Download Doctor José Antonio Alfaro Velázquez, dentista y

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Doctor José Antonio Alfaro Velázquez,
dentista y entomólogo
Inauguramos esta nueva sección en
MAXILLARIS para dar cabida a aquellos
“otros perfiles” menos conocidos de
los profesionales de la odontología,
que se abren paso cuando éstos
cuelgan la bata y que destacan por
haberse convertido en auténticas
profesiones o vocaciones paralelas,
a veces sin tener nada que ver con la
actividad odontológica. El doctor José
Antonio Alfaro Velázquez, dentista
general y entomólogo en sus ratos
libres, es nuestro primer protagonista.
L
a sala de espera de la clínica dental, en el madrileño
barrio de Argüelles, es más acogedora e interesante que
lo que cualquier paciente de dentista está acostumbrado a ver. Fósiles marinos y varias cerbatanas de Malasia
sobre las paredes y una vitrina atiborrada de figurillas y fotografías familiares invitan a ignorar por completo otros entretenimientos habituales.
Frente a la mesa de la recepción, un cuadro acristalado
pone a la altura de los ojos decenas de mariposas de colores,
con su nombre en latín meticulosamente escrito a mano en
una pequeña etiqueta. Son auténticas, como las cerbatanas,
aunque más pequeñas y menos espectaculares que las que
se pueden observar ya dentro del gabinete, un pequeño
museo de ciencias naturales en el que el sillón dental, el autoclave y el resto de la maquinaria odontológica podrían considerarse como las únicas piezas fuera de lugar.
Quizá muchos de los pacientes que pasan por allí se vayan
sin saber que esos insectos los ha cazado, traído a España y
disecado el mismo dentista que les obtura un diente o les
pone un implante, el doctor José Antonio Alfaro Velázquez
(Madrid, 1958), un estomatólogo de práctica general que, sal-
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Los coleccionistas tenemos
un problema psicológico,
por ese afán de querer
conseguir algo más
»
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Argema mitrei o mariposa
cometa de Madagascar.
Escarabajo azul de
antenas largas de Malasia.
Troides sp. (mariposa
pájaro, por su forma de
vuelo). Thysania agrippina
(la “polilla” más grande en
cuanto a envergadura del
mundo, que puede llegar
a 30 cm). “Palo verde”,
de Papúa Nueva Guinea.
Chalcosoma atlas,
escarabajo rinoceronte
de Malasia.
vo ortodoncia, hace de todo, y que dedica sus mañanas,
como entomólogo aficionado, a alimentar a unas orugas más
grandes que los dedos de un jugador de baloncesto y unos
insectos hoja e insectos palo a los que hay que conocer muy
bien para distinguirlos incluso sobre una rama seca.
El criadero, que dentro de poco albergará también arañas
“de las grandes”, está en la amplia casa de unos familiares,
dos manzanas más arriba de la consulta. Allí lleva a cabo sus
investigaciones este dentista miembro de varias sociedades
científicas de entomología, –además de otras tantas de
odontología–, en pequeños terrarios poblados de criaturas
extrañas en estas latitudes. En una habitación cercana, unos
archivadores que se elevan hasta el techo guardan más de
10.000 ejemplares disecados de mariposas y escarabajos,
principalmente, recogidos por el propio estomatólogo en
selvas y zonas tropicales de todo el mundo.
Enseña, con un gran entusiasmo, algunas de las adquisiciones de su último viaje, a Costa Rica: unos escarabajos de
colores tan metálicos que parecen joyas chapadas en oro,
plata y bronce y hacen inverosímil su adscripción al mundo
de los coleópteros. Aunque su colección de mariposas morpho, las “mariposas pájaro”, desborda por su amplitud la imaginación del visitante no familiarizado, el doctor Alfaro echa
de menos entre ellas la Ornithoptera alexandrae, la mariposa
más grande del mundo. El viaje de sus sueños sería, precisamente, ir a buscarla al corazón de Papúa Nueva Guinea, el
último refugio conocido de este mítico insecto.
Locuaz irrefrenable, dice que entretiene a los niños que
van a su consulta imitando sonidos de animales, mientras
pone un ojo en el sillón y el otro en los reflejos metálicos azulados de las alas de sus morpho, colgadas de la pared justo
encima de la recreación gráfica de la estructura de una muela.“¡No puede ser todo dientes!”, espeta.
M AXILLARIS. ¿De dónde le viene esta afición?
Doctor Alfaro. Soy el mayor de seis hermanos y, desde
pequeño, me han gustado los insectos. Empezaba a cogerlos cuando tenía cuatro o cinco años –a mi madre se le ponían los pelos de punta cuando me veía, aunque luego se fue
acostumbrando– y a lo largo de mi vida he tenido y criado
de todo: acuarios con peces, hámsteres –cuando era un
niño–, lagartos, tortugas; en los últimos años, camaleones,
escorpiones y arañas, y ahora estoy criando lepidópteros
(mariposas) y escarabajos, y voy a volver a criar arácnidos.
Pero, sobre todo, me encanta la naturaleza y viajar.
M Porque los insectos no han sido la única llamada de la
naturaleza que ha sentido, con perdón...
Doctor Alfaro. También me gustaban mucho las plantas.
Tuve una época en que cultivaba bulbosas: narcisos, jacintos, lirios, begonias, dalias, tulipanes, gladiolos... Hace dos
años tuve más de cuarenta especies de orquídeas en casa, a
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pesar de que es muy complicado hacer que florezcan la
segunda vez y sacarlas adelante. En otro momento me
encantaron los nidos de los pájaros y les hacía fotos, a los
nidos y a los huevos... Me ha gustado todo, soy un enamorado de la naturaleza.
También, hace años, un equipo de una cadena de televisión iba a hacer reportajes de gorilas en África y me invitaron para que fuera como entomólogo. Al final no salió la
expedición y me dio mucha rabia, porque me habría gustado ver los gorilas en su hábitat. La verdad es que yo no llego ni a la altura del betún a Félix Rodríguez de la Fuente,
que también era estomatólogo, pero sí que me siento identificado con él.
Es una maravilla esta actividad, como hobby. La otra, la
que me da de comer, es muy bonita también y me entusiasma, por supuesto, pero yo me desvivo por la entomología.
M ¿Y si tuviera que elegir entre las dos? ¿Por qué en su
momento se quedó con la estomatología como actividad
principal?
Doctor Alfaro. Lo haría de nuevo como lo hice en su
momento. Me gustaba la medicina y, concretamente, la
Insecto palo de alas o Phasma gigas. Este macho
llega a alcanzar los 30 cm de largo y vuela, a
pesar de sus pequeñas alas.
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pediatría y la ginecología, que me entusiasmaban. De hecho,
después me impliqué mucho en estas áreas, porque pensaba dedicarme a ellas. Pero, por otra parte, como me encantaba la naturaleza, pensé en hacer biológicas o veterinaria.
Finalmente, cuando estaba a punto de entrar en la Universidad, decidí que quería hacer medicina y dejar lo otro como
afición.
Conforme fui haciendo la carrera, me di cuenta de que
el porvenir de la ginecología y la pediatría era muy malo,
así que preferí hacer algo que me permitiera una cierta
autonomía, que dependiera exclusivamente de mí y pudiera dejarlo de forma eventual para mis viajes y mis aficiones;
que, al mismo tiempo, me gustara, y que yo valiera para
ello. Me di cuenta entonces, como yo tenía manos (las
había ejercitado mucho desde pequeño con mis aficiones),
de que la estomatología era la mejor opción. Además, no
tendría jefes y sí tiempo libre.
Pero hubo otro aspecto que me condicionó. Con 17 años,
tuve un accidente de moto brutal, que incluso me dejó ciego completamente. Fue, precisamente, el día que empezaba
medicina, haciendo motocross en la sierra de Madrid. Yo
antes hacía mucho deporte: tenis, fútbol... Por eso tengo dos
Cajas de Dorcadion. Todos completan el ciclo biológico en un año. Las larvas
viven de las raíces de las gramíneas silvestres y los adultos de sus hojas.
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hernias cervicales y estoy operado de una hernia lumbar y
de una rodilla, porque he hecho mil barbaridades. Con lo
cual yo tenía que plantearme un trabajo en el que no tuviera
que estar todo el día trabajando. ¿Que ganas menos dinero?
Bueno, en la vida no es todo ganar dinero. Yo ahora trabajo
por las tardes y las mañanas las dedico a hacer millones de
cosas que no tienen nada que ver con mi especialidad (aparte, claro, de la lectura de literatura científica odontológica).
M ¿Qué es lo que más le satisface de su afición?
Doctor Alfaro. Que te mezclas impresionantemente con la
naturaleza, haces muchos amigos por todo el mundo y te
sientes como una hormiguita que aporta algo a los conocimientos de la naturaleza, por muy pequeño que sea.
En ese país he estado en la región central, Cameron Highlands, conviviendo con lo que llaman allí los jungle people,
algo así como los jungleros, en una especie de tiendas de
bambú, sobre los ríos prácticamente. Ellos iban descalzos y
con taparrabos, y cazaban monos con cerbatanas. Nuestro
guía hindú hablaba con ellos en jungle, un lenguaje junglero,
pero nosotros nos entendíamos con él en inglés, y así íbamos metiéndonos por los ríos, haciendo fotos y explorando
el terreno.
De estos viajes me suelo traer material y lo voy clasificando e intercambiando con otras personas, principalmente
compañeros de las sociedades de entomología españolas e
internacionales a las que pertenezco. En el último viaje que
he hecho, a Costa Rica, he podido ir hasta con un pasaporte
científico, obtenido a través del Museo de San José de Costa
Rica, que me ha permitido regresar con el material que había
recogido y que no habría podido sacar de otra forma.
M ¿Qué lugares ha visitado?
Doctor Alfaro.He estado en varias regiones y países de todo
el mundo: en el Amazonas, en Brasil, hasta seis veces, México, Malasia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana... Sobre M ¿Ha tenido alguna vez problemas por las picaduras de
todo, Sudamérica y Centroamérica. Siempre voy a zonas de insectos?
selva, y la que más me ha gustado, porque me parece la más Doctor Alfaro. Yo no los he tenido, pero un amigo que estuantigua y la más resguardada, es la de Malasia.
vo conmigo en la región de Iguazú, sí. Estábamos cogiendo
Forma de preparación de los insectos (insectos
hoja, escarabajos sobre tarjetas).
Extendedores de mariposas. Con este sistema se preparan las mariposas para,
posteriormente, después de una semana, llevarlas a las cajas de colección.
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Orugas de
mariposas
nocturnas,
a punto de hacer
capullo. Varios
terrarios para
distintos insectos.
mariposas morpho y sintió una picadura en la pierna. Se la
curamos, estuvimos allí dos semanas más y, al llegar a España, como seguía molestándole la herida y supuraba, se fue al
hospital. Le hicieron una radiografía de la pierna y en la tibia
se veía un cuerpo extraño que estaba royendo el periostio.
Lo abrieron y encontraron una larva de una especie de la
familia de las moscas, que se estaba comiendo la carne.
Ocurre algo parecido en México, por ejemplo, en la selva
de Palenque, en Chiapas, donde hay una enfermedad provocada por unas moscas, la miasis, que entierran los huevos en
la carne de los mamíferos y las larvas se van comiendo la
materia orgánica viva. El ganado es el principal objetivo de
estos insectos, pero también pueden afectar a los humanos
y, de hecho, se ven anuncios y pancartas por toda partes avisando sobre la mosca.
Luego, en Malasia, cuando andábamos por los ríos, al salir
del agua teníamos grandes sanguijuelas enganchadas en la
espalda. Pero éstas no producen dolor ni ningún otro problema especial.
M ¿Siempre va acompañado en sus viajes? ¿Cómo los
organiza?
Doctor Alfaro. Siempre voy con compañeros. A esos sitios
no puedes ir solo, porque te puede pasar cualquier cosa.
Lo que ocurre es que, normalmente, son viajes que organizo por mi cuenta, poniéndome en contacto con gente de
allí. Saco el billete de ida y vuelta, y lo demás lo voy resolviendo poco a poco de manera particular. Así sale, además,
mucho más barato aunque, claro, requiere más tiempo de
preparación. También es importante saber qué época es la
mejor para ir a cada sitio.
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M ¿Cuál es el próximo viaje que tiene proyectado?
Doctor Alfaro. El próximo viaje será, seguramente, a Colombia, porque no lo conozco y tengo ganas de ir. Ahora, si se
me pregunta por el viaje ideal, por la ilusión de mi vida, sería
Papúa Nueva Guinea. En este país, en el que también hay
canívales, la fauna es completamente distinta, y están algunos de los insectos más grandes y más bonitos. Las flores son
impresionantes y todo, en general, es una maravilla. Pero es
muy complicado ir, porque hay que obtener el visado en la
embajada papú en Londres, además de que al país oceánico
es para irse un mes, como mínimo.
Pero luego hay otros sitios fantásticos, como Madagascar,
por ejemplo, al que hay que ir si lo que te gustan son los
camaleones.
M ¿Qué ha llegado a hacer por conseguir un ejemplar?
Doctor Alfaro. Alguna vez he comprado uno, aunque no
me gusta hacer eso, porque lo que me gusta es intercambiar insectos. De hecho, yo soy de los que dan piezas cuando me las piden. Ahora, por ejemplo, el ex presidente de la
Sociedad Española de Criadores de Artrópodos (SECA), a la
que pertenezco yo, tiene unos cuatrocientos o quinientos
tipos de arañas grandes, todas distintas. Ahora está muy
metido con las hormigas, y me pidió el favor, cuando fui a
Costa Rica, de que le trajera hormigas, que recogí en una
especie de viales con alcohol. En agradecimiento, y como
sabe que yo me estoy interesando ahora por las arañas y él
tiene bastantes, me ha llamado para decirme que tiene preparadas dos para enviármelas.
Heteropterix dilatata. Insecto
palo-hoja de Malasia.
Esta hembra vive dos años como
adulto y pone los huevos
introduciéndolos en la tierra.
Se defiende clavando sus patas,
llenas de pequeños pinchos.
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M ¿No está bien visto entre ustedes la compra de piezas?
Doctor Alfaro. Es normal que compres piezas cuando
empiezas y, cuando ya llevas años, si le tienes muchas ganas
a un animal en concreto. Pero a mí me da pena que se ponga valor a un animal de esta categoría en la naturaleza. Pero,
vamos, no critico que se haga.
De lo que se trata es de criar. He conocido a un entomólogo en Costa Rica, le he metido el gusanillo de la cría, y ahora
está consiguiendo coleópteros siguiendo las recomendaciones que yo le he dado. En concreto, estoy muy interesado
por las chrysinas, unos tipos de escarabajos de colores metálicos, ya que vamos a intentar criarlas en cautividad, algo que
no se ha hecho hasta ahora.
Porque a mí también me gusta mucho la investigación, al
nivel que yo puedo hacerla, y hasta ahora hay algunas cosas
que me han salido muy bien.
M ¿Qué tipo de investigaciones realiza en este ámbito?
Doctor Alfaro. Ahora estoy trabajando con unos escarabajos que se llaman dorcadion. Son unos insectos pequeños, la
mayoría endémicos de España, que tienen las antenas muy
largas y viven en zonas de llanura (es fácil encontrarlos en los
puertos de montaña). Cuando son adultos se alimentan de
Mariposas “Morpho” azul
metálico. Las indígenas se
pintan los ojos con el polvillo
de sus alas para maquillarse.
Abajo, anverso y reverso de
algunas mariposas de
Sudamérica en la colección con
datos de captura.
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AXILLARIS,, junio
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gramíneas y las larvas se comen las raíces pequeñas de estas
plantas. En el grupo con el que trabajo hemos conseguido
crear una dieta artificial, una pasta a base de sémola de trigo, maíz, una dilución de alcohol, con la que se puede lograr
que las larvas lleguen a adulto perfectamente, e incluso de
forma más rápida.
También he conseguido en muchas ocasiones reproducir
el ciclo biológico completo de varias especies, no ya españolas sino africanas, de escarabajos de gran tamaño.
M ¿Tiene inventariada toda su colección de insectos?
¿Cuántos pueden ser en total?
Doctor Alfaro. Estuve una temporada fotografiando uno
por uno los ejemplares de mi colección, para hacer una base
de datos pública, con imágenes. Pero era tan complicado,
tan espantoso, tal tiempo me llevaba, que lo dejé. A esto se
añade el problema de que continuamente se están cambiando los géneros, las especies, las subespecies, y hay que estar
muy al día y actualizando constantemente la información.
Además, en el caso de especies muy parecidas, es necesario
hacer una genitalia, una prueba que consiste en analizar los
genitales de los insectos al microscopio para poder clasificarlos correctamente.
Pero, de todas formas, creo que en total podría tener entre
10.000 y 20.000 insectos.
M ¿En algún momento se ha planteado exponer su
colección?
Doctor Alfaro. Exponer esta colección sería un problema,
porque ahora hay que pedir una serie de permisos que, en
el caso de muchos insectos, sería muy complicado obtener,
ya que exigen una documentación de la que antes no se disponía o no se establecía como necesaria.
Pero, al margen de todo eso, lo que sí me planteo muchas
veces es qué va ser de la colección cuando yo no esté. En primer lugar, porque es mucho material y ocupa mucho espacio, y, en segundo lugar, porque no sé si encontraré gente
que quiera continuarla. Me he planteado también el donarla
a algún particular, aunque es muy complicado encontrar a la
persona adecuada, o a algúna institución o algún museo,
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pero no sé si podría obtener las garantías de que la colección se vaya a cuidar correctamente y de que no se pierdan
algunas de sus mejores piezas en el camino.
Mi familia tampoco sigue mi afición. A mis hijos les
gustan los insectos, pero no a ese nivel. Además, todavía me queda mucho material guardado que tengo que
ir preparando para incorporarlo a la colección… Es
decir, que no tengo ni tiempo de pararme a pensar en
estas cosas.
M ¿Qué es lo que más aprecia de su colección?
Doctor Alfaro. Las mariposas y los escarabajos. Y, en
concreto, lo que más me apasiona ahora son las crisinas, unos escarabajos de colores metálicos que, fundamentalmente, están localizados en Centroamérica.
M ¿Hay algún insecto al que le tenga especiales
ganas?
Doctor Alfaro. Tengo muchas ganas de algunos ejemplares, pero son imposibles de conseguir, porque están
protegidos por la ley. En concreto, en el grupo de las
llamadas mariposas pájaro, la Ornithoptera alexandrae,
que es la mariposa más grande que existe (puede
alcanzar hasta 25 centímetros de envergadura).
El problema de esta mariposa, que se encuentra sólo
en Papúa Nueva Guinea, es que se alimenta sobre un
tipo de aristoloquia, una especie de enredadera, que
está adaptada sobre un tipo especial de cocotero que,
a su vez, está desapareciendo, con lo cual la mariposa
pierde su hábitat natural.
Hoy en día, en general, y aquí en España también,
como en el resto de Europa, cada día es más complicado hacer trabajo de campo, sobre todo a la hora de
recoger ejemplares, porque hay muchas trabas burocráticas y mucha protección.
Normalmente, los coleccionistas, en general, somos
gente extraña. Yo creo que tenemos un problema psicológico –no patológico– por ese afán de querer conseguir algo más, de ir acumulando cosas. Me parece
que todos respondemos a un patrón no muy lógico.
M Su consulta tampoco se libra de la presencia de insectos y animales, debidamente disecados, claro. ¿Cómo se
lo toman sus pacientes?
Doctor Alfaro. Les encanta. A la mayoría de la gente le
llama la atención. Los niños suelen pensar que los coleópteros que tengo expuestos son de mentira, de El Corte Inglés, y algunos también se interesan y preguntan.
Pero todos mis pacientes, cuando entran, ven lo que
me gusta, la naturaleza.
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Escarabajos “joya” o
Chrysinas. Tres especies
diferentes: plata
(Ch. limbata), oro
(Ch. resplendens) y oro rojo
(Ch. aurigans), todas ellas
de Costa Rica.