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des-encuentros, 2014,
Vol 12, P 54-60
Nuevas Tendencias en el Deporte:
Moda o Innovación
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Nuevas Tendencias en el Deporte:
Moda o Innovación
José Tomas Cortes Díaz 1
Abstract: Physical activity and sport are kinetic expressions of man's capacity at the individual, social
and cultural sphere, understood as open proposals that
all subjects involved. These offers may appear as new
trends and the Crossfit and Military Training, among
others, emerge as something new, but its foundations
are in the basics of gymnastics schools and for this case
in Sweden.
The theoretical basis of this paper is supported by the
text of Zygmunt Bauman (2011) “culture in the world of liquid modernity” which aims to provide a critical reflection
regarding the new sports trends and the impact these
have resulted in society as a syndrome of novelty.
Keywords: Fashion, Innovation, Society, News, Sports,
Trend.
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1 - Fundación Universitaria Luis Amigó, Colombia - [email protected]
des-encuentros, 2014,
Vol 12, P 54-60
Resumen: La actividad física y el deporte son expresiones de la capacidad cinética del hombre en el ámbito
individual, social y cultural, se entienden como propuestas abiertas en las que participan todos los sujetos. Estas
ofertas pueden aparecer como nuevas tendencias, así el
Crossfit y el Entrenamiento Militar, entre otras, surgen
como algo nuevo, sin embargo, sus cimientos se encuentran en los fundamentos de las escuelas de gimnasia y
para esta caso en la Sueca.
El sustento teórico de este escrito se apoya en el texto
de Zygmunt Bauman (2011) “la cultura en el mundo de la
modernidad líquida” cuya finalidad es aportar una reflexión
crítica en relación a las nuevas tendencias deportivas y el
impacto que estas han generado en la sociedad como un
síndrome de novedad.
Palabras Claves: Moda, Innovación, Sociedad, Novedad, Deporte, Tendencia.
Cortes, J.
La consideración de que las manifestaciones de
la actividad física y el deporte son expresiones
propias de un tipo de estratificación social que
ha ido ganando adeptos, en un modelo socialeconómico donde el consumismo y la capacidad
de desechar y cambiar generan en el imaginario
colectivo una idea de progreso y desarrollo.
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Desde la perspectiva económica, la actividad física y el deporte representa una preocupación
para los grupos empresariales que la sustentan
desde la novedad, de ahí que, la creación de tendencias es para dichos grupos una necesidad,
que se traslada a la comunidad. Esa voracidad
por hacer parte de lo nuevo, le dificulta al consumidor reflexiones en torno al origen e intenciones de la tendencia… ¿de dónde viene, quién
la desarrolla y bajo qué postulados? Una posible
respuesta analizando el pensamiento de los grupos social-económicos sobre el propósito de lo
nuevo, se deduce del pensamiento de Heidegger
(1972 p. 200): despertar el interés y el deseo de
todos aquellos individuos que no tienen una
vida auténtica, que viven en un estado de permanente novedad.
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Algunas de las ideas que Elias y Dunning (1992),
se convierten en una excusa para entender la
dialéctica entre deporte y sociedad. Según los
autores, “el deporte es considerado como una
actividad trivial, recreativa, que utiliza más el
cuerpo que la mente y que carece de valor económico, por lo tanto, no plantea problemas de
importancia comparados con la económia y la
política” (p. 14). Con referencia a lo anterior, se
tiene que asumir una posición crítica y un tanto
sospechosa frente al concepto de deporte que
presenta la cultura occidental, pues la proposición de trivialidad ubica al deporte en el campo
de lo instrumental y lo reduce a una cuestión del
cuerpo, de lo físico, despojándolo de sus posibilidades formativas.
Si se acepta como algo insignificante, ligero, sin
importancia, se justifica el escaso compromiso
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de ciertas élites administrativas, tanto estatales
como privadas, sobre lo que el deporte puede
ofrecer a la sociedad como medio para lograr
fines diferentes a lo económico y lo estético. Es
decir, las instituciones puedan utilizar slogan
como: el deporte es el mejor aliado para la educación;
deporte: un medio para formar, no deja de ser un discurso cosmético y amañado que muestra a las
personas como lo más importante, sin embargo, las acciones no dan cuenta de ello. Ademas,
como se citó anteriormente (Elias y Dunning,
1992), si se considera la afirmación de que el
deporte carece de valor económico, entonces
¿cómo se explica el poder monetario y político
que circula alrededor de las diversas formas y
prácticas deportivas?
Ahora bien, el deporte ha desarrollado su propio campo de acción y aparece en contextos diferentes al económico y lo estético, es así, como
desde la política, la educación y lo social, entre
otras áreas, se ha visto como un instrumento
para lograr diversos fines, que son evidentes en
investigaciones, impacto social, triunfos deportivos, entre otros; dando cuenta de que es un
espacio importante en la sociedad moderna y
hace parte activa de toda su estructura.
Solo para presentar dos perspectivas que dan
cuenta del impacto en la sociedad, se identifica,
primero, el deporte como un medio que permite
adelantar procesos para la formación de individuos y posibilita una construcción continua que
va realizándose a lo largo de la vida; segundo,
como un producto terminado que se reduce a
un instrumentalismo donde solo se pretende la
producción corporal (rendimiento), desde esta
mirada, el sentido estético, mercantil y financiero son la base del proceso, conviertiéndolo en
un modelador social que estratifica y permite la
movilidad social.
En la dialéctica entre deporte y sociedad, esta
última es variable y diversa, considerando el
tiempo y el entorno; describe a un grupo de
individuos de una misma cultura, con criterios
y costumbres similares que comparten un estilo de vida en contextos comunes (gimnasios,
centros de acondicionamiento, entrenamiento
y demás), donde lo nuevo se convierte en un
mecanismo de seducción que forma parte de
la identidad social y deportiva; de ahí que, no
solo se generan vínculos de tipo deportivo, sino
afectivo, político, educativo, emocional, entre
otros, que en última instancia son los que configuran la funcionalidad e interdependencia de la
sociedad como estructura compleja.
Siguiendo a Bauman (2003, p. 33), el hombre
moderno experimenta e idealiza el progreso y
el desarrollo en los postulados y responsabilidades de lo colectivo, que lo lleva a no aceptar como válida la variedad y la novedad, es
decir, lo diferente. Ahora bien, su tendencia a
la estabilidad no concibe alteraciones repentinas de su condición homeostática, negándose
la autonomía y libertad como ser humano, así,
sus actividades terminan siendo simples y rutinarias, realizadas de manera sumisa y mecánica,
rechazando acciones producto de la iniciativa y
creatividad individual. La sociedad moderna, en
su sobrecogedora e inextinguible sed de creación en nombre de un diseño nuevo y mejorado, desmantela, elimina, invisibiliza, fusiona o
reduce teorías, modelos y prácticas, en aras de
aumentar la productividad y la competitividad;
en consecuencia, el deporte es una expresión de
la modernidad.
Se reconoce el deporte moderno en el seno de
la Revolución Industrial; surge a partir de los
cambios generados en los procesos sociales,
políticos y económicos del periodo comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y la
primera parte del siglo XIX. Dichas transformaciones dieron como resultado la legitimación
de una serie de prácticas como la libre competencia, la ganancia a toda costa, las normas y los
reglamentos deportivos como un mecanismo
de control, la búsqueda de la eficiencia o mane-
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jo de tiempos, entre otras, que buscan además
del rendimiento físico, la producción industrial.
Así, lo que se presentó en este período fue una
optimización del recurso humano, basada en el
ejercicio, para el beneficio de los procesos manufactureros, que pasaron del trabajo manual a
la fábrica con modelamiento en serie; desde allí
se legitima la versión del deporte que conocemos actualmente (Quitián, 2013).
La innovación que se dio en el deporte durante
la revolución industrial transcendió a la época
actual. Hablar de innovación es hablar de cambio, para efectos de este texto, cambios sociales
como la ocupación del tiempo libre para mejorar la calidad de vida de las personas, los que se
presentan en la educación con el propósito de
optimizar los procesos de enseñanza y aprendizaje, y los giran alrededor de los parámetros de
la estética y la belleza. Las transformaciones de
algunas prácticas existentes se hacen visibles a
través de mecanismos de divulgación y comunicación que les otorgan una identidad propia,
pero resulta un tanto inocente que, si de deporte se trata, tal identidad sea llamada innovación
cuando es una modificación de algo que ya fue
creado y trabajado en otro lugar, en un tiempo
diferente, con lo que el impacto ya ha sido probado. Dicho de otra manera, la innovación, para
el caso, no puede ser una copia arreglada de
algo existente, es más un proceso que se construye a partir de unas prácticas deportivas que
generan relaciones con un entorno cambiante,
y que, además, pretenden darle solución a una
necesidad puntual de una población concreta,
garantizando el bienestar de los seres humanos
que allí interactúan.
Paralela a la innovación aparece la moda, entendida como la usanza de algo por un grupo
y un tiempo determinado; ha sido considerada
como un fenómeno social, cultural y económico. Como fenómeno cultural, la moda es el
resultado de la aceptación popular de valores,
creencias e imaginarios colectivos que han sido
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Cortes, J.
Cortes, J.
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influenciados por las diferentes ideas surgidas
a través del tiempo. Para Bauman (2011) “la
cultura hoy se ocupa de ofrecer tentaciones y
establecer atracciones con seducción y señuelos
en lugar de reglamentos, con relaciones públicas
en lugar de supervisión policial: produciendo,
sembrando y plantando nuevos deseos y necesidades en lugar de imponer su deber” (p. 18). De
ahí que, la cultura sea vista como un mecanismo
que sirve para mediar entre las clases y jerarquías
sociales, para la cultura solo los elegidos eran
poseedores del título de hombre culto, debido a
su pasión por lo estético y la intelectualidad; en
la actualidad, la cultura no tiene hombres cultos, sino que tiene clientes, a los cuales tiene que
seducir, ofertar, llenar de necesidades nuevas y
cambiantes o mantenerlas insatisfechas. La cultura de hoy se ha convertido en un instrumento
más de las estrategias comerciales del modelo
deportivo- mercantil.
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Con base en lo anterior y, entendida la moda
como un fenómeno cultural, se sitúa a la cultura en una posición de asistencia frente a los
colectivos económico. En esta perspectiva, la
moda en el deporte permanece en una movilidad continua, su maleabilidad y fluidez la constituyen en un insumo, no es un producto físico,
es un fenómeno adaptable en el tiempo y a las
sociedades, su energía vital reside en la renuncia
humana a ser único y el deseo a la uniformidad;
la dialéctica de pertenecer, pero a la vez de independencia. La moda- dice Simmel (citado por
Bauman, 2011, p. 25) “es una forma particular
de vida que procura asegurar una solución de
compromiso entre la tendencia a la igualdad social y la tendencia a la singularidad individual”.
Así el deporte, a través del surgimiento de nuevas prácticas, le sirve a los grupos comerciales,
para que mantengan la avidez y la seducción de
la comunidad como un síntoma de actualidad y
bajo la promesa de una vida mejor y de mayor
calidad.
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La construcción del cuerpo ha sido una cuestión histórica, es así como a finales del siglo
XIX e inicios del siglo XX se convierte en una
prioridad y, para ello las escuelas de gimnasia
(escuela alemana, sueca, francesa y los juegos
deportivos de los ingleses) sirven como medio
ideal para lograrlo; la aplicación de cada escuela
estaba determinada desde los fines bio-políticos
de la época, es decir, en primera instancia se
requería un hombre fuerte, posteriormente un
hombre fuerte y estéticamente bien formado,
además de la adquisición de normas de higiene corporal y de convivencia social. El deporte,
como instrumento para estos fines, permitió
formar un hombre integral que pudiese servir
para el trabajo, para la defensa de la soberanía
nacional y construir futuros deportistas; se había puesto en evidencia un importante recurso
para desarrollar la fuerza y la vitalidad de los jóvenes, pero así mismo, un medio para el control
del ímpetu de la juventud, para la época.
Lo dicho hasta aquí, hace suponer que la construcción y estética corporal se relacionan con
las diversas manifestaciones deportivas y, que
estas se derivan fundamentalmente de las escuelas de gimnasia. Cada nueva tendencia aparece
más como un proceso de reciclaje que de innovación, con variaciones de forma y no de fondo;
los aeróbicos por ejemplo y todas las tendencias
deportivas que tienen que ver con la música fueron muy representativas de la escuela Sueca y la
Alemana; también el Bootcamp o entrenamiento militar tiene sus raíces aquí, se utilizó como
medio para preparar al soldado, desarrollar lo
estético y corregir defectos físicos, se hacía mediante un orden y voz de mando (González
Boto, R., Madrera mayor, E., Salguero del Valle, A. 2004). La escuela Alemana desarrollo una
preocupación por exaltar a los más fuertes mediante la práctica de juegos, luchas y combates
violentos que infringían dolor y sufrimiento a
los competidores; en la actualidad se cuenta con
prácticas como el Body Combat, es un combate
que combina diversas técnicas; también el Vale
Todo, que es un deporte supremamente violento, y el Roller Derby, que consiste en un juego
de contacto entre dos equipos en patines que
se caracteriza por su violencia, entre otros. Por
su parte, la escuela francesa establece una concepción natural, el cuerpo es un todo para el
desarrollo físico integral, así se le da fuerza a
una modalidad que en la actualidad se denomina Parkour.
El Crossfit, por ejemplo toma el orden de la escuela Sueca, así como sus ejercicios fundamentales por núcleos principales (brazos, piernas,
tronco, saltos, trepas y destrezas), esta tendencia
fue inicialmente retomada en California a mediados del noventa y sirvió como preparación
de policías, se trata de encadenar una serie de
ejercicios con diferentes intensidades, algo igual
a lo que se hace hoy; lo mismo ocurre con el
entrenamiento en suspensión o TRX, fue actualizado por soldados del ejército de EE UU, pero
esto lo venían trabajando desde la escuela Sueca
y Alemana con ejercicios que requerían rutinas
con la cuerda y el trepar.
Al relacionar las escuelas de gimnasia y las nuevas tendencias deportivas, hay que considerar
que el surgimiento de estas prácticas está asociado a factores económicos, culturales y sociales; desde la perspectiva social se busca ser
diferente a través de las acciones y características que inclinan al sujeto hacia un rango de
individualidad, pero también siente la necesidad
de pertenecer a algo, para este caso, la práctica
deportiva cubre esa necesidad. Culturalmente,
las nuevas tendencias dan la sensación al individuo de estar a la moda, de ser actual, moderno,
se siente identificado con algo y con un grupo
de personas que comparten intereses en el deporte. En lo económico, la preocupación de los
grupos empresariales consiste en mantener la
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oferta, de seducir a través de novedades y cada
nueva tendencia es un nuevo producto que se
exhibe; para la sociedad moderna, la sociedad
de consumo; la cultura y la moda son medios
y mecanismos para atraer nuevos clientes y el
deporte es un producto confiable, fresco y con
todas las posibilidades de ser nuevamente novedoso.
Con base en los análisis anteriores y bajo las
significaciones de moda, innovación, sociedad,
deporte, entre otros términos, se puede concluir
que todo lo que se viene presentando como una
nueva tendencia ya fue aplicado en otros contextos y para otro tipo de personas con otras
necesidades específicas, y lo que se viene presentando como una innovación no es más que
una modificación de lo existente, modificación
que incluye características que lo hacen producto para exhibir como algo seductor. En un comienzo las escuelas aportaron su metodología,
su campo epistémico y conceptual para la formación de un hombre fuerte y bien preparado
para el trabajo y para la defensa del territorio,
pero también sirvieron como modelo práctico
para las nuevas formas y tendencias que se vienen generando en el medio.
Habría que preguntarse también, cuál es el sustento teórico- conceptual donde se soportan las
modificaciones que se han venido realizando a
la propuesta original, sin duda, cada periodo y
cada contexto requiere una adaptación especial,
lo cual exige ser revisado desde una base teórica
que le dé validez a lo que se está haciendo.
Referencias
- Bauman, Z. (2003). Modernidad líquida (Fondo de
cultura Económica, ed.) (p. 232). México.
- Bauman, Z. (2011). La cultura en el mundo de la modernidad líquida. (Fondo de cultura Económica, Ed.)
(p. 101). México.
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Cortes, J.
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- Cortés Díaz, J. T. (2013). Análisis en torno a la relación entrenamiento deportivo - formación de sujeto
deportista desde perspectivas críticas latinoamericanas: caso Indeportes Antioquia 1996 - 2011. (Tesis de
maestría). Universidad San Buenaventura, Medellín.
Recuperada de http://hdl.handle.net/10819/1649
- Elias, N. y Dunning, E. (1992). Deporte y ocio en el
proceso de la civilización. Madrid: Fondo de Cultura
Económica.
- González Boto, R., Madrera mayor, E., Salguero del
Valle, A. (2004). Las escuelas gimnásticas y su relación
con la actividad física y educación física actuales. España. Recuperado de http://www.efdeportes.com/
efd73/gimn.htm
- Heidegger, M. (1972). Ser y Tiempo (Traducción de
Jorge Eduardo Rivera, 1997) Editorial Universitaria.
Santiago de Chile.
- Quitián Roldán, D. L. (enero-junio, 2013). Deporte y
modernidad: caso Colombia. Del deporte en sociedad
a la deportivización de la sociedad. Revista Colombiana de Sociología, 36(1), 19-42.
- Rodríguez, A., Alvarado, H. (2008). Claves de la innovación social en América Latina y el Caribe. (p. 236).
Editorial Cepal. Santiago de Chile.
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