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FAO DOCUMENTO
TECNICO DE PESCA
303
Guía de
campo
sobre
los
tipos de
insectos
y de
ácaros
que
infestan
el
pescado
curado
CONTENIDO
Compilado por
C.P. Haines
y
D.P. Rees
Storage Department
Overseas Development
Natural Resources Institute
Slough
Berkshire (Reino Unido)
M-47
ISBN 92-5-302827-0
ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA
ALIMENTACION Roma, 1990 © FAO
PREPARACION DEL DOCUMENTO
El presente documento ha sido preparado, en virtud de un contrato con la FAO, por el
Overseas Development Natural Resources Institute (Reino Unido). El texto ha sido
compilado por el Dr. C.P. Haines y el Sr. D.P. Rees, del Departamento de
Almacenamiento del ODNRI. Los compiladores desean agradecer a las fuentes
citadas al pie de las ilustraciones por haber autorizado su reproducción. El objetivo de
las siguientes páginas es recoger algunas informaciones sobre la identificación,
importancia y biología de los principales tipos de insectos y ácaros que infestan el
pescado curado. Será especialmente útil en las actividades de capacitación destinadas
a la previsión de las pérdidas del pescado curado posteriores a la captura. El proyecto
de capacitación FAO/DANIDA GCP/INT/391/DEN sobre tecnología y control de calidad
del pescado ha suministrado los fondos para la preparación e impresión del
documento.
Distribución:
Departamento de Pesca de la FAO
Oficinas Regionales de la FAO
Oficinas de los Representantes de la FAO en Africa
Proyectos de Pesca de la FAO
Selector HP
Autores
DANIDA
Haines, C.P.; Rees, D.P. (comps.)
Guía de campo sobre los tipos de insectos y de ácaros que infestan el
pescado curado.
FAO Documento Técnico de Pesca No. 303. Roma, FAO. 1990. 29p.
RESUMEN
Esta guía de campo presenta información básica sobre la identificación,
importancia y biología de los principales tipos de insectos y ácaros que
infestan el pescado curado. Contiene nociones generales sobre el
desarrollo y ecología de los insectos y acáridos, así como algunas
orientaciones sobre la recogida, examen y conservación de muestras. Se
recogen ilustraciones de los cuatro principales tipos de plagas (Necrobia
rufipes, Dermestes spp., Lardoglyphus spp. y Diptera), con indicaciones
sobre su nombre científico y vulgar, aspecto, ciclo biológico y ecología. Se
recogen también indicaciones sobre los daños que pueden causar al
pescado curado y sobre los factores ecológicos relacionados con el manejo
de plagas y la reducción de las pérdidas. Como guía para ulteriores lecturas
se ofrece una bibliografía seleccionada.
Los hiperenlances que remiten a sitios Internet distintos de los de la FAO no implican,
de parte de la Organización, ratificación oficial o responsabilidad respecto a opiniones,
ideas, datos o productos presentados en dichos sitios, o una garantía de validez
acerca de las informaciones que contienen. El único propósito de los enlaces a sitios
distintos de los de la FAO es proporcionar otras informaciones disponibles sobre
asuntos conexos.
CONTENIDO
1. INTRODUCCION E INFORMACION GENERAL
1.1 Importancia de los Insectos y Acaros en Relación con el Pescado Curado
1.2 Ciclo Biológico y Desarrollo de los Insectos y Acaros
Ecología General de los Insectos y Acaros que se Encuentran en el Pescado
1.3
Curado
1.4 Recogida y Examen de los Insectos y Acaros
1.5 Conservación de las Muestras
1.6 Principales Tipos de Insectos y Acaros que se Encuentran en el Pescado Curado
2. NECROBIA RUFIPES
2.1 Nombres Vulgares
2.2 Descripción y Rasgos Distintivos
2.3 Ciclo Biológico
2.4 Ecología
2.5 Daños Producidos al Pescado Curado
2.6 Factores Ecológicos Relacionados con la Reducción de las Pérdidas
3. DERMESTES spp.
3.1 Nombres Específicos y Vulgares
3.2 Descripción y Rasgos Distintivos
3.3 Ciclo Biológico
3.4 Ecología
3.5 Daños Producidos al Pescado Curado
3.6 Factores Ecológicos Relacionados con la Reducción de las Pérdidas
4. LARDOGLYPHUS spp.
4.1 Nombres Específicos y Vulgares
4.2 Descripción y Rasgos Distintivos
4.3 Ciclo Biológico
4.4 Ecología
4.5 Daños Producidos al Pescado Curado
4.6 Factores Ecológicos Relacionados con la Reducción de las Pérdidas
5. DIPTEROS
5.1 Nombres Específicos y Vulgares
5.2 Descripción y Rasgos Distintivos
5.3 Ciclo Biológico
5.4 Ecología
5.5 Daños Producidos al Pescado Curado
5.6 Factores Ecológicos Relacionados con la Reducción de las Pérdidas
6. BIBLIOGRAFIA
6.1 Entomología y Acarologías Generales
6.2
6.3
6.4
6.5
6.6
Plagas del Pescado Curado (y otros alimentos)
Necrobia rufipes
Dermestes spp.
Lardoglyphus spp.
Dipteros
FIGURAS
Figura
1
Figura
2
Figura
3
Figura
4
Vista dorsal de adulto (izquierda) y larva (derecha) de Necrobia rufipes
Vista dorsal de adulto (izquierda) y larva (derecha) de Dermestes maculatus
Vista dorsal de hembra adulta de Lardoglyphus konoi (izquierda) y vista ventral
de hipopo de L. zacheri (derecha)
Cara dorsal de adulto de Calliphora vicina (arriba) y vista lateral de una larva de
Piophila casei (debajo)
CUADROS
Cuadro
1
Cuadro
2
Caracteres distintivos de los adultos de las especies Dermestes que se
encuentran en el pescado curado
Familias, géneros y especies de moscas que se encuentran en el pescado
curado
1. INTRODUCCION E INFORMACION GENERAL
Los insectos y ácaros infestan con frecuencia el pescado curado durante el
proceso de elaboración y después de él, sobre todo en los trópicos y
subtrópicos. El objeto de esta guía de campo es ofrecer algunas
informaciones básicas sobre el aspecto y ecología de los principales tipos de
insectos y ácaros que causan daños en el pescado curado.
1.1 Importancia de los Insectos y Acaros en Relación
con el Pescado Curado
El pescado curado puede sufrir considerables pérdidas de peso como
consecuencia de los daños causados por los insectos y ácaros que se
alimentan de él. En condiciones adversas, se han registrado pérdidas
cuantitativas de hasta el 30% como consecuencia de los daños causados
por las moscas durante la elaboración, y de hasta el 50% como
consecuencia de los daños provocados por los escarabajos en varios meses
de almacenamiento. En condiciones más idóneas de elaboración y
almacenamiento, las pérdidas de peso debidas a la infestación de plagas
suelen ser muy inferiores a esos valores extremos, pero normalmente
representan una pérdida significativa, que podría reducirse mediante la
prevención y lucha contra las plagas. Los informes, publicados y sin publicar,
sobre las pérdidas debidas a los daños causados por los insectos en el
pescado curado han sido resumidos y analizados en FAO (1981).
Las plagas pueden provocar también la fragmentación del pescado curado
(FAO, 1981), lo que a su vez puede provocar la merma cuantitativa de los
fragmentos pequeños (o la imposibilidad de destinarlos al consumo humano)
y un descenso de calidad acompañado de una pérdida de valor, pues
normalmente se paga un precio más elevado por las piezas intactas. La
contaminación por organismos vivos o muertos o por sus desechos y
excrementos deteriora también el aspecto externo, lo que puede reducir el
valor del pescado. Además, los insectos y ácaros transmiten con frecuencia
esporas de moho, y el calor y la humedad producidos por las infestaciones
intensas pueden crear condiciones idóneas para el crecimiento del moho
incluso en el pescado anteriormente seco.
1.2 Ciclo Biológico y Desarrollo de los Insectos y
Acaros
En la evolución desde huevo a adulto los insectos y ácaros atraviesan
diversas fases. Al final de cada una de ellas pierden la anterior piel o cutícula
(que forma un tenue esqueleto externo) y en la siguiente fase se presentan
con una cutícula nueva, que inicialmente es elástica y por lo tanto le permite
crecer antes de endurecerse.
En muchos insectos, incluidos los escarabajos y moscas que se encuentran
en el pescado curado, las fases inmaduras son completamente diferentes,
por su aspecto, de los adultos; este tipo de ciclo biológico recibe el nombre
de metamorfosis completa. En dichos insectos, el huevo madura y se
convierte en larva, que puede tener tres pares de patas articuladas (por
ejemplo, la mayor parte de las larvas de escarabajos) o carecer de patas
(por ejemplo, las larvas de mosca). Lo que hace una larva es
fundamentalmente alimentarse y crecer; atraviesa varias fases y muda antes
de alcanzar su máximo tamaño. Una vez alcanzada la última fase, la larva
se transforma en una pupa ápoda y sin boca. Durante la fase de pupa, el
cuerpo del insecto va adquiriendo su forma adulta. Esta reorganización
puede ser visible en las pupas que tienen cutículas finas (por ejemplo, las
pupas de escarabajo), mientras que en otros casos es un proceso oculto
(por ejemplo, en las pupas de mosca la última cutícula no se pierde sino que
va aumentando de grosor, convirtiéndose en un pupario que encierra a la
pupa). Finalmente, la pupa muda y se convierte en un adulto de seis patas,
normalmente con uno o dos pares de alas. El adulto puede nutrirse del
mismo alimento que la larva o de un alimento distinto, o tener una vida tan
breve que no necesite alimentarse; tanto si se alimenta como si no, el
objetivo primario de la fase adulta es la reproducción y la puesta de huevos.
Puede verse una información detallada sobre la estructura y desarrollo de
los insectos en Richard y Davis (1977, 1977a).
En todos los ácaros y en algunos insectos, las fases inmaduras se parecen
mucho a los adultos no sólo en el exterior sino también en sus hábitos
alimenticios y comportamiento general; este tipo de ciclo biológico se llama
metamorfosis incompleta. En los ácaros, el huevo madura y se transforma
en una larva de seis patas, que luego muda para dar lugar a una ninfa con
las ocho patas que caracterizan los ácaros y a otros arácnidos. La ninfa se
desarrolla atravesando dos o tres fases ninfales. Normalmente las ninfas son
muy semejantes a los organismos adultos, de los que se distinguen sobre
todo por su menor tamaño y por la falta de aberturas genitales externas. En
las especies de acáridos que se encuentran normalmente en el pescado
curado se observan dos fases ninfales normales (protoninfa y tritoninfa). Sin
embargo, entre estas dos fases normales puede aparecer un tipo especial
de deutoninfa - un hipopo, que tiene un aparato bucal pequeño y no se
alimenta, pero que dispone de una serie de ventosas que le permiten
adherirse a los insectos y, de esa forma, dispersarse. La última fase ninfal
muda convirtiéndose directamente en adulto, que se alimenta de la misma
manera que las ninfas normales pero tiene órganos genitales plenamente
desarrollados para la reproducción. Para una información más detallada
sobre el desarrollo y biología de los acáridos véanse Hughes (1976) y Krantz
(1978).
1.3 Ecología General de los Insectos y los Acaros que
se Encuentran en el Pescado Curado
Una vez producida la infestación por parte de un insecto o ácaro su
población tiende a aumentar en forma exponencial, es decir, su número total
va aumentando geométricamente en intervalos de tiempo iguales. En
condiciones ideales para las distintas especies, el ritmo de crecimiento
puede ser muy elevado. Por ejemplo, en los coleópteros comunes que se
encuentran en el pescado curado el ritmo óptimo de crecimiento es entre 25
y 30 veces en 4 semanas (Howe, 1965); es decir, en condiciones óptimas,
de una hembra fértil podrían nacer entre 15 625 y 27 000 coleópteros en 12
semanas. Los arácnidos tienen un ritmo de crecimiento demográfico todavía
superior, con tasas óptimas que pueden llegar a ser de mucho centenares
de veces al mes. Si las condiciones de elaboración y almacenamiento del
pescado favorecen el desarrollo rápido de las plagas, es fundamental que
las infestaciones se detecten y combatan rápidamente, antes de que la
existencia de poblaciones numerosas cause daños irreparables.
Sin embargo, las tasas efectivas de crecimiento que se registran en la
práctica dependen de muchos factores ambientales. Los más importantes
entre ellos son la temperatura, la humedad y la naturaleza de los alimentos
(estructura física y calidad nutricional).
El desarrollo de los insectos y ácaros sólo puede tener lugar dentro de
ciertos márgenes de temperatura que varían según las especies. Dentro de
dicho margen, cada especie tiene una temperatura óptima - normalmente
menos de 5°C por debajo de su límite máximo de temperatura en la que el
ritmo de crecimiento alcanza su punto máximo. Por lo general, en las plagas
del pescado curado esa temperatura óptima se sitúa entre 25°C y 35°C. Si
los insectos y ácaros se ven expuestos a temperaturas superiores al máximo
de cada una de ellas pueden llegar a morir, a no ser que consigan
dispersarse a lugares más frescos. Por debajo de la temperatura óptima, el
ritmo de crecimiento disminuye progresivamente hasta que, en el límite
mínimo de temperatura, se interrumpe por completo.
El desarrollo de los insectos y ácaros depende también del contenido de
humedad y de la humedad relativa. En especial, un bajo nivel de humedad
limita considerablemente el desarrollo de la mayor parte de las plagas del
pescado curado y otros alimentos secos. Las moscas que infestan el
pescado parcialmente curado, húmedo, son especialmente sensibles a la
falta de humedad y normalmente no pueden desarrollarse en un producto
totalmente curado. La mayor parte de las demás plagas tienen tasas
aceleradas de crecimiento en el pescado curado con una humedad relativa
de equilibrio del 70% al 80%. Cuando la humedad relativa de equilibrio cae
por debajo del 70%, el ritmo de crecimiento de estos organismos nocivos (en
especial, moscas y ácaros) se reduce considerablemente, y el pescado bien
seco está mucho menos expuesto a los daños provocados por la mayor
parte de las plagas. La estructura física del pescado curado, especialmente
el hecho de que esté o no fragmentado, afecta a la accesibilidad de la carne,
y por lo tanto al ritmo de crecimiento de las plagas que se alimentan de ella.
Así ocurre sobre todo en el caso de los ácaros. Se ha comprobado que los
diferentes géneros de pescado curado presentan también diversos grados
de exposición a la infestación por escarabajos y ácaros, aunque los factores
nutricionales que regulan esta variación no se han identificado todavía. La
presencia de la sal en el pescado curado salado reduce el ritmo de
crecimiento de la mayor parte de los insectos y ácaros, aunque las distintas
especies responden de manera diversa a las diferentes concentraciones de
sal.
Puede encontrarse información más detallada sobre los efectos de la
temperatura, humedad y tipo de alimento sobre las plagas del pescado
curado en FAO (1981).
1.4 Recogida y Examen de los Insectos y Acaros
Los grupos principales de plagas de pescado curado pueden reconocerse
normalmente a simple vista o, mejor todavía, con una simple lupa, mientras
se encuentran todavía en la muestra de pescado. Sin embargo, si se
requiere la confirmación o una identificación más detallada, o si se sospecha
la presencia de insectos o ácaros distintos de los tipos principales, deberán
recogerse muestras para su examen en el despacho o en el laboratorio.
El procedimiento más sencillo, que reduce la labor de campo y evita que
pasen desapercibidas algunas especies, consiste en tomar muestras del
pescado infestado y de los organismos nocivos, y depositarlas en bolsas de
polietileno (o recipientes análogos herméticamente cerrados).
Posteriormente, una vez en el despacho o el laboratorio, se podrán examinar
las muestras debidamente dispuestas en cubetas y extraer cuidadosamente
los insectos. La recogida de tales muestras puede ser imprescindible si en el
pescado se encuentran únicamente larvas o pupas de las moscas o
escarabajos y necesita una identificación detallada. Los ejemplares deberán
mantenerse vivos en la muestra (en vasijas cerradas con un paño sujeto con
gomas) hasta que llegan a la fase adulta, en que resultan más fáciles de
identificar.
Los adultos activos de moscas y escarabajos pueden recogerse más
fácilmente utilizando una red de entomólogo y depositándolos en pequeños
tubos o tarros. Puede servir también una red como las utilizadas para cazar
mariposas. Estas pueden conseguirse en los abastecedores de material
para biólogos o confeccionarse sobre el terreno cosiendo redes de
mosquiteros, dándoles forma de bolsa y encajándolas en una estructura
circular, ovalada o triangular, de metal o bambú con un mango de madera
ligera. Este método resulta especialmente útil para capturar a los parásitos
cuando vuelan en torno a las instalaciones de elaboración del pescado.
Los insectos y ácaros que infestan el pescado en escamas pueden
separarse con un cedazo: la apertura del mismo deberá depender del
tamaño medio de las escamas del pescado en relación con las dimensiones
del organismo concreto de que se trate.
A fin de recoger sobre el terreno ejemplares de insectos presentes en trozos
de pescado relativamente intactos, o para extraerlos de las muestras de
pescado en el despacho o laboratorio, conviene utilizar o bien un fórceps
ligero (a ser posible blando, para reducir la probabilidad de dañar las
muestras) o bien un pequeño aspirador. Los arácnidos se pueden recoger
también con un aspirador. Se puede utilizar también un pequeño pincel
humedecido para recoger pequeños insectos y ácaros, pero para ello se
requiere cierta práctica.
Las muestras deberán colocarse en pequeños tubos etiquetados (25 × 50
mm, o menos). La mayor parte de las muestras no sufrirán daños si se
mantienen en tales tubos por un período de hasta 24 horas pero, si hubiera
que tenerlas más tiempo, habría que introducir en el tubo, antes de cerrarlo,
un líquido conservante, como se desbribe luego en la sección 1.5. De esa
manera se matarán las muestras y se evitará su deterioro.
Las muestras o ejemplares deberán ir acompañados, desde el momento de
su recolección en el campo, de una etiqueta y de las observaciones
pertinentes. La etiqueta, que se pegará o introducirá en la bolsa o tubo de
muestra, deberá contener los datos más esenciales (por ejemplo,
localización, tipo del pescado curado y fecha) en forma abreviada, junto con
un número de muestra. Posteriormente, se anotarán en un registro, junto al
número de muestra, los datos completos de la misma, es decir
observaciones sobre las condiciones concretas de recogida, calidad del
pescado, nivel de infestación, etc. No se recomienda escribir sólo el número
de muestra en la etiqueta, ya que algunas veces los cuadernos de campo se
pierden o extravían.
Si la etiqueta debe introducirse en un tubo de muestra que contenga un
conservante, conviene escribir claramente con lápiz o con tinta china negra
indeleble; la mayor parte de las otras tintas, lo mismo de agua que de
alcohol, se disuelven con los conservantes, y lo mismo ocurre con la tinta de
boligrafo. Para una información más detallada sobre la recogida y etiquetado
de las muestras véanse Oldroyd (1970), British Museum (Natural History)
(1974), Hodges (1980) y Dobie et al. (1984).
Para confirmar, en el despacho o en el laboratorio, a qué grupo principal de
insectos o ácaros pertenece una muestra, a veces se necesita una lupa,
bien manual o montada sobre un soporte. Para identificar los ejemplares con
mayor precisión utilizando claves de identificación como las presentadas por
Freeman (1980), Dobie et al. (1984) y Halstead (1986), por lo general resulta
imprescindible disponer de un microscopio. Normalmente basta con un
microscopio “de disección”, de escasa potencia y bajo precio. Sin embargo,
para la identificación de ácaros utilizando claves como las presentadas por
Hughes (1976) se requiere cierta especialización y un microscopio por luz
transmitida de gran potencia.
1.5 Conservación de las Muestras
Si las muestras de insectos y ácaros deben utilizarse posteriormente para
una ulterior identificación, o como muestras de referencia, o por cualquier
otra razón, deberán conservarse adecuadamente. Aunque en el momento de
la recogida se hayan colocado ya en un conservante, normalmente conviene
depositarlas en un nuevo producto de conservación (y eliminar las posibles
escamas de pescado u otros restos). Las moscas adultas (y otros insectos)
suelen guardarse secas en alfileres entomológicos o pegarse en cartulinas
con una goma hidrosoluble (British Museum (Natural History), 1974). Sin
embargo, esta técnica no se puede aplicar para un almacenamiento de larga
duración en climas húmedos y cálidos, donde las muestras pueden ser
destruidas por el moho; en muchos climas, los insectos secos están
expuestos a los ataques de los coleópteros de museo y otros necrófagos
semejantes. Por ello, generalmente es preferible mantener la mayor parte de
los insectos y ácaros del pescado curado en un producto conservante (como
se describe más adelante) dentro de pequeños tubos etiquetados. Se
exceptúan los casos en que se tienen que enviar moscas adultas a un
museo o a un especialista para su identificación; en tales circunstancias, las
muestras deberán secarse y luego embalarse con cuidado en una cajita
entre capas de papel de seda, ya que con el conservante pierden su color.
El mejor conservante de aplicación general es el líquido de Pampel. Se
prepara mezclando los siguientes ingredientes (en partes por volumen con el
fin de obtener la cantidad requerida) en el orden que se indica a
continuación: 30 partes de agua (preferiblemente, destilada); 15 partes de
alcohol etílico al 95%; 6 partes de formaldehído al 40% (p/v) y cuatro partes
de ácido acético cristalizado (no comenzar nunca en el ácido: incorporarlo
siempre lentamente después de haber mezclado los otros ingredientes). Si
es posible, dejar reposar la mezcla varios días antes de su uso: en ese
tiempo habrá desaparecido el olor desagradable del ácido y del aldehído. Si
no se dispone de ácido acético cristalizado o se considera demasiado
peligroso para su transporte o almacenamiento, sustituir el agua y el ácido
concentrado bien con 7,5 partes de agua y 26,5 partes de solución de ácido
acético al 15%, o bien con 14 partes de agua y 20 partes de solución de
ácido acético al 20%. Si no se puede conseguir ácido acético industrial, se
puede obtener un conservante parecido (pero menos eficaz) mezclando 35
partes de vinagre fuerte (a ser posible, blanco), 15 partes de alcohol etílico
puro (>99,5%) y 2,5 partes de formaldehído al 40% (p/v).
Otro conservante, especialmente indicado en las larvas de ácaros e
insectos, es el líquido de Oudeman. Se obtiene también mezclando (como
en el caso del líquido de Pampel) 87 partes de alcohol etílico al 70%, 5
partes de glicerol y 8 partes de ácido acético cristalizado. Dada la alta
proporción entre ácido y agua en este líquido, la única forma de obtenerlo
sin ácido acético cristalizado es utilizar una solución de ácido al 25% y
alcohol concentrado: 63 partes de alcohol etílico al 95% (o 65 partes de
alcohol puro más 2 partes de agua), 32 partes de solución de ácido acético
al 25% y 5 partes de glicerol.
Si no se puede preparar el líquido de Pampel ni el de Oudeman, se podrá
utilizar alcohol etílico al 70% o formaldehído al 10%, aunque estos dos
productos tienden a endurecer las muestras y el último las descolora. Si no
se dispone de ninguno de estos conservantes, se puede utilizar un licor
alcohólico incoloro, pero conviene señalar que con las concentraciones
normales de sólo el 40% de alcohol no resulta un conservante demasiado
eficaz.
Como se ha señalado antes, los tubos con las muestras deben estar
etiquetados y las etiquetas deben escribirse a lápiz o con tinta china negra.
Los tubos deberán llenarse de conservante, de forma que éste cubra y
proteja las muestras aun en el caso de que se muevan. Se puede utilizar
una pequeña almohadilla de papel absorbente suave para reducir el
volumen del conservante y limitar el movimiento de las especies robustas,
pero teniendo siempre cuidado de no dejar burbujas de aire debajo del
papel; este sistema no se deberá utilizar con muestras delicadas o pequeñas
(larvas de insectos pequeños o ácaros), ya que muchas veces se adhieren a
las fibras. El tubo debe estar perfectamente cerrado para evitar la
evaporación a las pérdidas de líquido: los tapones de corcho se deberán
sellar con cera derretida, si es posible, y los cierres de goma a de plástico se
deberán sujetar con cinta adhesiva.
Si las muestras se van a enviar por correo a un especialista para su
identificación, los tubos deben protegerse perfectamente para evitar daños.
Un método sencillo, para el que se requieren sólo materiales de uso común,
consiste en practicar un agujero en un pequeño bloque de polistireno
expandido, introducir completamente el tubo de la muestra en el agujero y
empaquetar el bloque en una pequeña caja de cartón o bolsa almohadillada.
Pueden verse otros métodos en British Museum (Natural History) (1974),
Hodges (1980) y Dobie et al. (1984).
1.6 Principales Tipos de Insectos y Acaros que se
Encuentran en el Pescado Curado
Los organismos nocivos que se encuentran más frecuentemente en el
pescado curado son escarabajos (coleópteros), moscas (dípteros) o ácaros.
Los escarabajos adultos tienen todos seis patas, un gran segmento torácico
detrás de la cabeza y un par de élitros duros que recubren gran parte o la
totalidad del abdomen. Estos élitros son en realidad alas anteriores
transformadas; las alas posteriores son normales pero por lo general se
encuentran completamente ocultas bajo los élitros protectores, excepto en
unas pocas especies que carecen de alas posteriores. Las larvas de los
escarabajos tienen por norma general tres pares de patas articuladas, una
en cada uno de los tres segmentos situados detrás de la cabeza, y algunas
veces tienen una o dos protuberancias en forma de cuerno al final del
abdomen segmentado. Algunas larvas de escarabajo están densamente
cubiertas de pelos largos, mientras que otras están casi desprovistas de él.
Los principales escarabajos que atacan el pescado curado son las especies
Necrobia rufipes y Dermestes, que se describen en las secciones 2 y 3. A
veces se encuentran en el pescado curado otros adultos de escarabajo. El
anóbido Lasioderma serricorne (Fabricius), de pequeño tamaño (2,0-2,5
mm) y color pardo rojizo, con la cabeza parcialmente oculta debajo del tórax,
se encuentra en muchos productos secos y se ha detectado su presencia en
el pescado curado en el Asia meridional. Varias especies de escarabajos
histéridos depredadores, sobre todo la especie Saprinus y otras especies
afines, se encuentran ocasionalmente en el pescado curado, sobre todo en
asociación con infestaciones de larvas de Dermestes, de las que se
alimentan; estos escarabajos son de forma más o menos oval, carecen casi
totalmente de pelos, son de color negro y brillantes (a veces con brillo
metálico o manchas pálidas) y su élitros son bastante más cortos que el
abdomen (Hinton, 1945a).
Las moscas adultas tienen siempre seis patas, ojos grandes y un par de alas
membranosas. Detrás y ligeramente por debajo de la base de cada ala
tienen una pequeña estructura en forma de porra (el halterio), a veces
ocultada en parte por un lóbulo prominente; los pares de halterios son
órganos giroscópicos basculantes y son modificaciones de las alas traseras.
Las larvas de mosca, muchas veces llamadas gusanos, carecen de patas,
tienen una cabeza muy pequeña y un aparato bucal apenas visible formado
sobre todo por dos mandíbulas en forma de gancho. Las larvas son por lo
general cilíndricas, aunque muchas veces se estrechan hacia la cabeza y en
algunos casos tienen numerosas protuberancias. Las pupas están
protegidas por puparios endurecidos cilíndricos con las extremidades
redondeadas y de diversos colores según la especie y la edad. Todas las
moscas que se encuentran en el pescado curado pertenecen al suborden
superior Cyclorrhapha, y la mayoría pertenecen a la familia de las
Calliphoridae (la mosca azul, el moscón azul de la carne, la mosca verde y
las moscas carniceras). Los tipos comunes de moscas encontrados en el
pescado curado aparecen descritos en la Sección 5 de la presente guía.
Los ácaros son muy pequeños (siempre menos de 1 mm y por lo general
menos de 0,5 mm) y su cuerpo oval, de piel fina, suele ser de un color
blanco cremoso translúcido. Dado su pequeño tamaño, los acáridos muchas
veces pasan desapercibidos; si el pescado curado tiene un aspecto
polvoriento y rugoso, a veces el “polvo” no es otra cosa que una capa de
ácaros. Estos no tienen nunca alas y en ellos no se aprecia la segmentación
del cuerpo, que se observa con claridad en la mayor parte de los insectos.
Las larvas tienen sólo seis patas, pero las ninfas y los adultos tienen ocho.
La mayor parte de las especies nocivas que se encuentran en los alimentos
almacenados pertenecen a la familia de las Acaridae. En el pescado curado,
los ácaros más frecuentes son especies de Lardoglyphus, que se describen
en la Sección 4: otros tipos de ácaros, o parásitos semejantes, no suelen
encontrarse en este medio. Pueden verse ocasionalmente ácaros
depredadores, que se distinguen normalmente por sus patas largas y por la
rápidez de movimientos, pero aparecen sólo en número reducido. Para una
identificación precisa de los ácaros se necesita cierta especialización.
2. NECROBIA RUFIPES
La Necrobia rufipes (DeGeer) es un escarabajo de la familia Cleridae y es la
especie más común de Necrobia que se encuentra en el pescado curado.
Otras dos especies afines, N. ruficollis (Fabricius) y N. violacea (Linnaeus),
aparecen sólo excepcionalmente en ese medio.
Fuentes: Adulto - con autorización del Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación del Reino Unido (Crown Copyright); Larva - con autorización de
ICI Agrochemicals (Reino Unido).
Figura 1 Vista dorsal de adulto (izquierda) y larva (derecha) de Necrobia
rufipes
2.1 Nombres Vulgares
Copra beetle, Red-legged ham beetle [In]; Nécrobie à pattes rouges [Fr];
Schinkenkäfer, Kopräkafer [Al]; Gorgojo de la copra [Es].
2.2 Descripción y Rasgos Distintivos
ADULTO - Forma: como en la Figura 1 (izquierda). Longitud:
aproximadamente 4,5 mm superficie dorsal del cuerpo (cabeza, tórax,
élitros) de color enteramente verde-azulado metálico brillante. Cara ventral
del abdomen azul obscuro en su totalidad. Patas brillantes de color pardo
rojizo o naranja. Antenas en gran parte de color pardo rojizo pero con un
engrosamieto negro o pardo obscuro en la punta. Lados del tórax
(especialmente) y élitros con pelos duros parecidos a cerdas. Se distingue
de los adultos de especies semejantes por la coloración antes descrita: la N.
violacea tiene patas y antenas de color negro o azulado; la N. ruficollis tiene
el tórax y la base de los élitros de color pardo rojizo.
LARVA - Aspecto: como en la Figura 1 (derecha). Larva típica de escarabajo
con tres pares de patas articuladas; moderadamente pilosa. La mayor parte
del cuerpo es de color gris-crema con manchas de gris violáceo en el dorso.
La cabeza y las caras dorsales del primer segmento torácico y el último gran
segmento abdominal (el noveno) tienen placas pardas endurecidas; el
segundo y el tercer segmento torácico tienen también placas finas
parduzcas. Placa en el último gran segmento abdominal con dos
protuberancias en forma de cuerno, fuertemente curvadas hacia arriba. Muy
difícil de distinguir de la especie, muy afín, de la Cleridae, pero fáilmente
distinguible de las larvas de Dermestes por la coloración y la cantidad
normal de pelo, y de las larvas de mosca por la presencia de patas y una
cabeza bien visible.
2.3 Ciclo Biológico
Los escarabajos adultos se alimentan en la superficie de pescado seco y
ponen huevos en las grietas que encuentran en él. Las larvas penetran
profundamente en la carne; se alimentan del pescado pero también de las
larvas de algunas moscas y de los huevos y larvas de Dermestes spp. Las
larvas atraviesan tres o cuatro estadios. En el último estadio la larva produce
un capullo en el que tiene lugar la pupación: ello puede ocurrir dentro de la
carne del pescado, pero algunas veces las larvas abandonan el pescado y
realizan la pupación en cualquier grieta obscura. El ciclo biológico dura unas
seis semanas o más, según el tipo de alimento y las condiciones físicas. En
condiciones óptimas, la tasa de crecimiento de la población es de
aproximadamente 25 veces al mes. Los adultos son grandes voladores, lo
que les permite desplazarse fácilmente hacia nuevas fuentes de
alimentación.
2.4 Ecología
La temperatura óptima para el desarrollo de la N. rufipes es entre 30 y 34°C,
y la temperatura mínima son los 22°C; no se conoce el límite máximo de
temperatura, pero es probable que temperaturas superiores a 40–42°C
dificulten o impidan su desarrollo. Este escarabajo necesita una humedad
relative de equilibrio del 50% más. Por consiguiente, la N. rufipes puede
actuar en los climas tropicales y subtropicales, especialmente si las
condiciones ambientales son más bien húmedas o el pescado no está muy
seco. Tiene una distribución cosmopolita en los climas cálidos.
La N. rufipes se encuentra generalmente en asociación con infestaciones de
Dermestes spp.: necesita un hábitat semejante al de las especies tropicales
de Dermestes, cuyas larvas y huevos aprovecha también para alimentarse.
2.5 Daños Producidos al Pescado Curado
Las larvas y adultos de N. rupifes pueden alimentarse de pescado curado
seco, provocando así pérdidas cuantitativas así como su fragmentación y un
deterioro de su calidad por la presencia de estos organismos y de sus
mudas. El alcance y valor de las pérdidas causadas por N. rufipes que
infestan el pescado seco no se ha evaluado ni en el laboratorio ni sobre el
terreno, pero evidentemente estarán en relación directa con la duración del
período de almacenamiento del pescado. Cuando aparece en asociación
con infestaciones de Dermestes, la N. rufipes se encuentra por lo general en
minoría pero su contribución a los daños totales puede ser significativa.
2.6 Factores Ecológicos Relacionados con la Reducción
de las Pérdidas
La infestación inicial suele deberse a la invasión por adultos voladores y
reptantes, que ponen sus huevos en pescado parcial o totalmente seco. La
colocación de mosquiteros alrededor y por encima de los secadores reducirá
el peligro de infestación de los escarabajos durante la elaboración. De la
misma manera, durante el amacenamiento y transporte, la utilización de
sacos limpios de buena calidad frenará la inmigración de N. rufipes. Osuji
(1975) comprobó que la infestación cruzada de N. rufipes se reducía cuando
los sacos de yute iban forrados de polietileno papel grueso de embalaje.
Aunque no se sabe con exactitud cuál es la tèmperatura letal superior para
la N. rufipes, cabe suponer que temperaturas superiores a los 45°C basten
para destruir o alejar a estos escarabajos. Dichas temperaturas pueden
desinfestar el pescado o retrasar la invasión por N. rufipes, siempre que se
apliquen a la totalidad del lote: si parte del pescado continúa a temperaturas
normales, los escarabajos se refugiarán en ella. El pescado muy seco
reduce el ritmo de crecimiento de las poblaciones de N. rufipes.
La salazón del pescado representa una considerable protección frente a la
N. rufipes, ya que el desarrollo de las larvas se retrasa notablemente. En
algunos experimentos realizados el desarrollo de las larvas duró 85 días en
pescado con un contenido de sal del 3,5 %, frente a los 42 días en el
pescado no salado (Osuji, 1975a).
3. DERMESTES spp.
Las especies de Dermestes pertenecen a la familia de las Dermestidae. Son
varias las especies que infestan el pescado curado (o la harina de pescado):
D. maculatus DeGeer, D. frischii Kugelann, D. ater DeGeer, D. carnivorous
Fabr., D. lardarius L., D. haemorrhoidalis Küster, y D. peruvianus Laporte de
Castelnau.
Fuente: Adulto y larva - Hinton, (1945); cortesía del British Museum (Natural
History)
Figura 2 Vista dorsal de adulto (izquierda) y larva (derecha) de Dermestes
maculatus
3.1 Nombres Específicos y Vulgares
Dermestes spp.: Hide beetles [In]; Dermestes [Fr]; Speckkäfer [Al]. D. ater:
Black larder beetle [In]; Dermeste noir [Fr]. D. carnivorus: Dermeste
carnivore [Fr]. D frischii: Dermeste destructeur du cuir [Fr]. D.
haemorrhoidalis: Black larder beetle [In]; Dermeste africain du lard [Fr]. D.
lardarius: Bacon beetle, Larder beetle [In]; Dermeste du lard [Fr]; Speckkäfer
[Al]; Dermeste del tocino [Es]. D. maculatus: Hide beetle, Leather beetle [In];
Dermeste des peaux [Fr]; Gorgojo del cuero [Es]. D. peruvianus: Peruvian
larder beetle [In]; Dermeste péruvien [Fr].
3.2 Descripción y Rasgos Distintivos
ADULTO - Forma oval alargada, como se observa en la Figura 2 (izquierda).
Longitud: 5,5–10,0 mm. Cutícula de la cara dorsal del cuerpo negra o marrón
obscura, cubierta de pelos de color negro, gris-blancuzco, pardo o
amarillento, que en algunas especies tiene un trazado característico. La cara
ventral del abdomen está cubierta de pelo negro, blancuzco, marrón o
dorado, muchas veces con un trazado distintivo. Las antenas son más bien
cortas pero con un engrosamiento evidente en la punta. Se distingue de la
Necrobia spp. por la falta de coloración metálica y su mayor tamaño. Los
adultos de las diferentes especies se pueden reconocer por los caracteres
enumerados en el Cuadro 1, pero algunos de éstos sólo se pueden apreciar
con claridad con un microscopio, aunque sea de baja potencia; las claves
completas de identificación pueden verse en Freeman (1980) y Peacock
(1975).
LARVA - Aspecto: ver Figura 2 (derecha). Segmentos torácicos con tres
pares de patas articuladas. Cuerpo densamente recubierto de pelos de
diversa longitud. Cara ventral del cuerpo normalmente de color pardo
amarillento, mientras que la cara dorsal del cuerpo es de color predominante
pardo obscuro, a menudo con una línea amarillenta central. Superficie dorsal
del último gran segmento abdominal (el noveno) con dos largas
protuberancias puntiagudas en forma de cuerno, que pueden quedar
parcialmente ocultas por los pelos circundantes. Las claves de identificación
de las especies pueden verse en Hinton (1945) y Peacock (1975), pero para
aplicarlas se requiere cierta especialización. Las larvas de Dermestes se
distinguen fácilmente de todas las demás que se encuentran en el pescado
curado por su abundante pelo y el color negro.
3.3 Ciclo Biológico
Los adultos se alimentan de pescado seco o parcialmente seco, y las
hembras ponen los huevos en las grietas existentes en la carne del pescado.
La puesta de huevos aumentan enormemente si la hembra tiene agua para
beber. Las larvas penetran en la carne, de la que se alimentan. Atraviesan
normalmente 5, 6 ó 7 fases, pero el número de mudas es mayor en
condiciones poco favorables. Las mudas abandonadas por las larvas se
quedan normalmente en el pescado infestado, y a veces pueden confundirse
con las larvas. Antes de la pupación, las larvas de la última fase se
introducen en un material sólido: éste puede ser la carne del pescado, pero
normalmente es la madera de los secaderos o las estructuras del almacén,
que pueden quedar gravemente dañadas por las galerías excavadas. El
ciclo biológico de las principales especies nocivas dura entre 5 y 7 semanas,
según el tipo de alimentos y las condiciones físicas. En condiciones ideales,
la población de D. maculatus y D. frischii se multiplica aproximadamente por
30 al mes. Los adultos de Dermestes pueden volar y de esa manera
dispersarse en búsqueda de nuevos alimentos.
Cuadro 1
Caracteres distintivos de los adultos de las especies de Dermestes
que se encuentran en el pescado curado
Especies de Dermestes
(ver notas al pie de
Caracteres distintivos
la página)*
ma. fr. ca. la. at. ha. pe.
Cada lado del tórax tiene una banda amplia y pelos densos y
blancuzcos
Extremidad de cada élitro (en la línea media) con un diente
puntiagudo orientado hacia atrás
Cara ventral del abdomen principalmente blanca con puntos
negros en los lados pero sin una mancha negra en la punta
del último segmento
Care ventral del abdomen predominantamente blance con
puntos negros en los lados pero sin una mancha mayor negra
en la punta del último segment
Sí
Sí Sí
No No No NO
Sí
No No No No No NO
Sí
Sí No No No No No
No
No Sí
No No No No
Care ventral del abdomen de color negro o pardo obscuro en
su totalidad
Cara ventral del abdomen de color pardo dorado con líneas de
manchas de color pardo en cada lado y a ambos lados de la
lines media
Care ventral del abdomen de color negro o pardo rojizo con
pelos amarillentos
Elitros de color uniformemente pardo o negro (pelos
predominantemente negroscon algunos blancuzcos o
amarillentos, o pelos generalmente finos y amarillentos)
Elitros de color pardo rohizo en la mitad anterior y pardo
obscuro en la mitad posterior; pelos predomi- nantemente
negros con pequeñas manchas de blanco, pero con una
banda de pelos dorados cerca del borde anterior de los élitros
Elitros cubiertos de pelos amarillentos en la parte anterior,
excepto una mancha obscura en cada hombre y tres pares de
manchas obscuras a la mitad; parte posterior de los élitros
recubierta de pelos negros
Pelos de los élitros duros y bastante largos, quo sobresalen
sobre los bordes posteriores de los élitros formando una franja
gruesa; estos pelos son de color predominantenmente pardo
obscuro o negro, con algunos elos sueltos de color amarillento
En los élitros pelos cortos y finos, que no llegan a formar una
franja en los bordes posteriores de los élitros; estos pelos son
predominantemente de color amarillento claro
No
No No Sí No No No
No
No No No Sí No No
No
No No No No Sí
Sí
Sí
Sí No No Sí Sí
Sí
No
No Sí
No
No No Sí No No No
No No No No
-
-
-
-
- Sí
-
-
-
-
- No Sí
*Expecies de Dermestes: ma. = maculatus; fr. = frischil; ca. = carnivorus; la. = lardarius;at. = ater; ha =
haemorrhoialis; pe. = peruvianus
3.4 Ecología
Las dos especies más frecuentes en el pescado curado en los climas
cálidos, D. maculatus y D. frischii, tienen una temperatura óptima de 30 a
35°C y una temperatura mínima de 20°C. Necesitan una humedad relativa
de equilibrio del 30% o más, y la humedad relativa ideal es de
aproximadamente el 75%. El D. ater y el D. haemorrhoidalis tienen al
parecer una temperatura óptima ligeramente inferior, entre 27 y 30°C, pero
tienen también una temperatura mínima de unos 20°C. Pueden desarrollarse
con una humedad relativa de equilibrio de al menos el 40% a más y la tasa
óptima es de aproximadamente el 75%. El D. lardarius y el D. peruvianus
tienen una temperatura óptima de 25°C o algo menos, y una temperatura
mínima de aproximadamente 15°C. Pueden desarrollarse también con una
humedad relativa de al menos el 40%, pero el nivel ó ptimo es de casi el
80%. Se sabe poco sobre las exigencias de D. carnivorus, pero
frecuentemente se encuentra en el pescado curado en los climas húmedos y
calurosos de Indonesia.
El D. maculatus y el D. frischii son las especies que con mayor frecuencia
infestan el pescado curado; el D. maculatus se asocia especialmente al
pescado de agua dulce y el D. frischii al pescado de origen marino, pero
estas asociaciones no son exclusivas. La tercera especie más frecuente en
los climas cálidos es el D. ater, bien conocido como plaga de la copra pero
que también se encuentra en bastantes casos en el pescado seco en los
trópicos. El D. carnivorus causa daños importantes en el pescado curado en
Indonesia; se ha observado también su presencia en el pescado seco en
Filipinas y en la harina de pescado en Pakistán. Las otras tres especies (D.
lardarius D. haemorrhoidalis y D. peruvianus aparecen sólo ocasionalmente
No
en el pescado seco o en la harina de pescado, y no constituyen plagas
importantes para el pescado curado.
3.5 Daños Producidos al Pescado Curado
La alimentación de las larvas y adultos de Dermestes spp. provoca
considerables pérdidas cuantitativas de pescado curado seco, ademss de su
fragmentación. Se registran también pérdidas de calidad por la presencia de
órganos y mudas de insectos. El alcance y valor de las pérdidas
cuantitativas causadas al pescado seco por Dermestes spp. han sido
evaluadas por various investigadores, y sus estimaciones van desde
pérdidas insignificantes hasta pérdidas del 50% del peso, según la duración
del almacenamiento, el contentido de sal, la humedad, las condiciones
climáticas y la higiene general durante la elaboración y almacenamiento. Se
han estudiado también las pèrdidas de peso debidas a la fragmentación pero
no se ha evaluado por separado la contribución de Dermestes spp. a este
proceso. Estas estimaciones sobre las pérdidas spp. a este proceso. Estas
estimciones sobre las aumento de los gastos como consecuencia de los
daños causados por las larvas maduras a las estructuras del almacén y a los
secaderos de madera.
3.6 Factores Ecológicos Relacionados con la Reducción
de las Pérdidas
La infestación inicial se debe con frecuencia a la invasión de adultos
voladores, que ponen los huevos en el pescado parcial o totalmente seco.
Los mosquiteros alrededor y por encima de los secaderos pueden reducir la
intensidad de las infestaciones de escarabajos durante el almacenamiento.
Igualmente, durante el almacenamiento y transporte el uso de sacos limpios
de buena calidad reducirá las tasas de inmigración de Dermestes spp. Osuji
(1975) ha comprobado que la infestación cruzada de Dermestes spp. se
reducía cuando se utilizaban sacos de yute forrados de polietileno y papel de
embalaje grueso. La infestación puede ser producida también por larvas
reptantes y adultos presentes en los residuos de pescado o por adultos
procedentes de las galerías de pupación en las estructuras de madera. El
riesgo de esta infestación se puede reducir mejorando la higiene y tratando
las estructuras de madera con un insecticida recomendado.
El desarrollo de D. maculatus y D. frischii no es posible a una temperatura
de 40°C o superior. El límite máximo para el D. ater parece ser también
próximo a los 40°C, pero los límites para el D. haemorrhoidalis, el D.
lardarius y el D. peruvianus parecen ser más bajos. No se conoce el límite
para el D. carnivorus pero probablemente será próximo a los 40°C. Así pues,
con temperaturas superiores a los 40°C se puede destruir o alejar a todos
estos escarabajos. Dichas temperaturas pueden desinfestar el pescado o
retrasar la invasión de Dermestes spp., siempre que la operación afecte a
todo el lote; si parte del pescado continúa a temperaturas normales, los
escarabajos se concentrarán en ella. El pescado muy seco reduce el ritmo
de crecimiento de las poblaciones de Dermestes.
La salazón del pescado representa una protección frente al D. maculatus,
porque con ello se prolonga el desarrollo de las larvas, pero sobre todo
porque crece la mortalidad de las mismas conforme aumenta el contenido de
sal. En experimentos realizados a 30°C, el desarrollo de las larvas ha durado
37 días cuando el pescado tenía un 3,5% de sal mientras que en el pescado
sin sal duraba 21 1/2 días, y la mortalidad alcanzaba al 100% cuando el
contenido de sal aumentaba al 9,2% mediante curación en salmuera durante
hora y media (Osuji, 1975a). Esta sensibilidad a la sal puede explicar la
menor frecuencia de D. maculatus en el pescado marino curado, ya que la
sal se utiliza más frecuentemente en la elaboración del pescado marino. El
D. ater es también sensible a la sal. Por el contrario, el D. frischii soporta
relativamente bien la sal. Por ejemplo, Amos (1968) comprobó que, a 30°C y
con una humedad relativa del 75%, los 34 días que duraba el período total
de desarrollo en harina de pescado no salada eran sólo 42 y 53 días cuando
el contenido de sal era del 14 y el 25%, respectivamente, aunque el 60% de
sal impedía el desarrollo. Sin embargo, en estos experimentos, la presencia
de sal incluso en una proporción del 14% tenía considerables repercusiones
sobre la mortalidad de las larvas y en la puesta de huevos, y por lo tanto una
salazón esmerada puede servir para combatir el D. frischii. No existe
información sobre la respuesta de otras especies de Dermestes a la salazón.
4. LARDOGLYPHUS SPP.
Las especies de Lardoglyphus pertenecen a la familia de las Acaridae dentro
del grupo de ácaros Astigmata. Son tres las especies que infestan el
pescado curado: L. konoi (Sasa y Asanuma), L. zaheri Oudemans, y L.
angelinae Olsen. La especie más frecuente es el L. konoi.
Fuente: Adulto e hipopo - adaptación de Hughes (1975), con autorización del
Controller of Her Majesty's Stationery Office, Reino Unido (Crown Copyright)
Figura 3 Vista dorsal de hembra adulta de Lardoglyphus konoi (izquierda) y
vista ventral de hipopo de L. zacheri (derecha)
4.1 Nombres Específicos y Vulgares
El L. konoi recibe algunas veces el nombre de “Fish mite” [In]. No hay
nombre vulgar para el L. zacheri.
4.2 Descripción y Rasgos Distintivos
ADULTO - Aspecto como en la Figura 3 (izquierda): cuerpo oval con cuatro
pares de patas. Longitud del cuerpo: aproximadamente 0,3–0,6 mm;
hembras mayores que los machos. Como en la mayor parte de los acáridos,
el cuerpo es liso, translúcido, blanco cremoso, con varios pares de pelos,
visibles únicamente con una buena lupa o un pequeño microscopio. Las
hembras se distinguen de las de otros acáridos que se encuentran en los
alimentos almacenados por tener las garras en pares (en vez de
individuales), y los machos se distinguen porque las terceras patas terminan
en dos espinas poco afiladas, en vez de garras: estas características del
Lardoglyphus spp. sólo son visibles con un microscopio. Para la
identificación exacta de las especies se requieren conocimientos y técnicas
especializadas de microscopía.
HIPOPO - Aspecto ventral como en la Figura 3 (derecha). Longitud del
cuerpo: aproximadamente 0,2 mm. Patas más robustas que en los adultos.
Los pelos del cuerpo son cortos y algunas veces su grosor los convierte en
pequeñas espinas. No tienen aparato bucal funcional. La cara ventral del
cuerpo tiene muchas pequeñas ventosas, concentradas especialmente en
una placa de succión por detrás del cuarto par de patas.
OTRAS FASES - La protoninfa y la tritoninfa se parecen al adulto, pero su
tamaño es menor. La larva es todavía más pequeña, y tiene sólo tres pares
de patas.
4.3 Ciclo Biológico
Los adultos y ninfas de Lardoglyphus se alimentan del pescado seco o en
proceso de secado. La hembra adulta pone los huevos en el pescado; tras
convertirse en una larva de seis patas, el organismo atraviesa las fases de
protoninfa y tritoninfa, con ocho patas, antes de convertirse en adulto. Este
desarrollo puede ser muy rápido. A 23°C y una humedad relativa del 87 %,
los ciclos biológicos del L. konoi y L. zacheri duran sólo 9–11 y 10–11 días,
respectivamente; con una temperatura óptima, el desarrollo puede ser
incluso más rápido. No se han determinado las tasas potenciales de
crecimiento de estos ácaros, pero son probablemente del orden de varios
millares de veces al mes en condiciones óptimas. En tales situaciones, los
ácaros pueden alcanzar un número elevadísimo incluso en pocos días y,
como las poblaciones de Lardoglyphus pasan fácilmente desapercibidas
cuando su número es pequeño, a veces puede dar la impresión de que una
fuerte infestación se ha presentado repentinamente.
Algunas protoninfas no se transforman directamente en tritoninfas, sino que
pasan primero por la fase de hipopo. Este no se alimenta, se encuentra en
una fase de dispersión. Se colocan sobre las larvas y adultos de escarabajo
y utilizan sus ventosas para fijarse a la cutícula de los insectos. En las
larvas, se encuentran en las membranas blandas entre los segmentos,
especialmente en la parte anterior del cuerpo; en los adultos, se ven sobre
todo en la cara dorsal del abdomen, bajo los élitros. Pueden estar en un
mismo insecto varios días y de esa manera son trasladados a nuevos
lugares de infestación antes de desprenderse y convertirse en tritoninfas.
Aunque Vijayambika y John (1974) han puesto en duda la importancia de los
factores ambientales para combatir la producción de hipopos, la mayor parte
de los investigadores (por ejemplo Hughes, 1956; Matsumoto, 1970, 1973)
han comprobado que la proporción de éstos en las poblaciones de
Lardoglyphus se ve influenciada por factores como una humedad y
temperaturas poco favorables, la escasez de alimentos o la superpoblación.
4.4 Ecología
Las condiciones óptimas para el desarrollo del Lardoglyphus konoi son 30–
35°C y una humedad relativa del 87 %. El L. konoi no puede desarrollarse
con una humedad del 66 % o inferior, pero las poblaciones de esta especie
se multiplican con una humedad del 75 % o más (hasta el 98%). Se sabe
poco sobre las respuestas del L. zacheri y L. angelinae a la temperatura y la
humedad pero probablemente son semejantes a las del L. konoi. Por
consiguiente, el Lardoglyphus spp. puede provocar daños en muchos
lugares tropicales y subtropicales, sobre todo cuando las condiciones
ambientales son húmedas o el pescado no está bien seco.
Las infestaciones de Lardoglyphus spp. en el pescado curado suelen estar
asociadas a las de Dermestes spp. y Necrobia rufipes. Ello se debe en parte
a las semejanzas de sus necesidades físicas y nutricionales, pero sobre todo
a que estos escarabajos son los principales agentes de dispersión de los
hipopos de Lardoglyphus.
4.5 Daños Producidos al Pescado Curado
La alimentación de los adultos y ninfas de Lardoglyphus spp. provoca
pérdidas cuantitativas en el pescado curado seco. A veces se registran
pérdidas de calidad por la presencia de cuerpos vivos y muertos, que a
veces son muy numerosos. El alcance y valor de las pérdidas causadas al
pescado seco por el Lardoglyphus spp. no se ha evaluado ni en el
laboratorio ni sobre el terreno.
4.6 Factores Ecológicos Relacionados con la Reducción
de las Pérdidas
La infestación inicial es causada frecuentemente por hipopos transmitidos al
pescado por escarabajos. Las técnicas indicadas en las secciones 2.6 y 3.6
para combatir la infestación inicial por escarabajos reducirán la infestación
de Lardoglyphus spp. La fragmentación de la carne de pescado, debida a la
acción de escarabajos y moscas y a la manipulación, aumenta la superficie
total de la carne y por lo tanto puede favorecer infestaciones más numerosas
de ácaros.
El umbral mínimo de humedad para el Lardoglyphus konoi se sitúa entre el
66 y el 75 % de humedad relativa. Si el pescado está totalmente seco, los
problemas ocasionados por los ácaros se reducirán enormemente o se
eliminarán. Los límites de temperatura para el desarrollo no se conocen,
pero cabe suponer que no soportarán temperaturas superiores a 40–45°C.
No se ha investigado la respuesta del Lardoglyphus spp. a la sal. Se ha
comprobado la presencia del L. konoi en productos de pescado salado así
como en el pescado seco sin salar, pero no se ha comprobado el contenido
en sal de los productos infestados.
5. DIPTEROS
La mayor parte de las moscas que se encuentran en el pescado curado
pertenecen a la subfamilia Calliphorinae y Sarcophaginae de la familia
Calliphoridae. Las más frecuentes de éstas son varias especies de
Chrysomya, pero se ha observado también la presencia de Calliphora,
Lucilia, Sarcophaga y Wohlfartia. Otras familias que figuran entre las moscas
que infestan el pescado curado son las siguientes: Muscidae (Antherigona,
Musca y Ophyra); Piophilidae (Piophila) Milichidae (Leptometopa); Phoridae
(Megaselia) y Ephydridae (Discomyza). Todas estas moscas suelen tener
forma semejante, aunque presentan una variedad de tamaños y
coloraciones y su identificación requiere conocimientos especializados.
5.1 Nombres Científicos y Vulgares
Diptera: Flies [In]; Mouche [Fr]; Zweiflügler [Al]; Mosca [Es]. La clase Diptera
incluye las familias del Cuadro 2; los géneros y especies enumerados en el
Cuadro son aquellos cuya presencia en el pescado curado ha sido
comprobado por Haines (1974, 1981), FAO (1981) y el Overseas
Development Natural Resources Institute (Registros no publicados).
5.2 Descripción y Rasgos Distintivos
ADULTO - Las numerosas especies de mosca que se encuentran en el
pescado curado tienen todas la misma forma general (véase la Figura 4,
arriba). Longitud: 2,5–15,0 mm, según las especies. Color del cuerpo por lo
general negro y gris, pero muchas de las especies tienen un reflejo metálico
verde, azul o morado en la cara dorsal. Los ojos son grandes. Las dos alas
anteriores son membranosas y transparentes, pero las posteriores se
transforman en pequeños halterios en forma de porra. Para la identificación
de las numerosas especies se requieren conocimientos especializados.
Cuadro 2
Familias, géneros y especies de moscas que se encuentran en el
pescado curado
Familia Calliphoridae, subfamilia Calliphorinae: Blowflies, Bluebottles,
Greenbottles, Screw-worms [In]; Mouche à viande, Mouche verte de
la viande [Fr]; SchmeiBfliege [Al]; Moscarda corónida, Corónida [Es].
Comprende: Calliphora spp.; Chrysomya albiceps Wiedemann; C.
bezziana Villeneuve; C. chloropyga putoria (Wiedemann); C.
megacephala (Fabr.); C. regalis Desvoidy, Lucilia cuprina
Wiedemann; et L. sericata Meigen.
Familia Calliphoridae, subfamilia Sarcophaginae: Flesh flies [In].
Comprende: Sarcophaga spp.; S. nodosa Engel; S. tibialis Macquart;
y Wohlfartia spp.
Familia Ephydridae: Shore-flies [In]. Comprende: Discomyza maculipennis
Wiedemann.
Familia Milichidae. Comprende: Leptometopa latipes (Meigen).
Familia Muscidae. Comprende: Antherigona spp.; Ophyra capensis
Wiedemann; y Musca domestica L. (House fly [In]; Mouche
commune, Mouche domestique, Mouche des maisons [Fr];
Stubenfliege, Hausfliege [Al.]; Mosca casera, Mosca doméstica,
Mosca común [Es]).
Familia Phoridae. Comprende: Megaselia scalaris (Loew).
Familia Piophilidae: Bacon-flies [In]. Comprende: Piophila casei (L.)
(Cheese hopper, Cheese maggot, Cheese skipper [In]; Mouche du
fromage [Fr]; Käsefliege [Al]; Mosca del queso [Es]).
Fuente: Adulto y larva - con autorización del Ministerio de Agricultura, Pesca
y Alimentación del Reino Unido (Crown Copyright)
Figura 4 Cara dorsal de adulto de Calliphora vicina (arriba) y vista lateral de
una larva de Piophila casei (debajo)
LARVA - La forma general suele ser como la de la Figura 4 (debajo). La
longitud varía considerablemente, según las especies y la fase de
crecimiento. El cuerpo es por lo general cilíndrico pero se estrecha hacia la
cabeza y algunas veces presenta numerosas protuberancias que pueden
hacer de falsas patas (no se aprecian en la especie ilustrada en la Figura 4).
Color generalmente blanco grisáceo o crema. Se distingue de todas las
demás plagas del pescado curado por su falta de patas articuladas, la
cabeza muy pequeña y lo reducido de su aparato bucal (consistente sobre
todo en dos mandíbulas en forma de gancho). La diferenciación de las
especies es muy difícil, incluso con conocimientos especializados, y por
consiguiente las muestras de larvas recogidas para su identificación deberán
mantenerse vivas hasta que se transformen en adultos.
5.3 Ciclo Biológico
Las hembras adultas ponen los huevos (o, en algunas especies, pequeñas
larvas) generalmente en racimos, sobre la carne del pescado. Las moscas
de las familias Calliphoridae, Ephydridae y Muscidae sólo infestan el
pescado húmedo en las primeras fases del proceso de elaboración; las de
las familias Milichidae, Phoridae y Piophilidae pueden infestar el pescado
parcial y totalmente curado. Las larvas (generalmente llamadas gusanos) se
alimentan en la superficie de la carne y pueden penetrar también
profundamente en ella. En el pescado húmedo, especialmente, esta
penetración puede causar una fuerte fragmentación. Las larvas de
Calliphoridae y Muscidae tienden con frecuencia a agregarse en zonas
concretas, donde provocan graves daños. Los tipos de mosca que se
encuentran en el pescado curado tienen sólo tres fases de larva. El
desarrollo larvario de las principales plagas del pescado húmedo dura a
veces sólo tres días. En lapupación, la última piel larvaria perdura y se
transforma en una especie de pupario protector duro. Las larvas que infestan
el pescado húmedo suelen alejarse de él para transformarse en pupa, y con
frecuencia excavan en el suelo, debajo de los estantes o lonas de secado.
Los adultos son grandes voladores y se dispersan rápidamente hacia
nuevas fuentes de alimentación. El ciclo biológico de las principales
especies que atacan el pescado húmedo (sobre todo Chrysomya spp. y
otras Calliphoridae) puede terminar en unos siete días si las condiciones son
favorables. Las especies que infestan el pescado seco se desarrollan con
mayor lentitud: por ejemplo, en Malawi, en condiciones ambientales, la
Piophila casei termina su ciclo biológico en unos veinte días.
5.4 Ecología
Las larvas de Calliphoridae, Ephydridae y Muscidae necesitan mucha
humedad para desarrollarse y no pueden infestar el pescado totalmente
curado. No se conoce la humedad que necesitan las otras moscas
enumeradas en el Cuadro 2, aunque la Leptometopa latipes se desarrolla
con mayor rapidez en pescado no muy seco, mientras que la Piophila casei
puede desarrollarse en pescado muy seco.
Es poco lo que se sabe sobre el efecto de la temperatura sobre las moscas
adultas y larvas, pero parece que las larvas soportan relativamente bien el
calor, en comparación con los escarabajos y los ácaros. Por ejemplo,
aunque la infestación de larvas de corónidas se reduce con temperaturas
superiores a 45°C, para su completa destrucción debe mantenerse la
temperatura durante 20 horas: La Piophila casei es especialmente resistente
a las altas temperaturas; en experimentos, todas las larvas soportaron una
hora a 52°C y 24 horas a 45°C (Smart, 1935).
Las larvas de varias de las especies pueden causar miasis en el hombre o
en el ganado: es decir, puede infectar las heridas superficiales o pueden ser
ingeridas y continuar desarrollándose como parásitos en el intestino. Las
moscas adultas de la mayor parte de estos organismos nocivos sienten
atracción por el material en descomposición (por ejemplo, los despojos de
pescado) o el estiércol, donde pueden alimentarse y reproducirse. De esa
forma pueden transmitir bacterias patógenas cuando ponen los huevos
sobre el pescado.
5.5 Daños Producidos al Pescado Curado
Las larvas de Calliphoridae se alimentan de pescado húmedo, lo que causa
pérdidas cuantitativas. Estas pérdidas pueden ser graves si las condiciones
son ideales para el desarrollo de las moscas: en tales casos, es decir si se
trata de pescado nada o poco salado que se seca lentamente como
consecuencia de las lluvias o de una alta humedad, las larvas pueden
causar perdidas de peso del 10 al 30 %. La fragmentación del pescado
como consecuencia de la acción de las moscas puede causar pérdidas de
calidad y aumentar el riesgo de daños causados por escarabajos y ácaros.
Se han registrado pérdidas considerables de peso como consecuencia de la
fragmentación del pescado durante la elaboración, pero no se ha medido por
separado la aportación de las corónidas a estos daños. Estas moscas
causan también daños en cuanto agentes de miasis y portadoras de
organismos patógenos.
5.6 Factores Ecológicos Relacionados con la Reducción
de las Pérdidas
La infestación inicial se debe ante todo a adultos voladores. Los mosquiteros
alrededor y por encima de los secadores pueden reducir el peligro de
infestación durante el secado. El riesgo de infestación cruzada se puede
disminuir mediante el tratamiento del suelo por debajo de los estantes y
lomas de secado (donde suele producirse el proceso de transformación en
pupa) con un insecticida recomendado. La mejora de las condiciones de
higiene en los lugares de elaboración del pescado, sobre todo la rápida
eliminación de despojos húmedos, reducirá los problemas debidos a la
infestación de moscas, ya que suprime una fuente secundaria de
alimentación.
Las moscas nocivas más importantes infestan y dañan el pescado
únicamente cuando se está secando. La duración del período de secado es
por lo tanto un factor decisivo que determina el alcance de las pérdidas
debídas al ataque de las moscas, y toda medida adoptada para agilizar el
proceso de secado reducirá también los daños causados por las moscas.
Una salazón completa y abundante ofrece una protección total frente a las
larvas de corónidas. No se han estudiado los efectos precisos de la
reducción del contenido de sal, aunque se sabe que las técnicas deficientes
de salazón no impiden el ataque de las corónidas. No se han investigado los
efectos de la sal sobre otros tipos de moscas.
6. BIBLIOGRAFIA
Las secciones siguientes contienen una selección bibliográfica, en la que se
incluyen todas las referencias citadas en la presente guía. En FAO:
Documento Técnico de Pesca (1981) podrá encontrarse una bibliografía más
completa sobre la importancia económica de las plagas del pescado curado
y las formas de combatirlas.
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sábado, 05 de febrero de 2005