razonables y de la existencia de servicios de atención a ancianos y personas dependientes, para lo que a su vez, la inversión social es imprescindible. Sin olvidarnos, por otra parte, del importante papel que en la mejora de las tasas de empleo
femenino puede tener el planteamiento de unas políticas activas de empleo eficaces.
| 211 |
Cap. VIII. Estrategias de insercion
Cap. VIII.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Estrategias de inserción
| 213 |
Cap. VIII. Estrategias de insercion
E
n capítulos anteriores constatábamos el hecho de la acentuación creciente de las desigualdades dentro
de las sociedades europeas. Las actuales tasas de pobreza (ciertamente elevadas) son sin duda incompatibles con unos estados democráticos que quieran caracterizarse por una cultura de ciudadanía, así
como con la pretendida cohesión económica y social entre países y ciudadanos y ciudadanas de la Unión
Europea por parte de los poderes comunitarios.
E
“En un Estado democrático, tanto más cuanto alcance en su conjunto niveles de desarrollo económico y de
bienestar elevados, (se) debe estar en condiciones de garantizar a todos los ciudadanos los recursos para
vivir y actuar en cuanto tales, independientemente de su capacidad y recursos personales o familiares”1.
El estrecho vínculo existente entre realización de una actividad profesional laboral y la concesión de prestaciones (en base a contribución previa) supone que los sistemas de seguros sociales en Europa puedan considerarse insuficientes ante el fenómeno del desempleo, que a día de hoy ya no puede seguir pensándose un
problema de la persona que lo padece sino de la sociedad en la que vive.
Ante la necesidad de elevar gradualmente la protección asistencial (prestaciones no contributivas) hasta el
nivel de la Seguridad Social, ya en 1986 la Comisión de las Comunidades Europeas2 propone el análisis de
todos los proyectos y proposiciones que tendieran a la instauración de un “ingreso mínimo social” para combatir la pobreza. En este marco adquieren relevancia los informes y dictados3 a favor de priorizar la reinserción de aquellos y aquellas que perciban estas rentas, potenciando el aspecto formativo y reforzando las relaciones de la protección social con el empleo.
(1) Sarraceno, C (1989 : 28). Una persona, un crédito. Política ed Economía, 1.
(2) Comisión de las Comunidades Europeas (16 de septiembre de 1986). Problemas de la Seguridad Social. Temas de interés común.
(3) Entre los que destaca el dictamen del 12 de julio de 1989 aprobado en sesión plenaria por unanimidad, del Comité Económico y
Social de las Comunidades Europeas.
| 215 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Si, como decimos, las medidas formativas y de (re)inserción para evitar la perpetuación de una situación de
asistencia, adquieren en este momento la relevancia de políticas de primer orden, no queremos pasar por
alto la revisión de algunas de las políticas actuales de inserción laboral. Revisaremos las características de
algunos de los programas que se están llevando a cabo en algunos países de Europa y, también, las que
definen aquellos programas puestos en marcha en el ámbito de la Comunidad Autónoma Vasca.
| 216 |
(4) En Francia, como estructuras de apoyo para la aplicación de las medidas de inserción, existe un Fondo de urgencia social para aportar una ayuda inmediata a personas
y familias en situación de precariedad grave que, a pesar del apoyo de otros dispositivos, tienen dificultades para mantener un nivel de vida digno. El Fondo de compensación es el que se utiliza para financiar contratos de empleo-solidaridad con colectivos concretos, entre los que se encuentran las personas beneficiarias del ingreso mínimo de inserción y que lleven al menos un año en situación de desempleo.
Programas dirigidos a diferentes colectivos en situación de riesgo de exclusión social de diversos países europeos.
Tabla 40
El siguiente cuadro se realiza a partir de los datos que se recogen en el informe del SIIS “Políticas de Inserción Laboral en Europa” del año
1999 sobre los programas dirigidos a diferentes colectivos en situación de riesgo de exclusión social de diversos países europeos.
1. PROGRAMAS DE INSERCIÓN LABORAL EN EUROPA
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cap. VIII. Estrategias de insercion
| 217 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
| 218 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cap. VIII. Estrategias de insercion
| 219 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
| 220 |
Cap. VIII. Estrategias de insercion
Por una parte, observamos que existe un gran número de programas dirigidos a personas perceptoras de ayudas sociales sin diferenciación de sexos.
No obstante, en países como Francia muchos de los programas establecidos hacen referencia expresa a colectivos específicos (de especial interés para nuestro trabajo) como los formados por familias monoparentales,
personas preceptoras de prestaciones por viudedad, etc. E incluso algunos de los programas que componen
la oferta de países como Francia, Holanda, Austria e Irlanda, están orientados al colectivo de mujeres consideradas “inactivas” y madres de familia que desean (re)incorporarse a la vida laboral.
Especialmente digno de mencionarse son dos estructuras de apoyo para la aplicación de medidas de inserción establecidas en Francia. Por una parte el Fondo de urgencia social, destinado a aportar una ayuda
inmediata a personas y familias en situación de precariedad grave que, a pesar del apoyo de otros dispositivos, tienen dificultades para mantener un nivel de vida digno. Y por otra, el Fondo de compensación, que
se utiliza para financiar contratos de empleo-solidaridad con colectivos concretos, entre los que se encuentran las personas beneficiarias del ingreso mínimo de inserción que lleven al menos un año en situación de
desempleo.
Al margen de las prestaciones económicas, la metodología de inserción se compone básicamente de las siguientes medidas:
-
Programas que combinan formación y práctica;
-
Bonificaciones e incentivos a las empresas por realizar contratos dirigidos a los colectivos considerados
en riesgo;
-
Ayudas para el autoempleo;
-
Subvención de servicios de orientación personalizada en el itinerario de búsqueda de empleo; y
-
Ayudas para la creación de empresas de inserción.
-
La creación de puestos de trabajo directos para personas perceptoras del salario social, es el caso de los
60.000 puestos creados en Holanda en el sector de los servicios sociales, atención infantil, educación,
etc. En Bélgica existe una iniciativa similar en algunas empresas para financiar los puestos de trabajo
dirigidos a la atención al público, mejora organizacional y protección del medio ambiente5.
-
La obligatoriedad de realizar actividades de utilidad pública o voluntariado para las personas perceptoras de las prestaciones sociales (Holanda).
-
La posibilidad de seguir cobrando un porcentaje decreciente de la ayuda social durante los tres primeros
años de acceso a un empleo (Irlanda).
(5) Algunas de estas medidas responden a la intención de aumentar el gasto en protección social para poder así beneficiarse de un
doble efecto: la inserción de muchas mujeres (aliviándoles de las cargas familiares) por una parte, y de otro lado, la creación de
puestos de trabajo en sectores asistenciales, los cuales son especialmente solicitados por mujeres.
| 221 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En algunos casos algunas de estas medidas adquieren cierto carácter innovador:
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Formación personalizada y flexible que trata de adaptarse a las necesidades de los y las beneficiarias a
través de algunas facilidades que se añaden al proceso de formación/orientación: disponibilidad de
guarderías o ayudas económicas para el cuidado de menores, flexibilidad en cuanto a horarios para poder
compatibilizar el programa con vida familiar, etc.
-
La figura del tutor que supervisa los procesos de inserción (apoyo, seguimiento y acompañamiento individualizado) tanto en su fase formativa como durante el periodo de trabajo que se desarrolla en la
empresa.
-
La adquisición de práctica y experiencia profesional realizando actividades que respondan a necesidades
colectivas no satisfechas (generalmente no productivas).
-
Planes que comprometen la acción coordinada de diversos agentes sociales.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
-
| 222 |
Cap. VIII. Estrategias de insercion
2. PROGRAMAS DE INSERCIÓN EN LA CAPV
En el informe del Consejo Económico y Social Vasco “Políticas Activas de empleo en la CAPV y en la UE”
(2004)6, se realiza un análisis exhaustivo de los programas y proyectos considerados en la definición de
políticas activas de empleo (en adelante PAE) y sus colectivos objeto, analizando posibles diferencias por
sexo, situación laboral o especificidad en factores tales como la condición de marginalidad, la discapacidad,
etc.
En primer lugar se constata que la mayoría de los programas se dirigen a la población en general (95,7%),
de manera que no hay un peso específico en lo que a actuación según sexo (mujer) se refiere (sólo un 4,3%
de los programas vigentes en el año 2000 se dirigían específicamente a mujeres), ni tampoco en lo que a
edad se refiere (el 82,7% de los programas analizados no concretan un segmento de personas específico
según la edad).
Gráfico 116
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Informe “Políticas
Activas de empleo en la CAPV y en la UE”(2004).
(6) Consejo Económico y Social Vasco (2004). Las políticas activas de empleo en la CAPV y en la UE. CES - Colección Estudios e
Informes, Bilbao.
| 223 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El grueso de los programas mixtos se dirige fundamentalmente a las personas desempleadas. Y
en el caso de los programas exclusivos para
mujeres también tienen un peso importante
aquellos que están dirigidos a las que se encuentran en situación de inactividad.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 117
También se observa que únicamente el 5% de
todos los programas definidos como “políticas
activas de empleo” están dirigidos específicamente al colectivo de familias monoparentales y un 8% a personas con especiales
dificultades de incorporación al mundo laboral.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del CES, 2003
El informe del CES Vasco muestra que las políticas de empleo que se aplican no inciden de forma mayoritaria
en el colectivo de parados y paradas de larga duración, en las mujeres o en los jóvenes. Así mismo, las medidas basadas en incentivos a la contratación lideran las políticas mientras que, como contrapartida, el estudio revela que el 34% de quienes son contratados y contratadas a partir de estos programas de promoción
del empleo vuelve al paro una vez terminado su contrato.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Como hemos dicho, atendiendo únicamente a la variable sexo, la gran mayoría de los programas vigentes
(95,7%) no distingue un componente de género en la definición del colectivo al que se dirige.
| 224 |
Cap. VIII. Estrategias de insercion
Gráfico 118
Respecto a la participación real de las
mujeres en los diferentes programas desarrollados, encontramos que en el caso de las
desempleadas y especialmente las inactivas,
su participación es menor que su peso relativo en el mercado laboral de la CAPV.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del CES, 2003
La tipología concreta de los programas y la
participación del colectivo de mujeres en
éstos puede apreciarse en la siguiente tabla:
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 41
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del CES, 2003
| 225 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
En concreto, hemos tenido oportunidad de acercarnos a las características de los programas AUZOLAN, a partir de su Informe de evaluación7 del año 2000.:
Si bien a simple vista todo parece indicar que las mujeres tienen mayor probabilidad de participar en los programas, entre los y las convocadas ellas representan el 53%, en el proceso de selección muchas de ellas terminan quedándose fuera8 (sobre todo en los cursos mixtos donde son el 40% del alumnado). Por tanto, la
igualdad de oportunidades real del acceso a los cursos es cuanto menos cuestionable.
La disponibilidad horaria y temporal, ha excluido a numerosas mujeres que, teniendo hijos o hijas menores
a su cargo, no han podido participar en el programa. En unos casos porque “no tienen donde dejarlos”, en
otros porque necesitan un “sobresueldo” para mantener a su familia, que normalmente es en forma de un
trabajo sin contrato ni estabilidad laboral y sólo por unas horas al día, pero que no pueden abandonar sin
poner en peligro la estabilidad económica familiar.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Sobre el perfil de los y las participantes cabe señalar, según el citado informe, dos aspectos:
-
En cuanto a formación, aproximadamente el 50% posee estudios elementales. Aún así se puede señalar
que entre las mujeres el nivel formativo es ligeramente superior y que cuentan con más formación complementaria que los hombres.
-
A nivel laboral, más del 75% han trabajado con anterioridad en la economía formal, aunque dos de cada
tres de las personas que no han tenido un empleo son mujeres. La mitad del colectivo de participantes
lleva aproximadamente un año en desempleo, si bien no es un dato muy fiable puesto que gran parte
del grupo no estaba apuntado en las listas del INEM. La razón más frecuente de pérdida de su último
contrato es la finalización del mismo (70% de los casos), seguida de los abandonos voluntarios (13%).
En este último caso las diferencias entre sexos son importantes, ya que una de cada cinco mujeres participantes dejó su empleo de fprma voluntaria (frente a menos de uno de cada diez hombres). Llama la
atención este último dato porque entendemos que puede estar directamente relacionado nuevamente
con la incompatibilidad de conciliar vida laboral y familiar.
A continuación trasladamos algunas de las opiniones y sugerencias a los programas AUZOLAN que fueron realizadas tanto por el equipo de profesionales que participaron en su puesta en marcha como por las personas
beneficiarias de los mismos:
(7) “...El Parlamento Vasco ha instado a poner en marcha programas innovadores... el objetivo es que cada persona preceptora o
perteneciente a una unidad familiar beneficiaria del Ingreso Mínimo de Inserción transite por un itinerario de inserción que, partiendo de la formación, permita en el medio y largo plazo ayudarle a desembocar en el empleo”. EGAILAN, Sociedad Pública de Promoción
de la Formación y el Empleo. Evaluación de Programas AUZOLAN - 2000. Egailan, Vitoria - Gasteiz
En el año 2000 y en este contexto, el Departamento de Justicia, Trabajo y Seguridad Social publicó el Decreto (182/2000, 19 de
Sept.) que articulaba el Programa Auzolan para la inserción laboral de las personas en situación o riesgo de exclusión. (Actualmente
el Decreto que lo regula es el 166/2004 del 31 de Agosto).
(8) Según las personas responsables de la selección existía un requisito fundamental para participar en el programa, la disponibilidad.
| 226 |
Cap. VIII. Estrategias de insercion
Tabla 41
Para concluir, podemos decir que muchas de las “pegas” y críticas que pueden hacerse a los programas de
inserción que existen actualmente en la CAPV, guardan una estrecha relación con algunas de las medidas (o
correcciones) que algunos países europeos ya han empezado a llevar a la práctica.
Parece que el diseño de las políticas activas de empleo en la CAPV debería atender en mayor medida a las
necesidades específicas de los colectivos destinatarios previamente determinados y analizados. Además,
entendemos que será preciso, en la línea de lo que en países con un mayor desarrollo de sus sistemas de
protección social se está realizando, atender a través de algunos programas específicos a grupos como las
mujeres inactivas y las mujeres solas con cargas familiares.
| 227 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del CES, 2003
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Por último, parece recomendable pensar en nuevas e innovadoras metodologías de inserción frente a las
tradicionales subvenciones e incentivos a las empresas. Metodologías que, a su vez, contemplen programas
con un carácter flexible y que, en el caso de aquellos que se dirijan al colectivo de mujeres, establezcan
medidas de apoyo para compatibilizar la asistencia al programa con el cuidado de hijos o hijas u otras personas dependientes, facilitando en la medida de lo posible la conciliación de la búsqueda de empleo y la
vida familiar.
| 228 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cap. IX. Empoderamiento
Cap. IX.
Empoderamiento
| 229 |
Cap. IX. Empoderamiento
J
osé María Tortosa dice en su libro titulado Sociología del Sistema Mundial, que “la democracia, por más
que se la invoque, no es moneda tan corriente en los aproximadamente doscientos estados que componen el sistema político mundial (…) ya no es tan claro saber qué debe entenderse exactamente por
democracia. Es cierto que hay un cierto acuerdo sobre los elementos formales mínimos que debe tener un
sistema para ser llamado democrático (elecciones libres, partidos competitivos). La democracia es un sistema
que permite, sin violencia, que el país cambie de gobernantes y programas. Sin embargo, las fronteras entre
sistema democrático y no democrático se discuten sobre todo si por democracia se entiende un gobierno con
la participación de los ciudadanos”1.
J
A partir de esta última idea de democracia participativa, hemos querido hacer en este capítulo, una revisión
de dos elementos relacionados entre sí, que entendemos son claves para poder completar la visión, que venimos perfilando a lo largo de diferentes capítulos, sobre los factores que están condicionando la realidad que
viven las mujeres solas: la participación y el poder.
A lo largo de la historia las mujeres han tenido una larga tradición de lucha por la reivindicación de sus derechos, cada uno de sus avances ha significado la exigencia de deconstrucción de un dogma sobre lo que las
mujeres “pueden” o no hacer.
Así, las mujeres españolas consiguieron el derecho al voto con la Constitución de la República española en
1931, primer paso en el camino para conseguir una democracia que no se olvidara de las mujeres, porque
como ya se ha dicho tantas veces “sin mujeres no hay democracia”.1
Antes de continuar, deberíamos reflexionar sobre lo que hoy significa ser ciudadano o ciudadana. En términos generales, además de significar el reconocimiento de unos derechos, la exigencia de unas responsabilidades y la vinculación a un colectivo social, significa, sobre todo, la intervención personal en el funcionamiento de la sociedad. Esto implica un paso de lo individual a lo colectivo, de la privacidad a lo público, que no debemos obviar.
(1) Tortosa, J.Mª (1992 : 98). Sociología del sistema mundial. Editorial Tecnos, S.A., Madrid.
(2) Lanbroa (2003). Conspiración feminista: Conciencia de ciudadanía de las mujeres. Lanbroa, Marzo, nº19, Bilbao.
| 231 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Nos ha parecido interesante rescatar algunas pinceladas de un magnífico trabajo recopilatorio sobre la evolución del derecho de ciudadanía de las mujeres a través de la Historia, publicado en una de las revistas del
colectivo feminista Lanbroa2. Valgan las siguientes pinceladas para hacer un poco de historia. En la antigua
Grecia las mujeres jurídicamente eran “eternas menores de edad” excluidas de la política por el hecho de ser
mujeres. En Roma se concedía (S. III) el derecho de ciudadanía a “todos los habitantes varones libres” del
Imperio y la mujer quedaba excluida de toda función pública. Durante la Edad Media las mujeres estaban
“jurídicamente subordinadas al hombre, ya fuese marido, padre o hermano”. En el Renacimiento, las mujeres
continuaban relegadas a un estatus de “pre-ciudadanía”, circunscritas al ámbito de lo doméstico. En la Edad
Moderna el derecho de ciudadanía quedaba anulado por el poder absoluto del Rey. En la Edad Contemporánea
las mujeres tuvieron vetada por ley la entrada a la Universidad hasta mediados del siglo XIX. No es hasta el
Siglo XX cuando el Movimiento Social que venía organizando a las mujeres desde el s. XVIII empieza a recoger
frutos y consigue el “sufragio universal absoluto”.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
También debemos tener presente que hay una diferencia entre ser ciudadano o ciudadana de derecho y ser
ciudadano o ciudadana de hecho. Podría decirse que las personas son ciudadanas (de hecho) en cuanto que
tienen acceso a todos los derechos de ciudadanía; tienen información de los recursos y dotaciones de los que
dispone la ciudad; sus condiciones objetivas de vida les permiten ejercer sus derechos y disfrutar de los servicios ofertados; tienen igualdad de oportunidades para intervenir en los espacios públicos y privados; se les
ofrecen cauces de participación; intervienen o participan realmente haciendo uso de esos u otros cauces; en
el contexto social se dan las condiciones de seguridad y garantía de poder ejercer los derechos en libertad,
etc. En nuestra idea de abordar el tema de la participación ciudadana a lo largo del capítulo, sin duda, tampoco podremos obviar estas condiciones.
En este capítulo tendremos también oportunidad de observar una serie de datos que dejan clara la desigualdad existente a día de hoy entre hombres y mujeres en lo que a ostentación de poder en diferentes ámbitos
de la esfera pública se refiere.
El poder, que formalmente la Real Academia de la Lengua Española, define como “dominio, imperio, facultad y jurisdicción que alguien tiene para mandar o ejecutar algo”, lleva implícitas una serie de connotaciones
(que son fruto de la forma concreta en que ha sido ejercido) en su mayoría negativas y se asocia a términos como imposición, corrupción, autoritarismo, abuso de poder, etc.
El monopolio masculino del poder, instituido históricamente mediante normas o leyes impuestas (coerción)
y también mediante una ideología legitimadora de la desigualdad que implica, ha hecho que las mujeres queden excluidas no sólo de ejercerlo sino que también se haya suprimido su aspiración o deseo de poder.
Hemos olvidado que el poder, en base a una concepción abstracta y positiva, significa “tener capacidad para”
y como dice la presidenta del Forum de Política Feminista, Begoña San José, “el poder es influir más de lo
que eres influida”.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En este sentido adquiere especial relevancia la falta de poder político de las mujeres. El hecho de que las
mujeres, como veremos, no estén equitativamente representadas en los procesos de toma de decisiones de
sus respectivas sociedades supone que el diseño de políticas, la organización de la sociedad, etc. no tengan
en cuenta muchas veces a la mitad femenina de la sociedad que tienen por objeto.
Ya no debiéramos seguir hablando de igualdad como un principio declarativo, como un derecho que hoy
pocos niegan, es el momento de medirla y evaluarla.
Por ello hemos querido empezar por observar la representación de la mujer en diferentes órganos de poder.
| 232 |
Cap. IX. Empoderamiento
Gráfico 119
Fuente: Instituto de la Mujer.
Sin embargo, en términos generales, no puede decirse que la representación femenina en las instituciones
de democracia representativa haya logrado alcanzar cotas de paridad. EL número de diputadas es un 28%
menor al de diputados en el Congreso y en el Senado sólo son mujeres una de cada cuatro de los y las representantes. En los Parlamentos Autonómicos la participación femenina media se cifra en un 36% (y en el
caso de la CAPV en un 34,6%). En el caso del Parlamento Europeo sólo tres de cada diez representantes son
mujeres. El panorama en los ayuntamientos sigue la misma tónica, del conjunto de concejales y concejalas,
estas últimas representan poco más del 27% y de entre las personas que están al mando de un Ayuntamiento
en calidad de alcaldes o alcaldesas son mujeres un 12%.
Poniendo la vista en nuestro entorno más cercano, la CAPV, debemos decir que la presencia de mujeres en el
espacio político se ha incrementado, si bien los hombres siguen aventajándolas en lo que ha representación
se refiere en todos los niveles y sobre todo en los niveles decisorios. Emakunde3 nos ofrece datos interesantes que reflejamos en los siguientes gráficos.
En los dos primeros podemos observar como la tendencia tanto en el Parlamento Vasco como en las Juntas
Generales es de incremento de la presencia de mujeres. Sin embargo, los gráficos que hacen referencia a la
composición del Gobierno Vasco y las Diputaciones Forales nos reflejan que las diferencias siguen siendo
notables. De hecho, en la actualidad el 78% de los altos cargos de Gobierno Vasco son hombres.
(3) Emakunde según datos facilitados por:
-
Lehendakaritza, G. Vasco, 1999.
-
Elizondo Lopategi, A. (1999). La presencia de las mujeres en los partidos políticos de la Comunidad Autónoma del País Vasco.
Servicio de Publicaciones del Gobierno Vasco, Vitoria - Gasteiz.
-
Instituto de la Mujer.
-
Equipo de Estudios de Género, Dpto. Ciencia Política de la Universidad del País Vasco, Proporción de Mujeres en las candidaturas y cargos electos en las elecciones locales y forales de Mayo de 2003.
| 233 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Antes de nada nos vemos en la obligación de recordar que España, tras las elecciones generales de Marzo del
2004, ha pasado a ser uno de los dos únicos países (con Suecia) que actualmente cuentan con un gobierno
paritario, donde el 50% son mujeres.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 120
Gráfico 121
Gráfico 122
Gráfico 123
Gráfico 124
| 234 |
Cap. IX. Empoderamiento
Un estudio4 realizado en el ámbito de la CAPV identifica como elementos posibilitadores de la incorporación
paulatina de las mujeres al espectro político los siguientes: por un lado, el sistema electoral de tipo proporcional (las listas electorales facilitan el acceso a las mismas) y por otro lado, el elevado número de partidos
que concurren en la escena (el funcionamiento de un grupo actúa como incitador para los demás). Por el
contrario se señala que en nuestra Comunidad la confrontación existente entre los partidos en su doble
dimensión izquierda-derecha y nacionalista- no nacionalista y las cuestiones derivadas de ello devalúan otro
tipo de consideraciones, como la relativa a la paridad, que pudieran surgir en otro contexto más normalizado.
-
Por una parte, las mujeres no conocen y no controlan (en cuanto que no han participado) las reglas no
escritas de los partidos y la política que, sin embargo, existen, y en consecuencia el medio se les presenta hostil.
-
Además, se apunta como otro factor la súper dedicación que implica para las mujeres, fundamentalmente
en el caso de las representantes a nivel local no liberadas, compaginar actividad política con vida profesional, vida familiar y vida personal.
-
También se apunta la relevancia de las estrategias de comunicación en los formadores de opinión pública. Los grandes medios de comunicación siguen teniendo ciertos sesgos sexistas en cuanto que muestran a las candidatas en cuota inferior a su presencia en las instituciones, las mencionan menos en los
titulares, atribuyen su trabajo al partido sin destacar su nombre, publican su fotografía de cuerpo
entero, mostrando (e incluso comentando) su vestuario o figura, etc. Mientras, a los hombres los presentan en primeros planos que los identifican y popularizan ante el electorado y en cuanto que se siguen
aplicando “estereotipos que asignan a las mujeres menor asertividad o fuerza: mientras las políticas
“dicen”, “niegan”, “defienden”, “proponen”, “rechazan”, “presentan”, los hombres “afirman”, “califican”, “exigen”, “aseguran”, “reclaman”, “acusan”, “discuten”, “aclaran”...6
-
En este sentido, se expone otro motivo importante: la definición que la sociedad impone de la persona
que se dedica a la política y las características que se le atribuyen no se asocian con las capacidades de
la mujer.
Por ejemplo, si nos acercamos a los datos recogidos sobre la participación de las mujeres en el Poder Judicial,
observamos que si bien del total de funcionarios y funcionarias en activo un 42% son mujeres, en el caso
de las juezas representan el 67%. Este panorama tan diferente del tercer poder en comparación con los datos
anteriormente descritos coincide con el hecho de que el sistema de acceso a la carrera judicial sea a través
de oposiciones, sistema que permite a las mujeres acceder en una situación de mayor igualdad, eliminando
posibles barreras discriminatorias de otros procesos.
(4) Elizondo Lopategi, A. (1999). La presencia de las mujeres en los partidos políticos de la Comunidad Autónoma del País Vasco.
Servicio de Publicaciones del Gobierno Vasco, Vitoria - Gasteiz.
(5) Ojaeda, P., Boter, I. y Martínez, M. (1997). Más mujeres en los poderes locales. Tomos I y II, Fundación Dolores Ibárruri, Madrid.
(6) Idem.
| 235 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Otras investigaciones5 han tratado de explicar la escasa presencia femenina y apuntan varios factores:
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 125
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales, Instituto de la Mujer.
No obstante, en la medida en que el rango aumenta, la proporción de mujeres disminuye también, así las
mujeres sólo representan el 38% de la magistratura, y la única mujer que ha llegado al Tribunal Supremo lo
hizo hace escasos dos años.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En cuanto al resto de órganos constitucionales el panorama no es muy distinto. Ninguna mujer forma parte
del Consejo de Estado, sólo dos ocupan un puesto en el Consejo General del Poder Judicial, una en el Tribunal
de Cuentas, otra en la Junta Electoral Central y el Consejo Económico y Social se compone de 52 consejeros
y nueve consejeras.
Entre los 149.647 funcionarios y funcionarias de carrera que se cifran en España en julio del 2003 más de la
mitad, 52'16%, son mujeres. Sin embargo, sólo el 16% de los altos cargos de la Administración están en
manos de mujeres (nos referimos a Altos Cargos de Entes Públicos que son nombrados por el Gobierno,
aunque no tengan rango administrativo concreto).
| 236 |
Cap. IX. Empoderamiento
Gráfico 126
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Nacional de la Mujer
y el Ministerio de Administraciones Públicas.
Entre los y las directivas de empresas y de la Administración no son mujeres más del 32%.
| 237 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Gráfico 127
Fuente: Elaboración propia a partir de datos ofrecidos por MTAS (Instituto de
la Mujer), de la Encuesta de población activa, INE. II trimestre del 2004
El ámbito donde las mujeres llegan a alcanzar una presencia mayor como gerentes es el de las empresas sin
personal asalariado y, dentro de ellas, el sector del comercio es el único espacio donde son mayoría (54,5%
de los cargos). En las empresas de menos de diez trabajadores y trabajadoras, como media, algo más de una
cuarta parte de los cargos de gerencia son asumidos por mujeres, en este caso también en el sector del comercio la representación femenina supera la media en 10 puntos (37%).
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
La media del 18,5% correspondiente a la representación femenina en cargos directivos de medianas y grandes
empresas (más de 10 asalariados y asalariadas) y de la Administración hay que tomarla con cautela, puesto
que engloba datos bien distintos. Por un lado, el porcentaje de mujeres en el poder ejecutivo y legislativo
de la Administración pública es bastante más elevado (35%); y por otro lado, la proporción de mujeres sobre
el total de personas responsables de la dirección de empresas con 10 o más trabajadores es de un 17,7%.
Gráfico 128
Fuente: Elaboración propia a partir de datos ofrecidos por MTAS
(Instituto de la Mujer), de la Encuesta de población activa, INE. II
trimestre del 2004
| 238 |
Cap. IX. Empoderamiento
Podemos añadir que en el Banco de España sólo una de las personas que ejercen de consejeras es mujer, que
sólo dos mujeres están al frente de las 84 Cámaras Oficiales de Comercio y que entre las empresas que cotizan en el IBEX-35 (el índice bursátil que agrupa a las principales compañías) sólo dos mujeres son presidentas, una tiene cargo de vicepresidenta y menos de un 3% de los y las consejeras de esas 35 firmas son
mujeres.
Si ya habíamos visto en apartados anteriores que la mujer accede a empleos menos cualificados, peor pagados y menos valorados, ahora comprobamos que su presencia es más que escasa en los puestos de responsabilidad y en política. Si la anunciada reforma de la ley electoral en pro de un mayor equilibrio de sexos en
las candidaturas puede arrojar algo de esperanza en el camino de la esfera política, el panorama de la esfera
económica se presenta especialmente complicado.
En el marco de un encuentro de Consejos Económicos y Sociales regionales europeos que tuvo lugar en
Noviembre del 2003, Rafael Puntonet, presidente del CES Vasco, decía que “ no se podrá impulsar un desarrollo regional sostenible sin la participación activa de la sociedad civil”7. Retomemos, por tanto, la idea de
democracia participativa más allá de la democracia representativa, que se legitima por el voto, y estaremos
obligados a hablar del llamado diálogo civil entre los poderes públicos y la ciudadanía.
En este sentido, en otro de nuestros capítulos hemos comentado como en la CAPV el llamado Tercer Sector
sigue creciendo y que además de Fundaciones, entidades religiosas, cooperativas, etc. en la actualidad sólo
el número de asociaciones registradas supera las 14.000. No disponer de datos sobre las personas asociadas
segregados por sexos nos obliga a ceñir nuestras próximas observaciones sobre el asociacionismo de las
mujeres centrándonos en las características que definen la realidad de las asociaciones formadas exclusivamente por mujeres.
En este sentido, un estudio realizado por el Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la
UPV/EHU y la Diputación Foral de Bizkaia que lleva por título “El Asociacionismo de Mujeres en Bizkaia”8
describe el siguiente panorama.
Buena parte de las 198 asociaciones de mujeres existentes en Bizkaia en el año 2000 nacen con el objetivo
de aglutinar a sectores concretos de la población femenina para cubrir necesidades específicas, luchar por
sus intereses y defender sus derechos. En muchos casos, las organizaciones han surgido a partir de experiencias anteriores, o bien a partir de algún curso o encuentro tras el que las asistentes han decidido asociarse, o bien se han fundado con personas que pertenecían a otra agrupación con anterioridad.
(7) 18 de Noviembre de 2003 (nota de prensa). Los Consejos económicos y sociales regionales: instrumentos al servicio de la democracia participativa. CES (Consejo Económico y Social Vasco).
(8) Elizondo Lopategi, A. y Martinez, E. (2001 : 207 - 215). El Asociacionismo de Mujeres en Bizkaia: rasgos y necesidades. Inguruak,
29. Los resultados del estudio recogen la información de un 28,78% del total de asociaciones de mujeres inscritas en el año 2000
en el Territorio Histórico de Bizkaia (198).
| 239 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El dictamen del CES Europeo 118/98 nos recuerda que las asociaciones pueden entenderse como expresión
de la ciudadanía activa y resalta la importancia que tienen las asociaciones para la conservación de la
Democracia en Europa diciendo que “la asociación permite a los individuos reconocerse en sus convicciones,
perseguir activamente sus ideales, cumplir tareas útiles, encontrar su puesto en la sociedad, hacerse oír,
ejercer alguna influencia y provocar cambios” Además, añade que “al organizarse, la ciudadanía se dota de
medios más eficaces para hacer llegar su opinión sobre los diferentes problemas de la sociedad a los que
toman las decisiones políticas”.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
La actividad de estas asociaciones varía de unas a otras en función de su ámbito de actuación (49% cultural, 15,8% manualidades y artesanía, 12,3% salud, 10,5% tiempo libre y educación, 8,8% apoyo social, 7%
ámbito ideológico, entre otros) pero en términos generales, buscan una mejora de las condiciones de vida
de las mujeres, promocionándolas en diferentes ámbitos, acercándolas a actividades socio-culturales o de
ocio (convivencias, excursiones...), prestándolas apoyo laboral, psicológico o legal o realizando actividades
de formación (cursos, charlas, conferencias...).
Es evidente que los recursos materiales facilitan y determinan en gran medida las actividades y el funcionamiento de estas asociaciones:
Según el citado estudio, la mitad de las asociaciones encuestadas disfrutan de un local cedido por un organismo de carácter privado o público o por una persona particular, y una quinta parte mantiene un local en
alquiler de uso exclusivo o compartido con otra asociación, por lo que solamente el 8,8% de las asociaciones
disponen de un local en propiedad. Cabe destacar que hay todavía un 10,5% de estas asociaciones que no
dispone de ningún local para sus reuniones o actividades.
El recurso más generalizado entre las organizaciones es el teléfono, y sin embargo, menos de las mitad de
las asociaciones encuestadas cuenta con uno (esto implica principalmente que en la gran mayoría de las asociaciones tengan que utilizarse los teléfonos particulares de las asociadas para el desarrollo y la organización
de actividades). Otro recurso cada vez más imprescindible, como es el ordenador (por la necesidad de redactar memorias, instancias, cartas e incluso notas de prensa) también es minoritario en el asociacionismo de
mujeres en Bizkaia (solamente una tercera parte de estas asociaciones dispone de ordenador e impresora y
sólo un 8,8% tiene acceso a internet).
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Ocho de cada diez asociaciones no cuentan con ninguna persona que realice trabajos remunerados para la
asociación y cuando sí la hay suele tratarse de una sola persona que realiza tareas administrativas o en algún
caso de animación sociocultural. De manera que las actividades de la mayoría de las asociaciones se realizan
principalmente a través de voluntariado, siendo el número de personas voluntarias variable en cada asociación.
El presupuesto de una asociación es un indicador importante de la capacidad de actuación de una asociación
y el estudio certifica que algo más de una tercera parte cuenta con un presupuesto inferior a 1.000.000 de
pesetas, siendo incluso menor de medio millón en el 21,8% de los casos. En cuanto a la fuente de sus ingresos destacan las subvenciones concedidas por distintos organismos de carácter público y las aportaciones de
las asociadas.
La gran mayoría de las asociaciones mantiene relaciones frecuentes con otras asociaciones, aunque las relaciones son de distinto tipo y responden a diferentes objetivos. La mayoría se relaciona con las asociaciones
de su entorno o ámbito con el objetivo de compartir ideas o para la organización de actividades socioculturales conjuntas, pero en mucha menor medida para llevar a cabo reivindicaciones en común (5,3%). Sólo
un número pequeño de asociaciones mantiene relaciones estables con otras con las que actúan en confederación (10,5).
| 240 |
Cap. IX. Empoderamiento
Los datos presentados hablan de un asociacionismo acomodado, que sin duda puede estar cumpliendo un
papel esencial en la vida de las mujeres asociadas, pero que en términos generales no tiene un carácter movilizador y reivindicativo.
En relación con una de las primeras ideas que partían de nuestra reflexión inicial sobre la ciudadanía,
podemos concluir que la socialización de mujeres en espacios no-domésticos (y sin influencia masculina)
contribuye al empoderamiento9 de las mujeres (en cuanto supone una oportunidad de poner en práctica y
desarrollar sus capacidades adquiridas en el ámbito doméstico que controlan en el ámbito de lo público como
ciudadanas participantes de una organización social), pero “tiene un techo si no se abre a espacios mixtos
y públicos”10.
En esta misma línea, actualmente las instituciones están creando lo que en teoría podrían ser cauces de participación: Consejo de Bienestar Social, Consejos Municipales y Territoriales, etc. Sin embargo, si repasamos
la composición de algunos de los consejos comprobamos que sólo en alguno de ellos (Servicios sociales si,
económico no) se contempla la participación del colectivo de mujeres a través de sus asociaciones.
Parece, por tanto, una asignatura pendiente la articulación de mecanismos que garanticen la participación
real de las organizaciones de mujeres. Para participar es necesario tener las condiciones para hacerlo, “no
basta la libertad y el derecho, un tratamiento igualitario en un contexto de desigualdad puede significar
reforzar inequidades” (carta por el derecho de las mujeres a la ciudad, presentada en el Forum Barcelona
2004).
-
Las asociaciones de mujeres pueden llegar a ser valoradas por la Administración por su utilidad pública,
en cuanto que ofrecen servicios asistenciales, pero no son consideradas interlocutoras con capacidad de
representar aspiraciones sociales.
-
El desarrollo de liderazgos pasa por la garantía de determinados recursos (local, información, formación,
tiempo...) que propicien la creación de redes que a su vez requieren de la multiplicación del tiempo de
militancia de las mujeres.
En conclusión podemos hablar de dos retos importantes:
Por un lado, será determinante el hecho de que las mujeres alcancen el poder “como influencia que equilibre la influencia de otros en nuestras vidas”11 para alcanzar la igualdad. Muy especialmente, y en relación al
objeto de estudio que nos atañe, para alcanzar la igualdad no sólo en los ámbitos de representación y
decisión locales (gestión de recursos, servicios...) sino también, la igualdad en las relaciones laborales, si
(9) Empoderamiento según Glosario terminológico de Aosla-Gizalan 2004: Se trata de un concepto que hace referencia al “fortalecimiento de la posición social, económica y política de las mujeres. Su objetivo es reducir o eliminar las relaciones de poder entre los
sexos. Es importante destacar que el término poder se utiliza en el sentido de “poder para” (por ejemplo el reconocimiento de las
propias capacidades y habilidades para ejercer influencia, poder y liderazgo en algunas o todas las relaciones sociales y actuar en
función de ese reconocimiento) y no en el sentido de poder sobre otras personas”.
(10) Murillo, S. (2003). Ciudadanía activa: las asociaciones de mujeres en España.
(11) San José, B. (2004). De la impotencia de Antigona al empoderamiento de las mujeres en el siglo XXI. Proyecto EQUAL Mass
Mediación, Madrid.
| 241 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Hemos tratado de constatar que desde el punto de vista sociológico la ciudadanía se configura en la interacción de dos agentes, Estado y sociedad, y en lo relativo a ese ansiado diálogo cabe señalar, entre otras,
las siguientes limitaciones a la participación efectiva que se derivan de la relación actual entre ambas: las
asociaciones de mujeres y la Administración:
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
asumimos definitivamente que éstas también son relaciones de poder. Es decir, relaciones de poder entre
todos los agentes intervinientes en las condiciones de trabajo: empresariado y masa asalariada, por supuesto,
pero también legisladores y legisladoras, sindicatos y organizaciones empresariales que negocian y aplican
convenios, cuadros intermedios que marcan costumbres y normas no escritas, etc.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
De otro lado, un reto recogido también en el documento de la Agenda 2007-Monterrey, presentado en la
clausura del Forum de las Mujeres de Barcelona 2004, que se basa en conseguir voz y voto para los colectivos de mujeres, consolidando sus liderazgos. Y esto pasa, no sólo por un mayor compromiso de la
Administración, sino también por conseguir que crezca la conciencia política de las mujeres, ayudándolas a
trascender del ámbito de lo individual y privado para descubrir que existen problemáticas, necesidades y
aspiraciones que son suyas, pero además comunes a otras personas, y en este sentido les atañen y exigen
de su participación.
(1) Naciones Unidas para el Desarrollo (1992 : 5). Programa de las Naciones Unidas. El abismo de la desigualdad. Resumen del informe
sobre el desarrollo humano. Cristianismo i justicia, Barcelona.
(2) Naciones Unidas (1995). Situación de la mujer en el mundo, 1995. Tendencias y estadísticas. Nueva York.
| 242 |
Cap. X. Informe de las entrevistas en profundidad
C. CRITERIOS, ORIENTACIONES Y PROPUESTAS
PARA LA MEJORADE LA INSERCIÓN:
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
POLÍTICAS ALTERNATIVAS DE INSERCIÓN
| 243 |
Cap. X. Informe de las entrevistas en profundidad
Cap. X.
-
Sindicatos: CC.OO., UGT, ELA y LAB
-
Ayuntamientos: Bilbao, Vitoria y Donostia-San Sebastián.
-
Asociaciones de mujeres: Asociación alavesa de padres y
madres separadas; Viudas para la igualdad: Asociaciones de
mujeres viudas del País Vasco (FEVI); Asociación de familias monoparentales de Guipúzcoa.
-
Colectivos Feministas: Lanbroa, Asamblea de mujeres de
Bizkaia, Argitan.
-
Observatorios de Exclusión Social: SARTU y CÁRITAS.
-
Gobierno Vasco: Consejería de Vivienda y Asuntos Sociales,
Viceconsejería de Bienestar Social.
-
EMAKUNDE.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Informe de las entrevistas en profundidad
| 245 |
Cap. X. Informe de las entrevistas en profundidad
S
eleccionamos una muestra de diecisiete asociaciones de mujeres y entidades que trabajan en el ámbito de la inserción sociolaboral de la mujer en la CAPV, que a su vez pueden clasificarse a partir de siete
agentes sociales que han participado en la investigación.
S
Los guiones de nuestras entrevistas buscaban información acerca de la visión que los diferentes agentes tienen sobre la situación que vive buena parte del colectivo de mujeres solas en nuestra Comunidad, su descripción del panorama, las causas que le atribuyen, la forma en que entienden que tiene lugar el proceso de
exclusión-inserción social... Pero al mismo tiempo, en aquellas conversaciones se reservó un lugar para los
planteamientos constructivos, para las soluciones, y con ellas se pretendió iniciar un camino de búsqueda
de propuestas de cambio y orientaciones de mejora relacionadas con la inserción social y laboral de dichas
mujeres.
En primer lugar, el análisis de las entrevistas se ha llevado a cabo teniendo en cuenta la agrupación por
agentes mencionada. De ahí los siete informes que se presentan en el Anexo 1 Informes de las Entrevistas
por Agentes. Estos informes siguen una misma estructura básica: en una primera parte se recoge la información relativa al mencionado panorama, que se ha llamado “percepción de la situación”; en la segunda parte
se agrupan las “propuestas y aportaciones” extraídas de las entrevistas; y finalmente aportamos un cuadro
“resumen” que nos ofrece una síntesis de la información. Si bien, internamente, cada una de estas tres partes de los documentos puede estar subdividida de distinta forma, ya que se ha tratado de respetar en la
medida de lo posible, el hilo argumentativo propio de cada uno de los agentes.
(1) Para cada uno de ellos se estableció un guión de entrevista diferente (Ver ANEXO 2A) y se puede consultar en el ANEXO 1 los
Informes de las entrevistas de cada uno de estos agentes, así como las transcripciones de las entrevistas en ANEXO 2B.
| 247 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En segundo lugar, se ha tratado de hacer una exposición general de los aspectos más importantes recogidos
en los siete informes que ofrecemos en las siguientes líneas.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
PERCEPCIÓN DE LA SITUACIÓN: ¿Qué está pasando?
Como decíamos al principio del capítulo, la primera parte de las entrevistas constituye un intento de acercarnos a la visión de cada uno de los agentes sobre la realidad de las mujeres solas. En términos generales,
podemos decir que los factores que describen esta realidad señalados por unos y otros no difieren en gran
medida y fundamentalmente vienen a corroborar el análisis realizado en la primera parte de este estudio a
partir de los datos estadísticos existentes.
Aunque asistimos a una creciente diversificación de fórmulas de convivencia, como son entre otras, los hogares unipersonales, los hogares sin núcleo familiar, los hogares monoparentales... y pronto estos representarán porcentajes mayoritarios, las mujeres “solas” de la CAPV forman una unidad de convivencia que aún hoy
puede caracterizarse por suponer un reto a la estructura familiar tradicional.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Según nos recuerdan desde las asociaciones de mujeres hay una característica común a las diferentes mujeres “solas” que acuden a sus organizaciones, que consiste en encontrarse en un momento vital que han de
dirigir en solitario (en la mayoría de los casos derivado de uno u otro tipo de ruptura). En buena parte de
los casos se trata de mujeres que:
-
Se encuentran solas o con una red social débil;
-
Tienen hijos o hijas a su cargo;
-
Se encuentran en un proceso de acumulación de problemas (económicos, legales...) principalmente
derivados de la escasez de recursos económicos (viven un momento de urgencia debido a la imperiosa
necesidad económica);
-
Pasan por un momento personal difícil, viven en muchos casos problemas psicológicos, de baja autoestima... ; y
-
Han estado apartadas del mundo laboral o presentan una formación que ha quedado caduca a los ojos
de esta sociedad que cambia y exige tanto.
Como se ha comentado en más de una ocasión, un mercado laboral precario, es un mercado laboral muy precario para las mujeres. Los contratos parciales, el requerimiento de disponibilidad, un sector de servicios desregularizado, el reenganche tardío al mercado, los programas de inserción basados en esquemas inflexibles,
la economía sumergida... son barreras especialmente difíciles de salvar en el caso de las mujeres solas, fundamentalmente debido a que son las únicas encargadas de asumir el reto de conciliar vida laboral con vida
familiar.
Partiendo de esta situación, los agentes coinciden en señalar que el trabajo temporal, el autoempleo, las
bajas remuneraciones... están significando contribuciones esporádicas y reducidas que limitarán las compensaciones futuras a las que podrán acceder estas mujeres. En los casos de empleo sumergido (o trabajo no
remunerado como el doméstico) la única opción posible serán las prestaciones asistenciales que se ven condicionadas por requisitos varios tales como los niveles de renta de la unidad de convivencia y la exigencia
de demostrar la necesidad (además se caracterizan por representar cuantías inferiores al salario mínimo interprofesional). En el caso de las viudas, el nivel económico que tienen en la jubilación es notablemente inferior al nivel económico que poseían cuando su cónyuge aún vivía.
| 248 |
Cap. X. Informe de las entrevistas en profundidad
Esta descripción nos traslada un panorama de riego de empobrecimiento y exclusión social que, de acuerdo
con lo expuesto, atiende básicamente a la interacción de tres factores que se corresponden con las principales áreas de la integración social: el sistema familiar, el sistema de empleo y el sistema de protección
social.
En dicha interacción toma protagonismo un elemento clave: las cargas familiares. Todos los agentes están
de acuerdo en considerar que los procesos de exclusión de las mujeres solas vienen fundamentalmente determinados por las cargas familiares. Se coincide en señalar que a las carencias formativas y a la falta de experiencia laboral que afecta a algunas mujeres ha de sumársele la responsabilidad del cuidado y atención de
terceras personas, siendo este último un factor aún más importante que los primeros por su capacidad de
explicar un mayor número de situaciones de exclusión de mujeres solas.
Ya que es a las mujeres, y no a los hombres, a las que se les supone la responsabilidad de ser las principales encargadas de la atención y el cuidado de los y las niñas y del hogar; y se espera de ellas (y así lo hacen)
que se ocupen de las personas ancianas de la familia, que preparen la comida y que realicen la gran mayoría de los trabajos no remunerados relativos al cuidado familiar. Esta labor siempre está infravalorada y prácticamente nunca está remunerada.
Así mismo, cabe señalar que algunos agentes, los colectivos feministas entre otros, interpretan el mencionado empobrecimiento de las mujeres solas como una “visibilización” de una situación de inferioridad ya
existente en todas las mujeres, una situación derivada de un reparto sexista de posiciones sociales que se
agrava y se hace visible cuando las mujeres pierden el aval que representaban los hombres que las acompañaban.
También es cierto que desde los Observatorios de Exclusión y los Ayuntamientos se nos ha ofrecido una visión
más optimista. Al igual que en el punto anterior se ha hecho referencia a las dificultades añadidas que caracterizan el punto de partida de los procesos de exclusión de las mujeres y lo diferencian de los de los hombres, por otra parte, estos agentes señalan que el colectivo de mujeres solas, cuenta con algunas “habilidades” que le son propias y que representan su potencial de cambio, este colectivo se distingue por contar con
mayores posibilidades de superar la situación de exclusión que otros. Es fácil motivarlas y tienen buena predisposición para la participación, por tanto, esta motivación puede ser, según apuntan, el “hilo del que tirar”
de cara a su inserción.
En cuanto a los mecanismos establecidos y recursos ofertados para resolver la creciente vulnerabilidad de la
población y en concreto de las mujeres solas ante determinados acontecimientos de la vida (como la enfermedad, la viudedad, el divorcio, la vejez, el desempleo, etc.), las reflexiones de las personas entrevistadas
pueden resumirse diciendo que, a pesar de que los planes de lucha contra la pobreza actuales hablen de la
necesidad de hacer un especial esfuerzo en ofrecer apoyo específico a aquellos colectivos más vulnerables, en
la práctica los programas tienen un carácter general. Los programas de inserción laboral y las medidas de conciliación de vida familiar y laboral no están siendo efectivas porque no se ajustan a las necesidades actuales de la población y no tienen en cuenta los cambios demográficos, familiares y culturales.
Además, en las entrevistas se recogen algunos aspectos que también describen la realidad de las mujeres de
la CAPV, aunque de manera más general, y nos parece importante recogerlas para entender después algunas
de las propuestas realizadas por los agentes.
| 249 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En relación a esta interpretación, debemos señalar que se identifica otro factor significativo en los procesos
de exclusión-inclusión social, como es la “dependencia”. Una dependencia económica del hombre primero, y
una dependencia de la asistencia social después.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Aunque es cierto que la mujer con un empleo remunerado cuenta con mayores cotas de participación y derechos en la esfera pública, tanto el acceso como las condiciones laborales se reparten de manera desigual
entre hombres y mujeres. Podría decirse que las estrategias de flexibilización y desregularización del mercado son un fenómeno claramente sexuado, que perjudica al colectivo femenino.
Los sindicatos señalan que las características que definen en buena parte el empleo femenino (precariedad),
de igual forma que incentivan en parte la afiliación (como forma de reivindicación de derechos vulnerados)
también retraen la participación activa como representantes sindicales (la inestabilidad laboral no favorece
la visibilidad de las reivindicaciones y además exige una sobre dedicación que medida en tiempo es imposible para muchas de ellas).
A su vez, el escaso número de delegadas sindicales mujeres y la propia estructura tradicional de las organizaciones sindicales con escasa conciencia de género hacen que el orden de prioridades establecido siga relegando las reivindicaciones de ellas (para cambiar el precario panorama laboral, especialmente algunas de las
características que les discriminan) a un segundo plano (sobre todo en la negociación colectiva, donde se
gestiona una mayor dosis de poder). Este hecho pone de manifiesto la escasa cuota de decisión de las mujeres en los ámbitos de poder y, concretamente, en el ámbito del empleo, que todavía hoy sigue siendo decisivo por muchas razones a la hora de delimitar la frontera entre la inclusión y la exclusión social. La desigualdad de poder adquiere especial relevancia en este punto si, como apuntábamos en el capítulo dedicado
al empoderamiento, asumimos que las relaciones laborales también son relaciones de poder.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Por otra parte, se echa en falta que estos agentes (por su capacidad de trasformación y presión) no hayan
incorporado a sus reivindicaciones, y por tanto no se traduzcan a día de hoy en estrategias concretas, dos
asuntos importantes: por un lado, el relativo al reconocimiento, valoración y remuneración del trabajo
doméstico y reproductivo (amas de casa) y por otro, el relativo a la economía sumergida. La falta de involucración de estos agentes en la regularización de estos dos asuntos resulta especialmente trascendente si
tenemos en cuenta que el trabajo reproductivo (en la práctica cargas familiares) y la economía sumergida
representan dos de los factores explicativos de la situación de riesgo de exclusión social de muchas mujeres
solas (según acuerdo unánime de las personas entrevistadas).
Por otra parte, resulta importante señalar que una realidad de triple organización administrativa, como la de
la CAPV, es entendida por alguno de los agentes como un obstáculo para la coordinación efectiva y eficaz
entre recursos y agentes y, en definitiva, también para la conexión entre redes. A lo que habría que añadir
la inestabilidad de la estructura de recursos sociales dependiente de los cambios de gobierno.
Por último, en relación a las redes sociales prácticamente la totalidad de agentes coincide en considerar crucial el fomento del asociacionismo con un doble objetivo: de un lado incentivar la solidaridad entre mujeres
(favoreciendo el desarrollo de la autonomía personal y las habilidades sociales -como capacitación- a partir
de sus propias potencialidades) y de otro lado consolidar una vía de participación propia.
En este sentido, entendemos que es importante constatar que, si bien las asociaciones de mujeres (de viudas, separadas, madres solteras...) han visto crecer el número de socias en los últimos años, el reclutamiento no está siguiendo dicha tendencia en el caso de las asociaciones de carácter ideológico. Muchas de las
mujeres que se acercan a las asociaciones lo hacen en busca de orientación o información sobre algún problema que les afecta directamente, sin embargo, el comprometerse a nivel de colectivo social lleva implícito un proceso largo por el que una persona llega a reconocer los problemas de fondo, en otras palabras, de
una toma de conciencia.
| 250 |
Cap. X. Informe de las entrevistas en profundidad
La falta de compromiso a favor de ellas mismas al que nos referimos resulta, según afirman los colectivos
feministas, de la falta de tiempo (tiempo que ocupan en su mayor parte cuidando de otras personas) y la
falta de conciencia social como colectivo, que repercute en una organización colectiva sin recursos adecuados (formación, información, dedicación...) para garantizar una participación efectiva en los ámbitos de
decisión. Si bien es cierto que algunos de los agentes entrevistados perciben que la voluntad de las instituciones públicas de cara a posibilitar la participación real de dichos colectivos en ámbitos de distinta índole
no se acompaña de un compromiso claro.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En suma, unos y otros coinciden en señalar que será a través del análisis de los factores protagonistas de
los procesos de empobrecimiento como se podrán descifrar las causas de la pobreza y sólo a partir de ahí se
contará con la posibilidad de plantear políticas de lucha contra la pobreza realmente eficaces. Una vez realizado el análisis, también parece estar claro, como veremos más adelante, que deberán conjugarse paralelamente, por un lado, la implantación de políticas sociales generales, y por otro, la apuesta por medidas
específicas de empleo que puedan paliar la situación de exclusión de las mujeres.
| 251 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
PROPUESTAS Y APORTACIONES: ¿Qué debe cambiar?
En las siguientes líneas trataremos de realizar un recorrido por las orientaciones y propuestas extraídas de
las entrevistas en profundidad, que han quedado expuestas en cada uno de los apartados que recogen los
discursos de las personas entrevistadas, con el fin de poder contar con una síntesis ordenada de las mismas,
síntesis que a su vez nos permita continuar la búsqueda de iniciativas de cambio y criterios de mejora relacionados con la inserción sociolaboral de las mujeres solas de la CAPV.
Estas primeras orientaciones y propuestas que extrajimos de las entrevistas no cuentan, en buena parte de
los casos, con un grado de concreción suficiente pero constituyen la información guía de ese camino. A partir de ellas se configura el trabajo de profundización, jerarquización y concreción necesario para, en definitiva, afinar en el planteamiento de soluciones viables y aplicables al problema que nos ocupa.
TRANSFORMACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN SOCIAL: SUPRAESTRUCTURA
Todos los discursos analizados, algunos de forma más explícita, otros de manera soterrada, hacen referencia
a la necesidad de un cambio en la organización social a nivel estructural que permita superar los complejos
mecanismos que se retroalimentan y que abocan a la exclusión a una parte del conjunto de la sociedad.
Reclaman un mundo equitativo y justo en el que se entiende necesario evitar las soluciones androcéntricas
y etnocéntricas.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Sin embargo, es posible diferenciar entre todos ellos dos corrientes diferentes de interpretación de la situación actual de las mujeres en relación con la pobreza.
Algunos discursos ofrecen una interpretación del por qué de la “exclusión” de las mujeres estrechamente relacionada con las desigualdades en la distribución de la renta y la injusticia social propias de algunas sociedades capitalistas. Mientras la riqueza se concentra cada vez en un menor número de manos, un grupo cada
vez más numeroso de miembros de la sociedad se ve abocado a vivir al margen de un sistema que, con el
tiempo, le ofrece menores posibilidades de integrarse. Ponen el énfasis en las contradicciones de clase y en
la necesidad de incrementar la participación de la mujer en el área de la producción.
Otros, en cambio, consideran la anterior una explicación insuficiente. Los discursos feministas de las entrevistas que analizamos no vacilan: es la estructura patriarcal la que sustenta un reparto desigual que discrimina a las mujeres en función del sexo (el colectivo de mujeres vive una situación de discriminación propiciada y justificada por una estructura patriarcal). Los sistemas económicos que imperan han sido diseñados
sin tener en cuenta a la mitad femenina de la humanidad, son sistemas en los que imperan modelos que dan
un valor prioritario a lo masculino y secundario a lo femenino (se apunta la necesidad de tomar en consideración las estructuras de patriarcado que subyacen con independencia del modo de producción capitalista).
Y de este postulado se derivan las dos propuestas que componen el eje principal de sus discursos: que se
establezcan fórmulas para que el trabajo doméstico sea remunerado y sobre todo reconocido socialmente.
Porque necesitamos sistemas económicos que tengan en cuenta, plenamente, el valor verdadero del trabajo
humano más básico: el del cuidado; el del cuidado de la infancia, de las personas enfermas, de las mayores,
un trabajo sin el cual no habría mano de obra, es decir, nadie podría sobrevivir.
| 252 |
Cap. X. Informe de las entrevistas en profundidad
Si recordamos que los sistemas económicos son una creación humana nos daremos cuenta de que es posible,
como diría la pensadora Riane Eisler “hacer un pastel nuevo”, y eso es precisamente lo que se propone. Sin
embargo, tratando de superar este primer plano de lo estructural pasamos a agrupar las aportaciones en cuatro capítulos diferentes que pueden identificarse con cuatro ejes de actuación:
1. CAMBIOS A NIVEL CULTURAL: MODELOS DE INTERACCIÓN SOCIAL, RELACIONES
FAMILIARES…
Relacionado con la conciliación entre vida laboral y familiar, todos los agentes entrevistados coinciden en
decir que de la mano de cualquier cambio de “esquemas” en otros niveles (mercado de trabajo, sistema de
protección social…) deberá de ir el cambio cultural. Un cambio cultural que consiga plasmarse a nivel individual, a ese nivel de relaciones primarias y que suponga que la sociedad (que no deja de ser la suma de
cada uno de nosotros) acabe por entender que la conciliación es una responsabilidad que obligatoriamente
debe ser compartida.
-
Hay que realizar un especial esfuerzo de dedicación al trabajo educativo desde la infancia.
-
Será fundamental trabajar en pro de la sensibilización y formación (elaboración de material de orientación) del personal que trabaja en empresas, entidades, asociaciones...
-
Las mujeres han de tomar conciencia de pertenecer a un colectivo, el grupo social mujer, con cuyas
componentes comparten toda una serie de características y circunstancias (más allá de las disimilitudes
que puedan existir entre cada una de ellas) que definen su posición social en situación de clara subordinación con respecto a otro colectivo, el de los hombres.
2. CAMBIOS EN EL MERCADO LABORAL
El mercado de trabajo asalariado actual responde a una estructura masculina, a una concepción del trabajo
muy concreta, con unas reglas de funcionamiento concebidas en un tiempo pasado. Los cambios culturales,
sociodemográficos, familiares, sociales en definitiva, han configurado en los últimos años un escenario diferente donde tanto hombres como mujeres tienen necesidades diferentes a las del pasado. Se reclama un cambio de modelo.
-
La empresa ha de hacerse responsable, al menos en cierta parte, de que la conciliación entre vida laboral y familiar sea posible. Los y las trabajadoras de hoy necesitan una flexibilidad horaria, acceso real
a la formación (adecuación de los horarios), de tipos de contrato...;
-
Las empresas tendrán que comprometerse a utilizar los manuales de buenas prácticas, a aplicar el principio de igualdad de oportunidades… y en este aspecto el papel de las instituciones públicas favoreciéndolo o penalizándolo es de suma importancia2;
(2) La Administración realiza numerosos convenios, contratos y concursos a través de los cuales mantiene relaciones laborales con
muchas de las empresas del sector servicios.
| 253 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Si bien la sociedad ha empezado ha percibir algunas situaciones de discriminación de las que no había sido
consciente años atrás, la tarea debe de encaminarse a dotar de contenido esa conciencia, hay que explicar
en qué se basan las desigualdades de las que hablamos, qué significan y cómo es la problemática de la discriminación.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
-
Se rechaza la “contratación parcial para mujeres” como medida de solución en lugar de como opción
personal, ya que dicho tipo de contrato lleva implícito menor salario, menor promoción profesional, peores condiciones de cara a la jubilación...;
-
Es necesaria la redefinición del sector servicios3 a través de la negociación de los convenios que lo
regulan;
-
Habrá que trabajar a favor de una mayor accesibilidad de la mujer a trabajos tradicionalmente “masculinos”; y
-
Se deberán establecer serias políticas para evitar diferencias salariales entre hombres y mujeres.
3. CAMBIOS EN EL SISTEMA DE PROTECCIÓN SOCIAL:
En términos generales todos y todas las entrevistadas coinciden en mostrarse insatisfechas con el grado de
coordinación actual entre los diferentes recursos sociales, así como entre los diferentes agentes que trabajan en los programas. La intervención coordinada debe articularse, para que sea posible, a partir de un eje
central, una figura vertebradora e implicada que aporte coherencia a las directrices y posibilite que sean llevadas a la práctica en cualquiera de los niveles.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El resto de aportaciones en este sentido se relacionan con la tramitación y condiciones de acceso a prestaciones económicas, la adaptabilidad de recursos y programas de inserción ofertados, la red de servicios sociocomunitarios y el sistema contributivo.
-
Existe la necesidad de invertir en recursos colectivos, en una red de infraestructura pública de servicios
sociocomunitarios4. Esta red habrá de adaptarse a las necesidades reales de las mujeres solas y las exigencias del mercado laboral actual (ampliar horarios, accesibilidad gratuita, localización geográfica cercana...)5;
-
La tramitación de prestaciones económicas y el acceso a otros recursos ha de agilizarse si se quiere dar
respuesta a las necesidades específicas de este colectivo6;
-
Se cree necesario avanzar en el apoyo técnico a los y las profesionales de los diferentes servicios y
recursos sociales;
(3) Al sector servicios pertenece la mayoría de las mujeres asalariadas y se caracteriza por un elevado nivel de desregularización que
favorece toda una serie de condiciones propias del empleo precario.
(4) Su importancia deriva de que dichos recursos se entienden como requisito indispensable no sólo para la conciliación sino simplemente para hacer posible la inserción laboral de muchas de las mujeres.
(5) Si bien cabe señalar que todos los agentes no entienden que esta sea la mejor solución a la situación. Las entrevistadas feministas se inclinaban (aunque se trata de una solución de plazo menos ajustado y concreto) por la adaptación de los puestos de trabajo actuales a la vida familiar y no a la inversa, en estrecha relación con algunas de las propuestas del apartado nº 2 “cambios en
el mercado laboral”.
(6) Algunas de las mujeres que se quedan “solas” (tras el divorcio, enviudar, etc.) se encuentran en una situación de precariedad tal
que precisan de respuestas urgentes, especialmente cuando son necesidades económicas y psicológicas.
| 254 |
-
Los recursos de inserción ofertados (convenios de inserción, programas…) han de tener en cuenta la
realidad y adaptarse a las situaciones que viven las mujeres solas7;
-
Es necesario aumentar los mecanismos de seguimiento, averiguación y control de las ayudas asignadas
y los casos atendidos por los servicios sociales;
-
Las mujeres reivindican una mayor sensibilidad y concienciación sobre temas como las separaciones, la
viudedad, las madres solteras...8;
-
Las cuantías de las prestaciones económicas asistenciales y de las pensiones deberían ser incrementadas, para conseguir que las personas a las que se pretende ayudar a insertar en la sociedad no se vean
limitadas a la supervivencia más estricta o a la necesidad de depender de terceras personas para seguir
adelante;
-
En términos generales los recursos sociales al alcance de estas mujeres están sujetos a presupuestos que
por otra parte son escasos y limitados. Se solicita como medida urgente el duplicar los presupuestos
actuales en materia de asuntos sociales;
-
Se reclama la revisión de los requisitos9 para acceder a algunas prestaciones económicas, para convertirlas en ayudas individuales que puedan identificarse con un “derecho”.
-
Hay que dar a conocer las ayudas sociales como un derecho para ayudar a superar la estigmatización
que versa sobre las mismas10;
-
Es necesario establecer medidas correctoras del sistema contributivo actual en pro de mejorar las precarias perspectivas de futuro que tienen algunas de las mujeres solas (una de ellas podría ser, a su entender, tener en cuenta el total de la vida laboral para cobrar la jubilación y no solamente acceder a ésta
si has trabajado los últimos años); y
-
Hay que trabajar en la generación de redes sociales como apoyos comunitarios básicos de los modelos
de intervención.
(7) Son unos programas y convenios que no posibilitan la conciliación con la vida familiar y mucho menos con la personal y social,
por lo que no son acogidos por ellas con gran aceptación y en muchos de los casos resultan de difícil cumplimiento ya que reproducen muchas de las dificultades con las que se encuentran en el mercado de trabajo.
(8) La concepción por parte de muchas personas que trabajan en los servicios sociales de que no existe problema ni situación dramática en una separación, en una viudedad... se agrava más la carencia de respuestas concretas a situaciones específicas.
(9) Se consideran familias situaciones de convivencia que no tienen por qué serlo y el acceso a las ayudas se rige en función de unidades de convivencia. Que las ayudas no sean individuales puede estar generando nuevas situaciones de dependencia para las mujeres: dependencia de los y las familiares…
(10) El concepto de limosna está muy socializado en la sociedad y entre los y las mismas perceptoras de las ayudas.
| 255 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cap. X. Informe de las entrevistas en profundidad
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
4.
PROPUESTAS A NIVEL DE POLÍTICAS PÚBLICAS
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Las estrategias a seguir han de ser integrales, se exige por parte de los dirigentes una coordinación mayor
a la actual.
-
Deberán establecerse cuotas de discriminación positiva para las mujeres11;
-
Antes de desarrollar un plan es preciso elaborar un diagnóstico que no se está realizando. Un diagnóstico que aporte el conocimiento en profundidad de las peculiaridades de la situación de las mujeres en
general y de las mujeres “solas” en particular;
-
Dichos diagnósticos revelarán que son necesarias ciertas políticas específicas para mujeres;
-
Para poder obtener respuestas ágiles y adaptadas a la realidad de precariedad en la que se encuentran
algunas de las mujeres solas de la CAPV, y para prevenir dicha precariedad en el caso de otras muchas,
sería conveniente la consideración del colectivo de mujeres solas como colectivo en riesgo de exclusión
social;
-
Establecer medidas que faciliten el acceso de las mujeres “solas” a la vivienda, estableciendo, entre
otras, medidas que garanticen el acceso prioritario a mujeres con cargas familiares, se determinen
menores exigencias para acceder...
-
Todo Plan debiera ir irremediablemente acompañado de un presupuesto, unos plazos de ejecución, unas
medidas concretas, unos objetivos que cumplir evaluables y unos recursos humanos convenientemente
formados para llevarlos a cabo;
-
Para que los planes sean efectivos han de realizarse una serie de evaluaciones.
-
Tanto en el diagnóstico como en el desarrollo de los planes de acción es imprescindible dar voz a través
de órganos consultivos a los diferentes agentes involucrados, principalmente a los colectivos directamente afectados12;
-
Las asociaciones de mujeres han de ser la vía para la mencionada participación, han de ser identificadas como agentes y ha de ser reconocida la necesidad de que se las tenga en cuenta en la elaboración
de los planes de inserción, de empleo, de formación...;
-
Hacer posible que el asociacionismo femenino sea una vía de participación social, pública, real y efectiva13 de las mujeres pasa por trabajar el desarrollo de una capacidad. Será preciso cambiar la forma en
que se ha tratado de ayudar a estas organizaciones, ofrecerles formación, favorecer su profesionalización, hacer que la información les sea accesible, dotar al colectivo de herramientas, enseñarles cómo
hacerse fuertes y cómo hacerse oír;
(11) El establecimiento de cuotas se entiende como algo a superar, pero a su vez, se considera una opción válida y necesaria como
medida inicial para compensar la inferioridad de oportunidades y discriminación hacia las mujeres imperante en el panorama actual.
Hoy este tipo de políticas no tienen muy buena fama, por eso tratan de recordar su significado “apoyar a un colectivo que no está
en situación de igualdad”..
(12) En el caso de las mujeres hay un déficit importante en este sentido, por una parte porque no es fácil que sean consideradas un
colectivo en sí mismo y, por otra parte, porque no se les reconoce su posición de discriminación.
(13) Una de las cualidades más valiosas de los colectivos de mujeres es que son colectivos con predisposición a participar.
| 256 |
-
Se exige una justificación social del gasto público realizado, aludiendo a un concepto de política diferente al actual;
-
Las leyes que se establezcan deberán ser acompañadas de mecanismos y medios que posibiliten su
puesta en práctica efectiva, su aplicabilidad14;
-
Se debiera establecer una ley de corresponsabilidad familiar que contemple medidas que puedan
obligar al hombre a hacerse corresponsable del trabajo reproductor y del trabajo doméstico; y
-
La financiación de los Ayuntamientos deberá de ser revisada a fin de garantizar la puesta en práctica
de las programaciones establecidas a nivel general en cuestión de servicios sociales.
(14) La ley escrita no se aplica y este hecho es considerado como una de las barreras más perjudiciales de cara a superar la situación actual.
| 257 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cap. X. Informe de las entrevistas en profundidad
Cap. XI. Informe del grupo de discusion
Cap. XI.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Informe del grupo de discusión
Alderdi Feminista
Cáritas
Colectivo Berriotxoak
Sartu Zabaltzen
Agiantza
Behargintza
Fundación EDE
| 259 |
Cap. XI. Informe del grupo de discusion
E
sta dinámica parte, como ya ha quedado explicado en capítulos precedentes de la presente investigación, de la necesidad de complementar la información recogida a través de las entrevistas en profundidad con entidades que trabajan en el ámbito de la inserción social y / o laboral de la mujer en la CAPV.
E
En el análisis de dichas entrevistas, conseguimos extraer lo que podría identificarse con las primeras orientaciones y reivindicaciones relacionadas con las propuestas de mejora del panorama poco alentador que sobre
las mujeres solas se describe en las propias entrevistas, de cara a la plena inserción social de estas mujeres.
Decimos “primeras” propuestas porque el denominador común a ellas es la falta de concreción y precisamente en un intento de corregirlo y de ahondar en su definición, recurrimos al grupo de discusión. En el grupo
de discusión se reunió a ocho personas pertenecientes a colectivos de afectados y afectadas por la exclusión, a entidades del tercer sector y a la administración, para que expresaran sus opiniones, intercambiasen
impresiones y se propiciara la reflexión que, por otra parte, difícilmente pudo escapar de la influencia mutua.
El objetivo último de la sesión de trabajo, que contó con una primera parte en la que se expusieron las propuestas recopiladas a partir de las mencionadas entrevistas, era conseguir conocer el grado de consenso
sobre las mismas y también valernos de la experiencia en el terreno de la inserción de las asistentes para
poder acotarlas.
¿Cómo conseguir la inserción sociolaboral de las mujeres “solas”?
•
El consenso era generalizado en cuanto a la necesidad de impulsar la participación de las mujeres. La
mujer se caracteriza por haber luchado en batallas de otros, por hacer reivindicaciones para los demás,
por tener la costumbre de tirar siempre hacia delante. Con estas características la potencial fuerza del
colectivo precisa de ser aprovechada en beneficio de él mismo, de las propias mujeres, estableciendo
para ello una Red de Solidaridad que las una y ayude, aunque antes, es preciso que la mujer tome conciencia de su situación de opresión.
•
Sobre la conciliación de vida laboral y familiar consideran que será fundamental la evolución de al
menos tres pilares: el aumento de recursos sociocomunitarios (4) entendidos como un derecho y un
“sobresueldo” (ahorro) facilitado por el Estado; el trabajo de sensibilización con empresas (2), tratando de conseguir la inserción de mujeres en puestos “masculinos”, así como la erradicación de situaciones
de discriminación en función del sexo (tanto en el acceso como en el desarrollo de un trabajo); y la
educación (1) desde la infancia, como llave para que la conciliación deje de ser un asunto femenino y
la corresponsabilidad sea asumida de forma natural, al tiempo que se trasmiten nuevas pautas de
relación humana menos descompensadas.
•
En torno al tema de las prestaciones económicas (3) surgieron dos líneas de interpretación radicalmente distintas entre las participantes que plantearon el siguiente dilema:
Por un lado, hay quien considera que partiendo del hecho de que el sistema no consigue generar empleo para
todos y todas, las ayudas económicas de Estado no deben representar una mochila de vergüenza para quien
las recibe. Incluso pueden significar una opción de vida, una alternativa al trabajo precario que se ofrece
actualmente. Las AES y la Renta Básica debieran categorizarse como derechos propios de los y las ciudadanas de los Estados de Bienestar y en consecuencia debieran de ser: universales, incondicionales y personales.
| 261 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El grupo debatió sobre algunas cuestiones que serían fundamentales de cara a argumentar algunas de las
propuestas que tuvieron a bien retomar a partir de las aportaciones de los y las entrevistadas.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Por otro lado, hay quien considera que las ayudas económicas pueden significar una mochila pero de nuevas
dependencias para las mujeres, dependencia de unos presupuestos que son limitados. Deben considerarse un
parche, un medio para superar una situación determinada (que no un medio de vida) y por ello carecen de
sentido al margen de un contexto de contraprestación y compromiso (entre aquel que recibe la ayuda y el
que la da). Aunque, ciertamente, se muestran de acuerdo con que las prestaciones sean personales y no en
base a unidades de convivencia.
Los siguientes cuadros recogen el trabajo realizado por los dos equipos en los que se dividió el grupo. Su
trabajo se centró en algunas de las propuestas que se acordaron prioritarias y tuvieron su traducción en
acciones educativas, acciones formativas, acciones relacionadas con las prestaciones económicas, vivienda y
recursos sociocomunitarios:
1) MEDIDA / PROPUESTA / OBJETIVO
Trabajo educativo desde la infancia
contra la discriminación en función del sexo
Acciones
Agentes
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Educación y fomento de la corresponsabilidad
Conocimiento de la historia de la mujer
Adaptación de los lenguajes
Orientación a los y las estudiantes jóvenes para que
elijan una carrera sin discriminación en función del
sexo
Análisis y valoración de la realidad
Fomentar la escuela como ejemplo de estas
prácticas
| 262 |
Familia
Escuela
AMPAs
Ayuntamientos (servicios sociales, servicios de
orientación...)
Gobierno Vasco
Diputación
Sociedad en general
Cap. XI. Informe del grupo de discusion
2) MEDIDA / PROPUESTA / OBJETIVO
Formación para la inserción laboral (trabajo con las empresas)
Acciones
Agentes
Elaboración de un manual de buenas prácticas
Socialización de las experiencias
Fomento de las ayudas a las empresas que realicen
estas acciones
Revisión normativa de vestuarios en las empresas
Diseño de campañas de difusión y sensibilización
en los Mass Media
Lanbide
CONFEBASK
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Potenciación de las figuras de las y los
intermediadores laborales
Los diferentes servicios
Incorporación del módulo de igualdad de
oportunidades en cualquier acción formativa
Elaboración de materiales didácticos de apoyo
Evaluación de metodologías que se utilizan
Marketing / Publicidad
Organización de jornadas y calendarios laborales
en la realidad de la familia
| 263 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
3) MEDIDA / PROPUESTA / OBJETIVO
Revisión de las ayudas económicas
Acciones
Agentes
Incremento de las AES y sus cuantía
Ayuntamiento
Reconocimiento de las AES como derecho
Gobierno Vasco
Parlamento
Ayuntamiento
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Reconocimiento de la Renta Básica como derecho
individual, universal e incondicional
Realización de campañas de información de las
posibilidades de utilización de las diferentes ayudas
económicas existentes
Realización de campañas de sensibilización para
generar un cambio en la mentalidad y no asociar las
ayudas económicas a limosna
Cambio de concepto actual de pobreza
Reestructración de los presupuestos de la CAE
| 264 |
Gobierno Vasco
Ayuntamiento
Diputación
Cap. XI. Informe del grupo de discusion
4) MEDIDA / PROPUESTA / OBJETIVO
Ampliación y adaptación de la red de recursos socio comunitarios
a las necesidades reales
Incremento de las subvenciones a las guarderías
Agentes
Ayuntamiento
Gobierno Vasco, Educación
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Acciones
5) MEDIDA / PROPUESTA / OBJETIVO
Favorecer el acceso a la vivienda
Acciones
Agentes
Disminución de los alquileres para personas perceptoras de ayudas económicas
| 265 |
Cap. XII. Informe de la tecnica Delphi
Cap. XII.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Informe de la técnica Delphi
| 267 |
Cap. XII. Informe de la tecnica Delphi
C
omo ya hemos explicado anteriormente, con las entrevistas en profundidad se inicia un trabajo que tiene
por finalidad la búsqueda de iniciativas de cambio y mejora relacionadas con los procesos de inserción
social y laboral de las mujeres solas de la CAPV. El proceso ha pasado por diferentes fases en las que se
ha tratado de corregir la indefinición de las primeras propuestas recogidas en las entrevistas y ahondar en
la concreción de las orientaciones extraídas a partir del grupo de discusión, para poder finalmente establecer criterios, orientaciones y propuestas que puedan resultar de utilidad para la mejora de las prestaciones
y ayudas a la inserción social y laboral de este colectivo de mujeres, así como analizar la viabilidad de las
propuestas recogidas.
C
A continuación, aportaremos y analizaremos la información que hemos obtenido a través de la técnica del
grupo Delphi, que debe entenderse como la última fase del mencionado proceso de recogida de propuestas.
Decidimos remitir la información recogida en la investigación a los y las representantes de los partidos políticos con voz en el Parlamento Vasco (a través de la Comisión de Mujer y Juventud del Parlamento Vasco),
esperando que nos ayudaran a conocer el grado de prioridad de las propuestas, el grado de viabilidad o aplicabilidad y también su voluntad política para hacerlas realidad.
Las personas que participaron en el grupo Delphi recibieron dos envíos en los que se les fue remitiendo documentación para trabajar en torno al análisis de las estrategias de inserción de las mujeres solas en la CAV.
Los grupos políticos que han participado en al menos uno de los envíos han sido: GP NV, GP EA, GP SV, GP
PV y GP Mixto-IU/EB.
En el primer envío solicitábamos que a partir de un breve diagnóstico de la realidad de las mujeres solas en
la CAPV, nos indicaran su aprobación o no del mismo y aportaran sus orientaciones y propuestas de mejora
de la situación en base a una serie de preguntas.
A través de la primera recepción de respuestas, obtuvimos la siguiente información:
Respecto a la pregunta acerca de si el colectivo de mujeres “solas” puede o debe considerarse en situación
de riesgo de exclusión social, todos los grupos políticos han respondido afirmativamente. En un caso se ha
matizado que este colectivo, sin embargo, no es el único que se encuentra en esta situación, habiendo
muchos grupos compuestos tanto por hombres como por mujeres que se encuentran en iguales o peores circunstancias.
El mercado de trabajo, la ausencia de mecanismos correctores y la invisibilidad
de las mujeres como algunas de las principales causas de la exclusión social de
las mujeres solas
En relación a las causas, encontramos referencias al mercado de trabajo, “sueldo inferior”, “trabajos no normalizados, sin cotización a la seguridad social, trabajando la mayoría de ellas en el campo de la limpieza,
cuidado de personas mayores, niños, en muchos casos con exceso de horas y cobrando por debajo de lo que
está estipulado en los convenios...”. Se menciona también la insuficiencia de algunas prestaciones como la
renta básica, las AES y las pensiones de viudedad.
Dos grupos políticos señalan la no existencia de “mecanismos oficiales de apoyo suficientes” (...) dentro de
| 269 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
El colectivo de mujeres solas es un colectivo en riesgo de exclusión social
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
la Administración, como pueden ser los Ayuntamientos, las Diputaciones y Gobierno”, instituciones que
“tampoco las han stenido en cuenta a la hora de hacer planes, programas, leyes (...)”.
Por último, una de las participantes señala que “la raíz está en la educación y la sociedad que nos rodea,
donde todavía nos regimos por valores tradicionales (...)”.
Una aportación describe además el problema de la “invisibilidad” de estas mujeres y de las consecuencias de
su situación a nivel personal (baja autoestima, depresiones...).
Invisibilidad motivada también porque este colectivo no suele estar representado en el movimiento asociativo tradicional.
Estrategias contra la exclusión social
La segunda pregunta hacía referencia a estrategias contra la exclusión social para mejorar la situación anteriormente descrita. Hemos agrupado las aportaciones en diferentes ámbitos.
En el ÁMBITO LABORAL, al que corresponden la mayoría de las propuestas, destaca la necesidad de impulsar
el crecimiento del empleo femenino. Concretamente se señala la creación de empleo de calidad “en el sector de los cuidados personales, atención a la dependencia, espacio sociosanitario (...)”. Una participante
señala el incremento en el porcentaje de oferta pública de empleo como un medio para llevar a cabo este
impulso al crecimiento del empleo femenino.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Respecto a las características del mercado de trabajo, se menciona la necesidad de una “flexibilidad o adecuación del horario laboral” para adaptarlo a las necesidades de las familias con menores u otras personas a
su cargo, especialmente si son monomarentales. También se señala la equiparación salarial entre mujeres y
hombres como herramienta de inserción sociolaboral.
Una de las participantes aporta la estrategia de “apoyo económico” para el colectivo de mujeres solas (sin
especificar cuál o cómo) y el diseño de “una trayectoria de formación teniendo en cuenta sus aptitudes, gustos etc y las ofertas en el mundo laboral normalizado”.
En el ÁMBITO PERSONAL, se menciona la estrategia de crear “Servicios cercanos y coordinados de información y atención a las mujeres, fácilmente accesibles”.
En el ÁMBITO SOCIAL, un grupo parlamentario opina que se deben realizar cambios estructurales en las políticas sociales para extender los derechos sociales. La socialización y la necesidad de visibilizar socialmente
las características y necesidades del colectivo de mujeres solas es el aspecto más comentado en este apartado: “aparte de los políticos es necesario que esta socialización llegue a las asociaciones de mujeres, de la
tercera edad, sindicatos y también al sistema educativo.” Para otra de las participante una de las maneras
de mejorar la participación social de estas mujeres es fomentando su autonomía personal.
Respecto a los diferentes sistemas de PROTECCIÓN SOCIAL, las aportaciones realizadas han versado en torno
a la vivienda, la educación, los servicios sociales y la salud:
VIVIENDA: se plantea la necesidad de cubrir con número suficiente la demanda de viviendas de protección
oficial para este colectivo, así como facilitar su acceso a través de medidas correctoras. En el caso de las que
poseen pisos en propiedad, se apunta la necesidad de dar facilidades para la adecuación de la vivienda a las
necesidades, y en el caso de las mujeres que viven en alquiler se subraya el apoyo económico de las instituciones para cubrir el pago de la renta. Una de las participantes destaca además, la necesidad de contem-
| 270 |
Cap. XII. Informe de la tecnica Delphi
plar en la tipología de pisos, “un dimensionamiento de los mismos, adecuado a las nuevas formas de familia”.
EDUCACIÓN: por una parte se destaca la necesidad de “apostar por una educación de igualdad, en todos los
aspectos”. Por otro lado, se comenta la necesidad de ofertar una formación básica a aquellas mujeres que
carecen de ella para permitir su acceso al mercado de trabajo.
SERVICIOS SOCIALES: en este ámbito, un grupo señala “la necesidad de reestructurar a fondo la dinámica y
el dimensionamiento de los servicios sociales con el fin de mejorar su eficacia en la inserción de las personas y en la atención a las situaciones de desprotección.”. Además, y de forma concreta, se han señalado las
siguientes estrategias:
-
“A las mujeres pensionistas apoyarles con la diferencia hasta alcanzar el que vivan con dignidad”.
-
“Fondo de pensiones, en caso de impago”.
-
“Incrementar como derecho social, la educación infantil universal 0-3 años, como factor en la mejora
de la conciliación laboral y familiar”.
-
“Abrir una reflexión rigurosa técnica y política sobre la implantación de una renta básica de ciudadanía,
sin contraprestación como una forma diferente de distribuir la riqueza”.
SALUD: la importancia de atender a los problemas de salud (enfermedades crónicas, mentales, discapacidades) de este colectivo y la implicación del sistema de salud a la hora de atender y, en el caso necesario, derivar a estas mujeres a los servicios sociales correspondientes.- A la hora de abordar las características de estas
mujeres, tener en cuenta que pueden provenir de una situación de convivencia anterior de malos tratos, violencia sexual, etc.
-
Prestar atención a las circunstancias específicas de las mujeres en el mundo rural.
-
Importancia de involucrar al conjunto de la sociedad (hombres y mujeres) en erradicar las discriminaciones que sufren las mujeres.
A través del segundo envío, remitimos a las mujeres participantes un documento con la información anteriormente detallada. En esta ocasión solicitamos que señalaran el grado de acuerdo y la viabilidad de las
estrategias y que establecieran medidas concretas respecto a las estrategias de inserción aportadas por el
total de participantes y que fueron recogidas con el primer envío. A su vez, se les pedía que analizaran también en esta misma clave las estrategias extraídas de las entrevistas en profundidad y del grupo de discusión previamente realizado1.
Debemos hacer constar, por lo que esto supone en cuanto a limitación de resultados y significatividad de
algunos datos, que en el segundo envío la participación se vió reducida y contamos únicamente con las aportaciones de tres grupos políticos: GP NV, GP SV e GP Mixto-IU.
(1) El listado completo de estrategias que se remitió finalmente para trabajar en el segundo envío, se compone de las propuestas
señaladas por los participantes del Delphi en el primer envío y del resto de propuestas recogidas a partir de las entrevistas y grupo
de discusión que no hubieran sido mencionadas por estos.
| 271 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Por último, se realizaron una serie de aportaciones no encuadrables en ninguno de los apartados anteriores
pero que creemos importante señalar:
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Respecto a la valoración que atiende al criterio de importancia o prioridad que se concede a cada estrategia
(a partir de una escala de puntuación de 0 al 10), debemos señalar que ninguna estrategia ha recibido una
puntuación media2 menor de 5.5 y que la mayor “nota” media es de 8,6, que se repite en varias estrategias.
La siguiente tabla y gráfico nos muestran la distribución de las valoraciones medias de cada estrategia:
(2) Media calculada a partir del total de respuestas recibidas.
| 272 |
Cap. XII. Informe de la tecnica Delphi
Fuente: Elaboración propia a partir de la tabla de puntuaciones agrupadas por ámbitos del segundo
envío de la técnica Delphi.
Si tenemos en cuenta la agrupación por ámbitos de las estrategias, vemos que en término medio, las mejor
puntuadas, es decir, aquellas a las que se les concede una mayor prioridad, son las correspondientes a la
Educación (trabajo educativo desde la infancia y fomento de la corresponsabilidad). El grupo de orientaciones agrupadas bajo la categoría “Protección Social” ha sido la segunda mejor puntuada (especialmente gracias a las estrategias de gratuidad y universalidad del ciclo 0 a 3 años de educación infantil y a la renta básica individual, universal y sin contraprestaciones). En cambio, las estrategias encaminadas a lograr una mayor
participación social de las mujeres se han visto relegadas a los peores puestos en cuanto a prioridad se refiere y han obtenido las puntuaciones más bajas. Las categorías de empleo y vivienda se sitúan alrededor de la
media, sobrepasando la nota de 7 puntos.
| 273 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 129
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Podemos decir que las cuatro estrategias a las que se Podemos decir que las cuatro estrategias a las que se
les atribuye una prioridad alta (mejores notas medias les atribuye una prioridad media (peores notas
medias =5,5 o 5,6) son:
=8,6) son:
-
Conseguir la equiparación salarial entre hombres y mujeres (ámbito empleo).
-
Conciliación de la vida profesional y familiar:
flexibilidad horaria o adecuación del horario lab- oral a las necesidades de las mujeres con
menores a su cargo, acceso real a la formación
(horarios)... (ámbito empleo).
-
-
Educación infantil universal gratuita del ciclo 03 años como derecho social (ámbito protección social).
Reconocimiento de la Renta Básica como derecho individual, universal e incondicional (sin
contraprestación) (ámbito protección social).
Generar redes sociales, como apoyos comunitarios básicos de los modelos de intervención
(ámbito participación social).
Promocionar y fortalecer las asociaciones de
mujeres. Reconocer la necesidad de su participación en la elaboración de los planes de inserción, de empleo, de formación... (ámbito participación social).
Toma de conciencia de colectividad de las
mujeres en situación de exclusión, sus causas y
su relación con el sistema económico de producción (ámbito participación social).
Mejorar la participación social del colectivo de
mujeres solas (ámbito participación social).
Todas las propuestas han sido puntuadas al menos con el valor 5 (aprobado psicológico) por la totalidad de
las participantes, sin embargo, y a pesar de que como hemos dicho a todas las propuestas se les conceda un
mínimo de importancia, nos interesa llegar a un nivel de discriminación mayor. Por eso, dejamos a un lado
las medias y tratamos de fijarnos en los consensos.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Para ello establecemos una nueva selección, teniendo en cuenta únicamente aquellas propuestas valoradas
por encima del notable, valor 7, por todos y todas las participantes. El siguiente sería entonces el listado de
estrategias que pueden considerarse especialmente importantes o prioritarias para la totalidad de las participantes:
•
Conciliación de la vida profesional y familiar: flexibilidad horaria o adecuación del horario laboral a las
necesidades de las personas con menores a su cargo, acceso real a la formación (horarios)... (ámbito
empleo).
•
Conseguir la equiparación salarial entre hombres y mujeres (ámbito empleo).
•
Trabajo educativo desde la infancia contra la discriminación en función del sexo (ámbito educación).
•
Educación y fomento de la corresponsabilidad en el ámbito doméstico (ámbito educación).
•
Desarrollar facilidades para la habilitación o mantenimiento de las viviendas pertenecientes a mujeres
solas en riesgo de exclusión (ámbito vivienda).
•
Educación infantil universal gratuita del ciclo 0-3 años como derecho social (ámbito protección social).
•
Reconocimiento de la Renta Básica como derecho individual, universal e incondicional (sin contraprestación) (ámbito protección social).
•
Aumento de las cuantías de las pensiones de viudedad (ámbito protección social).
•
Revisar la financiación de los Ayuntamientos a fin de garantizar la puesta en práctica de las programaciones establecidas a nivel general en cuestión de servicios sociales (ámbito protección social).
| 274 |
Cap. XII. Informe de la tecnica Delphi
De esta manera corroboramos parte de lo explicado a través de los resultados basados en las medias.
Cualquiera de las estrategias relativas al ámbito de participación social queda fuera de las prioridades consensuadas. Se acuerdan dos estrategias relacionadas con el empleo, dos más vinculadas a la educación, una
relativa a vivienda y cuatro consideradas en el ámbito de la protección social.
El trabajo que comprometía a las participantes consideraba además, la aportación de información sobre la
viabilidad de cada estrategia atendiendo a elementos políticos, sociales y económicos en todas aquellas que
hubieran sido puntuadas por encima del 5. Observamos que esta tarea ha contado con un menor número de
respuestas sobre las esperadas, es decir, que a pesar de que todas las estrategias planteadas se consideran
relativamente importantes, parece que la tarea de considerar la viabilidad de cada una de ellas ha resultado
demasiado compleja.
Volviendo al total de estrategias, el ámbito donde observamos menor número de contestaciones acerca de la
viabilidad ha sido el de participación social. También coincide la no-valoración de las tres estrategias de protección social que versan sobre el aumento presupuestario en las prestaciones sociales y de dos estrategias
de empleo (las referidas a crear empleo de calidad en el sector de los servicios sociales y a orientar a las
mujeres a la formación con mayores salidas laborales).
Según la opinión de las participantes, es en vivienda donde mayores actuaciones pueden hacerse a corto
plazo, seguido de los ámbitos empleo y protección social. Las estrategias pertenecientes al ámbito de la educación se consideran viables a medio plazo y las encaminadas a fomentar la participación social del colectivo de mujeres solas se consideran viables a largo plazo.
Fuente: Elaboración propia a partir de la Tabla de distribución de las respuestas sobre tipo de viabilidad
por cada ámbito. Segundo envío de la técnica Delphi..
A nuestro entender la ausencia de respuestas en este apartado no debe dejarnos indiferentes, ya que este
hecho podría estar escondiendo información significativa. Por eso, decidimos valernos de esa ausencia de
respuestas para poder establecer una nueva clasificación de las propuestas, entendiendo que el significado
de la “no respuesta” está más próximo a la falta de posibilidades reales de llevarla a la práctica (inviabilidad) que al mero “no sabe no contesta”.
| 275 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Gráfico 130
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Aportamos el listado de las estrategias cuya viabilidad ha sido valorada por más de una participante , así
como los plazos asignados para cada una de ellas.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla 44. Viabilidad de las estrategias.
(3) En este caso consideraremos los consensos a partir de más de una respuesta coincidente (a diferencia del apartado de prioridades donde el consenso se definía como coincidencia de los tres participantes) debido a que de los tres participantes uno no respondió en ningún caso a este apartado de viabilidad.
| 276 |
Cap. XII. Informe de la tecnica Delphi
Podemos observar que en comparación con el primer listado que recogía todas las estrategias propuestas,
éste deja fuera diez de las mismas (dos pertenecientes al ámbito del empleo, tres de protección social y los
cuatro de participación social y el relativo al apartado “otros”). Además, constatamos que el grado de acuerdo en cuanto a plazos, en los casos en los que las estrategias se consideran viables por parte de las participantes es bastante escaso, ya que se reducen a tan solo 7 las propuestas que pueden considerarse viables
a partir de un plazo común por todas.
•
Conseguir la equiparación salarial entre hombres y mujeres. (corto).
•
Orientar a las mujeres a la formación con mayores salidas laborales. (corto).
•
Incremento de la oferta y establecimiento de un sistema de fácil acceso a viviendas de protección oficial para mujeres solas. (corto).
•
Facilidades para la habilitación / mantenimiento de las viviendas pertenecientes a mujeres solas en riesgo de exclusión. (corto).
•
Educación infantil universal gratuita del ciclo 0-3 años como derecho social. (corto).
•
Aumento de las cuantías de las pensiones de viudedad. (corto).
•
Trabajo educativo desde la infancia contra la discriminación en función del sexo (corto/medio)
•
Educación y fomento de la corresponsabilidad en el ámbito doméstico (corto/medio)
•
Revisar la financiación de los Ayuntamientos a fin de garantizar la puesta en práctica de las programaciones establecidas a nivel general en cuestión de servicios sociales (corto/medio)
•
Conciliación de la vida profesional y familiar: flexibilidad horaria o adecuación del horario laboral a las
necesidades de las personas con menores a su cargo, acceso real a la formación (horarios)... (medio).
A continuación, nos encontramos con la información recibida acerca de las medidas o acciones concretas
para llevar a cabo las estrategias. Aunque en un principio solicitamos que se establecieran medidas para
todas aquellas estrategias que hubieran sido valoradas por encima de la nota 5 y además consideradas viables a corto o a medio plazo, de acuerdo con el proceso de análisis seguido hasta el momento, decidimos
considerar las respuestas correspondientes al anterior listado de estrategias, es decir, las medidas para aquellas propuestas que han sido consideradas viables a corto o medio plazo por al menos dos de las tres participantes en el segundo envío.
Debemos decir que en algunos casos las medidas carecen de la concreción que a nuestro entender merecerían, de hecho, la mayoría de las medidas que proponen se refieren a acciones legislativas y presupuestarias,
y son las siguientes:
(4) Aunque hemos tratado de concretar el análisis con las estrategias que han logrado mayor consenso, y para ello hemos descartado del cuadro aquellas en las que los participantes no coincidían en sus valoraciones sobre los plazos, hemos decidido considerar
también los tres casos en los que las respuestas han oscilado entre el corto y el medio plazo.
| 277 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Concretamente todas las participantes que han rellenado el apartado de viabilidad han coincidido en señalar que las siguientes 10 estrategias poseen una viabilidad a corto o medio plazo (o indistintamente, en los
casos de no acuerdo con respecto a los plazos4):
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
| 278 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cap. XII. Informe de la tecnica Delphi
| 279 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
| 280 |
Cap. XII. Informe de la tecnica Delphi
Si nos fijamos en las puntuaciones medias recibidas por cada una de estas estrategias vemos que las propuestas consideradas viables a corto o medio plazo por más de un participante se corresponden con niveles
de prioridad elevados. Si pensamos que las puntuaciones de 7 o superiores están indicándonos un nivel de
prioridad importante, todas salvo una de ellas (Orientar a las mujeres a la formación con mayores salidas
laborales) cumplirían este requisito.
Sin embargo, si cruzamos los resultados de este listado (las consideradas por más de un participante como
viables a corto o medio plazo) con el de las estrategias consideradas prioritarias de manera consensuada
(nota superior o igual a 7 asignada por todas los participantes), vemos que en este caso son tres las que no
cumplirían ambos requisitos al mismo tiempo:
-
Orientar a las mujeres a la formación con mayores salidas laborales (se considera viable a corto plazo
por más de un participante pero no es considerada prioritaria en general).
-
Incremento de la oferta y establecimiento de un sistema de fácil acceso a viviendas de protección oficial para mujeres solas (se considera viable a corto plazo por más de un participante pero no es considerada prioritaria por todos).
-
Reconocimiento de la Renta Básica como derecho individual, universal e incondicional (es considerada
prioritaria por todos pero no cuenta con la aprobación de viabilidad en más de un caso).
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Por último, con el fin de no perder información, presentamos el resto de medidas que finalmente no cumplían los requisitos que hemos ido estableciendo más arriba:
| 281 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
| 282 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cap. XII. Informe de la tecnica Delphi
| 283 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Retomando la idea que exponíamos al principio, diremos que la técnica Delphi (a partir de los consensos de
respuestas) nos ha facilitado la tarea de seleccionar de entre el total de propuestas y estrategias recogidas
a lo largo de la investigación5, aquellas que se entienden más prioritarias y viables a la hora de llevarlas a
la práctica en un plazo relativamente corto.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Ésta serían las siguientes:
•
Conseguir la equiparación salarial entre hombres y mujeres (a través de medidas legislativas que se
concreten en convenios e inspección).
•
Desarrollar facilidades para la habilitación o mantenimiento de las viviendas pertenecientes a
mujeres solas en riesgo de exclusión (a través de ayudas económicas).
•
Educación infantil universal gratuita del ciclo 0-3 años como derecho social (a través de una mayor
inversión presupuestaria en escuelas infantiles y otras medidas legales).
•
Aumento de las cuantías de las pensiones de viudedad (a través de medidas legislativas que prioricen esta cuestión).
•
Trabajo educativo desde la infancia contra la discriminación en función del sexo (a través del
fomento de la coeducación con los libros de texto; con la formación de docentes; aumentando la coordinación entre familia y sistema educativo; creando foros de encuentro de jóvenes) .
•
Educación y fomento de la corresponsabilidad en el ámbito doméstico (a través del trabajo en la
escuela).
•
Revisar la financiación de los Ayuntamientos a fin de garantizar la puesta en práctica de las programaciones establecidas a nivel general en cuestión de servicios sociales (a través del establecimiento de una mayor vigilancia sobre el cumplimiento de objetivos; revisión de la ley municipal y de la
LTH).
•
Conciliación de la vida profesional y familiar: flexibilidad horaria o adecuación del horario laboral a las necesidades de las personas con menores a su cargo, acceso real a la formación (horarios)... (a través del aumento de inversiones en servicios sociales y otras legales).
(5) Ver Tabla 42 que reúne un total de 28 estrategias.
| 284 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Conclusiones
CONCLUSIONES
| 285 |
Conclusiones
C
ualquier estrategia que se encuadre en el marco de un desarrollo social equilibrado y pretenda tanto
corregir como prevenir las consecuencias negativas de la generación de desigualdades, debería tener en
cuenta un triple análisis: la identificación de los colectivos con mayor riesgo de padecerlas, la identificación de los factores más determinantes en la generación de las mismas, y la identificación de los sectores
o ámbitos de la estructura potencialmente más desequilibrados para intervenir en ellos de manera conjunta.
C
1. Las mujeres solas de la CAPV: mujeres en riesgo de exclusión social
La mayoría de los hogares de la CAPV que están constituidos por un solo progenitor y sus hijos e hijas son
en realidad hogares a cargo de una mujer y el número va en aumento. Esta situación, en la sociedad tradicional se relacionaba con la viudez o con los embarazos no deseados de mujeres solteras, pero la mentalidad está cambiando rápidamente en las sociedades occidentales en general: el número de separaciones y
divorcios aumenta, aumenta el número de mujeres solas que decide adoptar, el número de mujeres que opta
voluntariamente por sobrellevar en solitario el peso de la crianza de los hijos y las hijas...
Más de un 7% de las mujeres vascas cuidan y sustentan a sus hijos e hijas en solitario (hay 77.861 núcleos
monomarentales). En concreto, seis de cada diez de estas mujeres son viudas, dos están separadas legalmente o divorciadas, una está soltera y la otra se encuentra casada.
La heterogeneidad del colectivo de mujeres solas ha supuesto que el intento de realizar una caracterización
de la que pudieran extraerse determinados perfiles de las mujeres solas de la CAPV no haya resultado fácil.
Sin embargo, a partir de ciertas características sociodemográficas recogidas a lo largo de los distintos capítulos de nuestra investigación, hemos llegado a distinguir hasta dos perfiles diferentes de los que a su vez
derivan buena parte de los factores que explican su vulnerabilidad y mayor propensión a la exclusión. Estos
perfiles son:
1) Mujer que vive sola, es viuda, mayor de 65 años y con escasa formación (carece de estudios o tiene estudios primarios). Fundamentalmente consideradas inactivas en las estadísticas y dedicadas al trabajo
doméstico.
En torno a un 10% de las mujeres que viven solas, son inactivas y mayores de 65 años viven una
situación real o de riesgo de pobreza de mantenimiento.
Su pobreza tiene relación directa con el sistema de protección social. Las prestaciones económicas que
reciben son insuficientes y su trabajo doméstico y reproductor no es considerado “producción” y por ello,
no tiene valor económico ni social.
2) Mujer que vive con sus hijos e hijas a los que da soporte y mantiene en solitario, normalmente separada o divorciada, tiene entre 35 y 55 años y en muchos casos un nivel de instrucción no muy superior al
de estudios primarios. Dependen fundamentalmente del mercado de trabajo para obtener ingresos y
sostener el hogar (en las estadísticas son mujeres activas), pero padecen importantes índices de desempleo y trabajo precario.
De entre las mujeres que encabezan un hogar monomarental (índice de pobreza grave = 8,9), un 17%
| 287 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Estos hogares, desafían los viejos prejuicios según los cuales sólo el marco de la familia tradicional era apto
para el desarrollo intelectual, afectivo y social de los hijos e hijas, sin embargo, la trasgresión que representan (por el hecho de desarrollar su función maternal fuera del marco que se consideraba, hasta hace pocos
años, obligatorio) tiene un precio social y económico para ellas: presentan índices de exclusión social superiores a la media.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
de las mujeres inactivas menores de 65 años y un 60% de las paradas padecen situaciones de precariedad.
Son precisamente las cargas familiares las que les dotan de mayor vulnerabilidad con respecto a la pobreza.
La necesidad de todas ellas de compaginar la vida profesional y familiar hace que encuentren enormes limitaciones a la hora de competir por trabajos regularizados. La escasez de servicios sociales gratuitos de cuidado a la infancia y de personas dependientes, los horarios y las exigencias laborales lo dificultan. Por eso
optan en un alto porcentaje por la economía sumergida y entran en un círculo vicioso que las mantiene en
el presente pero las deja desprovistas de seguridad en el futuro.
2. La conciliación entre vida laboral, familiar y personal: un reto de todos
los países industrializados en los próximos años
Del capítulo sobre el Mercado de Trabajo puede concluirse fácilmente que el grado de vulnerabilidad de la
población en general, y de algunos colectivos en particular, va en aumento. El panorama se caracteriza por
la exclusión de algunas personas (desempleo e inactividad) y por la inserción débil de otras muchas (formas
de empleo precarias o la invisibilidad de la economía sumergida).
La precariedad afecta en mayor medida a las mujeres. De cada diez mujeres mayores de 15 años algo menos
de cinco se consideran activas y de éstas, dos tienen un empleo precario y una está en paro.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
La incorporación de las mujeres al mercado de trabajo asalariado no ha significado la eliminación de la segregación ocupacional ni de las diferencias salariales, ni tampoco ha eximido a las mujeres de seguir realizando la mayor parte del trabajo reproductivo del que antes se encargaban (la única escapatoria posible al juego
de las dobles jornadas es optar por interiorizar el modelo masculino y liberarse de las responsabilidades familiares a través de la renuncia).
Por eso la conciliación de vida personal, familiar y laboral adquiere especial protagonismo cuando hablamos
de la inserción de las mujeres solas con cargas familiares. Deberán aportarse soluciones en este sentido,
ahora bien, es bastante lógico pensar que cualquier solución mínimamente razonable pasa porque la carga
sea redistribuida entre los distintos actores implicados. En el ámbito privado, con la división de los deberes
familiares entre los miembros de la familia; en el ámbito público, con apoyo financiero para las familias y
ampliando y aumentando los servicios públicos; y por último, las empresas han de poner también de su parte
y contribuir adoptando medidas concretas que lo favorezcan.
El primero de los pasos (ámbito privado) está estrechamente relacionado con el desarrollo de políticas educativas que cambien las actitudes que refuerzan la división del trabajo basada en los roles de género para
en su lugar, tal y como proponen gran parte de las personas participantes en nuestro estudio, promover desde
la infancia el concepto de una responsabilidad compartida a nivel familiar con respecto al trabajo en el hogar,
sobretodo en lo que se refiere al cuidado de los y las niñas y las personas ancianas.
En el grupo de discusión se consiguió profundizar en la propuesta y se establecieron algunas medidas para
llevar a cabo desde la escuela, como son: proporcionar un mayor conocimiento de la historia de la mujer; trabajar en pro de la adaptación de los lenguajes; orientar a los y las estudiantes jóvenes para que elijan una
carrera sin discriminación en función del sexo; y realizar análisis y valoraciones de la realidad.
En cuanto a otro de los agentes implicados, la empresa, también a lo largo de la investigación se ha recogido la necesidad de promover la conciliación de la vida profesional y familiar, con medidas que posibiliten
| 288 |
Conclusiones
una mayor flexibilidad horaria o adecuación del horario laboral a las necesidades de las personas con menores
a su cargo, acceso real a la formación (horarios adaptados)...
El nivel de concreción de las propuestas a este respecto ha sido considerablemente escaso, por eso hemos
recogido a través de las aportaciones de un estudio italiano1, que examina las iniciativas empresariales y los
acuerdos sobre conciliación de la vida familiar, algunas medidas concretas a partir de las cuales puede ser
entendida la responsabilidad de la empresa privada:
-
formas de remuneración y permisos no remunerados para ocuparse de varias clases de asuntos familiares
-
horarios flexibles de entrada y salida
-
autonomía de turnos por trabajos o producción
-
permisos retribuidos para padres y madres que utilizan por primera vez las guarderías
-
opción de trabajar en casa durante el primer año de vida del niño o niña
-
sistema de “banco de horas” por el que el tiempo acumulado sobrante pueda ser utilizado como tiempo
libre de acuerdo a las necesidades personales
-
establecimiento de guarderías de empresa
En términos generales, la mayoría de las personas participantes en el estudio se han mostrado a favor de
establecer “cuotas” de discriminación positiva para las mujeres, sin embargo, también nos han trasladado
algunos recelos a la hora de establecer prioridades, en concreto los grupos políticos no consideraron las cuotas una estrategia prioritaria.
La importancia de estas medidas radica en la vinculación existente entre el bienestar de la mujer y el bienestar colectivo. Algunos estudios3 que tratan de acercarse a las soluciones para erradicar el problema de la
pobreza desde la perspectiva de género (a partir de comparaciones de las tasas de pobreza segregadas por
sexos a lo largo del tiempo y también entre diferentes países) vienen a concluir que las políticas de discriminación positiva para la mujer influyen de manera positiva en la reducción de las tasas de pobreza no sólo
femeninas sino de la población en general. Es decir;
(1) “Survey examines company initiatives and agreements on recorciling work and family life”. Artículo de Anna M. Ponzellini,
Fondaziones Regionale Pietro Seveso, obtenido de la página de internet (www.eiro.eurofound.ie), del European Industrial Relations
Observatory de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo, junio de 2003. (Traducción texto íntegro:
Luis Fernández Briceño, Subdirección General de Estudios e Informes Socioeconómicos).
(2) Ley 10/2000, de 27 de diciembre de 2000, de Carta de Derechos Sociales. BOPV sábado 30 de diciembre de 2000 (23377).
(3) *Zarzosa Espina, P. ¿Feminización de la pobreza en España? Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Valladolid.
Departamento de Economía Aplicada.
* Mateo Pérez, M.A. (2002). La pobreza en la mujer: los procesos de empobrecimiento de las mujeres europeas. En III Jornadas de
Exclusión Social “Feminización de la pobreza”, Cádiz.
| 289 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Con respecto al ámbito público, en la “Carta de Derechos Sociales”2 aprobada por el Parlamento Vasco se
reconoce la responsabilidad de las Administraciones públicas de evitar el riesgo de fractura social, fundamentalmente facilitando el acceso al mercado de trabajo y garantizando una renta básica. Entre las medidas de
promoción del empleo señaladas destacamos dos por su relación con nuestro objeto de estudio: las “medidas de acción positiva destinadas a favorecer la integración laboral de los colectivos más desfavorecidos, y
en particular de las mujeres, de los jóvenes, de los parados de larga duración, de los discapacitados...” y las
“medidas de acción positiva destinadas a facilitar la conciliación de las responsabilidades familiares y profesionales”.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
a) la mejoría de la situación de la población en general no es suficiente para lograr la disminución de la
desigualdad (las mujeres llegan a situaciones de pobreza por razones específicas y distintas que los hombres: la dependencia económica supone problemas derivados de situaciones concretas de su pareja como
pérdida de trabajo, encarcelamiento, hospitalización... o de situaciones relacionadas con las rupturas
afectivas como el divorcio, la viudedad...).
b) las diferencias de género condicionan el empobrecimiento general de la población (la mejoría de la
situación de la población en general necesita de la mejora de la situación de las mujeres, por tanto las
políticas de discriminación positiva para la mujer son buenas para todos y todas).
De otro lado, algunos datos recogidos indican que los incentivos económicos a la corresponsabilidad familiar establecidos actualmente no están siendo suficientes para conseguir que las mujeres dejen de ser las
principales solicitantes de excedencias y reducciones para el cuidado de hijos e hijas (con la asunción de las
consecuentes limitaciones en el desarrollo de la carrera profesional que en ocasiones puede conllevar).
Todavía en la CAPV sólo un 5% de hombres solicita las ayudas para excedencia y reducción de jornada.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Considerado que aún hoy la gran mayoría de la población “depende de forma exclusiva para sobrevivir de que
'el otro' quiera comprarle su fuerza de trabajo y remunerarle dignamente por ella”4, a lo largo de las entrevistas, grupo de discusión y grupo Delphi se han aportado un gran número de propuestas en torno al empleo:
-
Trabajar a favor de una mayor accesibilidad de la mujer a trabajos tradicionalmente masculinos;
-
Incrementar el porcentaje de oferta pública de empleo;
-
Orientar a las mujeres a la formación con mayores salidas laborales;
-
Sensibilizar y formar a la empresa privada para favorecer la contratación de mujeres, el establecimiento de
medidas de igualdad, etc. Elaborando materiales didácticos de apoyo; incorporando el módulo de igualdad
de oportunidades en cualquier acción formativa; potenciando la figura de las y los intermediadores laborales; diseñando campañas de difusión y sensibilización en los Mass Media; fomentando las ayudas a las
empresas que realicen estas acciones; socializando experiencias positivas, elaborando un manual de buenas prácticas...;
-
Crear empleo de calidad en el sector de los cuidados personales, atención a la dependencia y espacio
sociosanitario. Redefinir el sector servicios a través de la negociación de los convenios que lo regulan; y
-
Conseguir la equiparación salarial entre hombres y mujeres.
(4) Jurado, N. (2000). Tipología y dimensiones de la pobreza en nuestra sociedad. UPV-EHU. Vitoria-Gasteiz.
| 290 |
Conclusiones
3. Índices de pobreza y sistema de protección social
En el año 2000 se contabilizaron en la CAPV un total de 15.292 mujeres que vivían solas y 6.373 hogares
monomarentales en situaciones en las que la cobertura de los gastos para satisfacer las necesidades más elementales era imposible o muy difícil.
Tratando de ahondar en las conexiones entre el sistema de protección social de la CAPV y las características
que en mayor medida están incidiendo en los procesos de empobrecimiento de las mujeres solas descubrimos que:
La pobreza, por una parte, está incidiendo más en las mujeres mayores de 65 años (en su mayoría viudas)
muchas de ellas dependientes de pensiones de viudedad o pensiones no contributivas.
A pesar de que la CAPV cuenta con una renta de inserción (recibe el nombre de “Renta Básica” ) que nace
como respuesta a la carencia de los sistemas de Seguridad Social y que alcanza unos niveles de ingresos muy
superiores a los de la gran mayoría de comunidades autónomas, los datos recogidos hablan de un sistema de
prestaciones de nivel asistencial caracterizado por ofrecer unos importes mínimos o de subsistencia (no
alcanzan el salario mínimo interprofesional), porque la concesión tenga un carácter periódicamente revisable, porque el derecho a percibirlas esté comprometido por la demostración de su necesidad en base a unidades de convivencia, porque en ocasiones esté supeditado a contraprestación por parte de los y las perceptoras y porque otras veces, esté sujeto a prioridades políticas en cuestión de presupuesto social.
Las pensiones de viudedad, por su parte, aportan a las mujeres vascas perceptoras de este tipo de pensión
unos ingresos medios que representan poco más de la mitad de los que hubieran recibido sus maridos.
-
Realizar campañas de información de las posibilidades de utilización de las diferentes ayudas económicas
existentes.
-
Agilizar la tramitación de prestaciones económicas y el acceso a otros recursos (imprescindible si se quiere
dar respuesta a las necesidades específicas de “urgencia” de este colectivo).
-
Reconocer las AES como derecho, incrementar las AES y su cuantía, que ayude a superar la estigmatización
que versa sobre las mismas.
-
Reconocer la Renta Básica como derecho individual, universal e incondicional (sin contraprestación y requisitos rígidos de acceso).
-
Aumentar las cuantías de las pensiones de viudedad, para prevenir que algunas personas no se vean limitadas a la supervivencia más estricta o a la necesidad de depender de terceras personas para seguir adelante.
(5) Carta de Derechos Sociales de Euskadi”. Ley 10/2000
| 291 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En este sentido se han recogido las siguientes propuestas:
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
-
Establecer medidas correctoras del sistema contributivo actual en pro de mejorar las precarias perspectivas
de futuro que tienen algunas de las mujeres solas (una de ellas podría ser, a su entender, tener en cuenta el total de la vida laboral para cobrar la jubilación y no solamente acceder a ésta si has trabajado los
últimos años).
Por otra parte, la incidencia de la pobreza sobre las mujeres inactivas menores de 65 años (donde podrían
estar contabilizándose a aquellas que trabajan en la economía sumergida y las amas de casa) y sobre las
mujeres en paro nos llevó a cuestionarnos la suficiencia de recursos sociocomunitarios, los recursos de inserción que se les ofrecen, etc.
El fenómeno de las “listas de espera” para acceder a una residencia de la tercera edad o a un centro de día
viene a recordarnos la urgente necesidad de ampliar la oferta existente actualmente. También hemos constatado el desajuste (cuantitativo -número de plazas- y cualitativo -precios, distribución geográfica de los
centros…-) entre la oferta y la demanda del servicio de “escuelas infantiles” (este tipo de servicio se ha convertido en imprescindible para muchas de las familias actuales, fundamentalmente para las mujeres vascas
que encabezan un núcleo familiar monomarental).
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Se reclama:
-
Garantizar una educación infantil universal gratuita del ciclo 0-3 años como derecho social;
-
Ampliar y adaptar la red de recursos sociocomunitarios a las necesidades actuales, ampliando horarios,
atendiendo a criterios de localización geográfica cercana, etc.
También parece recomendable pensar en nuevas e innovadoras metodologías de inserción frente a las tradicionales subvenciones e incentivos a las empresas. Metodologías que, a su vez, contemplen programas de
inserción con un carácter flexible y que, en el caso de aquellos que se dirijan al colectivo de mujeres, establezcan medidas de apoyo para compatibilizar la asistencia a dichos programas con el cuidado de hijos o
hijas u otras personas dependientes, facilitando en la medida de lo posible la conciliación de la búsqueda
de empleo y la vida familiar. La adaptabilidad de los programas de inserción (convenios de inserción, programas…) a las necesidades de las mujeres “solas” ha sido una de las reclamaciones más repetidas (en el propio informe de los programas de Auzolan se apunta que en muchos casos las mujeres son excluidas o se auto
excluyen debido a las cargas familiares).
En este sentido, revisando las estrategias de países europeos, parecen destacables algunas medidas que responden a la intención de incrementar el gasto en protección social para poder así beneficiarse de un doble
efecto: la inserción de muchas mujeres (aliviándoles de las cargas familiares) por una parte, y de otro lado,
la creación de puestos de trabajo en sectores asistenciales, los cuales son especialmente solicitados por
mujeres.
| 292 |
Conclusiones
4. La vivienda también es un derecho
En la “Carta de Derechos Sociales” se dice textualmente que “desde las Administraciones públicas se debe
actuar para evitar el riesgo de fractura social defendiendo mecanismos capaces de superar aquellas situaciones en las que la falta de derechos sociales básicos pueda conllevar la incapacidad de ejercer la plena ciudadanía”. En la misma se establece que los derechos sociales básicos son: derecho a una protección social
suficiente, a la protección de la salud y la atención y prestaciones sanitarias adecuadas, a una educación de
calidad, a un medio ambiente protegido y también a una vivienda digna y adecuada.
Sin embargo, un alto porcentaje de mujeres no cumple con los criterios de elegibilidad para el acceso a una
vivienda subsidiaria o subvencionada, puesto que los criterios establecidos se fijan en base a unos ingresos
regulares y empleos formales, mientras los ingresos de las mujeres provienen de empleos informales e inestables.
Es necesario señalar que los ingresos procedentes de la economía sumergida no son contabilizados, por lo
que muchas personas (recordemos que la economía sumergida es una de las fuentes de ingresos de las mujeres solas) no pueden inscribirse debido a que no llegan a la renta mínima exigida.
Concretamente, la oferta de viviendas de protección oficial en los cupos y reservas de vivienda protegida en
las órdenes del BOPV para el 2004 cubren únicamente un 6,3% de la demanda total en el cupo de familias
monoparentales (único grupo al que tienen acceso parte de las mujeres objeto de nuestro estudio). Fruto de
esta situación nacen las siguientes propuestas:
Favorecer medidas para que la tipología de pisos se adapte a las nuevas formas de familia;
-
Incrementar la oferta y establecer un sistema de fácil acceso a las viviendas de protección oficial para
mujeres solas; y
-
Desarrollar facilidades para la habilitación o el mantenimiento de las viviendas pertenecientes a mujeres
solas en riesgo de exclusión.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
-
| 293 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
5. La ciudadanía, un estatus por el que se debe seguir trabajando
Por otra parte, en la carta se recoge el derecho de “ciudadanía” y a nuestro entender éste no puede analizarse sin tener muy presente el “recurso tiempo”. La disponibilidad de tiempo es uno de los principales obstáculos de las mujeres para su autonomía y ciudadanía activa.
De las doce horas de tiempo disponible al día, las mujeres dedican cuatro al trabajo reproductivo, lo que significa aproximadamente tres veces más de tiempo que los hombres. Aunque su dedicación al trabajo productivo remunerado es de media casi la mitad que la de los hombres, también es menor el tiempo del que disponen para dedicar al ocio, las relaciones sociales y otras actividades entre las que se incluye la militancia
política, la participación comprometida en asociaciones, etc.
Las mujeres son las principales usuarias de los servicios y equipamientos urbanos (transporte público...) ya
que a pesar de su incorporación al trabajo remunerado la división del trabajo en el hogar no se ha modificado y continúan siendo las principales responsables e intermediarias de las necesidades familiares. Las condiciones de la red de infraestructura, su trazado, seguridad y funcionalidad condicionan las decisiones de las
personas en las actividades a realizar por los costos económicos y de tiempo.
Las mujeres solas necesitan que se invierta en recursos colectivos, en una red de infraestructura pública de
servicios sociocomunitarios.
A partir de esta misma idea, igualmente se ve necesaria una redistribución del gasto y de las prioridades.
Los efectos negativos de la globalización, de la reducción del gasto público y de los programas sociales repercuten desproporcionadamente sobre la mujer, ya que el costo suele trasladarse a las familias o, lo que es lo
mismo, a las mujeres ya que son éstas las que llevan la carga adicional de las mismas.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Por eso, es importante la idea del presupuesto participativo (potencialmente una de las herramientas aplicables para establecer criterios de transparencia) en la medida que expresa las prioridades económicas, sociales y culturales de quienes y cuantos se benefician con la asignación y distribución de los recursos públicos.
En términos generales, una gestión democrática debería conllevar la exigencia de la participación ciudadana.
Si un tipo u otro de gestión de la ciudad obstaculizan o propician la búsqueda de mejores alternativas laborales, la participación ciudadana, las posibilidades de ocio y gestión del tiempo libre... entre otras, será
importante que las mujeres tomen parte en esa gestión. Porque como se recogió en la Declaración Mundial
de IULA sobre las Mujeres en el Gobierno Local de 1998 “para que puedan (los gobiernos locales) satisfacer
las necesidades de las mujeres y de los hombres deben inspirarse en las experiencias de ambos géneros a través de una representación equiparable en todos los niveles de decisión que comprenda el amplio espectro
de responsabilidades de los gobiernos locales.”
| 294 |
Conclusiones
Ahí radica la importancia del empoderamiento de las mujeres. Dar poder a las mujeres no es algo secundario, dar poder a las mujeres es algo central para transformar las relaciones de género de modo que sean más
equitativas y justas para las mujeres, aunque entendemos que la responsabilidad del cambio concierne a
hombres y mujeres.
Este formar parte del proceso de toma de decisiones puede ser primordial para la inserción de las mujeres,
sobre todo si tenemos presente que las relaciones laborales (relaciones entre todos los agentes intervinientes en las condiciones de trabajo) también son relaciones de poder: Es decir, empresariado y masa asalariada, por supuesto, pero también legisladores y legisladoras, sindicatos y organizaciones empresariales que
negocian y aplican convenios, cuadros intermedios que marcan costumbres y normas no escritas, etc.
Muchos de los agentes consultados consideran necesarias medidas que incidan a nivel personal y colectivo,
medidas que desarrollen la autonomía personal y colectiva de las mujeres y que les ayude a desprenderse de
la dependencia emocional y económica de los hombres, que mejoren su autoestima y autoconcepto, que sean
libres de decidir su propio proyecto de vida fuera de los estereotipos sexistas. En este sentido, la organización de las mujeres, el asociacionismo, se entiende primordial.
Al mismo tiempo, sería deseable que se pactara con la sociedad civil de una forma más clara, creando plataformas mixtas con los movimientos y organizaciones de mujeres para poder trabajar mancomunadamente
en lo que respecta a algunos aspectos de interés colectivo. Se trata de conseguir voz y voto para los colectivos de mujeres, consolidando sus liderazgos y esto pasa por un mayor compromiso de la Administración.
Por último, se ha visto en varias experiencias cómo la creación de redes sociales entre mujeres es un medio
que mejora no sólo la situación de pobreza que viven ellas mismas sino también la situación de la comunidad en general. En buena parte, estaríamos hablando de un nivel de intervención relativo a la prevención,
que debería entenderse como una de las medidas más eficaces y que sin embargo, no cuenta con el suficiente apoyo institucional.
-
Generar redes sociales, como apoyos comunitarios básicos de los modelos de intervención;
-
Promocionar y fortalecer las asociaciones de mujeres cambiando la forma en que se trata de ayudar a estas
organizaciones, ofrecerles formación, favorecer su profesionalización, hacer que la información les sea
accesible y dotar al colectivo de herramientas suficientes para que sus organizaciones puedan ser competitivas de cara a la participación efectiva en todos los ámbitos;
-
Reconocer la necesidad de su participación en la elaboración de los planes de inserción, de empleo, de formación...; y
-
Propiciar la toma de conciencia de colectividad, de la situación de discriminación, sus causas y su relación
con el sistema económico de producción. A través de las organizaciones de mujeres se las puede ayudar a
reflexionar y actuar a nivel colectivo.
(6) Si bien estas propuestas son compartidas por todas las personas consultadas, los grupos políticos las consideraron las menos
prioritarias y no viables a corto ni medio plazo.
| 295 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Las propuestas que sobre participación hemos recogido son6:
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
6.
La responsabilidad de planificar es de todos y de todas
Como ya hemos dicho, a pesar del gran número de planes, convenciones y recomendaciones políticas las desigualdades y las discriminaciones basadas en el género siguen presentes.
Los esfuerzos dirigidos a la implementación de medidas concretas en pro de la igualdad entre hombres y
mujeres se caracterizan por su dispersión, por su falta de compromiso presupuestario y por la falta de evaluación y seguimiento sistemático que dificulta conocer su nivel de alcance y puesta en práctica.
El hogar como unidad de análisis (basado en una interpretación clásica del concepto de familia) en las medidas de pobreza no constituye un buen indicador de las inequidades internas en la distribución de recursos.
Por eso podemos considerar que hay un sesgo en la formulación de políticas públicas de alivio de la pobreza, que se basan en el modelo unitario del hogar. Hay que alejarse de ese modelo e incorporar un modelo
que reconozca las diferentes preferencias y control sobre los recursos como guía para la elaboración de políticas públicas.
Las propuestas son:
Revisar la financiación de los Ayuntamientos a fin de garantizar la puesta en práctica de las programaciones establecidas a nivel general en cuestión de servicios sociales;
-
Puesta en marcha de servicios cercanos y coordinados de información y atención a las mujeres, fácilmente
accesibles;
-
Antes de desarrollar un plan es preciso elaborar un diagnóstico que no se está realizando. El Plan debiera
ir irremediablemente acompañado de un presupuesto, unos plazos de ejecución, unas medidas concretas,
unos objetivos que cumplir, unos mecanismos de evaluación y unos recursos humanos convenientemente
formados para llevarlos a cabo. Sólo así será posible su puesta en práctica efectiva, su aplicabilidad.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
-
| 296 |
Conclusiones
En definitiva,
Para poder obtener respuestas ágiles y adaptadas a la realidad de precariedad en la que se encuentran algunas de las mujeres solas de la CAPV y para prevenir dicha precariedad en el caso de otras muchas, sería conveniente la consideración del colectivo de mujeres solas como colectivo en riesgo de exclusión social.
Teniendo en cuenta que el rol reproductivo de las mujeres ha condicionado muchas de las situaciones de
exclusión, hemos querido recoger una reflexión de la socióloga María Ángeles Durán que engloba o consigue concretar las aportaciones de muchos y muchas de las participantes (al hacer referencia a la necesidad
de cambios estructurales a nivel de la organización social...): “A todos, antes o después, y en alguna época,
nos acabará tocando cuidar de alguien. Hay que apoyar la ley de dependencia, actualmente en trámite, y
garantizar la vida de los que cuidan de los demás, y no condenarles a la pobreza y la soledad. Es un honor,
un heroísmo, y gracias a esas personas los demás estamos muchísimo mejor”7.
La técnica Delphi (a partir de los consensos de respuestas) nos ha facilitado la tarea de seleccionar de entre
el total de propuestas y estrategias recogidas a lo largo de la investigación aquellas que se entienden más
prioritarias y viables a la hora de llevarlas a la práctica en un plazo relativamente corto.
•
Conseguir la equiparación salarial entre hombres y mujeres (a través de medidas legislativas que se
concreten en convenios e inspección);
•
Desarrollar facilidades para la habilitación o mantenimiento de las viviendas pertenecientes a
mujeres solas en riesgo de exclusión (a través de ayudas económicas);
•
Educación infantil universal gratuita del ciclo 0-3 años como derecho social (a través de una mayor
inversión presupuestaria en escuelas infantiles y otras medidas legales);
•
Aumento de las cuantías de las pensiones de viudedad (a través de medidas legislativas que prioricen esta cuestión);
•
Trabajo educativo desde la infancia contra la discriminación en función del sexo (a través del
fomento de la coeducación con los libros de texto; con la formación de docentes; aumentando la coordinación entre familia y sistema educativo; creando foros de encuentro de jóvenes);
•
Educación y fomento de la corresponsabilidad en el ámbito doméstico (a través del trabajo en la
escuela);
•
Revisar la financiación de los Ayuntamientos a fin de garantizar la puesta en práctica de las programaciones establecidas a nivel general en cuestión de servicios sociales (a través del establecimiento de una mayor vigilancia sobre el cumplimiento de objetivos; revisión de la ley municipal y de
la LTH); y
(7) NParticipación en la charla coloquio "Las «141 preguntas» del Fórum" organizada con motivo del Forum Barcelona 2004.
| 297 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Estas propuestas a corto - medio plazo serían las siguientes:
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
•
Conciliación de la vida profesional y familiar: flexibilidad horaria o adecuación del horario laboral a las necesidades de las personas con menores a su cargo, acceso real a la formación (horarios)... (a través del aumento de inversiones en servicios sociales y otras medidas legales).
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
En definitiva, se están dando algunos pasos, pero aún queda mucho por hacer. Lo importante es que esos
pasos contribuyan a la consolidación y puesta en marcha de nuevas y mejores iniciativas que ayuden a comprender la índole de los problemas relativos al género que están obstaculizando el progreso de las mujeres
en general y de algunas de ellas de modo particular.
(1) Naciones Unidas para el Desarrollo (1992 : 5). Programa de las Naciones Unidas. El abismo de la desigualdad. Resumen del informe sobre el desarrollo humano. Cristianismo i justicia, Barcelona.
(2) Naciones Unidas (1995). Situación de la mujer en el mundo, 1995. Tendencias y estadísticas. Nueva York.
| 298 |
Indice de tablas y de graficos
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
INDICE DE TABLAS Y DE GRAFICOS
| 299 |
Indice de tablas y de graficos
Índice de tablas
Cap. II. MERCADO DE TRABAJO
Tabla
Descripción
Página
1.
Indicadores relacionados con la actividad de la CAPV y su entorno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .84
2.
Distancias que separan las tasas actuales de las que se han marcado como objetivo europeo para el
empleo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .85
3.
Tasa de empleo: 1º trimestre 2004. CAPV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .95
4.
Núcleos familiares monomarentales, según el número de hijos/as . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .96
5.
Tasa de desempleo de larga duración de las mujeres. Ranking europeo 2002 . . . . . . . . . . . . . . .105
Cap. III. EL ACCESO A LA VIVIENDA
Descripción
Página
6.
Evolución del precio (miles euros) y renta (euros) de las viviendas en oferta en la C.A. de Euskadi.
2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .118
7.
Evolución de la oferta de viviendas en régimen de compra y alquiler en la CAPV (1994 - 2004)
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .120
8.
Comparación de la evolución de la oferta de vivienda libre en alquiler y los arrendamientos medios por
territorios históricos (1994 - 2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .122
9.
Cupos asignados para familias mono(p)marentales, según territorio histórico . . . . . . . . . . . . . . .124
| 301 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Tabla
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Cap. IV. DISTRIBUCIÓN DEL TIEMPO Y TRABAJO DOMÉSTICO
Tabla
Descripción
Página
10. Tiempo medio por participante al día y tasa, según el tipo de actividad (hh:mm), año 2003 . . . .137
11. Valoración de la producción no incluida en el SEC, por funciones. C.A. de Euskadi. 2003. Miles
.142
12. Media de horas dedicadas (por participante). CAPV, 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .145
13. Media de horas dedicadas. CAPV, 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .146
14. Registro de asociaciones. 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .149
Cap. V. LA FEMINIZACIÓN DE LA POBREZA
Tabla
Descripción
Página
15. Renta personal (media), CAPV, 1997 (euros) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .155
16. Fuente principal de ingresos, España, 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .164
17. Personas que reciben algún tipo de prestación social en España, 1996 . . . . . . . . . . . . . . . . . . .166
18. Indicadores generales de riesgo de pobreza y de ausencia de bienestar. C.A. de Euskadi, 2000 . . .169
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
19. Incidencia de la pobreza de mantenimiento y de acumulación, según sexo. CAPV, 2000 . . . . . . . .171
20. Incidencia de la pobreza de mantenimiento y de acumulación, según edad, estado civil, relación con la
actividad y nivel de instrucción. CAPV, 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .172
| 302 |
Indice de tablas y de graficos
Cap. VI. PROTECCIÓN SOCIAL
Tabla
Descripción
Página
21. Programas de inserción social y ayudas económicas existentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .184
22. Ayudas adicionales (de dotación presupuestaria) que establecen las Diputaciones, con el fin de incrementar la cuantía percibida por los perceptores de la Renta Básica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .187
23. Número de preceptores de Renta Básica y aportación anual por beneficiario o beneficiaria en los últimos
14 años . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .188
24. Características del preceptor o preceptora media de Renta Básica, 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . .189
25. Cuantía mensual del SOVI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .198
26. Número de personas beneficiarias y pensión media mensual de las pensiones no contributivas. CAPV,
2002 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .199
27. Cuantía media mensual de jubilación, 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .200
28. Cuantía media mensual de viudedad, 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .200
29. Cuantía económica media de las pensiones (jubilación y viudedad) y el número de pensionistas, según
cada uno de los Territorios Históricos, 2002 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .202
30. Evolución de las prestaciones por desempleo en la CAPV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .203
31. Plazas y cuotas en residencias de la CAPV, 2002 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .208
33. Oferta pública y concertada actual (0-3 años). CAPV, 2003/2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .213
| 303 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
32. Evolución del alumnado de la CAPV en las distintas etapas y ciclos en el período 1999-2002, y su proyec
ción a cinco años . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .213
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Cap. VII. GASTO SOCIAL
Tabla
Descripción
Página
34. Gasto en protección social, según países de la UE. 1999 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .228
35. Gasto total en Prestaciones Sociales por funciones. CAPV, 1999 (miles de euros) . . . . . . . . . . . .230
36. Gasto en prestaciones sociales, resumen. CAPV, 1999 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .231
37. Gasto en Servicios sociales. CAPV, 2002 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .236
38. Gasto total (miles de euros) según sectores de población. CAPV, 2002 . . . . . . . . . . . . . . . . . . .237
39. Naturaleza del gasto público en servicios sociales. CAPV, 2002 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .239
Cap. VIII. ESTRATEGIAS DE INSERCIÓN
Tabla
Descripción
Página
40. Programas dirigidos a diferentes colectivos en situación de riesgo de exclusión social de diversos países europeos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .248
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
41. Programas de PAE, según la participación de las mujeres. CAPV 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .257
42. Sugerencias de mejora de los programas Auzolan, según el equipo de profesionales y las personas beneficiarias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .259
Cap. XII. DELPHI
Tabla
Descripción
Página
43. Valoraciones medias de cada estrategia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .311
44. Viabilidad de las estrategias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .316
| 304 |
Indice de tablas y de graficos
Índice de gráficos
Cap. I. POBLACIÓN Y ESTRUCTURA FAMILIAR
Tabla
Descripción
Página
1.
Evolución de la tasa bruta de nupcialidad en la CAPV, (1975 - 2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .67
2.
Evolución de la edad al contraer el primer matrimonio en la CAPV, según sexo, (1975 - 2002) . . . .67
3.
Separaciones y divorcios en la CAPV, según territorio histórico. 2002 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .68
4.
Evolución del número de separaciones y divorcios en la CAPV (1998 - 2002) . . . . . . . . . . . . . . . .68
5.
Evolución de la edad media de las mujeres españolas al nacimiento del primer hijo-a (1975 - 2001)68
6.
Evolución de la edad media de las mujeres vascas al nacimiento del primer hijo-a (1975-2001) . . .69
7.
% de hijos e hijas de madres solteras y casadas en la CAPV. Comparativa 1996 y 2002 . . . . . . . . .69
8.
% de expedientes cursados en el Registro de Parejas de Hecho de Euskadi. Noviembre de 2003 . . .70
9.
% de expedientes cursados en el Registro de Parejas de Hecho de Euskadi, según nacionalidad de sus
miembros. Noviembre de 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .70
10. % de expedientes tramitados en el Registro de Parejas de Hecho de Euskadi, según estado civil anterior a la unión. Noviembre de 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .71
11. Evolución de los tipos de familias en la CAPV. 1991, 1996 y 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .72
12. Tipos de familias en la CAPV. 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .72
14. Estado civil de las mujeres que viven solas. CAPV, 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .73
15. Tipos de núcleos familiares en la CAPV. 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .74
16. Núcleos familiares monoparentales y monomarentales (principales) en la CAPV. 2001 . . . . . . . . . .74
17. Número de núcleos familiares de mujeres con hijos/as en la CAPV (principales y otros), por estado civil.
2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .75
18. Núcleos monomarentales principales en la CAPV, por edad de la madre. 2001 . . . . . . . . . . . . . . . .76
19. Núcleos monomarentales (segundo y siguientes), por edad de la madre. 2001 . . . . . . . . . . . . . . .76
20. Nivel de instrucción de la población de la CAPV, según sexo. 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77
21. Nivel de instrucción de las mujeres en la CAPV. Comparativa 1996 y 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . .77
22. % de mujeres en la CAPV, según nivel de instrucción e intervalos de edades. 2001 . . . . . . . . . . . .78
23. % de núcleos monomarentales y monoparentales en la CAPV, según nivel de instrucción (principales y
otros). 1996 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .79
| 305 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
13. Personas que viven solas en la CAPV. 2001 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .73
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Cap. II. MERCADO DE TRABAJO
Tabla
Descripción
Página
24. Distancia al objetivo europeo: tasa de empleo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .86
25. Distancia al objetivo europeo: tasa de empleo femenina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .86
26. Evolución de la tasa de ocupación femenina por países (16-65 años) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87
27. Tasas de actividad, empleo y paro en la CAPV, según sexo. 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88
28. Distribución de la población activa en la CAPV, según sexo. 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88
29. Distribución de la población inactiva en la CAPV, según sexo. 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88
30. Distribución de la población ocupada en la CAPV, según sexo. 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88
31. Distribución de la población parada en la CAPV, según sexo. 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .88
32. Núcleos familiares monoparentales en la CAPV, según actividad de la madre. 1996 . . . . . . . . . . . .89
33. Distribución de ocupados y ocupadas en la CAPV, según sectores. 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . .90
34. Distribución de las mujeres ocupadas en la CAPV, según sectores. 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . .90
35. Tasa de empleo en la CAPV, según ramas de actividad. 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .91
36. Personas asalariadas en el sector público, según sexo. 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .91
37. Actividad por ocupación en la CAPV, según sexo. 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .92
38. Profesión de las mujeres ocupadas cabeza de familia (con hijos e hijas) en la CAPV. 1996 . . . . . . .93
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
39. Ganancia media en la CAPV por trabajador/a y mes, según sexo. 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .94
40. Evolución de la ratio de la ganancia media en España, según trabajador/a y día (1996-2000) . . . .94
41. Ganancia media por trabajador/a y mes, por sexo y sectores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .95
42. Solicitudes de permisos por maternidad/paternidad en España. 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .97
43. Solicitudes de excedencia en España para el cuidado de menores, según sexo. 2003 . . . . . . . . . . .97
44. Tipo de contrato de la población ocupada asalariada en la CAPV (excepto cooperativistas), según sexo.
2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .98
45. Situación laboral de las mujeres asalariadas en la CAPV. 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .98
46. Mujeres sin contrato y otras situaciones laborales en la CAPV, según intervalos de edad. 2003 . . . .99
47. Distribución de las personas que trabajan siempre cada sábado en la CAPV, según sexo.1999 . . . . .99
48. Frecuencia con que se trabaja en sábados en la CAPV según sexo. 1999 . . . . . . . . . . . . . . . . . . .99
49. Contratos firmados en la CAPV en 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .100
50. Contratos firmados en la CAPV en 2003, según jornadas de trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .100
51. Distribución del tipo de contratos de las mujeres en la CAPV en 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .101
| 306 |
Indice de tablas y de graficos
Cap. III. EL ACCESO A LA VIVIENDA
Tabla
Descripción
Página
52. Evolución del precio (miles ) de la vivienda nueva libre en la CAPV (1994 - 2004) . . . . . . . . . .119
53. Evolución del precio (cientos de ) de la vivienda en alquiler en la CAPV (1994 - 2004) . . . . . . .119
54. Evolución de la ofertada de viviendas en la CAPV (1994 - 2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .121
55. Distribución de las viviendas de protección . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .121
56. Personas inscritas en Etxebide a fecha octubre de 2004, según cupos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .123
57. Distribución del cupo de familias monoparentales inscritas en Etxebide, según ingresos 2002 . . . .123
58. Reserva de vivienda protegida para familias monoparentales, según territorio histórico, 2004 . . . .124
59. Cupo y reserva de vivienda protegida, según tipo en la CAPV, 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .124
60. Comparativa entre la demanda y la oferta de vivienda en la CAPV, según cupos 2004 . . . . . . . . .125
61. Porcentaje de demanda cubierta por la oferta de las personas inscritas en Etxebide, según cupos, CAPV,
2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .126
62. Personas inscritas en el cupo de familias monoparentales de Etxebide y número de viviendas ofertadas
en 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .126
Tabla
Descripción
Página
63. Distribución del tiempo diario. CAPV, 1998 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .138
64. Tiempo medio diario, dedicado al trabajo doméstico. CAPV, 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .139
65. Dedicación a las tareas domésticas de las mujeres que sí las realizan. CAPV, 2003 . . . . . . . . . . .140
66. Tiempo medio por participante dedicado a las distintas tareas domésticas al día. CAPV, 2003 . . . .140
67. Distribución del total del trabajo doméstico en la CAPV, según sexo. 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . .141
68. Trabajo doméstico según tareas y sexo del que las realiza. CAPV, 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . .143
69. Tiempo libre. CAPV, 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .145
70. Porcentaje de mujeres afiliadas a partidos y a sindicatos sobre el total. España, 2002 . . . . . . . . .148
71. Personas voluntarias en Bizkaia. 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .148
72. Ámbito de actuación de las asociaciones de mujeres de Bizkaia. 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .150
| 307 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cap. IV. DISTRIBUCIÓN DEL TIEMPO Y TRABAJO DOMÉSTICO
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Cap. V. LA FEMINIZACIÓN DE LA POBREZA
Tabla
Descripción
Página
73. Mujeres y estratos de renta. CAPV, 1997 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .156
74. Hombres y estratos de renta. CAPV, 1997 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .157
75. Renta personal media, por edad y sexo. CAPV, 1997 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .158
76. Renta personal media, según actividad. CAPV, 1997 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .158
77. Renta personal de personas desocupadas. CAPV, 1997 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .159
78. Renta personal según nivel de instrucción. CAPV, 1997 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .160
79. Evolución de la dificultad para llegar a fin de mes de los hogares (%). CAPV . . . . . . . . . . . . . . .160
80. Evolución de la posibilidad de ahorro de los hogares. CAPV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .161
81. Renta familiar media del perceptor principal, según sexo. CAPV, 1997 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .161
82. Estrato de renta familiar según cabeza de familia. CAPV, 1997 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .162
83. Renta familiar de familias unipersonales, según sexo. CAPV, 1997 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .163
84. Distribución de las prestaciones sociales en España, según la fuente de ingresos, 2000 . . . . . . . .164
85. Porcentaje de hogares con prestaciones sociales como fuente principal de ingresos. España, 1998 165
86. Indicador objetivo de pobreza y auto - percepción de los hogares. CAPV, 2000 . . . . . . . . . . . . . .170
87. Riesgo de pobreza grave y ausencia de bienestar, según tipo de grupo familiar . CAPV, 2000 . . . .173
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
88. Incidencia de uno u otro tipo de pobreza según la actividad del cabeza de familia. CAPV-2000 . . .174
89. Evolución de la incidencia de la pobreza de mantenimiento, según actividad del cabeza de familia. CAPV
(1996-2000) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .175
90. Distribución relativa de la población en situación de pobreza de acumulación. CAPV, 2000 . . . . .176
| 308 |
Indice de tablas y de graficos
Cap. VI. PROTECCIÓN SOCIAL
Tabla
Descripción
Página
91. Evolución de Renta Básica, % sobre el SMI. CAPV (1989-2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .188
92. Evolución de personas perceptoras Renta Básica, % sobre el SMI. CAPV (1989-2003) . . . . . . . . . .188
93. Evolución de personas beneficiarias de AES. CAPV (1989-2002) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .191
94. Razones de baja, Auzolan, 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .194
95. Evolución de las cuantías de las pensiones, CAPV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .201
96. Distribución por sexo de las prestaciones por desempleo de nivel contributivo. España, 2002 . . . .204
97. Distribución por sexo de las prestaciones por desempleo de nivel asistencial. España, 2002 . . . . .204
98. Distribución de las prestaciones por desempleo recibidas por mujeres. España, 2002 . . . . . . . . . .204
99. Centros de servicios sociales, 2002 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .207
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
100.Residencias según población atendida en la CAPV, 2002 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .208
| 309 |
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Cap. VII. GASTO SOCIAL
Tabla
Descripción
Página
101.Gasto en protección social por habitante en la UE. 1999 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .229
102.Sistemas de protección social en la CAPV. 1999 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .232
103.Tipos de ingresos de los sistemas de protección social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .233
104.Evolución del gasto en servicios sociales en la CAPV. (1998-2002) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .235
105.Gasto/habitante (euros) en el año 2002, según Territorio Histórico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .236
106.Distribución del gasto público en la CAPV, según sectores de población. 2002 . . . . . . . . . . . . . .237
107.Evolución del gasto en Renta Básica (Millones de Euros) en la CAPV. (1989 - 2002) . . . . . . . . . .238
108.Evolución del gasto en AES (Millones de Euros) en la CAPV (1989 - 2002) . . . . . . . . . . . . . . . . .238
109.Fuentes de financiación pública en la CAPV. 2002 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .240
110.Destino del gasto en la CAPV 2001: tercera edad
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .241
111.Destino del gasto en la CAPV 2001: discapacidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .241
112.Destino del gasto en la CAPV 2001: familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .241
113.Destino del gasto en la CAPV 2001: marginación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .243
114.Reparto porcentual del gasto en las PAE según tipología del programa. Promedio 1998-2000 . . . .243
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
115.Distribución porcentual del gasto en PAE, según perceptores. CAPV, 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . .243
Cap. VIII. ESTRATEGIAS DE INSERCIÓN
Tabla
Descripción
Página
116.Distribución de los programas mixtos según situación laboral. CAPV, 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . .255
117.Programas de PAE vigentes en 2000, según colectivo diana concreto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .256
118. Distribución de las participantes femeninas en las PAE y peso de las mujeres en el mercado laboral de
la CAPV, según situación laboral. 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .257
| 310 |
Indice de tablas y de graficos
Cap. IX. EMPODERAMIENTO
Tabla
Descripción
Página
119.Porcentaje de Participación Femenina (sobre el total) en diferentes cargos políticos . . . . . . . . . .265
120.Evolución del % de mujeres en el Parlamento Vasco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .267
121.Evolución de la presencia de mujeres en las Juntas Generales. % . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .267
122.Altos cargos en Gobierno Vasco, 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .267
123.Altos cargos en las Diputaciones Forales, 1999 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .267
124.Mujeres y hombres en las ejecutivas de los partidos de la CAPV (%) , 2002 . . . . . . . . . . . . . . . .267
125.Mujeres en el Poder Judicial. España, 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .269
126.Presencia femenina en altos cargos de la Administración, según Ministerios. España, 2002 . . . . .270
127.Distribución, en función de sexo, de cargos directivos en las empresas y en la administración pública.
España, II trimestre, 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .271
128.Distribución de la participación femenina en función de diferentes cargos directivos. España, II
trimestre, 2004 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .272
Tabla
Descripción
Página
129.Distribución de las puntuaciones medias otorgadas a las estrategias, según ámbitos . . . . . . . . . .312
130.Viabilidad de las estrategias según plazo y ámbito (%) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .315
| 311 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Cap. XII. DELPHI
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Bibliografia
BIBLIOGRAFIA
| 313 |
Bibliografia
Bibliografía general
Aguirre Elustondo, J.A. Competitividad y desequilibrios sociales, www.siis.net
Aguirre, L. y Zugasti, A. (Coords.) (2003). EMAKUNDE, Las mujeres y el lenguaje. EMAKUNDE - Instituto
Vasco de la Mujer, Vitoria - Gasteiz.
Alañón Pardo, A. y Gómez de Antonio, M. (2003). Una evaluación del grado de incumplimiento fiscal para
las provincias españolas. IEF papeles de trabajo. Serie economía, nº9. Instituto de Estudios Fiscales.
Madrid.
Alderdi Feminista - Partido Feminista (2002). Alderdi Feminista Partido. Bilbao.
Alonso de Armiño, I., Gómez, I., Monero, G. y Zubero, I. (2002). Precariedad laboral, precariedad vital.
Inguruak, 32, 143-185.
Alonso, Isabel; Alonso, María Jesús y Navarro, Luis (2004). Economía sumergida femenina en el sector del
calzado en Aragón. En IX Jornadas de Economía Crítica.
Análisis del mercado laboral y carga global de trabajo. www.camaramadrid.es
Asociación Vasca de Sociología - Euskal Sociología Elkartea (2004). Sociologías de un tiempo incierto. En
VIº Congreso Vasco de Sociología. Bilbao.
Barbosa de Lima, N. La feminización de la pobreza. En http://www.rel-uita.org/mujer/con_neusa.htm
Bakker, I (1994). Dotar de género a la reforma de la política macroeconómica en la era de la
reestructuración y el ajuste global. The Strategic Silence, Zed Books, artículo traducido por Angels
Martínez.
Bolunta (2004). Estudio sobre el Voluntariado en Bizkaia 2004. Bolunta, Bilbao.
Booth, C., Darke, J. y Yeandle, S. (Coord.) (1998). La vida de las mujeres en las ciudades; La ciudad, un
espacio para el cambio. Narcea, Madrid.
Cal Barredo de la, M.L. La exclusión Social: Retos de una sociedad de cambios.
Cámara de Comercio de Bilbao y Diputación Foral de Bizkaia (2004). La situación actual de las plantillas,
con perspectiva de género en las empresas de Bizkaia. Bilbao.Camps, V. (2000). El siglo de las mujeres.
Cátedra, Madrid.
Cáritas y Fundación Foessa (1998). Las condiciones de vida de la población pobre en España. Informe
general. Madrid.
Carrasco, C. (1999). Mujeres y economía. Editorial Icara.
Colectivo Berriotxoak (2001). Rompamos el cerco de la exclusión. Likinianoren Altxorra 16, Bilbao.
Colectivo Berriotxoak. Mujer y Pobreza. www.nodo50.org/berri_otxoak/mujerypobreza.htm
Comisión de las Comunidades Europeas (16 de septiembre de 1986). Problemas de la Seguridad Social.
Temas de interés común.
| 315 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Boletín Incidencia y compromiso. Cifras Sobre pobreza, educación, sanidad, trabajo y política. En
www.caritaspanama.org
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Comisión permanente de la HOAC. Las trabajadoras y trabajadores de la economía sumergida. Noticias
Obreras, Separata nº 28.
Consejo Económico y Social Vasco (2004). Las políticas activas de empleo en la CAPV y en la UE. CES Colección Estudios e Informes, Bilbao.
Consejo Escolar de Euskadi (2004). Informe sobre la situación de la enseñanza en la CAPV (2000-2002).
Consejo Vasco de Bienestar Social (2003). Cuarto Informe sobre la situación de los servicios sociales en la
CAPV, año 2001. SIIS, Donostia -San Sebastián.
Contra la violencia hacia las mujeres. http://www.redfeminista.org/noticia.asp?id=1319
DATLAN (2003). Personas sin hogar y en situación de exclusión grave. Posibles respuestas, Volumen I.
Davis, R.A.; Eisler, R., y Subirana, A. (2004). Por un derecho económico. En Forum Mundial de las Mujeres,
Barcelona.
Deneulin, S. (2004). Desarrollo humano, participación y género. Curso organizado en enero 2004 por la
Universidad Centroamericana de El Salvador.
http://www.fas.harvard.edu/~freedoms/teaching/Catraining_Deneulin.pdf
Departamento de Justicia Empleo y Seguridad Social, Viceconsejería de Inserción Social (2003). Plan Vasco
de inserción 2003-2005. Gobierno Vasco, Vitoria - Gasteiz.
Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social. Programas para la inserción social. Gobierno Vasco,
Vitoria - Gasteiz.
Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales (2002). Plan Director de Vivienda 2002 - 2005. Gobierno
Vasco, Vitoria - Gasteiz.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Diputación Foral de Bizkaia (2003). Memoria 2003 del Departamento de Acción Social de la DFB.
www.bizkaia.net
Diputación Foral de Bizkaia, Departamento de Presidencia (2000-2003). Plan Foral para la Igualdad de
Oportunidades entre mujeres y hombres y políticas de género en Bizkaia. Bilbao.
Dominic de, P. (2004). The New Faces of Leadership in the 21st Century. En Forum Mundial de las Mujeres,
Barcelona, 29 al 31 Julio 2004.
Dosal, P. (Coord.) (2001). Jornadas: Bizkaia en marcha por la Igualdad. Diputación Foral de Bizkaia.
Erandio.
Durán, Mª Angeles. El trabajo invisible en las cuentas de la nación. CSID.
EGAILAN, Sociedad Pública de Promoción de la Formación y el Empleo. Evaluación de Programas AUZOLAN 2000. Egailan, Vitoria - Gasteiz
EGAILAN, Sociedad Pública de Promoción de la Formación y el Empleo. Coyuntura del mercado laboral.
CAPV. 4º trimestre de 2003., 11. Egailan, Vitoria - Gasteiz.
Eisler, R. (2004). Revisioning the economics rules: empowering women and changing the world. En Forum
Mundial de las Mujeres, Barcelona, 29 al 31 Julio 2004.
ELA, Euskal Sindikatua Genero Politiken Area. Guía de maternidad y paternidad. Manu Robles - Arangiz
Institutoa.
| 316 |
Bibliografia
Elizondo Lopategi, A. (1999). La presencia de las mujeres en los partidos políticos de la Comunidad
Autónoma del País Vasco. Servicio de Publicaciones del Gobierno Vasco, Vitoria - Gasteiz.
Elizondo Lopategi, A. y Martinez, E. (2001). El Asociacionismo de Mujeres en Bizkaia: rasgos y necesidades.
Inguruak, 29, 207-215.
Elizondo Lopategi, A. y otras (2001). Cifras sobre la situación de las mujeres y los hombres en Euskadi
(2000). Departamento de Ciencia Política y de la Administración, Universidad del País Vasco.
EMAKUNDE (1997). Estrategias de organización familiar. Emakunde, Vitoria - Gasteiz.
EMAKUNDE (1999). La pobreza de las mujeres es una pobreza no reconocida. En II Congreso internacional
sobre género y políticas de acción positiva.
EMAKUNDE (2003). Guía de Asociaciones de Mujeres en la C.A. de Euskadi. Vitoria-Gasteiz.
EMAKUNDE (2004). Opinión de la población de la CAPV en relación a la igualdad de hombres y mujeres.
Gobierno Vasco, Presidencia, Dirección de estudios y Régimen Jurídico, Gabinete de Prospección
Sociológica, Vitoria - Gasteiz.
EMAKUNDE. III Plan de Acción Positiva para las Mujeres en la C.A.E. Enfoque de género en las políticas
públicas. EMAKUNDE - Instituto Vasco de la Mujer, Vitoria - Gasteiz.
Estivill, J. y col. (2004). Pobreza y exclusión en Europa; Nuevos instrumentos de investigación. Hacer,
Barcelona.
EUROSTAT. National Accounts ESA 1970-1995. En www.europa.eu.int/comm/eurostat/
EUROSTAT. Statistiques en bref. Population et Conditions Sociales. Theme 3-8/2003 y 3-9/2003.
EUSTAT (2000). Encuesta de Pobreza y desigualdades sociales. Gobierno Vasco. www.eustat.es
EUSTAT (abril de 2000). Proyecciones de Población.
Falcón, L. (2001). Los nuevos mitos del feminismo. Vindicación Feminista, Madrid.
Federación Sartu, Raya, E. y Funes, J. (2001). Exclusión y procesos de incorporación social. Inguruak, 29,
129-134.
Fernández Viguera, B. (1998 - a). Feminización de la pobreza en Europa y procesos de exclusión social. En
VV.AA La exclusión social. Eunate, Navarra.
Fernández Viguera, B. (1998 - b). Feminización de la pobreza. En Mujeres Familia y Salud, Ana Mª Portal
Nieto (ed.), Universitat Jaume I, Castelló de la Plana.
Fernández Viguera, B. Feminización de la pobreza Mundial. Universidad Pública de Navarra.
Fernández Viguera, B. Feminización de la pobreza. Material fotocopiado sin publicar.
Flecha Andrés, J.R. y García Nicolás, C. (Coords.) (2004). Mujer e igualdad de oportunidades. Universidad
Pontificia de Salamanca, Instituto de estudios europeos y derechos humanos, Salamanca.
FOREM - CC.OO (2004). Situación laboral del personal del sector de los servicios sociales en la CAPV. Bilbao.
Franco de, A. Pobreza y desarrollo local. Colección de Documentos del Instituto Nacional de Gobernabilidad
de Catalunya. www.iigov.org
| 317 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Falcón, L. (1994). La razón feminista. Vindicación Feminista, Madrid.
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
FUNDACION EDE (2003). Los servicios sociales municipales en la CAPV. Dirección de Bienestar Social de GV.
Gabinete del Diputado General - Igualdad de oportunidades y políticas de género. El Asociacionismo de
Mujeres en Bizkaia: funcionamiento, recursos, directorio. www.bizkaia.net
García Sainz, C. (2002). Trabajo no remunerado versus mercantilización: hacia un reparto de
responsabilidades entre hogar, mercado y estado. RES, 2, 139-149.
García, F. (1990). La corregibilidad de la observación participante.
Giraldo Ramírez, J. (ed.). (2003). La Renta Básica, más allá de la sociedad salarial. Ediciones Escuela
Nacional Sindical. Medellín.
González, S. (2002). LAB Sindikatua. Lo que no se nombra no existe. Protocolo para una utilización no
sexista del lenguaje. Ipar hegoa Fundazioa.
Inés Moreno (1994). Todos tenemos tiempo: nueva práctica del Tiempo Libre Libre en el siglo XXI.
Humanitas, Buenos Aires.
Iñiguez Echeverria, J. (2002). La pobreza es multidimensional: un ensayo de clasificación.
http://www.pucp.edu.pe/economia/pdf/DDD209.pdf
Juliano, D. (2004). Excluidas y marginales. Cátedra, Valencia.
Jurado, N. (2000). Tipología y dimensiones de la pobreza en nuestra sociedad. UPV-EHU. Vitoria-Gasteiz.
Kanbiwa CH., Deng H., Vargas V., y Renal D. (2004). Derechos políticos, derechos civiles. En Forum Mundial
de las Mujeres. Barcelona.
LAB (2003). Mujeres, empleo y protección social. Gobierno Vasco, Departamento de Justicia, Economía,
Trabajo y Seguridad Social.
Lanbroa (1995). Conspiración feminista. Feminismo de la diferencia. Lanbroa, Octubre, nº6, Bilbao.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Lanbroa (1996). Conspiración feminista. Algunas versiones actuales del feminismo. Lanbroa, Marzo, nº7,
Bilbao.
Lanbroa (2003). Conspiración feminista: Conciencia de ciudadanía de las mujeres. Lanbroa, Marzo, nº19,
Bilbao.
Lanbroa. Conspiración feminista. Lanbroa, nº9, Bilbao. Las dimensiones de la pobreza.
http://www.socwatch.org.uy/es/informeImpreso/pdfs/dimensiones1997_esp.pdf
Lozano, J. (2003). Regulación del ciclo 0-3 de Educación Infantil en la CAPV. Eskola Publikoa, nº31.
Publicación del sindicato STE-EILAS.
Madruga Torremocha, I. y Mota López, R. (1999). Las condiciones de vida de los hogares pobres
encabezados por una mujer: pobreza y género. Fundación Foessa y Cáritas Española Editores, Madrid.
Mateo Pérez, M.A. (2001). Las contribuciones de Amartya Sen al estudio sobre la pobreza.
http://sincronia.cucsh.udg.mx/sen.htm
Mateo Pérez, M.A. (2002). La pobreza en la mujer: los procesos de empobrecimiento de las mujeres
europeas. En III Jornadas de Exclusión Social “Feminización de la pobreza”. Cádiz.
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales - IMSERSO (1998). V Congreso estatal de intervención social.
“Calidad y responsabilidad compartida: retos del bienestar en el cambio de siglo”. Madrid, 25,26 y 27 de
noviembre.
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (2003). II Plan de
Acción para las personas con discapacidad 2003-2007. En http://sid.usal.es/default.asp
| 318 |
Bibliografia
Morcillo, A. (2002). La insuficiencia de las actuales políticas de rentas mínimas y el reto de la ciudadanía
social universal. Inguruak, 32, 121-139.
Moreira, C. La erradicación de la pobreza en el mundo: una evaluación de cara al 2000.
http://www.iigov.org/dhial/?p=10_06
Moreno, L. (2002). Bienestar mediterráneo y “supermujeres”. RES, 2, 41-57.
Mujer 2000. La Feminización de la pobreza. www.un.org/spanish/conferences/Beijing/fs1.htm
Muñoz, M., Vázquez, C. y Vázquez, J.J. (2003). Los límites de la exclusión; Estudio sobre los factores
económicos, psicosociales y de salud que afectan a las personas sin hogar en Madrid. Caja Madrid y
Ediciones Témpora, Madrid.
Murguialday, C. (2004). La pobreza tiene, cada vez más rostro de mujer. Hamar 10, nº 8,
circulosolidarioeuskadi, Bilbao.
Murillo, S. (2003). Ciudadanía activa: las asociaciones de mujeres en España.
Naciones Unidas (1995). Situación de la mujer en el mundo, 1995. Tendencias y estadísticas. Nueva York.
Naciones Unidas para el Desarrollo (1992). Programa de las Naciones Unidas. El abismo de la desigualdad.
Resumen del informe sobre el desarrollo humano. Cristianismo i justicia, Barcelona.
Narayan, D. y col. (2000). La voz de los pobres: ¿Hay alguien que nos escuche?. Ediciones Mundi-Prensa,
Madrid.
Navarro Pedreño, S. (2004). Redes sociales y construcción comunitaria; Creando (con) textos para una
acción social ecológica. CCS, Madrid.
Noya, F.J. (1997). Ciudadanía y Capital Social. Un estudio preliminar en torno a Ciudadanía y clase social
de T.H. Marshall. REIS, nº79, p. 267-295.
Observatorio DESC (para el cumplimiento de la declaración universal de los Derechos Humanos en los
derechos económicos, sociales y culturales). Exposición ante el comité de la ONU. www.descweb.org
OCDE (1999). Perspectivas del empleo 1999. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Madrid.
Ojaeda, P., Boter, I. y Martínez, M. (1997). Más mujeres en los poderes locales. Tomos I y II, Fundación
Dolores Ibárruri, Madrid.
Parella Rubio, S. (2003). Repensando la participación de las mujeres en el desarrollo de una perspectiva de
género. Papers, 69, 31-57.
Pita, A. (2004). “Cosidas” de pies y manos. Noticias obreras, marzo de 2004, 30-33
Plataforma ECO (2003). Realidad laboral del sector social. Intervención Psicosocial. Volumen 12, 2, 235-237.
Podemos medir la pobreza en términos de privaciones múltiples.
http://www.puntodeequilibrio.com.pe/punto_equilibrio/
Ponzellini, A.M., Fondazione Regionale Pietro Seveso (2003). Un estudio examina las iniciativas
empresariales y los acuerdos sobre conciliación de la vida familiar y laboral. www.eiro.eurofound.ie
Raya Díez, E. (2002). Estudio de la exclusión social desde una perspectiva subjetiva. Inguruak, 32, 107-120.
| 319 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Observatorio de procesos de exclusión y de incorporación social (2002). Primer Informe: Eje trayectorias de
incorporación social. Fondo Social Europeo, BBK Gaztelanbidean, Gobierno Vasco y Sartu.
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
Raya Díez, E. (2002). Políticas sociales y ciudadanía; La condición de las personas demandantes de
prestaciones sociales en la Comunidad Autónoma del País Vasco. Servicio central de publicaciones del
Gobierno Vasco, Vitoria - Gasteiz.
Red Europea de Mujeres (1990). Tribunal y Pobreza en la CEE. Madrid: Red Europea de Mujeres.
Renes, V. (2002). Lucha conceptual y operativa. Revista Fuentes Estadísticas, 63.
Rivas, A. (1995). La feminización de la pobreza. Cultura para la esperanza, 21, 23-27
Rodríguez Sumaza, C. y Luengo Rodríguez, T. (2003). Un análisis del concepto de familia monoparental a
partir de una investigación sobre núcleos familiares monoparentales. Papers, 69, 59-82.
Rojo Torrecilla, E. Y García-Nieto, J.N. Renta mínima garantizada y salario ciudadano. Centro de Estudios
Cristianismo y Justicia. Fundación Lluis Espinal. www.fespinal.com
Ruiz de Olabuénaga, J.I. (1999). Metodología de la investigación cualitativa. Universidad de Deusto,
Bilbao.
Ruiz Olabuénaga, J.I. (Dir.) (2002). El sector no lucrativo de acción social en la Comunidad Autónoma del
País Vasco. Estudio promovido por EDEX, con el apoyo del Gobierno Vasco, Consejería de Vivienda y
Asuntos Sociales, Consejería de Justicia, Trabajo y Seguridad Socia, Bilbao.
Ruiz Olabuénaga, J.I., Aristegui, I. y Melgosa, L. (1998). Cómo elaborar un proyecto de investigación social.
Cuadernos monográficos del ICE: Instituto de Ciencias de la Educación, nº7. Universidad de Deusto,
Bilbao.
Rybczynski, W (1992). Esperando el fin de semana, Emecé Editores, Barcelona.
San José, B. (2004). De la impotencia de Antigona al empoderamiento de las mujeres en el siglo XXI.
Proyecto EQUAL Mass Mediación, Madrid.
Sanchis, Enric (2004). Trabajo no remunerado y trabajo negro en España. IX Jornadas de Economía Crítica:
Área de Economía Laboral. Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universidad de
Valencia.
Sanguino Martín, C.(2002). La aportación de las mujeres a la economía española: una perspectiva crítica.
Sociedad y Utopía. Revista de Ciencias Sociales, 20.
Sarraceno, C (1989). Una persona, un crédito. Política ed Economía, 1, p.28
Sau, V. (1990). Diccionario Ideológico feminista, Volumen I. Icaria, Barcelona.
Sau, V. (2001). Diccionario Ideológico feminista, Volumen II. Icaria, Barcelona.
Setién, M.L y Silvestre, M. (Eds) (2003). Problemas de las mujeres, problemas de la sociedad. Temas de
Trabajo social, nº4. Universidad de Deusto, Bilbao.
SIIS (1999). Análisis de la distribución de las AES. SIIS, Donostia -San Sebastián.
SIIS (1999). Políticas de inserción laboral en Europa. SIIS, Donostia -San Sebastián.
SIIS (2003). IV Informe sobre la situación de los servicios sociales en la CAPV año 2001. (borrador). Consejo
Vasco de Bienestar Social, Donostia - San Sebastián.
Silvestre Cabrera, M. (2001). Los valores de las mujeres y de los hombres. ¿Semejanzas o diferencias?.
Inguruak, 29, 217-226.
Sluzki, C. (1996). Red social. Frontera de la práctica sistémica. Gedisa, Barcelona.
Taboadella, O. (2001). Mujer y políticas activas de empleo: un comentario sobre la reforma laboral de 1997.
Inguruak, 29, 63-68.
Tobío, C. (2002). Monoparentalidad y solidaridad entre mujeres en España: el papel de las abuelas cuando
las hijas trabajan. Inguruak, 34, 7-19.
| 320 |
Tortosa, J.M. (Coord.) y col. (2002). Mujeres pobres, indicadores de empobrecimiento en la España de hoy.
Cáritas Española Editores y Fundación FOESSA, Madrid.
Tortosa, J.Mª (1992). Sociología del sistema mundial. Editorial Tecnos, S.A., Madrid.
Touraine, A. (1993). Crítica a la modernidad. Temas de hoy, Madrid.
UGT (2004). Un informe para la ONU dice que aumenta la discriminación de la mujer en España.
www.ugt.es/Mujer/onumujer.html
Untzila, J. y Garmendia J.M. (2000). LAB Sindikatua. Apuntes sobre la protección social desde la perspectiva
de género. Ipar Hegoa Fundazioa.
Villota de, P. (1999). Globalización y género. Ed. Síntesis.
VV.AA. (1998). V Congreso estatal de intervención social; Calidad y responsabilidad compartida: retos del
bienestar social en el cambio de siglo. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Secretaría General de
Asuntos Sociales, Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (IMSERSO), Madrid.
VV.AA. (1999). II Congreso internacional sobre género y políticas de acción positiva. EMAKUNDE - Instituto
Vasco de la Mujer, Vitoria - Gasteiz.
VV.AA. (2002). Empleo informal y precariedad laboral: las empleadas de hogar. Revista española de
investigaciones sociológicas, 99, Madrid.
VVAA (2002). Mujeres pobres, indicadores de empobrecimiento en la España de hoy. Fundación Foessa y
Caritas, Madrid.
Walters, Carter, Papp y Silverstein (eds). La red invisible, Piados, Barcelona, p.318-363.
Yeandle, S (1998). La vida de las mujeres en las ciudades. La ciudad, un espacio para el cambio. Narcea
S.A. de Ediciones, Madrid.
Yuste Caballero, P. (1993). Feminización de la pobreza y su relación con el racismo. En pie de paz, 28 / 29.
Yuste Caballero, P. (1999). Procesos de exclusión y de inclusión: Feminización de la pobreza. En V
Congreso estatal de Intervención social. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Secretaría General de
Asuntos Sociales. Instituto de Migraciones y Servicios Sociales IMSERS.
Yuste, P. (2002). La pobreza tiene rostro de mujer. Texto adaptado del trabajo Feminización de la pobreza
(1998). En Área de mujeres. Procesos de exclusión y de inclusión. Vº Congreso estatal de intervención
social. Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
Zarzosa Espina, P. ¿Feminización de la pobreza en España?. Departamento de Economía Aplicada. Facultad
de Ciencias Económicas y Empresariales de Valladolid.
www.ucm.es/info/ec/jec8/Datos/documentos/comunicaciones/Feminista
| 321 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Bibliografia
Notas de prensa
20 de Enero de 2003. La ayuda domiciliaria en España es de las más bajas de Europa. El Periódico.
29 de Enero de 2003. Jiménez, J.: Los españoles, a la cabeza de los europeos insatisfechos con sus
servicios públicos. La Razón.
3 de Marzo de 2003. España, tercer país de la UE con menor coste de la mano de obra. El Mundo.
6 de Marzo de 2003. Altafaj, A.: Las mujeres europeas cobran el 16% menos que los hombres. ABC.
7 de Abril de 2003. Galende, J.L.: Sólo cuatro países de la UE tienen pensiones viables y seis necesitan
reformas urgentes. Ideal Digital.
23 de Abril de 2003. Martín Seco, J.F.: Pobreza en Europa. Estrella digital.
30 de Junio de 2003. Ninguna de las 17 comunidades españolas aparece entre las 100 más ricas de la UE
de 25 países. El Mundo.
3 de Julio de 2003. La vivienda subió en España el triple que la media de la UE durante el pasado año,
según el BCE. ABC.
21 de julio de 2003. Crespo, E. Los empresarios vascos prevén aumentar un 13% sus plantillas la
hostelería concentrará la mayoría de las nuevas contrataciones del tercer trimestre, según Manpower.
Deia.
18 de Noviembre de 2003 (nota de prensa). Los Consejos económicos y sociales regionales: instrumentos
al servicio de la democracia participativa. CES (Consejo Económico y Social Vasco).
10 de Septiembre de 2003. Descenso de matrimonios en la UE y aumento de familias monoparentales. ABC.
18 de Noviembre de 2003. Consejo Económico y Social Vasco: Los Consejos económicos y sociales
regionales: instrumentos al servicio de la democracia participativa.. Nota de prensa publicada en
www.cesvasco.es
31 de Octubre de 2003. Dictamen del CES Vasco sobre el Plan Interinstitucional de Empleo 2003-2006.
Nota de prensa publicada en www.cesvasco.es
15 de Enero de 2004. Lobell, J.: 55 millones de personas rozan el umbral de la pobreza en la UE.
Expansión.
8 de Febrero de 2004. De la Hera, J.M. y Guzmán, M.J.: España está a la cola de la UE en prestación y
ayuda a la familia. Huelvainformación.
26 de Abril de 2004. El colectivo vasco de viudas exige nuevas alternativas al ingreso en residencias. El
Correo.
18 de Mayo de 2004. Un informe para la ONU dice que aumenta la discriminación de la mujer en España.
La Vanguardia.
26 de Mayo de 2004. La pobreza infantil aumenta en las familias monoparentales. La Vanguardia.
27 de Mayo de 2004. O. de Latierro, Z.: 27.378 vitorianas mantienen ya sus hogares, un 20% más que
hace 4 años. El Correo Digital.
27 de Mayo de 2004. Coca, C: Un estudio muestra la escasa eficacia de las medidas para conciliar vida
familiar y laboral. El Correo, p.68.
1 de Junio de 2004. Familia y trabajo. El Correo.
3 de Junio de 2004. El sector privado expulsa a las mujeres del mercado laboral a partir de los 28 años. La
Vanguardia.
| 323 |
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Notas de prensa
Octubre 2004 / Servicio de Estudios Sociales. Fundacion EDE
Los Procesos de Exclusion Social de las Mujeres Solas en la CAPV
16 de Junio de 2004. La renta básica queda lejos de contribuir a la inserción laboral de sus preceptores.
Diario Vasco.
30 de Junio de 2004. Euskadi está a la cola de la UE en el gasto de políticas activas de empleo, según el
CES vasco. El Correo.
30 de Junio de 2004. El CES vasco pone en entredicho las políticas activas de empleo por su falta de
efectividad. Gara.
30 de Junio de 2004. El número de familias perceptoras de AES se ha reducido un 11%. Deia.
7 de Julio de 2004. España, retrasada en la conciliación laboral de la mujer. Telépolis.
29 de Agosto de 2004. Coca, C: El número de hijos de madres solteras se ha duplicado en el País Vasco en
una década. El Correo, p. 90.
4 de Septiembre de 2004. 1.230 menores de 3 años en las escuelas infantiles BBK. Deia.
13 de Septiembre de 2004. Empleo de la mujer. El País.
19 de Septiembre de 2004. Legalizar a las empleadas de hogar aportará al Estado 160 millones. ABC.
22 de Septiembre de 2004. Dos de cada diez madres están solteras, el doble que hace una década. El
Correo.
23 de Septiembre de 2004. Las mujeres sólo ocupan el 10% de los mandos en las empresas. Deia.
23 de Septiembre de 2004. Sólo una de cada cinco trabajadoras de Bizkaia tiene garantizado un sueldo
fijo. Gara.
30 de Septiembre de 2004. Cinco servicios municipales se coordinarán para evitar el fraude en las AES. El
Correo.
11 de Octubre de 2004. Conciencia política de las mujeres. Gara.
12 de Octubre de 2004. La mujer española sigue alejada de los centros de poder político y económico. El
Correo.
19 de Octubre de 2004. Sólo un 37% de los jóvenes entre los 18 y los 34 años pueden comprar una
vivienda. ABC.
19 de Octubre de 2004. Inauguran en Sestao un centro para la inserción específica de mujeres en el
mercado laboral. El Correo.
20 de Octubre de 2004. Solbes anuncia que el plan de vivienda facilitará el alquiler de los pisos vacíos. El
País.
20 de Octubre de 2004. Imágenes de mujer. El Correo.
26 de Octubre de 2004. España está por debajo de la UE en empleo femenino. El Periódico de Catalunya.
| 324 |