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T ,t ,t Cuidado con los stalkers (acosadores online) Detrás de redes sociales como Facebook, Twitter o Tuenti pueden esconderse personas que acosen tu identidad. Protege tu “yo virtual” Amigos con derecho… ¿a roce virtual? Chica conoce chico –o viceversa-, hasta ahí todo normal. La relación comienza a formalizarse: intercambiáis números de teléfono, direcciones de correo y, como vivimos conectados, os hacéis amigos vía Facebook. Comentarios en tu muro, mensajes privados y emails esporádicos, que en un principio te resultan agradables. El problema surge cuando ese bombardeo se acaba convirtiendo en una situación de acoso y derribo continuo en tu perfil. ¿Cómo ha pasado de ser encantador a un auténtico pesado? “Detrás de un acoso en las redes sociales se encuentran personas que desean mantener una relación ficticia a toda costa”, señala Suárez. Es difícil asimilarlo, pero puede que ese nuevo amigo, o aquel que nunca imaginabas, sea los diez mandamientos ¿Sabías que las redes sociales tienen su propio código de honor o sus diez mandamientos? De ellos te hablaremos próximamente (también puedes buscarlos googleando en Internet), pero ya te adelantamos que precisamente el mandamiento número 4 es “No stalkearás a la mujer de tu prójimo”. ¡Ley sagrada! un stalker encubierto. “Cada persona es responsable de sus actos en una red social”, afirma Gaby Castellanos, CEO de Sr. Burns, en la mesa redonda www.tusentidocomun.com. Pero precisamente por eso, el límite virtual, determinado por las cláusulas de privacidad de cada red social, lo pones tú. Ten cuidado: la vida online es una extensión de la vida offline. Si crees que estás sufriendo el ataque de un stalker, es el momento de ponerle freno. Ante un stalker, ¿cómo actuar? “Al principio era encantador, pero terminó siendo un acosador paranoico. Me espiaba en Twitter y Facebook, además de mandarme mensajes día y noche”, confiesa Carla, de 29 años. Puede que te cueste, pero lo primero que tienes que hacer es pedirle –de forma educada, con el fin de no aumentar la tensión- a esa persona que deje de agobiarte con mensajes en tu Inbox y posts en el muro. Si tras pedírselo por activa y por pasiva no reacciona y continúa con esa actitud, debes denunciar el acoso a los responsables de la red social. “Usa el botón de denuncia de Facebook. Está ahí para determinar quién puede o no estar online”, señala Castellanos. Tras comprobar la veracidad de tu queja, terminarán bloqueando textos: paula mata. fotos: NICK ONKEN e s posible que detrás de ese bombardeo insoportable de mensajes, llamadas o “toques” que recibes en tus redes esté un exnovio rencoroso, un admirador secreto o un completo desconocido, pero en realidad cualquiera puede convertirse –casi sin darse cuenta- en un stalker. Según Alejandro Suárez, empresario y autor del libro Desnudando a Google (Deusto), “la globalización y el anonimato que otorgan las redes sociales han favorecido la aparición de este nuevo fenómeno de ciberespionaje virtual”. Y es que, una pequeña obsesión en forma de cotilleo online puede desencadenarse en un delito. Si por tu cabeza rondan preguntas como: “¿esto que estoy sufriendo es acoso?”, “¿cómo puedo defenderme?” e incluso “¿es posible que yo sea también uno de ellos?”, sigue leyendo… y cerrando esa cuenta. Pero, ¿qué sucede si se registra con otro usuario y sigue el ciberacoso? “Acude a la policía. Ellos darán con él a través de la IP de su ordenador gracias a sus avanzados métodos de investigación y rastreo online”, apunta Suárez. ¿Eres una de ellos? pues ponle freno REDES SOCIALES lo que nunca debes hacer... No agregues a contactos que no conoces de forma compulsiva. Nunca se sabe realmente quien puede estar detrás. ● No confíes en nadie en las redes sociales, y menos si sólo es un conocido. Para comprobar que es quién dice ser pregúntale algo. Si observas una muestra de sospecha puede ser un impostor. No dudes en denunciarlo a los responsables de la red. ● No te dejes llevar por una foto de perfil demasiado insinuante y atractiva, y más cuando te ha enviado una solicitud de amistad. Puede ser un señuelo y esconder un posible stalker. ● No tengas un perfil público y abierto a todo el mundo. Tienes que configurar tu privacidad. En todas las redes sociales existen diferentes grados y niveles de acceso para poder segmentar tu información personal. ● Cuesta admitirlo, pero puede que hayas sucumbido a la tentación y seas una stalker. Pequeños gestos como ojear a diario el perfil social de tu objetivo, por costumbre o necesidad, escribir en su muro, pero nunca recibir respuesta, o sentir el deseo de conocer sus movimientos, pueden delatarte. “Al romper con mi novio empecé a entrar en su perfil de Facebook. Ese cotilleo inocente se convirtió en una obsesión y sentía la necesidad de investigarle permanentemente”, confiesa una lectora anónima. “Si no me agradaba lo que hacía le mandaba un privado. Decidió eliminarme de su lista de amigos, sólo así me di cuenta de que era una stalker”, añade. ¿La solución? Enseña a tu mente a decir “no” cuando tengas un deseo radical de clicar en su perfil. Si aún así no consigues frenar tus impulsos deja a un lado tu vida online. ¿Cómo? Cierra tus perfiles en las redes sociales, solo así evitarás caer en la tentación. Pasado un tiempo prudencial –que depende de cada persona y situación- podrás volver a registrarte en Facebook y tener -por fin- una sana vida online. Siéntete segura en Facebook Entra en tu cuenta y haz clic en la pestaña “configuración de privacidad”. Podrás gestionar la privacidad de tus publicaciones (comentarios, fotos, links…), determinar que amigos tuyos quieres que tengan acceso limitado o restringido a tu información y establecer la privacidad total de tu perfil para el resto de usuarios. Además existe una opción para poder bloquear y denunciar a aquellos contactos que te envíen solicitudes de amistad erróneas o mensajes ilícitos. ¿Un plus? Infórmate de todas las actualizaciones de seguridad de FB en www.facebook.com/safety y pincha en “me gusta”.