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LL
17
A CONSTRUCCIÓN DE LA SOCIEDAD
DEL CONOCIMIENTO Y LAS POLÍTICAS
PÚBLICAS DE APROPIACIÓN SOCIAL DE LA
CIENCIA, LA TECNOLOGÍA Y LA INNOVACIÓN
The construction of the society of knowledge, and
the public policies of social appropriation regarding
science, technology and innovation
Marta C. Palacio Sierra*
Resumen
/DVRFLHGDGDFWXDOWLHQGHDSULYDWL]DUORVEHQH¿FLRV
JHQHUDGRV SRU HO FRQRFLPLHQWR FLHQWt¿FR \
tecnológico, excluyendo a los mismos ciudadanos
del acceso a los procesos de producción y
apropiación de dichos conocimientos. Es por esto
que es necesario proponer un cambio profundo
en los modelos orientadores de las políticas
S~EOLFDVFRQHO¿QGHUHVSRQGHUDODVGHPDQGDV
de democratización de la ciencia, la tecnología y
la innovación. En tal sentido, este artículo plantea
como objetivo avanzar en un análisis crítico de
los modelos lineal y de mercado que orientan
las actuales Políticas Públicas de Ciencia,
Tecnología e Innovación y Políticas Públicas de
Apropiación Social de la Ciencia, la Tecnología
*
Magíster en Sociología de la Educación. Académica Investigadora
del
Medellín-Colombia. Miembro del Grupo de Investigación CTS.
[email protected]
1
Políticas Públicas de Ciencia, Tecnología e Innovación y Políticas
Públicas de Apropiación Social de Ciencia, Tecnología e Innovación,
en adelante: PPCT+i y ASCT+i, respectivamente.
Fecha de recepción: 18 de julio de 2011
Fecha de aceptación: 8 de septiembre de 2011
y la Innovación1 en Colombia, y sostiene que
los modelos participativos se constituyen en una
alternativa para contrarrestar la privatización
SURJUHVLYD GHO FRQRFLPLHQWR WHFQRFLHQWt¿FR \
ORV EHQH¿FLRV GHULYDGRV GH OD LQQRYDFLyQ TXH VH
constituyen en un obstáculo a la construcción de
la sociedad del conocimiento.
Palabras clave:
políticas públicas, ciencia/
tecnología/innovación, apropiación social del
conocimiento, modelo lineal, modelo de mercado,
modelos participativos.
Abstract
7RGD\VVRFLHW\LVSURQHWRSULYDWL]HWKHEHQH¿WV
JHQHUDWHG IURP VFLHQWL¿F DQG WHFKQRORJLF
knowledge and excludes laymen from access to
the production processes and appropriation of
that knowledge. For these reasons it is necessary
to introduce a profound change in the models that
GH¿QHSXEOLFSROLFLHVLQRUGHUWRPHHWWKHGHPDQGV
for the democratization of science, technology
and innovation. In that sense, this paper presents
a critical analysis of the linear and market models
that guide the current Public Policies of Science,
18
Technology and Innovation and Public Policies
for Social Appropriation of Science, Technology
and Innovation in Colombia, and sustains that
the participatory models constitute themselves
as an alternative to counteract the progressive
SULYDWL]DWLRQ RI WHFKQRVFLHQWL¿F NQRZOHGJH
DQGWKHEHQH¿WVRILQQRYDWLRQLVVXHVWKDWDUHDQ
obstacle in the goal of building the society of
knowledge.
Keywords: science policy, science/technology/
innovation, social appropriation of knowledge,
linear model, market model, participatory models.
Introducción
El presente artículo2 tiene por objetivo avanzar
en un análisis crítico de los modelos lineal y
de mercado que orientan las actuales Políticas
Públicas de CT + i y de Apropiación Social de
la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en
Colombia. Este objetivo puede ser comprendido
a la luz de las búsquedas por construir la sociedad
del conocimiento3 y las demandas generadas
frente a las políticas públicas para desarrollar
procesos coherentes, con la aspiración de ampliar
ODDSURSLDFLyQVRFLDOGHORVEHQH¿FLRVJHQHUDGRV
por la tecnociencia4 y la innovación.
2
Este artículo se deriva de la investigación denominada La
democratización de la ciencia y la tecnología: retos de la
participación ciudadana en las decisiones de inversión pública en
investigación,¿QDQFLDGDSRUHO,QVWLWXWR7HFQROyJLFR0HWURSROLWDQR
en el marco del convenio con la Universidad del País Vasco (UPV/EHU)
3
En la Política Nacional de Apropiación Social de la Ciencia, la
Tecnología y la Innovación, «se parte del marco general de la
sociedad del conocimiento, y ese punto de partida impone desarrollar
estrategias de uso e inserción del conocimiento. El documento señala
como antecedentes la función misional de Colciencias planteada
en la Ley 29 de 1990 y en el Decreto 585 de febrero de 1991, que
le encomiendan a la institución […] diseñar, impulsar y ejecutar
estrategias de incorporación de la ciencia y la tecnología en la cultura
colombiana» [Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología
e Innovación (Colciencias) (2005). Política de Apropiación Social
de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. Bogotá. S. e.; y
Colciencias (2010). Estrategia Nacional de Apropiación Social de la
Ciencia, la Tecnología y la Innovación. Bogotá. S. e. Pág. 10. Sitio
web: Colciencias. Disponible en http://www.colciencias.gov.co/
programa_estrategia/apropiaci-n-social-del-conocimiento. Fecha de
consulta: 10 junio 2011].
4
«Tecnociencia», propone Bruno Latour, es un concepto útil para
denominar la unión entre ciencia y tecnología [B. Latour, (1987).
Science in action: How to Follow Scientists and Engineers through
Society. Cambridge. Harvard University Press]; y Fernando Broncano
D¿UPDTXHHQODVRFLHGDGDFWXDOFLHQFLD\WHFQRORJtDFRQIRUPDQXQ
Metodológicamente se opta aquí por el análisis
crítico de algunos componentes históricos y
VRFLDOHV VLJQL¿FDWLYRV HQ WDQWR TXH RIUHFHQ
como resultado un marco contextual de las
PPASCT + i y permiten entender que en ellas toman
expresión las interacciones de agentes sociales,
portadores de intereses, necesidades y valores
plurales –convergentes o no–, que son el resultado
de actuaciones de seres humanos: agentes
JXEHUQDPHQWDOHVH[SHUWRVFLHQWt¿FRVWHFQyORJRV
y, también –aunque en menor grado–, ciudadanos
del común, cuyas interacciones no están exentas
de las controversias y contradicciones propias de
las sociedades que las generan (Olivé, 2003b).
La propuesta de hacer un análisis crítico a los
modelos que subyacen al diseño de las políticas
públicas y su propósito declarado –en Colombia–
de orientarse hacia el logro de la apropiación
VRFLDO GHO FRQRFLPLHQWR FLHQWt¿FR WHFQROyJLFR
\ GH OD LQQRYDFLyQ VH MXVWL¿FD DTXt EDMR GRV
supuestos básicos: el primero, referido a la
QHFHVLGDGGHODUHÀH[LYLGDGIUHQWHDODVSROtWLFDV
públicas de ciencia, tecnología e innovación y sus
interacciones con la sociedad; y el segundo, en el
LQWHUpV GH H[WHQGHU GLFKD UHÀH[LyQ KDVWD ORJUDU
establecer de dónde provienen las limitaciones
para lograr la apropiación social de dichos
conocimientos, las inclusión de los ciudadanos
en los procesos de producción de la ciencia y la
tecnología, y su distribución, uso y apropiación de
ORVEHQH¿FLRVGHODLQQRYDFLyQ(VWDEOHFHUGLFKRV
limitantes es una tarea asumida en este artículo
como requisito para comprender los obstáculos a
ODGHPRFUDWL]DFLyQWHFQRFLHQWt¿FD
UNA CONCEPTUALIZACIÓN NECESARIA
La reflexividad
Si bien una parte importante de quienes
practican la actividad de investigar en
los distintos campos disciplinarios (la
FRPXQLGDGFLHQWt¿FDVRVWLHQHPiVRPHQRV
acríticamente la existencia de un ethos de
amor por el conocimiento y otros creen más o
menos desinteresadamente en la racionalidad
entramado único en el cual es difícil separar una práctica de la otra [F.
Broncano (1995). Nuevas meditaciones sobre la técnica, Valladolid.
Trotta].
FLHQWt¿FD FRPR IXHQWH VHJXUD GH SURJUHVR
la doble faz de la ciencia, portadora de un
poder a la vez constructivo y destructivo, se
ha hecho cada día más evidente y reclama
SRU HOOR XQD UHÀH[LyQ TXH OD WUDVFLHQGD
(Albornoz, 2007: 48).
$ODPDQHUDGH$QD'HOJDGRODUHÀH[LYLGDG
será entendida aquí como un primer supuesto con
el cual se pretende hacer un llamado a la toma
de conciencia frente al contexto como dador
de sentido, y a la búsqueda de los fundamentos
de nuestras propias ideas y las acciones a que
ellas nos conducen. Su importancia consiste en
la posibilidad de develar aspectos susceptibles
de ser transformados en nuestras interacciones
como agentes sociales comprometidos en la
formulación, ejecución y evaluación de procesos
relativos al accionar de los Sistemas Nacionales
de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias,
2005; y Colciencias, 2010).
$O DVXPLU OD UHÀH[LYLGDG FRPR XQ FRPSRQHQWH
EiVLFR GHO DQiOLVLV FUtWLFR VH D¿UPD TXH HVWD
resulta útil para elucidar algunos cuestionamientos
acerca de las características que deben poseer las
PPASCT + i, cuestionamientos que pueden contribuir
a que estas políticas sean más incluyentes;
además, se intenta aquí aportar elementos para
construir respuestas a la siguiente pregunta:
¿cómo democratizar la ciencia, la tecnología y
la innovación en el contexto colombiano y en el
marco de las políticas públicas que se propone
construir la sociedad del conocimiento?
La democratización
HVWRV DFWRUHV FRPSLWHQ SRU GH¿QLU FyPR GHEHUtD
ocurrir tal proceso de democratización y quiénes
deberían ser los protagonistas» (12).5
Entre los protagonistas señalados por la Estrategia
Nacional de Apropiación Social de la Ciencia, la
Tecnología y la Innovación se señala: «deberá haber
un diálogo efectivo entre los diversos actores y grupos
sociales que interactúan en las redes de producción
y uso del conocimiento: científicos, tomadores de
decisiones, empresarios y usuarios, entre otros»
(Colciencias, 2010: 34).
En las últimas décadas, como plantea Cristina
Lafont (2007), tanto las prácticas como las teorías
acerca de la democracia han tomado un giro
deliberativo6 en el cual se propugna por ampliar
la participación en el marco del pluralismo
–teniendo en cuenta que esta es la característica
PiV VLJQL¿FDWLYD \ DWUDFWLYR GHO ©PRGHOR GH
democracia […] característico de las sociedades
modernas» (Lafont, 2007: 126)–, cuya importancia
radica en reconocer que los ciudadanos poseen
diversas concepciones acerca de lo que es «el
bien», lo cual implica admitir que se comprometen
con el ejercicio de prácticas sociales, políticas e
incluso religiosas, si los conducen al logro del
«bien común» según sus ideales.
Por ello, en el contexto de los sistemas sociales
democráticos, se han incorporado mecanismos
útiles para lograr que las instituciones
democráticas, a su vez, posibiliten la deliberación
5
En el desarrollo de este segundo supuesto, se
subraya también –con Ana Delgado (2010)– que
no existe en concreto una democratización de la
ciencia, la tecnología y la innovación, sino que
se trata más bien de un fenómeno complejo: un
proceso heterogéneo donde están implicados
diversos agentes sociales, cada uno de los cuales es
portador de sus intereses, valores y motivaciones.
La democratización es un discurso común referido
a «ideales de participación, pluralidad y diálogo,
y al mismo tiempo es un discurso contestado, en
WDQWRTXHORVGLIHUHQWHVDFWRUHVLPSOLFDGRVGL¿HUHQ
en sus interpretaciones y acciones, y en donde
En la Ley 29 de 1990 y el Decreto 585 de febrero de 1991 «se
GH¿QLyFRPRSREODFLyQREMHWLYRGHODSROtWLFDDORVQLxRV\MyYHQHV
principalmente. Los programas de apropiación y educación en
ciencia, tecnología e innovación (CTI) de mayor recordación son
Cuclí-cuclí y Ondas, ambos dirigidos al público escolar compuesto
por docentes de todo el país, jóvenes, niños y niñas» [Colciencias
(2010). Op. cit., pág. 10]. Ondas todavía sigue vigente; asimismo, la
población descrita sigue siendo prioritaria, en el caso de los museos,
parques y centros interactivos de ciencia y tecnología
6
Cristina Lafont sugiere remitirse a J. Dryzek para ampliar este
concepto del «giro deliberativo», el cual ha llevado a que se
FRQVROLGHXQDDPSOLDGLVFXVLyQHQOD¿ORVRItDSROtWLFDFRQWHPSRUiQHD
acerca del modelo de democracia deliberativa [C. Lafont, (2007).
«Democracia y deliberación pública». En: R. Arango, ed. Filosofía
de la democracia. Fundamentos conceptuales. Bogotá. Universidad
de los Andes, Centro de Estudios Socioculturales e Internacionales
(CESO)-Siglo del Hombre; y J. Dryzek (2000). Deliverative
Democracy and Beyond: Liberals, Critics, Contestations. Reino
Unido. Oxford University Press].
19
20
acerca de valores de conciencia moral e igualdad
ante la ley –entre otros–, pero que también dichos
mecanismos contribuyan a evitar que, en aras de los
procesos democráticos, las «mayorías» impongan
una determinada concepción del «bien» a los
grupos minoritarios de ciudadanos; por ello, las
estrategias de búsqueda del consenso mayoritario
HQDVXQWRVWHFQRFLHQWt¿FRVHVWiQVLHQGRREMHWRGH
cuestionamientos (Jasanoff, 2003) y de críticas
SRU SDUWH GH TXLHQHV YHQ GL¿FXOWDGHV HQ OD
LGHQWL¿FDFLyQ GH XQD YROXQWDG SRSXODU GRQGH HQ
realidad subyace una pluralidad de valores.
$QWHUHÀH[LRQHVFRPRHVWDVHOPRGHORGHOLEHUDWLYR
de democracia sostiene que se hacen necesarios:
1. Que las decisiones políticas sean el resultado
de un proceso de deliberación pública en la cual
los ciudadanos tengan la posibilidad de participar
expresando su consentimiento razonado frente a
los acuerdos que se pretenden lograr.
2. Que mediante los procesos deliberativos los
ciudadanos se puedan considerar a sí mismos
como autores de los acuerdos.
3. Que los ciudadanos compartan el dominio
acerca de los procedimientos deliberativos bajo el
supuesto de la no existencia de valores e intereses
homogéneos en la comunidad política.
De esto se deriva que, en referencia a las políticas
públicas y las leyes que sustentan el accionar de
una comunidad en un territorio determinado, es
posible hallar diversos fundamentos teóricos y
conceptuales frente a los cuales se hace necesaria
una actitud permanente de cuestionamiento
YLQFXODGDDOPRGRFRPRVHFRQ¿JXUDQORVGLYHUVRV
modelos de actuación de los agentes sociales y los
procesos de construcción de la democracia, en
tanto que, para nuestro caso, las políticas públicas
de la ciencia, la tecnología y la innovación no
están exentas de presentarse en el ámbito social
bajo uno u otros modos de actuación.
Sin embargo, en el caso de la ciencia y la
WHFQRORJtD KD\ DYDQFHV VLJQL¿FDWLYRV HQ ORV
procesos de inclusión de los ciudadanos7 desde las
7
En la actualidad se plantea que en términos de las relaciones
de la ciencia y la tecnología con la sociedad se ha dado un «giro
propuestas «derivadas de La gobernanza europea.
Un libro blanco [Comisión de las Comunidades
Europeas (COM), 2001: 38]. Desde una
perspectiva de redes, «la gobernanza es concebida
UHÀH[LYDPHQWH FRPR XQ PDUFR GH UHIHUHQFLD
mediante el cual son construidos y se construyen,
HVGHFLUVHFRFRQVWUX\HQORVSURFHVRVFLHQWt¿FRV
y tecnológicos» (Baigorrotegui, 2008: 117).
LA APROPIACIÓN SOCIAL DEL
CONOCIMIENTO
Entendida, según Colciencias, como:
Un proceso de comprensión e intervención de
las relaciones entre tecnociencia y sociedad,
construido a partir de la participación activa
de los diversos grupos sociales que generan
conocimiento. Es un proceso que tiene las
siguientes características:
1. Es organizado e intencionado. 2. Está
constituido por una red socio-técnica en la
que participan grupos sociales expertos en
ciencia y tecnología, y los distintos sectores
que intervienen en la constitución de estos
procesos generan mediaciones. 3. Posibilita el
empoderamiento de la sociedad civil a partir
del conocimiento. 4. Implica –inclusive en
las relaciones más asimétricas–, traducción y
ensamblaje dentro de los marcos de referencia
de los grupos participantes (Colciencias,
2010: 22).8
(QHOPLVPRGRFXPHQWRVHD¿UPDTXHODSROtWLFD
pública de los últimos años en Colombia presenta
XQDDVLPHWUtDHQWUHORV¿QHV\ODVHVWUDWHJLDVSDUD
el logro de la apropiación social del conocimiento,
dado que, si bien destaca la importancia de la
relación entre la tecnociencia y la sociedad,9 para
la estructuración de cada una de ellas se plantean
participativo», esto es, se está bundo una mayor participación
FLXGDGDQDHQODHYDOXDFLyQGHORVFRVWRV\EHQH¿FLRV\ORVULHVJRV
e incertidumbres de las nuevas tecnologías [S. Jasanoff (2003).
“Technologies of Humility: Citizen Participation in Governing
Science”. S. d. Sitio web: University of Colorado. Disponible en:
http://sciencepolicy.colorado.edu/students/envs_5100/jasanoff2003.
pdf. Fecha de consulta: 9 junio 2011].
8
V. t. Colciencias (2010), op. cit.
9
&ROFLHQFLDV D¿UPD TXH OD FRQVWUXFFLyQ GHO FRQRFLPLHQWR ©QR
es ajena a la sociedad; se desarrolla dentro de ella, a partir de sus
intereses, códigos y sistemas» (ibíd., pág. 22)
«estrategias que reproducen una visión de la CT +
i como externa e independiente de los contextos
sociales y culturales de producción» (Colciencias,
2010: 15), y se argumenta, que subsiste una
concepción vertical acerca de la construcción del
conocimiento y se mantiene la ambigüedad en la
noción de apropiación10 pese a los avances que hay
en Colombia respecto a otros países de América
Latina en materia de PPASCT + i.
El Contexto
La discusión relativa a la apropiación social de la
FLHQFLDODWHFQRORJtD\ODLQQRYDFLyQVHMXVWL¿FD
aquí en el contexto de su creciente importancia
±FRPR OR D¿UPD OD 8QHVFR± GDGR TXH FDGD YH]
más dichas prácticas sociales se han convertido en
instrumentos básicos para contribuir a erradicar
la pobreza, el hambre y mejorar la salud de las
poblaciones más vulnerables de América Latina y
el Caribe, así como para
[…] avanzar hacia políticas públicas que
construyan una sociedad del conocimiento
que propicie la equidad, la inclusión, la
diversidad, la cohesión y la justicia social,
así como el pleno respeto por la igualdad de
género, y que contribuya a superar los efectos
GHODFULVLV¿QDQFLHUD\HFRQyPLFDPXQGLDOHQ
QXHVWURVSDtVHVFRQHO¿Q~OWLPRGHPHMRUDUOD
calidad de vida de nuestros pueblos (Unesco,
2¿FLQD 5HJLRQDO GH &LHQFLD SDUD $PpULFD
Latina y el Caribe, 2010: 11).
10
Se cita allí (Colciencias, 2010: 15) a De Greiff y Maldonado
(2010) para explicitar la subsistencia de dicha concepción vertical la
FXDOPiVDGHODQWHVHLGHQWL¿FDHQHVWHDUWtFXORFRQHOPRGHOROLQHDO
y en términos de apropiación social, con lo que Durant denomina
HOPRGHORGHOGp¿FLW³$FFRUGLQJWRWKHGH¿FLWPRGHOVFLHQWLVWVDUH
knowledgeable experts, the public are (to varying degrees) ignorant
lay people, and the key task is therefore to arrange for more and better
communication of expert knowledge from the one community to the
RWKHU´ ©6HJ~Q HO PRGHOR GHO Gp¿FLW ORV FLHQWt¿FRV VRQ H[SHUWRV
informados, el público es –en diversa medida– gente lega ignorante,
y la tarea primordial es, por lo tanto, concertar una mejor y más
FRPSOHWD LQIRUPDFLyQ GHO FRQRFLPLHQWR WHFQRFLHQWt¿FR HQWUH XQD
comunidad y la otra») [J. Durant (1999). “Participatory technology
assessment and the democratic model of the public understanding of
science”. Science and Public Policy. Reino Unido. Vol. 26, núm. 5,
octubre, pág. 314. Sitio web: Ingentaconnect. Disponible en:
h t t p : / / d o c s e r v e r. i n g e n t a c o n n e c t . c o m / d e l i v e r / c o n n e c t /
beech/03023427/v26n5/s4.pdf?expires=1307588733&id=63101148
&titleid=898&accname=Guest+User&checksum=0888304EF87B1
BE3D90A47FD2E22D729. Fecha de consulta: 8 junio 2011].
Como se puede observar, la denominación
«sociedad del conocimiento», usada en la
actualidad de manera corriente y como lugar común
al cual se aspira llegar, amerita, sin embargo,
que se establezcan algunas consideraciones para
que sea asumida como el contexto de la presente
UHÀH[LyQ<VLJXLHQGRD4XLQWDQLOODVHKDFHHFR
de las siguientes consideraciones:
(V QHFHVDULR UHÀH[LRQDU HQ SULPHU OXJDU
sobre qué es lo que llamamos «sociedad del
conocimiento». Es preocupante el hecho de
que demos por supuesto a qué nos referimos
cuando hablamos de algo, para luego, al hablar
en concreto de cada tema, descubrir que se
están entendiendo cosas completamente
diferentes. Por ejemplo, ahora que todo el
mundo asume que estamos en una sociedad
del conocimiento, apoco que se indague nos
daremos cuenta de que casi nadie sabe qué
VLJQL¿FD©FRQRFLPLHQWRª4XLQWDQLOOD
184).
La sociedad del conocimiento฀
Esta denominación es ampliamente utilizada
para caracterizar la sociedad contemporánea; sin
embargo, en este artículo se propone la necesidad
GH DKRQGDU HQ HO VLJQL¿FDGR GH WDO H[SUHVLyQ \
aunque si bien no es ese el objeto de discusión, se
procederá a hacer una breve referencia acerca de
los dos conceptos que la componen, recurriendo
a la estrategia analítica de la descomposición del
todo en sus partes.
En primer lugar, se hará referencia al concepto
GH ©VRFLHGDGª SDUD DSRUWDU D OD LGHQWL¿FDFLyQ
de algunas de las características, diferencias
y similitudes con la sociedad industrial que le
antecede;11 luego, se problematizará el concepto
฀
En el proyecto de investigación México ante la sociedad de la
información y el conocimiento, la doctora Delia Crovi Druetta
plantea como razón para aceptar la existencia de la sociedad del
FRQRFLPLHQWRQRSRUTXHHVWDVHFRQ¿JXUHHQODDFWXDOLGDGFRPRXQD
realidad concreta y unívoca, sino porque ha sido impuesta por los
discursos hegemónicos como un ideal de desarrollo, que orienta las
acciones que realizan los Estados para alcanzarla y donde a su vez se
plantea como una meta [D. Crovi Druetta, coord. (2004). Sociedad de
la información y el conocimiento. Entre lo falaz y lo posible. Buenos
Aires. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)- La
Crujía. Págs. 17-56. Sitio web: Delia Crovi. Disponible en: http://
www.deliacrovi.com/articulos/sociedad_informacion_conocimiento.
21
22
de «conocimiento» con miras a visibilizar las
implicaciones del vínculo entre el conocimiento
FLHQWt¿FR HO FRQRFLPLHQWR WHFQROyJLFR OD
innovación y las políticas públicas en la sociedad
actual.
Antecedentes del concepto
En términos generales y de manera introductoria,
puede decirse que las acepciones frente al concepto
de «sociedad del conocimiento» se originan en el
interés de analizar las transformaciones ocurridas
en la sociedad de la posguerra, dada la pérdida de
los rasgos característicos que acompañaron a las
sociedades que la antecedieron.
Según Krüger (2006), fue el sociólogo Peter F. Drucker,
en 1959, quien pronosticó que pasarían a un segundo
lugar el trabajo no especializado, las materias primas
y el capital como las fuentes más importantes de
la productividad, frente a la emergencia de los
trabajadores del conocimiento.
Y, asegura Krüger, que en ese mismo sentido
es de resaltar el trabajo de D. Bell (2001)
sobre la sociedad posindustrial, concepto que
SXVR GH PDQL¿HVWR HO SURFHVR GH WUDQVLFLyQ GH
una economía que elabora «productos» a una
economía basada en «servicios», y cuya estructura
profesional está orientada por una clase de expertos
WpFQLFDPHQWH FXDOL¿FDGRV &RQRFLPLHQWRV TXH
según este enfoque, son la fuente principal de la
innovación e inciden directamente en el desarrollo
de los programas políticos y sociales. Este tipo
de sociedad está orientada hacia el progreso
tecnológico y la innovación, se caracteriza por la
creación de una nueva tecnología intelectual como
base de los procesos de decisión (Bell, 1973; y
2001, citado por Krüger, 2006).
La sociedad
Al decir de León Olivé (2007), en esta nueva
pdf. Fecha de consulta: 15 junio 2011].
11
La sociedad industrial caracterizada por el predominio de bienes
de producción como maquinarias y equipos, la mano de obra
asalariada y el capital [L. Olivé (2007). La ciencia y la tecnología
en la sociedad del conocimiento: ética, política y epistemología.
México, D. F. Fondo de Cultura Económica].
sociedad no se sustituyen las distinciones entre
países desarrollados o no, así como tampoco su
instauración revierte las condiciones de desigualdad
en los niveles de desarrollo entre países y regiones.
Aún más, las diferencias se profundizan, se
aumenta la polarización de la riqueza y el poder a
medida que avanza la globalización. El desarrollo
de las fuerzas productivas en la sociedad actual se
da a partir de las contribuciones del conocimiento
FLHQWt¿FRWHFQROyJLFR FRQVLGHUDGR FRPR HO
factor de producción predominante (Núñez Jover,
1999). En este tipo de sociedad, la creación de
«los conocimientos nuevos –y no solo el tener
conocimiento o experiencias, sino la maquinaria
que permite aumentar el conocimiento de la
realidad– es una de las fuentes principales de la
riqueza y del bienestar social» (Quintanilla, 2007:
184).
Olivé (2007) propone que esta sociedad es el
resultado de un inusitado ritmo de crecimiento de
los procesos productivos asociados a la generación,
transmisión y distribución del conocimiento y
la información, fenómenos que han llevado con
mayor frecuencia a la pérdida de preponderancia
de los sistemas productivos basados en la industria
manufacturera. Este tipo de sociedad –sociedad
del conocimiento– ha cobrado un gran dinamismo
con la irrupción de «las nuevas tecnologías de
la información y la comunicación, que desde
los años setenta del siglo pasado transforman e
LQÀX\HQ GH PDQHUD QRWRULD OD IRUPD GH SURGXFLU
el conocimiento, dado que desaparecen los límites
temporales y espaciales para el desarrollo de la
investigación» (Palacio Sierra, 2009: 96). Entre
las características de este tipo de sociedad se
pueden destacar las que están relacionadas con
[…] las transformaciones en las relaciones
sociales, económicas y culturales debidas a
las aplicaciones del conocimiento y al impacto
de dichas tecnologías –de la información y la
comunicación–. [El] desplazamiento de los
FRQRFLPLHQWRV FLHQWt¿FRWHFQROyJLFRV KDFLD
un lugar central como medios de producción,
como insumos en los sistemas de innovación,
cuyos resultados consisten en productos,
procesos, formas de organización o servicios,
que son aplicados para resolver problemas
\ SDUD REWHQHU EHQH¿FLRV SDUD DOJ~Q JUXSR
humano (Olivé, 2006: 31).
Como plantea este mismo autor, es importante
subrayar que «en sentido estricto, todavía no existe
una sociedad del conocimiento, sino que el concepto
PiV ELHQ VH UH¿HUH D XQ PRGHOR GH VRFLHGDG TXH
está en construcción» (Olivé, 2007: 47).
En Colombia, las actuales legislaciones en materia
de ciencia, tecnología e innovación han dado gran
importancia a la construcción de la sociedad del
conocimiento; es así como Colciencias plantea que
la producción, apropiación y uso del conocimiento
es la fuerza dinamizadora de la sociedad actual, y
que «la transformación productiva y la solución
de problemas sociales, requieren el dominio de
FRPSHWHQFLDV FLHQWt¿FDV \ WHFQROyJLFDV \ GH OD
comprensión profunda del contexto en que se
despliegan» (Colciencias, 2008: 3). Por ello,
propone la «Política Nacional de Fomento a la
Investigación y la Innovación»12 como el pilar
para que Colombia se potencie como una sociedad
del conocimiento que ofrezca alternativas para la
solución de sus problemas, para lo cual contará
con la capitalización de sus recursos intelectuales,
institucionales y naturales.
Es necesario enmarcar estas consideraciones en el
presupuesto enunciado por la Política Nacional de
Ciencia y Tecnología 2000-2002, donde se plantea
que el conocimiento por sí mismo no transforma
las economías ni las sociedades13 y que tal
capacidad se da solamente cuando la generación
de conocimiento se desarrolla en el marco de un
sistema social/nacional de ciencia, tecnología e
innovación que propenda la incorporación efectiva
del sector productor de bienes y servicios y por
la formulación e implementación de políticas e
12
Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación
(Colciencias) (2008). «Colombia construye y siembra futuro – Política
Nacional de Fomento a la Investigación y la Innovación». Seminario
Internacional sobre Política de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Bogotá. S. e. Sitio web: Organización de Estados Iberoamericanos
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Disponible en:
http://www.oei.es/salactsi/632.pdf. Fecha de consulta: 9 junio 2011.
13
Colombia, Departamento Nacional de Planeación (DNP) (2000).
Política Nacional de Ciencia y Tecnología 2000-2002. Bogotá.
Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación
(Colciencias) y Consejo Nacional de Política Económica y Social
(Conpes). Documento 3080, 28 junio. Sitio web: Organización de
Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(OEI). Disponible en: http:/www.oei.es/salactsi/Conpes.pdf. Fecha de
consulta 16 junio 2011.
iniciativas que contribuyan al desarrollo social.
Es de resaltar que competitividad también es
un componente necesario para comprender el
complejo contexto de la sociedad del conocimiento,
y que para el caso colombiano la búsqueda de la
competitividad se hace presente en la formulación
e impulso de las políticas de corto, mediano y largo
plazo del Estado, que propugnan por el desarrollo
de la ciencia, la tecnología e innovación, y para
lograr la formación de capacidades humanas y de
infraestructura, la adopción de «la cooperación
internacional y la apropiación social de la ciencia,
la tecnología y la innovación para consolidar una
sociedad basada en el conocimiento, la innovación
y la competitividad».14
El conocimiento
Todo el mundo da por supuesto que
entendemos qué es el conocimiento, y
que mayoritariamente se sabe que este es
muy importante en la sociedad actual. No
obstante, está claro que no es lo mismo el
conocimiento propio de la pseudociencia (por
ejemplo, el que pulula en algunos programas
televisivos), ni el surgido de la experiencia
personal, ni el de un explorador, por caso, que
HOFRQRFLPLHQWRGHXQFLHQWt¿FR'HPDQHUD
que la noción de conocimiento no es unívoca
(Quintanilla, 2007: 184).
La construcción de la sociedad del conocimiento
plantea nuevos retos y demandas a los agentes
JXEHUQDPHQWDOHV DO LJXDO TXH D ORV FLHQWt¿FRV
tecnólogos, expertos y ciudadanos; entre las
primeras de estas demandas se encuentra cada vez
con mayor frecuencia el imperativo de desarrollar
competencias relativas a la innovación; esto da
a entender que el término «conocimiento» ha
migrado hacia otras acepciones distintas a las
WUDGLFLRQDOHV/D5HDO$FDGHPLD(VSDxRODGH¿QH
14
Colombia (2009). Ley. Ley 1286 de 2009 de enero 23, por la
FXDO VH PRGL¿FD OD /H\ GH VH WUDQVIRUPD D &ROFLHQFLDV
en Departamento Administrativo, se fortalece el Sistema Nacional
de Ciencia, Tecnología e Innovación en Colombia y se dictan
otras disposiciones. Bogotá. 'LDULR 2¿FLDO 47.241. Artículo 7º:
«Funciones del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología
e Innovación (Colciencias)», pág. 8. Sitio web: Sena. Disponible en:
http://www.sena.edu.co/downloads/2009/juridica/ley-1286-de-2009.
pdf. Fecha de consulta: 16 junio 2011.
23
24
«conocimiento» así:
Acción y efecto de conocer, entendimiento,
inteligencia, razón natural. Averiguar por
el ejercicio de las facultades intelectuales,
cualidades y relaciones de las cosas. Las
facultades sensoriales del hombre. Entender,
advertir, saber, echar de ver. Percibir el
objeto como distinto de todo lo que no es él.
Experimentar, sentir. Juzgar justamente [Real
Academia Española (RAE), 2001].
Si se observan estas acepciones, se encuentra que
se limitan a un tipo de conocimiento que no es
precisamente el que hoy requieren las sociedades
para dinamizar la economía, resolver los
problemas productivos, mejorar los indicadores
de competitividad o generar «tecnología de punta»
(high-end technology). El conocimiento ha dejado
de ser una capacidad de ser y percibir del hombre,
para transformarse en una capacidad de hacer, que
demanda, además del trabajo colectivo, la acción
cooperada de agentes sociales con capacidad de
conocer, pero también de gestionar recursos,
comunicar, apropiar y transformar, innovar y
mercadear el conocimiento.
No obstante, hay una acepción o, más bien, una
ampliación que hace la RAE, y en la cual se plantea
que el conocimiento es algo que se puede «perder
e incluso recobrar, como en el caso de recobrar
el conocimiento»;15 aquí se evoca el conocimiento
como un objeto, no como una cualidad o «virtud
vinculada a la justicia e incluso al buen gobierno»,16
o como una característica que se posee y que se
puede comprar, vender e intercambiar.
Junto a estas nuevas formas de concebir y producir
el conocimiento, encontramos un segundo tipo
de demanda, consistente en establecer estrechos
YtQFXORV HQWUH HO FRQRFLPLHQWR FLHQWt¿FR HO
tecnológico y la transformación productiva
para la solución de problemas sociales. Según
J. R. Ravetz (1993; 2002), él y su colega Silvio
Funtowicz buscaron con insistencia cómo
denominar los múltiples problemas que a escala
15
op. cit. «Conocimiento», acepción 4.
Recordando las primeras utopías sociales, en las que Platón
propone en La República el ideal de un gobierno justo, posible
solamente a condición de que sea ejercido por los sabios.
16
RAE,
mundial enfrenta la sociedad contemporánea,
por ejemplo, los relacionados con el cambio
climático, el sida o las epidemias actuales,
«cualitativamente» diferentes –según ellos– a
todos los problemas enfrentados en pasado, por
lo que denominaron ciencia posnormal a aquella
que se produce bajo un modelo «radicalmente
diferente, en el que los productos de una ciencia
tradicional y de una tecnología de buena calidad
todavía necesarios, son incorporados a un proceso
social integrador que abarca una pluralidad de
perspectivas legítimas y supone nuevas formas de
decisión política y de gobernabilidad» (Funtowicz
e Hidalgo, 2008: 194). Esta ciencia posnormal
se produce en la actualidad para darle solución
D QXHYRV SUREOHPDV IUHQWH D ORV FXDOHV D¿UPD
5DYHW] ©VH UHTXLHUHQ HVIXHU]RV FLHQWt¿FRV TXH
no pueden estar basados en los que Thomas Kuhn
(1962) denominó “ciencia normal”».
Más allá de este tipo de problemas, se encuentran
otros no menos complejos, donde la ciudadanía
muestra mayor capacidad de comprensión frente a los
requerimientos de subsidiar las actividades científicas
y tecnológicas, ya que tocan aspectos tan sensibles
entre la población como los relacionados con salud,
alimentación, seguridad, la educación de las nuevas
generaciones, la resolución de problemas ambientales,
etc.
Ejemplos de este tipo de problemas son los
tratados por Oliver Todt (2008) al abordar el tema
de la seguridad alimentaria –donde se enfrentan
graves problemas en la actualidad–, dado el
surgimiento de complejas patologías que requieren
la búsqueda de consensos internacionales para
atender la problemática del sistema alimentario,
que abarca cuestiones relativas a la salud, al
igual que aquellas relacionadas con la valoración
ciudadana frente a la calidad de los alimentos y
sus efectos secundarios, aspectos éticos y de
biodiversidad y sostenibilidad, entre otros, sin
dejar de lado los problemas de carácter estratégico
que los gobiernos deberán resolver valiéndose de
ORV DYDQFHV WHFQRFLHQWt¿FRV D ULHVJR GH JHQHUDU
situaciones que atenten contra su estabilidad, como
las inherentes al empleo, las comunicaciones,
el aprovisionamiento energético y la seguridad
nacional.
Hay un eslabón que articula las acciones
sociales relativas al conocimiento y la solución
de problemas: la competitividad,17 que, según
el Foro Económico Mundial (World Economic
Forum, WEF), es una fuerza que pone en acción la
inversión y la búsqueda de crecimiento de las tasas
de retorno sobre esa inversión, y se convierte en
un proceso que incide en el aumento de las tasas
de crecimiento de una economía en una región o
un país.
Ahora bien, el «conocimiento para resolver
problemas» en la actual sociedad, al parecer,
deberá estar situado en la órbita del logro de la
competitividad y del crecimiento económico, y
podrá así contribuir a la generación de empleo
FXDOL¿FDGR SURGXFWRV GH DOWR YDORU DJUHJDGR
procesos o servicios que incrementen la calidad de
vida o que por la vía de la innovación contribuyan
al desarrollo, sin mencionar el tan cuestionado
concepto de «progreso social», como señalaba
Castoriadis: la noción de «progreso» fue acuñada
D¿QDOHVGHOVLJOR XVIII, cuando la sociedad se fue
OOHQDQGRGHQXHYRVGHVFXEULPLHQWRVFLHQWt¿FRV\
fue
[…] sedimentando el concepto como un
destino necesario de la historia. Castoriadis
hace el ejercicio de imaginar lo que implicaría
que todos los habitantes del mundo llegaran al
punto de ganar 6 000 dólares norteamericanos
anuales […] se requeriría una producción
17
El Foro Económico Mundial propone entender la competitividad
nacional como el conjunto de factores, políticas e instituciones que
determinan el nivel de productividad de un país. Y agrega que una
economía más competitiva será aquella que crecerá probablemente
más rápidamente en el mediano y largo plazo.
“The concept of competitiveness thus involves static and dynamic
components […] it is also one of the central determinants of the
returns to investment, which is one of the key factors explaining
an economy’s growth potential” («El concepto de competitividad
involucra componentes estáticos y dinámicos […] además, es uno de
los condicionantes de los réditos de la inversión, uno de los factores
claves que explican el potencial de crecimiento de una economía»)
[K. Schwab, ed. (2009). The Global Competitiveness Report 20092010. Ginebra. World Economic Forum, WEF (Foro Económico
Mundial). Pág. 4. Sitio web: weforum. Disponible en: https://
members.weforum.org/pdf/GCR09/GCR20092010fullreport.pdf.
Fecha de consulsta: 16 junio 2011].
equivalente a veinticinco veces el producto
interno bruto de Estados Unidos, y en
consecuencia se requeriría también de
veinticinco veces el consumo actual de
energía, materias primas, devastación de
bosques y selvas, polución en aire, ríos, tierra
y mares, etc. (Reygadas Robles, 2006).
7RGRHVWRSHUPLWHD¿UPDUTXHDOSURPRFLRQDUHO
desarrollo del conocimiento con la mediación de la
competitividad a toda costa, no se está lejos de las
propuestas que más adelante se problematizará al
hacer referencia a los modelos lineal y de mercado
que subyace a la formulación de algunas políticas
públicas de ciencia, tecnología e innovación.
La globalización
Según Natera, la globalización se asocia con
la mayoría de los cambios en las condiciones
sociales, culturales y económicas de la sociedad
actual y a la pérdida de protagonismo del Estado
en las orientaciones de los mercados nacionales,
que traen como consecuencia un incremento de
la capacidad vinculante del capital privado en
las instituciones de carácter internacional, lo cual
se puede entender como «un mito discursivo
promovido por los mismos Estados como pretexto
para no intervenir en la economía con mayor
decisión» (2004: 8).
El avance de la globalización durante las últimas
décadas ha cobrado gran velocidad, y aunque sus
raíces históricas son de gran profundidad, la fuerza
que tiene en la sociedad actual es el resultado de
[…] un conjunto de procesos tecnológicos –la
revolución de la tecnología de la información
y las telecomunicaciones, en particular– y
de la liberalización económica que se ha
venido experimentando a nivel mundial,
que ha reducido sustancialmente las barreras
que imponían los Estados a la acción de los
mercados.
Las manifestaciones más notorias de la
globalización son el rápido crecimiento
de mercados mundiales de manufacturas
y servicios, la explosión de los mercados
internacionales de capitales y los procesos
de concentración económica a nivel mundial
25
liderados por las empresas transnacionales
(Ocampo, 2001; citado por Kalmanovitz,
2007: 9).18
26
El posicionamiento económico del concepto de
globalización en el ámbito mundial ha contribuido
a aumentar el prestigio del paradigma de la
competitividad, en el cual, al parecer, se encuentra
la solución a todos los problemas sociales, tanto los
de carácter estratégico –para ser solucionados por
los gobiernos de cada país– como los particulares
–referidos a las demandas de los ciudadanos del
común–, lo que permite pensar que, a la manera
de la tradición sociológica,19 el asumir como
ideal el valor epistémico de la verdad generada
por el conocimiento, se lograría el tránsito hacia
la racionalidad, y de allí hacia el pleno desarrollo
social.
(Q HVWH VHQWLGR VH SXHGH D¿UPDU TXH FRQ OD
búsqueda globalizada de la competitividad
basada en los avances de la tecnociencia, hay una
nueva «utopía social», que desde la perspectiva
de la historia del conocimiento ha migrado del
campo social y educativo al campo económico
productivo y al de las políticas públicas, y se ha
transformado en una suerte de lugar común en
el que se debe dar prioridad a la competitividad
basada en la tecnociencia contemporánea aplicada
a los procesos económicos, donde se superpone a
conceptos con los cuales siempre estuvo ligado el
conocimiento, tales como democracia, justicia y
equidad.
Como anota Hualde (2005) al referirse a los
análisis económicos contemporáneos, hoy se
concede gran importancia al conocimiento para el
logro de la competitividad y se asegura que su uso
H¿FLHQWHHVFRQGLFLyQLQHOXGLEOHSDUDODUHVROXFLyQ
de los problemas del empleo y del «progreso»
social; y agrega:
18
José Antonio Ocampo, ex secretario ejecutivo de la Comisión
Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe
(CEPAL).
19
Auguste Comte (Francia, 1798-1957). En la tradición sociológica
es considerado como el fundador del positivismo con su «Ley de
los tres estados», desarrollada en su obra &XUVRGH¿ORVRItDSRVLWLYD
HQ OD TXH SODQWHD TXH HO HVWDGLR SRVLWLYR R FLHQWt¿FR
–último estadio en el desarrollo del espíritu humano– se alcanzará
como logro de la inteligencia, será el resultado de la acumulación del
conocimiento y dará lugar al progreso de la humanidad.
El término «economía del conocimiento» o, en
menor medida, «sociedad del conocimiento»
se [ha] convertido en una suerte de fetiche
del que difícilmente se puede prescindir. La
economía del conocimiento suele venir de la
mano del otro concepto omnipresente en los
análisis de las economías contemporáneas: la
globalización (Hualde, 2005: 108).
Este autor, además, advierte que ha cobrado
tal preponderancia el vínculo sociedad del
conocimiento/competitividad, que de no incluirse
estos conceptos en los planteamientos que orientan
los destinos de una nación, esta parecería estar
por fuera de la usanza contemporánea y no se le
vería un derrotero seguro hacia el cual orientar
su destino como nación. Y añade que, gracias a
la globalización, se ha generado un proceso de
inserción tal, que la sociedad del conocimiento
tiene como territorio el mundo, y que en él, el
posicionamiento de las diversas regiones o países
en la economía globalizada está directamente
relacionado con la forma en que se producen,
gestionan y utilizan los conocimientos (Hualde,
2005).
Por todo esto, sociedad del conocimiento,
competitividad y globalización son términos de una
triada que nos explican el qué, el cómo y el dónde de
la sociedad actual.
Al tratar de darle sentido a estas categorías
emergentes en el ámbito de las PPASCT + i,
encontramos con discursos, prácticas y proyectos
colectivos, donde circulan estos conceptos erigidos
como valores que atraviesan las interacciones entre
los agentes sociales vinculados a los procesos de
planeación, implantación y evaluación de dichas
políticas, y se constituyen en orientaciones y
tendencias agrupadas a continuación bajo el
concepto de «modelos»:
LA DISCUSIÓN
Los modelos que orientan las políticas
públicas de apropiación de la ciencia,
la tecnología y la innovación
La denominación de modelo se asume aquí como
una clase de herramienta que puede ser usada para
facilitar la comprensión del complejo entramado
que constituyen las interacciones de la ciencia, la
tecnología y la innovación con las políticas públicas
en el contexto de los procesos de producción,
distribución, uso y en general, de apropiación
social del conocimiento. En este sentido, y como
estrategia para avanzar en dicha comprensión,
propongo una síntesis de características agrupadas
en tres modelos: modelo lineal, de mercado y
participativos, LGHQWL¿FDQGR DJHQWHV VRFLDOHV
VLJQL¿FDWLYRV SDUD FDGD XQR GH HOORV ±LQWHUHVHV
objetivos y valores que orientan sus acciones– y el
núcleo central de las actuaciones –en el contexto de
la construcción de la sociedad del conocimiento–,
de lo cual se derivan componentes relevantes para
establecer conclusiones frente a la pertinencia
de una determinada política para el logro de la
apropiación social de la ciencia y la tecnología y
ORVEHQH¿FLRVGHODLQQRYDFLyQ
Las políticas públicas de ciencia y
tecnología
3HQVDU¿ORVy¿FDPHQWHHQODSROtWLFDFLHQWt¿FD
LPSOLFD SRQHU HO IRFR UHÀH[LYR VREUH OD
cuestión del poder y sobre su condición
contextual de naturaleza histórica. Más aún,
la ciencia no traslada al ámbito de la política
FLHQWt¿FDORVDWULEXWRVSURSLRVGHHVWHWLSRGH
FRQRFLPLHQWR 1L OD PHWRGRORJtD FLHQWt¿FD
ni los atributos de certeza y universalidad
son aplicables por sí al ámbito de la política;
por el contrario, cuando en determinadas
circunstancias tal traslación de categorías es
llevada a cabo, ello constituye un fenómeno
SROtWLFRQRFLHQWt¿FR\VXOHJLWLPLGDGHV>«@
objeto de cuestionamientos (Albornoz, 2007).
En primera instancia, se hace referencia a las
políticas como prácticas que ocurren en las
formaciones sociales y que por ello asumen
las características de las interacciones entre
los agentes sociales que las conforman; en esa
medida, son prácticas discursivas que comportan
©HOHPHQWRVGHVLJQL¿FDFLyQWDOHVFRPRORVVLJQRV
símbolos, señales o indicios y, sobre todo […]
ostentan en su base una lógica relacional que
permite establecer un principio de diferencia entre
ella y otras prácticas materiales» (Botero Torres,
2008: 11). Además, siguiendo a este autor, se
D¿UPDTXHODVSUiFWLFDVSROtWLFDVVHRULHQWDQDOD
búsqueda de la perdurabilidad y la trascendencia
de la formación social en la cual tienen ocurrencia,
para constituirse en un esfuerzo tendiente a cobrar
una dimensión vinculante frente a la cual la
UHÀH[LyQTXHVHDGHODQWDSUHWHQGHGDUFXHQWDGH
los acontecimientos que efectiva y materialmente
se producen en el ámbito múltiple y complejo de
las relaciones de poder.
$VLPLVPR HQ HVWH LQWHQWR UHÀH[LYR ±QHFHVDULR
para acceder a la comprensión de las PPASCT + i–
se retoma como presupuesto aquello que advierte
Albornoz (2007) acerca del vínculo existente entre
los términos «ciencia» y «política», que pueden
FRQVLGHUDUVH FRPR OR KLFLHURQ ORV ¿OyVRIRV
clásicos, que cifraron en el conocimiento la fuente
del poder, y, en la política, la guía del proceder
SDUD OD LQGDJDFLyQ FLHQWt¿FD $VXQWR TXH FREUD
YLJHQFLD KR\ GDGR TXH ODV SROtWLFDV FLHQWt¿FR
tecnológica y de innovación se constituyen
una característica necesaria e ineludible en las
sociedades contemporáneas; además, son los
«ejes fundamentales de la organización política de
estas sociedades» (Quintanilla, 2007: 185) y son a
la vez un componente importante en las agendas
públicas y de la preocupación ciudadana como en
ningún otro momento previo de la historia.
Según estas conceptualizaciones, la comprensión
de las políticas públicas está mediada por el
reconocimiento de la existencia de un Estado
social de derecho; esto es, se debe tener una
noción del territorio de actuación de las políticas
públicas, pues, como lo advierten Briggle y
Mitcham (2007), cada sociedad utiliza una mezcla
de modelos que deberán ser tenidos en cuenta a la
hora de realizar una evaluación crítica de sus logros
\ GL¿FXOWDGHV SDUD DOFDQ]DU ORV ¿QHV SURSXHVWRV
\ OD LGHQWL¿FDFLyQ GH FRQWH[WRV PiV HVSHFt¿FRV
como aquel que está comprendido por el concepto
de territorio o lugar que, para este caso, es aquel
en donde operan las políticas públicas.
27
28
Una política20 puede ser considerada como
El conjunto coherente de enfoques,
principios, objetivos, estrategias y planes de
DFFLyQTXHLGHQWL¿FDQFRPSUHQGHQ\DERUGDQ
problemáticas sociales que se enfocan en el
mejoramiento de la calidad de vida de los
diferentes grupos poblacionales, bajo el
reconocimiento de los derechos civiles y
democráticos propios de un Estado social de
derecho (Gobernación de Nariño, 2008: 5).
Una política pública tiene un sentido básico,
agrega el mismo documento (Gobernación de
Nariño, 2008): el de orientarse hacia la promoción
de la participación de la población civil en la
construcción y apropiación de estrategias y
acciones que permitan a los ciudadanos ser agentes
activos en los procesos democráticos encaminados
al reconocimiento de todos sus derechos con
dignidad, y que, a su vez, trascienda dicha política
los intereses privados y corporativos, creando y
fortaleciendo las espacios de interacción entre la
sociedad civil y el Estado.
El surgimiento de las políticas públicas como campo
de conocimiento tuvo lugar en Estados Unidos poco
después de la Segunda Guerra Mundial y se extendió
rápidamente a Europa, con el interés creciente de
consolidar la reflexión sistemática frente a las tareas
que debería realizar el «Estado benefactor».
Varios estudios históricos enfocados hacia el
análisis de la ciencia y la tecnología también
señalan que las políticas orientadas a lograr
incentivar el desarrollo de estos campos se
originaron en esa época, dado el énfasis de los
gobiernos –especialmente el de Estados Unidos–
HQ OD ¿QDQFLDFLyQ FUHFLHQWH GH OD LQYHVWLJDFLyQ
20
Para Aristóteles, la política cobra sentido en la sociedad junto a la
ética, como prácticas hacen parte de un continuo entre las doctrinas
del bien y la justicia, tendientes a orientar a los seres humanos a llevar
una vida conforme al orden de la naturaleza. En la modernidad, por
el contrario, plantea Habermas, la política se orienta a la búsqueda
del domino de los males que aquejan a la humanidad, especialmente
los relativos a la violencia y el hambre [J. Habermas, (1973) The
classical doctrine of politics in relation to social philosophy. Theory
and practice. Boston. Beacon Press. Págs. 41-48].
básica; estas acciones se sustentaron en el modelo
generado por los estudios de Vannevar Bush.
EL MODELO LINEAL EN LAS POLÍTICAS
PÚBLICAS DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E
INNOVACIÓN
Este modelo toma su nombre del núcleo central
de sus planteamientos, en el cual se sustenta la
existencia de un proceso que tradicionalmente se
ha simbolizado con una línea recta cuyo punto de
inicio está constituido por la inversión económica
\VXSXQWR¿QDOHVHOELHQHVWDUVRFLDOORJUDGRSRUOD
DFFLyQGHORVFLHQWt¿FRVHLQJHQLHURVTXHJR]DQGH
ODSOHQDFRQ¿DQ]DGHO(VWDGR\ODVRFLHGDGFLYLO
gracias a la supuesta «neutralidad valorativa» con
que asumen su tarea de investigación.21
Como antecedentes de las prácticas investigativas
que se agrupan en este modelo, se pueden
señalar las que Gibbons et ál. (1997) denominan
de «la ciencia académica», que predominaron
hasta la Segunda Guerra Mundial. Llamadas
por estos autores «Modo 1 de producción del
conocimiento», está basado en el desarrollo de las
disciplinas22\HOWUDEDMRLQGLYLGXDOGHFLHQWt¿FRV
donde es posible distinguir en los procesos de
investigación un núcleo teórico que lo diferencia
del conocimiento aplicado, reservado como
característica fundamental de las «ingenierías»
/R]DQR HQ HVWH PRGHOR ORV FLHQWt¿FRV
están a cargo de la agenda de investigación, lo que
HQFXHQWUDMXVWL¿FDFLyQHQHODUJXPHQWRGH)UDQFLV
Bacon, de ser ellos los que mejor saben cómo su
WUDEDMRSXHGHEHQH¿FLDUDODVRFLHGDG%ULJJOH\
Mitcham, 2007).
La dinámica de la investigación se moviliza a
partir de los sistemas de valores metodológicos
o epistémicos que comparte una comunidad
académica; para el caso, y retomando a Kuhn (en
la «Posdata 1969»),23 Ana Rosa Pérez Ransanz
21
V. L. Olivé (2000). El bien. El mal y la razón. Facetas de la ciencia
y de la tecnología. México, D. F. Paidós-Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM).
22
/R]DQR KDFH UHIHUHQFLD D ODV GLVFLSOLQDV FLHQWt¿FDV >0 /R]DQR
(2005). Programas y experiencias en popularización de la ciencia
y la tecnología. Panorámica desde los países del Convenio Andrés
Bello. Bogotá. Convenio Andrés Bello].
23
V. T. S. Kuhn (1971). “Posdata: 1969”. En: La estructura de las
UHYROXFLRQHVFLHQWt¿FDV. México, D. F. Fondo de Cultura Económica.
Págs. 268-319. [1962]. Sitio web: Uruguay piensa. Disponible en:
http://www.uruguaypiensa.org.uy/imgnoticias/688.pdf
Fecha de
(1999), enuncia algunos de estos valores:
precisión, alcance, simplicidad, fecundidad,
consistencia, etc.
En las políticas públicas, donde subyace a
su formulación el modelo lineal, predomina
una visión internalista que presenta los logros
FLHQWt¿FRVQRFRPRFRQVWUXFFLRQHVVRFLDOHVVLQR
como las realizaciones de inventores; estos son
tratados como seres excepcionales, dotados de
un gran talento, «idealización» que aún subsiste
a riesgo de entorpecer el desarrollo de posibles
estrategias que fomenten la apropiación social del
conocimiento y la formación de nuevos talentos
para la investigación.
Es este el modelo que orienta las PPASCT + i hacia
la inversión a la manera de cheque en blanco, tal
como fue propuesto en el informe de Vannevar
Bush (1999) al presidente F. D. Roosevelt en 1945,
en el que sustentaba que la inversión en ciencia
básica traería mayor ciencia aplicada y que esta,
a su vez, traería más tecnología y, por lo tanto,
mayor desarrollo social y bienestar.
Dicho informe planteó el nacimiento de las
políticas públicas de ciencia y tecnología tal como
las conocemos hoy en día. Sin embargo, para
esa época, se basó en lo que se ha denominado
XQ FRQWUDWR VRFLDO GRQGH HO VLVWHPD FLHQWt¿FR
tecnológico es sustentado por el apoyo de la
sociedad bajo la mediación del Estado benefactor,
el cual invierte los recursos especialmente en
investigación básica, cuyos resultados difícilmente
tienen un valor en el mercado. El investigador se
PDQWLHQH UHODWLYDPHQWH DLVODGR HV GHFLU ¿MD VXV
propias reglas y metas y, a la larga, la sociedad
VH EHQH¿FLD SRU PHGLR GH OD FLHQFLD DSOLFDGD \
la innovación tecnológica (Olivé, 2003b). Pero,
FRPRD¿UPDQ0DULDQR0DUWtQ*RUGLOOR\&DUORV
Osorio:
La idea de una ciencia básica motivada por
valores exclusivamente epistémicos, de una
tecnología […] y de una sociedad que recibe
\YDORUDFRPREXHQRVORVVDEHUHVFLHQWt¿FRV
y los artefactos tecnológicos, forma parte
del conjunto de imágenes tradicionales que
no se ajustan en absoluto a las realidades
consulta: 27 junio 2011
del presente. Esa supuesta relación lineal
entre la ciencia (como conjunto de saberes
conceptuales), la tecnología (como conjunto
de prácticas ante todo materiales) y la
sociedad (como único escenario de las
disputas valorativas) que conformaría los tres
eslabones de una cadena bien ordenada, solo
resulta clara desde interpretaciones ingenuas
y poco atentas a los datos de la realidad
(Martín Gordillo y Osorio, 2003: 166-167).
Esta realidad, en la que cada vez más el
conocimiento se privatiza y se aleja de la
posibilidad de ser revertido como bien público a la
SREODFLyQ\GRQGHODFRQ¿DQ]DGHORVFLXGDGDQRV
se ve defraudada por la dependencia de la ciencia
y la tecnología frente al poder político de naciones,
JHQHUDOPHQWH HQ FRQÀLFWR VH KD DJUDYDGR SRU
la polarización de la investigación «hacia el
armamento, las técnicas de control social, la
objetería comercial, la manipulación del mercado
y la subversión del proceso democrático a través
del monopolio de la información y el consenso
prefabricado» (López Cerezo y Luján, 2001: 15).
Modelo de mercado
Su irrupción en el panorama mundial de las PPASCT
+ i ha mostrando más claramente las distinciones
entre el Modo 1 y Modo 2 de producción del
conocimiento en su nivel interno, según lo
propuesto por Gibbons et ál. (1997).24
Tiene sus antecedentes más inmediatos en el
surgimiento de la sociedad global y la economía
de mercado, sociedad en la cual la dinámica de
ORVEHQH¿FLRVGHODVHPSUHVDVGLFWDORVREMHWLYRV
24
El Modo 2 de producción de conocimiento se caracteriza, entre
otros, por tener como contexto el mercado y ser heterogéneo en
sus prácticas organizativas e investigativas, estar por fuera de las
instituciones académicas, como las universidades, desarrollar su
actividad de manera inter y transdisciplinaria con interacciones de
FLHQWt¿FRVWHFQyORJRVDJHQWHVJXEHUQDPHQWDOHV\FLXGDGDQRVHQORV
procesos de generación del nuevo conocimiento; y según Nowotny,
Scott y Gibbons, por estar socialmente distribuido, con orientación
a la aplicación y sujeto a múltiples rendiciones de cuentas [H.
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http://www.prescott.edu/faculty_staff/faculty/scorey/documents/
NowotnyGibbons2003Mode2Revisited.pdf Fecha de consulta: 9
junio 2011].
29
30
de la investigación que se debe llevar a cabo y
donde gran parte de las PPASCT + i son un intento
por reconciliar los intereses académicos de los
investigadores, las demandas de los usuarios del
conocimiento en los sectores productivos y el
Estado, como mediador y proveedor de recursos
¿QDQFLHURV
En el modelo de mercado se oponen los valores
intrínsecos del conocimiento y la tendencia
de búsqueda de la productividad económica,
dada la cada vez más reducida capacidad de
¿QDQFLDFLyQGHO(VWDGRGHELGDDORVSURFHVRVGH
SULYDWL]DFLyQ HQ DUDV GHO ORJUR GH OD H¿FLHQFLD
a toda costa. Esta situación se torna cada vez
más contradictoria por las demandas del Estado
frente al conocimiento especializado (Sarewitz
et ál., 2004), que le es necesario para garantizar
su permanencia en el poder; por lo tanto, las
LQYHUVLRQHVHQLQYHVWLJDFLyQGHEHQVHUMXVWL¿FDGDV
mediante políticas públicas de CT + i que faciliten
OD XWLOL]DFLyQ GHO FRQRFLPLHQWR WHFQRFLHQWt¿FR
como estrategias para
‡
Garantizar el ejercicio del poder
‡
Generar riqueza
‡
Resolver problemas sociales
Sin embargo, en las actuales políticas públicas de
ciencia, tecnología e innovación, formuladas bajo
los presupuestos del modelo de mercado, si bien
se encuentran estas mismas orientaciones, son más
explicitas en Colombia aquellas que favorecen
el incremento y la generación de riqueza en el
contexto de la economía de mercado y la solución
material a problemas técnicos obtenidos de los
esfuerzos intelectuales, ofreciendo protección
por parte del Estado a los inventores mediante el
sistema de patentes25.
25
«Una patente es un título de propiedad otorgado por el gobierno de
un país, que da a su titular el derecho a impedir a otros la fabricación,
venta y/o utilización comercial de la invención protegida por un
tiempo determinado» [Colombia. Ministerio de Comercio, Industria
y Turismo, y Superintendencia de Industria y Comercio (2008). Guía
Rápida de la Propiedad Industrial. Bogotá. S. e. Pág. 14. Sitio web:
Universidad Industrial de Santander (UIS). Disponible en: http://
www.uis.edu.co/webUIS/es/investigacionExtension/documentos/
guias/guiaRapida.pdf Fecha de consulta: 9 junio 2011].
Este sistema de apropiación privada del conocimiento
ha sido favorecido por la Ley 128626 mediante el
fomento a la inversión de fondos públicos para
la generación de innovaciones que respondan de
manera casi exclusiva a los intereses de los sectores
empresariales privados, legalizando esta apropiación
mediante el sistema de patentes y los modelos de
utilidad.
3RUHVWDVUD]RQHVVHSXHGHD¿UPDUTXHODVGLYHUVDV
formas que asume la propiedad intelectual alejan
cada vez más a la población de la posibilidad de
DFFHGHU DO FRQRFLPLHQWR WHFQRFLHQWt¿FR \ D ORV
EHQH¿FLRVGHODLQQRYDFLyQSRUXQDYtDGLIHUHQWHD
la inserción a la economía de mercado.
Aunado a ello, las políticas públicas de apropiación
social del conocimiento en Colombia27 cada vez se
reducen más a una declaratoria de la intencionalidad
de gobernantes y académicos que no trasciende el
espacio de la mera información28 de los logros y
DYDQFHV HQ PDWHULD WHFQRFLHQWt¿FD DO FLXGDGDQR
del común, y, en pocas ocasiones, a la negociación
de reparaciones frente a hechos consumados que
hayan generado daños o perjuicios a la población
FRPRUHVXOWDGRGHODVDFFLRQHVWHFQRFLHQWt¿FDV
3RU HOOR SXHGH D¿UPDUVH FRQ *LEERQV HW iO
(1997) que al imponerse el Modo 2 de producción
del conocimiento, la globalización de la economía
y la cooperación institucional e internacional
VHVXPDQDORVYDORUHVTXHRULHQWDQ\GH¿QHQOD
26
La Ley 1286 de 2009 plantea: «El objetivo general de la presente
ley es fortalecer el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y a
Colciencias para lograr un modelo productivo sustentado en la
ciencia, la tecnología y la innovación, para darle valor agregado a los
productos y servicios de nuestra economía y propiciar el desarrollo
productivo y una nueva industria nacional» (op. cit.).
27
«En una sociedad de mercado […] la apropiación del conocimiento
es un residuo –en ocasiones directo; en otras, indirecto– de la
inversión en investigación y en innovación, de la misma forma
que el desarrollo social es un residuo del desarrollo económico»
[Universidad EAFIT (2010). «Apropiación del conocimiento en el
contexto de políticas públicas». En: Seminario-Taller Apropiación
Social de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. Medellín. 19-22
octubre].
28
La Política Nacional de Apropiación Social de la Ciencia, la
Tecnología y la Innovación (op. cit.) en Colombia, orienta sus
estrategias de apropiación social del conocimiento a «ilustrar»
D OD FLXGDGDQtD VREUH OD LPSRUWDQFLD GH OD FLHQFLD \ GH¿QH FRPR
población objeto de sus actividades especialmente a los niños y los
jóvenes.
investigación hecha en el marco de la sociedad
actual; y esa sociedad no es otra que una sociedad
orientada por los valores del mercado.
Es así como la búsqueda de la competitividad
ha hecho que los valores técnicos como la
IXQFLRQDOLGDG OD DSOLFDELOLGDG OD H¿FLHQFLD \ OD
H¿FDFLD\ORVYDORUHVHFRQyPLFRVGHUHQWDELOLGDG
patentabilidad y viabilidad se antepongan a valores
como los de equidad, sustentabilidad, e incluso
a los valores epistemológicos e incluso, según
Acevedo Díaz (2006), los criterios de racionalidad
tecnológica como el pragmatismo y la utilidad
están desplazando aquellos que le son propios a la
UDFLRQDOLGDGFLHQWt¿FDFRPRODYHURVLPLOLWXG\OD
explicación, entre otros.
Una de las posibles alternativas para lograr un
adecuado equilibrio frente a los valores impuestos
por el mercado puede ser planteada en términos de
lograr la comprensión de que la efectividad y la
H¿FLHQFLDWpFQLFDQRHVXQREMHWLYRHQVtPLVPR
sino una valoración que los sujetos pueden hacer
acerca de objetos o procesos que tienen unas
determinadas características y que inducen a su
consideración como más o menos valiosos (Olivé,
2003).
(VWR VLJQL¿FD TXH OD HYDOXDFLyQ GH OD FLHQFLD
la tecnología y la innovación resultante de la
aplicación de unas determinadas políticas públicas,
deberá proyectarse más allá de la evaluación
GH OD H¿FLHQFLD \ OD H¿FDFLD GH OD LQYHUVLyQ
HQ LQYHVWLJDFLyQ 5HSODQWHDU ODV ¿QDOLGDGHV
implicará, de un lado, cuestionar la tendencia
al mayor enriquecimiento, la acumulación y la
privatización del conocimiento por la vía de las
PPASCT + i destinadas al desarrollo de la innovación
con fondos públicos puestos a disposición de las
empresas privadas; y, de otro lado, replantear
el hecho de que las universidades públicas, al
igual que una empresa privada, cada vez más
se asuman como espacios para la agregación de
valor a la «propiedad intelectual» generada por
las investigaciones (Nowotny et ál., 2003) en el
ámbito académico. Contrario a estas tendencias, la
investigación vinculada a la solución de problemas
sociales particulares con miras a la apropiación
social y «pública» del conocimiento, puede ser
una estrategia para evitar los obstáculos para la
democratización de la ciencia, la tecnología y los
EHQH¿FLRVGHODLQQRYDFLyQ
Modelos participativos
En la sociedad contemporánea, pese al
reconocimiento de que la ciencia y la tecnología
se ven limitadas para generar respuestas a las
múltiples demandas sociales, cada vez se hace
PiVQHFHVDULDODGLYHUVL¿FDFLyQHQVXVIRUPDVGH
producir conocimiento (Jiménez-Buedo y Ramos
Vielba, 2009), y se reclama con mayor frecuencia
HODFFHVRDORVEHQH¿FLRVGHODWHFQRFLHQFLD\OD
innovación. Reclamos que provienen, en muchas
ocasiones, de los entes gubernamentales, y que se
traducen en políticas públicas orientadas al logro
de la apropiación social del conocimiento, pero
que ahora, en la mayoría de los países y regiones
del mundo, son reconocidos como una aspiración
legítima para que se conjuguen esfuerzos de
distintos actores sociales que posibiliten la
elaboración de agendas comunes que partan
de reconocer la no contribución equitativa del
FRQRFLPLHQWR WHFQRFLHQWt¿FR DO GHVDUUROOR VRFLDO
entre países posindustriales y países en desarrollo,
como se denominan en la Declaración de Santo
Domingo (Unesco, 1999), lo que ha contribuido
al surgimiento de las movilizaciones sociales,
políticas y académicas, entre otras, orientadas
hacia la búsqueda de la participación ciudadana
HQ OD ¿MDFLyQ GH ORV UXPERV GH OD FLHQFLD \ OD
tecnología, así como de su evaluación permanente
para contrarrestar una realidad que se hace
evidente –según Osorio (2002)– en el incremento
de las diferencias entre países, regiones y grupos
sociales del mundo; esta situación aumenta con
los avances en la consolidación de la sociedad del
conocimiento, donde los más ricos se han vuelto
más ricos y la brecha entre ellos y los pobres ha
aumentado.
Las demandas por la participación ciudadana
HQ ORV SURFHVRV FLHQWt¿FRWHFQROyJLFRV KDQ VLGR
consideradas parte de los cuestionamientos acerca
de la carencia de mecanismos de deliberación
democrática que den respuestas a los impactos
negativos de la ciencia y la tecnología, generadoras
de la sociedad del riesgo (Beck, 1998), y como
31
32
resultado de la oposición frente a los modelos
tradicionales asumidos por las políticas públicas
de ciencia, tecnología e innovación, a las cuales
se oponen otras políticas que aspiran a una nueva
gobernanza de la ciencia, la tecnología y la
innovación, concibiendo el conocimiento como no
indiferente al bien y al mal; es decir, que plantean
el rechazo a la concepción de «neutralidad
valorativa» de la ciencia y la tecnología. En
parte, la razón que explica tales posturas es que
la ciencia no debería ser entendida únicamente
como un conjunto de proposiciones o de teorías,
ni la tecnología como un conjunto de artefactos
o de técnicas, sino que, aunadas a la innovación,
se deben entender como elementos de sistemas de
acciones intencionales (Echeverría, 2001).
libre juego de la oferta y la demanda los destinos
de la producción, distribución, uso y apropiación
social del conocimiento.
(V HQ HVWH FRQWH[WR GRQGH VH KDQ FRQ¿JXUDGR
las características relevantes de los modelos
participativos, los cuales están relacionados con
el cambio de concepción frente a la ciudadanía,
que pasa a ser un «agente crítico y creador en el
proceso de producción de conocimiento, como
parte de una comunidad de pares ampliada»
(Funtowicz, 2006: 71), lo cual implica que, entre
sus características, se acepte el pluralismo de
perspectivas, siendo considerados como válidos
todos los diálogos abiertos y públicos que se
generen entre agentes internos y externos a los
procesos de producción del conocimiento. Más
aún, la pertinencia del conocimiento y el valor de
ODVHYLGHQFLDVFLHQWt¿FDVHVWiQVXMHWDVDHQWUDUHQ
el campo de la discusión pública entre los expertos
y los ciudadanos, y, lo que es más importante, en
términos de apropiación social del conocimiento
«todas las partes entran en el diálogo dispuestas
a aprender […]. A través de esta coproducción
de conocimiento, la comunidad de pares
ampliada crea una democracia (deliberativa) del
conocimiento experto» (72).
En el ámbito de la producción del conocimiento
es necesario reconocer que esos intereses toman
expresión a través de los representantes electos, que
compiten por el poder para controlar la configuración
de las agendas de investigación.
Las posturas de carácter participativo asumen
la crítica frente a las políticas públicas de
ciencia, tecnología e innovación diseñadas bajo
los preceptos de los modelos tradicionales, y
proponen cuestionamientos a la imposibilidad
de acceso social equitativo y democrático a los
EHQH¿FLRV GH OD WHFQRFLHQFLD \ OD LQQRYDFLyQ
especialmente cuando han sido costeadas con
fondos públicos y cuando se dejan en manos del
Como resultado de estos cuestionamientos, se han
propuesto modelos que procuren la participación
en las decisiones de ciencia, tecnología e
innovación a través de los ciudadanos organizados
especialmente en «grupos de interés». En este
modelo, se parte de concebir los desarrollos
FLHQWt¿FRVWHFQROyJLFRV\ODVLQQRYDFLRQHVFRPR
construcciones sociales, cuyas prácticas ponen
HQ MXHJR LQWHUHVHV HQ FRQÀLFWR \ TXH D WUDYpV
del uso de instrumentos políticos29 se sustentan
socialmente y ejercen el poder político.
Los modelos participativos cada vez se hacen
más cotidianos en los países y regiones30 donde
los procesos políticos relativos a la ciencia,
la tecnología y la innovación, asumen la
forma de una nueva gobernanza e inician sus
acciones con fuertes procesos de información
y formación de la población. Y cada vez más,
en el contexto académico, aparecen propuestas
para la convocatoria a la representatividad de los
ciudadanos, junto a los expertos y políticos, con
miras a la construcción de consensos para afrontar
29
Tales como leyes, decretos y políticas públicas que tienen
fundamento en la existencia de un Estado social de derecho.
30
Betty Estévez Cedeño plantea: «En la experiencia europea,
la puesta en práctica de nuevas técnicas participativas de tipo
deliberativo puede verse como acertada, ya que ayuda a que exista
entre todos los implicados y afectados no solo una información
de lo que se hace, sino un conocimiento mínimo de las decisiones
que se toman, decisiones que afectan sus vidas en algún sentido
[…]. Las recomendaciones de los expertos expresan que los grupos
participantes y, en particular, los representantes de la ciudadanía,
han de tener un carácter más activo, de manera que se obtenga no
solamente un efecto de aprendizaje pasivo, sino de práctica activa.
En otras palabras, la implicación de la sociedad en decisiones –de
SROtWLFD FLHQWt¿FD \ WHFQROyJLFD± QR SXHGH UHGXFLUVH DO GHUHFKR D
recibir una “alfabetización” tecnológica y a emitir un voto» [B. C.
Estévez Cedeño, (2010). Gobernanza de la ciencia y la tecnología.
Fundamentaciones teóricas y aplicaciones prácticas de la
participación ciudadana [tesis doctoral]. San Sebastián. Universidad
del País Vasco (UPV/EHU), Departamento de Filosofía. Pág. 178].
los grandes problemas que plantea la construcción
y consolidación de una sociedad del conocimiento
democrática.
Es de resaltar que, en materia de las PPASCT + i,
Colombia presenta grandes avances respecto
a los demás países de Latinoamérica, lo que no
le resta importancia a la necesaria discusión de
los planteamientos de la Estrategia Nacional de
Apropiación de la Ciencia, la Tecnología y la
Innovación (Colciencias, 2010).
Tabla 1 Características divergentes en los modelos
lineal, de mercado y participativos
que se requieren para lograr una efectiva
DSURSLDFLyQ VRFLDO GHO FRQRFLPLHQWR FLHQWt¿FR
WHFQROyJLFR\GHORVEHQH¿FLRVGHODLQQRYDFLyQ
se hace necesario considerar lo siguiente:
Los seres humanos son capaces de tomar
decisiones y promover la realización de
ciertos estados de cosas en función de sus
representaciones, intereses, valoraciones,
deseos y preferencias. Los agentes sociales
vinculados a la producción, distribución y
XVR GHO FRQRFLPLHQWR FLHQWt¿FR WHFQROyJLFR
y la innovación, son agentes intencionales
capaces de hacer seguimiento de sus acciones
y, en su caso, de corregir sus decisiones y sus
cursos de acción (Olivé, 2003b: 187).
Por ello, también se deberá tener en cuenta que la
E~VTXHGD GH FXDOL¿FDFLyQ GH OD GHPRFUDWL]DFLyQ
de la ciencia, la tecnología y la innovación en las
sociedades contemporáneas hace inminente la
introducción de la complejidad y la exclusión de
perspectivas lineales en los proceso de elaboración
de planes y programas para la ejecución de
las PPASCT + i, y que a su vez la aceptación de
la complejidad introduce necesariamente la
consideración del pluralismo de los valores
presentes en todas y cada una de las acciones de
políticas públicas.
Fuente: Elaboración de la autora a partir de: M. Albornoz
(2007). «Los problemas de la ciencia y el poder». CTS: Revista
Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad. Buenos
Aires. Vol. 3, núm. 008, abril, págs. 53 y 57. Sitio web: Redalyc.
Disponible
en:
http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/
ArtPdfRed.jsp?iCve=92430805. Fecha de consulta: 8 junio 2011.
A manera de conclusión
Se presenta a continuación una tabla que trata de
orientar al lector a la consideración de una síntesis
de las características atribuibles a cada modelo,
sin la pretensión de que sea exhaustiva.
Con miras a lograr las transformaciones sociales
Bajo estos presupuestos, asumir la formulación,
implantación y evaluación de las PPASCT + i
implica aceptar que el juicio de los expertos no
está exento del juicio de valor, y que, por lo tanto,
si se busca la ampliación de las bases democráticas
de la sociedad, se requiere de políticas que sean
portadoras de la diversidad de valores que hacen
presencia en la sociedad; por ello, la perspectiva del
ciudadano del común se hace siempre necesaria.
Los enfoques alternativos a los enfoques
WUDGLFLRQDOHVGRQGHSULPDODYLVLyQGHOFLHQWt¿FR
y el tecnólogo o del agente perteneciente a las
entidades gubernamentales parten de reconocer
que cada uno de los agentes sociales es portador de
intereses diversos y enfoques cuyas metodologías
de acercamiento a los fenómenos sociales
contribuyen a visibilizar el mundo de manera
diversa. Sin embargo, la inclusión y la equidad
en el campo de acción de las políticas públicas de
33
34
apropiación social del conocimiento demandan
un gran esfuerzo por parte de los agentes sociales
para dar un salto hacia un pluralismo que se aparte
GHLGHDVWDOHVFRPRODH[LVWHQFLDGH¿QHVPpWRGRV
y valores únicos (Olivé, 2000).
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