Download conclusiones
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
CONCLUSIONES 1. España, tradicional país de emigración, puede ser también considerado país de inmigración. La estimación de 720.000 inmigrantes (667.000 si descontamos los ya nacionalizados) supone el 1,95% de la población española, porcentaje significativo pero todavía bastante inferior al de otros países europeos (Francia 7,7%, Alemania 4,9%, Holanda 2,5%, etc.). 2. El saldo emigración/inmigración en España es de 4/1, aunque la tendencia observada en la última década —con 415.000 españoles retornados y unos 300.000 nuevos inmigrantes— tiende a acortar aquella diferencia. 3. De los extranjeros presentes en España, cabe distinguir tres tipos fundamentales: "inmigrantes asentados", "inmigrantes económicos" y "exiliados políticos". Estos últimos suponen en torno al 8% y provienen mayoritariamente de América Latina, Oriente Medio, Sudeste Asiático y África Central; desde el punto de vista socio-económico, los exiliados políticos se pueden incluir en los otros dos tipos, bien como "emigrantes asentados" o como "inmigrantes económicos". 4. Los "inmigrantes asentados", algo menos de la mitad de los extranjeros residentes en España, proceden mayoritariamente del Primer Mundo, gozan de permiso de trabajo y de residencia 340 y poseen un-nivel de vida con frecuencia superior a la medra española. Cabe destacar que un porcentaje significativo de estos extranjeros, a quienes no se pone ninguna traba legal para estar en España, son técnicos y altos cargos de empresas que acompañan a la penetración de capital extranjero en núestro país (los flujos de penetración de capital se han acelerado en los últimos años). 5. Los "inmigrantes económicos", en los que se centra la presente investigación, son algo más de la mitad de los extranjeros residentes en España, provienen casi en su totalidad del Tercer Mundo y Portugal, la mayoría están indocumentados, trabajan casi siempre en la economía sumergida y su nivel de vida es muy inferior a la media de los españoles. Dentro de este colectivo hay que destacar un sector estimado de 90.000 personas que viven en extrema pobreza y luchan desesperadamente por sobrevivir, lo que les lleva con frecuencia a soluciones extremat (mendicidad, transeuntismo, delincuencia, prostitución...). 6. Las principales colonias de inmigración económica proceden de Portugal y de las antiguas colonias españolas: norte de Marruecos (Protectorado español hasta 1956), Guinea Ecuatorial (independizada en 1968), Filipinas (vendida a USA en 1898) y América Latina (descolonizada en el siglo XIX). Del conjunto de estos países, hacia donde se dirigió de forma casi exclusiva la emigración española durante varios siglos, procede el 80% de los "inmigrantes económicos" asentados en España. En términos comparativos, y con perspectiva histórica, ha sido muchísimo mayor (entre 15 y 20 veces) el flujo de españoles hacia esos países que el que nos ha venido desde ellos. Sin embargo, mientras los españoles —unas veces con violencia y otras de forma pacífica— nos hemos asentado sin problemas en aquellas tierras, la mayoría de aquellas son ahora en España jurídicamente ¡legalizados y socialmente marginados. A través de los discursos analizados, se puede comprobar que este hecho está muy vivo entre los inmigrantes de esos países pero muy poco presente en la opinión pública española, que parece haber perdido la memoria histórica. 7. En el conjunto del país, el sector de "inmigrantes económicos" (más de 350.000 personas) constituye, de hecho, uno de lo colectivos marginados de mayor amplitud, equiparable en número al colectivo gitano o a cualquier otro gran colectivo marginado. 8. La marginalidad de los inmigrantes económicos se ha constatado a través de indicadores objetivos de nivel de vida (trabajo, 341 seguros sociales, ingresos y ahorro, vivienda y habitat, situación escolar de los hijos, etc.) y también a través de indicadores indirectos (sensación de rechazo social, inseguridad jurídica y miedo a la policía en los inmigrantes no documentados; y nacionalismo xenofóbico en la opinión pública española). 9. Las situaciones de marginalidad afectan a todas las colonias provenientes del Tercer Mundo y Portugal: en mayor grado a los inmigrantes de África (incluidos magrebíes y centroafricanos) y en menor medida a portugueses, latinoamericanos y asiáticos. Merece destacarse, como caso excepcional, a los musulmanes de Ceuta y Melilla no nacionalizados: constituyen la colonia más antigua y asentada en España pero sus indicadores de nivel de vida son los más bajos de todos (vivienda, instrucción, condiciones laborales, etc.); no se excede un editorial del "El País" cuando señala que esta comunidad constituye "un auténtico aoañheid social y religioso". 10. Madrid, y en segundo lugar Barcelona, son los principales enclaves de "inmigración económica" (sin contar Ceuta y Melilla ya que, si realmente se considera extranjeros a los musulmanes sin carnet de identidad, tales ciudades serían probablemente las de mayor densidad inmigratoria del mundo: 34% de su población). Las diversas colonias suelen tender a concentrarse más en territorios determinados: portugueses en las regiones fronterizas con el vecino país; marroquíes en Ceuta y Melilla, Barcelona y Madrid; cubanos en Madrid; argentinos en Madrid, uruguayos en Barcelona, venezolanos en Canarias; filipinos en Barcelona y Madrid; centroafricanos en Cataluña, Canarias y zona levantina; paquistaníes en zonas mineras; argelinos en Barcelona y Alicante, etc. Los inmigrantes económicos se establecen en función del trabajo y también del anonimato social (propio de las grandes ciudades y zonas turísticas), dada su condición generalizada de no documentados. 11. Los trabajos más frecuentes de los inmigrantes del Tercer Mundo y Portugal son el comercio ambulante, el servicio doméstico (como "internas") y el peonaje agrícola o industrial. El paro total afecta a la cuarta parte de los no documentados. De este modo, los inmigrantes económicos suponen una importante reserva de trabajo temporero u ocasional (tareas agrícolas, fases de sobreproducción en determinadas empresas, subcontrata temporal a técnicos o profesionales, etc.) y también para sectores de actividad especialmente explotados en los que resulta difícil encontrar mano de obra autóctona (chicas internas, mineros, etc.). 342 12. El acceso a la propiedad de la vivienda es muy restringido, presentando en cuanto a calidad un amplio abanico que oscila entre las viviendas medias (correspondientes a los inmigrantes mejor situados en el terreno socio-económico y donde abundan los latinoamericanos, portugueses y asiáticos) y las viviendas de mala calidad (donde están más presentes los marroquíes y centroafricanos). El hacinamiento —más de una persona por habitación— afecta al 28% de los inmigrantes, siendo especialmente acusado entre los marroquíes (45%). 13. Comparando el trabajo que desarrollan actualmente los inmigrantes y el que desarrollaban en su país antes de venir a España, se observa un proceso de proletarización o descenso de categoría laboral: han aumentado los parados, los comerciantes ambulantes, las empleadas de hogar y los peones, es decir, las profesiones menos cualificadas; y han disminuido los estudiantes, los agricultores por cuenta propia, los operarios cualificados, los oficinistas, los técnicos superiores y los profesionales liberales, es decir, las actividades más cualificadas. Esta movilidad a la baja afecta al 40% de la población activa inmigrante del Tercer Mundo y Portugal. 14. Dos tercios de los inmigrantes del Tercer Mundo y Portugal desean retornar a su país pero la mayor parte de ellos no lo ve viable por motivos económicos. Desde esta constatación, cabría llevar a cabo una política migratoria fomentadora del retorno, que tendría éxito si incluyera el apoyo necesario —individual o colectivo— para que los retornados pudieran reasentarse con dignidad en su país. 15. El 75% de los inmigrantes del Tercer Mundo y Portugal reconoce haber atravesado en España por momentos de apuro económico, el 38% vive al día (sin poder ahorrar) y el 18% padece extrema pobreza, no llegándoles ni para cubrir las necesidades mínimas. En los momentos de mayor apuro acuden en primer lugar a familiares y amigos, y en segundo lugar a instituciones privadas como Caritas o Cruz Roja. Un 13%, que equivale aproximadamente a 60.000 extranjeros, no ha encontrado ningún apoyo en tales momentos. 16. En situaciones de gran apuro económico, cuando está en juego la propia supervivencia —individual o familiar— y cuando no se ha encontrado el apoyo suficiente en otras personas o instituciones, los inmigrantes recurren normalmente a la mendicidad, en sus diversas formas, llegando a cronificarse en ella un pequeño sector. Estimamos en 5.000 el número de extranjeros 343 que ha practicado la mendicidad en 1985, destacando en esta actividad los portugueses y, en grado sumo, los portugueses-gitanos. 17. Otra solución extrema a la que recurren varios miles de inmigrantes en situación económica apurada es el transeuntismo. Cabe distinguir entre el vagabundo tradicional o "carrilano", de edad relativamente avanzada, sin voluntad de trabajo y frecuentemente alcohólico, que ha hecho de la vida errante una especie de profesión personal, y el "nuevo transeúnte", varón o mujer, relativamente joven, que ha llegado a este modo de vida a consecuencia del paro, la pobreza y las desavenencias familiares. A estos últimos —donde están casi todos los extranjeros transeúntes— se les considera socialmente "recuperables" ya que desean integrarse en la sociedad por medio del trabajo. Su problema es que no lo encuentran o lo encuentran a cuentagotas. 18. La delincuencia, el tráfico de droga y la prostitución son las soluciones más extremas a las que recurren los inmigrantes económicos en situación de necesidad. Cabe distinguir aquí la delincuencia más profesionalizada que, según la policía, corresponde a los extranjeros del Primer Mundo (sobre todo italianos, franceses y alemanes) y la delincuencia más "amateur", menos grave, de los provenientes del Tercer Mundo (a excepción de argentinos y chilenos). Como ocurre con la mendicidad o el transeuntismo, un sector acaba cronificado en esta forma extrema de ganarse la vida, volviéndose "peligrosas socialmente" en algunos casos. 19. Casi el 20% de los detenidos en España anualmente son extranjeros, lo que ha hecho sonar todas las señales de alarma de los responsables de seguridad del país. Analizando, sin embargo, las* causas de detención y expulsión, observamos que en más de la mitad de los casos el único delito cometido es no tener los papeles en regla; le siguen las infracciones contra la propiedad, tráfico de droga, infracciones contra las personas y prostitución. De los 14.575 extranjeros del Tercer Mundo y Portugal detenidos en 1981-1983, recibieron la orden de expulsión 6.280 (el 43%). En cambio del Primer Mundo se expulsó sólo al 28% a pesar de su mayor profesionalidad y peligrosidad. Las expulsiones en esos años fueron más frecuentes entre marroquíes (dos tercios en Melilla y Ceuta), portugueses, argelinos, senegaleses y chilenos. Respecto de los marroquíes cabe destacar que en el 82% fue por "indocumentados" y sólo el 6% por tráfico de drogas. 344 20. El cerco policial de que son objeto los inmigrantes económicos del Tercer Mundo y Portugal, especialmente el gran número de expulsados simplemente por no tener documentos, genera en ellos un permanente estado de tensión e inseguridad que afianza su condición de marginados. 21. En los diarios ABC y El Periódico el tema de la delincuencia es el más presente en las noticias sobre extranjeros aparecidas durante 1985 (si descontamos dos temas coyunturales de ese año como son la Ley de Extranjería y el caso de Melilla). Esta profusión informativa que se atribuye a los "extranjeros delincuentes" forzosamente tiene que producir en la opinión pública una imagen distorsionada del inmigrante en España como sospechoso y potencialmente antisocial. Cabe diferenciar, no obstante, entre ABC que explícitamente trata de potenciar esa imagen negativa del extranjero y El País que relativiza la magnitud del problema y previene contra el peligro de tratar a un colectivo numeroso por lo que puede pasar en un sector minoritario del mismo. El Periódico de Catalunya se mantiene en una posición intermedia ya que si, por un lado, insiste en la amplitud del problema, por otro trata de distinguir entre delincuentes profesionales y "delincuentes por necesidad" para quienes la delincuencia sería la única salida posible. El estado de opinión de los inmigrantes económicos, detectado a través de seis Grupos de Discusión y varias preguntas de la Encuesta, presenta una notable diversidad que va desde la aceptación sumisa de la propia condición a la crítica frontal hacia la sociedad española como insolidaria y hasta racista. La primera actitud es más frecuente estadísticamente que la segunda pero, entre ambas, existe una gama amplia de discursos ambivalentes (ya que no salen de la lógica bipolar presente en los discursos extremos). 23. En la opinión pública española, estudiada a través de cuatro Grupos de Discusión y el análisis de varios medios de comunicación, aparece también un arco discursivo en torno a los inmigrantes que va desde el nacionalismo xenófobo, presente en mayor o menor grado en todos los discursos y cuyo representante más extremo es ABC, hasta el discurso universalista que defiende la igualdad entre autóctonos e inmigrantes. Este último discurso adopta un carácter "obrerista" en un segmento del Grupo de Discusión con asalariados y desempleados españoles; las mujeres de clase media también defienden en el inicio de su discurso un planteamiento universal de signo cristiano (los extranjeros como "hermanos necesitados"); por su parte, el dia- 345 rio El País adopta un "universalismo" basado en los derechos humanos universales que, en su opinión, debe justificar una política no discriminatoria hacia los extranjeros. Otras posiciones intermedias están representadas por los payeses y empresarios del Maresme para quienes antes está la libertad de mercado que el interés nacional (por lo que defienden la libre contratación de los negros) o el discurso político de gestores y representantes de agencias de asistencia, para quienes prima la necesidad de establecer un control de fronteras y regularizar la situación de los residentes en España. 24. En conjunto, podemos apreciar que el discurso "nacional" — que será tachado de "racista" por los sectores más críticos de la inmigración— prevalece en España sobre un discurso universalista-solidario con los inmigrantes. El paro existente en el mercado nacional de empleo y las abultadas estadísticas de delincuencia extranjera serán los dos principales argumentos para justificar una política de fronteras cerradas y la expulsión paulatina de los indocumentados. La Ley de Extranjería, aprobada por la mayoría de los representantes políticos en el Parlamento, responde a este planteamiento de defensa a ultranza de los "intereses nacionales". 25. El "nacionalismo" presente de forma dominante en los discursos y medios de comunicación españoles (con alguna excepción) es, de acuerdo con los análisis efectuados en el presente informe, la coartada ideológica para justificar una política segregacionista hacia los habitantes de las zonas más pobres del planeta radicados en España. Además, teniendo en cuenta el origen colonial de la mayoría de los inmigrantes, su rechazo —y la política inmigratoria restrictiva es una forma de rechazoresulta un agravio histórico hacia unos pueblos que recibieron a millones de españoles en el pasado y cuyos problemas sociales y económicos se deben, en parte, a la gestión colonizadora ejercida por España durante varios siglos. 26. La administración española, mediante la Ley de Extranjería, excluye de todo derecho y de toda ayuda social, sin excepción, a los inmigrantes no documentados. El que los requisitos exigidos por la ley apenas afecten a los inmigrantes del Primer Mundo y, sin embargo, no puedan ser cumplimentados por dos tercios de los inmigrantes del Tercer Mundo, los vuelve profundamente discriminatorios en función de la pobreza o la riqueza material de las personas y de los pueblos. 27. La carencia de documentación por parte de la mayoría de los "inmigrantes económicos" no se debe a que no deseen regulan- 346 zar su situación, sino a que se les exigen unos requisitos (sobre todo tener trabajo legal o justificar medios de subsistencia) que no pueden presentar. En este sentido, tienen razón los inmigrantes cuando subrayan que el papel activo, determinante de la situación de legalidad, corresponde al gobierno que así añade una penalización jurídica a lo que, en sí, constituye su penalidad mayor: el desempleo y la pobreza. 28. El asociacionismo de los inmigrantes es incipiente en España pero su predisposición a asociarse es notable, por lo que es previsible un crecimiento del número de asociaciones en los próximos años. 29. Más allá de la casuística individual, la inmigración económica (en especial los "no documentados") es un fenómeno de alcance mundial que tiene su origen más profundo en las grandes desigualdades existentes entre los países Industrializados y el Tercer Mundo, sometido cada vez más intensamente a una presión demográfica que no puede contener dentro de sus fronteras. 30. Según los análisis desarrollados en el presente informe, la política restrictiva de la inmigración, que impide la movilidad internacional de trabajadores, es una forma de proteccionismo del Primer Mundo que tiene por efecto profundizar la diferencia de salarios entre los trabajadores de los países ricos y de los países pobres (diferencia de 1 a 20 por el mismo trabajo). A su vez, la enorme diferencia de salarios está en la base, junto a otros factores menos importantes, del intercambio desigual en el comercio entre el Primer y Tercer Mundo.