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ASISTENCIA TÉCNICA “EVALUACIÓN DE LA
CALIDAD ECOLÓGICA DEL RÍO TREVÉLEZ Y
DETERMINACIÓN DE SUS CAUDALES
ECOLÓGICOS”
SÍNTESIS DE RESULTADOS DE
LA CALIDAD ECOLÓGICA DEL
RÍO TREVÉLEZ
OCTUBRE 2006
ÍNDICE
1.
2.
3.
4.
INTRODUCCIÓN.................................................................................................... 2
FINALIDAD ............................................................................................................ 4
OBJETIVOS............................................................................................................. 4
CARACTERIZACIÓN BÁSICA DEL TERRITORIO DE ESTUDIO................... 4
4.1. Situación geográfica .............................................................................................. 4
4.2 Descripción de la cuenca ........................................................................................ 5
4.3 Litología suelos y composición geológica.............................................................. 5
4.4 Vegetación de laderas y usos del suelo .................................................................. 6
4.5 Análisis climático ................................................................................................... 7
5. ÁREA DE ESTUDIO Y SELECCIÓN DE ESTACIONES .................................. 12
5.1 Estaciones de muestreo seleccionadas en base a la metodología expuesta en los
puntos 6.1.1 Y 6.2.1.................................................................................................... 14
6. METODOLOGÍA................................................................................................... 16
6.1.
Determinación de caudales ecológicos........................................................... 16
6.2. Estado ecológico del río Trevélez .................................................................. 33
7. RESULTADOS DE DETERMINACIÓN CAUDALES ECOLÓGICOS............. 37
7.1.
Descripción de estaciones............................................................................... 38
7.2.
Caudales medidos por estaciones ................................................................... 46
7.3.
Simulación hidráulica ..................................................................................... 47
7.4.
Régimen de caudales ecológicos .................................................................... 85
8. RESULTADOS DE CALIDAD BIOLÓGICA DEL ECOSISTEMA ................... 89
8.1. Estructura básica del proyecto:............................................................................ 89
8.2. Índice de calidad del hábitat fluvial (IHF) .......................................................... 90
8.3. Índice de calidad de las riberas (QBR)................................................................ 94
8.4. Índice de calidad fluvial basado en macroinvertebrados (IBMWP).................... 98
8.5. Físico-Química de las aguas del río Trevélez.................................................... 103
8.6. Estado ecológico del río Trevélez ..................................................................... 107
8.7. Conclusiones parciales ...................................................................................... 111
9. APROXIMACIÓN A LA EVALUACIÓN Y ESTADO DE CONSERVACIÓN
DE LOS MÁRGENES Y CAUCE DEL RÍO TREVÉLEZ. VEGETACIÓN Y FLORA
COMO BIOINDICADORES. ...................................................................................... 113
9.1 Introducción........................................................................................................ 113
9.2 Metodología........................................................................................................ 113
9.3 Análisis por estaciones de estudio ...................................................................... 114
9.4. Subdivisión del río en función de la flora y vegetación como elementos
bioindicadores (explicación del mapa anterior)........................................................ 119
10.
LA AVIFAUNA COMO BIOINDICADOR DEL ESTADO DEL
ECOSISTEMA FLUVIAL. .......................................................................................... 122
11.
DISCUSIÓN DE RESULTADOS ................................................................... 125
11.1 Caudales ecológicos ......................................................................................... 125
11.2 Estado ecológico del río Trevélez .................................................................... 126
12.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ............................................... 129
13.
PROPUESTA DE RESTAURACIÓN AMBIENTAL DEL RÍO TREVÉLEZ
COMO MODELO DE GESTIÓN DE LOS ECOSISTEMAS FLUVIALES DEL
MACIZO DE SIERRA NEVADA ............................................................................... 132
ANEXO FOTOGRÁFICO ........................................................................................... 135
1
1. INTRODUCCIÓN
El valle del río Trevelez es una de las principales señas de identidad
ambiental en la comarca de las Alpujarras granadinas, como también lo es del
Sistema Montañoso de Sierra Nevada. Sus valores ambientales son
indiscutibles, consiguiéndose hasta el momento un buen equilibrio entre los
usos tradicionales que moderadamente suponen una presión sobre el medio y
los más recientes derivados principalmente del turismo, y la conservación de
este rico espacio natural.
El aumento poblacional de los pueblos turísticos de la Alpujarra, ha
provocado un aumento en la demanda de agua y una mayor necesidad de
regulación, lo que unido a los requerimientos hídricos tradicionales
especialmente para el abastecimiento de sistemas extensivos están
suponiendo para el sistema fluvial una presión excesiva, que provoca
diferentes problemas ambientales. El primero que se está detectando es el de
la modificación de los caudales en el río, que en temporadas largas y en
determinados tramos llega a secarse, algo que no se producía en décadas
pasadas con un uso más limitado de los recursos.
Por tanto, se presenta un reto que pasa por hacer compatible las
demandas actuales con los usos tradicionales y la conservación del medio
fluvial, y que pasa por una gestión correcta de los recursos hídricos, que
permita mantener unos caudales ambientales suficientes para conservar la
diversidad de hábitat y especies, así como los procesos estructurantes del
sistema fluvial.
Las conexiones que se establecen entre las variables que componen el
sistema natural del valle del Trevelez hacen que el funcionamiento del sistema
sea complejo, ya que se sospecha que los usos tradicionales del agua han
contribuido al desarrollo de una variedad vegetal en este espacio que no
existiría tal y como la conocemos ahora si este uso no se produjera de esta
forma, el riego por inundación de los campos y prados favorece la recarga de
un pequeño acuífero somero1 que existe en los márgenes del río, formado por
materiales coluviales y que luego aguas abajo permite el mantenimiento de una
humedad freática que sostiene esas comunidades.
Sin embargo las derivaciones que se hacen para las acequias de riego
aguas arriba del pueblo de Trevelez, ocasionan junto a las demandas
domésticas que el río se seque en los tramos siguientes, por lo que de seguir
con esta práctica, el ecosistema fluvial se verá seriamente afectado, algo que
probablemente no ocurría años atrás cuando las demandas de agua para la
población no eran tan altas. Por esta razón se precisa conocer primero cuál es
la demanda ambiental o régimen ambiental de caudales en el río, y a partir del
conocimiento de esta restricción, realizar otros trabajos de profundización tanto
del conocimiento del funcionamiento de los ecosistemas ligados al agua, como
de la mejor manera de compatibilizar los usos, entre ellos y en cuanto a los
condicionantes que viene establecidos por la conservación del medio ambienta,
1
Ben Sbih, y Pulido. Bosh. A. 1996. Papel de los careos en la gestión de las aguas de la Alpujarra. 1ª conferencia
Internacional Sierra nevada.
2
en una zona donde existe la máxima figura de protección, puesto que nos
encontramos en un parque nacional.
El objetivo de este trabajo es la determinación del régimen de caudales
ambientales, es decir, la determinación de unos caudales mínimos que
mantengan la integridad del sistema hídrico en casos extremos de alta
demanda del recurso y años hidrológicamente secos, y unos caudales
aconsejables que mantengan la diversidad y el funcionamiento del sistema
fluvial para años normales y húmedos. Los regímenes propuestos pueden
perseguir varios objetivos, dentro de ellos el caudal ecológico mínimo sería
aquel por debajo del cual el daño al ecosistema sería irreversible, y por lo tanto
nunca deberíamos dejar circular por el río una cantidad menor que esa, pero
también existen unos caudales ecológicos básicos y unos caudales ecológicos
óptimos que serían los que optimizarían los recursos agua para el objetivo
concreto que nos planteemos, como puede ser el mantenimiento de unos
buenos frezaderos, o de una población equilibrada de un pez. Una vez
establecidas las cantidades mínimas para el mes o los meses de máxima
demanda externa, se aplicaran unos criterios para manejar el caudal el resto
del año de tal forma que se puedan cumplir otras misiones que el caudal ejerce
en el río (creación de mesohábitat, frezaderos, inundación de riberas...) y
redunden en el buen funcionamiento del sistema, con lo que obtendremos un
régimen de caudales ecológicos para todo el año.
Por tanto el principal objetivo del presente estudio es integrar las
necesidades ambientales, especialmente los requerimientos de caudal, en la
planificación del sistema de gestión de los recursos hídricos de la comarca de
las Alpujarras, que se abastecen del río Trevelez. Aunque para esto ha sido
necesario complementar otros trabajos, entre los que se encuentra un estudio
hidrológico, la elección del método de estimación de los caudales ambientales
y la selección de la especie o grupo de especies objetivo, o el requerimiento
ambiental, que van a condicionar la elección del método y los requerimientos
de caudal que se pondrán como condicionantes a la hora de elegir la mejor
opción dentro de la variabilidad hídrica que con la que estamos trabajando.
Foto 1. Valle del río Trevelez y vista de la localidad de Trevelez al fondo.
3
Finalmente un régimen ambiental de caudales debe encuadrarse en un
sistema hidrológico y en una unidad de gestión, la cuenca vertiente, que va a
condicionar el comportamiento hidrológico de todo el sistema, por lo que en
este trabajo hemos realizado una descripción detallada de la misma, valorando
las características más relevantes de la misma que condicionan el
funcionamiento del sistema hídrico. Por otro lado en el establecimiento del
régimen se deben considerar otra serie de condicionantes ecosistémicos que
se detallan a lo largo de este documento.
Paralelamente se pretende elaborar un diagnóstico previo del estado
ecológico del río Trevélez, con objeto de identificar posibles presiones e
impactos derivados de la gestión del agua y de los diferentes
aprovechamientos.
2. FINALIDAD
Como finalidad, el presente proyecto pretende establecer un
diagnóstico inicial de la Calidad del ecosistema fluvial en función de los
requerimientos marcados por la implementación de la Directiva Marco del
Agua.
Asimismo, se pretende la determinación del régimen de caudales
ambientales, unos caudales mínimos que mantengan la integridad del sistema
hídrico en casos extremos de alta demanda del recurso y años
hidrológicamente secos, y unos caudales aconsejables que mantengan la
diversidad y el funcionamiento del sistema fluvial para años normales y
húmedos.
3. OBJETIVOS
•
•
•
•
Caracterización ecológica y geomorfológica del río Trevélez.
Establecimiento de caudales ecológicos.
Identificación de presiones e impactos sobre el río Trevélez.
Establecer unas recomendaciones de gestión.
4. CARACTERIZACIÓN BÁSICA DEL TERRITORIO DE ESTUDIO
4.1. SITUACIÓN GEOGRÁFICA
Las Alpujarras Granadinas pertenecen a la región natural Penibética,
cuentan con un relieve particularmente montañoso por encontrarse en la mitad
Sur peninsular, el rango altitudinal es el más amplio de la Península desde los
3.481 del Pico Mulhacén hasta los 665 de la localidad de Lanjarón,
localizándose la mayor parte de la cuenca estudiada por encima de los 2000 m.
4
de altitud, y comprendida entre las coordenadas UTM 468000E y 485000E de
longitud y las 4090000 N y 4110000 N de latitud.
El rango térmico es también de gran amplitud, con máximos absolutos
superiores a los 30 ºC y mínimos absolutos de –14 ºC en las cumbres de Sierra
Nevada. Las precipitaciones superan los 1000 mm en las zonas más elevadas.
El régimen pluviométrico es muy inconstante interanual y estacionalmente.
4.2 DESCRIPCIÓN DE LA CUENCA
La cuenca del Trevelez se sitúa en la vertiente meridional de Sierra
Nevada, en la zona centro-sur de la provincia de Granada. El río tiene una
longitud de 33 Km y su cuenca ocupa una superficie de 234,6 km2. El río
Trevelez es afluente del Guadalfeo por lo que pertenece a la cuenca
mediterránea, incluido en la red hidrográfica del sur en la provincia de
Granada, nace en el Puerto de Trevelez a unos 3.180 m. de altitud, siendo el
punto de mayor cota de la cuenca el pico Horcajo de Trevelez con 3.182 m.
Discurre en la mayor parte de su trayecto por zonas montañosas de fuerte
pendiente en la Alpujarra alta, siendo predominantes las pendientes
escarpadas con desniveles del 30-50 % pero alcanzándose en algunos puntos
las muy escarpadas con más del 50 % de desnivel. El río toma su nombre al
confluir a unos 2000 m de altitud el río Juntillo que discurre por el oeste y el río
Puerto de Jeres por el este. Recibe varios afluentes por su margen derecha el
río Juntilla, el Culo de Perro y el Bermejo principalmente. Al alcanzar las
proximidades de la localidad de Trevélez apacigua sus aguas en algunos
parajes, lo que permite encontrarnos tramos de río de aguas más remansadas,
aunque todavía con predominio de rápidos y raviones, pero también con
algunas zonas remansadas y con sustrato de gravas, lugares excelentes para
la freza de las truchas.
4.3 LITOLOGÍA SUELOS Y COMPOSICIÓN GEOLÓGICA
Geológicamente la cuenca del río Trevelez pertenece a los complejos de
Sierra Nevada en cabecera, y Alpujarroide en el sur. La composición geológica
es muy uniforme y sencilla, formada principalmente por micaesquistos
grafitoides con feldespato cloritoide, biotita y granito, esta composición
geológica ocupa prácticamente toda la cuenca perteneciente al triasico
Muschelkak y Keuper; existen algunos retazos en las laderas de anfibolitas,
finalmente en los márgenes del río encontramos aluviones recientes, formados
por gravas, arenas arcillas y limos, aunque de poca potencia y extensión son
muy importantes desde el punto de vista hidrogeológico.
En la formación edáfica juega un papel muy importante la disposición en
la ladera, siendo muy importantes los efectos erosivos y de transporte al fondo
de los valles, también están condicionados por la intervención humana.
Siguiendo un esquema de mayor a menor proximidad al cauce encontramos:
5
Regosoles eútricos, estos suelos se encuentran en las proximidades del
cauce en las dos orillas, constituyen aproximadamente el 10 % de la superficie
total de la cuenca. Son suelos procedentes de materiales no consolidados, que
no tiene otro horizonte de diagnóstico más que un A ócrico, pertenecen al
ámbito silícico, típicos de situaciones erosivas como cárcavas actuales, laderas
denudadas sin vegetación, etc., son suelos degradativos ligados a los
Cambisoles eútricos.Asimismo estos suelos presentan tipologías de suelos
construidos por el hombre en zonas de cultivo.
Phaeozem háplicos, estos se encuentran a media ladera en las
proximidades del cauce, constituyen aproximadamente el 10 % de la cuenca.
Son suelos con un horizonte A móllico que carecen de horizonte cálcico o
concentración de caliza, no poseen horizonte de diagnóstico B argíllico. Esta
denominación tienen un carácter poco específico y en el se engloban suelos
muy diversos. El desarrollo y conservación de estos suelos es mayor que el de
los del resto de la cuenca, suelos climácicos constituyen una reserva
edafológica.
Cambisoles húmicos , estos se encuentran en las laderas en la parte
media de la cuenca estudiada, constituyen el 30 % de los suelos de la cuenca.
Son suelos con un horizonte B cámbico y un horizonte A úmbrico o sólo un
horizonte A úmbrico con más de 25 cm de espesor, son suelos muy
abundantes en la zona a altitudes elevadas, se desarrollan sobre una
vegetación de matorral climácico de piornos o lastonar espeso, la mayoría de
los suelos de cultivo son cambisoles eutricos.
Cambisoles eútricos, ocupan las laderas en la zona de menor altitud
junto a regosoles eútricos, ocupando entre el 25 y el 30 % de la superficie de la
cuenca. Son suelos con un horizonte B cámbico y un A ócrico. Muy abundantes
en la zona se desarrollan a cotas medias y bajas cuando el suelo no ha
alcanzado un grado de alteración grande.
Arenas pedregosas y rocas, ocupan las laderas de la zona de cumbre,
son el 20 % de los suelos de la cuenca.
4.4 VEGETACIÓN DE LADERAS Y USOS DEL SUELO
La vegetación potencial tiene dos componentes: en las zonas más bajas
por debajo de los 1500 m. encontramos la Serie supramediterránea bética y
nevadense silicícola del roble melojo; en las cotas superiores encontramos un
pastizal matorral sin arbolado.
Comenzando por la primera esta vegetación se encuentra en las
umbrías de los grandes barrancos. Los bosques de melojo (Quercus
pyrenaicae) han sido mermados por las distintas talas abusivas y los incendios;
sin embargo, aún son significativas las manchas de bosque en algunos puntos,
y aunque monoespecíficas en su composición tienen gran importancia en el
paisaje y funcionamiento del ecosistema forestal de Sierra Nevada. Domina el
6
melojo, está acompañado por el Adenocarpus decorticans que se sitúa en los
claros y linderos del bosque por ser un taxón heliófilo.
Los retamales, muy bien representados por al asociación CytisoAdenocarpetum decorticantis, alcanza su máximo desarrollo y variabilidad,
constituyen el primer estado de degradación de los robledales nevadenses.
Cuando dichas formaciones se degradan el suelo se erosiona las condiciones
de xericidad se hacen más marcadas y se acentúa la evaporación estival.
El matorral y pastizal es sumamente variado debido a las diferentes
altitudes que encontramos en la cuenca, disminuye su densidad así como su
porte a medida que aumenta la altura.
Merecen especial atención los endemismos o plantas exclusiva de esta
zona, como son la manzanilla real (Artemisa granatensis), Areanria pungens, el
clavel de Sierra Nevada (Dianthus brachyabnthus, la Papaver alpinum,
Alyssum longicaule, Lepidium stylatum, Iberis granatensis, Resede complicate,
Viola nevadensis, Bonium nivale, y el té de la sierra (Calamintha alpina).
Los pastos cuyo período de aprovechamiento es muy variable según la
altitud siendo el ganado ovino y caprino los que los utilizan en las zonas más
altas y algo el vacuno en las cotas inferiores. La carga ganadera se estima en
0,05 U.G.M. por hectárea en las cotas inferiores a los 1.500 m y de 0,02 U.G.M.
por ha. Hasta los 2.500 m. siendo muy baja a partir de esta altitud.
La vegetación actual está ligeramente cambiada por la acción del
hombre, lo que ha hecho disminuir especialmente el bosque de melojo. Existen
extensas masas de pino silvestre especialmente en la ladera este y en cotas
altas, y varios rodales de encinas y de encinas con castaños. En cotas más
bajas, se han introducido cultivos de huerta y frutales, en algunos casos existen
fincas con frutales y castaños o con frutales y olivos.
Las explotaciones agropecuarias se sitúan en las zonas de menor
pendiente, generalmente son pequeñas debido a la orografía del terreno
menores de 1 hectárea.
4.5 ANÁLISIS CLIMÁTICO
El estudio climático se ha realizado a partir de datos de tres estaciones
meteorológicas. La localización de las estaciones meteorológicas origen de los
datos han sido las de la siguiente tabla.
7
Tabla 1. Fichas de las estaciones meteorológicas de las que se obtuvieron los datos.
Estación meteorológica Lanjarón
Código:
Cuenca:
Provincia:
Latitud:
Altitud:
225
GUADALFEO
Granada
36º55'09''
665 Mts.
Nombre:
Población:
Hoja:
Longitud:
Tipo:
Lanjaron
Lanjaron
1042
E 00º12'00''
Estación meteorológica Órgiva
Código:
Cuenca:
Provincia:
Latitud:
Altitud:
141
GUADALFEO
Granada
36º54'00''
460 Mts.
Nombre:
Orgiva
Población:
Orgiva
Hoja:
1042
Longitud: E 00º15'50''
Tipo:
Estación meteorológica Sierra Nevada (Albergue)
Código:
216
FUERA DE ZONA
Cuenca:
Provincia:
Granada
Latitud:
37º05'44''
Altitud:
2520 Mts.
Sierra Nevada
(Albergue)
Población: Guéjar Sierra
Hoja:
1027
Longitud: E00º18'00''
Tipo:
Nombre:
Dos son los problemas fundamentales que se plantean al abordar el
estudio del factor clima: la escasez de estaciones meteorológicas en las
cumbres de Sierra Nevada, y las peculiaridades de los climas de zonas
montañosas, como la existencia de microclimas. Por este motivo para conocer
las condiciones climáticas de las zonas más altas se necesita realizar una
extrapolación de los datos existentes en la zona y áreas limítrofes. Llegando a
una correlación entre el clima y la altitud.
Acorde con la mediterraneidad de los climas, la temperatura presenta en
todas las estaciones máximos durante los meses de verano y mínimo en los de
invierno, que descienden incluso por debajo de 0º C, en la estación del
Albergue Universitario. De forma semejante a las temperaturas, el valor y la
distribución en el año de las precipitaciones responden a los caracteres
climáticos generales de la región. Los meses de verano son secos,
concentrándose las precipitaciones en el invierno y una parte importante en el
otoño y la primavera. Al tratarse de una zona de montaña en su mayor parte,
una proporción de las precipitaciones cae en forma de nieve, creciendo ésta
8
con la altura, a partir de los 2.500 m. de cota, el porcentaje de nieve es de al
menos las tres cuartas partes2.
2
Proyecto Lucdeme. Mapa de suelos. Güejar Sierra (1027). Ministerio de Agricultura
Pesca y alimentación. ICONA. 1988.
9
Figura 1. Datos climáticos de las estaciones de Órjiva, Lanjarón y Albergue Juvenil
(Sierra Nevada).
10
Tabla 2. Datos climáticos mensuales en las estaciones consultadas para el análisis meteorológico.
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
Temperaturas
Orgiva
9,5
11,2
13,7
14,7
18,5
24,1
26,2
26,4
22,5
17,3
12,7
Lanjarón
8,8
10,3
12,3
13,1
16,
21,3
23,3
23,4
20,2
16,2
11,5
10,1
9,3
Sierra Nevada
-2,5
-4,3
-3,0
-1,5
4,5
8,6
14,0
13,4
8,8
3,6
0,5
-2,0
Orjiva
19,9
24,1
36,9
51,0
84,6
111,1
145,0
138,1
100,3
61,9
34,4
21,7
Lanjarón
21,7
23,1
35,0
47,1
73,8
98,6
128,7
123,8
90,6
60,1
33,3
23,9
Sierra Nevada
0,0
0,0
0,0
0,0
43,8
72,0
105,4
95,5
61,3
29,5
5,9
0,0
Orjiva
67,4
69,6
51,8
49,8
30,2
11,8
2,3
18,2
60,5
53,4
87,1
ETP
Precipitaciones
Lanjarón
Sierra Nevada
2
76
74
67
58
39
16
4
1
22
64
67
90
86,8
170,9
100,8
84,7
58,7
60,3
2
5
15,6
114,7
62,7
136,6
11
Las condiciones climáticas cambian extraordinariamente con la altitud,
es importante destacará que al menos la tercera parte de la cuenca se
encuentra por encima de 2.500 m. de altitud, lo que produce un cambio
extraordinario en la forma de precipitación, las temperaturas medias y la ETP,
lo que va a incidir finalmente en el caudal del río, haciéndolo más alto en
general, pero la distribución de los picos está condicionada al deshielo.
Para realizar un ajuste más fino
en cuanto a los cambios de
precipitación y temperatura con la latitud se puede recurrir al uso de
regresiones, estas ya están calculadas para esta zona en el trabajo realizado
para el proyecto LUCDEME por el Ministerio de Agricultura, y concretamente
son:
Y = 19,9774 – 0,0059 x
Donde “Y” es la temperatura en ºC y la variable independiente la cota en
m. Para precipitaciones existe la siguiente:
Y = 371,1777 + 0,2893 x
Donde “Y” es la precipitación en mm.
Como simplificación podemos aceptar que en esta vertiente de Sierra
Nevada se produce un aumento de la precipitación de 29 mm. cada 100 m. de
ascensión y la temperatura media desciende 0,59 ºC con el mismo incremento
de cota.
5. ÁREA DE ESTUDIO Y SELECCIÓN DE ESTACIONES
Se proponen un área de estudio con diferentes grados o niveles de
dedicación
a. El primer nivel de estudio comprende la línea principal del río
trevélez desde su nacimiento a la desembocadura en el río
Guadalfeo, con una longitud total de 28 Km. Aquí se
intensificará el estudio en aspectos como caracterización,
inventarios, etc. y se estudiarán los siguientes aspectos:
i. Selección
estaciones
de
muestreo
(tramo
representativo).
ii. Localización frezaderos (inacabado en el presente
estudio).
iii. Localización Mirlo acuático (Cinclus cinclus) y Martín
pescador (Alcedo athis) como especies bioindicadoras.
iv. Localización de barreras físicas para la fauna fluvial.
b. El segundo nivel sería la comprendido por las estaciones de
muestreo, dentro del anterior nivel. Estas serán determinadas
12
según la metodología descrita en el apartado 6 Se estudiarán
los siguientes aspectos:
i. Determinación de caudales ecológicos
ii. Medición de índices biológicos.
iii. Estudio de vegetación de ribera.
iv. Caracterización del hábitat.
13
5.1 ESTACIONES DE MUESTREO SELECCIONADAS EN BASE A LA
METODOLOGÍA EXPUESTA EN LOS PUNTOS 6.1.1 Y 6.2.1
N
W
4000
E
S
0
4000 Meters
TLa junta de los
$
7 lagunas
T
$
TCástaras
$$
T
Bajo cástaras
TPuente trevélez
$
TREVELEZ
La Cerquilla
T Depuradora
$
$ Azud
T
ESTACIONES
TAHA (LA)
Busquistar
MecinaII
$Trevélez bajo
T
TJunta Guadalfeo
$
T
$$
T
Mecina
T
$
$
T
T
$
T
$
T
$
T
$
T
$
T
$
T
$
T
$
T
$
T
$
T
$
T
$
7 lagunas
Azud
Bajo cástaras
Busquistar
Cástaras
Depuradora
Junta Guadalfeo
La Cerquilla
La junta de los
Mecina
MecinaII
Puente trevélez
Trevélez bajo
Poblaciones.shp
Figura 2: Situación de todas las estaciones de muestreo sobre las que se han realizado toma de
datos
14
Tabla 3: Estaciones de estudio georeferenciadas, y tipo de datos recogidos en cada una de ellas.
ESTACIÓN
La junta de los ríos
7 lagunas
Cástaras
Bajo cástaras
Puente trevélez-La Chacona
Depuradora-El calvario
La Cerquilla
Azud
Busquistar
MecinaII
Mecina
Trevélez bajo
Junta Guadalfeo
X
478455,035497231
474630,31361242
477489,433679262
477475,775081699
477089,364926054
476497,202330206
476063,447738723
476080,630890369
474334,595022259
471745,611798752
471317,539993594
467342,159206871
467304,61382926
Y
DATOS RECOGIDOS
4102319,72480968
vegetación
4099758,75215619
estado ecológico
4096861,18619772 estado ecológico, caudales, vegetación
4096683,62442939
estado ecológico, vegetación
4095944,06948798 estado ecológico, caudales, vegetación
4094706,6602215 estado ecológico, caudales, vegetación
4093424,97583203
Caudales
4093293,23833607
Caudales
4087555,55090593
estado ecológico, caudales
4086740,88312034
caudales
4086388,17112772
estado ecológico, vegetación
4085535,94464567
estado ecológico, vegetación
4084777,64935752
estado ecológico, vegetación
15
6. METODOLOGÍA.
6.1.
DETERMINACIÓN DE CAUDALES ECOLÓGICOS
La secuencia de trabajo se concreta en las siguientes acciones:
•
Elección de las estaciones de muestreo.
•
Descripción del sistema hidrológico.
•
Estudio hidrológico.
•
Estudio de las condiciones hidráulicas y simulación hidráulica.
•
Determinación del régimen de caudales ambientales
6.1.1 Elección de las estaciones de muestreo.
Para la realización del estudio se han establecido 7 estaciones de
trabajo repartidos a lo largo de la cuenca del río. Se siguieron varios criterios
para establecer los puntos elegidos, siendo el principal y más condicionante la
afección producida en los tramos por las detracciones de caudal, es condición
inherente al trabajo que debíamos de representar en las estaciones de
muestreo tramos afectados por la reducción de caudales. Además de este
criterio principal se situaron estaciones de trabajo en puntos donde se han
establecido puntos de muestreo y se planea continuar con trabajos biológicos,
enclaves en los que se presentan afecciones importantes como vertidos, o
donde se prevé la disminución de los efectos de estas y que se usarán como
control .
Por otro lado también se han usado criterios de máxima
representatividad dentro de las restricciones que han supuesto los accesos a
los mismos especialmente en los tramos más bajos. Para cumplir con estos
criterios se han elegido tramos que incluyeran una representación de los
mesohábitats presentes en el río, diferenciando los tramos de valle cerrado en
la zona más baja de la cuenca alrededor de los 900 m. en las proximidades de
Mecina-fondales, o en Busquistar, donde los tramos son de fuerte pendiente
constituidos principalmente por saltos y rápidos y los de valle abierto, próximos
al pueblo de Trevelez en los que la variedad de mesohábitat era mayor, y las
pendientes del río menores.
6.1.2. Descripción del sistema hidrológico
El sistema estudiado pertenece a la cuenca del Guadalfeo en la
provincia de Granada. El río Trevelez es afluente de este río, que recoge sus
16
aguas en las estribaciones de Sierra Nevada teniendo lugar su confluencia
unos 400 m de altitud, y las conduce hasta el mar. En la figura 3 se observa
simplificada esta red hidrográfica.
Figura 3. Situación de la red hidrográfica estudiada.
17
6.1.2.1 Hidrogramas mensual y diario
Los datos para el estudio hidrológico se han tomado de la estación de
aforos situada en el río Trevelez.
Con los datos obtenidos de la estación de aforos se obtuvo el régimen
mensual siguiente (tabla 2).
Tabla 4. Valores de caudales medios mensuales del río Trevelez en la estación de aforos.
Caudales medios mensuales
Octubre
Noviembre
Diciembre
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
3
m /s
0,92
1,28
1,58
1,68
2,08
1,52
1,67
2,07
2,48
0,96
0,49
0,50
Figura 4. Régimen mensual obtenido con los datos de aforo de la estación de Trevelez
18
De los datos expuestos se deduce que los meses con valor mínimo se
producen en verano, con dos picos aunque el más marcado es el de finales de
primavera. Los valores medios de caudales mensuales son bajos si los
comparamos con los valores medidos por nosotros en la cabecera de la
cuenca, esto puede ser debido por un lado a los usos del agua que se
producen a lo largo de toda la cuenca, anteriores a la estación de aforos y en
segundo lugar por el tipo de sustrato de la propia estación que presenta flujo
subalveo y esto puede provocar que los caudales medidos en la misma sean
algo menores que los reales.
Figura 5. Hidrograma diario datos de aforo de la estación del río Trevelez
Se observa en los hidrogramas el carácter nival de este río,
encontrándose los máximos caudales a finales de la primavera. También es
característico la frecuencia de picos que aparecen a lo largo del otoño e
invierno. El caudal medio registrado en los aforos que van desde la temporada
95/96 a la 99/00, es de 1,66 m3/s, un caudal bastante inferior al que debe
llevar el río en régimen natural, ya que los aforos medidos, como se verá más
adelante, en las campañas de muestreo en puntos más altos de la cuenca, son
en algunos casos de similar magnitud.
6.1.2.2 Análisis de parámetros que caracterizan el régimen
El análisis hidrológico de los caudales obtenido de la estación de aforo,
nos ha servido para caracterizar el régimen hidrológico con un grupo de
parámetros de interés biológico, este trabajo ha dado los siguientes resultados.
19
Tabla 5. Análisis del régimen de caudales del río Trevelez a partir de los parámetros
hidrológicos que lo caracterizan.
PARÁMETRO
Grupo 1 Medias móviles
3
Valor
Media Max1D m /s
6,80
Media min1D m /s
0,17
Media Max3D m /s
5,75
Media min3D m /s
0,21
Media Max7D m /s
5,16
Media min7D m /s
0,23
Media Max30D m /s
3,66
Media min30D m /s
0,32
Media Max90D m /s
2,66
Media min90D m /s
0,47
3
3
3
3
3
3
3
3
3
Grupo 2 Magnitud valores extremos
3
Q18 m /s
4,16
Q347 m /s
0,30
Grupo 3 Fecha y frecuencia valores extremos
Día máximo
Día mínimo
Fre Cre. (días)
Duración Cre (días)
Fre Est. (días)
Duracion Est. (días)
156
286
5,4
17,5
1,6
50,7
Grupo 4 Crecidas y disminuciones de caudal
Nº de ascensos
Nº de descensos
62,80
110,60
3
3
Media ascen (m /s)
0,36
Media descen (m /s )
0,21
Grupo 5 Coeficientes de variación
Cvintra
Cvinter
0,86
0,63
3
Los parámetros del grupo 1 representan la magnitud de valores
extremos, primeramente los puntuales y luego las mantenidos durante
intervalos de tiempo más o menos prolongados, y con más significación
biológica. Para su tratamiento lo vamos a comparar con el caudal medio, con
respecto a los valores extremos puntuales (de 1 día) representan lo siguiente:
el máximo es 4 veces mayor que el caudal modular y el mínimo el 10 % de este
20
caudal; son estos valores atenuados con respecto a otros ríos con carácter
más mediterráneo, donde estos valores extremos son normalmente mucho
mayores o mucho menores, que el caudal medio. De mucho interés es el
caudal mínimo de 30 días, pues refleja en muchos ríos la condición del estiaje
mantenida, a la que se van a ver sometidos las poblaciones biológicas durante
los días de más bajo caudal del año, el valor encontrado es un 19 % del caudal
modular, lo que significa que en los estiajes se mantiene bastante agua y las
condiciones de estiaje no son extremas. Hay que tener en cuenta aquí que el
caudal medio, puede estar desvirtuado por las extracciones realizadas en el río.
El caudal máximo para la media de 90 días también es muy interesante, pues
refleja las condiciones a las que se enfrentan los seres vivos en los momentos
del año de abundante agua, donde van a desarrollar varias actividades
biológicas y es necesario el control de posibles fuertes corrientes para su
consecución, tampoco este parámetro, que supone el 1,6 del caudal medio,
parece ser una situación que pueda poner en dificultad el desarrollo de las
actividades de las comunidades fluviales.
El estudio de los acontecimientos extremos debe producirse
considerando también la fecha de ocurrencia y la frecuencia de estos eventos,
valores que encontramos en los parámetros del grupo 3. El día de caudal
máximo se sitúa en febrero y el de caudal mínimo a mediados de julio, en el
primero encontramos un desplazamiento hacia la primavera, en algunos años,
normalmente y considerando que estamos en situación de crecidas cuando se
supera el percentil 75 de la distribución de caudales, se producen entre 5 y 6
crecidas en el año, y entre 1 y 2 estiajes, el segundo estiaje en los años que se
presenta se produce en invierno, como consecuencia de la acumulación de
agua en forma de nieve que no va al río, además de este se produce todos los
años el estiaje normal del verano. La duración de las avenidas es de 17 días,
un periodo largo que se ve influenciado por el tamaño de la cuenca y por el
retraso en la llegada del agua a la cuenca, y el de los estiajes de 51 días.
El número de ascensos y descensos de caudal es elevado si se
compara con otros ríos españoles, pero la magnitud de caudal que crece o
decrece en estos acontecimientos no es muy grande, menor de 0,4 m3/s.
Los coeficientes de variación interanual e interanual son pequeños, el
valor del coeficiente de variación intra-anual se encuentra dentro de los
considerados como ríos regulares. El valor del coeficiente de variación
interanual es un tanto relativo puesto que se tienen datos de un número
reducido de años.
La consecuencia de este análisis es que, aunque en un principio y a la
vista del hidrograma, el régimen del río podría parecer muy cambiante, y con
acontecimientos extremos muy marcados, estos en realidad son controlados,
con valores no muy diferentes del caudal medio y prolongados en el tiempo.
Estos valores deben estar amortiguados probablemente por la constitución de
la cuenca, que aunque está formada por materiales impermeables y con fuertes
pendientes, el almacén de agua en forma de nieve y la aún relativamente
importante cubierta vegetal, hacen que no se aprecie un carácter fuertemente
21
torrencial, en los caudales que se registran en la estación de aforos en la parte
baja de la cuenca.
6.1.3 Estudio hidrológico.
El estudio hidrológico se realizó a partir de datos de caudales tomados
de la estación de aforos del río Trevelez perteneciente a la Confederación
Hidrográfica del Sur. Dado que esta estación de aforos se encuentra muy
alejada aguas abajo de la zona de trabajo, prácticamente junto a la confluencia
con el río Guadalfeo, se ha considerado que los datos de magnitud serían muy
diferentes de los volúmenes que circulan en los tramos del proyecto, por lo que
los valores de esta estación servirían para ver la estructura del régimen y sus
pautas, pero no para establecer valoraciones sobre su magnitud.
Con los valores de aforo se calcularon un conjunto de variables
hidrológicas, que han servido para caracterizar el régimen con criterios
biológicos. Se han calculado 24 parámetros que caracterizan el régimen
natural.
Estos parámetros tratan de
describir la intensidad, magnitud y
frecuencia de los cuatro acontecimientos más relevantes que se producen en el
río, que serían:
• Los periodos de aguas bajas o estiajes.
• Los periodos de avenidas o crecidas.
• La variación de caudales dentro del año.
• La variación de caudales entre los años.
Para el trabajo de caracterización del régimen natural se ha tomado el
mayor número de años consecutivos disponibles, que estuvieran completos
desde el 1 de octubre al 31 de agosto.
Las variables utilizadas se han clasificado en cinco grupos:
Grupo 1. Medias móviles máximas y medias móviles mínimas de 1, 3, 7,
30 y 90 días. Son la media del grupo de caudales de un intervalo continuo de
días consecutivos, que tienen respectivamente valores máximos o valores
mínimos de todas las medias móviles obtenidas con los valores de caudales
en el año. Este caudal representa la duración y la magnitud, del grupo de
caudales más altos y más bajos que se producen en un año.
Grupo 2. Magnitud de caudales extremos. Q18. El valor de caudal que
sólo es superado un 5 % de los días del año. Este es el valor que ocupa el
puesto 18 cuando se ordenan los caudales del año completo de mayor a
menor. Este caudal representa un caudal de avenida en el régimen del río.
Q347. El valor de caudal que sólo supera al 5 % de los caudales registrados en
22
el año. Este es el valor que ocupa el puesto 347 cuando se ordenan los
caudales del año completo de mayor a menor. Este caudal representa un
caudal de estiaje en el régimen del río.
Grupo 3. Fecha y frecuencia valores extremos. Este grupo viene
caracterizado por cuatro parámetros. Dmax. El día del año que se produce el
caudal máximo. FQmax. Número de días en que el caudal supera un límite
superior cada año. Este límite es el percentil 90 de todos los datos de caudales
diarios de la serie de años estudiada. Así conocemos la frecuencia con la que
se producen situaciones de caudales punta en cada año. Dmin. El día del año
que se produce el caudal mínimo (se toma referencia del año Juliano). Fqmin.
Número de días en el que no se alcanza un umbral mínimo que es el 10 % del
caudal modular. De este modo medimos la frecuencia con la que se producen
las situaciones extremas de estiaje en cada año. También se mide la duración
en días de las crecidas y los estiajes.
Grupo 4. Crecidas y descensos de caudal. En este grupo hay cuatro
parámetros. Estos parámetros representa la frecuencia de cambio en los
aumentos o disminuciones de caudal en el año, se calcula contando el número
de veces en cada uno de los años en los que el caudal crece (Nº de ascensos),
y cuando se produce una disminución de sus valores (Nº de descensos).
También se establece la cantidad de caudal medio que aumenta el río en las
crecidas y en los estiajes.
Grupo 5. Parámetros que reflejan la variación intraanual y entre los años
- CVintra. El coeficiente de variación intranual. Es el cociente entre la
desviación típica de los 365 caudales diarios del año y la media de caudales de
dicho año. Este parámetro representa el contraste entre los caudales extremos
en el año. CVinter, este es el coeficiente de variación interanual, caracteriza la
magnitud del cambio que se produce entre las medias anuales, del grupo “n” de
años de la serie hidrológica estudiada. El cálculo para obtener este valor,
comienza averiguando el módulo del río cada año, posteriormente se mide la
desviación típica de los valores de las medias de los años que se tiene registro
y, este valor se divide entre el módulo del río.
6.1.4 Estudio de las condiciones hidráulicas y simulación hidráulica.
Para llevar a cabo el cálculo del régimen de caudales ecológicos, se
tiene que proceder a la elección del método más adecuado a las circunstancias
en las que se enmarca el trabajo.
Generalmente esta elección viene condicionada por dos tipos de
condiciones que son los objetivos que se pretendan conseguir con el estudio, y
por otro lado las características de la cuenca que se estudia.
Como se ha dicho en los objetivos del trabajo, este se encuadra en un
estudio más amplio que tiene como finalidad comprender mejor el
funcionamiento del sistema hídrico en su conjunto, y establecer medidas para
23
su conservación. Dentro de este entramado juega un papel fundamental la
fauna, especialmente la piscícola como una de las comunidades más exigente
en cuanto a las condiciones de habitabilidad de los espacios que ocupa. Por
esta razón se consideró la necesidad de elegir un método que estableciera
relaciones entre las características físicas del medio, el hábitat, y las
necesidades de la fauna, el método debería tener una fuerte composición
hidráulica, ya que de esta forma los resultados establecidos en el mismo
podrían utilizarse en los futuros trabajos en la cuenca cuando se necesite
conocer la respuesta hidráulica del sistema a los cambios de caudal, puesto
que esta variable es la más importante en el funcionamiento del ecosistema
fluvial. Teniendo en consideración estas premisas la metodología que
actualmente es más acorde con estas circunstancias es la metodología IFIM,
que analiza las diferentes condiciones hidráulicas que se producen al variar los
caudales circulantes, y liga los diferentes estados con las preferencias de
hábitat de las especies, ofreciendo unos resultados con los que se puede elegir
el caudal más apropiado, en función de la afectabilidad a las poblaciones que
se están considerando.
6.1.4.1 Estudio de las condiciones hidráulicas y simulación
El estudio de las condiciones hidráulicas se hace necesario para poder
utilizar la metodología IFIM e introducir los datos en el programa de simulación.
La metodología IFIM (Instream Flow Incremental Methodology), ha sido
desarrollada por el U.S. Fish and Wildlife Service y ampliamente descrita por
Bovee (1.982, 1.995). Esta metodología, junto con su herramienta informática
PHABSIM (Physical Habitat Simulation) se fundamenta en la caracterización
del hábitat con el fin de ver, a través de curvas de preferencia del hábitat físico
de la fauna , cuál es el uso de ese hábitat por una especie o conjunto de
especies en cada estado de desarrollo. Posteriormente mediante la realización
de una simulación hidráulica, obtendremos cómo cambia el valor de dicho
hábitat en función de las características del caudal circulante. Entre los distintos
métodos disponibles, éste es el que integra un mayor número de variables
hidrológicas, geomorfológicas y biológicas.
La herramienta de simulación PHABSIM utiliza un modelo hidráulico
unidimensional que, en la actualidad y debido al aumento de la potencia de
cálculo de las computadoras, puede ser sustituido por un modelo en dos
dimensiones. Estos modelos de dos dimensiones son útiles en estudios donde
es importante la distribución local detallada de profundidades y velocidades,
como ocurre en el caso de la evaluación del hábitat de los peces (Steffler et al.,
2.000).
Para el presente estudio se ha usado un programa desarrollado por
Peter Steffler3 en la Universidad de Alberta, en Canadá, llamado RIVER2D.
Este programa utiliza un modelo de simulación hidráulica de dos dimensiones a
través de elementos finitos, que permite valorar el hábitat físico piscícola.
3
Steffler, P. et al. (2000): Comparison of one and two-dimensional open channel flor models for a small habitat
stream. Rivers, 7(3): 205-220.
24
La metodología empleada incluye la caracterización física del cauce,
como suministrador de hábitat piscícola; la simulación hidráulica, relacionando
valores de caudal con superficies de hábitat efectivo; y las curvas de
preferencia de las especies piscícolas seleccionadas, que se definen para cada
una de las variables hidráulicas que determinan el hábitat fluvial y reflejan el
rango de dichas variables más adecuado para cada etapa de desarrollo de las
mismas.
La caracterización física del cauce se ha llevado a cabo a partir del tipo
de sustrato, teniendo en cuenta que este factor condiciona los tipos de refugio y
zonas de freza presentes en el río, y de la topografía de los tramos.
Respecto a la simulación hidráulica, se ha partido de un levantamiento
topográfico de cada una de las estaciones de muestreo, a partir del cual se ha
obtenido: la descripción morfológica del cauce; la granulometría del sustrato
para estimar su rugosidad; el caudal circulante medido directamente con
correntímetro; y las dimensiones de la lámina de agua en cada tramo,
correspondiente al caudal circulante en el momento del aforo.
Como se ha dicho se han utilizado las curvas de preferencia
correspondientes a la trucha común (Salmo trutta), por ser una especie
representativa del tramo4, observado con facilidad en los trabajos de campo, y
del que se cuenta con unas curvas de preferencia adaptadas a los ríos del sur
peninsular5.
6.1.4.2.- Levantamiento topográfico
Para llevar a cabo la simulación hidráulica fue necesaria la realización de
una topografía detallada de los tramos, para lo que se ha empleado una
Estación Total de Topografía Pentax modelo PCS 315 y el prisma apropiado.
Es especialmente importante la medición de la línea de orillas con alta
precisión ya que de ello va a depender la bondad de la simulación. El resto de
la topografía del cauce y de las zonas exteriores (para la simulación de
caudales mayores al circulante), debe responder a las características y
complejidades del tramo, de forma que queden reflejados los detalles
topográficos. El número de puntos para determinar la topografía de un tramo
es, por lo tanto, variable, aunque se ha procurado tomar tramos de igual
longitud (aproximadamente 300 m.) y el número de puntos en cada estación ha
sido de unos 150. En cada punto medido y con el fin de abordar la simulación,
no sólo hidráulica sino del hábitat físico, se anotó el tipo de sustrato presente,
según la clasificación descrita en la tabla 6. Esta descripción del sustrato sirvió
también para la estimación de la rugosidad del lecho.
El coeficiente de rugosidad empleado se fija dentro del programa
RIVER2D por las características granulométricas y la morfología del lecho, a
través del coeficiente de la “altura de rugosidad efectiva”, que tiende a
4
Gortázar et al, Planes técnicos de pesca de los cotos de la provincia de Granada. 2003. ETSI de
Montes-Tragsa-Granada.
5
García de Jalón comunicación personal, 2001
25
mantenerse constante en un espectro amplio de profundidades. Las
rugosidades empleadas en este estudio son las siguientes:
Tabla 6.- Clasificación del sustrato y su rugosidad relativa adaptada para el programa
RIVER2D.
Sustrato
Rugosidad relativa (m)
1. Fangos, limos, arcillas, tierra
0,01
2. Arenas (0,6 – 3 mm)
0,05
3. Gravas (4 - 9 mm)
0,03
4. Cantos rodados (10-300 mm)
0,07
5. Bolos, troncos (>300 mm)
0,7
6. Roca madre
0,1
7. Vegetación acuática
0,4
8. Matorral, herbáceas, raíces, ramas muertas
0,3
9. Árboles y arbustos
0,2
Para cada una de las tipologías anteriores, el programa también es
capaz de asignar una preferencia a través de las curvas de preferencia.
6.1.4.3. Determinación del caudal circulante
El estudio de las condiciones hidráulicas exige también la determinación
del caudal circulante en el momento del muestreo, así como la altura de la
lámina de agua.
Para ello realizamos en cada estación de muestreo dos secciones
transversales, una de entrada (aguas arriba) y otra de salida (aguas abajo), con
unas condiciones hidráulicas lo suficientemente buenas como para realizar una
buena medición del caudal circulante.
Cada sección transversal se inicia en la margen derecha, desde el
extremo exterior de la ribera, y se continúa atravesando el cauce hasta el
extremo más exterior de la ribera por la margen izquierda. Las mediciones de
distancias y profundidades se hacen cada vez que se observa un cambio de
pendiente, de granulometría del sustrato, velocidad de la corriente,
profundidad, etc. y siempre deben incluir los puntos relativos a los extremos de
la lámina de agua (orillas propiamente dichas).
Cada sección debe quedar definida por un número suficiente de puntos
relativos al cauce o lecho del río. Como recomendación general se establece
que las mediciones en el lecho se efectúen cada vigésima parte de la anchura
del cauce (ej: la sección de un cauce de 10 m de anchura deberá ser estimada
26
cada 10/20 = 0,5 m). En las zonas muy rocosas o con muchos cambios de
profundidad se hicieron secciones más detalladas, aumentando el número de
puntos.
En cada punto se anotó su distancia a la orilla derecha, después se
midió la profundidad con una vara graduada o profundímetro y a continuación
se midió la velocidad del agua a una profundidad de la superficie del agua de
0,6 veces el calado, con la ayuda de un correntímetro Valeport modelo 801.
Con estos datos podemos calcular el caudal que circulaba por la sección en el
momento del muestreo.
6.1.4.4
Simulación hidráulica
Para la simulación hidráulica se ha utilizado el modelo bidimensional
mencionado anteriormente, RIVER2D desarrollado en la Universidad de Alberta
(Canadá). Para funcionar con el programa se debe introducir como datos los
valores de los puntos del levantamiento topográfico del lecho y la altura de la
lámina de agua y el caudal que corresponde a esa altura de agua. Estas dos
últimas mediciones son las condiciones de contorno y que en cada tramo sirven
al programa para realizar los cálculos hidráulicos: la altura del agua y el caudal
de la sección de entrada (aguas arriba) y la altura de agua en la sección de
salida (aguas abajo).
Las condiciones de contorno con las que se ha ajustado el modelo
hidráulico RIVER2D se refieren a la altura y al caudal en la sección de entrada
y a la altura de agua en la sección de salida, medidos en el terreno en el día
que se realizó la visita al tramo. A partir de estos valores, el programa necesita
esos pares de valores para realizar la simulación en diferentes condiciones
hidráulicas, esos pares de valores altura-caudal a la salida de cada tramo se
pueden obtener de dos maneras, por sucesivas visitas al campo en las que se
realizan mediciones “in situ” de altura caudal con diferentes caudales o bien
mediante el ajuste de una curva de gasto que tiene la siguiente expresión:
donde “q” es el caudal por unidad de anchura
, “d” es la altura del
agua en un punto de la sección y “a” y “b” son dos constantes que se ajustan
en base a los datos de caudal-altura de agua. Para obtener con más precisión
esta curva se deben tener datos al menos de dos situaciones diferentes con
aguas altas y con caudal bajo, también se puede ajustar la expresión con un
único dato y comparando los HPU (Weight Usable Areas) obtenidos con este
dato y sucesivas iteraciones de los valores “a” y “b” hasta que se obtenga un
HPU similar al obtenido con el dato real obtenido en el campo con lo que se
obtiene una primera aproximación válida.
Para ajustar con mayor precisión la curva de gasto se realizaron dos
visitas a cada una de las estaciones de trabajo, la primera en primavera, que
27
fue la más intensa, donde se tomó la topografía de detalle de todo el lecho y el
nivel de las aguas, en la segunda realizada en julio con aguas bajas, se
determinó el nivel de la lámina de agua y se volvió a medir el caudal en la
misma sección que se había hecho en la campaña de primavera. Con los dos
datos de altura-caudal se realizó un mejor ajuste de la curva.
6.1.4.5
Curvas de preferencia de la fauna
Las curvas de preferencia que se han utilizado han sido las de la trucha
común, al representar en la zona la población piscícola más importante, tanto
por su interés ecológico, como por sus parámetros poblacionales. Estas curvas
están basadas en las de Bovee6 y adaptadas a nuestro país7 (García de Jalón,
1.990). Describen las preferencias de esta especie en cuanto a velocidad del
agua, profundidad y tipo de sustrato, en los estados de adulto, juvenil, alevín y
huevo (freza). En las siguientes figuras se adjuntan estas funciones.
Figura 6.- Curvas de preferencia de velocidad del agua para la trucha común.
6
BOVEE, K., STALNAKER, C., LAMB, B. L., HENRIKSEN, J. y BARTHOLOW, J. (1995): The instream
flow incremental methodology: a primer for IFIM. Biological Report, US Department of the Interior, National
Biological Service. 29, 45 pp.
7
García de Jalón et al. Realización del cálculo de aportaciones ambientales y caudales ecológicos
mínimos en la cuenca hidrográfica del río Tajo. Departamento de Ingeniería Forestal. ETSI Montes.
Subvencionado por el Centro de Estudios Hidrográficos. CEDEX. Mayo. 1997.
28
Figura 7.- Curvas de preferencia de profundidad para la trucha común.
Figura 8.- Preferencias de sustrato de la trucha común.
29
6.1.4.6.
Determinación del hábitat potencial útil (HPU).
Se define el Hábitat Potencial Útil (HPU) como el equivalente al
porcentaje del hábitat, expresado como superficie del cauce inundado o como
anchura por unidad de longitud de río, que puede ser potencialmente utilizado
con una preferencia máxima por una población o una comunidad fluvial.
El estudio del Hábitat Potencial Útil permite conocer las posibilidades de
uso del río por parte de la especie o especies consideradas, en función de las
características de la corriente y a medida que va variando el caudal. Se trata de
establecer una combinación de condiciones hidráulicas (velocidad,
profundidad) y características del cauce (sustrato), óptimas para cada especie
y estado de vida.
Para cada simulación de un valor supuesto de caudal, el ordenador
considera un nivel correspondiente de agua en el río y a partir de esta
condición divide el tramo en múltiples celdas, cada una de ellas con una
profundidad, velocidad y tipo de granulometría determinadas, según las
condiciones de la lámina y la columna de agua de dicho caudal. Mediante las
curvas de preferencia, el programa calcula el área o hábitat potencial útil que
representa cada una de las celdas consideradas, como producto del llamado
índice de conformidad, por el área o superficie real de la celda, mediante la
expresión:
Donde HPU es el hábitat (en términos de área) potencial útil de cada
celda, Área es la superficie real de la celda y Ci es el índice de conformidad de
la celda.
El índice de conformidad se puede calcular como la media geométrica
de los índices de conformidad obtenidos para cada variable considerada, según
la expresión:
siendo:
Cv: índice de conformidad debido a la velocidad.
Ch: índice de conformidad debido a la profundidad.
Cs: índice de conformidad debido al sustrato.
El índice de conformidad de cada una de las variables anteriores se
obtendrá a partir de las respectivas funciones de preferencia, entrando en ellas
con el valor que, para un determinado caudal, tiene cada una de las variables
en cada celda. Realizando este cálculo para distintos caudales, se obtendrán
relaciones numéricas que permiten conocer cómo varía el HPU en función de la
evolución del caudal.
30
La elección de las curvas de preferencia como se ha justificado ha
estado basada en la composición de la comunidad piscícola presente en cada
tramo.
La idea de unos caudales circulantes mínimos capaces de mantener el
funcionamiento del ecosistema fluvial en todos sus niveles se puede plasmar a
partir de las gráficas que relacionan el hábitat potencial útil (HPU) con el caudal
circulante por el cauce (Q). Por lo tanto, a partir de las relaciones entre los
caudales circulantes y los HPU’s que se generan en cada tramo, se pueden
determinar los caudales ecológicos.
6.1.4.7
Determinación del hábitat real útil (HRU)
Tras llevar a cabo la simulación hidráulica con el programa informático
RIVER2D y aplicar las funciones de preferencia correspondientes, se obtienen
las curvas Caudal-HPU. Para cada estación, aplicando las funciones diseñadas
para la trucha, se obtuvieron cuatro curvas Caudal-HPU, para los estados de
adulto, juvenil, alevín y freza.
Debido a la existencia de estas cuatro curvas, se hace necesario elegir
la más limitante para estudiar una sola de las funciones. Para ello debemos
ajustarlas de modo que sean comparables, ya que los distintos estados de
desarrollo tienen exigencias de hábitat diferentes: no es lo mismo 1 m2 de
hábitat para la freza, donde puede haber muchos huevos, que 1 m2 de hábitat
para el adulto, el cual necesita mucho más espacio para desarrollar su
actividad vital.
Para ajustar las funciones Caudal-HPU de modo que sean comparables,
hemos utilizado las relaciones de hábitat de Bovee (1.982), que se exponen a
continuación.
Llamamos Hábitat Real Útil (HRU) al que ha sido ajustado a partir del
HPU empleando estas relaciones y que nos permite comparar entre sí las
curvas correspondientes a los distintos estados de desarrollo.
Se escoge la curva correspondiente al estado más limitante y se estudia
junto con su derivada, que nos informa acerca de cómo varía su pendiente. Se
trata ahora de buscar un punto de la curva a partir del cual un aumento de
caudal no suponga un incremento significativo del hábitat disponible. Ese punto
sería el caudal mínimo ecológico para los años lluviosos o de gran cantidad de
agua y el punto de caudal mínimo a partir del cual se produce una pérdida
cuantitativamente importante de hábitat, será el caudal mínimo ecológico para
los años de sequía o de poca cantidad de agua.
31
6.1.5 Determinación del régimen de caudales ambientales
Las comunidades fluviales han evolucionado sometidas a determinados
tipos de regímenes de caudales y por tanto sus ciclos biológicos y
requerimientos ecológicos están adaptados a las variaciones estacionales
propias de dicho régimen.
De esta manera, para cada uno de los tramos estudiados se obtendrán
todos los datos de caudales existentes, estimando así la pauta de estos, tanto
en años secos como en años normales, como en años de abundancia. Esta
pauta servirá para el establecimiento del régimen.
El régimen de caudales se ha diseñado a partir del caudal ecológico
mínimo, obtenido con el método IFIM, aplicándole mensualmente un índice de
variación que es el cociente entre el caudal medio mensual, y el caudal medio
mensual del mes mínimo. Esto permite obtener doce valores de caudal al
multiplicar los doce índices por el caudal ecológico mínimo.
I = Qx/Qmin
Además se realizarán apuntes sobre la necesidad de mantener y
conservar algunas otra pautas relativas al régimen, tales como el
establecimiento de avenidas, sus magnitud y frecuencia, y se considerarán los
valores de caudal ligados a acontecimientos biológicos importantes como la
freza o las migraciones.
32
6.2.
ESTADO ECOLÓGICO DEL RÍO TREVÉLEZ
6.2.1 Selección de estaciones de muestreo
Como unidad básica de trabajo, se proponen ESTACIONES DE
MUESTREO en las que poder cuantificar la mayor parte de las variables.
Tan sólo en el establecimiento de usos y aprovechamientos del entorno,
así como el grado de erosión, la unidad de trabajo será la CUENCA
VERTIENTE.
Para el establecimiento de las estaciones de muestreo, se recorrerá en
primera instancia la totalidad de la línea principal del río Trevélez.
Para el establecimiento de las Estaciones, se debe tener en cuenta las
especies o variables a medir que requieren una mayor área de estudio. Así
para el estudio de los mamíferos, caso de la nutria, se han establecido
estaciones de 600 metros de longitud en la detección de restos (Ruiz-Olmo J. &
Delibes M. 1998). Para la detección de aves ligadas al medio, caso del mirlo
acuático, puede ser suficiente el recorrido de estaciones de este tamaño, al
estar algo por encima de la media de longitud de sus territorios.
Por otro lado anfibios, reptiles y macroinvertebrados requieren
estaciones de tamaño inferior, habiéndose establecido para los
macroinvertebrados longitudes de unas 20 veces la anchura del cauce (20-200
m.) (Munné, 1998)
Resumiendo establecemos el siguiente criterio:
•
•
Estaciones básicas de 600 m. Longitud
(mamíferos, aves, reptiles, flora).
Dentro de las anteriores, Estaciones de 20 veces
la anchura del cauce.
Caracteriza. Macroinverteb,etc.
20 x anchura del cauce
600 metros long.
Vertebrados y flora
33
La línea principal del río comprende unos 28 Km. sin tener en cuenta
afluentes o acequias.
Las estaciones deben estar separadas entre sí entre 1 y 10 Km. y su
situación debe estar motivada por incorporación de afluentes, efluvios,
discontinuidades o azudes ligados a acequias, siendo recomendables registros
anteriores y posteriores a los elementos sobre los que se pretende centrar el
estudio.
Los criterios finales para la ubicación de las estaciones de muestreo,
deben ser los siguientes, tras un recorrido íntegro del curso:
•
•
•
•
Discontinuidades y elementos disruptivos importantes.
Efluvios o indicadores de temporalidad de los mismos.
Representatividad de todos los estratos ecológicos existentes.
Accesibilidad de los tramos (el método debe ser operativo).
6.2.2 Metodología de trabajo
El cálculo del estado ecológico de los ríos lo obtendremos combinando
el valor de tres índices de calidad:
•
Índice de calidad de aguas basado en macroinvertebrados
(IBMWP).
•
Índice del hábitat fluvial (IHF).
•
Índice de Calidad de las riberas (QBR)
Además se valorarán otros aspectos como la presencia de especies
bioindicadoras de flora y fauna, como información complementaria al estado
ecológico calculado en base a los tres índices anteriores.
6.2.2.1
ÍNDICE IBMWP (Iberian Biomonitoring Working Party)
Los organismos vivos que habitan en los cursos de agua presentan
adaptaciones evolutivas a unas determinadas condiciones ambientales, y
presentan unos límites de tolerancia a las diferentes alteraciones de las
mismas. Estos límites de tolerancia varían, y así, frente a una determinada
alteración se encuentran organismos "sensibles" que no soportan las nuevas
condiciones impuestas, comportándose como "intolerantes".
34
Se considera que un medio acuático presenta una buena calidad
biológica cuando tiene unas características naturales que permiten que en su
seno se desarrollen las comunidades de organismos que les son propias.
Establecer criterios de calidad ecológica, es decir, que se pretende
atender no a la evaluación directa de los posibles impactos sobre el medio, sino
a sus efectos sobre el ecosistema, a través de sus comunidades biológicas.
En cuanto a la descripción metodológica básica, los macroinvertebrados
acuáticos se clasifican en 10 grupos siguiendo un gradiente de menor a mayor
tolerancia a la contaminación. A cada familia de le hace corresponder una
puntuación que oscila entre 10 y 1. Con este sistema de puntuación es posible
comparar la situación relativa entre estaciones de muestreo. La metodología
viene descrita en (Iberian Biological Monitoring Party, Alba-Tercedor et al.
2002)8.
6.2.2.2
INDICE IHF (Índice de hábitat fluvial)
El IHF valora aspectos físicos del cauce relacionados con la
heterogeneidad de hábitats y que dependen en gran medida de la hidrología y
del sustrato existente, como son la frecuencia de rápidos, la existencia de
distintos regímenes de velocidad y profundidad, el grado de inclusión del
sustrato y sedimentación en pozas, y la diversidad y representación de
sustratos.
La metodología completa viene descrita en Pardo et al. (2002)9
6.2.2.3
ÍNDICE QBR (Qualitat del Bosc de Ribera)
Es un índice de la calidad del bosque de ribera, se basa en la medición
de cuatro parámetros: grado de cubierta de la zona de ribera, la estructura de
la cubierta, la calidad de la cubierta y el grado de naturalidad del canal fluvial.
El grado de cubierta de la zona de ribera se mide mediante el porcentaje
de cubierta vegetal, sin contabilizar las plantas anuales, así como el porcentaje
de conectividad entre el bosque de ribera y el ecosistema forestal adyacente.
La estructura de la cubierta se mide en función del porcentaje de
recubrimiento de árboles y arbustos, así como la cobertura de matorral en las
8
Alba-Tercedor et al. (2002). Caracterización del estado ecológico de ríos mediterráneos ibéricos
mediante el índice IBMWP (ANTES BMWP’). Limnética. 21(3-4): 175-185
9
Pardo et al. (2002). El hábitat de los ríos mediterráneos. Diseño de un índice de diversidad de hábitat.
Limnética. 21(3-4): 115-133
35
orillas, la linealidad de los pies de los árboles y la distribución discontinua de la
vegetación.
La calidad de la cobertura vendrá determinada inicialmente en función
del tipo geomorfológico, en función del tipo de desnivel de la zona riparia (en
función de la pendiente del talud y la existencia de llanura inundable), la
existencia de islas en el lecho del río, así como el porcentaje de sustrato duro
incapaz de enraizar una masa vegetal permanente. Posteriormente, se valorará
el número de especies de árboles autóctonos presentes, la continuidad de la
comunidad a lo largo del río y la existencia de indicios de actividad humana
(estructuras, especies alóctonas o basuras).
El grado de naturalidad del caudal fluvial, se valorará en función de las
modificaciones que presente el canal del río (en las terrazas adyacentes,
presencia de estructuras rígidas intermitentes, presas o infraestructuras
transversales).
La metodología completa viene descrita en Munné et al. (2003)10
6.2.2.4
VEGETACIÓN BIOINDICADORA
Para la realización del presente trabajo se ha recorrido en su integridad
el cauce comprendido entre la unión de los arroyos de Juntillas y Jéres a 2.000
m. de altitud y el pueblo de Trevélez, tramo en buena parte accesible. Desde
éste punto hasta la desembocadura en el Guadalfeo se han realizado accesos
intermitentes en los puntos que son accesibles. No se ha recorrido el tramo
conocido como cañón del río Trevélez por la dificultad que implica este
recorrido, pero si se ha visitado tanto la entrada de dicho cañón aguas abajo de
Mecina y la salida del mismo en la central eléctrica de El Duque.
Además del recorrido general se designaron nueve estaciones,
cada una de 200 m. lineales y con una anchura variable y acorde a la
angostura del cauce. En cada estación se ha realizado un inventario florístico a
modo de simple catalogación y con las reservas antes mencionadas.
6.2.2.5
AVIFAUNA BIOINDICADORA
Recorrido íntegro del río Trevélez, salvo la zona ligada a áreas de
barranquismo (Mecina-Trevélez bajo), con anotación de presencia-ausencia de
Mirlo acuático (Cinclus cinclus) y Martín pescador (Alcedo athis), en época
reproductora.
10
Munné et al. (2003): A simplified method to assess ecological quality of riparian environment in rivers and
streams: QBR index. Aquatic Conservation: Marine and Freshwater Ecosystems, 13: 147-163
36
7. RESULTADOS DE DETERMINACIÓN CAUDALES ECOLÓGICOS
Antes de pasar a detallar los aspectos particulares encontrados con los
diferentes métodos de estimación de caudales, describiremos algunos
aspectos ligados a la fauna acuática de mayor relevancia presente en los
tramos y sus dependencias del régimen de caudales lo que ha condicionado
algunos aspectos del método de trabajo, como las curvas de preferencia
elegidas, o la definición de algunos componentes del régimen de caudales
propuesto.
Si lugar a dudas la especie piscícola fluvial española más conocida y
que por lo tanto de la que mejor se conoce sus exigencias en hábitat es la
trucha común (Salmo trutta fario), razón por la cual cuando en un tramo se
encuentran ejemplares de esta especie y se pretende utilizar un método de
simulación del hábitat se emplea esta especie como especie emblemática.
La trucha común en nuestro país presenta una talla media, raramente
supera los 60 cm, presenta una gran plasticidad morfológica lo que le permite
vivir en arroyos, ríos, lagos y rías, variando su talla, color y costumbres según
el hábitat que ocupe.
Vive en aguas rápidas y frías, su rango óptimo de actividad está entre
los 7ºC y los 15ºC. La freza se produce entre finales de noviembre y principios
de marzo, según zonas. Los adultos buscan zonas de grava con una hidráulica
óptima que permita una buena oxigenación de los huevos, la hembra cava un
nido donde realiza la puesta.
En aquellos tramos de gran interés piscícola los regímenes se pueden
vincular a las necesidades de los peces dominantes o de mayor interés, así los
periodos de freza y de desarrollo de los embriones exigen caudales
determinados sin crecidas, igualmente el verano con aguas más cálidas y
menos oxígeno puede ser una época crítica para los salmónidos.
De esta forma en los ríos trucheros los meses de Diciembre a Marzo,
serían época de freza y se necesitarían unos caudales para que esta se
produzca sin problemas, incrementando posiblemente los valores de caudal
mínimo ecológico, así también en el estiaje ( Julio-Septiembre) se deberá
mantener un caudal alto que permita una óptima oxigenación de las aguas.
Basado en las necesidades de caudales para los peces y en las
densidades de población alcanzada en buenos tramos trucheros se pueden
llegar a definir algunos tipos de caudales ecológicos: por ejemplo se
denomina caudal aconsejable, a aquel que prioriza la conservación de la
población truchera y se basa en la relación que existe entre las variaciones de
caudal que condiciona el valor del hábitat de los peces y las poblaciones de
peces, en este caso se necesitan evaluaciones de la poblaciones de peces
para distintos caudales, se considera que una población truchera tiene una
biomasa buena si la densidad es de 20-30 gr/m2 en un tramo de “Ritron” (parte
alta pendiente y torrencial de un río).
37
Para la aplicación de este criterio se necesita un conocimiento de los
tramos de ríos a estudiar y de sus poblaciones piscícolas, un lujo que
solamente nos podemos permitir en las zonas de alto interés de conservación o
de mantenimiento de la fauna.
Dado lo limitado del alcance de este trabajo nos limitaremos a considerar
las curvas de preferencia de esta especie para analizar las relaciones entre las
variables hidráulicas y las preferencias de hábitat en el modelo IFIM.
Son bien conocidas en esta especie las preferencias para las variables
del hábitat que son modificadas habitualmente con los cambios de caudal:
velocidad, profundidad y tipo de sustrato. Aunque estas preferencias cambian
con la edad del individuo los óptimos de velocidad se encuentran entre los 0,2
a 0,3 m/s, disminuyendo mucho la habitabilidad al alcanzar los 0,5 m/s, algo
habitual en muchos peces de nuestra fauna; las profundidades son limitantes si
son menores de 10 cm, encontrándose un rango muy amplio de profundidades
mayores en los que las truchas pueden vivir especialmente los adultos; con
respecto a los sustratos la preferencias son por las gravas y bolos, siendo
exclusivo este medio para la freza, otras clases de edad no desdeñan la
vegetación acuática (adultos y juveniles) o la arena y limo pero con menor
preferencia.
La combinación de estas preferencias con el ciclo biológico, de la
especie nos servirá para diseñar el régimen más adecuado que mantenga las
poblaciones de estos peces, en tramos en los que está presente.
7.1.
DESCRIPCIÓN DE ESTACIONES
Tabla 7.- Localización de las estaciones de muestreo.
Estación
Tre0
Tre1
Tre 2
Tre 3
Tre 4
Tre 5
Tre 6
X
0S047751
477010 E
476675 E
476119 E
476083 E
474290 E
471875 E
Y
4196900
4095901
4094850
4093414
4093306
4087563
4086780
Altura
1.510
1.485
1.410
1.345
1.327
1.000
837
Paraje
Acequia Castaras
Puente trevélez-La Chacona
Depuradora-El Calvario
La Cerquilla
Azud
Busquistar
Mecina-Fondales
La topografía obtenida en los trabajos de campo de cada una de las
estaciones de muestreo, se representa en las figuras 7 a 13. En ellas se puede
ver la planta de los siete tramos con la elevación del terreno y los puntos
tomados con la estación total.
38
7.1.1 ESTACIÓN TRE-0 : Acequia de cástaras
Este tramo, inicialmente es estrecho y curvo, ampliándose en la zona
más baja, donde se diversifica en varios cauces, en la orilla izquierda existe
una terraza alta, y en la derecha un pequeño prado. Este tramo está formado
por una secuencia de rápidos.
Figura 9. Planta de la estación Tre-0 . Acequia Cástaras.
La estación Tre-0 es un tramo recto anastomosado con pequeños
cauces laterales, es la situada a mayor altura justo por debajo de la Acequia
Cástaras,. Esta acequia es una de las que produce mayor detracción de
caudal y provoca que aguas abajo de este tramo el río se seque. El tramo
tiene una longitud de unos 60 metros y una anchura de algo más de 7 m. La
profundidad llega a ser de 30 cm en algunos puntos.
Sustrato: En el sustrato predominan los cantos. La proporción granulométrica
es de 20 % roca madre, 20 % bolos y 60 % cantos.
Ribera y orillas: Las orillas están constituidas principalmente por roca madre y
limos y arcillas bien cohesionados, no hay síntomas de inestabilidad, la
pendiente de los taludes es pequeña menor de 20 %, y está bien cubierta por
vegetación.
Vegetación de riberas: Formada por una estrecha franja de sauces
arbustivos.
39
7.1.2 ESTACIÓN TRE-1: La Chacona
Esta estación está flanqueada por prados ganaderos, y delimitado al sur
por un puente sobre el que cruza un camino. El tramo contiene un rápido en el
inicio y una poza en la parte final.
Figura 10.- Planta de la estación Tre-1 (La Chacona)
La estación Tre-1 es un tramo curvo, es la estación situada justo por
encima del pueblo de Trevélez, con una longitud de unos 136 metros y una
anchura de algo más de 6,5 m.
Sustrato: En el sustrato predominan los bolos de varios tamaños. La
proporción granulométrica es de 10 % roca madre, 40 % grandes bolos, 30 %
bolos y 20 % cantos. A lo largo del tramo afloran grandes piedras.
Ribera y orillas: Las orillas están constituidas principalmente por roca
madre y limos bien cohesionados, no hay síntomas de inestabilidad, la
pendiente del talud izquierdo es pequeña, menor de 20 % y da acceso a una
zona de pastos, el talud derecho es de mayor pendiente, por encima del 40 %
y algo más inestable con materiales sueltos, la cubierta vegetal es muy
escasa en ambas orillas, y el tramo está muy pisoteado por el ganado.
Vegetación de riberas: Prácticamente inexistente con ejemplares
aislados de sauces arbustivos.
40
7.1.3 ESTACIÓN TRE-2: El calvario
Es un tramo de río afectado por los vertidos de la población de Trevélez,
situado junto a la depuradora del pueblo, al tramo accede un pequeño afluente
por la margen izquierda. Esta estación (figura 9), planteó serias dificultades
para llevar a cabo la simulación. El caudal circulante era tan pequeño y la
topografía tan compleja, que el programa RIVER-2D no fue capaz de realizar la
simulación correctamente. Por lo tanto no se pudo en la primera campaña
determinar un caudal mínimo en función de las condiciones concretas de este
tramo. No obstante, se tomaron nuevos datos en la segunda visita y finalmente
con estos se pudo llevar a cabo la simulación. Como mesohábitat sólo contiene
una tabla.
Figura 11.- Planta de la segunda estación muestreada Tre-2 (El Calvario)
Esta estación corresponde a un tramo curvo del río que recibe un
pequeño afluente por la orilla izquierda, a mitad del tramo la orilla derecha está
formada por una gran pared de roca que llega a plomo a la orilla del río.
Sustrato: En el sustrato predominan las gravas y cantos. La proporción
granulométrica es de, 20 % bolos, 40 % cantos y 40 % gravas.
Ribera y orillas: Orillas muy estables constituidas principalmente por limos y
arcillas bien cohesionados, la pendiente de los taludes es muy baja, en la
orilla izquierda a unos 10 m. de distancia del cauce al principio del tramo
comienza un fuerte desnivel que termina formando la pared que flanquea al
cauce al final del tramo, existe una zona formada por gravas y bolos entre el
41
cauce principal y el arrollo que en parte está colonizada por vegetación, la
cubierta vegetal es abundante en ambas orillas.
Vegetación de riberas: Existe una franja de unos diez metros bien
estructurada y completa formada por sauces arbustivos y algún ejemplar de
chopo de gran tamaño.
7.1.4 ESTACIÓN TRE-3: La Cerquilla
La estación Tre-3 es un tramo curvo, de aguas remansadas situada en
una zona de prados aguas arriba de un azud que se encuentra próximo al
cementerio del pueblo. Su longitud es de unos 100 m y su anchura media es de
10 m. Prácticamente toda la longitud es una tabla.
Figura 12.- Planta de la estación Tre-3 (La Cerquilla)
Existe en la orilla izquierda de esta estación un gran prado que se riega
por inundación, a partir de una de las múltiples acequias que forman el sistema
de riego de pastizal de la zona.
Sustrato: En el sustrato predominan las gravas. La proporción granulométrica
es de, 20 % cantos, 70 % gravas y 10 % limos.
Ribera y orillas: Orillas estables constituidas principalmente por limos y
arcillas bien cohesionados, la pendiente de los taludes es muy baja, menor del
20 %, en la orilla izquierda existe un gran prado llano de más de 100 m. de
ancho a partir del cual comienza la ladera del valle. En la orilla derecha existe
una pequeña franja de unos 2 m. rellena de grava y a continuación de la misma
42
comienza la ladera con fuerte pendiente, la cubierta vegetal es escasa y está
muy degradada por el ganado.
Vegetación de riberas: Muy degradada por la actividad ganadera, sólo existen
algún ejemplar aislado de sauce arbustivo y zarzas.
7.1.5 ESTACIÓN TRE-4: Fuentezuelas
La siguiente estación se encuentra aguas abajo del azud, también en
una zona de valle más ancho y con prados, es un tramo recto. Corresponde a
una zona de rápidos. Mide 80 m de largo y unos 6 m de anchura.
Figura 13.- Planta de la estación Tre-4 (Fuentezuelas)
Esta estación está inmediatamente a continuación de una zona en la que
el río se encajona en una zona de valle cerrado, a partir de este tramo el valle
se abre y hay varios tramos ganaderos, a pesar de ello el tramo elegido está
bien preservado de la actividad ganadera pues existen grandes bloques en las
orillas que lo han mantenido aislado y con un buen desarrollo de la ribera.
Sustrato: En el sustrato predominan los bolos, aunque una parte
importante del mismo está ocupado por grandes masas de piedra o roca
madre. La proporción granulométrica es de, 20 % bolos grandes, 30 % bolos,
20 % cantos, 10 % grava y 20 % roca madre. Afloran grandes piedras en varias
zonas del cauce.
43
Ribera y orillas: Las orillas están muy estabilizadas con grandes masas
de piedra y entre ellas limos y arcillas bien cohesionados, la pendiente de los
taludes es baja en las dos orillas, la cubierta vegetal es importante y bien
conservada.
Vegetación de riberas: Bien estructurada en dos bandas, una primera
con sauces y estrato subarbustivo denso, y la segunda formada por grandes
chopos que en ocasiones llegan hasta los prados aledaños o conectan con la
vegetación de la ladera.
7.1.6 ESTACIÓN TRE-5: Busquistar
Tramo en una zona muy cerrada del valle, con fuertes pendientes en las
laderas y orillas, y una sucesión de rápidos en el cauce.
Figura 14.- Planta de la estación Tre-5 (Busquistar)
La estación de muestreo Tre-5 es un tramo recto muy encajada en una
zona de gran pendiente y con grandes bolos y roca madre de sustrato, se sitúa
en las proximidades del pueblo de Busquistar, justo aguas arriba del puente
que cruza el río. Tiene 5,5 m de ancho y 70 de longitud.
Sustrato: En el sustrato predominan los bolos y grandes bolos, aunque
también una parte importante del mismo está ocupado por grandes masas de
piedra o roca madre. La proporción granulométrica es de, 40 % bolos grandes,
30 % bolos, 10 % cantos, y 20 % roca madre. Afloran grandes piedras en
varias zonas del cauce.
44
Ribera y orillas: Las orillas tienen pendientes elevadas superiores al 40 % son
estables puesto que están constituidas principalmente por roca dura, la
cubierta vegetal da una buena cobertura aunque en algunas zonas está
constituida únicamente por herbáceas.
Vegetación de riberas: Formada por una banda muy estrecha, constituida por
sauces y fresnos, pero con una distribución en golpes, en ningún caso forman
una cubierta continua, existen en determinadas zonas dificultades para el
enraizamiento debido al sustrato de roca.
7.1.7 ESTACIÓN TRE-6: Mecina-Fondales.
Este tramo es el que se encuentra en la zona más cerrada del valle de
todas las estaciones estudiadas, en algunos casos las laderas están formadas
por altas rocas constituyendo paredes. El cauce está prácticamente formado
por roca, con poco sustrato, es una zona de rápidos, y tiene una pequeña poza
en el centro del tramo.
Figura 15.- Planta de la estación Tre-6 (Mecina Fondales)
Esta última estación es la situada en cota más baja, similar en trazado y
forma del valle a la anterior. Es un tramo recto 90 m de longitud y 6.5 m de
anchura.
45
Sustrato: El sustrato está formado por roca madre principalmente y grandes
bolos. La proporción granulométrica es de, 20 % bolos grandes, 80 % roca
madre.
Ribera y orillas: Las orillas son estables al estar formadas por roca madre, hay
unas terrazas de piedra con algo de vegetación herbácea tanto a la derecha
como en la orilla izquierda, con suelo de poca profundidad sobre la roca, la
pendiente de los taludes es muy elevada en ocasiones superiores al 60 %
Vegetación de riberas: Es escasa por las dificultades de su implantación en
la roca, no obstante existen buenos ejemplares de aliso, y sauce, pero sin
formar una banda continua ni proporcionando una buena cobertura.
7.2.
CAUDALES MEDIDOS POR ESTACIONES
En la tabla 8 se exponen los valores de caudal aforados en cada una de
las estaciones en las dos campañas, así como las cotas de la lámina de agua,
aguas arriba y aguas debajo de la campaña de primavera.
Tabla 8.- Elevación de la lámina de agua y caudal en las dos campañas de muestreo
Marzo de 2005
Julio de 2005
Altura (m)
Estación
3
3
Caudal (m /s)
Caudal (m /s)
Altura de entrada (m)
Altura de salida (m)
Tre-0
sd
0,037
1510,51
1510,78
Tre-1
0,725
0,037
1470,25
1468,47
Tre-2
0,925
0,141
1418,32
1417,77
Tre-3
1,161
0,215
1352,82
1351,21
Tre-4
1,085
0,268
1327,725
1326,87
Tre-5
1,25
0,090
1000,24
999,23
1,16
0,220
855,04
854,09
Tre-6
En la primera campaña se midieron los caudales de las estaciones Tre
1, 2 3 y 6 que se tomaron en Marzo (19-3-05) , mientras que los de las
estaciones Tre 4 y 5 se midieron en Mayo (6-5-05). Los caudales de Mayo son
ligeramente superiores lo que puede explicarse por efecto del deshielo, el cuál
alcanza su pico durante este mes. La estación más baja tiene unos caudales
casi iguales a Tre-3 lo que puede explicarse si hay alguna detracción de
caudales entre estos dos tramos, que afecte al tramo situado aguas abajo.
En la segunda campaña (6-7-05) se repitió la medida de caudales, para
evaluar las condiciones de estiaje, también se midió el caudal circulante aguas
46
arriba de la primera estación Tre-0, para que se pudiera comparar con el que
ocurre una vez que la acequia Cástaras detrae caudales.
En esta segunda campaña de mediciones se observa que estas
aumentaron al descender en la secuencia de estaciones, excepto en la
estación Tre-5 donde esta ha disminuido sensiblemente con respecto a la
estación que tiene aguas arriba.
Si comparamos los caudales de agua en las dos campañas se observa
que en todas las estaciones ha disminuido sensiblemente este, siendo esta
reducción mayor de 0, 5 m3/s en todas ellas, y en algunos casos como en la
estación Tre-3 o Tre-5 esta reducción alcanza la cifra de 1 m3/s.
7.3.
SIMULACIÓN HIDRÁULICA
En cada tramo estudiado la simulación ha sido realizada con diferentes
valores de caudal, considerando incrementos sucesivos de caudal
normalmente comenzando con pequeños incrementos de 100 l/s hasta llegar a
aquellos caudales en los que la curva se estabiliza o bien disminuye la
habitabilidad.
Con dicha simulación se puede visualizar de manera gráfica la evolución
del nivel de las aguas, la inundación progresiva de las orillas y, lo que es más
importante, el modo en que varía la velocidad y la profundidad del agua en
cada una de las celdas establecidas por el modelo. Así se puede conocer
posteriormente, mediante la aplicación de las funciones de preferencia, qué
área del tramo es susceptible de ser habitada por las especies estudiadas.
Para que el programa RIVER2D simule el comportamiento del río con
diferentes caudales es necesario hallar los coeficientes “a” y “b” en la expresión
de la curva de gasto donde “q” es el caudal por unidad de anchura (m2/s) y “p”
la profundidad.
q= a. pb
47
7.3.1. SIMULACIÓN EN ESTACIÓN TRE-0.
Estación situada a mayor altura 1510 m de altitud, afectada directamente
por la acequia Cástaras.
Figura 2. Vista de la estación Tre-0
En esta estación se realizó una medición de caudales aguas arriba de la
acequia, posteriormente en el tramo de trabajo para tener una idea de la
magnitud del volumen de agua extraído, el caudal anterior a la acequia era de
0,099 m3/s y una vez que esta derivaba agua el caudal bajaba a 0,037 m3/s, lo
que indica una captación de 0.062 m3/s, es decir, 2/3 partes del caudal
circulante.
En el plano de localización del tramo se aprecia la salida de la acequia
en la orilla izquierda.
48
Figura 17.- Localización de la estación Tre-0.
Foto 3.- Fotografía aérea del tramo de estudio y parte de la cuenca en la estación Tre-0.
En la imagen siguiente representamos la topografía de la estación con la
lámina de agua y la línea de orillas, en el muestreo de verano. Esta estación
sólo se muestreó en una ocasión en verano.
49
Figura 18. Tramo Tre-0, en el momento del muestreo de verano con un caudal de 0,037
3
m /s
Una vez realizada la simulación se obtienen diversos parámetros
hidráulicos que conforman el hábitat de las especies, mostramos en las
siguientes figuras el resultado de la simulación para un caudal de 0,15 m3/s. Se
muestran vistas de los resultados en cuanto a profundidades, velocidades y
habitabilidad combinada.
3
Figura 19.- Distribución de profundidades, estación Tre-0 caudal 0,15 m /s.
50
N
Figura 20. Distribución del vector de velocidades en la estación Tre-0 con un caudal de
3
0,15 m /s.
Figura 21. Distribución de la habitabilidad combinada en la estación Tre-0 con un caudal
3
de 0,15 m /s.
Como se aprecia en al figura la capacidad para albergar poblaciones
piscícolas en este tramos con caudales bajos es muy pequeña, el caudal que
se le resta al río en este tramo produce una alteración muy severa en el
51
funcionamiento de este sistema, disminuyendo el hábitat adecuado par
albergar poblaciones trucheras.
La simulación se realizó en esta estación ajustando los parámetros
y “b” , a 0,8 y 1,67 respectivamente.
“a“
En este tramo se han obtenidos los siguientes APU para los cuatro
estados de desarrollo estudiados, Adulto, Juvenil, alevín y freza.
Se observa una tendencia similar en la evolución de la preferencia de
juveniles y alevines aunque en los primeros se encuentra el óptimo con mayor
caudal, en las dos curvas se observa una gran disminución de la habitabilidad
cuando el caudal disminuye por debajo de 0,4 m3/s los adultos debidos a la
mayor exigencia de profundidades presentan una preferencia baja hasta que
los caudales alcanzan los 2 m3/s, donde se observa un cambio de tendencia
de la curva.
Una vez uniformizadas todas las curvas representamos la relación entre
el incremento de caudal y el incremento de APU ˜obteniendo las curvas de
pendientes.
Figura 22.- Relación pendiente de la curva APU del adulto con el caudal, puntos de
cambio significativo de este, en el tramo Tre-0.
El tramo presenta pocas aptitudes par albergar adultos en condiciones
de bajo caudal como se observa en la figura 22, normalmente estos migraran a
otras zonas para refugiarse en el estiaje, por lo que los caudales ecológicos
mínimos deberían diseñarse preferiblemente para albergar poblaciones de
alevines y juveniles con lo que un caudal de 0,2 m3/s es a partir del cual se
produce un a disminución muy pronunciada del hábitat y consideramos este
como el caudal mínimo. En años con más agua se podría llegar a un caudal
52
ecológico de 0,4 m3/s que potencia el hábitat de estas dos clases de edad y
finalmente un caudal ecológico óptimo de 1,2 m3/s, es el que produciría
mejoras para todas las clases de edad consideradas.
7.3.2 SIMULACIÓN ESTACIÓN TRE-1.
Las estación Tre-1 situada a unos 1.500 m. aguas arriba del pueblo de
Trevelez, se ve tremendamente afectada en verano por las diferentes tomas de
agua que se producen anteriormente a este tramo, como puede observarse en
las fotografías el caudal ha disminuido tremendamente de la primera campaña
a la segunda.
Foto 4.- Vista de la estación en la campaña de primavera.
Foto 5.- Vista de la estación en la campaña de verano.
53
Figura 23.- Localización de la estación Tre-1.
Foto 6.- Fotografía aérea donde se localiza la estación y parte de su cuenca vertiente.
3
Figura 24. Aspecto de la estación en las dos campañas con un caudal de 0,725 m /s en
3
primavera y de 0,037 m /s en verano.
La simulaciones se realizaron una vez ajustada la curva de gasto con las
dos mediciones de nivel caudal que obtuvimos en las campañas de verano y
primavera respectivamente. En las siguientes imágenes mostramos el
54
resultado de profundidades, velocidades y habitabilidad combinada una vez
realizada la simulación para un caudal de 0,7 m3/s.
3
Figura 25.- Distribución de profundidades, estación Tre-1 caudal 0,7 m /s.
Figura 26. Distribución del vector de velocidades en la estación Tre-1 con un caudal de
3
0,7 m /s.
55
Figura 27. Distribución de la habitabilidad combinada en la estación Tre-1 con un caudal
3
de 0,7 m /s.
Las mediciones realizadas en primavera y verano nos han
proporcionado datos de la altura del agua y el caudal circulante en la sección
de entrada en dos diferentes estados del río. En la gráfica siguiente se muestra
esta sección con los dos diferentes niveles de agua.
Figura 28. Sección del tramo Tre-1 en la que se midieron caudal y altura del agua en dos
3
diferentes momentos del año. Los caudales fueron en primavera de 0,725 m /s y en
3
verano 0,037 m /s
La simulación, una vez ajustada la curva de gasto se realizó en esta
estación con el valor de los parámetros
“α“ y “b” , de 0,9 y 1,6
respectivamente.
Los valores de APU en este tramo, para los cuatro estados de desarrollo
estudiados, Adulto, Juvenil, alevín y freza, son los siguientes.
56
Figura 29. Resultados APU-caudal, para la estación Tre-1
Las curvas de alevín y de juvenil producen una disminución de su
habitabilidad cuando el caudal disminuye a menos de 0,2 m3/s, y cambian su
tendencia hacia una estabilidad con valores de 0,4 m3/s, todas las curvas
tienen su óptimo entre 1 y 1,4 m3/s. Una vez uniformizadas todas las curvas
representamos la relación entre el incremento de caudal y el incremento de
APU ˜obteniendo la curva de pendientes de la clase de edad más restrictiva.
Figura 30.- Relación pendiente de la curva APU del adulto con el caudal, puntos de
cambio significativo de este, en el tramo Tre-1.
Según estos resultados en este tramo tendríamos un caudal ecológico
57
mínimo de 0,2 m3/s y un caudal ecológico óptimo de 1,4 m3/s. Como el tramo
presenta buena aptitud como frezadero, si se considera adecuado según
estudios de poblaciones y de gestión de pesca, se debería de considerar la
optimización del mismo para esta función, esto supondría que para este
estado necesitaría menos caudal, 0,2 m3/s sería el valor para su caudal
ecológico mínimo y 1 m3/s como óptimo.
7.3.3 SIMULACIÓN ESTACIÓN TRE-2
En esta estación no fue posible realizar la simulación hidráulica con los
datos tomados en primavera, por lo complejo de su trazado y la entrada de un
afluente por la orilla izquierda, en la campaña de verano se mejoraron y
completaron las mediciones, y finalmente fue posible realizar la simulación,
pero sólo con un dato de altura-caudal. La estación se ubica justo al sur del
pueblo de Trevelez junto a la depuradora.
Foto 7. Vista de la estación Trevélez 2 durante la primavera.
58
Figura 31. Localización de la estación Trevelez 2.
En la fotografía aérea se aprecia a la izquierda el camino que baja a la
depuradora y que da acceso a este tramo, el tramo se encuentra justo en la
zona en la que el río recibe un afluente por su orilla izquierda y se pega a una
pared vertical rocosa.
Foto 8. Vista aérea del tramo correspondiente a la estación Tre-2, próxima a la
depuradora de esta localidad, con un gran prado en la orilla derecha y pegado a una
pared rocosa en la izquierda.
59
Figura 32. Imagen de la estación Tre-2 en la campaña de verano con un caudal de 0,141
3
m /s cuando se pudo llevar a cabo la simulación hidráulica.
En las siguientes imágenes mostramos el resultado de profundidades,
velocidades y habitabilidad combinada una vez realizada la simulación en la
3
estación Tre-2, para un caudal de 0,5 m /s.
3
Figura 38.- Distribución de profundidades, estación Tre-2 caudal 0,5 m /s.
60
Figura 34. Distribución del vector de velocidades en la estación Tre-1 con un caudal de
3
0,5 m /s.
Figura 35. Distribución de la habitabilidad combinada en la estación Tre-2 con un caudal
3
de 0,5 m /s.
La simulación se realizó en esta estación ajustando los parámetros “ α“
y “b” , a 2,9 y 1,2 respectivamente.
61
En este tramo se han obtenidos los siguientes APU para los cuatro
estados de desarrollo estudiados, Adulto, Juvenil, alevín y freza.
Figura 36.- Curvas APU-Caudal para los cuatro estados de desarrollo estudiados en la
estación Tre 2.
En las curvas APU-Caudal se aprecian dos partes una inicial en la que
se aumenta él área potencia útil, hasta un valor en el que está comienza a
disminuir, en la segunda parte aparece un repunte de las curvas y la
habitabilidad del tramo continua subiendo, este último resultado se debe a que
al aumentar el caudal por encima de 1, 7 m3/s comienzan a aparecer buenas
zonas para la fauna en el pequeño afluente de la orilla izquierda del tramo, con
lo que el área utilizable por los peces es mayor, la interpretación de las curvas
se van a hacer en el primer tramo ya que se están buscando caudales
mínimos.
Se observa que en las curvas de los estados más jóvenes la
habitabilidad disminuye mucho al bajar el caudal por debajo de 0,3 m3/s, y que
se obtiene un buen hábitat con 0,5 y 0, 9 m3/s para alevines y juveniles, el
caudal mínimo óptimo para el estado adulto es el de 1,2 m3/s.
62
Figura 37.- Relación pendiente de la curva APU del adulto con el caudal, puntos de
cambio significativo de este, en el tramo Tre-2.
En esta estación recomendaríamos 0, 35 m3/s como caudal mínimo
ecológico y 1,2 m3/s, como caudal óptimo.
7.3.4 SIMULACIÓN ESTACIÓN TRE-3
Esta estación se encuentra aguas arriba del pequeño azud próximo al
pueblo de Trevelez.
Foto 9. Vista de la estación Trevélez 3
63
Foto 10. Foto aérea del tramo en la que se aprecia el prado y el azud con el puente.
3
Figura 38. Topografía del tramo con los caudales de primavera 1,16 m /s y de verano
3
0,215 m /s.
En las dos campañas se midió la altura del agua y los caudales con lo
que se ajustó la curva de gasto, en la figura 39 se observa la sección
transversal y los niveles del agua de las dos campañas.
Figura 39. Sección transversal de la estación Tre-3 y nivel de las aguas para los caudales
de primavera y de verano.
Como ejemplo de la simulación hidráulica se expone, en las figuras
siguientes la planta con los resultados obtenidos en cuanto a profundidad
64
(representada por colores), velocidad del agua (por vectores) y habitabilidad
3
combinada para un caudal de 0,5 m /s.
3
Figura 40.- Simulación de profundidades para un caudal de 0,5 m /s en la estación Tre-3.
3
Figura 41.- Simulación de velocidades para un caudal de 0,5 m /s en la estación Tre-3.
65
3
Figura 42.- Índice de habitabilidad combinado para un caudal de 0,5 m /s
estación Tre-3. estación Tre-3.
en la
Una vez medidos en las dos campañas los niveles y caudales, se ajustó
la curva de gasto con los siguientes valores α = 1,7 y b = 1,3
Los resultados de APU para esta estación se encuentran en la figura
siguiente. Los resultados de APU para esta estación se encuentran en la figura
siguiente.
Figura 43.- Curvas APU-Caudal para los cuatro estados de desarrollo estudiados en la
estación Tre 3.
66
En este tramo se observa un óptimo para alevines en 0, 7 m3/s, y una
caída de la habitabilidad para los alevines a partir de 0,5 m3/s, este caudal
también marca la pérdida de hábitat para la freza, los juveniles también pierden
gran cantidad de hábitat al disminuir el caudal por debajo de 0,5 m3/s , pero su
óptimo necesita más caudal 1,5 m3/s, los adultos llegan al tramo donde la
habitabilidad se mantiene con 3,5 m3/s manteniéndose esta con todos los
caudales simulados, la gran pérdida de hábitat para esta fase de desarrollo se
produce disminuyendo el caudal por debajo de 1,2 m3/s. La curva de
pendientes muestra las variaciones producidas en los incrementos de APU con
el caudal, en ella apreciaremos los valores de caudal que hacen disminuir poco
el APU.
Figura 44.- Relación pendiente de la curva APU del adulto con el caudal, puntos de
cambio significativo de este, en el tramo Tre-3.
3
En este tramo el caudal ecológico mínimo sería 0,5 m /s, con el que se
consigue una buena superficie habitable para todos los estados de desarrollo y
3
el óptimo 1,2 m /s.
7.3.5. SIMULACIÓN ESTACIÓN TREVELEZ 4
Esta estación se encuentra aguas abajo del azud que se encuentra en el
paraje de Porticuelo y del arroyo que viene del Barranco de los Castaños.
El tramo tiene 6,5 m de ancho y aproximadamente 100 m de largo,
situado en una zona de poca pendiente con algún rápido y zonas remansadas.
67
Foto 11.- Vista del tramo Tre-4
En la siguiente imagen se muestra la localización del tramo y una fotografía
aérea del mismo.
Figura 45. Localización de al estación Tre-4
68
Figura 46. Topografía del tramo Tre-4, en las dos temporadas de muestreo.
Foto 12. Vista aérea del tramo Tre-4 y parte de su cuenca vertiente.
En esta estación se midió el caudal y la altura del agua en dos épocas
del año, para ajustar la curva de gasto. En el gráfico 47 se muestra la sección
transversal donde se midieron los caudales y los niveles del agua en las dos
campañas.
Figura 47. Sección transversal del tramo Tre-4 y niveles del agua medidos con un caudal
3
3
de 1,41 m /s en primavera y 0,267 m /s en verano.
69
Una vez realizada la simulación hidráulica en las siguientes figuras
presentamos los parámetros hidráulicos
velocidades, profundidades y
3
habitabilidad, al llevar a cabo la simulación con un caudal de 0,6 m /s.
3
Figura 48.- Distribución de la profundidad en el tramo Tre-4 con un caudal de 0,6 m /s.
Figura 49.- Representación de los vectores de velocidad en el tramo Tre-4 con un caudal
3
de 0,6 m /s.
70
3
Figura 50.- Distribución de la habitabilidad del tramo Tre-4 con un caudal de 0,6 m /s.
Para la simulación la curva de gasto se ajustó con los siguientes valores
b = 0,85 y α = 1,67. El resultado de las áreas potenciales útiles para los
diferentes caudales se muestra en la siguiente figura (figura 59).
Figura 51.- Representación de las curvas APU-Caudal para la estación Trevélez 4.
71
Las curvas de juvenil y alevín que evolucionan casi conjuntamente,
disminuyen su habitabilidad de forma más marcada cuando el caudal
3
3
disminuye por debajo de 0,4 m /s, y tienen un óptimo en 2 m /s, la curva del
adulto pierde mucho área potencial útil al disminuir el caudal por debajo de 0,8
3
m /s y se estabiliza en unos valores casi constantes de habitabilidad a partir de
3
4,5 m /s, los frezaderos también disminuyen al bajar el caudal por debajo de
3
0,4 m /s.
La pendiente de la curva más restrictiva frente al caudal simulado nos
muestra los cambios de pendiente con lo que seleccionamos el caudal mínimo,
básico y óptimo, para este tramo.
Figura 52.- Pendiente de la curva del Área Potencial Útil, para el tramo Trevélez 4.
Considerando la habitabilidad para todos los estados de desarrollo
3
3
estimamos un caudal mínimo de 0,4 m /s y un caudal óptimo de 2 m /s para
este tramo.
7.3.6 SIMULACIÓN ESTACIÓN TRE- 5
La estación está situada unos 200 m aguas arriba del puente que cruza
el río en el pueblo de Busquistar. El tramo está muy encajado constituido por
una sucesión de rápidos sin pozas. Es representativo de esta zona del río,
donde el valle se encañona y aumenta la pendiente del río.
72
Foto 13.- Vista del tramo Tre-5
Figura 53. Localización geográfica del tramo, aguas arriba del puente en el sendero que
baja de Busquistar
73
Foto 14. Fotografía aérea del tramo y parte del valle, se observa la zona cerrada que
circunda el tramo.
3
Figura 54. Topografía del tramo Tre-5 con un caudal de 1, 25 m /s en primavera y de 0,09
3
m /s en verano.
En este tramo también se repitieron las mediciones de caudal y altura
del agua en primavera y en verano, en la primera temporada se obtuvo un
3
3
caudal de 1,25 m /s y en verano de 0,09 m /s , siendo una de las estaciones
donde el caudal ha disminuido más dramáticamente.
74
Figura 55. Sección transversal del tramo con los niveles del agua en las dos temporadas.
3
Figura 56.- Distribución de la profundidad en el tramo Tre-5 con un caudal de 1,25 m /s.
3
La simulación con un caudal de 1,25 m /s nos dio la siguiente
distribución de velocidades, profundidades y habitabilidad.
75
Figura 57.- Representación de los vectores de velocidad en el tramo Tre-5 con un
3
caudal de 1,25 m /s.
3
Figura 58.- Distribución de la habitabilidad del tramo Tre-5 con un caudal de 1,25 m /s.
Con los dos datos de nivel y caudal se ajustó la curva de gasto,
obteniéndose para la simulación los siguientes valores b = 1,9 y α = 1,69. El
resultado de las áreas potenciales útiles para los diferentes caudales se
muestra en la siguiente figura (figura 70). No se realizó la simulación para
frezaderos pues el tramo no presentaba aptitudes para albergarlos.
76
Figura 59. Resultados de simulación APU-Caudal. En la estación Tre-5.
Las gráficas de juveniles y alevines después de llegar al óptimo con
caudales de alrededor de 1,2 m3/s, disminuyen la habitabilidad y luego vuelven
a remontarla, esto ha podido ocurrir al ser este un tramo complejo y comenzar
a llenarse algunas zonas someras de las orillas con caudales más altos,
obteniéndose más hábitat en estos cauces secundarios adecuados par estas
clases de edad. Se obtiene una gran caída de la habitabilidad para estas clases
con 0,4 m3/s, este cambio de pendiente para el adulto se produce con 0, 8
m3/s, el óptimo para el adulto se obtiene con 1,2 m3/s, y para los estados más
jóvenes con caudales entre 0,8 y 1 m3/s.
La pendiente de la curva más restrictiva frente al caudal simulado nos
muestra los cambios de pendiente con lo que seleccionamos el caudal mínimo,
básico y óptimo, para este tramo.
77
Figura 60.- Pendiente de la curva del Área Potencial Útil, para el tramo Trevélez 5.
El tramo no presenta buenas condiciones para la supervivencia de
poblaciones de trucha, la habitabilidad cae mucho con caudales ligeramente
altos incluso para las truchas adultas, esto puede ser debido a las fuertes
pendientes, que provocan que con caudales altos se obtengan grandes
velocidades incompatibles con el mantenimiento de los peces en el tramo, este
tramo sólo lo utilizarán ocasionalmente, o en situaciones de alto caudal
refugiados en pequeños cauces secundarios, donde los peces pequeños
pueden mantenerse frente a velocidades adversas. A pesar de esto se pueden
3
3
recomendar como caudal mínimo 0,4 m /s y el caudal óptimo de 1.2 m /s para
este tramo.
7.3.7. SIMULACIÓN ESTACIÓN TRE- 6
La estación está situada unos 100 m aguas arriba del puente que cruza
el río en el pueblo de Mecina-Fondales. El tramo es muy similar al anterior muy
encajado constituido por una sucesión de rápidos y tiene una poza. EL cambio
de caudales entre la primavera y el verano fue muy drástico como se aprecia
en las siguientes fotografías.
78
Foto 15.- Vista del tramo Tre-6 en la campaña de primavera
Foto 16. Vista del tramo en la campaña de verano.
79
La estación se localiza al fondo del valle aguas arriba del cruce del sendero
que baja de Mecina fondales.
Figura 61. Localización geográfica de la estación Tre-6.
Foto 17. Vista aérea de la estación y del valle que lo rodea.
El tramo tenía una complejidad geomorfológica alta, y se encuentra en un valle
muy cerrado.
80
3
Figura 62. Topografía del tramo en la campaña de primavera con un caudal de 1,07 m /s
3
y en la de verano 0,220 m /s
La curva de gasto se ajustó con los valores de nivel y caudal de las dos
temporadas.
Figura 63.Sección transversal de la estación Tre-6 y nivel del agua en las dos campañas
de muestreo.
3
La simulación con un caudal de 1,6 m /s nos dio la siguiente distribución
de velocidades, profundidades y habitabilidad.
81
3
Figura 64.- Distribución de la profundidad en el tramo Tre-6 con un caudal de 1,6 m /s.
Figura 65.- Representación de los vectores de velocidad en el tramo Tre-6 con un
3
caudal de 1,6 m /s.
82
3
Figura 66.- Distribución de la habitabilidad del tramo Tre-6 con un caudal de 1,25 m /s.
Para la simulación la curva de gasto se ajustó con los siguientes valores
α = 1,2 y b = 1,67. El resultado de las áreas potenciales útiles para los
diferentes caudales se muestra en la siguiente figura (figura 38).
Figura 67.- Representación de las curvas APU-Caudal para la estación Trevélez 6.
83
En este tramo claramente la habitabilidad baja mucho en cuanto el
caudal aumenta en todas las clases de edad, lo que demuestra que es un
tramo poco adecuado para encontrar hábitat para la especie piscícola
estudiada, valores tan bajos como 0,35 m3/s, ya producen una bajada de la
superficie de hábitat disponible para juveniles y alevines. Incluso en la clase
adulto el óptimo se encuentra en 0,5 m3/s disminuyendo el área utilizable a
partir de este caudal, seguramente debido al igual que en la estación anterior al
aumento de la velocidad de la corriente.
La pendiente de la curva más restrictiva la del adulto frente al caudal
simulado nos muestra los cambios de pendiente que se producen con caudales
muy bajos, lo que hace complicado seleccionar el caudal óptimo, para este
tramo.
Figura 68.- Pendiente de la curva del Área Potencial Útil, para el tramo Trevélez 6.
Con estos resultados tan restrictivos estimamos un caudal mínimo de 0,2
m3/s y un caudal óptimo de 0.5 m3/s para este tramo, aunque probablemente
y como ocurre con la estación anterior tramos de estas características sean
poco utilizados por los peces. Sin embargo esta sección del río cumplirá otras
funciones que dependerán también de un régimen de caudales adecuado, o
será utilizada por los peces en momentos concretos del año, como por ejemplo
para las migraciones, por lo que si es conveniente que por el circule el agua
suficiente para que estos procesos no se vean alterados o modificados de gran
forma que el sistema no pueda recuperarse.
84
7.4.
RÉGIMEN DE CAUDALES ECOLÓGICOS
Se van a proponer dos series de regímenes ecológicos de caudales,
una para los tramos de cabecera, hasta la estación Tre-2 y otros para los
tramos medios, estaciones Tre-3 y Tre-4. Por las razones expuestas en los
párrafos anteriores no se considera oportuno recomendar un régimen de
caudales ecológicos basado en las preferencias de la fauna piscícola para los
tramos más bajos Tre-5 y Tre-6
En cada una de estas series se propondrán tres caudales ambientales
uno para años secos, otro para años normales y otro para húmedos. Estos
regímenes tendrán un valor mensual y se fijarán a partir del caudal propuesto
para el mes más seco. Este caudal, para el año seco es el caudal que hemos
considerado como mínimo ecológico, y para el año húmedo el caudal es el
considerado como óptimo, proponiendo un caudal intermedio para los años
normales, a partir de estos valores se proponen doce valores que seguirán la
pauta de variación mensual del régimen natural.
La serie de regímenes de caudales ecológicos para los tramos de cabecera
toma los siguientes valores:
Tabla 9. Regímenes ecológicos de caudales para los tramos altos del río Trevelez.
3
Caudales mensuales m /s
Año seco
Año medio
Año Húmedo
Caudal mínimo
0,2
0,7
1,2
Oct
Nov
Dic
Ene
Feb
Mar
Abr
May
Jun
Jul
Ago
Sep
0,38
0,56
0,62
0,75
0,89
0,76
0,76
0,84
1,01
0,41
0,20
0,21
1,35
1,97
2,17
2,62
3,13
2,65
2,67
2,94
3,52
1,42
0,70
0,74
2,31
3,37
3,72
4,49
5,37
4,55
4,57
5,05
6,04
2,44
1,20
1,27
Para los tramos aguas abajo de la localidad de Trevelez representados por Tre3 y Tre-4.
85
Tabla 10. Regímenes ecológicos de caudales para los tramos medios del río Trevelez.
3
Caudales mensuales m /s
Año seco
Año medio
Año Húmedo
Caudal mínimo
0,4
0,9
1,5
Oct
Nov
Dic
Ene
Feb
Mar
Abr
May
Jun
Jul
Ago
Sep
0,77
1,12
1,24
1,50
1,79
1,52
1,52
1,68
2,01
0,81
0,40
0,42
1,73
2,53
2,79
3,37
4,02
3,41
3,43
3,79
4,53
1,83
0,90
0,95
2,89
4,22
4,65
5,62
6,71
5,69
5,71
6,31
7,55
3,05
1,50
1,59
Estos regímenes tienen la siguiente expresión gráfica.
Figura 69. Regímenes ambientales propuestos para años secos, normales y húmedos en
los tramos altos (por encima de 1300 m.) del río Trevélez.
86
Figura 70. Regímenes ambientales propuestos para años secos, normales y húmedos en
los tramos medios (por debajo de 1.300 m) del río Trevelez
7.5 CONCLUSIONES PARCIALES
Para el establecimiento de un régimen de caudales ecológicos, y
basándose en los objetivos requeridos, se elige la metodología más adecuada,
y finalmente se realiza su estimación. Pero son desafortunadamente muchas
las experiencias en varios países, incluido en nuestro, en el que estos cálculos
no se traducen en un establecimiento de esos caudales en el río, para ello se
necesita un plan de gestión de los recursos naturales que determine la
necesidad de desarrollarlos porque hay un objetivo ambiental que se pretende
mejorar. Además de esto en el plano práctico se necesitan infraestructuras
para establecerlos, normalmente los caudales están alterados porque existe un
sistema de aprovechamiento de la cuenca que los altera, para que se puedan
soltar unos determinados caudales se necesita un ingenio mecánico que los
suelte, un sistema de control del aprovechamiento de la cuenca, en muchos
casos una compuerta con un caudalímetro. Este dispositivo, sea el que sea,
debe disponerse de tal forma que permita en el tramo afectado, que se
dispense los caudales calculados en tiempo y forma.
Finalmente debe existir la comprobación o el seguimiento del sistema
que se pretende mejorar, si lo que pretendemos es mejorar el hábitat de las
especies fluviales, debemos utilizar unos indicadores que nos informen de si
ese caudal que hemos establecido realmente está traduciéndose en una
mejora del estado de esas poblaciones. Por lo tanto se deberá diseñar un plan
de seguimiento, que en este caso puede ser perfectamente un estudio de la
dinámica de las poblaciones de trucha, que certifique que lo que se ha
propuesto tiene efectos positivos en el sistema fluvial. Con esto queremos
establecer una conclusión inicial, y decir que lo que aquí se expone no es más
que el principio de una tarea larga, que debe ir encaminada a la consecución
87
de la mejora de nuestro entorno, y en este caso particular de la vertiente sur de
Sierra Nevada, de momento estamos sólo en el principio.
A modo de resumen, a continuación se expone de nuevo la serie de
regímenes de caudales ecológicos para los tramos de cabecera, los cuáles
toman los siguientes valores:
Tablas 11 y 12. Regímenes ecológicos de caudales para los tramos altos (izquierda) y
media (derecha) del río Trevelez.
3
3
Caudales mensuales m /s
Caudal
mínimo
Oct
Nov
Dic
Ene
Feb
Mar
Abr
May
Jun
Jul
Ago
Sep
Año
seco
Año
medio
Año
Húmedo
0,2
0,7
1,2
0,38
0,56
0,62
0,75
0,89
0,76
0,76
0,84
1,01
0,41
0,20
0,21
1,35
1,97
2,17
2,62
3,13
2,65
2,67
2,94
3,52
1,42
0,70
0,74
2,31
3,37
3,72
4,49
5,37
4,55
4,57
5,05
6,04
2,44
1,20
1,27
Caudales mensuales m /s
Año Año
Año
seco medio Húmedo
Caudal
0,4
0,9
1,5
mínimo
0,77
1,73
2,89
Oct
1,12
2,53
4,22
Nov
1,24
2,79
4,65
Dic
1,50
3,37
5,62
Ene
1,79
4,02
6,71
Feb
1,52
3,41
5,69
Mar
1,52
3,43
5,71
Abr
1,68
3,79
6,31
May
2,01
4,53
7,55
Jun
0,81
1,83
3,05
Jul
0,40
0,90
1,50
Ago
0,42
0,95
1,59
Sep
88
8. RESULTADOS DE CALIDAD BIOLÓGICA DEL ECOSISTEMA
8.1. ESTRUCTURA BÁSICA DEL PROYECTO:
MEDIANTE ESTACIONES DE MUESTREO:
•
Inventario ecológico
o Estado ecológico de las riberas: QBR
o Indice de calidad del hábitat fluvial: IHF
o Vegetación de ribera: Estudio florístico.
o Macroinvertebrados (Índice biótico): Índice cuantitativo IBMWP.
o Vertebrados amenazados y/o indicadores.
• Búsqueda bibliográfica/encuestas.
• Transectos de inventario.
•
Caracterización del hábitat:
o Caracterización físico-química de las aguas.
o Geomorfología del cauce.
• Usos del suelo.
• Caract. Zonas inundación y orillas.
• Macrohábitats, pendientes.
• Sustratos y refugios.
• Otros: Sombreado, erosionabilidad, etc.
MEDIANTE EL ESTUDIO DE LA CUENCA VERTIENTE (no desarrollado completamente)
o Grado de erosión del área vertiente.
o Usos y aprovechamientos del entorno.
• Usos que alteran la dinámica fluvial y/o caudales.
• Usos que alteran la calidad de las aguas.
• Usos que alteran la calidad del entorno.
89
8.2. ÍNDICE DE CALIDAD DEL HÁBITAT FLUVIAL (IHF)
El índice de hábitat fluvial (IHF) surge como respuesta a la necesidad de
caracterizar los cauces de los ríos mediterráneos dentro de los objetivos
generales en la valoración del estado ecológico de los ríos mediterráneos de
acuerdo con la Directiva Marco del Agua (2000/60/EC).
El IHF valora aspectos físicos del cauce relacionados con la
heterogeneidad de hábitats y que dependen en gran medida de la hidrología y
del sustrato existente, como son la frecuencia de rápidos, la existencia de
distintos regímenes de velocidad y profundidad, el grado de inclusión del
sustrato y sedimentación en pozas, y la diversidad y representación de
sustratos.
También se evalúa la presencia y dominancia de distintos elementos de
heterogeneidad, que contribuyen a incrementar la diversidad de hábitat físico y
de las fuentes alimenticias, entre ellos materiales de origen alóctono (hojas,
madera) y de origen autóctono, como la presencia de diversos grupos
morfológicos de productores primarios.
El índice presenta un alto potencial para valorar el grado de alteración
del hábitat de los ríos mediterráneos, mediante comparación con valores del
IHF existentes en localidades de referencia con muy buen estado ecológico.
A continuación se exponen los resultados obtenidos para este índice en
las diferentes estaciones del río Trevélez:
90
HETEREOGENEIDAD HÁBITAT (IHF)
85
1
2
3
4
VALOR
80
75
IHF
70
65
60
1
2
3
4
5
6
7
8
9
ESTACIÓN
Figura 71: Zonificación en función de hetereogeneidad del hábitat (IHF):
•
•
1
: Área comprendida entre la cabecera del río Trevélez y el pueblo del
mismo nombre.
2
: Área comprendida al paso por el pueblo del río Trevélez y su
depuradora.
•
3
•
4
: Área desde el municipio de Trevélez hasta la junta con el río Poqueira.
: Área comprendida entre la junta con el río Poqueira y la desembocadura
al río Guadalfeo.
91
4
Figura 72: Valor de los índices de heterogeneidad para cada estación de estudio, y zonificación en
función del mismo.
92
De los resultados expuestos, se observan cuatro tendencias generales
en los 27 km. de línea principal del río, que vienen a coincidir claramente con
diferentes eventos que se manifiestan a lo largo del mismo:
Zona 1: Hasta la población de Trevélez, presenta valores elevados, tan
sólo alterados por la presencia de dos tramos secos en los meses de estiaje.
Estos valores se corresponden a áreas de media montaña sin presiones ni
impactos de consideración.
Zona 2: En la zona de paso por dicha población el índice sufre las
consecuencias de un mayor aprovechamiento del cauce y sobre todo la pérdida
de calidad de hábitat derivada del vertido de aguas residuales y el aumento de
finos, con la consecuente colmatación.
Zona 3: El hábitat se recupera de nuevo lentamente desde la población
de Trevélez hasta la junta con el río Poqueira, hasta los valores iniciales.
Zona 4: Finalmente, la colmatación y sobre todo la laminación del río
determinan la pérdida de heterogeneidad por lo que el índice pasa a sus
valores más bajos aunque se mantiene en valores relativamente aceptables.
93
8.3. ÍNDICE DE CALIDAD DE LAS RIBERAS (QBR)
Entre los aspectos a considerar para cuantificar y calificar la “calidad
ecológica” de los ecosistemas acuáticos, propuestos por la Directiva Marco del
Agua (DMA), las riberas constituyen uno de los más importantes.
Las razones son obvias y obedecen por una parte a sus valores
naturales (elevada riqueza y diversidad florística y faunística); a la posibilidad
de diversificación del paisaje incorporando elementos biogeográficos en cierta
manera anómalos, a su capacidad para incidir sobre la calidad ambiental del
ecosistema acuático que rodea, a través del control de la temperatura del agua
de la entrada de materiales orgánicos externos y de los nutrientes e incluso por
su capacidad para diseñar microambientes terrestres y acuáticos utilizados
para diversas funciones por los organismos (Gregory et al., 1991). Además, la
vegetación ribereña juega un papel esencial en la retención y atenuación de los
efectos destructores de las avenidas de agua).
Como zona de transición o interfase (Mitsch et al., 1994) ha sido muy
estudiado su función de “filtro” y, en cierta medida de sistema “depurador”
aunque queda mucho por conocer sobre su función como “comunicador” entre
el ecosistema acuático y su entorno terrestre y como “corredor” en el sentido
longitudinal.
Recientemente se le está prestando mucha atención a las relaciones
complejas que se establecen entre el flujo natural de agua y su variabilidad
anual sobre la estructura y organización de la vegetación de los bosques
ribereños.
Todos estos valores y funciones que ostentan los bosques de ribera les
hacen excelentes indicadores de la gestión del territorio y este es el sentido de
su inclusión como elemento clave para la calificación del estado ecológico de
los ríos.
Sin embargo, las riberas siempre han estado en conflicto con el hombre,
puesto que en ellas se ha desarrollado todo tipo de actividades con distinto
grado de impacto (agricultura de regadío, ganadería-pastoreo, vías de
comunicación, etc).
Hoy día las riberas se encuentran en un estado importante de
degradación general, lo cual ha generado una fructífera línea de trabajo cuyo
objetivo es diseñar y ensayar técnicas de restauración. No existen muchas
propuestas para cuantificar la calidad ambiental de las riberas utilizando índices
de fácil manejo y de aplicación sencilla, así que Munné et al. (1998; 2003),
propusieron el QBR que en cuatro bloques recoge distintos componentes y
atributos de las riberas: - cubierta vegetal, -estructura de la vegetación, naturalidad y complejidad del bosque ribereño y – grado de alteración del canal
fluvial. Los valores del índice se distribuyen en cinco rangos de calidad (>95:
94
estado natural; 90-75: calidad buena; 70-55: calidad aceptable; 30-50: calidad
mala; < 25: calidad pésima)
En términos generales, los ríos mediterráneos se caracterizan por su
variabilidad hídrica espacio- temporal lo cual les lleva a tolerar desde periodos
de sequía importantes y relativamente largos hasta avenidas de agua
puntuales de distinta intensidad. Las riberas están sometidas a estas
perturbaciones y su estado natural refleja en buena medida el régimen hídrico
que prevalece.
Este índice, a diferencia del resto de índices da una visión muy parcial
del ecosistema a estudiar, estando muy condicionado por las particularidades
del punto de muestreo. La inoperatividad de establecer estaciones en continuo
en un estudio de este tipo, expone el método a estos inconvenientes, aunque
esto se ve compensado por el sistema de elección de las estaciones que tratan
de ser representativas de los tramos de río a estudio.
A continuación se exponen los resultados obtenidos para el río Trevélez:
CALIDAD DE RIBERA (QBR)
140
1
120
2
VALOR
100
80
QBR
60
40
20
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
ESTACIONES
Figura 73: Índice de calidad de ribera (QBR):
•
•
1
: Bajada significativa del índice al paso por el pueblo
por Trevélez.
2
: Bajada significativa del índice, coincidiendo con la
llanura aluvial de la desembocadura.
95
1
2
Figura 74: Índice de calidad de ribera (QBR): La coloración de los puntos indica calidad
según QBR en cada estación, mientras la coloración del río marca la calidad general obtenida
en base a todos los índices medidos.
•
•
1
2
: Bajada significativa del índice al paso por el pueblo por Trevélez.
: Bajada significativa del índice, coincidiendo con la llanura aluvial de la desembocadura.
96
En general, y como se observa en el gráfico, existe una correspondencia
de los resultados por el paso del río por el municipio de Trevélez, así como la
llegada del río a la llanura aluvial, donde alcanza valores más bajos, después
de la junta con el río Poqueira.
Por otro lado, hay que tener en cuenta el encajonamiento que sufre el río
Trevélez después de la estación 7 (Busquistar), hasta la estación 9, lo que
condiciona sobremanera los resultados obtenidos, ya que está al límite de la
potencialidad.
El tramo donde las riberas toman mayor desarrollo es el comprendido
entre la estación 5 y la 6, donde se desarrollan en plenitud, con comunidades
relativamente complejas para un arroyo de media montaña, llegando a
presentar masas de alisos de cierta importancia.
En general es patente la alteración de las riberas en muchos puntos de
cabecera, observados en el recorrido íntegro, sobre todo en los tramos
inmediatamente superiores a la población de Trevélez, donde el exceso de
carga ganadera y la falta de protección de las riberas, producen una fuerte
degradación.
97
8.4. ÍNDICE DE CALIDAD FLUVIAL BASADO EN MACROINVERTEBRADOS
(IBMWP)
Para obtener una visión más amplia de la calidad de un río habría que
realizar un seguimiento físico-químico continuado en el tiempo, lo que implica
un elevado coste ya que requiere instrumentación específica. Una solución más
económica e integral consiste en estudiar una comunidad biológica, ya que su
estructura funcional integra el efecto de muchos factores ambientales y,
además, necesita un tiempo más o menos prolongado para recuperarse tras
sufrir una perturbación. De tal forma que una alteración de la estructura de la
comunidad con respecto a las condiciones naturales puede ser indicativa de
una perturbación sufrida tiempo atrás o que aún está afectando a la
comunidad: a este procedimiento se le denomina biovaloración.
La nueva Directiva Marco del Agua de la Unión Europea ha recogido la
utilidad de las comunidades biológicas para valorar el estado ecológico de los
ecosistemas fluviales, lo que obliga a los países miembros a incluir las
comunidades de plantas acuáticas, peces y macroinvertebrados bentónicos en
la valoración del estado de sus ríos y arroyos. De tal manera, que antes del año
2016 los países miembros tienen que haber conseguido el buen estado
ecológico de sus masas de agua empleando esas comunidades.
Por tanto, el conocimiento de la estructura y funcionamiento ecológico de
la comunidad de macroinvertebrados bentónicos y las técnicas para su
recolección y seguimiento son esenciales para alcanzar adecuadamente los
objetivos de dicha Directiva.
La variedad de rangos de tolerancia a las perturbaciones significa que
ante una alteración hay especies muy sensibles que pueden desaparecer o
reducir su abundancia, mientras que las más tolerantes pueden incrementar
sus densidades cuando otras ya han desaparecido. Esta propiedad ha
permitido el desarrollo de los denominados índices bióticos basados en la
tolerancia de los diferentes taxones de macroinvertebrados a la contaminación
o a las perturbaciones humanas
Dentro de este tipo de índices bióticos caben destacar: el índice para
valorar la contaminación orgánica en las Islas Británicas (BMWP Biological
Monitoring Working Party), su variante para la Península Ibérica (IBMWP
Iberian Biomonitoring Working Party, antes BMWP´).
Estos índices han tenido una amplia difusión debido a que simplifican las
complejas respuestas de una comunidad en un valor numérico que es
fácilmente comprensible e interpretable, además de no requerir un elevado
conocimiento taxonómico ni una cuantificación de los individuos de cada taxón.
Con la base metodológica del índice IBMWP, se han recolectado
ejemplares de las 9 estaciones seleccionadas, obteniendo los siguientes
resultados:
98
CALIDAD INVERTEBRADOS (IBMWP)
180
160
1
2
140
VALOR
120
100
IBMWP
80
60
40
20
0
ESTACIONES
Figura 75: Índice de calidad fluvial basado en macroinverteb rados (IBMWP):
•
•
1
2
: Bajada significativa del valor del índice después del efluente de Trevélez.
: Bajada significativa del índice, coincidiendo con los efluentes de La Tahá.
99
1
2
Figura 76: Índice de calidad fluvial basado en macroinverteb rados (IBMWP): La coloración
de los puntos indica calidad según IBMWP en cada estación, mientras la coloración del río marca
la calidad general obtenida en base a todos los índices medidos.
•
•
1
2
: Bajada significativa del valor del índice después del efluente de Trevélez.
: Bajada significativa del índice, coincidiendo con los efluentes de La Tahá.
100
Tanto en los datos obtenidos por el IBMWP, como en los índices de
diversidad que valoran esta, en función de familias y abundancias, se obtienen
resultados muy similares:
Se observan tres picos negativos en todas las gráficas correspondientes
a los siguientes eventos:
•
•
•
Zona 1: Ligera pérdida de diversidad y abundancias derivado de la
captación de la acequia de cástaras, antes de secarse el curso
totalmente.
Zona 2: Pérdida muy fuerte de diversidad derivado del efluente de
trevelez.
Zona 3: Pérdida de diversidad derivada de colmatación y pérdida de
calidad de las aguas.
Se pone de manifiesto la correlación de estos índices con el resto
expuestos anteriormente, corroborando los resultados expuestos en el
apartado de calidad integral del ecosistema.
8.4.1 Índices de diversidad medidos en base a las familias de
macroinvertebrados obtenidas
Los índices de diversidad son una aproximación a la calidad biológica en
base a la estructura de la comunidad, mientras los índices bióticos (p.ej.
IBMWP), lo son a la contaminación acuática mediante el uso del concepto de
organismo indicador (Washington, 1984).
Con la aparición de presiones sobre el medio, existe una tendencia a
aumentar el número de ejemplares de unos pocos taxones, predominando
sobre los demás, por lo que los índices de diversidad son complementarios a
los índices bióticos.
Los valores de estos índices decrecen al disminuir la diversidad, salvo
en el caso del índice de Simpson que aumentan.
Los datos mostrados indican un comportamiento muy similar de los
índices de diversidad y los índices bióticos.
101
16
0,9
1
14
2
3
0,8
0,7
12
0,6
10
0,5
8
0,4
6
0,3
4
Alfa(dist.log)
Ind.Beger-Pk
Ind.Shannon
Ind.Margalef
Ind.Simpson
0,2
2
0,1
0
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Figura 77: INDICES DE DIVERSIDAD: El índice de Simpson valora de forma inversa dicha diversidad, obteniendo valores más altos cuanto menores
tasas de diversidad se obtienen
•
•
•
1
2
3
: Ligera pérdida de diversidad y abundancias derivado de la captación de la acequia de cástaras, antes de secarse el curso totalmente.
: Pérdida muy fuerte de diversidad derivado del efluente de trevelez.
: Pérdida de diversidad derivada de colmatación y pérdida de calidad de las aguas.
102
8.5. FÍSICO-QUÍMICA DE LAS AGUAS DEL RÍO TREVÉLEZ
Se tomaron datos fisico-químicos “in-situ” de las siguientes estaciones
mediante sondas multiparamétricas:
•
•
•
•
•
•
•
La Junta de los ríos
7 lagunas
Bajo Cástaras
Depuradora Trevélez
Busquistar
Trevélez bajo
Junta Guadalfeo
En las figuras 78,79,80 se muestra la variación de los parámetros
medidos a lo largo del río Trevélez siempre aguas abajo, salvo las dos
primeras estaciones que están situadas en dos ramales diferentes de
cabecera.
Todos los datos fueron tomados en horas centrales del mes de Agosto
con condiciones climatológicas similares, en un corto periodo de tiempo.
Tabla 13: Algunos valores físico-químicos medidos “in-situ” durante los trabajos de
campo.
P
A
R
A
M.
ESTACIONES
Bajo
Depuradora Busquistar Trevélez Junta
Junta 7
lagunas cástaras Trevélez
Bajo
Guadalfeo
de
los
ríos
96
11.2
100
3.2
9.5
9.1
8.2
O2
11.4
15.6
17
17.6
19
21.8
temp 8.6
0.01
0.05
1’5
0.15
2.32
1.86
Cond 0.01
8.5.1 Oxígeno disuelto
El oxígeno disuelto en el agua condiciona sobremanera la vida acuática.
La variación de este valor a lo largo del curso puede depender de
numerosos factores tales como la actividad bacteriana, la pendiente del curso y
turbulencias asociadas, la actividad de la vida vegetal, el grado de solubilidad,
etc.
Asimismo y ante la presencia de efluentes dicha concentración aporta
información importante sobre la magnitud y tipología del mismo, al reaccionar el
oxígeno con gran parte de los agentes biológicos y/o químicos vertidos a los
ríos.
103
Los datos de Oxígeno disuelto mostrados en la figura 78, hay que
interpretarlos por zonas:
•
•
•
•
La zona alta del río Trevélez, hasta la localidad del mismo nombre
presenta altas concentraciones de oxígeno, cercanas a 10 mg/L o 100%
de saturación. Las pendientes altas o moderadas, junto con la ausencia
de efluentes en este tramo condicionan estos datos.
El punto del efluente y las proximidades aguas abajo sufren una
drástica bajada de concentración causado por la oxidación de materia
orgánica así como la presencia de agentes reductores de origen
químico.
Posteriormente la concentración se recupera durante el transcurso hasta
la localidad de Busquistar, llegando a valores prácticamente iniciales
(cabecera), lo que muestra la gran capacidad de autodepuración del
medio.
Aunque en la gráfica no viene representado, los vertidos de las
poblaciones de la Tahá, parcialmente depurados por la depuradora de
Mecina, deben producir una pequeña caida entre las estaciones de
Busquistar y Trevélex bajo, volviéndose a recuperar posteriormente en
las dos últimas estaciones debido a las fuertes turbulencias existentes
antes de las mismas.
O2
O2
Ju
nt
a
7
de
lo
s
río
s
la
De Baj gu
pu o c nas
á
ra
do sta
ra
ra
Tr s
e
Bu vé l
sq ez
Tr
u
e v ist
ar
Ju
é
nt lez
a
G Baj
ua
o
da
lfe
o
12
10
8
6
4
2
0
Figura 78: Concentración de Oxígeno disuelto (mg/l) a lo largo del río Trevélez, aguas
abajo, salvo las dos primeras estaciones situadas en ramales diferentes.
104
8.5.2. Temperatura
La temperatura condiciona la vida acuática, en cuanto a rangos de
tolerancia de muchas especies, así como los efectos que producen en la
solubilidad del oxígeno disuelto.
En el río Trevélez se observa un crecimiento del valor a medida que
disminuye la altitud como era de esperar, con un diferencial máximo de 13.2ºC
entre las dos estaciones de los límites superior e inferior (fig. 93).
Es de destacar el cambio de tendencia (fuerte calentamiento) observado
en las dos últimas estaciones, lo cuál coincide con los cambios generales de
fisionomía (menor pendiente, valle más abierto y mayor insolación) así como
comunidades faunísticas y florísticas asociadas al mismo, con especies mucho
más termófilas que en las estaciones anteriores.
temp
25
20
15
10
temp
5
Ju
nt
a
7
de
lo
s
río
l
De Ba agu s
n
pu jo
ra cá as
do s ta
ra
ra
Tr s
e
Bu vé
le
s
Tr q u z
is
e
J u vé tar
nt lez
a
G Ba
ua jo
da
lfe
o
0
Figura 79: Temperatura del agua tomadas en las diferentes estaciones del río trevélez,
aguas abajo, salvo las dos primeras estaciones situadas en ramales diferentes de
cabecera.
8.5.3. Conductividad
Al ser dependiente de la concentración de iones presentes en el agua,
es un indicador del grado de mineralización del agua, condicionada por la
geología de los sustratos asociados, así como por la naturaleza de los
efluentes.
105
Los valores mostrados en la figura 80 muestran inicialmente datos
habituales de terrenos silíceos, con bajos valores de conductividad.
Posteriormente, y coincidiendo con el vertido de Trevélez se observa un pico
muy pronunciado de dicho valor, muy por encima de lo esperado en efluentes
derivados a aguas de origen silíceo.
Posteriormente, el río se autodepura hasta valores próximos a los
iniciales, en la estación de busquistar para posteriormente sufrir un brusco
aumento final.
Este aumento no puede justificarse tan sólo por los vertidos de la Tahá,
al presentar valores muy por encima de los esperados para una población tan
limitada, más teniendo en cuenta la moderna depuradora existente y los datos
obtenidos para los índices bióticos y de oxígeno disuelto.
Por ello, muy probablemente y a falta de una analítica más completa,
sólo podría ser justificada por la naturaleza geológica de la zona, con fuertes
aportes de aguas ferruginosas en el tramo final, y arrastres de gran cantidad de
sedimentos.
Cond
2,5
2
1,5
1
Cond
0,5
Ju
nt
a
7
de
lo
s
río
l
De Ba agu s
pu jo c na
s
ra
á
do sta
ra
ra
Tr s
e
Bu vé
le
s
Tr q u z
i
e
J u vé star
nt lez
a
G Ba
ua jo
da
lfe
o
0
Figura 80: Conductividad en mS/cm, tomadas a lo largo del río Trevélez, aguas abajo,
salvo las dos primeras estaciones situadas en ramales diferentes de cabecera.
106
8.6. ESTADO ECOLÓGICO DEL RÍO TREVÉLEZ
En el presente apartado se plasman los resultados obtenidos desde el
punto de vista de la calidad biológica de sus aguas (mediante el índice
IBMWP), desde el estudio de la calidad de sus riberas (índice QBR) y desde el
estudio del hábitat fluvial (índice IHF). Si integramos toda esta información
estaremos atendiendo a parte de las exigencias de la DMA en cuanto al estudio
la estructura y en funcionamiento del hábitat fluvial.
Diversos estudios y protocolos tratan de agrupar estos índices en una
categorización única que delimite el estado de calidad del ecosistema fluvial.
A falta de integrar los datos provenientes de la fauna piscícola y la físicoquímica de las aguas, se trata de responder a este requerimiento mediante una
adaptación del protocolo ECOBILL (Prat et al., 1999), realizada por (JáimezCuéllar, 2004), en el que se integra el índice IHF a los otros dos índices.
Llama la atención la necesidad de desarrollar métodos de ponderación
de esta calidad en lo que respecta a caudales, fauna piscícola o índice de
macrófitos. Aún así, y con los datos aquí recogidos se obtiene una estima de
calidad bastante aproximada.
Tablas 14 y 15: ponderación en función de los tres índices principales utilizados. En la
figura 93, obtención del índice ECOSTRIMED y en la 94 (inferior), ponderación de este
con el índice IHF.
ECOSTRIMED
IHF
MUY
BUENO
BUENO
> 70
MUY BUEN ESTADO
MUY BUEN ESTADO
REGULAR
ESTADO MODERADO
MALO
AGUAS DEFICIENTES
PÉSIMO
AGUAS DEFICIENTES
45-70
BUEN ESTADO
<45
BUEN
ESTADO
BUEN ESTADO
ESTADO
ACEPTABLE
ESTADO
AGUAS
MODERADO DEFICIENTES
AGUAS
AGUAS
DEFICIENTES
MALAS
AGUAS MALAS
AGUAS
MALAS
107
IBMWPv
IBMWPc
MBRV
QBRc
IHF
(valor numérico
índice
macroinvertebrados)
(valor cualitativo índice
macroinvertebrados)
(valor
numérico
índice riberas)
(valor cualitativo
índice riberas)
(valor
numérico
índice
heterogeneidad
hábitat)
88
ACEPTABLE
168
BUENA
60
133
BUENA
PUENTE
TREVÉLEZ
DEPURADORA
TREVÉLEZ
155
ESTADO
ECOLÓGICO
72
BUENO
INTERM.
81
MUY BUENO
100
MUY
BUENA
77
MUY BUENO
BUENA
50
MALA
76
MUY BUENO
10
MUY CRÍTICA
45
MALA
67
AGUAS MALAS
BUSQUISTAR
126
BUENA
120
MUY
BUENA
68
BUENO
MECINA
TREVELEZ BAJO
72
ACEPTABLE
75
BUENA
75
MODERADO
63
ACEPTABLE
70
INTERM.
76
MODERADO
JUNTA
GUADALFEO
87
ACEPTABLE
65
INTERM.
60
MODERADO
7 LAGUNAS
CÁSTARAS
CASTARAS BAJO
COLOR
(Colores asociados a las
categorías de estado
ecológico)
Figura 81: ESTADO ECOLÓGICO GENERAL: Obsérvese la degradación existente a partir de los efluentes de Trevélez y los municipios de la Tahá
(Mecina).
108
INDICES DE CALIDAD AGRUPADOS
180
160
140
VALOR
120
IBMWP
QBR
IHF
100
80
60
40
20
1ª
ES
TA
C
2ª
ES .
TA
C
3ª
ES .
TA
C
4ª
ES .
TA
C
5ª
ES .
TA
C
6ª
ES .
TA
C
7ª
ES .
TA
C
8ª
ES .
TA
C
9ª
ES .
TA
C
.
0
ESTACIONES
Figura 82: Simulación gráfica del estado ecológico de la línea principal del río Trevélez, En base a los conocimientos
obtenidos de las estaciones de trabajo. Obsérvese la correspondencia general existente en las grandes
discontinuidades. En el índice IHF, aunque es menos evidente, si se observa a otra escala (página XX), esta
correspondencia existe igualmente.
109
Figura 99: Estado ecológico global del río Trevélez.
110
8.7. CONCLUSIONES PARCIALES
En dicha representación se observa una sucesión de calidad “lógica” en
función de las presiones e impactos a las que es sometido el ecosistema.
Así, en su parte alta, la pérdida de calidad del hábitat, viene
condicionada por la ausencia notable de heterogeneidad, al constituir hábitats
de media-alta montaña, sometido a varios meses de innivación. Aún así su
calidad es evaluada como “Buena”, aunque lógicamente no puede realizarse
una comparación con los tramos inferiores.
Posteriormente, el río alcanza su clímax, hasta la captación de la
acequia grande y la de cástaras que desecan el mismo durante varios kms.
Lógicamente, la pérdida de diversidad en estos puntos es notable, aunque no
ha podido evaluarse al asemejarse el proceso al de las ramblas y no funcionar
estos índices de forma adecuada en estos lugares. Aún así, en una estación
situada justo debajo de la acequia de cástaras, se comprobaba una pérdida
notable en la diversidad de invertebrados derivado de la falta de caudal.
Una vez las aguas vuelven a surgir por el cauce, y hasta el pueblo de
Trevélez, el río recupera las condiciones iniciales, aunque es notable la
alteración producida en las riberas debido a la fuerte carga ganadera y la
ausencia de protecciones del dominio público hidráulico y su zona de
servidumbre.
Una vez entrado en el pueblo de Trevélez, este recibe los efluentes de la
depuradora de este municipio. Es patente la falta de un adecuado
funcionamiento de la misma, que tan sólo criba los materiales sólidos de mayor
tamaño, estando muy infradimensionada con respecto a la población y tejido
industrial (secaderos de jamones) de dicho municipio.
Tras recibir estos vertidos, el río pasa a tener un estado ecológico de
“Aguas malas”, que se corresponde al peor estado contemplado por la Directiva
Marco del Agua.
Esta situación se mantiene a lo largo de 8 Km. en los cuáles, aunque
llega a autodepurarse en parte las aguas, no vuelve a recuperar el estado
inicial, pasando a un estado “Bueno” en la estación de Busquistar.
En todo este recorrido, los impactos sobre el ecosistema son mínimos,
tan sólo pequeñas acequias que riegan islas aledañas, destacando el buen
estado de conservación de sus riberas que en algunos casos presentan
singularidades como alisedas bien conservadas. La heterogeneidad del hábitat
es elevada, y tan sólo existe la limitación de la calidad de las aguas.
Una vez llegados a las poblaciones de Busquistar y La Tahá (pitres), los
efluentes urbanos son tratados en parte por la depuradora de Mecina,
obteniendo una calidad intermedia de las aguas. Aún así, algunos de estos
municipios vierten directamente, sin tratamiento adecuado. A partir de la
111
estación de Busquistar, el río cambia radicalmente hasta un estado general
“Moderado o Aceptable” que se obtiene de una calidad de aguas intermedia,
unas riberas poco desarrolladas debido al encajonamiento del cauce, y un
aumento muy notable de finos y arenas que provocan colmatación y pérdida de
disponibilidad de hábitat. Asimismo las aguas recogen a partir de este punto un
gran aporte aguas ferruginosas que modifican notablemente sus condiciones
fisico-químicas.
Tras su confluencia con el río Poqueira y antes de juntarse con el
Guadalfeo, el río pierde pendiente y entra en una pequeña llanura aluvial, con
un elevado grado de degradación de las riberas, en parte causado por las
avenidas. En esta zona el cauce se ensancha presentando pocas tablas y
pozas por lo que existe una importante pérdida de hábitat útil para la vida
piscícola. En esta zona las aguas ganan parte de calidad al recibir las aguas
del río Poqueira, más limpias en este punto y finos en suspensión.
Una vez unido al Guadalfeo, el río es empresado por la presa del
Granadino, que constituye una barrera física de primera magnitud para la
biodiversidad fluvial de esta subcuenca.
De los datos de estado ecológico obtenidos y su representación gráfica,
se deducen varios aspectos relevantes:
•
La mayor parte de las alteraciones del ecosistema se producen por las
siguientes razones:
o Sobrepastoreo en zonas de ribera y aledañas, utilizando los
animales estas riberas como área de descanso. Esto condiciona
cierta pérdida de calidad de ribera y hábitat fluvial por encima del
pueblo de Trevélez.
o Vertidos urbanos derivados sobretodo de la población de Trevélez
que condiciona su calidad durante más de 8 km. aguas abajo. El
resto de vertidos son de escaso porte y en parte son depurados
por una instalación situada en Mecina (Pitres), que mantiene
calidades intermedias del ecosistema, sin llegar al nivel de
degradación alcanzado en trevelez.
o Dos barreras transversales de consideración para la fauna íctica:
Dique en la parte inferior del municipio de Trevélez de unos 5
metros de altura, que fracciona notablemente las poblaciones de
trucha común existentes, y el dique del granaino, en la
confluencia con el guadalfeo, de cerca de 10 metros de altura.
o Otras Dos barreras no transversales para la fauna íctica: Vertido
de trevelez que incomunica las poblaciones de trucha común
existentes por encima y por debajo, así como la parte de la fauna
invertebrada existente. La segunda serían los dos tramos secos,
situados por encima del pueblo de Trevélez que incomunican
durante los meses de estiaje las poblaciones de trucha común.
112
9. APROXIMACIÓN A LA EVALUACIÓN Y ESTADO DE CONSERVACIÓN
DE LOS MÁRGENES Y CAUCE DEL RÍO TREVÉLEZ. VEGETACIÓN Y
FLORA COMO BIOINDICADORES.
9.1 INTRODUCCIÓN
A lo largo del mes de noviembre de 2005 se realizó una visita al río
Trevélez con la finalidad de evaluar el estado de conservación de su cauce y
zona de influencia del mismo. Es importante destacar que en las fechas en que
se efectuaron las diferentes salidas no es posible la realización de inventarios
florísticos exhaustivos, dado que en esta época del año tanto los geófitos,
como las plantas anuales pasan desapercibidos. Por el mismo motivo la
identificación a nivel específico se ha tenido que realizar en algunos casos por
aproximación de caracteres vegetativos.
Desde el punto de vista florístico y de la vegetación, se ha desestimado
el uso de vegetales bioindicadores ya que, en caso de detectarse, su
presencia o ausencia no serviría mas que para admitir la calidad del agua en
un determinado tramo del río, pero no para negar dicha calidad en los tramos
en los que no se observe la planta usada como indicador. Hemos de pensar
que el cauce prospectado discurre entre los 2.000 y los 400 m. de altitud, y que
la composición florística de cada cauce varía, entre otras posibles razones, por
simples requerimientos ecológicos y ambientales, sin que tenga que intervenir
ningún tipo de contaminante.
Por último, entendemos que la finalidad del presente trabajo no es tanto
una profunda evaluación del río Trevélez, como la detección de eventos que
posibiliten esa evaluación, en éste río o en cualquier otro cauce.
9.2 METODOLOGÍA
Para la realización del presente trabajo se ha recorrido en su integridad
el cauce comprendido entre la unión de los arroyos de Juntillas y Jéres a 2.000
m. de altitud y el pueblo de Trevélez, tramo en buena parte accesible. Desde
éste punto hasta la desembocadura en el Guadalfeo se han realizado accesos
intermitentes en los puntos que son accesibles. No se ha recorrido el tramo
conocido como cañón del río Trevélez por la dificultad que implica este
recorrido, pero si se ha visitado tanto la entrada de dicho cañón aguas abajo de
Mecina y la salida del mismo en la central eléctrica de El Duque.
Además del recorrido general se designaron nueve estaciones, cada una
de 200 m. lineales y con una anchura variable y acorde a la angostura del
cauce. En cada estación se ha realizado un inventario florístico a modo de
simple catalogación y con las reservas antes mencionadas. Dichas estaciones,
son las determinadas en el apartado 5.1 y que a continuación detallamos:
113
Tabla 16: Estaciones objeto de estudio florístico.
ESTACIÓN
X
478455,0354972310
La junta de los ríos
477489,433679262
Cástaras
477475,775081699
Bajo cástaras
Puente trevélez-La Chacona 477089,364926054
476497,202330206
Depuradora-El calvario
471317,539993594
Mecina
467342,159206871
Trevélez bajo
467304,61382926
Junta Guadalfeo
Y
DATOS RECOGIDOS
4102319,72480968 estado ecológico (sólo vegetación)
4096861,18619772
estado ecológico, caudales
4096683,62442939
estado ecológico
4095944,06948798
estado ecológico, caudales
4094706,6602215
estado ecológico, caudales
4086388,17112772
estado ecológico
4085535,94464567
estado ecológico
4084777,64935752
estado ecológico
9.3 ANÁLISIS POR ESTACIONES DE ESTUDIO
9.3.1. La junta de los ríos
•
Intenso pisoteo y alteración de las márgenes por ganado vacuno
(excesiva carga ganadera). Alteración de la vegetación junto a las orillas
(excesiva carga ganadera).
•
Abundantes excrementos (nitrificación).
•
Salix alba junto a restos de edificaciones (capacidad del suelo y
posibilidad de vegetación riparia arbórea o arbustiva).
•
Presencia de especies nitrófilas (carga ganadera excesiva).
•
Salix atrocinerea muy ramoneados (carga ganadera excesiva y
posibilidad de vegetación riparia arbórea o arbustiva).
•
Presencia de Carex camposii (flora catalogada).
•
Especies nitrófilas (nitrificación, carga ganadera excesiva).
En líneas generales, el estado de conservación del cauce en la Junta de
los Ríos es aceptable para un territorio con influencia antrópica moderada.
Las mayores alteraciones están producidas por la ganadería. La galería no está
desarrollada, pero nos inclinamos a pensar que es debido a factores
ecológicos. El estrato arbóreo, si existió, debió ser eliminado por el fuego tanto
de las márgenes como de las laderas.
114
9.3.2 Cástaras y Bajo Cástaras: Presa y contrapresa de la acequia de
Cástaras.
•
Presencia de Populus sp., Salix alba, S. atrocinerea y S. purpurea
(vegetación riparia bien desarrollada).
•
No se observan especies netamente nitrófilas (carga ganadera
moderada).
•
Presencia de Myosotis decumbens subsp. teresiana (flora catalogada).
•
No se observa pisoteo. Márgenes bien conservadas.
•
Zona de influencia alterada por cultivos abandonados (influencia
antrópica).
En el tramo comprendido entre la Junta de los Ríos (Jéres y Juntillas) y
la presa de la acequia de Cástaras, el cauce se va cerrando de vegetación, y la
galería se desarrolla conforme descendemos en altitud. En este tramo no se
observan alteraciones notables. Existe una población de Erodium rupicola (flora
catalogada) junto a la senda de tránsito que corre paralela al río.
Tramo seco (originado por la captación de aguas).
•
Presencia de especies nitrófilas en el propio cauce (desecación
estacional del cauce, nitrificación).
•
Presencia de especies nitrófilas en los márgenes (carga ganadera
excesiva).
•
Presencia de rebrotes de Populus alba en el cauce (desecación
estacional del cauce).
•
Salix atrocinerea y Populus alba (posibilidad de recuperación de
la vegetación riparia a pesar de la desecación).
Como se podía suponer, las mayores alteraciones en la vegetación se
localizan en este tramo del cauce. La presencia en medio del cauce de
especies netamente nitrófilas indica la invasión del mismo por el ganado. Estas
y otras especies observadas (Artemisia sp., Rumex sp., Lactuca sp., indican
igualmente la ausencia de agua superficial en el cauce durante buena parte del
año. Por el contrario, el mantenimiento de elementos característicos de
vegetación de galería, indica la existencia de humedad a escasa profundidad
de la superficie, aportada sin duda por los pequeños veneros y fuentes que no
llegan a aflorar.
115
9.3.3. Puente de Trevélez: Vado encima de Trevélez (final de la pista).
•
Presencia de Salix atrocinera, S. alba, Populus alba y Fraxinus
angustifolia (galería bien conservada).
•
Vado de paso (alteración del cauce).
•
Especies netamente nitrófilas en la ribera (nitrificación).
•
Presencia de Myosotis decumbens (flora catalogada).
•
Establos y edificaciones en las inmediaciones del cauce
(influencia antrópica; alteración de hábitat).
La recuperación del caudal posiblemente sea el factor que minimice la
influencia antrópica. La galería parece aceptablemente conservada, y las
alteraciones en el cauce son puntuales y si gran trascendencia.
9.3.4. Depuradora de Trevélez.
•
Cauce encenagado (vertidos)
•
Cultivos en la ribera (influencia antrópica).
•
Entorno maloliente, residuos orgánicos, plásticos, envases, (
influencia antrópica).
•
Especies nitrófilas (nitrificación).
•
Presencia de Salix y Populus (mantenimiento de la vegetación
riparia).
Sin entrar a analizar el funcionamiento de la depuradora, una simple
visita a esta estación nos indica el lamentable estado del cauce, más propio de
un colector de aguas residuales que de un arroyo de montaña. Y sin embargo
hemos de indicar que a pesar de los vertidos la vegetación se mantiene en
niveles aceptables, el inventario florístico da resultados normales, y la galería
está desarrollada.
116
9.3.5 Mecina.
•
Presencia de Salix atrocinerea, Salix alba, Populus alba, Fraxinus
angustifolia, Alnus glutinosa, (mantenimiento de la vegetación
riparia).
•
Escaso depósito de lodos (vertido moderado).
•
No se observa ramoneo ni pisoteo de ganado (carga ganadera
nula).
•
Algunos plásticos en el cauce arrastrados de aguas arriba
(influencia antrópica moderada).
•
Presencia de Nerium oleander, Rhamnus alaternus, Pistacia
therebintus, Bupleurum fruticosum etc. en la zona de influencia
del cauce (buena conservación de la orla).
Seguramente por las dimensiones de esta depuradora en relación al
número de habitantes a los que da servicio, la cuestión es que en el río no se
observan los efectos señalados en la estación anterior. La presencia de lodos
es escasa y limitada a los remansos: la vegetación tanto de ribera como la orla
está bien conservada, y los indicios de influencia humana se limitan a escasos
elementos arrastrados desde aguas arriba.
9.3.6. Trevélez Bajo: Central eléctrica del Duque. Unión del río Trevélez
con el Poqueira.
•
Presencia de Salix atrocinerea, Fraxinus angustifolia, Tamarix sp.
(mantenimiento de la vegetación riparia, buen estado de
conservación).
•
Ausencia de daños en la vegetación producidos por herbívoros
(carga ganadera nula).
•
Apenas se observan residuos de cualquier tipo arrastrados por el
agua (influencia antrópica moderada).
•
Buena conservación del estrato herbáceo (ribera poco alterada).
•
Presencia de especies con requerimientos ecológicos específicos
(conservación del hábitat).
Buen estado de conservación. El cauce en este tramo se mantiene
prácticamente intransitable por lo angosto de sus márgenes. Algunos indicios
de influencia humana. Residuos arrastrados desde aguas arriba.
117
9.3.7. Junta Guadalfeo. Pasarela.
•
Algunos pies de Salix atrocinerea y Tamarix sp. desmedrados y
recomidos por el ganado caprino (carga ganadera excesiva;
ausencia de vegetación de galería)
•
Intenso pisoteo de ganado
•
Plántulas de Tamarix en número muy elevado (posibilidad de
recuperación de la vegetación de ribera).
•
Vado sobre el cauce de paso de vehículos (alteración del cauce).
•
Cultivos colindantes a la ribera (influencia antrópica)
•
Restos de plásticos y residuos agrícolas (influencia antrópica).
Márgenes arruinadas por una intensa ganadería. Los pies desarrollados
de tamarít (Tamarix sp.) son muy escasos, en tanto que el número de plántulas
observado es muy elevado. La influencia antrópica es acusada. La vegetación
en general aparece bastante degradada y la plataforma de inundación de este
tramo está en su mayor parte transformada en campos de cultivo.
118
9.4. SUBDIVISIÓN DEL RÍO EN FUNCIÓN DE LA FLORA Y VEGETACIÓN
COMO
ELEMENTOS
BIOINDICADORES
(EXPLICACIÓN
DEL
MAPA
ANTERIOR)
Zona 1: Área de la junta de los ríos hasta los cortijos de Chordín.
Zona moderadamente conservada, con especies catalogadas. Exceso
de carga ganadera y posibles consecuencias de incendios pasados para crear
áreas de pastos.
Zona 2: Desde los cortijos de Chordi o Chordín hasta la confluencia
con el barranco culo de perro.
Área muy bien conservada, con riberas desarrolladas y poca
antropización.
Zona 3: Desde la confluencia con culo de perro hasta la acequia de
cástaras:
Área bien conservada por tramos, con cierta influencia de la carga
ganadera excesiva.
Zona 4: Desde la acequia de cástaras hasta el vado existente por
encima del pueblo de Trevélez
Riberas y lechos alterados por las desecaciones temporales, con plantas
indicadoras de fuerte nitrificación por invasión del lecho por parte del ganado.
Alteración de riberas puntualmente.
Zona 5: Paso del río por el pueblo de Trevélez hasta la parte inferior
de la depuradora.
Riberas alteradas puntualmente, con recuperación general de su porte
debido a la recuperación del caudal. No se observan grandes alteraciones en
las comunidades de ribera, debido a los aportes de la depuradora.
Zona 6: Desde el vertido de la depuradora de Trevélez hasta la
confluencia con el río Poqueira.
Riberas bien desarrolladas, con comunidades interesantes y poca
antropización general. No se detectan impactos derivados de los vertidos de
Mecina-Fondales.
Zona 7: Desde la confluencia con el río Trevélez hasta la
confluencia con el río Poqueira.
Alteraciones importantes de la ribera debido a aprovechamientos en sus
márgenes (cultivos), excesiva carga ganadera y quemas. Probablemente, al ser
119
una llanura aluvial donde desembocan barrancos de gran pendiente además
del propio río Trevélez, se deben producir fuertes avenidas que condicionan la
vegetación. Síntomas de recuperación evidentes.
Estos datos se correlacionan en parte con lo obtenido a partir de los
índices biológicos, salvo en lo referido a la estación de la depuradora
donde no existen alteraciones tan importantes en las comunidades
vegetales, ni aparecen bioindicadores negativos de forma masiva.
120
1
2
3
4
5
6
7
Figura 85: VEGETACIÓN Y FLORA: Estaciones muestreadas y subdivisión realizada en función de la
información recogida de vegetación y flora como especies bioindicadoras. En el texto que se
acompaña a continuación se explica dicha subdivisión.
121
10. LA AVIFAUNA COMO BIOINDICADOR DEL ESTADO DEL
ECOSISTEMA FLUVIAL.
La avifauna nidificante puede constituir un importante bioindicador del
estado ecológico de los ecosistemas fluviales a dos niveles:
•
Por una parte, en cuanto al estado de conservación de las riberas,
sobre todo en grupos de aves paseriformes que utilizan las mismas
como refugio, área de reproducción y alimentación. Asimismo
determinadas rapaces como milanos, ratoneros, gavilanes o azores
utilizan frecuentemente las mismas como dormideros o zonas de
nidificación, al igual que muchas ardeidas.
•
Por otro lado, aquellas especies cuya alimentación depende
exclusivamente de comunidades acuáticas, pueden ser
excepcionales indicadores. Esto aplicado a arroyos de montaña, se
traduce inmediantamente en tres especies habituales en estos
tramos como son el Mirlo acuático (Cinclus cinclus), Martín
pescador o la lavandera cascadeña. En el caso de esta última al no
depender su alimentación tanto de especies acuáticas, pierde parte
de su valor como bioindicadora de calidad de aguas.
A continuación se resumen los resultados obtenidos para los muestreos
de Mirlo acuático y martín pescador en la línea principal del río Trevélez. Tan
sólo se expone áreas de presencia/ausencia al no haberse podido completar
los estudios cuantitativos por retraso en la ejecución de la asistencia.
Mirlo acuático (Cinclus cinclus):
Presencia continua en la práctica totalidad del río recorrido, desde por
encima de los 2000 metros hasta su desembocadura en el río Guadalfeo. El
área comprendida entre la estación de Mecina y Trevélez Bajo, no recorrida por
ser área de barranquismo de gran dificultad, se ha supuesto continua su
distribución por la existencia de citas en todo el tramo, por la idoneidad del
hábitat para la nidificación, así como la presencia a la entrada y salida del
encañonamiento.
Es notable la ausencia de la especie desde la depuradora hasta un
kilómetro aguas abajo aproximadamente, apareciendo posteriormente en bajas
densidades y de forma muy puntual durante otros dos kilómetros.
Estos datos, correlacionados con la calidad del agua establecida
mediante IBMWP (incvertebrados acuáticos), concuerdan con lo encontrado en
Valencia (Galindo, et. al. 2000), en la que se obtuvo que la especie estaba
presente hasta niveles de calidad intermedia, no apareciendo en niveles
inferiores.
Lógicamente, los requerimientos alimenticios de esta especie, muy
ligados a presencia de plecópteros, tricópteros y efímeras preferentemente,
condicionan esta distribución y dicha correlación.
122
Martín pescador (Alcedo athis):
El martín pescador depende de ictiofauna de determinado tamaño para
poder ser ingeridas enteras. No existen estudios que demuestren
especialización sobre determinadas especies, lo que es corroborado por su
amplia distribución por todo tipo de tramos altos, medios y bajos de los ríos, así
como humedales, marismas y zonas litorales.
La comisión de ríos de la fundación WWF propuso un listado de
especies clave en el estudio de los ecosistemas fluviales, entre las que se
encontraba en martín pescador como posible bioindicador y especie
emblemática. Aismismo, determinados estudios como Tucker, G.M. 1994,
indican una fuerte regresión en toda Europa y España atribuido a la
contaminación y destrucción de hábitat.
Aunque la especie aparece ligada numerosas veces a tramos muy
alterados, bien es cierto que los estudios existentes parecen indicar que esta
especie tiende a ser algo más exigente en cuanto a las áreas de reproducción
que en épocas de invernada, nidificando normalmente por debajo de los 1000
m. de altitud, en tramos de aguas relativamente limpias y poco turbulentas.
En el río Trevélez aparece ligada al tramo comprendido entre la estación
de Trevélez Bajo (junta con el río Poqueira), y la desembocadura al río
Guadalfeo.
Basándonos en las preferencias de la especie, y en el conocimiento
previo del río Trevélez dos son las explicaciones para esta distribución:
•
•
Aparición de taludes ligados a las áreas de ribera, donde excavar las
galerías donde nidifican. Aparecen con mayor frecuencia a partir de esta
zona por tratarse de una llanura aluvial.
Zona más termófila como muestran los cambios de vegetación. Esta
especie, aunque aparece a ciertas altitudes parece ser algo termófila.
Conclusión:
De estos datos sobre avifauna, se deduce que la calidad del ecosistema
se encontraría en líneas generales en buenas condiciones, a excepción
lógicamente de las áreas desecadas y en mayor medida, del efluente de la
localidad de Trevélez que condiciona la ausencia de la especie o baja densidad
durante algunos kilómetros de curso.
Estos resultados están correlacionados con los obtenidos a partir
de los índices de calidad del hábitat, confirmando la validez de los
mismos a partir de comunidades de vertebrados.
123
ÊLa
Ú
junta de los
Cástaras
Ê
Ú
Ú Bajo cástaras
Ê
ÚPuente trevélez
Ê
1
TREVELEZ
Ú Depuradora
Ê
2
TAHA (LA)
Ú Mecina
Ê
3
ÊTrevélez bajo
Ú
ÚJunta Guadalfeo
Ê
Figura 86: PRESENCIA DE AVIFAUNA BIOINDICADORA EN EL RÍO TREVÉLEZ:
• TRAZO ROJO: Presencia de Mirlo acuático.
• TRAZO VERDE: Presencia de Martín pescador.
1
: Área sin presencia por desecación.
2
: Área sin presencia por efluente depuradora Trevélez.
3
: Área con presencia de Martín pescador y Mirlo acuático.
124
11. DISCUSIÓN DE RESULTADOS
11.1 CAUDALES ECOLÓGICOS
Aunque se han encontrado una buena secuencia de caudales medidos,
aumentando a medida que descendemos en las estaciones y por tanto la
cuenca aumenta, este hecho no se ha producido siempre así, puesto que en
las estaciones Tre-4, Tre-5 y Tre-6 (ver correspondencia) se midieron, en
alguna de las campañas, caudales menores que en las estaciones anteriores.
Esto es indicativo de un primer efecto de la detracción de caudales
producido por los usos, posiblemente en este caso por el abastecimiento
humano, pues es a partir de aquí donde comienza la localización de los
pueblos importantes.
La reducción de caudales es dramática desde el mes de abril al mes de
julio en todos los tramos, llegándose a bajar el caudal más de 1 m3/s, en algún
tramo lo que teniendo en cuenta el orden de magnitud de los caudales de este
río, supone posiblemente el descenso más importante que se produce en el
año.
Posiblemente uno de los aspectos más interesantes de este sistema es
el de la regulación natural de caudales que se produce en la cuenca, por un
lado debido a la precipitación en forma de nieve, por otro existe también un
sistema de regulación hidrogeológico de cierta importancia a pesar de tratarse
de una zona constituida por materiales impermeables en principio, pero que
pueden aumentar su permeabilidad por alteración.
Las rocas que forman la mayor parte del área de estudio funcionan
desde el punto de vista hidrogeológico como un medio heterogéneo y
discontinuo, en el cuál el agua escurre por una serie de fisuras, que lo hacen
permeables en el cual el medio transmisivo lo constituyen las fisuras no
colmatadas, fracturas y diaclasas; debido a otras características derivadas de
la descompresión de materiales y la acumulación de coluviones el sistema
tiene una permeabilidad baja.
Sin embargo funciona como un acuífero que se alimenta por la fusión de
la nieve, la retención que hace la vegetación tiene una cierta capacidad de
regulación, otros materiales como los micaesquistos y mármoles presentan
otras permeabilidades, por fisuración, disolución y karstificación y funcionan
como una acuífero con caudales de 1 l/s.
Esto explica la “regularidad” que hemos encontrado en el
comportamiento hidrológico del río, cuando por la altitud y las pendientes el
régimen debería ser torrencial.
Como se ha visto en el estudio hidrológico, las magnitudes de caudales
extremos no difieren ni muy por arriba ni muy por abajo con el caudal medio.
Tampoco los valores de estos caudales mantenidos en el tiempo, medias
móviles de 30 o de 90 días.
125
Este sistema de regulación explicaría también que los coeficientes de
variación del caudal sean pequeños, y que la frecuencia y duración de las
avenidas sea también baja, sin embargo los estiajes son largos puesto que una
vez fundida la nieve y agotado el sistema acuífero, la ausencia de
precipitaciones y la latitud en la que se encuentra la cuenca, producen que el
sistema se desabastezca por un periodo largo.
Otra característica inherente al sistema es la fecha en la que se
producen los picos, desplazándose claramente estos hacia la primavera, auque
el día de mayor caudal en los cinco años estudiados aparece como media en
febrero, aunque es el mes de mayo y junio los que tienen mayor caudal medio
mensual. Por lo tanto se considera que el régimen es moderadamente irregular,
con varios acontecimientos extremos en el año, pero amortiguados en
magnitud y duración por el papel de regulación que ejerce la cuenca.
Con respecto a los valores obtenidos sobre la habitabilidad de los
tramos, al realizar la simulación hidráulica y observar las variaciones que
produce el caudal sobre el hábitat de las poblaciones piscícolas, se ha
encontrado en prácticamente todas las estaciones una marcada diferencia
entre la habitabilidad para los estados de juvenil y alevín por un lado y el de los
adultos, estos últimos alcanzan valores óptimos de la habitabilidad de los
tramos con caudales en muchos casos de 1,5 m3/s y hasta 2 m3/s,
posiblemente en estos casos la limitación con los caudales bajos sea la
profundidad.
Es decir no existen buenos refugios para adultos en las condiciones de
estiaje en los tramos estudiados. Por otro lado si se pueden conseguir buenas
áreas para ser utilizadas con las clases de edad menores, con caudales más
pequeños del orden de 0,2 m3/seg en los tramos de cabecera y de 0,4 m3/seg
en los de aguas abajo.
Sin embargo este esquema se invierte en los dos tramos de mayor
pendiente Tre-5 y Tre-6, en los que incrementos de caudal no muy elevados
por encima de 0,35 m3/s provocan una caída de la habitabilidad de los mismos,
en esta caso seguramente producido por el incremento de las velocidades. En
general no se han encontrado en los tramos grandes áreas potencialmente
utilizables como frezaderos, y aquí es muy condicionante el tipo de sustrato, ya
que esta función se realiza sobre gravas y arenas, y este sustrato no es muy
frecuente en muchas zonas.
11.2 ESTADO ECOLÓGICO DEL RÍO TREVÉLEZ
En general se observa una sucesión de calidad “lógica” en función de las
presiones e impactos a las que es sometido el ecosistema.
Así, en su parte alta, la pérdida de calidad del hábitat, viene
condicionada por la ausencia notable de heterogeneidad, al constituir hábitats
de media-alta montaña, sometido a varios meses de innivación. Aún así su
calidad es evaluada como “Buena”, aunque lógicamente no puede realizarse
una comparación con los tramos inferiores.
126
Posteriormente, el río alcanza su clímax, hasta la captación de la
acequia grande y la de cástaras que desecan el mismo durante varios kms.
Lógicamente, la pérdida de diversidad en estos puntos es notable, aunque no
ha podido evaluarse al asemejarse el proceso al de las ramblas y no funcionar
estos índices de forma adecuada en estos lugares. Aún así, en una estación
situada justo debajo de la acequia de cástaras, se comprobaba una pérdida
notable en la diversidad de invertebrados derivado de la falta de caudal.
Una vez las aguas vuelven a surgir por el cauce, y hasta el pueblo de
Trevélez, el río recupera las condiciones iniciales, aunque es notable la
alteración producida en las riberas debido a la fuerte carga ganadera y la
ausencia de protecciones del dominio público hidráulico y su zona de
servidumbre.
Una vez entrado en el pueblo de Trevélez, este recibe los efluentes de la
depuradora de este municipio. Es patente la falta de un adecuado
funcionamiento de la misma, que tan sólo criba los materiales sólidos de mayor
tamaño, estando muy infradimensionada con respecto a la población y tejido
industrial (secaderos de jamones) de dicho municipio.
Tras recibir estos vertidos, el río pasa a tener un estado ecológico de
“Aguas malas”, que se corresponde al peor estado contemplado por la Directiva
Marco del Agua.
Esta situación se mantiene a lo largo de 8 Km. en los cuáles, aunque
llega a autodepurarse en parte las aguas, no vuelve a recuperar el estado
inicial, pasando a un estado “Bueno” en la estación de Busquistar.
En todo este recorrido, los impactos sobre el ecosistema son mínimos,
tan sólo pequeñas acequias que riegan islas aledañas, destacando el buen
estado de conservación de sus riberas que en algunos casos presentan
singularidades como alisedas bien conservadas. La heterogeneidad del hábitat
es elevada, y tan sólo existe la limitación de la calidad de las aguas.
Una vez llegados a las poblaciones de Busquistar y La Tahá (pitres), los
efluentes urbanos son tratados en parte por la depuradora de Mecina,
obteniendo una calidad intermedia de las aguas. Aún así, algunos de estos
municipios vierten directamente, sin tratamiento adecuado. A partir de la
estación de Busquistar, el río cambia radicalmente hasta un estado general
“Moderado o Aceptable” que se obtiene de una calidad de aguas intermedia,
unas riberas poco desarrolladas debido al encajonamiento del cauce, y un
aumento muy notable de finos y arenas que provocan colmatación y pérdida de
disponibilidad de hábitat. Asimismo las aguas recogen a partir de este punto un
gran aporte aguas ferruginosas que modifican notablemente sus condiciones
fisico-químicas.
Tras su confluencia con el río Poqueira y antes de juntarse con el
Guadalfeo, el río pierde pendiente y entra en una pequeña llanura aluvial, con
un elevado grado de degradación de las riberas, en parte causado por las
avenidas. En esta zona el cauce se ensancha presentando pocas tablas y
127
pozas por lo que existe una importante pérdida de hábitat útil para la vida
piscícola. En esta zona las aguas ganan parte de calidad al recibir las aguas
del río Poqueira, más limpias en este punto y finos en suspensión.
Una vez unido al Guadalfeo, el río es empresado por la presa del
Granadino, que constituye una barrera física de primera magnitud para la
biodiversidad fluvial de esta subcuenca.
Estos datos se correlacionan perfectamente con la presencia del Mirlo
acuático (Cinclus cinclus), el cuál desaparece de aquellos tramos con calidad
de aguas más alterados.
De los datos de estado ecológico obtenidos y su representación gráfica,
se deducen varios aspectos relevantes:
•
La mayor parte de las alteraciones del ecosistema se producen por las
siguientes razones:
o Sobrepastoreo en zonas de ribera y aledañas, utilizando los
animales estas riberas como área de descanso. Esto condiciona
cierta pérdida de calidad de ribera y hábitat fluvial por encima del
pueblo de Trevélez.
o Vertidos urbanos derivados sobretodo de la población de Trevélez
que condiciona su calidad durante más de 8 km. aguas abajo. El
resto de vertidos son de escaso porte y en parte son depurados
por una instalación situada en Mecina (Pitres), que mantiene
calidades intermedias del ecosistema, sin llegar al nivel de
degradación alcanzado en trevelez.
o Dos barreras transversales de consideración para la fauna íctica:
dique en la parte inferior del municipio de Trevélez de unos 5
metros de altura, que fracciona notablemente las poblaciones de
trucha común existentes, y el dique del granaino, en la
confluencia con el guadalfeo, de cerca de 10 metros de altura.
o Otras dos barreras no transversales para la fauna íctica: La
primera, el vertido de trevelez que incomunica las poblaciones de
trucha común existentes por encima y por debajo, así como la
parte de la fauna invertebrada existente. Y la segunda serían los
dos tramos secos, situados por encima del pueblo de Trevélez
que incomunican durante los meses de estiaje las poblaciones de
trucha común.
128
12. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
•
Los usos del agua, abastecimiento y riego principalmente, se han
incrementado en los últimos años, y necesitan ser gestionados
adecuadamente, para no producir daños irreversibles en el sistema
hídrico como consecuencia de las detracciones de caudal.
•
El régimen de caudales del río Trevelez es muy particular; aunque es
irregular al presentar una marcada estacionalidad, está en parte
regulado por la acción de la cuenca. Esto está motivado por la
acumulación de nieve y su comportamiento hidrogeológico, en este
último juega un papel fundamental la utilización de acequias y la práctica
del careo, que en principio contribuye a mantener la disponibilidad de
agua en las surgencias, mantiene la humedad del suelo y la vegetación
de laderas.
•
Dos son las principales características del régimen de caudales, en
principio la fecha de los caudales máximos a finales de primavera,
producido por su carácter nival. Por otro lado la ligera regularidad que
hace que los valores extremos no tengan magnitudes muy diferentes al
caudal medio.
•
Se han diseñado dos series de caudales ecológicos para las secciones
de río estudiadas. La primera serie podría ser adecuada para los tramos
por encima de 1.300 m y la segunda para los tramos de aguas abajo de
esta cota. Los caudales mínimos obtenidos en las estaciones del primer
sector, (cotas altas), se encuentran en un orden de magnitud de 0,2
m3/s, y los caudales óptimos alrededor del 1,2 m3/s. En cuanto a los de
cotas más bajas, estarían los mínimos en un valor de 0,4 m3/s y de 1,5
m3/s los óptimos. Entendemos que los primeros pueden ser el estado
mínimo en el que puede quedar el río en situaciones excepcionales para
no comprometer irreversiblemente su calidad ambiental. El segundo
caudal sería aquél con el que obtendríamos el óptimo de habitabilidad
del tramo para el estado de desarrollo más exigente.
•
Existen sólo pequeñas áreas para la localización de frezaderos en los
tramos estudiados, la evolución de las curvas APU-caudal para juveniles
y alevines marcan un cambio inicial de pendiente alrededor de los 0,2 a
0,4 m3/s y alcanzan valores máximos alrededor de 1,2 m3/s, cayendo a
partir de estos caudales el área utilizable, sin embargo en adultos la
curva crece de forma casi uniforme hasta un punto donde se estabiliza
entre 1,5 y 2 m3/s.
•
A partir de los caudales mínimos y óptimos se han diseñado tres
regímenes ecológicos de caudales para cada serie, para años secos,
medios y húmedos, estos regímenes tienen doce valores mensuales y
siguen el patrón de cambio mensual del régimen natural.
•
Se deberá mantener un régimen ambiental de caudales adecuado para
129
las características hidrológicas de cada año, con las variaciones
mensuales que permitan a este mantener el patrón de variación natural.
•
Los valores mínimos no deberán ser menores de los que se han
obtenido como valores mínimos para años secos, en este trabajo. Dada
la importante función geomorfológica y biológica de los caudales
extremos, se deberá considerar la restitución de las avenidas
generadoras del cauce, en la magnitud y frecuencia en la que se
producen de forma natural. También se deberán proporcionar caudales
adecuados para la freza y la migración de especies.
•
Estas medidas deberán ser acompañadas de un plan de seguimiento de
los efectos ambientales que se producen como consecuencia de estas
actividades, con la evaluación y medición de índices de calidad
ambiental y evolución de las poblaciones biológicas.
•
Además de estas medidas de restitución de caudales, es aconsejable la
puesta en práctica de otras medidas de restauración, como puedan ser
las de mejora del hábitat o el fomento de la producción de áreas
adecuadas como frezaderos.
•
Los índices biológicos utilizados están perfectamente correlacionados
entre sí, no existiendo incongruencias en los resultados. Asimismo existe
coherencia entre estos índices y los parámetros fisico-químicos.
•
Dichos índices se complementan perfectamente con la presencia de
determinados vertebrados bioindicadores como es el caso de mirlo
acuático y martín pescador.
•
Es necesario controlar el acceso del ganado a las riberas del río
trevélez, mediante cercados. Esto se pone más de manifiesto por
encima del pueblo de Trevélez hasta la confluencia con el río Culo de
perro, así como en la junta de los ríos, en la cabecera de este. Sería
necesario evaluar la capacidad de carga ganadera del ecosistema.
•
La recuperación del río Trevélez es imposible sin una ampliación de la
depuradora del municipio de Trevélez. Esta provoca los mayores daños
sobre la biodiversidad del mismo, así como sobre el aprovechamiento
piscícola y recreativo del ecosistema.
•
El río Trevélez se deseca, debido en gran parte a las extracciones de
agua, en tres tramos durante gran parte del año, incomunicando
especies piscícolas, alterando las comunidades vegetales y animales
asociadas a los mismos. Este hecho no es asumible en hábitats de alto
valor ecológico y de aprovechamiento piscícola, más teniendo en cuenta
que quedan situados, al menos dos de ellos en el interior de Parque
nacional y natural de Sierra Nevada.
•
Debe existir un control mediante caudalímetros en los puntos de entrada
del agua en el sistema principal de acequias del río Trevélez. Asimismo
130
estas deben contar con barreras de paso adecuadas para la fauna
piscícola.
•
Es necesario implantar un plan de gestión integral de las aguas del río
Trevélez, en la que el mantenimiento de los caudales ecológicos tan sólo
esté supeditada al consumo humano del recurso, tal como marca la
legislación, buscando alternativas ecológicamente menos gravosas.
•
El río Trevélez presenta tramos bien conservados fuera del área
actualmente protegida, existiendo valores naturales suficientes para
proteger el ecosistema como LIC (Red Natura 2000).
•
Se hace necesario estudios similares en el resto de los ríos del macizo
de sierra nevada para poder comparar resultados y aplicar una gestión
uniforme en la gestión del agua.
•
El sistema hidrológico de la cuenca del río Trevelez tiene un alto nivel de
complejidad, al estar sometido milenariamente a un sistema de
explotación del recurso que detrae caudales de aguas arriba para
recargar y abastecer las zonas de mayor demanda y menos recursos.
En ese sistema de explotación se deberán tener en cuenta
consideraciones ambientales para gestionar los recursos hídricos,
especialmente la afección al régimen de caudales, que se está
incrementando en los últimos años por lo que se están produciendo
graves alteraciones en el funcionamiento de los ecosistemas fluviales.
131
13. PROPUESTA DE RESTAURACIÓN AMBIENTAL DEL RÍO TREVÉLEZ
COMO MODELO DE GESTIÓN DE LOS ECOSISTEMAS FLUVIALES DEL
MACIZO DE SIERRA NEVADA
Una vez diagnosticado el estado ecológico del río Trevélez, e
identificado las principales presiones e impactos que sufre el mismo, así como
el régimen de caudales mínimos, se hace necesario actuar en diferentes
frentes con objeto de mejorar el “estado ecológico” de dicho ecosistema
mediante una gestión integral del mismo.
Dicha gestión integral pasa por devolver al río un estado ecológico
próximo al previo a su degradación actual, potenciar la heterogeneidad de
formas y condiciones hidráulicas y favorecer la conversión a un sistema natural,
autorregulado e integrado en su cuenca hidrográfica.
13.1 FINALIDAD
Generar un sistema de gestión integral del ecosistema, como
modelo a aplicar en el resto de ríos del macizo de Sierra Nevada.
13.2 OBJETIVOS
•
•
•
•
•
Redacción y aplicación de un PLAN DE GESTIÓN INTEGRAL DEL RÍO
TREVÉLEZ Y SUS AGUAS.
Restauración del ecosistema en aquellos puntos degradados por efecto
antrópico.
Identificación y categorización de las infraestructuras asociadas a la
gestión del agua y posibles déficits existentes.
Cuantificación del balance hídrico existente en escala temporal y
espacial.
Seguimiento de bioindicadores durante el ciclo anual.
13.3 DETERMINACIÓN DEL ÁREA DE ESTUDIO
El área de estudio prioritaria será la cuenca vertiente al punto de
confluencia del río Trevélez con el río Guadalfeo
A un segundo nivel dicha área se extenderá a todos aquellos puntos del
territorio donde es derivada el agua de la cuenca vertiente objeto de estudio.
132
13.4 METODOLOGÍA DE TRABAJO
13.4.1. SEGUIMIENTO DE INDICADORES
En el transcurso de la asistencia técnica sobre la evaluación del estado
ecológico del río Trevélez, se ha llevado a cabo la fase de diagnóstico previo
del estado del ecosistema. Aún así es necesario completar esta información
con vistas a cuantificar el efecto de los impactos en cada época del año, así
como las medidas correctoras a aportar al mismo.
Por todo ello, se propone cuantificar los siguientes elementos:
•
•
•
Estudio en profundidad de las comunidades ícticas del río Trevélez, y la
modelación de las mismas en función de los impactos sobre el
ecosistema, mediante la aplicación del índice EFI o similares.
Seguimiento de las comunidades de macroinvertebrados acuáticos en
un ciclo anual completo con objeto de cuantificar los impactos en
diferentes épocas del año, mediante índice IBMWP.
Análisis de los usos del suelo en las riberas y cuenca vertiente, mediante
fotointerpretación contrastada con muestreos de campo.
13.4.2 CATALOGACIÓN INFRAESTRUCTURAS ASOCIADAS A LA
GESTIÓN DEL AGUA Y CUANTIFICACIÓN DEL BALANCE HÍDRICO
DEL MEDIO
Para mantener y gestionar adecuadamente la biodiversidad del río
Trevélez, es necesario cuantificar todos los aportes y detracciones de agua al
mismo en cualquier parte del mismo y durante todo el ciclo anual.
Para ello se realizará un catálogo previo de todas las infraestructuras de
impacto asociadas a la captación del agua, con medición de caudal en cada
una de ellas, durante el ciclo anual, así como caudal del agua circulante por el
río después de cada una de ellas.
Asimismo se describirán todas las carencias existentes en las mismas,
tales como pérdidas de agua, deficiente utilización del recurso, etc.
A partir de esta información generada para cada tramo y época del año,
se realizará una valoración del balance hídrico del río, junto con los datos de
caudales de cada tramo.
13.4.3
TREVÉLEZ.
RESTAURACIÓN DEL ECOSISTEMA FLUVIAL DEL RÍO
En base a los datos recogidos en el presente cocumento, se incidirá
sobre aquellos puntos identificados como susceptibles de presiones y/o
impactos para adecuar un correcto plan de restauración del hábitat. Asimismo
se tratará de condicionar el hábitat para el favorecimiento de determinadas
133
especies que por su fragilidad y fragmentación de poblaciones requieren
atención específica, como es el caso de la trucha común.
Así se propondrán mejoras tales como:
•
Restauración de riberas afectadas por el ganado.
o
o
o
o
•
•
•
•
Restauración vegetal.
Estabilización de márgenes
Cercado donde sea requerido.
Formación de puntos de agua anexos al cauce
Revegetación de riberas alteradas al paso por islas abandonadas
y degradadas (pastos para ganado)
Propuesta de eliminación de obstáculos artificiales tales como
azudes, etc.
Formación o potenciación de frezaderos en aquellos tramos
donde hubieran podido desaparecer por causas antrópicas.
Propuesta de redimensionamiento de la depuradora de la
localidad de Trevélez.
13.4.4. PLAN DE GESTIÓN INTEGRAL DE LAS AGUAS DEL RÍO
TREVÉLEZ
Para el desarrollo del plan integral, se partirá de los balances hídricos
obtenidos para cada tramo y lugar, lo que será cruzado con los valores
estimados de caudales ecológicos mínimos, obteniendo caudales máximos de
extracción para cada captación y época del año.
A partir de esta información, junto con la obtenida en la catalogación de
las infraestructuras asociadas y su grado de conservación, se obtendrá un Plan
de gestión integral de las aguas que contemplará aspectos tales como:
•
•
•
Capacidad donante del río en cada captación y momento del año.
Propuesta de restauración de la red de acequias del río Trevélez.
Propuesta de mejora de regadíos
13.5 CRONOGRAMA DE TRABAJO
AÑO 1
AÑO 2
Valoración balances de
agua
Redacción Plan de
gestión integral del agua
Catalogación acequias
Restauración acequias
Restauración hábitat
Seguimiento
comunidades piscícolas
Seguimiento índices
bioindicadores
134
ANEXO
FOTOGRÁFICO
135
Cabecera del río Trevélez, en la zona de la junta de los ríos
Arriba y abajo, Cabecera del río Trevélez, en la zona del
cortijo de chordi
136
Barranco del puerto de Jeres, en la
cabecera del Trevélez
Zonas entre barranco de chordi y el barranco culo de
perro, en áreas de cabecera.
137
Zonas entre el barranco culo de perro y la localidad
de trevélez.
Arriba, Tramo por encima de la localidad de
Trevélez. Debajo, azud de Trevélez situado por
debajo del efluente de dicha localidad
138
Aliseda situada por debajo de la localidad de Trevélez,
todavía no cartografiada.
Tramos comprendidos entre las localidades de trevélez y
busquistar.
139
Antiguas acequias de piedra, situadas próximas a la
localidad de busquistar.
Antigua acequia excavada en la roca, próxima a
Busquistar.
140
Puente centenario situado en las proximidades a
Busquistar.
Antigua presa en cercano al puente de busquistar y
paisaje general del barranco en esta localidad.
141
Labores de muestreo de macroinvertebrados en la estación 4.
142