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Transcript
Política Nacional del Deporte: las representaciones colectivas del deporte
civilizador
Profª. MANEZENCO, Ranah – UFV1 – [email protected]
Prof. SALLES, José Geraldo do Carmo – UFV – [email protected]
“El caminar (re) presenta nuevos horizontes, nuevos
acrecimos al saber. Es un movimiento continuo del „venir a
ser‟”. (Rafael Alves)
Introducción
El interés por el cuerpo y sus diferentes manifestaciones no es nuevo, sin
embargo, tal como afirma SOARES, (1998), ―el siglo XIX (…) crea y (re) crea
prácticas sociales desde una determinada concepción de ciencia, sistematizando los
movimientos corporales presentes en las relaciones cotidianas, en la diversión y fiestas
populares, en los espectáculos de calle, en el circo‖ (p.19).
En el mismo período se consolidó en Inglaterra el sport, que después alcanza un
ámbito mundial. La esportivización de los juegos populares ingleses, siglo XVIII, su
sistematización en los siglos XIX y XX, y su expansión, alcanzaron durante el siglo XX
dimensiones mundiales, tal como afirma HOBSBAWM, (1984), ―(…) las últimas tres
décadas del siglo XIX señalaron una transformación decisiva en la difusión de los viejos
deportes, en la invención de nuevos, y en la institucionalización de la mayoría, a nivel
nacional y hasta internacional‖ (p.306).
En este texto queremos reflexionar sobre el deporte como una construcción
social y corporal. La relevancia y pertinencia del estudio se justifica porque el deporte
es hoy, en las palabras de BRACHT, (1997), ―en casi todas las sociedades, una de las
prácticas sociales de mayor unanimidad en cuanto su legitimidad social‖, y aún agrega
que no es del todo equivocada la afirmación de que el deporte es uno de los fenómenos
más expresivos de este siglo. Sin duda, el deporte hoy forma parte, de una u otra
manera, de la vida de la mayoría de las personas en todo el mundo‖ (p.5).
La reflexión que nos proponemos hacer sobre el deporte está circunscrita por la
Política Nacional del Deporte de Brasil. Nuestra visión se retrata en tres momentos: 1 –
buscamos entender la configuración del Estado, y caracterizar el Estado brasileño; 2 –
analizamos la comprensión de lo que son las políticas públicas y presentamos la Política
Nacional del Deporte de Brasil; 3 – analizamos las representaciones colectivas
presentes/permanentes en esta política como posibilidad de unificar ideas, y civilizar al
individuo/sociedad.
Se trata de hacer un análisis inicial, sólo las primeras aproximaciones que nos
permite este espacio, pero estamos conscientes de la responsabilidad de profundizarla en
otros momentos, permitiendo una mayor y mejor visibilidad del proceso de (re)
construcción de un nacionalismo y actitudes más civilizadas en el interior de la
sociedad.
1
Universidade Federal de Viçosa – Minas Gerais – Brasil
MANEZENCO, R.; SALLES, J. G. C. Política Nacional del Deporte: las representaciones colectivas del
deporte civilizador. In: SIMPOSIO INTERNACIONAL PROCESO CIVILIZADOR, 11., 2008, Buenos
Aires. Anais... Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, 2008. p. 331-342.
331
Consideraciones sobre el Estado y sus relaciones con el deporte
Son variadas y diferentes las teorías que tratan del origen y de la formación del
Estado, y sus raíces nacen desde diversas áreas del conocimiento. Sin embargo, hay dos
convergencias principales entre ellas: a) el Estado es, sobretodo, un concepto; b) el
estado, tal como se concibe hoy, es una construcción social reciente.
La comprensión del Estado como un concepto es compartida por BORNHEIM,
(2003), BOURDIEU, (2005) y (BURDEAU), (2005), entendiendo que el Estado no
existe desde siempre, no es ―eterno‖, o tipificado como algo que ―siempre fue así‖,
porque solamente adquiere sus configuraciones actuales en la Modernidad.
Para pensar el Estado, según esos autores, es necesario tener claro que su
formación es resultado de un proceso en lo transcurrir de los siglos, es decir se ha
configurado en el ―curso del tiempo‖. Tiempo que necesita ser estudiado, y ELIAS,
(1993), lo considera como fundamental para la comprensión de las ―cosas‖ y su
desarrollo2 tal como ellas se nos presentan hoy,
―Cuanto más profundizamos en la riqueza de los hechos
particulares con el propósito de descubrir la estructura y las
regularidades del pasado, más emerge un contexto sólido de
procesos dentro de los cuales son reunidos los hechos dispersos
(…) hoy, los fragmentos del pasado humano reunidos en
nuestra mente y en nuestros libros por el trabajo de muchas
generaciones, empiezan, poco a poco, a encajarse en un cuadro
consistente de la historia del universo humano en general‖
(p.283).
Tampoco se considera que el Estado sea un proyecto terminado, como el ―mejor,
definitivo y inmutable‖3 . El Estado no sólo se construyó/constituyó en una ―perspectiva
de larga duración‖4, sino que sigue en un movimiento continuo de
construcción/constitución5
Tratar de explicar conveniente y convincentemente las configuraciones de ese
proceso complejo – origen, evolución y extinción del Estado moderno; cuál fue, cuál es,
cuál será el papel para esa institución – ha sido la tarea y objetivo que se han impuesto
muchos estudiosos e investigadores de diferentes matices teóricos vinculados a las
Ciencias Sociales y afines.
2
La representación de desarrollo aquí y sus diferentes posibilidades, considerada aquí, refleja la
perspectiva de acción que Norbert Elias entiende estar presente en el término desarrollo y que el proceso
de desarrollo es un proceso histórico.
3
Norbert Elias, en varias de sus obras, enfatiza esa perspectiva buscando entender el cómo y el por qué de
las características de las sociedades contemporáneas a partir de una concepción de proceso, de formación
de largo plazo, preocupándose en no abstraer el ―curso del tiempo‖ en la constitución de los Estados.
4
La idea de movimiento en Norbert Elias también puede ser inferida en la concepción de campo de Pierre
Bourdieu, una vez que para él los agentes actúan en el campo en el sentido de su conservación o la
transformación de su estructura, presuponiendo movimiento.
5
El proceso como algo provisorio es la marca básica de la historia, significando que las cosas nunca ‗son‘
definitivamente, pero ‗están‘ de pasaje, en transición. Al lado de los componentes funcionales, que
pueden trasmitir una faceta de relativa armonía y institucionalización, predominan los conflictos, a través
de los cuales las realidades están en continua fermentación.
332
Desde el punto de vista histórico, ese proceso es contemporáneo al desarrollo del
modo de producción das formaciones sociales capitalistas. Tal vez, sería más adecuado
decir que es consubstancial a las contradicciones del desarrollo de las fuerzas
productivas de ese tipo de formación socioeconómica, no solamente bajo el eje de la
teoría política fundada en la ideología liberal clásica, hegemónica en la primera etapa de
desarrollo del Estado capitalista (de concurrencia o competitivo), pero también en sus
desdoblamientos evolutivos, o sea, tanto en los Estados ―interventores‖ y monopolistas
(del tipo welfare state) cuanto en los de ―excepción‖ (nazistas y fascistas) y, mas
recientemente, en los ―reguladores‖ ( neoliberales y transnacionales).
El Estado interventor o del bienestar social, esta es la última denominación más
común, no se desarrolló de manera igual en todas las regiones. Las particularidades o las
singularidades de su evolución social, política y económica en algunos países, es
marcada por continuidades y rupturas, especialmente en aquellos pertenecientes a la
periferia de las grandes economías mundiales. En ésos, cuales excepciones solamente
confirman la regla, ningún plan, programa, o proyecto en las esferas social y económica
ha sido capaz de debelar, en lo más mínimo, las históricas desigualdades sociales, la
paralización, y el atraso económico, en fin, de superar la insistente etapa de
―subdesarrollo‖, y darles, a las personas excluidas de los progresos de la sociedad
capitalista, perspectivas de mejoría en su condición de vida.
Por cierto, Brasil se encuentra insertado en este último grupo. La desigualdad
social, consecuencia del particular desarrollo del capitalismo brasileño fue estudiada por
varios autores6.
La Constitución de 1998 trae conquistas para varios sectores de la vida social,
sin embargo ellas fueron, poco a poco, perdiéndose en medio a las propuestas, por
sucesivos gobiernos, de ajuste del Estado7. Esa situación se agrava con la ―reforma del
Estado‖, que deshizo la estructura y la actividad estatal en el camino del Estado del
bienestar social.
Según VERONEZ, (2005), después de los años de nuestra corta historia
republicana liberal (1889-1930), adentramos en un largo período de fuerte intervención
y control estatal en varios sectores de la vida social, que llega hasta los años 80. La
redemocratización del país, que culminó con la promulgación de la Constitución de
1988, cambia las reglas del juego político, pautado ahora por la institucionalidad más
democrática y legítima, en oposición al período anterior autoritario y sostenido por la
dictadura militar.
El deporte en Brasil no se quedó ajeno ni mucho menos inmune a las
transformaciones e inversiones del Estado brasileño. Es un sector que fue, y continúa
siendo, influenciado desde una relación de dependencia del gobierno, de instituciones, y
empresas estatales, sobretodo en el aspecto de manutención financiera.
De manera general, los intereses del Estado a lo largo de la historia han sido los
más diversos, porque abarcan ―(…) la ‗integración nacional‘, ‗la educación cívica‘,
‗preservación de la salud de la población‘, mejoría de la calidad de vida‘, ‗ofrecimiento
de oportunidades de ocio‘‖ (BRACHT, 2002, p.68). Los usos que se hizo del deporte
en Brasil estuvo/está relacionado, de una u otra manera, a un proyecto de nación, con la
mirada hacia a su inclusión, como país, en lo que se denomina una sociedad civilizada.
6
Podemos destacar aquí autores del pensamiento brasileño: Prado Júnior, Furtado, Fernández, Oliveira,
Fiori.
7
En 1995, a Presidencia de la República presenta su Proyecto de Reforma del Aparato del Estado,
quitando de encima su responsabilidad con el desarrollo económico y social, de donde emerge la figura
del sector público no-estatal. El papel del Estado debería ser el de promotor y regulador de ese desarrollo,
subsidiando servicios en educación, cultura, salud, etc. (BRASIL, 1995).
333
Para que se consolidara la idea del Estado-nación, se ha difundido el
―sentimiento de pertenecer‖ haciendo que un grupo se identifique a partir de algo
común, en este caso, el deporte ha sido una herramienta importante para esta
construcción. El deporte contribuye a establecer lo que ELIAS, (1997), llamó el habitus
nacional, porque para él ―los destinos de una nación se cristalizan en instituciones que
tienen la responsabilidad de asegurar que las personas más diferentes de una sociedad
adquieran las mismas características, posean el mismo habitus nacional‖ (p.29).
Fueron Norbert Elias y Eric Dunning que contribuyeron de una manera
importante al demostrar las relaciones existentes entre el desarrollo de la estructura de
poder en Inglaterra, o sea, la construcción del Estado moderno ingles, y el desarrollo de
algunos pasatiempos que adquirieron características de deporte8.
Para BOURDIEU, (1983), Norbert Elias fue en la dirección inversa de la
búsqueda de las orígenes del Estado y la relación con el deporte, tratando de ―captar la
especificidad de la práctica propiamente deportiva, o más precisamente, de determinar
como algunos ejercicios físicos pre-existentes pasaron a recibir un significado y una
función radicalmente nuevos (…)‖ (p.138).
Eric Dunning explica que Norbert Elias asume que el deporte ingles se tornó en
el patrón de un movimiento de ocio mundial por tres razones básicas a las cuales asocia
al ―trío de los controles básicos‖: 1) el desarrollo científico y tecnológico – que
corresponde al control de las relaciones de acontecimientos extra-humanos, los
―acontecimientos naturales‖; 2) el desarrollo de la organización social – que
corresponde al control de las relaciones inter-humanas, ―las relaciones sociales‖; y 3) el
proceso de civilización – en que cada miembro individual aprendió, desde niño, a
ejercer eautocontrol.
Para DUNNIG Y ELIAS, (1992), analizar las prácticas deportivas permite
analizar la sociedad, porque el deporte es uno de los fenómenos esenciales de nuestra
civilización, ―no obstante aunque las estructuras de las actividades y su significado
varíen para aquellos que en ellas participan, hasta hoy no existió ninguna sociedad
humana que no tuviese algo de equivalente al deporte moderno‖ (p.15). Por eso, ―el
deporte muestra con toda claridad un campo de considerable significado social‖ (p.17).
En eso radica la motivación de este estudio, una vez que Norbert Elias al
preocuparse por significado del deporte para la sociedad adopta, como Émile Durkheim,
la preocupación más global de esos significados, una preocupación colectiva de esas
representaciones, prefiriendo la síntesis en lugar del análisis, considerando que hombres
y mujeres no existen por separado e independientes en la sociedad. Así, también se
preocupará en descubrir algo inmutable, allende los cambios observables, y busca esas
conexiones relacionando el deporte con el proceso civilizador, elaborando el concepto
de ―configuraciones sociales‖, red de relaciones de individuos, interdependientes que se
encuentran ligados entre si en varios niveles y de diferentes maneras, el deporte es una
de ellas.
Expresiones como el proceso social, o desarrollo social son
simplemente símbolos conceptuales que reflejan el modo
singular de la existencia de ese continuo entrelazar de planes y
de acciones de seres humanos (…) el proceso del juego es
exactamente ese: una configuración dinámica de seres humanos
cuyas acciones y experiencias se interconectan continuamente,
representando un proceso social en miniatura‖ (p.87).
8
ELIAS, Norbert; DUNNING, Eric. Deporte y ocio en el proceso de la civilización. 2. ed. México:
Fondo de Cultura Económica, 1995.
334
De acuerdo con ELIAS, (1992), la emergencia de un nuevo gobierno
parlamentario en Inglaterra en el transcurso del siglo XVII, alternando ciclos de poder
entre los grupos que competían entre sí con reglas combinadas, terminó por interrumpir
un ciclo de violencia. Los grupos precisaron desarrollar ―nuevas competencias técnicas
y estratégicas exigidas por la confrontación no violenta‖. Esa nueva manera de relación
con el adversario se expandió también para otras manifestaciones de esa configuración
social, reflejada en sus hábitos, en especial, en los divertimentos de los grupos.
Políticas Públicas
La concepción de Estado moderno, como propulsor de políticas públicas emerge
de una base jurídica, o sea, el Estado Moderno, tal como lo conocemos, es también el
Estado del derecho. Lo que se percibe es que la constitución del Estado Moderno
también aparece como el resultado positivista del Derecho y del Poder. Admitiéndose
que actualmente persiste esa visión en la concepción del Estado, ese mismo, con el
status de Gobierno, asume el papel de establecer políticas públicas para atender
determinadas demandas sociales.
Así, de acuerdo con JACOBI, (1993), el Estado crece cuando se viste del status
de gobierno, siendo capaz de ejercer funciones contradictorias, sea en el sentido de la
acumulación de capital o sea en la dirección de su legitimidad, creando ―bases de
consenso por medio de las acciones de sus instituciones‖ (p.4).
En este campo, de las políticas públicas, en que prevalecen tres modelos
explicativos – el económico, el evolucionista y el de base política – se puede pensar la
elaboración de políticas públicas de manera más ampliada. Esas
―Expresan la necesidad de reglamentación de la vida social,
domesticando, sobretodo, las camadas sociales subordinadas
por medio de la diseminación de un modo de vida considerado
apropiado por las clases dirigentes; el interese de las
burocracias en alargar su esfera de poder y aumentar su
visibilidad, lo que se haría a través de las políticas
gubernamentales; demandas de grupos organizados que dan
origen a las políticas que atiendan sus necesidades‖ (SILVA e
SILVA, 1997, p. 29).
La perspectiva que se encuentra en las páginas oficiales del gobierno brasileño,
señalan las políticas públicas como aquellas que comprenden las decisiones del
gobierno en diversas áreas que influyen en la vida de un conjunto de ciudadanos. Son
los hechos que el gobierno hace o deja de hacer y los efectos que tales acciones, o la
ausencia de estas propuestas provocan en la sociedad. Ellas tienen como objetivo:
- la regulación o intervención en la sociedad;
- la articulación de diferentes sujetos con intereses y expectativas diversas;
- presentar una correspondencia entre lo que los gobiernos deciden hacer o no,
siendo un conjunto de acciones u omisiones bajo la responsabilidad del Estado;
De esta manera, las políticas públicas presentan una misión específica. También
sus objetivos deben ser claros y direccionados porque tienen a justificar la intervención
pública. De forma general, las políticas pueden ser definidas como un conjunto de
acciones, de procesos, de interacciones e intercambios entre actores que tienen lugar en
el ámbito del poder público‖ (GRAU, 2002, p. 34).
Desde esta perspectiva, la política pública posee siempre un carácter estatal,
aunque su ejecución por medio de programas, proyectos, y actividades pueda involucrar
335
agentes privados. Ese es el planteamiento que está presente en las páginas oficiales del
gobierno.
Para nuestra reflexión sobre la Política Nacional del Deporte adoptamos la
concepción de GRAU, (2002), para la cual las políticas públicas, dentro de los estados
modernos, se ha convertido en un instrumento clave en la organización de la sociedad,
adelantando aún, que ellas ―no solamente codifican normas y valores sociales e
influencian la conducta de las personas, sino y también contienen modelos de sociedad‖
(GIL, 2002, p. 153).
Por estas razones, las políticas públicas son importantes en los procesos de
construcción de la sociedad a nivel cultural, legal, moral y económico, y comprender las
representaciones colectivas presentes en la política del deporte, nos ayuda a entender las
implicaciones y las expectativas para la conducta social.
Dada la complejidad del tema, esperamos con algunas apreciaciones, agregar
algo más al debate, una vez que este se localiza, en su mayoría, en los análisis
evaluativos de ejecución de la política, sin percibir como el texto expresa las
intenciones, las perspectivas de planteamiento y conducta deseadas. Es lo que
pretendemos al analizar las representaciones colectivas sobre el deporte presentes en la
política.
Cabe ahora presentar los elementos centrales de la política, su amplitud, sus
perspectivas/expectativas, su ―misión‖.
Política Nacional del Deporte: ideas centrales en el texto y sus representaciones
Con la afirmación ―Deporte, una cuestión de Estado‖ se inicia la presentación de
la política. El rescate del texto constitucional, bien como la misión del Ministerio del
Deporte, nos remite a una idea que concurre, juntamente con otras, de un Estado Social
interventor, que se preocupa por las demandas sociales, en este caso, la del deporte y
ocio, y que entiende que la propuesta ―iba a transformarse en poderoso instrumento de
acción del gobierno‖.
Se retomó el slogan del final del período militar, sosteniendo la idea de que ―el
deporte para todos (…) se está tornando una realidad‖. El gobierno, por medio de su
ministerio, ―asume la posición de proponente, elaborador y articulador,
responsabilizándose por la realización de programas que respondan a las demandas
sociales generadas en un momento histórico de garantía y ampliación del conjunto de
derechos‖.
La política se dice ―concreta, con foco en la inclusión social y atenta a todo
potencial del mundo deportivo (…). Es un nuevo concepto que está siendo implantado‖.
Para ejemplificar la inclusión social se menciona el Programa Segundo Tempo. ―Se ha
creado otro turno en la escuela, con refuerzo alimentario, refuerzo escolar y actividades
deportivas. Son niños y niñas que podrían estar en las calles, pero están ganando
dignidad, salud y ciudadanía‖.
Es en la misma presentación que se encuentra el ―tono‖ de la política y las
representaciones que ella encierra del deporte: ―El deporte y el ocio como factores de
promoción de la salud traspasan esta política de punta a punta, del niño al anciano, al
portador de necesidades especiales, a todos en fin (…) La actividad física pasó a ser
vista como algo fundamental, que debe estar presente en el cotidiano de las personas‖.
Hay un destaque para el deporte de alto rendimiento, afirmando que ―el
resultado de esas acciones ya se transforman en medallas conquistadas en todo el
mundo‖, reconociendo, en especial, el ―potencial económico del deporte‖. ―En su
cadena productiva, esta actividad gana cada vez más importancia en la formación de la
336
riqueza nacional. Es importante factor de generación de trabajo y renta, y contribuye
también de este modo para la inclusión social‖.
En palabras del Ministro del Deporte de aquél momento, Agnelo Queiroz,
―Nuestro mayor reto no es solamente la divulgación de una política más, pero, por
medio de su efectiva implementación, despertar la consciencia nacional para actuar
delante del potencial del deporte como factor de desarrollo humano y de fortalecimiento
de la nación‖.
En lo que se sigue el Gobierno explica su concepto y expectativa del deporte.
―El deporte no es para nosotros un instrumento para
atacar apenas éste o aquél problema, por más grave que sea. El
deporte es, eso sí, un poderoso factor de desarrollo humano en
un sentido más amplio, porque contribuye de forma decisiva
para la formación física e intelectual de las personas.
Como recreación, o como competición, el deporte sólo
trae ventajas para todos nosotros, y por eso debe ser tratado
como una actividad esencial, como la salud y la educación. El
deporte introduce en los niños valores como la solidaridad, el
respeto al prójimo, la tolerancia, el sentido de lo colectivo y la
cooperación.
Un joven que practique deporte conseguirá más
fácilmente un trabajo, pues tendrá más disciplina, capacidad de
liderazgo, respeto a las reglas y nociones de trabajo en equipo.
El deporte también previne enfermedades y garantiza el
bienestar físico y mental de las personas, y con eso nos aporta
un sentimiento de paz. Además, hace que la persona adquiera
consciencia en la relación al funcionamiento del cuerpo
humano‖.
Aún el Ministerio del Deporte señaló los puntos que quiere sean visibles en su
políticas, que destacamos ahora para nuestro análisis.
―Todas las acciones del Gobierno Federal en el área del deporte
siguen, hoy, una Política Nacional del Deporte, algo inédito en
Brasil. Son conceptos y acciones desarrolladas por el
Ministerio del Deporte. Ellos incluyen todos los tipos de
deporte, de la recreación a la competición, y esperan beneficiar
todos los brasileños, en especial aquellos social y
económicamente excluidos‖.
Expuestos los ejes centrales de la política, y la comprensión del deporte
presentada en ella, buscamos en Émile Durkheim la afirmación de que los conceptos
son representaciones colectivas que se constituyen como significados sociales mucho
más unificadores de un grupo, de una sociedad, que particularmente del sentido
individual atribuido para determinada práctica social.
Aunque se pueda cuestionar el estudio de las representaciones como una manera
de comprender los conceptos aceptados en la sociedad, no se puede negar la importancia
que ellas adquieren por permitir nuevas visiones para las prácticas sociales. Como el
propio DURKHEIM, (2000), argumenta sobre la validez de lo que propone: ―Una
representación colectiva, por ser colectiva, ya presenta garantías de objetividad, pues no
es sin razón que ella fue capaz de generalizar y mantenerse con suficiente persistencia.
337
Si ella estuviese en desacuerdo con la naturaleza de las cosas, no podría haber adquirido
un dominio amplio y prolongado sobre los espíritus‖ (op. cit., p.486).
Es esa persistencia, según el autor, que va garantizar el funcionamiento y la
estabilidad de las estructuras en una determinada sociedad que es sui generis, poseedora
de características propias, por eso las representaciones que expresa tienen un contenido
distinto de las representaciones individuales. Ellas son un producto, fruto de la
cooperación que engendra espacio y tiempo, que se construyen a partir de las diferentes
asociaciones, mezclas, combinaciones de ideas y sentimientos, que traducen la
experiencia y el saber de varias generaciones.
―Las representaciones colectivas atribuyen con frecuencia a las
cosas a las cuales se relacionan, propiedades que en ellas no
existen bajo ninguna forma y en ningún grado. Sin embargo,
aunque puramente sean ideas, los poderes que a ellas son
conferidos actúan como si fuesen reales; determinan la
conducta del hombre con la misma necesidad de las fuerzas
físicas‖ (DURKHEIM, 2000, p.237).
Representar es evocar la presencia de algo, o una idea, aunque ausente. Es
presentar nuevamente. Las representaciones son las matrices prácticas constructoras, en
un largo proceso, del mundo social, confiriéndole significados que permite comprender
la cultura. El deporte es entendido aquí como un componente de la cultura humana,
históricamente construido, que puede/es (re) presentado por y en la sociedad.
En las ideas centrales del texto, anteriormente expuestas, y ahora con esa
complementación sintética que también presenta la política, encontramos las
representaciones colectivas del deporte que queremos señalar por su construcción
histórico/social, su permanencia, y su perspectiva civilizadora de los individuos y de la
sociedad.
En una apreciación más general, que culminó con la elaboración de la política,
concordamos con BRACHT, (2002), al afirmar que ―la mercantilización del deporte
significa la extensión de la lógica de la mercadería para el ámbito de las prácticas
corporales (el ocio), tanto en el sentido del consumo de prestación de servicios
(servicios y equipamientos), cuanto en la producción y en el consumo del espectáculo
deportivo y de sus subproductos‖ (p.196).
Para Norbert Elias el proceso civilizador implica una serie de percepciones,
ideas, y conductas que hacen la humanidad del individuo, y de la sociedad, porque el ser
humano no nace civilizado, y el proceso civilizador individual al cual el será sometido,
es una porción del proceso civilizador social. Esta construcción de civilidad se
encuentra reflejada en la política de manera destacada.
Otra representación que el texto trae es lo que llama de ―nueva cuestión social‖,
la inclusión. Tal cuestión no es tan nueva como se pretende, ya fue objeto de otros
gobiernos en sus relaciones con el deporte, cuando comprendió el carácter integrador
del deporte, buscando ofrecer al individuo su integración a la nación, confiriéndole una
identidad social.
Según MAZZOTTA, (s/d), ―la complejidad que envuelve la cuestión de la
identidad persona, de la identidad social y aún de las identidades nacionales se debe, en
gran parte, a la dualidad determinada por la presencia o ausencia de participación activa,
dignidad y respeto. En otras palabras, se debe a las situaciones de inclusión y exclusión,
o marginalidad del ser humano mientras es un ser que piensa y actúa‖.
También se refieren a la formación física e intelectual, a la salud y a la
educación, otras representaciones contenidas en la política. Se presenta una relación de
338
dependencia de esos aspectos humanos con el deporte, lo que no es nuevo, ya que se
remonta el siglo XIX.
La concepción de salud sigue manteniendo una relación directa de causa y efecto
con el deporte. Fue usada como principal argumento para el fortalecimiento de los
cuerpos, en el período post revolucionario, para la defensa del territorio y en la
preparación para el mundo del trabajo.
Tal como en los tiempos de la dictadura militar a través de la inserción del joven
en los deportes, se percibe una representación más: en la que el deporte tiene la
capacidad de distanciarlo de las drogas y de la violencia, sacándolo de la marginalidad.
El texto retoma la perspectiva de fortalecimiento de la nación por medio del
deporte9. Como proceso civilizador, el deporte también introduce en los niños valores
de solidaridad, respeto al prójimo, tolerancia, sentido de lo colectivo y cooperación.
Todos estos comportamientos son esperados en las sociedades modernas, para la
armonía social y como consecuencia, participan de la construcción y el fortalecimiento
de la ciudadanía, además de promover la ―adaptación‖ de los individuos a la sociedad,
disciplinándolos10.
El cuadro sintetiza lo que el deporte permite desarrollar en los
individuos/sociedad según la política. Desarrollar:
solidaridad
respeto al prójimo
respeto a las
reglas
autoestima
disciplina
nociones de trabajo
en equipo
comunicación
sentido de lo colectivo
capacidad de liderazgo
tolerancia
cooperación
vida
saludable
Y evitar:
enfermedades
evasión de la escuela
consumo de drogas
criminalidad
El deporte es el guardián de las ―virtudes‖ individuales y comportamientos
socialmente esperados/civilizados.
Para LIPOVETSKY, (1994) citado por Bracht, (2002), ―Hasta mediados del
siglo la referencia a las virtudes será centrará en las representaciones del deporte; si
debe ser alabado e incentivado es porque desarrolla las más elevadas calidades morales.
El propio espectáculo deportivo está ligado al principio moral (…). En la era moderna
heroica, el deporte se presenta como una pedagogía de la moral, un aprendizaje de las
virtudes‖ (p.203).
Después de poco más de un siglo del surgimiento del deporte, muchas de las
representaciones permanecen (re) configurándolo. Esas atribuyen al deporte una
capacidad de promover individual/ colectivamente la mejoría de la condición de la
existencia humana, forjando conductas y resolviendo problemas sociales.
En los años 70 el gobierno brasileño decía al pueblo: MUÉVETE. En los 80 el la
publicidad era: DEPORTE PARA TODOS. Ahora en los 90, el incentivo viene con las
representaciones anteriores de salud y bienestar, y agrega: IINCLUSIÓN. Esas ideas
atribuyen al deporte un poder que en él, de per si, no hay, pero en eso reside la fuerza de
las representaciones.
9
Ver BRACHT, V. Esporte, História e Cultura. In: PRONI, Marcelo e LUCENA, Ricardo (org.).
História Esporte e Sociedade. Campinas, SP: Autores Associados, 2002.
10
Ver BRACHT, Valter. A criança que pratica esporte respeita as regras do jogo... capitalista. Revista
Brasileira de Ciências do Esporte, São Paulo, v. 7, n. 2, p. 62-68, jan. 1986.
339
La sociedad y el típico comportamiento hoy considerado civilizado, no siempre
han sido así. Para Norbert Elias el es fruto de un proceso que ocurrió en consonancia
con el desarrollo de la modernidad, y considera que esa estructura de comportamiento
mantiene una íntima relación con la organización de las sociedades occidentales en la
construcción del Estado.
Norbert Elias explicó en su teoría que el deporte es, en la sociedad moderna, un
instrumento de regulación social de la violencia física, un medio para pacificar el cuerpo
y temperar el uso ilegítimo de la fuerza. Con el deporte moderno se ha aprendido el
alejamiento, el contacto corporal y el control de la agresividad. Dominar esas reacciones
afectivas y relacionales es una de las tareas que cumple el deporte por eso tiene esa
magnitud en el proceso de domesticación de los cuerpos, y de su civilización.
La conducta civilizada pasó a ser buscada en el interior de varias instituciones.
La sistematización y reglamento del deporte, que crea nuevas ―configuraciones
sociales‖ en su interior, estableció un estrecho vínculo con la sociedad en la búsqueda
de dicho comportamiento civilizado, y el deporte ganó un papel destacado en la
unificación de la sociedad.
Las representaciones, brevemente señaladas, hacen parte de ese ―conjunto
civilizado‖ de percepciones, entendimientos, conductas que armonizan los individuos y
la sociedad.
Tal como afirma FILHO, (2004), ―La sociedad es la única fuente de humanidad
del hombre; es a través de ella que se transciende la pura vida orgánica del hombre,
tomándolo en su individualidad. Apenas la vida colectiva hace del individuo una
personalidad, conformando la conciencia moral y pensamiento lógico que tiene origen y
destinación social‖ (p. 142).
El deporte como fenómeno mundial, se consolida como un mecanismo
explicativo esencial para valorar y comprender el simbolismo colectivo que establece
algunos pilares en la realidad social. Como afirma DURKHEIM, (2003), ―Una sociedad
no puede crearse y ni recrearse sin, al mismo tiempo, crear lo ideal. Esa creación no es
una especie de hecho suplementario a través del cual la sociedad se complementaría una
vez formada, pero el hecho por el cual ella se hace y se rehace periódicamente‖ (p. 467).
Para crear y recrear las representaciones sobre si misma, la sociedad impone un
cierto conformismo moral y lógico, para que no haya desistencias. Tal proceso se hace a
través de la consciencia colectiva.
El tema de las políticas públicas como las representaciones colectivas
puede/debe ser profundizado desde diferentes perspectivas, pero de momento vale
destacar que ellas son mucho más que un simple instrumento de intervención
gubernamental. Ellas podrán ser utilizadas como una manera de educar a la población.
El Estado puede imprimir comportamientos deseables sobre la población por medio de
la construcción de nuevas representaciones y una ―constelación‖ de políticas.
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