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Eduardo Sainz de la Maza (1903-1982) Platero y yo (Suite para Guitarra) I. Platero II. El loco III. La azotea IV. Darbón V. Paseo VI. La tortuga VII. La muerte VIII. A Platero en su tierra Edición crítica: José Manuel González Introducción Eduardo Sainz de la Maza (1903-1982) Eduardo Sainz de la Maza se relacionaba con los círculos intelectuales de la época, lo que le llevó a estrechar lazos de amistad con personalidades destacadas del mundo cultural catalán. Una de estas personalidades es Antonio Armet, productor musical y fundador del sello discográfico Ensayo, en donde podremos encontrar grandes nombres de la música española, tanto compositores, como son Albéniz, Arriaga, Falla, Guridi, Halfter, Sor, Toldrá o Turina, como destacados intérpretes de la talla de Federico Mompou, Estebán Sánchez, Ros Marbá, López Cobos, Achúcarro, García Asensio, Teresa Berganza o José Carreras entre otros. El guitarrista, compositor y pedagogo Eduardo Sainz de la Maza nace el 5 de enero de 1903 en Burgos. Sus estudios musicales empiezan en su ciudad natal de la mano de Santiago Landache. Recibe sus primeras clases de guitarra de Daniel Fortea en Madrid. Posteriormente se traslada a Barcelona y es aquí donde desarrolla su mayor actividad musical. Conoce a Miguel Llobet de quien recibe clases esporádicamente. A los 14 años hace su presentación en la actualmente desaparecida Sala Mozart de Barcelona como concertista de guitarra. La fecha de composición de la suite Platero y yo (1968) es muy significativa, ya que coincide con la fecha de fundación del sello discográfico catalán y con la celebración del 10º aniversario de la muerte de Juan Ramón Jiménez, célebre escritor y autor de la famosa obra literaria Platero y yo en la que está basada esta obra para guitarra sola. La obra es un encargo del propio Antonio Armet, de ahí que se compusiera en un periodo relativamente corto (menos de un año), teniendo en cuenta que Sainz de la Maza era un compositor al que le gustaba revisar mucho sus obras e invertía mucho de su tiempo impartiendo clases de guitarra. Su composición tardó poco en concebirse debido también a que utilizó como movimientos de la suite algunas pequeñas obras preexistentes, como es el caso de El loco y Paseo. Armet eligió los capítulos del libro de Juan Ramón Jiménez en los que se basaría la música. El encargo surgió de la idea de realizar una grabación para el sello discográfico en donde la música estuviera interpretada por Regino Sainz de la Maza (hermano de Eduardo y afamado guitarrista) y los capítulos al completo recitados por un hermano del propio Armet. Por estas fechas, empieza a estudiar violonchelo del que llegará a terminar la carrera, siendo un buen intérprete. Al final de la década de los años 30 abandona el estudio del violonchelo para dedicarse definitivamente a la guitarra. Entre 1928 y 1933 empieza a estudiar composición con Enric Morera (alumno directo de Albéniz y Pedrell) quien le transmite su interés por la música impresionista. Después de la guerra civil su actividad concertística con la guitarra continúa hasta bien entrados los años 50 cuando definitivamente se dedica casi exclusivamente a la pedagogía de la guitarra y a la composición. Sus obras más relevantes datan de esta época, en la que ya gozaba de más tranquilidad a nivel personal. Dado que también realizó muchos conciertos con una orquesta de jazz, tanto con la guitarra como con el saxofón, su catálogo de obras es variado con clara influencia de esta música. Su catálogo para guitarra es relevante y variado, destacando un estilo propio y ecléctico en donde se pueden escuchar aportaciones del impresionismo, el jazz y la música tradicional española. Su obra es íntima y lírica con un amplio despliegue de las posibilidades armónicas del instrumento. Estuvo dando clases prácticamente hasta el final de su vida. Muere en Barcelona el 5 de diciembre de 1982. La idea original se alejó bastante de la realidad. Se empezó a grabar en Barcelona aunque nunca llegó a finalizarse, debido quizá a la alta exigencia poética y musical que se esperaba del proyecto y que no se vio reflejada en los primeros intentos de grabación. Por lo tanto, la obra se convirtió en una suite para guitarra sola a la que Eduardo Sainz de la Maza le añadió una selección de textos extraídos de los capítulos del libro de Juan Ramón Jiménez en los que están basados cada uno de los movimientos, contextualizando así la obra. La suite al completo fue estrenada finalmente varios años después por el guitarrista Narciso Yepes, según unas notas al Platero y yo y Antonio Armet La vida de Eduardo Sainz de la Maza estuvo marcada por su gran relación con la vida cultural en general, y más concretamente musical, de su entorno. Siempre interesado por la música y los músicos, llegó incluso (según palabras de sus familiares más allegados) a participar en una especie de sindicato u organización de apoyo a éstos. Lo cierto es que V trotecillo alegre que se describe en el libro. programa realizadas por Carlos Gómez Amat de un concierto que dio el guitarrista en 1971 en Madrid. Según estas notas la obra se estrenó en Japón. En la parte C se vuelve a la tonalidad de Re menor, con el mismo motivo de la introducción, acordes desplegados en arpegios pero esta vez con una sección modulante más extensa, para acabar el movimiento con la parte B. Platero y yo, Suite para Guitarra Dentro del catálogo de obras para guitarra de Sainz de la Maza, nos encontramos ante su composición de mayor envergadura, no sólo por la duración de la misma, sino también por la alta exigencia armónica y técnica requerida del instrumento. Lejos de ser una música meramente descriptiva, la suite Platero y yo va más allá, adaptando el lenguaje armónico de la guitarra a la poética colorista de Juan Ramón Jiménez. Dividida en 8 movimientos, la suite posee una sonoridad cercana a la música impresionista tratada desde una mera influencia musical más que desde una clara intención de realizar una composición al más puro estilo de Debussy o Ravel. Este impresionismo se mezcla con la idea de extraer la esencia de la música tradicional española, o más concretamente andaluza ya que la composición literaria está escrita por un poeta andaluz, basada geográficamente en Andalucía. Todo forma un conjunto de exóticas estampas donde Sainz de la Maza mezcla sus acordes más impresionistas con melodías populares o cadencias muy cercanas al folclore español. Cada movimiento posee su propia identidad sonora, algunos más cercanos al impresionismo francés y otros más acordes con la música tradicional o popular, pero formando un todo que nos sumerge de lleno en la estética de Juan Ramón Jiménez. Acaba con un acorde de sexta añadida resolviendo una 7ª sobre el acorde de tónica con un armónico, aludiendo quizá a esa textura brillante del acero y la plata a la que hace referencia el capítulo del libro. El loco. 2º movimiento, capítulo séptimo. Nos trasladamos en este movimiento a la tonalidad de Mi Mayor en donde predominan los acordes de 7ª en todas las funciones tonales. Podemos dividirlo en tres partes, la primera de ellas hasta el compás 12, en donde es la presentación de ese carácter loco con melodías acabadas siempre descendentemente, mezclando en el principio del primer tema la escala de Mi Mayor con el modo Frigio, rebajando el tercer y segundo grado de la escala. La segunda parte abarcaría hasta el compás 23 repitiendo en esta parte un acorde desplegado (primero en semicorcheas y luego en fusas) de Mi Mayor con 6ª añadida, aludiendo quizá a ese correteo de los gitanos al que se alude en el libro. Contrarrestando esta persecución están los acordes que le siguen, más estáticos, aludiendo al carácter impasible de Juan Ramón Jiménez. La última parte (compás 24) es musicalmente una mezcla de secciones anteriores en donde se evoca el recuerdo y el eco de lo que acaba de acontecer, acabando con “esa serenidad armoniosa y divina” que viene reflejada en el capítulo. Posiblemente este movimiento ya existiera anteriormente con el título de Preludio, y que Sainz de la Maza incluyó en la suite posterior ya que existe una grabación por Regino Sainz de la Maza de 1958 (RCA Española, 3L16118). Platero. 1er movimiento, capítulo primero. En este primer movimiento, Sainz de la Maza juega con las tonalidades de Re menor y su homónimo mayor. La forma corresponde al esquema A B C B, en donde C es un pasaje modulante con muchos elementos de la parte A. La azotea. 3er movimiento, capítulo veintiuno. Este es el movimiento con más carácter andaluz, de claro sentido tonal en La Mayor. Es el menos descriptivo de todos, centrándose en esa melodía que canta una muchacha y que Sainz de la Maza la escribe basándose en el conocido “vito” acompañándola siempre con acordes de 7ª. El carácter alegre y popular está extraído de la descripción que hace Juan Ramón Jiménez de la vida de un típico pueblecito andaluz. El final donde en la partitura se lee semplice es clara referencia al final del capítulo donde se termina con una alusión a Platero que juega “como un tonto”. La parte A corresponde a la introducción, en la tonalidad de Re menor y hecha de acordes desplegados en arpegios donde el compositor busca la mezcla de sonidos de la guitarra, como si quisiera describir la textura de Platero, terminando con la modulación al mayor con cambio de armadura en clara referencia a los ojos y a esa textura más dura y cristalina. La parte B corresponde al tema principal, ya en Re Mayor organizado en 2 pequeñas frases de 4 compases, después en dos frases de 5 y 6 compases con un claro carácter insistente (recordemos que Juan Ramón Jiménez nos habla de que come todo lo que le da) para posteriormente volver a aparecer las dos primeras frases del principio, en una clara forma reexpositiva. En toda esta parte B existe una línea de bajo que recuerda al principio y con clara alusión al Darbón. 4º movimiento, capítulo cuarenta y uno. Se ajusta a una clásica forma A-B-A. Se describe aquí el doble carácter del médico de Platero con el comienzo con énfasis y acentos en acordes disminuidos y acordes por cuartas donde se alude VI