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UN EX ARISTÓCRATA SE EUFORIZA CON SOL Y LLUVIA todos un buen y pegado reventón sonoro. Sol y Lluvia convoca mágicamente, como pocos grupos lo consiguen, a cierta gente al salto y al canto gritado propios del hincha futbolístico. Tanto así que cuentan la historia de un hombre perteneciente a una importante y adinerada familia chilena de apellido rimbombante aunque ya a esas alturas en completa decadencia-, quien boicotea los festejos y celebraciones nocturnas caseras santiaguinas de sus amigos o conocidos, por lo general llevadas a cabo en el sector oriente, alegándole a todos el hecho de que animen la jarana con música moderna y cantada en otra lengua: “¡Esto no nos llevará a nada bueno, a nada que cambie para bien este país inauténtico!”. Y a cualquier reparo que le pongan, fulmina: “dejen de fumar esa mierda burguesa -en alusión a la marihuana- y A lgunos temas de Sol y Lluvia -“Para que nunca más en Chile”, “Mi paloma”, “Adiós General” o “Voy a hacer el amor”- son canciones, o acaso himnos, de muy buena vejez, que aún hoy logran estimular el canto al unísono de miles de personas, a casi 30 años desde que los hermanos Labra (Amaro, Charles y más tarde Johnny) empezaron a tocar juntos en sus ratos libres. Y es que Sol y Lluvia, grupo de protesta por excelencia, ha combinado -más rústicamente que Los Jaivas, por cierto- el instrumental del rock (bajo eléctrico, batería y sintetizadores) y el del folclore (quenas, zampoñas y charangos) con resultados positivos y originales, ritmos acabalgados y primitivos, acompañamientos melódicos tan importantes como el canto principal, oscilaciones que logran que la música suba y baje de intensidad sin nunca perder su fuerza, y finales que atisban el lado más psicodélico del grupo, haciendo 20 TheClinic Por Juan Pablo Abalo Resultado: muchos invitados, sobre todo las invitadas, se van, y otros pocos, los dispuestos a no tener en sus manos el control de la noche, se quedan ahí al aguaite, a ver este espectáculo, gracioso sin duda, pero también decidor respecto al Chile nuevo. Y como, pese a lo popular que fue el grupo, no siempre hay música de Sol y Lluvia en las casas que frecuenta este ex aristócrata,le echa mano a Youtube para encontrar la mentada canción. Ya en sonando ésta, grita y salta con todas sus fuerzas, las que no menguan por efecto del vino; al contrario, se entusiasma y abraza a todo el mundo, incentivando a la masa a saltar como si estuviesen en el estadio. Esto lo repite al menos tres o cuatro veces y vence las resistencias con frases lapidarias: “Ya pues, mierdas burguesas, dejen el arribismo”. Medio gritando y algo borracho, sindicalizando el carrete ABC1, exige que se ponga música, en sus palabras, proletaria: “¡Sol y Lluvia hay que poner en esta mierda de carrete capitalista!”. subánse al carro revolucionario”. Así, con insistencia y simpatía a partes iguales, exige, medio gritando y algo borracho, que se ponga música, en sus palabras, proletaria. “¡Sol y Lluvia, Sol y Lluvia hay que poner en esta mierda de carrete capitalista!”, grita una y otra vez. Luego dice: “¡De una buena vez todos vamos a cantar Por Pudahuel y La Bandera (así llama inexactamente a la canción “Un largo Tour”). Tanta es su insistencia que el festejo suele dar un giro y, de sopetón, se convierte en algo más parecido a una reunión sindical que a un carrete ABC1 sonorizado con Radiohead y esas vainas. Al término del festejo, que por lo general se anticipa por efectos de su iniciativa, camina este hombre a su casa y, al llegar, vuelve a poner la canción dos o tres veces más en su pieza, solo, y ya sin saltar ni gritar con la convicción con que lo hacía en el festejo, sentado en el borde de su cama, canta a media voz : “A esta hora, justamente, a esta hora / En que necesitas despertar / Alejando de tu vida la mentira / Quisiera sacarte a caminar / En un largo tour / Por Pudahuel y La Bandera... / Y verías la vida tal como es”. Y así, con proletaria saudade, va este ex aristócrata quedándose dormido. sabía usted que: … El mago Jiménez se sacó un gran pezón de encima.
