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UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE
Facultad de Ciencias Agrarias
Escuela de Agronomía
Determinación de parámetros para la fertilización racional fosforada en el
cultivo de arveja (Pisum sativum L.) en un suelo Trumao de la Décima Región
Tesis presentada como parte de los Requisitos para optar al grado de Licenciado en Agronomía.
Profesor Patrocinante: Sr. Dante Pinochet T. – Ing. Agr., M. Sc. Ph. D.
Patricio Alejandro Sandaña Gómez
Valdivia Chile 2004
Profesores Informantes
Sr. Roberto Mac Donald H. – Ing. Agr., M. Sc.
Sr. Ricardo Fuentes P. – Ing. Agr., M. Sc.
RESUMEN
En un suelo Hapludand (suelo Trumao), en Valdivia, X Región, se evaluó el efecto de diferentes niveles de disponibilidad de P
sobre la productividad de materia seca, concentración de P y parámetros derivados, como tasas de absorción de P y tasas de
crecimiento, distribución de P y productividad de materia seca en los distintos órganos de un cultivo de arveja (Pisum sativum
L.) cultivar Perfected Freezer. Los tratamientos fueron cuatro niveles de P (con tres repeticiones) y se obtuvieron a través de
dosis crecientes de fósforo (0, 110, 280 y 460 kg P2O5/ha, aplicados como superfosfato triple). Todos los resultados fueron
analizados estadísticamente a través de Andeva y pruebas de Tukey, cuando correspondió. Para la descripción de las curvas de
producción de materia seca y absorción de P se utilizó análisis de regresión no lineal con el programa estadístico GraphPad
Prism v. 4.0.
En el tratamiento óptimo de fertilización fosforada se obtuvieron los parámetros para calcular la demanda de fósforo del cultivo,
de acuerdo al método de fertilización razonada y se describieron los efectos de niveles deficientes de P y niveles supraóptimos.
Se determinó que el tratamiento óptimo correspondió a la dosis 110 kg P2O5/ha, el cual alcanzó un rendimiento de 53 qm MS/ha
y que para determinar una dosis óptima de fertilización fosforada en arvejas se debe utilizar un requerimiento interno de P de
0,22%, un índice de cosecha de 48% y eficiencia de fertilización fosforada del 12%.
Del total de fósforo absorbido por la planta un 73% a 84% se encuentra en los granos, y en su acumulación, participa el proceso
de translocación, desde los diferentes órganos de arveja, los cuales muestran tasas positivas de absorción fósforo (acumulación
de P) hasta antes de la formación grano, para posteriormente presentar tasas negativas de absorción de P (desacumulación P), el
cual es translocado hacia los granos. Tanto la acumulación como desacumulación de P en cada órgano aumentan en la medida
que es mayor la disponibilidad de P en el suelo.
SUMMARY
On an Hapludand soil in Valdivia, Chile, the effect of different levels of P availability was evaluated over dry matter production,
P concentration and derived parameters, as P absorption rate and growth rate, P distribution and dry matter yield in the pea
organs (Pisum sativum L.) of the variety Perfected Freezer. The P treatments were four P levels (each one in three replicates) and
were obtained trough increasing P rates (0, 110, 280, 460 kg P2O5/ha, as triple superphosphate). All the results were analyzed
statistically using ANOVA and Tukey test, when needed. The description of both total growth and P total uptake curves and in
each one of the organs was analyzed through non lineal regression, using the statistical program GraphPad Prism V. 4.0.
In the optimal P level treatment the parameters needed to calculate de P crop demand according to the reasonable method were
obtained and the effect of P deficient levels and over optimum levels was described. The optimal treatment was given by 110 kg
P2O5/ha, which reached a yield of 5300 kg of grain dry matter /ha and to forecast an optimal rate of P fertilization in peas it is
necessary to utilize a P internal requirement of 0.22%, a harvest index of 48% and P fertilizer efficiency of 12%.
Of total P uptake by the crop, a 73% to 74% is in grains and this accumulation is due to translocation processes from different
pea organs. This organs showed positive uptake rates (P accumulation) until the beginning of grain formation. Since then they
reach negative P uptake rates (depletion of accumulated P) showing that P is mobilized to grains. Both accumulation and
depletion of accumulated P of each organ, increased with the increase of P availability in the soil.
1. INTRODUCCION
En Chile, desde la década de 1980 se ha desarrollado un método de fertilización de los cultivos, denominado fertilización
razonada. Este método se basa en el conocimiento de las relaciones existentes entre clima-suelo-cultivo-fertilizantes, para
determinar las estrategias de fertilización óptima para el cultivo en un agroecosistema determinado.
El método requiere del conocimiento de los parámetros que determinan la demanda del cultivo. Estos parámetros son el
rendimiento a alcanzar y el requerimiento interno. Sin embargo, en muchos cultivos existe escasa información respecto a las
variaciones de estos parámetros determinados por la absorción de nutrientes que realizan los cultivos.
Las leguminosas de granos son cultivos importantes para la nutrición humana en Chile. Entre ellas la arveja (Pisum sativum L.)
ha adquirido importancia agronómica debido a su incremento en superficie cultivada, tanto para grano seco, como para consumo
fresco. Para establecer la fertilización de este cultivo, especialmente la nutrición fosforada en los distintos agroecosistemas del
país, se requieren estudios de esta nutrición en condiciones de experimentos de fertilización fosforada. En estos experimentos se
pueden establecer las relaciones determinantes de la demanda de fósforo del cultivo y las variaciones que experimenta en
condiciones de deficiencia, suficiencia o exceso.
Parámetros asociados a la demanda de nutrientes son la tasa de absorción y la translocación de nutrientes que realiza el cultivo,
los cuales permiten conocer cuando y en que cantidades el cultivo requiere el nutriente y el uso interno que realiza de él. Estos
parámetros además permiten conocer la eficiencia de uso interno del nutriente.
Por ello, se plantea como hipótesis que el cultivo de la arveja presenta parámetros característicos en su nutrición fosforada, tanto
en su tasa de absorción, en su translocación y en sus relaciones con la productividad del cultivo.
El objetivo general de la siguiente tesis fue determinar los parámetros necesarios para hacer una fertilización fosforada óptima en
el cultivo de la arveja, en base a la fertilización razonada de los cultivos.
Los objetivos específicos fueron:
- Analizar el crecimiento del cultivo y sus órganos a través de las respectivas tasas de crecimiento.
- Analizar el comportamiento del fósforo en el interior de la planta a través de las tasas de absorción de P de los diferentes
órganos.
- Determinar el nivel óptimo de fósforo en el suelo, en base a los rendimientos alcanzados.
- Determinar los parámetros necesarios para calcular la demanda de fósforo del cultivo, bajo condiciones óptimas de fertilidad
fosforada.
- Determinar la desviación de los parámetros de demanda en relación al tratamiento óptimo de fertilización.
- Determinar la eficiencia de la fertilización fosforada.
2. REVISION BIBLIOGRAFICA
2.1. Aspectos generales del cultivo de la arveja
A continuación se describen los aspectos culturales más relevantes del cultivo de arveja.
2.1.1. Generalidades del cultivo de la arveja. La arveja es una especie que fue tempranamente cultivada en Europa y de ahí
fue introducida hacia América (DIMITRI, 1987). La arveja (Pisum sativum L.), es una especie perteneciente a la tribu Vicieae;
subfamilia Papilionoidae y a la familia Fabaceae, cuya utilidad primaria reside en el fruto y semilla (CUBERO y MORENO,
1983 y YUSTE, 1998).
El interés por la semilla de esta especie radica en su empleo en la alimentación tanto humana como animal, debido a su alto
contenido proteico (CUBERO y MORENO, 1983). Proporciona un fruto que se puede consumir fresco, enlatado y congelado. El
grano seco, que es la forma principal en que se utiliza la arveja a nivel mundial, particularmente de variedades de grano redondo
liso, se consume como arveja partida, pelada; sirve, además, para elaborar harinas, sopas y otros productos (RUBATZHY y
YAMAGUCHI, 1999; GIACONI, 2001). Por su parte, FAIGUENBAUM (1987), señala que entre los principales usos de la
arveja, destaca el consumo de la semilla inmadura, en la forma conocida como arveja verde. En este mismo estado, los granos
pueden ser procesados para la obtención de conservas, en la forma de producto enlatado o congelado.
KRARUP (1973), indica que es la leguminosa hortícola cultivada en el país, que posee el mayor contenido de proteína; 5.9% al
estado de grano verde y sobre 25% al estado de grano seco.
La composición química y el contenido de agua de los granos de arveja tanto en verde como en seco, se presentan en el Cuadro
1.
CUADRO 1. Contenido porcentual promedio de los principales componentes de los granos de arveja.
Estado
Componentes
Agua
Proteína
Carbohidratos
Grasa
Fibra
Cenizas
FUENTE: FAIGUENBAUM (1987).
Verde
%
70 -75
5,0 - 7,0
14 - 18
0,2 - 0,4
2,0 - 3,0
0,5 - 1,0
Seco
%
10 - 12
20 - 23
62 - 66
1,5 - 2,0
5,0 - 8,0
2,5 - 3,0
Otro aspecto importante de esta especie, al igual que las demás leguminosas, es la capacidad que tiene de fijar el nitrógeno
atmosférico al asociarse simbióticamente con bacterias del género Rhizobia,
disminuyendo así el uso de fertilizantes
nitrogenados, con el consecuente ahorro en los costos de producción (WIEDMAIER, 1991 y YUSTE, 1998).
2.1.2. Desarrollo vegetativo. El crecimiento de las plantas y la duración del período vegetativo varían en un amplio rango,
según la variedad y las condiciones ambientales que prevalezcan durante el período de crecimiento. En general, el crecimiento
de las plantas es lento durante los dos primeros meses de desarrollo (FAIGUENBAUM, 1987).
Este autor también señala que, la precocidad de las distintas variedades está determinada por la longitud del periodo que
transcurre entre la emergencia de las plantas y el inicio de la floración, ya que la etapa comprendida entre floración y cosecha
tiene una duración similar entre cultivares.
De esta forma, FAIGUENBAUM (1987), señala que evaluaciones realizadas durante años con distintas variedades en
localidades ubicadas entre la Región Metropolitana y la VI Región, permiten señalar que como promedio, las plantas de las
variedades precoces existentes en Chile demoran entre 80 y 95 días desde emergencia a inicio de floración. En los cultivares más
tardíos que se usan en la misma zona, este período llega a ser de 105 a 115 días. Las variaciones, dentro de una misma variedad
son claramente influidas por las temperaturas que se presentan durante el desarrollo de las plantas.
El ciclo vegetativo en la X Región, según KRARUP (1981), es de 88 (± 10 días) para los cultivares precoces, 108 (± 10 días)
para los de media estación y de 127 (± 10 días) para los tardíos. Estos ciclos son para cosecha de grano verde, para grano seco el
ciclo se extiende, en cada caso, en 30 a 40 días. En este sentido, la variedad Perfected Freezer, considerada como tardía,
sembrada el 31 de agosto en la Estación Experimental Carillanca, tiene su primera cosecha manual el 22 de diciembre, o sea
demora 113 días; en Cholchol demora 146 días. El ciclo en días será distinto para una misma variedad de acuerdo a la fecha de
siembra y también de acuerdo a la localidad (KRARUP, 1993).
2.1.3.
Variedades de arvejas. Actualmente se dispone de variedades puras, con características bien definidas y muy
productivas. Las hay de tres tipos, atendiendo su hábito de crecimiento; hábito indeterminado, intermedio y determinado; de
grano liso y de grano arrugado (en estado seco). Hay variedades para consumo fresco, conserva y algunas que tienen aptitudes
mixtas (GIACONI, 2001).
Dentro de las variedades de grano arrugado se encuentra la variedad Perfected Freezer, la cual se consume en fresco y se utiliza
para congelado. La característica común de esta variedad, es el grado de arrugamiento que presenta el grano seco y por el sabor
dulce del producto fresco. Es una planta de hábito intermedio (80 cm de altura), cuya vaina es ligeramente encorvada y
terminadas en punta roma, de color verde oscuro, de 7,5 a 8,0 cm (GIACONI, 2001). Además, esta variedad produce 5,0 a 5,5
granos por vaina y con un peso de los 100 granos de 21 a 23 g (FAIGUENBAUM, 1987).
2.1.4. Requerimientos de suelo. La especie no se considera de arraigo profundo pero requiere de un tipo de suelo bien drenado,
friable, fértil y sin compactación. El exceso de agua le es muy perjudicial especialmente durante el inicio de la floración, donde
por este efecto se producen pérdidas en el rendimiento, superiores al 40% (KRARUP, 1993). Por otro lado NEY et al., (1994),
señalan que un déficit hídrico en periodo de floración afectaría el número de nudos reproductivos, así como también el peso y
número de granos por planta.
KRARUP (1993), señala que la fertilidad del suelo es un factor muy importante, ya que si la fertilidad del suelo no satisface las
necesidades de la planta no se obtendrá una buena simbiosis con Rhizobium leguminosarum F. y tanto el desarrollo como los
rendimientos se verán fuertemente afectados.
En cuanto a la acidez del suelo GIACONI (2001), señala que esta especie es sensible a la acidez, por lo tanto, el pH ideal está
entre 5,5 y 6,5, mientras que RODRIGUEZ et al. (2001), señalan que el pH crítico es de 5,8.
El fósforo es uno de los elementos más importantes para el buen desarrollo, crecimiento y nodulación de la arveja; su deficiencia
en el suelo se traduce en un bajo rendimiento. La extracción por hectárea de este elemento es de alrededor de los 20 kg de P/ha
(KRARUP, 1993 y YUSTE, 1998).
GIACONI (2001), señala que el empleo de fertilizantes nitrogenados no es esencial, por su calidad de leguminosa, pero puede
ser conveniente suministrarlo, particularmente en suelos pobres, en los cuales responde a dosis moderadas de nitrógeno, sobre
todo, en los primeros estados de desarrollo, cuando aun no existe nodulación.
2.1.5. Requerimientos climáticos. Es un cultivo que se desarrolla adecuadamente en climas templado frío; bajo condiciones de
clima caluroso su desarrollo y posterior rendimiento se ve severamente afectado. Tolera heladas ligeras a lo largo de su ciclo,
excepto durante la floración, cuaja de flores, y estados iniciales de llenado de granos que, a su vez, son los estados más sensibles
a cambios de temperaturas y humedad del suelo (FAIGUENBAUM, 1987; KRARUP, 1993 y GIACONI, 2001).
SINHA (1978), señala que esta especie crece muy bien entre 10 y 30 oC. Mientras que RUBATZKY y YAMAGUCHI (1999),
señalan que la temperatura de inicio de crecimiento (temperatura base) es de 4 oC y la temperatura máxima es de 29 oC. Además,
es este rango, el que usualmente se utiliza para calcular el tiempo térmico, es decir, las unidades calóricas acumuladas.
FAIGUENBAUM (1987), señala que la temperatura requerida para la germinación va desde los 4 a 5 oC, aunque en ese nivel, el
proceso es muy lento y puede extenderse por alrededor de 8 a 10 días. Con temperaturas en el suelo entre 14 y 18 oC, la
germinación puede sólo demorar 3 a 4 días.
Por su parte KRARUP (1993), señala que, las temperaturas ideales par el periodo reproductivo oscilan entre los 15 y 18 °C,
siendo el periodo más sensible a la temperatura. Temperaturas más bajas dificultan la fecundación floral por el crecimiento
demasiado lento de los tubos polínicos, que se traduce en falta de cuaja de las flores; temperaturas mayores se traducen aborto
floral, que se hace 100% a una temperatura de 30 °C. Este autor, también señala que, para el llenado de grano requiere
temperaturas similares a las de floración; idealmente no pasen de los 21°C, para evitar la caída de vainas en desarrollo, que se
hace mayor, a mayor temperatura.
2.1.6. Epoca de siembra. FAIGUENBAUM (1987), señala que desde la zona de Arauco a Llanquihue, por la costa, la época de
siembra, depende exclusivamente de las lluvias y por ello se justifica sembrar lo más temprano posible, pasado el periodo más
lluvioso (Junio, Julio, Agosto). Siembras de Julio y Agosto en Valdivia han demostrado los mejores rendimientos. Siembras de
Septiembre, o incluso posteriores, pueden enfrentarse a una insuficiencia de humedad y tambien a temperaturas altas.
KRARUP (1981), indica que la época más apropiada para la zona sur corresponde a la primera quincena de septiembre, ello
debido a que se obtiene una rápida germinación y emergencia. Además, señala que debe evitarse que la floración de las plantas
coincida con temperaturas superiores a 21°C, las cuales producen en aborto floral y caída de vainas, lo que afectara el
rendimiento.
2.1.7. Densidad poblacional y dosis de semilla. La dosis de semilla dependerá del tipo de planta y la distancia de siembra,
tamaño de grano y época de siembra. Se emplearan mayores dosis en las siembras de menor distancia entre las líneas, en las
variedades de grano grande (GIACONI, 2001 y CHILE, CORPORACIÒN DE FOMENTO DE LA PRODUCCION (CORFO),
1986).
Las densidades de arveja para congelado y conservería son mayores a aquellas que se utilizan para cosechar grano seco,
especialmente si serán cosechadas a máquina. Así mismo, las precoces en general usarán una densidad poblacional mayor por ser
plantas más pequeñas (KRARUP, 1993).
En Chile, en general, se emplean densidades más bajas que en países desarrollados; para variedades precoces de follaje
convencional las densidades fluctúan de 350 a 550 mil plantas/ha, utilizando espaciamientos entre líneas de 50 a 60 cm. En los
semitardíos se están empleando distancias de 60 a 70 cm y similar y aún mayores para los tardíos; esto porque, generalmente, se
trata de cultivos que se trabajan con cultivadoras de tiro animal, esencialmente caballos, para el control tardío de malezas. En
general, es poco usual que las poblaciones sobrepasen las 500 mil plantas/ha. Mientras que en EE.UU. y Europa, las densidades
fluctúan de 800.000 a 1.500.000 plantas/ha. Ello debido a que solo se cosecha, mecánicamente, uno o dos nudos reproductivos
de las plantas (KRARUP, 1993).
2.1.8. Inoculación de semillas. La inoculación de semillas con bacterias procedentes de cepas de (Rhizobium leguminosarum
F.) es recomendada. Su uso es especialmente importante en suelos que no han tenido con anterioridad un cultivo de leguminosa
anual (GIACONI, 2001). Estudios señalan que la inoculación, con alguna cepa aislada en la región sur, podría mejorar los
rendimientos en grano verde en más de un 20%. La inoculación de la semilla es recomendada hacerse el mismo día de la
siembra (KRARUP, 1993).
2.1.9. Desinfección de la semilla. La principal causa de una reducción de la población esperada es la pérdida de plantas por
caída de ellas (damping-off). La desinfección de semillas debe realizarse con un desinfectante de semillas que no afecte las
bacterias rizobiales; uno de los pocos productos químicos que puede recomendarse es el Tirad o TMTD, que sería inocuo para
las bacterias y a la vez daría protección contra los hongos que producen la caída de plantas (KRARUP, 1993).
2.1.10. Rendimientos en arvejas. GIACONI (2001) señala que, en grano seco, según sea la variedad, 1000 a 3000 kg/ha, lo que
potencialmente se traduce en 4000 a 12000 kg/ha de arvejas verdes en vainas. Por su parte, FAIGUENBAUM (1987), señala que
los rendimientos en arvejas en seco van desde los 3000 a 3500 kg/ha.
2.1.11. Plagas y enfermedades del cultivo. La arveja, a diferencia de otros cultivos, no presenta en general muchos problemas
de insectos; sin embargo podría mencionarse el trips de la cebolla (Thrips tabaci L.) y el bruco de la arveja (Brochus pisorum
L.). Como problema también está el ataque de oidium (Erysiphe polygoni D.C.) y de Ascochya sp en las hojas y tallos
(GIACONI, 2001). En la zona sur, el bruco hoy en día, consiste un serio problema en la producción de grano seco. Sin embargo,
no tendría igual grado importancia para la arveja de grano verde, ya que en su estado de cosecha los granos infestados no
exteriorizan su presencia; interiormente, el insecto se presenta en un estado larvario incipiente que no afectaría su procesamiento.
No existen variedades resistentes y su único control sería con insecticidas (KRARUP, 1993).
2.2. Fertilización racional fosforada de los cultivos
La fertilización racional es una aproximación razonada al establecimiento de normas de fertilización. Estas normas están
fundamentadas en los principios de la nutrición de los cultivos y en la dinámica de los nutrientes en el suelo. Esta aproximación
postula que con el conocimiento de los procesos relevantes del sistema clima-suelo-cultivo-fertilizante es posible predecir las
normas de fertilización de los cultivos en cada caso particular. En su aplicación se utiliza una simplificación de los procesos más
relevantes que determinan las normas de fertilización (RODRIGUEZ et al., 2001).
En el método propuesto, llamado “método racional”, la norma de fertilización está determinada por las interrelaciones del
sistema clima-suelo-cultivo-fertilizante, las cuales han sido simplificadas a tres componentes para la formulación de la dosis:
Demanda de nutrientes de un cultivo, el suministro de nutrientes del suelo y la eficiencia de la fertilización (RODRIGUEZ et al.,
2001).
Las interrelaciones entre el clima y el cultivo están reflejadas en la demanda del nutriente, las interrelaciones entre el suelo y el
cultivo en el suministro del nutriente y el efecto del manejo de los fertilizantes en las relaciones suelo-cultivo a través de la
eficiencia de la fertilización (RODRIGUEZ et al., 2001).
En un determinado agrosistema, la biomasa de cultivo alcanzable genera una demanda de nutrientes para satisfacer sus
necesidades metabólicas. La demanda de nutrientes por la biomasa de los cultivos, en especial nitrógeno y fósforo, no es
satisfecha con el suministro de nutrientes que es capaz de entregar el suelo y, en muchas condiciones, se produce un déficit
nutricional del cultivo. El objetivo de la fertilización es satisfacer éste déficit, de forma de obtener la producción alcanzable del
cultivo, en un determinado agroecosistema. El cultivo no recupera todo el fertilizante agregado por lo que hay que considerar una
cierta eficiencia de la fertilización de los cultivos (RODRIGUEZ, 1993).
De acuerdo a lo señalado anteriormente, RODRIGUEZ (1993), propuso la siguiente formulación de estos parámetros:
donde:
DF: dosis de fertilización.
D: demanda del nutriente.
S: suministro del nutriente.
E: eficiencia de la fertilización.
2.2.1. Demanda de fósforo. El P es uno de los elementos esenciales para los organismos biológicos y es un macronutriente
primario en plantas. Hay muchos compuestos en las células que contienen P. El aparato genético está basado sobre grupos
fosfatos en los polinucleotidos de ADN y ARN. Los fosfolípidos son compuestos fundamentales en membranas. Además, el P
está involucrado en los procesos energéticos en forma de ATP (BIELESKI y FERGUSON 1983; MARSCHNER, 1995 y
MIMURA, 1999). En las células vegetales, el P es importante en el proceso de fotosíntesis, ya que actúa como sustrato y un
factor controlador en el metabolismo relacionado con la fotosíntesis (MIMURA, 1995).
La demanda del nutriente por los cultivos corresponde a la cantidad de nutriente requerida para obtener el rendimiento alcanzable
económico en un determinado agroecosistema. Es evidente que con un mayor crecimiento y una mayor producción, la demanda
de nutriente, en este caso fósforo, aumenta. Por lo tanto, la demanda de fósforo de un cultivo con un determinado potencial
genético variará, de acuerdo a las limitaciones del clima, del suelo y del nivel tecnológico utilizado (RODRIGUEZ et al., 2001).
Para calcular la demanda de un cultivo es importante hacer una estimación realista y adecuada del rendimiento alcanzable por el
cultivo, según las condiciones del agrosistema, considerando un manejo de un alto nivel tecnológico, imprescindible en una
agricultura competitiva (RODRIGUEZ et al., 2001).
Otro aspecto importante de conocer, para determinar la demanda de fósforo de un cultivo, es la concentración mínima óptima del
nutriente en la materia seca producida por el cultivo. A esta concentración del nutriente se le denomina Requerimiento interno
del cultivo (RODRIGUEZ et al., 2001).
Para conocer la absorción total de nutrientes de un cultivo, que corresponde a la demanda de nutrientes, el requerimiento interno
del nutriente se mide en la cosecha del tratamiento óptimo de dosificación del nutriente en un ensayo de fertilización. También,
es posible hacerlo a través del tiempo, para obtener el ritmo de absorción del nutriente por el cultivo. De esta forma, es posible
conocer como se desarrolla la demanda de los nutrientes a través del tiempo, tanto en la tasa de absorción, como la translocación
de nutrientes móviles, en los diferentes estados fenológicos (PINOCHET, 1999).
El Indice de extracción en la cosecha, que corresponde a la cantidad de nutriente que se encuentra en el producto cosechado con
respecto al total absorbido. Desde este punto de vista se define el índice de cosecha (IC), que corresponde a la producción de la
materia seca del cultivo que está en el producto cosechado en relación a la cantidad total de materia seca producida por el cultivo
(PINOCHET, 1999). Según RODRIGUEZ (1993), la formulación para determinar el índice de cosecha, es la siguiente:
donde,
IC
= Indice de cosecha
PC
= Producto cosechado
PA
= Parte aérea
MS
= Materia seca
Entonces, finalmente, para calcular la demanda de nutrientes del cultivo (absorción total), es necesario conocer la Productividad
a alcanzar (PA, qq ha-1), la Humedad de cosecha de los cultivos (HC, adimensional), el Indice de cosecha (IC, adimensional) y el
Requerimiento interno del nutriente (Ri, en porcentaje) (PINOCHET, 1999).
Matemáticamente estas relaciones pueden ser representadas por la siguiente ecuación:
A excepción de PA, todos los otros parámetros son propios del cultivo. En general, tanto el IC como el RI tienen un fundamento
fisiológico (RODRIGUEZ, 1993).
2.2.2. Suministro de fósforo. El fósforo en el suelo, puede estar funcionalmente compuesto de tres fracciones. Estas fracciones
han sido llamadas, desde el punto de vista de la nutrición de los cultivos, en P en solución, P lábil, P no lábil (RODRIGUEZ,
1993; MENGEL y KIRKBY, 1982). Tanto en la fracción lábil como en la no lábil existen formas orgánicas e inorgánicas de P
que participan en la reposición del P en solución cuando este es absorbido por las plantas (TISDALE et al., 1999).
El fósforo presente en la solución del suelo corresponde al que las raíces absorben para su desarrollo. Este fósforo está en una
concentración muy baja que oscila entre 0,06 y 0,5 ppm y corresponde a la fracción que está en equilibrio directo con el fósforo
lábil (RODRIGUEZ, 1993). Además, este fósforo en solución se encuentra en dos formas absorbibles por las plantas como son:
H2PO4- y HPO42- cuyas concentraciones dependen de el grado de acidez que presente la solución, donde a valores pH altos (>7.2)
predominan la forma HPO42-, mientras que a pH bajo 7.2 aumenta la forma H2PO4- (MENGEL y KIRKBY, 1982; TISDALE et
al., 1999; BRADY y WEIL, 2000).
El P lábil corresponde al P adsorbido en la superficie de la fase sólida del suelo que está en rápido equilibrio con el P de la
solución del suelo (MENGEL y KIRKBY, 1982). Este P se encuentra formando una unión de ligando con el aluminio estructural
de las arcillas compartiendo un oxigeno (RODRIGUEZ, 1993).
Fósforo no lábil corresponde al resultado de reacciones de adsorción en que el P queda retenido en el interior de las arcillas y de
óxidos de Fe y Al, de reacciones de precipitación muy insolubles y de reacciones ligadas a la materia orgánica muy estabilizada
en el suelo. Esta fracción se caracteriza por no estar directamente en equilibrio con la solución del suelo, pero si con el P lábil y
por no participar en el suministro de P en la temporada de cultivo (RODRIGUEZ et al., 2001).
Para medir la disponibilidad de P lábil del suelo se utiliza un índice de esta fracción que corresponde al P extractable por el
método Olsen (NaHCO3, pH 8.5). El valor de P extractable Olsen (ppm) representa la proporción del P lábil del suelo que
correlaciona con el P absorbido por los cultivos. De este modo el P Olsen es un indicador de la disponibilidad de P del suelo
(RODRIGUEZ et al, 2001). Olsen, citado por CARRASCO (2000), señala que la extracción con bicarbonato es lejos el método
más usado en la extracción de P disponible en suelos calcáreos y alcalinos del mundo. Posteriormente se ha utilizado también en
los suelos ácidos.
A un mismo valor de P-Olsen indica la misma disponibilidad de P para los cultivos en distintos suelos, pero este valor puede
representar distintas cantidades de P activo. Esto se debe a que la cantidad de P retenido como P no extractable Olsen es variable,
dependiendo de la capacidad de retención de P de los distintos grupos de suelos. Así, por ejemplo, después de una aplicación de
P en los suelos Trumaos, 1 ppm de P-Olsen representa 12 kg de P activo y en un suelo Aluvial del Valle Central, alrededor de 4
kg de P activo del suelo. Esto indica que para obtener 1 ppm de P-Olsen en el suelo, se debe aplicar 12 kg P/ha y 4 kg P/ha,
respectivamente (RODRIGUEZ et al., 2001).
Por otra parte, después de una aplicación de P al suelo, el P-Olsen comienza a disminuir a través del tiempo, debido a las
reacciones de adsorción hacia el interior de la matriz coloidal. La fracción residual de P aplicado que permanece como P
extractable Olsen en el tiempo ha sido descrita con una función potencial. Esta función es dependiente del tiempo (y
temperatura) e independiente del tipo de suelo y de la cantidad de fósforo aplicado y refleja el envejecimiento del fósforo
aplicado (RODRIGUEZ et al., 2001). De esta forma Pinochet (1995), citado por CARRASCO (2000), encontró que los suelos
obedecían a una sola ecuación general para describir el efecto residual de una aplicación de P, que corresponde a:
Esta ecuación sería posible de ser utilizada en todos los suelos, independiente de su capacidad de adsorción.
Otro aspecto a considerar en el suministro de P, es que a un mismo valor de P-Olsen, en el suelo, los cultivos son capaces de
recuperar distintas cantidades de P, de acuerdo a su habilidad para interceptar el P activo del suelo (RODRIGUEZ et al., 2001).
Por lo tanto, para conocer la cantidad de P absorbible por los cultivos debe determinarse la eficiencia con que son capaces de
absorber el P disponible en el suelo expresado como ppm P-Olsen (RODRIGUEZ, 1993).
Por lo tanto, finalmente, el suministro de P del suelo depende, de los parámetros del sistema clima-suelo-cultivo-fertilizante, es
decir, de la disponibilidad de P-Olsen en el suelo y la eficiencia de absorción radicular de P del cultivo o grupo de cultivos
(RODRIGUEZ et al., 2001).
2.2.3. Eficiencia de la fertilización fosforada. Para determinar la eficiencia de la fertilización fosforada se debe considerar el P
del fertilizante que pasa a formas no lábiles (RODRIGUEZ, 1993). Esta fracción corresponde a la reacción rápida inicial de
adsorción de P en la superficie de la matriz coloidal y esta fracción, depende de la capacidad de retención de P del suelo. A una
mayor capacidad de retención de P del suelo, menor será la fracción de P del fertilizante aplicado que quede disponible durante
la temporada de cultivo (RODRIGUEZ et al., 2001).
RODRIGUEZ (1993), señala que la capacidad de retención de P de los suelos (CP) puede ser descrita por la ecuación potencial
que la relaciona con el aluminio extractable del suelo.
El CP está expresado en ppm P que permanecen lábiles (P-Olsen) por ppm de P agregados. Para la transformarlos en (kg P/ppm
P-Olsen) debe considerarse la profundidad de muestreo y la densidad aparente del suelo (kg de suelo por ha a 20 cm de
profundidad). A este parámetro se le denominó Factor de Conversión de P (FCO). Este factor permite estimar la distinta cantidad
de kg P/ha a aplicar para obtener 1 ppm P-Olsen en suelos con diferente capacidad de retención de P (RODRIGUEZ et al.,
2001).
Además, del factor de retención de P-Olsen del suelo, la eficiencia de absorción de P del cultivo también determina la
recuperación del P del fertilizante aplicado. La diferencia que se produce entre los cultivos, en la eficiencia de absorción, se
debe a que dada la baja movilidad del P en el suelo, cada cultivo, de acuerdo a las características de su sistema radicular, tiene la
capacidad de explorar diferentes volúmenes de suelo y, por lo tanto, interceptar zonas de alta concentración de P activo
(RODRIGUEZ et al., 2001). Además, estos autores señalan que la capacidad de explorar un volumen de suelo depende de la
densidad radicular del cultivo, que se mide como longitud de raíces (cm) por volumen de suelo explorado (cm3). De esta forma
los coeficientes de eficiencia de absorción, se han generalizado dentro de cuatro grupos de cultivo, de acuerdo a sus densidades
radiculares y efectos rizosféricos especiales:
bajos: 1.0 (kg P/ha absorbibles/ppm P-Olsen), para papa y otras hortalizas.
medios: 1.3 (kg P/ha absorbibles/ppm P-Olsen), para cultivos industriales, leguminosas de grano y oleaginosas.
altos: 1.5 (kg P/ha absorbibles/ppm P-Olsen), para los cereales.
muy altos: 3.0 (kg P/ha absorbibles/ppm P-Olsen), para las praderas, arroz y lupino.
Por lo tanto, la eficiencia de la fertilización de P está determinada por dos parámetros:
Factor de retención de P-Olsen de los suelos, y
Coeficiente de absorción de P de los cultivos.
2.2.4. Estrategias de fertilización fosforada. RODRIGUEZ et al. (2001), señala que en la fertilización fosforada se consideran
dos tipos de dosis de acuerdo al nivel de disponibilidad de P del suelo. Estas dosis corresponden a la dosis de corrección
permanente y la de mantención, donde la primera tiene como objetivo fijar una estrategia de fertilización para elevar la
disponibilidad de P del suelo hasta un nivel de suficiencia en un periodo razonable de tiempo, mientras que la segunda
(mantención) tiene como objetivo mantener este nivel en el tiempo.
Sin embargo, este autor señala que en suelos con niveles medios de P es posible corregir transitoriamente el nivel de deficiencia
de P del suelo con dosis menores que las de corrección permanente. Esto permite elevar la disponibilidad de P a un nivel de
suficiencia al inicio de la temporada de cultivo, asegurando el rendimiento alcanzable durante el periodo de crecimiento del
cultivo. Sin embargo, al final de la temporada, el nivel de P decae bajo el nivel de suficiencia inicial producto de las
exportaciones de P en el producto cosechado y a las reacciones de P en el suelo que reducen su disponibilidad. Es por esto que
esta dosis es llamada dosis de corrección transitoria de P.
3. MATERIAL Y METODO
3.1. Materiales
En los siguientes puntos se describe los materiales usados y la metodología empleada en la investigación.
3.1.1. Ubicación del ensayo. El ensayo fue establecido en la Estación Experimental Santa Rosa perteneciente a la Universidad
Austral de Chile, la cual se ubica aproximadamente a una altitud de 9 m.s.n.m. De acuerdo a la división político administrativa
de Chile, la Estación Experimental Santa Rosa se encuentra ubicada en la provincia y comuna de Valdivia, Décima Región de
Los Lagos (NISSEN, 1974).
3.1.2. Cultivar utilizado. Para este ensayo se utilizó un cultivar de arvejas, Perfected Freezer, el cual se utiliza principalmente
para el consumo en fresco o para congelado. Es una variedad cuyo hábito de crecimiento es intermedio, de precocidad
semitardia, donde de emergencia a floración demora entre 85 a 90 días (FAIGUENBAUM, 1987).
3.1.3. Características climáticas de la zona. El clima es característico de un clima marítimo, por la influencia que ejerce la
cercanía al mar y la hoya hidrográfica de los ríos Valdivia y Cruces (HUBER, 1970). Además, se caracteriza por lluvias anuales
promedios de 2.500 mm que fluctúan entre 1.800 y 3.100 mm y temperaturas medias anuales de 12 0 C con una oscilación anual
de 9.20 C, siendo los meses de enero y julio los extremos cálido y frío con 16.7 y 7.50 C, respectivamente (MONTALDO, 1983).
MONTALDO y MEDEL (1986), señalan que esta zona tiene un periodo térmico vegetativo de 259 días que van desde el 9 de
septiembre al 26 de mayo, el periodo libre de heladas es de 7 meses y comienza el primero de octubre.
Las lluvias presentan una distribución estacional bien marcada siendo en la generalidad de los casos el invierno la estación más
lluviosa, ocasionalmente el otoño. Desde mediados de abril a fines de agosto cae el 60% de la precipitación. La primavera es de
lluvias moderadas con temperaturas que empiezan a subir de los 10 grados como promedio a partir de la segunda quincena de
septiembre. El verano es una estación con meses frecuentemente secos y temperaturas máximas diarias ocasionalmente
superiores a los 25o C. La temperatura desciende desde comienzos de marzo a fines de mayo cuando los promedios diarios bajan
de 10o C (MONTALDO Y FUENTES, 1980). En el Cuadro 2 se presentan las temperaturas y precipitaciones, registradas durante
el periodo que duró el ensayo, por el Instituto de Geociencias de la Universidad austral de Chile.
CUADRO 2. Datos climáticos mensuales del periodo 2002-2003
Datos
Temperatura (°C)
Media
Máxima
Mínima
Sep
Oct
Nov
Dic
Ene
9,6 ± 2,0
14,4 ± 2,0
6,5 ± 1,9
11,2 ± 1,4
15,9 ± 2,1
7,2 ± 2,7
13,3 ± 1,4
18,3 ± 2,7
8,7 ± 2,2
15,4 ± 2,0
21,2 ± 3,2
9,8 ± 2,2
17,6 ± 1,0
24,3 ± 1,6
9,4 ± 0,9
Precipitación (mm)
Total
336,7
504,7
287,1
111,6
Acumulada
336,7
841,4
1128,5
1240,1
FUENTE: Instituto de Geociencias, Universidad Austral de Chile (2003)
0,0
1240,1
En base a la temperatura media diaria, registrada durante toda la temporada de cultivo, y la temperatura base del cultivo (5 oC).
Se pudo calcular el tiempo térmico de desarrollo del cultivo para cada muestreo semanal (Cuadro 3).
CUADRO 3. Tiempo térmico en grados días acumulados (GDA) registrado durante cada muestreo en el cultivo de arveja.
Días
43
50
57
64
71
78
85
92
99
106
113
120
GDA 235 277 331 386
444
500
572
651
729
786
859
949
3.1.4. Características del suelo. El suelo corresponde a un Medial mesic Typic Hapludand, serie Valdivia, de topografía plana,
con una profundidad mayor a dos metros, con una capacidad de uso potencial clase II (NISSEN, 1974). Posee una humedad
aprovechable de 20 % base volumen, una densidad aparente de 0.7 g / cm3 y una porosidad total de 65 %, descrito por CHILE,
INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACION DE RECURSOS NATURALES (IREN) y UNIVERSIDAD AUSTRAL DE
CHILE (1978).
En cuanto a las características químicas del lugar del ensayo, en el Cuadro 4 se presentan los resultados obtenido del análisis
químico de suelo, realizado en el Laboratorio de Suelos de la Universidad Austral de Chile.
CUADRO 4. Análisis químico de suelo del lugar de ensayo.
Profundidad
pH (H2O)
pH (CaCl2)
P-Olsen (mg/kg)
Ca (meq/100 gss)
Pre encalado
0-20cm
5,57 ± 0,11
4,79 ± 0,07
8,97 ± 1,06
0,50 ± 0,14
Post encalado
0-10cm
5,9 ± 0,25
5,4 ± 0,27
8,97 ± 1,055
5,50 ± 0,92
10-20cm
5,58 ± 0,30
4,97 ± 0,35
1,03 ± 0,60
Mg (meq/100 gss)
K (meq/100 gss)
Na (meq/100 gss)
Al (meq/100 gss)
Suma de bases (meq/100 gss)
% saturación de Aluminio
Aluminio extractable (ppm)
0,17 ± 0,06
0,36 ± 0,06
0,03 ± 0,01
0,32 ± 0,07
1,07 ± 0,26
23,86 ± 8,74
1,09 ± 0,13
0,04 ± 0,01
0,29 ± 0,03
0,03 ± 0,02
6,90 ± 1,05
0,44 ± 0,39
1078
0,34 ± 0,12
0,02 ± 0,01
0,29 ± 0,03
0,10 ± 0,09
1,67 ± 0,73
6,68 ± 7,21
3.2. Método
La metodología de este ensayo se detalla en los siguientes puntos.
3.2.1. Diseño experimental. El experimento consta de 4 tratamientos que difieren en la dosis de fertilización fosforada, donde
entre los 4 tratamientos se incluyó el control, en que no se aplicó fertilizante fosforado alguno. Cada tratamiento consta de 3
repeticiones, por lo tanto, existen 12 parcelas experimentales ordenadas en tres bloques completos al azar.
FIGURA 1. Diseño experimental del ensayo.
3.2.2. Tamaño de las parcelas. Las parcelas fueron de un tamaño de 3 m por 20 m, es decir, 60 m2. La distancia entre hileras
fue de 0.35 m y la siembra sobre la hilera se efectuó a 2 cm.
3.2.3. Fecha de siembra. La siembra se realizó el día 30 de agosto del 2002.
3.2.4. Fertilización del ensayo. Los nutrientes aplicados a cada parcela correspondieron a N, P, K, Mg y micronutrientes. Los
tratamientos difirieron en la dosis de fertilización fosforada, donde en el tratamiento testigo no se aplicó fertilizante fosforado
alguno, mientras que en los tratamientos 2, 3 y 4 recibieron dosis fosforadas crecientes de 110, 280, 460 kg P 2O5/ha. La
fertilización de cada tratamiento se detalla en el Cuadro 5.
CUADRO 5. Dosis de fertilización para cada tratamiento.
Nutrientes
kg P2O5/ha
T1
0
T2
110
T3
280
T4
460
kg N/ha
kg K2O/ha
kg MgO/ha
kg MgSO4/ha
kg CuSO4/ha
kg ZnSO4/ha
kg Na2B4O7/ha
kg CaCO3/ha
300
80
30
1,2
0,4
0,7
0,6
3,1
300
80
30
1,2
0,4
0,7
0,6
3,1
300
80
30
1,2
0,4
0,7
0,6
3,1
300
80
30
1,2
0,4
0,7
0,6
3,1
Los fertilizantes fueron incorporados después de una aplicación en cobertera, mientras que la dosis de fertilización nitrogenada
fue parcializada en dos, aplicándose 50 unidades de nitrógeno el 14 de octubre y 250 unidades el 21 de noviembre del 2002.
3.2.5. Prácticas culturales. El 10 de mayo se incorporaron 4000 kg CaCO3/ha, el cual fue incorporado en los primeros 20 cm
de profundidad. Posteriormente el 29 de agosto y el 02 de septiembre se aplicaron herbicidas utilizándose, respectivamente para
esas fechas, Trifuralina (2 L / ha) y Linurex (2 kg / há).
3.2.6. Muestreo de plantas. Para efectos del ensayo se realizaron muestreos cada 7 días a partir del 21 de octubre del 2002
hasta el 06 de enero del 2003. Es decir, se hicieron 12 colectas por parcela, donde la primera colecta incluyó 5 hileras de 0,4 m;
el segundo y tercero 4 hileras de 0,4 m y los 9 restantes incluyo 2 hileras de 0,4 m. Las plantas muestreadas fueron identificadas
con su tratamiento y repetición respectiva, para posteriormente ser enviadas al laboratorio de suelos.
3.2.7. Determinación de producción biomasa aérea. Recibidas las muestras, debidamente identificadas, en el laboratorio, se
procedió a lavarlas con agua destilada, para posteriormente secarlas en un horno a 60 0C por 48 hrs, para obtener así su peso en
materia seca total y por órgano vegetal.
3.2.8. Determinación de la contribución de órganos de arveja. Una vez secadas y pesadas las muestras, se procedió a separar
las plantas por órgano vegetal (raíz, hoja, tallo y fruto), donde el fruto se separó en grano y vaina. Posteriormente, se pesó cada
órgano para determinar su contribución en la producción de materia seca total y se procedió a moler el total de cada órgano.
3.2.9. Determinación de la concentración de fósforo en los tejidos. Para determinar el fósforo en los tejidos se procedió, en
primer lugar, a la calcinación de las muestras para su posterior medición de P a través de colorimetría desarrollada con el método
vanadomolibdato de amonio.
3.2.9.1. Mineralización de la muestras. Para la mineralización de las muestras se procedió a calcinarlas, para lo cual se utilizaron
crisoles y una mufla.
Previo a la calcinación fue necesario la descontaminación de los crisoles con una mezcla ácida, la cual fue colocada en cada
crisol para ser calentada hasta el punto de ebullición en un plato calentador. Posteriormente se enfriaron y se lavaron con agua
destilada.
Luego de cada órgano vegetal se tomó de 1 a 2 gramos de MS para colocarlos en crisoles y calcinarlos en la mufla a 500 oC, por
4 horas. Posteriormente, una vez frío los crisoles, la ceniza fue hervida con 1 mL de agua destilada, más, 10 mL de ácido
clorhídrico 2 N.
3.2.9.2. Determinación del fósforo foliar. Una vez frío los crisoles, el extracto se filtró y de la solución obtenida se tomaron 5
mL para ser aforada a 50 mL con agua destilada. De esta solución, se tomó 1 mL y se mezcló con 4 mL de solución desarrollo
de color (molibdato de amonio, vanadato de amonio y ácido nítrico) para, después de 1 hora, medir el fósforo foliar por
colorimetría en un espectrofotómetro UV visible a 440 nm.
3.3. Variables evaluadas y parámetros derivados
A continuación se presentan las variables que se evaluaron y los parámetros derivados desde ellas.
3.3.1. Producción de materia seca (MS). Se determinó la producción de materia seca total y por órgano vegetal durante el
desarrollo del cultivo. Para determinar la importancia que tiene cada órgano en contribución a la MS total durante todo el
crecimiento. Además, para el cálculo de las tasas de crecimiento, se realizaron regresiones lineales y no lineales, para cada
tratamiento, en base a la producción acumulada de MS en el tiempo, para cada órgano. Cada tasa de crecimiento corresponde al
intervalo entre un muestreo y otro, es decir, siete días.
3.3.2. Concentración de fósforo (P). Se determinó la concentración de fósforo por órgano vegetal en el periodo de cultivo, para
determinar la extracción de fósforo (mg P/ m2) total y por órgano vegetal, desde el inicio del crecimiento hasta la cosecha.
Además, para el cálculo de las tasas de absorción de P, se realizaron regresiones lineales y no lineales, para cada tratamiento, en
base a la absorción acumulada de P en el tiempo por cada órgano. Cada tasa calculada, corresponde a un intervalo de tiempo de 7
días.
3.3.3. Tratamiento óptimo de fertilización. Con los rendimientos totales obtenidos de cada tratamiento, se determinó el nivel
óptimo de fósforo a partir de la confección de la curva de rendimientos totales, según los niveles de fósforo en el suelo, la cual
puede ser descrita a través de un análisis de regresión.
3.3.4. Determinación de parámetros de la demanda. A partir del ensayo, se determinó el tratamiento óptimo de fertilización
fosforada para la nutrición del cultivo de la arveja y, a partir de este tratamiento, se determinaron los parámetros necesarios para
predecir la demanda de fósforo del cultivo. Es decir, el requerimiento interno de fósforo (RIP), el Indice de cosecha (IC), los
cuales son utilizados en el método racional de la fertilización fosforada.
3.3.5. Variación del requerimiento interno de fósforo. A partir del tratamiento óptimo se determinó la variación en el tiempo,
del requerimiento interno de fósforo del cultivo, para obtener la demanda de fósforo a través del tiempo. Además, se podrá
observar la desviación de este parámetro en torno al tratamiento óptimo de fertilización.
3.3.6. Translocación de fósforo. Se analizó el comportamiento de P a lo largo del periodo cultivo, y además, se determinó la
translocación del nutriente, desde los diferentes órganos de la planta para los cuatro tratamientos.
3.3.7. Eficiencia de la fertilización fosforada. Otro parámetro a evaluar corresponde a la eficiencia de recuperación del
fertilizante fosforado que se ha agregado, lo cual se determinó en todos los tratamientos fertilizados. Además se determinó el
factor de absorción del cultivo.
3.4. Análisis estadístico
Se realizó análisis de variancia para determinar significancia general y prueba de Tukey para determinar significancia específica,
para los cuales se utilizó el programa Statgraphics 2.0. Además, para la realización de análisis de regresión lineales y no lineales,
se utilizó el programa estadístico GraphPad Prism v.4.0.
4. PRESENTACION Y DISCUSION DE RESULTADOS
4.1. Evaluación de parámetros de medición directa
Estos parámetros son aquellos obtenidos directamente de las mediciones hechas en laboratorio.
4.1.1. Producción de materia seca (MS) acumulada por órgano vegetal.
En este subcapítulo se analizará la producción de materia seca semanal en los distintos órganos del cultivo de arveja.
4.1.1.1. Producción de MS en tallos. En la producción de materia seca acumulada en tallos, se pudo observar variaciones a lo
largo del desarrollo del cultivo, donde a los 43 días desde emergencia, se determinó una baja producción promedio de materia
seca (valores de 2,11 a 2,15 g/m2), la cual se va incrementando hasta llegar a su máximo al noveno muestreo (día 99) en todos
los tratamientos, alcanzando una producción de materia seca que fluctuaba entre los 242 y 380 g/m2, para decrecer en todos los
tratamientos y presentar al momento de cosecha valores de 168 a 268 g/m2. La disminución a partir de máximo probablemente
se podría deber, en menor medida, a pérdidas de materia seca por efecto de la descomposición de los tallos que quedan en
contacto con el suelo y, mayoritariamente, a la translocación de carbohidratos y minerales hacia el grano (Figura 2).
Los diferentes niveles de fertilización fosforada, en general, no afectaron la producción de materia seca acumulada en tallos. Se
observó que en la mayoría de los muestreos no se presentó diferencia significativa entre tratamientos, a excepción de los
muestreos 6 y 8 (días 78 y 92), donde los tratamientos de mayor fertilización presentaron la mayor producción de materia seca.
Aunque no existió diferencia significativa en los últimos cuatro muestreos, existió una variación en la producción de materia
seca al momento de cosecha, que fluctuó entre 168 y 268 g MS/m2, correspondientes al tratamiento testigo y al tratamiento de
mayor fertilización, respectivamente (Cuadro 6).
FIGURA 2. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la producción de materia seca en tallos de arveja.
4.1.1.2. Producción de MS en hojas. La producción de materia seca acumulada en hojas, tubo un comportamiento similar a lo
observado en tallos, ya que el crecimiento en los primeros 43 días fue bajo, para alcanzar su máximo crecimiento al noveno
muestreo (día 99) con valores que fluctuaron entre 220 y 332 g MS/m2, para decaer posteriormente a la cosecha entre los 103 y
197 g/m2. Al igual que en los tallos, esta disminución de materia seca, que a la vez, coincide con el llenado de grano, se podría
deber, en menor medida, a la descomposición de hojas más viejas y, principalmente, a la translocación de carbohidratos y
minerales a la formación de los frutos de arveja (Figura 3).
En cuanto a los diferentes tratamientos y su efecto en la producción de materia seca en hojas, se pudo observar diferencia
significativa en tres muestreos (6, 8 y 12), correspondientes a los días 78, 92 y 120, donde la diferencia se debió a una mayor
producción de materia seca en los dos tratamientos con mayor dosis de fertilización fosforada (Cuadro 6).
FIGURA 3. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la producción de materia seca en hojas de arveja.
4.1.1.3. Producción de MS en vainas. En el crecimiento de vainas, a lo largo del desarrollo del cultivo e independientemente del
tratamiento, se observó una variación en la producción de materia seca desde el inicio de crecimiento de vainas (día 85) hasta el
inicio de llenado de grano (día 99). En los últimos cuatro muestreos, correspondientes al llenado de grano (Figura 4), no existió
gran variabilidad en el crecimiento de vainas debida a los tratamientos, a excepción, del tratamiento de mayor fertilización que
presentó un coeficiente de variación mayor (CV) de 0.22. Los valores de materia seca, en promedio, de los últimos cuatro
muestreos, para cada tratamiento, fueron 150, 194, 198 y 245 g/m2 con un CV correspondiente para cada caso de 0.13, 0.10, 0.06
y 0.22.
Con respecto al efecto de cada tratamiento en la producción de materia seca en vainas, se pudo observar que no existió diferencia
significativa en la mayoría de los muestreos, a excepción, del muestreo 11 (día 113), donde se presentó una mayor producción de
materia seca en el tratamiento de mayor dosis fosforada (460 kg P2O5/ha), con valores de 146 g/m2 para el tratamiento testigo y
305 g/m2 para el tratamiento con mayor dosis de fósforo (Cuadro 6). Sin embargo, al momento de la cosecha final (día 120) no
se presentaron diferencias significativas entre tratamientos, donde el testigo produjo 128 g MS/m2 de vainas y el tratamiento de
mayor fertilización 176 g MS/m2.
FIGURA 4. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la producción de materia seca en vainas de arveja.
4.1.1.4. Producción de MS en granos. MUNIER-JOLAIN et al. (1998), señalan que, en semillas de leguminosas, el periodo
activo de llenado comienza cuando las vainas han alcanzado su tamaño final y la división celular del embrión ha terminado, lo
cual explica la falta de granos en los dos primeros muestreos de vainas.
La producción de materia seca acumulada en granos demostró un crecimiento sostenido en el tiempo con diferencias
significativas (Anexo 1), independientemente del tratamiento, ya que la producción de materia seca al inicio de llenado de grano
fluctuó entre 89 y 125 g/m2, mientras que al momento de cosecha, esta producción se encontró entre los 459 y 553 g/m 2. En
contraste a lo sucedido en los otros órganos de la planta, no se observó pérdida de materia seca en el tiempo. Esto se puedo
deber, tanto a la constante acumulación de carbohidratos producto de la fotosíntesis, como a la translocación de carbohidratos y
minerales desde otros órganos de la planta hacia el grano (Figura 5).
FIGURA 5. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la producción de materia seca en granos de arveja.
En cuanto al efecto de los tratamientos en la producción de materia seca, solo se observó diferencia significativa en los
muestreos 10 y 12 (días 106 y 120, respectivamente), donde en el muestreo 12 la mayor producción se alcanzó en el tratamiento
de mediana fertilización (280 kg P2O5/ha) con un rendimiento de 553 g MS/m2, mientras que el tratamiento testigo tuvo un
rendimiento de 459 g MS/m2. (Cuadro 6). Sin embargo, el tratamiento de mediana fertilización no se diferenció
significativamente del tratamiento de menor fertilización fosforada (110 kg P2O5/ha), el cual alcanzó un rendimiento de 536 g
MS/m2. Esto estaría indicando que el tratamiento óptimo de fertilización corresponde al de 110 kg P 2O5/ha, ya que se alcanza el
máximo rendimiento con la menor fertilización.
4.1.1.5. Producción total de MS. La producción total de materia seca, durante los primeros 71 días después de emergencia,
mostró, independientemente del tratamiento, un lento crecimiento. El tratamiento testigo y el tratamiento de mayor dosis de
fósforo alcanzaron su mayor producción al noveno muestreo (día 99) con 703 y 1074 g de MS/m 2, respectivamente. Esta
producción se mantuvo relativamente constante hasta cosecha. Por otro lado, para el tratamiento de mínima fertilización y el de
mediana fertilización, continuaron su crecimiento hasta la cosecha, ya que existió variación en los últimos cuatro muestreos
(Figura 6).
FIGURA 6. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la producción total de materia seca acumulada en arveja.
En la cosecha final (día 120) se pudo observar que existió diferencias significativas entre tratamientos, donde solo el tratamiento
de mediana dosis fosforada (280 kg P2O5) no presentó diferencia significativa con el testigo (Cuadro 6).
En general, se puede observar en la Figura 6 que, independientemente del tratamiento, la MS total (hojas, tallos, vainas y granos)
no disminuye en el tiempo. Sin embargo esto no sucede con la MS acumulada en tallos, hojas y vainas, los cuales presentan una
disminución en la producción de MS acumulada, sobre todo en tallos y hojas en los últimos 28 días antes de cosecha final, donde
dicha disminución coincide con el desarrollo del fruto (vainas y granos). En relación a esto CARCOVA et al. (2003), señalan
que todos aquellos órganos de la planta que presentan actividad meristemática, diferenciación o almacenamiento (inflorescencias
y frutos) son denominados destinos e importan fotoasimilados desde otros órganos llamados fuentes (hojas, tallos), por lo tanto
una vez que se inicia la formación de frutos (vainas y granos) se produce una translocación de fotosintatos desde los diferentes
parénquimas reservantes de tallos y hojas (fuentes), lo que explicaría la disminución de MS en estos órganos.
CUADRO 6. Efecto de la fertilización fosforada sobre la producción de materia seca acumulada (g MS m -2) por órgano vegetal
en arveja.
Días después de emergencia
50
kg P2O5/ha 43
0
2,1 ± 0,4 a
5,0 ± 1,0 a
110
1,8 ± 1,2 a
5,0 ± 3,4 a
Tallos
280
2,2 ± 0,4 a
5,7 ± 1,0 a
460
2,1 ± 1,3 a
5,2 ± 1,6 a
0
11,5 ± 1,1 a 25,3 ± 0,5 a
110
10,5 ± 4,7 a 24,6 ±10,9 a
Hojas
280
12,2 ± 0,8 a 29,0 ± 2,6 a
460
13,7 ± 5,4 a 28,0 ± 7,3 a
0
110
Vainas
280
460
0
110
Granos
280
460
Total
0
13,6 ± 1,3 a 30,3 ± 1,3 a
Parte
vegetal
Dosis
57
7,9 ± 1,3 a
8,6 ± 2,6 a
10,2 ± 3,7 a
8,4 ± 3,6 a
27,1 ± 2,0 a
30,3 ± 7,8 a
34,8 ± 11,1 a
31,2 ± 8,1 a
64
20 ± 4,5 a
27 ±17,9 a
30 ± 3,9 a
24 ± 7,4 a
55 ±15,6 a
66 ±29,9 a
82 ± 5,4 a
67 ±17,3 a
35,0 ± 3,1 a 75 ±20,0 a
71
48 ± 10,4 a
72 ± 27,6 a
68 ± 3,1 a
78 ± 17,3 a
100 ± 26,0 a
131 ± 46,2 a
123 ± 6,4 a
139 ± 26,0 a
78
61,2 ± 18,4 a
85,3 ± 8,2 ab
95,3 ± 19,1 ab
130 ± 33,7 b
82 ± 24,9 a
117 ± 25,0 ab
139 ± 31,8 ab
172 ± 38,9 b
150 ± 36,8 a 144 ± 52,8 a
85
122 ± 52,4 a
146 ± 41,3 a
173 ± 46,0 a
158 ± 57,5 a
135 ± 46,4 a
173 ± 34,0 a
188 ± 46,4 a
181 ± 37,2 a
24,6 ± 8,3 a
18,3 ± 11,2 a
34,5 ± 15,5 a
26,7 ± 17,7 a
282 ± 106 a
110
12,3 ± 5,9 a 29,6 ±14,3 a 38,9 ±10,4 a 93 ±47,7 a 205 ± 74,7 a 202 ± 33,2 ab
280
14,4 ± 1,1 a 34,7 ± 3,6 a 44,9 ±14,8 a 112 ± 9,1 a 194 ± 9,6 a 235 ± 50,6 ab
460
15,8 ± 6,7 a 33,2 ± 8,9 a 39,6 ±11,6 a 91 ±23,8 a 220 ± 44,1 a 303 ± 69,4 b
Letras diferentes en cada columna, indican diferencias significativas (p<0,05; Tukey)
(continúa)
Continuación Cuadro 6.
Parte
vegetal
Tallos
Hojas
Vainas
Granos
Días después de emergencia
99
kg P2O5/ha 92
118 ± 29,7 a
242 ± 119 a
0
163 ± 23,8 ab 304 ± 58,5 a
110
217 ± 18,6 bc 302 ± 31,9 a
280
242 ± 70,8 c
380 ± 56,0 a
460
137
±
28,4
a
220 ± 110 a
0
192 ± 14,8 ab 253 ± 53,5 a
110
229 ± 14,1 b
224 ± 29,1 a
280
261 ± 44,7 b
332 ± 42,2 a
460
70,2 ± 34,2 a
152 ± 29,1 a
0
62,2 ± 17,5 a
186 ± 18,3 a
110
99,1 ± 41,7 a
187 ± 20,9 a
280
77,6 ± 50,9 a
237 ± 47,3 a
460
89 ± 20,2 a
0
68 ± 34,3 a
110
101 ± 30,6 a
280
Dosis
106
178 ± 35,9 a
231 ± 28,9 a
258 ± 59,7 a
326 ± 112 a
125 ± 24,3 a
147 ± 22,9 a
167 ± 35,1 a
197 ± 80,5 a
174 ± 20,6 a
185 ± 19,6 a
214 ± 39,3 a
263 ± 89,5 a
232 ± 57,3 a
226 ± 47,6 a
250 ± 85,0 ab
113
178 ± 17,4 a
284 ± 67,6 a
235 ± 36,4 a
309 ± 83,9 a
112 ± 15,8 a
179 ± 40,0 a
138 ± 26,2 a
187 ± 32,4 a
146 ± 9,5 a
224 ± 46,2 a
194 ± 33,3 ab
305 ± 72,7 b
311 ± 53,4 a
370 ± 65,2 a
323 ± 187,1 a
120
168 ± 32,9 a
235 ± 58,9 a
237 ± 83,9 a
268 ± 61,9 a
103 ± 29,7 a
146 ± 27,9 ab
197 ± 49,9 b
157 ± 37,7 ab
128 ± 42,9 a
181 ± 50,1 a
196 ± 19,2 a
176 ± 47,9 a
459 ± 10,5 a
536 ± 21,9 bc
553 ± 22,4 c
338 ± 81,3 a
396 ± 107 a
365 ± 109 a
125 ± 51,5 a 298 ± 32,4 b 340 ± 44,9 a
326 ± 89,2 a
703 ± 266 a 709 ± 130 a
748 ± 57,8 a
417 ± 20,0 ab 811 ± 101 a 789 ± 30,9 a
1056 ± 190 a
Total
546 ± 65,0 b
815 ± 55,8 a 889 ± 184 a
890 ± 269 a
581 ± 148 b
1074 ± 154 a 1084 ± 266 a 1142 ± 146 a
Letras diferentes en cada columna, indican diferencias significativas (p<0,05; Tukey)
460
0
110
280
460
473 ± 36,0 ab
858 ± 114 a
1099 ± 113 ab
1183 ± 94,6 b
1074 ± 168 ab
4.1.2. Concentración de fósforo (P) en órganos de arveja. La concentración de fósforo, en los diferentes órganos de la arveja,
están expresados en porcentaje en base a la materia seca producida, por cada órgano vegetal.
4.1.2.1. Concentración de P en tallos. Independientemente del tratamiento, la concentración de P en los tallos disminuyó a través
del tiempo. Sin embargo, se observa en la Figura 7 que esta disminución, en una primera etapa, se revierte ligeramente hacia la
floración (día 64), para luego presentar un repunte hasta el inicio de formación de fruto (día 78), punto desde el cual, comienza
una disminución continua de la concentración de P hasta cosecha (Figura 7). La concentración de fósforo al inicio del desarrollo
(día 43) fluctuó entre 0,16% y 0,24%, dependiendo de los tratamientos de niveles de P, mientras que al momento de cosecha (día
120), estos valores se redujeron respectivamente a 0,05% y 0,07% (Figura 7. Cuadro 7). La disminución de la concentración de
P, sobre todo en las últimas semanas, refleja la movilidad que tiene este nutriente en el interior de la planta, sugiriendo una
translocación de P hacia el fruto, para formar parte de los granos de arveja.
FIGURA 7. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la concentración de fósforo (P) en tallos de arveja.
Existió diferencia significativa entre tratamientos de niveles de P en la segunda (día 50), tercera (día 57), cuarta (día 64), séptima
(día 85), novena (día 99) y décima (día 106) semana desde el inicio de la evaluación. Ello correspondió a los períodos previo a
la floración (día 57) y durante las primeras etapas de formación de fruto y llenado de grano (días 85 y 99). En las últimas dos
semanas, antes de la cosecha, no existió diferencia entre tratamientos. Las diferencias, en general, se reflejaron en una mayor
concentración de P en los tallos provenientes de los dos tratamientos fertilizados, sobre todo, aquellos con una mayor
fertilización fosforada (280 y 460 kg P2O5/ha) (Cuadro 7).
La concentración inicial de fósforo en tallos (día 43) fue la más alta con respecto a las observadas en otros períodos de
evaluación. Varió de acuerdo al nivel de fertilidad P (tratamiento) incrementando en la medida que la dosis de fertilización era
más alta (0,16%, 0,19%, 0,20%, 0,24%, respectivamente). Sin embargo, esta concentración se reduce a un nivel similar al
momento de cosecha, alcanzando respectivamente a 0,05%, 0,06%, 0,06%, 0,07% (Cuadro 7). Estos resultados indican que
existe una translocación del P desde los tallos a los órganos de reserva y que ésta translocación es mayor en la medida que existe
una mayor acumulación (en términos absolutos bajó 0,11% en el tratamiento sin fertilización P, hasta un 0,17% en el tratamiento
de 480 kg P2O5/ha). La similitud en la concentración de los tallos en la última cosecha muestra que, en la arveja, los tallos
quedan prácticamente sin P almacenado, debido a la mayor demanda de P por parte de los frutos, que hace remover el fósforo
almacenado en los tejidos parenquimáticos del tallo.
4.1.2.2. Concentración de P en hojas. La concentración de P en las hojas mostró diferencias significativas entre los tratamientos
en todas las fechas de medición con la excepción del quinto y sexto muestreo (día 71 y 78 respectivamente). La concentración
de P en estos órganos, al inicio de desarrollo del cultivo (día 43), fluctúa entre 0,32% y 0,43%, disminuyendo posteriormente,
sobre todo, durante el periodo de formación del fruto, llegando al momento de cosecha, a valores de 0,10% y 0,18% (Figura 8).
La disminución de la concentración de P, también y similarmente a los tallos, refleja la movilidad que tiene este elemento en el
interior de la planta, para ser translocado a los órganos de mayor demanda de este elemento en los estados finales de desarrollo.
FIGURA 8. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la concentración de fósforo (P) en hojas de arveja.
Los tratamientos produjeron diferencias significativas en la concentración de P en hojas. La mayoría de estas diferencias en
concentración de P se producen por una mayor concentración de fósforo en las hojas de los tratamientos con un mayor nivel de
fertilización, donde los tratamientos con mediana y alta fertilización fosforada (280 y 460 kg P 2O5 / ha) fueron los que más se
diferenciaron del testigo en la cosecha final (día 120), ya que en este momento, estos tres tratamientos fueron significativamente
diferentes, mostrando una mayor concentración de P en la medida que se aumenta la dosis de fertilización fosforada. La mayor
concentración de fósforo en las hojas, al momento de cosecha, provenientes de los dos tratamientos más fertilizados, se puede
deber al consumo de lujo de este elemento, ya que no fue necesario translocar en su totalidad el P almacenado hacia el fruto
(Cuadro 7).
4.1.2.3. Concentración de P en vainas. La concentración de fósforo en vainas, desde el día 85 hasta el día 120 (cosecha)
mostró, independientemente del tratamiento, diferencias significativas, debido a una notable disminución en la concentración de
este elemento en las vainas, ya que inicialmente la concentración de fósforo fluctuó entre el 0,32% y 0,41%, mientras que en el
momento de la cosecha estos valores se redujeron respectivamente a 0,06% y 0,14% (Anexo 2), dejando, similarmente a los
tallos y las hojas, evidencia de la translocación de fósforo (Figura 9). En cuanto al efecto de los tratamientos, se observó
diferencia significativa en los muestreos 8, 9 y 12 (días 92, 99, 120 respectivamente), donde al momento de cosecha esta
diferencia se debió a una mayor concentración de fósforo, en relación al testigo, de las vainas del tratamiento con mayor
fertilización fosforada (460 kg P2O5/ha), no existiendo deferencia significativa entre los otros tratamientos fertilizados. Al
momento de cosecha (día 120) la concentración de P en el tratamiento testigo fue de 0,06%, mientras que para el tratamiento de
mayor fertilización fue de 0,14% (Cuadro 7). Esta diferencia se debería a la gran disponibilidad de fósforo en el suelo y en
órganos de plantas fertilizadas, que no hace necesario translocar todo el P acumulado, por lo que queda una mayor concentración
de P remanente en vainas, sugiriendo un consumo de lujo de este elemento.
FIGURA 9. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la concentración de fósforo (P) en vainas de arveja.
4.1.2.4. Concentración de P en granos. La concentración de fósforo en los granos muestra que no existió diferencia significativa
en el tiempo, para los cuatro tratamientos (Anexo 3). Sin embargo, la concentración de P varió significativamente entre los
tratamientos de fertilización en los días 106 y 120 (muestreo 10 y 12), registrándose una mayor concentración en los tratamientos
fertilizados (Figura 10). Al momento de la cosecha final, el tratamiento testigo (sin fertilización) mostró una concentración de
0,32%, mientras que en el tratamiento de mayor dosis de fertilización fosforada (460 kg P2O5/ha) la concentración de fósforo en
granos fue de 0,42%, diferenciándose del testigo, pero no de los demás tratamientos fertilizados, los cuales, a la vez, no fueron
significativamente diferentes al testigo. Se puede observar que existe una tendencia a acumular una mayor cantidad de P en los
granos, al momento de cosecha, en la medida que existe una mayor la disponibilidad de fósforo en el suelo (Cuadro 7).
FIGURA 10. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la concentración de fósforo (P) en granos de arveja.
4.1.2.5. Concentración total de P ponderada. Tomando en cuenta el total de materia seca producida y el total de fósforo extraído
por metro cuadrado, se determinó la concentración de fósforo en el total de la materia seca producida. A través del tiempo se
observaron diferencias significativas independientemente del tratamiento de fertilización (Anexo 4). Esta diferencia se reflejó
principalmente entre el primer muestreo (día 43) y el resto de los muestreos, ya que la concentración en estos últimos 11
muestreos fue relativamente constantes en el tiempo (CV de 0,09, 0,09, 0,10, 0,12, para cada tratamiento). La concentración en el
primer muestreo fluctuó entre 0,30% y 0,41% de la materia seca total, mientras que al momento de cosecha estos valores
disminuyeron a 0,20% y 0,26% respectivamente (Figura 11).
El efecto de los tratamientos produjo diferencias significativas en la mayoría de los muestreos, a excepción de lo registrado en
los muestreos de los días 71, 78, 92, y 113. Las diferencias se reflejaron en una mayor concentración de fósforo en los
tratamientos fertilizados versus el tratamiento testigo, donde la mayor diferencia se observó entre el tratamiento testigo y el
tratamiento de mayor dosis de fertilización fosforada, mostrando para cada caso, al momento de cosecha, una concentración de
0,20% y 0,26% respectivamente, sin embargo no existió diferencia significativa entre los dos tratamientos de menor dosis
fosforada y el testigo (Cuadro 7).
FIGURA 11. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la concentración de fósforo en la MS total producida en arveja.
CUADRO 7. Efecto de la fertilización fosforada sobre la concentración de fósforo (%) en los órganos de arveja.
Letras diferentes en cada columna, indican diferencias significativas (p<0,05; Tukey)
(continúa)
Continuación Cuadro 7.
Letras diferentes en cada columna, indican diferencias significativas (p<0,05; Tukey)
4.2. Parámetros derivados de mediciones directas
Estos parámetros provienen de cálculos efectuados en base los parámetros iniciales medidos directamente.
4.2.1. Absorción de fósforo (P) acumulado en órganos de arveja. La absorción acumulada de P, en los diferentes órganos de
arveja, se determinó en base a la producción de materia seca (MS) por órgano vegetal (gramos por metro cuadrado) y a la
concentración de P de cada órgano al momento de muestreo.
4.2.1.1. Absorción de P en tallos En relación al contenido de fósforo en tallos, se observó que a partir del cuarto muestreo (día
64), e independientemente del tratamiento, se presentaron variaciones en el tiempo, con un aumento del contenido de P en los
tallos hasta el muestreo 9 (día 99) con valores de fósforo que van de 250 a 539 mg P/m2, posteriormente comienza una constante
disminución del P en los tallos hasta cosecha, donde estos rangos se reducen respectivamente a 90 y 199 mg P/m 2. Esto muestra
que existe en estos órganos una movilización de fósforo, donde hay una primera etapa de acumulación de P hasta el muestreo 9
(día 99) y una posterior movilización de P hasta cosecha (día 120) (Figura 12).
El efecto de los tratamientos en el contenido de P en tallos de arveja, mostró diferencias significativas solo a partir del quinto
muestreo (día 71), período que coincide con la plena floración del cultivo. Estas diferencias están dadas por el mayor contenido
de P en aquellos tallos de arvejas provenientes de los tratamientos de mayor dosis de fertilización fosforada, y solo se presentan
hasta dos semanas antes de la cosecha, donde no existe diferencia significativa entre tratamientos. El máximo contenido de
fósforo en los tallos se registró en el noveno muestreo, donde el tratamiento testigo se diferenció significativamente del
tratamiento de mayor dosis de fósforo, con contenidos de fósforo de 250 a 539 mg P/m2 respectivamente, mientras que los
tratamientos de fertilización intermedia no fueron significativamente diferentes al testigo (Cuadro 8).
FIGURA 12. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la absorción de fósforo acumulada en tallos de arveja.
4.2.1.2. Absorción de P en hojas. Independientemente de los tratamientos, el contenido de fósforo en las hojas mostró
variaciones durante la estación de crecimiento, donde los mayores contenidos se alcanzaron entre los días 85 y 99, los cuales
corresponden al período de inicio de formación de fruto y llenado de grano. Posterior a este período, comenzó una disminución
de los contenidos de fósforo que se mantuvo hasta cosecha. Esto muestra que existe una variabilidad en los contenidos de fósforo
en el tiempo, donde inicialmente se produce una acumulación de este elemento hasta el periodo de floración, comenzando luego
una desacumulación que coincide con el desarrollo del fruto y semilla (Figura13).
Los tratamientos de fertilización produjeron diferencias significativas en el contenido de fósforo en hojas, a partir del cuarto
muestreo (día 64), donde en los tratamientos fertilizados se observó un mayor contenido de fósforo. Estas diferencias se hicieron
más notorias en el periodo de máxima acumulación de fósforo (día 92), donde el tratamiento testigo presentó un contenido de
302 mg P/m2, mientras que el tratamiento de mediana y alta fertilización presentaron contenidos de 647 y 849 mg P/m2,
respectivamente. Posteriormente, al momento de cosecha, también se observaron diferencias significativas entre el tratamiento
testigo y los dos tratamientos de mayor dosis de fertilización fosforada, donde los contenidos promedios de fósforo fueron
respectivamente 107, 271 y 284 mg P/m2. Sin embargo, los tratamientos fertilizados no fueron significativamente diferentes
entre si. Las diferencias, entre testigo y los dos tratamientos de mayor dosis fosforada (280 y 460 kg P 2O5/ha), se deberían a la
mayor cantidad de P que queda remanente en estos últimos, después de la translocación de P a los frutos. Esto se explicaría a que
no fue necesario la translocación completa del P almacenado en hojas (Cuadro 8).
FIGURA 13. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la absorción de fósforo acumulada en hojas de arveja.
4.2.1.3. Absorción de P en vainas. Con respecto al contenido de fósforo en la vainas, se observó, independientemente del
tratamiento, diferencias significativas en el contenido de fósforo en el tiempo, a excepción del tratamiento de mediana dosis de
fertilización, ya que ésta diferencia no fue estadísticamente diferente en el tiempo (Anexo 5), pero en general, se determinó un
aumento de fósforo en los primeros tres a cuatro muestreos de vainas, donde posteriormente se produce una disminución de este
elemento, aún cuando, la materia seca producida no disminuye. Esto se podría explicar a través de la contribución que realiza la
vaina en la translocación de fósforo a la semilla de arveja (Figura 14).
FIGURA 14. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la absorción de fósforo acumulada en vainas de arveja.
La absorción de fósforo en vainas, presentó diferencias significativas por efecto de los diferentes tratamientos de fertilización.
Estas diferencias se observaron a partir del tercer muestreo de vainas (día 99), donde el tratamiento testigo fue siempre menor en
la absorción de fósforo, en comparación al tratamiento de mayor dosis de fertilización fosforada (Cuadro 8). Esto se debe a la
mayor disponibilidad de P en el suelo, que permite acumular más P en vainas y desacumular menos para los granos (consumo de
lujo).
4.2.1.4. Absorción de P en granos. Con respecto a los granos, se observaron, independientemente del tratamiento, diferencias
significativas en la extracción de fósforo en el tiempo (Anexo 6), aumentando en la medida que se producía el llenado del grano
(Figura 15). Además, se presentaron, al momento de cosecha, diferencias significativas entre tratamientos, donde los
tratamientos de mayor fertilización fosforada absorbieron una mayor cantidad de fósforo en sus granos, en comparación al
testigo. Sin embargo, esta diferencia no fue significativa entre tratamientos fertilizados (Cuadro 8).
FIGURA 15. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la absorción de fósforo acumulada en granos de arveja.
4.2.1.5. Absorción total de P. En cuanto a la absorción de P total acumulada, se pudo observar un continuo aumento en el
tiempo, donde al primer muestreo (día 43) la absorción fluctuó entre 41 y 64 mg de P/ m2, mientras que al final (día 120) estos
valores fueron respectivamente 1728 y 2721 mg P/m2 (Figura 16). Sin embargo, solo se detectaron deferencias entre tratamientos
a partir del día 78 en adelante, donde en los días 92, 99, 106 y 120 existió una mayor absorción de P total en aquellos
tratamientos fertilizados, registrándose al momento de cosecha, diferencias significativas entre los dos tratamientos mayormente
fertilizados y el testigo, sin embargo, no existió diferencias entre los tratamientos fertilizados (Cuadro 8).
FIGURA 16. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la absorción de fósforo total en el cultivo de arveja.
CUADRO 8. Efecto de la fertilización fosforada sobre la absorción de fósforo acumulada (mg P m -2) por órgano vegetal en
arveja.
Letras diferentes en cada columna, indican diferencias significativas (p<0,05; Tukey)
(continúa)
Continuación Cuadro 8.
Letras diferentes en cada columna, indican diferencias significativas (p<0,05; Tukey)
4.2.2. Contribución de órganos en la MS producida. En cada muestreo se procedió a separar los diferentes órganos de arvejas
para determinar su participación en el total de materia seca producida.
4.2.2.1. Contribución de tallos. La contribución de tallos en el total de materia seca producida en cada muestreo, presentó
variaciones a lo largo del periodo de cultivo, donde, en todos los tratamientos se observó un aumento en la contribución de este
órgano durante los primeros seis muestreos, o sea, hasta el día 78, donde alcanzó su máxima contribución en la materia seca total
producida, con porcentajes del 40 al 43%. Posteriormente, estos valores se mantuvieron hasta el día 85, comenzando luego una
disminución en la contribución de tallos hasta la cosecha. Este descenso coincide con el inicio de la formación del fruto, el cual
empieza a dominar en la contribución de la materia seca producida (Figura 17).
FIGURA 17. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la contribución de tallos de arveja en el total de MS producida.
La contribución de tallos no fue afectada por los diferentes tratamientos, a excepción, del primer y décimo muestreo, donde en
este último, la contribución de los tallos del tratamiento de mayor fertilización, no se diferenció estadísticamente de los otros
tratamientos fertilizados, pero si del tratamiento testigo (Cuadro 9).
4.2.2.2.
Contribución de hojas. En la contribución de hojas en la materia seca producida, se pudo observar que,
independientemente de los tratamientos, su contribución al primer muestreo fue de 84 a 87%, luego se produjo una constante
disminución en el tiempo, sin embargo, su contribución fue siempre mayor que los tallos hasta el muestreo ocho (día 92), ya que
posteriormente su contribución es menor que todos los otros órganos de la planta, llegando solo a valores de 12 a 16% del total
de materia seca producida (Figura 18).
FIGURA 18. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la contribución de hojas de arveja en el total de MS producida.
En los muestreos semanales no se observaron diferencias significativas entre tratamientos, salvo el primer muestreo, donde el
tratamiento de mayor fertilización tuvo mayor contribución de hojas, que el resto de los tratamientos (Cuadro 9).
4.2.2.3. Contribución de vainas. En todos los tratamientos se observó un aumento de la contribución de las vainas, hasta el tercer
muestreo de éstas, donde se mantuvo en el tiempo, para decaer en el último muestreo (día 120) con valores del 14 al 16% del
total de materia seca producida. Además, se observó que su contribución fue menor que la de tallos y hojas, en los primeros tres
muestreos, pero posteriormente, su contribución superó a la contribución de las hojas (Figura 19).
Estadísticamente, no se produjeron diferencias en la contribución de vainas de los diferentes muestreos, por efecto de los
tratamientos.
FIGURA 19. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la contribución de vainas de arveja en el total de MS producida.
4.2.2.4. Contribución de granos. En cuanto a la contribución, por parte de los granos, en el total de la materia seca producida, se
observaron diferencias significativas durante el periodo de desarrollo de todos los tratamientos, con un aumento en la
contribución a la materia seca total producida (Anexo 7). Esta contribución llego a ser superior a la participación de los otros
órganos en los dos últimos muestreos, donde, al momento de cosecha, los granos participaron en un 44,6 a 54,0 % del total de la
materia seca producida (Figura 20).
FIGURA 20. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la contribución de granos de arveja en el total de MS producida.
El efecto de los diferentes tratamientos, no produjo diferencias significativas en la contribución de granos al total de materia seca
producida. Sin embargo, al momento de cosecha se observó una disminución en la contribución de granos, en la medida que los
tratamientos aumentaban en fertilización (Cuadro 9).
En la Figura 21 se observa que, al promediar la contribución de cada órgano de todos los tratamientos, no existe una notoria
variación en lo que a contribución de tallos, hojas y vainas se refiere, sin embargo, es en los granos donde se producen mayores
diferencias en la contribución, sobre todo, en los últimos muestreos.
FIGURA 21. Contribución promedio (tratamientos) de órganos de arveja bajo diferentes dosis de fósforo.
CUADRO 9. Efecto de la fertilización fosforada sobre la contribución de órganos (%) en la materia seca total producida en
arveja.
Letras diferentes en cada columna, indican diferencias significativas (p<0,05; Tukey)
(continúa)
Continuación Cuadro 9.
Letras diferentes en cada columna, indican diferencias significativas (p<0,05; Tukey)
4.2.3. Acumulación porcentual de MS y P. Del total de materia seca producida en el último muestreo (día 120), se observó
que todos los tratamientos se encontraban al séptimo muestreo (día 85) por debajo del 50% del total de materia seca producida
para la estación de crecimiento, es decir, con producciones del 29 al 31 %. En este periodo se inicia la formación del fruto, lo que
explica el rápido aumento en la producción de materia seca acumulada. También se observó que el tratamiento con mayor
disponibilidad de P alcanzó su máxima producción de materia seca (cercano al 100%) antes que el resto de los tratamientos
(Figura 22).
La producción de materia seca acumulada no mostró diferencias significativas en la mayoría de los muestreos debida a los
tratamientos, a excepción del sexto muestreo, donde el tratamiento de mayor fertilización fosforada (460 kg P 2O5/ha) mostró una
mayor acumulación de materia seca, en comparación al resto de los tratamientos (Anexo 8).
FIGURA 22. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la acumulación de materia seca total en el tiempo.
La absorción acumulada de fósforo mostró un ritmo similar a la acumulación de materia seca, ya que el 50% del fósforo total,
fue absorbido después de séptimo muestreo, con la formación del fruto. Al séptimo muestreo la acumulación de fósforo era del
32 al 38%, mientras que al décimo la acumulación estaba entre 74 y 92%. Sin embargo, se observó que el tratamiento de mayor
fertilización, en la etapa de llenado de grano, tiene un mayor contenido del fósforo total absorbido (Figura 23).
Los diferentes tratamientos no produjeron diferencias significativas en la absorción acumulada de P durante el desarrollo del
cultivo (Anexo 9).
FIGURA 23. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en la acumulación de fósforo total en el tiempo.
4.2.4. Tasas de crecimiento en arveja. En este subcapítulo se analizará las tasas de crecimiento total y por órgano vegetal,
estimadas a partir de regresiones lineales y no lineales de la producción de MS acumulada en el tiempo, de cada órgano. Para lo
cual se utilizaron los datos de MS (tres repeticiones) semanales de cada órgano de los cuatro tratamientos, a los cuales, se
ajustaron las regresiones. Se utilizaron regresiones para derivar, a partir de estas, las tasas de crecimiento, ya que al calcular las
tasas directamente del promedio de las datos (repeticiones), se producen tasas erráticas de crecimiento.
4.2.4.1. Tasa de crecimiento en tallos. A partir de la producción de MS acumulada en tallos (Figura 2), se realizó una regresión
no lineal para cada tratamiento (Anexo 10). El mejor modelo ajustado correspondió a una regresión del tipo sigmoideo, cuya
ecuación y parámetros se presentan en el Cuadro 10, donde Y corresponde a la producción de materia seca en tallos (g MS m -2);
X al tiempo en días después de emergencia; Ymáx representa la producción máxima de MS en tallos; B corresponde al valor de
X donde se encuentra el punto de inflexión de la curva y C es la pendiente de la regresión.
CUADRO 10. Ecuación y parámetros del modelo sigmoideo, ajustado a la producción de MS de tallos en el tiempo, para
diferentes tratamientos de fertilización fosforada.
Tratamiento
(kg P2O5/ha)
0
110
280
460
Ymáx
184
251
266
285
Y=Ymáx / (1+exp((B-X)/C))
B
C
83,84
9,36
82,36
8,83
80,52
7,22
79,95
7,20
R2
0,94
0,92
0,93
0,90
Las tasas de producción de materia seca en tallos (tasa de crecimiento), calculadas a partir de la desacumulación de las
regresiones no lineales y su posterior división por los intervalos de tiempo respectivos, se presentan en la Figura 24, donde se
observa que las mayores tasas de crecimiento, independientemente del tratamiento, se alcanzan entre los días 78 y 85 después de
la emergencia, periodo que además, coincide con el inicio la formación del fruto. Por otro lado, se observó que en la medida que
aumenta los niveles de fósforo, aumentan las tasas de crecimiento, ya que en el día 85 las tasas variaron entre 4,8 y 9,6 g MS m-2
d-1, correspondiendo respectivamente al tratamiento testigo y al tratamiento de mayor fertilización (460 kg/ha). También se
observa que al momento de la cosecha final (día 120) el crecimiento es prácticamente cero.
FIGURA 24. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en las tasas de crecimiento en tallos.
4.2.4.2. Tasa de crecimiento en hojas. Al igual que en los tallos, se realizó una regresión no lineal en base a la producción de MS
de hojas en el tiempo (Figura 3), para cada tratamiento. Sin embargo, el mejor modelo ajustado, a cada tratamiento, correspondió
al modelo distribución de Gaussian (Anexo 11), cuya ecuación y parámetros se presentan en el Cuadro 11, donde Y corresponde
a la producción de materia seca en hojas (g MS m-2); X al tiempo en días después de emergencia; Area al área debajo de la curva;
SD a la desviación estándar y Mean al valor de X donde se produce el máximo valor de Y.
CUADRO 11. Ecuación y parámetros del modelo distribución de Gaussian, ajustado a la producción de MS de hojas en el
tiempo, para diferentes tratamientos de fertilización fosforada.
Tratamiento
(kg P2O5/ha)
0
110
280
460
Y=(Area/(SD*(2*Pi)^0.5))*exp(-0.5*((X-Mean)/SD)^2)
Area
SD
Mean
R2
8853
24,73
97,71
0,80
12226
23,43
98,19
0,82
13218
24,92
98,64
0,82
13506
20,43
96,96
0,82
Las tasas de crecimiento de hojas, obtenidas a partir de las regresiones se presentan en la Figura 25, donde se observa que,
independientemente del tratamiento, las máximas tasas se alcanzan al sexto muestreo (día 78) con valores que fluctúan entre 8,1
y 23,1 g MS m-2 d-1, para posteriormente declinar hasta el día 99, donde comienza una tasa desacumulativa de MS (tasa negativa)
que dura hasta la última cosecha, lo cual estaría reflejando una translocación de MS (carbohidratos). Esta desacumulación ocurre
en conjunto con el inicio de llenado de grano (día 99). Además se puede observar que en la medida que aumentan los niveles de
fósforo, aumentan las tasas desacumulativas de MS, donde, en los últimos 7 días hasta cosecha, el tratamiento testigo mostró una
tasa de – 3,3 g MS m-2d-1, mientras que el tratamiento de mayor fertilización fosforada mostró una desacumulación de 7,7 g MS
m-2d-1.
FIGURA 25. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en las tasas de crecimiento en hojas.
4.2.4.3. Tasa de crecimiento en vainas. Se realizó una regresión no lineal en base a la producción de MS de vainas en el tiempo
(Figura 4), para cada tratamiento. El mejor modelo ajustado correspondió al modelo sigmoideo. En el Anexo 12 se muestran las
regresiones ajustadas, mientras que la ecuación y sus parámetros se presentan en el Cuadro 12, donde Y corresponde a la
producción de materia seca en vainas (g MS m-2) y X al tiempo en días después de emergencia.
CUADRO 12. Ecuación y parámetros del modelo sigmoideo, ajustado a la producción de MS de vainas en el tiempo, para
diferentes tratamientos de fertilización fosforada.
Tratamiento
(kg P2O5/ha)
0
110
280
460
Ymáx
160
198
203
293
Y=Ymáx /(1+exp((B-X)/C))
B
C
92,3
2,99
93,6
2,25
91,7
3,49
94,9
3,30
R2
0,86
0,83
0,86
0,79
Las tasas de crecimiento en vainas, obtenidas a partir de las regresiones, se presentan en la Figura 26, donde se observa que
existe un aumento en las tasas de crecimiento hasta el inicio de llenado de granos (día 99), para una posterior disminución hasta
la cosecha final, donde prácticamente no hay crecimiento.
FIGURA 26. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en las tasas de crecimiento en vainas.
4.2.4.4. Tasa de crecimiento en granos. En base a la producción de MS de granos en el tiempo (Figura 5) se realizó una
regresión lineal, para cada tratamiento, donde en el Anexo 13 se muestran las regresiones obtenidas, mientras que la ecuación y
sus parámetros se presentan en el Cuadro 13, donde Y corresponde a la producción de materia seca de granos (g MS m-2) y X al
tiempo en días después de emergencia.
CUADRO 13. Ecuación y parámetros de la regresión lineal ajustada a la producción de MS de granos en el tiempo, para
diferentes tratamientos de fertilización fosforada.
Tratamiento
Y= a+b*X
(kg P2O5/ha)
0
110
280
460
b
16,96
21,60
21,70
14,12
a
-1584
-2063
-2047
-1229
Intercepto en X
93
95
94
87
R2
0,93
0,95
0,91
0,89
El intercepto en X representa el día donde la MS de granos es cero, por lo tanto, según las regresiones, la formación de granos se
inicia entre los 87 y 95 días después de siembra. De acuerdo a lo anterior, el tratamiento de mayor fertilización, se adelanta en la
formación de granos (día 87) y su crecimiento muestra la menor pendiente.
Las tasas obtenidas a partir de las regresiones lineales se observan en el Cuadro 13, ya que las tasas corresponden a las
pendientes (b) de sus respectivas regresiones lineales. Por lo tanto, se ve que el tratamiento que presentó la menor tasa de
crecimiento fue el de mayor fertilización fosforada, con una tasa de 14.1 g MS m -2 d-1, mientras que las mayores tasas se
registraron en los dos tratamientos de menor dosis fosforada, los cuales son prácticamente iguales, con valores aproximadamente
de 21 g MS m-2 d-1.
4.2.4.5. Tasa de crecimiento total. A partir de la producción de MS total acumulada (Figura 6), se realizó una regresión no lineal
para cada tratamiento (Anexo 14), donde el mejor modelo ajustado correspondió a una regresión del tipo sigmoideo cuya
ecuación y parámetros se presentan en el Cuadro 14, donde Y corresponde a la producción de MS total (g MS m -2) y X al tiempo
en días después de emergencia.
CUADRO 14. Ecuación y parámetros del modelo sigmoideo, ajustado a la producción de MS total en el tiempo, para diferentes
niveles de fertilización fosforada.
Tratamiento
(kg P2O5/ha)
0
110
280
460
Ymáx
1003
1309
1334
1200
Y=(Ymáx)/(1+exp((B-X)/C))
B
C
98,14
12,07
97,75
12,52
95,82
12,70
90,57
10,28
R2
0,96
0,95
0,96
0,95
La tasa total de crecimiento se observa en la Figura 27, donde, independientemente del tratamiento, al momento de la cosecha
final (día 120) aun el cultivo está creciendo, ya que las tasas variaron entre 8,1 y 15,6 g MS m -2 d-1. Este crecimiento estaría
explicado solo por el crecimiento de granos, ya que los tallos y vainas, según los análisis anteriores, mostraron que prácticamente
terminaron su crecimiento al día 120, mientras que las hojas, presentaron una desacumulación de MS ( tasas negativas).
Las mayores tasas se alcanzaron en el día 99 con valores que fluctuaron entre 20,4 y 26,1 g MS m-2 d-1, para los tratamientos de
menores niveles de fósforo y testigo, mientras que para el tratamiento de mayor dosis fosforada, la mayor tasa se registro el día
92 con 27,3 g MS m-2 d-1.
FIGURA 27. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en las tasas de crecimiento total.
4.2.5. Tasas de absorción de P en arveja. En este subcapítulo se analizan las tasas de absorción de P total y por órgano vegetal,
estimadas a partir de regresiones lineales y no lineales del la absorción de P acumulada en el tiempo. Para lo cual se utilizaron los
datos de absorción de P (tres repeticiones) semanales de cada órgano de los cuatro tratamientos, a los cuales, se ajustaron las
regresiones. Se utilizaron regresiones para derivar las tasas de absorción, ya que al calcular las tasas directamente del promedio
de las datos (repeticiones), se producen tasas erráticas de crecimiento.
4.2.5.1. Tasa de absorción de P en tallos. En base a la absorción acumulada de P en tallos (Figura 12), registrada durante el
periodo de cultivo, se realizaron regresiones no lineales para cada tratamiento (Anexo 15), donde el mejor modelo ajustado fue el
modelo distribución de Gaussian, cuya ecuación y parámetros se presentan en el Cuadro 15, donde Y corresponde a la absorción
de P acumulado en tallos (mg P m-2) y X al tiempo en días después de emergencia.
CUADRO 15. Ecuación y parámetros del modelo distribución de Gaussian, ajustado absorción de P acumulado en tallos en el
tiempo, para diferentes niveles de fertilización fosforada.
Tratamientos
(kg P2O5/ha)
0
110
280
460
Y=(Area/(SD*(2*Pi)^0.5))*exp(-0.5*((X-Mean)/SD)^2)
Area
SD
Mean
R2
7872
18,23
97,9
0,86
13443
16,77
97,9
0,88
17156
15,84
96,6
0,91
18049
16,56
96,1
0,90
En base a las regresiones, se calcularon las tasas de absorción de P en tallo, las cuales se grafican en la Figura 28, donde se
observa que, independientemente del tratamiento, las tasas de absorción de P, desde los 43 días después de siembra, fue en
aumento, hasta el día 85, donde comienza una disminución de las tasas de absorción, haciéndose prácticamente cero al día 99,
registrándose posteriormente (día 106) una tasa negativa que se mantiene hasta cosecha (día 120). Estas tasas negativas
corresponderían a una translocación de P a las semillas, ya que coincide con el inicio de llenado de granos (día 99). Además, se
puede observar que en la medida que aumenta la disponibilidad de fósforo en el suelo, aumentan las tasas de absorción de P, así
como tambien las tasas de desacumulación, ya que al día 85 el tratamiento testigo y el de mayor dosis fosforada, presentaron una
tasa de 5,6 y 15,5 mg P m-2d-1 respectivamente, y posteriormente, al momento de cosecha, estos valores se redujeron
respectivamente a –5,7 y –15,0 mg P m-2d-1. Por otro lado, también se observa que, prácticamente, no existió diferencia en el
comportamiento de las tasas de los dos tratamientos más fertilizados (280 y 460 kg P2O5/ha).
FIGURA 28. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en las tasas de absorción de P en tallos.
4.2.5.2. Tasa de absorción de P en hojas. En base a la absorción acumulada de P en hojas (Figura 13), se realizaron regresiones
no lineales para cada tratamiento (Anexo 16), donde el mejor modelo ajustado fue el modelo distribución de Gaussian, cuya
ecuación y parámetros se presentan en el Cuadro 16, donde Y corresponde a la absorción de P acumulada en hojas (mg P m -2) y
X al tiempo en días después de emergencia.
CUADRO 16. Ecuación y parámetros del modelo distribución de Gaussian, ajustado absorción de P acumulado en hojas en el
tiempo, para diferentes niveles de fertilización fosforada.
Tratamiento
(kg P2O5 /ha)
0
110
280
460
Y=(Area/(SD*(2*Pi)^0.5))*exp(-0.5*((X-Mean)/SD)^2)
Area
SD
Mean
R2
14240
19,87
89,6
0,72
24455
19,01
90,6
0,83
28026
19,19
90,0
0,85
31903
18,14
91,5
0,83
En base a las regresiones, se calculó las tasas de absorción de P en hojas (Figura 29), donde se observa que, similarmente a lo
ocurrido en tallos, se registró, independientemente del tratamiento, un aumento en las tasas de absorción de P, donde en el
tratamiento cuatro (460 kg P2O5/ha) se mantuvo hasta el día 78, mientras que en los demás tratamiento fue hasta el día 71.
Además, se muestra que, todos los tratamientos, al día 99 presentaron tasas negativas de absorción que se mantuvieron hasta
cosecha (día 120), es decir, se produjo una desacumulación de P en estos órganos (tasa negativa). Esta desacumulación coincide
con el inicio del llenado de grano (día 99), lo que permitiría pensar que se trataría de una translocación de este elemento hacia las
semillas.
Además, se observa que en la medida que aumenta la disponibilidad de fósforo, aumentan las tasas de absorción de P, así como
también las tasas de desacumulación, ya que al día 78 el tratamiento testigo y el de mayor dosis fosforada, presentaron una tasa
de 8,1 y 23,1 mg P m-2 d-1 respectivamente, y posteriormente, al momento de cosecha, estos valores se redujeron respectivamente
a –7,8 y –20,5 mg P m-2 d-1. Esto muestra que, una mayor absorción de P, se traduce en una mayor translocación de P hacia los
granos de arveja. También se puede observar en la Figura 30 que, independientemente de los tratamientos, la translocación
ocurre más o menos al mismo tiempo, es decir, aproximadamente a los 95 días después de emergencia.
FIGURA 29. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en las tasas de absorción de P en hojas.
4.2.5.3. Tasa de absorción de P en vainas. En base a la absorción acumulada de P en vainas (Figura 14), se realizaron
regresiones no lineales para cada tratamiento (Anexo 17), donde el mejor modelo ajustado fue el modelo distribución de
Gaussian, cuya ecuación y parámetros se presentan en el Cuadro 17, donde Y corresponde a la absorción de P acumulada en
vainas (mg P m-2) y X al tiempo en días después de emergencia.
CUADRO 17. Ecuación y parámetros del modelo distribución de Gaussian, ajustado absorción de P acumulado en vainas en el
tiempo, para diferentes niveles de fertilización fosforada.
Tratamiento
(kg P2O5/ha)
0
110
280
460
Y=(Area/(SD*(2*Pi)^0.5))*exp(-0.5*((X-Mean)/SD)^2)
Area
SD
Mean
R2
7350
11,2
100,6
0,67
11793
11,8
103,8
0,68
14651
12,8
102,6
0,62
17683
11,89
104,6
0,55
Las tasas de absorción de P en vainas (Figura 30), obtenidas a partir de las regresiones, muestran, similarmente a tallos y hojas,
que existe una tasa acumulativa de P y una tasa desacumulativa de P. Donde esta última se inicia entre los días 103 y 109
aproximadamente, por lo que se puede decir que las vainas tambien participan en el proceso de translocación de P a las semillas
de arveja. También se observa que a mayor disponibilidad de P en el suelo, aumenta las tasas de absorción y de desacumulación
de P.
FIGURA 30. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en las tasas de absorción de P en vainas.
4.2.5.4. Tasa de absorción de P en granos. En base a la absorción de P en granos (Figura 15), se realizó una regresión lineal para
cada tratamiento. En el Anexo 18 se puede apreciar las regresiones, mientras que la ecuación y sus parámetros se presentan en el
Cuadro 18, donde Y corresponde a la absorción de P acumulado en granos (mg P m-2) y X al tiempo en días después de
emergencia.
CUADRO 18. Ecuación y parámetros de la regresión lineal ajustada a la absorción de P acumulado en granos en el tiempo, para
diferentes niveles de fertilización fosforada.
Tratamiento
(kg P2O5/ha)
0
110
280
460
Y= a + b*X
a
intercepto en X
-4922
93
-7150
95
-7889
95
-5726
90
b
52,54
74,91
83,24
63,53
R2
0,87
0,91
0,92
0,87
Debido a que las regresiones de la absorción de P en granos son lineales, las tasas de absorción de P resultan ser constantes en el
tiempo, ya que corresponden a las pendientes (b) de las respectivas regresiones lineales, donde en el Cuadro 18 se muestra que
los tratamientos fertilizados presentan una mayor tasa de absorción de P. El tratamiento de mediana fertilización (280 kg
P2O5/ha) resultó ser el que presentó la mayor tasa con 83,2 mg P m-2 d-1, mientras que el testigo presentó una tasa de 52,5 mg P
m-2 d-1.
4.2.5.5. Tasa de absorción de P total. A partir de la absorción de P total acumulada (Figura 16), se realizó una regresión no lineal
para cada tratamiento (Anexo 19), donde el mejor modelo ajustado correspondió a una regresión del tipo sigmoideo, cuya
ecuación y parámetros se presentan en el Cuadro 19, donde Y corresponde a la absorción de P total acumulado (mg P m -2) y X al
tiempo en días después de emergencia.
CUADRO 19. Ecuación y parámetros del modelo sigmoideo, ajustado a la absorción de P total acumulado en el tiempo, para
diferentes niveles de fertilización fosforada.
Tratamiento (kg
P2O5/ha)
0
Y=Ymáx /(1+exp(B-X)/C))
Ymáx
2357
B
106,4
C
15,49
R2
0,94
110
280
460
2978
3162
3038
100,2
96,5
93,5
14,9
14,4
13,1
0,97
0,95
0,96
Las tasas de absorción total de P, obtenidas a partir de las regresiones, se muestran en la Figura 31, donde se observa que en la
medida que aumenta la disponibilidad de P, aumenta las tasas de absorción de P; ya que la máxima tasa alcanzada por el testigo
fue de 37,5 mg P m-2 d-1, mientras que para el tratamiento de mayor fertilización fosforada este valor resultó ser de 57,2 mg P m-2
d-1. Además, se puede observar que las máximas tasas, de cada tratamiento, se fueron atrasando en la medida que el nivel de
fertilización disminuía, así es como la máxima tasa del tratamiento testigo se produjo el día 113, mientras que para el tratamiento
de mayor fertilización esta tasa ocurrió en el día 99.
En la Figura 31 también se puede observar que al momento de cosecha (día 120), aún se estaba absorbiendo P, ya que los valores
fluctuaron entre 37,5 y 29,3 mg P m-2 d-1. Esto podría deberse a que aún existía una acumulación de P en granos, los cuales
presentaron una tasa constante hasta cosecha, producto posiblemente de la falta de crecimiento de granos provenientes de flores
tardíamente fecundadas.
FIGURA 31. Efecto de distintas dosis de fósforo (P2O5) en las tasas de absorción de P total en arvejas.
En los resultados mostrados anteriormente (tallos, hojas, vainas), claramente se observó que existe un periodo de acumulación de
P en estos órganos (tasa positiva), donde en tallos y hojas este período se mantiene hasta el inicio de llenado de grano (día 99),
para comenzar una tasa negativa de absorción, es decir, una desacumulación de P. Sin embargo, los granos tienen una absorción
lineal y con una tasa constante de absorción. Esto muestra que las relaciones fuente-destino son claras en arveja, ya que tallos,
hojas y vainas actúan como fuente al movilizar P hacia los granos, los cuales son el destino principal de P. Esto además se puede
observar en la concentración de P, ya que mientras la concentración de P disminuye (en el tiempo) en tallos, hojas y vainas, la
concentración de P en granos es relativamente constante y superior a los otros órganos.
4.2.6. Distribución promedio de MS en órganos. Del 100% de MS producida en la última cosecha, se pudo observar que hasta
el día 85, donde se inicia la formación del fruto, la materia seca acumulada entre tallos y hojas correspondía al 30,3 % del total,
alcanzando su máxima acumulación el día 99 llegando al 53,8%, para declinar posteriormente hasta la cosecha a un valor de
35,6%, no reflejándose mayores variaciones por efecto de los tratamientos. Sin embargo esto no sucede en los granos, los cuales
aumentan en la contribución a la materia seca total durante su desarrollo, llegando al momento de cosecha a valores cercanos al
50%, y es en estos órganos, donde se produce una mayor variación por efecto de los tratamientos (Figura 32).
FIGURA 32. Distribución promedio de MS producida por órganos vegetales en arvejas.
4.2.7. Distribución promedio de la absorción de P en órganos. Del P promedio, de los cuatro tratamientos, acumulado hasta
la cosecha final (100%), se pudo observar que, independientemente del tratamiento, en general, el P acumulado entre tallos y
hojas alcanza su máximo valor hasta el inicio de la formación de granos (día 99), con valores cercanos al 36,7% el total del P
absorbido, donde posteriormente son los granos los que acumulan la mayor parte del P absorbido, producto de la translocación
(desde tallos, hojas y vainas) y absorción directa desde el suelo, llegando a valores del 78% del total de P absorbido. Sin
embargo, se puede observar que es en los granos donde se produce la mayor variación por efecto de los tratamientos (Figura 33).
FIGURA 33. Distribución promedio de la acumulación de P por órganos vegetales en arvejas.
4.2.8. Translocación de P en arveja. MUEHLBAUER y McPHEE (1997), señalan que los órganos que participan en la
acumulación de P en granos, es decir, en el proceso de translocación, son las hojas, tallos, vainas y raíz.
En la translocación de fósforo hacia los granos, se observó diferencias significativas entre tratamientos, donde a mayor
fertilización se translocó una mayor cantidad de fósforo, haciendo que los dos tratamientos de mayor fertilización fosforada se
diferenciaran significativamente del testigo (Cuadro 20).
Esta translocación no se correlacionó con los rendimientos alcanzados en cada tratamiento, ya que los mayores rendimientos se
alcanzaron en los dos tratamientos con menor fertilización fosforada, los cuales, no se diferenciaron significativamente (Cuadro
7). Por otro lado, el tratamiento de mayor dosis fosforada no fue significativamente diferente, en cuanto a rendimiento, al testigo,
sin embargo es en el que más fósforo se transloca a los granos. Por lo tanto, en este último caso, se estaría produciendo un
consumo de lujo en fósforo.
CUADRO 20. Efecto de la fertilización fosforada en la translocación de fósforo (mg P m-2) desde diferentes partes vegetales a
los granos.
Parte vegetal
Translocación
Tallo
Hoja
Vainas
total
kg P2O5/ha
0
187 ± 76 a
309 ± 95 a
203 ± 44 a
700 ±120 a
110
254 ±105 a
390 ± 68 a
229 ± 46 a
873 ±214 ab
280
288 ± 67 a
422 ±135 a
300 ± 80 ab
1011±158 bc
460
389 ±124 a
444 ±256 a
455 ± 77 b
1288±335 c
Letras diferentes en columnas, indican diferencias significativas (p<0.05 Tukey)
Dosis
En cuanto a la participación de tallos, hojas y vainas, se observó que, independientemente del tratamiento, el porcentaje de
fósforo translocado desde los tallos fluctuó en promedio desde 26 a 31%, mientras que desde las hojas el promedio fluctuó entre
32 y 45%, y en el caso de las vainas estuvo entre 26 y 37%. Además se observa que en la medida que aumenta la disponibilidad
de P en el suelo, existe en general, un aumento en la participación del proceso de translocación en el fósforo total que se
encuentra en los granos, ya que en el tratamiento de mayor dosis fosforada la translocación llega al 64,6 %, mientras que la
absorción directa desde el suelo representa solo el 35,4% del P contenido en granos (Cuadro 21). Sin embargo, hay que tomar
encuenta que no se estimó la participación de las raíces en el proceso de translocación. Por lo tanto, parte de lo estimado como
absorción directa podría corresponder a translocación desde las raíces.
CUADRO 21. Origen del P contenido en granos de arveja bajo diferentes tratamientos de fertilización fosforada.
Dosis
Absorción directa
Translocación
kg P2O5/ha
%
%
0
110
280
460
51,8
55,0
52,7
35,4
48,2
45,0
47,3
64,6
% translocado
Tallos
26
28
29
31
Hojas
44
45
42
32
Vainas
30
26
30
37
Los tratamientos no produjeron diferencias significativas en la translocación de P desde tallos y hojas, pero si en vainas, donde se
translocó una mayor cantidad de fósforo en el tratamiento de mayor fertilización fosforada.
4.2.9. Tratamiento óptimo de fertilización. En base a los niveles de fósforo alcanzados en el suelo de cada tratamiento y a los
rendimientos obtenidos del último muestreo, se ajustó un modelo estadístico, para describir el comportamiento del rendimiento
frente a la fertilización fosforada, y así, determinar el tratamiento óptimo. El modelo que mejor se ajustó fue una regresión no
lineal, correspondiente al modelo Mitscherlich, cuya ecuación y parámetros se presenta en el Cuadro 22, donde Y corresponde al
rendimiento de granos (g MS m-2) y X los niveles de P-Olsen inicial alcanzado por cada tratamiento.
CUADRO 22. Ecuación de la regresión no lineal tipo Mitscherlich para los rendimientos en arveja.
Ecuación
Mitscherlich
Y=Ymáx (1-exp(-C*X))
Ymáx
C
R2
521.4
-0.2737
0,97
FIGURA 34. Regresión no lineal de los rendimientos en el cultivo de la arveja bajo cuatro tratamientos de fertilización
fosforada, ajustado al modelo Mitscherlich.
En base a la regresión se determinó que el rendimiento óptimo corresponde al tratamiento de menor fertilización fosforada (110
kg P2O5/ha), el cual corresponde a un rendimiento promedio de 5360 kg ha-1. Esta dosis de fertilización permitió subir el nivel de
P-Olsen de 9 ppm a 13 ppm, el cual es el nivel óptimo a alcanzar para este cultivo en un suelo trumao de la décima región, ya
que los mayores rendimientos se alcanzaron en los dos tratamientos con menor fertilización fosforada, los cuales no se
diferenciaron estadísticamente entre si, por lo tanto, el nivel mínimo óptimo de P en el suelo es de 13 ppm P-Olsen.
4.3. Parámetros de fertilización racional de P en arveja
Para determinar la fertilización razonada de P es necesario conocer los parámetros de la demanda, los cuales son utilizados para
calcular la demanda de fósforo del cultivo, en base a un rendimiento a alcanzar, dado por un determinado agroecosistema. Estos
parámetros son calculados al momento de cosecha del cultivo y corresponden a la humedad de cosecha (HC), índice de cocea
(IC) y requerimiento interno de fósforo (RIP). Además para calcular la dosis de fósforo es necesario conocer el coeficiente de
absorción de P del cultivo (kg P aborbidos/ha /ppm P-Olsen) y el factor de retención de P del suelo (kg P/ka/ppm P-Olsen), los
cuales determinan la eficiencia de la fertilización fosforada.
4.3.1. Requerimiento interno de fósforo (RIP). Corresponde a la concentración de fósforo en relación la materia seca total
producida en cada muestreo. Este parámetro es utilizado para calcular la demanda de fósforo del cultivo, cuyo valor se expresa
en porcentaje del total de materia seca producida al momento de cosecha.
En cuanto al comportamiento del requerimiento interno de fósforo a través del tiempo, se pudo observar una notoria diferencia
significativa entre el primer muestreo (día 43) y el resto de los muestreos, donde al primer muestreo el RIP fluctuó entre 0,29% y
0,41 %, mientras que al momento de cosecha, estos valores se redujeron a 0,20% y 0,26% respectivamente. En la Figura 35 se
muestra el comportamiento del requerimiento interno en el tiempo, donde inicialmente, en el primer muestreo, es mayor,
tendiendo a disminuir y mantenerse en el tiempo.
FIGURA 35. Comportamiento del requerimiento interno de P (RIP %) en arvejas bajo diferentes niveles de fertilización
fosforada.
El requerimiento interno de fósforo mostró diferencias significativas entre tratamientos, sobre todo en los primeros 4 muestreos,
donde los tratamientos con fertilización fosforada presentaron mayores RIP (0,41 a 0,23%), los cuales son superiores al testigo
que presentó valores de 0,29% a 0,16%. También se presentaron diferencias en el último muestreo, donde el tratamiento con
mayor fertilización (RIP 0,26%) se diferenció significativamente del testigo (RIP 0,20%). Sin embargo, este último no presentó
diferencias significativas con los otros tratamientos con menor fertilización fosforada (110 y 280 kg P 2O5/ha) (Cuadro 23). Estas
diferencias se deberían a la mayor cantidad de P acumulado durante el periodo de crecimiento, producto de la mayor
disponibilidad de este nutriente en los tratamientos fertilizados.
Para estimar la demanda de fósforo en arveja se tomará en cuenta el RIP del tratamiento óptimo, el cual corresponde a la dosis de
110 kg P2O5/ha, con un RIP de 0,22 %.
CUADRO 23. Requerimiento interno de P (RIP g/100g) en el cultivo de arveja bajo cuatro tratamientos de fertilización
fosforada.
Días después de emergencia
43
50
57
64
99
120
(kg P2O5/ha)
0
0,29 a
0,19 a
0,18 a
0,16 a
0,16 a
0,20 a
110
0,35 a
0,23 ab
0,23 b
0,22 b
0,19 b 0,22 ab
280
0,35 ab
0,27 bc
0,26 bc
0,25 b
0,21 b 0,23 ab
460
0,41 b
0,29 c
0,29 c
0,25 b
0,20 b
0,26 b
Letras diferentes en columnas, indican diferencias significativas (p<0.05 Tukey)
Dosis
4.3.2. Indices de cosecha y de extracción de P en la cosecha. Estos índices también son utilizados para calcular la demanda de
fósforo. El índice de cosecha (IC), corresponde a la proporción que representa el producto cosechado (grano) en relación al total
de materia seca producida por el cultivo al momento de cosecha. Por otro lado, el índice de extracción de fósforo (IEC),
corresponde a la proporción del fósforo total absorbido, que se encuentra formando parte del producto cosechado. Ambos índices
son expresados en porcentaje.
Estos índices fueron medidos en los últimos cuatro muestreos y se observa que ningún tratamiento provocó diferencias
significativa en ellos. En el caso del índice de cosecha (IC) se determinó que al momento de cosecha fluctúa entre 45% y 54%,
mientras que el índice de extracción de fósforo varía entre 73% y 84%. Esto quiere decir que del total de materia seca producida
durante la temporada de cultivo un 45% a 54% corresponde a granos, los cuales absorben el 73% a 84% del fósforo total
absorbido por el cultivo (Cuadro 24). El índice de extracción de cosecha (IEC) es importante de considerar al momento de hacer
una fertilización de mantención de fósforo, ya que corresponde al fósforo que posteriormente sale del sistema en el producto
cosechado y que, por lo tanto, debiera ser restituido par no disminuir los niveles de P en el suelo.
CUADRO 24. Efecto de diferentes dosis de fósforo en los índices de cosecha y extracción de fósforo en el cultivo de arvejas.
Letras diferentes en columnas, indican diferencias significativas (p<0.05 Tukey)
Independientemente del tratamiento los índices evaluados varían significativamente en el tiempo. Se observa un aumento en la
medida que se desarrolla el grano, donde el IC varió desde 9% a 54% y el IEC lo hizo desde 17% a 84% (Cuadro 25).
CUADRO 25. Variación de índices de cosecha y extracción de fósforo en el tiempo, bajo diferentes dosis de fertilización
fosforada.
Letras diferentes en columnas, indican diferencias significativas (p<0.05 Tukey)
En base al tratamiento óptimo se considerará, para la fertilización razonada fosforada en el cultivo de la arveja, un IC y IEC de
48 % y 80% respectivamente. Esto independientemente, de los rendimientos estimados a alcanzar.
4.3.3. Factor de demanda de P. Este factor corresponde a al valor adimensional que entrega la fórmula de demanda (ecuación
2.3), pero sin considerar la producción a alcanzar (PA en qm/ha). Por lo tanto, para su cálculo, están solamente considerados el
RIP (%) e IC (adimensionales) de cada tratamiento y el HC (adimensional de 0,12 ).
En el Cuadro 26 se muestran los factores de demanda de P al momento de la cosecha final (día 120), utilizando los respectivos
RIP de cada tratamiento (Cuadro 23) y el RIP del tratamiento óptimo (0,22) aplicado a todos los tratamientos. Se observó que los
tratamientos producen diferencial significativas en el factor de demanda de P, al utilizar a el RIP de cada tratamiento, pero al
utilizar el RIP del tratamiento óptimo (0,22 %) no se producen diferencias significativas, donde valores del factor fluctúan entre
0,37 y 0,44. El factor de demanda recomendado, para el cultivo de arveja, corresponde al del tratamiento óptimo (0,40), el cual
al multiplicarlo por el rendimiento a alcanzar en qm/ha (PA) entregará la demanda de P en kg/ha.
CUADRO 26. Variación del factor de demanda de P según el RIP, bajo diferentes dosis de fertilización fosforada.
Tratamiento
Día 120 después de emergencia
(kg P2O5/ha)
respectivos RIP
RIP óptimo (0,22 %)
0
0,33
a
0,37
a
110
0,40
ab
0,40
a
280
0,44
ab
0,42
a
460
0,50
b
0,44
a
Letras diferentes en columnas, indican diferencias significativas (p<0.05 Tukey)
4.3.4. Eficiencia de la fertilización fosforada. En base a la diferencia en absorción de fósforo total, producida entre el testigo y
los respectivos tratamientos fertilizados, se pudo determinar la eficiencia de fertilización tomando en cuenta la dosis de fósforo
de cada tratamiento (Cuadro 26).
El tratamiento óptimo (110 kg P2O5/ha) si bien no fue significativamente diferente al tratamiento testigo, en cuanto a la absorción
de fósforo total. Se pudo observar que fue el que presentó, en promedio, la mayor eficiencia de fertilización (15,3%). Sin
embargo, aunque no se observó diferencias significativas con los otros tratamientos fertilizados, se puede visualizar una clara
tendencia a disminuir la eficiencia de fertilización, en la medida que se aumenta la dosis de fertilización fosforada.
CUADRO 27. Eficiencia de la fertilización fosforada en el cultivo de la arveja, bajo tres dosis de fertilización.
Dosis
Eficiencia de fertilización (%)
kg P2O5/ha
110
15,3 ± 11 a
280
8,6 ± 3 a
460
5,0 ± 2 a
Letras diferentes en columnas, indican diferencias significativas (p<0.05 Tukey).
En base al tratamiento testigo se pudo determinar el factor de absorción del cultivo (FAC), se decir, la cantidad de fósforo (P)
que puede absorber por hectárea, el cultivo, por cada ppm de P-Olsen disponible en el suelo. En este caso se pudo determinar que
con 9 ppm de P-Olsen, el cultivo del tratamiento testigo absorbió en promedio de 17,3 kg P/ha, por lo tanto el coeficiente de
absorción del cultivo es de 1,9  0,3 ((kg P absorbibles/ha)/ppm P-Olsen).
Para asegurar una fertilización fosforada óptima, es recomendable que la eficiencia de absorción del cultivo sea seleccionada con
el menor valor dentro de su rango de variación, es decir 1.6, para evitar así, la posibilidad de caer en una dosis menor a la
requerida por el cultivo. Según RODRIGUEZ et al. (2001), un FAC de 1,5 ((kg P absorbibles/ha)/ppm P-Olsen) corresponde a
un cultivo de alta densidad (cereales), por lo tanto, en este caso, donde la arveja presenta un FAC de 1,6. Este FAC está 0,3
puntos sobre los cultivos de mediana densidad, entrando entonces al grupo de los cereales. Esto se debería posiblemente a
efectos rizosféricos de la arveja que le permitirían aumentar su capacidad de absorber P.
Al considerar la capacidad que tiene el suelo para fijar fósforo (factor de retención de P (kg P/ha aplicados/ppm P-Olsen)) y el
coeficiente de absorción de P del cultivo, es posible calcular la eficiencia de fertilización, para cada grupo de suelo donde se
desee cultivar arvejas. Para esto es necesario dividir el coeficiente de absorción del cultivo (1,6 kg P absorbibles/ppm P-Olsen)
por el factor de retención de P del suelo (FCO) que es 13 (kg P/ha aplicados/ppm P-Olsen), quedando finalmente una eficiencia
de fertilización de 0,12 (12%).
4.4. Validación del método racional de fertilización fosforada
A partir de los rendimientos alcanzados en cada tratamiento y a los parámetros de demanda de P, determinados a partir del
tratamiento óptimo, se procedió a calcular la dosis de fósforo por hectárea, para cada tratamiento (Cuadro 27).
CUADRO 28. Cálculo de dosis de fertilización racional fosforada en arveja.
En el tratamiento con 110 kg P2O5/ha se observó un rendimiento (PA) de 53,6 qm ha-1, y al calcular la dosis de fósforo a través
del método razonado de fertilización se llegó a una dosis de 134 kg P2O5 ha-1, siendo muy cercana a la dosis del ensayo. También
se observó que a menor rendimiento menor es la dosis calculada.
5. CONCLUSIONES
Es posible determinar, en el cultivo arvejas, una dosis fosforada óptima a través del método racional, el cual considera las
principales interrelaciones del sistema clima-cultivo-suelo-fertilizante para determinar la demanda del cultivo, el suministro del
suelo y la eficiencia de fertilización.
La concentración de fósforo, independientemente de su disponibilidad en el suelo, varía durante el desarrollo del cultivo, donde
en tallos, hojas y vainas se produce una disminución de la concentración de P que se acentúa en el periodo de llenado de granos,
los cuales muestran una concentración relativamente constante. Además, en la medida que aumenta la disponibilidad de P en el
suelo, existe, al momento de cosecha, una mayor concentración fósforo en estos órganos con excepción de los tallos.
En el cultivo de arvejas, gran parte de el fósforo total absorbido por la planta se encuentra en los granos (73% a 84%), y en su
acumulación, participa el proceso de translocación, desde los diferentes órganos de arveja, los cuales muestran un período de
acumulación de fósforo antes del llenado de grano y una posterior desacumulación de P que es translocado hacia los granos. La
translocación de P de cada órgano es mayor en la medida que aumenta la disponibilidad de P en el suelo.
El requerimiento interno de P varía con el desarrollo del cultivo, donde es mayor en las primeras etapas del crecimiento, para
disminuir posteriormente y mantenerse relativamente constante hasta el periodo de cosecha. Además, en la medida que existe
una mayor disponibilidad de P, el RIP tiende a aumentar. Para condiciones óptimas de fertilización fosforada se propone un RIP
de 0,22 % para la producción total de MS.
El índice de cosecha y el índice de extracción en cosecha no varían significativamente con la disponibilidad de P, por lo tanto,
son parámetros constantes para la determinación de la dosis fosforada en arveja, proponiéndose para cada índice los valores de
0,48 g/g y 0,80 g/g respectivamente.
La eficiencia de la fertilización fosforada es baja, llegando en promedio, con una dosis óptima de fertilización en el cultivo de
arveja, solo a un 12%, donde la eficiencia de absorción del cultivo fue de 1,6 kg P absorbido /ppm P-Olsen.
La sobre estimación de la fertilización fosforada, para satisfacer la demanda de P en arvejas, conduce a una mayor absorción de
este elemento, lo que no se traduce necesariamente en un mayor rendimiento de granos, produciéndose con esto, un consumo de
lujo de este mineral.
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ANEXOS
ANEXO 1. Variación en el tiempo de la producción de MS en granos, bajo cuatro
tratamientos de fertilización fosforada.
Días
Tratamientos (kg P2O5/ha)
0
110
280
460
granos (g MS*m-2)
99
89,4 a
67,7 a
101,4 a
125,4 a
106
231,9 b
225,7 b
250,3 a
297,9 b
113
311,4 b
369,8 c
323,0 ab
340,4 b
120
458,8 c
536,0 d
553,2 b
473,2 c
Letras distintas en columnas indican diferencias estadísticamente significativas (p<0.05, Tukey).
ANEXO 2. Variación en el tiempo de la concentración de P (g P/100g) en vainas,
bajo cuatro tratamientos de fertilización fosforada.
Días
Tratamientos (kg P2O5/ha)
0
110
280
460
P (g/100g) en vainas
85
0,317 d
0,397 d
0,405 c
0,415 b
92
0,305 d
0,360 d
0,370 c
0,385 b
99
0,168 c
0,220 c
0,231 b
0,219 a
106
0,136 bc
0,196 bc
0,208 ab
0,220 a
113
0,083 ab
0,128 ab
0,161 ab
0,153 a
120
0,059 a
0,095 a
0,108 a
0,142 a
Letras distintas en columnas indican diferencias estadísticamente significativas (p<0.05, Tukey).
ANEXO 3. Variación en el tiempo de la concentración de P (g P/100g) en granos,
bajo cuatro tratamientos de fertilización fosforada.
Días
Tratamientos (kg P2O5/ha)
0
110
(P g/100g) en granos
280
460
99
0,331 a
0,376 a
0,382 a
0,362 a
106
0,297 a
0,366 a
0,357 a
0,370 a
113
0,284 a
0,313 a
0,365 a
0,370 a
120
0,316 a
0,362 a
0,386 a
0,421 a
Letras distintas en columnas indican diferencias estadísticamente significativas (p<0.05, Tukey).
ANEXO 4. Variación en el tiempo de la concentración de P (g P/100g) en la MS
total, bajo cuatro tratamientos de fertilización fosforada.
Días
Tratamientos (kg P2O5/ha)
0
110
280
460
0,35 c
0,27 ab
0,26 ab
0,25 ab
0,23 ab
0,29 bc
0,26 ab
0,25 ab
0,21 a
0,23 ab
0,22 a
0,23 ab
0,41 c
0,29 b
0,29 b
0,25 ab
0,25 ab
0,28 ab
0,26 ab
0,24 ab
0,20 a
0,23 ab
0,21 ab
0,26 ab
P g/100g
43
50
57
64
71
78
85
92
99
106
113
120
0,30 c
0,19 ab
0,18 ab
0,16 ab
0,18 ab
0,21 b
0,19 ab
0,21 ab
0,16 a
0,18 ab
0,17 ab
0,20 ab
0,35 b
0,23 a
0,23 a
0,22 a
0,24 a
0,25 a
0,24 a
0,25 a
0,19 a
0,22 a
0,18 a
0,22 a
Letras distintas en columnas indican diferencias estadísticamente significativas (p<0.05, Tukey).
ANEXO 5. Variación en el tiempo en la extracción de P (mg P*m-2) en vainas, bajo
cuatro tratamientos de fertilización fosforada.
Tratamientos (kg P2O5/ha)
Días
0
110
280
460
(mg P*m-2) en vainas
85
79,0 a
73,5 a
142,3 a
111,5 a
92
216,5 ab
224,4 abc
359,6 a
359,6 ab
99
253,3 b
410,6 c
431,0 a
512,2 ab
106
235,7 ab
364,4 bc
444,3 a
593,9 b
113
121,9 ab
280,6 bc
302,6 a
471,1 ab
120
78,6 a
181,9 ab
210,2 a
245,3 ab
Letras distintas en columnas indican diferencias estadísticamente significativas (p<0.05, Tukey).
ANEXO 6. Variación en el tiempo en la extracción de P (mg P*m-2) en granos, bajo
cuatro tratamientos de fertilización fosforada.
Días
Tratamientos (kg P2O5/ha)
0
110
280
460
(mg P*m-2) en granos
99
294 a
256 a
388 a
459 a
106
688 ab
831 b
897 a
1101 b
113
891 b
1139 b
1153 a
1261 b
120
1452 c
1941 c
2135 b
1993 c
Letras distintas en columnas indican diferencias estadísticamente significativas (p<0.05, Tukey).
ANEXO 7. Variación en el tiempo de la contribución (%) de granos a la materia seca
total producida, bajo diferentes tratamientos de fertilización fosforada.
Letras distintas en columnas indican diferencias estadísticamente significativas (p<0.05, Tukey).
ANEXO 8. Efecto de diferentes niveles de disponibilidad de P en la producción
acumulada de MS (%) en arvejas.
Letras distintas en columnas indican diferencias estadísticamente significativas (p<0.05, Tukey).
ANEXO 9. Efecto de diferentes niveles de disponibilidad de P en la absorción
acumulada de P (%) en arvejas.
Letras distintas en columnas indican diferencias estadísticamente significativas (p<0.05, Tukey).
ANEXO 10. Modelo sigmoideo, ajustado a la producción de MS de tallos en el
tiempo, bajo diferentes dosis de fósforo (P2O5).
ANEXO 11. Modelo distribución de Gaussian, ajustado a la producción de MS de
hojas en el tiempo, bajo diferentes dosis de fósforo (P2O5).
ANEXO 12. Modelo sigmoideo, ajustado a la producción de MS de vainas en el
tiempo, bajo diferentes dosis de fósforo (P2O5).
ANEXO 13. Regresión lineal ajustada a la producción de MS de granos en el tiempo,
bajo diferentes dosis de fósforo (P2O5).
ANEXO 14. Modelo sigmoideo, ajustado a la producción de MS total en el tiempo,
bajo diferentes dosis de fósforo (P2O5).
ANEXO 15.
Modelo distribución de Gaussian, ajustado a la absorción de P
acumulado en tallos en el tiempo, bajo diferentes dosis de fósforo (P2O5).
ANEXO 16.
Modelo distribución de Gaussian, ajustado a la absorción de P
acumulado en hojas en el tiempo, bajo diferentes dosis de fósforo (P2O5).
ANEXO 17.
Modelo distribución de Gaussian, ajustado a la absorción de P
acumulado en vainas en el tiempo, bajo diferentes dosis de fósforo (P2O5).
ANEXO 18. Regresión lineal ajustada a la absorción de P acumulado en granos en el
tiempo, bajo diferentes dosis de fósforo (P2O5).
ANEXO 19. Modelo sigmoideo, ajustado a la absorción de P total acumulado en el
tiempo, bajo diferentes dosis de fósforo (P2O5).